ESTATUTOS DEL CONSORCIO DE AGUAS “CALDERA DE TIRAJANA”, DE LAS HEREDADES Y COMUNIDADES DE: SAN BARTOLOMÉ Y SANTA LUCÍA. ESTATUTOS DEL CONSORCIO DE AGUAS “CALDERA DE TIRAJANA” TÍTULO I Denominación, domicilio, objeto, carácter y patrimonio. Art. 1.1- La Heredad de Aguas Sabina y Culata; Heredamiento de Aguas Risco Blanco; Heredad de Lomito de Taidia: Heredad de Taidía; Heredad del Morisco; Comunidad del Morisco; Heredad de la Montaña; Heredad del Parral Grande y Lagunas; Heredad de La Capellanía; Heredad del Tanquillo; Heredad del Higueral; Heredad de la Florentina y la Heredad de Aguas Las Zarcillas, se agrupan los afines que se expondrán en un Consorcio, denominado de “La Cuenca y Caldera de Tirajana”. Art. 1.2.- El presente Consorcio se constituye por tiempo indefinido, con la denominación “Consorcio de la Cuenca y Caldera de Tirajana”, en escritura pública autorizada ante notario, con domicilio en Santa Lucía, C/ Casa Blanca s/n. Presidente Emilio López S. Art. 2.- Estas entidades se constituyen en Consorcio agrupándose al amparo del artículo 26.1,b) de la Ley 12/90 de 26 de Julio, a los efectos de utilizar unas instalaciones comunes, que contemplan toda la zona regable de todas las entidades agrupadas y utilizar en común las instalaciones que se proyecten y ejecuten o que puedan construirse en el futuro y a los fines que libremente se señale en el pacto de constitución entre ellas. Art. 3.1.- Este Consorcio tendrá el carácter de una Comunidad de Bienes de carácter civil, pero con una personalidad jurídica propia en sus relaciones “ad extra y ad intra”, esto es, para con sus propios partícipes y en relación con terceros, principalmente con la Administración en cualquiera de sus ramas y especialmente a los efectos de incoar y gestionar auxilios económicos para obras hidráulicas y de regadíos previstos en los artículos 118 al 123 de la Ley 12/90 de 26 de Julio. Art. 3.2.- El Consorcio será el beneficiario de las obras que se ejecuten, permaneciendo la titularidad en la Consejería del ramo que las auxilie, que tendrá las potestades de vigilancia, inspección y tutela y será beneficiario de los expedientes de expropiación forzosa o servidumbre forzosa, de acueducto y demás técnicas coactivas que se utilicen al objeto de poder dar cumplimiento a sus fines. Art. 3.3.- El Consorcio tiene entre otras finalidades legales, la de formar un bloque común de posible entendimiento frente a las posibles legalizaciones previstas en la nueva Ley 12/90, ya que entre ellas siempre han existido diferencias propias de campear en una misma zona, perímetro coincidente o cuenca con interferencias entre los aprovechamientos existentes. Art. 4.- El Consorcio no se entiende constituido como un “numerus clausus” con las Heredades y Comunidades constituyentes, sino que el mismo tiene el carácter de “numerus clausus”, por lo que podrán integrarse en el mismo, y bajo la aprobación de los dos tercios de los componentes del Consorcio las heredades y comunidades existentes o que se constituyan en torno a un aprovechamiento o aprovechamientos de los que constituya la cuenca o barranco de Tirajana. Art. 5.- El patrimonio del Consorcio, al inicio con carácter de beneficiario, lo constituyen los embalses y canalizaciones o depósitos que con los auxilios económicos o concesiones del Gobierno Autónomo o del Estado, o cualquier otro organismo, ya sean entidades locales, C.E.E., etc, se ejecuten o construyan, si bien éstos podrán implantar o exigir los cánones o tasas correspondientes por su utilización con la cobertura legal suficiente y adecuada. Art. 6.- Cada Heredamiento o Comunidad integrante del Consorcio tendrá una cuota parte de participación en el aprovechamiento de los bienes comunes que se fijarán en razón de horas de aguas a utilizar por cada entidad. Esa cuota participación libremente pactada tendrá la doble contrapartida de proyectarse con igual virtualidad en los beneficios, compromisos, cargas y caudales que se administren. TÍTULO II CAPÍTULO I: Fines del consorcio. Art. 7.- Fines del Consorcio y Administración de Caudales. Además de los definidos en el acto constituyente de hacer frente a un entendimiento en las posibles legalizaciones de aprovechamientos de los que cada una es titular y evitar en lo posible las interferencias, el Consorcio tiene los cometidos de: 1.- Proponer, proyectar planes de regadío y de obras hidráulicas en conjunción con la planificación prevista en la Ley 12/90, para el lugar de su ámbito, cuenca del barranco de Tirajana. 2.- Implantar y controlar sistemas de control de los caudales adaptados y embalsados. 3.- La utilización racional e integral de las obras públicas puestas a su servicio de embalses y canalizaciones. 4.- Procurar la compatibilización y coordinación de los caudales propios con los puestos a su disposición. 5.- Procurar y obtener el apoyo de la Dirección General de Aguas, del Consejo Insular y demás administraciones públicas para el aumento de la cantidad y calidad de agua disponible. 6.- Procurar y fomentar la fusión de las captaciones propias de cada Heredad o Comunidad que en cada momento se pruebe o prevea alguna interacción entre ellas. 7.- Procurar y fomentar toda la ayuda técnica necesaria del Gobierno de Canarias y Consejo Insular de Aguas en orden a incrementar el caudal y calidad del agua disponible. 8.- Colaborar con el Gobierno de Canarias y Consejo Insular, en los programas de actuación de éstos sobre la zona. 9.- Representar ante organismos, autoridades y jurisdicción a los intereses del Consorcio actuando con los medios que el derecho le procure. 10.- Asesorar e informar a los miembros integrantes sobre sus programas de actuación y de asistencia a los mismos procurándoles información. Art. 8.- El Consorcio impulsará y estudiará con los técnicos de la Dirección General de Aguas, los del Consejo Insular y los del Plan Hidrológico la mejor forma de administrar y obtener nuevos caudales. A estos efectos se considerará una unidad hidrológica de la Cuenca y Caldera de Tirajana. Art. 9.- Una vez se decante cuál será la solución técnica para la obtención de nuevos caudales, se solicitará la autorización y concesiones de las obras necesarias, así como el otorgamiento de los auxilios económicos correspondientes por el carácter preferente de la entidad a la concesión de las obras y de los auxilios de acuerdo con el art. 120-2 de la Ley 12/90. CAPÍTULO II: Derechos de sus miembros. Art. 10.- El Consorcio ostentará y ejercerá, en su caso, en interés de las Heredades y Comunidades integrantes, los siguientes derechos: a) El derecho al uso de todas las instalaciones y canales o acequias de distribución con los derechos inherentes de servidumbre y de acceso y paso a los aparatos de medición y distribución del agua. b) Los derechos de alumbramiento y captación que en el futuro puedan proyectarse y autorizarse o concederse en la zona o cuenca, así como el poder actuar con personalidad jurídica y de parte directamente interesada en los procedimientos de otorgamientos de esos derechos. c) Los derechos inherentes a la administración de las aguas, lo que incluye: 1.- La organización y distribución entre las entidades consorciadas salvando las diferencias que puedan surgir entre ellas. 2.- La contratación de todo personal encargado de la administración, contabilidad, vigilancia y mantenimiento. 3.- El Consorcio tiene derecho frente a los impagados de exigir un recargo del 10% sobre la cuota o derrama por cada mes transcurrido sin hacer frente al pago. Mientras mantenga la situación de moroso no podrá solicitar aguas del Consorcio. 4.- Igualmente se reconoce el derecho de proceder al secuestro y a la venta de caudales, correspondientes a la entidad deudora para con su producto hacer frente a las deudas no satisfechas, si notificada dicha obligación transcurriesen tres meses sin proceder al abono. Ambos derechos son compatibles y no se excluyen el de recargo y el de secuestro. d) El derecho a que anualmente se rindan cuentas de lo administrado comúnmente exigiendo se justifique el resultado de las mismas. e) El derecho a participar en todas las Asambleas y Juntas Directivas que se celebren, sean ordinarias o extraordinarias por medio del partícipe de cada Heredad o Comunidad que internamente cada una designe. f) El derecho a ejercer el voto del partícipe designado en el modo, forma y porción que se acuerde. g) El derecho a exponer las diferencias que surjan y las reclamaciones que en torno a la administración y distribución del agua en común surjan. h) Asimismo se podrá solicitar al Consorcio el que se interpongan las acciones pertinentes de orden jurídico, económico o técnico, encaminadas a cristalizar las quejas y reclamaciones anteriores o a la consecución de los fines, integridad y objetivos o defensa del Consorcio. CAPÍTULO III: Obligaciones de los miembros. Art. 11.- Todos los miembros y el Consorcio tienen las obligaciones y deberes que se deriven o sean contrapartida de derechos reconocidos en los artículos anteriores: 1. Todos los miembros y el Consorcio mismo, que se constituye, se someten a las prescripciones de los presentes Estatutos y a los pactos que con todos y cada uno se adopten libremente. 2. Los acuerdos que se adopten en Junta serán obligatorios, válidos y ejecutivos para todos y cada uno de sus miembros, los que deberán ser acatados sin perjuicio del derecho a los recursos que procedan y que establezcan estos Estatutos. 3. El hacer frente al pago de las cuotas correspondientes a los gastos ordinarios, comunes o generales y a las derramas que se acuerden para atender a los gastos extraordinarios o de inversión a cuyos efectos podrán acogerse a las fórmulas de pago directo en las oficinas del Consorcio o por medio de domiciliación bancaria en la entidad de crédito o comercial que convenga. 4. Todos los miembros tienen hacia el Consorcio el deber de lealtad que se traduce en: a) La transparencia de todo tipo de relaciones entre ellos. b) La no ocultación de información hidráulica, administrativa o técnica que se posea y que sea de interés general. c) En transmitir por el medio adecuado a sus partícipes, información cabal de la situación general y de la actividad que en cada momento despliegue el Consorcio o haya de desplegar. d) Al ser una Comunidad de Bienes sin ánimo de lucro no podrán disponer de las aguas del Consorcio aquellos que tengan aguas de su propiedad en ventas regulares, por lo que se entiende que el Consorcio no tiene ánimo de lucrar a ninguno de sus consorciados directa ni indirectamente. TÍTULO III CAPÍTULO I: Organización y Gobierno del Consorcio. Art. 12.- El Gobierno y la Administración del Consorcio se realizará por medio de: 1. La Asamblea o Junta General. 2. La Junta de Gobierno. 3. Y por su Presidente y Secretario. Art. 13.- La Asamblea es el órgano soberano y de gobierno del Consorcio, en el seno de la cual se adoptarán todos los acuerdos atinentes a la vida, régimen jurídico y funcionamiento del Consorcio, así como los relativos a la ampliación de los fines y objetivos del mismo, los acuerdos que se adopten serán obligatorios para todos los consorciados, incluso para los que hayan votado en contra o no hayan asistido a la reunión. Art. 14.- La Asamblea estará constituida por todas y cada una de las Juntas Directivas de las diferentes Heredades y Comunidades que formen parte del Consorcio, y el derecho al voto se ejercerá en razón de la cantidad de horas de aguas consumidas anualmente por cada entidad, y será por unanimidad de las Juntas Rectoras o directivos, cualquiera que sea el número sin que éste pueda ser divisible ni a efectos de cómputo. Si no existe unanimidad para el ejercicio del derecho al voto o no se ejerce, ello dará derecho a la justificación que se quiera dar en el acta y que habrá de ser recogida en la misma. Art. 15.1.- Las Asambleas serán ordinarias o extraordinarias. Las ordinarias se celebrarán dos veces como mínimo al año, una para acordar y aprobar todo lo relativo a la distribución y gobierno de las aguas en común y otra para adoptar los acuerdos pertinentes en orden a la aprobación o no de los balances y cuentas de resultado del Consorcio, así como todo lo atinente a la vida y mantenimiento del mismo órgano colectivo. En estas Asambleas se podrá tratar de cuantos otros asuntos se consideren incluir por la Junta Rectora, o los que se soliciten con la debida antelación por cualquiera de las entidades consorciadas. Además tendrán un apartado para ruegos y preguntas. Art. 15.2.- Las Juntas Generales Extraordinarias se celebrarán por convocatoria especial, con expresión de la fecha de la reunión, lugar de la misma, hora, y de todos los asuntos que se hayan de tratar. Y lo hará por iniciativa del Presidente, por acuerdo de la Junta Rectora o cuando así lo soliciten al menos tres entidades; para ello deberán hacerlo por escrito, donde consignarán los asuntos que deseen sean incluidos en el orden del día de la convocatoria. El Secretario vendrá obligado a firmarles el duplicado, con la fecha de entrega. En estas Juntas no podrán tratarse más asuntos que los incluidos en convocatoria, que habrá de contener un capítulo destinado a ruegos y preguntas. Art. 16.- Si el Presidente del Consorcio, en su defecto la Junta Rectora, en el plazo de veinte días a partir de la fecha en que se recibiese la solicitud para la convocatoria de una Asamblea Extraordinaria no lo hiciera, dicha Junta podrá ser convocada por los promotores de la misma, siempre que sumen como mínimo tres entidades, quienes además designarán la persona que haya de presidirla, en dicha Junta no podrán tratarse asuntos concernientes sobre otras entidades del grupo, a no ser que formen parte de la Junta Promotora. Art. 17.- La Asamblea es el Supremo Órgano de Gobierno y Administración del Consorcio, en el seno de la cual deben tomarse todos los acuerdos relativos al presente y futuro del Consorcio, a la que puede someterse cualquier disquisición o conflicto que se plantee, bien entre los miembros, y los órganos directivos y de gobierno del Consorcio. Sus acuerdos son válidos y ejecutivos. Art. 18.- La Asamblea adoptará sus acuerdos por simple mayoría de votos de los consorciados presentes con arreglo a las bases establecidas en estos Estatutos y según el Pacto de Constitución. Las votaciones pueden ser públicas o secretas, según acuerdo de la propia Junta General, Junta Rectora o por disposición de la Presidencia. Han de ser siempre secretas las que afecten a conductas personales. Art. 19.- No podrán tratarse en las Asambleas ya sean Ordinarias o Extraordinarias más asuntos que los mencionados en la convocatoria. Si bien todo consorciado tiene derecho a presentar proposiciones sobre asuntos que no hayan anunciado en la convocatoria, para tratarla en la reunión inmediata de la Junta General o bien actuar según lo dispuesto en el artículo quince de los presentes Estatutos. Art. 20.- Cuando no se lograse en primera convocatoria la asistencia de los consorciados que representen al menos los dos tercios de la Asamblea, si así se hubiese hecho constar, como se deberá hacer, en la convocatoria, se celebrará en segunda una hora más tarde, con cualesquiera que sea el número de asistentes, y se tomarán los acuerdos que procedan, a no ser que estos Estatutos o la Ley exija una mayoría cualificada (“quorum”) para determinados asuntos, o se trate de un acuerdo que a juicio de la Junta Rectora conforme con un buen asesoramiento, pueda comprometer la existencia del Consorcio o perjudicar los intereses del mismo. Los acuerdos de las Asambleas, cuando estos Estatutos no exijan un determinado “quorum”, se adoptarán por simple mayoría de votos de los concurrentes, decidiendo la Presidencia, en caso de empate, con su voto de calidad. Art. 21.- En cada Junta General antes de entrar en el orden del día, se formará la lista de asistentes, expresando el carácter o representación de cada uno. Al final de la lista se determinará el número de representantes de las entidades consorciadas. Sólo se podrán pasar al seno de la Asamblea los órganos directivos de las entidades consorciadas, se entiende que son el Presidente, Secretario, Vicepresidente, Interventor, y demás vocales que hagan sus veces. No se permitirá la presencia de ningún heredero o comunero, ni cualquier otra persona ajena al Consorcio, salvo aquéllas que, por motivos especiales, así lo disponga la Presidencia o Junta Rectora. Art. 22.- Los directivos consorciados podrán solicitar por escrito con anterioridad a la Junta, verbalmente ante ésta, los informes o aclaraciones que estimen precisos acerca de los asuntos comprendidos en la convocatoria. La Junta Rectora estará obligada a facilitarlos, salvo que en los casos en que, a su juicio, la publicidad de los datos pedidos perjudique los intereses del Consorcio. Esta excepción no prosperará cuando la solicitud esté apoyada por los dos tercios del Consorcio. Art. 23.- El acta de la Junta General podrá ser aprobada por la propia Junta a continuación de haberse celebrado ésta, y, en su defecto, lo será en la próxima Junta que se celebre. El acta aprobada en cualquiera de estas formas tendrá fuerza ejecutiva a partir de la fecha de su aprobación. También podrá ser aprobada, dentro del término de quince días, por el Presidente y cuatro directivos de la Asamblea, dos en representación de la mayoría y otros dos de la minoría, que elija la Junta, la que igualmente tendrá ahora fuerza ejecutiva a partir de su aprobación. El acta será suscrita por el Secretario y el Presidente, quienes la firmarán. Art. 24.- Las convocatorias, lo mismo para las Juntas Ordinarias como Extraordinarias, se harán para los representantes de las entidades consorciadas por medio de convocatoria suscrita por el Presidente, o en su caso por el Secretario, que se llevará al domicilio del convocado por la persona que designe el Presidente, entregará en mano copia de la convocatoria y recogerá la firma con el recibí del directivo en la original. Para aquellos a quienes por razones de distancia no se les pueda convocar personalmente, se les notificará por carta certificada o bien se convocará a cualquier directivo presente en el domicilio. Art. 25.- Teniendo en cuenta que los asuntos a tratar en las Asambleas han de ser planteados en el seno de las diferentes Juntas Generales de las entidades consorciadas, con el fin de que a la hora de tomar decisiones en la Asamblea ésta se haga con la mayor celeridad posible y temor a dudas, las Asambleas han de ser convocadas con anterioridad a la celebración de las Juntas Generales Ordinarias de las respectivas. Art. 26.- Para las actas de las Asambleas se llevará un libro cuyas hojas serán rubricadas por el Presidente, y que llevará la oportuna diligencia de apertura y selladas con el sello del Consorcio. Art. 27.- Se tendrá en cuenta como norma fundamental en las Asambleas el mutuo respeto entre los asamblearios y el buen uso de la palabra cuando por turno le corresponda. En todo caso que ocurra lo contrario, el directivo infractor deberá abandonar el seno de la Asamblea, además de la sanción que le impondrá la Junta Rectora según se disponga en estos Estatutos. CAPÍTULO II: La Junta Rectora. Art. 28.- La Junta Rectora es el órgano ejecutivo y de Gobierno del Consorcio y está compuesta por un Presidente, un Secretario y un Tesorero y tres vocales adjuntos a los tres cargos reseñados, que sustituirán a los mismos por orden correlativo de 1, 2, y 3 vocales, en casos de ausencia o enfermedad de alguno de ellos y tantos vocales más como entidades agrupadas. La Junta Rectora queda constituida con la reunión conjunta del Presidente, Secretario, Tesorero y los vocales, debiendo justificar las ausencias. Art. 29.- La Junta Rectora es elegida y designada en el seno de la Asamblea de entre los miembros de las Juntas Directivas de las entidades, a propuesta de éstas. Art. 30.- Corresponde a la Junta Rectora ejecutar los acuerdos de la Asamblea adoptando todas las medidas necesarias para su puesta en práctica e informar a ésta y por tanto al Consorcio del grado de cumplimiento de sus acuerdos y de los obstáculos y problemas que se hayan planteado en la vida y funcionamiento del Consorcio. A estos efectos deberá reunirse en tantos períodos y sesiones como se juzguen convenientes y siempre obligatoriamente con la antelación suficiente para preparar, convocar y celebrar las Asambleas Ordinarias y Extraordinarias. Art. 31.- El cargo de vocal de la Junta Rectora se adquiere por designación de la Asamblea a propuesta de cada entidad, de entre personas de su confianza y miembros de la Junta Directiva. Art. 32.- En caso de ausencia, enfermedad o causa justificada, los vocales podrán no asistir o ausentarse de alguna sesión, indicando por escrito las causas y designando en el mismo acto la identidad de la persona que le sustituya. Art. 33.- Los vocales serán designados con los ordinales del 1 al del número de entidades que resulten representadas, y existirán tantos como entidades; recaerán en los tres primeros las facultades y obligaciones de sustituir al Presidente, Secretario y Tesorero en caso de ausencia o enfermedad. Art. 34.- La función de la Junta Rectora es la de hacer cumplir los acuerdos adoptados por la Asamblea y todos los actos de administración y gestión de los caudales de aguas comunes con miras puestas en los acuerdos generales adoptados en el interés general de todos sus miembros. Art. 35.- La Junta Rectora se reunirá en cuantas sesiones ordinarias y extraordinarias que el gobierno y la administración de los bienes comunes exijan, y siempre con la debida antelación para la preparación de las Asambleas, tanto ordinarias como extraordinarias; sus acuerdos serán por mayoría simple, recomendando siempre la unanimidad. Art. 36.- La Junta Rectora podrá designar, por mayoría simple, a un administrador que cumplirá las funciones de gestión interna relativa al control de todos los ingresos y gastos del Consorcio, contabilidad y demás funciones de carácter administrativo, ordenación de documentos y archivos. Art. 37.- La convocatoria y celebración de sesiones extraordinarias de la Junta Rectora se hará siempre con diez días de antelación, por disposición de la Presidencia, o a petición de al menos tres de sus miembros, a celebrar en la sede del Consorcio y previa convocatoria por escrito, con orden del día, y medio que permita tener constancia de la recepción y de la fecha, así como la celebración de la primera y segunda convocatoria, con al menos media hora de diferencia, entre una y otra, siendo en segunda válidos los acuerdos de la orden del día que se aprueben. CAPÍTULO III: El Presidente, el Secretario y el Tesorero. Art. 38.- El Presidente, que será elegido de la directivas a propuesta de éstas, en el seno de la Asamblea, ostenta la máxima representación del Consorcio en relaciones “ad extra y ad intra”. Art. 39.- El Presidente representará al Consorcio en todos los juicios, contiendas y procedimientos en que fuese parte e interesado el Consorcio, procediendo a otorgar los “Poderes a Procuradores” que estime necesarios, y dando cuenta de los mismos en la próxima e inmediata Junta Rectora o Asamblea. A efectos de otorgar su representación, bastará certificación del Secretario, expresiva de la Asamblea en que fue elegido y de vigencia de duración de su mandato. Art. 40.1.- El Presidente es en quien reside la potestad de convocatoria de todos los órganos del Consorcio y de todas las sesiones ordinarias y extraordinarias de la Junta Rectora y Asamblea. Las Juntas Rectoras se convocarán con diez días de antelación a su celebración y la Asamblea con un mínimo de quince días de antelación. Art. 40.2.- El Presidente, por razones de urgencia, adoptará las medidas que estime pertinentes con informe no vinculante del secretario, dando cuenta de inmediato a la Junta Rectora, convocándola al efecto. Art. 41.- El Secretario es el fedatario del Consorcio, quien certificará de sus actos y acuerdos dando fe de los mismos y de la vigencia de los nombramientos, levantando actas de las sesiones, y firmará conjuntamente con el Presidente y Tesorero. Art. 42.- El Secretario tendrá a su cargo la custodia de los libros de acuerdos, de sesiones y Registros obligatorios, así como la ordenación de los archivos del Consorcio. Igualmente ostentará la jefatura del personal contratado por el Consorcio y al servicio de éste. Art. 43.- El Tesorero controlará todos los ingresos y gastos del Consorcio, tendrá bajo su custodia los libros de contabilidad, expidiendo los mandamientos y actas de pago que exija el régimen de funcionamiento del Consorcio, así como el exigimiento de las deudas y recargos a los morosos, proponiendo el secuestro cuando según estos Estatutos sea procedente. TÍTULO IV CAPÍTULO I: Registro de la Entidad y de los Estatutos. Art. 44.- Tanto la escritura de la constitución de Consorcio como los presentes Estatutos, una vez sean supervisados por los diferentes miembros integrantes con sus observaciones, que serán o no recogidas, se presentará ante la Administración o Consejo Insular de Aguas para que proceda a su aprobación en virtud del art. 26.2.3 y .4 de la Ley Territorial de Aguas 12/90. Pasados tres meses desde la presentación se entenderá hecha la aprobación de escritura de constitución y Estatutos. Art. 45.- Cualquier modificación de los Estatutos ampliando el objeto o cometido del Consorcio, habrá de adoptarse en Asamblea General en la que se autorizará a los órganos adecuados para que procedan a ultimar el procedimiento “ad hoc”. Art. 46.- Cualquier cuestión que surja entre los miembros consorciales entre sí y en relación con los órganos del Consorcio y relativos al haz de derechos y obligaciones de ambos habrá de ser resuelta en el seno de la Junta General, y si no se llegase a un acuerdo, se someterá la cuestión en Arbitraje en la forma y procedimiento en que se regulan los arbitrajes, Ley 36/88 de 5 de Diciembre de 1988. Art. 47.- No obstante estos derechos opcionales de resolver las diferencias, no están en pugna con derecho que asiste a cada miembro para impugnar los acuerdos del Consorcio tanto por el juicio de declarativo pertinente como por el procedimiento especial de impugnación de acuerdos sociales. Art. 48.- En el plazo de seis meses a partir de la constitución del Consorcio, deberá elaborarse un reglamento de funcionamiento, necesario para complementar estos Estatutos. En Santa Lucía de Tirajana, a 17 de Mayo de 1993. El Presidente, El Secretario D. Emilio López Santana. D. Manuel Alemán López. PROPUESTA DE REFORMA DE LOS ESTATUTOS. DE LA JUNTA DIRECTIVA La Administración y representación del Consorcio de Agua de la Caldera de Las Tirajanas, la llevará una junta directiva, compuesta por un Presidente, un Secretario, un Tesorero, y como vocales, todos los presidentes de las comunidades, heredades o cooperativas de regantes, pertenecientes al Consorcio de Agua. La Directiva se reunirá en sesión ordinaria dos veces al año, preferentemente en los meses de enero y diciembre del año natural, donde se tratarán entre otros asuntos el estado de cuentas, variaciones en el registro de herederos, y previsiones de consumo de agua. La sesión extraordinaria de la directiva se celebrará cuando lo convoque el Presidente o a solicitud de diez presidentes de comunidades de regantes. Todos los cargos de la Directiva los designa y nombra la junta general, la mayoría de los asistentes, presidentes de comunidades, heredades o cooperativas de regantes. Todos los cargos de la Directiva serán obligatorios por el tiempo de dos años, pudiendo ser reelegido en sus cargos una vez finalice su mandato, como máximo se puede presentar de forma consecutiva a 2 elecciones (cuatro años). Todos los cargos de la Junta Directiva, a excepción del Secretario y Tesorero serán gratuitos y obligatorios e incompatibles entre sí, y sólo podrá renunciarse en caso de inmediata reelección o por causas justificadas; pero si alguno de los cargos que aquí se expresan mereciere ser retribuido para mejor régimen de la Heredad, habrá de ser necesariamente acordado en la Junta General. La Junta Directiva llevará un registro de cada una de las Comunidades, Heredades, y Cooperativas de regantes; se proveerá de un libro de registro de socios o miembros, se constatarán sus ingresos económicos así como su pertenencia a alguna de las comunidades consorciadas. Libros de cuentas y balances de la entidad, así como un libro de registro de entrada y salida de la documentación. Se intentará en un corto período de tiempo buscar fórmulas entre los dos ayuntamientos con objeto de poder ubicar una sede permanente del Consorcio de Agua. DE LA JUNTA GENERAL ORDINARIA El cuarto viernes del mes de enero de cada año, y el segundo viernes de diciembre del año natural correspondiente, tendrán lugar las JUNTAS GENERALES ORDINARIAS, para que la directiva dé cuenta de todas las gestiones, pudiendo tratarse en dicha junta general de todos los asuntos que, directa o indirectamente, afecten al Consorcio de Agua de Las Tirajanas. En esta junta serán elegidos los cargos para el bienio próximo. Terminado el escrutinio cesarán en sus cargos los señores que no hayan sido reelegidos e inmediatamente tomarán posesión los elegidos sin perjuicios de los recursos que contra la elección se presenten. Si alguno de los elegidos no estuviese presente en la junta general le será comunicado por oficio y dará posesión la Directiva. Los recursos que se presenten contra la elección de cargos deberán deducirse, dentro de los dos días naturales siguientes a la elección. Este recuso se presentará al Secretario o al Presidente, quien convocará a la junta general para su resolución. Transcurrido dicho período, quedará firme la elección. La renuncia presentada en Junta General y en el mismo acto de haber sido elegido alguno de los presentes para cargos de la directiva, será admitida y se procederá inmediatamente a nueva elección hasta que queden cubiertos todos los cargos. PROPUESTA DE RÉGIMEN DISCIPLINARIO. El acta deberá ser aprobada por la propia Junta después de haberse celebrado ésta, y en su defecto, habrá de serlo dentro del plazo de quince días, por el presidente de la Junta General y tres partícipes designados por la Junta. En todo caso, el acta se pasará al correspondiente libro de Actas de la Junta General por el Secretario de la misma. Artículo 19.- Junta de Gobierno. Miembros, Elección. 1.- La Junta de Gobierno, elegida por la Junta General de entre los comuneros con voto, es la encargada de la ejecución de Ordenanzas, de los acuerdos propios y de los adoptados por la Junta General. Estará formada por un Presidente, un Vicepresidente, y un Tesorero, que serán los mismos de la Comunidad y dos vocales. 2.- Para acceder a la condición de vocal de la Junta de Gobierno, se requerirá: a) Ser mayor de edad b) Saber leer y escribir correctamente c) No haber sido condenado por delito doloso, ni estar procesado o inculpado por infracción de esta naturaleza a tiempo de la elección. d) Hallarse en pleno goce de los derechos civiles y los correspondientes a los partícipes de la Comunidad. 3.- La duración de los cargos será de dos años, con posibilidad de sucesivas reelecciones. 4.- No será obligatorio aceptar un cargo si se hubiera tenido el mismo y otro en los años anteriores. Artículo 20.- Competencia del Consorcio. a) Administrar, gestionar y promover los intereses de la Comunidad, su desarrollo, y defender los derechos de la misma ante cualesquiera instancias. b) Nombrar y separar a los empleados de la Comunidad en la forma que establezca su Reglamento y la legislación laboral. c) Redactar la Memoria, elaborar Presupuestos, proponer las derramas ordinarias y extraordinarias y rendir las cuentas, sometiendo unas y otras a la Junta General. d) Presentar a la Junta General la lista de los vocales de la Junta de Gobierno y del Jurado que deban cesar en sus cargos con arreglo a los Estatutos. e) Ordenar la inversión de Fondos con sujeción a los presupuestos elaborados. f) Formalizar el inventario de las propiedades de la Comunidad, con lo padrones generales, planos y relaciones de bienes. g) Acordar la celebración de la Junta General Extraordinaria de la Comunidad cuando estime conveniente. h) Someter a la Junta General cualquier asunto que estime conveniente. i) Conservar el sistema de modulación y reparto de aguas j) Disponer la redacción de los proyectos de reparación o de conservación que juzgue conveniente y ocuparse de la dirección e inspección de la misma. k) Ordenar la redacción de los proyectos de obras nuevas, encargándose de su ejecución una vez que hayan sido aprobados por la Junta General. En casos extraordinarios y de extrema urgencia que no permitan reunir a la Junta de Gobierno, podrá acordar urgencia y emprender bajo su responsabilidad la ejecución de una obra nueva, convocando lo antes posible a la Junta General para darle cuenta de su acuerdo. l) Dictar las disposiciones convenientes para la mejor distribución de las aguas, respetando los derechos adquiridos. m) Establecer, en su caso, los turnos de aguas, conciliando los intereses de los diversos aprovechamientos y cuidando que, en momentos de escasez, se distribuya el agua del modo más conveniente para los intereses comunitarios. n) Hacer que se cumpla la legislación de aguas, las Ordenanzas de la Comunidad y sus Reglamentos y las órdenes que le comunique el Consejo insular de Aguas de Gran Canaria, recabando su auxilio en defensa de los intereses de la Comunidad. o) Proponer a la aprobación de la Junta de Gobierno las Ordenanzas y Reglamentos, así como su modificación y reforma. p) Cuantas otras facultades le delegue la Junta de Gobierno o le sean atribuidas por las Ordenanzas de la Comunidad y disposiciones vigentes, y en general, cuanto fuere conveniente para el buen gobierno y administración de la Comunidad. q) Acordar la suspensión de las funciones del Secretario y proponer a la Junta de Gobierno su cese definitivo, mediante incoación de expediente. Artículo 21.- Cargos unipersonales. El Presidente, y en su defecto, el Vicepresidente, es el representante legal de la Comunidad de Regantes. Artículo 22.- Competencias específicas del Presidente. a) Convocar, presidir y dirigir las sesiones de la Junta de Gobierno decidiendo las votaciones en caso de empate b) Autorizar las actas y acuerdos de la Junta, así como firmar y expedir los libramientos de Tesorería. c) Actuar en nombre y representación de la Junta de Gobierno, en toda clase de asuntos propios de la competencia de la Junta. d) Cualquiera otra facultad que le venga atribuida por las disposiciones legales y por las Ordenanzas y Reglamentos de la Comunidad. Artículo 23.- Competencias del Vicepresidente. El Vicepresidente ejercerá las funciones del Presidente en los casos de vacante, ausencia o enfermedad. Ejercerá las funciones que el Presidente tenga a bien delegarle. Artículo 24.- Competencias del Secretario y del Tesorero. 1.- Competencias del Secretario: a) Extender y anotar en un libro foliado y rubricado por el Presidente las actas y acuerdos. b) Expedir certificaciones con el visto bueno del Presidente. c) Conservar y custodiar los Libros y demás documentos, así como ejecutar todos los trabajos propios de su cargo y lo que le encomiende la Junta de Gobierno o su Presidente. 2.- Competencias del Tesorero: a) Hacerse cargo de los fondos de la Comunidad y custodiarlos. b) Pagar los libramientos y cuentas debidamente justificadas y autorizadas por la Junta de Gobierno con el “páguese” del Presidente y con el sello de la Comunidad. Todas las operaciones de movimiento de fondos las hará siempre por medio de cargos y libramientos, según proceda. Artículo 25.- El Jurado. Competencias. Funcionamiento. 1.- El Jurado estará constituido por el Presidente, que será uno de los vocales de la Junta de Gobierno, designado por ésta y por vocales y suplentes en número de dos. Actuará de Secretario el que lo sea de la Junta de Gobierno. El Presidente convocará las reuniones del Jurado. Estas se celebrarán a iniciativa de aquél, en virtud de denuncia o a solicitud de la mayoría de los vocales. 2.- Es competencia del Jurado conocer de las cuestiones de hecho que se susciten entre los usuarios de la Comunidad en ámbito de las Ordenanzas e imponer a los infractores las sanciones reglamentarias, así como fijar las indemnizaciones que deban satisfacer a los perjudicados y las obligaciones de hacer que puedan derivarse de la infracción. 3.- Los procedimientos del Jurado serán públicos y verbales y sus fallos, que serán ejecutivos, se consignarán por escrito con expresión de los hechos y de las disposiciones, de las Ordenanzas en que se funden, así como de la cuantía de la sanción, de la indemnización y de las costas, en su caso. Tomará los acuerdos y dictará sus fallos por mayoría absoluta, siendo necesario para su validez la concurrencia de la mitad de dos de sus componentes. En caso de empate, decidirá el voto del Presidente. Las sanciones impuestas según las Ordenanzas serán pecuniarias, y su importe, que en ningún caso excederá el límite fijado en el código penal para las faltas, se aplicará a los Fondos de la Comunidad. Artículo 26.- Impugnación de los acuerdos. 1.- Los acuerdos de la Junta General y de la Junta de Gobierno en el ámbito de sus competencias serán ejecutivos en la forma y con los requisitos establecidos en el Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y de la Ley de Procedimiento Administrativo, sin perjuicio de su posible impugnación ante el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria. 2.- Los acuerdos adoptados por la Junta General o por la Junta de Gobierno serán recurribles en alzada en el plazo de quince días ante el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, cuya resolución agotará la vía administrativa, siendo en todo caso revisable por la Jurisdicción Contencioso-Administrativa. Las resoluciones del Jurado sólo son revisables en reposición ante el propio Jurado como recurso previo al recurso contencioso-administrativo. CAPÍTULO V RÉGIMEN DISCIPLINARIO Artículo 27.- Principios Generales. 1.- Los Comuneros incurrirán en responsabilidad disciplinaria en los supuestos y circunstancias establecidas en los Estatutos. 2.- El Régimen disciplinario establecido en los Estatutos se entiende sin perjuicio de las responsabilidades de cualquier otro orden en que los Comuneros hayan podido incurrir. 3.- No podrán imponerse sanciones disciplinarias, sino en virtud de expediente instruido al efecto, previa audiencia del interesado. 4.- La potestad sancionadora corresponde a la Junta de Gobierno. No obstante, el enjuiciamiento de las faltas cometidas por los miembros de la Junta de Gobierno será competencia de la Junta General. 5.- Los acuerdos sancionadores serán inmediatamente ejecutivos, sin perjuicio de los recursos que procedan, no obstante, en el caso de que dicha ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o difícil reparación, el Organismo Sancionador podrá acordar de oficio o a instancia de parte, la suspensión de la ejecución del acuerdo recurrido. Artículo 28.- Faltas. 1.- Los Comuneros o Heredades que infrinjan sus deberes regulados por estos Estatutos serán sancionados disciplinariamente, con independencia de cualquier otra responsabilidad civil, penal o administrativa en que puedan incurrir por la misma falta. 2.- Las faltas cometidas por los Comuneros serán calificadas de leves, graves y muy graves. a) Se consideran faltas leves: En general, aquéllas que se cometan por primera vez, siempre que no se haya ocasionado perjuicio material para la Comunidad o sus comuneros. b) Son faltas graves: La reiteración de las leves y todas aquéllas que lleven consigo un daño moral o material para la Comunidad, sus comuneros o las autoridades. c) Son faltas muy graves: La reiteración de las faltas graves y todas aquéllas que sean constitutivas de delito sobre la base de la condición de comunero y las que produzcan perjuicios irreparables para la Comunidad. d) Se estimará circunstancia agravante, que situará la falta apreciada en el inmediato grado superior, el ser miembro directivo de la Comunidad, cuando se cometa en función del cargo. Serán faltas: 1. El incumplimiento de los deberes señalados en estos Estatutos. 2. El no denunciar a los representantes de la Comunidad las manifiestas infracciones de que tenga conocimiento, cometidas por lo comuneros en relación con las obligaciones administrativas o estatutarias. 3. El menosprecio grave, la injuria y la agresión física a comuneros y autoridades. 4. El que se de lugar a que el agua de la Comunidad se desperdicie o se pierda sin ser aprovechada o no diese aviso al representante o trabajador de la Comunidad para el oportuno remedio. 5. El que tomare para riego un exceso de agua sin que le corresponda (por lo que abonará una cantidad del 200% sobre su valor actual al Consorcio) 6. El que por cualquier infracción de los Estatutos o en general por cualquier abuso o exceso, aunque en los mismos no se haya previsto, ocasione perjuicio a la Comunidad de regantes. 7. El riego, por cualquier medio, de tierras de terceros no miembros de la Comunidad. 8. La manipulación de los aparatos de medición de caudal, o cualesquiera otros mecanismos que sean propiedad o utilizados por el Consorcio. 9. La falta de pago. 10. El impago de cuotas ordinarias y extraordinarias, en las cuantías siguientes: seis mensuales, tres bimensuales, dos trimestrales, o una semestral, según se fije por la Junta de Gobierno. 11. La comisión de delitos cuya ejecución fuera realizada con relación a la Comunidad. Artículo 29.- Sanciones disciplinarias 1. Las faltas leves serán corregidas con la sanción de amonestación privada o apercibimiento por escrito, según la gravedad, que será impuesta por acuerdo de la Junta de Gobierno. 2. La Comisión de falta calificada de grave se sancionará con la suspensión del ejercicio de los derechos como comunero por tiempo inferior a un año, o multa de 30 a 600 euros. Dará lugar a la suspensión de la adquisición del agua, hasta tanto haga efectivo su importe a la Comunidad con los recargos procedentes. Dará lugar a la suspensión de los derechos que le correspondan como comunero hasta tanto las haga efectivas a la Comunidad con los recargos procedentes. 3. La comisión de faltas calificadas como muy graves se sancionarán con suspensión de los derechos como comunero por tiempo superior a un año e inferior a dos, o multa de 120 euros al duplo del valor del perjuicio causado. 4. La sanción de expulsión de la Comunidad solamente podrá imponerse por la reiteración de faltas muy graves, y el acuerdo que determine su imposición deberá ser adoptado por la Junta General, con la asistencia de las dos terceras partes de las cuotas de participación de la Comunidad y la conformidad de la mayoría absoluta de la cuotas de participación de la Comunidad. 5. Para la imposición de sanciones, se deberá graduar la responsabilidad del inculpado con la naturaleza de la infracción cometida, trascendencia de ésta y demás circunstancias modificativas de la responsabilidad, teniendo potestad para imponer la sanción adecuada, si fuera más de una la que se establezca para cada tipo de faltas. Artículo 30.- Extinción de responsabilidad disciplinaria. 1. La responsabilidad disciplinaria se extinguirá: a) Por muerte del inculpado b) Por cumplimiento de la sanción c) Por prescripción de faltas d) Por prescripción de las sanciones 2. Las anotaciones de sanciones serán canceladas definitivamente siempre que, una vez cumplida la sanción, los comuneros observen buena conducta después de transcurridos: tres meses para las leves, seis meses para las graves, dos años para las muy graves. 3. Las faltas prescriben una vez transcurrido un año desde su comisión sin haberse decretado la incoación del oportuno expediente, salvo las que constituyen delito, que tendrán el mismo plazo de prescripción que éste si fuese mayor del año. Artículo 31.- Competencia. Las faltas leves se corregirán por el Presidente de la Comunidad, por acuerdo de la Junta de Gobierno, previa instrucción del expediente correspondiente. La sanción de las restantes faltas será de la competencia de la Junta de Gobierno, previa la instrucción de un expediente disciplinario y conforme al procedimiento que se regula en el artículo siguiente. Las funciones disciplinarias con respecto a los miembros de la Junta de Gobierno corresponderá a la Junta General. Artículo 32.- Procedimiento. 1. El procedimiento se iniciará de oficio o a instancia de parte, siempre mediante acuerdo del órgano competente, bien por propia iniciativa o por denuncia. 2. La Junta de Gobierno, al tener conocimiento de una supuesta infracción, podrá decidir la instrucción de una información reservada antes de acordar la incoación de expediente o, en su caso, el archivo de las actuaciones, bien sin imposición de sanción por sobreseimiento, o bien con la de alguna de las previstas para corregir faltas leves. 3. Decidido el procedimiento, el órgano que acordó su iniciación podrá adoptar las medidas provisionales que estime oportunas para asegurarse de la eficacia de la resolución que pudiera recaer, si existieran elementos de juicio suficientes para ello. No se podrán tomar medidas provisionales que puedan causar perjuicios irreparables a los interesados o bien que impliquen la violación de los derechos amparados por las Leyes. 4. La Junta de Gobierno, al acordar la incoación del expediente, designará como Juez Instructor a uno de sus miembros y para el caso de imposibilidad podrá ser otro comunero. El designado deberá tener mayor antigüedad en la Comunidad que el expedientado, o en su defecto, al menos más edad. Desempeñará obligatoriamente su función, a menos que tuviera motivos de abstención o que la recusación promovida por el expedientado fuere aceptada por la Junta. Esta podrá también designar Secretario o autorizar al instructor para nombrarlo entre los comuneros. 5. Sólo se considerarán causas de abstención o recusación el parentesco de consanguinidad dentro del cuarto grado o de afinidad dentro del segundo, la amistad íntima o enemistad manifiesta, o tener interés personal en el asunto. 6. A los efectos del ejercicio del derecho de recusación, los nombramientos de Instructor y Secretario serán comunicados al expedientado, quien podrá hacer uso de tal derecho, dentro del plazo de ocho días del recibo de la notificación. 7. El expedientado puede nombrar a un Comunero para que actúe de defensor u hombre bueno, lo que le será dado a conocer, disponiendo de un plazo de diez días hábiles, a partir del recibo de la notificación, para comunicar a la Junta de Gobierno el citado nombramiento, debiendo acompañar la aceptación del mismo por parte del interesado. El defensor asistirá a todas las diligencias propuestas por el Juez Instructor y podrá proponer la práctica de otras en nombre de su defendido. Asimismo, el expedientado podrá acudir asistido de Letrado. 8. Compete al Instructor disponer la aportación de los antecedentes que estime necesarios y ordenar la práctica de cuantas pruebas y actuaciones conduzcan al esclarecimiento de los hechos o a determinar las responsabilidades susceptibles de sanción. 9. El Instructor le pasará en forma escrita un pliego de cargos, en el que reseñará con precisión los que contra ellos aparezcan, concediéndoles un plazo improrrogable de ocho días a partir de la notificación, para que lo contesten y propongan la prueba que estime su derecho. Contestado el pliego de cargos, o transcurrido el referido plazo de ocho días, el instructor admitirá o rechazará las pruebas propuestas y acordará la práctica de las admitidas y cuantas otras actuaciones considere eficaces para el mejor conocimiento de los hechos. 10. Terminadas las actuaciones, el Instructor, dentro del plazo máximo de dos meses desde la fecha de incoación, formulará propuesta de resolución, que deberá notificar por copia literal al encargado, quien dispondrá de un plazo de ocho días desde el recibo de la notificación para examinar el expediente y presentar escrito de alegaciones. 11. Remitidas las actuaciones a la Junta de Gobierno de la Comunidad, inmediatamente de recibido el escrito de alegaciones presentado por el expedientado, o de transcurrido el plazo para hacerlo, aquella resolverá el expediente en la primera sesión que celebre, notificando la resolución al interesado en su términos literales. 12. La Junta de Gobierno de la Comunidad podrá devolver el expediente al instructor para la práctica de aquellas diligencias que, habiendo sido omitidas, resulten imprescindibles para la decisión. En tal caso, antes de remitir de nuevo el expediente a dicha Junta, se dará vista de lo actuado al inculpado, a fin de que, en el plazo de ocho días, alegue cuanto estime conveniente, no contando este tiempo como plazo de alegaciones. 13. La decisión por la que se ponga fin al expediente sancionador habrá de ser motivada, y en ella no se podrán aceptar hechos ni fundamentos de los mismos distintos de los que sirvieron de base al pliego de cargos y a la propuesta de resolución, sin perjuicios de su distinta valoración. 14. Contra la resolución que ponga fin al expediente, podrá el interesado interponer recurso ante la Junta de Gobierno en el plazo de un mes contado a partir del día siguiente al de su notificación, quedando posteriormente libre la vía jurisdiccional competente. 15. No obstante, para el supuesto de impago de cuotas, en cualquiera de sus modalidades, la sanciones de suspensión de la obtención del aprovechamiento de las tomas de aguas, son automáticas, continuándose el expediente disciplinario si hubiere motivación para mayor calificación, circunstancias que las determinará la Junta de Gobierno. CAPÍTULO VI RÉGIMEN ECONÓMICO Y FINANCIERO Artículo 33.- Confección y liquidación del presupuesto. Anualmente se procederá a la confección del Proyecto de Presupuesto de Ingresos y Gastos correspondientes al ejercicio siguiente, debiendo presentarlo durante el mes de diciembre de cada año a la aprobación de la Junta General. Por la Comunidad, se llevará la Contabilidad correspondiente de la gestión económica de la misma, con sujeción al Plan General de Contabilidad vigente. Asimismo, dentro del primer semestre de cada año, se deberán presentar ante la Junta General, el balance y liquidación presupuestaria, cerrados a 31 de Diciembre del año anterior, para su aprobación o rechazo. Previamente, dicho balance, acompañado de los justificantes de ingresos y gastos efectuados, habrá quedado a disposición de cualquier partícipe que lo requiera. Artículo 34.- Recursos económicos. Los fondos de la Comunidad serán los procedentes de las Cuotas de mantenimiento y Cuotas de adquisición de aguas y extraordinarias, y los legados, donativos, subvenciones, herencias, etc., que se le hicieran por particulares y Entidades Públicas. La responsabilidad del manejo de los fondos queda vinculada directamente al encargado de su custodia. Artículo 35.- Cuotas ordinarias de mantenimiento. Serán cuotas ordinarias las que se abonan para el normal sostenimiento y funcionamiento de la Comunidad. Artículo 36.- Cuotas extraordinarias En caso de débitos, pagos extraordinarios o programas de actuación a ejecutar, la Junta de Gobierno podrá establecer sus cuotas extraordinarias, que serán satisfechas obligatoriamente por los partícipes de la Comunidad en proporción a su cuota de participación. Los participantes satisfarán en función de su cuota de participación mensual, trimestral, semestral o anual, según lo fijare el Consejo, una cuota que se fijará anualmente en los Presupuestos de la Comunidad en función de los gastos corrientes, imprescindibles para la vida y desenvolvimiento de las funciones y cumplimiento del objeto de la Comunidad. Artículo 37.- Recaudación de cuotas. Las cuotas, en cualquiera de sus modalidades serán recaudadas por la Comunidad, la cual extenderá los recibos correspondientes. Las cuotas ordinarias, serán abonadas por los partícipes dentro del mes siguiente a la fecha fijada por la Junta Directiva, en caso que así se determine, o al de presentación del recibo correspondiente. Las cuotas extraordinarias, serán abonadas, en función de la modalidad y plazos fijados por la Junta Directiva, en el mes siguiente a la fecha de presentación del recibo correspondiente. Las cuotas de adquisición de aguas se abonarán en el mes siguiente a la fecha de la toma de agua y de la liquidación correspondiente. A dichos efectos, mensualmente por la Comunidad se practicará liquidación de las aguas tomadas por cada partícipe en dicho mes, la que se comunicará al partícipe para su abono en el mes siguiente de la toma. El impago en dicho mes, dará lugar a un recargo del 10% mensual o fracción sobre el total de la liquidación. Las cuotas ordinarias y extraordinarias no abonadas en la forma señalada, darán lugar a que se recarguen automáticamente los débitos pendientes un 20%. Artículo 38.- Gastos Los gastos de la Comunidad serán solamente los necesarios para el sostenimiento decoroso de los servicios, sin que pueda efectuarse pago alguno no previsto en el presupuesto aprobado, salvo casos justificados, en los cuales habida cuenta de las disposiciones de Tesorería, la Junta Directiva podrá acordar habilitar el crédito correspondiente previa aprobación de la Junta General. En la Caja de la Comunidad, existirá la cantidad necesaria para hacer frente a los pagos de la misma, realizando éstos, siempre que sea posible, a través de una entidad bancaria.