Conchas de ostras, mejillones, etc.—Se pone en una palanga

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ERNESTO
CABALLERO
Conchas de ostras, mejillones,
Y BELLIDO
etc.—Se pone en una palanga-
na una buena cantidad d e agua acidulada con ácido clorhídrico,
y valiéndose d e este líquido y d e un cepillo d e uñas, se frotan las
conchas en todas sus anfractuosidades, recogiendo el poso que
originan estos lavados y sometiéndolo al tratamiento expuesto
para los otros materiales marítimos.
Estómagos
de ascidias, holoturias,
etc.—Cortados
en
peque-
ños pedazos con unas tijeras, se pone la masa sobre un tamiz, se
lava con agua acidulada con ácido clorhídrico, y se recogen los
líquidos turbios que pasan, dejándolos reposar, para continuar
el tratamiento como d e ordinario; sólo que, o p e r a n d o con estas
materias, es casi siempre necesario repetir d o s o tres veces el
tratamiento final con ácido sulfúrico y clorato potásico, para destruir la gran cantidad de materia orgánica.
Espumas
arrastradas
por las mareas.—Se
tratan lo mismo
que los materiales flotantes d e agua dulce.
Plancton
y pescas pelágicas.—Entre
las especies que suelen
hallarse en estas recolecciones abundan las tan débilmente silíceas, que el más suave tratamiento conducente a destruir la materia orgánica, corroe y d e s t r u y e también los frústulos diatomáceos, por lo cual deben conservarse simplemente en agua formolizada, d e s p u é s de un lavado con ácido clorhídrico m u y diluido;
pero esta limpieza imperfecta y su misma frágil estructura, deformable aún por simple desecación, impide incluir estas pocas
especies en las preparaciones sistemáticas, pudiendo, sí, ser montadas en preparación ordinaria para los efectos de su estudio.
Cienos y materiales de sondeo.—Se
los conserva desecados y
se tratan de la misma manera que las
TIERRAS FÓSILES.—Reducidas a trozos del tamaño de avellanas, en el caso d e que no sean ya d e por sí pulverulentas o deleznables, se pone una porción en un gran vaso y se añade agua
fuertemente acidulada con ácido clorhídrico, en tal cantidad, que
la adición d e una nueva porción de ácido no produzca ya efervescencia. Desde este m o m e n t o se prosiguen los lavados con
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