Confianza, la principal exigencia al contratar un contador Cuando alguien acude a un médico, debe confiar en él y no le preocupa si el resto de la gente lo hace. Probablemente acudió a consultarlo por que se lo recomendaron, pero una vez pasada la primera entrevista lo único que importa es la confianza que el médico genera en el paciente. Francisco Javier Calleja Bernal Como los médicos, la actualización es permanente Un expresidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos me dio hace años un ejemplo de la situación en que debían actuar los contadores: Cuando alguien acude a un médico, debe confiar en él y no le preocupa si el resto de la gente lo hace. Probablemente acudió a consultarlo por que se lo recomendaron, pero una vez pasada la primera entrevista lo único que importa es la confianza que el médico genera en el paciente. Cuando una persona busca un contador le importa no sólo la confianza que él le tenga, sino la confianza que la sociedad misma le conceda, es decir, se procura acudir a un contador respetado, reconocido y que al emitir una opinión tenga credibilidad entre el público y entre las autoridades. De nada serviría que el cliente confíe en el contador si la sociedad no lo hace. Esto ha generado con los años una actitud de los cuerpos colegiados de contadores públicos de absoluta severidad en la observancia de sus respectivos códigos de ética. El gran desarrollo y respeto que la profesión ha tenido en nuestro país no hubiera sido posible sin el profundo sentido de ética de la misma. Como siempre que se hacen comentarios sobre estos temas lo más valioso es aportar ejemplos, donde el contador muestre su sentido de la ética y como la práctica. Hace años, el director de un organismo descentralizado llamó a su auditor y le pidió que se hiciera cargo de la elección del equipo de cómputo adecuado para la organización. El contador público respondió que no era él la persona idónea para el trabajo, ya que no era su especialidad. El director insistió con el argumento de que sólo confiaba en él para ese trabajo, por su importancia y por el alto monto de la inversión. 1 El contador respondió que sólo estaba a su alcance el traer al máximo experto en el tema y supervisar que hiciera una evaluación detenida de la situación y presentara la mejor propuesta. Así se hizo. Este caso fue, en su tiempo, tomado como ejemplo y fuente de inspiración para los contadores por varias razones, y es que por principio el contador público antepuso su ética a la obtención de una ganancia, al responder que él no era el profesional adecuado. A su vez, el director de la empresa descentralizada mostró el grado de confianza que tenía en su auditor, al solicitarle primero algo que no era de su competencia y al insistir posteriormente en su encargo, basado en el argumento de que era la única persona en quien confiaba. El contador volvió a mostrar su respeto a los principios éticos al comprometerse a traer al mayor experto del área y a supervisar su trabajo, para tranquilidad de su cliente, pero sin otra intervención. A través de los últimos años la preocupación del gremio de contadores ha ido enfocada a la actualización, se estableció una norma de educación profesional continua y esto va muy acorde con el ejemplo inicial de este artículo. Qué tranquilos nos sentimos al consultar a nuestro médico y comprobar como sus técnicas, su instrumental y sus ideas son de lo más reciente en el ramo de la medicina. El cliente del contador espera otro tanto. La profesión contable enfrenta cambios trascendentes en su normatividad y es obligación de todos los profesionales de la contabilidad entregar a nuestros clientes, cualquiera que éstos sean, una visión actual de lo que es el mundo contable, así lo reclama la ética de la que siempre nos hemos sentido tan orgullosos. El autor es CPC así como integrante de la Comisión de Análisis y Difusión de las Normas de Información Financiera. Los artículos y respuestas expresan la opinión de los profesionistas de las diferentes comisiones. Envíe sus dudas y comentarios a: consulta. [email protected] 2