las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia

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LAS LEYES DE LIBERTAD RELIGIOSA ESPAÑOLA Y PORTUGUESA Y SU
INFLUENCIA EN LAS LEYES Y EN ALGUNOS PROYECTOS DE LEY DE
LIBERTAD RELIGIOSA IBEROAMERICANOS
Por
MARCOS GONZÁLEZ SÁNCHEZ
Profesor Titular de Derecho Eclesiástico
Universidad Autónoma de Madrid
[email protected]
Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado 32 (2013)
RESUMEN: México, Colombia, Chile y Perú tienen una ley de libertad religiosa. En otros países
como República Dominicana, Uruguay o Venezuela hay iniciativas que pretenden tenerla. Todos
ellos han tomado en consideración, de algún modo, la experiencia ibérica en la cuestión y se
pretende hacer un estudio comparado para conocer el modo en que esta ley regula la libertad
religiosa y si crea un marco específico de derechos.
PALABRAS CLAVE: Libertad religiosa; autonomía religiosa; Ley de Libertad Religiosa;
Acuerdos con las confesiones; Iberoamérica.
SUMARIO: 1. Introducción; 2. Las leyes de libertad religiosa de España y Portugal; 2.1 La Ley
Orgánica de Libertad Religiosa española de 1980; 2.2 La Ley de Libertad Religiosa portuguesa de
2001; 3. Las leyes de libertad religiosa iberoamericanas; 3.1 Ley de Asociaciones Religiosas y
Culto Público de México de 1992; 3.2 Ley de Libertad Religiosa colombiana de 1994; 3.3 Ley de
Cultos de Chile de 1999; 3.4 Ley de Libertad Religiosa peruana de 2010; 4. Algunos proyectos de
ley de libertad religiosa iberoamericanos; 4.1 República Dominicana; 4.1.1 Constituciones
anteriores al vigente texto de 2010: panorámica; 4.1.2 Constitución de 2010; 4.1.3 Proyecto de Ley
General de Asociaciones Religiosas de República Dominicana; 4.2 Uruguay; 4.2.1 Constituciones
anteriores al vigente texto de 1967: panorámica; 4.2.2 Constitución de 1967; 4.2.3 Proyecto de Ley
sobre Libertad de Conciencia y de Ideario de Uruguay; 4.3 Venezuela; 4.3.1 Constituciones
anteriores al vigente texto de 1999: panorámica; 4.3.2 Constitución de 1999; 4.3.3 Anteproyecto de
Ley de Cultos de Venezuela; 5. Conclusiones.
THE SPANISH AND PORTUGUESE LAWS ON RELIGIOUS FREEDOM AND
THEIR INFLUENCE IN SOME LATIN-AMERICAN LAWS AND DRAFT LAWS
ON RELIGIOUS FREEDOM
ABSTRACT: Mexico, Colombia, Chile and Peru have a law on religious freedom. In other
countries like the Dominican Republic, Uruguay and Venezuela are initiatives that seek to have it.
All of them have considered, in some way, the Iberian experience in the matter and the author
makes a comparative study in order to know how this law regulates religious freedom and if it
creates a specific framework of rights.
KEY WORDS: Freedom of religion; religious autonomy; Law on Religious Freedom;
Agreements with the confesions; Iberoamérica.
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1. Introducción
1
México, Colombia, Chile y Perú tienen una ley de libertad religiosa . En otros países
como República Dominicana, Uruguay o Venezuela hay iniciativas que pretenden
tenerla. Todos ellos han tomado en consideración, de algún modo, la experiencia ibérica
en la cuestión. Tanto el modelo español como el portugués de libertad religiosa han
experimentado una evolución histórica con indudables paralelismos y en la actualidad
ambos países tienen una ley de libertad religiosa que siguen siendo una referencia para
otras. La ley española cuenta con 33 años de aplicación y la portuguesa con más de una
2
década .
Partiendo de los elementos más destacados de las citadas leyes ibéricas,
examinaremos las leyes y proyectos de ley de los países iberoamericanos anteriormente
citados. No vamos a estudiar el iter histórico de cada una de las leyes ni sus desarrollos
reglamentarios y las normas sectoriales que regulan las cuestiones contenidas en sus
textos. Lo que se pretende, de forma sintética, es ver el modo en que reconocen la
libertad religiosa individual y colectiva, los conceptos jurídicos comunes y examinar los
sistemas de relación entre el Estado y las confesiones religiosas que presentan.
Debe tenerse en cuenta que el monopolio religioso de la Iglesia Católica en todos
estos países se ha abierto, desde hace décadas, a otras creencias y realidades
confesionales que progresivamente van adquiriendo una mayor presencia social. En
todos ellos se reconoce y protege la libertad y la autonomía religiosa de conformidad a
sus textos constitucionales y a los tratados internacionales que han ratificado, si bien el
modelo de relaciones entre el Estado y las confesiones toma como paradigma el
existente entre el Estado y la Iglesia Católica -que es la confesión profesada
mayoritariamente por los ciudadanos españoles, portugueses e iberoamericanos-.
El análisis y comentario de algunos de los aspectos de las leyes de libertad religiosa
se hace necesario por la pretensión anteriormente indicada y para poder llegar a la
1
Para una lectura del texto de las leyes vid. GONZÁLEZ SÁNCHEZ, M., SÁNCHEZ-BAYÓN, A.,
Regulación Iberoamericana de Derecho Eclesiástico, Delta Publicaciones, Madrid, 2011.
2
Ambos países tuvieron una ley de libertad religiosa precedente: la Ley 44/1967, de 28 de junio,
regulando el ejercicio del derecho civil a la libertad en materia religiosa en España y la Ley 4/1971,
de 21 de agosto, de Libertad Religiosa portuguesa. Sobre los precedentes de las actuales leyes de
libertad religiosa española y portuguesa vid. IBÁN, I.C., Leyes de libertad religiosa en Europa
Occidental: la experiencia ibérica, en AA.VV., Estudios en homenaje al Profesor Martínez Valls,
Publicaciones de la Universidad de Alicante, Alicante, I, 2000, pp. 311-318. Sobre la proyección de
la Ley española en algunas de las Leyes iberoamericanas vid. FERRER ORTIZ, J., La Ley Orgánica
de Libertad Religiosa de 1980 y su proyección en Iberoamérica, “Revista General de Derecho
Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado”, 24, 2010 .
2
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
conclusión de si tales leyes crean o no un marco específico de derechos, es decir, un
marco de Derecho especial.
2. Las leyes de libertad religiosa de España y Portugal
2.1. La Ley Orgánica de Libertad Religiosa española de 1980
La Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa [LOLR] desarrolla el
artículo 16 de la Constitución española. Consta de ocho artículos, dos disposiciones
transitorias, una derogatoria y otra final. El artículo 1 de la ley recoge los principios
constitucionales en torno al factor religioso. Alude al principio de igualdad religiosa,
señalando en su artículo 1,2 que “las creencias religiosas no constituirán motivo de
desigualdad o discriminación ante la Ley”. Por su parte, el artículo 1,3 hace referencia al
principio de laicidad al establecer que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”.
En el artículo 2 se recoge el contenido del derecho de libertad religiosa. Así, tras
disponer que la libertad religiosa supone el derecho a la inmunidad de coacción en esta
materia enumera un amplio catálogo de derechos integrantes del contenido de tal
libertad, distinguiendo un ámbito de aplicación individual y otro comunitario.
Los derechos individuales son los siguientes:
-Profesar o no las creencias religiosas libremente elegidas; cambiar de
confesión o abandonarla; manifestar o no las propias creencias o abstenerse de
3
declarar sobre ellas .
-Practicar actos de culto y recibir asistencia religiosa; conmemorar las
festividades de la propia religión; celebrar ritos matrimoniales y recibir sepultura
4
digna .
-Recibir e impartir enseñanza e información religiosa y elegir para los menores
no emancipados o incapacitados, dentro y fuera del ámbito escolar, la educación
5
religiosa y moral acorde con las propias convicciones .
6
-Reunirse, manifestarse o asociarse con fines religiosos .
Los derechos colectivos son los siguientes:
-El derecho a establecer lugares de culto o de reunión con fines religiosos; a
designar y formar a sus ministros de culto; a divulgar y propagar su propio credo, y
3
Vid. artículo 2,1, a) de la LOLR.
4
Vid. artículo 2,1, b) de la LOLR.
5
Vid. artículo 2,1, c) de la LOLR.
6
Vid. artículo 2,1, d) de la LOLR.
3
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a mantener relaciones con sus propias organizaciones o con otras confesiones
7
religiosas -sea en territorio nacional o en el extranjero -.
-Prestar asistencia religiosa a los propios miembros e impartir formación
8
religiosa en los centros docentes públicos .
El disfrute de estos derechos no requiere la previa inscripción de estos grupos en el
9
Registro de Entidades Religiosas [RER] -creado por la LOLR -. La inscripción, que es el
medio para adquirir personalidad jurídica
10
y por el que se las equipara a las entidades
sin fines lucrativos, supone para las confesiones religiosas el disfrute de diversos
derechos:
-Tendrán plena autonomía y capacidad para “establecer sus propias normas de
11
organización, régimen interno y régimen de su personal” .
-Podrán incluir en tales normas “cláusulas de salvaguardia de su identidad
religiosa y carácter propio, así como del debido respeto a sus creencias, sin
perjuicio del respeto de los derechos y libertades reconocidos por la Constitución y
12
en especial de los de libertad, igualdad y no discriminación” .
-Podrán crear y fomentar -para la realización de sus fines- “asociaciones,
fundaciones e instituciones con arreglo a las disposiciones del Ordenamiento
13
jurídico general” .
-Podrán acceder a la firma de Acuerdos de cooperación con el Estado, si éste
14
lo considera conveniente , que por su ámbito y número de creyentes hayan
alcanzado “notorio arraigo” en España.
El artículo 3 establece los límites al ejercicio del derecho de libertad religiosa -el orden
15
16
público - y los aspectos que quedan fuera del régimen y protección de la ley . El
artículo 4 regula la tutela jurisdiccional del derecho de libertad religiosa y, por último, en
el artículo 8 se crea una Comisión Asesora de Libertad Religiosa [CALR]. A esta
4
7
Vid. artículo 2,2 de la LOLR.
8
Vid. artículo 2,3 de la LOLR.
9
Vid. artículo 5,1 de la LOLR.
10
Vid. artículo 5,1 de la LOLR.
11
Artículo 6,1 de la LOLR.
12
Artículo 6,1 de la LOLR.
13
Artículo 6,2 de la LOLR.
14
Vid. artículo 7,1 de la LOLR.
15
Vid. artículo 3,1 de la LOLR.
16
Vid. artículo 3,2 de la LOLR.
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
Comisión le corresponden “las funciones de estudio, informe y propuesta de todas las
cuestiones relativas a la aplicación de esta Ley, y particularmente, y con carácter
preceptivo, en la preparación y dictamen de los Acuerdos o Convenios de cooperación a
17
los que se refiere el artículo anterior” .
Se trata de una ley que poco añade a las previsiones constitucionales y a los
derechos reconocidos en otros textos legales. Los elementos más destacados de su
18
contenido son tres: a) el establecimiento del registro para las confesiones religiosas ; b)
la posibilidad de establecer Acuerdos de cooperación con las confesiones religiosas
inscritas en el registro que hayan obtenido notorio arraigo -previsión que se ha cumplido
19
con evangélicos, judíos y musulmanes -. En el caso de la Iglesia Católica, la normativa
20
aplicable ya estaba fijada en los Acuerdos suscritos con la Santa Sede , y c) se crea la
CALR.
La organización y funcionamiento del RER y de la CALR se han regulado
21
reglamentariamente . Otras normas sectoriales completan y desarrollan aspectos
recogidos en la LOLR. En términos generales, es una ley “que acoge con…nitidez las
manifestaciones propias del fenómeno religioso…que ampara y tutela adecuadamente
las manifestaciones del derecho de libertad religiosa…y esto sin merma de la necesaria
seguridad jurídica y sin menoscabo de la necesaria laicidad del Estado…y la necesaria
17
Artículo 8 en relación con el 7 de la LOLR.
18
El concepto de confesión religiosa ha de extraerse de los requisitos legales previstos en los
artículos 5,2 de la LOLR para la inscripción en el RER y en el 3,2 del Real Decreto 142/1981 de 9
de enero, sobre Organización y Funcionamiento del RER y que básicamente son dos: organización
y fines religiosos. De este modo, se exige un mínimo de organización y estabilidad, que están en la
base de ciertas exigencias legales para la inscripción (como son la denominación, el régimen de
funcionamiento y la representación).
19
Los tres Acuerdos fueron aprobados por leyes ordinarias sucesivas en 1992. El contenido de
los Acuerdos -no especificado en la LOLR- es el mismo para las tres confesiones: la personalidad
jurídica de los entes asociativos; las funciones religiosas y sus prescripciones, las festividades y las
normas alimentarias; la protección jurídica de los lugares de culto; el estatuto de los ministros de
culto; la atribución de efectos civiles de su matrimonio; el reconocimiento del derecho a la
asistencia religiosa en centros o establecimientos públicos; la garantía de la enseñanza religiosa
en los centros docentes; el régimen económico y fiscal; la conservación y fomento del patrimonio
histórico-artístico y la celebración del día de descanso semanal.
20
En los Acuerdos firmados entre la Santa Sede y el Estado español en 1979 -sobre Asuntos
Jurídicos; Enseñanza; Fuerzas Armadas y Asuntos Económicos- se recogen las siguientes
materias: los procedimientos de adquisición de personalidad jurídica de los entes que conforman la
Iglesia; la asistencia religiosa católica en establecimientos públicos; los efectos civiles al
matrimonio celebrado en forma canónica y el reconocimiento civil de las declaraciones de nulidad
de matrimonio en determinados supuestos; la enseñanza de la religión católica en centros
docentes; el derecho a establecer seminarios; la colaboración del Estado con el sostenimiento del
patrimonio cultural; la asistencia religiosa en las Fuerzas Armadas y la financiación.
21
Vid. el citado Real Decreto 142/1981. En relación con la CALR vid. Real Decreto 1159/2001,
de 26 de octubre, por el que se regula la CALR y la Orden de 31 de mayo de 2002, sobre su
organización y competencias.
5
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22
cooperación entre la organización jurídico-política y las confesiones” . En realidad, los
problemas que suscita actualmente la regulación del derecho de libertad religiosa en
España se deben a la interpretación y a la aplicación que se ha hecho de la LOLR.
23
En estos 33 años han pedido cambios en la ley los eclesiasticistas . Por su parte, el
Partido Socialista Obrero Español incluyó en su programa electoral, con el que ganó las
elecciones de 2008, la reforma de la LOLR en base a la necesidad de adecuarla a las
nuevas circunstancias y al incremento del pluralismo religioso en nuestra sociedad. Al no
haber el consenso de 1980 -hecho que parece una excusa, dada su muy difícil repetición
en la actualidad- y al reconocerse que no era el momento político más adecuado, la
prometida ley quedó en el cajón de las promesas incumplidas por el anterior Gobierno.
Estamos convencidos que la reforma pretendía mejorar el ejercicio del derecho
fundamental de libertad religiosa pero lo cierto es que no hay nuevos hechos jurídicos
que afecten a la libertad de los españoles ni tampoco un especial reclamo de su
modificación por parte de los representantes de las confesiones religiosas.
En cualquier caso, ahora tenemos más de tres décadas de experiencia y hay cosas
que podrían revisarse e incluirse para mejorar la LOLR. Así, por ejemplo, en su
articulado no se hace mención a las competencias autonómicas en materia religiosa. El
desarrollo del Estado autonómico es el origen de los mayores quebraderos de cabeza
políticos y la realidad es que muchas de las cuestiones que tienen interés para el
Derecho Eclesiástico son de competencia exclusiva de las Comunidades Autónomas: la
relativa a la “ordenación del territorio, urbanismo y vivienda” por su incidencia en la
previsión de espacios para la creación de lugares de culto; la asistencia social; la
“promoción y ordenación del turismo en su ámbito territorial” y, siempre que no sean de
naturaleza estatal, sobre “museos, bibliotecas y conservatorios de música de interés
para la Comunidad Autónoma” y el “patrimonio monumental de interés de la Comunidad
22
FORNÉS DE LA ROSA, J., Consideraciones sobre la Ley Orgánica de Libertad Religiosa de 1980,
con sus perspectivas de futuro, “Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del
Estado”, 19, 2009, p. 37 .
23
Vid. los volúmenes colectivos AA.VV., La libertad religiosa en España a los veinte años de su
Ley Orgánica, Ministerio de Justicia. Secretaría General Técnica, Madrid, 1999; “Laicidad y
Libertades. Escritos Jurídicos”, 0, 2000 y “Revista General de Derecho Canónico y Derecho
Eclesiástico del Estado”, 19, 2009. Otros trabajos recientes en los que se recogen propuestas de
reforma de la LOLR, vid. RODRÍGUEZ BLANCO, M., ¿Qué cambiar de la ley Orgánica de Libertad
Religiosa?, Fundación Ciudadanía y Valores, 2008; CONTRERAS MAZARÍO, J.Mª., La ley orgánica de
libertad religiosa y su reforma, “Laicidad y libertades. Escritos Jurídicos”, 1, 2009, pp. 117-156;
LLAMAZARES FERNÁNDEZ, D., Revisión de la ley orgánica de libertad religiosa, “Laicidad y Libertades.
Escritos Jurídicos”, 1, 2009, 191-250; MANTECÓN SANCHO, J., En torno a la anunciada reforma de la
Ley Orgánica de Libertad Religiosa, “Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado”, 2010, pp. 333348; CAÑAMARES ARRIBAS, S., La Ley Orgánica de Libertad Religiosa: oportunidad y fundamento de
una reforma, “Ius Canonicum”, 50, 2010, pp. 477-515 y MESEGER VELASCO, S., Claves para una
discutida reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, “Anuario Jurídico Villanueva”, 2010, pp.
211-224.
6
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
Autónoma”. Asimismo, son competencia compartida con el Estado la práctica totalidad
de materias: educación; sanidad; asistencia religiosa; medios de comunicación social;
24
laboral; materia tributaria e inmigración .
Por otro lado, para evitar problemas prácticos, quizá habría que dejar definido en la
ley qué es una confesión religiosa y especificarse, de un modo más objetivo, los
25
requisitos que deben cumplir para la firma de Acuerdos con el Estado . Además, la ley
debería contemplar la posibilidad de que sean firmados a nivel autonómico y determinar
26
cuál es su régimen jurídico .
Estos son sólo algunos de los ejemplos de cuestiones que podrían motivar una
reforma de la LOLR. Otros podrían ser: ampliar la posibilidad de celebrar Acuerdos con
el Gobierno a las confesiones religiosas sin notorio arraigo y desarrollarse otros aspectos
reconocidos en el texto como la financiación de las confesiones religiosas; la asistencia
religiosa; la educación religiosa o el estatuto de los ministros de culto. En cualquier caso,
se trata de una ley que sigue brindando las referencias y los medios necesarios para dar
respuesta a las principales necesidades que hoy se nos plantean. Por ello, quizá, para
llevar a cabo una reforma que quede corta e incompleta, mejor ha sido la decisión
tomada de no hacerla.
2.2. La Ley de Libertad Religiosa portuguesa de 2001
La vigente Constitución portuguesa de 1976 proclama la libertad de conciencia,
religiosa y de culto en su artículo 41. El contenido de tales derechos es desarrollado por
la Ley 16/2001, de 22 de junio, de Libertad Religiosa -que consta de 69 artículos
24
Algunos trabajos sobre Derecho Eclesiástico Autonómico vid., CASTRO JOVER, A., El Derecho
Eclesiástico Autonómico en España, “Laicidad y Libertades. Escritos Jurídicos”, 1, 2001, pp. 47-86;
PONS-ESTEL TUGORES, C., Derecho Autonómico y religión. El caso balear, Navarra, Civitas, 2010 y
GARCÍA GARCÍA, R., La Comunidad de Madrid ante la libertad religiosa, Colex, Madrid, 2011.
25
Con el objeto de adecuar al nuevo panorama legislativo, refundir las normas dispersas y
optimizar el funcionamiento del RER se llevaron a cabo dos proyectos de reforma que también
quedaron aparcados. Sobre la cuestión vid. LÓPEZ-SIDRO LÓPEZ, A., La cuestión de la reforma del
Registro de Entidades Religiosas: examen de las propuestas reglamentarias de 2003 y 2004,
“Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado”, 19, 2009 . Sobre la
reforma del RER, vid. GARCÍA GARCÍA, R., La necesaria reforma del Registro de Entidades
Religiosas, en MARTÍN, Mª.M. (Coord.), Entidades eclesiásticas y derecho de los Estados,
Comares, Granada, 2006, pp. 443-460.
26
En la actualidad se celebran acuerdos a nivel autonómico entre confesiones no católicas y
Administraciones públicas y son el modo de desarrollar el contenido de los Acuerdos de 1992.
Sobre tales Acuerdos a nivel autonómico vid., entre otros, RODRÍGUEZ BLANCO, M., Los convenios
entre las Administraciones públicas y las confesiones religiosas, Ediciones Gráficas de Navarra,
Pamplona, 2003, pp. 175-177; TARODO SORIA, S., Los recientes convenios de colaboración entre la
Generalitat de Catalunya y algunas confesiones minoritarias, “Laicidad y Libertades: Escritos
Jurídicos”, 1, 2005, pp. 353-388 y GONZÁLEZ SÁNCHEZ, M., El desarrollo del Acuerdo de
cooperación entre el Estado y la Federación de Comunidades Judías de España de 1992, veinte
años después, “Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado”, 30,
2012 .
7
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divididos en 8 Capítulos-. En el Capítulo primero (artículos 1 a 7) se proclama el derecho
de libertad de conciencia, religión y culto así como los principios que rigen las relaciones
entre el Estado y las confesiones religiosas. En el Capítulo segundo (artículos 8 a 19) y
en el tercero (artículos 20 a 32) se establecen un catálogo de derechos individuales y
27
colectivos de libertad religiosa . El Capítulo cuarto (artículos 33 a 44) regula el estatuto
de las confesiones religiosas; el quinto (artículos 45 a 51) se refiere al régimen de los
Acuerdos de cooperación y el sexto (artículos 52 a 57) crea la Comisión de Libertad
Religiosa. El Capítulo séptimo (artículo 58) declara la vigencia de la legislación
concordada con la Iglesia Católica
28
y el último Capítulo (artículos 59 a 69) recoge las
disposiciones complementarias y transitorias de la ley.
La fórmula portuguesa atribuye un importante núcleo de derechos a todas las
29
confesiones que han conseguido la declaración de radicação en el país . Una
declaración que se obtiene cumpliendo el requisito del plazo de 30 años de presencia
social organizada en el país, y de 60 años en el caso de haber sido fundada en el
extranjero -actualmente son varias decenas las confesiones que la han conseguido-. De
tal manera obtienen una serie de ventajas: podrán celebrar matrimonios civiles de
conformidad a su forma religiosa; beneficios fiscales; participar en la Comisión de
Libertad Religiosa; la habilitación para firmar Acuerdos de cooperación, etc. El número
de ventajas previsto es muy completo y, por ello, la firma de un Acuerdo no se hace tan
necesaria para gozar de un marco específico de derechos como sucede en el caso
español. Este es el motivo, probablemente, por el que todavía no se ha firmado ninguno,
si exceptuamos el supuesto sui generis del Protocolo de Cooperación suscrito entre el
30
Gobierno de la República Portuguesa y el Imamat Ismaili .
Así pues, se trata de una ley extensa donde los elementos más destacados de su
contenido son: a) el reconocimiento expreso del derecho de objeción de conciencia entre
27
Entre los derechos colectivos de libertad religiosa la Ley portuguesa cita: el concepto de iglesia
y comunidad religiosa; el de fin religioso; la autonomía organizativa; la libertad de ejercicio de las
funciones religiosas o de culto; la enseñanza religiosa en las escuelas públicas; el derecho de
acceso a los medios de comunicación; el sacrificio religioso de animales; las actividades con fines
religiosos de las iglesias y demás comunidades religiosas; el régimen fiscal de las confesiones
religiosas, etc.
28
El Concordato entre la Santa Sede y la República de Portugal de 2004 contiene las siguientes
materias: el reconocimiento de la personalidad jurídica y autonomía de la Iglesia; el reconocimiento
de efectos civiles del matrimonio canónico y de las sentencias matrimoniales eclesiásticas; la
asistencia religiosa; la enseñanza religiosa en centros públicos; el derecho a establecer
seminarios; las cuestiones patrimoniales; financiación y la interpretación y ejecución del Acuerdo.
29
30
Vid. artículo 37 de la Ley portuguesa.
Sobre la cuestión vid. TORRES GUTIÉRREZ, A., Libertad religiosa y de conciencia en Portugal.
¿El nuevo concepto de confesión religiosa radicada como presupuesto de un modelo de Derecho
común?, “Derecho y Religión”, 2012, pp. 64 y ss.
8
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
31
la amplia enumeración de derechos individuales que se citan ; b) se establece un
concepto de confesión religiosa
32
33
y de fines religiosos ; c) se recoge un amplio catálogo
de derechos a las confesiones religiosas que se inscriban en el registro que se amplía
aún más por su declaración de radicación; d) se prevé la posibilidad de suscribir
Acuerdos -sin que la ley establezca el contenido-, y e) se crea la Comisión de Libertad
Religiosa. Como vemos, algunas de estas previsiones se asemejan a la LOLR.
3. Las leyes de libertad religiosa iberoamericanas
3.1. Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público de México de 1992
La reforma constitucional de 1992 puso fin a la intolerancia religiosa existente en
34
México desde la Constitución de 1857 . La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto
Público [LARCP], de 15 de julio de 1992, es consecuencia del mandato constitucional del
artículo 130 que prevé el desarrollo de su contenido -relativo a materia religiosamediante ley reglamentaria. Se trata de una ley extensa que consta de 36 artículos 35
divididos en 5 Títulos- y de 7 artículos transitorios . El Título primero (artículos 1 a 5) se
dedica a las disposiciones generales. En el Título segundo (artículos 6 a 20) se
establece el régimen de las asociaciones religiosas: naturaleza; constitución;
funcionamiento; asociados; ministros de culto; representantes y régimen patrimonial. El
Título tercero (artículos 21 a 24) regula los actos religiosos de culto público. El Título
cuarto (artículos 25 a 28) se dedica a las autoridades y el quinto (artículos 29 a 36) se
dedica a las infracciones, sanciones y al recurso de revisión.
La LARCP recoge el “principio histórico” de la separación del Estado y las iglesias y
36
se afirma, en el artículo 3, que “el Estado mexicano es laico” . En la ley se enumeran los
siguientes derechos individuales de libertad religiosa: tener o no tener creencias
31
Vid. artículo 12 de la Ley portuguesa. El derecho a la objeción de conciencia se recoge
expresamente en el artículo 41,6 del texto constitucional.
32
Vid. artículo 20 de la Ley portuguesa.
33
Vid. artículo 21 de la Ley portuguesa.
34
En relación a la última reforma del texto constitucional mexicano vid. SALDAÑA, J., Relaciones
Iglesia- Estado en México. ¿Existe realmente un derecho de libertad religiosa?, “Derecho y
Religión”, 2012, pp. 141 y ss.
35
La LARCP ha sido desarrollada por el Reglamento de la LARCP, de 6 de noviembre de 2003.
La bibliografía dedicada a LARCP es abundante y entre los análisis realizados destacamos la obra
colectiva dedicada a su décimo aniversario, vid. SALDAÑA, J. (Coord.), Diez años de vigencia de la
Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público en México (1992-2002), Secretaría de
Gobernación. Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2003.
36
El mismo artículo 3 de la LARCP establece que el Estado mexicano “ejercerá su autoridad
sobre toda manifestación religiosa, individual o colectiva, sólo en lo relativo a la observancia de la
Constitución, Tratados Internacionales ratificados por México y demás legislación aplicable y la
tutela de derechos de terceros”.
9
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religiosas; practicar o no actos de culto; no ser objeto de discriminación religiosa; no ser
obligado a declarar las creencias religiosas y asociarse o reunirse con fines religiosos.
37
Queda fuera de este elenco de derechos la objeción de conciencia .
La personalidad jurídica de las confesiones religiosas depende de que se constituyan
como “asociaciones religiosas” y se inscriban en el registro ante la Secretaría de
Gobernación. Todas las asociaciones religiosas son “iguales ante la ley en derechos y
38
39
obligaciones” . Entre los requisitos para la inscripción la ley exige : que hayan realizado
actividades en México por un mínimo de cinco años; tener allí su domicilio; contar con
“notorio arraigo” entre la población
40
y aportar bienes suficientes para el cumplimiento de
su objeto. A los representantes de las asociaciones religiosas se les exige: ser
mexicanos; mayores de edad y acreditarse con dicho carácter ante las autoridades
41
correspondientes .
Los derechos colectivos de libertad religiosa reconocidos a las entidades inscritas
son: autonomía confesional; designar a los ministros de culto; realizar actos de culto
público; propagar su doctrina; crear instituciones asistenciales y educativas -siempre que
no persigan fines de lucro-, y la posibilidad de usar para fines religiosos, bienes
42
estatales . Por su parte, el Reglamento de la LARCP incluye el derecho a prestar
asistencia religiosa a sus miembros en centros asistenciales del sector “público o
43
privado” .
Se da una definición -artículo 12 de la LARCP- de ministro de culto y se establece su
régimen jurídico. Por otro lado, en el Título dedicado a las “autoridades” se indica que
corresponde a la Secretaría de Gobernación la aplicación de la ley así como organizar y
mantener “actualizados los registros de asociaciones religiosas y de bienes inmuebles
37
Vid. artículo 1 de la LARCP. Sobre el reconocimiento de la objeción de conciencia a nivel local
-no federal- en el Estado de Jalisco vid. PATIÑO REYES, A., Libertad religiosa y principio de
cooperación en Hispanoamérica, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2011, p. 124
(nota 391).
38
Artículo 6 de la LARCP.
39
Vid. artículo 7 de la LARCP. Asimismo, el artículo 7 del Reglamento de la LARCP reconoce a
“las entidades o divisiones internas de las propias asociaciones religiosas” la posibilidad de adquirir
también personalidad jurídica.
40
A diferencia de la LOLR, el concepto de notorio arraigo queda definido en el artículo 8,5 del
Reglamento de la LARCP: “Para efectos de la Ley y el presente Reglamento, se entenderá por
notorio arraigo la práctica ininterrumpida de una doctrina, cuerpo de creencias o actividades de
carácter religioso por un grupo de personas, en algún inmueble que bajo cualquier título utilice,
posea o administre, en el cual sus miembros se hayan venido reuniendo regularmente para
celebrar actos de culto público por un mínimo de cinco años anteriores a la presentación de la
respectiva solicitud de registro”.
41
Vid. artículo 11 de la LARCP.
42
Vid. artículo 9 de la LARCP.
43
Artículo 6 del Reglamento de la LARCP.
10
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
44
que por cualquier título aquellos posean o administren” . Además, podrá establecer
45
convenios con autoridades estatales en las materias reguladas .
Por su parte, dentro del Título relativo a las sanciones se citan un amplio número de
46
infracciones -hasta 14 - que no deben cometer las asociaciones religiosas como no
“promover la realización de conductas contrarias a la salud o integridad física de los
individuos” o “convertir un acto religioso en reunión de carácter político”. Las sanciones
47
que se impongan dependerán de la valoración de las infracciones .
Así pues, la LARCP adopta un modelo de derecho común acorde con los principios
constitucionales de los Estados Unidos Mexicanos. Así, la Iglesia Católica, con
indiscutible peso histórico y mayoritaria en el país, solicitó la inscripción -en los términos
48
del artículo 7 de la LARCP- el 25 de noviembre de 1992 . Conforme a lo dispuesto en la
ley, no hay diferencia de trato por parte del Estado con respecto a las distintas
confesiones religiosas y se otorgan los mismos derechos para todas desde el momento
de la inscripción en el registro de la Dirección General de Asociaciones Religiosas tampoco la ley prevé la firma de convenios con las asociaciones religiosas que concedan
un marco de Derecho especial-. La ley es restrictiva en algunos aspectos -pone trabas a
la realización de actos de culto religioso fuera de los templos; impide que las
asociaciones religiosas posean medios de comunicación social y prohíbe la objeción de
49
conciencia -, pero constituye un gran avance en cuanto al ejercicio del derecho
fundamental de libertad religiosa con respecto a la que había antes de la ley.
3.2. Ley de Libertad Religiosa colombiana de 1994
La Ley 133 de 1994, de 23 de mayo, desarrolla el derecho de libertad religiosa y de
cultos reconocido en el artículo 19 del vigente texto constitucional de 1991
50
-que
sustituye al modelo que desde la Constitución de 1886 establecía una posición de
44
Artículo 26 de la LARCP.
45
Vid. artículo 27 de la LARCP.
46
Vid. artículo 29 de la LARCP.
47
Vid. artículos 31 y 32 de la LARCP.
48
Vid. Diario Oficial de la Federación de 7 de diciembre de 1992. Según la consulta al Directorio
de Asociaciones Religiosas de la Dirección General de Asociaciones Religiosas, la Iglesia Católica,
Apostólica,
Romana
en
México
tiene
la
clave
SGAR:
1.
Vid.
http://www.asociacionesreligiosas.gob.mx/work/models/AsociacionesReligiosas/pdf/Numeralia/AR_
por_SGAR.pdf [Consulta: 26 de diciembre de 2012].
49
En este sentido vid. SOBERANES FERNÁNDEZ, J.L., La libertad religiosa en México, “Derecho y
Religión”, 2012, pp. 111 y ss.
50
La ley 133 desarrolla el mandato constitucional contenido en el artículo 152: “Mediante leyes
estatutarias, el Congreso de la República regulará las siguientes materias: a) derechos y deberes
fundamentales de las personas”. A su vez, la Ley 133 ha sido desarrollada parcialmente por el
Decreto 782 de 1995 y los Decretos 1396 y 1455 de 1997.
11
RGDCDEE 32 (2013) 1-36
Iustel
preferencia a la Iglesia Católica-. La Ley 133 consta de 19 artículos divididos en 5
Capítulos: en el primero (artículos 1 a 5) se recogen los principios constitucionales en
torno al factor religioso. El Capítulo segundo (artículos 6 a 8) se dedica al ámbito del
derecho de libertad religiosa. El capítulo tercero (artículos 9 a 12) regula la “personería”
jurídica de las Iglesias y confesiones religiosas, y el cuarto (artículos 13 a 16) la
autonomía de éstas. El Capítulo final (artículos 17 a 19) recoge las disposiciones
transitorias y finales.
Es una ley con más articulado que la LOLR pero comparte con ella el contenido
51
principal: los mismos principios constitucionales -incluido el de cooperación del Estado ; el orden público como límite de la libertad religiosa -con los mismos elementos
constitutivos que establece la LOLR-; un catálogo muy similar de derechos individuales y
colectivos de libertad religiosa; similitud en los aspectos que quedan fuera del régimen y
protección de la ley; los requisitos necesarios para la inscripción en el registro de
entidades religiosas por la que obtienen personería jurídica; la posibilidad de celebrar
Acuerdos con las confesiones religiosas -para las que se prevé un marco de Derecho
especial-, y se respeta igualmente el statu quo de la Iglesia Católica -fijado en el
52
Concordato entre la Santa Sede y la República de Colombia de 12 de julio de 1973 -.
La ley reconoce un amplio número de derechos que no requiere la previa inscripción
53
de las confesiones religiosas . La inscripción en el registro de entidades religiosas del
54
Ministerio del Interior supone el disfrute de diversos derechos : crear y fomentar
asociaciones, fundaciones e instituciones para la realización de sus fines con arreglo a
las disposiciones del ordenamiento jurídico; adquirir, enajenar y administrar libremente
los bienes muebles e inmuebles que considere necesarios para realizar sus actividades;
ser propietarias del patrimonio artístico y cultural que hayan creado, adquirido con sus
51
El artículo 2 de la Ley colombiana establece: “El Poder Público protegerá a las personas en
sus creencias, así como a las iglesias y confesiones religiosas y facilitará la participación de éstas
y aquéllas en la consecución del bien común. De igual manera, mantendrá relaciones armónicas y
de común entendimiento con las iglesias y confesiones religiosas existentes en la sociedad
colombiana”.
52
El artículo 11 de la Ley colombiana establece: “El Estado continúa reconociendo personería
jurídica de derecho público eclesiástico a la Iglesia católica y a las entidades erigidas o que se
erijan conforme a lo establecido en el inciso 1º del artículo IV del Concordato, aprobado por la Ley
20 de 1974”. El Concordato de 1973 establece que “en atención al tradicional sentimiento católico
de la nación colombiana, considera la religión católica, apostólica y romana como elemento
fundamental del bien común y del desarrollo integral de la comunidad nacional” y contiene las
siguientes materias: el reconocimiento de la personalidad jurídica y autonomía de la Iglesia y de
sus entes; la creación de una Comisión Permanente con el Estado para la realización de
actividades asistenciales; el reconocimiento de efectos civiles del matrimonio canónico y de las
sentencias matrimoniales eclesiásticas; la enseñanza religiosa católica en los centros de
enseñanza; la asistencia religiosa en las Fuerzas Armadas; el régimen patrimonial y la
colaboración del Estado en el mantenimiento del patrimonio histórico.
53
Vid. artículo 7 de la Ley colombiana.
54
Vid. artículo 14 de la Ley colombiana.
12
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
recursos o esté bajo su posesión legítima -en la forma y con las garantías establecidas
por el ordenamiento jurídico-; solicitar y recibir donaciones financieras o de otra índole de
personas naturales o jurídicas y organizar colectas entre sus fieles para el culto, la
sustentación de sus ministros y otros fines propios de su misión; tener garantizados sus
derechos de honra y rectificación cuando ellas, su credo o sus ministros sean lesionados
por informaciones calumniosas, agraviantes, tergiversadas o inexactas y la posibilidad de
alcanzar Acuerdos con el Estado.
Según el artículo 15 de la Ley colombiana para la celebración de Acuerdos se
requiere que las confesiones gocen de personería y ofrezcan “garantía de duración por
55
su estatuto y número de miembros” . La naturaleza jurídica de tales acuerdos será de
“Tratados Internacionales o convenios de Derecho Público Interno”. La novedad de esta
previsión es, por tanto, la posibilidad de la celebración de Acuerdos con confesiones no
56
católicas pues el primer Concordato de la historia de Colombia data del siglo XIX .
A las confesiones con Acuerdo se les reconoce: efectos civiles a sus matrimonios
religiosos; la enseñanza religiosa en la escuela pública y asistencia religiosa en
57
establecimientos públicos . El único Convenio firmado con confesiones no católicas ha
sido el No. 1 de 1997, suscrito por el Presidente de la República -en nombre del Estado
58
colombiano- y los representantes legales de varias entidades religiosas . Consta de 23
artículos divididos en 4 Capítulos que versan: sobre los efectos civiles del matrimonio
cristiano no católico; sobre la enseñanza religiosa cristiana no católica; sobre la
asistencia religiosa en centros públicos y unas disposiciones generales.
Por tanto, se trata de una ley con casi 20 años de aplicación e igual que la LOLR,
establece diferencias entre las distintas confesiones religiosas. Podemos decir,
atendiendo a la clasificación de confesiones religiosas que regula el Ordenamiento
55
El artículo 14 del Decreto 782 de 1995 precisa los términos para la celebración de Acuerdos
con el Estado señalando: “El Estado ponderará la procedencia de la celebración de Convenios de
Derecho Público interno con las entidades religiosas atendiendo el contenido de sus estatutos, el
número de sus miembros, su arraigo y su historia”.
56
El primer Concordato de la historia colombiana es de 1887. Sobre las relaciones
concordatarias en Colombia vid. PRIETO, V., Colombia: La libertad religiosa en doscientos años de
historia constitucional, “Derecho y Religión”, 2012, pp. 91-92 y LARA CORREDOR, D.E., Las
relaciones Estado e Iglesia en Colombia, “Revista General de Derecho Canónico y Derecho
Eclesiástico del Estado”, 27, 2011, pp. 5-8 .
57
Vid. artículo 15. Sobre la cuestión vid. PRIETO, V., Libertad religiosa y personalidad jurídica.
Reconocimiento de entidades religiosas en el derecho colombiano, “Revista General de Derecho
Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado”, 27, 2011, p. 11 .
58
Las entidades religiosas firmantes del Acuerdo son: el Concilio de las Asambleas de Dios en
Colombia -a ésta pertenece la Iglesia Comunidad Cristiana Manantial de Vida Eterna-; la Iglesia
Cruzada Cristiana; la Iglesia Cristiana Cuadrangular; la Iglesia de Dios en Colombia; la Casa sobre
la Roca-Iglesia Cristiana Integral; la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia; la Denominación
Misión Panamericana de Colombia; la Iglesia de Dios Pentecostal Movimiento Internacional de
Colombia; la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Colombia; la Iglesia Wesleyana; la Iglesia
Cristiana de Puente Largo y la Federación Consejo Evangélico de Colombia, CEDECOL.
13
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Iustel
colombiano, que la Iglesia Católica se situaría en la cúspide de la pirámide -y sería ella la
que recibiría un tratamiento más favorable-. En un segundo nivel se situarían aquellas
confesiones que han suscrito un Acuerdo de cooperación con el Estado, de los que
prevé la ley colombiana en su artículo 15 -sólo se ha firmado un convenio-. El tercer nivel
vendría formado por aquellas confesiones meramente inscritas, lo cual comporta
ventajas sobre las confesiones no inscritas en el referido registro del Ministerio del
Interior.
3.3. Ley de Cultos de Chile de 1999
La separación entre la Iglesia y el Estado en Chile se produjo en 1925 al aprobarse
un nuevo texto constitucional. Con la vigente Constitución de 1980, la libertad religiosa
es reconocida en el artículo 19 y se desarrolla por medio de la Ley 19.638, de 22 de
septiembre de 1999, que establece normas sobre la constitución de las iglesias y
59
organizaciones religiosas . Consta de 20 artículos divididos en 5 Capítulos y una
disposición final. El Capítulo primero (artículos 1 a 5) contiene normas generales. El
Capítulo segundo (artículos 6 y 7) recoge los derechos individuales y colectivos de la
libertad religiosa. El Capítulo tercero (artículos 8 a 13) establece el reconocimiento de la
personalidad jurídica de las confesiones religiosas. El Capítulo cuarto (artículos 14 a 18)
se dedica al patrimonio y a las exenciones, y el Capítulo quinto (artículo 19) regula la
disolución de las entidades religiosas.
Los tres primeros artículos de la Ley de Cultos chilena se refieren al reconocimiento y
protección de la libertad religiosa. Posteriormente, la citada norma establece que el
término entidad religiosa engloba a las iglesias, confesiones e instituciones religiosas de
cualquier culto
60
y las define como aquellas “entidades integradas por personas naturales
61
que profesen una determinada fe” .
Para que las entidades religiosas se constituyan en personas jurídicas se requiere el
siguiente procedimiento: a) inscripción en el registro público del Ministerio de Justicia de
la escritura pública en que consten el acta de constitución y sus estatutos; b) deberán
transcurrir noventa días desde la fecha de inscripción sin que el Ministerio de Justicia
formule objeción, y c) se deberá publicar en el Diario Oficial un extracto del acta de
62
constitución en que se incluya el número de registro o inscripción asignado . La plena
autonomía posibilita a las entidades religiosas: ejercer libremente su ministerio; celebrar
59
Esta ley ha sido desarrollada por otras normas como el Decreto 303 de 2000, por el que se
establece el Reglamento para el Registro de Entidades Religiosas.
60
Vid. el artículo 5 de la Ley chilena.
61
Artículo 4 de la Ley chilena.
62
Vid. el artículo 10 de la Ley chilena.
14
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
reuniones de carácter religioso; mantener lugares de culto para esos fines; establecer su
organización interna; enumerar, comunicar y difundir su propio credo, y manifestar su
63
doctrina .
El artículo más relevante de la Ley chilena es el 20, que establece: “El Estado
reconoce el ordenamiento, la personalidad jurídica, sea ésta de derecho público o de
derecho privado, y la plena capacidad de goce y ejercicio de las iglesias, confesiones e
instituciones religiosas que los tengan a la fecha de publicación de esta ley, entidades
que mantendrán el régimen jurídico que les es propio, sin que ello sea causa de trato
64
desigual entre dichas entidades y las que se constituyan en conformidad a esta ley” . De
acuerdo con esta norma, la Iglesia Católica conserva la personalidad jurídica de derecho
público que ha detentado desde siempre en Chile puesto que si bien al separarse la
Iglesia del Estado en 1925 se discutió por algunos la pérdida de dicha calidad, se
“terminó reafirmándose su personalidad jurídica de derecho público, pero sólo a nivel
doctrinal y jurisprudencial, si bien en sentencias del más alto nivel como la Corte
65
suprema” . De este modo, se llega a la conclusión que la Iglesia Católica y sus
66
entidades, junto a la Iglesia Ortodoxa de Antioquía , ocupan un lugar preferente en la
tipología de entidades religiosas de este país al reconocérseles su personalidad jurídica
de derecho público y no necesitar su inscripción en el registro. Como sucede en otras
leyes de libertad religiosa, la Iglesia Católica -aún sin ser nombrada expresamente en la
Ley- ocupa en Chile un lugar preferente en la clasificación de las confesiones religiosas.
3.4. Ley de Libertad Religiosa peruana de 2010
La Ley 29635, de 16 de diciembre, de Libertad Religiosa es la más reciente de
67
Latinoamérica . Consta de 15 artículos, 4 disposiciones finales y una disposición
transitoria. Desarrolla el derecho fundamental de libertad religiosa reconocido en el
artículo 2 del texto constitucional peruano y entre los derechos individuales de libertad
63
Vid. el artículo 7 de la Ley chilena.
64
Como afirma DEL PICO, del tenor de este artículo 20 de la Ley chilena, “las iglesias que
anteriormente gozaban de la calidad de persona jurídica de derecho público mantienen sus
prerrogativas y derechos. Segundo, las nuevas entidades podrán optar o por mantener la calidad
de derecho privado o por optar a la calidad de derecho público; será un derecho optativo. En tercer
lugar, sea una entidad religiosa de derecho público o sea de derecho privado, no puede existir
discriminación por parte del Estado o a sus agentes en relación con una y otras, el tratamiento
debe ser similar”. DEL PICO, J., en DE LA HERA, A., MARTÍNEZ DE CODES, R.Mª. (Coords.), Foro
Iberoamericano sobre Libertad Religiosa, Ministerio de Justicia, Madrid, 2001, p. 150.
65
SALINAS ARANEDA, C., La reciente ley chilena que establece normas sobre la constitución
jurídica de las iglesias y organizaciones religiosas, “Il Diritto Ecclesiastico”, 2, 2000, p. 482.
66
Tiene personalidad jurídica de derecho público en base a la Ley 17.725.
67
El Reglamento de la Ley peruana es de 27 de julio de 2011, aprobado por Decreto Supremo
N° 010-2011-JUS.
15
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Iustel
religiosa reconoce -igual que la Ley portuguesa- el de objeción de conciencia: “La
objeción de conciencia es la oposición de un individuo al cumplimiento de un deber legal,
en razón de sus convicciones morales o religiosas. Se ejerce la objeción de conciencia
cuando alguien se ve imposibilitado de cumplir una obligación legal por causa de un
imperativo, moral o religioso, grave o ineludible, reconocido por la entidad religiosa a la
68
que pertenece” .
El artículo 5 de la ley recoge los aspectos que quedan fuera de su régimen y
protección y define el concepto de entidad religiosa: “Se entienden como entidades
religiosas a las iglesias, confesiones o comunidades religiosas integradas por personas
naturales que profesan, practican, enseñan y difunden una determinada fe. Estas
entidades cuentan con credo, escrituras sagradas, doctrina moral, culto, organización y
ministerios propios”. En virtud del artículo 13 de la ley se crea el nuevo registro de
entidades religiosas, y en el artículo 14 se establecen los requisitos para la inscripción.
Igual que la LOLR, la Ley peruana configura un catálogo de confesiones religiosas: las
no inscritas; las inscritas; confesiones con “notorio arraigo” -inscritas “con dimensión
nacional y que ofrezcan garantías de estabilidad y permanencia por su número de
69
miembros y actividades” -; confesiones con acuerdo
70
y la Iglesia Católica -cuyo marco
de actuación queda establecido en el Acuerdo entre la Santa Sede y la República del
71
Perú de 1980 -.
Según el artículo 1 del Acuerdo de 1980, la Iglesia Católica recibe del Estado peruano
su colaboración por “la importante función ejercida en la formación histórica, cultural y
moral del país”. El Acuerdo consta de 22 artículos y entre otras materias contiene: el
reconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia y de sus entes; la prestación de
asistencia religiosa católica en centros sanitarios, penitenciarios y fuerzas armadas; la
enseñanza religiosa en centros públicos y beneficios fiscales. Otras cuestiones de
68
Artículo 4 de la Ley peruana.
69
Artículo 15 de la Ley peruana.
70
El artículo 15 de la Ley peruana establece: “El Estado peruano, en el ámbito nacional, dentro
de sus competencias, amparado en el artículo 50º de la Constitución Política del Perú, puede
suscribir convenios de colaboración sobre temas de interés común, de carácter legal, con aquellas
entidades religiosas que…hayan adquirido notorio arraigo…Los convenios, para ser aprobados
como norma legal, deben tener el informe favorable del Ministerio de Justicia y del Ministerio de
Economía y Finanzas”.
71
La Disposición final segunda de la Ley peruana establece: “La presente Ley, su reglamento y
cualquier otra norma complementaria no afectan lo dispuesto en el tratado aprobado por el Decreto
Ley núm. 23211, que aprueba el Acuerdo entre la Santa Sede y la República del Perú, y las
normas, protocolos o notas que se deriven del mismo. La personería y capacidad jurídica de la
Iglesia Católica y las entidades religiosas erigidas o que se erijan conforme a lo establecido en el
Acuerdo entre la Santa Sede y la República del Perú, de 19 de julio de 1980, se regulan por lo
establecido en el citado tratado”.
16
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
interés común que tradicionalmente son objeto de tratamiento concordatario tales como
el matrimonio o el patrimonio cultural no son mencionadas en el Acuerdo.
La Ley peruana hace referencia a la dimensión educativa de las entidades religiosas
72
y señala que el Estado “a través de las instituciones públicas competentes, puede
prestar cooperación técnica y/o económica para el mantenimiento y conservación del
73
patrimonio histórico, artístico y cultural de las entidades religiosas” . En términos
generales la ley -completada con las previsiones de su Reglamento- cumple con los
objetivos del desarrollo de la libertad religiosa individual y colectiva aunque podría haber
74
precisado más algún concepto como el de notorio arraigo .
4. Algunos proyectos de ley de libertad religiosa iberoamericanos
Las leyes de libertad religiosa analizadas tienen años de aplicación y están
plenamente consolidadas. Los proyectos de ley de libertad religiosa que vamos a
75
examinar a continuación -de República Dominicana, Uruguay y Venezuela - si bien no
dejan de ser meros intentos, son el paso previo para convertirse en ley. En este caso,
para la mejor comprensión de las propuestas, su necesidad y su ubicación en el contexto
jurídico actual consideramos necesario exponer, sucintamente, el recorrido de la libertad
religiosa en la historia constitucional de cada uno de los citados países.
4.1. República Dominicana
4.1.1. Constituciones anteriores al vigente texto de 2010: panorámica
La República Dominicana, desde su creación como Estado el 27 de febrero de 1844,
ha tenido una Constitución reformada en 38 oportunidades o 39 Constituciones
76
-por lo
77
que sólo nos referiremos a algunas de ellas -. La primera Constitución de 1844 expresa
72
Vid. artículo 7 de la Ley peruana.
73
Artículo 10 de la Ley peruana.
74
Sobre la cuestión vid. MOSQUERA, S., La libertad religiosa en el constitucionalismo peruano,
“Derecho y Religión”, 2012, p. 156.
75
En Argentina, desde 1990, se está trabajando en una ley de libertad religiosa. Vid. NAVARRO
FLORIA, J.G., La legislación en materia de libertad religiosa en América Latina y en especial en la
República Argentina, “Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado”, 1997, p. 182.
76
Los textos de las Constituciones de la República Dominicana pueden encontrarse en URL:
http://www.camaradediputados.gob.do/app/app_2011/cd_hisconstituciones.aspx [Consulta: 23 de
diciembre de 2012].
77
Sobre la cuestión vid. ABREU PATXOT, N., Libertad religiosa y de conciencia en la República
Dominicana, “Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado”, 30, 2012,
pp. 1-6 .
17
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Iustel
78
la confesionalidad del Estado en su artículo 38 . En la Constitución de 1865 se reconoce
por primera vez la existencia de otros cultos, manteniéndose la confesionalidad católica:
“La Religión Católica, Apostólica, Romana es la religión del Estado. Los demás cultos
sólo se ejercerán en el recinto de sus respectivos templos”.
El contenido del artículo 12 de la Constitución de 1877 es el mismo aunque introduce,
al comienzo del precepto, la expresión “Tolerancia de cultos” que se mantendrá en las
posteriores reformas constitucionales. El texto se cambia en 1907: “La libertad de cultos.
Las relaciones de la Iglesia Católica con el Estado seguirán siendo las mismas que son
actualmente, en tanto que la Religión Católica, Apostólica, Romana sea la que profese la
79
universalidad de los dominicanos” . Se acoge, por tanto, la confesionalidad católica de
una forma menos clara y se reconoce la libertad de cultos.
El 16 de junio de 1954 se firma un extenso Concordato entre la Santa Sede y la
República Dominicana que aún hoy está vigente. En el artículo 1 se señala que la
religión de la nación dominicana es la católica y le concede una posición de privilegio: se
reconoce a la Iglesia Católica el carácter de sociedad organizada -la cual posee una
propia y originaria potestad magisterial, legislativa y jurisdiccional-; se conceden
privilegios a clérigos y a religiosos; se reconoce la competencia exclusiva de la Iglesia
Católica sobre el matrimonio canónico; se establece el carácter confesional del sistema
educativo; se regula una especial protección de los lugares de culto; se establecen
exenciones fiscales, etc. Se otorgan, por tanto, un gran número de ventajas a la Iglesia
Católica de carácter jurídico, económico y administrativo.
La Constitución de 1955 dedica el Título tercero al “Régimen Concordatario” y señala
la confesionalidad del Estado “en conformidad con la ley de Dios y la tradición católica de
la República Dominicana”. Con la Constitución de 1963 será cuando se reconozca la
plena libertad religiosa: “La libertad de creencia y de conciencia y la libertad de profesión
religiosa e ideológica son inviolables. La profesión de todas las religiones y el ejercicio de
todos los cultos tendrán como única limitación el respeto a la moral, al orden público o a
80
las buenas costumbres” .
4.1.2. Constitución de 2010
La Constitución de 2010 toma como punto de partida los preceptos de la Constitución
de 1963, ampliando las libertades fundamentales y las garantías para proteger esos
78
Artículo 38 de la Constitución de 1844: “La Religión Católica, Apostólica, Romana es la religión
del Estado”.
79
80
Artículo 11 de la Constitución de 1907.
Artículo 57 de la Constitución de 1963. En parecidos términos vid. artículo 8,8 de la
Constitución de 1994.
18
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
81
derechos fundamentales -y para ello crea el Tribunal Constitucional -. La tradición
católica está presente: en el preámbulo de la Constitución con su invocación a Dios; en
la Biblia abierta en el Evangelio de San Juan del escudo nacional
82
y en el lema del
83
Himno nacional: “Dios, Patria y Libertad” . Por otro lado, la Constitución dominicana
84
señala que el derecho a la vida es “inviolable desde la concepción” , lo que coincide con
85
la posición oficial de la Iglesia Católica .
En cualquier caso, como desde hace décadas, el artículo 45 reconoce la libertad
religiosa en la República Dominicana: “El Estado garantiza la libertad de conciencia y de
86
cultos, con sujeción al orden público y respeto a las buenas costumbres” . Asimismo, se
garantiza la no discriminación por motivos religiosos en el artículo 39.
Otra cuestión relevante del vigente texto constitucional es el reconocimiento de
efectos civiles a los matrimonios religiosos no católicos “en los términos que establezca
87
la ley” . Esta previsión dio lugar a la promulgación de la Ley 198-11, de 3 de agosto de
2011, según la cual pueden celebrar matrimonio aquellas confesiones religiosas que
tengan personalidad jurídica -inscritas en el Registro de Asociaciones sin fines de lucro88
y lleven más de cinco años establecidas en la República Dominicana .
4.1.3. Proyecto de Ley General de Asociaciones Religiosas de República Dominicana
En agosto de 2008, el Diputado CARLOS PEÑA presentó un Proyecto de Ley General
89
de Asociaciones Religiosas ante la Cámara de Diputados de la República Dominicana .
La finalidad principal del proyecto es la creación de un registro de asociaciones
81
Vid. Título séptimo de la Constitución de 2010.
82
Vid. artículo 32 de la Constitución de 2010.
83
Vid. artículo 34 de la Constitución de 2010.
84
Artículo 37 de la Constitución de 2010.
85
Sobre la cuestión vid. GONZÁLEZ SÁNCHEZ, M., El comienzo y el final de la vida: fundamentos
religiosos para la objeción de conciencia, en MARTÍN SÁNCHEZ, I. (Coord.), Libertad de conciencia y
Derecho sanitario en España y Latinoamérica, Comares, Granada, 2010, pp. 1-28.
86
El artículo 263 de la Constitución garantiza, igualmente, la libertad religiosa aún en situaciones
extremas para el Estado: “En caso de que la soberanía nacional o la integridad territorial se vean
en peligro grave e inminente por agresiones armadas externas, el Poder Ejecutivo, sin perjuicio de
las facultades inherentes a su cargo, podrá solicitar al Congreso Nacional la declaratoria del
Estado de Defensa. En este estado no podrán suspenderse:..(3) la libertad de conciencia y de
cultos”.
87
Vid. artículo 55,4 de la Constitución de 2010.
88
Vid. artículo 3 de la Ley 198-11. Sobre la cuestión vid. INGOGLIA, A., Confessionismo e libertad
de cultos nell´ordinamento della Repubblica Dominicana, “Stato, Chiese e pluralismo
confessionale”, 39, 2012, pp. 11-13
89
Agradezco a CARLOS PEÑA que me haya facilitado el texto del Proyecto de Ley General de
Asociaciones Religiosas de República Dominicana.
19
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religiosas. La iniciativa contó con el apoyo y ánimo generalizado de las entidades
religiosas del país pero no llegó a someterse a la aprobación de la Cámara. A finales de
2009, con el comienzo de la campaña electoral al Congreso y locales, el proyecto quedó
paralizado en la Comisión creada al efecto para su elaboración final.
El texto, que quizá en un momento más propicio será retomado, consta de 34
artículos divididos en 8 Títulos. El Título primero (artículos 1 a 7) recoge los derechos
individuales y colectivos comprendidos en el derecho de libertad religiosa en términos
muy similares a la LOLR. El Título segundo (artículos 8 y 9) establece el ámbito de
aplicación y los mecanismos de protección de la ley. En el Título tercero (artículos 10 a
17) se crea el registro de asociaciones religiosas y se establecen los requisitos para la
inscripción. El Título cuarto (artículos 18 a 21) se dedica al régimen patrimonial de las
confesiones religiosas y en el artículo 21 se prevé la posibilidad de celebrar Acuerdos en
términos idénticos a la LOLR: “El Estado Dominicano…establecerá…acuerdos o
convenios de cooperación con las instituciones beneficiarias de esta ley inscritas en el
Registro que por su ámbito y número de creyentes hayan alcanzado notorio arraigo en la
República Dominicana”.
En el Título quinto (artículos 22 y 23) se establecen distintas ventajas fiscales para las
confesiones religiosas inscritas en el registro y el Título sexto (artículos 24 a 26) crea la
Comisión Asesora de Libertad Religiosa. El Título séptimo (artículos 27 a 31) regula el
matrimonio religioso de las confesiones religiosas inscritas y sus efectos civiles y el
Título octavo (artículos 32 a 34) reconoce la asistencia religiosa en instituciones públicas.
El artículo 34 excluye del ámbito de aplicación de la ley a “las confesiones cristianas
que estén amparadas en alguna otra ley especial o Convenio internacional que el Estado
Dominicano haya contraído en materia religiosa”. Así pues, esta ley no será de
aplicación a la Iglesia Católica al tener un catálogo de derechos muy amplio y ventajoso
que está regulado en el Concordato de 1954. En 2008, la Suprema Corte de Justicia de
la República Dominicana dictó una sentencia en la que declaró que el Concordato es
90
conforme a la Constitución y las leyes . Con la reciente creación del Tribunal
Constitucional quizá se planteará, nuevamente, la inconstitucionalidad de algunas de las
disposiciones del Acuerdo internacional cuya mejor solución es la sustitución por otro u
otros - en virtud del artículo 54, b de la Convención de Viena- tal y como sucedió en
España con el Concordato de 1953 y en Portugal con el de 1940. El Concordato no se
acomoda a la realidad dominicana y, de este modo, se eliminarían los preceptos
90
Sentencia de 22 de octubre de 2008. La reforma constitucional de 1994 había introducido en el
artículo 67,1 de la Carta Magna como facultad exclusiva de la Suprema Corte de Justicia, el
conocer en única instancia: la constitucionalidad de las leyes a instancias del Poder Ejecutivo, de
uno de los Presidentes de las Cámaras del Congreso Nacional o de parte interesada.
20
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
claramente confesionales para adaptarse a las importantes transformaciones que ha
habido tanto en el plano nacional como en el internacional.
4.2. Uruguay
4.2.1. Constituciones anteriores al vigente texto de 1967: panorámica
Las relaciones con las confesiones religiosas en los orígenes del Estado uruguayo
tuvieron un desarrollo similar al resto de los países iberoamericanos. El Gobierno ejerció
los derechos de Patronato durante el siglo XIX y principios del XX y en contrapartida se
consagraba la religión católica como la oficial del Estado. El preámbulo de la primera
Constitución uruguaya de 1830 rezaba: “En el nombre de Dios Todo Poderoso, Autor,
Legislador y Conservador Supremo del Universo”. Asimismo, el artículo 5 establecía: “La
91
religión del Estado es la Católica Apostólica Romana” .
Por otro lado, el artículo 76 de la Constitución incorporaba un juramento en la fórmula
a ser pronunciada antes de entrar a desempeñar el cargo: “Yo (N) juro por Dios N.S. y
estos Santos Evangelios, que desempeñaré debidamente el cargo de Presidente que se
me confía; que protegeré la religión del Estado, conservaré la independencia de la
República, observaré y haré observar fielmente la Constitución”.
En el último cuarto del siglo XIX y las dos primeras décadas del XX irrumpieron una
serie de medidas de carácter marcadamente anticlerical -siguiendo un modelo más
restrictivo que el francés-. Entre esas medidas destacan: la expulsión de los jesuitas
(1859); las leyes de Registro de Estado Civil (1879); el Decreto de secularización de
cementerios (1881); la Ley de prohibición de fundar nuevos conventos (1885); la Ley de
matrimonio civil obligatorio (1885); la Ley de prohibición de ingreso de religiosos
provenientes de Europa (1901); la eliminación de imágenes religiosas en hospitales
públicos (1906); la eliminación del juramento sacramental para los legisladores (1907); la
supresión de la enseñanza religiosa en las escuelas del Estado (1909) y la eliminación
92
de toda referencia religiosa en el Código Militar (1911) .
91
A partir de este precepto, los artículos 81, 97 y 98 de la Constitución de 1830 uruguaya definen
los elementos esenciales de la regalía. Sobre la cuestión vid. GONZÁLEZ MERLANO, J.G., Relación
Estado-Derecho-Religión en la República Oriental del Uruguay. 200 años de libertad religiosa,
“Derecho y Religión”, 2012, p. 167. Los textos de las Constituciones uruguayas pueden
encontrarse
en
la
Biblioteca
Virtual
Miguel
de
Cervantes,
URL:
http://bib.cervantesvirtual.com/portal/constituciones/pais.formato?pais=Uruguay&indice=constitucio
nes [Consulta: 27 de diciembre de 2012].
92
Vid., entre otros, FERRARI, A., Iglesia y Estado en el Uruguay: Ayer y hoy, “Soleriana”, 15, 2001,
pp. 113-114; DURÁN MARTÍNEZ, A., Enseñanza religiosa en la educación pública. Marco
constitucional uruguayo, en AA.VV., Religión en la educación pública. Análisis comparativo de su
regulación jurídica en las Américas, Europa e Israel, Fundación Universitaria Española, Madrid, p.
21
RGDCDEE 32 (2013) 1-36
Iustel
Se produjo, entonces, la consiguiente reforma constitucional y el artículo 5 de la
Constitución de 1918 eliminó la confesionalidad estatal y puso fin al proceso
secularizador uruguayo: “Todos los cultos religiosos son libres en el Uruguay. El Estado
no sostiene religión alguna. Reconoce a la Iglesia Católica el dominio de todos los
templos que hayan sido, total o parcialmente, construidos con fondos del Erario
Nacional, exceptuándose sólo las capillas destinadas al servicio de asilos, hospitales,
cárceles u otros establecimientos públicos. Declara, asimismo, exentos de toda clase de
impuestos a los templos consagrados actualmente al culto de las diversas religiones”. A
partir de este momento la Iglesia se emancipa del Patronato y alcanza su independencia
del Estado que se ha mantenido en las Constituciones posteriores de 1934, de 1942, de
93
1952 y en la actual de 1967 .
4.2.2. Constitución de 1967
La única diferencia del vigente artículo 5 de la Constitución de 1967 con el texto
original de 1918 radica en la palabra “actualmente” entre los términos “consagrados” y “al
culto”. Del contenido de este artículo hay que destacar:
a) Se reconoce la libertad religiosa al establecerse que: “Todos los cultos
religiosos son libres en el Uruguay”. La libertad de cultos constituye el contenido
mínimo de la libertad religiosa. El reconocimiento del culto lleva implícito el
reconocimiento del derecho de libertad religiosa puesto que no cabe un culto no
religioso. Si hay un fin religioso claro es el de culto, por lo que su reconocimiento
en el texto constitucional conlleva el de libertad religiosa.
b) Se recoge el principio de no discriminación religiosa y laicidad en virtud de la
neutralidad religiosa e ideológica del Estado: “El Estado no sostiene religión
alguna”. Por otro lado, se menciona expresamente a la Iglesia Católica y se le
reconoce la propiedad de todos sus templos
94
-salvo los que estaban en edificios
públicos-.
c) Por último, se exonera de impuestos a los “templos consagrados al culto de
265 y DA COSTA, N., El fenómeno de la laicidad como elemento identitario, “Civitas”, 11, 2011, pp.
212-213.
93
94
Vid. artículo 5 de las Constituciones de 1934, de 1942, de 1952 y de 1967.
La Iglesia Católica queda constituida en persona jurídica no solamente en virtud del artículo 5
de la Constitución sino por lo dispuesto expresamente en el artículo 21 del Código Civil: “Se
consideran personas jurídicas y por consiguiente capaces de derechos y obligaciones civiles, el
Estado, el Fisco, el Municipio, la Iglesia y las corporaciones, establecimientos y asociaciones
reconocidas por la autoridad pública”.
22
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
las diversas religiones”
95
-lo que puede entenderse como una acción de promoción
del Estado hacia el factor religioso-. Esta exención es claramente aplicable a la
Iglesia Católica. Sin embargo, no parece sencillo determinar qué bienes inmuebles
del resto de confesiones religiosas son lugar de culto al no existir un registro en
Uruguay que claramente las identifique.
Otro artículo relevante del texto constitucional en materia de religión es el 7: “Los
habitantes de la República tienen derecho a ser protegidos en el goce de su vida,
libertad, seguridad, trabajo y propiedad. Nadie puede ser privado de estos derechos sino
conforme a las leyes que se establecen por razones de interés general”. Este precepto similar al contenido en el artículo 130 de la Constitución de 1830- tiene origen en el
pensamiento del prócer de la nación el General JOSÉ GERVASIO ARTIGAS que al dictar las
llamadas “Instrucciones del año XIII” en el Congreso de Tres Cruces en abril de 1813,
dispuso en la tercera que el pueblo Oriental “promoverá la libertad civil y religiosa en
toda su extensión imaginable”. De ahí que pueda entenderse en el derecho de “libertad”
96
reconocido en el texto el de libertad religiosa . Asimismo, el derecho de libertad de
conciencia puede deducirse del contenido del artículo 10 que establece: “Ningún
habitante de la República será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo
que ella no prohíbe”.
Puede decirse, por tanto, que el marco constitucional uruguayo protege la libertad
religiosa. Sin embargo, debido a su tradición laicista, no hay en el resto de la legislación
un especial desarrollo del derecho de libertad religiosa ni tampoco los clásicos ejemplos
de la cooperación del Estado como: la firma de algún Concordato o Acuerdo con la
Santa Sede; no hay enseñanza religiosa en la educación oficial; no se presta asistencia
religiosa en los centros públicos y el matrimonio religioso no tiene valor civil.
4.2.3. Proyecto de Ley sobre Libertad de Conciencia y de Ideario de Uruguay
95
El artículo 297 de la Constitución recoge otra exención que favorece el proselitismo religioso:
“Serán fuentes de recursos de los Gobiernos Departamentales, decretados y administrados por
éstos:..7º) Los impuestos a la propaganda y avisos de todas clases. Están exceptuados la
propaganda y los avisos…de carácter…religioso”.
96
Del mismo modo, puede considerarse incluido el derecho de libertad religiosa entre los
reconocidos en el artículo 72 de la Constitución: “La enumeración de derechos, deberes y
garantías hecha por la Constitución, no excluye los otros que son inherentes a la personalidad
humana o se derivan de la forma republicana de gobierno”.
23
RGDCDEE 32 (2013) 1-36
Iustel
En diciembre de 2010 se presentó por el Diputado LUÍS LACALLE POU -a instancias del
97
Instituto de Derecho Religioso del Estado - un Proyecto de Ley sobre Derecho a la
Libertad de Conciencia y de Ideario, que se encuentra en la Comisión de Derechos
98
Humanos de la Cámara de Diputados .
En abril de 2011 se realizó una jornada parlamentaria sobre “Libertad de Conciencia”,
organizada por la Presidencia de dicha Cámara, en la que participaron legisladores,
99
académicos y representantes de las confesiones religiosas . En mayo de 2012, la citada
Comisión recibió a representantes de confesiones religiosas, quienes mostraron su
apoyo al Proyecto e incidieron en los beneficios del mismo para completar lo reconocido
constitucionalmente. Se trata de un proyecto que ha sido apoyado por todas las
confesiones pero que, en la actualidad, se encuentra aparcado a la espera de entrar en
la agenda política.
Es un proyecto de ley novedoso que tiene como objeto el desarrollo del derecho de
libertad de conciencia y el establecimiento del marco legal de la objeción de conciencia.
Consta de una Exposición de Motivos y 14 artículos divididos en 3 Títulos. En el Título
primero (artículos 1 a 8) se define la libertad de conciencia como “el derecho de formar
libremente la propia conciencia, religiosa o no, de actuar conforme a los imperativos de
la misma, individual o colectivamente, y de no ser molestado por razón de las propias
convicciones éticas, morales o religiosas ni compelido a actuar en contra de ellas”
100
.
En el artículo 2 se reconoce la objeción de conciencia individual entendida como “el
derecho de la persona a ser eximida del cumplimiento de aquellas obligaciones jurídicas
que le impongan acciones u omisiones contrarias a los propios y graves imperativos
religiosos, morales o éticos, sinceramente asumidos y debidamente probados”.
Asimismo, “se reconoce el derecho de las personas jurídicas de carácter privado de
determinar su propio ideario institucional y de no ser obligadas a actuar en contra del
mismo, en términos análogos al reconocido a favor de las personas físicas”
101
.
97
Agradezco a CARMEN ASIAÍN y GABRIEL GONZÁLEZ MERLANO, Directores del Instituto de Derecho
Religioso del Estado, que me hayan facilitado el texto del proyecto de Ley sobre Libertad de
Conciencia y de Ideario.
98
La Sección Séptima de la Constitución uruguaya establece los aspectos fundamentales de la
propuesta, discusión, sanción y promulgación de las leyes.
99
Estuvieron representantes de Beit Jabad Uruguay; del Consejo de Representatividad
Evangélica del Uruguay; de la Iglesia Adventista del 7º Día-Uruguay; de la Iglesia Anglicana
Adventista del 7º Día-Uruguay; de Nueva Congregación Israelita; de la Conferencia Episcopal
Uruguaya-Iglesia Católica; de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; de la
Iglesia de Dios en el Uruguay Misiones Mundiales (Evangélica); de la Confraternidad JudeoCristiana del Uruguay; de la Comisión Directiva del Consejo de Representatividad Evangélica del
Uruguay, y de los Testigos de Jehová.
100
Artículo 2 del proyecto de ley uruguayo.
101
Artículo 3 del proyecto de ley uruguayo.
24
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
El artículo 5 enumera algunos supuestos en los que se reconoce la objeción de
conciencia: en el ejercicio de la profesión médica; en el cumplimiento de obligaciones
civiles, cívicas y laborales; en las actividades de investigación médica; en la prestación
de servicios farmacéuticos y en el ejercicio de las funciones públicas. Los posibles
conflictos entre las convicciones religiosas o ideológicas y los deberes jurídicos son
ilimitados de ahí que sea un acierto dejar abierto el catálogo de posibles objeciones. Por
último, se exige que quien objeta tiene el deber de demostrarla y “en el caso de las
personas jurídicas la objeción debe invocarla el legitimado activo”
102
.
En el Título segundo (artículos 9 a 13) se establece el marco legal de la objeción de
conciencia en el ámbito sanitario. Su contenido está claramente influido por la
Resolución 1763 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, de 7 de octubre
de 2010, titulada Derecho a la objeción de conciencia en la atención médica -Resolución
expresamente citada en la Exposición de Motivos del Proyecto-. En el artículo 9 se
afirma: “Ninguna persona física o jurídica será coaccionada, considerada civil ni
penalmente responsable o discriminada debido a su rechazo a realizar, autorizar,
participar o de cualquier forma asistir en aquellas prácticas sanitarias contrarias a su
conciencia o a su ideario”. Por otro lado, se establece que el Estado garantizará: el
derecho a la objeción de conciencia; que los pacientes sean infirmados de cualquier
objeción y que reciban el tratamiento adecuado. Finalmente, el Título tercero (artículo 14)
del proyecto de ley recoge la aplicación e interpretación de la ley, de tal modo que no
debe implicar un menoscabo de las libertades y los derechos.
El proyecto de ley resulta muy sugerente al intentar establecer el marco de actuación
de la objeción de conciencia. Sólo en un Estado democrático, pluralista y laico es posible
el reconocimiento de la libertad de conciencia. Por ello, cuando la ley sea contraria a la
conciencia o a la moral del individuo, éste puede optar por su conciencia e incumplir la
ley. Así pues, el proyecto desarrolla un derecho que no está mencionado expresamente
en la Constitución y lo hace con la previsión -señalada en la Exposición de Motivos- que
puede ser desarrollado reglamentariamente el contenido para completar y precisar todos
los aspectos que sean necesarios.
Los posibles conflictos entre las convicciones religiosas o ideológicas y los deberes
jurídicos son ilimitados por lo que no es fácil la creación de una ley que regule las
múltiples formas de objeción de conciencia. La cuestión que no es tan clara en el
proyecto de ley uruguayo es el reconocimiento de la “objeción de conciencia colectiva”.
Ya en el año 1986 la Comisión Europea de Derechos Humanos precisó que mientras que
la libertad religiosa puede ser ejercitada tanto por una persona física como por una persona
102
Artículo 7 del proyecto de ley uruguayo.
25
RGDCDEE 32 (2013) 1-36
Iustel
jurídica, la libertad de conciencia sólo puede ser ejercida por la persona física
103
. Por otro
lado, en un documento del Comité de Bioética de España de 2011 sobre la objeción de
conciencia en sanidad se afirma, en varios pasajes, que la objeción de conciencia es un
derecho estrictamente personal e individual y que no cabe que pueda ser reconocido a
las personas jurídicas, las instituciones o los grupos
104
.
En un voto particular sobre la dimensión institucional de la objeción de conciencia incluido en el documento citado-, se señala que la Resolución 1763 de la Asamblea
Parlamentaria del Consejo de Europa “no consagra en modo alguno una «dimensión
institucional» de la objeción de conciencia sino que insta a los Estados a no discriminar
ni responsabilizar civilmente a las instituciones sanitarias por el hecho de que en su
organización y en el desenvolvimiento de sus prestaciones se produzcan casos de
objeción de conciencia. La Resolución cita a la «persona» y a las «instituciones»
conjuntamente pero, a continuación al mencionar los casos en los que no deben ser
coaccionadas, ni responsabilizadas ni discriminadas, incluye supuestos que sólo pueden
corresponder a una u otra categoría, así, por ejemplo, las instituciones no pueden
«realizar» o «asistir» un aborto pues son actos físicos aunque sí cabe que «autoricen».
Nada de ello, sin embargo, deriva en el reconocimiento de una dimensión institucional de
la objeción de conciencia”
105
.
En cualquier caso, la Resolución de la Asamblea Parlamentaria -que no tiene carácter
vinculante- recomienda a los Estados miembros que desarrollen marcos legales claros y
completos que definan y regulen la objeción de conciencia en relación con los servicios
sanitarios. A este respecto, el proyecto examinado trata de establecer el punto de partida
señalando los principios generales relativos a la cuestión en Uruguay.
Como hemos visto, en Portugal se reconoce el derecho a la objeción de conciencia
en la Constitución y se desarrolla en su ley de libertad religiosa. En España, a tenor de la
jurisprudencia constitucional, se puede concluir que no parece necesaria una ley
103
Decisión sobre el recurso 1192/86, en el caso Verein Kontak-Information-Therapie y Siegfried
Hagen contra Austria. Sobre esta Decisión, vid. MARTÍNEZ-TORRÓN, J., La giurisprudenza degli
organi di Strasburgo sulla libertà religiosa, “Rivista Internazionale dei Diritti dell Uomo”, 2, 1993, p.
339.
104
El Comité de Bioética de España fue creado por la Ley 14/2007, de 3 de julio, de
Investigación Biomédica como un órgano independiente y de carácter consultivo que emite
informes no vinculantes para asesorar al Gobierno sobre las implicaciones éticas de nuevas leyes
o avances científicos. Sobre la cuestión de la objeción de conciencia vid. COMITÉ DE BIOÉTICA DE
ESPAÑA, Opinión del Comité de Bioética de España sobre la objeción de conciencia en sanidad, 13
de octubre de 2011.
105
Voto particular de GÓMEZ SÁNCHEZ, Y., en COMITÉ DE BIOÉTICA DE ESPAÑA, Opinión del Comité
de Bioética de España sobre la objeción de conciencia…, cit., p. 18.
26
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
especial que admita la objeción de conciencia pues el artículo 16 de la Constitución es
suficiente cobertura legal
106
.
4.3. Venezuela
4.3.1. Constituciones anteriores al vigente texto de 1999: panorámica
Venezuela, desde que es una nación libre e independiente, ha tenido numerosas
Constituciones
107
. La primera es del año 1811
108
y la vigente de 1999, hace la número
veintiséis. Cada una de ellas ha tenido su razón política, consecuencia de guerras,
triunfos momentáneos de revoluciones y gobiernos dictatoriales. En su mayoría son las
mismas Constituciones con modificaciones menores. A continuación, iremos viendo los
principales preceptos relativos a la religión de los textos constitucionales anteriores al
vigente
109
.
Con la excepción de las Constituciones de 1881, de 1891 y el Estatuto Constitucional
provisorio de 1914, todas las demás contienen una invocación a Dios en sus preámbulos:
en la de 1811; de 1819; de 1821; de 1830; de 1857; de 1858; de 1864; de 1874; de
1893; de 1901; de 1904; de 1909; de 1922; de 1925; de 1928; de 1929; de 1931; de
1936; de 1945; de 1947; de 1953 y de 1961.
En los textos de 1811
110
y de 1857
111
se proclama una confesionalidad formal al
decirse que la religión católica es la del Estado. La primera Constitución que
expresamente menciona la libertad religiosa es la de 1861, aunque sólo se permite el
culto público de la religión católica: “La libertad religiosa, pero sólo la religión católica,
106
Sobre las diferentes objeciones de conciencia vid. NAVARRO-VALLS, R., MARTÍNEZ-TORRÓN, J.,
Conflictos entre conciencia y ley. Las objeciones de conciencia, Segunda edición, Iustel, Madrid,
2012 .
107
Los textos de las Constituciones venezolanas pueden encontrarse en la Biblioteca Virtual
Miguel
de
Cervantes,
URL:
http://bib.cervantesvirtual.com/portal/constituciones/pais.formato?pais=Venezuela&indice=constituc
iones [Consulta: 29 de diciembre de 2012].
108
La Constitución venezolana de 1811 fue la primera de Iberoamérica y la cuarta del mundo:
antes se habían promulgado los textos constitucionales de Estados Unidos de América (en 1787);
de Francia y de Polonia (ambas en 1791).
109
Sobre la cuestión vid. VALLARINO-BRACHO, C., BRACHO GRAND, P., El Estado venezolano y la
laicidad. Sus regulaciones jurídicas, “Cuestiones Políticas”, 38, 2007, pp. 143-165.
110
El artículo 1 de la Constitución de 1811 señala: “La Religión, Católica, Apostólica, Romana, es
también la del Estado y la única y exclusiva de los habitantes de Venezuela. Su protección,
conservación, pureza e inviolabilidad será uno de los primeros deberes de la Representación
nacional, que no permitirá jamás en todo el territorio de la Confederación, ningún otro culto público,
ni privado, ni doctrina contraria a la de Jesucristo”.
111
Vid. artículo 4 de la Constitución de 1857.
27
RGDCDEE 32 (2013) 1-36
Iustel
apostólica y romana, podrá ejercer culto público fuera de los templos”
112
. Hay que
señalar, sin embargo, que en 1834 se había dictado la Ley de 18 de febrero que
declaraba que no estaba prohibida en la República la libertad de cultos.
El reconocimiento constitucional del derecho de libertad religiosa sin excepciones a
cualquier culto se produce por primera vez en la Constitución de 1881
términos en la de 1891
114
, de 1893
115
y de 1901
113
y en idénticos
116
. A partir de la Constitución de 1904,
se añadió al reconocimiento del derecho de libertad religiosa la “suprema inspección del
Presidente de la República” o “del Ejecutivo Federal”
religiosa al derecho de patronato eclesiástico
117
. Se somete así la libertad
118
, que rige las relaciones entre Venezuela
y la Iglesia católica desde la Ley de 1824 hasta el Concordato de 1964. De este modo,
no es la libertad de cultos la que se somete a la suprema inspección sino el ejercicio del
culto correspondiente a cada fe religiosa.
El artículo 38 de la Constitución de 1947 va a reconocer como derechos diferenciados
“la libertad de conciencia y la de cultos”, y que nadie podía invocar creencias o
disciplinas religiosas para eludir el cumplimiento de las leyes o para impedir a otro el
cumplimiento de sus derechos
119
.
La Constitución de 1961, anterior a la vigente de 1999, ha sido con mucho la de más
larga duración en la trayectoria de Venezuela como nación independiente. En su artículo
61 prohíbe la discriminación por motivos religiosos y el artículo 65 enuncia el derecho de
libertad religiosa. El artículo 130 de la Constitución de 1961 reconoce la posibilidad de
112
Vid. apartado 13 del artículo 14 de la Constitución de 1861. En idénticos términos el apartado
13 del artículo 14 de la Constitución de 1864 y de 1874.
113
Vid. apartado 13 del artículo 14 de la Constitución de 1881.
114
Vid. apartado 13 del artículo 14 de la Constitución de 1891.
115
Vid. apartado 13 del artículo 14 de la Constitución de 1893.
116
Vid. apartado 13 del artículo 17 de la Constitución de 1901.
117
Vid. artículo 23 de la Constitución de 1909; el apartado 13 del artículo 16 del Estatuto
Constitucional Provisorio de 1914; el apartado 13 del artículo 22 de la Constitución de 1922; el
apartado 14 del artículo 32 de la Constitución de 1925, de 1928, de 1929 y 1931; el apartado 16
del artículo 32 de la Constitución de 1936 y 1945; artículo 38 de la Constitución de 1947 y el
apartado 6 del artículo 35 de la Constitución de 1953. Sobre la suprema inspección del culto en
Venezuela vid. OLIVEROS VILLA, P., El derecho de libertad religiosa en el artículo 65 de la
constitución venezolana del 23 de enero de 1961, “Cuadernos doctorales”, 14, 1997, pp. 213 y ss.
118
El derecho de patronato eclesiástico se ha reconocido expresamente en diferentes textos
constitucionales incluido el de 1961, concretamente en el artículo 98 de la Constitución de 1864 y
de 1874; en el artículo 96 de la Constitución de 1881 y de 1891; en el artículo 130 de la
Constitución de 1893; en el artículo 124 de la Constitución de 1901; en el artículo 111 de la
Constitución de 1904; en el apartado 13 del artículo 23 de la Constitución de 1909; en el artículo 69
del Estatuto Constitucional Provisorio de 1914; en el artículo 112 de la Constitución de 1922; en el
artículo 52 de la Constitución de 1925, de 1928, 1929 y de 1931; en el artículo 51 de la
Constitución de 1936; en el artículo 52 de la Constitución de 1945; en el artículo 85 de la
Constitución de 1947 y en el artículo 50 de la Constitución de 1953.
119
28
Vid. artículo 40 de la Constitución de 1947.
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
celebración de “convenios o tratados para regular las relaciones entre la Iglesia y el
Estado”. Consecuencia del desarrollo de esta previsión es el Concordato hoy vigente de
1964
120
.
4.3.2. Constitución de 1999
La Constitución de 1999, igual que la mayoría de los anteriores textos venezolanos,
comienza citando a Dios en su preámbulo buscando su protección: “El pueblo de
Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios”.
El artículo clave en materia de religión es el 59, en el que se reconocen distintos
derechos. En primer lugar, proclama dos: la libertad religiosa y la de culto;
seguidamente, indica que la titularidad de tales derechos corresponde a los individuos y
que pueden manifestar sus creencias en privado o en público, mediante la enseñanza u
otras prácticas con unos límites: la moral, las buenas costumbres y el orden público. En
segundo lugar, garantiza la autonomía de las confesiones religiosas sin más limitaciones
que las derivadas de esta Constitución y la ley. En tercer lugar, reconoce el derecho de
los padres a que sus hijos reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus
convicciones; y por último, prohíbe que los ciudadanos incumplan la ley con el pretexto
de que va en contra de sus creencias.
Otro precepto en el que expresamente se hace referencia a la religión es el artículo
21, en el que se dice que no puede prevalecer discriminación alguna por diversas
120
El Concordato de 6 de marzo de 1964 consta de un preámbulo y diecisiete artículos. En él se
regulan distintas materias con relevancia jurídica de las relaciones entre Venezuela y la Iglesia
católica y se reconoce, en el preámbulo, que el Acuerdo, que se realiza en consideración “a que la
religión católica, apostólica y romana es la religión de la gran mayoría de los venezolanos”. En el
artículo primero se garantiza el libre y pleno ejercicio del poder espiritual de la Iglesia católica en
Venezuela y se deja atrás, en el artículo segundo, la Ley de Patronato Eclesiástico de 28 de julio
de 1824. El artículo tercero reconoce la personalidad jurídica internacional de la Santa Sede y el
cuarto indica cuál es la naturaleza jurídica de la Iglesia venezolana para el Derecho venezolano:
Que la Iglesia sea persona jurídica de carácter público es consecuencia del reconocimiento a la
calidad que tiene en tanto es sujeto de Derecho Internacional Público.
Por su parte, el artículo 5 del Convenio señala que para la erección de nuevas diócesis y la
modificación de sus límites se requerirá acuerdo con el Gobierno. En cuanto al nombramiento de
obispos, “la Santa Sede participará el nombre del candidato al Presidente de la República, a fin de
que éste manifieste si tiene objeciones de carácter político general que oponer al nombramiento”.
La provisión de dignidades eclesiásticas se reserva a la Santa Sede y el nombramiento se
comunicará oficialmente al Gobierno.
En materia de financiación, el Gobierno venezolano se compromete a destinar un capítulo del
presupuesto nacional al sostenimiento de obispos, vicarios generales y cabildos eclesiásticos y a
contribuir para la edificación y conservación de seminarios y lugares de culto. Asimismo, el
Gobierno presta especial apoyo a las misiones católicas establecidas en algunas regiones de la
República y exige solicitud de entrada para el clero extranjero que realice labores de asistencia
religiosa. Los últimos artículos del Convenio de 1964 reconocen la libertad de creación de
seminarios y de sus estudios, así como el derecho a crear asociaciones de acción católica. Otras
cuestiones de interés común que tradicionalmente son objeto de tratamiento concordatario tales
como el matrimonio, el patrimonio cultural o la enseñanza religiosa no son mencionadas en el
Convenio.
29
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razones, entre las que se enumera el “credo”. Del mismo modo, el artículo 89 cita
también el “credo” entre los motivos por los que se prohíbe la discriminación laboral.
Por tanto, como afirma el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela: “La libertad
religiosa es un derecho fundamental que garantiza la posibilidad real de que cualquier
persona pueda practicar libremente su religión, tanto individualmente como asociado con
otras personas, sin que pueda establecerse discriminación o trato jurídico diverso a los y
las ciudadanas en razón de sus creencias; así como la igualdad del disfrute de la libertad
de religión por todos los ciudadanos. Tal es el sentido prescrito en el artículo 59 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que interpretado en el marco del
Estado Social de Derecho y de Justicia convertiría la función garante del Estado en la
función de promocionar a cargo de los Poderes Públicos condiciones para que sea real y
efectivo el ejercicio de la libertad de religión, removiéndose los obstáculos que impidan
su ejercicio en condiciones de igualdad para todos los ciudadanos”
121
.
Por su parte, el artículo 61 reconoce derecho a la libertad de conciencia siempre que
su práctica no afecte la personalidad o constituya delito
122
. Asimismo, concede rango
constitucional a la objeción de conciencia al establecer: “la objeción de conciencia no
puede invocarse para eludir el cumplimiento de la ley o impedir a otros su cumplimiento o
el ejercicio de sus derechos”. Por tanto, la objeción de conciencia constituye una
especificación del derecho a la libertad de conciencia y se reconoce como un derecho
121
Sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (Nº 1431), de 14 de agosto de
2008. En el mismo sentido vid. sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (Nº
1352), de 5 de noviembre de 2008. Por su parte, en la sentencia (Nº 1277) de 13 de agosto de
2008, el Alto Tribunal enumera algunos de los derechos derivados del de libertad religiosa: “1.
Derecho a profesar la creencia religiosa que elija el individuo o la colectividad o la no elección de
ninguna; 2. Derecho a cambiar de confesión o abandonar la que se tenía; 3. Derecho a manifestar
libremente sus creencias religiosas o abstenerse del ejercicio de las mismas; 4. Derecho a
practicar los actos de culto y recibir asistencia religiosa de su propia confesión; 5. Derecho a
impartir enseñanza de índole religiosa y recibir la misma, siempre que esté de acuerdo con sus
propias convicciones y 6. Derecho a reunirse y manifestarse públicamente con fines religiosos”.
122
En atención a este derecho, el Tribunal Supremo venezolano ha señalado en su sentencia (Nº
03673), de 2 de junio de 2005: “La libertad de conciencia viene a ser la facultad que tiene toda
persona para actuar en determinado sentido o abstenerse de hacerlo, atendiendo a un sistema de
valores que es el producto de su formación académica, social, moral y religiosa. Dicho sistema de
valores condiciona al individuo imponiéndole modelos de comportamiento a seguir en medio de la
sociedad a la cual pertenece encauzando el ejercicio de su libertad, de allí que pierda desde el
comienzo su carácter absoluto. En virtud de lo anterior, el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos ha clasificado a la libertad de conciencia como un derecho individual, por cuanto el
hombre, antes de ser el ciudadano que convive en sociedad, es un individuo libre, esto es, exento
de coacciones que afecten, impidan o sancionen la exteriorización de sus convicciones íntimas,
mientras ellas en sí mismas no causen daño a la colectividad. De allí que del enunciado mismo del
derecho a la libertad de conciencia consagrado en el artículo 61 de la Constitución…se entiende
que toda persona goza de la facultad para actuar o abstenerse de hacerlo en virtud de su
pensamiento y de sus íntimas convicciones claro está, sobre la base implícita de que sus
expresiones están limitadas por los derechos de los demás y por las necesidades derivadas del
orden público: es decir, la tranquilidad, la salubridad y la seguridad pública”.
30
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
constitucional que tiene por límite las necesidades derivadas del orden público y los
derechos de los demás.
Finalmente, el artículo 23 de la Constitución es también relevante al señalar que las
normas relativas a los derechos fundamentales han de interpretarse de conformidad con
la los tratados y acuerdos internacionales sobre esas materias ratificados por Venezuela.
En consecuencia, esta cláusula interpretativa implica que los poderes constituidos
nacionales a la hora de definir y aplicar los derechos y libertades constitucionales
deberán estar a lo que resulte de aquellas normas internacionales. Como ya hemos
señalado, la libertad religiosa debe entenderse del modo en que se entiende en los
tratados internaciones.
4.3.3. Anteproyecto de Ley de Cultos de Venezuela
Según el artículo 41.8 del Reglamento Interior de la Asamblea Nacional de
Venezuela, corresponde a la Comisión Permanente de Cultos y Régimen Penitenciario
conocer todos los asuntos relacionados con la libertad e igualdad de cultos. La citada
Comisión, cuando trata de mejorar la tramitación de determinados asuntos, nombra una
Subcomisión y finalmente dicta un informe que será considerado en sesión plena de la
Comisión. Pues bien, la Subcomisión de Cultos ha estado analizando durante 2012 el
Anteproyecto de Ley basado en anteriores borradores
123
, con el fin de elaborar el
proyecto final e incluirlo en la agenda legislativa durante 2013
124
. Para ello, se ha
debatido y escuchado a los representantes de las confesiones religiosas.
El texto de Anteproyecto que manejamos consta de una Exposición de Motivos y
125
46 artículos divididos en 8 Títulos . En la Exposición de Motivos se reconoce la
personalidad jurídica de la Iglesia Católica y su marco de actuación fijado en el
Concordato de 6 de marzo de 1964. Por tanto, esta futura Ley de Cultos no le será de
126
aplicación al contar con una regulación desarrollada y ventajosa . En cualquier caso, en
el texto se apunta la necesidad de revisar algunos aspectos del Concordato para
adecuarlos a los principios de la vigente Constitución venezolana.
123
Un comentario vid. INGOGLIA, A., Il difficile percorso verso una legge organica sui culti in
Venezuela, “Stato, Chiese e pluralismo confessionale”, maggio 2007.
124
La Sección Cuarta del Capítulo 1 del Título V de la Constitución venezolana establece los
aspectos fundamentales del proceso de formación de la ley junto a todo lo relativo a la integración
de la Asamblea Nacional y sus competencias y las atribuciones de los diputados y diputadas.
125
El Texto del Anteproyecto y la Agenda pactada durante 2012-2013 ha sido facilitado por
ISABEL LAMEDA, Presidenta de la Subcomisión de Cultos, y puede leerse en URL:
http://lalenguadehacha.blogspot.com.es/2012/08/anteproyecto-de-ley-de-religion-yculto.html#!/2012/08/anteproyecto-de-ley-de-religion-y-culto.html [Consulta: 12 de diciembre de
2012].
126
Asimismo, en materia de asistencia religiosa católica en las Fuerzas Armadas rige el Acuerdo
entre Venezuela y la Santa Sede de 24 de noviembre de 1994, para la creación de un Ordinariato
militar cuya finalidad es atender al cuidado espiritual, moral y religioso del personal católico de las
Fuerzas Armadas.
31
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En el Título primero (artículos 1 a 8) se garantiza la libertad religiosa en los mismos
términos que establece el texto constitucional venezolano y los tratados internacionales
suscritos por la República
127
. Se excluyen del ámbito de protección de la ley: “Las
actividades, finalidades y entidades relacionadas con el estudio de fenómenos síquicos o
parasicológicos. Quedan igualmente excluidos del ámbito de protección de esta ley el
satanismo, las prácticas mágicas, supersticiosas, espiritistas o la difusión de otros
valores con fines análogos, ajenos a lo estrictamente religioso”
128
. Cuestión distinta son
los ritos y prácticas ancestrales de los pueblos indígenas en sus lugares sagrados,
derecho que se garantiza en todo el territorio nacional
129
.
En el Título segundo (artículos 9 y 10) se enumera un amplio elenco de derechos
individuales y colectivos. Algunos de esos derechos individuales son: libertad de
creencias; practicar actos de culto; conmemorar festividades; recibir asistencia religiosa
en centros públicos; recibir sepultura digna; educación religiosa en los centros escolares,
etc. En cuanto a los derechos colectivos se reconocen: la autonomía religiosa; la
creación de lugares de culto o de reunión con fines religiosos; a divulgar y propagar el
propio credo, etc. Se trata, por tanto, de un reconocimiento amplio de derechos en unos
términos muy similares a los establecidos en la LOLR.
El Título tercero (artículos 11 a 20) regula la adquisición de personalidad jurídica de
las confesiones religiosas. La inscripción en el registro de la Dirección de Cultos del
Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia
130
, otorga personalidad
jurídica a las entidades religiosas. Asimismo, el texto del Anteproyecto prevé el
procedimiento para la inscripción en el registro. En la actualidad, el Registro de
127
Vid. artículo 1.
128
Vid. Parágrafo Único.
129
Numerosos preceptos de la vigente Constitución venezolana dan constancia del protagonismo
reconocido a la cuestión indígena -particularmente el Capítulo VIII-. Sobre los pueblos indígenas
en Venezuela y sus derechos vid. TORRECUADRADA GARCÍA-LOZANO, S., Los derechos de los
pueblos indígenas en Venezuela, Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 2010.
130
La Dirección de Cultos es el órgano que centraliza las relaciones entre el Estado y las
confesiones religiosas y sus funciones son: “1) Coordinar las relaciones entre el Estado y demás
cultos establecidos en el país, así como la ejecución del Convenio con la Santa Sede; 2) Registrar
y controlar los cultos, así como la suprema inspección de los mismos; 3) Coordinar con las Oficinas
de Registro Público el procedimiento de Registro de las asociaciones civiles de carácter religioso
(otorgamiento de Visto Bueno); 4) Tramitar lo relativo a la inscripción y registro en el Ministerio del
Interior y Justicia de asociaciones civiles de carácter religioso; 5) Coordinar con los organismos
competentes (Ministerio de Relaciones Exteriores y la Dirección General de Extranjería adscrita a
este Ministerio ONI-DEX) la inmigración del extranjero para el ejercicio del culto; 6) Coordinar con
la autoridad competente (Ministerio de Finanzas) la exoneración por pago de derechos
arancelarios por importación de artículos dedicados al culto; 7) Tramitar las denuncias ante los
organismos competentes, relacionadas con las actividades desplegadas por la comunidad religiosa
y, 8) Elaborar y tramitar los subsidios a entidades religiosas de la Iglesia católica según Convenio
de la Santa Sede; al igual que todas las otras religiones inscritas en esta Dirección”. Vid.
http://www.mpprij.gob.ve/index.php/2011-05-12-20-19-24/2011-07-08-18-32-46/2011-07-08-19-0611/direccion-de-cultos [Consulta: 20 de diciembre de 2012].
32
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
Asociaciones Civiles Religiosas es objeto de críticas por los representantes de las
Iglesias Evangélicas. Las quejas vienen motivadas por los requisitos y trámites legales
que se exigen para poder inscribirse en el registro. Tales requisitos suelen ser
modificados cada vez que cambia el Director de Cultos
131
, de ahí que es necesario que
el futuro texto de la Ley de Cultos indique claramente los requisitos necesarios para la
inscripción.
El Título cuarto (artículos 21 a 27) regula el estatuto de los ministros de culto. No se
da una definición de tales y es cada confesión la que los designa y acredita para su
reconocimiento por la Dirección de Cultos. Se les reconoce el derecho a prestar
asistencia religiosa; a prestar educación religiosa; la exención del servicio militar y el
secreto ministerial. El Título quinto (artículos 28 a 31) se dedica a la educación religiosa
y se reconoce: el derecho de los padres a elegir la educación religiosa de los hijos y el
derecho de las confesiones religiosas a crear centros docentes.
El Título sexto (artículos 32 a 34) se dedica al régimen patrimonial de las confesiones
religiosas. Se establece que las personas jurídicas constituidas conforme a la ley estarán
sometidas a la legislación común y se reconoce la posibilidad del Estado de celebrar
convenios de colaboración económica con las confesiones religiosas, siempre que estén
enmarcados dentro de objetivos educativos, humanitarios y de culto. El Título séptimo
(artículos 35 a 41) garantiza: el derecho de reunión con fines religiosos; la obligación de
los funcionarios para brindar protección a las reuniones y manifestaciones de carácter
religioso y se reconoce la inviolabilidad de los lugares de culto. El Título octavo (artículos
42 a 46) recoge las disposiciones transitorias y finales, y se reconoce el futuro desarrollo
reglamentario de la ley que sea necesario.
Se trata de un Anteproyecto extenso que reconoce con amplitud el derecho de
libertad religiosa individual y mejora sustancialmente el régimen jurídico de las
131
Los requisitos en la actualidad son los siguientes: 1) comunicación dirigida al Director General
de Cultos solicitando el Visto Bueno para el registro de la documentación; 2) acta constitutiva y
estatutos; 3) fotocopia de la cédula de identidad vigente de los miembros que conforman la junta
directiva y constancia de residencia de los mismos; 4) aceptación de funcionamiento expedida por
la Junta de vecinos y copia del Acta constitutiva de la junta de vecinos; 5) contrato de
arrendamiento del local donde funcionará la asociación; 6) constancia de que el pastor y los
miembros de la junta directiva de la asociación son de nacionalidad venezolana o son residentes
legales en Venezuela; 7) credencial de pastor, títulos de estudio, constancia del Instituto que lo
legitime para otorgar los títulos de pastor, teología, etc; 8) que la asociación tenga entre sus
objetivos una labor social de interés para la comunidad; 9) copia del libro de actas debidamente
sellado en el Registro, una vez protocolizado el documento de la asociación; 10) el acta
constitutiva y los estatutos deberán ser visados por abogado; 11) dejar un margen de cinco
centímetros en la parte superior de cada una de las hojas del acta constitutiva y estatutos; 12) para
los otros cultos: carta de buena conducta expedida por la autoridad civil competente y tres
referencias personales emitidas por personas que no formen parte de la junta directiva. Se trata,
pues, de requisitos de carácter administrativo salvo el de la obligación de atender a los intereses
sociales
de
la
comunidad.Vid.
los
requisitos
en,
URL:
http://www.mpprij.gob.ve/attachments/requisitos-inscripcion-Asoc.Civiles.pdf [Consulta: 20 de
diciembre de 2012]
33
RGDCDEE 32 (2013) 1-36
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confesiones religiosas no católicas -la Iglesia Católica tiene su marco de actuación
establecido en el Concordato-. La aprobación de este texto se antoja, por tanto,
imprescindible para avanzar en igualdad religiosa. Además, quizá sea la forma de
cambiar la opinión del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América que
en sus últimos Informes Anuales sobre Libertad Religiosa pone en cuestión la libertad
religiosa en Venezuela.
5. Conclusiones
Como se indicó en la introducción, partiendo de la experiencia española y portuguesa
hemos analizado las leyes y algunos proyectos de ley de libertad religiosa
iberoamericanos. En términos generales, el contenido de estas leyes puede resumirse
del siguiente modo: garantizan la libertad religiosa y señalan los principios en torno al
factor religioso; fijan el contenido de la libertad religiosa y establecen los límites a su
ejercicio y los aspectos que quedan fuera de su ámbito de protección; regulan la tutela
judicial de los derechos reconocidos; crean registros de confesiones religiosas;
reconocen la autonomía confesional y, en algunos casos, la posibilidad de celebrar
acuerdos de cooperación y la creación de comisiones asesoras de libertad religiosa.
En el marco de la titularidad individual del derecho de libertad religiosa, las leyes
reconocen unos derechos más amplios que los previstos en los textos constitucionales y
tratados internacionales ratificados por los Estados. Se trata de catálogos completos y
que en el caso de la Ley portuguesa y peruana, también incluyen expresamente el
derecho de objeción de conciencia.
En el marco de la titularidad colectiva del derecho de libertad religiosa, las leyes
establecen una tipología de confesiones. La identificación de éstas resulta fundamental
si tenemos en cuenta que un porcentaje muy elevado de las normas de Derecho
Eclesiástico tienen por objeto regular la relevancia de los grupos religiosos. Las Leyes
española, portuguesa, colombiana y peruana reconocen diferentes categorías en
estructura piramidal. En los cuatro países la normativa aplicable a la Iglesia Católica está
fijada en los Acuerdos suscritos con la Santa Sede por lo que las leyes de libertad
religiosa no le son de aplicación. El resto de confesiones religiosas gozan de un marco
de actuación distinto dependiendo del cumplimiento de los criterios fijados en cada una
de las leyes.
Atendiendo, por tanto, a la clasificación de confesiones religiosas que regulan los
citados Ordenamientos, la Iglesia Católica se situaría en la cúspide de la pirámide y sería
ella la que recibiría un tratamiento más favorable. En un segundo nivel se situarían
aquellas confesiones que han suscrito un Acuerdo con el Estado -que otorga un marco
de Derecho especial-. El tercer nivel vendría formado por aquellas confesiones que
34
González Sánchez - Las leyes de libertad religiosa española y portuguesa y su influencia en las leyes y en ...
tienen notorio arraigo -radicadas, en Portugal-, lo cual comporta ventajas sobre las
confesiones meramente inscritas en el Registro. Y el último nivel, que sería en el que se
agruparían las confesiones no inscritas.
La Ley chilena, si bien no hace tal clasificación, también posiciona a la Iglesia
Católica en un lugar preferente en la tipología de las confesiones religiosas al
reconocerle su personalidad jurídica de derecho público y no necesitar inscripción en el
registro. En este aspecto, la Ley mexicana otorga los mismos derechos para todas las
confesiones religiosas desde el momento de la inscripción en el correspondiente registro.
Así pues, en los países estudiados y en términos generales -a excepción de México-,
existe una confesión dominante que es la Iglesia Católica, cuya posición de privilegio
queda reflejada a nivel constitucional y en virtud de las relaciones concordatarias de las
que goza en algunos de ellos. Por otro lado, está el resto de confesiones religiosas que
cuando adquieren tal condición se les otorga alguna ventaja. Consideramos, por tanto,
que “«la religión dominante» actúa como punto de referencia en un doble sentido: de una
parte, que tal es el status tendencialmente a alcanzar; en segundo término, será más
fácil alcanzar el status de «culto reconocido» en la medida que dicha agrupación resulte
más parecida a la «religión dominante»“
132
.
Las leyes de libertad religiosa no reconocen, propiamente, un marco de Derecho
especial. Los Acuerdos con las confesiones religiosas -posibilidad en tales leyes
contemplada- sí crean tal marco específico de derechos. Así pues, en el marco de la
titularidad colectiva habría que señalar que los principales elementos que aportan las
leyes de libertad religiosa son tres: la creación o reformulación de los registros de
confesiones religiosas -pieza fundamental para implantar un eficaz sistema de relaciones
entre el Estado y las confesiones religiosas-; la posibilidad de celebrarse Acuerdos y la
creación de órganos administrativos asesores de libertad religiosa.
Por otro lado, el análisis realizado de los proyectos de ley de libertad religiosa ha
servido para reafirmar la relevancia y actualidad que tienen estas normas unilaterales
como instrumento para desarrollar el derecho fundamental de libertad religiosa. Alguno
quedará en un intento pero el objetivo es acabar convirtiéndose en leyes -tal y como ha
sucedido recientemente con la Ley peruana-. Los proyectos de República Dominicana y
de Venezuela tratan de evitar desigualdades en la vertiente colectiva de la libertad
religiosa y sientan las bases para propiciar la posible modificación de cada respectivo
Concordato -muy anteriores a los vigentes textos constitucionales- y que se adapten a
las importantes transformaciones que ha habido tanto en el plano nacional como en el
internacional. Por su parte, el proyecto uruguayo trata de desarrollar el ejercicio del
132
IBÁN, I.C., Los grupos religiosos en el ordenamiento, en IBÁN, I.C., FERRARI, S., Derecho y
Religión en Europa Occidental, McGrawHill, Madrid, 1998, p. 39.
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derecho de objeción de conciencia de conformidad a la propuesta de la Resolución de la
Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa de 2010.
Aquellos países que tienen ley de libertad religiosa no necesariamente la garantizan
más que los que no la tienen pero lo que es cierto, es que prestan un buen servicio a la
convivencia democrática de acuerdo con el principio de laicidad en virtud de la
neutralidad religiosa e ideológica del Estado. En el esquema de las fuentes de Derecho
Eclesiástico de cada país la ley de libertad religiosa ocupa un lugar fundamental. Así
pues, es un instrumento muy válido con más virtudes que defectos y que destaca,
principalmente: por colaborar en la ordenación de una sociedad plural, por permitir el
desarrollo de todas las creencias y realidades confesionales y por impedir políticas
intransigentes.
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