CALAMBRES El calambre o rampa es la sensación de dolor causada por un espasmo involuntario del músculo; sólo en algunos casos es de gravedad. Puede ser a causa de una insuficiente oxigenación de los músculos o por la pérdida de líquidos y sales minerales, como consecuencia de un esfuerzo prolongado, movimientos bruscos o frío. También se puede definir como una contracción súbita y dolorosa de un músculo o de un grupo de ellos. El envenenamiento o ciertas enfermedades también pueden causar calambres, particularmente en el estómago. Los grupos musculares más comúnmente involucrados son los siguientes: Parte posterior de la pierna/pantorrilla Parte posterior del muslo (corva) Parte frontal del muslo (cuádriceps) Los calambres en los pies, las manos, los brazos, el abdomen, y a lo largo de la caja torácica también son muy comunes. El músculo afectado por el calambre se puede sentir duro o abultado. CAUSAS El espasmo muscular suele suceder después de un ejercicio intenso y con gran actividad muscular. Algunas personas sufren espasmos mientras están durmiendo debido a una alteración de la irrigación sanguínea a los músculos;1 ejemplo: después de comer, la sangre fluye principalmente hacia el aparato digestivo más que a los músculos. Los calambres musculares son comunes y con frecuencia se presentan cuando un músculo se sobrecarga o se lesiona. Entrenar cuando usted no ha tomado los líquidos suficientes (está deshidratado) o cuando usted tiene niveles bajos de minerales, como potasio, (el plátano y el jugo de naranja son grandes fuentes de este mineral), calcio, y magnesio también puede hacerlo más propenso a tener un espasmo muscular. También pueden ser provocados por: Alcoholismo Hipotiroidismo (tiroides hipoactiva) Insuficiencia renal Medicamentos Menstruación Embarazo La causa más común de calambres musculares durante la actividad deportiva es no tomar suficiente líquido. Con frecuencia, tomar agua los aliviará; sin embargo, el agua sola no siempre ayuda. Las sales efervescentes o las bebidas para deportistas, las cuales también reponen los minerales perdidos, pueden ser útiles. TRATAMIENTO Si usted tiene un calambre muscular, suspenda su actividad y trate de hacer estiramiento y masajear el músculo afectado. Estirar los músculos después de hacer ejercicio previene los calambres. El calor relajará el músculo cuando el espasmo empiece, pero el hielo puede servir cuando el dolor haya mejorado. Si el músculo todavía duele, los antinflamatorios no esteroides pueden ayudar con el dolor. Si los calambres musculares son intensos, su médico puede recetarle otros medicamentos. Otras sugerencias para aliviar los calambres musculares: Cambie sus entrenamientos de manera que usted esté ejercitándose dentro de sus capacidades. Tome bastante líquido mientras hace ejercicio y aumente la ingesta de potasio (el jugo de naranja y los bananos son grandes fuentes de este elemento). ELONGACIONES Haga estiramiento para mejorar la flexibilidad. Entrelace las manos estiradas en la espalda con las palmas hacia arriba. Ejerza fuerza con las manos hacia abajo y presione los omoplatos. Se debe sacar el pecho y mantenerse así durante 10 a 20 segundos, con lo cual se debe sentir el estiramiento en la parte superior de los brazos y en el torax. Párese con las piernas bastante apartadas y desplace el peso hacia un lado, doblando ligeramente la rodilla, pero no más allá del tobillo, es decir, que se pueda mirar hacia abajo y se vean los dedos de los pies. Se debe sentir el estiramiento en la pierna opuesta que permanece extendida. Ambos pies permanecen derechos en el suelo mirando hacia adelante. Esta posición debe mantenerse por 10 a 20 segundos para luego recostarse hacia el otro lado. Extienda una pierna hacia el frente con el pie flexionado y doble la otra inclinándose ligeramente hacia atrás. La pelvis debe estar inclinada hacia delante. Mantenga la parte superior del cuerpo derecha mientras se hace el estiramiento por 10 a 20 segundos y luego se cambia de lado. Se debe sentir el estiramiento arriba en la parte posterior de la pierna extendida (a lo largo de toda la pantorrilla y el muslo). Párese con un pie al frente y el peso distribuido por igual entre ambos pies. Doble ambas rodillas y levante el talón posterior del suelo. Adelante la pelvis de tal manera que la espalda quede recta. (Se puede recostar contra una pared o columna para mantener el equilibrio). Manténgase en esa posición por 10 a 20 segundos y luego repítala en el otro lado. Se debe sentir el estiramiento en la parte anterior de la cadera y en el abdomen. Sosténgase de algo para mantener el equilibrio. Estando parado sobre una pierna, sujete el pie de la otra pierna, mantenga la rodilla apuntando hacia abajo y hale hacia arriba con una ligera presión, aunque no es necesario halar hasta alcanzar los glúteos. En caso de sentirse incómodo o sentir dolor, se debe a que se ejerce demasiada tensión sobre la articulación de la rodilla. Mantenga el pie atrás por 10 a 20 segundos y luego cambie de lado. Con este ejercicio, se debe sentir el estiramiento en la parte anterior del muslo. Lleve uno de los codos al otro lado del cuerpo, hacia el hombro opuesto, utilizando la otra mano para acercarlo más a dicho hombro. Mantenga esta posición por 10 a 20 segundos y luego cambie de lado. Método alterno: eleve el brazo sobre la cabeza y doble el codo completamente de tal manera que la mano quede por detrás del cuello, utilizando el otro brazo para estabilizar el codo. Mantenga esta posición por 10 a 20 segundos y luego cambie de lado. Ambos tipos de estiramiento se deben sentir en la parte posterior del brazo. Párese con las piernas bastante apartadas y desplace el peso hacia un lado, doblando ligeramente la rodilla, pero no más allá del tobillo, es decir, que se pueda mirar hacia abajo y se vean los dedos de los pies. Se debe sentir el estiramiento en la pierna opuesta que permanece extendida. Ambos pies permanecen derechos en el suelo mirando hacia adelante. Esta posición debe mantenerse por 10 a 20 segundos para luego recostarse hacia el otro lado. Se pueden hacer exámenes de sangre para verificar lo siguiente: El metabolismo del calcio, el potasio o el magnesio El funcionamiento del riñón El funcionamiento de la tiroides Carmen Lobos Kinesióloga