RESOLUCIÓN Nº 169/10 Vistos: Que, con fecha 21 de octubre de 2010, don …, interpone reclamo ante esta Defensoría del Asegurado (DEFASEG) solicitando que … cumpla con otorgar cobertura a los daños derivados del accidente vehicular ocurrido con fecha 2 de setiembre de 2010, conforme a la Póliza de Vehículos …; Que, analizado dicho reclamo, esta Defensoría determina que, en razón de su cuantía, el mismo se encuentra dentro de su ámbito de competencia material y que, además, ha sido presentado dentro del plazo de 180 días calendario establecido en su Reglamento, considerando que la carta de rechazo de … es de fecha 20 de setiembre de 2010, conforme a la documentación que obra en el expediente; Que, habiendo sido notificada del reclamo, mediante escrito presentado con fecha 4 de noviembre de 2010 … remite cierta documentación relacionada al caso así como sus correspondientes descargos al señalado reclamo, siendo que dicha documentación es complementada posteriormente mediante la presentada con fecha 1 de diciembre de 2010: póliza completa y oficios de autoridades administrativas referidos en su escrito de descargos; Que, con fecha 22 de noviembre de 2010 se realizó la respectiva audiencia de vista, concurriendo solamente la representante de la aseguradora, encontrándose el caso apto para ser resuelto por este colegiado; Que, el reclamo interpuesto se fundamenta resumidamente en los antecedentes y fundamentos siguientes: a) Con fecha 14 de octubre de 2010 se le informó del rechazo de la aseguradora para el otorgamiento de cobertura respecto del siniestro que afectó al vehículo asegurado (camioneta Suzuki Grand Nomade con placa de rodaje …), en el cual se expresa que la licencia del conductor (militar) no lo autoriza a conducir unidades de uso particular, ya que sólo autoriza a conducir vehículos motorizados a los oficiales, oficiales asimilados, empleados y especialistas de las dependencias militares, siendo que sólo los oficiales pueden emplear el brevete militar para conducir vehículos particulares, de manera que se habría incurrido en la exclusión pactada en el artículo 5, numeral 2, inciso D de las Condiciones Generales del Seguro Vehicular, en el sentido que el seguro excluye la cobertura cuando el vehículo asegurado fuese conducido por persona que carece de licencia de conducir vigente y auténtica que corresponda al tipo de vehículo, o cuya licencia esté suspendida, cancelada o vencida; b) Que al contratar el seguro se registró la licencia del propietario, lo cual forma parte de los antecedentes del contrato de seguro, no habiéndose manifestado improcedencia alguna; c) Que la exclusión invocada no aplica porque sí cuenta con licencia de conducir, sin restricción, conforme al artículo 10 del Decreto Supremo Nro. 040-2008-MTC; d) Que en ocasión anterior, se otorgó cobertura al siniestro, no habiéndose incurrido en causal de exclusión, nulidad o resolución de contrato; y e) Que la DEFASEG ya se ha pronunciado desestimando el rechazo de cobertura cuando con anterioridad y bajo las mismas condiciones se indemnizó (Recurso de revisión Nro. 044/09 el 13 de julio de 2009 y Resolución Nro.081/09 del 8 de junio de 2009), por lo que se solicita el otorgamiento de cobertura; Que, por su parte y con fecha 4 de noviembre de 2010, … manifiesta principalmente lo siguiente: a) Con fecha 2 de setiembre de 2010 se produjo un accidente vehicular que comprometió a la unidad asegurada, siendo que con carta de fecha 20 de setiembre se informó al asegurado (reclamante) que el señalado siniestro carecía de cobertura porque el vehículo asegurado era conducido por persona (señor …, suboficial de la Marina de Guerra) que, al momento del accidente, sólo contaba con Licencia de Conducir Militar Nro. PA-41821, expedida conforme al Decreto Supremo Nro. 011/EMG/A2C; b) De acuerdo al artículo 50 del señalado Reglamento, tratándose de suboficiales, la respectiva licencia no los autoriza a conducir vehículos particulares; c) Que el asegurado ha sido informado de los alcances del Oficio Nro. 1303-ESC.MG-/SECC-BREV, en el cual se expresa que los suboficiales no están autorizados a conducir un vehículo particular con el brevete militar; d) Que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, mediante Oficio Nro. 11413-2009/MTC/15.08 también ha expresado que los suboficiales no están facultados para conducir vehículos particulares empleando el brevete militar; e) Que la aseguradora se ha limitado a aplicar la exclusión pactada, dado que el conductor de la unidad asegurada carece de licencia para conducir vehículos particulares, siendo que la aplicación de dicha exclusión se fundamenta en el principio contractual “pacta sunt servanda” y, f) Se invoca finalmente diversa jurisprudencia, en la cual se destaca que las aseguradoras, conforme a ley, no deben pagar indemnizaciones en exceso de lo pactado, pudiendo oponer los medios de defensa previstos en las respectivas pólizas. En síntesis, conforme a los términos del seguro, no procede la atención al reclamo. Considerando: Primero: Que, conforme a su Reglamento, la Defensoría del Asegurado (DEFASEG) está orientada a la protección de los derechos de los asegurados o usuarios de los servicios del seguro privado contratados en el país, mediante la solución de controversias que se susciten con las empresas aseguradoras, entendiéndose por “asegurados” y “usuarios de seguros” a los asegurados propiamente dichos, a los contratantes del respectivo seguro y/o a los beneficiarios nombrados en las pólizas. Segundo: Que, de acuerdo a lo establecido en su Reglamento, la DEFASEG resuelve los reclamos en base a la documentación obrante en el expediente y conforme a derecho. Tercero: Que, el artículo 1361 del Código Civil establece que los contratos son obligatorios en cuanto se haya expresado en ellos, presumiéndose que lo declarado corresponde a la común intención de las partes de generar una relación jurídica que se regirá por dichas declaraciones y, en su defecto, por la aplicación supletoria de la ley, siendo que la parte que niegue dicha coincidencia deberá probarlo. Cuarto: Que, el artículo 380 del Código de Comercio establece que el contrato de seguro se rige por los pactos lícitos contenidos en la póliza, siendo que la misma debe contener las condiciones de cobertura de riesgos, conforme al artículo 326 de la Ley Nro. 26702 – Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros. Quinto: Que, corresponde a quien invoca hechos probar su existencia, carga procesal a la que refiere el artículo 196 del Código Procesal Civil, salvo que se acoja a alguna presunción legal de carácter relativo o absoluto. Sexto: Que, conforme a lo términos contenidos en la carta Nro. …, del 26 de julio de 2010, … rechaza el otorgamiento de cobertura por una razón precisa: porque el conductor cuenta con un brevete militar, el cual no lo facultaba para conducir vehículos particulares, como es el caso de la unidad vehicular asegurada (artículo 6, inciso 2, literal D, de las Condiciones Generales del Seguro Vehicular (VEG003) de la póliza contratada), de manera que en aplicación de la respectiva exclusión, el siniestro carece de cobertura, habiéndose perdido los derechos de indemnización. Este colegiado destaca que, en el presente caso, la controversia no sólo radica en el contenido de la exclusión y, por consiguiente, en la pertinencia de su aplicación al siniestro, sino en la posibilidad de poder oponerse legítimamente la exclusión al asegurado atendiendo a la naturaleza de la póliza contratada, esto es, una grupal o colectica, en la cual la contratante es …, esto es, persona distinta al asegurado. Conforme a ello, la cuestión controvertida relacionada al reclamo consiste en determinar si el denominado brevete militar corresponde o no a una licencia de conducir “vigente y auténtica que corresponda al tipo de vehículo, …”, esto es, la materia sometida a conocimiento y pronunciamiento de la DEFASEG radica en la aplicación o no de la señalada exclusión que corresponde finalmente a la observancia por el asegurado de una determinada carga contractual (actuación que está estructurada en función exclusiva del interés del asegurado, por lo que su nobservancia afecta su pretensión indemnizatoria), inobservancia que ha sido invocada por … para rechazar el otorgamiento de la cobertura solicitada respecto al siniestro ocurrido. Tratándose de una exclusión, corresponde a la aseguradora demostrar que el asegurado ha incurrido en ella; en el presente caso, que el vehículo asegurado era conducido “... por una persona que no cuente con licencia de conducir vigente y auténtica que corresponda al tipo de vehículo...”, esto es, debe probar que el denominado brevete militar no permite a los suboficiales de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional conducir vehículos particulares, lo cual sólo está autorizado para los oficiales, conforme a la correspondiente regulación. Pero de la misma manera, este colegiado, de oficio y en función a que está orientado a la protección de los derechos de los asegurados o usuarios de los servicios del seguro privado contratados en el país, advierte que también es materia controvertida determinar si la exclusión invocada, pactada entre … y …, esto es, personas distintas al asegurado, resulta siendo finalmente oponible a dicho asegurado o no. Conforme a lo señalado, dicha materias serán analizadas sucesivamente para determinar la legitimidad o no del rechazo de cobertura. Sétimo: Con relación a la primera materia controvertida, este colegiado destaca lo siguiente: 7.1. Conforme al artículo 1º del Reglamento Administrativo de Tránsito Militar en Tiempo de Paz, aprobado por Decreto Supremo Nro. 11-EMG/A2c del 20 de agosto de 1960 (cuya denominación actual es Reglamento Administrativo Militar de Tránsito, conforme al Decreto Supremo Nro. 010-00-CCFFAA del 15 de julio de 1980), dicha norma tiene por objeto (entre otros aspectos) lo concerniente a la organización y funciones administrativas de Tránsito Militar en Tiempo de Paz, para el juzgamiento de las infracciones y accidentes de Tránsito en Tiempo de Paz en los que intervengan miembros de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales, manejando vehículos del Estado, así como la fijación de las reglas de circulación de tránsito, las infracciones y sanciones por violación de las disposiciones y consignas de carácter militar, siendo que el capítulo I de su Título V regula lo referente al otorgamiento de los brevetes militares. Es así que su artículo 50º establece que se otorgarán los señalados brevetes (señalándose los requisitos aplicables) “… para conducir vehículos motorizados de la Fuerza Armada y Fuerzas Auxiliares …” a los oficiales, oficiales asimilados, empleados y especialistas de las dependencias militares que, “… por razón de su cargo, tuvieran que intervenir en tránsito, docencia de choferes, mecánicos, mantenimiento, conservación y reparación de vehículos …”, siendo que “Los brevetes otorgados a los Oficiales de la Fuerza Armada y Fuerzas Auxiliares en actividad les da derecho al manejo de carros particulares pudiendo ser canjeados por el brevete profesional al pasar a la situación de disponibilidad o retiro”. En consecuencia, conforme al señalado Reglamento Administrativo Militar de Tránsito, puede concluirse que el otorgamiento de brevetes militares sólo procede en ciertos casos y, tratándose exclusivamente del caso de oficiales en actividad, los autoriza además a conducir vehículos particulares. Por elemental exclusión, tratándose específicamente de los suboficiales, éstos no están incorporados en el régimen privativo enunciado, en el sentido que sólo los oficiales están autorizados para el manejo de vehículos particulares empleando el brevete militar. 7.2. De otro lado, conforme al artículo 10º del Reglamento Nacional de Licencias de Conducir Vehículos Motorizados y No Motorizados de Transporte Terrestre, aprobado por Decreto Supremo Nro. 040-2008-MTC del 18 de noviembre de 2008, para fines de conducir vehículos dentro del territorio nacional tienen validez las licencias de conducir y permisos internacionales que se enuncian taxativamente, entre los cuales constan “Las licencias otorgadas exclusivamente al personal de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú en situación de actividad”. De acuerdo a lo sostenido en el reclamo interpuesto, la norma anteriormente reproducida habría dejado (implícitamente) sin efecto la restricción contenida en el artículo 50º del Reglamento Administrativo Militar de Tránsito, de manera que el titular de un brevete militar (tratándose específicamente de un suboficial) estaría autorizado para conducir toda clase de vehículos, militares y civiles, aunque en este último caso, la autorización sólo operaría respecto de los vehículos particulares y no de servicio público. En consecuencia, el reclamante -como suboficial de la Marina de Guerra del Perú-, conductor del vehículo siniestrado, sí habría contado con licencia para conducirlo, vigente y auténtica, por lo que carecería de legitimidad el rechazo invocado por …. 7.3. Si bien de acuerdo al Reglamento Nacional de Licencias de Conducir Vehículos Motorizados y No Motorizados de Transporte Terrestre una licencia militar permite conducir dentro del territorio nacional, la cuestión radica en determinar qué es lo que permite conducir, por cuanto dichas licencias se otorgan conforme al Reglamento Administrativo Militar de Tránsito, el mismo que contiene una específica disposición en cuanto a la categoría del miembro de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales, ya que dispone que son únicamente los oficiales en actividad quienes, con su brevete militar, están autorizados para conducir, además de los vehículos militares, vehículos particulares. Para dilucidar la cuestión enunciada, debe destacarse que si bien el artículo 10 del Reglamento Nacional de Licencias de Conducir Vehículos Motorizados y No Motorizados de Transporte Terrestre establece expresamente, y no está en discusión, que el brevete militar permite conducir dentro del territorio nacional, no puede soslayarse el hecho que los brevetes militares se expiden conforme a su propia reglamentación lo que implica que, en el caso de un oficial, no tiene restricciones para conducir vehículos particulares, pero en el caso de los oficiales asimilados, suboficiales, empleados y especialistas, ello no resulta legalmente posible. En otras palabras, el hecho que el Reglamento Nacional de Licencias de Conducir Vehículos Motorizados y No Motorizados de Transporte Terrestre reconozca la validez y vigencia del brevete militar no significa que dicho reconocimiento sea amplio y general, debiéndose interpretar que dicho reconocimiento implica que el brevete militar puede emplearse conforme a su propia normatividad. 7.4. Este colegiado asume que por el hecho inobjetable que los brevetes militares se expiden conforme a su propia reglamentación, lo cual incluye requisitos y condiciones de uso, entre otros aspectos, no corresponde sostener que su reglamentación privativa ha quedado derogada o es inaplicable por el simple hecho que el actual Reglamento Nacional de Licencias de Conducir Vehículos Motorizados y No Motorizados de Transporte Terrestre no hace expresa referencia o mención al mismo, a diferencia del anterior Reglamento de Licencias de Conducir para Vehículos Motorizados de Transporte Terrestre aprobado por Decreto Supremo Nro. 015-94-MTC del 13 de junio de 1994. 7.5. De otro lado, este colegiado advierte que tratándose de brevetes militares expedidos recientemente, y tratándose en particular del brevete militar cuya copia se acompaña al reclamo, en su dorso se consigna: “LA LICENCIA DE CONDUCIR MILITAR SE RIGE DE ACUERDO AL D.S. Nº 011/EMG/A2C DEL 20.AGO.1960 Y EL D.S. Nº 040-MTC-2008 DEL 18.NOV.2008”, indicación que evidencia que ambas normas se aplican para fines del legítimo uso del brevete militar, siendo que si bien la norma “civil” reconoce la existencia y validez del brevete militar, es la norma “militar” la que establece las condiciones específicas de uso, en el presente caso tratándose de personal suboficial respecto a vehículos particulares. 7.6. A mayor abundamiento, este colegiado destaca lo expresado en los Oficios Nros. 1303 ESC.MG/SECC-BREV del 29 de diciembre de 2009, y 14413-2009.MTC/15.03 del 9 de diciembre de 2009 (cuyos respectivos méritos probatorios han sido ofrecidos por …), que ratifican lo precedentemente expuesto. No obstante, este colegiado deja expresa constancia que, en rigor, dichos oficios en sí mismos no representan ni pueden interpretarse como normas de derecho que permite sustentar el rechazo de …, ya que se trata de simples actos de administración, dado que su base legal radica estrictamente en el artículo 50º del Reglamento Administrativo Militar de Tránsito, de manera que el titular de un brevete militar (tratándose específicamente de un suboficial) sólo está autorizado para conducir vehículos militares dentro del territorio de la República, por lo que dicha autorización no opera respecto de los vehículos particulares, menos de servicio público. Este colegiado deja además constancia que dicha diferencia entre el régimen aplicable al brevete militar del militar o policía que es oficial y de quien no lo es, puede explicarse bajo la estructura de organización, funcionamiento y disciplina de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, jerárquica por naturaleza. Dado que la exclusión de cobertura prevista en el artículo 6, numeral 2, inciso D, de las Condiciones Generales del Seguro Vehicular (VEG003), de la póliza contratado hace mención a: “Esta Póliza no cubre los Daños Materiales y/o daños o pérdidas físicas y/o responsabilidades y/o Daños Personales y/o pérdidas, cuando el vehículo asegurado se encuentre: (…) D. Siendo conducido por una persona que no cuente con licencia de conducir vigente y auténtica que corresponda al tipo de vehículo o cuya licencia de conducir esté suspendida o cancelada o vencida”, este colegiado estima que dicha situación se produjo efectivamente con ocasión del siniestro, por cuanto el brevete militar del asegurado no permite conducir el tipo de vehículo asegurado, particular, de manera que la exclusión invocada está plenamente acreditada por …. No obstante, este colegiado advierte que en el presente caso no puede soslayarse que la póliza contratada no es una póliza individual, en que contratante y asegurado se identifican, sino una de carácter global o colectivo, contratada por una empresa financiera, persona distinta a los asegurados, dentro de los cuales está el asegurado reclamante (no contratante), lo cual exige verificar el cumplimiento de ciertos requisitos para que la exclusión acreditada sea legítima y absolutamente oponible al asegurado. Octavo: Es así que, con relación a la segunda materia controvertida, este colegiado destaca lo siguiente: 8.1. Del propio tenor del Certificado Nro. 1005927 presentado por la aseguradora, se aprecia que la póliza fue contratada a través de una empresa financiera ….), lo cual deriva en que para la oponibilidad de su contenido al asegurado (quien no es el contratante de la póliza) debe demostrarse que el mismo le fue oportunamente informado, salvo que se acredite en un caso en particular que dicho conocimiento era conocible por la interesada. Sobre el particular, este colegiado reitera su posición destacada en diversas resoluciones en el sentido que, de la interpretación sistemática de los artículos 58, 377, 378 y 412 del Código de Comercio, del artículo 326 de la Ley Nro. 26702, y de la Resolución S.B.S. Nro. 1420-2005, se colige que las empresas aseguradoras están obligadas a entregar a los asegurados y/o contratantes la póliza o certificado de seguro conjuntamente con un resumen en el que conste de manera clara y breve, principalmente, las condiciones o requisitos de cobertura, los riesgos cubiertos y las exclusiones, entre otros aspectos relevantes, con el objeto que el asegurado conozca las características del seguro que adquiere. 8.2. Además, merece destacarse a la Ley Nro. 29571 – Código de Protección y Defensa del Consumidor, artículo 1, numeral 1.1, incisos b) y c), conforme a los cuales el consumidor no sólo tiene derecho a acceder a información oportuna, suficiente, veraz y fácilmente accesible, que sea relevante para tomar una decisión o realizar una elección de consumo que se ajuste a sus intereses, sino que también tiene derecho a la protección de sus intereses económicos y, en particular, contra las cláusulas abusivas, métodos comerciales coercitivos y cualquier otra práctica análoga, así como contra la información interesadamente equívoca sobre los productos o servicios, derechos todos ellos que tienen simetría con lo que corresponde a las obligaciones del proveedor, conforme es enunciado complementariamente en el artículo 2 de la señalada ley. Dichas disposiciones legales tienen como antecedente a las derogadas normas de la Ley de Protección al Consumidor (T.U.O. del Decreto Legislativo 716), en cuyo artículo 41 se establecía que los proveedores eran objetivamente responsables por infringir las disposiciones contenidas en dicha ley, siendo que el artículo 42, inciso j), de la señalada Ley de Protección al Consumidor establecía que la Comisión de Protección al Consumidor del INDECOPI, sin perjuicio de las sanciones administrativas a que hubiera lugar, actuando de oficio o a pedido de parte, debía imponer a los proveedores que incurran en alguna de las infracciones tipificadas en dicha ley, como medida correctiva, que paguen las coberturas ofrecidas en los seguros contratados por los consumidores, quedando sujeto el pago al cumplimiento de las condiciones establecidas en la correspondiente póliza de seguros. 8.3. Por consiguiente, este colegiado destaca que habiéndose opuesto requisitos de cobertura al asegurado, exclusiones, resulta manifiesto que la aseguradora tiene la carga procesal no sólo de acreditar la existencia de dichas cargas sino esencialmente de demostrar el cumplimiento de los requisitos para oponer válidamente el respectivo pacto al asegurado no contratante. Al respecto, la aseguradora no ha presentado prueba alguna que acredite que se encuentra en capacidad de poder oponer al asegurado las exclusiones pactadas con …. (contratante no asegurado). Este colegiado deja constancia que un eventual argumento de la aseguradora en el sentido que no está normativamente obligada a entregar la referida documentación al asegurado, siendo suficiente que lo haga con la empresa contratante (entrega, en todo caso, que tampoco ha sido acreditada), carece de valor y consistencia para este colegiado, por cuanto conforme ya ha sido enunciado precedentemente de una lectura sistemática y finalista de las normas orientadas a la protección del consumidor, y a los usuarios de seguros, debe concluirse, conforme es la posición de esta Defensoría en múltiples resoluciones, que las aseguradoras están en la mejor condición de exigir, bajo un elemental régimen de traslado de costos, que las empresas contratantes de estas pólizas grupales o colectivas cumplan con proporcionar la póliza o certificado de seguro conjuntamente con un resumen (en el que conste de manera clara y breve, principalmente, las condiciones y requisitos de cobertura, los riesgos cubiertos, las exclusiones y demás información relevante), más aun cuando son los asegurados quienes asumen finalmente el pago de las primas. Conforme a ello, la exigencia de comunicación oportuna y pertinente a los asegurados por las aseguradoras, sea directamente o a través de las empresas financieras contratantes de las pólizas, no va más allá de lo que exigen las normas de la propia Superintendencia de Banca y Seguros, ya que se desprende de una interpretación finalista e integral de dichas normas con las que regulan los derechos de los consumidores. No habiendo acreditado la aseguradora que la exclusión invocada para fines del rechazo es susceptible de oponerse y, por lo tanto, de exigirse válidamente la observancia de la carga que representa indirectamente al asegurado no contratante de la póliza, quien es la persona que asume finalmente el pago de las respectivas primas como consumidor final del servicio, este colegiado estima que … carece de legitimidad, por esta razón, para poder oponer válida o legítimamente la exclusión, por más que en los hechos la misma se haya configurado conforme ha sido analizado precedentemente. Noveno: Por último, este colegiado estima pertinente dejar sentada su posición respecto a dos argumentos de las partes. El reclamante expresa que la DEFASEG ya se ha pronunciado (desestimando el rechazo de cobertura) cuando con anterioridad y bajo las mismas condiciones se indemnizó (Recurso de revisión Nro. 044/09 el 13 de julio de 2009 y Resolución Nro.081/09 del 8 de junio de 2009); dicha aseveración es absolutamente inexacta si se procede a una lectura íntegra y cuidadosa de las señaladas resoluciones, referidas a situaciones de hecho distintas. Este colegiado reitera expresamente, conforme ya ha manifestado en otras resoluciones, que su posición sobre la existencia y vigencia del régimen normativo privativo sobre los denominados brevetes o licencias militares para conducir vehículos es invariable respecto a otros pronunciamientos, más allá del régimen general sobre licencias de conducir expedido por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, siendo que el sentido de lo resuelto siempre está subordinado a una serie de circunstancias y elementos de juicio relacionados a cada caso en particular, los mismos que por su naturaleza no pueden aplicarse extensivamente de manera automática. Y tratándose del argumento final de descargos de …, en el sentido que invoca diversa jurisprudencia para destacar que las aseguradoras, conforme a ley, no deben pagar indemnizaciones en exceso de lo pactado, pudiendo oponer los medios de defensa previstos en las respectivas pólizas, este colegiado deja constancia que la jurisprudencia invocada, referencialmente, se relaciona a responsabilidad civil extracontractual, por lo que resulta formalmente impertinente. En el presente caso, conforme es de pleno conocimiento de … el sentido de lo resuelto por este colegiado se relaciona finalmente a la naturaleza de la póliza contratada, atendiendo al régimen legal de protección de los intereses del consumidor, más aun tratándose de contratos predispuestos. Décimo: Atendiendo a lo expresado, esta Defensoría concluye su apreciación razonada y conjunta al amparo de lo establecido en su Reglamento, por lo que Resuelve: Declarar FUNDADO el reclamo interpuesto por don …, al cual se contrae la presente resolución, por lo que … debe otorgar cobertura a los daños derivados del accidente vehicular ocurrido con fecha 2 de setiembre de 2010, conforme a la Póliza de Vehículos …. Lima, 29 de diciembre de 2010