EXTENSIÓN Y RECLUTAMIENTO Por Tom Smith Traducido de la revista “Maria Legionis” por Germán Mazuelo-Leytón Este es un deber muy importante. Creo que deberíamos tener un cincuenta por ciento de instrucción permanente acerca de lo que debiera ser el deber de la extensión y del reclutamiento para la Legión. Es lamentable la negligencia de los legionarios acerca de este aspecto. ¿Realmente creemos en el sistema de la Legión? Si la respuesta es "si", ¿por qué entonces no compartimos este beneficio con los demás? La razón de que la mayoría de nosotros esté en la Legión es porque alguien nos ha invitado a unirnos a ella. En la ciudad de Dublín, para tomar un ejemplo, existen muchas personas que están de acuerdo con lo que enseña la Legión, pero que no son socios activos, ni siquiera auxiliares de la Legión. ¿Por qué? Porque nosotros, los activos, no hemos ido en su busca para invitarlos. ¿Cuándo haremos esto? Este deber, si es apropiadamente abordado, debe ser también adecuadamente planeado. Si a cada uno de nosotros se nos preguntara, cuántas personas hemos invitado a formar parte de la Legión la semana pasada, ¿cuál será nuestra respuesta honesta? Así, en el caso nuestro, existe mucho por hacer para el mejoramiento al respecto. Y es imperativo que mejoremos, y mucho, porque el futuro de la Legión depende de un substancial incremento de socios. Nosotros le debemos esto a Nuestra Señora que es nuestra Madre -una maternidad otorgada en la Cruz, mientras Ella veía la sangre de su Hijo fluir en el momento de su muerte con gran agonía y dolor. Ella sabía que debía difundir esta maternidad para salvar almas, salvarnos a cada uno de nosotros del pecado original, y procurarnos un lugar en el Reino de Dios por siempre. Por nuestro bautismo, Jesús, el Hijo de María, nos ha hecho parte de su Cuerpo místico y es este estado tan alto, que nos da la obligación y el privilegio de actuar por El, nos da el privilegio de ser apóstoles. Los legionarios privilegiados de haber sido reclutados en el ejército de María, ven este su rol de apóstoles, como el ser llevados bajo el patrocinio de Ella, así como Jesús lo dejó establecido en el momento más solemne de todos los momentos, justamente antes de Su muerte, confirmando de esa manera la maternidad de María sobre todos nosotros. Cada apostolado deriva de la pertenencia al Cuerpo místico. La Legión de María cree y enfatiza que este apostolado debe ser realizado en unión con María nuestra Madre. El Papa Paulo VI, reforzaba este aspecto cuando decía: "Reconocer en Ella (María) el modelo, la guía, el júbilo y el soporte 1 de todos los miembros de la Legión de María, por sus elocuentes actividades, nos ayuda a entender lo mucho que el apostolado debe inspirarse en Ella, que nos dio a Cristo en el mundo y estaba tan íntimamente unida a Él en el trabajo de la Redención", nosotros, en la Legión de María, hemos emprendido este trabajo en completa unión con María para salvar almas. Entonces, nosotros los legionarios no debemos dejar atadas las manos de María por la pereza de los socios. Ahora, como pautas de reclutamiento, ¿cómo deberemos proceder? Sugiero que primero que todo, debemos siempre estar conscientes de la obligación que tenemos de reclutar gente nueva para la Legión. Para comenzar con lo que debemos hacer, cada día consagrarlo por la mañana a Nuestra Señora y consagrar a la Virgen, cada persona con la que nos encontremos. Cuando hayamos hecho esto, nos pondremos de acuerdo con nuestras mentes para invitar a una persona cada día a formar parte de la Legión de María. Si cada legionario se adhiere con mucha fe a este programa, es fácil prever el vasto número de personas que pueden ser contactadas. Si decidimos hacer esto y realizamos un esfuerzo verdadero para vivirlo, Nuestra Señora pondrá gente en nuestro camino. Sólo basta mirar alrededor y ver todos los contactos potenciales -encontramos gente en la parada de buses, en los trenes, en los mercados, en las fiestas, en los bares, en los parques. En nuestro acercamiento no debemos ser selectivos -cada persona es potencialmente un legionario- ¡la persona que excluyamos puede ser la persona que María quiere en mayor medida en su ejército! Edel Quinn pudo fácilmente haber perseverado fuera de las filas del la Legión, porque ella no fue invitada, sino que prácticamente buscó el camino de la Legión. ¡Tampoco San Andrés se dio cuenta que estaba introduciendo al primer Papa cuando llevó a su hermano Pedro al encuentro del Señor! Por lo tanto, hemos de ser constantes y perseverantes. Existe entonces, una opción organizativa. Si nuestro praesidium no tiene una Librería Ambulante bien nutrida, en un centro concurrido con grandes cartelones, tal vez podríamos tener momentos periódicos de reclutamiento después de las Misas, especialmente los domingos. Entonces podríamos intentar algunas de las siguientes sugerencias: a) El Método Columbano de Reclutamiento -con charlas bien preparadas desde el púlpito, letreros atractivos, un buen número de legionarios para realizar los contactos y perseverando en el contacto, con los que parecen ser futuros legionarios. b) La publicación de una cantidad grande, por ejemplo, 3000 invitaciones para unirse a la Legión de María en un periodo de cuatro semanas. 2 c) La proyección de diapositivas de la Legión de María, un día determinado en algún local legionario, estas diapositivas podrían tratarse de los trabajos legionarios o también podrían usarse alternativamente las diapositivas de Edel Quinn. d) Efectuar una reunión informativa pública, sobre la Legión de María. Ofreciendo llevarles a aquellos que estén interesados en la calle mediante un trabajo de contacto previo. (El principal tropiezo y causa por el cual muchas personas no quieren ingresar a la Legión, es el miedo a realizar el trabajo legionario una vez unidos a ella. Sería bueno hacerles notar que mientras el socio mantenga el entusiasmo en el trabajo, éste irá siempre al compás de casi la mayoría). e) Hacer ver atractiva a la Legión de María a través de trabajos heroicos y efectivos. No cabe duda que muchas otras ideas sobre reclutamiento vendrán por sí mismas a aquellos que consideren seriamente el asunto. Extensión de la Legión Ahora, con respecto a la extensión de la Legión, posiblemente no exista otro mejor lugar para buscar sobre ello, que el propio Manual legionario. En el capítulo XXXI podemos leer: "El deber y la obligación de difundir no incumbe exclusivamente ni a los consejos superiores ni a los oficiales de la curia; pesa sobre cada socio particular de la misma; más aún; pesa sobre todos los legionarios. Ténganlo todos bien entendido, y, de vez en cuando, den cuenta de esta su responsabilidad". Entonces,¿cómo reaccionará el legionario común respecto de esta cuestión de extender la Legión? Para comenzar, uno debería mirar atentamente su propio praesidium y preguntarse a sí mismo: ¿Ha crecido este praesidium lo suficiente como para que sea necesario dividirlo y formar un praesidium adicional? ¿Cuándo fue la última vez que se dividió mi praesidium? ¿Tiene todos los grados de miembros legionarios? ¿Tiene bajo su cuidado un praesidium juvenil y por lo menos un grupo patricio? Si ocurre que mi praesidium se está reuniendo en una parroquia diferente a la mía, ¿le he pedido a mi párroco que tenga un praesidium de la Legión, si todavía no tiene ninguno? Si tenemos amistades o parientes que son sacerdotes, ¿hemos tratado de interesarlos en tener un praesidium de la Legión, tal vez, escribiéndoles al respecto si se encuentran en lugares lejanos? Sobre todo, ¿tratamos de que la Legión sea conocida y comprendida en cada hogar que visitamos? Cuando el Juan Pablo II visitó Irlanda, él dijo esto en el transcurso de un discurso: "La Fe comienza en el hogar y sus hogares deben seguir siendo siempre hogares de oración. Al dejar hoy esta isla, tan querida para mi corazón, esta tierra y su gente, motivo de consuelo 3 y fortaleza para el Papa, quisiera manifestar un deseo: que cada hogar de Irlanda continué siendo, o empiece otra vez a serlo, un hogar de diaria oración en familia. Si me prometieseis hacerlo, sería, el mayor regalo que podríais hacerme cuando abandone vuestras acogedoras costas". Para cumplir con los deseos del Santo Padre, necesitamos muchos legionarios y éstos saldrán de hogares orantes. Pero también necesitamos una mayor cantidad de legionarios para proyectos apostólicos tales, como la Peregrinatio pro Christo -en un gran esfuerzo de llevar el Evangelio y su mensaje a los muchos que aún no lo conocen-, así mismo, necesitamos más Incolae Mariae, los que dan extensos períodos da su tiempo, digamos de tres meses a un año, al trabajo de la Legión a algunas áreas aisladas y zonas de necesidades especiales. Si ponemos todos nuestros planes y acciones en las manos de Nuestra Señora, Ella no nos fallará. Ella Jugará su parte de perfección si nosotros cumplimos la nuestra. Entonces, comencemos inmediatamente en lo que queda abarcar por la Legión y démonos nosotros mismos a disposición de Nuestra Madre pidiéndole que nos use cuando quiera y en la forma que Ella quiere. Estos son tiempos muy difíciles para la Iglesia y Nuestra Señora evalúa esto. Por lo tanto, me atrevo a sugerir lo de nuestro Fundador el Hno. Frank Duff. En una ocasión en que la discusión se iba por los cielos, él hizo el comentario siguiente: "...Saben, no me imagino a mí mismo sentado ahí sin hacer nada".¡Cuan típico de este hombre que nunca desperdició un momento. No podemos imaginarnos fácilmente con qué entusiasmo y buena gana él aceptaría cualquier peso sin importar el esfuerzo en el servicio de su tan amada Reina. ¡Intentémoslo todos con mayor entusiasmo y dedicación! 4