Antecedentes del Caso

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PRIMER CASO POR DESAPARICION FORZADA EN GUATEMALA
Antecedentes del Caso.
En la aldea Choatalum, municipio de San Martín Jilotepeque del departamento de
Chimaltenango, durante el período comprendido de septiembre 1982 a octubre 1984,
se perpetraron seis desapariciones forzadas contra pobladores de dicha localidad. Las
detenciones ilegales fueron realizadas por Felipe Cusanero Coj, algunas de éstas
perpetradas en compañía de miembros del Ejército y/o Patrulleros Civiles.
Los familiares de las víctimas solicitaron información sobre el paradero de éstas en el
Destacamento Militar de Choatalum a Felipe Cusanero Coj quien se negó a brindar
dicha información y amenazó a los familiares para disuadirlos de la búsqueda.
Las personas desaparecidas fueron:
1. Desaparición de Lorenzo Ávila: 5 de noviembre 1982.
2. Desaparición de Alejo Culajay Ic: 23 de noviembre de 1983.
3. Desaparición de Filomena López Chajchaguin: 15 de enero de 1984.
4. Desaparición de Encarnación López López: 19 de marzo 1984.
5. Desaparición de Santiago Sutuj: 24 de agosto de 1984.
6. Desaparición de Mario Augusto Tay Cajtí: 28 de octubre 1984.
Felipe Cusanero Coj fue conocido por la comunidad de Choatalum y en comunidades
aledañas, durante el conflicto armado interno, como Comisionado Militar, lo que le
vincula como miembro de un grupo paramilitar en estrecha relación institucional con el
Ejército de Guatemala.
Valiéndose de dicha calidad, llevó a cabo los siguientes actos encuadrados dentro del
tipo penal de Desaparición Forzada, establecido en el artículo 201 Ter del Código Penal:
a. Participación activa dentro de la práctica estatal de la desaparición forzada
como parte de una estrategia contrainsurgente, implementada en Choatalum,
San Martín Jilotepeque, Chimaltenango (período comprendido de 1982-1984)
b. Felipe Cusanero privó arbitrariamente de su libertad a 6 personas en Choatalum,
San Martín Jilotepeque, Chimaltenango (período comprendido de 1982-1984)
c. Conducción de las víctimas al Destacamento Militar de Choatalum: todas las
víctimas fueron conducidas por Felipe Cusanero.
Actualmente el señor Felipe Cusanero continúa la comisión del delito de desaparición
forzada a la presente fecha, a través de:
a. Denegación de información sobre la detención y el paradero de las víctimas: Los
familiares de las seis víctimas indicadas, se presentaron en varias ocasiones al
Destacamento Militar, para indagar sobre el paradero de sus familiares. A pesar
de la insistencia en las indagaciones, por parte de los familiares de las víctimas,
Felipe Cusanero negó dicha información y les amenazó.
b. El acusado no ha liberado a las víctimas y ha negado información a los familiares
de las seis víctimas hasta la presente fecha, a pesar de haber sido convocado en
diversas ocasiones por los vecinos de Choatalum para que en reuniones
comunitarias preste información sobre la detención y la ubicación de sus
parientes.
Decisión de los familiares de las víctimas.
Ante la reiterada negativa de Felipe Cusanero de brindar a los familiares de las víctimas
información sobre su paradero, la comunidad decidió en asamblea comunitaria
presentar el caso ante tribunales de justicia guatemaltecos.
Para el efecto, un familiar de cada una de las seis víctimas, actuando como testigos
quienes unificaron su personería en uno de los testigos, se constituyeron como
Querellantes Adhesivos dentro del proceso, planteando una querella penal el 9 de junio
del año 2003 ante el Juzgado de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos
contra el Ambiente del Departamento de Chimaltenango. En febrero del año 2004, se
incorpora en este proceso como Querellante Adhesivo a la representante legal de la
Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Guatemala, (FAMDEGUA).
Actuaciones procesales. Se destacan las siguientes:
El 5 de abril del 2005, Felipe Cusanero presentó su primera declaración ante la Juez
Contralor de Primera Instancia Penal. En mayo del 2006, el Ministerio Público presentó la
Acusación contra Felipe Cusanero por el delito de Desaparición Forzada. Con ello
quedó verificada la Audiencia de Apertura a Juicio el 16 de mayo del mismo año.
Debido a la sustentación jurídica de la Acusación y tras determinar la Jueza que existen
suficientes medios de convicción sobre la responsabilidad de Cusanero en la comisión
de 6 desapariciones forzadas, se remite el expediente al Tribunal de Sentencia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del Departamento de Chimaltenango,
para que se emita sentencia.
El 11 de julio del 2006, la Defensa Técnica Penal de Cusanero Coj presentó un Recurso
de Inconstitucionalidad en Caso Concreto, cuyo argumento principal se centró en la
violación del principio de irretroactividad de la ley por el delito de desaparición forzada,
ya que dicha tipificación se efectuó en 1996, y los hechos acaecieron en el período
comprendido de entre 1982-1984, por lo que manifestó al Tribunal la inaplicabilidad del
artículo 201 Ter del Código Penal en el presente caso.
El Tribunal de Sentencia declaró sin lugar dicho recurso, el 2 de agosto del 2006
indicando que no era procedente pronunciarse sobre la calificación jurídica toda vez
que el debate no había sido celebrado en ese momento. La Defensa Técnica Penal
presentó recurso de Apelación el 9 de agosto del 2006 en contra de la resolución de
fecha 2 de agosto del 2006, debido a que el Tribunal de Sentencia omitió pronunciarse
sobre el fondo del asunto, por lo cual solicita a la Corte de Constitucionalidad que se
pronuncie al respecto decretando la improcedencia del juicio contra Cusanero Coj por
el delito de desaparición forzada debido a que dicho tipo existe en el ordenamiento
penal desde el año 1996.
El 10 de agosto del 2006, el Tribunal de Sentencia resolvió suspender el inicio de debate
fijado para el 17 de agosto del 2006 debido a que la Corte de Constitucionalidad debió
pronunciarse para continuar el proceso penal ante el Tribunal de Sentencia. Con fecha
14 de agosto del 2006, fue remitido el expediente a la CC para que conociera el caso
concreto.
Con fecha 21 de septiembre del mismo año, se fijó Vista Pública con el objeto que las
partes, en forma oral, presentaran los argumentos que sustentanban la improcedencia
del recurso de inconstitucionalidad planteado por la Defensa, debido a la naturaleza
del delito de desaparición forzada como un delito permanente, que excluye la
retroactividad de la ley penal, ya que el mismo continúa consumándose debido a la
negativa actual por parte del acusado en informar sobre el paradero de las seis
víctimas.
EL 20 de junio del 2007, la CC resolvió en el caso declarando NO HA LUGAR el recurso de
apelación de la inconstitucionalidad de ley en caso concreto del Art. 201 TER del
Código Penal planteado por la defensa del imputado. Con este fallo el Tribunal de
Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Chimaltenango
ordenó la realización del debate oral y público para el 10 de marzo del 2008 a las 9:00
horas.
El debate oral y público, inició con la intervención de las partes procesales y
posteriormente se procedió a escuchar la declaración testimonial de testigos así como
de un perito. Dentro del debate nuevamente la defensa de Cusanero Coj planteó el
mismo recurso de inconstitucionalidad en contra del articulo 201 TER acción que fue
resuelta el 25 de marzo de 2008, por el Honorable Tribunal de Sentencia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de Chimaltenango,
constituido en Tribunal Constitucional, quien resolvió
sin lugar el incidente de
inconstitucionalidad de ley en caso concreto del artículo 201 Ter.
Entre los considerandos de la sentencia emitida por el Honorable Tribunal resaltan: “Este
tribunal considera que la norma atacada de inconstitucional (Artículo 201 Ter. del
Código Penal, vigente) en ningún momento contradice el artículo 15 de la Constitución
Política de la República,” y “Este Tribunal comparte el criterio sustentado por la
Honorable Corte de Constitucionalidad en el sentido que para entrar a conocer sobre la
inconstitucionalidad de una ley ordinaria en caso concreto la misma debe ser el
basamento de la resolución final del conflicto planteado.”
Ante dicha resolución, nuevamente, la defensa del acusado planteó el 27 de marzo del
2008 un recurso de apelación para que fuera conocido por la Corte de
Constitucionalidad. Debido a esta acción, el Tribunal de Sentencia Penal, Narcoatividad
y Delitos contra el Ambiente de Chimaltenango suspendió las diligencias de debate oral
y público hasta que la CC resolviera la apelación planteada.
Finalmente, luego de cuatro años, el 7 de julio del 2009, la Corte de Constitucionalidad
resolvió NO HA LUGAR la apelación planteada por la defensa del imputado. Con esta
resolución se reanuda el debate oral y publico el próximo miércoles 26 de agosto en el
Tribunal de Sentencia de Chimaltenango.
DE LA RESOLUCIÓN DE LA CC EN LA APELACIÓN NÚMERO 929-2008.
El carácter permanente de la desaparición forzada.
La CC reconoce el carácter permanente, citando la relación que existe entre el Artículo
201 Ter y la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
Se entiende que existe permanencia en la consumación del delito dependiendo en la
totalidad de la ejecución, de la voluntad del sujeto activo; esto significa que mientras no
se conozca el paradero de la victima, todos los posteriores se consideran de
consumación. Dice la Corte de Constitucionalidad “no es cuando empezó, sino si ha
terminado de producirse”.
La CC establece que, en las desapariciones forzadas, el carácter de delito continuado
va desde el secuestro o detención de la víctima hasta el momento de su libertad o de su
muerte, fehacientemente comprobada, es decir, si se tiene probado su detención o
secuestro, pero, no se tiene probado fehacientemente su aparición, libertad o muerte;
en este caso el delito se continúa cometiendo día tras día.
Es por eso que la Corte de Constitucionalidad (CC), citando la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, establece que la desaparición forzada de
personas constituye “salvo la existencia de prueba en contrario, un delito de carácter
permanente y continuado, que como ello indica, y valga la redundancia, aún hoy se
está cometiendo”.
El principio de retroactividad de la ley penal.
Es importante tener claro que, por su carácter permanente las desapariciones forzadas,
no vulneran la retroactividad de la ley penal, sino que al contrario, esto lo hace una
norma positiva y vigente al momento de su consumación. Al respecto la resolución
expone:
“el examen de mérito explica el carácter permanente con el que figura positivado
aquel en la legislación guatemalteca y porqué no entraña retroactividad en su
aplicación. Ya que la desaparición forzada pudo haber iniciado con antelación a la
entrada en vigencia de la norma que describe como ilícita y penable, pero aquel
carácter permanente recogido en el Código Penal, supone que, en caso de persistir, los
hechos de desconocer el paradero de la victima , queda dentro del ámbito de la
vigencia de la ley en el tiempo, ya no importa si la norma fue legislada en el momento
de iniciado sino que este vigente en el momento de su consumación, es decir durante
todo el tiempo mientras no se conozca el paradero de la victima.”
Es importante reconocer que la CC le da el reconocimiento al Derecho Internacional
Humanitario, la Convención Americana sobre Desaparición Forzada de personas de la
cual Guatemala, es parte desde el año 2000, y la Jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Además de apoyarse en la doctrina sobre el
carácter permanente de las desapariciones forzadas.
La CC abre las puertas a la justicia.
La Resolución de la Corte de Constitucionalidad (CC) dejó en firme la naturaleza
permanente y continuada del delito de desaparición forzada y abrió las puertas para
reanudar el debate oral y público. Después de muchos años de impunidad, en el caso
Choatalum, la justicia abrió puertas a los familiares de las víctimas para que puedan
juzgar a un paramilitar en su responsabilidad material por la desaparición forzada de seis
personas.
En su resolución, la CC dejó claro que las audiencias públicas contra el acusado Felipe
Cusanero deben de continuar en su Primera Instancia y que el delito de desaparición
forzada es de naturaleza continuada y permanente.
En los 36 años del conflicto armado interno se registraron 45 mil casos de detenciones
forzadas, en su mayoría, perpetrados por agentes de Estado, mucho de los cuales han
quedado descritos en los informes de Recuperación de la Memoria Histórica - REMHI - y
de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico - CEH -.
El Sistema de Administración de Justicia tiene en sus manos la obligación de garantizar
la justicia a las decenas de miles de familiares de las víctimas que también exigen que se
esclarezcan los hechos y saber del paradero de sus familiares.
Porque la IMPUNIDAD no puede seguir siendo la norma en la administración de
justicia en casos de graves violaciones a los derechos humanos registrados
durante los años de la guerra interna.
¡POR EL DERECHO A UN PAÍS JUSTO!
Guatemala, agosto 2009.
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