EL OBJETO

Anuncio
EL OBJETO
Prof. Ruperto Pinochet Olave Todo acto jurídico debe tener un objeto, pues éste es un requisito de existencia esencial sea
cual fuere la especies de acto jurídico de que se trate.
Dispone el artículo 1445, Nº 3º que “para que una persona se obligue a otra por un acto o
declaración de voluntad es necesario”: entre otros requisitos, “que recaiga sobre un objeto lícito”.
Nuestro Código trata el objeto del acto o contrato como un elemento del acto o contrato y lo
identifica con el objeto de la prestación. Dice: “Toda declaración de voluntad debe tener por objeto
una o más cosas que se trata de dar, hacer o no hacer. El mero uso de la cosa o su tenencia puede
ser objeto de la declaración” -art. 1460-.
Existen tres conceptos relacionados con el objeto que no deben confundirse: Objeto del acto jurídico,
objeto de la obligación y objeto de la prestación.
Analicemos brevemente cada uno de ellos.
Por objeto del acto jurídico ha de entenderse los efectos jurídicos que de él emanan. En general, la
creación, modificación o extinción de derechos y obligaciones.
Así los contratos generan obligaciones y derechos que de él nacen. En otros actos jurídicos será el
derecho que el acto ha creado, modificado o extinguido (las convenciones nacen para extinguir
obligaciones).
El objeto de la obligación en cambio, es la prestación o comportamiento que debe cumplir el deudor
en favor de su acreedor.
El objeto de la prestación será la cosa que se trate de dar, o los hechos o abstenciones a que debe
ceñirse el deudor si la obligación es de hacer o no hacer.
Ejemplo
Compramos una bicicleta (compraventa de cosa mueble).
El objeto del acto jurídico: en la compra de la bicicleta es el derecho que nace para el comprador
de exigir la entrega de la bicicleta y el derecho que nace para el vendedor de exigir el pago del
precio.
El objeto de la obligación: serán las prestaciones o comportamientos debidos a que están sujetas las
partes del contrato. Del lado del vendedor el objeto de la obligación será la entrega de la cosa y del
lado del comprador el pago del precio.
El objeto de la prestación: estará constituido por la bicicleta vendida en el caso del vendedor y por el
dinero que constituye el precio en el caso del comprador.
REQUISITOS
Requisitos que debe reunir el objeto que recae sobre cosas materiales
1. Debe ser real, esto es, existir o esperarse que exista. Por eso dice el artículo 1461: “que no sólo las
cosas que existen pueden ser objeto de una declaración de voluntad, sino las que se espera que
existan”.
Si la cosa existe pero perece antes del contrato, no hay obligación, porque no tiene objeto. Así
el artículo 1814 prescribe que: “La venta de una cosa que al tiempo del contrato se supone existente
y no existe, no produce efecto alguno”, y si la cosa no existe al tiempo del contrato, pero se espera
que exista, el contrato es válido, pudiendo entenderse que se vende la suerte o la cosa futura misma.
En el segundo caso, esto es, cuando se vende una cosa que no existe, pero que se espera que exista,
el contrato es condicional, y se reputa celebrado bajo condición suspensiva de que la cosa llegue a
existir.
Si lo que se vende no es una cosa futura sino la suerte: el contrato es puro y simple.
En caso de dudas acerca de si la venta es de cosa futura o de la suerte, se entiende que es de
cosa futura -artículo 1813-.
2. Debe ser comerciable, es decir que no esté fuera del comercio humano.
3. Debe ser determinado. La cosa sobre que versa el objeto debe ser determinada, a lo menos, en
cuanto a su género -artículo 1461, inciso 1º, parte final-.
El objeto puede ser determinable, esto es, susceptible de una determinación posterior.
Si el objeto no está determinado en la forma exigida por la ley, no hay objeto ni obligación.
4. Debe ser lícito, es decir no debe ser contrario a la ley, al orden público y a las buenas costumbres.
Requisitos del objeto que recae sobre un hecho
La prestación de una obligación puede consistir en que el deudor realice o no realice un
hecho.
Los requisitos del objeto cuando este consiste en la realización de un hecho son:
1. Debe ser determinado: lo que implica que debe determinarse de manera tal que evite toda
ambigüedad , en cuanto a que es lo que debe hacerse o no hacerse. Ej. Concierto de cantante.
2. Debe ser físicamente posible. Es físicamente imposible el que es contrario a la naturaleza -artículo
1461, inciso 3º-. Pero para que se estime que hay imposibilidad física, debe ser ésta absoluta, es decir,
el hecho a que se refiere debe ser irrealizable por todos, por cualquiera persona.
La imposibilidad es un concepto relativo, que varía en el tiempo y en el espacio, por ejemplo:
hace pocos años atrás un transplante de corazón era físicamente imposible y hoy no lo es.
3., Debe ser moralmente posible, esto es, no contrario a Derecho -artículo 1461, parte final-1.
1
En este sentido la Corte Suprema en fallo de fecha 17 de junio de 2004. a señalado
lo siguiente: Sexto: Que conforme al artículo 1461 del Código Civil constituye objeto ilícito
4. Finalmente debe ser lícito.
EL OBJETO LÍCITO
El acto jurídico para ser válido no sólo exige que el objeto sea posible, determinado, y
comerciable, sino también lícito.
Los autores no están de acuerdo en lo que por tal debe entenderse. Somarriva piensa que
objeto lícito es el que está de acuerdo con la ley, las buenas costumbres y el orden público. Para
Alessandri el término lícito es, en este caso, sinónimo de objeto comerciable.
Sea cual fuere la tesis correcta, lo cierto es que el legislador ha señalado concretamente los
casos de objeto ilícito.
CASOS DE OBJETO ILÍCITO CONTEMPLADOS EN EL CÓDIGO CIVIL
1. EN LO QUE CONTRAVIENE EL DERECHO PÚBLICO CHILENO
“Hay un objeto ilícito –dice el artículo 1462– en todo lo que contraviene al derecho público
aquellos física y moralmente imposibles, siendo “moralmente imposible el prohibido por las
leyes, o contrario a las buenas costumbres o al orden público”. De lo expresado, entonces,
sólo es dable colegir que la vulneración de una prohibición voluntaria y contractual de no
enajenar no constituye objeto ilícito, puesto que no es una prohibición legal, como lo establece la norma citada.
En efecto, tal opinión ha sido reiteradamente manifestada por la jurisprudencia y referida
por distintos textos doctrinarios, a saber, don Arturo Alessandri Besa, en su obra “La nulidad
y la rescisión en el Derecho Civil chileno”, página 173 expresa que “la nulidad absoluta o
relativa sólo procede como sanción de infracciones de ley y no de estipulaciones de las
partes en un contrato”, y en la página 177 señala que “cuando lo que se infringe es una
cláusula de no enajenar relativa y lícita se produce el incumplimiento de una obligación
de no hacer estipulada en el contrato.” Sobre la misma materia, en el “Tratado de los Derechos Reales” de los autores Sres. Alessandri, Somarriva y Vodanovic, Tomo I, página 60 (Sexta Edición) se sostiene que la sanción de la prohibición voluntaria y relativa de enajenar es
“la de indemnizar los perjuicios si no puede deshacerse lo hecho”, “El acto realizado por el
infractor de la cláusula con el tercero queda perfectamente válido porque esa cláusula es
una obligación personal que no influye sino entre las partes que la estipulan”.
Séptimo: Que, tampoco puede sostenerse, como lo pretende el recurrente, que la venta
efectuada en contravención a dicha cláusula de no enajenar adolezca de objeto ilícito de
lo dispuesto en el artículo 1464 del Código Civil, puesto que la prohibición que nace de la
voluntad de las partes, no se encuadra en ninguno de los presupuestos contenidos en los
numerales que tal norma contempla y tampoco podría ser asimilada a la contenida en el
Nº 3 de tal disposición, que en concreto se refiere a las cosas embargadas por decreto judicial, y que tampoco constituye una norma prohibitiva como lo estima el actor, puesto que
incluso en aquel caso, el juez podría autorizar la enajenación. La tesis anterior se ve además
sustentada por lo que plantea el artículo 1810 del Código Civil cuando señala que “pueden
venderse todas las cosas corporales e incorporales, cuya enajenación no esté prohibida por
la ley”. Se debe tratar, entonces, de una enajenación prohibida, vale decir que no puede
realizarse en caso alguno.
chileno. Así la promesa de someterse en Chile a una jurisdicción no reconocida por las leyes chilenas,
es nula por el vicio del objeto.”
2. EN LOS PACTOS SOBRE SUCESIONES FUTURAS
El derecho a suceder por causa de muerte a una persona viva no puede ser objeto de una
donación o contrato, aun cuando intervenga el consentimiento de la misma persona -artículo 1463,
inciso 1º-.
Desde el Derecho Romano, se ha prohibido esta clase de actos jurídicos por la inmoralidad que
encierran, ya que no es bien visto que se especule con la muerte de una persona2.
3. CASOS DE OBJETO ILÍCITO CONTENIDOS EN EL ARTÍCULO 1464
El artículo 1464 dice que hay un objeto ilícito en la enajenación de ciertas cosas y derechos3.
Con todo, la palabra enajenación se ha entendido en una acepción amplia consistente en: la
transferencia del dominio como también cuando se constituye cualquier derecho real sobre la cosa,
como cuando se hipoteca, se da en prenda o constituye una servidumbre. La acepción restringida
entiende que sólo existe enajenación cuando se transfiere el derecho de dominio.
El artículo 1464 en sus dos últimos numerales no sería prohibitivo, porque permite, bajo ciertas
circunstancias, la enajenación de las cosas que ahí señala. Dicen esos preceptos del artículo 1464:
“Hay un objeto ilícito en la enajenación: 3. De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos
que el juez lo autorice o el acreedor consienta en ello; 4. De especies cuya propiedad se litiga, sin
permiso del juez que conoce en el litigio”.
Las partes podrían, por diversas razones querer celebrar el contrato desde luego, a sabiendas
que la tradición sólo se podrá efectuar una vez que se cumplan los requisitos para que desaparezca
el impedimento legal que se opone a la transferencia inmediata. En cambio, tratándose de los
dos primeros números del artículo 1464, la prohibición de la venta de las cosas y derechos por ellos
contemplados se justifica ya que las cosas incomerciables y los derechos personalísimos jamás podrían
transferirse.
Resumiendo, habría objeto ilícito en la venta de las cosas incomerciables y de los derechos
personalísimos -artículo 1464, Nos 1 y 2 en relación con el artículo 1810-; pero no lo habría en la venta
2Sin embargo, no obstante, que el inciso 2º del artículo 1463 dice que las convenciones entre la persona que
debe una legítima y el legitimario, relativas a la misma legítima o a mejoras, están sujetas a las reglas especiales
contenidas en el título De las asignaciones forzosas, el artículo 1204, contiene la excepción al principio, pues
prescribe: “Si el difunto hubiere prometido por escritura pública entre vivos, ...a un hijo legítimo o natural o
a alguno de los descendientes legítimos de estos, que a la sazón era legitimario, no donar ni asignar por testamento parte alguna de la cuarta de mejoras, y después contraviniere a su promesa, el favorecido con ésta
tendrá derecho a que los asignatarios de esa cuarta le enteren lo que le habría valido el cumplimiento de la
promesa, a prorrata de lo que su infracción les aprovechare. Cualesquiera otras estipulaciones sobre la sucesión futura, entre un legitimario y el que le debe la legítima, serán nulas y de ningún valor.”
3De la definición misma -artículo 1793-, se deduce que la venta no es enajenación, ya que el vendedor por el solo hecho de celebrar
el contrato no transfiere el dominio de la cosa ni constituye sobre ella un derecho real que lo limite; sólo se obliga a transferir el dominio de la cosa. La enajenación viene a estar constituida por la tradición, que sigue a la compraventa y mediante la cual el vendedor
cumple su obligación de dar la cosa vendida.
de las cosas embargadas o litigiosas -artículo 1464, Nos 3 y 4 en relación con el artículo 1810- en las
condiciones anteriormente expresadas4.
3.1.
Enajenación de las cosas incomerciables
Señala el artículo 1464: “Hay un objeto ilícito en la enajenación: 1. De las cosas que no están en
el comercio”, es decir, de las cosas que no pueden ser objeto de dominio o posesión privada (cosas
4
En este sentido la Corte Suprema en fallo de fecha 6 de junio de 2006 ha indicado
lo siguiente: En efecto, si bien conforme al artículo 1810 del Código Civil pueden venderse todas las cosas cuya enajenación no esté prohibida por la ley, conforme a los términos
absolutos a que se refiere el artículo 10 del mismo cuerpo legal, pero, además, en los casos
en los que se dispone expresamente la nulidad absoluta en los incisos primero y segundo del
artículo 1682 del referido Código, de modo que la nulidad abarca todos los casos a que se
refiere el artículo 1464 del Código Civil que señala: Hay objeto ilícito en las enajenaciones:
1º De las cosas que no están en el comercio; 2º De los derechos o privilegios que no pueden
transferirse a otras personas; 3º De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que
el juez lo autorice o el acreedor consienta en ello; 4º De las especies cuya propiedad se
litiga, sin permiso del juez que conoce del litigio. QUINTO: Que en el caso de autos, dando
cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 297 del Código de Procedimiento Civil, se inscribió la medida precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos dispuesta por el
Segundo Juzgado Civil de Viña del Mar, constituyéndose en el fundamento de la negativa
a inscribir la venta forzada por el ministerio de la justicia. SEXTO: Que la jurisprudencia reiterada de esta Corte Suprema en los últimos años entiende que la venta forzada y más propiamente el modo de adquirir tradición del derecho real de dominio, constituido por la competente inscripción, que tiene por título dicha venta por el ministerio de la justicia, puede
adolecer de objeto ilícito en el evento que exista una medida precautoria que afecte al inmueble cuya tradición se pretenda, para lo cual ha efectuado una interpretación sistemática de las distintas disposiciones legales, a la luz de lo dispuesto en el artículo 24 del Código
Civil, puesto que el artículo 528 del Código de Procedimiento Civil no excluye la aplicación
del artículo 1464 del Código de Bello, otorgando validez a las distintas enajenaciones de
un mismo bien raíz en ejecuciones paralelas, simplemente en tales eventos se privilegia la
posibilidad que tácitamente el acreedor otorgue su autorización al juez que sustancia otro
procedimiento de apremio para realizar la subasta, solicitando se retenga el monto de la
cuota que proporcionalmente y según la naturaleza de su crédito le corresponda, a lo que
se suma la posibilidad que concurra a interponer la tercería de pago o prelación correspondiente, en definitiva inste por el derecho de prenda general que la ley prevé en su beneficio, finalidad que se cumple con su sola autorización. De no entenderse de este modo, no
constituiría excepción la habilitación legal otorgada en el juicio ejecutivo hipotecario seguido en virtud de la Ley de Bancos, que no hace aplicables a esos juicios las disposiciones de
los números 3º y 4º del artículo 1464 del Código Civil en el caso que las medidas provinieren
de otros tribunales (artículo 106, inciso segundo). Es más, un autor ha sostenido que la posibilidad del juez que conoce de una ejecución para proceder a la venta de los bienes del
deudor, fluye de la circunstancia de que conforme a le ley, toma la calidad de representante legal del ejecutado. Así, la venta se perfeccionará en virtud de la voluntad expresada
en razón de una representación de fuente legal. Si el representado, esto es, el deudor, se
encuentra privado de poder disponer de dichos bienes por la existencia de otro embargo
trabado sobre éstos, igualmente lo estará el representante (Danny Sepúlveda, Jurisprudencia sobre objeto ilícito 1946 1993, página 122).
comunes a todos los hombres, como el alta mar; los bienes nacionales de uso público, las calles, las
plazas).
De acuerdo con el artículo 1461 las cosas presentes o futuras pueden ser objeto de una
declaración de voluntad, “pero es menester que las unas y las otras sean comerciables”5.
3.2.
Enajenación de Derechos personalísimos.
En conformidad al Nº 2 del artículo 1464 hay un objeto ilícito en la enajenación “de los derechos
o privilegios que no pueden transferirse a otra persona”, es decir, de los derechos personalísimos,
como son los derechos de uso y habitación -artículo 819- o el derecho de alimentos -artículo 334-.
3.3 Enajenación de las cosas embargadas por decreto judicial
Hay objeto ilícito en la enajenación de las cosas embargadas por decreto judicial, a menos
que el juez lo autorice o el acreedor consienta en ella -artículo 1463, Nº 3-6.
5Explica Alessandri que las cosas inalienables se definen como aquellas que la ley no permite, al sujeto que las
goza, transferir a ningún otro sujeto, o si lo permite es sólo a sujetos que reúnan los requisitos que ella señala. En el primer caso la inalienabilidad es absoluta; en el segundo, relativa. Ejemplos de cosas relativamente
inalienables son los órganos y tejidos humanos destinados al trasplante, los cuales sólo pueden transferirse, a
título gratuito, a las personas que los requieran para su salud. La Ley Nº 19.451, de 10 de abril de 1996, sobre
trasplantes y donaciones de órganos, establece medidas para que los fines humanitarios que persigue se cumplan
y se eviten hechos indignos dirigidos a un comercio deleznable. De lo expuesto resulta que todas las cosas que
están fuera del comercio son inalienables, pero que no todas las cosas inalienables, son incomerciables.
6
En este sentido la Corte de Apelaciones de santiago en sentencia de fecha 26 de
octubre de 1995 ha indicado: Séptimo: Lo anterior conduce entonces a analizar si existe
nulidad absoluta en el contrato de compraventa antes referido, celebrado entre la fallida
y la tercerista. Al respecto, debe considerarse que, conforme a lo que dispone el N° ° 3 del
artículo 1464 del Código Civil, hay objeto ilícito y consecuencialmente nulidad absoluta en
la enajenación “de las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o el acreedor consienta en ello. Ahora bien, ante nuestro derecho y atendida la definición misma que del contrato de compraventa contiene el artículo 1793 del Código Civil,
la venta no es enajenación, pues el vendedor por el solo hecho de celebrar el contrato no
transfiere el dominio, sino que sólo se obliga a transferir el dominio, el que, conforme al artículo 686 del mismo Código, tratándose de inmuebles, se efectúa por la inscripción del título
en el Registro respectivo del Conservador de Bienes Raíces. Octavo: Que mayoritariamente
la doctrina chilena, entre ellos los Profesores Arturo Alessandri y Manuel Somarriva, estiman
que hay objeto ilícito en la venta de los bienes inmuebles. Llegan a tal conclusión atendido lo dispuesto en el artículo 1810 del Código Civil que expresa: “Pueden venderse todas
las cosas corporales o incorporales, cuya enajenación no esté prohibida”, con lo que este
precepto efectúa una referencia implícita al N° ° 3 del artículo 1464 del Código Civil, por lo
que media objeto ilícito y, en consecuencia, nulidad absoluta, en la venta de un bien inmueble embargado. La jurisprudencia, también mayoritariamente, ha optado por esta tesis.
En tal sentido: Corte Suprema, 19 de diciembre de 1931, R. de D. y J., t. XXIX, segunda parte, sección primera, p. 273; Corte Suprema, sentencia de 1920 R. de D. y J., t. XIX, segunda
parte, sección primera, p. 333; Corte de Apelaciones de Santiago, 21 de agosto de 1939, R.
de D. y J. t. XXXIX, segunda parte, sección primera, p. 37, jurisprudencia citada por Alessandri, Somarriva y Vodanovic, “Curso de Derecho Civil”, Santiago 1945 p. 455, inclinándose el
último autor nombrado por la tesis inversa, atendidas razones de orden práctico. Con posterioridad se siguió imponiendo esta postura jurisprudencial; así Corte Suprema, 18 de mayo
Según la doctrina uniforme, tal disposición recoge la acepción amplia de embargo, así de
este modo además del embargo propiamente tal se comprenderían las medidas precautorias de
prohibición de enajenar y gravar; el secuestro; la retención y, aunque se discute, algunos también
incluyen la prohibición judicial de celebrar actos y contratos sobre bienes determinados.
¿Hay objeto ilícito tanto en la enajenación voluntaria como en la forzada de las cosas
embargadas?
En la actualidad, prevalece la idea de que no adolece de objeto ilícito la venta forzada de
las cosas embargadas.
Sabemos que se acepta considerar incluidos entre los bienes embargados por decreto judicial
los bienes sobre los cuales pesa una prohibición judicial de enajenar. Pero, cabe preguntarse, las
prohibiciones de enajenar que convienen las partes en un contrato o las que una persona se impone
voluntariamente para con otra, ¿quedan comprendidas en el Nº 3 del artículo 1464? La respuesta
es que no estarían comprendidas ya que se requiere prohibición judicial y en este caso su origen
es sólo convencional. Las consecuencias se encontrarían regidas por las normas generales sobre
incumplimiento de contratos.
No se debe olvidar que el artículo 1464 señala en su Nº 3 que hay un objeto ilícito en la
enajenación de las cosas embargadas a menos que el juez lo autorice o el acreedor consienta en ello.
De modo que pueden enajenarse estas cosas pero cumpliendo el requisito que la misma disposición
señala.
3.4.
Enajenación de las cosas litigiosas
Hay un objeto ilícito en la enajenación de las especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del
juez que conoce en el litigio -artículo 1464, 4º-.
Las cosas litigiosas son los muebles o inmuebles sobre cuyo dominio discuten en un juicio.
Para estos efectos, la cosa debe considerarse litigiosa desde el momento en que se contesta
la demanda o se da por contestada.
Tal prohibición procura evitar la burla del posible derecho del demandante o dificultarlo.
El Código de Procedimiento Civil ha agregado ciertos requisitos de publicidad para salvaguardar
a los terceros de buena fe, así en el inciso 2º de su artículo 296 dispone: “Para que los objetos que
son materias del juicio se consideren comprendidos en el Nº 4 del artículo 1464 del Código Civil será
necesario que el tribunal decrete prohibición respecto de ellos”.
Y en su artículo 297 agrega: “Cuando la prohibición recaiga sobre bienes raíces se inscribirá en
el registro del Conservador respectivo, y sin este requisito no producirá efecto respecto de terceros.
Cuando verse sobre cosas muebles, sólo producirá efecto respecto de los terceros que tengan
conocimiento de ella al tiempo del contrato; pero el demandado será en todo caso responsable de
de 1954, citada en el Repertorio de Legislación y Jurisprudencia Chilenas, t. IV, p. 82. Noveno: Que ante el claro tenor literal y objetivo de la norma contenida en el artículo 1810 del
Código Civil y siguiendo el criterio sostenido sobre su aplicación y alcance, debe concluirse
necesariamente que en el caso de la especie la venta efectuada por la fallida, “Fibras
Nacionales S.A.”, a “Textil Panamericana S.A.”, fue nula de nulidad absoluta, por ilicitud del
objeto
fraude, si ha procedido a sabiendas”.
No olvidar tampoco que las cosas litigiosas pueden enajenarse válidamente cuando el juez
que conoce en el litigio aprueba, por resolución judicial- su enajenación -última parte del Nº 4 del
artículo 1464-.
4. ACTOS CONTRARIOS A LA MORAL LA LEY Y LAS BUENAS COSTUMBRES
En este punto se comprenden dos casos que en nuestra legislación constituyen objeto ilícito:
la condonación del dolo futuro -artículo 1465- y la venta de ciertos libros prohibidos y de objetos
considerados inmorales -artículo 1460-.
4.1. CONDONACIÓN DEL DOLO FUTURO
La condonación del dolo futuro no vale porque anticipar el perdón sobre ofensas y daños
que se desconocen dejarían a las personas en la más completa indefensión, ya que las partes más
poderosas en los contratos probablemente incluirían cláusulas de exención de responsabilidad
sobre el dolo futuro, lo que permitiría actos inmorales y, por lo tanto, prohibidos por la comunidad
organizada.
El pacto de no pedir más en razón de una cuenta aprobada, no vale en cuanto al dolo contenido
en ella, si no se ha condonado expresamente -artículo 1465, primera parte-. Tal disposición quiere decir
que el que aprueba una cuenta no la está aprobando si tal aprobación ha sido obtenida mediante
engaños. Si hay engaño –dolo- este puede ser perdonado una vez conocido por el afectado, pero
jamás se entenderá que hubo condonación tácita del dolo, ya que de perdonarse debe hacerse en
términos expresos.
1.2DE LAS DEUDAS CONTRAÍDAS EN JUEGOS DE AZAR
El artículo 1466 dispone que hay objeto ilícito en las deudas contraídas en juegos de azar. El juego
de azar es aquel en que predomina la suerte, las deudas contraídas en estos juegos no pueden
cobrarse ni autorizan a retener lo pagado si es que han sido solventadas.
Los juegos que son lícitos son los de destreza corporal, y de ellos nacen obligaciones civiles perfectas,
pues que dan acción y excepción en conformidad al artículo 2263 del CC.
4.3 VENTA DE CIERTOS LIBROS PROHIBIDOS Y DE OBJETOS CONSIDERADOS INMORALES
Hay también objeto ilícito en la venta de libros cuya circulación es prohibida por autoridad
competente, de láminas, pinturas y estatuas obscenas, y de impresos condenados como abusivos de
la libertad de prensa -artículo 1466-.
Los hechos que mencionamos pueden constituir, además, delitos sancionados por la ley penal
-artículos 373 y 374 del respectivo Código-.
La Ley sobre Abusos de Publicidad sanciona el abuso de la libertad de imprenta.
En este punto, debemos tener presente que estos conceptos son esencialmente variables en
el tiempo y en el espacio.
Hay asimismo objeto ilícito en las deudas contraídas en juego de azar -artículo 1466-.
En la prohibición del artículo 1466 deben comprenderse también las apuestas relacionadas
con los juegos de azar, según se desprende del artículo 2259 del Código Civil.
“El juego de azar, como fuente de lucro, es contrario a las buenas costumbres y al orden social,
porque fomenta las pasiones e impele a los individuos a confiar, no en el trabajo, sino en el acaso
como medio de lograr bienes”7.
Hay juegos de azar permitidos por leyes especiales, las deudas contraídas en estos juegos de
azar permitidos por las leyes ¿adolecen de objeto ilícito o no?
Si hay objeto ilícito en todo contrato prohibido por las leyes, no lo hay, contrario sensu, en los
contratos autorizados.
5. ACTOS PROHIBIDOS POR LA LEY
La parte final del artículo 1466 dice que hay objeto ilícito generalmente en todo contrato
prohibido por las leyes.
El artículo 10 del CC dispone que los actos que prohíbe la ley son nulos y de ningún valor, por
tanto el acto prohibido por la ley es aquel que contraviene una disposición prohibitiva, y su sanción es
la nulidad absoluta establecida en el artículo 1682 del CC.
Se dice, que la ley, “debió limitarse a sancionar con la nulidad absoluta los actos que prohíbe,
sin establecer que ellos adolecen de objeto ilícito, afirmación que, doctrinariamente puede ser errada
en muchos casos”.
SANCIÓN DEL OBJETO ILÍCITO
CC.
La sanción del objeto ilícito es la nulidad absoluta, según lo dispuesto en el artículo 1682 del
Tiene también esta misma sanción la falta de objeto, es decir, cuando el objeto no es real,
indeterminado o sea física o moralmente imposible.
SANCIÓN POR FALTA DE OBJETO
Se entiende que el acto jurídico no tiene objeto o que falta el objeto cuando éste no reúne uno o más
de los requisitos o cualidades exigidos por la ley.
Para parte de la doctrina el acto que carece de objeto es inexistente, pues falta un requisito esencial
para la existencia jurídica. Por tanto la sanción sería la inexistencia.
Sin embargo para los autores que no admiten la teoría de la inexistencia en el Código Civil, la sanción
por la falta de objeto sería la nulidad absoluta, porque se habría omitido un requisito exigido por la ley
para el valor del acto, en consideración a su naturaleza o especie.
7
Alessandri, Ob. cit.
Descargar