12 VIERNES 12 DE JULIO DE LA PALABRA ISRAELITA 2013 CULTURA N en Biblioteca Jaime Pollak Ganz GILLIAN FLYNN «PERDIDA». Una amistad fructífera RANDOM, 2013. Rosa Schapire y Karl Schmidt - Rottluff POR SONJA FRIEDMANN Ella, judía, historiadora y crítica de arte; él, pintor e ilustrador de vanguardia. El 7 de junio de 1905, un pequeño círculo de artistas creó un grupo llamado Die Brüke (El Puente). Lo constituían Karl Schmidt - Rottluff, Ernst Ludwig Kirchner, Fritz Beyl y Erich Heckel. Expusieron por primera vez en Leipzig en noviembre de ese mismo año. Allí los descubrió la doctora Schapire (1874 - 1954). Ella catalogó y difundió su obra, especialmente la de Schmidt - Rottluff, a quien le unió una larga amistad. Rosa también compró muchas de sus obras. La relación entre ambos, por lo que se sabe, no fue más allá de una amistad muy cercana. De hecho, el cuadro que ilustra este artículo, pintado en 1919, durante un veraneo conjunto en el balneario Hohwatcht sobre el mar Báltico, fue un obsequio de Karl y su esposa a su benefactora, con ocasión de su cumpleaños. En esta obra, de 84 por 76 centímetros vemos a Rosa en una pose que, al parecer, le era habitual. Los colores violentos, los contornos negros, refuerzan la imagen de la interesante personalidad de la retratada, cuya perspicacia e inteligencia se hacen evidentes en la expresión de los ojos. Este fue uno de los cuatro retratos que Karl hizo de Rosa, dos de ellos en grabado. Rosa Schapire había posado poco antes, desnuda, para Kirchner. Y también hay un retrato suyo realizado por Walter Gramatte (1897 1929) algo posterior, de 1920, en una pose semejante al de Schmidt Ruttloff: sentada en un sillón, apoyando el codo izquierdo y la mano derecha, de modo de colocar la mano izquierda bajo el mentón. Viste, en esta O V E D A D E S Una mujer hermosa desaparece, su marido no da la impresión de estar tan deshecho como debería, dadas las circunstancias. Pero Gillian Flynn coge estos elementos archiconocidos de las noticias 24h y les da la vuelta, ofreciendo el devastador retrato de un matrimonio y una historia pertinente acerca de una edad en la que parece que todos los sueños que albergamos hacen implosión. THERESA RÉVAY «EL ÚLTIMO VERANO EN MAYFAIR». VERGARA, 2013. obra, un traje claro con un largo collar y una flor en el escote en V. Ya tiene el cabello canoso y se destacan sus grandes ojos oscuros, con cejas muy marcadas y su actitud de observación y reflexión. Schmidt - Rottluff había nacido en Rottluff, hoy Chemnitz, de la antigua Sajonia, el 1 de diciembre de 1884. Era, por lo tanto, diez años menor que Rosa. Agregó el nombre de su pueblo a su apellido (demasiado común), a partir de la formación de Die Brücke. Había estudiado arquitectura en la Technishe Hochshule de Dresde. Luego fue reclutado por el ejército y destinado a Rusia y a Lituania. Al respecto, manifestó: «La guerra me ha quitado realmente todo lo pasado, todo me parece decaído y veo de pronto las cosas en su terrible violencia. Nunca me ha gustado el arte que era un mero goce para los ojos y nada más, pero, aun así, noto a escala elemental que hay que recurrir a formas todavía más fuertes, tan fuertes que soporten el embate de semejante locura de las naciones». Su pintura trasluce esa necesidad de expresión dramática. Con fuerte influencia de los expresionistas alemanes, pero utilizando el exaltado cromatismo de los fauves, realizó muchos paisajes y retratos al óleo. Sumamente prolífico, tanto como ilustrador como grabador, realizó, además, trescientas xilografías, ciento cinco litografías, setenta aguafuertes y setenta y ocho láminas comerciales, todos trabajos suyos descritos en el Catálogo Razonado de Rosa Schapire. También incursionó en escultura. Una cabeza masculina realizada por él en 1917, es extraordinariamente parecida a la que aparece en el Estudio de Figura, de Piet Mondrián, de 1911 (que no es probable que conociera). Asombrosamente, ambas parecen representar un moai pascuense. A la llegada de los nazis al poder, seiscientos ocho cuadros de Schimdt Rottluff fueron confiscados y varios de ellos montados en la tristemente famosa exposición de «arte degenerado». Por su parte, Rosa logró huir a Londres y llevó consigo una cantidad apreciable de trabajos de su amigo. En su casa de esa ciudad destinó un habitación a Karl, quien la equipó con muebles y objetos diseñados por él mismo. Tras la guerra, el artista fue nombrado profesor en la Universidad del Arte, en Charlottenburg, Berlín. Falleció en esa ciudad en 1976. En Londres, a los Rotherfield les apodan los «Admirables». Tienen dinero, poder y prestigio. En el verano de 1911, los Rotherfield han organizado un baile para su hija Victoria, pero la fiesta se complica cuando desaparece su hermana Evangeline. Su hermano mayor, Julian, la encuentra en la cárcel de un barrio obrero, donde está incubándose una revuelta. El menor de los hermanos, Edward, abrumado por las deudas de juego, se embarca en una carrera de aviones en la que debe vencer al francés Pierre du Forestel, un joven tan seductor y fantasioso como él. Mientras tanto, un inexorable declive amenaza a la aristocracia inglesa y a la vieja nobleza francesa, en los albores de la Primera Guerra Mundial. DAVID FOENKINOS «LOS RECUERDOS». SEIX BARRAL, 2012. Cuando su abuelo muere, el joven narrador se da cuenta de la cantidad de cosas que no ha compartido con él. Decide entonces aprovechar al máximo el tiempo junto a su abuela. La visita a menudo y consigue espantar su soledad y hacerla reír. Pero un día, como si de una adolescente se tratara, la abuela se fuga de la residencia en la que vive. El narrador parte en su búsqueda y acabará uniéndose a ella en esa huida hacia la felicidad. Asistiremos hacia un maravilloso viaje por los recuerdos de una vida, y veremos cómo éstos, junto al mágico azar, iluminan el presente y el futuro de nuestro protagonista.