Claudio Arrau nació el 6 de febrero de 1903. Fue el tercer hijo de

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Claudio Arrau nació el 6 de febrero de 1903. Fue el tercer hijo de una familia chillaneja
acomodada, formada por el médico y oculista Carlos Arrau Ojeda, y la profesora de piano
Lucrecia León.
Cuando Claudio tenía apenas un año y un mes, su padre falleció, producto de un accidente
ecuestre, dejando a la familia con importantes deudas contraídas y sin pagar.
Lucrecia se vio obligada a vender de inmediato las tierras familiares y a dedicarse por
completo a dar clases de piano, para mantener a sus tres hijos.
El pequeño Claudio creció así, desde la cuna, junto al sonido del piano. A los 3 años, ya se
interesaba por las partituras y pedía una y otra vez sus piezas favoritas; aprendió el lenguaje
musical antes de leer y escribir el abecedario.
A esta edad se reveló en él su aptitud innata para la música, que su madre estimuló con
veneración y asombro.
En 1908, con sólo 5 años de edad, Claudio ofreció su primer recital en Chillán. Interpretó obras
de Mozart, Beethoven y Chopin, utilizando una especie de zanco para poder accionar los
pedales del piano, que un carpintero amigo le había confeccionado. Rápidamente surgieron
voces clamando al Mozart chileno en Chillán.
* Audiencia con el Presidente
Vestido de pantalón corto, a sus escasos 7 años, Arrau se presentó ante el Presidente Jorge
Montt en La Moneda en Santiago. Allí asombró nuevamente por su temprana genialidad, y
luego de otro concierto ante el Congreso Nacional, fue agraciado con una beca de esta última
institución para estudiar piano en Europa.
En 1911, a los 8 años, partió junto a su madre y hermanos con destino al puerto de Hamburgo,
en la nave Titania. En 1913 los Arrau trabaron contacto con la pianista chilena Rosita Renard,
radicada en Berlín, quien les presentó al destacado maestro Martín Krause.
* Martín Krause
Profesor del connotado Conservatorio Stern, Krause era por aquellos años uno de los
maestros de piano más célebres de Europa. Entusiasta, se hizo cargo de la formación del joven
chileno, dotándolo de las herramientas técnicas e interpretativas, y orientando de paso su
dieta y lectura, así como también sus descansos y paseos.
Desgraciadamente, Krause murió a los 5 años de iniciada esta fecunda relación, lo que
constituyó un duro golpe para el joven concertista de 15 años. Arrau declararía años después:
“Pensé que el mundo se había terminado, tenía la sensación de haber sido abandonado, sentí
incluso que ya no sería capaz de seguir tocando”.
* Crece el prestigio y reconocimiento
Arrau continuó sus presentaciones; recibió aplausos y reconocimientos en Europa, y obtuvo
durante dos años consecutivos, con 16 y 17 años de edad, el importante Premio Liszt, que
había sido declarado desierto durante 45 años.
Bajo la dirección de connotados directores —como Muck y Furtwaengler— realizó conciertos
junto a las principales orquestas de Alemania. En el marco de una gira por Sudamérica, realizó
su primer concierto en Chile como profesional (1921).
* Traspié en Estados Unidos
En 1923 —ya con 20 años y un consolidado prestigio en Europa— Arrau inició una gira por
Estados Unidos. Allí, el recibimiento del público fue distinto al éxito al cual estaba
acostumbrado, y las críticas fueron duras e indiferentes. La difícil situación económica junto a
su madre no hacían más que complicar las cosas.
Arrau entró entonces en una profunda crisis, cuestionándose sus capacidades y perspectivas.
Fue necesaria la intervención de un connotado siquiatra de la época, el doctor Abrahamson,
para que el joven concertista lograra superar sus dificultades.
* Docencia y conciertos
De regreso en Europa, Arrau recibió con alegría su nombramiento en 1925 como profesor del
Conservatorio Stern, demostrando grandes dotes como formador de jóvenes talentos.
En 1932 se formó el cuarteto Claudio Arrau. El concertista no perdió oportunidad para volver a
su país y así lo hizo en 1934, 1938 y 1939. Fueron comentadas y reconocidas sus
interpretaciones de Bach, Mozart, Weber, Schubert y Beethoven.
A los 34 años se casó con la mezzosoprano Ruth Schneider, y pronto nació el primero de los
tres hijos que tuvo el matrimonio.
* Emigra a Estados Unidos
Se avecinaban tiempos difíciles en Alemania, con el surgimiento y consolidación del nazismo.
Gracias a los contactos diplomáticos de Arrau, pudo salvar a su esposa del Tercer Reich, pues
se le atribuían antepasados judíos.
Además, la Gestapo asesinó a un joven y talentoso discípulo suyo, acusado de ser antinazi. Era
el año 1941 y fue entonces que Arrau se decidió a abandonar lo que consideraba como su
segunda patria. Emigró a Estados Unidos, donde permaneció hasta el final de sus días.
* Un nuevo hogar
El recibimiento al maestro Arrau por parte del público y la crítica en Estados Unidos, en esta
ocasión, fue grandioso. En 1941 se consagró como intérprete con un magnífico concierto en el
Carnegie Hall de Nueva York.
La familia Arrau encontró un nuevo hogar en la costa este de Estados Unidos y el pianista
retomó sus actividades habituales: además de conciertos por todo el país, fundó con el chileno
Rafael de Silva la Academia Claudio Arrau en Nueva York (1943).
* Giras por todo el mundo
Los premios y galardones se sucedieron unos a otros, así como las giras y conciertos en todo
el mundo: Israel (1951), regreso triunfal a Alemania (1954), Singapur e India (1956) y Japón
(1965), además de sus frecuentes pasos por los principales teatros del Hemisferio Norte.
Volvió a Chile y visitó Chillán, que lo recibió como hijo pródigo.
Como los músicos del pasado Arrau realizó también numerosas grabaciones. A su primer
disco de cilindro de 1922 y su primer disco de plataforma, en 1927, sumó cientos de registros
musicales con los sellos más importantes del mundo.
Su prestigio como pianista lo situaba por aquellos años como el último vínculo con los grandes
músicos del siglo pasado. Se le consideró el gran intérprete de Liszt, redescubridor de Chopin,
gran señor de Brahms, recreador de Schumann, revelador de Schubert e insuperable
intérprete de Beethoven.
* Consagración en vida de una figura universal
En 1980 Arrau recibióla medalla Hans Von Buelow que le otorgó la Orquesta Filarmónica de
Berlín. Poco después, dada su notable e inigualable trayectoria, el año 1982-1983 fue declarado
el "año Arrau" por los principales círculos musicales del mundo. Para celebrar y homenajear
su aporte a la m?sica del siglo XX, se publicaron libros y ediciones musicales maestras, y se
realizaron importantes festivales. En este marco, se lanzó su primer disco compacto de música
clásica con los vals completos de Chopin. El maestro recibió las máximas distinciones de
numerosos países, como la Legión de Honor de Francia, el Premio de la Música de la Unesco,
la Medalla Beethoven de Nueva York y el grado de doctor honoris causa de la Universidad de
Oxford.
* Premio Nacional de Arte: el reconocimiento de la familia
Chile le concedió en 1983 el Premio Nacional de Arte. “Ser reconocido por la gente y la tierra
donde uno nació es para mí la consagración definitiva. A uno lo pueden distinguir los amigos,
los admiradores y los críticos, pero si falta el reconocimiento de la propia familia, el honor y la
fama son incompletos. Ahora la familia chilena ha decidido concedérmelo y mis sentimientos
son una mezcla de gran humildad y emocionada satisfacción”, comentó entonces el afamado
pianista.
Algunos años después, el maestro Arrau falleció en Muerzzusching, Austria, el 9 de junio de
1991, cuando se preparaba para reanudar sus giras de conciertos. De acuerdo a su voluntad
testamentaria, sus restos fueron sepultados en Chillán.
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