22/ene/2007 Aumentan los impuestos ocultos y se reduce la capacidad de consumo CPC David Henry Foulkes W.* Especial para El Economista Afiliados a la seguridad social pagan servicios privados de salud Sabemos que es muy fácil criticar, pero saber que hacer no es tan sencillo. Así, en casa, la señora siempre le exige al marido más dinero, ya que nunca le da lo suficiente; los hijos siempre se quejan de que lo que su papá les da no les alcanza. Y el jefe de la familia a su vez dice que ya trabaja 14 horas al día, que aunque pida aumentos de salario no se los darán, que tienen que aprender a vivir con lo que gana, o que lo ayuden a generar más, y que no den lata. En la vida pública es exactamente igual, el gobierno federal genera una cantidad de dinero que tiene que repartir entre su esposa (que en este caso serían las secretarías de estado) y sus hijos (los estados), así como entre otros amigos y parientes incómodos, y todos se quejan de que lo que les dan no es suficiente. En la empresa el papá le pide aumento a su jefe y éste le dice que cómo quiere ganar más ¿que no ve la situación?: las ventas se han caído, la competencia nacional y sobre todo extranjera se ha incrementado, que dé gracias de que tiene chamba. En la vida pública es un poco distinto, el papá tiene un poder de decisión y puede presionar a su "patrón" para que le dé mas dinero. El patrón son los que pagan impuestos y, como estos no quieren solamente pagar mas impuestos, ya que consideran muy altos las contribuciones que hacen, consideran muy malos los servicios que a cambio reciben, pero entonces por las buenas o las malas, el gobierno busca cómo mejorar su situación financiera que todo el mundo lo sabe es o generas mas ingresos o reduces las deducciones. Generalmente el gobierno ha estado tratando de incrementar los ingresos, aumenta los impuestos, mejora el aparato recaudatorio (para cobrarles más a los mismos que ya tiene amarrados) y, a la callada, también ha manejado muy bien la reducción de los gastos. En términos comunes, esta reducción de los gastos, hace que los individuos que debieran recibir un servicio proporcionado por el gobierno pero éste no se los da, y si realmente lo requieren, entonces que les cueste, esto es lo que podríamos llamar impuestos ocultos. 1 El que pondría yo en primer lugar, es la educación: ésta de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la educación la debe impartir el gobierno. Sin embargo, el gobierno (tanto el federal como los estatales y municipales) han fomentado la creación de escuelas particulares, con lo cual están reduciendo una carga importantísima a las erogaciones del gobierno, menos maestros, personal de intendencia, menos edificios y terrenos, menos mobiliario, material didáctico, etcétera. Si solamente viéramos las estadísticas de cuántas escuelas particulares hay en todos los niveles, cuántos maestros, alumnos, personal administrativo, podríamos estimar los miles de millones de pesos al año que el gobierno se ahorra del gasto público. Como segundo lugar considero que la salud ocupa este lugar: el gobierno tiene instituciones que cobran a los "derechohabientes", el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) son las más claras para este ejemplo. No obstante, con frecuencia leemos en las noticias que la falta de medicamentos, que no hay médicos suficientes, que las instalaciones y materiales no han sido actualizados, que cuando uno va a consulta tardan de seis a siete horas en atenderlos y eso que primero fueron cuatro horas a formarse para que les dieran cita, etcétera. Con todo esto, y la mala atención que se comenta que dan en estas instituciones, nos acostumbramos mejor a tratar de ir a un médico particular y solo en caso extremo a utilizar ese servicio que pagamos vía nuestros descuentos a las nóminas. De igual manera, podríamos checar de todos los usuarios del sistema de salud particular, cuantos tienen seguro social y van con el médico particular y podríamos obtener cantidades que realmente son un ahorro para el erario público. Para no ir muy lejos, sólo mencionaré hasta el tercer lugar, el voluntariado, ese que se da con las señores que atienden albergues, hospitales, casas de niños de la calle, casas para personas con síndrome Down, etcétera. O esos donantes que dan 5 pesos a las alcancías de cualquier institución, si hay niños de la calle, ancianos abandonados, albergues para enfermos, etcétera son situaciones que el gobierno debiera solventar, creando los empleos suficientes, construyendo las casas de asistencia necesarias, etcétera. Si todo esto lo deja como lo ha estado haciendo, en manos de particulares con muchos o pocos recursos, finalmente también forman parte de los impuestos ocultos. 2 La tasa impositiva crece con aportaciones cotidianas Cuando recibo mi cheque quincenal y veo en el recibo el monto que percibo por salario, menos las deducciones de Impuesto sobre Productos del Trabajo (ISPT), de IMSS, (afortunadamente no pago cuota sindical) y veo que de cada 100 pesos que gano, me están quitando 22 pesos, bueno todavía estoy en buena situación. Pero en el camino a mi casa me encuentro con los limpiaparabrisas, la señora que pide su limosna, el señor en la silla de ruedas que me insulta si no le doy. Y luego llego al centro comercial donde siempre me piden que el redondeo de la cuenta; salgo y el viene viene, y sacamos cuentas cuanto dinero adicional a los 22 pesos estoy pagando, entre limosnas, la colegiatura de mis hijos y los seguros de gastos médicos, y los gastos que no cubre mi seguro. Y en realidad mi tasa impositiva asciende a 36 pesos por cada 100 pesos que gano, lo que me lleva a que los impuestos ocultos en mi caso ascienden cuando menos a 14% de las percepciones. *El autor es presidente de la Comisión de la Comisión de Finanzas y Sistema Financiero del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM). Los artículos y respuestas expresan la opinión de los profesionistas de las diferentes comisiones. Envíe sus dudas y comentarios a: consulta. [email protected] 3