Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR Fig. 1. TAC abdominal: colección paracólica izquierda con gas en su interior que se extiende hacia la pared abdominal anterolateral izquierda. Enfisema subcutáneo de miembro inferior como primera manifestación de una dehiscencia colónica Sr. Director: La incidencia de complicaciones tras la cirugía colónica con anastomosis primaria es muy variable, y generalmente se manifiestan con sintomatología abdominal, sobre todo con la presencia de dolor y/o alteración del tránsito gastrointestinal, siendo excepcional que una complicación abdominal de la cirugía se manifieste con sintomatología exclusivamente extraabdominal 1,2. Presentamos el caso de una dehiscencia de anastomosis colónica que comenzó como un enfisema subcutáneo (ES) en miembro inferior. Mujer de 84 años en tratamiento con prednisona (5 mg/ 24 h) por polimialgia reumática, que se intervino por un adenocarcinoma de sigma, realizándose resección anterior baja. La evolución postoperatoria inicial fue favorable, tolerando dieta y con tránsito gastrointestinal normal. Al décimo día de la cirugía comenzó con dolor a nivel de la cara anterior del muslo izquierdo y posteriormente fiebre hasta 39,5o C, por lo que consultó en Urgencias de nuestro hospital. Toleraba la dieta y el tránsito gastrointestinal era normal. A la exploración presentaba crepitación desde la cara interna del muslo, a nivel inguinal, hasta la parte superior del tobillo izquierdo. En el maléolo interno de dicho tobillo presentaba una escara sin signos inflamatorios y con tejido de granulación. Los pulsos femorales, poplíteos y distales eran buenos. La exploración abdominal fue normal. En la analítica había leucocitosis (18 × 103/l) con desviación izquierda (82% neutrófilos). La radiología simple de abdomen fue normal y la del miembro inferior izquierdo mostraba enfisema subcutáneo desde el muslo hasta el tobillo. Se realizó una ecografía doppler de dicho miembro que no objetivó trombosis venosa. En la tomografía computarizada (TC) se observó una colección de 4 × 2 cm en el espacio pararrenal izquierdo con aire en su interior, que se extendía disecando la pared abdominal anterolateral izquierda hasta los vientres musculares de la pierna izquierda (fig. 1). Con dichos hallaz- gos se intervino, encontrando una dehiscencia en la cara posterior de la anastomosis colónica, con la formación de un gran absceso retroperitoneal que disecaba hasta el muslo. Se realizó cierre del cabo sigmoideo distal a lo Hartman, colostomía en flanco izquierdo, e incisiones de descarga en muslo y pierna izquierdas. Durante el postoperatorio presentó infección de la herida de laparotomía, una neumonía basal izquierda que se resolvió con tratamiento antibiótico y un derrame pleural izquierdo paraneumónico que precisó drenaje. Se realizó una TC abdominal y de miembros inferiores de control que no objetivó colecciones residuales, siendo alta al día 36 del postoperatorio. Desde su alta, y tras 7 meses desde la cirugía, la paciente se encuentra asintomática. La patogenia del ES de origen gastrointestinal depende de tres factores principalmente 2,3: la presencia de una perforación intestinal, un adecuado gradiente de presión entre la luz intestinal y el espacio subcutáneo y el ritmo de la perforación siendo la infección un factor adicional. Una buena anamnesis es un factor decisivo para un buen diagnóstico diferencial. Así, aunque clínicamente todos suelen presentar dolor a nivel del miembro inferior, es muy importante delimitar sus características. La presencia de dolor a nivel del muslo y en la zona inguinal orienta hacia una miositis o foco abdominal. Si el dolor es más intenso en la pierna, sobre todo a nivel gemelar, se debe descartar una tromboflebitis venosa infectada. Cuando el dolor se localiza principalmente a nivel del pie, sobre todo si el paciente es diabético, hay que descartar una gangrena gaseosa por infección de la úlcera. La presencia de otra sintomatología asociada puede orientar hacia la etiología (la presencia de náuseas y vómitos, dolor abdominal, distensión abdominal, etc., indicaría un origen abdominal). La pobreza clínica abdominal suele deberse a la localización de la dehiscencia, que se sitúa hacia el espacio retroperitoneal, como ocurrió en nuestro caso, conllevando la formación de un absceso retroperitoneal 4-6. La delimitación del enfisema es un dato importante para orientar la etiología. Un enfisema que afecta al pie y se extiende de forma ascendente suele ser indicativo de una gangrena gaseosa por pie diabético. Sin embargo, si el enfisema parte desde la zona inguinal y no llega hasta el pie debe hacer sospechar un foco muscular, sobre todo si está asociado a un traumatismo mayor, y más raramente un origen abdominal. El tratamiento del ES no traumático de origen abdominal es el drenaje quirúrgico y la solución definitiva del problema abdominal que lo origina, además de la administración de antibióticos de amplio espectro con adecuada cobertura para gramnegativos y anaerobios 7. Los gérmenes culti- Rev Clin Esp 2002;202(10):569-73 571 Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR vados suelen ser Escherichia coli, Bacteroides fragilis y Enterococcus. Es necesario actuar quirúrgicamente en el miembro inferior, realizando incisiones longitudinales de drenaje y curas diarias en quirófano hasta su mejoría o resolución 8. El pronóstico de estos pacientes es malo, con una alta mortalidad. Los factores que justifican este mal pronóstico son: la presentación clínica no específica con retraso diagnóstico, lo avanzada de la edad de los pacientes y la alta frecuencia de enfermedades concomitantes (diabetes, etc.) 6. Además es frecuente la utilización de fármacos inmunodepresores, sobre todo corticoides, como ocurrió en nuestro paciente. Afortunadamente muchos de estos ES no se acompañan de infección en el muslo, lo cual mejora el pronóstico, pues la gangrena gaseosa agrava mucho el mismo. Para mejorar la supervivencia de estos pacientes a un alto índice de sospecha clínica debe añadirse un tratamiento intensivo y precoz ante un ES de miembros inferiores sin diagnóstico etiológico. BIBLIOGRAFÍA 1. 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