3O4 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nuestro recorrido, bastante extenso por cierto, a lo largo de la forma r ción, no obstante el empeño que en ello pusimos; únicamente algún Scolithus, no muy bien conservado, y algún otro resto recogido podrán por ahora contribuir a una mayor certeza en la determinación. Pero de su aspecto de facies, así como de su posición estratigráfica con respecto al de- F i g . 2 . — B o s q u e j o de los grandes conjuntos geológicos en las zonas reconocidas. vónico que le rodea, creemos puede decirse que, en efecto, pertenecen los mismos a este período geológico. En estos cordales dichos, que se alinean paralelamente entre sí y según una orientación NE.-SW. dominante, los materiales silúricos aparecen plegados, en claros y acentuados pliegues, destacados con mayor intensidad a favor de las cuarcitas, que, con su mayor resistencia erosiva, constituyen las partes elevadas sobre las zonas pizarrosas menos resistentes. El eje de dichos pliegues sigue la dirección NE.-SW. marcada por las alineaciones citadas, y presentan en muchos casos sus flancos simétricos, distribuyéndose la red hidrográfica actual de reducidos