Prolongación de Línea 2 a la Elipa

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Prolongación de la Línea 2
de Metro de Madrid
a la Elipa
Víctor Cantalapiedra*,
Víctor E. García-Blanco**,
Alicia Ísmodes*,
Sara Vila**
*GEA Arqueólogos
**IBIS S.C., Estudios en Biología y Paleontología
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EL PATRI MONI O ARQUEOL ÓG ICO Y PALEONTOLÓG ICO E N LAS OB R AS DE AM PLIACIÓN DE M E TR O. 2003-2007
INTRODUCCIÓN
para el labrado de la madera y tres tejares para la fabricación de
ladrillos y tejas, uno de éstos fue el de La Elipa (Figura 1).
El presente estudio se ha desarrollado dentro de la cam-
A la par que se realizaban las obras, se fueron adquiriendo
paña de ampliación de la red de Metro de Madrid, con origen en
terrenos para instalar nuevos talleres y cocheras. Uno de estos
la estación de Ventas de la Línea 2 y finalizando en el Barrio de
terrenos fue el suelo adquirido en 1923 cerca del puente de las
la Elipa. Este proyecto, iniciado el mes de Noviembre de 2004,
Ventas, que medía 100.000 pies cuadrados, pagándose al precio
tiene prevista su finalización para el 2007.
de dos pesetas y cincuenta céntimos el pie cuadrado. El tramo
El tramo discurre desde el sur de Puente de Ventas, bajo
Sol-Ventas se inauguró el 14 de junio de 1924 (Figura 2).
la actual M-30, hasta la C/ Santa Prisca, ya cerca de su con-
La ejecución de la actual ampliación ha sido reivindicada
fluencia con la Avda. de Daroca. Incluye, además del túnel que
históricamente por los vecinos del barrio de la Elipa. Lo que
conectará ambas zonas (con una longitud total de 1.618,731 m),
ellos no se imaginaban es que, mientras esperan el autobús
la construcción de una nueva estación, La Elipa, que se situará
en la avenida de Marqués de Corbera, bajo sus pies, se están
en la confluencia de la C/ Santa Prisca con la Avda. Marqués
realizando trabajos de investigación sobre cómo era Madrid
de Corbera.
hace millones de años, o que en el pozo excavado en el Parque
Con esta prolongación se amplía una línea de Metro
Arriaga, junto al cementerio de la Almudena, se han encontrado
cuya construcción data de 1924. El primer tramo comunicaba
restos pertenecientes a un mastodonte (elefante primitivo) y a
Sol con Ventas, y se realizó a cargo de la sección de proyectos y
tortugas gigantes del género Cheirogaster, muy parecidas a los
construcción de la compañía Metropolitano, dirigida por dos
famosos galápagos de ciertas islas del Pacífico.
ingenieros de Caminos: Alejandro San Román y José María
El estudio paleontológico está consistiendo en el control
Aguirre Gonzalo. El equipo de obras de Metro se formó con
del movimiento de tierras con la extracción de urgencia de di-
un total de cinco ingenieros y ocho ayudantes. Los medios
versos fósiles aislados; así como en un muestreo intensivo en
auxiliares consistían en ochenta y tres camiones, dieciocho
busca de micromamíferos (restos de pequeño tamaño que no
carretas, volquetes, veinticuatro bueyes, quince mulos, cinco
son identificables a simple vista). Estos trabajos están siendo
grúas, diez montacargas eléctricos, un taller de carpintería
llevados a cabo por los integrantes del gabinete de paleon-
Figura 2. Acceso portátil de la estación de La Elipa, llevado por los vecinos en sus
Figura 1. Construccion Cocheras
manifestaciones para reivindicar la línea de Metro construida ahora
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Prolongación de la Línea 2 de Metro de Madrid a la Elipa
tólogos IBIS S.C. (Sara Vila Díez y Víctor E. García Blanco),
zona de estudio: tres en la zona del futuro emplazamiento de
sociedad dedicada al estudio y conservación del Patrimonio
la estación de Metro de La Elipa, junto a la Avenida del Marqués
Paleontológico.
de Corbera, una en Ventas, dos en la zona de las Cocheras, dos
Durante la intervención arqueológica se llevó a cabo el
en el Parque Antonio Pirala, una en la calle Ricardo Ortiz, una
desbroce total y la valoración del 5% de la superficie afectada
en la calle San Maximiliano, dos en la calle Gerardo Cordón y
mediante sondeos mecánicos. Asimismo, paralelo al desarrollo
una en el Parque Arriaga, junto al cementerio de la Almudena.
de las obras, se realizó seguimiento y control de movimientos
El resultado de las catas arqueológicas ejecutadas fue negativo,
de tierras. Con anterioridad al inicio de los trabajos se había
ya que no se evidenciaron restos o estructuras ni estratigrafías
realizado un estudio previo basado en la consulta de la Carta
arqueológicas de ningún tipo. La realidad estratigráfica de
Arqueológica de la Comunidad de Madrid y en la inspección
la zona de estudio nos muestra niveles antrópicos a base de
visual de sondeos geotécnicos extraídos de la zona de estudio.
paquetes de arenas, arenas arcillosas de grano medio y pa-
Este estudio desveló la presencia de rellenos antrópicos de
quetes arcillosos vinculados con la deposición de escombros
gran potencia. El equipo encargado de las actuaciones de tipo
y materiales de desecho relacionados con las frecuentes obras
arqueológico está constituido por Alicia Ísmodes Ezcurra y Víctor
derivadas del proceso de urbanización al que se vio sometida la
Cantalapiedra Jiménez miembros de GEA Arqueólogos, SC.
zona, especialmente desde la segunda mitad del siglo XX.
Ello también se explica por el emplazamiento de la zona
ARQUEOLOGÍA
en el extrarradio urbano durante un prolongado periodo de
tiempo, lo que favoreció que fuera empleada como vertedero
La intervención arqueológica se estructuró en tres fases:
de escombros y vaciados de excavaciones. De esta manera se
estudios previos, ejecución de sondeos mecánicos previos al
rellenaron vaguadas de arroyos, como el Abroñigal o La Elipa,
inicio de las obras y control de movimientos de tierras.
hasta la urbanización completa de la zona (Figura 3).
Tras la conclusión de la revisión de los sondeos geotécnicos
Durante la fase de control de movimientos de tierras, las
realizada durante los estudios previos, y siguiendo las directri-
principales actividades generadoras de remoción y extracción
ces de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de
fueron controladas mediante un seguimiento arqueológi-
Madrid, se realizaron catas trinchera en diversos puntos de la
co intensivo y documentadas gráficamente. El resultado del
seguimiento fue negativo en todos los casos, no hallándose
evidencia arqueológica alguna que permita formular hipótesis
acerca de la existencia de yacimientos o sitios arqueológicos
en la zona de estudio.
Pese al paupérrimo registro arqueológico que la zona
presenta en la actualidad, la riqueza hidrológica del lugar,
constituida principalmente por los arroyos anteriormente
citados, y la presencia de algunos yacimientos arqueológicos
próximos inventariados en la Carta Arqueológica de la Comunidad de Madrid, indican que este área debió de poseer un
alto potencial arqueológico, formando un paisaje con unas
condiciones aptas para el asentamiento humano de manera
continuada a lo largo del tiempo. Uno de estos yacimientos es el
Figura 3. Vista del puente sobre el Abroñigal hacia 1930, tomada desde el actual
denominado Venta del Espíritu Santo, situado en las cercanías
emplazamiento de las cocheras de la Línea 2
de la Fuente del Berro y descrito por Pérez de Barradas en 1929,
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quien lo adscribió al Musteriense basándose en materiales del
de crecimiento de una ciudad que, con una población crecien-
Paleolítico inferior y medio.
te, comprobaba que el recinto primitivo era insuficiente para
Hay que vincular la desaparición del registro arqueológico
albergar todos los usos que en su interior competían por el
a la intensa y continuada ocupación de este espacio a lo largo del
espacio. Antes de que se aprobara el Ensanche en 1860 y la cerca
tiempo. Así, Las primeras citas en las fuentes históricas referentes
se derribara en 1869, la ciudad ya había rebosado en una serie
a esta zona datan del año 1484 y hacen referencia a la solicitud de
de usos. El ensanche era realmente la creación de una nueva
compra por parte del alcalde Diego de Proaño de parte del arroyo
ciudad yuxtapuesta a la antigua, pero planificada y ordenada,
Vañegral (actual Abroñigal); dicha solicitud fue rechazada ese
dando a cada clase social, tratando de asentar a la clase obrera
mismo año por la Sala de Alcaldes de Madrid, que decidió restituir
a los márgenes de la calle Alcalá. La lentitud en la ejecución del
al estado el arroyo Vañegral y ordenó que nunca se pudiera vender
plan dio lugar a que los terrenos del ensanche fueran supera-
dicho arroyo, quedando éste en poder del Estado.
dos por barrios creados fuera de él, asimismo, la especulación
También en 1492 se menciona el arroyo Vañegral en el
del suelo y la carestía de los precios originó que una cantidad
libro del Consejo, en un texto que refiere al encargo de hacer
considerable de los emigrantes que afluían a Madrid fijaran su
inventario de viñas existentes.
residencia en los extrarradios, situados más allá del foso del
De hecho, el barrio debe su nombre a un establecimiento
Ensanche. Así nacieron barrios no sujetos a ninguna planifi-
que se emplazaba al menos desde el siglo XVII junto al puente
cación y desprovistos de toda infraestructura básica, como el
del arroyo Abroñigal: la «Venta del Espíritu Santo». Existen
barrio de Ventas.
testimonios en el archivo de la villa sobre la existencia de una
Por su parte, el actual barrio de la Elipa, que a principios del
antigua venta en la actual plaza de Manuel Becerra, constando
siglo XIX pertenecía al término municipal de Vicálvaro y estaba
una licencia del 3 de julio de 1630 por la cual el mercader Blas
constituido básicamente por terrenos destinados al cultivo de
Perea estaba autorizado a levantar una venta en el camino de
la vid, se enmarca históricamente tras el fin de la Guerra Civil.
Alcalá, junto al arroyo. Este camino, que actualmente ocupa
En ese momento se hizo de la vivienda un argumento político
la calle de Alcalá, constituyó una vía de tránsito de gentes y
como consecuencia del apoyo ideológico del régimen de Franco
mercancías desde la baja Edad Media, formando parte del ca-
a la familia tradicional. Esto, unido a la marea inmigratoria,
mino de Aragón que, partiendo desde Madrid, unía la capital
hizo aflorar geométricos bloques de viviendas en barrios de
con Europa a través de Francia. La presencia de viajeros generó
las afueras. Con ellos la masa edificada tiende a compactarse
la proliferación de ventas y posadas en la zona.
y traduce en apariencia una mayor heterogeneidad social. Así,
Hay que señalar también la existencia desde antiguo del
en unos terrenos en los cuales se había pensado ya en el Plan
Parque de la Fuente del Berro, que, conocido como Quinta del
de 1946 para construir un núcleo-satélite, se construyeron a lo
Berro o de Miraflores, fue vendido por el condestable de Castilla
largo de varias etapas 7.485 viviendas, formando un gran barrio
a Felipe IV en 1630. El monarca cedió la finca a los benedictinos,
que recibe el nombre de Gran San Blas.
reservándose para suministro de palacio el agua. Siendo famosa
La intensa ocupación a la que, como exponemos en el
y apreciada dicha agua, Carlos III ordenó que solamente se le
presente artículo, ha estado sometida la zona de estudio desde
sirviera agua de la Fuente del Berro. Abandonada la Quinta
la Edad Media, así como el creciente proceso de urbanización
por los benedictinos, pasó por distintos propietarios, hasta
iniciado a mediados del siglo XIX y continuado durante el XX
que en 1953 fue inaugurado el parque en el estado en el que se
y las diversas obras públicas llevadas a cabo, como la línea
encuentra actualmente.
Sol-Ventas y la construcción de la M-30 sobre el antiguo cau-
A mediados del S. XIX se establece el Plan del Ensanche
ce del Arroyo Abroñigal o la Plaza de Toros, son factores que
dirigido por Carlos María de Castro, cuya ejecución duró hasta
han provocado la desaparición del registro arqueológico de
el S. XX. La idea del Ensanche nacía en parte de la necesidad
una zona con un alto potencial y la alteración de la secuencia
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Prolongación de la Línea 2 de Metro de Madrid a la Elipa
estratigráfica original, dando lugar a un potente paquete de
PALEONTOLOGÍA
rellenos antrópicos (Figura 4).
Ventas y la Elipa son lugares a menudo citados por escri-
La intervención paleontológica contempla tanto el es-
tores tan relevantes como Mesoneros Romanos, Lope de Vega,
tudio de la geología del área intervenida como la excavación y
los hermanos Bécquer, Pío Baroja, Camilo José Cela o Francisco
análisis de los fósiles (tanto macro como microfaunas) encon-
Umbral; todos ellos nos describen un área donde abundaba la
trados durante el seguimiento del movimiento de tierras.
pobreza, pero también de diversión y disipación. Es indudable la
mejora desde mediados del siglo pasado en cuanto al desarrollo
Geología
urbanístico del lugar, las obras ya mencionadas como la Plaza
de Toros o el metro ayudaron a ello.
Los materiales geológicos afectados por las excavaciones
pertenecen, fundamentalmente, a sedimentos de origen terciario; aunque en algunos puntos cercanos al antiguo cauce del
Arroyo Abroñigal, se han localizado niveles de terraza cuaternarios muy alterados que no han aportado hallazgos fósiles.
En cuanto al registro atribuible al Terciario, se ha podido
documentar una secuencia estratigráfica de más de 30 metros
de potencia desde una cota máxima superior localizada a 672 m
de altitud (en el área del pozo de ventilación situado en el Parque
de Arriaga) hasta los 638 m (en las cotas inferiores del túnel). Se
trata de una sucesión alternante de secuencias grano-decrecientes
Figura 4. Vista del cauce del Abroñigal ocupado por construcciones. Al fondo, La
formadas por materiales esencialmente detríticos (arcosas). Se
Elipa y, en el horizonte, el cementerio de La Almudena
describen así paquetes de distinta potencia de arenas sueltas,
arenas arcillosas, arcillas arenosas mal seleccionadas y arcillas
de grano fino de coloraciones marrones y rojas. En algunas
cotas se han hallado niveles de carbonatos formando calcretas
que llegan a alcanzar espesores de hasta 60 cm.
Dichos depósitos se corresponden con facies de abanico
aluvial. Estos materiales han sido tradicionalmente atribuidos
a las denominadas facies Madrid y, en la última actualización
de la hoja geológica de Madrid (nº 559) Magna del Mapa Geológico de España (2004), se han definido como pertenecientes
a la Unidad 4: arenas arcósicas de grano medio a fino, limos
y arcillas marrones. La edad de esta sucesión abarca desde el
Aragoniense Inferior hasta el Aragoniense Superior (Mioceno
Medio). Los restos óseos (ver tabla 1) aparecen asociados, en
su mayoría, a los niveles de arcillas o al contacto entre dichas
arcillas y los paquetes arenosos infrayacentes.
Como ya se ha apuntado, se han recuperado dos tipos
de restos de vertebrados, diferenciados por la metodología
Figura 5. Recogida de muestra en el túnel para el estudio de micromamíferos
utilizada en su recuperación: macro y microvertebrados.
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TAXÓN
INVERTEBRADOS
Orden: Gasteropoda
Especie: Gasterópodo indet.
REPTILES
Orden: Chelonia
Especie: quelonio indet
Familia: Testudinidae
Especie: Cheirogaster bolivari
Orden: Squamata
Familia: Anguidae
Especie: ánguido indet.
Familia: Lacertidae
Especie: lacértido indet.
Figura 6. Proceso de lavado-tamizado de las muestras de micromamíferos
Macrovertebrados.
Con respecto a la macrofauna no se han localizado, por
el momento, áreas de yacimiento con concentración de fósiles
(yacimientos activos) sino que éstos son poco abundantes,
apareciendo diseminados y de manera aislada en varios de los
niveles estratigráficos excavados. A pesar de no ser importantes en cantidad, si lo son en cuanto a la información científica
que nos proporcionan (Tabla 1).
De entre los restos identificables localizados en el seguimiento del movimiento de tierras destacan, en cuanto a número,
los fragmentos de caparazón de tortuga. Éstos son atribuibles en
su mayoría a la especie Cheirogaster bolivari, un quelonio gigante,
de hábitat terrestre, muy abundante en el Mioceno de Madrid
MAMIFEROS:
Orden: Insectivora
Especie: insectívoro indet.
Familia: Erinaceidae
Especie: Galerix sp.
Orden: Lagomorpha
Familia: Ochotonidae
Especie: Lagopsis sp.
Orden: Rodentia
Familia: Cricetidae
Especie: cricétido indet
Especie: Democricetodon sp.
Especie: Megacricetodon sp.
Familia: Gliridae
Especie: glírido indet
Especie: Armantomys sp.
Especie: Pseudodryomys simplicidens
Especie: Microdyromys sp.
Familia: Sciuridae
Especie: indet
Especie: Atlantoxerus sp.
Especie: Heteroxerus sp.
Orden: Proboscidea
Familia: Gomphotheridae
Especie: Gomphotherium sp.
Orden: Artiodactyla
Familia: Cervidae
Especie: Lagomericidae indet.
Especie: Cervidae indet
Especie: Micromeryx sp.
Familia: Tragulidae
Especie: Caenotherium sp.
Total restos determinables
Nº RESTOS
1
4
3
59
3
6
20
32
1
10
20
3
1
1
1
3
1
13
1
2
1
1
8
196
(Figuras 10 y 11). La extracción de estos fósiles de extraordinarias
dimensiones se realizó en bloques que los preservasen en su
Tabla 1: Listado de los restos determinables localizados en el seguimiento del
matriz arcillosa (Figura 9). Todos los hallazgos de gran tamaño
movimiento de tierras. Enero de 2006
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Prolongación de la Línea 2 de Metro de Madrid a la Elipa
se consolidaron con Paraloid disuelto en acetona. Se trata de
una resina que penetra en el fósil dotándolo de consistencia para
evitar su deterioro, ya que pueden resultar bastante frágiles. En
algunos casos, en los que los restos se encontraban en malas
condiciones de conservación, se procedió al engasado (una
especie de «escayolado») de los mismos (Figura 8).
También se han encontrado algunos fragmentos de pequeño tamaño (molar y defensa) pertenecientes a una especie
muy común en los yacimientos madrileños del Terciario: el
mastodonte primitivo, cuyo nombre genérico es Gomphotherium. Éste es un pariente de los actuales elefantes que durante
millones de años fue un elemento típico de las faunas terrestres
del Mioceno (Augustí &Antón, 1997)
Figura 7. Proceso de triado bajo lupa binocular de las muestras de micromamíferos
Entre los hallazgos más significativos llaman especial
atención dos astas de cérvido, encontradas a, aproximadamente, 1 km de distancia la una de la otra, que probablemente
pertenezcan a una especie de lagomerícidos. Se trata de una
familia de ciervos de la que no existen representantes actuales.
La determinación a nivel específico, que está pendiente en este
momento, se llevará a cabo con la colaboración de los investigadores especialistas del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Figura 8. Engasado de un resto paleontológico encontrado en el avance del túnel
Figura 10. Detalle de un resto de tortuga gigante encontrada en el avance del
Figura 9. Traslada de un bloque que contiene un resto de tortuga gigante
túnel de metro
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Por ahora, solo podemos atrevernos a decir que se trata de
una especie excepcional en los hallazgos madrileños. Podría
ser la primera vez que aparece este ciervo en los yacimientos
estudiados en la Comunidad (Figura 12).
Además se ha recuperado un astrágalo de otra especie de
rumiante perteneciente a la familia Moschidae, concretamente
a Micromeryx. Ésta era una forma de pequeño tamaño (unos
50 cm hasta la cruz), que se relaciona con los actuales ciervos
almizcleros (rumiantes provistos de colmillos) (Augustí &Antón, 1997) especie amenazada que hoy día vive en los bosques
de las montañas de Eurasia.
Figura 11. Excavación de restos de placa de tortuga encontrados en el pozo de
ataque de la estación de La Elipa
Microvertebrados.
En cuanto a los micromamíferos o mamíferos de pequeña talla, gracias al muestreo realizado, se han encontrado
varios yacimientos o zonas de concentración. Así, se ha llevado
a cabo un ingente muestreo intensivo en todos aquellos niveles, o localizaciones dentro de un mismo nivel, donde han aparecido indicios de la presencia de este tipo de restos. Hasta el
momento se han recogido más de 9 Tn de las que se han lavado
aproximadamente dos tercios. Para poder estudiar estas faunas de tan pequeño tamaño es necesario secar los sedimentos
que nos sirven de muestra para, a continuación, disgregarlas
en agua y separar por tamaños las distintas fracciones (entre
Figura 12. Asta de ciervo primitivo. Escala 1cm
los que se encuentran los pequeños huesos) mediante el uso de
tamices. Actualmente el estudio de estos yacimientos está en la
fase del análisis denominada triado (consiste en la separación
de los microfósiles de los sedimentos cribados y secos usando
una lupa binocular. Finalmente se montan para su estudio en
láminas de plástico) (Figuras 5,6 y 7)
Aunque no podemos llegar a conclusiones definitivas,
ya que todavía no se ha finalizado el examen de las muestras, sí
podemos indicar que nos encontramos ante unos afloramientos
muy interesantes, no solo por la abundancia y diversidad de los
fósiles sino también por el tipo (arcillas rojas y marrones) y edad
de los materiales excavados, diferentes de los yacimientos más
abundantes de la Comunidad.
Se han encontrado casi 200 restos identificables de microfauna que corresponden a 10 especies (Tabla 1):
Ilustración 1: distribución en porcentajes de las familias de micromamíferos
identificadas
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Prolongación de la Línea 2 de Metro de Madrid a la Elipa
El grupo más abundante, en cuanto a cantidad de dientes
recuperada, es el de los lagomorfos (ver ilustración 1) (la familia
en la que se incluyen las liebres y los conejos). Los ejemplares
de este grupo pertenecen al género Lagopsis que se trata de unos
animales parecidos a las actuales pikas americanas. Constituyen el género más abundante del Mioceno de Madrid. (López
Martínez et al., 1987) (Figura 16).
De entre los cricétidos, familia que agrupa a roedores
tipo hámster, encontramos dos géneros: Megacricetodon y Democricetodon. Estos dos grupos se diferencian fundamentalmente
por la talla, siendo de mayor porte la forma Democricetodon
Figura 13. Molar de un glírido ( familia de los lirones). (x25 aumentos)
(Figura 19).
También muy abundante en las muestras del la Línea
2 son los insectívoros; aunque aparece representado, casi exclusivamente, por una especie de erizo primitivo actualmente
extinguido: Galerix sp. (Figura 18)
Siguiéndoles en cantidad se han determinado 17 dientes de «ardillas» representadas por dos especies Atlantoxerus y
Heteroxerus, pertenecientes a la familia de los esciúridos. Estos
animales presentan una morfología parecida a la de los perritos
de las praderas (Figura 15).
Otro grupo importante es el de los lirones (Figura 13):
Armantomys es de talla grande, endémico (exclusivo) de la Península Ibérica y muy abundante en los yacimientos de Madrid.
Pseudodryomys es de menor tamaño y poco común (López Martínez et al., 1987).
Por último, dentro de los mamíferos, encontramos a
Caenotherium sp., un rumiante primitivo de un grupo extinto
cuyos dientes, por su reducido tamaño, son recuperados entre
las muestras de microfauna (Figura 14).
Aparte de los mamíferos también se suelen recuperar
otros taxones animales, a veces muy abundantes, como sucede
en nuestro caso, con fósiles de reptiles. Tenemos restos óseos
pertenecientes a la familia de los ánguidos (culebrillas ciegas)
de los que se han localizado muchos osteodermos, que son las
placas que recubren el cuerpo (similares a las escamas de las
serpientes), dos dientes y una mandíbula.
Como representante del grupo de los invertebrados se
ha identificado un único molde interno de gasterópodo (caracol).
Figura 14. Molar de Caenotherium (herbívoro de pequeño tamaño) (x18 aumentos)
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Biocronología, comparación con otras faunas, y
paleoambiente
Siempre teniendo en cuenta que nos encontramos ante
datos preliminares y en proceso constante de actualización
(que continuará incluso cuando haya finalizado la obra), podemos avanzar algunos datos generales sobre las características
de nuestras muestras y su relación con el conjunto de yacimientos madrileños.
Figura 15. Molar de un esciúrido (ardilla) (x25 aumentos)
En cuanto a la biocronología (estudio de la edad geológica mediante el uso de las especies presentes) de los niveles
En lo concerniente al paleoambiente, el estudio de la
estudiados, por el momento son pocos los datos que podemos
microfauna resulta especialmente útil ya que muchas de las
aportar. Por una parte, la presencia de Caenotherium sitúa las
especies presentes actúan como bioindicadoras (definen, con
muestras entre las biozonas Dc y Dd (MN5) (Peláez-Campoma-
su presencia, determinadas condiciones ecológicas ya que están
nes et al., 2003). Por otra, la aparición del lirón Pseudodryomys
íntimamente ligados a ciertas variables ambientales)
en nuestras asociaciones limitaría la edad mínima ya que no se
Observamos la presencia de varios géneros termófilos
conoce la presencia de dicha especie por encima de la biozona
como Lagopsis (micromamífero mayoritario), con dentición
Dd (Peláez-Campomanes et al., 2003, López Martínez et al.,
«hipsodonta» adaptada a una alimentación xerofítica que los
1987). Así, aunque en espera de los resultados finales, situamos
vincula a un entorno caluroso en un paisaje abierto (de tipo sa-
la edad de los yacimientos de la Línea 2 en las últimas etapas
bana). Igual sucede con los glíridos (lirones) identificados que
del Aragoniense Medio (hace, aproximadamente, entre 14 y 16
sugieren condiciones parejas: Pseudodryomis (herbívoro altamente
millones de años).
especializado en vegetación dura al que se le atribuye un hábitat
Las faunas de micromamíferos en el Aragoniense de la
estepario (López Martínez et al., 1987), Microdyromis y Armantomys
Cuenca de Madrid se caracterizan por una baja diversidad de
(Figura 17). Parecido nicho ecológico presentan los esciúridos:
especies, especialmente de glíridos, y por la ausencia de cricéti-
Atlantoxerus indica condiciones de aridez (Daams & Freudenthal,
dos comunes en otras cuencas españolas (como por ejemplo el
1989) y Heteroxerus revela además, la existencia de campo abierto
género Cricetodon)(Peláez-Campomanes et al., 2003). Nuestras
y elevadas temperaturas (Luis & Hernando, 2000)
muestras siguen dicho patrón en rasgos generales; pero revelan
Por otro lado encontramos faunas que podrían mostrar
particularidades interesantes que los diferencian de yacimientos
la existencia de ambientes húmedos o más boscosos. Así sucede
cercanos (tanto geográfica como estratigráficamente). Así,
con los insectívoros, que normalmente se encuentran cercanos
Armantomys que es una especie relativamente abundante en los
a masas de agua, aunque, en ocasiones, también pueden ser
yacimientos de la zona Dc (Peláez-Campomanes et al., 2003)
acompañantes de grandes mamíferos (bóvidos, rinocerontes,
y en yacimientos cercanos como O´Donnell, Ciudad Pegaso y
etc.) (Daams & Freudenthal, 1989). Los ánguidos necesitan de
Casa del Trapero (biozona Dd) (López Martínez et al., 1987),
suelos profundos y ricos, así que nos indican la presencia de
tan solo está presente en una ocasión y con un solo individuo
horizontes potentes con materia orgánica en cantidad.
en los niveles estudiados. Con respecto a la macrofauna, ya he-
La macrofauna también aporta información de los am-
mos comentado la presencia de una nueva forma en las faunas
bientes que se podrían encontrar en el momento de depósito
de Madrid que podrá tener, una vez su análisis sea definitivo,
de los sedimentos. Así, los mastodontes poseen una dentición
implicaciones a nivel cronoestratigráfico, paleobiogeográfico
típica, a base de grandes tubérculos redondeados, que muestran
y/o paleoecológico.
un régimen basado en frutos y vegetales (Augustí & Antón, 1997).
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Prolongación de la Línea 2 de Metro de Madrid a la Elipa
La presencia de tragúlidos, que hoy en día viven en las riberas
dontes y otros grandes mamíferos. Esto coincide con los datos
de los ríos de las selvas ecuatoriales de África y Asia oriental,
preliminares que hemos obtenido, aunque una vez finalizada
así como los restos de ciervos primitivos que necesitaban una
la intervención se podrá definir con mucha mayor precisión el
cobertura vegetal de cierta importancia (Morales et al., 1993)
tipo de ambientes y biotopos presentes en los yacimientos de la
denota la existencia de masas forestales.
Línea 2 y ayudar a conocer las variaciones climáticas acaecidas
En rasgos generales y tal como revelan la mayor parte de
en la Cuenca de Madrid a lo largo del Aragoniense.
los estudios paleoecológicos realizados sobre yacimientos de
similar edad en la Comunidad de Madrid (Luis & Hernando,
Agradecimientos:
2000; Herráez & Sesé, 1993 y López Martínez et al., 1987) reina,
A todos los piquetas, peones, maquinistas, capataces y encargados por ayudarnos
en esta zona de la península, durante todo el Aragoniense (aun-
en el proceso de localización y extracción de muestras y restos fósiles.
que alternan periodos de mayor o menor humedad), un clima
Al equipo de OHL encargado de las obras, por poner los medios materiales y económi-
seco y cálido con un paisaje configurado mayoritariamente
cos necesarios para realizar la intervención paleontológica.
por espacios abiertos con vegetación dura; aunque localmente
A Jorge Morales y el resto de paleontólogos de Museo Nacional de Ciencias Natura-
pudiesen existir zonas con mayor cobertura arbórea (asociada
les por asesorarnos en la identificación de los hallazgos paleontológicos.
a masas de agua más o menos permanentes (Morales et al.,
A la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid y a MINTRA,
1993). Se trataría de una estampa muy similar a las actuales
por la confianza prestada en nuestro equipo.
sabanas africanas, donde habría manadas de ciervos, masto-
Y a todos los que habéis colaborado haciendo posible esta intervención.
Figura 16. Molar de Lagopsis (x18 aumentos)
Figura 17. Molar de Armantomys sp (lirón) (x25 aumentos)
Figura 18. Molar de Galerix sp. (erizo primitivo) (x18 aumentos)
Figura 19. Molar de Democricetodon sp. (hámster primitivo)(x25 aumentos)
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