La oración que prevalece

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LA ORACIÓN QUE PREVALECE Por: Felipe del Castillo 1 Reyes 18: 41‐46 Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel. Si nosotros recordamos el pasaje de 1 Reyes 18 recordamos que desde antes Dios le había hablado a Elías (profeta y hombre de Dios en el tiempo de Israel y del rey Acab) diciéndole habla al rey Acab y dile que no va a llover sobre la tierra durante 3 años y medio. Déjeme decirte que el hecho de que no llueva sobre la tierra es una situación difícil, porque al no llover hace que haya escases, generando que no haya cosechas y menos que se pueda sembrar, por lo tanto no hay alimento para los animales, y los animales enflacan o aún mueren, o bien los animales que habitualmente se matan para comer no pueden seguir fortaleciéndose por falta de alimento. Así es que la falta de lluvia en una región agrícola como la del pueblo de Israel era una grave crisis y cuando Dios le dice Elías dile a Acab que no va a llover sobre la tierra, le estaba diciendo va a venir una grave crisis a la nación. Y la razón de esta crisis era por el pecado del rey Acab, porque él se había casado con una mujer llamada Jezabel que adoraba a dioses falsos y la influencia de esta mujer sobre el rey Acab tuvo tanto dominio que lo guio a que adorara a sus dioses y se alejara del Dios verdadero, del Dios de Israel, del Dios del pacto que ellos conocía. Por lo tanto Dios estaba enviando un juicio diciéndole a Acab por medio de Elías que no llovería sobre la tierra y cuando esto comienza a suceder y deja de llover, tal vez el rey Acab pudo pensar que era coincidencia pero al pasar de los meses y los años Acab se enoja, y empieza a mandar buscar a Elías porque él dice: Este hombre que me vino a decir que no iba a llover es el culpable de que no este lloviendo. Entonces Elías siendo profeta se esconde y Dios le dice en donde ocultarse, una vez oculto Elías en una cueva, al lado de un río Dios lo alimenta por cuervos, pero la lluvia deja de caer por tanto tiempo y hay tanta sequia en la nación que aún el arroyo en el cual bebía agua Elías se seca y entonces Elías es mandado a Sidón a que lo alimente una viuda y estando en Sidón Dios le habla a Elías y le dice vuelve a Acab y dile que voy a hacer llover sobre la tierra. Sin embargo cuando Elías se presenta delante de Acab él no le dice que va a llover sino que le dice júntame a los 450 profetas de Baal y vamos a hacer una prueba en el monte Carmelo y vamos a ver quien es el Dios verdadero, si Baal a quien tu por medio de tu esposa Jezabel has incitado a toda la nación a adorar, o el Señor a quien nosotros hemos adorado y es Dios, hagamos un desafío para probar cual es el Dios verdadero. Conocemos la historia de aquel sacrificio que fue puesto sobre un altar, en donde aquel dios que hiciera descender fuego del cielo sería el Dios verdadero y cuando Elías clamó a Dios después de que los profetas de Baal habían clamado todo el día y no había pasado nada, entonces Elías levantó sus ojos al cielo clamó a Dios y fuego descendió y consumió aquel animal que había sido despedazado como sacrificio en el altar, después de esta victoria que Dios le da a Elías, entonces Elías le dice a Acab en el verso 41, sube, come y bebe porque una lluvia grande se oye. Hay momentos en que nuestras vidas así como Israel están secas y hay escases de todo tipo, en donde hay problemas en la casa: económicos, matrimoniales, de salud, yo no sé cual sea la escases que haya en tu vida que no esta permitiendo que la prosperidad y la bendición como Dios ha establecido que este en tu casa y en tu vida lleguen. Y llega el tiempo de la sequia como llego el tiempo de la sequia sobre la nación de Israel pero la Biblia nos enseña que así como le dijo a Elías que profetizara la sequia, así también le dijo a Elías que profetizara la lluvia y que dijera que iba a venir la lluvia sobre la tierra; y si tu estas pasando por una sequia en tu vida o por un momento de necesidad o de desierto, ten en cuenta que el mismo Dios que permitió la sequia o que te llevó al desierto es el mismo Dios que hará llover y que promete que volverá a llover sobre tu vida, sobre tu familia, sobre tu negocio y sobre tu salud. Hablando espiritualmente yo anhelo de parte de Dios tiempos de lluvia para el pueblo mexicano y no es que diga que Dios no nos esta bendiciendo o que no ha sido bueno con nosotros, Dios ha sido bueno y muy misericordioso con nosotros pero yo sé que la palabra de Dios dice que todavía hay más y que todavía el poder de Dios se puede derramar tremendamente entre los que amamos e invocamos su nombre y ese es el anhelo de mi corazón, el deseo de mi vida es ver que Dios se esta moviendo con poder entre nosotros. Cuando veo una vida seca o veo a alguien que pasa por un desierto, por un momento de sequedad en sus finanzas, en su matrimonio, en su familia, en su propia vida, yo digo has llover sobre su vida y sobre tu pueblo. Yo estoy agradecido con Dios por lo que ha hecho pero no estoy conforme yo deseo ver la gloria de Dios entre nosotros. El Señor esta despertando en mi corazón hambre de decir: Señor has más entre nosotros. Porque Dios no esta limitado, Dios no es pequeño, ni un Dios de conceptos, ni de ideas, Dios es un Dios de poder, un Dios de milagros, de señales y de prodigios. Yo estoy seguro que los cristianos hoy en día balanceados no buscamos las señales pero la Biblia dice que las señales siguen a los que creen, no buscamos las señales pero la Biblia dice que las señales nos siguen. Y yo a veces digo: ¡Señor dónde están las señales que tu palabra dice que nos van a seguir! Necesitamos que la palabra de Dios se cumpla completamente entre nosotros, si el enemigo es capaz de hacer señales y prodigios, cuanto más el Dios en el que tu y yo creemos es capaz de hacer señales, milagros y prodigios, como el Dios de Elías con los profetas de Baal. En nuestra nación este es un tiempo en el que la gente de México y de León, se ha desviado tras otros dioses falsos donde aún la misma gente que predica de Cristo les ha enseñado otros dioses falsos, en donde se han casado espiritualmente las autoridades religiosas de nuestra nación con otra enseñanza, con otros dioses, con otra falsedad y han incitado, movido y educado a todos los mexicanos a ir en pos de otro dioses. Así que el desafío de Elías es para nosotros hoy día y la palabra que Dios mandó a Elías también es palabra que Dios puede darnos a nosotros, y cualquiera de nosotros puede decir en un sentido espiritual, si estos hombres dicen que hacen señales, milagros, sanidades y prodigios cuanto más nuestro Dios, así que probemos quién es el Dios verdadero. La Biblia dice que las señales seguirán a los que creen, cuando leemos lo que Dios hizo en la Biblia por medio de Elías nos parece que son cosas que a nosotros jamás nos pasarán; yo he visto señales, yo he visto milagros, he visto gente sanar, y he visto milagros de provisión donde Dios suple milagrosamente, aún milagros de restauración matrimonial y familiar, pero todavía hay más necesidad de que Dios siga haciendo eso que Él ha estipulado en su palabra que Él va a hacer. En Mateo 10:5‐8 dice: A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. ¿Quién de nosotros va predicando por los caminos, en su casa o negocio que la gente puede conocer de Jesús y salir de la situación de la potestad del diablo, quién lo hace, quién va y anuncia esa verdad, quién dice que el reino de Dios esta cerca, que Dios esta cerca para ayudarnos, para salvarnos? Y a lo mejor esto si lo cumplimos, pero a veces caemos en un letargo y es un engaño del diablo porque la Biblia esta escrita con la promesa de Dios y la Biblia dice que las señales siguen a los que creen. Cuando Jesús mandó a los 12 les dijo: prediquen el evangelio y sanen los enfermos y echen fuera a los demonios, pero cuántos de nosotros creemos que no podemos sanar a los enfermos y mejor llamamos a alguien más espiritual o más preparado para que eche fuera los demonios de alguien. Cuantos de nosotros caemos en ese engaño y en esa mentira cuando la Biblia dice que Jesús les ordenó a los 12 y aún después les ordenó a los 70 que predicaran de esta manera. Siempre que mencionamos que se predicaba la palabra del Señor en la Biblia iba otra cosa ligada, porque cuando se predicaba la palabra, la acompañaba la sanidad de los enfermos, ya que Dios no esta interesado solamente en salvar el alma, aunque es de lo más importante el ser salvos y tener escrito nuestro nombre en el libro de la vida. Dios también esta interesado en librarnos de la maldición del pecado, entre ellas la enfermedad. Pero falta ese poder entre nosotros, falta esa decisión de clamar a Él para que seamos envestidos de poder, y que las señales nos sigan, y no que busquemos a las señales esforzándonos por andar diciendo que las señales nos sigan, que las señales nos sigan. Pero que las señales sigan a la predicación de la palabra, que cuando tu prediques la palabra de Dios en tu casa, negocio u oficina, los enfermos sanen, porque en la Biblia dice en Juan y en Marcos en el último capítulo que Dios confirmaba las palabras que salían de ellos con señales y milagros que las seguían. Marcos 16:20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. La predicación de la palabra iba seguida de las señales que confirmaban que aquella palabra venia de lo alto. Porque en ese tiempo había hechiceros recuerdas aquella pitonisa, adivina que iba tras Pablo y andaba diciendo “estos son siervos del Dios altísimo” hasta que Pablo se voltea y le dice “espíritu de adivinación te ordeno que salgas fuera” y el espíritu dejó a la joven, había personas que por dinero predecían lo que le iba a pasar a la gente y eso existe aún en nuestros días. En nuestros tiempos hay cristianos salvos y creyentes, pero ¿dónde esta el poder? Sí lo tenemos mentalmente, tenemos los conceptos, pero en dónde están los enfermos que están sanando, yo no me conformo viendo las señales que esta haciendo Dios; ahora el Señor quiere hacer más, pero esta limitado por nosotros, Dios es el mismo de ayer hoy y por los siglos. Yo me asombro que la Biblia dice que le traían a Él todos los enfermos y a todos los sanaba, le traían a Él todos los endemoniados y echaba fuera todos los demonios. No sabemos cuando llegue ese día con nosotros, pero como no podemos aspirar a eso, si la Biblia dice que las señales nos seguirán, que el Señor confirmará la palabra que sale de nosotros con señales que las sigan. Recordemos lo que sucedía con Pedro que aun cuando él salía a predicar la palabra de Dios sacaban a la gente a las calles para que cuando la sombra cayera sobre ellos fueran sanados; y podemos declarar que las señales seguirán a los que creen, pero no por hacer eso, llegarán. Veamos lo que sucedía con la vida de Elías y como las señales le seguían. Por qué Elías podía hacer una oración tan sencilla de unas cuantas líneas y no una oración de dos horas en la que predicara tratando de convencerse de que Dios haría descender fuego del cielo, sino que él solamente dijo unas palabras sencillas y a cambio recibió una tremenda respuesta de Dios. Qué es lo que había en la vida de Elías que Dios lo respaldó y aun, que había en la vida de los apóstoles y de Jesús para que Dios los respaldara de tan grande manera. Y es que Jesús lo dijo: mayores cosas de las que yo hago ustedes las harán, porque yo voy al Padre. Alguien me dijo que este versículo se refería a la predicación de las almas y a ganar multitudes para Cristo. Pero yo hablo de que directamente el versículo habla de señales y el contexto directo habla de señales. A veces creemos que las cosas que hizo Elías y estos hombres de la Biblia son exclusivas de ellos y de sus tiempos, pero no para nosotros y creemos que Elías era especial, pero la Biblia nos dice en Santiago 5:17 que Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Dice que Elías era un hombre sujeto a pasiones como las nuestras, es decir que a lo mejor alguna vez sintió envidia, celos, malos pensamientos, igual que nosotros. A veces pensamos en los hombres de Dios como deidades, pero vemos a un Abraham dudando de la promesa que Dios le había hecho de engendrar un hijo (Isaac), vemos a un David un hombre conforme al corazón de Dios fallándole a Dios cometiendo adulterio con Betsabé y matando a su esposo, pero con estos ejemplos nos queda claro que los hombres de la Biblia son como nosotros. Santiago lo afirma escribiendo que Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, pero entonces ¿qué tenía diferente Elías a parte de ser como nosotros con pasiones semejantes? Dice la Biblia y oró fervientemente para que no lloviese y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses; aquí esta la diferencia, él oró fervientemente. Vemos a Pablo, a Jesús, a los apóstoles de Dios orando y aunque la Biblia no dice cuanto tiempo pasaron orando en privado y solo se narre la oración pública, seguro que pasaron mucho tiempo orando. Vemos a Jesús antes de tomar cada gran decisión y aun antes de comenzar su ministerio yéndose a orar al desierto, luego al monte todo un día sin dormir para designar quiénes iban a ser apóstoles sobre los discípulos. ¡Esa es la diferencia Elías oró! La diferencia no esta en la persona sino en que oró fervientemente. El ejemplo de Elías se dio en Santiago para ilustrar la oración eficaz. Santiago 5:16 dice: confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Muchos oramos a veces como pericos, a veces desganados, a veces hasta dudando pero eso no es una oración eficaz. La oración eficaz es la que puede mucho ¿cuál es entonces la oración eficaz? Para ubicarnos cual es la oración eficaz Santiago nos pone como ejemplo a Elías. Dios le habla a Elías y le promete lluvia, vamos a 1Reyes 18:1‐2 Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra. Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria. Aquí le dice Dios a Elías que iba a haber lluvia sobre la faz de la tierra ¿Alguna vez te ha dicho Dios algo? Elías estaba orando por la idolatría en la nación de Israel, la reina Jezabel dominaba tanto a Acab que quería imponer la adoración a otros dioses sobre del Dios verdadero. El clamor de Elías era por un avivamiento en Israel porque Israel se volviera a Dios; como señal de que Dios estaba con Elías, Dios le dio palabra para que él hablara con la persona más importante del pueblo de Israel, el rey, y le dijera no lloverá sino por mi palabra y de ahora en adelante los cielos estarán cerrados y así fue y Dios respaldó la palabra de Elías. ¿Alguna vez Dios te ha dado una palabra en donde te dice algo que va a suceder en tu vida, en la vida de otros, en la vida del pueblo de Dios? Me gustaría que entre nosotros hubiera varios Elías que viendo la condición de nuestro país, ciudad o familia clamen a Dios por un avivamiento. Porque la idolatría no es solamente adorar a imágenes y dioses” x” sino la idolatría es poner en primer lugar cualquier otra cosa que no sea Dios, y podemos ver claramente quien no tiene a Dios como primer lugar en su vida porque es obvio, y no porque los estés checando. Quiero llevarte a reflexionar e ir más allá. ¿Qué es lo que produce en ti el saber que otras personas no tienen a Dios como primer lugar? Mejor aun ¿Hay una carga en tu corazón como la hubo en Elías por la nación de Israel para que no se vuelvan tras otros dioses sino que vuelvan a Dios? Porque déjame decirte que si hay hombres que clamen a Dios, si hay gente que se meta a buscar el rostro de Dios, Dios por uno o por dos o por varios hombres que lo hagan de su corazón contestará sus oraciones. Dios le había dicho a Elías que iba a llover; y Dios te ha dicho a ti varias cosas acerca de lo que va a pasar en tu vida, aún acerca de otras personas, o de algunos familiares, incluso de tu comunidad, sin embargo a mi me asombra que aunque Dios le promete lluvia a Elías tiene que orar por la lluvia ¿Qué te parece? Y podríamos preguntarnos por qué si Dios ya le había dicho que iba a llover y entonces por qué Elías ora, si Dios va a obrar lo que Él quiera hacer independientemente de la voluntad del hombre. Dios ha establecido suplir nuestras necesidades y contestar nuestras peticiones por medio de la oración; alguien que no ora no recibe, no porque Dios no sea soberano y tenga dominio sobre las cosas, pero Él ha establecido que por medio de la oración recibamos las promesas que Él nos ha dado. Por qué no mandó Dios a los ángeles a predicar si los ángeles le obedecen? Y nosotros le fallamos tanto, entonces ¿cómo se salva la gente? Al oír la predicación, pero por medio de quién ¿de hombres o de ángeles? Se salva la gente por oír la predicación de gente como tu y como yo que les anunciamos a Cristo. Cuántos de nosotros dejamos de perseverar en oración por cansancio, por desanimo, por flojera o por dudas, aun algunos de la mejor manera dejan de orar porque piensan Él lo hará cuando sea su tiempo no importa que yo ore o no. Tu familia esta en las manos del diablo, la Biblia dice que nosotros creeremos y seremos salvos nosotros y nuestra casa pero debemos proclamar esa verdad en oración, no debemos decir hay descanso en tu tiempo Señor porque nosotros estamos fallando en la perseverancia, en la diligencia, en velar y en vigilar, claro que Dios lo va a hacer, pero lo hará en la medida de nuestras oraciones Dios ha decidido moverse a través de las oraciones, por qué, no lo sabemos pero Él ha decidido establecerlo como un principio en su palabra. La Biblia nos enseña en su palabra que cuando es dada la promesa es ahí cuando la oración real comienza, es en el momento en que Dios te habla y te dice lo haré, el momento en que debemos entrar en oración clamando con más seguridad, entusiasmo y firmeza porque aquello que Dios nos dijo sucederá. El ejemplo esta dado en la Biblia, la palabra que Dios nos da como respuesta en la oración, da lugar a que pongamos en marcha nuestra vida de oración aun con más fervor. Para nosotros es difícil aprender que Dios no hace las cosas a solas, aun cuando nos ha dado su palabra y nos muestra su voluntad al respecto, Él decide contar con nosotros para responder con poder lo que Él ha establecido en su palabra. Dios contesta por medio de la oración y en respuesta a la oración. Los ejemplos a perseverar en la oración son muy numerosos en la Biblia, pero nada más vamos a revisar algunos, en Lucas 18:1‐8 la parábola de la viuda y del juez injusto, las primeras palabras de Jesús al contar esta parábola fueron las siguientes: También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar. Se nos narra que esta parábola habla acerca de la necesidad de orar siempre y no solo eso sino también para no desmayar en el intento. Cuántos de nosotros realmente por falta de la respuesta o por muchas otras situaciones desmayamos cuando estamos en el intento y dejamos de orar, si Dios te ha dicho que tu familia va a venir a Cristo, o que te va a sacar de esa situación difícil que atraviesas en la familia o en el negocio, por qué dejas de orar y desmayas. Pero la parábola fue dada por Jesús para que no desmayemos. Dice la Biblia ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? A cuáles escogidos les hace justicia Dios, a los que claman a El día y noche y lo pasamos por alto y creemos que por ser hijos de Dios, Él nos va a contestar, pero aquí claramente dice que le responderá a los que claman como la viuda que clamaba ¡hazme justicia! Aunque no temo a Dios ni a los hombres por causa de la molestia que esta viuda me da, le hare justicia dice el juez. Y entonces Jesús usa esta tremenda ilustración para decirnos cuánto más el Padre que es perfecto y que no es un juez injusto hará justicia a los que claman a Él, pero ¿cada cuándo le claman los justos a los que Él les hará justicia? Día y noche. El salmo 34:17 dice: claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias. Claman los justos, no se encomiendan. Usted sabe que también los ladrones se encomiendan a Dios y que todo mundo en un incendio, en un choque o en un susto dice: ¡Hay Dios! Todos se encomiendan, hasta los ladrones en un asalto se encomiendan a Dios cuando se las ve perdidas. Pero la palabra de Dios dice ¡clamen los justos, y Dios oye! Y los libra de todas sus angustias. Clamar, es decir, un venir delante de Dios proclamando sus promesas diciéndole ¡Tu has dicho! Y aun la oración de los hombres de la Biblia como Nehemías, Daniel, Isaías, Moisés clamaron a Él diciendo ¡Tu has dicho! Diciéndole a Dios lo que Él les había dicho y hecho a favor de ellos. En el clamor en la oración debemos involucrar lo que Dios nos ha dicho, lo que Dios ha declarado en su palabra, lo que Dios ha prometido. En Lucas 11:5‐13 se nos narra otra parábola llamada como el amigo que insiste en media noche, y se nos cuenta de un amigo que recibe visitas a la media noche y va con su vecino y le pide panes para ponerle delante de su amigo que acaba de llegar. Jesús dice: os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. Tomemos lo del final, ¿a quién le gustaría que Dios le de todo lo que necesite? Ja ja ¡si como no! Pero si hasta tenemos una lista de todo lo que necesitamos, pero sabes cuál es la palabra que Jesús usa, Él dice: por su importunidad ¿y qué significa eso? Insistencia desvergonzada dice en el diccionario. Es como si alguien llegara a pedirte algo justo en el momento en el que vas de salida de tu casa, tu qué haces, le ayudas rápido para que te deje ir a donde vas. Importunidad, habla de una insistencia desvergonzada delante de Dios, y hay algunos que dicen: pues Dios ya ha de estar aburrido de oírme pedirle lo mismo, pero ¡no es cierto! Dios es un padre perfecto, y sí es algo que necesitas, Él no se aburre de que se lo digas. Hay algunos que oran con tanta flojera que hasta a Dios se le pega el bostezo, o tal vez no, lo mejor es aprender a orar y cómo lo vamos a hacer, pues pidiéndoselo a Dios, qué le dijeron los apóstoles a Jesús: enséñanos a orar, y por qué no le decimos a Jesús eso también, si no sabemos orar bien. No sabemos orar bien pero tampoco ponemos de nuestra parte para aprender, tenemos que decirle enséñame Señor y el Espíritu Santo que nos va a guiar a toda verdad y a toda justicia va venir y nos va a enseñar a orar. Tu oración va empezar a cambiar cuando el Espíritu Santo te enseñe que hay promesas que Dios te ha dado y que antes que decirle a Dios ¡dámela, dámela! Proclames que esa promesa es para ti, anunciando así a quien se opone (que son espíritus que habitan en el cielo en las regiones celestes), que esa bendición es tuya y así se muevan para que las bendiciones lleguen a tu vida. Esta parábola del amigo a media noche es dada por esto; verso 9 ¡pedid y se os dará, buscad y hallares, llamad y se os abrirá! Esta parábola es dada para ilustrar el que vengamos delante de Dios pidiendo, buscando y llamando aunque Dios sabe de qué cosas tenemos necesidad, Dios ha estipulado contestar y suplir nuestras necesidades por medio de la oración. Ahora que pasa si tu oras, oras y oras y no contesta Dios nada de lo que tu estas pidiendo. El solo hecho de que estés en la presencia de Dios te cambia, Dios te da consuelo, te anima, como los amigos que te miran amolado y llegan y te dicen: ¡échale ganas! No te sacan del asunto pero te dan ánimo. Claro que Dios no nos anima así, Él nos anima en verdad, perfectamente, pero si tu vienes a su presencia y clamas a Él y de repente no esta contestada esa necesidad por la que tu estas clamando que Dios conteste, Él va a ministrar tu vida y te va a dar paz, aunque todavía no llegue la respuesta a tu vida. Pero si a causa de que Dios no te contesta dejas de clamar entonces no vas a obtener ni la respuesta, ni paz. Meyer dijo aunque la Biblia esta llena de promesas efectivas desde el principio hasta el final, estas no operan hasta que las tomemos en oración. Elías lo sabía así que él oraba por la lluvia que había sido prometida y la cual él mismo anunció, aunque él mismo había recibido la palabra y Dios mismo le dijo a él, de todos modos clamó. Elías no oraba como todos, él oraba dice la Biblia con la cabeza entre las rodillas y comenzaba a interceder, pero por qué la cabeza en las rodillas, de qué nos habla esto ¡de un intenso clamor! De algo que le salía desde dentro y que no permitía a Elías permanecer parado, sino que lo doblaba de tal manera que terminaba con la cabeza entre las rodillas clamado ¡Señor tu has dicho que lloverá! Existía un conflicto espiritual, él tuvo que reclamar la promesa no solo afirmarla, la reclamó en fe. Cuando oramos Dios nos oye y contesta, si nosotros oramos conforme a su voluntad sin pecado en nuestro corazón, Él contesta, pero en ocasiones la respuesta tarda porque la respuesta enfrenta oposición en Daniel 10 encontramos como la oración de Daniel tuvo oposición, pero llegó a los oídos de Dios y la escuchó y la contestó, sin embargo cuando venía la respuesta en camino, que por cierto la traía un ángel que era la interpretación de una visión, a éste se le opuso una resistencia espiritual. Daniel 10:2‐4 dice: En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas. Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel. Nos habla de que Daniel estaba orando afligido por 21 días que ayunó y oró, y después de esos 21 días de oración y ayuno la respuesta no llegaba, tal vez Daniel pensó que a la semana, o a los tres días la respuesta llegaría, pero, por qué no llegó la respuesta. Verso 12‐ Se le aparece un ángel y le dice a Daniel…Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. El ángel vino a causa de las palabras en oración de Daniel, Daniel clamaba y su oración durante 21 días provocó que Dios enviara a un ángel. La oración puede llegar a mover a los ángeles de Dios. Y este ángel que se le presenta a Daniel era un ángel luchador dice la Biblia que durante 21 días un jefe espiritual satánico llamado el príncipe de Persia y se le opuso al ángel mensajero con la interpretación de la visión de Daniel y no lo dejaba pasar. Estaremos soñando, esto parece sacado de una película de guerra de Titanes o algo parecido no, pero dice que hubo oposición a la respuesta, es decir que la respuesta Dios la envió, pero si Dios es soberano y poderoso porque simplemente no hizo que el príncipe de Persia no se levantara y así llegara rápido la respuesta a Daniel. Hubo oposición durante 21 días, y qué hacía Daniel durante esos 21 días, él oraba y ayunaba así que Dios envió a un arcángel llamado Miguel pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. Mientras Miguel estaba peleando con aquel espíritu llamado príncipe de Persia el ángel estaba ahí queriéndose colar entre las piernas de Miguel yo creo verdad, porque había oposición. Cuantos descubren que la oración es contestada por Dios, pero hay oposición para que te llegue la respuesta, pero aunque la respuesta tardaba Daniel perseveraba y el ángel fue enviado por la perseverancia de Daniel en ayuno y oración, y aun cuando el ángel iba a regresar en el verso 20 Él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá. ¡Ándale ya le traían ganas al angelito este! y como vencieron al de Persia para que pudiera llegar con Daniel ahora le iban a mandar a otro, al de Persia y al de Grecia, dos espíritus principales jefes satánicos se le opusieron al ángel de regreso, sin embargo dice verso 21 Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe. Nuestra oración debe ser una oración eficaz, una oración de fe y persistente, una oración que hace frente a la oposición espiritual y persevera en medio del conflicto espiritual declarando la victoria de Jesús en la cruz, debemos hacer de nuestra oración una oración que prevalezca no una oración religiosa, tímida, insegura y llena de dudas, desanimada o forzada. Elías mando a su siervo a mirar el cielo seis veces y cada vez que este volvía traía la misma respuesta ¡no hay nada!, le preguntaba Elías ¿ya viene la lluvia? Nada… y el siervo se habrá preguntado ¿dónde esta el poder Elías? Ese que hizo descender fuego del cielo, dónde esta. Yo creo que Elías mandó seis veces al siervo porque creyó que esa era la buena, él lo mandaba esperando que el siervo llegara y le dijera: ¡sí, ya viene un tormentón tremendo! Pero seis veces lo mandó y nada, cuántas veces llegas tu delante del Señor y nada… y nada… y nada… y nada… Dice la Biblia seis veces y esto nos habla de que no recibió inmediatamente la respuesta, tal vez nosotros a la tercera o cuarta vez hubiéramos dejado de orar, la mayoría desistiríamos donde Elías insistió y perseveró, por séptima vez le dijo a su siervo: ve de nuevo mientras el seguía arrodillado pidiendo la promesa de lluvia y Dios le contestó. El siervo dijo viene una nubecita pequeñita como del tamaño de una palma de la mano. Y así pasa cuando Dios nos contesta a veces sólo se ve una puntita de lo que Dios va a hacer en nuestra vida pero dice la palabra de Dios que Elías oró hasta recibir su lluvia, un derramamiento poderoso de lluvia que la tierra árida y seca recibió de inmediato, pero ¿qué hubiera pasado si Elías hubiera dejado de orar después de la sexta vez? Si como tu y como yo hubiera dicho la tercera es la vencida. Dejar de orar no es la respuesta ¡insiste, persevera! Ahora sabemos como orar por un avivamiento, aunque la Biblia nos diga claramente que la voluntad de Dios es derramar de su Espíritu en estos últimos días debemos persistir con determinación en la oración y súplica y nunca desistir hasta recibir la respuesta. Quién quiere un avivamiento en México, aún en su propia vida, en su matrimonio, Dios ha establecido que en los postreros días derramará de su Espíritu y aunque hablamos en lenguas espirituales, tal vez a muchos nos hacen faltas las señales que seguían al derramamiento del espíritu ¿tu te conformas con que un enfermo sane al año milagrosamente? ¿Por qué Dios no sana a más si es el mismo de ayer, hoy y por los siglos? ¿Por qué no vemos el poder glorioso de Dios? Será que Dios no nos lo quiere dar, será que no es para nosotros, o será porque no clamamos a Dios. No sé cual sea tu petición, ni necesidad, ni lo que tu veas, pero yo te quiero decir que el dejar de orar no es la solución, sino perseverar y no desmayar dice Colosenses. Persevera clamando por un avivamiento y una visitación gloriosa de Dios, un avivamiento donde los corazones se vuelvan a Dios, donde se destronen a los dioses falsos, un avivamiento de santidad donde confesemos nuestros pecados y nos volvamos al Dios que nos hizo, que nos salvo y que nos formó, un avivamiento donde el rencor, la ira, la envidia, los celos, lo que sea que haya en nuestro corazón sean quemados, un avivamiento con señales y milagros del poder de Dios. Un avivamiento que haga que el nombre de Dios sea glorificado y exaltado. Pero cuántos perseverarán en oración, cuántos oiremos un mensaje más y solo diremos: es bueno orar, sí es cierto, hay que orar. La diferencia entre algunos de nosotros y Elías estuvo en que Él oró fervientemente; yo te animo a que seas una persona de oración que también ora fervientemente sin desanimarse, tal como lo hizo Elías, que el Señor haga crecer la semilla de la oración en tu vida y de fruto en abundancia para glorificar el nombre de Dios a través de ti. 
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