Mundialización de la cultura

LA MUNDIALIZACIÓN DE LA CULTURA
Existe un proceso de globalización, pero a nivel económico y tecnológico, pero ya en la esfera de la cultura,
no hay una globalidad sino una mundialización de la cultura, cuyo proceso tiene especificidades distintas de la
globalización económica y tecnológica. Con lo anterior se obtiene dos aspectos, el primero de ellos es que se
sale de un reduccionismo económico−tecnológico, aunque sin dejar de hacer notar su importancia, y segundo,
se escapa de una discusión entre homogeneización y heterogeneidad. (1)El proceso de mundialización de la
cultura, para Renato Ortiz, es un proceso que contiene reglas, modelos que son hegemónicos con la gran
diferencia de que éstos son mundiales y no globales. Es por ello que no se da una identidad global, no hay una
cultura global y puede que tampoco se de un gobierno global. No puede existir una cultura mundial.
Renato Ortiz dice que la mundialización debería traducirse en una igualdad de derechos sociales y no de
formas culturales. Es por eso que para él lo que se globaliza es el mercado acompañado de la tecnología y lo
que se mundializa es la cultura, es decir, que el primer proceso se posesiona como una táctica económica y
tecnológica para así poder expandir sus macroempresas y corporaciones financieras, apropiándose, por lo
general, de los recursos de los países pobres; y el segundo proceso que da a conocer una red de imaginarios,
tanto individuales como colectivos, a través de industrias culturales. Aclara diciendo que se está pasando por
una época en donde surgen conceptos nuevos para la comprensión de un conjunto de fenómenos también
nuevos y es por ello que quiere dar a conocer ante todo cuáles son las fuerzas estructurantes más importantes
en el contexto de la sociedad globalizada y de la mundialización de la cultura.
Pero yo considero que el concepto de lo que es la mundialización de la cultura radica en un proceso que
integra no sólo la cultura, sino además la economía, la tecnología y la estructura de gobierno, que se
caracteriza por nuevos mercados, nuevos participantes, nuevas reglas y normas y nuevos instrumentos de
comunicación y todo por efecto de la globalización. Esta mundialización permitiría erradicar la pobreza y
continuar el progreso sin precedentes. Sin embargo se podría progresar más en materia de normas, estándares,
políticas e instituciones relativos a los mercados mundiales que respecto de la gente y sus derechos.
Los medios de comunicación juegan un papel importante en las sociedades, ya que técnicamente logra que
estás se acerquen, así mismo porque son determinantes en la creación de un imaginario mundializador. Los
nuevos medios de comunicación llevan nuestro mundo hacia una cultura y una manera de pensar única y hacia
la creación de varios modelos culturales que no se sabe cual tomará soberanía en el proceso de
mundialización.
El poder que tienen los medios de comunicación para transmitir contenidos, percepciones y referentes de todo
tipo son muy tenidos en cuenta por los ciudadanos. En este sentido el impulso de la tecnología de la
información y de la comunicación está haciendo que la sociedad de hoy en día adquiera una gran variedad de
fuentes de información, por medio de una gran multiplicidad de soportes que ofrecen la posibilidad de
consumir un determinado número de propuestas, ideas, sugerencias, mensajes y decisiones que están siendo
transmitidas por los denominados medios de comunicación.
Los medios de comunicación social y el proceso de mundialización influyen en el consumo de los individuos
y por medio de éste, en la identidad colectiva de un pueblo, ya sea creándoles nuevas necesidades, ya sea
haciéndolos dependientes a los objetos de consumo y generándoles, de esta manera, el hábito del consumo.
Dentro de este contexto, sin embargo, no se borran ni disminuye la posibilidad de los individuos de optar
entre las alternativas que ofrece el gran mercado, por aquella que mejor le satisfaga sus necesidades. (2)
También la extensión del espacio cambia: la mundialización provocada por estos medios, borra las referencias
espaciales, favorece la desaparición del espacio público vivido, el espacio de la calle, de la ciudad y del
campo. En este mundo audiovisual sólo se puede ver la interactividad de la audiencia con los medios de
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comunicación y se pierde el contacto físico, la interacción dialéctica, la percepción de una realidad vivida, que
es cambiada con una realidad virtual artificial. La audiencia siente que participa en una mente en común, cuyo
destino podría ser el de una sola cultura mundial y un desgaste progresivo de las diferencias culturales entre
los países.
Los medios de comunicación están lejos de ampliar el ámbito público, por el contrario, lo reduce cuando pone
sobre relieve escenas de la vida privada sobre escenas de la vida pública. También cuando se produce un
desgaste de lo público, es decir, que cuando para hablar de lo público sólo se puede hablar de corrupción,
crisis, etc. Es entonces cuando surge una confusión entre lo que corresponde al ámbito público y lo que
corresponde al ámbito de lo privado.
Por último un aspecto importante también que reduce lo público, es el problema del presente y del futuro, ya
que éstos se resuelven es desde el ámbito individual debiendo convocarse más bien en el ámbito público, ya
que las sociedades ya no se preocupan por un futuro sino que piensan es en sí mismas. Por ello es que lo que
sale a relucir es lo privado, es decir, el escándalo, lo que hace ruido, el espectáculo
BIBLIOGRAFÍA
• BERGER, Peter y HUNTINGTON, Samuel. Globalizaciones múltiples. La diversidad cultural en el
mundo contemporáneo. Editorial Paidos. Barcelona, 2002.
• ORTIZ, Renato. Mundialización y cultura. Editorial Alianza, Buenos Aires, 1997
• GARCÍA CLANCLINI, Néstor. Consumidores y Ciudadanos. Editorial Grijalbo, México, 1995.
• MATTELART, Armand. La mundialización de la comunicación. Editorial Paidós. Madrid 1998.
• WARNIER, Jean−Pierre. La mundialización de la cultura. Editorial Gedisa, España, 2002.
INTERNET
• http://www.comminit.com/la/entrevistas/laint/entrevistas−85.html
NOTAS AL PIE DE PÁGINA
(1) Cfr. http://www.comminit.com/la/entrevistas/laint/entrevistas−85.html
(2) MATTELART, Armand. La mundialización de la comunicación. Madrid, 1998. Página 23.
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