Trabajo Práctico “La Conversación”

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Trabajo Práctico “La
Conversación”
ALUMNAS: Machado Caroline
Waimer Marcia
CARRERA: PEP
PROFESORA: Beatriz Diaz
La conversación cotidiana:
No hay limitaciones generales para las limitaciones cotidianas, no están planeadas con anterioridad, se
pueden sostener en distintos contextos y tener varias funciones posibles.
La conversación debe cumplir con las condiciones más generales de la interacción social, una de las
reglas consiste en que no aparecen ciertas limitaciones, posee una estructura interna normalizada. Cada
conversación específica posee limitaciones debido a la situación y al contexto específico.
Las conversaciones cotidianas tienen limitaciones de tipo contextual, no puede ni debe tener lugar si ya
se está produciendo otra forma de interacción lingüística. Hay casos en que una conversación puede tener
lugar en un contexto entre participantes no primarios (oyentes pasivos) y adoptar así un carácter de conversación accesoria secundaria, susurrando y mantenida en secreto.
La conversación cotidiana debe cumplir con las condiciones generales de una interacción aceptable: las
acciones deben sucederse en cierto orden, referirse unas a otras y ser relevantes en el ámbito local como
en el global.
Debe ser una interacción bilateral: varios hablantes y varias enunciaciones, estas no se superponen.
Oralidad: los enunciados se dicen/oyen en un mismo contexto, se añade, la posibilidad de un contacto
por lo menos visual entre los hablantes (movimiento de labios, mímica, gestos) para evitar ambigüedades,
comprender ironías, etc.
Las conversaciones cotidianas pueden clasificarse de dos maneras. Existe una diferencia entre conversaciones privadas y públicas. La Privada, suele tener lugar entre personas que se conocen bien, pueden
tratarse temas íntimos, lo cual no suele darse en una conversación pública, que tiene lugar entre personas
que se conocen poco o nada.
Conversaciones abiertas y cerradas: la cerrada suele tener lugar entre dos personas, sin testigos. Cuando una persona aporta a la conversación o de alguna manera tiene acceso al tema de la misma, se trata
de una conversación abierta. Las Semi-abiertas son en las que los interlocutores tienen la intención de que
nadie las oiga, pero en que otras personas pueden seguir partes o la totalidad de lo hablado. De esta manera también se producen conversaciones privadas abiertas, privadas cerradas, públicas abiertas y públicas cerradas.
La estructura de la conversación y del coloquio (microestructura)
Tanto en el plano del texto como en el de la conversación, hay que distinguir características estructurales vinculadas entre sí. Su disposición viene establecida por reglas y estrategias convencionales.
Debemos distinguir entre el nivel local o micro-nivel, y el global o macro-nivel. En el primer nivel, el análisis se refiere a los enunciados individuales y sus relaciones, y el del segundo nivel se refiere a la estructura de la conversación como un todo. Esta distinción es válida tanto para la estructura de la conversación
como para la del coloquio: podemos describir una conversación en términos gramaticales y estructuras
teórico-textuales, mientras que para el coloquio se emplea una terminología pragmática. Lo importante es
vincular estas dos ramas de interacción lingüística.
La unidad estructural, que se define como aquello que un hablante hace o dice durante una aportación
interactiva continuada, se denomina turno.
El concepto de turno admite varias interpretaciones. Por un lado puede ser una unidad de conversación.
Pero si queremos caracterizarlo en conceptos de la teoría de la acción, el turno será una unidad del coloquio. Un turno puede considerarse tanto la aportación de un hablante a una conversación como la aportación a un coloquio, como acto de habla. Esta ambigüedad es posible porque el concepto de turno es una
categoría meramente estructural-funcional: implica que las unidades de conversación y coloquio están
marcadas para diferentes hablantes.
A las posibilidades de analizar un texto como secuencia de oraciones, de proposiciones y de actos de
habla y a la de analizar un coloquio como secuencia de acciones lingüísticas y otras, se añade un nuevo
principio estructural, tanto para el texto como para el coloquio: también podemos segmentarlos en concepto de turno y cambio de turno.
Los enunciados de cada turno satisfacen normalmente las reglas gramaticales en el nivel oracional. Hay
reglas normales para sustitución pronominal en oraciones consecutivas, estructuras semigramaticales
relativas a las estructuras gramaticales precedentes que las hacen interpretables. En muchos idiomas hay
expresiones específicas que señalan el comienzo, la interrupción o el final de turnos. Los enunciados de
una conversación deben cumplir con las reglas gramaticales normales, esto no supone que todo enunciado de un turno tenga que ser necesariamente gramatical.
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