INIA, 40 Años Sembrando Tecnología en el Agro Chileno Jorge Lundstedt L. Sol Fernández C. Ing. Agrónomo Ing. Agrónomo M.Sc. Jorge Carrasco J. Sergio González M. Ing. Agrónomo Dr. Ing. Agrónomo Ph.D. 1. EL OZONO E l ozono es una molécula con tres átomos de oxígeno (O3), que se forma naturalmente en las capas superiores de la atmósfera poracción de la energía solar, proceso denominado fotólisis. La mayor concentración (90%) de ozono se encuentra en la estratósfera, ubicada entre los 15 y 50 Km de altura desde la superficie terrestre (Figura 1). La capa de ozono es de gran importancia, dado que protege a los seres humanos, plantas y animales de la radiación solar ultravioleta (UV). 1.1. Sustancias agotadoras de la capa de ozono El ozono se destruye naturalmente por una serie de ciclos catalíticos que involucran oxígeno, nitrógeno, cloro, bromo e hidrógeno, entre otros. Adicionalmente, ciertas sustancias artificiales que son estables al nivel de la tierra, al ser expuestas a intensa radiación solar en la atmósfera se descomponen, liberando así átomos de cloro y bromo, los cuales tienen la capacidad de destruir la capa de ozono. Las sustancias químicas que destruyen las moléculas de ozono se denominan “sustancias agotadoras del ozono” (SAO). Algunos de estos químicos, como por ejemplo aquellos que contienen bromo, son particularmente reactivos y destruyen el ozono más eficientemente que Figura 1. sustancias que contienen átomos de cloro. Por esta razón, tiene mayor “Potencial Destructiva del Ozono” (ODP), que es la medida de capacidad de destrucción de ozono relativa a un criterio de referencia, el cual se expresa en unidades de “toneladas ODP” Entre las Sustancias Agotadoras de la capa de Ozono, se incluyen: • Clorofluorocarbonos (CFC’s): Compuestos sintéticos que han sido utilizados en aplicaciones comunes como pulverizadores y disolventes, así como por las industrias del frío y de los aislantes térmicos. • Hidrocloroflurocarbonos (HCFC’s): Compuestos químicos desarrollados, en un inicio, como sustitutivos de CFC’s, a pesar de tener un potencial destructivo del ozono propio. HCFC’s tienen una permanencia atmosférica de hasta 20 años. • Tetracloruro de carbono y metil cloroformo: Químicos utilizados extensamente como solventes, para aplicaciones industriales y de producción. El tetracloruro de carbono tiene una permanencia atmosférica de 42 años. 1 • • Halones: Sustancias químicas que contienen bromo, utilizadas para el control de fuegos e incendios. El Halon 1301 tiene una permanencia en la atmósfera de 65 años. Bromuro de Metilo: Químico utilizado principalmente como pesticida o fumigante para actividades agrícolas. Su permanencia en la atmósfera podría extenderse hasta 7 años. 2.BROMURO DE METILO El Bromuro de Metilo, es un fumigante de amplio uso en la agricultura mundial para el control de plagas, enfermedades y malezas; tratamientos cuarentenarios y de preembarque en productos de exportación. 2 A nivel mundial, América del Norte ha representado el mercado más importante de éste plaguicida con el 41% de las ventas, seguido por Europa con el 26%, Asia (incluyendo Israel y Oriente Medio) con el 23 %, y finalmente Africa, Sudamérica y Australia con el 9 %. En nuestro país, su formulación puede ser en un 100% Bromuro de Metilo, la cual se utiliza para los tratamientos cuarentenarios de frutas de exportación y formulaciones con cloropicrina, la cual se utiliza mayoritariamente para la desinfección de suelos (ej. 98% Bromuro Metilo más 2% Cloropicrina). Su comercialización es en cilindros a presión de 100 kg o bombonas de 680 gr. Las importaciones de este fumigante provienen mayoritariamente de Israel, Bélgica y Estados Unidos y su comercialización es a través de tres empresas: ANASAC S.A., DEGESCH de Chile Ltda. y Sociedad de Fumigaciones LTDA. Del volumen que se utiliza en la desinfección de suelo, cerca de un 80% se emplea para esterilizar suelos en cultivos de tomate, pimentón, tabaco, flores y viveros de plantas frutales y forestales. El 25% restante, se usa para desinfectar suelos en replante de frutales, tratamiento de sustratos para producción de plantas en bolsas, producción de algunas especies de flores y en tratamientos cuarentenarios de frutas y hortalizas. 2.1. Efecto del Bromuro de Metilo en la Capa de Ozono Un gran porcentaje del Bromuro de Metilo aplicado al suelo, es liberado a la atmósfera, donde comienza su proceso de descomposición debido a la acción de la radiación UV. La molécula de Bromuro de Metilo se divide en un radical metilo y un átomo de bromo. Este bromo es el responsable de la destrucción de una o varias moléculas de ozono, ya que las divide en una molécula de oxígeno y un radical de oxígeno, de manera que si esto ocurre en forma sucesiva, se forma lo que conocemos como el “agujero de la capa de ozono” (Figura 2). Figura 2. A nivel mundial el ozono disminuyó, aproximadamente, en un 2% entre las décadas de los 70 y 80, y se estima que en la época de los 90, las reducciones fueron aún mayores. El espesor de la capa de ozono se mide con unidades Dobson (UD), de manera que 1000 unidades Dobson equivale a una columna uniforme de ozono de 1 cm de espesor en condiciones normales de presión (1 atm ) y T° (0° C). Se estima que si se comprime todo el ozono que existe en la tierra, éste tendría 3 mm de espesor o 300 UD. Mediciones del nivel de la capa de ozono realizadas por instituciones internacionales, indican que el agujero de la capa de ozono se ha acentuado los últimos años, llegando a niveles de menos de 170 unidades Dobson (Figura 3). Chile posee varias estaciones de medición de niveles de ozono tales como la Dirección de Metereología y las Universidades de Chile y Magallanes . La radiación ultravioleta se puede dividir en tres tipos, de acuerdo a su longitud de onda y a los distintos roles que juegan en los procesos fotoquímicos y en la salud humana: UV-A (320 - 420 nanómetros (nm), UV-B (280 - 320 nm) y UV-C (menores 280 nm). La capa de ozono absorbe algunos de estos tipos de radiación ultravioleta, así por ejemplo la UVB es absorbida en su mayor parte y la UVC es completamente absorbida. Mientras que la radiación ultravioleta del tipo A no es absorbida por la capa de ozono. La radiación solar UV-C es letal, y la radiación UV-B es dañina para prácticamente todas las formas de vida sobre la tierra. Se ha establecido que una excesiva exposición a radiación UV-B causa problemas de salud humana, tales como cáncer de piel, cataratas de ojos y debilitamiento del sistema inmunológico. Figura 3. 2.2. Otros efectos del Bromuro de Metilo La exposición del ser humano a altas concentraciones de este pesticida, puede provocar problemas en el sistema nervioso central, sistema respiratorio, ojos y piel. Los síntomas más comunes de una intoxicación aguda son debilidad, decaimiento, dolor de cabeza, perturbaciones visuales, náuseas y vómitos. Otros impactos negativos del uso de Bromuro de Metilo son: la contaminación hídrica en zonas con napas fréaticas altas y reducción de la biodiversidad biológica del suelo. 3. EFECTOS DE LA RADIACIÓN ULTRAVIOLETA (UV) EN EL SER HUMANO El nivel de radiación ultravioleta (UV), que llega a la superficie de la tierra puede variar en función de una gran variedad de factores como por ejemplo: latitud, altitud, época del año, hora del día, entre otras. Uno de los efectos más evidentes de la radiación UV-B, es la quemadura del sol. La exposición a lo largo de la vida, a elevados niveles de UV-B aumenta el peligro de cáncer cutáneo sin melanoma. Los investigadores han sugerido que este tipo de cáncer podría aumentar en 2% cada vez que disminuye en 1 por ciento el ozono estratosférico. Existen indicaciones de que una mayor exposición a las UV-B, en especial durante la infancia, puede agravar el riesgo de desarrollar cánceres cutáneos con melanoma, los cuales son de mayor gravedad. L a e x p o s i c i ó n a l o s r a y o s U V- B p u e d e provocar un debilitamiento del sistema inmunológico de los seres humanos y los animales. Por consiguiente, un aumento de las radiaciones UV-B reduciría la resistencia humana a una serie de enfermedades, entre e l l a s l o s c á n c e r e s , a l e rg i a s y a l g u n a s enfermedades infecciosas. Por último la exposición a los UV-B también podría afectar la capacidad del cuerpo para responder a las vacunaciones contra enfermedades. 3 Las radiaciones UV-B tienen una serie de efectos indirectos sobre las plantas, como una alteración de su forma, la distribución de la biomasa en las distintas partes de la planta y la producción de sustancias químicas que impiden el ataque de los insectos. El aumento de la radiación UV-B, podría por ende provocar efectos a nivel del ecosistema, como cambios en el equilibrio competitivo entre plantas, los animales que las comen y los agentes patógenos y las plagas de las plantas. Muchas especies y variedades de plantas son sensibles a las UV-B, aún en sus niveles actuales. Una mayor exposición podría tener efectos directos e indirectos complejos, tanto sobre los cultivos como sobre los ecosistemas naturales. 4 Estudios han demostrado que cuando cultivos como el arroz y la soja están más expuestos a los rayos UV-B las plantas son más pequeñas y el rendimiento más bajo. El aumento de la radiación UV-B podría alterar químicamente las plantas agrícolas, reduciendo su valor nutritivo o aumentando su toxicidad. Si no se detiene el agotamiento de la capa de ozono, tendremos que buscar variedades de cultivos que toleren las UV-B, o desarrollar programas de mejoramiento genético con especies y/o variedades que toleren altos índices de radiación ultravioleta. Adicionalmente, elevados índices de radiación ultravioleta impactan negativamente a los ecosistemas marinos, y causan una variedad de problemas de salud en animales. 5. PROTOCOLO DE MONTREAL El daño en la capa de ozono ha puesto a la comunidad internacional en alerta. El Protocolo de Montreal es un convenio internacional que tiene como objetivo limitar, controlar y regular la producción, el consumo y el comercio de sustancias químicas destructoras de la capa de ozono. Entre éstas sustancias se encuentran los halones, cloroflurocarbonos (CFC) y el Bromuro de Metilo. A la fecha 183 países han firmado este convenio y nuestro país lo ratificó en 1994. El Protocolo estableció un calendario de eliminación de todos aquellos compuestos que dañan la capa de ozono. Específicamente en relación con el Bromuro de Metilo, se estableció un calendario para su eliminación progresiva que llevaría a su supresión total en el año 2005, en los países desarrollados y en el 2015, en los países en vías de desarrollo. En 1992 el protocolo de Montreal, creó un Comité de Expertos (Methyl Bromide Technical Options Commitee, MBTOC), con el fin de encontrar tecnologías de reemplazo al uso de Bromuro de Metilo en el mundo. Este comité definió como alternativas aquellos tratamientos químicos y no químicos y los procedimientos técnicamente factibles para controlar plagas y enfermedades. En Chile la aplicación de éste acuerdo ha sido responsabilidad de la Comisión Nacional del Medioambiente (CONAMA), que a través de la Unidad de Ozono ha desarrollado una serie de actividades orientadas a disminuir el consumo de sustancias dañinas de la capa de ozono. Desde 1999, el Instituto de investigaciones Agropecuarias (INIA), con la supervisión de CONAMA y el apoyo financiero del Banco Mundial y del Programa para las Naciones Unidas (PNUD), han desarrollados proyectos que tienen como objetivo validar y demostrar la factibilidad técnica y económica de alternativas de reemplazo al uso del Bromuro de Metilo en cultivos de tomate, pimiento, especies frutales y forestales. INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS 4. EFECTOS RADIACIÓN ULTRAVIOLETA (UV) EN EL ECOSISTEMA Dirección Regional: Avda. Salamanca s/n, Sector los Choapinos, km 104 Ruta 5 Sur, Rengo, VI Región La mención o publicidad de productos no implica recomendación de INIA Rayentué. Permitida la reproducción total o parcial de esta publicación citando la fuente y el autor.