Jiirisprodencia - Asociación de Escribanos del Uruguay

Anuncio
Jurisprudencia.
—
Rev. A.E.U., 57:295-308. 1971.
Jiirisprodencia
Principio de legitimación registral. Eficacia dei
certificado. ( Art.
de ía
55
de setiembre de
ley
1946
10.795
).
^
de
2S
'
1? Instancia.
1) Hechos. El 30 de abril de 1962 se inscribiCT
embargo genérico contra M. E. E. C. El 29 de mayo de 1962 la em
bargada constituyó hipoteca a favor de L. I. O., teniéndose a la vi.sta
SUMARIO:
-
tm
certificado "libre" del Registro General de Inhibiciones. L. 1. O. promovió
ejecución hipotecaria ante el Juzgado Letrado de 1? Instancia de Canelone.s
Decretado el remate del bien hipotecado, el embargante C. E. P. compa
reció deduciendo tercería, pretendiendo prioridad para cobrar su crédito,
en lo dispuesto por el art. 900 del C.P.C. El ejecutante L. 1. C.
pretextando que aceptó de buena íe el certificado negativo del
Registro General de Inhibiciones, pues se ha entendido que no puede ser
perjudicado por un error del Registro, al que no tiene ccceso y que se ex
2) El Juez de la Instanciapresa mediante la expedición de certificados.
amparado
se
opuso,
puede perjudicar al tercerista C. E. P.,
legales para salvaguardar bu.
derecho El Registro cumple un servicio probatorio de publicidad a los ter
ceros de los embargos trabados, pero la existencia misma del embargo es
consideró que el
que
error
registral
cumplió diligentemente
no
con
los trámites
.
independiente de ese requisito. -3) Lo justo es que el certificado perjudi
que a quien lo emitió por error o falsedad; o sea a los encargados y fun
cionarios del Registro, contra los cuales el acreedor perjudicado podrá ha
cer vaJer las acciones indemnizatorias pertinentes.
4) Es evidente ademásla mala fe de la deudora que hipotecó el inmueble que sabía embargado y
a ejecutarse, con anterioridad.
5) El tercerista, de acuerdo con el art. 900'
del C.P.C, debe cobrar, del producido de la ejecución hipotecaria, en pri
-
-
Segunda Instancia, el Tribunal de Apela
6) Debe decidirse entre
dos intereses legítimos : el del acreedor embargante que ha inscripto su
embargo y el tercero que ha adquirido un inmueble u otorgado crédito, en
mer
lugar.
—
2? Instancia.
-
En
ciones de 1" Turno, revocó la sentencia de 19.
la
seguridad
-
que le daba el certificado "libre" del
sión la tomó el art.
53 de la
ley 10.793.
Registro.
El certificado
7) La deci
erróneo,
no
hace
derechos, pero resuelve los efectos de la publicidad. La oponibilidad
terceros de un derecho, no su existencia, se regula por el certificado y no
nacer
a
8) Si los certificados careciesen de eficacia, todo el ré
Registro.
gimen de seguridad por la publicidad se derrumbaría ya que el Registro-
por el
-
Sobre el mismo tema véase también Viera. L. A., Derecho registral. Certifi
( *)
cado liberatorio erróneo. Venta del inmueble embargado. ( Informe al caso N° 5 del ConEvltorio Jurídico), Rev. A.E.U.. 51 (9-12): 389-92. 1965.
~
en
matriz,
su
La S
C
.
J
.
ser
—
consultado por el público.
confirmó la sentencia de 2*
.
integrantes.
puede
no
296
Instancia,
3? Instaíicia
de
por unanimidad
sus
El
9)
problema de autos presenta aspectos que, desbordando
privado, encuadra en el derecho púbUco, como acontece con los
del
"Derecho
problemas
Registral" En estas situaciones, no puede limitar
-
el derecho
,
del problema al interés exclusivo de
quienes han contra
datos suministrados por determinado registro, si no además,
al interés general del servicio que tales registros realizan y por encima de
él al propio interés general de la confianza en los negocios jurídicos que
se
la
tado
se
apreciación
con
los
realizan de buena fe y
a
la misma estabilidad de la contratación.
Todo nuestro sistema nacional de Derecho
decisiva
en
el presupuesto
se
18)
apoya de manera
publicidad registral como garantía del de
11) El certificado erróneo o no es siempre la expre
recho de terceros.
sión de la
Registral,
de la
por io cual es quien regula y califica la va
disposición realizado entre determinado titular de un de
recho y un tercero.
12) Si la finalidad del certificado es establecer la si
tuación jurídica de los bienes o personas (art. 53 de la ley 10.793) es ii^
dudable que si se otorga un acto de disposición basado en un certificado
'
liberatorio, la única verdad que vale es la del certificado
publicidad registral,
lidez del acto de
-
.
Primera
Instancia
de Primera Instancia
Juzgado Letrado
lo Civil de
en
turno de Canelones
primer
Canelones, noviembre 30 de 1964.
N^. 134,
primera instancia, ia tercería de mejor dere
P., en representación de Don I. I., en este jui
Visto para sentencia de
cho deducida por don C. E.
cio
de
seguido
por don i,. I. O. y otros, contra doña M. R. E.
Hipoteca
C,
por
Ejecución
L? 45 F'^" 446).
Resultando: I)
propiedad
de ia
Que, habiéndose procedido a ejecutar inmuebles de
demandada, en el principal, y hallándose por otorgar la
escritura de venta
el
tercerista,
narse en
al mejor postor en la almoneda, compareció
Que del precio de venta del principal, debe abo
pertinente
y expuso:
primer término
a
su
mandante la
suma
de
$ 31.058,00,
con
sus
embargo sobre los
bienes de ia deudora, en juicio ejecutivo seguido ante ei Juzgado Letrado
de Primera Instancia de Florida, ei 26 de abril de 1962, ei que fue inscrip
to, coino consta en la documentación que acompaña, en el Registro Gral.
de Inhibiciones, ei 30 de abril de 1962, habiéndose obtenido sentencia de
se cons
remate; mientras que la hipoteca que se ejecuta en estos autos,
a dicho embargo, ei 29 de mayo de 1962; de acuertituyó posteriormente
intereses,
costas y
costos,
en
virtud de que obtuvo
un
,
297
—
do
con
dito
e
cré
previsto por ei art. 900 : C.P.C. tiene derecho a cobrar su
ilíquidos con preferencia a los demás acreedores ( fs. 6-9 ) II ) Que
lo
.
contestó la parte ejecutante
diado el
el
fs. 11-13 vta.; que
a
mejor derecho. Ya la Jurisprudencia
lares del
es
—
de
problema
caso
error en
de autos, pues,
la Cátedra han estu
expedido por el Registro; que
justificará, cuando se constituyó la hi
buena fe el certificado negativo del Regis
el certificado
comiO se
poteca, el acreedor aceptó de
tro de Inhibiciones; y se ha entendido que
debía
no
ser
perjudicado
por
imputable, ya que normalmente el particular no tie
que
acceso aJ contenido original de los registros, sino a través de los certi
ficados;
le
no
un error
ne
los verdaderos titu
son
como
y
es
de interés
es
social,
en
beneficio de la fe
en
ios registros, que
III) Que, no
sus certificados
siempre considerados como exactos.
18
a
fs.
el
traslado
la
evacuado
habiendo
vta., el ter
conferido,
ejecutada
sean
cerista le acusó la
abierto el
da
a
juicio
fs. 20 y
ss.
-
rebeldía,
a
prueba,
V) Que
Considerando:
a
lo que
la parte
se
se
en
el
con
a
De acuerdo
embargo
con
de
lo ha
hipoteca
planteado
se
un
(fs. 21 vta.),
no
cabe duda que
del
inscripción
ejecuta
hipoteca que
5, ei embargo se ins
se
el certificado de fs.
principal,
resulta que la escri
extendió el 29 de mayo de 1962. II) Que el
error dei Registro General de Inhibiciones:
problema
en
el
cer
expresa que al día 22 de mayo de 1962
pieza,
existía inscripción alguna de embargo (fs. 21). Lo que
tificado de fs. 21 de esta
era
no
y realizó la
la constitución de la
cribió ei 30 de abril de 1962; de fs. 83 del
tura
IV) Que,
llamaron autos para sentencia (fs. 30 vta.).
I) Que, de las resultancias de autos,
anterioridad
principal.
de conformidad.
ofreció la que luce agrega
ejecutante
e! tercerista obtuvo mandamiento de
mismo,
proveyó
evidentemente incierto,
se
a
tenor dei
propio
certificado del Registro, de
debe perjudicarle:
III) Que el ejecutante entiende que tal
se atuvo, de total
impedido de acceder a los libros registros origmales,
error no
fs. 5.
buena
■el
fe, al certificado erróneo,
proveyente
entiende que el
como no
error
podía
todavía
tercerista, que cumplió diligentemente
con
hacer de otro modo. Pero
menos
al
ios
le
puede perjudicar
trámites que la ley
salvaguardar su derecho. Se trata, evidentemente, de un ca
so dudoso; pero, en la duda, la solución parece estar en favorecer, reco
nociendo la buena fe de ambos acreedores, al que, de todos modos, tiene
privilegio legal. El Registro cumple un servicio probatorio, de publicidad
a los terceros de ios embargos
trabados; pero la existencia misma dei em
bargo (al que refiere literalmente la ley), es independiente de este requi.sito. Ciertamente que, sin la inscripción, ei
embargo no obliga a terceros;
acuerda para
298
—
pero
aquí
no
de haberse
que,
como
se
trata de
expedido
se
dice
en
—
haber inscripto el embargo, que lo fue, sino
certificado erróneo. Por este motivo, lo justo es
el fallo citado a fs. 12, el certificado perjudique a
no
un
quien lo emitió por error o falsedad; vale decir, a los encargados y fun
cionarios del Registro, contra los cuales el acreedor perjudicado podrá ha
cer valer las acciones indemnizatorias
pertinentes; no se ve la razón pa
ra que ei perjudicado sea ei acreedor preferente: Contra la
opinión de
mantener la confianza en un Registro que, recargado de tareas y muy mal
organizado, como sabe todo curial, no ia merece en exceso, está la necesi
dad
en
mantener la confianza
negocios jurídicos, base de todo el
quien pide un certificado ai Registro
condiciones de compulsar personalmente sus anotaciones, tam
Derecho Civil. Si bien
no
está
bién
es
dad de
do
en
es
en
los
cierto que
cierto que
un error
quien contrata no puede siquiera prever ia eventuali
posterior del Registro hacia terceros, cuando ha cumpli
diligentemente
con
los trámites
legales.
No
se
duda de ia buena fe de
ios acreedores, suficientemente avalada por ia documentación de autos;
pero
en
cambio
es
evidente la mala fe de la
deudora, que hipotecó
inmue
bles que sabía embargados y a ejecutarse, con anterioridad. Aceptar la
preferencia de este nuevo gravamen, supondría amparar una mala fe tait
o, por lo menos,
preferir ei negocio en que se obró con ella, ya
que
ejecución,
cabo, no es otra cosa que una manera de pa
estaría
la
gar; y aquí
deudora, sin derecho alguno, eligiendo ei orden en
ha
de
la voluntad de la iey. IV) Que descartado el error
contra'
que
pagar,
del Registro como m.otivo para dar preferencia al acreedor hipotecario^
es evidente, atento a la
previsión clara del art. 900 C.P.C. y leyes pos
teriores concordantes, que debe cobrarse el tercerista en primer
lugar, del
producido del remate en el principal. Por estos fundamentos, y atento a
lo preceptuado por los arts. 465 y 944 C.P.C.
visible,
al fin y ai
una
Fallo: Declarando que el tercerista, don I. I., tiene mejor derecho a
cobrarse con preferencia, del producido de la ejecución dei principal, el
crédito por ei que obtuvo embargo ante el
Instancia de
Florida,
sus
intereses,
te el tercerista la relación de
coLiELLo.
—
su
crédito,
Arturo F. Echevarría.
Juzgado Letrado
costas y costos.
intereses
de Primera
Ejecutoriada, presen
e ilíquidos. Nelson Ni-
299
—-
Instancia
Segunda
Tribunal de
—
Apelaciones
en
lo Civil de 1"' turno
Sentencia N? 46.
Montevideo,
29 de
marzo
de 1967.
Vistos: para sentencia de segunda instancia ios autos caratulados "O.,
con, E. C, M. R.". Ejecución de hipoteca. Tercería deducida
1. L. y otros
por I. I.
lación
de
Resultando
2°.
Por
—
derecho
cipal, el
Florida,
3°.
conocimientos de la Sala
por ia
parte
actora
en
lo
en
mérito ai
principal
recurso
de ape
contra ia sentencia
fs. 34 por el Sr. Juez Letrado de Primera Instancia de 1" tur
a
Canelones,
chos formulada
de
a
interpuesto
dictada
no
venidos
:
:
y
1?.
en
éste,
cobrarse
a
Se acepta y da por reproducida la relación de he
pronunciamiento en recurso.
—
el
ei "a
con
crédito por el
sus
—
intereses,
La
apelación,
quo" declaro que el tercerista I. I. tiene mejor
preferencia del producido de la ejecución del prin
cual obtuvo embargo ante el Juzgado Letrado de
costas y costos.
parte actora
recurso
que
en
luego
lo
principal interpone
sustanciado, fs. 54
de
a
y
fs. 37 el
58,
se
recurso
concede li
fs. 79
se manda expresar
bremente, fs. 68/69, y recibidos los autos
agravios al apelante, quien io hace a fs. 85 manifestando que como lo acre
—
dita
con
—
el dictamen que
adjunta, la Comisión Directiva de la Asociación
Uruguay entiende que luego de la sanción de la ley N"?^
problema debatido en autos ha quedado resuelto a favor del ter
de Escribanos del
10.
79^,
cer
el
contratante de buena fe ya que el art. 53 de ia citada
iey dice que "Los
certificados que expedirán los Registros tendrán
efecto
determinar la
por
situación jurídica de los bienes o personas". Es
los
actos de dis
decir, que
posición realizados sobre bienes embargados en base a certificados libe
ratorios del Registro respectivo, tienen
plena eficacia aún con respecto a
ios embargos inscriptos con anterioridad
y por error, no denunciados en el
certificado, como lo sostiene ei Esc. Viera, al finalizar el informe
que se
acompaña.
40,
_
El tercerista contesta
—
tencia recurrida porque el punto
fs. 88— que debe confirmarse la sen
resolver es cual tiene valor para ia
a
300
—
ley,
si la anotación
en
el
Registro
o
—
el certificado erróneo
Director dei Registro.
expedido
por el
La verdad de ios
Registros no puede tergiversarse y todo dato falso
suministrare, carece de validez. De otra manera, el Re
gistro dejaría de ser tal; el Registro lo sería su Director. Esta es la tesis
adoptada por el Dr. Amadeo Lando en sentencia pubUcada en RDJA, t. 40
pág. 53 y sostenida por Moeetti Apuntes de Derecho Procesal, t. 1°, pág.
que al respecto
se
—
165 y
ss.
La
—
.
posición
contraria atenta contra lo
dispuesto por los
arts. 1591 y
variante entre la
ma
CC, ios que disponen que resultando alguna
contra
lo
dis
:
atenta
triz y las copias, se estará a lo que contenga aquélla
todo
el
900
901
determinan
685
CC
art.
CPC, que
que
puesto por
y 312,
y
acto que altere el estado actual de la cc^a embargada es nulo, si perjudi
ca al embargante y se realiza con posterioridad al Registro del embargo:
atenta contra el art. 48 de ia Ley 10.793, el que dispone que debe estarse,
para todos los efectos legales, a ia fecha de la inscripción o de cancelación :
1592
atenta contra ei sentido común ya que
so
que
a
no
puede
darse más valor
a
lo fal
lo verdadero.
Según ia tesis del Esc. Viera, los certificados expedidos por el Direc
Registro son una prolongación del mismo Registro pero siempre
cuando ios certificados se ajusten a la verdad.
tor del
y
En cuanto
a
tificado coincide
Registro,
lo
por el art. 53 de ia ley 10.793, cuando el cer
matriz, cuando es fiel reflejo de lo inscripto en el
dispuesto
con
la
surte los efectos
este artículo
legislador
no
parte
pudo
previstos
en
el citado artículo 53. Es
de la base de la exactitud del certificado
dar validez de verdad
El artículo que resuelve el
punto
es
a
decir, que
puesto que el
lo falso.
el 48 de la misma
iey :
si para to
dos los efectos
legales se estará a ia fecha de la inscripción, es ia fecha de
ia inscripción en los Registros y por io tanto, los Registros, io que deter
mina y fija la situación jurídica de los bienes o personas, no los certifica
dos.
59.
—
Acusada rebeldía al
tencia, la que fue acordada
en
fs.
ejecutado
legal forma, y
—
95
—
se
convocó para
sen
Considerando :
I.
de
—
recibo,
agravios expuestos por la parte actora en lo principal son
juicio de la Sala, por lo que reformará lo resuelto en la sen
Los
a
tencia recurrida.
^
301
—
Como bien
dice
—
transcripto a fs. 82, "Es nece
legítimos y respetables: ei del acreedor
embargante que ha inscripto su embargo y que, en consecuencia, ha toma
do todas las precauciones que en ei orden jurídico se exige para que la me
dida cautelar prevalezca sobre ios actos posteriores de disposición y ei del
tercero que ha adquirido un inmueble u
otorgado crédito con garantía
real sobre el raí? en la seguridad que le daba el certificado del
Registro,
de la inexistencia de inscripción
que afectara la absoluta eficacia del
II.
—
se
en
el informe
sario decidir entre dos intereses
■icto".
Y fue el
legislador quien decidió la cuestión mediante lo dispuesto
ley N? 10.793, como lo sostiene el citado informe
por el artículo 53 de la
del Dr. Luis Alberto Viera.
Dicho artículo 53 dice que "ios certificados que
tendrán por efecto determinar la situación
iros
expedirán
jurídica
los
Regis-
de los bienes
o
personas".
El tercerista
no
comparte la tesis del Dr. Viera por entender que el
el artículo 53
valor que
adjudica
ajusten a la matriz:
absoluto, de validez.
do
se
Sin
a
los certificados
el certificado erróneo
embargo, tal interpretación
no
se
es
tal siempre y
cuan
carecería, entonces,
en
encuentra autorizada por el
con respecto a la exac
certificado, aún a sabiendas, por parte dei
legislador, de posibles errores, problema éste que era el que expresamen
texto
legal puesto
titud
o error
te
que el artículo citado nada dice
de los datos del
resolvía.
se
Y ello debe
blicidad que
lidad,
por
así porque los Registros, en sí, no son públicos; la pu
función esencial, se logra por los certificados. En rea
organización, no hay registro público, en el sentido de exa
ser
en su
su
directo de la matriz por los interesados.
certificados y por tanto, a ellos debe estarse,
men
53
a
que
se
norma
tan estrictamente
efectos
su
como
de
lo ordena el artículo
hace referencia más arriba.
Pero esta
ción. El
Hay expedición pública
merece una
como
haciendo
precisión:
nacer
no
puede
certificado, claro está, no hace nacer derechos,
de la pubhcidad. La oponibilidad a terceros de
existencia—
se
ser
derechos por la
regula por el certificado
y
no
por el
interpretada
mera
certifica
pero resuelve ios
un
derecho
Registro, según
no
el
artículo 53.
Si ios certificados carecieren de
dad por la
publicidad
puede
consultado por ei
ser
se
eficacia,
todo el
régimen
derrumbaría ya que ei Registro,
público.
en su
de
seguri
matriz, no
302
—
Por tales
Viera,
fundamentos
se
que
deducida,
y los expuestos
en
ei informe
agregado
del Dr.
comparte, el Tribunal Falla:
Revócase la sentencia
ría
—
sin
especial
recurrida,
condena
en su
lugar, desestímase ia terce
los gastos de la instancia. Y devuél
y
en
vase.
DuBRA
—
Fleurquin (rcdactor)
Tercera
Suprema
—
García Otero.
Instancia
Corte de Justicia
m 130.
Montevideo, julio
este juicio promovido
mejor derecho, sobre la ejecu
R. R. M. B. le siguieron a M. R. E.
Para definitiva de tercera
Vistos:
1. I.
por
30 de 1969.
con
invocación de
una
hipotecaria que L. 1. O.,
C, ingresado a conocimiento
ción
-
instancia,
tercería de
A. V. y
de esta
sede,
por efecto dei
l.ación deducido por el tercerista actor de fojas
segunda instancia, dictada por el Tribunal de
Resultando:
de ape-
Apelaciones
en
io Civil de
1?.
—
Que
con
el testimonio de la sentencia dictada por
departamento de Florida en ei juicio
E., se presentó el primero ante el Juz
de Instancia de primer turno de Canelones
escrito de fs.
esta pieza
expresando que venía a promover tercería de me
Letrado de Instancia del
Juzgado
ejecutivo que
gado Letrado
6
recurso
contra ia sentencia de
(Libro 8^", FoHo 436, N? 55).
Primer Turno
el
104,
a
fs. 9 de
jor derecho
I. I. le
siguió
a
M. R.
—
—
los autos caratulados I. L. O.
C, A. V. y R. R. M. B. con
tra M. R. E. C. Ejecución de Hipoteca (Libro 45, Foho 241, m 1.146) y
con la finalidad
de que "Ei Juzgado disponga que,
expresó en el libelo
con ei precio de venta de los bienes realizados en el
mismo, se pague, en
primer término, la suma de treinta y un mil cincuenta y ocho pesos
($ 31.058.00), con más sus intereses que adeuda la ejecución a mi man
dante, así como los tributos y costos causados en esta tercería y en el jui
cio ejecutivo que le sigo a doña M. R. E. C, ante ei Juzgado Letrado de
Primera Instancia del Departamento de Florida".
en
—
—
-
—
Relacionó
con
amplitud los
tecedente fáctico de
303
—
extremos formales que constituían el
invocación de
an
mejor derecho al aducido por el
acreedor hipotecario en ei juicio precedente citado, antecedente que, en
rigor, eran las dos ejecuciones también inencionadas, la primera, promo
vida por su parte, y la segunda, por ei acreedor hipotecario, a cuyo res
pecto, sostenía, que tenía un derecho preferente a hacer efectivo su crédi
to invocado en la ejecución promovida ante el Juzgado de Instancia de
su
un
Florida.
lo establecido por ei artículo 900 del Có
digo de Procedimiento Civil, norma que, en síntesis, confiere preferencia
al acreedor que primeramente ha obtenido embargo en bienes del deudor.
Respaldó
su
pretensión
con
Adujo, asimismo, lo establecido por el artículo 901 del mismo Código y
solicitó que: "por tener un embargo sobre esos mismos bienes de la eje
cutada, de fecha anterior a la hipoteca de ios ejecutantes y a la inscrip
ción de esa hipoteca en el Registro respectivo", se haga por el Juzgado
una declaración, de que tiene derecho a cobrar, en la ejecución hipoteca
ria, el crédito reconocido por el Juzgado de Instancia de Florida" y cuya
decisión a ese respecto, acompañó en forma testimoniada.
hipotecarios se opusieron a ia pretensión del terceris
afirmando que, "cuan
ta
fojas 11/13 vuelta de esta pieza
do el Escribano O. M. E. autorizó nuestra escritura de hipoteca, lo hizo te
niendo a la vista el certificado expedido por el correspondiente Regis
Los acreedores
—
escrito de
—
tro, en el que no lucía el gravamen que invoca el Señor C. E. P.". Y agre
garon en la contestación a la demanda del tercerista: "De ahí la total pro
cedencia de la argumentación que se transcribe de seguido".
Esta
argumentación consistió, fundamentalmente, en precisar que
ley reputó ei certificado la única expresión válida en las constancias
dei Registro" y debe creerse
agregaron
que la ley ha entendido dar
al certificado, expedido en debida forma, todo ei valor
que atribuye al
Registro mismo".
ia
—
"Lo que
—
afirmaron
significa establecer
que, aún cuando, en ca
éste, los Certificados no estén de acuerdo con el Registro, fren
te a terceros de buena fe, no se pueden invocar otras constancias del Re
gistro, que las que resultan dei certificado expedido por el mismo".
—
—
sos como
Solicitaron la desestimación de ia tercería deducida.
Y
planteada y precisada la litis en tales términos esenciales, fue de
en primera instancia —sentencia N?
134 dictada por el Juzgado
de primer turno de Canelones- con declaración
de que "el tercerista don
I. I., tiene mejor derecho a cobrarse con
preferencia, del producido de la
cidida
—
304
ejecución del princip.al, el crédito por
gado Letrado de Primera Instancia
—
el que obtuvo
de
Florida,
embargo
sus
ante ei Juz
intiFeses,
costas y
costos".
Recurrido
ese
failo por los acreedores
vocada la existencia de
e in
hipotecarios
fojas 37
su
del
en
favor
créditos, por
parte
44
fue
correspondiente hipoteca
fojas
escribano autorizante de la
—
franqueada la alzada, que se abrió
tada de fojas 67 vuelta/69— para
Civil de
primer
contestación
su
texto de
una
en
forma libre
—
decisión N^" 6.019 dic
ante ei Tribunal de
Apelaciones
en
lo
turno.
Y formuladas ante
vios y
—
—
cesión de
una
consulta,
sede, la correspondiente expresión de agra
oportunidad, se acompañó a la primera, el
Sala se pronunció en sentido contrario a ia de
esa
en
cuya
ia
cisión de primer grado, por io que revocó "la sentencia recurrida y, en
su lugar
desestimase la tercería deducida, sin especial con
—expresó
—
dena
los gastos de la instancia".
en
el que
segundo failo por el tercerista
fojas 104
114
se
fran
a
115
vuelta
agravios
fojas
fojas
expresión
recurso ante esta Sede, en la que, pasados a estudio los anteceden
Y recurrido este
formuló
ei
queó
tes,
se
—
de
su
obtuvo sentencia
Considerando: 1?.
cuadamente
ajustada
en
—
segunda
legal.
Que la Corte,
en
en
esta
instancia y,
unánime, estima ade
vigente y aplicable a la
forma
ai ordenamiento normativo
controx^ersia desarrollada
tencia de
forma
—
—
—
pieza, ordenamiento recibido por ia sen
cuya virtud, desestima la tercería de
en
mejor derecho aducida en autos, por lo que, compartiendo la orientación
de ese fallo, lo confirmará en todos sus términos, sin hacer una especial
distribución de los gastos causídicos.
Indica el contenido medular de la controversia
planteada
y desarro
antecedentes, una vez más, ei problema del certificado ex
pedido en forma errónea, en la especie por el Registro General de Inhibi
Sección Embargos e Interdicciones,
ciones,
problema que, desde lúego, ha podido hacerse extensivo a otros Registros, si bien con distintas
consecuencias. Pero problema que, en esencia, conduce a ia necesidad de
elucidar el valor de los actos jurídicos que se han perfeccionado sobre la
base del informe aportado a las partes que intervinieron en tales actos, y
por el referido certificado, no ajustado a la realidad inscripcional del Re
gistro que lo expidió.
llada
en
estos
—
—
partes han expuesto, con toda amplitud, los criterios distintos
adoptados por la jurisprudencia y aún por la doctrina, frente al referido
Las
—
305
—
particular, las disposiciones adjetivas que inciden para su
caudal
solución, a cuyos efectos, la sentencia de primera instancia hace
Procedi
de
del
900
artículo
ei
io
Código
dispuesto por
fundamental, de
problema
miento
y,
en
Civii,
preferencia para la efectividad de su crédito,
primeramente ha obtenido embargo en bienes de su deu
que confiere
"al acreedor que
dor".
puede olvidarse, que ia evolución poste
rior de nuestro derecho, preocupado por una atinada solución a conferir
a ese problema, continuó meditando sobre la apreciación dei verdadero
Pero si bien ello
es
así,
no
derecho del contratante que, por la misma naturaleza de la organización
registral no tiene acceso a ia realidad inscripcional del Registro y, en vir
voluntad para el perfeccionamiento de un acto ju
solamente, al informe que le ofrece el certificado otorgado
tud de
ello, otorga
rídico,
librado
por
su
aquél.
respecto, ei artículo 900 del Código de Procedimiento Civil no
palabra definitiva sobre ei punto, desde que, en rigor, se trata
A este
aporta
ia
precisar, aún admitiendo ia terminología de esa disposición, cuál
primeramente ha obtenido embargo en bienes de su
deudor". Es decir, si lo es aquel que en realidad ha sido inscripto en pri
mer término en ei Registro, o contrariamente a ello, aquel a quien el re
ferido Registro le ofrece un certificado en blanco y, en consecuencia, por
tal circunstancia viene a ocnvertirse, como consecuencia de la misma ex
tai como
presión de voluntad del propio Registro, única por otra parte,
se dijo anteriormente^
el alcance del interesado, en el verdadero primer
embargante.
ría de
es
ei "acreedor que
—
—
puede olvidarse, para enfocar con acierto ia ati
problema, que el mismo presenta aspectos que, desbor
dando el Derecho Privado, encuadran en el Derecho Público, tal como io
hacen, todos ios problemas atinentes al denominado "Derecho Registral"
y, desde que, en tales situaciones, no puede limitarse la apreciación del
problema al interés exclusivo de quienes han contratado con ios datos su
ministrados por determinado Registro, sino además, al interés general del
A este
respecto,
no
nada solución del
servicio que tales Registros realizan y, aún por encima de él ai propio in
terés general de la confianza en los negocios jurídicos que se realizan de
buena fe y, desde luego, a la misma estabilidad de esta clase de contra
tación.
La doctrina ha dicho
con
razón que "si bien
titud de la distinción de derecho
público
des para delimitar las fronteras entre
y
uno
no
parece dudosa la
privado, hay
y otro".
exac
serias dificulta
306
—
Y
—
posterioridad al análisis pormenorizado de los distintos crite
permitan esa delimitación, la misma doctrina concluye expre
sando que "el criterio que parece más acertado toma en consideración ia
con
rios que
naturaleza de las actividades
o situaciones
reguladas por las normas". Y
agrega a este respecto: "Es indudable que ciertas actividades o situacio
nes afectan principal e inmediatamente los intereses
generales, mientras
que otras tienen
mente
con
una
trascendencia más particular, relacionada directa
o entidades privadas. Por lo
mismo, aquéllas re
las personas
regulación jurídica especial que se logra mediante normas
peculiares, las cuales constituyen el derecho público"
(S.4YAGUÉS Laso, Tratado de Derecho Administrativo, tomo 1', pgs. 17 y
quieren
una
características
co'a
19).
Y en la apreciación del problema planteado por el otorgamiento por
determinado Registre de un certificado con dato erróneo, no cabe du
da, que el mismo no puede independizarse del análisis general de todo el
sistema de publicidad Registral, en cuya situación, las normas que regu
lan el referido sistema, son sin lugar a dudas, de verdadero interés colec
un
tivo y
de un
solamente por ei de tutelar la
general,
determinado
no
servicio,
sino
y éste muy
regularidad
especialmente, por el especial de
seo de tutelar ia adecuada y justa regularidad de la contratación. En con
secuencia, las normas que regulan ei sistema de publicidad en que se apo
ya la organización de nuestro Derecho Registra] son, sin lugar a dudas,
de evidente interés general, por lo que, como tal, se sobrepone a aquel
otro interés particular, relacionado con las personas o con las entidades
además,
privadas.
Hecho
ese
planteamiento previo
tación del Derecho Público
y
como
consecuencia de él
cabe precisar, además,
Registral, se apoya de manera decisiva en
cidad como garantía del derecho de terceros.
ma
—■
gravi
—
las características que presenta ei proble
que todo nuestro sistema nacional de Dere
en
cho
el presupuesto de ia
publi
en otros términos: los efectos jurídicos de los contratos forma
regularmente entre las partes, no se encuentran afectados por el
sistema registral interno, la omisión de cuyo cumplimiento se sanciona
Dicho
lizados
con
multa.
Pero el certificado
expedido
determinada inscripción,
o
Registro respectivo, ya acuse una
inscripciones o no registre ninguna, es
por el
varias
en vir
primordial garantía organizada por ese sistema de publicidad,
así co
tud de io cual, la situación jurídica de cualquier persona o entidad,
la
expresión de
mo de cualquier bien mueble o inmueble, se regula por
la
307
—
«se
publicidad
sistema de
—que
es
—
el certificado— erróneo
o
no, pero
lo que,
definitiva, siempre la expresión de tal publicidad, por
es
este
en
cer
realiza
tificado quien regula y califica la validez del acto de disposición
un
tercero.
de
derecho
un
titular
y
do entre determinado
El
problema
del certificado
que ha merecido
tionado,
ha sido un extremo muy cues
encontradas de la Cátedra y de ia
erróneo,
opiniones
jurisprudencia.
Corte, los extremos de apreciación expuestos
con anterioridad conducen a afirmar, que ese problema está definitivatal como io admite ia sentencia de segunda instancia
jnente resuelto
Pero
opinión
en
de ia
—
por ei artículo 53 de la ley N? 10.793 dei
25 de setiembre de 1946 y cuyo texto expresa: "Los certificados oue ex-
dictada
en
estos antecedentes
—
nedii:án_lDfi..lEÉ.eistrDjajt.endráiL.üjQr efecto d^í£xwÁmixJái.MÍMadáxLhmáá&3!m^
.rí.p. j-n.-? hipn.p.s
n r>p.rson.ns.
Es por ello que, con holgada razón se expresa en la consulta incorpo
rada de fojas 82 a fojas 84 de autos que "si la finahdad del certificado, es
■establecer la situación jurídica de los bienes o personas, es indudable que
disposición basado en un certificado liberatorio, es
Registro de que la persona o ei bien
decir,
se solicitó la información están libres de toda inscripción,
los
cuales
por
la única verdad que vale es la del certificado que como muy bien señalara
Santini, es como una prolongación dei Registro ante ios contratantes y
ante los profesionales. Son el Registro mismo".
.si
se
otorga
un
en una
acto de
constancia formal del
En el caso planteado en estos antecedentes, ei contrato accesorio de
garantía hipotecaria se formalizó en función del certificado de fojas 20 a
fojas 21 de estos antecedentes, en el cual se expresa
fojas 21
que "no
•existe vigente en esta fecha inscripción alguna" y cuya fecha de expedi—
—
•ción del referido
certificado,
lo fue el día veintidós de
enero
de mil
nove
cientos sesenta y dos.
Es esta
expresión
de voluntad dei
Registro
General de Inhibiciones
lo que, aunque erróneamente de acuerdo a la realidad registral
^así cabe
admitirlo de acuerdo al nuevo certificado incorporado por el tercerista a
—
fojas 4/5
—
determinó
en
forma ciara la situación
jurídica
de las personas
•que formalizaron ei referido contrato
préstamo,
jeto de
la
por io que,
garantía
mentado contra ei
i;erios
expuestos
su
derecho
y cobrarse
deudor,
con
es
a
accesorio, y también ei principal de
ejecutar el bien que constituyó el ob
con su
venta ei crédito que
indudable
anterioridad
en
en
adecuada
esta decisión y
se
había instru
aplicación
a
de ios cri-
ios cuales la
Corte,
—
3C8
—
forma
en
ardua,
unánime, le confiere mayor acierto en la decisión, desde luego,
de la contratación formalizada en
virtud de un certificado erróneo.
La buena fe de los
contratantes, que prestaron consentimiento en
certificado que, aunque erróneo ante la realidad registral,.
ei único extremo que tenían a su alcance
para adecuar su voluntad,
función de
era
un
unido al interés
ce
ra
general
de la estabilidad y firmeza de la
contratación,
ha
que, se declare preferente el derecho de los acreedores hipotecarios pa
obtener la efectividad del contrato principal de préstamo.
Y ello, conduce a desestimar, tai
gunda instancia, ei derecho invocado
como
en
lo ha hecho la sentencia de
se
estos autos por el tercerista.
luego, que está demás precisar, que quedan a salvo los dere
tercerista, para reclamar aquellos de que se considere asistido,.
en doble vía: la primera, contra la ejecutada, y la segunda, contra el Es
tado, en aplicación de lo dispuesto por el artículo 24 de la Constitución.
Desde
chos de
ese
Por
esas
razones, lo
tablecido, además,
dispuesto
por las
normas
legales citadas y lo es
Código de Proce
por ei inciso 2° del artículo 732 del
Suprema Corte, Falla: Confírmase la sentencia de segun
perjuicio de los derechos de que se considere asistido el
tercerista, para hacerlos valer en la vía y forma que corresponda. Sin san
ción en los tributos de este grado. Y devuélvase.
dencia
Civü,
la
da instancia. Sin
Cerdeiras,
por los fundamentos
Siemens Amaro.
—
Sánchez Rogé.
expresados
—
y por otros.
Mallo.
Ministro redactor Dr. Don Emilio Siemens Amaro.
• —
Reyes.
—
Descargar