Mastaba - Grado de Historia del Arte UNED

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El arte Egipcio
Mastaba
Restos de una mastaba en Giza
Mastaba (voz árabe que significa banco) es la edificación funeraria del antiguo Egipto,
con forma troncopiramidal, de base rectangular. Las más suntuosas, como la erigida por
el faraón Shepseskaf, llegaron a tener casi veinte metros de altura.
Aunque no se sabe cómo las llamaban los antiguos egipcios, los árabes las denominaron
mastaba, ya que se parecían a los bancos locales, nombre que adoptaron los primeros
exploradores europeos. Las más antiguas se datan durante las primeras dinastías.
Ubicación
Era muy importante: las tumbas se debían situar fuera del alcance de las crecidas del
Nilo, y tenían que estar en la zona occidental del Nilo, en el desierto, por donde se ponía
el Sol al atardecer, que era donde el difunto iniciaba su viaje hacia el Más Allá pues,
según sus creencias, la entrada al inframundo o Duat, estaba situada al occidente,
denominándose "occidentales" a los espíritus de los difuntos.
Descripción
Tumba de Narmer en Umm el-Qaab
Las mastabas se construyeron con adobes (ladrillos de barro), y posteriormente de
piedra, generalizándose entre los egipcios más ricos, durante la dinastía III, después de
erigir Imhotep, en piedra, el complejo funerario de Saqqara para el faraón Dyeser
(Zoser).
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Primeras tumbas
Las más antiguas eran fosas excavadas divididas en varias salas con muros de adobe. La
sala central se reservaba para el difunto, y en las demás se colocaba el ajuar funerario y
los víveres para la otra vida. En algunas, hay fosas en el exterior con los cuerpos de los
esclavos sacrificados para el servicio de su señor en el más allá. Una vez depositado el
cuerpo, se cegaba el acceso. La forma de cubrir de estas fosas se desconoce;
posiblemente fuese una estructura de adobe y madera, de poca altura.
La mastaba
Esquema de mastaba con doble foso
Esta construcción tenía dos niveles: el subterráneo, con la cámara sepulcral a la que se
accedía a través de largos pozos verticales, que se cegaban después de depositar la
momia. En el nivel superior, la capilla, que imitaba la casa del difunto, donde los
familiares podían pasar para depositar ofrendas, con una o varias "falsas puertas"
decoradas con relieves, situadas en la parte oriental, que servían para indicar al espíritu,
al doble del difunto, el lugar por donde debía salir o entrar al edificio. Las más
suntuosas disponían de varias salas ricamente decoradas y serdab.
Con el paso del tiempo, esta construcción se fue haciendo más compleja y se añadieron
más salas, escaleras, trampas para saqueadores, etc., llegando algunas a medir cincuenta
metros de largo y seis o siete de altura. Las más monumentales sirvieron de sepultura
para la nobleza, clases dirigentes y personas de alta posición social, incluso de algunos
faraones.
Mastabas saítas
En el Periodo tardío de Egipto, desde la época saíta, las mastabas perdieron su forma
original, consistiendo en sencillas construcciones de adobe elevadas sobre el suelo, y
prescindieron de la cámara subterránea. En esta época, las mastabas contenían a veces
un panteón familiar, colocándose unas tumbas encima de otras, disponiendo una
escalera exterior para poder llegar hasta las más elevadas. Esta curiosa disposición fue
habitual en el Bajo Egipto para resguardar a los cadáveres de la humedad propia de las
inundaciones.
Existen miles de mastabas en Egipto, muchas de ellas con capillas interiores decoradas
con bellas pinturas murales. A diferencia de los textos de las Pirámides, que sólo
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contenían fórmulas para la vida en el más allá, estas pinturas son una excelente fuente
de información de la vida cotidiana.
Las pirámides egipcias posiblemente se desarrollaron como evolución de las mastabas
pues, según los eruditos, la más antigua, la Pirámide escalonada de Saqqara, fue
originalmente una mastaba, posteriormente ampliada.
Serdab
El serdab (en árabe ‫ داب‬Sirdāb; en antiguo egipcio pr-tu.t "casa de la estatua") es un
habitáculo que se encuentra en los monumentos funerarios (mastabas o templos
funerarios) construidos durante el Imperio Antiguo de Egipto."
Serdab de Dyeser en Saqqara.
Construido generalmente sin acceso, contiene la estatua donde reside el ka del difunto.
A veces se comunicaba con la capilla funeraria mediante una abertura o varios huecos
que permitían al difunto (su estatua) recibir las ofrendas depositadas por los parientes.
El serdab a menudo se disimulaba detrás de un estela de tipo 'falsa puerta'.
El serdab del faraón Dyeser (Zoser), situado fuera de su pirámide, en una pequeña sala
aislada, descubierto por Cecil Firth en 1924, contenía textos jeroglíficos designando a
Imhotep como arquitecto diseñador de la pirámide escalonada de Saqqara. Contiene una
estatua sedente del rey Dyeser, de 1,42 metros de altura, cuya copia es actualmente
visible, pues la estatua original se encuentra en el Museo Egipcio de El Cairo.
En las tumbas del Imperio Medio el serdab no existe, pero una estatua del difunto a
menudo forma parte del conjunto funerario.
Pirámide escalonada de Zoser
La pirámide de Zoser es la tumba, o cenotafio, del faraón Zoser (Necherjet Dyeser) de
la III Dinastía del Egipto (c. 2650 a. C.). Denominada antiguamente Dyeser Deyeseru
"la más Sagrada", se conoce actualmente como la pirámide escalonada y según
Manetón fue edificada por Imhotep, el primer arquitecto de nombre conocido de la
historia. Es la construcción más notable de la necrópolis de Saqqara, al sur de la ciudad
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de Menfis, y fue el prototipo de las pirámides de Giza y de las restantes pirámides
egipcias.
Pirámide escalonada de Saqqara.
La Pirámide Escalonada, o proto-pirámide, fue el primer cenotafio monumental real y es
considerada la gran estructura en piedra más antigua de Egipto y del mundo.
Formaba parte de un complejo para celebraciones, rodeado por un muro pétreo que
albergaba un templo y edificios de carácter simbólico, la mayoría macizos, no
accesibles, con un amplio patio para conmemorar el Heb Sed y un intrincado sistema de
galerías subterráneas y almacenes.
Hasta la construcción de la pirámide de Zoser (Dyeser), las tumbas reales consistían en
cámaras subterráneas cubiertas por una estructura de adobe en forma de pirámide
truncada llamadas mastabas. La pirámide de Zoser está hecha en piedra y consiste en
seis enormes mastabas, una encima de otra, en lo que fueron cinco revisiones y
desarrollos del plan original: una mastaba con la base cuadrada, de 63 metros de lado y
ocho de altura, cuya construcción se atribuye también a Imhotep, pero en época Sanajt,
el faraón precedente; ésta primera mastaba sería realmente el primer monumento erigido
en el antiguo Egipto utilizando piedra tallada.
La pirámide se encuadra en un recinto que constituye un complejo funerario; alcanzó
sesenta metros de altura, y 140 m de largo por 118 m de ancho en la base, quedando
revestida de piedra caliza blanca pulida.
La pirámide escalonada se sitúa en el centro de este recinto rectangular de 554 m, de
norte a sur, y 277 de este a oeste. La muralla es de piedra caliza; medía originalmente
unos diez metros de altura y tenía catorce falsas puertas y un sólo acceso, dispuesto en
uno de los entrantes que imitan una falsa puerta. Las construcciones tienen fachadas
exteriores cuidadas, sin embargo, los interiores son macizos.
Esta entrada conduce a un pequeño patio y luego a una sala hipóstila, con cuarenta
columnas fasciculadas, adosadas a pilastras, redondeadas en la parte interior, imitando
haces de troncos de papiro, enfrentadas en dos filas, de 6,60 metros de altura y un metro
en la base, sobre las que se apoyaba una cubierta adintelada; estas son las primeras
columnas en piedra conocidas del arte egipcio.
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A continuación hay un amplio patio, al sur de la pirámide, con un pequeño altar y cuatro
mojones que tal vez representaron los límites del reino, entre los que el faraón debió
realizar la carrera simbólica durante la fiesta Sed.
Pirámide escalonada
La "pirámide de Zoser" (Dyeser) tiene base rectangular (140 x 118 m), con su lado
mayor de este a oeste; consiste en seis troncos de pirámide superpuestos, con una altura
original de sesenta metros. La inclinación de los cuerpos de la pirámide es de 16°
respeto a la vertical y de 22° en el nivel superior.
El diseño de la pirámide experimentó varios diseños y modificaciones: los tres primeros
con la idea de mastaba y otros tres conformando la pirámide escalonada. Se utilizaron
bloques de caliza silícea, extraídos de canteras próximas, unidos con argamasa; el
exterior se revistió con piedra caliza, de grano fino, de un espesor medio de dos metros.
El tercer proyecto de la pirámide consistió en la ampliación de la mastaba original, para
incorporar las tumbas de la familia real, y el inicio del complejo funerario.
Hay once pozos de 32 metros de fondo por los que se accede a otros tantos corredores
horizontales en los que se encontraron dos sarcófagos de alabastro (uno de ellos con los
restos de una hija de Dyeser, de ocho años), salas revestidas de placas de fayenza, con
representaciones en bajorrelieve del faraón, con su nombre Necherjet, y almacenes con
más de 48.000 vasijas cérámicas y en piedra, muchas con los nombres grabados de
personajes y faraones precedentes, de las dinastías I y II.
La cámara funeraria de Zoser (Dyeser) está en el centro de la pirámide, en el fondo de
un pozo de 28 metros de profundidad y siete de anchura; se contruyó en granito y se
revistió con yeso. Fue sellada con un gran bloque de granito de 3500 kilos. El arquitecto
y egiptólogo francés, Jean-Philippe Lauer, restaurador del complejo desde 1932,
encontró restos de una momia que se dató en una época cientos de años posterior.
Pirámide vista desde el patio de la fiesta Sed
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Pirámide de Meidum
La pirámide de Meidum, llamada por los árabes la Falsa pirámide (el-haram elkaddab), está situada a la entrada de El Fayum, a unos 100 Km. de El Cairo. Se
conserva restos de la estructura central, rodeada de un montículo formado por los
escombros de la cubierta externa. Es una de las tres pirámides construidas durante el
reinado de Seneferu.
Fechada en el siglo XXVI a. C., fue construida con piedra caliza (los egiptólogos creen
que durante el reinado de Huny, último faraón de la tercera dinastía, aunque ninguna
inscripción lo confirma). Tenía originariamente 7 pisos, ampliados posteriormente a
ocho y transformada finalmente por Seneferu en una pirámide lisa. Actualmente solo
son visibles tres de niveles.
La pirámide sufrió un derrumbamiento en la antigüedad, y solamente la parte central de
su base interna sigue hoy en pie dándole un aspecto de torre que es único entre las
pirámides egipcias. La pequeña colina sobre la que parece asentarse está formada en
realidad por los escombros resultantes de su derrumbe: el recubrimiento de la pirámide
se habría deslizado por falta de adherencia sobre las capas subyacentes, dejando el
núcleo central a la vista. Existe una segunda hipótesis según la cual este deslizamiento
de la capa externa nunca tuvo lugar, sino que la pirámide está inacabada. Según esta
teoría, los escombros que la rodean aún hoy no serían más que los resultantes del
desmontaje de las rampas necesarias para la construcción.
Pirámide de Meidum.
Complejo funerario
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Plano del complejo funerario de Meidum (punteado, los vestigios de las dos cuestas).
Templo funerario y las estelas.
El conjunto funerario de Meidum fue el primero compuesto por una pirámide lisa, un
templo funerario unido a ella por una calzada, una pirámide satélite y una necrópolis
adyacente con mastabas para los funcionarios. El templo de recepción desapareció, pero
el templo funerario, de tamaño modesto, está aún intacto. Las excavaciones realizadas
en los alrededores del complejo permitieron detectar vestigios de una rampa de ladrillos
que, según el egiptólogo Jean-Philippe Lauer, habría servido para el transporte de los
bloques necesarios para la construcción de la pirámide. La anchura de esta cuesta, de
menos de cuatro metros, implica que se destinaba a las sirgas de las piedras hasta los
accesos al monumento. La pirámide subsidiaria está situada en el lado sur, entre la
pirámide principal y la pared de recinto, y el templo conmemorativo está en su lado
este.
Pirámide principal
Suiperposición de las tres fases de construcción.
Se cree que la pirámide de Meidum fue construida para Huny, pero fue terminada y
usurpada por su hijo y sucesor, Seneferu, que también la reformó transformandola de
pirámide escalonada en una de paredes lisas completando los escalones con piedra
caliza. Antes, había sido construida en distintas etapas, primeramente como una
pirámide escalonada de siete alturas a la que se agregó otra posteriormente. Hay indicios
de que se derrumbó durante el Imperio Nuevo.
Conocida como la pirámide derrumbada, las capas externas de la cubierta comenzaron
a caer dejando expuesta de la base, lo que le dio el nombre de Falsa pirámide. Algunos
egiptólogos piensan que fue este derrumbe durante el reinado de Seneferu lo que
impulsó a éste a variar en 43 º el ángulo de la pirámide acodada. En el siglo XV fue
descrita por Al-Maqrizi como una montaña de cinco pisos, arruinandose cada vez más
hasta mantener solo tres escalones cuando la investigó en 1799 la expedición de
Napoleón.
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Fue excavada por Perring en 1837, Lepsius en 1843 y más tarde por Flinders Petrie, que
localizó el templo mortuorio en laona oriental. En 1920 Borchardt estudió laona más
alejada, tarea en que le siguió Alan Rowe en 1928 y Ali el-Kholi en la década de 1970.
Descripción
Zona lisa de la Pirámide de Meidum.
La pirámide medía 147 metros de lado y 93,50 metros de altura, aunque en su estado
actual de ruina, mide 65 m de altura. con la entrada en la cara norte a 20 m sobre el
actual nivel del suelo.
Primera cámara funeraria.
Corredor descendente.
Flinders Petrie penetró por primera vez en la pirámide en 1881 y dirigió las
excavaciones efectuadas entre 1888 y 1891. Descubrió que tras la entrada el paso
desciende 57 metros hasta un corredor horizontal, apenas bajo el nivel original del
suelo, en donde hay dos pequeñas casillas que hacen la función de antecámaras; este
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pasillo conduce a un pozo de 10 metros por el que se sube hasta la cámara mortuoria.
No se sabe quién fue enterrado en ella: aunque la construcción comenzase durante el
reinado de Huny no concluyó hasta tiempos de Seneferu, pero no parece probable que
fuese la tumba de este último.
Últimos descubrimientos
Los trabajos de los arquitectos Gilles Dormion y Jean-Yves Verd'hurt, que estudiaron
las pirámides desde 1986, permitieron descubrir de dos nuevas cámaras funerarias en la
pirámide. Se trata de un paso descubierto encima del pozo de acceso a la cámara
funeraria inacabada. Hay un corto paso seguido de dos habitaciones de descarga,
construidas en bóveda escalonada como la habitación funeraria, pero de una factura
mejor acabada. No hay ninguna comunicación entre este paso y las habitaciones. El
segundo descubrimiento fue el de un pasillo que sube por la pirámide de manera
paralela al corredor que comienza en la entrada a la pirámide. El pasillo está bloqueado
tras un largo trecho. Este descubrimiento permitió volver a preguntarse por el plano
global de la pirámide: los espacios recientemente sacados a la luz son de una amplitud
casi igual a los inicialmente conocidos de la pirámide.
Distribución interna.
Pirámide satélite
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Pirámide satélite.
Hay una pequeña pirámide satélite al sur de la tumba real, pero toda la superestructura y
una parte de las infraestructuras desaparecieron. Los arquitectos Vito Maragioglio y
Celeste Rinaldi han propuesto una reconstrución basada en los elementos aún visibles in
situ, demostrando que era una pirámide escalonada y que el plano de sus cámaras
funerarias era idéntico al de su vecina.
Necrópolis adjunta
Aproximadamente a 500 metros al norte de la pirámide hay una necrópolis de la cuarta
dinastía que agrupa tumbas de príncipes y otros personajes importantes de la Corte,
estre ellas la mastaba de Nefermaat que contenía la famosa pintura de los Gansos de
Meidum, expuesta hoy en el museo de El Cairo, donde se pueden admirar también dos
famosas estatuas en caliza policromada encontradas en la mastaba de Rahotep y su
mujer Nefret, descubierta por Mariette en 1871.
La pirámide roja de Dashur
La Pirámide Roja en Dashur es convencionalmente atribuida a Snefru, el primer faraón
de la 4 ª dinastía, padre de Khufu (supuestamente constructor de la Gran Pirámide), que
reinó entre 2575-2551 aC. Sin embargo, hay evidentes contradicciones en la visión
ortodoxa de la historia de este lugar donde Snefru se refiere, principalmente en relación
con el hecho de tambiénse le atribuye la pirámide romboidal al mismo faraón. Si
aceptamos la opinión de que las pirámides son “sólo tumbas y tumbas”, no nos deja de
extrañar tanta pirámide para una sola persona.
La Pirámide Roja debe su nombre a la piedra caliza de color rojizo o rosado, que se
utiliza en su carcasa piedras. La superficie total de la estructura es sólo ligeramente
inferior a la Gran Pirámide, pero como el ángulo de inclinación de sus lados es mucho
menor (43 grados 22”), que sólo alcanza una altura de 104 metros.
El interior de la pirámide es bastante interesante. La entrada está en su cara Norte, como
sucede con casi todas las pirámides de Egipto, y de una descendiente de paso te lleva a
lo largo de unos 80 metros antes de nivelación y apertura a cabo en dos cámaras
subterráneas, conectadas por otro pequeño túnel. Ambas cámaras tienen magníficas
vobedas. Otro pasaje, en una considerable altura sobre el nivel del suelo, da lugar a una
tercera cámara, con una vobeda en el techo que se levanta 50 pies en el cuerpo de la
pirámide.
Cabe señalar que ningún rastro de un entierro ha sido encontrada en esta pirámide, el
interior es completamente libre de gravados.
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Pirámide romboidal de Dashur
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Gran Pirámide de Giza
La Gran pirámide de Giza la más antigua y la única que aún perdura de las Siete
Maravillas del Mundo Antiguo y la mayor de las pirámides, sirvió como tumba o
cenotafio al faraón de la cuarta dinastía del antiguo Egipto, Jufu (también conocido por
su nombre griego Keops). El arquitecto de la obra fue Hemiunu, un pariente de Jufu.
La fecha estimada de terminación de la Gran Pirámide es c. 2570 a. C. y fue la primera
y mayor de las tres grandes pirámides de la Necrópolis de Giza en las afueras de El
Cairo en Egipto, y el edificio más alto del mundo hasta bien entrado el siglo XIX,
siendo entonces superada sólo por las agujas de la Catedral de Colonia (157 m,
construida entre 1248 a 1880) y la Torre Eiffel (300 m, erigida en 1889). Aún hoy es el
mayor edificio construído en piedra.
Gran pirámide de Giza. Tarjeta postal del siglo XIX.
La Gran Pirámide descrita por Heródoto
Heródoto, quien contempló la pirámide hacia el año 450 a. C., comentó que «su tiempo
de construcción fue de veinte años». Erigida con unos 2.300.000 bloques de piedra cuyo
peso medio es de dos toneladas por bloque, llegando a pesar algunos de ellos hasta las
sesenta toneladas. Originalmente recubierta por unos 27.000 bloques de piedra caliza
blanca, pulidos, de varias toneladas cada uno; mantuvo este aspecto hasta principios del
siglo XIV, cuando un terremoto desprendió parte del revestimiento calizo y
posteriormente los turcos otomanos utilizaron dicho revestimiento para la construcción
de edificaciones en El Cairo, como la mezquita de Hassán.
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La Pirámide
Datación
Existen divergencias sobre la fecha exacta de la construcción de la pirámide, pero los
especialistas coinciden en afirmar que fue levantada durante el gobierno de Jufu,
(Keops) esto es, en la primera mitad del siglo XXVI a. C., por su chaty, el arquitecto
Hemiunu.
El interior de la pirámide
Gran pirámide de Giza
La pirámide se compone de tres cámaras principales, dos situadas en el interior de la
pirámide, actualmente denominadas Cámara del Rey y Cámara de la Reina, y una en el
subsuelo, la Cámara subterránea.[1]
A las cámaras se accedía desde el lado norte, por un pasaje descendente, obstruido al
final por grandes bloques de granito, que comunicaba con dos pasadizos, uno
ascendente, que desemboca en la Gran Galería, y otro descendente, que llega hasta la
Cámara subterránea.[1]
La Gran Galería es un gran pasaje ascendente de unos 47 metros de longitud y ocho
metros de altura. Las paredes de la Gran Galería son planas hasta una altura de dos
metros y, a partir de ahí, escalonadas, conformando una bóveda por aproximación de las
hiladas.[1]
La Cámara del Rey está conformada por losas de granito y es de planta rectangular,
paredes y techo lisos, sin decoración, y únicamente contiene un sarcófago vacío de
granito, sin inscripciones, depositado allí durante la construcción de la pirámide, puesto
que es más ancho que los pasadizos; sobre el techo se encuentran las llamadas cámaras
de descarga, y la más alta dispone su techo con grandes bloques inclinados, a dos
aguas, para desviar la gran presión que ejercen los bloques superiores de la pirámide,
evitando que recayese todo el peso sobre la cámara real. Se accede a ella por un pasaje
horizontal que parte del final de la Gran Galería.
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La Cámara de la Reina, así llamada aunque nunca allí se encontró una reina, está
situada casi en el centro de la pirámide; tiene acceso mediante un pasaje horizontal, que
comunica con la zona inferior de la Gran Galería, inicialmente oculto por las losas del
pavimento. Es de planta rectangular, paredes lisas, sin decoración, con un nicho, y techo
inclinado, a dos aguas.
La Cámara subterránea, excavada en el subsuelo, es de planta rectangular, con suelo
irregular, paredes y techo planos; contiene dos habitáculos, a modo de sarcófagos, un
pozo y una pequeña galería. Se accede a ella por un pasaje descendente, que es
prolongación del primer pasillo de la pirámide. También esta comunicado con la Gran
Galería mediante un angosto túnel, casi vertical, perforado en los bloques.
Los canales de ventilación: de cada cámara real parten dos angostos conductos
inclinados, en las paredes norte y sur, llamados canales de ventilación, pues ese es su
uso actual, ventilar mediante impulsores eléctricos; se desconoce su función original
pues los de la Cámara de la Reina no comunicaban con el interior en su último tramo,
ya que estaban tapados por las grandes losas graníticas del revestimiento de los muros.
Los de la Cámara Rey fueron descubiertos por R. Howard Vyse, y los de la Cámara de
la Reina por W. Dixon.
Sección Sur-Norte
Cámaras y pasajes interiores
1. Acceso original, en la cara Norte, actualmente obstruido
2. Acceso actual, ordenado abrir por Al-Mamun
3. Bloques de granito, sellando el acceso al pasaje superior
4. Cámara subterránea
5. Pasaje perforado que comunica la Gran Galería y la Cámara subterránea
6. Acceso a la Gran Galería
7. Cámara de la Reina
8. Gran Galería
9. Antecámara
10. Cámara del Rey
11. Cámaras de descarga
12. Canales de ventilación
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Imágenes del interior
Bloque de granito,
sellando el acceso
Gran Galería
Cámara de la Reina
Cámara del Rey
y nicho
Acceso a la Antecámara Gran Galería Cámara de la Reina
Cámara del Rey y
Cámaras de descarga
Las ocho caras de la Gran Pirámide
Las ocho caras
Flinders Petrie ya observó, entre otros aspectos morfológicos, que la sección horizontal
de Gran Pirámide tiene forma octogonal, de estrella de cuatro puntas, pues cada una de
las caras está compuesta por dos planos, con ligera pendiente hacia el centro,
difícilmente apreciable a simple vista por la ausencia del revestimiento; solamente la
primera hilada de la base tiene forma cuadrada y es a partir de la segunda hilada cuando
las caras se hunden hacia la bisectriz vertical. Esta característica y su orientación hacia
el Norte geográfico permite que en las caras norte y sur se aprecie un fenómeno de
proyección de sombras durante los equinoccios: hacia el amanecer, durante unos
minutos, la mitad oeste de las caras norte y sur es iluminada por los rayos del Sol,
mientras la mitad este permanece en sombras; hacia el ocaso ocurre al contrario,
quedando iluminadas la mitad este de las caras norte y sur, mientras la mitad oeste
queda en sombras, denominado efecto relámpago.[2]
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Las tres pirámides subsidiarias
Las tres pirámides subsidiarias se encuentra próximas a cara este de la Gran Pirámide.
Se denominan actualmente GI-a, GI-b y GI-c. Se data su construcción a mediados del
siglo XXVI a. C. La situada más al norte (GI-a) es de tipo "clásica" y miden sus lados
45,5 x 47,4 x 46,5 x 45,7 m, y 29,45 m su altura. Se atribuye a Hetepheres I, la madre
de Jufu (Keops) (o a Merytetes, una esposa). La situada al centro (GI-b) es de tipo
"clásica" y sus lados miden 47,8 x 49,4 x 48,2 x 47,1 m, su altura es 30,62 m. Se
atribuye a Merytetes (o a Hetepheres I). La situada más al sur (GI-c) es de tipo "clásica"
y miden sus lados 45,5 x 46,7 x 46,8 x 45,2 m, siendo su altura 30,2 m. Se atribuye a
Henutsen, una esposa de Jufu.
La Barca Solar
La Barca Solar
En 1954 se encontró, enterrada en un foso, próximo al lado sur de la pirámide, una
Barca Solar que estaba desmontada; se tardó catorce años en reconstruirla y se exhibe
en una gran sala erigida sobre el foso. Esta barca formaba parte importante del ritual
funerario ya que sería la encargada de llevar a Jufu (Keops) en su viaje a través del más
allá. Se tiene conocimiento de otra barca, pero por precaución y para evitar su deterioro
no ha sido extraída todavía.
Pirámide de Jafra
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La Pirámide de Jafra (Kefrén, nombre helenizado), es una pirámide de Egipto,
perteneciente a la Necrópolis de Giza. Fue erigida en la meseta de Giza, junto a la de su
"hermano" Keops (según Heródoto). Se data en el siglo XXVI a. C.
La pirámide de Jafra, en Giza.
En épocas antiguas fue denominada la Gran Pirámide, debido a que parecía ser más alta
que la pirámide de Keops. Este efecto es debido a que se encuentra situada en un nivel
más alto de la meseta, y presenta un ángulo más inclinado en sus caras, el ángulo
sagrado egipcio, utilizado en algunas pirámides posteriores.
El complejo funerario
La pirámide es parte de un complejo funerario que cuenta con un templo funerario en
lado Este y una calzada procesional pavimentada que lo vincula con el templo del valle,
situado al lado de la Gran esfinge, presentando una planta y diseño similar al templo
Osireion, con patios y pilares desprovistos de jeroglíficos o cualquier tipo de adorno,
realizado con enormes sillares y grandes losas de granito revistiendo los muros del
templo. También se encuentra una pirámide subsidiaria, cinco fosos con barcas solares y
más de un centenar de grandes habitaciones, consideradas almacenes o talleres de los
trabajadores de la pirámide.
Detalle del revestimiento superior.
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Detalle de los restos de granito del recubrimiento inferior.
La pirámide de Jafra, y restos del templo funerario, al sur.
La pirámide y la Gran Esfinge, junto al templo del valle.
La Pirámide
La estructura interna de la pirámide muestra mayor simplicidad que la de Keops.
Tiene dos entradas situadas en la cara norte, una a doce metros de altura, entre las
hiladas de la pirámide, y otra justo en la base, con un largo pasaje interior. Esta segunda
entrada tardó en ser encontrada, sólo fue descubierta en tiempos relativamente recientes.
Está situada a unos treinta metros de la pirámide.
La cámara del sarcófago está tallada en la roca, aunque el techo está conformado con
losas de granito colocadas oblicuamente, a dos aguas; el revestimiento de los muros
también es obra de cantería. En el interior de la cámara funeraria se halla el sarcófago
de granito negro, prácticamente al nivel del suelo, pero vacío desde hace mucho tiempo.
Belzoni, cuando entró en 1818, solo encontró en el sarcófago unos huesos de vaca.
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Recubrimiento de caliza y granito
La pirámide de Jafra es fácilmente reconocible por los restos del recubrimiento de caliza
que aún perduran en su cúspide. Esta caliza, procedente de las canteras de Tura, es de
gran calidad y era utilizada en el recubrimiento de las pirámides, para otorgarles un
acabado perfectamente liso, pulido y brillante.
La primera hilada, parcialmente conservada, es de granito procedente de Asuán. Sin
embargo, fue utilizada como cantera durante la dinastía XIX, se sugiere que por Ramsés
II, para un templo en Heliópolis, y posteriormente en la época musulmana, para la
construcción de la “mezquita de Hassan” y otros edificios de la ciudad de El Cairo.
Dimensiones
Altura total inicial: 143,5 m
Altura presente real: 143,5 m
Lado de la base: 214,5 m
Pendiente, ángulo: 53º 07' 48"
El templo funerario
El templo funerario, de planta rectangular con más de cien metros de largo, estaba
dividido en cinco zonas que serán imitadas en los templos funerarios del Imperio
Antiguo: el salón de entrada, el patio descubierto, los cinco nichos para estatuas, el
santuario, y los almacenes. Los tres primeros elementos conforman la zona pública; la
privada sólo era accesible a los sacerdotes.
El templo del valle
El templo del valle, de planta cuadrada, con unos 45 metros de lado, dispone de gruesos
muros calizos en talud al exterior, con una altura original de más de doce metros.
Disponía de dos entradas en el muro oriental y otra en el occidental; estaban precedidas
de un naos cuadrado, con una estatua real y dos esfinges, ante cada puerta oriental. Tras
un pasaje se accedía a la antecámara que comunicaba con la sala hipóstila, construida
con pilares monolíticos y revestimiento de granito de Asuán.
Una calzada procesional vinculaba ambos templos, con unos quinientos metros de
longitud y 4,50 de anchura, cubierta, posiblemente con bajorrelieves en los muros.
Pirámide de Menkaura
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Pirámide de Menkaura. Giza.
La pirámide de Menkaura (Micerino, nombre helenizado) es la menor de las tres
célebres pirámides de la necrópolis de la meseta de Giza. A Menkaura, faraón de la
dinastía IV, se le atribuye ordenar construir esta pirámide. Conocida en su época como
"La Pirámide Divina" era parte del complejo funerario junto con tres pirámides
subsidiarias, un templo funerario, el templo del valle y una calzada procesional que
vinculaba ambos templos.
En la antigüedad, esta pirámide estaba revestida con dieciséis hiladas de granito rosado
procedente de las canteras de Asuán, aunque el resto del recubrimiento estaba
conformado por bloques de piedra caliza de Tura. En la actualidad la pirámide se halla
desprovista de casi todo su recubrimiento, pudiéndose observar las regulares hiladas que
conforman su núcleo. Cerca de la base se encuentran algunas hiladas del recubrimiento
de original granito. La pirámide presenta hacia el centro de la cara norte una gran
brecha, posiblemente realizada por saqueadores, aunque no lograron por este método
alcanzar la cámara funeraria.
Durante las exploraciones arqueológicas realizadas en el Siglo XX se encontró un
sarcófago de basalto que contenía otro de madera, antropomorfo, con una momia en su
interior. Sin embargo, el sarcófago interior de madera no era el de Menkaura; resulto ser
de algún importante personaje de la época saíta. El sarcófago de basalto, perdido bajo el
mar frente a las costas de Cartagena (España), en un naufragio, posiblemente
perteneciese a Micerino
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Estatua de Menkaura y su esposa Jamerernebty. Museo de
Bellas Artes de Boston.
Pirámide de Sahura en Abusir
Hipogeo
Tumba hipogeo de Tausert y Sethnajt, excavada en el Valle de los Reyes (Egipto)
Hipogeo (del griego ὑπόγαιον) se denomina a la galería subterránea, o a los pasajes
excavados en laderas rocosas, de carácter funerario.
324
Son de destacar los del antiguo Egipto. El planteamiento era bastante similar al de las
construcciones erigidas al aire libre, albergando también estancias profusamente
decoradas con bajorrelieves policromados.
Los hipogeos se conocen ya en la época menfita y tuvieron un gran desarrollo durante el
Imperio Nuevo de Egipto, cuando se construyeron tumbas reales en forma de suntuosas
mansiones subterráneas, horadando la cordillera de la región de Tebas, en el enclave
hoy denominado Valle de los Reyes.
Además de éstos, se excavaron muchos más, aunque menos solemnes, para egipcios
acomodados que buscaban allí su casa eterna. Sin embargo, algunos gobernantes de
Egipto siguieron enterrándose en otros tipos de edificaciones, como las pequeñas
pirámides de Meroe o Napata, en Kush (Nubia).
Naciente y poniente
Se consideraban templos funerarios, de los hipogeos reales, a los cenotafios situados en
la margen tebana occidental del río Nilo. Los erigidos en la orilla oriental, como el
grandioso templo de Karnak o el bello templo de Luxor, estaban dedicados al dios
Amón, y otras divinidades. Para los antiguos egipcios, la zona oriental del Nilo era la
adecuada para las actividades de los vivos, donde nacía el dios sol, mientras que la parte
occidental, por donde se ponía el sol, se destinaba a asuntos de la otra vida, era el lugar
de las necrópolis y templos funerarios.
Libro de los Muertos
El Libro de los Muertos, o Peri Em Heru "Libro para salir al día", es un texto funerario
compuesto por un conjunto de fórmulas mágicas o sortilegios, rau, que ayudaban al
difunto, en su estancia en la Duat, a superar el juicio de Osiris, y viajar al Aaru, según la
Mitología egipcia.
Libro de los Muertos, de Nany: versión tebana.
325
Origen y formación
La redacción del Libro de los Muertos se data durante el Imperio Nuevo, aunque para
encontrar sus orígenes hay que remontarse a los Textos de las Pirámides del Imperio
Antiguo que evolucionó posteriormente en los Textos de los Sarcófagos del Imperio
Medio. Estas sucesivas transformaciones conllevan que esta colección heterogénea de
fórmulas contenga textos funerarios de todas las épocas de la historia de Egipto.
Destacan tres versiones diferentes del Libro de los Muertos, que se fueron sucediendo a
través de la historia:
•
•
•
La versión heliopolitana, redactada por los sacerdotes de Heliópolis para los
faraones, se encuentra en algunos sarcófagos, estelas, papiros y tumbas de las
dinastías XI, XII y XIII, aunque la esencia proviene de escritos primitivos.
Netamente solar, promueve la teología del dios Ra.
La versión tebana, escrita en jeroglíficos (y luego en hierático) sobre papiros,
esta dividida en capítulos sin un orden determinado, aunque la gran mayoría
tienen un título y una viñeta. Usada durante las dinastías XVII, XVIII, XIX, XX
y XXI ya no solo por los faraones sino también por ciudadanos particulares.
La versión saita dio lugar a su máxima expresión en la Dinastía XXVI de
Egipto, en donde se fijaron el orden de los capítulos, que van a permanecer
invariables hasta el final del período Ptolemáico.
Dyedefhor, que gozó de gran fama como sabio y adivino, es considerado el autor de la
plegaria del Libro de los Muertos por la tradición.
Origen del título
El título "Libro de los Muertos" se debe a su primer editor y traductor, el egiptólogo
alemán Karl Richard Lepsius, quien lo publicó en 1842 como Das Todtenbuch der
Ägypter, aunque se dice también que el título procede del nombre que los profanadores
de las tumbas dieron a los papiros con inscripciones que hallaron junto a las momias:
Kitab al-Mayitun, en árabe, que significa "Libro del difunto". Los antiguos egipcios lo
conocían como "Libro para salir al día".
Estructura
Por ahora se conocen un total de 192 capítulos, pero su extensión es muy desigual y no
existe un solo papiro que los comprenda a todos. La extensión de los papiros variaba
según el poder adquisitivo de cada difunto, y una vez que se fue popularizando, las
versiones más económicas eran realizadas 'en serie' por los templos y luego rellenadas
con el nombre del comprador. La sucesión de fórmulas, sin orden alguno y que llegan a
variar de unos ejemplares a otros tienen, sin embargo, una lógica interna. Según el
egiptólogo francés Paul Barguet, el Libro de los Muertos puede dividirse del modo
siguiente:
•
•
Capítulos 1-16: "Salir al día" (oración); marcha hacia la necrópolis, himnos al
Sol y a Osiris.
Capítulos 17-63: "Salir al día" (regeneración); triunfo y alegría; impotencia de
los enemigos; poder sobre los elementos.
326
•
•
•
Capítulos 64-129: "Salir al día" (transfiguración); poder manifestarse bajo
diversas formas, utilizar la barca solar y conocer algunos misterios. Regreso a la
tumba; juicio ante el tribunal de Osiris.
Capítulos 130-162: Textos de glorificación del muerto, que se deben leer a lo
largo del año, en determinados días festivos, para el culto funerario; servicio de
las ofrendas. preservación de la momia por los amuletos.
Capítulos 163-190: es un complemento de todo lo anterior, con fórmulas en
donde se alaba a Osiris.
Capítulo 125
Capítulo 125. Libro de los Muertos. Papiro de Ani
Quizás el capítulo más famoso e importante del Libro de los Muertos sea el titulado
"Fórmula para entrar en la sala de las dos Maat", en el cual el difunto se presenta ante el
tribunal de Osiris al objeto de que se pese su corazón (conciencia y moralidad) y
superada la prueba pueda continuar su camino en el mundo de los muertos, la Duat,
hasta alcanzar los fértiles campos de Aaru.
Este capítulo, de notoria complejidad y extensión, contiene las llamadas "Confesiones
negativas", declaraciones de inocencia que el difunto realizaba ante los dioses del
tribunal a fin de justificar sus acciones personales, lo que pone de manifiesto la gran
importancia moral que este capítulo significaba para los antiguos egipcios.
Papiros destacados
Por su extensión
•
•
Papiro de Ani: es la versión más conocida y más completa del Libro de los
Muertos, destacando su longitud (23,6 metros). Este papiro, realizado para el
escriba real Ani (dinastía XIX), actualmente se encuentra en el Museo Británico,
registrado bajo el nº 10.470. Fue traducido por Ernest Wallis Budge, y publicado
en 1895.
Papiro de Aufanj: actualmente en el Museo Egipcio de Turín, tiene una longitud
de 19 metros y 165 capítulos.
Por su antigüedad
•
Papiro de Iuya: se encuentra en el Museo Egipcio de El Cairo.
327
•
•
Papiro de Ja: se encuentra en el Museo Egipcio de Turín, tiene 33 capítulos.
Papiro de Nu: se encuentra en el Museo Británico (nº 10.477) y posee 137
capítulos.
Fragmento del Libro de los Muertos. Papiro de Ani
El libro de las horas y concretamente el de la KV 34, que me gustaría haceros
una descripción, de cada una de ellas.
Pero primero tendremos que saber quién conforma la tripulación de la barca nocturna de
Ra :
En la proa: tenemos a UPUAUT "el que abre los caminos", es una forma de Anubis que
escruta el horizonte. SIA "el entendimiento" es el piloto de proa que conoce las
corrientes y los bancos de arena". NEBET-UIA, "La Señora de la Barca" es una forma
de Hathor.
Rodeando la cabina aparece la serpiente protectora MEHEN "la envolvedora",ella es la
encargada de protejer a Ra.
En popa: tenemos a HOR-HEKENU "Horus Heraldo" que repite las observaciones de
SIA. KA-MAAT "el toro de Maat". NEHES "el que vigila". HU "la palabra" es el piloto
de popa y que retite las palabras que le transmite "el heraldo de Horus". HEREP-UIA es
el timonel de la barca nocturna, "el que dirige la barca".
La navegación comienza en la región de Abidos, cuando Ra penetra por una hendidura
de la montaña de Occidente. La barca navega de Oeste a Norte, después del Norte al
Este. Una vez llegado al Este,Ra pasados los peligros nocturnos, podía renacer y,
328
cambiando de barca, ascender brillante por el cielo.
12 eran las horas nocturnas, y 12 también las diurnas...ésta era la forma tan peculiar que
tenían los egipcios antiguos de partir el día.
Empezaremos por la :
1ª hora de la Duat:
La barca está sobre una porción de agua con la estera de cañas en la proa. Ra, en su
cabina, sostiene un cetro en forma de serpiente en la mano izquierda y el simbolo de la
vida en la derecha. En realidad en esta primera hora se navega por una zona corta con la
luz del crepúsculo, que todavía no es propiamente el Duat.
La barca esta es de la tumba de Sety I.
Pasada la primera hora, esa que representa el crepúsculo, la barca penetra en el Más
Allá (duat), atravesando las zonas subterráneas, fértiles e irrigadas, de la región de
Abidos (campos de Iaulú).
2ª hora:
Registro superior: Llegada la barca de Ra a los dominios de Osiris se presentan, a su
paso, las divinidades que aseguran la sucesión de los días y las noches.
Registro central: La barca de Ra, sin remeros y haladores, desciende tranquilamente el
río subterráneo, Isis y Neftis en forma de dos cobras están en la proa. Cuatro barcas
menores, portando emblemas, abren la marcha en esta hora.
Registro inferior: Al pasar por los fértiles campos del Ialú, los bienaventurados
presentan los frutos de la cosecha: las espigas de trigo y las palmas datileras. Mas
adelante, Osiris, aparece protegido por su guardia personal.
Si os fijais en el dibujo vereis que debajo de los registros superior y central, los
personajes estan sobre el agua, esto lo sabemos por las ondas que asi nos lo indican;
mientras que en el registro inferior estan sobre arena, los puntitos asi nos lo estan
indicando.
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Bién Sekhmet, en realidad no se produce un encuentro porque Ra está en los dominios
de Osiris, y este está siempre presente, ya lo iras viendo...
Sigo con otra hora de la noche.
3ª hora :
La barca de Ra ha llegado al territorio de los "masacradores" Aparecen también los
genios y los dioses encargados de exterminar a los enemigos que amenzan a Ra durante
su periplo nocturno.
Registro superior: Dioses y diosas están ahí para asegurar la protección de Ra,
aclamándole a su paso.
Registro central: La barca de Ra está precedida por tres barcos. En las versiones
antiguas como ésta Ra no aparece, en esta hora sobre su barca. (no me pregunteis el
motivo , no he encontrado ningún sitio donde me den una explicación).
Registro inferior: Ra llega a la redidencia de Osiris, que aparece en su trono bajo ocho
formas diferentes: cuatro veces lleva la corona blanca del Alto Egipto, y cuatro veces
lleva la corona roja del Bajo Egipto. Está rodeado de los "masacradores", armados con
largos cuchillos, preparados para exterminar a los enemigos de Osiris.
330
Bueno sigamos con una hora más de esta particular navegación nocturna de Ra por el
"Nilo" imaginario y subterráneo llamado URENÉS...
4ª Hora:
La barca de Ra llega al "infierno de Sokar". Se trata de la necrópolis de Restau (región
de Menfis). este desértio paraje infernal, está habitado por monstruosas serpientes de
dos y de tres cabezas, aladas o provistas de piernas humanas. El dibujo muestra como la
barca tiene que atravesar zonas tortuosas provistas de puertas vigiladas por serpientes.
Para poder avanzar en este paraje de poca agua y bancos de arena, la barca se ha
transformado en una serpiente, que provista de dos cabezas en sus extremos, repta por
este dificil suelo ayudada por cuatro divinidades ( en este dibujo no se puede ver, no he
encontrado el registro siguiente donde se ve la transformación de la barca). Enfrente, y
delante de Osiris, Thot entrega el Ojo Udjat a Horus.
Un texto dice: " El gran dios Ra, que navega por estos caminos misteriosos, es guiado
por las llamas que salen de la boca de las serpientes ".
En esta región tenebrosa, los habitantes (los muertos) no ven a Ra, sólo oyen sus
palabras. Un pequeño barco transporta una serpiente con el sigon de la vida : el Ankh.
La serpiente benéfica Mennu, con tres cabezas, lleva sobre su espalda 14 cabezas con
estrellas y discos: son los dioses del medio mes lunar. Hacia ellos avanza Khepri
seguido de Maat.
Una hora más de la noche ha pasado y Ra sigue su peligroso periplo subtérraneo.
a 4ª y la 5ª horas son, en mi opinión, las más interesantes.
Ra se encuentra en las profundidades de la noche. Es uno de los momentos de mayor
peligro, puede que el Sol no salga de estos parajes, y no haya un nuevo amanecer.
Es interesante el nombre de este lugar: Tierra de Sokar. Generalmente en esta escena
suele aparecer Osiris en su forma de Sokar, es decir, con cabeza de halcón. Sin
embargo, este hecho no es más que una fusión a las que tan aficionados eran los
egipcios. Sokar por si mismo no es una manifestación más de Osiris, sino que era un
331
dios que más tarde fue absorbido por Osiris. El motivo de esta fusión es que Sokar es un
dios de ultratumba, función que posteriormente va a desempeñar Osiris.
Precisamente por eso se dice que la Tierra de Sokar es el llamado Desierto de Roseteau
( como ya ha indicado Taja). Este desierto era un paraje figurado o simbólico que ya en
el Imperio Antiguo acabaría identificándose, como ha expresado Taja, con la Meseta de
Guiza ( necrópolis).
Por lo tanto, la Tierra de Sokar, que es un paraje ultraterreno, se manifiesta en nuestro
mundo a través de la Meseta de Guiza.
Lo que no estaría de más saber es si esta identificación entre Tierra de Sokar y Meseta
de Guiza existía en la mente de los egipcios primitivos, y por ello la utilizaron como
necrópolis ( para facilitar el tránsito) o bien fue a la inversa, y su utilización desde
antiguo como cementerio fue la que provocó esa identifícación.
También como ha indicado Taja es una Tierra repleta de serpientes, pero no unas como
las que hemos visto hasta ahora en el viaje por la Noche de Ra, sino esas otras con
patitas y alas. Es decir, son serpientes monstruosas, como si se tratase de una pesadilla
que sufriéramos en lo más profundo del sueño nocturno.
Han desaparecido asimismo los pobladores que veíamos en las horas anteriores, ya no
hay campesinos mostrando espigas. Es un lugar de silencio ( el silencio se asocia
siempre a la muerte).
Asimismo puede observarse que ya no hay agua, como en las horas vistas hasta el
momento. Es un desierto, donde no hay ni agua ni cereales.
Precisamente debido a esta ausencia de agua, la barca de Ra no puede navegar. En la
imagen que ha dejado Taja puede verse (registro central) como la barca de Ra va
remolcada ( cuatro personajes tiran de una cuerda), y lo hace sobre un suelo arenoso.
Como ha explicado Taja, para ayudar a este arrastre, la Barca se ha transformado en una
serpiente con dos cabezas. Si uno se fija bien en esa imagen pueden verse las formas de
las cabecitas en la proa y la popa de la Barca, mirando hacia dentro.
Otra de las imágenes que en seguida llama la atención es ese pasillo con recodos que
atraviesa los tres registros. Es un corredor que quiere indicar como Ra ( el sol) se hunde
cada vez más, y lo hace en una zona peligrosa. Este corredor tiene unas puertas que en
los jeroglíficos que acompañan a esta hora reciben el nombre de "Cuchillos", lo que da
una buena muestra de lo peligroso del camino.
Una cosa curiosa: fijaos en el registro central, a la derecha, veréis a un personaje que en
lugar de cabeza tiene una especie de tallos ( dos) que le salen hacia arriba...Dejo a
vuestra imaginación lo que eso quiere decir....
Para terminar, en esta escena suele aparecer Onuris -que a veces se fusiona con Shudando lugar a Onuris-Shu, y como lo tenemos como compañero de foro, dejo que sea él
el que explique cual es su papel de "traer a la Distante".
332
Juicio de Osiris
El juicio de Osiris pintado sobre papiro. Capítulo 125 del Libro de los Muertos
El juicio de Osiris es el acontecimiento más importante y trascendental para el difunto,
dentro del conjunto de creencias de la mitología egipcia.
En la Duat, el espíritu del fallecido era guiado por el dios Anubis ante el tribunal de
Osiris. Anubis extraía mágicamente el Ib (el corazón, que representa la conciencia y
moralidad) y lo depositaba sobre uno de los dos platillos de una balanza. El Ib era
contrapesado con la pluma de Maat (símbolo de la Verdad y la Justicia Universal),
situada en el otro platillo.
Mientras, un jurado compuesto por dioses le formulaba preguntas a cerca de su
conducta pasada, y dependiendo de sus respuestas el corazón disminuía o aumentaba de
peso. Dyehuty, actuando como escriba, anotaba los resultados y los entregaba a Osiris.
Sentencia
Al final del juicio, Osiris dictaba sentencia:
Si esta era afirmativa su Ka y su Ba podían ir a encontrarse con la momia, conformar el
Aj y vivir eternamente.
Pero si el veredicto era negativo, su Ib era arrojado a Ammit, la devoradora de los
muertos (un ser con cabeza de cocodrilo, melena, torso y brazos de león y piernas de
hipopótamo), que acababa con él. Esto se denominaba la segunda muerte y suponía para
el difunto el final de su condición de inmortal.
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La Justificación
Ammit
El término "justificado" o "con justa voz" designa la condición del difunto que pasa con
éxito la prueba del juicio ante el tribunal de Osiris. Esta escena llamada por los
traductores griegos "psicostasis" o "pesaje del alma" constituye el capítulo 125 del
Libro de los Muertos, más exactamente llamado "libro para salir al día" del egipcio r n
prt m xru.
El difunto tenía que cumplir varios requisitos para que este veredicto fuera favorable:
sólo lo merecía aquél que podía presentar una conducta intachable. Las oraciones del
Libro de los Muertos, además de servir para mostrar a los dioses un relato de vida sin
faltas, eran una propuesta de comportamiento moral:
“No he cometido iniquidad respecto de los hombres; no he matado a ninguno de mis
parientes; no he mentido en lugar de decir la verdad; no tengo conciencia de ninguna
traición; no he hecho mal alguno; a nadie he causado sufrimiento; no he sustraído las
ofrendas a los dioses...”
Hipogeo de Hal Saflieni
334
Cámara del Santuario
País
Malta
El Hipogeo de Hal Saflieni es el único templo subterráneo prehistórico conocido; es
una estructura subterránea excavada hacia el año 2500 a. C. Se estima que, en su origen,
fue un santuario. En tiempos prehistórico se convirtió en una necrópolis. Está situado en
el término municipal de Paola, en el sureste de la isla de Malta. Sus coordenadas son
35°52′12″N 14°30′23″E / 35.87, 14.50639. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad
por la UNESCO en 1980.
El hipogeo fue descubierto por accidente, en 1902, durante las obras de construcción de
unas cisternas. Las primeras excavaciones estuvieron dirigidas por el padre Manuel
Magri, de la Compañía de Jesús. Tras la muerte de Magri en 1907, el arqueólogo sir
Themistocles Zammit tomó el relevo. Entre 1992 y 1996 se realizaron trabajos de
restauración.
Estructura del hipogeo
El hipogeo está configurado en tres niveles:
335
Primer nivel
El primer nivel es muy similar a las tumbas de Xemxija, también en Malta. Se trata de
la parte más antigua del hipogeo; se compone de varias cuevas naturales ampliadas
artificialmente, a unos diez metros bajo el nivel del suelo.
Segundo nivel
En este nivel, el trabajo de la piedra es más refinado. Entre las salas destacan la Sala
Principal, la del Oráculo, y el Sancta Sanctorum.
La Sala Principal
La durmiente, Museo Arqueológico, La Valeta, Malta
Esta sala, excavada en la roca, es circular. Hay varias entradas en forma de trilito;
algunas están cegadas, y otras conducen a otras salas. La mayor parte de la sala está
cubierta de ocre rojo. En esta sala se encontraron las estatuillas de la durmiente, que se
conservan en el Museo Arqueológico de La Valeta.
La Sala del Oráculo
La Sala del Oráculo, de forma arpoximadamente rectangular, es una de las más
pequeñas. Presenta la peculiaridad de producir un fuerte eco sólo con las voces
masculinas. El techo está decorado con espirales y círculos de ocre rojo.
La Sala Decorada
Es una espaciosa sala circular de paredes lisas e inclinadas, profusamente decoradas con
dibujos geométricos. A la derecha de la entrada hay una mano excavada en la roca.
El Pozo de las Serpientes
Es un pozo de dos metros de profundidad que se usó para guardar serpientes o bien para
recolectar limosnas.
336
El Sancta Sanctorum
Esta sala se caracteriza por una entrada enmarcada por tres trilitones encajados unos en
otros.
Tercer nivel
El nivel inferior era probablemente un almacén de grano.
Tutankamon
Nebjeperura Tutanjamón,[1] más conocido como Tutankamon, o Tutankamón,[2]
«imagen viva de Amón», fue un faraón perteneciente a la dinastía XVIII de Egipto que
reinó de 1336/5 a 1327/5 a. C.
Su nombre original, Tutanjatón, significa la "imagen viva de Atón", mientras que
Tutanjamón significa la "imagen viva de Amón". Su nombre fue escrito habitualmente
como Amón-tut-anj, debido a la costumbre de los escribas de poner el nombre del dios
al principio de la frase para honrarle.[4] Es posible que Tutanjamón sea el Nibhurrereya
de las cartas de Amarna, y probablemente el rey Ratotis que según Manetón reinó nueve
años (recogida en la traducción hecha por Flavio Josefo).[5]
Tutanjamón no fue un faraón notable ni conocido en épocas antiguas; el tamaño
relativamente pequeño de su tumba (KV62) fue la razón de que no fuera descubierta
hasta el siglo XX.[6] Howard Carter la encontró intacta en 1922. Su descubrimiento y los
tesoros encontrados en ella tuvieron cobertura mundial en la prensa y renovaron el
interés del público por el Antiguo Egipto, convirtiéndose la máscara funeraria del faraón
en la imagen más popular.
Si bien formalmente se define que la Dinastía XVIII finaliza con el reinado de
Horemheb, se puede afirmar con un alto grado de certeza de que el joven Tutankamón
fue el último faraón de sangre real de la dinastía. Ascendió al trono después del periodo
de Amarna y devolvió a los sacerdotes de Amón la influencia y el poder que habían
tenido antes de la revolución religiosa y política de Ajenatón. Durante su corto reinado
estuvo en manos de Ay y Horemheb, que se repartieron el poder: Ay administró Egipto
y Horemheb manejó el ejército.
Su reinado se caracterizó por un retorno a la normalidad en el plano socio-religioso
después del interludio protagonizado por su casi seguro padre Ajenatón. Dicho retorno
fue paulatino, restaurando el culto en los templos abandonados de dioses como Amón,
Osiris, Ptah, etc., y permitiendo la celebración de los ritos pertinentes.
En el plano artístico, los cánones inaugurados bajo la égida de Amarna seguirían
fluyendo hasta fundirse con los patrones tradicionales del arte egipcio. En las imágenes
oficiales, la imagen del joven rey sería enfatizada constantemente junto a su Gran
Esposa Real conjugando la herencia visual de Amarna (las imágenes de intimidad
familiar de la pareja real visibles en tronos, sillas, cofres, etc., encontrados en la tumba
337
real) con el mensaje político oficial de continuidad de la dinastía, claramente visible por
la profusión de imágenes de Anjesenamón.
Su principal aporte a la historia de la humanidad fue el hallazgo de su tumba casi
intacta. Esto posibilitó sacar a la luz una cantidad apreciable de tesoros, utensilios,
muebles, armas, etc., dando una oportunidad invaluable para la profundización del
conocimiento sobre la civilización egipcia.
Máscara funeraria de Tut-anj-Amón en el Museo Egipcio de El Cairo. Realizada en oro batido con
incrustaciones de pasta de vidrio y piedras duras es la pieza más conocida del arte egipcio.
Anillo portando el Nombre de Trono: Neb-Jeperu-Ra.
El joven rey Tutanjamón ofrendando a la divina pareja: el dios Ptah y a su izquierda su
consorte Sejmet. El retorno a los ritos tradicionales después del interludio de Amarna.
338
El joven rey Tutanjamón, cazando con arco, portando la corona Jepresh junto a su
esposa Anjesenamón, la hija de Ajenatón y Nefertiti.
El descubrimiento de su tumba casi intacta ha permitido conocer la sofisticación de la vida de los faraones
en el 1300aC. Esta silla de cedro con el respaldo tallado con el dios de la eternidad Heh pertenecía a su
ajuar funerario.
Escena íntima entre el rey y su Gran Esposa Real. La herencia artística de Amarna siguió vigente durante
su reinado. Incluso el dios caído Atón brinda sus rayos protectores dando vida al igual como lo hacía con
Ajenatón y Nefertiti. Detalle del respaldo del trono ceremonial de Tutanjamón.
339
Monumental estatua de Tutanjamón al modo tradicional del arte egipcio.
Entre las joyas de su tumba, se encontraba este pectoral del rey. Era común utilizar imágenes de los
jeroglíficos para construir joyas con el nombre del rey. En ésta es identificable, Neb Jeperu Ra, el
nombre del trono de Tutanjamón: la barca solar define el jeroglífico Neb, el escarabajo en el centro la
palabra Jeper que, junto con las tres flores de loto de la base del pectoral se transforma en el plural
Jeperu y el disco solar de la parte superior es Ra.
Tutanjamón en la guerra, a pesar de que no existe ningún archivo sobre su presencia en
ninguna. El alejamiento de los motivos artísticos del periodo de Amarna es evidente.
Sin embargo, la pierna rota de su momia, y posiblemente su muerte por infección,
pudieron ser consecuencia de la caída desde un carro.
340
Retratos de Tutanjamon en su tumba
Retrato infantil del rey en madera como dios sol Ra naciendo de una flor de loto azul.[34]
Maniquí de madera con el rostro del rey, cortado en caderas y hombros, para exhibir vestidos.
El rostro idealizado del faraón en el ataúd más interior. Porta un pequeño cayado y un látigo, símbolos del
gobierno divino.
Una de las dos estatuas del Ka de Tutankhamon que guardaban la cámara funeraria.
Ramsés II
Usermaatra Setepenra - Ramsés Meriamón,[1] o Ramsés II,[2] es el tercer faraón de la
Dinastía XIX de Egipto, y gobernó unos 66 años, de c. 1279 a 1213 a. C.[3] Ramsés II es
uno de los faraones más célebres, debido a la gran cantidad de vestigios que perduran de
su activo reinado. Algunos escritores creen que es el faraón mencionado en el Éxodo
bíblico, pero no hay pruebas ni documentos egipcios que lo confirmen.
Busto de Ramsés II
Museo Británico
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Ramesseum
El Ramesseum es el nombre dado al templo funerario ordenado erigir por Ramsés II, y
situado en la necrópolis de Tebas, en la ribera occidental del río Nilo, frente a la ciudad
de Luxor, junto al pequeño templo dedicado a su madre Tuya.
El nombre fue acuñado por Jean-François Champollion, que visitó sus ruinas en 1829 y
fue el primero en identificar los nombres y títulos de Ramsés en sus muros. Su nombre
original era Casa del millón de años de Usermaatra Setepenra, que une la ciudad de
Tebas con el reino de Amón.[1]
Ramesseum. Estatuas de Osiris.
Ocupa una superficie de diez hectáreas.
Ramsés II
Ramsés fue un faraón de la 19ª dinastía de Egipto. Gobernó durante 67 años, en el siglo
XIII a. C., en el apogeo del poder y la gloria de Egipto. La duración fuera de lo común
de su reinado, la abundancia del erario público y la vanidad personal del faraón, hizo de
Ramsés un rey que dejó un recuerdo imborrable en el país.
Su herencia se puede comprobar en el legado arqueológico, en los muchos edificios que
Ramsés construyó, amplió o usurpó en todo el territorio egipcio. El más espléndido de
ellos, construido de acuerdo con las prácticas funerarias del Imperio Nuevo habría sido
su templo conmemorativo: un lugar dedicado a la adoración del faraón, casi un dios en
la tierra, donde su memoria se mantendría viva después de su paso por este mundo. Los
registros existentes indican que se comenzó a trabajar en el proyecto poco después del
comienzo de su reinado, y continuó durante veinte años.
Descripción
Tiene una estructura clásica: el templo funerario de Ramsés sigue los cánones de la
arquitectura de templos del Imperio Nuevo, orientado de noroeste a sureste, con dos
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pilonos de 68 metros de anchura. En el primer pilono se registra su conquista, el octavo
año de su reinado, de una ciudad llamada Shalem, en la que algunos creen ver a
Jerusalén.
Vista aérea: se ven los restos de los pilonos, las columnas de patios y santuarios, y los
edificios secundarios.
Plano del Ramesseum.
En el primer patio se encontraban los dos colosos sedentes del faraón Ramsés II, de los
que sólo quedan fragmentos de la base y del torso de 17 metros de altura.
El palacio real está la izquierda de este patio, y las estatuas del rey al fondo.[2]
Los restos del segundo patio incluyen la fachada interna del segundo pilono y una
porción del pórtico de Osiris a la derecha.[2] En los muros están grabados los
bajorrelieves del Poema de Pentaur que describen la batalla de Qadesh,[2] y un festival
en honor a Min, dios de la fertilidad. Las dos estatuas del rey, una en granito rosado y la
otra en granito negro, flanquean la puerta del templo.[2]
Treinta y nueve de las cuarenta y ocho columnas campaniformes con capiteles
papiriformes todavía se mantienen en pie en la sala hipóstila, adornadas con escenas del
rey ante varios dioses. El techo está pintado con estrellas de oro en un fondo azul, que
permanece bien conservado,[2] y los hijos e hijas de Ramsés aparecen en procesión en
343
los muros de la izquierda. En el muro oriental están los bajorrelieves que narran el
asalto a la fortaleza de Dapur. El santuario está compuesto por tres cuartos
consecutivos, con ocho columnas, en uno de los cuales se guardaba la barca sagrada.
Restos del primer cuarto, con el techo decorado con motivos astronómicos, y algunos
restos del segundo cuarto son todo lo que se conserva.[2]
Al norte y adyacente a la sala hipostila hay un templo más pequeño, dedicado a su
madre, Tuya, donde se encontraba una estatua de la reina de 227 cm de altura, que fue
llevada a Roma en tiempos de Calígula.[3]
El complejo estaba rodeado por varios almacenes, graneros, talleres, y otros edificios
auxiliares, algunos construidos posteriormente, incluso en época romana.
Un templo dedicado a Seti I, del cual sólo quedan los cimientos, estaba a la derecha de
la sala hipóstila. Todo el conjunto estaba rodeado por un muro de adobe que comenzaba
en el pilono suroriental.
Se han encontrado papiros y ostraca fechados en el Tercer periodo intermedio, siglo
XI a. C. al VIII que indican que el templo tenía también una escuela importante, y que
fue un centro económico, cultural y religioso.
Ramsés edificó este templo sobre una tumba del Imperio Medio, en la que se han
encontrado muchos objetos relativos al culto funerario.
Conservación
Desgraciadamente, la piedra caliza, semejante a la de los templos Abu Simbel, que se
usó para el Templo del millón de años no era la más adecuada para construir en Tebas,
debido a la humedad por su situación junto al Nilo, cuyas inundaciones anuales fueron
minando sus cimientos. La negligencia y la llegada de nuevas religiones también le
afectaron: fue convertido en iglesia cristiana.
Dejando a un lado la escalada de tamaño, por la que cada nuevo faraón se esforzaba en
aventajar a sus predecesores en el volumen y tamaño de sus obras, el Ramesseum
pertenece en parte al mismo tipo que el de Medinet Habu, de Ramsés III, o al templo
perdido de Amenhotep III que estaba situado tras los Colosos de Memnón, apenas a un
kilómetro de distancia.
Abu Simbel
344
El templo de Ramsés II en Abu Simbel
El templo de Nefertari.
Abu Simbel significa "la montaña pura". Es un complejo de dos templos excavados en
la roca (speos) ordenados construir por Ramsés II. El templo mayor de Abu Simbel es
uno de los mejor conservados de todo Egipto. Se encuentra al sur del país, a unos
trescientos kilómetros de la ciudad de Asuán, próximo a su emplazamiento original.
Los templos forman parte del Museo al Aire Libre de Nubia y Asuán, declarado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979 con el nombre de Monumentos
de Nubia de Abu Simbel a File.
Debido a la construcción de la presa de Asuán y el consecuente aumento del nivel del
Nilo fue necesario reubicar varios templos, incluidos éstos, que se hallaban a la orilla
del río. Un importante equipo internacional se encargó de partir en grandes bloques y
volver a montar en un lugar seguro todo el templo, como si de un gigantesco puzzle se
tratara.
El templo está dedicado al culto del propio Ramsés (los faraones se consideraban
dioses) y de las grandes deidades de Egipto, Amón, Ra y Ptah. Estos tres dioses tenían
sus capitales y a lo largo de la Historia del antiguo Egipto fueron muy venerados. Ra era
la cabeza de la Eneada de Heliópolis, Amón la cabeza de la Triada de Tebas y Ptah el
gran dios artesano de Menfis. Al lado de los tres se representa a Ramsés como el cuarto
gran dios de Egipto. A la dinastía XIX le tocó recuperar el prestigio de Egipto perdido
en el exterior después de los disturbios y turbulencias religiosas (se apoyó el culto a
Atón en detrimento de Amón) y políticas durante el reinado de Ajenatón (Akenatón) de
la dinastía XVIII.
345
Ramsés II, hijo de Seti I combatió a los enemigos del Norte, y del Sur. Pero su batalla
más importante fue la de Kadesh, en Canaán contra los asiáticos hititas. Esta batalla
terminó con un tratado de paz entre ambas fuerzas, aunque Ramsés se jactaba de haber
ganado la batalla en los muros de Abu Simbel y otros templos egipcios, lo mismo hizo
el rey de los hititas en los templos de su país.
Historia
Fotografía del templo en 1862. Francis Frith
Construcción
La construcción del templo se inició aproximadamente en 1284 a. C. y duró unos veinte
años, hasta el 1264 a. C. Es uno de los seis templos erigidos o excavados en la roca que
se edificaron en Nubia durante el largo periodo del reinado de Ramsés II. El propósito
del templo era impresionar a los vecinos del Sur y reforzar la influencia de la religión
egipcia en la región.
Redescubrimiento
Con el paso del tiempo el templo, abandonado, comenzó a llenarse de arena. Cerca del
siglo VI a. C., la arena cubría las estatuas del templo principal hasta la altura de sus
rodillas. Abu Simbel quedó olvidado hasta que en 1813 el suizo J. L. Burckhardt lo
visitó.
Burckhardt comentó su descubrimiento al explorador italiano Giovanni Belzoni, quien
viajó al lugar pero fue incapaz de excavar una entrada que permitiera el acceso al
templo. Belzoni regresó en 1817; esta vez tuvo éxito y consiguió entrar. Se llevó todos
los objetos de valor que pudo transportar.
Reubicación
346
Maqueta mostrando la situación de los templos, antes y después del traslado
En 1959 se inició una campaña internacional de recogida de fondos para salvar los
monumentos de Nubia ya que algunos de ellos estaban en peligro de desaparecer bajo el
agua, como consecuencia de la construcción de la presa de Asuán.
El salvamento de los templos de Abu Simbel se inició en 1964 y costó la suma de 36
millones de dólares. Entre 1964 y 1968, los templos se desmantelaron para volver a ser
reconstruidos en una zona próxima, 65 metros más alta y unos doscientos metros más
alejada.
Los templos
Interior del templo: sala principal
Interior del templo: capilla lateral
El complejo está compuesto por dos templos. El mayor, dedicado a Ra, Ptah y Amón.
En la roca de la fachada se esculpieron cuatro estatuas colosales que presentan al faraón
347
Ramses II. El templo menor está dedicado a la diosa Hathor, personificada por
Nefertari, esposa favorita de Ramsés.
Templo mayor
El templo mayor de Abu Simbel está considerado como uno de los más bellos de todos
los edificados durante el reinado de Ramsés II y uno de los más hermosos de Egipto.
La fachada del templo tiene 33 metros de altura por 38 metros de anchura y está
custodiado por cuatro estatuas sedentes, cada una de las cuales mide unos veinte metros
de altura, esculpidas directamente sobre la roca. Todas las estatuas representan a
Ramsés II, sentado en un trono con la doble corona del Alto y Bajo Egipto. La estatua
situada a la izquierda de la entrada resultó dañada por un terremoto, partiéndose.
Se pueden ver también numerosas estatuas de menor tamaño a los pies de las cuatro
estatuas principales; representan a diversos miembros de la familia del faraón como su
madre, su esposa y algunos de sus descendientes.
La parte interior del templo tiene una distribución similar a la mayoría de los templos
del antiguo Egipto, con salas de tamaño menor a medida que nos acercamos al
santuario.
La primera sala contiene ocho estatuas de Ramsés elevado a la categoría de dios,
tomando la forma de Osiris. Estas estatuas están adosadas a las columnas. En las
paredes se pueden ver grabados que representan escenas de las victorias egipcias en
Libia, Siria y Nubia.
El santuario contiene tres estatuas de los dioses Ra, Ptah, Amón y una de Ramsés, todas
en posición sedente. El templo está construido de forma que durante los días 20 de
febrero y 20 de octubre, los rayos solares penetran hasta el santuario, situado al fondo
del templo, e iluminan las caras de Amón, Ra, y Ramsés, quedando sólo la cara del dios
Ptah en penumbra, pues era considerado el dios de la oscuridad. Se cree que estas fechas
corresponden respectivamente a los días del cumpleaños del rey y al de su coronación,
aunque no existen datos que lo corroboren. Tras el desplazamiento del templo, el
fenómeno solar ocurre dos días más tarde de la fecha original.
El templo menor
El templo menor de Abu Simbel está situado al norte del mayor. Está también excavado
en la roca y dedicado a Hathor, diosa del amor y la belleza, así como a su esposa
favorita, Nefertari. La fachada esta decorada con seis estatuas, cuatro de Ramsés II y
dos de Nefertari. Las seis son de igual tamaño, algo poco corriente ya que las estatuas
que representaban al faraón solían ser de mayor tamaño. La entrada conduce a una sala
con seis columnas centrales, esculpidas con capiteles decorados con la cabeza de la
diosa Hathor.
La sala Este contiene algunas escenas que muestran a Ramsés y su esposa ofreciendo
sacrificios a los dioses. Tras esta sala se encuentra otra que muestra escenas similares.
Al fondo del templo se halla el santuario que contiene una estatua de la diosa Hathor.
348
Deir el-Medina
Deir el-Medina, poblado egipcio fundado por Tutmosis I, faraón de la dinastía XVIII.
Situación:
A la entrada del Valle de las Reinas y cerca del de los Reyes, se encuentran los restos
del que fuera el más próspero poblado de obreros y artesanos del Antiguo Egipto: Set
Maat "El lugar de la Verdad" (nombre egipcio), Deir el-Medina (nombre árabe),
localidad situada en un pequeño valle en la región tebana, próximo a la colina de Qurnet
Mura, en la ribera occidental del Nilo, frente a Tebas, actual Luxor (Egipto)
Durante mucho tiempo sufrió saqueos debido al expolio de antigüedades, ya que era un
sitio muy conocido por la abundancia, belleza y riqueza de los objetos que se
encontraban en sus cercanías. Sin embargo aún se conservan muchas evidencias
arqueológicas: tumbas, casas, ajuares, que hacen de este lugar el poblado del Antiguo
Egipto mejor conocido.
Set Maat "El lugar de la Verdad": ruinas del poblado de artesanos, actualmente Deir elMedina
Historia
Al comienzo del Imperio Nuevo, Tutmosis I, decide abandonar la construcción de
mastabas y pirámides debido a los saqueos a que eran sometidas, y ordena comenzar su
tumba en un lugar más protegido, excavando la ladera de la montaña, fundando Set
Maat (Deir el-Medina) como lugar de residencia para los obreros y artesanos ocupados
en la construcción. Sus sucesores construyeron sus tumbas en el mismo lugar durante
unos 500 años, tiempo durante el cual el poblado estuvo habitado.
Se fundó con dimensiones reducidas: cuarenta casas rodeadas por una muralla, pero
nunca dejó de crecer, alcanzando su máximo esplendor en tiempos de Seti I y Ramsés
II, con cincuenta casas en el interior del recinto amurallado y setenta fuera de él. Fue
abandonado en tiempos de Esmendes I, alrededor del 1170 a. C. Un segundo
349
renacimiento se produjo con la Dinastía Ptolemaica, pero no llegó a la prosperidad
anterior y pronto fue de nuevo abandonado.
El poblado
Poblado de artesanos, en Deir el-Medina
La muralla del poblado delimitaba un área rectangular dentro de la cuál se distribuían
las viviendas a lo largo de una calle que comenzaba en la puerta del recinto y atravesaba
todo el pueblo. El muro posterior de cada edificio estaba adosado a la muralla.
Eran casas de una sola planta, con pavimento de piedra y paredes de adobe,[1] materiales
que compartían con el resto de los edificios, excluidos los templos y tumbas. Se
techaban con troncos cubiertos de hojas de palmera y barro y quedaban separadas entre
sí por un muro.
De planta rectangular, tenían cuatro pequeñas salas, una tras otra: la primera era un
vestíbulo con un altar, y la última parece ser la cocina, ya que en ella se han encontrado
restos de ceniza. De allí partía una escalera para subir a la terraza.
El mobiliario y demás objetos cotidianos, como espejos, juegos de mesa, se conocen
gracias a la tumba del arquitecto Kha y su esposa Merit, que nos ha llegado intacta con
un rico ajuar, aunque probablemente el de los trabajadores fuese más modesto.
Ciudadanos
Conocemos los detalles de su vida cotidiana gracias a los ostracas, trozos de cerámica, o
piedra caliza, usados como soporte para sus anotaciones, al ser el papiro muy caro, que
se han encontrado en el basurero de la ciudad.
Los obreros formaban parte de la base social, junto con los campesinos, pero entre ellos
existían diferencias notables dependiendo de que fueran artesanos, obreros comunes o
desempeñasen alguna labor administrativa: escribas, médicos, etc., además de toda la
gente necesaria para el funcionamiento de la ciudad: todas aquellas labores necesarias
para el autoabastecimiento, incluidas las agrícolas. El Estado deseaba pocos contactos
con el exterior, para mantener toda la discreción posible sobre la construcción de las
350
tumbas, por lo que suministraba todo lo necesario, inclusive el transporte de agua desde
el río, al estar el pueblo situado en una zona desértica.
Trabajo
Artesanos. Tumba de Nebamun
Antes de dar comienzo a cualquier obra, artesanos y obreros firmaban un contrato en el
que se ajustaba la duración del trabajo y el salario. Este se pagaba en especie, en forma
de raciones mayores o menores en función de la categoría de cada cual. Además, las
familias cultivaban pequeñas parcelas y criaban cerdos, cabras y ovejas.
El periodo laboral era de diez días, a razón de ocho horas diarias, y comenzaba al salir
el sol. Al acabar, no regresaban al pueblo sino que pasaban la noche en unas casas
provisionales, levantadas al lado del Valle de los Reyes.
Sólo se podía faltar por enfermedad, por el cumpleaños de la madre o por ausencia de la
mujer, pero en la práctica había toda clase de excusas: cuidar un burro enfermo,
preparar una fiesta, o la muerte de un familiar, motivos todos ellos que, en teoría,
conllevaban una sanción.
Escribas
Seguían de cerca los trabajos y registraban cualquier acontecimiento, el progreso diario
de la obra, el material utilizado, las ausencias al trabajo, etc.
Médicos
351
Cofre para los vasos canopos de Tutanjamón
Tenían la obligación principal de mantener en forma a los obreros, aunque también
atendían al resto de la población.
Obreros
Eran los encargados de excavar las tumbas en la ladera de la montaña. Trabajaban en
cuadrillas divididas en dos grupos, al frente de cada uno de ellos había un capataz y un
ayudante. Dado que algunas galerías alcanzaban los cien metros, se utilizaba
iluminación artificial a base de lámparas de aceite suministradas por el almacén real de
la zona.
Los albañiles daban forma a las diferentes estancias, ocultando cuidadosamente el
acceso, para evitar en lo posible el saqueo de la tumba, que ya era una práctica habitual.
Artesanos
Entraban en acción cuando las cámaras estaban listas, siendo responsables de la
decoración. Debían pintar las paredes, la mayoría de las veces con las instrucciones del
Libro de los Muertos, hacer las estatuillas que representaban al rey y a sus criados,
ushebti, y confecionarle todo el ajuar, para utilizarlo en la otra vida, por supuesto,
ricamente decorado.
352
Ocio
Estela de Irynefer en Deir el-Medina. Museo del Louvre
Cada diez jornadas volvían a sus casas, dedicando el día libre a construir sus propias
tumbas, en las que nos han dejado hermosas pinturas, visitar lugares de culto cercanos o
realizar trabajos por cuenta ajena para redondear ingresos.
Casi todos los trabajadores estaban organizados en cofradías, y aprovechaban los días
libres para reunirse.
Justicia
Las faltas penales las sancionaba el chaty, las laborales los capataces, pero sobre las
demás cuestiones dictaminaba un tribunal compuesto por los propios obreros, siendo el
castigo más aplicado el apaleamiento público.
La primera huelga de la historia
En tiempos de Ramsés III, hacia 1170 a. C., el pago de salarios se retrasó más de lo
acostumbrado, y los trabajadores, empujados por el hambre, abandonaron sus trabajos y
se lanzaron a las calles hasta conseguir sus objetivos.
Años después, con Ramsés IX y Ramsés X se repitió la historia.
353
Resumen
Tumba de Senedyem
Fue un pueblo ocupado por trabajadores bien alimentados que llevaban una vida
relativamente acomodada, y que sólo pagaban el impuesto personal, pero no los
diezmos.
Deir el-Medina tuvo su mejor época con Ramsés II: con la decadencia que comenzó con
la Dinastía XX, la desorganización llegó también allí, hasta el abandono total con la
Dinastía XXI, que trasladó la capital a Tanis en el Delta y abandonó la necrópolis
tebana: Deir el-Medina ya no tenía razón de ser.
Nefertari
La reina Nefertari, por la que brilla el Sol
354
Nefert-Ary, reina egipcia de la dinastía XIX, conocida universalmente por la bellísima
tumba en la que fue enterrada. Fue la gran esposa real de uno de los faraones más
conocidos de la historia, Ramsés II, el Grande, y parece ser que no sólo jugó un
importante papel en el corazón de este hombre sino que fue una brillante mente política.
Orígenes
Una de las grandes incógnitas que rodean a esta reina es su lugar de nacimiento y su
familia. Su esposo, el futuro faraón Ramsés II, se cuidó mucho de ocultarlos, aunque
está claro que la veneración que tuvo en vida, así como algunos de sus títulos
demuestran un origen noble, si no real.
El hallazgo en su tumba del pomo de un cofre en el que aparecía un cartucho del faraón
Ay no hizo más que aumentar las sospechas de que Nefertari estuviese emparentada con
la extinta dinastía XVIII, cosa que también parecía corroborar su propio nombre,
heredero de la matriarca ya divinizada, la reina Ahmose-Nefertari. De ser así, es
probable que Nefertari proviniese de la ciudad sureña de Ajmin, y de que Ay, cuyo
nombre estaba siendo perseguido por los faraones de la dinastía XIX, incluido el propio
Ramsés II, podía haber sido su bisabuelo, su abuelo o su tío.
Suponiendo que Nefertari estuviese emparentada con la dinastía XVIII y con la línea de
Ahmose-Nefertari, bien podía haber sido hija o nieta de Najtmin, a su vez hijo de Ay, o
incluso podía ser la hija de la fantasmal reina Tanedyemy, cuyo papel aún no está claro,
pero que podría haber sido nieta de Ay, hija de Horemheb y esposa de Sethy I. De ser
así, Ramsés II y Nefertari habrían sido hermanastros.
Gran Esposa Real del "Hijo de Ra"
Nefertari se casó con el príncipe heredero Ramsés cuando aún ambos estaban en la
adolescencia, alrededor de los quince años de edad. Por aquellos años Ramsés aún no
había sido designado corregente, y ya estaba casado con una mujer más, Isis-Nefert,
cuyo papel pronto desplazaría Nefertari.
Al asumir el trono Ramsés II ya tenía varios hijos tanto de Nefertari como de IsisNefert, y ascendió a ambas al rango de grandes esposas reales. Sin embargo, Nefertari
fue la reina por excelencia, su particular carisma y el profundo amor que le profesaba
Ramsés II sumieron en la sombra a todas sus rivales, y la convirtieron en la mujer más
importante del reino, por encima incluso de la reina madre Tuya.
Mas Nefertari no fue sólo la esposa bienamada de su rey. Fue una verdadera mujer de
estado, que propició el cese de hostilidades entre Egipto y el Imperio Hitita con sus
cartas de paz al emperador Hattusil III y a su esposa, la también influyente emperatriz
Putuhepa. Conocida en aquellos lugares como la reina Naptera (una deformación de su
propio nombre), propiciaría la paz entre las dos potencias del momento, papel que la
acabaría de consagrar al lado de su amante marido.
355
Titulatura
Abu Simbel: estatua de Nefertari, junto a Ramsés II, con su nombre grabado en un
cartucho
Nefertari, como se ha visto antes, no se contentaría con habitar en el harén real y dar
hijos a su marido. Como hizo cien años atrás la reina Tiy, asumió un papel político y
religioso que no volvería a alcanzarse por ninguna mujer hasta los tiempos de Cleopatra
(exceptuando a la efímera faraona Tausert). Ramsés II aceptó e incluso promocionó
esto, y la gran esposa real Nefertari, fue, entre otras cosas:
•
Señora de las Dos Tierras; que podría decirnos que Nefertari asumiría la
regencia mientras su marido participaba en la guerra contra los hititas o en sus
campañas contra los nubios.
•
Señora de todas las tierras; título muy infrecuente, que elevaba a Nefertari a un
estatus paralelo al del faraón.
•
Esposa del dios; aunque por entonces sus funciones y su poder no tenían nada
que ver con la importancia que adquirió en tiempos de la dinastía XVIII,
Nefertari ostentó un título que en su tiempo ya habían llevado Ahmose-Nefertari
o Hatshepsut.
•
Princesa Heredera; que parece confirmarnos un origen real.
•
Por la que brilla el Sol; el título más hermoso que poseyó, único en la historia
egipcia, y símbolo del amor de Ramsés II por su esposa.
Aunque, sin lugar a dudas, el título mejor conocido de Nefertari, sería el que le
acompañaría ya siempre como un segundo nombre, el de Amada de Mut. Así, no es de
extrañar que muchas veces aparezca con el nombre de Nefertari-Merienmut (NefertAry Merit-En-Mut).
356
Abu Simbel
Templo de Hathor de Abu Simbel
Resulta insólito que un monarca siempre tachado de megalómano y egocéntrico como
fue Ramsés II tuviese una debilidad tan clara como la que sentía por Nefertari. No sólo
la colmó de honores en vida, sino que además se aseguró de que fuera conocida durante
toda la eternidad. En la mayoría de las estatuas en las que aparece Ramsés II suele venir
acompañado por Nefertari (aunque de mucho menor tamaño que su marido), y, lo que es
más importante, tuvo el inmenso honor de ser deificada en vida, algo impropio de una
gran esposa real.
El mejor testimonio del amor de Ramsés II y de Nefertari es el templo más pequeño de
los dos que hay en Abu Simbel. Mientras que el mayor estaba dedicado a Amón, RaHorajty, Ptah y Ramsés deificado, el menor era exclusivamente de la diosa Hathor,
personificada en la figura de Nefertari. Sólo hay que ver la dedicatoria de la entrada de
ese bello templo, lleno de imágenes de Nefertari y de sus hijos, para comprobar lo que
sentía el faraón por su reina:
[...] Una obra perteneciente por toda la eternidad a la Gran Esposa Real NefertariMerienmut, por la que brilla el Sol.
Deir el-Bahari
) "El convento del Norte", es un valle que se encuentra en la ribera occidental del río
Nilo, en el IV nomo del Alto Egipto, frente a la antigua ciudad de Tebas, la actual
Luxor, en Egipto.
El nombre responde a un monasterio copto que se creó en el templo de Hatshepsut,
nombre que se extendió a todo el conjunto de ruinas.
357
Detalle. Templo de Hatshepsut
El lugar es un circo de la montaña y que domina el valle de la orilla izquierda a la altura
de Tebas, cortado a pico sobre el llano donde se asientan los monumentos que se
recuestan en el corte mediante terrazas ascendentes.
La divinidad del lugar es la diosa Hathor, cuya imagen aparece en capillas y tumbas.
Empezó a utilizarse Deir el-Bahari como necrópolis durante la dinastía XI.
Edificaciones de interés histórico y arqueológico
Templo de Mentuhotep
En la parte sur Mentuhotep II construyó su tumba y templo funerario que presenta una
disposición particular, situando una pirámide en el centro del templo funerario
originando, por tanto, una estructura nueva. Consta de un gran patio interior al que se
accede por una avenida bordeada de muros de piedra. Al oeste se elevaba la columnata
de pilares que rodea la construcción por los tres lados, norte, sur y este. Dentro está el
muro casi cuadrado y más al interior otro deambulatorio que rodea a la pirámide por los
cuatro lados. Ambos deambulatorios estaban cubiertos por una terraza. Dentro se
encontraba la pirámide. Al oeste, hacia la montaña está el templo con un patio y
mediante una rampa se sube a una sala hipóstila superior. Todo el conjunto está
completamente destruido. Siendo el templo y la pirámide el centro de una gran
necrópolis, es natural que las princesas y notables de la época se enterrasen en sus
inmediaciones. Así tenemos la tumba de Jety, "portador del sello real", canciller de
Mentuhotep III, Ipy, gobernador, Neferu, princesa real, Yar, jefe del harén, etc.
358
Templo de Hatshepsut
En Deir el-Bahari se encuentra el singular templo de la reina Hatshepsut (dinastía
XVIII), el más monumental de los construidos en el valle y único en su género en todo
Egipto. La obra fue diseñada por el arquitecto Senenmut, construida en forma de
amplias terrazas, con edificios porticados y patio de columnas, en perfecta armonía de
proporciones que se integran magistralmente con la escarpada ladera de la montaña,
situada tras el templo, logrando una espectacular escenografía.
Fue construido en honor de su doble y el de su padre Tutmosis I. Es un templo
dispuesto en terrazas en el que se han aprovechado todas las posibilidades de luz y de
color con una armonía pocas veces igualada. La primera terraza está rodeada de un
muro con una puerta hacia la calle y otra hacia el norte. Termina hacia el oeste con dos
pórticos con dos filas de columnas adosadas a los muros de contención de la segunda
terraza por una rampa. Al norte tiene un pórtico de quince columnas y al oeste un doble
pórtico interrumpido por la rampa de acceso a la tercera terraza. El pórtico norte tiene
en la pared del fondo unos bajorrelieves que representan el nacimiento divino y la
educación de la reina Hatshepsut.
Al final de este pórtico, en la esquina noroeste, hay una capilla dedicada a Anubis. El
pórtico sudeste va decorado con los célebres relieves de la expedición a Punt, uno de los
sucesos más notables del reinado. Neheri, marino de la flota real ofrece objetos y recibe
productos del país, mientras que cinco navíos están anclados en un río. Aparece
representada la reina negra. La tercera terraza lleva pilares osiriacos muy destruidos y,
pasados éstos, se abre la puerta del gran patio del templo de Hatshepsut, rodeado de dos
filas de columnas.
Rodeándolo encontramos dos o tres construcciones o grupos de construcciones que son:
al sur el conjunto funerario real, la capilla funeraria de Tutmosis I y la de Hatshepsut. Al
norte unas construcciones dedicadas al culto de Horajti con un vestíbulo al fondo del
cual hay un nicho elevado dedicado a Hatshepsut y un gran patio con un altar solar. En
la pared oeste del patio hay nueve nichos en los que se encontraban las estatuas de la
reina.
En la montaña occidental se abre el santuario principal del templo, formado por tres
salas, una a continuación de otra. La primera, abovedada, constituía el santuario
propiamente dicho, con bajorrelieves entre los que podemos ver a la reina Hatshepsut,
Tutmosis III y la reina Ahmés en actitud oferente, a los reyes divinizados Tutmosis I,
Tutmosis II y la reina Ahmés. La segunda sala es más pequeña y la tercera sala fue
359
excavada en tiempos de Ptolomeo II Evergetes y dedicada al culto de los grandes
personajes divinizados Imhotep y Amenhotep hijo de Hapi, y a la que se acudía en
peregrinación.
Completaban el conjunto de Deir el-Bahari una capilla dedicada a la diosa Hathor
construida en el Imperio Medio y restaurada por Tutmosis III, a la que Amenofis II
decoró. Hatshepsut construyó en el extremo Ssur del pórtico medio de su templo otra
capilla dedicada a la misma diosa, que ahora queda entre dos templos, constituyendo un
pequeño speos, con dos salas hipóstilas a la entrada. La decoración recuerda a
Hatshepsut amamantada por la diosa en presencia de distintas divinidades.
También se encuentra la tumba del arquitecto Senenmut en la zona baja de todo el
complejo.
Colosos de Memnón
Colosos de Memnón
Los colosos de Memnón (en árabe Al-Colossat o Es-Salamat) son dos gigantescas
estatuas de piedra que representan al faraón Amenhotep III situadas en la ribera
occidental del Nilo, frente a la ciudad egipcia de Luxor, cerca de Medinet Habu y al sur
de las grandes necrópolis Tebanas.
Las dos estatuas gemelas muestran a Amenhotep III en posición sedente; sus manos
reposan en las rodillas y su mirada se dirige hacia el Este, en dirección al río Nilo y al
Sol naciente. Dos figuras de menor tamaño, situadas junto al trono, representan a su
esposa Tiy y a su madre Mutemuia; los paneles laterales muestran una alegoría en
bajorrelieve del dios de la inundación anual, Hapy.
Las estatuas están esculpidas en grandes bloques de cuarcita, traídos especialmente
desde Giza y de la cantera de Gebel el-Silsila, al norte de Asuán. Incluyendo las bases
de piedra sobre las que se sustentan, las estatuas tienen una altura total de dieciocho
metros.
360
Detalle del trono
La función original de los colosos fue la de presidir la entrada al complejo funerario de
Amenhotep III: un inmenso centro de culto, construido en vida del faraón, en el que se
le adoraba como al dios en la tierra. En esos días, el complejo del templo era el mayor y
más espectacular de todo Egipto. Ocupaba un total de 35 hectáreas. Incluso el Templo
de Karnak era menor que el conjunto funerario de Amenhotep. Hoy en día, sin embargo,
quedan pocos vestigios del templo.
El historiador y geógrafo griego Estrabón explica que un terremoto, en el año 27 a. C.,
dañó a los colosos. Desde entonces se decía que las estatuas "cantaban" cada mañana al
amanecer, concretamente, la estatua situada mas al sur. La explicación es que el cambio
de temperatura, al comienzo del día, provocaba la evaporación del agua, que al salir por
las fisuras del coloso producía el peculiar sonido. El emperador romano Septimio
Severo nos privó de este fenómeno al restaurar la estatua en el siglo III ddC.
El nombre "Colosos de Memnón" proviene del período helenístico. Los colosos fueron
bautizados por los primeros viajeros griegos con tal nombre porque la pronunciación de
«Phamenoth» (Amenofis), que escuchaban a los lugareños, les recordaba a la de
Memnón un héroe griego de la guerra de Troya, rey de Etiopía, que llevó a sus ejércitos
desde África hasta Asia para ayudar a defender la sitiada ciudad y que fue finalmente
derrotado por Aquiles.
Templo Solar egipcio
361
Dibujo del Templo Solar de Nyuserra, en Abusir.
L'archéologie égyptienne, Gaston Maspero, 1907.
El Templo Solar egipcio, surge con la finalidad de poder representar ritualmente la
potencia vivificadora del dios Sol Ra, según la concepción religiosa de los sacerdotes de
Heliópolis.
En época del reinado de Userkaf, el primer faraón de la dinastía V de Egipto (c.
2500 a. C.), se impone una nueva ideología religiosa, la mística solar del clero de
Heliópolis, y se abandona la doctrina de los sacerdotes menfitas.
Esta religión, para escenificar su liturgia, origina una nueva tipología arquitectónica: el
Templo Solar. Estos templos, descubiertos, se organizaban en torno a un gran pilar
rectangular, o "benben", culminado en un "piramidón", precedente de los obeliscos,
simbolizando la columna primordial (Nun) sobre la cual se posaba el Sol y, a diferencia
de los templos erigidos con anterioridad, carecía de naos o "Sanctasantorum" que
albergara la imagen de la divinidad
Nyuserra
Nyuserra-Iny: fragmento de estatua en el Museo de Brooklyn, NY, EEUU
362
Nyuserra - Iny, fue un faraón de la Dinastía V de Egipto de c. 2420 a 2380 a. C. (von
Beckerath).
Probable hijo de Neferirkara-Kakai y Jentkaus II, casado con Reput-Nebu y Jentikus; su
hijo fue Jamerernebti.
Julio Africano, copiando a Manetón, le denomina Rathures y le asigna 44 años de
reinado. Según las inscripciones de su Templo Solar pudo reinar 30 años. El Canon de
Turín (dañado) muestra más de 10 años de reinado. Está registrado en la Lista Real de
Abidos como Nyuserra.
Durante su reinado el culto solar alcanzó su máximo esplendor y los altos funcionarios
adquirieron mucho poder, enterrados en grandes y bien decoradas tumbas.
Niuserra comerció con la Tierra de Punt, ordenó explotar las minas de Gebel el-Asr
(gneis) y Uadi Maghara (turquesa), organizó campañas en el Sinaí y contra los libios.
Construcciones
Ordenó levantar su Templo Solar en Abu Gurab (al norte de Abusir), el mayor templo
de la Dinastía V y el único construido totalmente en piedra.
•
El Templo Solar, con un obelisco (de 36 m) sobre un pedestal (de unos 20 m),
un patio con altar de alabastro, capilla de ofrendas, la Cámara de las Estaciones
(con representaciones de Nyuserra durante el festival Heb Sed, las estaciones y
las regiones de Egipto), una gran barca solar y almacenes.
•
El Templo del Valle era un pórtico monumental para acceder a la Calzada dentro
de un recinto de gruesos muros.
La Calzada, (de unos 100 m de longitud), entre los dos templos.
•
Construyó un Complejo Funerario, en Abusir, compuesto por su pirámide, y un Templo
funerario, vinculado por una calzada al Templo del valle.
•
La pirámide (52 m) de caliza, la última construida en Abusir, con la cámara
funeraria, y una pirámide de culto.
363
Pirámide de Nyuserra en Abusir.
•
El templo funerario (al este de la pirámide) tenía un patio porticado con
columnas de granito de capiteles papiriformes y techo adornado con estrellas, un
altar de alabastro, capillas y almacenes.
Niuserra se apropió del Templo del valle de Neferirkara-Kakai y reutilizó los bloques
del Templo solar de Sahura.
Valle de los Reyes, Tebas, Egipto
Estela conmemorativa de Hatsepsut y Tutmosis III
Tebas, Templo de Amón en Karnak.
XVIII din., 1475-1468 a.C.
Arenisca amarilla.
Alto 115,0 cm
Inv. 22780
Templo de Amón en Karnak
364
Esfinge criocéfala con cabeza de carnero representando a Amón. (Avenida de Esfinges de entrada al Templo de Karnak)
El templo de Karnak se encuentra a unos cuatro kilómetros del Templo de Luxor. Se llega a
una explanada acondicionada para el turismo que lleva a la entrada actual del Templo. Esta
entrada corresponde al embarcadero que construyó Ramsés II, no a la entrada original y el
recorrido, por tanto, a través del Templo no se hace en orden cronológico. De esas estructuras
vemos uno de los obeliscos erigidos por Seti I a ambos lados del embarcadero, a la derecha de
la avenida de esfinges o dromos.
Las esfinges criocéfalas de esta avenida tienen cabeza de carnero, en representación del dios
Amón, con cuerpo de león. Entre sus patas, una pequeña estatua osiriaca del rey que porta el
anj entre ambas manos.
La avenida de esfinges conduce al Primer Pilono, que se conecta en sus extremos con el muro
que rodea el complejo. El Primer Pilono, que data aproximadamente de la Dinastía XXX, se
encuentra inacabado; no resulta difícil reconocer las causas que llevan a esa conclusión: los
muros no están pulidos ni las piedras bien definidas, además, es apreciable a simple vista la
diferencia de tamaño existente entre el muro izquierdo y derecho separados por la puerta que
debería estar practicada en el centro del mismo. Y, el dato más evidente resulta la rampa
utilizada para su construcción, la cual permanece en su lugar original, en la parte derecha del
muro posterior del Pilono.
En cuanto a los muros que rodean el complejo, están hechos de adobe con una estructura
cóncava y convexa pensada no sólo para el mejor aguante y perdurabilidad de la misma, sino
que además simboliza las aguas del Nun, es decir, las aguas primigenias de donde surge toda
la vida.
365
Avenida de Esfinges y Primer Pilono. En la primera fotografía puede verse uno de los obeliscos de Seti I.
El Primer Pilono da paso al primer patio cuyas principales estructuras todavía permanecen en
pie a excepción del Quiosco de Taharka del que tan sólo queda una columna, de las diez
papiriformes de que constaba el edificio, y un bloque de calcita semejante a un altar todo ello
frente al Segundo Pilono.
En los laterales izquierdo y derecho del patio hay sendos Pórticos cuyo techo se sostiene por
columnas de capitel papiriformes cerradas, parte de las cuales parecen no haber llegado a
terminarse al igual que sucedía con el Pilono I, tal y como puede verse en la tercera fotografía
inferior. Frente a estos pórticos y delante de sus columnas se hallan las esfinges que Sheshonq
I trasladó de la avenida central.
En el lateral izquierdo permanece la Capilla tripartita que mandó construir Seti II para las
barcas sagradas. Esta capilla está dividida en tres naves de las cuales, la central consta de tres
nichos en su muro norte (final de la estancia) mientras que las laterales tienen dos nichos cada
una. En estos nichos se albergaban las estauas reales. La cámara central estaba destinada a
recibir la barca sagrada de Amón, la lateral izquierda la barca de Mut y la derecha la de Jonsu.
Frente a esta capilla está instalada una esfinge con los rasgos faciales de Tutanjamon, como
se puede observar en la segunda fotografía inferior.
En el lateral derecho se halla el pequeño Templo de Ramsés III. Flanqueado en su entrada
por dos estatuas del rey, su estructura es casi idéntica a su gran templo situado en Medinet
Habu. Un pilono da entrada a un Patio con pilares osiríacos representando al rey. Mediante una
puerta practicada en el centro del Pórtico al que se accede tras ese primer patio, una Sala
Hipóstila de dimensiones reducidas y con columnas de capiteles papiriformes cerrados. Las
cámaras posteriores, destinadas a acoger la tríada de Karnak se encuentran, como es habitual
en gran penumbra, perfecto hábitat para los pequeños murciélagos.
Quedan dos puertas en este patio: la que se halla a la derecha del Templo de Ramsés III, esto
es, el "Portal de Bubastis" y otra en el lateral de enfrente por el que se accede al exterior de
los muros que rodean el patio llegando a un gran espacio acondicionado como mueso al aire
libre en el que se hallan gran cantidad de bloques pertenecientes a este Templo que guardan
gran cantidad de valiosa información. Es aquí donde se pueden admirar las Capillas de
Sesostris I, Amenhotep I, Amenhotep II y la "Capilla Roja" de Hatshepsut.
Primer Patio vista general y Esfinges.
366
Capilla tripartita de la barca de Seti II y Columna del Pabellón de Taharka frente al Segundo Pilono.
Templo de Ramsés III.
"Portal de Bubastis" (Sheshonq I) junto a la capilla de Seti II.
Frente al Pilono II quedan los restos de uno de los dos colosos de Ramsés II que en su día lo
flanqueaban. También otra escultura de este rey, que sí se conserva puede verse delante de
este Pilono; Ramsés II es representado de pie y entre sus piernas una pequeña estatua de la
princesa Bent-Anat, hija de Istnofret, esposa de Ramsés y quien llegaría a ser esposa real
siendo enterrada en el Valle de las Reinas en la QV 71.
Directamente se entra en la Gran Sala Hipóstila. El típicamente llamado "bosque de piedra" o
"bosque de columnas" con unas dimensiones de 103 por 52 metros, está formado por 12
columnas en su parte central con capitel papiriforme abierto, dispuestas en dos hileras de seis
columnas cada una lo que permite un pasillo que coincide con el eje central del Templo. A cada
lado de esas hileras corren siete hileras más de 9 columnas cada una a excepción de las dos
últimas hileras que están formadas por siete. Las doce columnas del centro son las que tienen
mayor tamaño alcanzando los 21 metros de altura aproximadamente, mientras que el resto de
las hileras llegaban a unos quince metros de altura. La estancia se encontraba techada de
manera que la diferencia de tamaño de las columnas laterales fue suplida por unas celosías
integradas en los dinteles a modo de ventanas tipo triforio por los que penetraba la escasa luz
que dotaba a esta parte de Templo, en un nivel superior que la anterior dependencia, de la
penumbra obligada. Estas ventanas se han conservado en parte, tal y como puede verse en la
cuarta fotografía inferior, fila dos. Es en esta sala en donde puede verse otro de los símbolos
que encierra todo templo egipcio, en este caso, los juncos que poblaban las aguas primigenias
de las que nace la colina primordial, siendo los juncos cada una de las columnas de la sala.
En esta sala hipóstila se están ubicando por el Servicio de Antigüedades Egipcio una serie de
367
estatuas y estelas constituyendo un museo al aire libre y, esta iniciativa, no es de extrañar ya
que en su día también los pasillos entre las columnas estaban repletos de estatuas tanto de
dioses como de reyes.
Segundo Pilono.
Gran Sala Hipóstila.
El Tercer Pilono se halla parcialmente reconstruído, dando paso a la Sala transversal hoy casi
toda en ruinas. En el espacio comprendido entre éste y el Pilono Cuarto, espacio en que el
Templo toma dirección sur en su segundo eje, se levantan los obeliscos que perduran de entre
los que un día se erigieron; alzados majestuosamente están el Obelisco de Tutmosis I y el
Obelisco de Hatshepsut de granito rosa este último.
(1) Tercer Pilono y Obelisco de Tutmosis I (2) Obelisco de Hatshepsut, entre Tercer y Cuarto Pilono.
El quinto Pilono se encuentra casi totalmente destruido y el Pilono sexto, obra de Tutmosis I,
368
en cuyos muros se hallan representados los pueblos extranjeros probablemente conquistados,
da paso a un Patio en el que se conservan dos magníficos Pilares de granito cada uno con el
emblema del Alto y del Bajo Egipto, junto a dos estatuas, una dedicada a Amón y la segunda
a Amonet por Tutanjamon.
Tras el patio, la Capilla de la barca sagrada de granito rojo, dividida en dos salas, la exterior,
en donde se presentaban ofrendas ante el dios y la interior destinada a guardar la barca del
mismo. A ambos laterales, las capillas erigidas por Hatshepsut, bastante bien conservadas,
sobre todo las de la parte izquierda.
Los muros apenas conservados y semiderruidos construidos por Tutmosis III llevan a la parte
del Templo más antigua, al Ipet-sut, el santuario propiamente dicho y a partir del cual se
desarrollo y creció el resto del complejo. Este Patio llamado del Imperio Medio o Patio Central,
no conserva ni una sola de las estructuras que en su día se alzaban en él. Tan sólo quedan los
restos de un pedestal de alabastro sobre el que descasaba la capilla de este santuario primitivo
y dos bloques que rememoran una estructura anterior, posiblemente una de las cámaras
contíguas a la capilla y que quedan perfectamente delimitados en el Plano 2 superior.
Sexto Pilono. Pilar de granito en el Patio posterior a ese Pilono.
Patio central del Imperio Medio. Centro y Vista del lateral izquierda desde el Ajmenu.
A continuación se alza el Ajmenu o Templo de Festivales de Tutmosis III, Templo de
regeneración estrechamente ligado al Heb-Sed. En el lateral izquierdo, antes de llegar a él,
pueden verse, ya que los muros que separaban el Patio central de estas construcciones están
totalmente derruidos, dos nilómetros y una serie de capillas.
El Ajmenu, tenía su entrada principal por el lateral oeste, sin emabrgo actualmente puede
accederse a él siguiendo la línea que trazamos desde la entrada al patio central entrando
directamente en la Sala Hipóstila. El acceso primitivo daba paso a una antecámara que
conducía, mediante un corredor a nueve almacenes y otras dependencias situadas en el ala
derecha cuyo destino era recibir los ornamentos y objetos rituales utilizados en las ceremonias.
Hacia la izquierda dirigía a la Sala Hipóstila. Esta Sala está rodeada por treinta pilares. Los
arquitrabes de la nave central están sostenidos por dos hileras de columnas semejando los
postes de una tienda de campaña y a cuyos capiteles se les ha dado el nombre de "fiestased".
La parte sureste estaba consagrada al culto de Sokaris y su estructura queda dividida en un
santuario, almacenes y tres capillas: una para la barca, otra de la caza de su hipóstasis en
forma de halcón momificado y la última destinada a albergar la estatua objeto de culto. Junto a
estas cámaras, hacia el norte y las últimas dependencias que quedan por describir, está el
"Jardín Botánico".
369
Esta serie de dependencias, cámaras y salas, aunque parte de ellas se encuentren en ruinas
son bastante fáciles de reconocer. La Sala hipóstila está en muy buen estado de conservación,
así como las dependencias del lado oeste (derecha).
En el muro posterior, todavía se conservan varias de las capillas nicho erigidas también por
Tutmosis en las que quedan varios restos de estatuas y conjuntos escultóricos.
Este eje principal, este-oeste, del Templo termina una puerta de casi 20 metros de altura
construída por Nectanebo I.
Lateral izquierdo del Ajmenu. Nilómetro y Capillas Laterales.
Dependencias laterales dedicadas a distintos dioses.
Vestíbulo del Ajmenu. Jardín Botánico de Tutmosis III.
370
Parte trasera del Ajmenu y final del Templo de Amón. Capillas nicho.
El eje norte-sur del Gran Templo de Amón está constituido por los Pilonos VII a X y los
espacios comprendidos entre ellos, además del Lago Sagrado en cuyas cercanías
encontramos una magnífica representación de Jepri sobre un pedestal. Esta es la parte más
deteriorada de todo el Templo. Los Pilonos IX y X están a medio derruir, el VIII en obras
interminables de restauración.
De relevancia es el Primer Patio, o patio del escondite, en donde se hallaron más de 20.000
obras entre estatuas, estelas, etc. También sigue en pie el Templo de Festivales mandado
construir por Amenhotep II. La fachada porticada con pilares da paso, mediante una puerta
central a una Sala peristila cuyas columnas distribuídas en dos hileras de cinco columnas cada
una, forman un pasillo central. Entre la segunda y tercera columna de ambas alas, unas
puertas conducen respectivamente a una cámara de cuatro columnas por la que se accede a
una dependencia interior.
El resto del complejo está formado por las ruinas de todas las estructuras que se concretan en
los planos superiores, varias capillas osiríacas, almacenes, depósitos y una fábrica, un Templo
dedicado a Osiris...
Muros exteriores del Gran Templo de Amón.
(1) Vista panorámica de la zona comprendida entre los Pilonos IX y X con el Templo de festivales de Amenhotep II en el centro.
(2) Pilono VII. (3) Talleres.
Templo de "la oreja que escucha" de Ramsés II.
Karnak
371
Avenida del templo de Karnak
Estatua de Pinedyem I en el primer patio del templo de Amón en Karnak
Capitel de la sala hipóstila
Karnak (al-Karnak,
‫ا‬, "ciudad fortificada", llamada en el antiguo Egipto Ipet
Sut, "el lugar más venerado") es una pequeña población de Egipto, situada cerca de la
ribera oriental del río Nilo. Era una zona de la antigua Tebas que albergaba el complejo
religioso más importante del antiguo Egipto. Situación:
372
Ipet Sut:
Complejo de templos de Karnak
Durante siglos, este lugar fue el más influyente centro religioso egipcio. El templo
principal estaba dedicado al culto del dios Amón, pero como en otros templos egipcios
también se veneraba a otras divinidades.
El complejo de templos de Karnak lo componen:
•
•
•
•
•
•
El gran templo de Amón
El recinto de Montu
El recinto de Mut
El templo de Jonsu
El templo de Opet
El templo de Ptah
Existían también numerosos templetes y capillas de menor tamaño y múltiples estancias
y almacenes situados dentro de los muros que circundaban las zonas principales.
La diferencia principal entre el templo de Amón en Karnak, que Diodoro de Sicilia
afirma ser el más antiguo de Tebas, y la mayoría de los templos egipcios es el tiempo y
esfuerzo empleados en su construcción y posteriores ampliaciones. Unos treinta
faraones contribuyeron con sus edificaciones convirtiendo al complejo en un conjunto,
que por su tamaño (unas treinta hectáreas), no se había conocido jamás.
La entrada, entre dos inmensos pilonos, está precedido por una avenida de esfinges
(dromos), con cabeza de carnero, símbolos del dios Amón. Se accede a un gran patio
porticado donde se encuentra, la izquierda, un templete del faraón Sethy II, la columna
de Taharqo y la monumental estatua de Pinedyem I, a la derecha el templo de Ramsés
III, al frente la sala hipóstila, y un poco más al fondo los obeliscos de Thutmose I y
Hatshepsut; después hay una serie de estancias, con patios menores, y el santuario, a los
que sólo tenían acceso el faraón y los sacerdotes.
La sala hipóstila está compuesta de numerosas columnas que aún conservan sus
inscripciones y algunas aún mantienen restos de la pintura original. Sus capiteles tienen
forma de papiro (papiriformes). El santuario se encuentra en el centro del templo.
En el antiguo Egipto, la construcción de los templos se iniciaba siempre por el
santuario, lo que significa que Karnak se comenzó por el centro y se terminó de
construir por las entradas al recinto. Todo el conjunto estaba ricamente decorado y
pintado en vivos colores.
El complejo de Karnak es el conjunto de culto religioso conocido más antiguo del
mundo. Un enorme museo a cielo abierto que muestra importantes restos de la cultura
del antiguo Egipto. Después de las pirámides de Giza, es el segundo lugar más visitado
de Egipto.
373
Forma parte del conjunto denominado Antigua Tebas con sus necrópolis, declarado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. es el templo más grande de
egipto
Bajorrelieve del dios Montu y Sobekemsaf I, en Medamud.
.Mut.
Montu, dios Solar, y de la guerra en la mitología egipcia.
374
Jonsu momiforme.
Jonsu como halcón
Jonsu, dios lunar, en la mitología egipcia, asociado con la medicina como protector de
los enfermos, y el que ahuyentaba a los malos espíritus. También representaba la
fertilidad de la Tierra, el poder germinador, y los nacimientos. Fue relacionado con el
curso del tiempo.
375
Taueret
Taueret
Tueris "La Grande", diosa de la fertilidad, protectora de las embarazadas. También fue
diosa celeste, la "Misteriosa del horizonte" en la mitología egipcia.
376
El dios Ptah.
Sheshonq (s. IX a. C.), Sumo sacerdote de Ptah
Ptah "Señor de la magia", era un dios creador en la mitología egipcia. "Maestro
constructor", inventor de la albañilería, patrón de los arquitectos y artesanos. Se le
atribuía también poder sanador.
Gran Esfinge de Giza
377
Napoleón contemplando la Gran Esfinge, semienterrada por las arenas del desierto.
La Gran Esfinge de Giza es una monumental estatua que se encuentra en la ribera
occidental del río Nilo, unos veinte kilómetros al sudoeste del centro de El Cairo. Fue
esculpida, posiblemente, durante la dinastía IV de Egipto (c. siglo XXVI adC).
Construcción
La Gran Esfinge, y restos del templo nuevo. Detrás, la pirámide de Kefrén.
La Esfinge. Al fondo la Gran Pirámide.
378
Antiguo templo de la Esfinge. Exterior.
La Gran Esfinge se realizó tallando un montículo natural de roca caliza en la meseta de
Giza. Tiene una altura de unos veinte metros, midiendo el rostro más de cinco metros.
La cabeza podría representar al faraón Kefrén, teniendo el cuerpo la forma de un león.
En épocas antiguas estaba pintada en vivos colores: rojo el cuerpo y la cara, y el nemes
que cubría la cabeza con rayas amarillas y azules.
Culto
Se construyó un templo junto a la estatua, datado durante el Imperio Antiguo, y otro
más al norte, frente a la Esfinge, del Imperio Nuevo, como lugares de ofrendas a la
"imagen viviente", que están comunicados con la pirámide de Kefrén mediante una
larga avenida procesional. Gozó de veneración y culto por los egipcios desde la
antigüedad, especialmente durante el Imperio Nuevo.
El epíteto dado por los egipcios a las esfinges era shesep-anj "imagen viviente". Fue
identificada con el dios extranjero Horum, y con el dios egipcio Horus como Hor-emAjet, o Harmajis, "Horus en el horizonte". En lengua árabe la denominaron Abu el-Hol
"Padre del Terror".
Restauraciones
Se tiene constancia de restauraciones desde la dinastía XVIII, durante el Imperio Nuevo.
Los estratos calizos inferiores se descomponen fácilmente con la humedad del ambiente,
pero la arena arrastrada por los vientos del desierto cubrió su cuerpo periódicamente,
protegiéndola de la erosión durante siglos.
En época de Tutmosis IV, en la “Estela del Sueño” erigida frente a ella, se describe la
promesa que le hizo en un sueño: sería elegido rey si despejaba la arena que la cubría.
En el siglo XX se llevaron a cabo trabajos de restauración y consolidación del
revestimiento desde el año 1925, con resultados poco satisfactorios por las técnicas y
materiales empleados, con posteriores actuaciones en 1980 y 1992.
En el siglo XXI prosigue la restauración de los desperfectos originados por la erosión.
379
El Templo de Hatshepsut
(Deir el Bahari)
Templo de Hatshepsut
Fotografía del autor
Es el templo más importante de los construidos en Deir el Bahari y único en todo
Egipto. Fue construido por la reina Hatshepsut en forma de terrazas, de grandes
dimensiones, con columnas que se confunden con la ladera de la montaña, situada tras
el templo. La obra se debe al arquitecto Senmut quien consiguió una perfecta armonía
de proporciones. El templo está en parte excavado en la roca y en parte construido
externamente, basándose en las construcciones previas realizadas por Mentuhotep I. Se
construyó entre los años séptimo y vigésimoprimero del reinado de Hatshepsut.
Constaba de una calzada de 36 metros de anchura rodeada de esfinges que conducía
desde la entrada hasta el gran patio, al que se accedía a través de 2 terrazas escalonadas,
construidas en la ladera de la montaña y unidas mediante rampas. Las terrazas se
apoyan en muros de carga y están separadas por columnatas o pórticos.
Tras la entrada se accede a la primera terraza, un gran patio rodeado de muros bajos y
largos con un doble pórtico de cierre. Decorado con relieves que representan barcazas
construidas para transportar los obeliscos desde Asuán al gran templo de Amón en
Karnak y escenas de caza y pesca. En esta primera terraza había 2 estanques con forma
de T que contenían plantas ornamentales. En el pórtico existían 2 figuras osiríacas de las
que actualmente sólo queda una.
Una rampa ascendente, con el león que protege el nombre de la reina, da acceso al
segundo nivel, con un pórtico formado por 2 filas de 22 pilares cuadrados con escenas
del nacimiento, educación y coronación de la reina y una expedición comercial por mar
hasta el país de Punt junto con la procesión de vuelta al templo de Amón. Estos famosos
relieves fueron ya restaurados por Sethy I. Existe, además, a la derecha otro pórtico
inacabado con 15 columnas y 4 nichos.
380
En el ángulo entre ambos pórticos se encuentra la capilla de Anubis con un vestíbulo y
3 santuarios, decorada con escenas de Thutmose I y Hatshepsut haciendo ofrendas a
Anubis, Amón, Ra-Horajty, etc.
Relieves de la capilla de Anubis
Fotografías del autor
En el extremo izquierdo se encuentra la capilla de Hathor excavada en la roca,
compuesta de 2 salas hipóstilas. Una de las salas consta de columnas hathóricas y la otra
de columnas acanaladas. El templo está decorado con escenas de fiestas en honor de
Hathor y ofrendas de la reina a los dioses, así como decoraciones celestes.
381
Capitel hathórico
Fotografía del autor
Thutmose III chupando de la vaca Hathor
Fotografía del autor
La tercera y última terraza contenía 22 columnas precedidas de pilares osiríacos que
fueron destruidos por Thutmose III cuando asumió los plenos poderes, tras la muerte de
Hatshepsut. En este nivel, en el lado sur, a la izquierda de la terraza, se encuentra la
capilla de Thutmose I y la cámara de ofrendas de la reina, excavada en la roca. En el
lado contrario, al norte, están las salas dedicadas a Ra-Horajti, con un vestíbulo con
nicho sobreelevado y un patio interior con ara solar, y las de Amón y Amonet.
Tercera terraza
Fotografía del autor
La última estancia del templo, el santuario, consta de 3 salas con nichos para colocar
objetos de culto, la primera de las cuales estaba destinada a albergar la barca sagrada.
En esta hay decoraciones de la reina, Thutmose III y Neferura haciendo ofrendas a
382
Thutmose I y II y a la reina Ahmes Nefertari. La tercera sala fue excavada por Ptolomeo
VIII Evérgetes II y está consagrada al culto de funcionarios divinizados como
Amenhotep (Hijo de Hapu) e Imhotep.
En el lado occidental de la parte trasera de la sala se encontraban una serie de nichos
que contenían estatuas de la reina y una entrada en el muro conducía al santuario. Desde
el segundo patio se accedía a unas capillas que estaban dedicadas a Anubis y Hathor.
Hatshepsut, reina-faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Quinto gobernante de dicha
dinastía, reinó de ca. 1479 a. C. a 1457 a. C.
Ramesseum
El Ramesseum es el nombre dado al templo funerario ordenado erigir por Ramsés II, y
situado en la necrópolis de Tebas, en la ribera occidental del río Nilo, frente a la ciudad
de Luxor, junto al pequeño templo dedicado a su madre Tuya.
El nombre fue acuñado por Jean-François Champollion, que visitó sus ruinas en 1829 y
fue el primero en identificar los nombres y títulos de Ramsés en sus muros. Su nombre
original era Casa del millón de años de Usermaatra Setepenra, que une la ciudad de
Tebas con el reino de Amón.[1]
Ramesseum. Estatuas de Osiris.
Ocupa una superficie de diez hectáreas
Tiene una estructura clásica: el templo funerario de Ramsés sigue los cánones de la
arquitectura de templos del Imperio Nuevo, orientado de noroeste a sureste, con dos
pilonos de 68 metros de anchura. En el primer pilono se registra su conquista, el octavo
año de su reinado, de una ciudad llamada Shalem, en la que algunos creen ver a
Jerusalén.
383
Vista aérea: se ven los restos de los pilonos, las columnas de patios y santuarios, y los
edificios secundarios.
Plano del Ramesseum.
En el primer patio se encontraban los dos colosos sedentes del faraón Ramsés II, de los
que sólo quedan fragmentos de la base y del torso de 17 metros de altura.
El palacio real está la izquierda de este patio, y las estatuas del rey al fondo.[2]
Los restos del segundo patio incluyen la fachada interna del segundo pilono y una
porción del pórtico de Osiris a la derecha.[2] En los muros están grabados los
bajorrelieves del Poema de Pentaur que describen la batalla de Qadesh,[2] y un festival
en honor a Min, dios de la fertilidad. Las dos estatuas del rey, una en granito rosado y la
otra en granito negro, flanquean la puerta del templo.[2]
Treinta y nueve de las cuarenta y ocho columnas campaniformes con capiteles
papiriformes todavía se mantienen en pie en la sala hipóstila, adornadas con escenas del
rey ante varios dioses. El techo está pintado con estrellas de oro en un fondo azul, que
permanece bien conservado,[2] y los hijos e hijas de Ramsés aparecen en procesión en
los muros de la izquierda. En el muro oriental están los bajorrelieves que narran el
asalto a la fortaleza de Dapur. El santuario está compuesto por tres cuartos
consecutivos, con ocho columnas, en uno de los cuales se guardaba la barca sagrada.
384
Restos del primer cuarto, con el techo decorado con motivos astronómicos, y algunos
restos del segundo cuarto son todo lo que se conserva.[2]
Al norte y adyacente a la sala hipostila hay un templo más pequeño, dedicado a su
madre, Tuya, donde se encontraba una estatua de la reina de 227 cm de altura, que fue
llevada a Roma en tiempos de Calígula.[3]
El complejo estaba rodeado por varios almacenes, graneros, talleres, y otros edificios
auxiliares, algunos construidos posteriormente, incluso en época romana.
Un templo dedicado a Seti I, del cual sólo quedan los cimientos, estaba a la derecha de
la sala hipóstila. Todo el conjunto estaba rodeado por un muro de adobe que comenzaba
en el pilono suroriental.
Se han encontrado papiros y ostraca fechados en el Tercer periodo intermedio, siglo
XI a. C. al VIII que indican que el templo tenía también una escuela importante, y que
fue un centro económico, cultural y religioso.
Ramsés edificó este templo sobre una tumba del Imperio Medio, en la que se han
encontrado muchos objetos relativos al culto funerario.
Generalmente eran figuras momiformes, a imagen del difunto, portando una azada y, a
veces, un saco a la espalda. En el Imperio Medio llevaban inscrito el ensalmo 472 de los
Textos de los Sarcófagos; durante el Imperio Nuevo, en la parte delantera tenían escrito
el capítulo VI del Libro de los Muertos que, recitándolo, les dotaba de vida y podían
trabajar en lugar del difunto.
Ushebtis del periodo tardío de Egipto. Museo del Louvre.
Ostracon u Ostrakon (del griego: ὄστρακον ostracon, cuyo plural es ὄστρακα,
ostraca) es una concha o fragmento de cerámica sobre el que se escribía.
En arqueología se emplea el término ostracon para designar los trozos de cerámica (o
fragmentos calcáreos) que se utilizaban como borradores para aprender a escribir o
pintar. Los ostracones son muy numerosos y es una fuente de información muy útil.
385
Ostracon que contiene el nombre de Temístocles, hacia 490-480 a. C.
Museo del Ágora antigua de Atenas
Ostracas griegos
Por ejemplo, en Atenas el destierro del político al cual querían expulsar de la ciudad era
designado por una asamblea en la que cada uno escribía en un trozo de cerámica
(ostracon) el nombre de la persona cuestionada, de ahí la palabra ostracismo, el
procedimiento por el que se procedía a dicho destierro si un número suficiente de
ciudadanos había votado por el exilio.
Ostracas egipcios
En el Antiguo Egipto este término se aplica a los fragmentos calcáreos, o de cerámica,
sobre los que el escriba, o el aprendiz de escriba, esbozaba un dibujo o un texto. El coste
del papiro no permitía que se utilizara este soporte para las notas que no fueran
oficiales, para los dibujos explicativos o satíricos y, mucho menos, para el aprendizaje
de la escritura jeroglífica.
Para el Egipto greco-romano, la papirología es la ciencia que estudia los textos griegos,
latinos y demóticos contenidos no sólo en los papiros sino también en los ostracas.
Hierático
386
La escritura hierática permitía a los escribas del Antiguo Egipto escribir rápido,
simplificando los jeroglíficos. Fue durante amplios periodos la escritura utilizada en
textos de la administración y religiosos (la palabra proviene del idioma griego: hieros =
sagrado)
Escritura hierática: el Papiro Ebers.
La escritura jeroglífica no era la más adecuada para escribir con cálamo en papiros y
esto originó la escritura hierática, más sencilla y estilizada, que fue empleada por los
escribas en textos religiosos, científicos y literarios hasta finales de la civilización
egipcia antigua.
El papiro con escritura hierática más antiguo conocido data de la época de NeferirkaraKakai, de la dinastía V, que se escribía con cálamo, una caña cortada a modo de pincel,
y tinta negra o roja donde se necesitara resaltar determinados asuntos. Se trazaban los
textos, como la escritura jeroglífica, en líneas o columnas, pero a partir de la dinastía
XII sólo aparecen en líneas y siempre de derecha a izquierda. Era un grafismo muy útil
para escribir en papiros y ostracas.
Desde el final de la dinastía XX hasta el principio de la dinastía XXVI, durante el
Tercer Período Intermedio, se originó la escritura denominada "hierática anormal" que
fue utilizada de los siglos IX a VII a. C., en la región de Tebas, donde algunas
inscripciones en monumentos se realizaron en escritura hierática, pero se utilizó
principalmente para textos legales, contratos de arrendamiento, cartas, y otros asuntos
cotidianos. En época de Psamético I, el demótico se convirtió en la escritura oficial,
perdiendo importancia el "hierático anormal".
Durante la época de los Ptolomeos se circunscribió su uso a los textos religiosos,
aunque para otros documentos se empleara el demótico. En el periodo de dominación
romano se escribieron en hierático, o demótico, todas las obras de carácter funerario.
387
Amenhotep III
Amenofis III
Busto de Amenhotep III en el museo egipcio de Berlín
Nebmaatra Amenhotep,[1] Amenhotep III,[2] o Amenofis III,[3] fue un importante
faraón de la dinastía XVIII de Egipto que gobernó de c. 1390/1 a 1353/2 a. C.
Estatua de Amenhotep III y el dios Sobek, procedente del templo de Sobek, en
Dahamshaen. Museo de Luxor
388
El periodo de su reinado coincidió con una época de paz, prosperidad y esplendor
artístico. Realizó numerosas construcciones en el templo de Amón en Karnak,
incluyendo al menos un pilono, una columnata a continuación de la nueva entrada y un
templo dedicado a la diosa Maat.
Coloso de Memnón
También supervisó la construcción de un nuevo templo en Tebas, una monumental y
bellísima edificación que aun puede admirarse. Se cree que en el undécimo año de su
reinado empezó un gigantesco palacio en el lugar conocido hoy en día como Malkata,
en la ribera occidental, como regalo a su esposa Tiy.
Su templo funerario, situado en la orilla occidental del río Nilo, fue en su tiempo el
mayor complejo religioso de Tebas. Desgraciadamente lo construyó en una zona que
sufre continuas inundaciones; por eso, doscientos años más tarde, el templo ya estaba en
ruinas. Los Colosos de Memnón, dos estatuas de 18 metros de altura, que estaban
situadas a la entrada del complejo, son el único resto que aún sigue en pie de aquel
fabuloso complejo.
Y no sólo se contentó con adornar Tebas, sino que hizo ampliaciones en otras ciudades
sagradas como Menfis, Heliópolis e incluso llegó a construir templos en Nubia, como el
de Soleb, cosa hasta entonces inaudita y que después repetiría en varias ocasiones
Ramsés II, el único rey que superaría a Amenhotep III en actividad constructora.
La gran actividad constructora de su reinado, sin parangón en la historia egipcia hasta
entonces, fue también gracias a la incesante labor del hombre fuerte de su reinado,
Amenhotep, hijo de Hapu, un anciano devoto de Amón que fue la gran presencia hasta
aproximadamente el año 30º. Fue tal la valía de este hombre que llegó a ser
recompensado con un pequeño templo funerario cercano al de Amenhotep III: un
privilegio sólo digno de los reyes.
Narmer fue el primer faraón del Antiguo Egipto y fundador de la Dinastía I c.
3050 a. C.
389
Paleta de Narmer, reproducción del Museo Real de Ontario.
Además de ordenar construir un dique, para desecar las zonas pantanosas de Menfis y
desviar el cauce de Nilo hacia un lago, y de la construcción de la ciudad, erigió un
grandioso templo a Vulcano "Ptah" (Heródoto).
Se atribuye a Narmer la tumba B17-18, en la necrópolis de Umm el-Qaab, en Abidos,
excavada por Flinders Petrie, situada al lado de la tumba de Aha. También es posible
que fuera enterrado en Saqqara, o en la necrópolis de Tarjan, aunque podría tratarse de
cenotafios (tumbas simbólicas).
Cabeza de Maza ceremonial de Narmer. Hieracómpolis.
Restos de la tumba de Narmer, en Umm el-Qaab.
390
Estatua de mandril, con el nombre de Narmer inscrito en la base. Altes Museum,
Berlin.
Abusir
Abusir: Templo funerario de Sahura.
Pirámides de Neferirkara-Kakai y
Niuserra-Iny al fondo.
Dibujo de la necrópolis de Abusir.
391
Mapa de la necrópolis de Abusir.
Abusir, necrópolis situada en la ribera occidental del río Nilo, en la región de Menfis.
•
Nombre griego: Busiris. Nombre árabe: Abusir. Situación:
31°12′10″E / 29.89722, 31.20278
29°53′50″N
Existen otras tres ciudades egipcias con el mismo nombre: Abusir, o Busiris, la capital
del nomo IX del Bajo Egipto (Per Usir, Dyedu; Taposiris Magna), otra ciudad en El
Fayum y una localidad destruida por Diocleciano en 292 d. C.
La pirámides de Abusir
La pirámide de Sahura (denominada actualmente como L. XVIII) tiene una base de 79
metros y una altura de 47 metros. Esta pirámide se encuentra en muy mal estado de
conservación, sin embargo el templo funerario está bastante bien conservado y sigue el
plano típico de los templos funerarios del Imperio Antiguo, la calzada procesional se
conserva también bien. El templo del valle se encuentra inundado en la actualidad y en
muy malas condiciones. La pirámide fue investigada por Perring y Morgan en el siglo
XIX, y excavada por Borchardt a principios del XX.
La pirámide de Neferirkara Kakai (denominada como L. XXI) se levanta escalonada,
debido a que durante su construcción no se revistió para quedar con caras lisas. Es la
mayor pirámide del complejo funerario con una base de 105 metros y una altura de 72
metros. A la muerte del faraón la tumba aún no estaba terminada por lo que con ladrillo
y madera se terminó. En el interior del templo funerario se encontraron una serie de
papiros que detallaban el día a día del templo. Al igual que la de Sahura la pirámide de
Neferirkara-Kakai fue explorada por Perring y Morgan, y excavada por Borchardt.
La "pirámide" de Neferefra Isi (L. XXVI) no es realmente una pirámide, sino que es una
mastaba. La causa de esto es que cuando falleció el monarca tan solo se había levantado
una ínfima parte de la estructura, lo que obligó a los constructores a rellenar a toda prisa
de grava lo poco construido y dejarlo en una mastaba cuadrada. Tiene una base de 65
392
metros. Debido al poco avance de las obras, la calzada y el templo del valle apenas se
habían comenzado a erigir por lo que se optó por suprimir la calzada y anexionar el
templo inferior al templo funerario alto. El complejo de Neferefra Isi presenta una gran
pérdida de material debido sin duda al robo de piedras para construcciones posteriores y
a que gran parte de la construcción está hecha de ladrillo. Fue examinada por Borchardt
y excavada por Verner y Bárta a finales del siglo XX.
La pirámide de Nyuserra Iny (L. XX) sigue el modelo típico de la época en la que se
construyó. Su base mide 79 metros y tiene una altura de 52 metros. Lo más destacado
de este complejo es que no se construye calzada procesional ni templo del valle, sino
que se aprovechan los de Neferirkara Kakai. Al igual que las pirámides anteriores
también sufrió gran pérdida de material por el robo de piedras. Fue examinada por
Perring y De Morgan, y excavada por Borchardt.
Sahura
Estatua de Sahura. MMNY
Sahura fue el segundo faraón de la dinastía V de Egipto c. 2471 - 2458 a. C. (von
Beckerath).
Hijo de la reina Jentkaus I (posiblemente regente) y de Userkaf (o de Shepseskaf).
Casado con Neferthanebti. Sus hijos fueron Horemsaf, Jakara, Nebanjra y Neterirenra.
393
Construcciones de su época [editar]
Pirámide de Sahura en Abusir
Erigió una pirámide en Abusir, de 50 metros de altura, conformada por capas de piedra
caliza, arena y cascotes, con un revestimiento de piedra caliza con caras lisas; la cámara
funeraria contenía fragmentos de un sarcófago de basalto.
Una calzada procesional, de 235 metros, la vinculaba al templo del valle, muy simple, a
modo de pórtico con columnas palmiformes de granito, y un embarcadero. Los
bajorrelieves de los muros mostraban representaciones de la fiesta Sed y al faraón
Sahura pescando y cazando.
Sahura también ordenó construir un Templo Solar, Sejet-Ra, del que no se han
encontrado restos y un palacio que se llamaba Uetjes-Neferu-Sahura.
Templo de Sahura en Abusir
Templo de Luxor
394
Templo de Luxor
El templo de Luxor, situado en el corazón de la antigua Tebas, fue construido
esencialmente bajo la XVIII y la XIX distanía egipcia. Estaba consagrado al dios Amon
bajo sus dos aspectos de Amon-Ra. Las partes más antiguas actualmente visibles
remontan a Amenofis III y a Ramsés II. Seguidamente, nuevos elementos fueron
añadidos por Chabaka, Nectanebo I y la dinastía ptolemaica. En época romana, el
templo fue parcialmente transformado en campo militar. El edificio, uno de los mejores
conservados del Nuevo Imperio egipcio, aún mantiene numerosas estructuras. Además
del gran pilono, el visitor puede también atravesar dos grandes peristilos y la columnata
monumental que enlaza estos dos patios. El santuario propiamente dicho, residencia del
Amon de Opet, al igual que las salas que le preceden conservado una gran parte de sus
baldosas.
395
Historia y desarrollo del templo de Amon-Min
Entrada del pilono del templo de Luxor: Colosos de Ramsés II
La construcción fue ordenada por Amenofis III a su arquitecto Amenhotep (hijo de
Hapu). Éste último edificó un templo completo: naos, santuario de la barca, sala de
ofrendas y antecámara[1] , esta última flanqueada de capillas destinadas a la triada
tebana[2] . Todo está precedido de una sala hipóstila abierta a un gran patio cuadrado, el
« patio solar », rodeado por tres de sus lados de una doble hilera de sesenta y cuatro
columnas papiriformes. Las salas de culto, al igual que el hipostilo se elevan sobre una
plataforma con una gran inscripción dedicatoria.
El conjunto, con proporciones imponentes pero armoniosas, fue completado por una
columnata procesinal de acogida de unos veinte metros, formando un grupo
monumental que marcaba la entrada del templo. El programa arquitectónico extendió
probablemente en tres fases sucesivas y ocupó todo el reinado.
Como hizo en Karnak para el patio de su padre, Amenhotep III destruyó sin duda un
templo más antiguo delante del cual debía encontrarse la capilla edificada por
Hatshepsut. De hecho, la estructura interna está en parte constituida por bloques
reutilizados provenientes de un edificio anterior. Difícilmente accesibles, estos bloques
son todavía visibles en las partes este del templo que fueron alteradas en la época grecoromana. Aquí se ha encontrado cartuchos de Tutmosis IV.
Ejecutado en el más puro estilo de la XVIII dinastía egipcia, el Opet del sur constituye
un raro ejemplo de edificio divino del Nuevo Imperio bien preservado, aunque los
muros que rodean las diferentes partes del monumento se hayan derrumbado o hayan
396
sido reutilizados en épocas posteriores - lo que nos permite admirar las columnas
después del exterior del monumento.
El templo fue descuidado, incluso maltratado durante el reino del faraón « herético »
Akenatón. Los trabajos recomenzaron bajo Tutankamón y Ay, quienes acabaron la
decoración de los muros de la columnata procesinal añadiendo especialmente las
escenas de la Fiesta de Opet.
La gran columnata de Amenofis III
Ramsés II, el otro gran constructor en Tebas, añadió el Pilono, cuya plaza estaba
adornada con seis colosos de Ramsés II, cuatro de pie y dos sentados, todos a su
nombre, además de dos obeliscos y un segundo patio con pórticos, de un estilo típico de
la XIX dinastía, con sus columnas macizas que recuerdan a las del hipostilo de Karnak.
Aquí lo adornará también de colosos alternando con las columnas mientras que otros
dos colosos sentados, con su imagen, precedían la entrada de la columnata procesinal de
Amenhotep III.
Para edificar este nuevo patio, el arquitecto de Ramsés tuvo en cuenta la existencia de
una triple capilla de Hatshepsut, lo que explica que el eje del monumento esté dirijido
hacia Karnak. No se percibe a primera vista, pero es imposible de obtener desde el
pilono una vista axial del templo, ya que la perspectiva está rota. El conjunto está sin
embargo muy bien concebido para que esta particularidad afecte a la armonía de las
proporciones; incluso los obeliscos, de medidas diferentes, fueron emplazados
desfasados de tal manera que cuando tenemos el pilono en frente la diferencia no se
note.
397
Los dos obeliscos fueron ofrecidos en 1830 a Carlos X de Francia por Mehemet Ali,
pero sólo el de la derecha será finalmente derribado y transportado hacia Francia. JeanFrançois Champollion será quien elija, por mandato del rey, el primero de los dos
obeliscos, en parte cubiertos de arena. La leyenda dice que se decidió por el de la
derecha, entrando en el templo, el más pequeño y el más dañado. El obelisco fue erigido
con una gran fiesta en París, dónde se erige después de 1836 en el centro de la plaza de
la Concordia. En agradecimiento, Luis Felipe I de Francia ofreció un reloj que hoy día
adorna la mezquita de Mehemet Ali en el Cairo, pero se estropeó en el camino y nunca
funcionó. El segundo obelisco, que nunca dejó Egipto, fue oficialmente « devuelto » por
Francia en 1981, al principio del premier septenato de François Mitterrand.
El agrandamiento del templo continuó en el periodo tardío de Egipto. Los faraones
nubios de la XXV dinastía añadieron el muro de cerco además de un grupo
arquitectónico de columnas formando un prepatio. El cerco fue reacondicionado o
restaurado por Nectanebo II en la XXV dinastía, al igual que todos los templos de
Tebas. Ellos construirían igualmente la avenida de esfinges que unía Luxor a Karnak,
además de un pequeño templo dedicado a Isis[3] .
Tebas parece haber sido abandonada sino maltratada por los conquistadores sirios y
persas, y el desarrollo del templo fue abandonado. Alejandro Magno reacondicionó la
sala de la barca, haciendo elevar las cuatro columnas que sostenían el techo. Todavía se
puede ver el emplazamiento de las bases de estas columnas sobresaliendo en los
primeros cimientos de esta capilla. Esta forma, con la capilla que Filipo III de
Macedonia hizo construir para el templo de Amon-Ra en Karnak un ejemplo
irremplazable de arquitectura divina de este periodo de transición histórica para la
ciudad de Tebas.
De igual manera, desde el comienzo de la época griega, se puede constatar cuanta
atención aportaron los primeros monarcas de la nueva dinastía a los santuarios de la
ciudad santa.
Finalmente, en la época romana, el templo fue particuliarmente convertido en campo
militar. En esta ocasión, los sacerdotes enterraron piadosamente una serie de imágenes
divinas y reales en una favissa[4] que habían habilitado en el gran patio solar de
Amenhotep III[5] . Estas estatuas, siendo algunas únicas en su género, fueron
descubiertas en 1989 y están actualmente expuestas en el museo de Luxor.
En su versión final, el templo de Luxor medía más de 260 metros de largo y 50 metros
de largo.
398
Luxor y el urbanismo religioso de Tebas
Avenida de esfinges en Karnak
El templo de Luxor es de alguna manera el complemento meridional del gran templo de
Amón en Karnak, en la medida en que estaba dedicado a la triada tebana, pero sobre
todo a Ka y a la forma progenitora del dios dinástico bajo el aspecto de Amón-Min.
Situados a un poco más de dos kilómetros el uno del otro, los dos templos estaban
unidos por un dromos bordeado de setecientas esfinges con cabeza de carnero[6] y de
estaciones o capillas donde se paraban las barcas de la triada tebana en la gran Fiesta de
Opet. Bajo el reino de Nectanebo I, esta avenida ceremonial fue completada por
esfinges con cara humana (androesfinge) del lado del templo de Luxor. El dromos
constituía la articulación principal de la ciudad que atravesaba de norte a sur
dividiéndola en un barri oeste que bordeaba el Nilo dónde se encontraba el puerto, los
barrios populares y el de los artesanos, y un barrio este probablemente más residencial
que se extendía entre los grandes templos y contenía numerosos santuarios repartidos a
lo largo de las grandes avenidas adoquinadas que cuadriculaban la ciudad.
Construido alrededor del santuario de Amon-Min y de la capilla que acogía la barca
sagrada que portaba la efigie de Amón durante su salida anual. En ella el dios dejaba su
residencia en Karnak en compañía de su esposa Mut y su hijo Jonsu, el dios lunar, para
ir vía fluvial a Luxor. Allí, el dios alcanzaba su forma fértil, Amon-Min. Entonces, al
final de la alegría que duraba once días originalmente[7] , volvía, siempre en compañía
de su familia divina, a Karnak, esta vez por el gran dromos. La ceremonia estaba
encabezada por el faraón en persona, que presidía también el ciclo de renovamiento
eterno simbolizado por la llegada de la crecida del Nilo[8] .
El templo sufrió las exaltaciones del periodo amarniense, ya que era el edificio central
que ocupaba la vieja divinidad de Tebas. Los faraones que siguen a Akenatón se
dedicaron a atenuar las cicatrices restaurando, algunas veces torpemente, los relieves
estropeados, pero el amartillamiento de las formas divinas fue tan duro que las trazas
son todavía visibles en los arquitrabes de la gran columnata dónde el nombre y la
imagen de Amón habían sido borrados del cartucho de Amenhotep.
El templo de Luxor era por lo tanto un elemento esencial del urbanismo religioso de
Tebas además de para la teología amoniense, a tal punto que mientras que los faraones
de la XXI dinastía eligieron Tanis como nueva capital, quisieron edificar su ciudad con
399
el mismo modelo previendo en el sur del conjunto un nuevo templo dedicado a Amón
de Opet, el cual también estaba unido al templo consacrado a Amón-Ra al norte.
Avenida de esfinges en la entrada del templo de Luxor
Luxor, lugar de culto milenario
Como los otros santuarios de la ciudad, Luxor recibió una atención relativa de la parte
de los últimos Ptolomeos a quienes podemos atribuir el pequeño templo de Serapis que
acoge al visitor que sale el dromos. Es a partir de la época romana cuando el "declive"
del templo comienza. De hecho, desde los primeros años de la kratesis[9] , una
guarnición romana se instala en Luxor. Una capilla en honor de Augusto es habilitada
en la habitación del rey divino y, en esta ocasión, el acceso a las salas es modificado,
siendo la función inicial de templo transformada irremediablemente. Las puertas axiales
son tapiadas y un ábside es creado para albergar la estatua del emperador.
Seguidamente, una nueva decoración es realizada en las paredes de la sala por medio de
una capa de estuco pintado con figuras en un estilo puramente greco-romano. Hoy día,
estos frescos, que estaban todavía visibles hace una decena de años, resisten mal a la
subida de la capa freática que amenaza el lugar, haciendo que el estuco se caiga poco a
poco, dejando ver los relieves de la XVIII dinastía, cuviertos desde hace 2000 años.
En el III siglo de nuestra era, el templo de Luxor es transformado en castrum,
albergando la legión encargada de defender los limes situado al sur en Asuán contra los
blemios, pueblo nómada. El muro es reconstruido y se le añaden puertas fortificadas
reutilizando elementos del templo. Se llega incluso a cortar un coloso de Ramsés II para
obtener bloques destinados a servir de dintel y de arquitraves a las puertas que
defienden la fortaleza[10] . Una verdadera ciudad de guarnición se desarrolla en el
interior del recinto, con sus vías cortandose en ángulo recto y delimitando los barrios o
insulae[11] , en los cuales son edificados el Foro romano y basílicas. El templo,
convertido en santuario romano, devía entonces albergar las estatuas del culto imperial.
Cuando el imperio romano acoge el cristianismo, se construyen numerosas iglesias en el
recinto, una en el patio de Ramsés II. Todavía se puede ver un tabique, constituido de
gruesos bloques provenientes sin duda de los muros desmantelados del temploo de
Amenofis III. Seguidamente, los conquistadores musulmanes construyeron encima de la
iglesia una mezquita en honor del santo local, Abu el-Hagag, dónde están conservadas
sus reliquias[12] .
400
Por todo ello, Luxor es uno de los más antiguos lugares de rezo del mundo. De hecho, la
práctica de la fe en este lugar ha sido practicada ininterrumpidamente durante más de
3500 años: extraña persistencia de un lugar de culto en el que el esplendor no ha cesado
de acompañar al visitor, a pesar de los sobresaltos de la historia del hombre. A algunas
horas del día, y sobre todo los viernes, la llamada al rezo del muecín resuena entre las
columnatas de estas viejas ruinas, con algo romántico, de Tebas
File o Filé era el nombre de una isla situada en el río Nilo, a once kilómetros
de Asuán, en Egipto. Fue célebre por los templos erigidos durante los periodos
ptolemaico y romano dedicados al culto a la diosa Isis que se propagó por todo el
Mediterráneo, manteniéndose su veneración en el templo de File hasta que fue
prohibido en tiempos de Justiniano I, el año 535 ddC.
Templos de File en 1932.
La isla de File quedó sumergida en el siglo XX bajo las aguas embalsadas por la presa
de Asuán, aunque bajo patrocinio de la UNESCO los templos fueron desmontados,
trasladados y reconstruidos en el cercano islote de Agilkia.
Templos de File en el islote Acceso porticado al templo
dedicado a la diosa Isis.
Quiosco de Trajano.
de Agilkia.
Los últimos jeroglíficos.
401
Hatshepsut, reina-faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Quinto gobernante
de dicha dinastía, reinó de ca. 1479 a. C. a 1457 a. C.[1] Gobernó con el nombre de
Maatkara Hatshepsut,[2] y llegó a ser la mujer que más tiempo estuvo en el trono de
las "Dos Tierras".
El nombre de Hatshepsut con el que se la reconoce hoy en día en principio era un título
con el significado de "La primera de las nobles damas", que también se presentaba en
su forma completa de Hatshepsut Jenemetamón, esto es, "La primera de las nobles
damas, unida a Amón".
Escultura del "faraón" Hatshepsut
Hatshepsut, la primera mujer que se hizo esculpir como esfinge
402
Decoración del templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari
El Templo de Hatshepsut
(Deir el Bahari)
Templo de Hatshepsut
Fotografía del autor
Es el templo más importante de los construidos en Deir el Bahari y único en todo
Egipto. Fue construido por la reina Hatshepsut en forma de terrazas, de grandes
dimensiones, con columnas que se confunden con la ladera de la montaña, situada tras
el templo. La obra se debe al arquitecto Senmut quien consiguió una perfecta armonía
de proporciones. El templo está en parte excavado en la roca y en parte construido
externamente, basándose en las construcciones previas realizadas por Mentuhotep I. Se
construyó entre los años séptimo y vigésimoprimero del reinado de Hatshepsut.
Constaba de una calzada de 36 metros de anchura rodeada de esfinges que conducía
desde la entrada hasta el gran patio, al que se accedía a través de 2 terrazas escalonadas,
construidas en la ladera de la montaña y unidas mediante rampas. Las terrazas se
apoyan en muros de carga y están separadas por columnatas o pórticos.
Tras la entrada se accede a la primera terraza, un gran patio rodeado de muros bajos y
largos con un doble pórtico de cierre. Decorado con relieves que representan barcazas
construidas para transportar los obeliscos desde Asuán al gran templo de Amón en
Karnak y escenas de caza y pesca. En esta primera terraza había 2 estanques con forma
de T que contenían plantas ornamentales. En el pórtico existían 2 figuras osiríacas de las
que actualmente sólo queda una.
403
Una rampa ascendente, con el león que protege el nombre de la reina, da acceso al
segundo nivel, con un pórtico formado por 2 filas de 22 pilares cuadrados con escenas
del nacimiento, educación y coronación de la reina y una expedición comercial por mar
hasta el país de Punt junto con la procesión de vuelta al templo de Amón. Estos famosos
relieves fueron ya restaurados por Sethy I. Existe, además, a la derecha otro pórtico
inacabado con 15 columnas y 4 nichos.
En el ángulo entre ambos pórticos se encuentra la capilla de Anubis con un vestíbulo y
3 santuarios, decorada con escenas de Thutmose I y Hatshepsut haciendo ofrendas a
Anubis, Amón, Ra-Horajty, etc.
Relieves de la capilla de Anubis
Fotografías del autor
En el extremo izquierdo se encuentra la capilla de Hathor excavada en la roca,
compuesta de 2 salas hipóstilas. Una de las salas consta de columnas hathóricas y la otra
de columnas acanaladas. El templo está decorado con escenas de fiestas en honor de
Hathor y ofrendas de la reina a los dioses, así como decoraciones celestes.
404
Capitel hathórico
Fotografía del autor
Thutmose III chupando de la vaca Hathor
Fotografía del autor
La tercera y última terraza contenía 22 columnas precedidas de pilares osiríacos que
fueron destruidos por Thutmose III cuando asumió los plenos poderes, tras la muerte de
Hatshepsut. En este nivel, en el lado sur, a la izquierda de la terraza, se encuentra la
capilla de Thutmose I y la cámara de ofrendas de la reina, excavada en la roca. En el
lado contrario, al norte, están las salas dedicadas a Ra-Horajti, con un vestíbulo con
nicho sobreelevado y un patio interior con ara solar, y las de Amón y Amonet.
Tercera terraza
Fotografía del autor
La última estancia del templo, el santuario, consta de 3 salas con nichos para colocar
objetos de culto, la primera de las cuales estaba destinada a albergar la barca sagrada.
En esta hay decoraciones de la reina, Thutmose III y Neferura haciendo ofrendas a
405
Thutmose I y II y a la reina Ahmes Nefertari. La tercera sala fue excavada por Ptolomeo
VIII Evérgetes II y está consagrada al culto de funcionarios divinizados como
Amenhotep (Hijo de Hapu) e Imhotep.
En el lado occidental de la parte trasera de la sala se encontraban una serie de nichos
que contenían estatuas de la reina y una entrada en el muro conducía al santuario. Desde
el segundo patio se accedía a unas capillas que estaban dedicadas a Anubis y Hathor.
La escultura egipcia
Dinastías III-VI (2649-2134 a.C)
La estatua de Zoser
La estatua de Zoser del Museo Egipcio de El Cairo es, sin duda, la más representativa
de la Dinastía III. Fue encontrada en el serdab, cámara anexa al templo mortuorio,
destinada a contener la estatua del faraón y abierta únicamente a través de dos orificios
para que el Ka (alma contenida en la imagen escultórica del faraón) pudiera apreciar las
ofrendas llevadas a su tumba, este espacio fue su lugar de ubicación original, de modo
que la estatua no se iba a ver en su totalidad, sin embargo, aparece entronizada de
tamaño natural y con un acabado perfecto; realizada en caliza, relativamente fácil de
trabajar y no muy frecuente ya que para este tipo de escultura se prefieren materiales
más duros y nobles como el granito o la diorita. Zoser aparece plegando el brazo
derecho sobre el pecho, mientras que el izquierdo lo estiendo sobre la pierna, este
406
mismo gesto será adoptado en esculturas pertenecientes cronológicamente a esta misma
dinastía (estatua de la princesa Reded o estatua de Bedjmes). El rostro de Zoser, de
facciones duras y distantes en actitud hierática reflejan el poder y grandeza del faraón,
con la estatua de Zoser se inicia un género áulico que se proyectará en todo el arte
faraónico, sin olvidar que la imagen que no ocupa representa un período arcaizante y
que la escultura sufrirá una evolución estética.
La estatua de Kefrén. IV dinastía. Museo de Egipto
La estatua de tamaño natural de Kefrén sigue siendo la obra maestra de la escultura del Imperio Antiguo, tanto
por la destreza de la labor cuanto porque materializa el concepto de soberanía en el Egipto antiguo.
El faraón está sentado en un trono cuyo respaldo le llega a los hombros; encima éste, Horus, en forma de
halcón, abraza con sus alas la cabeza del rey, y las dos figuras están vinculadas porque el faraón reinante es la
encarnación de la divinidad. El trono tiene patas de león, y cabezas del mismo animal sobresalen en los dos
extremos del asiento. A ambos lados del bloque en que el trono está esculpido como relieve, se ven las flores
del Alto y el Bajo Egipto, enlazadas por el nudo de la unificación.
El rey se halla semidesnudo, con sólo el shenti plisado, en postura de rígida simetría, apenas aliviada por la
distinta colocación de las manos.
Esta estatua se hallaba en el Templo del Valle del faraón. Se descubrió bajo el enlosado, en una fosa en la que
se había colocado en fecha indeterminada, ya fuera para protegerla o con una finalidad ritual. En el mismo
lugar se encontraron fragmentos de estatuas similares.
407
Inebni:Arquitecto excepcional, maestro de obras con los faraones Amenhotep I,
Thutmosis I, Thutmosis II y Hatshepsut, se le recuerda sobre todo por ser el constructor
de la primera tumba excavada en el Valle de los Reyes. La inscripción de esta estatuacubo contiene una fórmula de ofrendas convencional, así como el nombre de Inebny y
sus títulos como jefe de los arqueros y supervisor de las armas reales. También se
consigna que los consiguió ‘como favor’ de los dos soberanos Hatshepsut (1479-1457
a.C.) y Tutmosis III (1479-1425 a.C.), quienes gobernaron Egipto en corregencia
durante un tiempo. El nombre de Hatshepsut va precedido por la frase ‘diosa perfecta de
las Dos Tierras’, una versión femenina de los títulos del faraón. Sin embargo, los
nombres de Hatshepsut fueron posteriormente borrados.
Tutmosis III era hijo de Tutmosis II (1492-1479 a.C.) y una esposa secundaria llamada
Isis, y tan sólo tenía 6 años cuando accedió al trono. Por consiguiente, Hatshepsut, Gran
Esposa Real de Tutmosis II, actuó como regente. En algún momento de su año 7 de
reinado, Hatshepsut se declaró faraón y adoptó la iconografía y la titulatura real
completa. Se convirtió así en la segunda mujer gobernante en Egipto. Ella jamás negó
que Tutmosis III fuera también rey, pero lo mantuvo en un segundo plano hasta su
muerte en el año 21 de su reinado.
Una vez desaparecida la reina, se desencadenó una persecución oficial de la memoria de
Hatshepsut, y sus nombres fueron borrados de los monumentos.
En esta estatua de Inebni obsevamos los jeroglíficos están pintados de azul para destacar
sobre el fondo blanco. El color negro de la peluca y de los ojos y cejas dan a esta estatua
un aspecto particularmente impactante.
Jaemuaset: Cuarto de los hijos de Ramsés II y de su segunda esposa Isisnofret,
fue un Mago de reconocido prestigio, Sumo Sacerdote y ritualista, restaurador de gran
cantidad de monumentos y apasionado por las antigüedades. Hubiera sido
probablemente el candidato ideal para suceder a su padre, no pudiendo hacerlo sin
embargo al morir antes que este. De igual modo, con este mismo nombre fue conocido
entre otros un visir de los faraones Ramsés IX y Ramsés X.
En su largo reinado, Ramsés II (1279-1213 a.C.) tuvo muchos hijos con un número
408
indeterminado de esposas. El mejor conocido fue ciertamente el cuarto, Jaemuaset,
quien dejó muchos vestigios de sus actividades en Egipto. A edad temprana, Jaemuaset
se dedicó al culto del dios Ptah en Menfis, y pasó el resto de su vida en la región
menfita. Es conocido, quizás, por ser el primer egiptólogo, ya que dejó numerosas
inscripciones informando de sus visitas para limpiar y reparar partes de las pirámides de
Giza y Saqqara. Igualmente fue el responsable de los trabajos en el lugar de
enterramiento de los toros Apis en Saqqara, siendo, quizás, enterrado allí mismo. Como
comenté en un post sobre Egiptólogos, Mariette , quien fue el que descubrió el
Serapeum en Saqqara, descubrió por casualidad una pequeña tumba que probablemente
pertenece a Jaemuaset.
La estatua de la foto probablemente estuvo destinada a ser colocada en el Templo de
Abydos. Nos muestra a Jaemuaset evidenciando su devoción a Osiris al sostener uno de
los símbolos del dios, el emblema del nomo de Abydos.
La ejecución de la estatua en arenisca con una enorme veta de un conglomerado de
guijarros, pone de manifiesto la maestría con la que trabajaron los escultores para
conseguir una obra así a partir de un material tan difícil.
Anen: fue hijo de Yuya y Tuya alcanzando el grado de Segundo Profeta de Amón
durante el reinado de Amenofis III.
Anen fue por tanto hermano de Tiye, la Gran Esposa Real del rey, y también con total
probabilidad de Ay.
409
Algunos de sus títulos son:
Canciller del rey del Bajo Egipto.
Amigo único.
Segundo Profeta de Amón.
Noble hereditario y príncipe.
Aquel que se acerca a su Señor.
Gran amado de la Casa del Rey.
Amado del buen dios.
entre otros...
Anen, no declara en ninguno de sus monumentos que es hermano de la reina Tiye y por
tanto cuñado del rey Amenofis III.
Fue una verdadera suerte que en el sarcófago de su madre existiera una escueta pero
precisa referencia a él, declarándolo hijo suyo, donde se lee:
“su hijo, el Segundo Profeta de Amón, el Amado del buen dios, Anen”.
Anen fue por tanto hermano de Tiye, la Gran Esposa Real del rey, y por tanto, con total
probabilidad de Ay, el sucesor de Tutanjamon.
La gran importancia y la cercanía a la realeza de este sacerdote quedó patente al
descubrir en su tumba, situada en Sheik Abd el-Gurna (TT120), una representación de
la pareja real: Amenofis III y Tiye. Hoy día solo queda la parte inferior pero mantiene
todavía gran parte del colorido original. Como puede apreciarse en la fotografía, el rey y
la reina, están sentados en sendos tronos, y bajo ellos existe una representación de
410
prisioneros, a modo de países dominados, cada cual con su nombre
Najtmin, desplazó a Horemheb bajo el reinado de Ay, con quien le unía un
cercano parentesco. Aunque no existe un consenso amplio, su título de "Hijo del Rey de
su carne", la convierte casi sin duda en hijo de un rey, aunque se desconoce cual, debido
el gran número de corregentes de Ajnatón.
Sus títulos son:
General del Señor de las Dos Tierras
Generalísimo
Escriba real
Príncipe
Hijo del Rey de su carne
Canciller del rey
Compañero único
Grande en favores en el Palacio del rey
Jefe de los Grandes, que el rey ha promovido en razón de su carácter excelente
El que dirige a los Grandes
Dos ojos de su Horus (su rey)
Aquel cuyo bastón se mantiene sobre toda cabeza
Verdadero Servidor que es provechoso a su Señor
Portador del abanico a la derecha del rey
aqui vemos a Najtmin
411
y a su esposa...
También se conoce a Najtmin por los cinco ushebtis que se encontraron a su nombre en
la tumba de Tutanjamon.
Las de Najtmin son las más grandes y hermosas de todas las figurillas de la tumba(es
verdad son preciosos! se los puede ver en el Museo del Cairo). En estos ushebtis
aparecen algunos de los títulos de Najtmin citados antes, pero lo más importante es que
en uno de ellos él dice ser "El Servidor que hace revivir el nombre de su Señor".
Esta función estaba teóricamente reservada para los hijos de los difuntos, aunque
algunas veces se extendía también a otros miembros de la familia. Solo si Najtmin fuera
familiar muy cercano de Tutanjamon, sería lógico que se atreviera a utilizar este ritual.
Uno de los ushebti:
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En este ushebti la inscripción completa es: "El Osiris rey, Nebjeprure (Tutanjamon),
justo de voz. Hecho por el Servidor que hace revivir el nombre de su Señor, el General
Najtmin".
Paramessu:
Jefe del Arco, Supervisor de los Caballos, Supervisor de Fortaleza,
Supervisor de las desembocaduras (del río), Conductor del Carro de su majestad,
Mensajero real hacia todo País Extranjero, Escriba Real, Comandante de los Arqueros,
Supervisor de las Tropas del Señor de las Dos Tierras, Supervisor de los Profetas de
todos los dioses, Delegado del su majestad en el Alto y Bajo Egipto, Dignatario, Boca
de Nejen, Profeta de Maat, Noble, Alcalde de la Ciudad, Visir y Supervisor de los
Tribunales, todos estos cargos los ostentó durante el reinado de Horemheb quien luego
lo nombraría su sucesor.
Existen diversos documentos que nos informan de la carrera de Paramessu previamente
a su acceso al trono como Ramses I, y nos dicen que procedía de una familia de
marcada tendencia militar. Paramessu tuvo éxito en su carrera, ascendiendo posiciones
hasta llegar a general y Visir, pero al mismo tiempo también escalo puestos en el ámbito
político, llegando a la cúspide bajo el reinado de Horemheb, el último rey de la dinastía
18ª, el cual le nombró en vida su sucesor.
En opinión de muchos, Ramses I es uno de los reyes más desconocidos del Imperio
Nuevo egipcio. En realidad no es una opinión correcta. Ciertamente son pocos los
monumentos disponibles acerca de Ramses I, debido a que su reinado fue muy efímero,
ya que solo llegó a gobernar un año y cuatro meses. Cuando Ramses I accedió al trono
era ya un hombre anciano, su hijo Sety un hombre maduro y su nieto Ramses tendría
unos diez años de edad.
413
Las Estatuas gemelas de tamaño natural, esculpidas en granito gris, nos muestran a
Paramessu sentado en actitud de escriba. Se encontraron el 25 de octubre de 1913, al
lado de otras dos estatuas semejantes de Amenhotep, hijo de Hapu, al pie de un coloso
de Horemheb, en el décimo pilono del Templo de Amón en Karnak
En una estatua (JE 44863) aparece inscrito en su brazo derecho: "Horemheb, amado de
Amón", y sobre el pectoral derecho: "Djeserjeprure, elegido de Ra", determinando
claramente que Paramessu estaba al servicio de su rey Horemheb.
Ambas esculturas proporcionan textos casi idénticos. La inscripción del zócalo de la
estatua presenta una solicitud a los visitantes para que cumplan con un ritual piadoso, a
favor del Ka del difunto, a cambio de la promesa de larga vida y felicidad
414
Detalle del rostro de Paramessus
Tríada de Micerino
La tríada de Micerinoestá considerado uno de los más notables conjuntos escultóricos
de la dinastía IV (mediados del tercer milenio adC) y del periodo menfita; corresponde
al grupo formado por el faraón Micerino, la diosa Hathor y la divinidad del nomo de
Cinópolis. Fue descubierto en 1910 por un equipo de arqueólogos del Museo de Bellas
Artes de Boston, que estaba escavando el templo funerario de la pirámide de dicho
faraón. Al lado derecho de Micerino se encuentra la diosa Hathor, con cuernos y el
disco solar sobre su cabeza, y al lado izquierdo la del nomo de Cinópolis, portando su
emblema.
415
Tríada de Micerino (Menkaura) Museo de El Cairo.
En ella podemos apreciar características propias de la escultura egipcia, como son:
Hieratismo, es decir, la rigidez con la que aparecen los personajes y por
representar recta la línea de los hombros y de las caderas. Las figuras
acompañantes sujetan familiarmente a Micerino, por el brazo, poniendo en ello
una nota de ternura frente al hietarismo que domina toda la composición.
Ley de frontalidad: que consiste en representar el conjunto para ser
contemplado, preferentemente, de frente. En este caso es un grupo en altorrelive,
no siendo figuras de bulto redondo.
Convencionalismo: la indumentaria es de gran sencillez, puesto que el faraón
sólo está tocado con la corona Blanca real, porta barba postiza y un sencillo
faldellín, o falda egipcia real. Las otras dos figuras visten un ajustada túnica casi
transparente. El pie izquierdo adelantado, en las figuras de Hator y Micerino,
que pasa así a un primer plano. Las figuras están bien proporcionadas mostrando
gran armonía entre sus partes, siendo el canon de la figura de 18 puños,
distribuidos de la siguiente manera: dos para el rostro, diez desde los hombros
hasta la altura de las rodillas y los seis restantes para piernas y pies.
La escultura egipcia se realizaba en diversos materiales de diferentes durezas y
texturas, con acabados pulidos y generalmente coloreados. En este caso es de
pizarra.
Sorprende la perfección el refinamiento y detalle que conforman las fracciones del
rostro, lo que hace suponer que debieron tener notable parecido con la realidad, pues en
esta época, la IV dinastía, los ritos funerarios exigían la representación de los rasgos
físicos lo más fielmente posible. Por todo ello, aquí, se manifiesta la típica combinación
del gran realismo e idealización plástica, dentro de la concepción frontal y la rigidez
formal.
El príncipe Rahotep y su esposa Nofret
416
2613 a. C.-2589 a. C.
IV Dinastía pertenecen las dos famosas estatuas sedentes del príncipe Rahotep y su
esposa Nefret, de 120 cms, hoy, en el museo del Cairo. Fueron encontradas en una
mastaba de Médium por Mariette (1821), arqueólogo francés, fundador del servicio de
antigüedades de Egipto. Ambos tienen los ojos incrustados. El cuerpo del hombre es
más geométrico y de color rojo, mientras que el de la mujer es más suave, de líneas
curvas y de color amarillo dorado. Se trata de cristal de roca, rodeados de ébano, con
apariencia de maquillados. Es la perfección más completa en los umbrales del arte.
Príncipe Rahotep y su esposa Nofret. IV Dinastía. Imp. Antiguo (s. XXVI aC) Caliza
policromada Enano Seneb y su familia. VI Din.( I. Antiguo ) Caliza policromada
417
El grupo estatuario del enano Seneb y su familia
procede de la necrópolis de Guiza. Junker excavó su mastaba
en los años
1926-1927, y halló el grupo en una pequeña naos de piedra en
el
interior de la tumba. Seneb era el jefe de la guardarropía de
palacio.
Su esposa, Senetites,era una aristócrata que ostentó los
títulos de
"Sacerdotisa de Hathor" y "Sacerdotisa de Neit". Las estatuas
son de caliza y datan de la dinastía IV (2613-2494). Seneb y
su mujer aparecen sentados en una especie de banco. Él está
representado con su deformidad
física: la cabeza y el torso son muy grande en proporción con
sus brazos y piernas. Está sentado con las piernas cruzadas
sobre el asiento. El artista lo ha colocado hábilmente a la
altura de su esposa,
con realismo en las proporciones; pero no le ha hecho
aparecer más pequeño que su mujer, que está sentada junto a
su marido. Con las manos agarra a Seneb, con afecto y
satisfacción. Los hijos, un niño y una niña, siguen el canon
iconográfico de los niños. El escultor los situó delante de su
418
padre, en el lugar que hubiera correspondido a las piernas de
este
Escriba Sentado
Datos:
Granito
V dinastía
Museo del Cairo
Clientes:
Los escribas eran funcionarios encargados de llevar toda la administración del estado, se
encargaban de los
impuestos y de transmitir los preceptos del gobierno. Hombres que actuaban no sólo como
copistas, sino
como redactores e intérpretes de la Biblia y de la Ley. Entre los judíos, un escriba (del hebreo,
sopher) era un
copista de la Ley o un secretario que de un modo paulatino se convertía en copista oficial, lo
que equivalía, en
cierta forma, a un secretario oficial o de Estado. El escriba era un hombre culto preocupado por
la letra de la
Ley y versado en las Escrituras. Los escribas de los fariseos y de los saduceos representaban
diferentes, y a
menudo opuestas, interpretaciones de las leyes del judaísmo. En el siglo I d.C. los escribas
fueron los
preservadores del judaísmo tras la destrucción del templo. Entre los griegos, los escribas
también empezaron
como copistas (en griego, grammateus) y se convirtieron en comentaristas de la Ley (en griego,
nomodidaskalos).
Historia:
Se conservan dos ejemplares, este con peluca del museo del Cairo y otro en el museo de Louvre
sin ella.
Contexto histórico:
Esta figura es perteneciente a la V dinastía.
Descripción;
419
Este retrato está hecho a base de granito fino y compacto , formando un cuerpo con una
particularidad: es el
espacio vacío, entre los brazos y el tronco para dar sensación de estatua y que no parezca un
relieve, como en
otros casos.
La estatua es un personaje, así que podemos decir que es un retrato individualizado.
La estatua esta sentado con las sendas piernas cruzadas. Lleva una peluca negra que da
sensación de pesadez.
Pero al no ser cuadrada con encuadra tal vez demasiado el rostro del personaje. Alrededor del
cuello tiene una
especie de collar pegado al cuerpo, pero liso y con falta de elementos. Esta marcado el pecho
pero no los
músculos de los brazos, ni de las piernas.
Valoración estética:
Está hecho de Granito. No se exactamente con que fue realizado, ya que carezco de información
escrita pero
puedo observas un gran alisamiento en la piedra por lo que he deducido que tal vez sea a
consecuencial de
algún tipo de alisador, así como: la piedra pómez, esmeril, lima...
Al parecer ha sido una figura esculpida, ya que se ha extraído piedra para hacer la forma.
No puedo apreciar muy bien, pero creo que es tridimensional la figura.
El individuo esta en actitud de reposo, si que puedo apreciar unos detalles en el cabello, unas
líneas que imitan
el pelo. Hay que decir que es bastante real. Tiene a mi parecer bastante luz ya que se le visualiza
perfectamente todas las partes del cuerpo. Su cara expresa seriedad, y tal vez concentración
también
El escriba sentado
420
2480-2350 a.C. (V dinastía). Caliza policromada. Ojos incrustados: cuarzo
blanco, madera de ébano y cristal de roca. Altura 53 cm. Musée du
Louvre, París.
Análisis formal. El escriba sentado conservado en el Museo del Louvre nos presenta a
un funcionario de la administración sentado en el suelo y dispuesto para realizar su
trabajo: el punzón o estilo en una mano y un extremo del rollo en la otra. El cuerpo
reproduce ciertos detalles, como la incipiente obesidad abdominal propia de quienes
realizan una actividad prioritariamente sedente, pero han sido tratados sin demasiado
esmero: acentuada rigidez, desigual desarrollo de la musculatura entre los miembros
superiores y los inferiores, descuido en el modelado del pie, que hace visible tan sólo
tres dedos. La clave de esta obra maestra del arte egipcio está en el rostro: la tensión que
desde los ojos atentos, que el rictus de la boca acentúa, se comunica al resto del cuerpo,
mientras el escriba aguarda a que su señor inicie el dictado que registrará en el papiro
desenrollado sobre sus piernas.
La obra es un resumen de las principales características de la escultura egipcia (comenta
sus elementos): la rigidez, la frontalidad, el hieratismo, el uso de un canon de
representación y los convencionalismos tan típicos (de hecho mantiene una tipología
421
muy similar al escriba del museo del Cairo) que se repiten en muchas estatuas de este
tipo. Su abundancia en este periodo es enorme.
Gracias al alto nivel alcanzado por la escultura de la IV Dinastía, los sucesores de ésta
dispusieron de una legión de excelentes escultores para repartirlos entre los muchos
templos y tumbas (el faraón no tiene a menos ahora que sus propios escultores decoren
las tumbas de sus más estimados cortesanos, y así lo hacen éstos constar por escrito)
que requerían sus servicios. Las necrópolis de Giza y de Sakkara han proporcionado una
cantidad inmensa de estatuas de particulares. Esta es una de ellas.
Análisis iconográfico. Aunque los escribas no formaban parte de las altas dignidades
palaciegas y administrativas, el funcionario perpetuado en esta estatua (que no sabemos
quién es) había alcanzado una posición de respecto en la burocracia estatal y el favor del
faraón, que extendió hasta él el derecho a la vida futura. En efecto, durante el Imperio
Antiguo, la escultura tiene una importancia de primer orden al servicio de las creencias
religiosas y de las prácticas funerarias. Hasta fines de esta época primó la idea que la
inmortalidad y la bondad del mundo de ultratumba sólo eran accesibles al faraón por su
carácter divino: las clases altas (¾sacerdotes y dignatarios de la administración) se
confortaban con alcanzar de un modo indirecto esa plenitud de la monarquía; en cuanto
al pueblo, estaba totalmente excluido de la vida futura. La necesidad de satisfacer estas
exigencias doctrinarias impulsó al desarrollo de una estatutaria con características muy
especiales. El realismo fue la respuesta al problema de reproducir al difunto; era
necesario que este doble material del muerto fuera lo suficiente parecido a su modelo,
para que el ka lo aceptara como alternativa del cuerpo momificado. El artista reproduce
entonces acertadamente las características de la raza en la conformación del cráneo, en
la silueta nasal o en la delineación del ojo; pero afirma más rotundamente ese realismo
al captar rasgos que personalizan la figura. Por ser la cabeza la parte más significativa
del cuerpo y por lo tanto la llamada a marcar las diferencias singulares entre un
individuo y otro, obraron como si el cuerpo fuera un simple soporte de aquélla. En el
rostro centraron toda la atención y esfuerzo, destacando lo más expresivo: la nariz, el
mentón y, especialmente, los ojos, que para mayor efecto eran realzados mediante
incrustaciones de piedras, cristal y cobre.
Relacionado con ello, una característica típica de toda esta estatuaria es su carácter
mucho más natural, humano podríamos decir, que se refleja en las "imperfecciones" del
cuerpo como en este caso es el abultado abdomen, alejado de toda idealización. Se aleja
por tanto de la representación de los faraons, seres divinos y perfectos que no muestran
esos elementos "humanos" de forma tan evidente.
EL ESCRIBA SENTADO
422
Escriba Sentado. Museo del Louvre.
423
El escriba sentado es una estatua de caliza policromada de 53 metros
de altura. Se encuentra en la sala 22 del Museo Nacional del Louvre, en
París.
Representa, según palabras de Francisco Presedo, a Kai, un
gobernante enterrado en Sakkara.
Kai era un personaje muy importante que, lejos de trabajar como
escriba, tenía a varios de éstos a su servicio. Posiblemente se hizo
representar en esta actitud debido a su interés por el estudio y a
meditación. Debió ser un alto funcionario culto e inteligente.
Existen numerosas representaciones de otros personajes importantes
de esta misma forma, como el Escriba Sentado del Museo del El Cairo.
©Escriba. Museo Egipcio de El Cairo
424
La imagen del Escriba en escultura apareció en la IV dinastía, aunque
no se generalizó hasta la V dinastía, a la que pertenece el que nos
ocupa.
Se muestra en postura sedente, con las piernas cruzadas, sentado sobre
una base de la misma piedra que ocupa la superficie de la figura.
Sus miembros están perfectamente delineados, marcando tanto la
musculatura de torso, brazos y piernas, el vientre, más prominente. Se
representan detalles minuciosos tales como uñas de manos y pies.
El rostro muestra una expresión de concentración, con los ojos fijos, de
mirada inteligente y expresiva. Su estructura es huesuda, marcando los
pómulos y la mandíbula inferior.
Las manos están relajadamente apoyadas sobre el papiro que reposa
en sus rodillas, llevándolo sujeto en la mano izquierda, mientras
sostiene el cálamo con la mano derecha.
Según Vandier es "el ejemplar más hermoso que se conoce, según
parecer unánime".
Sacerdote Ka-aper, el célebre Sheik el-Beled “Alcalde del pueblo”
Sacerdote y Lector Principal durante el Reino Antiguo - V dinastía , de quien se
encontró en su tumba en Saqqara una magnífica estatua de madera de sicomoro, a la que
los obreros que la excavaron en 1.860 bautizaron como Sheirh el-Beled “El Alcalde del
Pueblo” al reparar en su semejanza con el entonces alcalde de la aldea, siendo una de las
estatuas más célebres de un personaje particular, en virtud de su realismo y grado de
detalle. Era un gobernador, por lo que tiene el bastón de mando, y también un sacerdote,
por lo que está rapado.
425
La figura revela cómo los grandes artistas formados en la escuela de la IV Dinastía
acertaban a plasmar los rasgos esenciales de una personalidad concreta, como la de este
hombre gordo y entrado en años, seguramente bonachón y al mismo tiempo eficaz y
competente en su puesto de mando.
Junto a este retrato que representa a Kaaper desprovisto de peluca y vistiendo el
faldellín liso de andar por casa, su tumba proporcionó otro que, como en el caso de
Ranofer, se diría de una persona distinta.
ARQUEROS NUBIOS
©Arqueros Nubios. Museo Egipcio de El Cairo.
426
Grupo escultórico construído en madera policromada. Fué encontrado
en Asyut (Zawty), en 1894, en la Tumba de Mesehti. Pertenece a la
Dinastía XI, aproximadamente 2000 a.C.
Actualmente se encuentra en el Museo de El Cairo. Sus dimensiones
son:
Altura = 5,5cms; anchura = 72,3 cms; longitud = 190,2 cms
Durante el primer Período Intermedio, este tipo de estatuaria en
madera aparece en las tumbas muy frecuentemente. Posee una amplia
variedad y cuyo mérito, más que en la calidad artística de las mismas,
estriba en lo descriptivo de sus escenas, representándose en estos
grupos escultóricos muy variados aspectos de la vida cotidiana, tales
como: edificios, talleres de todo tipo, faenas agrícolas, escenas de pesca,
elaboración de productos (matarifes, panaderos, cerveceros), trabajos
domésticos, oficios, labores pecuarias, ceremoniales, etc. Este estilo
tendrá su apogeo en el Imperio Medio, pero se inicia en este Primer
Período Intermedio.
También, como novedad, aparecen las formaciones militares como la
mostrada en la imagen anterior, que iba acompañada de otra similar
pero de infantería: "los soldados de Asyut".
En la Tumba del príncipe Mesehti se encontraron estas dos
formaciones de 40 guerreros cada una: 10 filas de a 4 hombres, en el
caso de los infantes van armados de lanza con punta de cobre y escudo
de madera forrado con pieles. Son de estatura regular y de piel
bronceada.
©Arqueros nubios. Museo Egipcio de El Cairo
427
En este tipo de figuras pintadas, según el estilo tradicional, los hombres
tienen tez morena y las mujeres más clara. En el caso que nos ocupa, es
un grupo escultórico de 40 arqueros nubios y la formación es similar
(4x10).
Son guerreros negros, de procedencia nubia. Se encuentran todos de
pie, en actitud de formación representando un desfile militar. Las
estatuillas son similaes entre ellas, aunque presentan diferentes alturas.
Están talladas con gran perfección, mostrando gran detalle en la
musculatura general de todo el cuerpo, hasta detalles mínimos como
dedos de manos y pies, y rasgos faciales, a pesar de su pequeño
tamaño.
Llevan una especie de faldellín muy corto y una cinta pintada en color
blanco en el pelo, rodeando sus cabezas. En la mano izquierda portan
un arco, y en la derecha un haz de flechas con punta de silex.
Era costumbre entre los señores feudales reclutar tropas entre las
personas de sus propiedades y la contratación de mercenarios, en este
caso tropas nubias.
CABEZAS DE SUSTITUCIÓN O
RESERVA
©Cabeza de reserva. Museo Egipcio de El Cairo.
428
Cabeza funeraria en caliza, procedente de Gizeh, IV Dinastía. Se halla
en el Museo de El Cairo.
Las cabezas funerarias, llamadas también "de reserva" o "de
sustitución", son cabezas de caliza de tamaño natural, con los rasgos
tan individuales que se suelen considerar verdaderos retratos.
Son completamente blancas, sin ninguna representación más que el
propio relieve de los rasgos faciales. En algunos casos se realizaban
unas orejas de yeso y se pegaban en su ubicación natural.
Han sido descubiertas en las mastabas de la familia real en Gizeh, en el
fondo de los pozos que conducen a la cripta funeraria. Podrían ser
representaciones de familiares del rey.
La finalidad de este tipo de esculturas, parece ser que fué el servir de
modelo para confeccionar la máscara mortuoria. Esto explicaría la
ausencia de detalles, excepto los faciales que están tratados con gran
esmero, así como la falta de coloración que en todas ellas se denota.
Otra teoría al respecto destinaría este tipo de esculturas al culto
funerario, donde reemplazarían a las estatuas habituales hasta
entonces y cuya presencia hubiese sido de algún modo anulada.
Por último, otra teoría afirma que puede tratarse de un vaciado del
rostro del modelo para, en caso de que falleciese, el escultor pudiera
completar su trabajo.
Como opinión personal, me parece más acertada la primera, aunque
pienso que también podrían servir como una especie de figurín o
"retrato" de su dueño a todos los efectos: vestimenta, adornos, tallas,
pintura, relieve, etc. y que una vez fallecido el individuo se enterrarían
con él. Un estilo a lo que el busto de Nefertiti sería para ésta, o sea un
modelo para los usos habituales de una persona sin requerir la
constante presencia de ésta para todo.
ROSTRO DE HATSHEPSUT
429
Rostro de Hatshepsut. Museo Egipcio de El Cairo
Fragmento de cabeza de estatua osiríaca realizada en caliza. Procede
de Deir el Bahari, donde formaba parte de uno de los colosos de la
terraza superior del templo. Portaba la corona roja, o, más
probablemente, la doble corona y pertenece a la reina Hatshepsut, de
la XVIII dinastía. Se encuentra en el Museo Egipcio de El Cairo.
Hatshepsut fue una mujer faraón que dirigió su país con energía.
Recuperó el lujo y el buen gusto que se estaba perdiendo tras el
Segundo Periodo Intermedio. (Ver capítulo completo sobre Hatshepsut
en nuestra sección de historia).
Hatshepsut se hacía representar como un faraón, con barba postiza y
faldellín masculino, cuerpo de hombre, y rostro delicado y femenino.
En el fragment0 que tratamos, podemos ver esta delicadeza de las
facciones femeninas.
Los ojos son grandes, almendrados y expresivos, con el col alargando el
ojo y cejas pintadas al estilo osiríaco. Su nariz es pequeña y arqueada,
y los labios gruesos, mostrando la característica sonrisa tutmósida.
Sólo conserva la oreja derecha y un fragmento de la izquierda.
También se observa una pequeña parte de la base del tocado.
Por la parte inferior se ve representada la barba faraónica, como
atributo masculino del faraón.
Un fragmento deteriorado de lo que debió ser la estatua de una gran
reina, que a pesar de su empeño por borrarla de todos los restos
430
arqueológicos, nadie consiguió borrarla de la historia del Antiguo
Egipto, ni de la memoria de los amantes de esta maravillosa cultura.
ESTATUA DE HETEPDIEF
©Estatuilla de Hetepdief. Museo Egipcio de El Cairo
431
Con la III Dinastía se inicia un período de esplendor en la historia de
Egipto, que marca el nacimiento de la primera época clásica.
La capital fue establecida en Memphis (Bajo Egipto), al ser fundada
esta dinastía por Dyoser hacia el 2.650 A.C.
Tal esplendor del país se ver reflejado en su arte. Es la época en que se
desarrolló plenamente la estatuaria, el relieve y la pintura, surgiendo a
su vez un gran numero de tumbas e hipogeos no solo reales, sino
también particulares.
En la épica predinástica y tinita, la escultura era más frecuentemente
representada en madera marfil, utilizándose la piedra como elemento
principal hacia la III Dinastía.
Hecha la pequeña introducción, pasamos a la imagen que nos ocupa.
La estatua pertenece a la III Dinastía (Aproximadamente del 2.650
A.C.). Fue hallada por el arqueólogo James E. Quibell en 1.888 en la
ciudad de Memphis. Actualmente se encuentra en el Museo del Cairo.
Es una estatuilla de 39 cm de alto, y 18 cm de ancho. Pertenece a
Hetepdyef, probablemente sacerdote del culto a los Reyes de la II
Dinastía.
Está hecha en granito rojo, roca de origen volcánico, muy pesada y
resistente, material frecuentemente utilizado en el arte del Antiguo
Egipto, hasta la época Tolemaica inclusive. Posiblemente era extraído
de las canteras de Assuan, ya que ese era el punto de extracción de
granito rojo de Egipto.
En ella se pueden observar varias de las características del arte egipcio
antiguo:
Se trata de una estatua de bulto redondo. Las estatuas de bulto
redondo empiezan a alcanzar la perfección ya al final del Dinástico
temprano, manteniendo un canon básico, independientemente de que
se tratara de pequeñas figurillas votivas o enormes colosos, que no
variará sustancialmente a lo largo de la historia.
La estatua guarda la frontalidad, está hecha para ser vista de frente,
con pocos detalles en su parte posterior, salvo las incisiones que
forman el cabello, o la línea que delimita el faldón. Ésta es una
característica muy representativa en el Antiguo Egipto, ya que la
432
estatuaria se utilizaba para representar la esencia de la persona, y no
se creía necesario representar con tanto detalle la parte trasera.
Es completamente simétrica, exceptuando unas señales en su hombro
derecho, que se trata de los nombres incisos de los tres primeros
faraones de la II Dinastía, de los que posiblemente fuera sacerdote de
culto. Éstos son Hetepsejemuy (aprox. 2890- 2865 A.C.), Raneb (aprox.
2865- 2826 A.C. ) y Nynetjer (aprox. 2826- 2790 A.C.). Para guardar la
ley de la simetría, cualquier figura, independientemente de su posición,
debe tener un plano central imaginario que lo atraviese a lo largo de la
columna vertebral, dividiéndola en dos mitades exactamente iguales
pero simétricas. Este es el caso de la estatua de Hetepdyef.
Se ve claramente la representatividad: el arte egipcio no se creaba por
el mero hecho de representar la belleza o la intencionalidad del artista,
sino siempre por una finalidad. En este caso su función es religiosa. La
postura de la estatua, de rodillas, es claramente de oración, ya que era
una postura común en los ritos religiosos. Podría tratarse de una
estatua ubicada en algún lugar preferente de culto de los reyes cuyos
nombres lleva incisos.
Se observa gran contraste entre zonas sencillas y otras con detalle: se
observa una gran diferencia entre la cabeza y el resto del cuerpo. En el
Antiguo Egipto, desde los principios del período dinástico (predinástico
y temprano) se conocía perfectamente la anatomía humana, pero se le
daba una forma idealizada. En la mayoría de estatuas,la cabeza está
cuidada y posee gran realismo, mientras que el cuerpo es rígido y
estático. Es el caso de la estatua de Hetepdyef. En primer lugar,
diferencia de tamaño, siendo la cabeza algo desproporcionada. En
segundo lugar, la diferencia de detalles; el cuerpo es muy simple,
observándose solamente la línea del faldón corto por la parte de atrás,
y la señalización de brazos y manos de formas geométricas, por
delante. En cambio, la cabeza está repleta de detalles. El cabello es la
representación de una peluca corta, enmarcando la cara, hecho a base
de incisiones verticales sobre líneas paralelas horizontales. La cara está
perfectamente representada, con ojos grandes y profundos, con señales
de cromatismo en ojos y cejas (delineadas en tinte de color más oscuro
las cejas, pupila y bordes de los párpados superior e inferior), nariz
recta y pómulos y labios marcados. El cuello es corto y ancho (común
en las esculturas de la época antigua). Está colocado sobre una base
que, aunque no se aprecia, pienso que debe contener alguna
inscripción referente al nombre o función del personaje.
433
Mantiene la característica de ser una estatua tallada en un bloque
único de piedra, con los brazos y las piernas completamente pegados al
cuerpo. Desde el comienzo, las esculturas se realizaban sobre bloques
de piedra cúbicas o en forma de prismas rectangulares, con pautas o
dibujos sobre los que se esculpía.
Es estática e intemporal. En las primeras etapas del Antiguo Egipto, no
se buscaba el movimiento, sino la representación de la esencia o
función del personaje. Las artes figurativas, como es el caso de la
escultura, no buscan el movimiento, sino la creación de otro mundo en
que las cosas ni se destruyen, ni cambian con el tiempo, sino que
permanecen inmutables e intemporales. Siempre se ha tratado de
encontrar un canon que fuera modelo a representar sin límite de
tiempo ni lugar.
Como observación personal, la estatua transmite un estado de
apacibilidad y sosiego, en posición y gesto del rostro, muy
característico de la posición de oración en distintas religiones a lo largo
de la historia. Una imagen que parece estar dotada de vida, y por la
que no parece pasar el tiempo.
ESTATUA DE KEFREN
©Estatua de Kefren. Museo Egipcio de El Cairo
434
Es una estatua de diorita de 168 cm de altura, 57 cm de anchura y 96
cm de longitud. Representa a Kefren, rey de la IV dinastía (hacia 2.530
a.C.) protegido por el dios Horus.
La estatua fue encontrada en el Templo del Valle del faraón, junto con
fragmentos de otra similares, en el interior de una fosa enlosada, en
Giza, por el equipo de excavadores de Mariette en 1.860. Actualmente
se encuentra en el Museo Egipcio del Cairo.
Es una de las obras escultóricas más importantes del Imperio Antiguo,
por su perfección y por utilizar un material tan especial, un bloque de
diorita, la piedra más resistente del Antiguo Egipto.
Respecto a su propietario, Kefren, hijo del faraón Keops, que subió al
trono de Egipto tras morir su hermano Djedefre, se hizo construir una
gran pirámide en Giza, sólo superada en tamaño por la de su padre.
©Estatua de Kefren. Museo Egipcio de El Cairo
435
Otra de las obras de Giza, la Gran Esfinge, podría construido bajo su
reinado, e incluso se cree que sus rasgos corresponden al propio
Kefrén.
Respecto a la escultura en sí, se trata de una escultura individual,
tallada en un solo bloque en actitud sedente.
Se muestra en un trono, llegándole el respaldo de éste justamente hasta
los hombros, sy sobre él, la imagen de Horus en forma de halcón,
abraza protector la cabeza del rey con sus alas extendidas.
La parte inferior del trono son cuatro patas de león y sendas cabezas
de estos animales en ambos extremos del asiento del mismo.
En los laterales del trono están representadas las flores del Alto y Bajo
Egipto (loto y papiro) entrelazadas, representando la unificación en un
solo país.
Los miembros están representados con un alto grado de perfección. El
rostro, con facciones muy marcadas, muestra el hieratismo propio del
arte egipcio.
La musculatura está representada con gran realismo. Lleva los brazos
apoyados sobre los muslos con la mano derecha cerrada y la izquierda
con la palma abierta hacia abajo. Como única vestimenta lleva un
faldellín plisado, el tocado faraónico y la barba postiza propia de los
reyes de Egipto.
Respecto a las normas de la estatuaria egipcia, vemos en esta estatua
varias de las más interesantes:
La figura está tallada en un solo bloque, teniendo forma cúbica.
Guarda la ley de la frontalidad, ya que el único detalle de a parte
posterior de la estatua es el halcón. El resto es liso, ya que la estatua
está hecha para verse de frente.
Cumple también la ley de la simetría. La escultura es completamente
simétrica, dividiéndose en dos partes iguales respecto a un eje vertical,
salvo por la posición de las manos.
Muestra hieratismo y rigidez definidas como la representación
tranquila y ambigua, y una inmovilidad, casi de reposo.
436
Por último, la representatividad. La escultura egipcia tiene un fin,
aparte del puramente estético. Bajo mi punto de vista, la estatua nos
representa a Kefren como a un rey que toma la personalidad de un
dios, fundiéndose en el abrazo de Horus, que lo apoya y lo protege.
EL BUSTO DE NEFERTITI
437
El día 6 de diciembre de 1.912, un grupo de arqueólogos dirigidos por
el profesor Borchardt de Berlín, se encontraba excavando en Tell el
Amarna, la antigua Akhetaton. Encontraron numerosos restos de
viviendas y talleres privados, entre los que nos sonará el taller del
escultor Tutmosis.
Un excavador llamado Mohammed Ahmes Es-Senussi, se halaba en el
sitio 19 de la excavación, en la rejilla P47 de la zona estudiada. Entre
los escombros encontró una figura de piedra arenisca prácticamente
intacta, a la que solo le faltaba la pupila del ojo izquierdo y pequeños
fragmentos de los lóbulos de las orejas.
Tras este descubrimiento fue tamizada toda la arena de la zona en
busca de la pupila, pero solo fueron encontrados los fragmentos de
oreja rotos. Posteriormente se comprobaría que nunca había sido
insertada en la cavidad ocular.
Posiblemente este busto no fuera más que un modelo para otras
esculturas, evitando así la constante presencia de la reina. Y no fue el
único de esta reina encontrado en el taller.
El busto fue sacado por el grupo alemán, de forma clandestina,
escondido entre trozos de cerámica rota y permanece en el Museo de
Berlín desde entonces.
438
Tras el descubrimiento, comprobaron que se trataba del busto de
Nefernefruaton Nefertiti, esposa de Akenaton, reina de la XVIII
dinastía (hacia 1350ª.C). Antes de casarse con Akenaton, era una
princesa de la que desconocemos su ascendencia. Su descendencia
fueron seis hijas: Meritaton, Meketaton, Ankesenpaaton,
Nefernefruaton-Tasherit, Nefernefrura y Setenpenra.
A continuación, analizaremos las características más destacadas de
dicho busto.
Presenta un grado de perfección evidente. La piel del rostro está
pintadaa en tono rojo claro, bronceado, a pesar de que el rostro
femenino en el Antiguo Egipto se representaba en tonos amarillos.
Presenta un perfil suave, con la nariz recta y pequeña. Los ojos son
almendrados, al estilo de Amarna, pintados con el kohl negro. Sólo
tiene una de las pupilas, como explicamos anteriormente. Los labios
también son característicos del estilo amarniano, carnosos, bien
delimitados y esbozando una ligera sonrisa. Va pintados en color rojo.
Tiene el cuello muy estilizado y los hombros están cercenados. Las
orejas son pequeñas y con gran detalle, a pesar de faltarle algunos
fragmentos.
Lleva una corona muy alta de color azul, acoplada sobre una banda
amarillo oro. Alrededor de la corona aparece otra banda amarillo oro,
con incrustaciones rojas, azules y verdes. El collar es del mismo estilo
439
que la banda de la corona, con fondo color oro e incrustaciones de los
mismos colores.
El busto de Nefertiti representa la consumación del estilo iniciado en el
reinado de Amenhotep III, delicadamente modelado. Es de tal
realismo, que el escultor probablemente tuvo que estudiar a anatomía
humana, para poder representar incluso los tendones de la garganta o
el color de la piel.
El busto de Nefertiti es la representación de la belleza más perfecta que
se conoce en el Antiguo Egipto. Quizás algún día pueda volver a estar
en el lugar de donde nunca debió salir.
ESTATUA DOBLE DE NIMAATSED
©Estatua doble de Nimaatsed. Museo Egipcio de El Cairo
440
Se trata de una estatua de piedra caliza pintada de 37 cm. de altura.
Fue encontrada en Saqqara, concretamente en la mastaba de
Nimaatsed, llamada D56, por una expedición dirigida por Mariette en
1.860.
La estatua pertenece a la segunda mitad de la V Dinastía (Imperio
Antiguo), hacia 2.410 A.C. Actualmente se encuentra en el Museo
Egipcio de El Cairo.
Representa a Nimaatsed, encargado del culto de Ra y Hathor en el
templo solar de Neferirakare, Neferefre y Ninserre.
Está representada como estatua doble. Aunque puede ser considerada
un pseudo-grupo, ya que ambas figuras representan a la misma
persona. La razón de la misma puede ser representar al personaje en
dos momentos de su vida, o la representación del mismo con su ka,
fuerza vital que protege a la persona en la vida y en la muerte.
La escena está representada sobre una base de color negro, que se
extiende por detrás de los personajes hacia arriba, hasta la altura de
los hombros. En la zona de apoyo más inferior, hay una inscripción
jeroglífica, posiblemente con el nombre y cargo del individuo. Sobre
ésta, dos estatuas erguidas que, como dije anteriormente, representan
a la misma persona.
La primera de ellas, es de meno estatura y parece representarlo algo
más joven que la segunda. Su cabeza está ligeramente girada a su
derecha. Lleva una peluca, pintada de color negro, con raya en medio,
representada mediante incisiones longitudinales, con una longitud por
encima del hombro.
La cara es bastante redondeada, con mejillas rellenas y orejas
representadas muy simples, parcialmente cubiertas por el cabello.
441
©Detalle de estatua doble de Nimaatsed. Museo Egipcio de El Cairo
442
Los ojos son grandes y almendrados, y están delimitados por el kohl, a
usanza del maquillaje en el Antiguo Egipto, y sobre ellos, las cejas,
también pintadas en negro. La nariz, en un tiempo larga y ancha por
su base, se encuentra muy deteriorada, faltando parte de la misma. Los
labios son carnosos, con la representación de una fina línea de bigote
sobre ellos, característico del Imperio Antiguo. El cuello es ancho y
corto, y está rodeado por un collar de colores azul y blanco.
El torso es de aspecto fuerte y lleno de detalle. Los brazos se
representan pegados a ambos lados del cuerpo, con los dos puños
cerrados. Tiene la pierna izquierda adelantada, en actitud de caminar,
tal y como se representaban la mayoría de las estatuas de pie.. Se
aprecia la musculatura y los dedos de los pies con bastante detalle.
Como única vestimenta lleva un faldellín blanco, con un adorno
plisado en tono beige claro, ajustado a la cintura por una especie de
cinturón blanco y azul, del cual sobresale por la parte superior un
borde, coordinado con el collar ancho.
Guarda la ley de la frontalidad, no siendo necesaria la representación
de la parte posterior, y es perfectamente simétrica, excepto en la
postura de las piernas, hecho éste que no rompe con la frontalidad.
La segunda figura se puede describir de modo idéntico a la anterior,
con ligeras diferencias:
Está completamente de frente, sin ningún giro de cabeza.
Es de una estatura ligeramente más alta.
Da sensación de algo más de edad que la primera.
Su nariz está perfectamente conservada.
Guarda bastante similitud con las estatuas de Rahotep, y de
Inti_Shedu, ambos de la IV Dinastía.
RAHOTEP Y NOFRET
443
Se trata de un conjunto escultórico formado por dos estatuas de bulto
redondeo, pertenecientes al noble Rahotep y su esposa Nofret.
Están realizados en piedra caliza estucada y pintada. Miden unos 120
centímetros de altura cada uno, aunque la estatua de Nofret es
ligeramente más alta, debido al voluminoso tocado.
©Estatuas de Rahotep y Nofret. Museo Egipcio del El Cairo
444
Las estatuas fueron halladas en Meidum, y pertenecen a la IV Dinastía
(hacia el 2.360 AC.). Fue encontrada por Mariette y su equipo en 1.871.
Al norte de la pirámide de Meidum se encuentra un cementerio de
mastabas de la IV dinastía. Entre estas tumbas se encontraban la de
Rahotep y Nofret, cerca de la pirámide de Snofru, y algunos
historiadores coinciden en que pudo ser su propio hijo. Actualmente se
encuentra en el Museo del Cairo
Rahotep fue un noble, sacerdote de Ra y jefe del ejército real. Nofret es
su esposa, y poseía el titulo de "conocida del Rey".
Una vez hecha la introducción, para situarnos en la época y los
personajes, vamos a analizar más detenidamente cada una de ellas.
©Rahotep. Museo Egipcio de El Cairo
La primera figura, correspondiente a Rahotep, posa en actitud
sedente. Está sentado en un trono de piedra caliza estucado y pintada
en color blanco, formando un bloque con la figura humana. Dispone de
una zona para reposar los pies, y lleva, en la zona superior, una serie
de inscripciones jeroglíficas pintadas en negro, con el nombre y los
títulos de los difuntos.
Los miembros del cuerpo están representados con bastante perfección,
especialmente la cabeza. Su tez es muy morena, representada en tonos
445
rojizos, tal y como se representaba la piel masculina en el Antiguo
Egipto.
Los ojos son de cristal de roca y cuarzo opaco, engarzado en metal, lo
que le da un impresionante realismo. Están bordeados por el kohl, al
estilo egipcio, y protegidos por cejas pintadas en negro. La nariz es
grande y recta, con los labios carnosos. Sobre los labios se representa
un fino bigote, característico del Imperio Antiguo. Lleva pelo corto, y
las orejas están perfectamente representadas.
Detalle como los hombros, pecho, rodillas, manos y pies, están tallados
de forma muy cuidada, dándole a la estatua mayor realismo.
Rahotep lleva la mano derecha cerrada y cruzada sobre el pecho, y la
izquierda cerrada apoyada sobre la rodilla. Sus brazos están
ligeramente separados del cuerpo.
Viste faldellín blanco y un finísimo collar alrededor del cuello.
©Nofret. Museo Egipcio de El Cairo.
446
La segunda figura corresponde a Nofret, su esposa, también en
posición sedente y formando un bloque único con el trono. De igual
modo, el asiento v pintado de blanco con más inscripciones jeroglíficas
en color negro.
La piel está representada en todo amarillento, claro, tal y como se
representaba el rostro femenino en el Antiguo Egipto.
Los ojos también son de cristal engarzado sobre metal, y finamente
pintados con kohl. Lleva pintadas las cejas, que se alargan hacia el
exterior del ojo.
La nariz es fina, los labios gruesos y sin colorear. No se representan las
orejas, que van tapadas por la enorme peluca.
Están representados con detalle los pies, y una de las manos. El resto
del cuerpo va envuelto en una representación de finísimo lino blanco
que la envuelve hasta los tobillos. Por el escote de la túnica, asoman los
tirantes anchos del vestido.
Alrededor del cuello, un collar delicadamente pintado en tonos rojos y
verdes, característicos del arte egipcio.
Lleva peluca negra, bastante frondosa, que le cubre hasta los hombros,
y que va sujeta a la cabeza por una diadema blanca con flores
pintadas.
Ambas figuras representan muchas de las características del arte
egipcio en general, que se inició, y permaneció inalterable ya desde el
Imperio Antiguo. Aunque se ven algunas características arcaizantes,
como la anchura de los tobillos en ambas figuras.
En primer lugar, se ve gran hieratismo en sus figuras. Inmóviles, sin
ninguna representación de movimiento, viendo pasar el tiempo
impasibles, intemporales.
Otra característica que se ve claramente es la frontalidad. Como en la
mayoría de las estatuas egipcias, solo se representan las partes que se
ven de frente, siendo la parte posterior del grupo escultórico
completamente lisa.
También vemos claramente, como ya se apuntó, la diferencia de color
al representar la piel de los personajes, rojizo para la piel masculina, y
amarillento para la femenina.
447
En ambas figuras, especialmente en sus ojos, podemos observar un
realismo sobrecogedor, que debió impresionar a aquellos que las
descubrieron. Seguirán viendo pasar el tiempo ante ellos, juntos para
siempre.
ESTATUA-CUBO DE HOTEP
©Estatua cubo de Hotep. Museo Egipcio de El Cairo.
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Estatua de granito gris, de 73 cm. de altura. Fue encontrada en
Saqqara y representa al tesorero Hotel de la XII Dinastía. Actualmente
se conserva en el Museo Egipcio de El Cairo
Se trata de una estatua individual, mostrándose en actitud sentada, con
las piernas recogidas, y brazos cruzados, tal y como se representan este
tipo de estatuas. Se han encontrado estatuas de este tipo también en
Mesopotamia, entre los siglos XXII y XXI A.C. La que nos ocupa
pertenece aproximadamente al siglo XX a.C.
El personaje está representado en una silla, con la parte posterior
elevada hasta la altura de la cabeza y un reposapies. En la parte
frontal inferior de la silla, así como en el reposapies, hay inscripciones
incisas, en jeroglíficos, posiblemente una fórmula funeraria, como es el
caso de la mayoría de estas estatuas.
Es uno de los primeros ejemplos de estatuas-cubo que se han
encontrado, ya que posteriormente las representaciones de estas
estatuas se simplifican llevando algún tipo de faldellín que les tapaba
las piernas. En este caso, es característico el hecho de que las piernas
están sin tapar. Se encuentra sentado, con las piernas dobladas y las
rodillas elevadas, sobresaliendo la cabeza y los brazos, que lleva
cruzados, apoyando los codos en las rodillas.
Los brazos y las piernas tienen una forma algo burda, aunque en las
piernas se aprecia musculatura, y el los dedos de los pies, están talladas
las uñas.
La cabeza está más trabajada, lleva lo que parece ser una peluca lisa a
la altura de los hombros. La cara es redondeada, con las mejillas
rellenas, la nariz ancha y los labios carnosos, entreabiertos. Los ojos
están cerrados, y se aprecia relieve de las cejas. El mentón es
marcadamente cuadrado. Las orejas están representadas con detalle.
No se aprecia claramente en la imagen, pero parece llevar una barba
postiza. El cuello no está representado, ya que la cabeza emerge
directamente del bloque de granito.
No se aprecia vestimenta, ya que, exceptuando las partes descritas, el
resto del cuerpo está integrado completamente en el cubo. Tampoco
lleva ningún tipo de tocado, ni objetos en las manos.
Sigue manteniendo la mayoría de las características que se observan
desde los comienzos de las primeras dinastías:
449
La frontalidad, ya que la parte posterior, aunque no se aprecia, se
supone que es lisa y sin ninguna inscripción. La estatua sigue estando
hecha para ser vista de frente.
La simetría exacta de ambas partes de la figura, exceptuando la
postura de cada brazo (el derecho está sobre el izquierdo), aunque eso
no rompe la característica citada.
La representatividad, ya que representa al difunto, asociándolo con el
culto a Osiris. Otros autores piensan que esta representación sólo se
debe a encerrar partes salientes de la estatua, para que no se
deterioraran, ya que ésta es el doble del personaje. Richard Wilkinson,
sostiene que las estatuas-bloque encarnaban en tres dimensiones las
características del signo jeroglífico NETCHER (dios sentado). Según
esta interpretación, con esta forma se da al representado el status de
persona respetable o aún de identificación con lo divino.
ESTATUA DE KHAEMUASET
450
451
Estatua de Khaemuaset, XIX Dinastía
Estatua de brecia roja, roca sedimentaria formada por fragmentos
angulosos. Fue encontrada en Assiut. Parece ser de tamaño natural.
La estatua pertenece a la XIX Dinastía, concretamente a Khaemuaset,
(¿-1224 A.C.), hijo de Ramsés II y su segunda esposa, Isetnofret I. Fue
considerado el primer arqueólogo de Egipto, ya que reconstruyó
monumentos de épocas anteriores, además de ampliar el Serapeum en
Saqqara, construir el templo de Ptah, y ser primer director de los
artesanos y Gran Sacerdote de Menfis. Probablemente fue enterrado
en Saqqara.
Actualmente la estatua se encuentra en la sala IV del Museo Británico,
en bastante buen estado de conservación.
La estatua se halla de pie, con el pie izquierdo adelantado, para dar
sensación de movimiento, sobre una base del mismo material, en la que
hay numerosas inscripciones jeroglíficas.
Muestra gran perfección en los miembros del cuerpo, adivinándose la
musculatura de los brazos, la talla perfecta de manos y pies, en los que
se observa la presencia de uñas (a pesar de la dificultad para tallar este
material, ya que puede desmoronarse fácilmente durante el proceso),
la marcada forma de la musculatura del pecho, cintura, caderas y
rodillas.
El rostro me resulta un tanto inexpresivo, aunque están representados
todos lo elementos del mismo. Es ligeramente redondeado, algo
anguloso por la parte inferior. Las mejillas llenas, y no hay
representación de orejas. Los ojos, grandes y almendrados, están
incisos en la roca, sin presencia de pupila incisa o pintada, estando
también representadas las cejas. La nariz es ancha y alargada, y los
labios están bien definidos.
Bajo la barbilla se observa que se ha desprendido parte de la piedra,
dejando asomar uno de los fragmentos angulosos de los que
hablábamos en la descripción de la brecia.
Como única vestimenta lleva un faldellín completamente liso, sin
adornos, por encima de la rodilla.
Sobre la cabeza leva una peluca lisa, por encima de los hombros, y con
flequillo corto.
452
A los lados del cuerpo, desde el suelo hasta la altura de los hombros, se
extienden dos especies de columnas, en cuyas zonas superiores hay
inscripciones jeroglíficas. Ambas están pegadas al cuerpo, y abrazadas
por los brazos de la estatua. Están unidas por la parte superior, por
detrás de la cabeza, observándose que a la derecha le falta la parte
superior, más ancha que el resto de la columna.
Guarda la ley de la frontalidad y la simetría, no influyendo en éstas el
hecho de tener un pie adelantado, y está tallada en un solo bloque.
Paleta de Narmer
Paleta del rey Narmer Reproducción
La Paleta de Narmer es una placa de pizarra, de 64 cm de altura y 45 cm de ancho,
hallada en 1898 por Quibell y Green en el templo de Horus de Hieracómpolis (Nejen).
Está depositada en el Museo Egipcio de El Cairo, y según Gardiner simboliza la
unificación de Egipto.
Descripción
Es una paleta confeccionada en esquisto verde, cuya primitiva función era ser usada
para servir de soporte para los pigmentos, cremas, aceites, etc., que se aplicaban en el
cuerpo, aunque era común encontrarlas dentro de ajuares funerarios o como ofrendas en
los templos.
Ambas caras tienen grabada en la parte superior dos cabezas de vaca, símbolo de la
diosa Bat, y entre ellas que se encuentra el serej, precedente de los cartuchos, con el
nombre de Narmer.
Anverso
453
•
•
•
•
Figura el rey Narmer, con la corona Blanca del Alto Egipto a gran tamaño, lo
que indica la preeminencia del Alto sobre el Bajo Egipto.
Golpea a uno de los extranjeros, representados por una figura de cabello rizado y
barba. Esta figura siempre se usaba para identificar a los libios y a los asiáticos,
pero es posible que Narmer considerara extanjeros a los habitantes del Delta, ya
que la unificación fue una conquista por la fuerza, por lo que la paleta
representaría su victoria tanto sobre los habitantes del Delta occidental como
sobre los beduinos del Sinaí.
El dios Horus, símbolo de la divinidad del rey, está sobre unos papiros, símbolos
del Bajo Egipto, lo que incide sobre el hecho de la conquista del Delta. Los seis
papiros indican que durante la conquista se produjeron seis mil muertos.
Debajo, hay más enemigos de pelo rizado abatidos.
Reverso
•
•
•
En la franja superior, está el faraón con la corona Roja, símbolo del dominio
sobre el Bajo Egipto; esta corona también fue usada en la ciudad sureña de
Naqada. Se encuentra acompañado de su séquito ante dos filas de enemigos
decapitados.
En la parte baja, hay representados dos extraños animales, cuyos largos cuellos
están entrelazados: Gardiner opina que es una representación de la unión de las
Dos Tierras bajo un solo rey. (La parte situada entre los cuellos, rebajada, era la
usada como base para moler kohl, un polvo cosmético para proteger los ojos.)
Debajo del todo, vuelve a aparecer el rey, simbolizado por un toro que aplasta a
sus enemigos.
Interpretación
Gardiner opina que la paleta representa una batalla por el control del Delta,
probablemente en manos de los libios, que posiblemente fue el final de una guerra de
varias generaciones.
Los retratos de Amenofis IV, que pasa a llamarse Akhenatón, el placer
de Atón, llamado su reinado periodo de Amarna, nos muestran un hombre de cabeza
oval, de hombros exiguos y vientre saliente, sin condicionarse por la necesidad de ser
glorificado. Soberano, lleva el sello del absoluto naturalismo. Es una obra
revolucionaria, debido a que la figura tiene las piernas rectas con las rodillas tendidas.
El ademán de movimiento de la estatua de pie en actitud de caminar, se ha convertido
en un esfuerzo vacilante, en un tímido intento de mantener el equilibrio.
454
En el taller del arquitecto del rey, Thutmosis, se hallaron las que quizás sean las piezas
más representativas de este período. Nos referimos a la fantástica colección de retratos,
tanto reales como privados, a la que pertenecen el bello Busto de Nefertiti,
depositado en Berlín, desde comienzos del siglo XX, después de que fuera encontrada
en excavaciones dirigidas por el arqueólogo y arquitecto alemán, Ludwig Borchardt
(1863), en 1912. La reina está tocada por un alto casquete cónico que estuvo adornado
con el uraeus, símbolo de la soberanía. Sus facciones son finas, su cuello elegantemente
alargado. La policromía ofrece detalles ornamentales como el collar, el color de sus
labios, los ojos perfilados y las cejas retocadas. Es una obra de fama mundial. De
construcción perfectamente simétrica, fue reducida a busto debido a su función de
modelo, hecho que explicaría la ausencia de incrustaciones en el ojo izquierdo. La
enorme popularidad que alcanzó, al poco tiempo después de ser expuesto en el Neues
Museum de la isla de los Museos de Berlín, se debe probablemente al hecho de que
coincidiera con el ideal femenino austero y distanciado que predominaba en los años
veinte.
Relieve en caliza, que probablemente formaba parte de un altar de adoración familiar.
Ajenatón sostiene a su primogénita Meritatón y enfrente, Nefertiti, sostiene en el regazo
a su segunda hija, Meketatón, quien fallecería prematuramente y por ultimo su tercera
hija Anjesenpaatón quién se desposaría a posteriori con Tutanjatón (Tutanjamón).
455
La cabeza verde de Berlin
Procedencia desconocida,perteneciente a la Baja Epoca,Dinastía XXX hacia 350 A.C.
La obra que mejor representa el carácter del arte egipcio en la Baja Epoca es la "Cabeza
Verde de Berlin",escultura magistral de datación muy controvertida.Unos-especialmente
en la arqueología clásica-la consideran como pieza ejemplar para ilustrar la influencia
del arte grecorromano sobre el arte egipcio tardío,razón por la cual es datada hacia 50
A.C.,cuando Egipto se hallaba bajo dominio persa.De todas formas ,la "Cabeza Verde"
continúa la tradición del retrato esculpido,que acompaña la evolución del arte egipcio a
modo de leimotiv desde el Imperio Antiguo.El fascinante juego entre la severa
estructura formal y las sútiles asimetrías,la superficie tensa y la presición de los detalles
revelan la influencia del Egipto Antiguo,al mismo tiempo que convierten esta cabeza en
modelo para la retratística grecorromana.
PINTURA EGIPCIA
Tumba de Atet y Nefermaat
456
Fragmento del muro sur del corredor de la capilla de Nefermaat. Museo Egipcio de El Cairo. JE 43809.
La mastaba está decorada en su parte frontal con la llamada "fachada de palacio", muros con
molduras verticales paralelas reentrantes y salientes.
En su interior los muros decorados se encuentran en las Capillas de Nefermaat y de Atet. El
estilo utilizado en lso relieves es original y propio de esta mastaba, no volviendo a ser utilizada
en ningún otro monumento del Antiguo Egipto: La técnica del relieve consiste en ahuecar las
figuras, ahondando en la piedra y rebajando los bordes, de manera que eran luego rellenados
con una pasta coloreada que llegaba a la superficie de la roca incisa. El efecto es
impresionante y de gran belleza, pero el problema derivado era que al secarse se producían
grietas en esa pasta usada para cubrir los huecos hasta los bordes del dibujo, lo que
conllevaba la caída y pérdida de toda la masa pictórica. Parece ser que fue el propio Nefermaat
el que decidió utilizar esta nueva técnica tal y como se desprende de una de las inscriciones de
su tumba: "Él construyó su mastaba con su indeleble escritura". Además de estos relieves,
también hay frescos. Los motivos representados son fundamentalmente referentes a escenas
de la vida cotidiana.
LAS OCAS DE MEIDUM
Época: Dinastía IV (2613-2498 a. C.)
Dimensiones: Largo: 172 cm. Alt0: 27 cm.
Materiales: Estuco pintado
Lugar de conservación: Museo de El Cairo (JE 34571, GG 1742).
Lugar de localización: Mastaba de Nefermaat y Atet (nº16) en Meidum.
457
Fig. 1.- Ocas de Meidum (detalle parte izquierda de la representación). Foto: Lorena
Torres.
La enorme mastaba de Nefermaat y de su esposa Atet fue localizada en la zona
arqueológica de Meidum por A. Mariette en 1871, siendo posteriormente estudiada con
mayor profundidad por el arqueólogo W. F. Petrie[1]. Con el tiempo los elementos
iconográficos que quedaban in situ fueron arrancados y trasladados al Museo Egipcio de
El Cairo y a otros museos del mundo[2]. Uno de esos fragmentos murales, extraído del
muro norte del corredor de la capilla de Atet, corresponde a la representación de las
célebres Ocas de Meidum (Fig. 1, 2).
Fig. 2.- Ocas de Meidum (detalle parte derecha de la representación). Foto: Lorena
Torres.
Como hijo del faraón Esnofru, visir y persona de grandes recursos, Nefermaat debió
tener a su disposición los artistas más destacados de la época. Se trataba, además, de
unos artistas que no dudaron en recurrir a lo experimental y más novedoso para
ornamentar la tumba del príncipe. Así, es característica de la mastaba de Nefermaat en
Meidum una técnica que no gozó de continuidad en la ornamentación parietal y que
consiste en rellenar con masas de pigmento el interior del soporte pétreo trabajado a
modo de celdilla (Figs. 5, 6). Por su parte, la esposa de Nefermaat también disfrutó del
trabajo de creadores de una gran maestría y capaces de desplegar una notable
creatividad. Pinturas como las Ocas de Meidum lo corroboran con creces.
458
Las ocas de la capilla de Atet fueron realizadas siguiendo la técnica pictórica egipcia
más convencional[3]. El fondo tiene un tono azulado y la disposición de la aves se
despliega entre líneas oscuras que delimitan los registros. En este espacio los grandes
protagonistas son seis ocas, organizadas en dos grupos y en una disposición de carácter
simétrico.
Las aves de los extremos dirigen el cuello hacia el suelo y con el pico ligeramente
abierto parecen buscar algo que picar. Las otras aves se muestran perfectamente
erguidas, mirando en direcciones opuestas y en idéntica actitud. Llama la atención el
cuidado con el que han sido representadas, lo que permite la identificación concreta de
su especie[4] y, a la vez, otorga una gran belleza plástica. Especialmente remarcable es
el plumaje, que ha sido tratado con todo lujo de detalles. La forma y texturas de las
plumas, más o menos alargadas, algo más irregulares en algunos puntos o bien
plasmadas casi a modo de escamas, se realizaron fundamentalmente utilizado pincelas
formando tramas, que permiten contrastar distintos tonos de un mismo color o gama.
Fig. 3.- Vista completa del fragmento pictórico de las Ocas de Meidum y de sus
condiciones de exposición en el Museo de El Cairo. Foto: Susana Alegre García.
La figura de las aves se alterna con la presencia de diversas plantitas, de formas
distintas, realizadas con pinceladas libres (de gran similitud con los trazos que dieron
fama a los artistas del Impresionismo, aunque sorprendan sus 4600 años de antigüedad).
Algunas de estas pequeñas matas se muestran delicadamente floridas, efecto subrayado
con la técnica de aplicar un delicado punteado rojizo. Hay que tener en cuenta la
disposición no completamente simétrica de las plantas y que la primera que aparece a la
derecha (Fig. 2), en una colocación incoherente en relación con la disposición de las
ocas, debe su posición al hecho de formar parte de una imagen situada más a la derecha,
en la se representó la iconografía de una red para atrapar aves (ver en la reconstrucción
de la Fig. 4). De los personajes que tiran de la cuerda de la red y de los situados en el
registro que quedaba por debajo, quedan leves indicios en el fragmentos pictórico que
integra a las Ocas de Meidum, siendo visible en el límite superior diversos fragmentos
de representaciones de unos pies (por encima de la línea oscura del registro), y en la
parte de baja del fragmento puede observarse la imagen parcial al menos de una mano
(por debajo de la línea de registro).
La estructura prácticamente simétrica de la escena, únicamente queda rota por el
cromatismo, disposición y tipología de algunos elementos. Estas variaciones ofrecen
459
una interesante riqueza óptica, consiguiendo contrastes que llenan de ritmo y viveza a la
representación. Por ejemplo, las ocas erguidas orientadas a la izquierda (Fig. 1), aunque
corresponden a la misma especie, no son completamente iguales en algunos de sus
detalles. Las diferencias todavía resultan más notables en las aves de la derecha que,
aunque también corresponden ambas a la misma especie (Fig. 2), no son iguales en
muchos de los rasgos: una luce el buche a topos, mientras que la otra muestra un
tramado; una luce tres líneas blancas en el plumaje de las alas, mientras que la otra tiene
líneas blancas en la zona de la pechuga, etc. Es como si el artista quisiera integrar en
cada ave un rasgo distintivo, que las diferenciara e identificara de forma concreta.
En el grupo de aves erguidas de la derecha también puede observarse que la que se
encuentra en primer plano tiene una importante superposición sobre el ave en segundo
plano, lo que hace que las patas azulonas de ambas reposen muy juntas en el suelo (Fig.
2). Por el contrario, las aves del grupo de la izquierda quedan menos superpuestas la una
sobre la otra, lo que permite que el espacio inferior resulte más holgado y ayude a la
colocación más armónica de una plantita entre las rojizas patas de los animales (Fig. 1).
Fig. 4.- Reconstrucción de la pared norte del corredor de la Capilla de Atet. Foto en
Catálogo de la exposición L'art égyptien au temps des pyramides, París, 1999, p. 171,
Fig. 126.
Las compensaciones cromáticas, las reiteraciones y las rupturas de lo reiterado, la
incorporación de tímidas fracturas de lo simétrico… son recursos ópticos sencillos pero
de gran efectividad, que generan un atractivo ritmo visual y parecen a la vez captar con
mayor naturalismo e inmediatez un instante en la existencia de estas aves.
460
Pero a pesar de la sofisticación en la realización de las Ocas de Meidum, el fragmento
mural tiene una limitada capacidad narrativa. Ciertamente se trata de unas ánades en un
espacio lleno de pequeñas plantitas donde parecen buscar alimento; a priori, la escena
parece que no puedan tener mayores implicaciones. No obstante, hay que tener en
cuenta que durante milenios las ánades fueron representadas en el arte egipcio, siendo
unos animales habituales en el medio natural nilótico, tanto en estado salvaje como
doméstico. Estas aves eran una importante fuente de proteínas y un majar muy preciado,
pero también tuvieron relevancia en el ámbito simbólico y ritual. Debido a sus
costumbres migratorias y a su cíclico retorno, las ánades se vincularon con ideas como
la regeneración, la vida renovada y la eternidad. A la vez, tuvieron relevantes
implicaciones en ámbitos cosmogónicos y en mitologías sobre el nacimiento del poder
solar y su capacidad para elevarse sobre las aguas. Las ánades, además, se integraron en
la iconografía de diversas deidades, se relacionaron con la feminidad y el erotismo, y
fueron una ofrenda relevante en el contexto funerario[5].
No es de extrañar que la representación de ocas bien alimentadas y hasta con el buche
bien repleto, se mostrara frecuentemente en las capillas funerarias con el objetivo de
propiciárselas a los difuntos mediante el poder mágico del arte. En la misma línea se
encuentran las escenas que narran la caza de estos animales, constituyendo una metáfora
alusiva a la abundancia alimenticia y a la capacidad de imposición sobre las fuerzas de
la naturaleza y su dominio, plasmando asimismo una actividad que sin duda debía ser
muy frecuente en las orillas del Nilo.
461
Fig. 5.- Fragmento mural de la mastaba de Nefermaat cuyo registro central muestra dos
ánades picoteando el suelo entre diversas plantitas y una e la caza de aves con red. En el
registro inferior se conserva una representación de carácter agrícola. Foto en Tesoros
Egipcios de la colección del Museo Egipcio de El Cairo, Barcelona, 2000, p. 60.
La dimensión narrativa de la escena de las Ocas de Médium, como fragmento de una
imagen mucho mayor, debe buscarse en el contexto y ámbito temático en el que se
integraba. Afortunadamente, dicho marco ha podido ser bastante reconstruido (Fig. 4).
Las Ocas de Meidum se situaron encima de un registro que alude a la abundancia
alimenticia y agrícola; y, a la vez, las ocas delimitan una escena en la que se plasma la
captura de aves[6]. Dicha captura, conseguida mediante una red de aspecto
hexagonal[7], es una temática que se repite en otros fragmentos conocidos de la mastaba
de Nefermaat (Fig. 5[8], 6), por lo que quizá pudo estar relacionada con alguna
predilección personal de los propietarios de la mastaba. En cualquier caso, la caza (y
también la pesca), están muy presentes en la imaginería egipcia de todos los tiempos,
posiblemente por sus ricas implicaciones metafóricas.
462
La pintura de las Ocas de Meidum parecen captar un momento de tranquilidad
campestre vivido por unas aves bien alimentadas y con el buche lleno, antes de ser
capturadas por la red. Se las muestra despreocupadas y ajenas a lo que se les avecina,
sin ni tan siquiera aletear. Lejos de ser seres mostrados como el salvaje caos, o como
una bandada ruidosa, o como un desordenado grupo de animales espantados; a las ocas
se las representa sosegadas, casi en formación y como con cierta parsimonia (como
efectivamente se mueven a menudo estas aves cuando caminan por el suelo). No se trata
de aves que vuelen o reaccionen a la amenaza de la red, sencillamente están ahí y luego
son cazadas. La iconografía, por tanto, parece recrear una situación ideal de caza rápida
y fácil[9].
Fig. 6.- Fragmento mural de la capilla de Atet conservado en la gliptoteca Ny Carlsberg
(Copenhague), en la que aparece una escena de caza de aves con red y otro registro que
muestra un par de monos, uno de ellos atrapando la cola de una barza, y un niño entre
los animales. Foto en Catálogo de la exposición L'art égyptien au temps des pyramides,
París, 1999, p. 169.
463
Las Ocas de Meidum son una de las creaciones artísticas más conocidas entre las
múltiples obras conservadas en el Museo Egipcio de El Cairo. Más allá de su
integración en un contexto temático más amplio, lo cierto es que esta imagen constituye
una de las más elevadas y sofisticadas creaciones pictóricas realizadas por los artistas
del antiguo Egipto. Las sutilezas en su composición, la calidad de sus detalles, el
equilibrio de su policromía y la verosimilitud, son aspectos que las transforman en algo
que no tendrá parangón en la pintura que conocemos del Imperio Antiguo y que parece
poner las bases de lo vendrá después. Aunque se trata de una obra generada en el
remoto marco cronológico de principios de la Dinastía IV, los recursos utilizados en las
Ocas de Meidum no nos hablan sin embargo de tanteo o de experimentación, sino que
parece tratarse de una creación precisa y madura, perfectamente formulada y
genialmente elaborada.
[1] W. M. F. Petrie, Meidum, Londres, 1892.
[2] Sobre la dispersión de los fragmentos murales, su localización en distintos museos y
otros aspectos relativos a la mastaba de Nefermaat y al área de Medidum ver Y.
HARPUR, The Tombs of Nefermaat and Rahotep at Maidum. Discovery, Destruction
and Reconstruction, Oxford, 2001.
[3] Nada tiene que ver el proceso de realización de las Ocas de Meidum con la técnica
de grandes masas de pigmento incrustado que fue utilizada en otras iconografías
localizadas en las capillas de la mastaba.
[4] Las orientadas a la derecha corresponden a las aves Branta Ruficollis. Las que miran
hacia la izquierda son Ansers Albifrons. Las que curvan el cuello para picar el suelo son
Anser Fubalis. Ver en P.H. HOULIHAN, The Birds of Ancient Egypt, El Cairo, 1992,.
pp. 57 y 60-62.
[5] Las ánades aparecen muy frecuentemente en el contexto de las ofrendas a los
difuntos, abarcando distintas iconografías como su disposición sobre mesas ricamente
dispuestas o siento portadas por distintos personajes que agarran las aves por las alas.
Incluso se realizaron representaciones de estas aves en materiales pétreos para
garantizar la perduración de este alimento entre los manjares del Más Allá.
[6] De hecho, la presencia de animales salvajes y exóticos en la tumba de Nefermaat es
recurrente, habiendo sido localizadas imágenes de grandes felinos, monos, garzas,
zorrillos….
[7] Sobre las escenas de caza, así como sobre las distintas tipologías de redes utilizadas
y plasmadas por los artistas egipcios ver por ejemplo J. VANDIER, Manuel
d'Archéologie Égyptienne. Bas-reliefs et peintures. Scènes de la vie quotidienne, Tome
V, París, 1969, pp. 307-398.
[8] La representación de la caza de las aves de este fragmento es singularmente similar
al que se plasmaba en la pared en la que se integraban las Ocas de Meidum. También
aquí hay aves atrapadas en una red y, también aquí, hay unas ánades que tranquilamente
picotean el suelo, incluso se muestran una plantitas muy similares a las mostradas en el
fragmento de las Ocas de Meidum. También se conserva en el fragmento una escena
que narra el arado del campo en la que aparecen bóvidos, temática que parece ser
también era la situada en el registro por debajo de las Ocas de Meidum (ver
reconstrucción en Fig. 4).
[9] En la escena de la Fig. 5, el tiempo anterior al de la cacería y el de la captura no
habría sido diferenciado con un registro. Contemporizar dos tiempos en una misma
representación, el antes y el después, es un recurso bastante frecuente en el arte egipcio.
464
Mural de luchadores del templo de Beni-Hassan
Uno de los hallazgos más sorprendentes han sido los murales de los templos de Beni
Hasan (Egipto), pues muestran que ya en aquella época se utilizaba una forma de lucha
cuerpo a cuerpo muy desarrollada, constituyendo un sistema bastante completo de
combate, el cual era utilizado por los soldados del ejército del Imperio.
Beni Hassan, o Beni Hasan (árabe: ) es una localidad del Egipto Medio,
situada en la orilla oriental del Nilo, a unos veinte kilómetros al sur de El-Minya y unos
270 kilómetros al sur de El Cairo. Durante el Imperio Medio era el centro del culto a la
diosa Pajet.
La zona posee una necrópolis en la ribera oriental del Nilo que data de la época de las
dinastías XI y XII; sus tumbas fueron utilizadas por los gobernadores del nomo 16 del
Alto Egipto.
Necrópolis
Entrada a las tumbas de Jety y Baqet III.
Las tumbas están excavadas en la roca al este del río, y son similares a otras de la
misma época. La mayoría tienen una disposición similar, con una entrada tallada en la
roca y una sala grande con columnas. Los decoradores representaron tanto la biografía
del muerto como otras escenas.
465
De los treinta y nueve hipogeos de la inmensa necrópolis, doce presentan decoraciones
murales de gran interés, representando temas de la vida agrícola y escenas de artesanos
del vidrio, orfebres, etc. Estas decoraciones, típicas del Imperio Medio, son
especialmente notables en la tumba de Jnumhotep II, nomarca de la dinastía XII, donde
se aprecian una caravana de asiáticos, una cacería de patos y la recolecta de higos.
Tumba de Thutmose III, famosa por sus pinturas estilizadas
Tumba de Sethy I, quizás la más hermosa del Valle de los Reyes
466
Tumba de Tutankamón, la más conocida de todo el Valle
Sethnajt
Tumba hipogéo de Tausert y Sethnajt
Userjaura-Setepenra Sethnajt-Meryamonra, o Sethnajt,[1] fue el primer faraón de la
dinastía XX, la última del Imperio Nuevo de Egipto. Gobernó de c. 1186 a 1184 a. C.,[2]
y su nombre de trono, User-Jau-Ra Setep-En-Ra, significa: Poderosa es la
manifestación de Ra, Elegido de Ra.
A su muerte, Sethnajt fue enterrado en la tumba KV14 del Valle de los Reyes, en un
principio destinada a su enemiga, Tausert. Antes había comenzado la construcción de
otro sepulcro, KV11 (después convertido en la tumba de Ramsés III), pero los trabajos
fueron suspendidos cuando, por un tremendo error de los arquitectos, se irrumpió en la
abandonada tumba del rey Amenmeses, KV10, con el consecuente destrozo. Es poco
probable que Sethnajt consintiera en ser enterrado con Tausert, por lo que seguramente
el cuerpo de la reina-faraón sería trasladado a alguna otra parte, si es que llegó a ser
enterrada en el Valle de los Reyes.
Deir el-Medina
A la entrada del Valle de las Reinas y cerca del de los Reyes, se encuentran los restos
del que fuera el más próspero poblado de obreros y artesanos del Antiguo Egipto: Set
Maat "El lugar de la Verdad" (nombre egipcio), Deir el-Medina (nombre árabe),
localidad situada en un pequeño valle en la región tebana, próximo a la colina de Qurnet
Mura, en la ribera occidental del Nilo, frente a Tebas, actual Luxor (Egipto)
Durante mucho tiempo sufrió saqueos debido al expolio de antigüedades, ya que era un
sitio muy conocido por la abundancia, belleza y riqueza de los objetos que se
encontraban en sus cercanías. Sin embargo aún se conservan muchas evidencias
arqueológicas: tumbas, casas, ajuares, que hacen de este lugar el poblado del Antiguo
Egipto mejor conocido.
467
Set Maat "El lugar de la Verdad": ruinas del poblado de artesanos, actualmente Deir elMedina
Historia
Al comienzo del Imperio Nuevo, Tutmosis I, decide abandonar la construcción de
mastabas y pirámides debido a los saqueos a que eran sometidas, y ordena comenzar su
tumba en un lugar más protegido, excavando la ladera de la montaña, fundando Set
Maat (Deir el-Medina) como lugar de residencia para los obreros y artesanos ocupados
en la construcción. Sus sucesores construyeron sus tumbas en el mismo lugar durante
unos 500 años, tiempo durante el cual el poblado estuvo habitado.
Se fundó con dimensiones reducidas: cuarenta casas rodeadas por una muralla, pero
nunca dejó de crecer, alcanzando su máximo esplendor en tiempos de Seti I y Ramsés
II, con cincuenta casas en el interior del recinto amurallado y setenta fuera de él. Fue
abandonado en tiempos de Esmendes I, alrededor del 1170 a. C. Un segundo
renacimiento se produjo con la Dinastía Ptolemaica, pero no llegó a la prosperidad
anterior y pronto fue de nuevo abandonado.
El poblado
Poblado de artesanos, en Deir el-Medina
468
La muralla del poblado delimitaba un área rectangular dentro de la cuál se distribuían
las viviendas a lo largo de una calle que comenzaba en la puerta del recinto y atravesaba
todo el pueblo. El muro posterior de cada edificio estaba adosado a la muralla.
Eran casas de una sola planta, con pavimento de piedra y paredes de adobe,[1] materiales
que compartían con el resto de los edificios, excluidos los templos y tumbas. Se
techaban con troncos cubiertos de hojas de palmera y barro y quedaban separadas entre
sí por un muro.
De planta rectangular, tenían cuatro pequeñas salas, una tras otra: la primera era un
vestíbulo con un altar, y la última parece ser la cocina, ya que en ella se han encontrado
restos de ceniza. De allí partía una escalera para subir a la terraza.
El mobiliario y demás objetos cotidianos, como espejos, juegos de mesa, se conocen
gracias a la tumba del arquitecto Kha y su esposa Merit, que nos ha llegado intacta con
un rico ajuar, aunque probablemente el de los trabajadores fuese más modesto.
Ciudadanos
Conocemos los detalles de su vida cotidiana gracias a los ostracas, trozos de cerámica, o
piedra caliza, usados como soporte para sus anotaciones, al ser el papiro muy caro, que
se han encontrado en el basurero de la ciudad.
Los obreros formaban parte de la base social, junto con los campesinos, pero entre ellos
existían diferencias notables dependiendo de que fueran artesanos, obreros comunes o
desempeñasen alguna labor administrativa: escribas, médicos, etc., además de toda la
gente necesaria para el funcionamiento de la ciudad: todas aquellas labores necesarias
para el autoabastecimiento, incluidas las agrícolas. El Estado deseaba pocos contactos
con el exterior, para mantener toda la discreción posible sobre la construcción de las
tumbas, por lo que suministraba todo lo necesario, inclusive el transporte de agua desde
el río, al estar el pueblo situado en una zona desértica.
Trabajo
Artesanos. Tumba de Nebamun
Antes de dar comienzo a cualquier obra, artesanos y obreros firmaban un contrato en el
que se ajustaba la duración del trabajo y el salario. Este se pagaba en especie, en forma
469
de raciones mayores o menores en función de la categoría de cada cual. Además, las
familias cultivaban pequeñas parcelas y criaban cerdos, cabras y ovejas.
El periodo laboral era de diez días, a razón de ocho horas diarias, y comenzaba al salir
el sol. Al acabar, no regresaban al pueblo sino que pasaban la noche en unas casas
provisionales, levantadas al lado del Valle de los Reyes.
Sólo se podía faltar por enfermedad, por el cumpleaños de la madre o por ausencia de la
mujer, pero en la práctica había toda clase de excusas: cuidar un burro enfermo,
preparar una fiesta, o la muerte de un familiar, motivos todos ellos que, en teoría,
conllevaban una sanción.
Escribas
Seguían de cerca los trabajos y registraban cualquier acontecimiento, el progreso diario
de la obra, el material utilizado, las ausencias al trabajo, etc. Este trabajo se llamaba "El
diario de la Tumba", y lo realizaba el "Escriba de la Tumba" que era el representante del
estado en el poblado. Todos los aspectos burocráticos eran manejados por él.
Médicos
Cofre para los vasos canopos de Tutanjamón
Tenían la obligación principal de mantener en forma a los obreros, aunque también
atendían al resto de la población. Era una tarea realizada por la "Mujer Sabia" que se
creía tenía poderes sobrenaturales y amplios conocimientos (para la época) de medicina.
Obreros
Eran los encargados de excavar las tumbas en la ladera de la montaña. Trabajaban en
cuadrillas divididas en dos grupos, al frente de cada uno de ellos había un capataz y un
ayudante. Dado que algunas galerías alcanzaban los cien metros, se utilizaba
iluminación artificial a base de lámparas de aceite suministradas por el almacén real de
la zona.
470
Los albañiles daban forma a las diferentes estancias, ocultando cuidadosamente el
acceso, para evitar en lo posible el saqueo de la tumba, que ya era una práctica habitual.
Artesanos
Entraban en acción cuando las cámaras estaban listas, siendo responsables de la
decoración. Debían pintar las paredes, la mayoría de las veces con las instrucciones del
Libro de los Muertos, hacer las estatuillas que representaban al rey y a sus criados,
ushebti, y confecionarle todo el ajuar, para utilizarlo en la otra vida, por supuesto,
ricamente decorado.
Ocio
Estela de Irynefer en Deir el-Medina. Museo del Louvre
Cada diez jornadas volvían a sus casas, dedicando el día libre a construir sus propias
tumbas, en las que nos han dejado hermosas pinturas, visitar lugares de culto cercanos o
realizar trabajos por cuenta ajena para redondear ingresos.
Casi todos los trabajadores estaban organizados en cofradías, y aprovechaban los días
libres para reunirse.
Justicia
Las faltas penales las sancionaba el chaty, las laborales los capataces, pero sobre las
demás cuestiones dictaminaba un tribunal compuesto por los propios obreros, siendo el
castigo más aplicado el apaleamiento público.
La primera huelga de la historia
En tiempos de Ramsés III, hacia 1170 a. C., el pago de salarios se retrasó más de lo
acostumbrado, y los trabajadores, empujados por el hambre, abandonaron sus trabajos y
se lanzaron a las calles hasta conseguir sus objetivos.
471
Años después, con Ramsés IX y Ramsés X se repitió la historia.
Resumen
Tumba de Senedyem
Fue un pueblo ocupado por trabajadores bien alimentados que llevaban una vida
relativamente acomodada, y que sólo pagaban el impuesto personal, pero no los
diezmos.
Deir el-Medina tuvo su mejor época con Ramsés II: con la decadencia que comenzó con
la Dinastía XX, la desorganización llegó también allí, hasta el abandono total con la
Dinastía XXI, que trasladó la capital a Tanis en el Delta y abandonó la necrópolis
tebana: Deir el-Medina ya no tenía razón de ser.
Nefertari
472
La reina Nefertari, por la que brilla el Sol
Nefert-Ary, reina egipcia de la dinastía XIX, conocida universalmente por la bellísima
tumba en la que fue enterrada. Fue la gran esposa real de uno de los faraones más
conocidos de la historia, Ramsés II, el Grande, y parece ser que no sólo jugó un
importante papel en el corazón de este hombre sino que fue una brillante mente política.
Orígenes
Una de las grandes incógnitas que rodean a esta reina es su lugar de nacimiento y su
familia. Su esposo, el futuro faraón Ramsés II, se cuidó mucho de ocultarlos, aunque
está claro que la veneración que tuvo en vida, así como algunos de sus títulos
demuestran un origen noble, si no real.
El hallazgo en su tumba del pomo de un cofre en el que aparecía un cartucho del faraón
Ay no hizo más que aumentar las sospechas de que Nefertari estuviese emparentada con
la extinta dinastía XVIII, cosa que también parecía corroborar su propio nombre,
heredero de la matriarca ya divinizada, la reina Ahmose-Nefertari. De ser así, es
probable que Nefertari proviniese de la ciudad sureña de Ajmin, y de que Ay, cuyo
nombre estaba siendo perseguido por los faraones de la dinastía XIX, incluido el propio
Ramsés II, podía haber sido su bisabuelo, su abuelo o su tío.
Suponiendo que Nefertari estuviese emparentada con la dinastía XVIII y con la línea de
Ahmose-Nefertari, bien podía haber sido hija o nieta de Najtmin, a su vez hijo de Ay, o
incluso podía ser la hija de la fantasmal reina Tanedyemy, cuyo papel aún no está claro,
pero que podría haber sido nieta de Ay, hija de Horemheb y esposa de Sethy I. De ser
así, Ramsés II y Nefertari habrían sido hermanastros.
Gran Esposa Real del "Hijo de Ra"
Nefertari se casó con el príncipe heredero Ramsés cuando aún ambos estaban en la
adolescencia, alrededor de los quince años de edad. Por aquellos años Ramsés aún no
había sido designado corregente, y ya estaba casado con una mujer más, Isis-Nefert,
cuyo papel pronto desplazaría Nefertari.
Al asumir el trono Ramsés II ya tenía varios hijos tanto de Nefertari como de IsisNefert, y ascendió a ambas al rango de grandes esposas reales. Sin embargo, Nefertari
fue la reina por excelencia, su particular carisma y el profundo amor que le profesaba
Ramsés II sumieron en la sombra a todas sus rivales, y la convirtieron en la mujer más
importante del reino, por encima incluso de la reina madre Tuya.
Mas Nefertari no fue sólo la esposa bienamada de su rey. Fue una verdadera mujer de
estado, que propició el cese de hostilidades entre Egipto y el Imperio Hitita con sus
cartas de paz al emperador Hattusil III y a su esposa, la también influyente emperatriz
Putuhepa. Conocida en aquellos lugares como la reina Naptera (una deformación de su
473
propio nombre), propiciaría la paz entre las dos potencias del momento, papel que la
acabaría de consagrar al lado de su amante marido.
Titulatura
Abu Simbel: estatua de Nefertari, junto a Ramsés II, con su nombre grabado en un
cartucho
Nefertari, como se ha visto antes, no se contentaría con habitar en el harén real y dar
hijos a su marido. Como hizo cien años atrás la reina Tiy, asumió un papel político y
religioso que no volvería a alcanzarse por ninguna mujer hasta los tiempos de Cleopatra
(exceptuando a la efímera faraona Tausert). Ramsés II aceptó e incluso promocionó
esto, y la gran esposa real Nefertari, fue, entre otras cosas:
•
Señora de las Dos Tierras; que podría decirnos que Nefertari asumiría la
regencia mientras su marido participaba en la guerra contra los hititas o en sus
campañas contra los nubios.
•
Señora de todas las tierras; título muy infrecuente, que elevaba a Nefertari a un
estatus paralelo al del faraón.
•
Esposa del dios; aunque por entonces sus funciones y su poder no tenían nada
que ver con la importancia que adquirió en tiempos de la dinastía XVIII,
Nefertari ostentó un título que en su tiempo ya habían llevado Ahmose-Nefertari
o Hatshepsut.
•
Princesa Heredera; que parece confirmarnos un origen real.
•
Por la que brilla el Sol; el título más hermoso que poseyó, único en la historia
egipcia, y símbolo del amor de Ramsés II por su esposa.
Aunque, sin lugar a dudas, el título mejor conocido de Nefertari, sería el que le
acompañaría ya siempre como un segundo nombre, el de Amada de Mut. Así, no es de
474
extrañar que muchas veces aparezca con el nombre de Nefertari-Merienmut (NefertAry Merit-En-Mut).
Abu Simbel
Templo de Hathor de Abu Simbel
Resulta insólito que un monarca siempre tachado de megalómano y egocéntrico como
fue Ramsés II tuviese una debilidad tan clara como la que sentía por Nefertari. No sólo
la colmó de honores en vida, sino que además se aseguró de que fuera conocida durante
toda la eternidad. En la mayoría de las estatuas en las que aparece Ramsés II suele venir
acompañado por Nefertari (aunque de mucho menor tamaño que su marido), y, lo que es
más importante, tuvo el inmenso honor de ser deificada en vida, algo impropio de una
gran esposa real.
El mejor testimonio del amor de Ramsés II y de Nefertari es el templo más pequeño de
los dos que hay en Abu Simbel. Mientras que el mayor estaba dedicado a Amón, RaHorajty, Ptah y Ramsés deificado, el menor era exclusivamente de la diosa Hathor,
personificada en la figura de Nefertari. Sólo hay que ver la dedicatoria de la entrada de
ese bello templo, lleno de imágenes de Nefertari y de sus hijos, para comprobar lo que
sentía el faraón por su reina:
[...] Una obra perteneciente por toda la eternidad a la Gran Esposa Real NefertariMerienmut, por la que brilla el Sol.
Meritamón
Otras formas de nombrarla: Meryetamen, Meritamun...
475
La reina Meritamón, hija y esposa de Ramsés II.
Reina egipcia de la dinastía XIX, vivió durante los años 1280 a 1220 a. C.,
aproximadamente. Se cree que era la cuarta de las hija de Ramsés II, y la primera de las
nacidas de su favorita, la bella reina Nefertari. No se la debe confundir con otras reinas
o princesas que portaron su mismo nombre, como es el caso de Ahmose-Meritamón
(hija de Ahmose) y Meritamón (hija de Thutmose III).
Meritamón nació poco antes de que su padre asumiera el trono en solitario o en sus
primeros años de reinado. Tenemos escasos datos acerca de esta princesa y después
reina de Egipto, pero sabemos que cuando murió su madre, que era la esposa favorita y
la más amada del faraón (durante el año 24 o algo después, cuando Meritamón aún no
alcanzaría los treinta años), éste se casaría con su hija. No debe sorprendernos la
práctica del incesto real en la familia real egipcia: aunque era una práctica poco usual,
hubo algunos casos, como Amenhotep III (quien se casó con al menos tres hijas suyas),
Ajenatón (en su caso pudieron ser de dos a cuatro) y el propio Ramsés II, que tuvo aún
más esposas-hijas. Sin embargo, sólo tres de éstas hijas reales serían ascendidas al rango
de Gran Esposa Real, y una de ellas, quizás la primera fue Meritamón.
La primera mención importante en la que aparece Meritamón convertida en reina es en
la fundación de los dos hermosos templos de Abu Simbel. La opinión más general es
que en aquel momento representó las funciones de la gran esposa real Nefertari,
destinataria de uno de los templos, quien se encontraría enferma o ya habría muerto.
Sería ya desde este momento en el que Meritamón acabaría por asumir todas las
funciones que tuvo en vida Nefertari y se convirtió en la mujer más poderosa de la
segunda generación de esposas del rey.
Al igual que Nefertari tuvo un rival en Isis-Nefert, es probable que Meritamón la tuviera
en la hija de ésta, Bint-Anat. Las dos hermanas suplantaron los papeles de sus madres al
desaparecer ellas, y se convirtieron en las reinas más importantes de Ramsés II. No
obstante, parece ser que Meritamón tuvo un papel más importante, o al menos más
independiente, pues se piensa que residía durante mucho tiempo en el templo de Amón
476
en Karnak, como lo muestran sus títulos de Cantora de Amón, Superiora del Harén de
Amón, o La que toca el sistro para Mut.
No hay tantos vestigios históricos de Meritamón como de Nefertari, pero uno de los más
bellos es una estatua conocida como La Reina Blanca, admirada aún hoy por todos. El
templo en el que más veces aparece es el de Abu Simbel, junto a su padre, a su madre y
a sus hermanos y hermanas. Tampoco se le conoce ningún descendiente, aunque es
posible que sí los tuviera, pues se sabe que el matrimonio de Ramsés II con sus hijas no
fue sólo ritual (la reina Bint-Anat tuvo al menos una hija).
Desconocemos la fecha exacta de la muerte de la gran esposa real Meritamón, la amada
de Ramsés II, y la viva imagen de Nefertari, pero tuvo que ser en los últimos años del
largo reinado de su padre. Muy pocos de los primeros hijos del faraón, como Merenptah
y Bint-Anat lograrían sobrevivir a su nonagenario progenitor. Meritamón fue enterrada
en la tumba QV68 del Valle de las Reinas, pero su momia aún no ha sido hallada.
El Periodo amarniense designa una etapa de la historia de Egipto durante la cual el
faraón Akenatón reinó en su nueva capital, Ajetatón. El nombre árabe del sitio es Tell
el-Amarna, de ahí el nombre del periodo amarniense.
En el plano religioso, este periodo estuvo marcado por un conjunto de reformas únicas
en la historia del anciano Egipto: "el rey herético" proclamó la supremacía del dios solar
Atón, cerró los templos del dios tebano Amón, prohibió el culto de los dioces
tradicionales y confiscó los bienes del clero a favor del Estado.
Al mismo tiempo, abandonó Tebas, la capital religiosa, y edificó su nueva capital en un
lugar desértico en el Egipto Medio, en Tell el-Amarna. La corte, al igual que la
cancillería real se trasladaron a Ajetatón y los notables que siguieron al rey a su nueva
capital hicieron cavar sus tumbas en los acantilados que rodean el lugar. Construida con
prisa y en gran parte con ladrillos crudos, la ciudad no resistirá al tiempo, ayudado por
los sucesores de Akenatón, que buscarán borrar todo trazo de la herejía amarniense.
En lo que respecta al arte, el periodo amarniense constituye una ruptura con el pasado:
el arte amarniense se caracteriza por una representación de los personajes, sobre todo de
la familia real, que se califica de expresionista o de caricaturesco. Esta representación
contrasta con una representación delicada de la naturaleza, un naturalismo dónde
abundan las plantas, las flores y los animales.
Templo de Luxor
477
Templo de Luxor
El templo de Luxor, situado en el corazón de la antigua Tebas, fue construido
esencialmente bajo la XVIII y la XIX distanía egipcia. Estaba consagrado al dios Amon
bajo sus dos aspectos de Amon-Ra. Las partes más antiguas actualmente visibles
remontan a Amenofis III y a Ramsés II. Seguidamente, nuevos elementos fueron
añadidos por Chabaka, Nectanebo I y la dinastía ptolemaica. En época romana, el
templo fue parcialmente transformado en campo militar. El edificio, uno de los mejores
conservados del Nuevo Imperio egipcio, aún mantiene numerosas estructuras. Además
del gran pilono, el visitor puede también atravesar dos grandes peristilos y la columnata
monumental que enlaza estos dos patios. El santuario propiamente dicho, residencia del
Amon de Opet, al igual que las salas que le preceden conservado una gran parte de sus
baldosas.
478
Historia y desarrollo del templo de Amon-Min
Entrada del pilono del templo de Luxor: Colosos de Ramsés II
La construcción fue ordenada por Amenofis III a su arquitecto Amenhotep (hijo de
Hapu). Éste último edificó un templo completo: naos, santuario de la barca, sala de
ofrendas y antecámara[1] , esta última flanqueada de capillas destinadas a la triada
tebana[2] . Todo está precedido de una sala hipóstila abierta a un gran patio cuadrado, el
« patio solar », rodeado por tres de sus lados de una doble hilera de sesenta y cuatro
columnas papiriformes. Las salas de culto, al igual que el hipostilo se elevan sobre una
plataforma con una gran inscripción dedicatoria.
El conjunto, con proporciones imponentes pero armoniosas, fue completado por una
columnata procesinal de acogida de unos veinte metros, formando un grupo
monumental que marcaba la entrada del templo. El programa arquitectónico extendió
probablemente en tres fases sucesivas y ocupó todo el reinado.
Como hizo en Karnak para el patio de su padre, Amenhotep III destruyó sin duda un
templo más antiguo delante del cual debía encontrarse la capilla edificada por
Hatshepsut. De hecho, la estructura interna está en parte constituida por bloques
reutilizados provenientes de un edificio anterior. Difícilmente accesibles, estos bloques
son todavía visibles en las partes este del templo que fueron alteradas en la época grecoromana. Aquí se ha encontrado cartuchos de Tutmosis IV.
Ejecutado en el más puro estilo de la XVIII dinastía egipcia, el Opet del sur constituye
un raro ejemplo de edificio divino del Nuevo Imperio bien preservado, aunque los
muros que rodean las diferentes partes del monumento se hayan derrumbado o hayan
479
sido reutilizados en épocas posteriores - lo que nos permite admirar las columnas
después del exterior del monumento.
El templo fue descuidado, incluso maltratado durante el reino del faraón « herético »
Akenatón. Los trabajos recomenzaron bajo Tutankamón y Ay, quienes acabaron la
decoración de los muros de la columnata procesinal añadiendo especialmente las
escenas de la Fiesta de Opet.
La gran columnata de Amenofis III
Ramsés II, el otro gran constructor en Tebas, añadió el Pilono, cuya plaza estaba
adornada con seis colosos de Ramsés II, cuatro de pie y dos sentados, todos a su
nombre, además de dos obeliscos y un segundo patio con pórticos, de un estilo típico de
la XIX dinastía, con sus columnas macizas que recuerdan a las del hipostilo de Karnak.
Aquí lo adornará también de colosos alternando con las columnas mientras que otros
dos colosos sentados, con su imagen, precedían la entrada de la columnata procesinal de
Amenhotep III.
Para edificar este nuevo patio, el arquitecto de Ramsés tuvo en cuenta la existencia de
una triple capilla de Hatshepsut, lo que explica que el eje del monumento esté dirijido
hacia Karnak. No se percibe a primera vista, pero es imposible de obtener desde el
pilono una vista axial del templo, ya que la perspectiva está rota. El conjunto está sin
embargo muy bien concebido para que esta particularidad afecte a la armonía de las
proporciones; incluso los obeliscos, de medidas diferentes, fueron emplazados
desfasados de tal manera que cuando tenemos el pilono en frente la diferencia no se
note.
480
Los dos obeliscos fueron ofrecidos en 1830 a Carlos X de Francia por Mehemet Ali,
pero sólo el de la derecha será finalmente derribado y transportado hacia Francia. JeanFrançois Champollion será quien elija, por mandato del rey, el primero de los dos
obeliscos, en parte cubiertos de arena. La leyenda dice que se decidió por el de la
derecha, entrando en el templo, el más pequeño y el más dañado. El obelisco fue erigido
con una gran fiesta en París, dónde se erige después de 1836 en el centro de la plaza de
la Concordia. En agradecimiento, Luis Felipe I de Francia ofreció un reloj que hoy día
adorna la mezquita de Mehemet Ali en el Cairo, pero se estropeó en el camino y nunca
funcionó. El segundo obelisco, que nunca dejó Egipto, fue oficialmente « devuelto » por
Francia en 1981, al principio del premier septenato de François Mitterrand.
El agrandamiento del templo continuó en el periodo tardío de Egipto. Los faraones
nubios de la XXV dinastía añadieron el muro de cerco además de un grupo
arquitectónico de columnas formando un prepatio. El cerco fue reacondicionado o
restaurado por Nectanebo II en la XXV dinastía, al igual que todos los templos de
Tebas. Ellos construirían igualmente la avenida de esfinges que unía Luxor a Karnak,
además de un pequeño templo dedicado a Isis[3] .
Tebas parece haber sido abandonada sino maltratada por los conquistadores sirios y
persas, y el desarrollo del templo fue abandonado. Alejandro Magno reacondicionó la
sala de la barca, haciendo elevar las cuatro columnas que sostenían el techo. Todavía se
puede ver el emplazamiento de las bases de estas columnas sobresaliendo en los
primeros cimientos de esta capilla. Esta forma, con la capilla que Filipo III de
Macedonia hizo construir para el templo de Amon-Ra en Karnak un ejemplo
irremplazable de arquitectura divina de este periodo de transición histórica para la
ciudad de Tebas.
De igual manera, desde el comienzo de la época griega, se puede constatar cuanta
atención aportaron los primeros monarcas de la nueva dinastía a los santuarios de la
ciudad santa.
Finalmente, en la época romana, el templo fue particuliarmente convertido en campo
militar. En esta ocasión, los sacerdotes enterraron piadosamente una serie de imágenes
divinas y reales en una favissa[4] que habían habilitado en el gran patio solar de
Amenhotep III[5] . Estas estatuas, siendo algunas únicas en su género, fueron
descubiertas en 1989 y están actualmente expuestas en el museo de Luxor.
En su versión final, el templo de Luxor medía más de 260 metros de largo y 50 metros
de largo.
481
Luxor y el urbanismo religioso de Tebas
Avenida de esfinges en Karnak
El templo de Luxor es de alguna manera el complemento meridional del gran templo de
Amón en Karnak, en la medida en que estaba dedicado a la triada tebana, pero sobre
todo a Ka y a la forma progenitora del dios dinástico bajo el aspecto de Amón-Min.
Situados a un poco más de dos kilómetros el uno del otro, los dos templos estaban
unidos por un dromos bordeado de setecientas esfinges con cabeza de carnero[6] y de
estaciones o capillas donde se paraban las barcas de la triada tebana en la gran Fiesta de
Opet. Bajo el reino de Nectanebo I, esta avenida ceremonial fue completada por
esfinges con cara humana (androesfinge) del lado del templo de Luxor. El dromos
constituía la articulación principal de la ciudad que atravesaba de norte a sur
dividiéndola en un barri oeste que bordeaba el Nilo dónde se encontraba el puerto, los
barrios populares y el de los artesanos, y un barrio este probablemente más residencial
que se extendía entre los grandes templos y contenía numerosos santuarios repartidos a
lo largo de las grandes avenidas adoquinadas que cuadriculaban la ciudad.
Construido alrededor del santuario de Amon-Min y de la capilla que acogía la barca
sagrada que portaba la efigie de Amón durante su salida anual. En ella el dios dejaba su
residencia en Karnak en compañía de su esposa Mut y su hijo Jonsu, el dios lunar, para
ir vía fluvial a Luxor. Allí, el dios alcanzaba su forma fértil, Amon-Min. Entonces, al
final de la alegría que duraba once días originalmente[7] , volvía, siempre en compañía
de su familia divina, a Karnak, esta vez por el gran dromos. La ceremonia estaba
encabezada por el faraón en persona, que presidía también el ciclo de renovamiento
eterno simbolizado por la llegada de la crecida del Nilo[8] .
El templo sufrió las exaltaciones del periodo amarniense, ya que era el edificio central
que ocupaba la vieja divinidad de Tebas. Los faraones que siguen a Akenatón se
dedicaron a atenuar las cicatrices restaurando, algunas veces torpemente, los relieves
estropeados, pero el amartillamiento de las formas divinas fue tan duro que las trazas
son todavía visibles en los arquitrabes de la gran columnata dónde el nombre y la
imagen de Amón habían sido borrados del cartucho de Amenhotep.
El templo de Luxor era por lo tanto un elemento esencial del urbanismo religioso de
Tebas además de para la teología amoniense, a tal punto que mientras que los faraones
de la XXI dinastía eligieron Tanis como nueva capital, quisieron edificar su ciudad con
482
el mismo modelo previendo en el sur del conjunto un nuevo templo dedicado a Amón
de Opet, el cual también estaba unido al templo consacrado a Amón-Ra al norte.
Avenida de esfinges en la entrada del templo de Luxor
Luxor, lugar de culto milenario
Como los otros santuarios de la ciudad, Luxor recibió una atención relativa de la parte
de los últimos Ptolomeos a quienes podemos atribuir el pequeño templo de Serapis que
acoge al visitor que sale el dromos. Es a partir de la época romana cuando el "declive"
del templo comienza. De hecho, desde los primeros años de la kratesis[9] , una
guarnición romana se instala en Luxor. Una capilla en honor de Augusto es habilitada
en la habitación del rey divino y, en esta ocasión, el acceso a las salas es modificado,
siendo la función inicial de templo transformada irremediablemente. Las puertas axiales
son tapiadas y un ábside es creado para albergar la estatua del emperador.
Seguidamente, una nueva decoración es realizada en las paredes de la sala por medio de
una capa de estuco pintado con figuras en un estilo puramente greco-romano. Hoy día,
estos frescos, que estaban todavía visibles hace una decena de años, resisten mal a la
subida de la capa freática que amenaza el lugar, haciendo que el estuco se caiga poco a
poco, dejando ver los relieves de la XVIII dinastía, cuviertos desde hace 2000 años.
En el III siglo de nuestra era, el templo de Luxor es transformado en castrum,
albergando la legión encargada de defender los limes situado al sur en Asuán contra los
blemios, pueblo nómada. El muro es reconstruido y se le añaden puertas fortificadas
reutilizando elementos del templo. Se llega incluso a cortar un coloso de Ramsés II para
obtener bloques destinados a servir de dintel y de arquitraves a las puertas que
defienden la fortaleza[10] . Una verdadera ciudad de guarnición se desarrolla en el
interior del recinto, con sus vías cortandose en ángulo recto y delimitando los barrios o
insulae[11] , en los cuales son edificados el Foro romano y basílicas. El templo,
convertido en santuario romano, devía entonces albergar las estatuas del culto imperial.
Cuando el imperio romano acoge el cristianismo, se construyen numerosas iglesias en el
recinto, una en el patio de Ramsés II. Todavía se puede ver un tabique, constituido de
gruesos bloques provenientes sin duda de los muros desmantelados del temploo de
Amenofis III. Seguidamente, los conquistadores musulmanes construyeron encima de la
iglesia una mezquita en honor del santo local, Abu el-Hagag, dónde están conservadas
sus reliquias[12] .
483
Por todo ello, Luxor es uno de los más antiguos lugares de rezo del mundo. De hecho, la
práctica de la fe en este lugar ha sido practicada ininterrumpidamente durante más de
3500 años: extraña persistencia de un lugar de culto en el que el esplendor no ha cesado
de acompañar al visitor, a pesar de los sobresaltos de la historia del hombre. A algunas
horas del día, y sobre todo los viernes, la llamada al rezo del muecín resuena entre las
columnatas de estas viejas ruinas, con algo romántico, de Tebas
Atón
Atón era una deidad solar del AntiguoEgipto que representaba al disco solar en el
firmamento. Se le consideraba el espíritu que alentaba la vida en la Tierra, en la
Mitologíaegipcia.
Atón desplegando sus rayos sobre Ajenatón y su familia
Nombre egipcio: Aten. Nombre griego: Atón
EL ARTE MESOPOTAMICO
Templo de Eridú
Fecha: V Milenio
En torno a este templo de un dios desconocido se creó una floreciente cultura. En él se
han localizado diecisiete estratos de otros tantos templos superpuestos y sepultados
luego por una torre escalonada (u-nir) levantada por el rey neosumerio Amar Sin (20462038). En su mayoría, tales templos fueron diseñados con modestas proporciones,
semejantes a las de una vivienda, construidos todos ellos con adobe. En azul, aparecen
marcadas las plantas halladas en el nivel XV y en negro las del nivel XVI.
Uruk
Situación de las ciudades de la antigua Mesopotamia. Uruk se encuentra en el sur.
485
Uruk (sumerio Unug, bíblico Erech, griego Orchoë y arábe Warqa), fue una antigua
ciudad de Mesopotamia, situada en la ribera oriental del río Eufrates, surcada por el
antiguo canal Nil, en una región de pantanos a 225 km al SSE de Bagdad. La teoría de
que el nombre moderno Iraq deriva del nombre Uruk no está corroborada.
En su apogeo, hacia el III milenio a. C., Uruk tenía una zona amurallada de unos 5,5
km², siendo la mayor ciudad del mundo en esa época. Según la tradición sumeria, fue el
hogar de Gilgamesh, héroe de una las obras literarias más antiguas de la historia: el
poema de Gilgamesh. De él se decía que construyó el templo de Eanna y las murallas de
la ciudad. Uruk fue probablemente lugar del nacimiento del sello cilíndrico así como del
nacimiento del cálculo y la contabilidad.
Historia
Los restos más antiguos que se conservan de Uruk (niveles XVIII-XVI) están datados
entre 5300 a. C. y 4574 a. C. mediante la prueba de carbono 14[1] y pertenecen, por las
características de su cerámica al período de El Obeid. Entre las fases XVI y IX (V
milenio a. C.) se observa un período de transición cuya denominación no está fijada.
Es a partir del nivel X (3800 a. C.) cuando se empiezan a encontrar rasgos claramente
característicos de un nuevo período: el llamado período de Uruk. Algunas de sus
características son: una cerámica de paredes finas y gruesos "labios" biselados; la
difusión del sello cilíndrico: un rodillo de piedra con diseños grabados en su superficie
que, al hacerla rodar sobre el material fresco, imprime las imágenes; y una monumental
arquitectura.
A los grandes edificios de Uruk de esta etapa se les ha dado la denominación de
templos, si bien no se puede asegurar el uso que tuvieron, pudiéndose haber tratado de
palacios.[1] En el nivel IV se aprecia una rápida sucesión de edificios que se
construyeron, sustituyéndose los unos a los otros en cortos espacios de tiempo. De los
cuales destacan los Templos D y E, de gran tamaño y monumental arquitectura, que,
inexplicablemente, fueron cuidadosamente desmantelados, sepultando sus objetos en
cámaras construidas para tal pretexto, sobre las cuales se edificaron nuevos palacios.
Pasado el período Uruk, en los períodos Jemdet-Nasr y Dinástico Arcaico la ciudad
siguió creciendo, alcanzando su máxima extensión hacia principios del III milenio a. C.
coincidiendo con la construcción de una impresionante muralla. Sin embargo, existen
indicios de que este aumento de población trajo problemas sociales que pudieron ser
sofocados mediante la violencia: la destrucción "ritual" de los templos del nivel IV; la
proliferación en los sellos cilíndricos de imágenes con prisioneros y la gran cantidad de
armamento encontrado en estos niveles.[1] Oppenheim afirma que:
En Uruk, en la zona sur de la Mesopotamia, la civilización Sumeria parece alcanzar su
cúspide creativa. Esto se encuentra indicado repetidas veces en las referencias a esta
ciudad en textos religiosos y, especialmente, en textos literarios, incluyendo aquellos de
contenido mitológico; la tradición histórica preservada en la lista de reyes sumerios lo
confirma. El centro del poder político se desplaza posteriormente de Uruk a Ur.
486
Perdida la hegemonía, Uruk continuó siendo una ciudad importante y un centro
religioso de primer orden en los siguientes siglos. En el I milenio a. C. vivió otra etapa
floreciente y, aún en el período Seléucida era hogar de una importante comunidad de
astrónomos.
Sociedad
Sello cilíndrico e impresión: grupo de ganado en un campo de trigo. Caliza,
Mesopotamia, período de Uruk. El sello cilíndrico estaba formado por una piedra u otro
objeto de material duro de forma cilíndrica en el cual se tallaban motivos decorativos.
Este sello podía hacerse rodar sobre ladrillos de arcilla aún blandos, grabando así sus
motivos en ellos.[2] Museo del Louvre, Department of Oriental Antiquities.
En Uruk se encuentran por primera vez tablillas de arcilla con muescas que demuestran
la existencia de una contabilidad, lo cual puede interpretarsecomo un paso previo a la
elaboración de la escritura.[2] El sello cilíndrico aparece entre los niveles V y IV.[2]
No se conoce con certeza hasta que punto estaba jerarquizada la sociedad de Uruk. Se
han propuesto varios modelos diferentes. Así, el arqueólogo checo Petr Charvát
defiende que se trataba de una sociedad básicamente igualitaria lo cual se demostraría
entre otras cosas en el carácter abierto de los edificios centrales de la ciudad, alejados de
ser palacios cerrados y rodeados de plazas y foros, recordando al aspecto de las polis
griegas posteriores. Otros autores, como Pollock, defienden que el gobierno de Uruk era
básicamente autoritario y que la supremacía de ésta sobre el resto de regiones fue
lograda mediante la fuerza.[1]
La visión de la sexualidad en los períodos previos a la escritura no se conocen con
detalle; sin embargo, el acto sexual es mostrado en algunos sellos cilíndricos, por lo que
no parece que se tratase de un tema tabú. Sí se tienen referencias más tardías de las
prácticas sexuales habituales en la ciudad, la cual, al estar dedicada a la diosa Ishtar,
parece que amparaba las prácticas homosexuales o transexuales y la promiscuidad. Así,
en el poema babilonio de Erra se critica duramente la actitud de un rey de Uruk, que no
trata con suficiente amabilidad a "prostitutas, cortesanas y busconas [...] a los chicos
alegres que cambiaron su masculinidad por feminidad" ya que estos con sus actos
veneran a la diosa. Parece que el hecho de que los jóvenes durmieran en sus propias
camas era algo preocupante y la copulación en las calles era una práctica habitual. El
papel de la prostitución no está claro, y una posible función ritual ha sido discutida.[1]
487
Mitología
El matrimonio de Inanna y Dumuzi, al que Inanna mandó a los infiernos por tratar de
ocupar su lugar cuando ella estaba en el inframundo, antes de ser resucitada por Enki.[1]
De acuerdo con la lista de reyes sumerios, Uruk fue fundada por Enmerkar, quien trajo
la sede real con él desde la ciudad de Eanna. Otros reyes históricos de Uruk incluyen a
Lugalzagesi de Umma, quien conquistó Uruk, y Utukhengal.
Según el mito sumerio de Enki e Inanna (en acadio Ea e Ishtar) el dios del agua Enki —
una de las deidades más importantes— ocultaba los me, que eran todas aquellas formas
de conducta y usos sociales necesarios para el funcionamiento del mundo. Pero Inanna,
diosa del amor y de la ciudad de Uruk, quiere llevárselos a su ciudad. Para ello viaja en
barca hacia el apsu, el hogar de Enki, y lo emborracha en la fiesta de bienvenida que
éste le prepara, tras lo cual se lleva los me a Uruk desde donde se difunden.[1]
La Biblia hace referencia a Uruk en numerosas ocasiones: en ella se atribuye su
fundación a Nimrod, del cual se dice que Uruk fue la segunda ciudad que fundó,
después de Babilonia (Génesis 10:10).[3] En Esdras 4:9-10[4] hace referencia a un exilio
de las gentes de Uruk:
9.- [...] las gentes de Uruk, de Babilonia y de Susa -es decir los elamitas-.
10.- y los restantes pueblos que el gran Asnapper deportó y estableció en las ciudades
de Samaria y en el resto de Transeufratina
[4]
Asnapper es generalmente identificado como el conquistador asirio Asurbanipal, quien
llevó a cabo una campaña contra los babilonios del sur; a los cuales, según ese pasaje
habría deportado a Samaria tras la conquista.
488
Arquitectura
Mosaicos en el templo de Inanna de Uruk, actualmente en el museo de Pérgamo de
Berlín
En la ciudad de Uruk destacaban dos áreas dedicadas como centro urbano, bien político,
bien religioso —su utilización no esta clara—: Eanna y Kullab.
Eanna se encontraba en un terreno llano, era el montículo más antiguo y fue a partir del
período de Uruk (3400 a. C.) cuando su arquitectura comenzó a destacar. De esta etapa
es el llamado Templo de los Conos de Piedra —que pese a llamárselo templo no es
seguro que tuviese un uso religioso— que tenía paredes de hasta 3,5 metros de altura de
piedra, unidas por un cemento a base de ladrillo y yeso picado. Estaba formado por una
nave central y dos pasillos rodeados por tres grandes murallas que en conjunto
formaban un área de 28×19 metros, bajo las cuales se encontraba un sótano inaccesible
del cual se desconoce su utilidad. El Templo de Caliza de Eanna V fue construido en
una etapa posterior. Su planta era rectangular y estaba formada por una gran nave
central de 58×9 metros rodeada de una serie de habitaciones con salida al exterior,
quedando completamente accesible desde la plaza pública, y estaba igualmente
construido en piedra. En el nivel IV se contruyeron los templos D y E que como se ha
comentado fueron desmantelados en el nivel III (3200 a. C.). El Templo D era el mayor
de ellos, con unas dimensiones de 45×80 metros, estrechas entradas y nave central en
forma de T. El Templo E contenía una cámara central cuadrada flanqueada a cada lado
por vestíbulos comunicados con el exterior y con la cámara central por numerosas
entradas. Los edificios que se construyeron tras estos en el nivel III siguieron un
esquema bastante parecido.
Kullab se levantaba en una región inclinada y abrupta. En sus fases más tempranas
contenía una serie de estructuras simétricas. En este montículo, cada vez que se
realizaba una nueva construcción se sepultaba la anterior, dejándola como cimiento e la
nueva, por lo que ésta quedaba cada vez a mayor altura. Uno de los edificios más
destacados fue el llamado Templo Blanco el cual también termino siendo cubierto por
ladrillos y sepultado.
Inanna
489
El matrimonio de Inanna y Dumuzi, al que Inanna mandó a los infiernos por tratar de
ocupar su lugar cuando ella estaba en el inframundo, antes de ser resucitada por Enki.[1]
En la mitología sumeria Inanna era la diosa del amor, de la guerra y protectora de la
ciudad de Uruk. Con la llegada de los acadios Inanna se transformó en Ishtar. Su
representación era un haz de juncos verticales con la parte superior curvada.
Asociada con el planeta Venus, se le identifica con la diosa griega Afrodita y con la
Astarté fenicia. Entre los acadios fue conocida como Ishtar. Según la mitología sumeria
era hija de Nannar (Sin en acadio, dios de la Luna) y Ningal (la Gran Dama, la luna) y
hermana gemela de Utu, conocido en acadio como Shamash. Su consorte fue Dumuzi
(semidiós y héroe de Uruk).
Mitos
Enki e Inanna
Según el mito sumerio de Enki e Inanna (en acadio Ea e Ishtar) el dios del agua Enki —
una de las deidades más importantes— ocultaba los me, que eran todas aquellas formas
de conducta y usos sociales necesarios para el funcionamiento del mundo. Pero Inanna,
quiere llevárselos a su ciudad, Uruk. Para ello viaja en barca hacia el apsu, el hogar de
Enki. Este, que está advertido de las intenciones de Inanna, prepara una fiesta para
recibirla. Pero inanna aprovecha el convite y emborracha al dios. Cuando se repone,
Enki manda a una serie de demonios para que recumeren lo me, pero Inanni los vence y
finalmente se lleva los me a la ciudad de Uruk desde donde se difunden.[1]
Descenso a Irkalla
En la tradición mesopotámica, otoño e invierno son épocas en las que la tierra recupera
su fuerza y su pureza en contraposición con primavera y verano, épocas de
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florecimiento y fertilidad. En sumeria, esta época (otoño e invierno) se usa con el
mismo fin religioso, recuperar la fuerza y mejorar internamente. Irkalla (tierra del no
retorno) es el lugar al que van, según la tradición mesopotámica, las impurezas, los
malos hábitos, las memorias que se pierden, así como el lugar al que van los muertos.
La muerte, en la tradición mesopotámica, es un estado de purificación y mejora que
conduce a una nueva vida.
En ese contexto cuenta la mitología sumeria que Inanna decidió bajar al inframundo
para enfrentarse a su hermana y deidad opuesta, Ereshkigal. En la lucha Inanna murió,
tras lo cual ningún ser en la tierra tenía deseo ninguno de aparearse: ni hombres ni
animales. Ante esto, Enki crea a unas criaturas sin género que engañan a Ereshikigal
consiguiendo que les entregue el cadáver de la diosa al que aplican el "agua de la vida".
Así Inanna resucita, pero tiene que encontrar un sustituto que ocupe su lugar en
ultratumba. Al volver a la tierra encuentra que su esposo Dumuzi ha ocupado su puesto,
por lo cual es a él a quien envía al inframundo.[1]
Como consecuencia Dumuzi reina durante el otoño y el invierno, mientras Inanna reina
durante la primavera y el verano.
Culto
Tuvo 7 templos en Sumeria a los que se pueden añadir ocho más según otra variante,
aunque el mayor estaba en Uruk: el templo de E-anna, dedicado a ella y a Anu.
La ciudad de Uruk, dedicada a Inanna, tenía entre sus celebraciones varias de ámbito
sexual y violento. Se tienen referencias del poema babilonio de Erra, en el cual se critica
duramente la actitud de un rey de Uruk, que no trata con suficiente amabilidad a las
"prostitutas, cortesanas y busconas [...] a los chicos alegres que cambiaron su
masculinidad por feminidad" así como los portadores de ndagas, portadores de
navajas, chuchilas y pedernal ya que estos con sus actos agradan al corazón de Ishtar.
Parece que el hecho de que los jóvenes durmieran en sus propias camas era algo
preocupante y la copulación en las calles era una práctica habitual. El papel de la
prostitución no está claro, y una posible función ritual ha sido discutida
Zigurat
Un zig-gu-rat (zĭg`ə-răt) es un templo de la antigua Mesopotamia que tiene la forma de
una torre escalonada. El diseño de un zigurat va desde una simple base con un templo
en lo alto, hasta las maravillas matemáticas y arquitectónicas con varias terrazas
rematadas con un templo. La base podía ser de forma rectangular, ovalada o cuadrada.
El núcleo del zigurat –la parte no expuesta a la intemperie– estaba construido de
ladrillos secados al Sol (adobe), mientras que la parte exterior estaba revestida de
ladrillos cocidos, los cuales podían además estar vitrificados en diferentes colores; el
acceso se realizaba mediante escaleras situadas en los lados del zigurat o que ascendían
en espiral hasta la cima. Uno de los mejor conservados es el de Choga Zanbil en el
actual Irán, en el territorio que ocupó el antiguo reino de Elam, el cual sobrevivió a los
ocho años de guerra entre Irak e Irán. El zigurat más antiguo que se conserva es el de
Kashan datado en el 5º milenio a. C.
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Dur-Untash, o Choqa zanbil, construido en el siglo XIII a. C. por Untash Napirisha, es
uno de los zigurats mejor conservados. Se encuentra cerca de Susa, Irán.
Interpretación en CAD del zigurat de Sialk, basado en las evidencias arqueológicas.
Un ejemplo de un zigurat sencillo es el Templo blanco de Uruk, en la antigua Sumer. El
zigurat en sí, sólo es la base sobre la que el templo blanco está construido. El propósito
es acercar el templo al cielo, al cual se accede desde el nivel del suelo por unas
escaleras.
Un ejemplo de un gran y complejo zigurat, es el dedicado a Marduk en Babilonia.
Desgraciadamente, no ha quedado gran cosa de esta gran estructura, ni siquiera al nivel
del suelo, pero las prospecciones arqueológicas y las noticias históricas que de él
tenemos, nos hablan de un zigurat de siete niveles pintados de diferentes colores,
coronado con un templo de bellas proporciones. El templo parece haber estado pintado
de color índigo al igual que el último nivel. Se sabe que había tres escaleras que
llevaban al templo, dos de las cuales (las laterales) sólo ascendían hasta la mitad de la
altura del zigurat.
Etemenanki, el nombre de la estructura, es una palabra sumeria que significa la
fundación del cielo y la Tierra. Probablemente construida por Hammurabi, en su base se
han encontrado restos de anteriores zigurats y otras estructuras. La última fase de
construcción consiste en un revestimiento de 15 m de ladrillo construido por el rey
Nabucodonosor.
Los zigurats fueron un tipo de templo común para sumerios, babilonios y asirios.
Los zigurats no eran el lugar en que se realizaban actos públicos o ceremonias, sino que
se les consideraba la morada de los dioses. Gracias al zigurat, los dioses podían estas
cerca de la gente. Cada ciudad tenía su propio dios o diosa, de la cual era patrón. Sólo
los sacerdotes tenían acceso al interior del zigurat para atender a las necesidades de los
dioses, lo cual hacia de ellos un elemento poderoso de la sociedad.
Se ha sugerido que el zigurat era una representación simbólica del primitivo terraplén
del cual se creó el universo o como un puente entre el cielo y la Tierra. Los sumerios los
concibieron como una eje cósmico, un enlace vertical entre el cielo y la tierra, y entre la
tierra y el mundo subterráneo, así como un enlace horizontal entre las diferentes tierras.
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Siete niveles representan los siete cielos o planos de la existencia, los siete planetas, los
siete metales cada uno de ellos asociado a su color correspondiente.
En total se conocen 32 zigurats; cuatro de ellos están en Irán y el resto principalmente
en Irak. El último que se descubrió es el de Sialk, en Irán.
La bíblica Torre de Babel puede estar basada en los zigurats de Mesopotamia.
Choga Zanbil
Choga Zanbil1
Las ruinas de la Ciudad Santa del Reino
de Élam
Choga Zanbil ( en farsi ‫ )لز‬es un complejo elamita situado en la provincia del
Khuzestán, en Irán. Se encuentra a unos 25 kilómetros al oeste de Dezful, a unos 45
kilómetros al sur de Susa y a 230 kilómetros al norte de Abadán.
Las ruinas de Choga Zanbil fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO en el año 1979.
Historia
Choga Zanbil era un centro religioso del Imperio Elamita, fundado hacia 1250 a. C. por
el rey Untash-Naprisha en la ruta entre Anshan y Susa, con el nombre de Dur-UntashNaprisha (fortaleza de Untash-Naprisha). Rodeada de tres murallas concéntricas, la
ciudad santa fue consagrada al dios nacional de Susa, Inshushinak.
El monumento más importante es un extraordinario zigurat, construido según un
método único: en lugar de estar formado por terrazas superpuestas, los cuatro pisos
están encajados verticalmente. El zigurat ocupa completamente el recinto interior, y fue
construido sobre un templo cuadrado anterior, también erigido por Untash-Naprisha. Es
uno de los dos zigurats que se han conservado hasta nuestros días fuera de
Mesopotamia, y uno de los mejor conservados.
En la zona intermedia se encuentran once templos dedicados a dioses menores. Se cree
los planes originales incluían la construcción de veintidós templos, pero la muerte del
rey interrumpió las obras.
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En la zona exterior, al sudeste, se construyó un barrio real con palacios; las cinco
tumbas reales subterráneas descubiertas bajo uno de los palacios contienen restos
incinerados según una práctica similar a las de los hititas y hurritas, pero que no se
encuentra en la tradición elamita. Es posible que se tratara de una dinastía de origen
extranjero, quizá en relación con grupos primitivos indoeuropeos. Cerca de los palacios
se ha descubierto un templo dedicado a Nusku, dios mesopotámico del fuego.
Figurilla de caolín del segundo milenio adC
Aparentemente, la ciudad propiamente dicha no llegó a ser construida ni habitada; el
sitio fue abandonado rápidamente, quizá debido a la extinción de la dinastía de UntashNaprisha. La mayor parte de las obras de arte realizadas para la ciudad fueron
transportadas a Susa. El zigurat, sin embargo, se mantuvo activo durante varios siglos,
hasta su destrucción por el rey asirio Asurbanipal en 640 a. C. Algunos historiadores
opinan que el gran número de templos y santuarios construidos en Choga Zanbil
significa que Untash-Naprisha pretendía crear un nuevo centro religioso para
reemplazar a Susa y unificar los dioses del alto y el bajo Elam.
Zigurat de Ur
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Reconstrucción informática del Zigurat de Ur
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El Zigurat de Ur (cuyo nombre en sumerio era é-temen-ní-gùr-ru) es un zigurat
enclavado junto a las ruinas de la antigua ciudad sumeria de Ur, en el actual Iraq. Fue
levantado como lugar de culto del dios Nannar (luna en sumerio) Fue construido en el
siglo XXI a. C. por el rey Ur-Nammu. Fue destruido por los acadios y posteriormente
mandado reconstruir por el rey Nabucodonosor II de Babilonia.
Estaba rodeado por su propia muralla de 8 m. Fue parcialmente restaurada a finales de
los años 70. Tiene planta rectangular de 61m × 45,7m y 15m de altura (aunque
seguramente tuvo bastantes mas, perdidos por la erosión…). El interior está
completamente formado por ladrillos de barro. Las paredes del exterior estas hechas de
ladrillos cocidos y betún (cada pared esta orientada hacia un punto cardinal).El acceso
a las plantas superiores se realizaba a través de tres escaleras exteriores que aun se
conservan.
A pesar de sus 4.000 años de antigüedad y del material empleado en su construcción, se
encuentra en muy buen estado de conservación y parcialmente restaurado. La ruina se
eleva 21 metros sobre el desierto sobre el que está edificado. Su planta es rectangular y
llegó a tener siete grandes terrazas de las que sólo se conserva las tres primeras. En la
terraza superior se encontraba el santuario de la diosa. El acceso al mismo se hacía
mediante estrechas escalinatas adosadas a los muros.
Ur
.
Situación de las ciudades de la antigua Mesopotamia. En la zona más meridional, junto
a Eridu, está Ur.
Ur era una antigua ciudad del sur de Mesopotamia. Originalmente, estaba localizada
cerca de Eridu y de la desembocadura del río Éufrates en el Golfo Pérsico. Hoy en día,
sus ruinas se encuentran a 24 km al suroeste de Nasiriya, en el actual Iraq.[1] Según la
Biblia fue el lugar de nacimiento de Abraham.
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Trabajos arqueológicos
Restos de la ciudad de Ur con el Zugurat de Ur-Nammu al fondo. El zigurat fue
restaurado en los años 70 para atraer turistas al área de Nasiriya.
Los restos de Ur forman una colina de ruinas de 12 m de altitud en mitad del desierto de
Iraq, a unos 24 km al suroeste de Nasiriya. Las ruinas eran llamadas por los habitantes
locales Tell al-Muqayyar (montículo de brea).
La primera investigación en la zona fue llevada a cabo por el consul británico en Basora
J. E. Taylor en 1854 por sugerencia del Museo Británico. Ya entonces se encontraron
tablillas que indicaban que los restos pertenecían a la Ur bíblica; sin embargo, esto no
fue suficiente para que se realizasen investigaciones de importancia y poco después se
abandonó el lugar, produciéndose saqueos. Miles de tablillas cuneiformes terminaron en
los mercados de Bagdad y, desde allí, en colecciones privadas.
Tras la Primera Guerra Mundial, Iraq pasó a formar parte del Imperio Británico. Esta
situación fue aprovechada por el Museo Británico, que consiguó establecer
excavaciones en Ur, Eridu y El Obeid entre 1918 y 1919. En 1920, arqueólogos de la
Universidad de Pensilvania al mando de Leonard Woolley tomaron el relevo de los
ingleses. En las excavaciones, que duraron hasta 1934, se encontraron numerosos
objetos de valor, entre el que destacó el contenido de las llamadas Tumbas Reales.[1]
En la década de 1970 el gobierno de Saddam Hussein emprendió la restauración del
zigurat de Ur-Nammu, que se convirtió en uno de los monumentos más importantes de
Iraq.
El Estandarte de Ur fue hallado en una tumba perteneciente a los siglos XXVII-XXV,
en el período Dinástico Arcaico. Representa diversas escenas de la vida cotidiana y de
guerra.
Mari (ciudad)
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Vista parcial de las ruinas de Mari que muestran un zigurat cerca del palacio de ZimriLim.
Mari fue una ciudad antigua situada al oeste del Éufrates en la actual Tell Hariri (Siria).
Estuvo habitada desde el quinto milenio a.C y su etapa de mayor esplendor fue entre el
2900 a. C. y el 1759 a. C., cuando fue saqueada por Hammurabi. En la Biblia, Abraham
pasó a través de Mari en su viaje desde Ur a Harán.
Descubrimiento y excavación
Ebih-II, dirigente del reino de Mari, 2400 a. C., Museo del Louvre.
Mari fue descubierta en 1933 al este del flanco sirio, cerca del límite de Iraq. Una tribu
beduina estaba excavando un montón para construir una tumba donde enterrar un
difunto recientemente fallecido cuando encontraron la cabeza de una estatua. Después
de que esta noticia llegase a las autoridades francesas que en ese momento tenían el
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control de Siria, el informe fue estudiado comenzando las excavaciones en el lugar poco
después, el 14 de diciembre de 1933 por los arqueólogos del Louvre de París. Los
descubrimientos llegaron rápido y el templo de Ishtar era descubierto en solo un mes.
Los arqueólogos clasificaron a Mari como "el lugar más al oeste de la cultura
mesopotámica". Desde el principio de las excavaciones, alrededor de 25.000 tablillas
cuneiformes fueron encontradas.
Mari ha sido excavada cada año desde 1933 (excepto entre 1939-1951). Menos de la
mitad de los 1000 por 600 metros de área de Mari habían sido desenterrados en el 2005.
Aunque los arqueólogos han tratado de determinar cuantos niveles de profundidad
posee, esto no ha sido posible. De acuerdo con el arqueólogo francés Andre Parrot,
"cada vez que comienza una excavación vertical para conocer la historia del sitio bajo al
suelo virgen, se hace algún descubrimiento importante que hace reanudar las
excavaciones horizontales".
Historia
Mari ha sido habitada desde el quinto milenio antes de Cristo, pero su mayor
importancia fue durante el tercer y el segundo milenio adC. La población de Mari era
semita, seguramente formada por la misma migración que la de eblaitas y acadios.
Primera edad dorada
A partir del 2900 a. C. la ciudad floreció debido a que se convirtió en un punto
importante a nivel estratégico entre las ciudades sumerias de la baja mesopotamia y las
ciudades del norte de Siria. Sumer necesitaba materiales de construcción como madera
y piedras del norte de Siria, y estos materiales tenían que pasar por Mari para llegar a
Sumer.
Primera destrucción
Después de este importante periodo, Mari fue destruida alrededor del 2350 a. C. Esta
destrucción llegó en un periodo de declive relativo de importancia en la región en el que
la ciudad había quedado reducida a poco más que un pequeño poblado. Los
historiadores tienen diversas opiniones sobre quien destruyó la ciudad; algunos dicen
que fue Sargón de Acad (quien mencionó que pasó a través de Mari en su famosa
campaña en el oeste), mientras otros dicen que fueron los eblaitas, tradicionalmente
rival comercial de Mari.
Segunda edad dorada
La ciudad revivió de nuevo bajo una dinastía amorrea. Esta segunda edad dorada
comenzó alrededor del 1900 a. C. como fue documentado gracias a dos descubrimientos
arqueológicos importantes. El primero fue el palacio de Zimri-Lim, un rey de Mari, que
tenía aproximadamente 300 habitaciones. El palacio posiblemente fue el mayor de su
época, y tuvo una gran reputación en las ciudades y reinos vecinos. Supuestamente, el
rey Yahmad de Alepo y el rey de Ugarit expresaron su deseo de visitar el palacio y
comprobar su esplendor con sus propios ojos.
498
Una de las tablillas de Zimri-Lim. rey de Mari, que data del 1780 a. C.
El otro descubrimiento importante fueron los archivos estatales donde se encontraron
unas 25.000 tablillas cuneiformes. Según Andre Parrot, "esto ha traído consigo una
revisión completa de la historia del Cercano Oriente antiguo, con más de 500 nuevos
topónimos, que conllevan rediseñar el mapa geográfico del mundo antiguo".
Destrucción final
Mari fue destruida alrededor del 1859 a. C. por Hammurabi. Esto es sabido gracias a las
numerosas tablillas de los archivos estatales que cuentan como Hammurabi traicionó a
su antiguo aliado Zimri-Lim, y lo derrotó en una batalla. Después de esta destrucción, la
ciudad fue habitada por asirios y babilonios, pero su tamaño fue el de una aldea hasta la
llegada de los griegos cuando desapareció de la historia para siempre.
Hammurabi
Estela código de Hammurabi.
499
Hammurabi (también se usan transliteraciones como Hamurabi, Hammu-rapi o
Khammurabi) (1728–1686 a. C. según la cronología corta y 1792-1750 a. C. según la
cronología media, e incluso 1810-1750 AC) fue un rey de Babilonia de la estirpe de los
amorreos, sexto de la primera dinastía babilónica y sucedido por Samsu-Iluna. Algunos
historiadores lo han identificado con el Amrafel de la Biblia, rey de Sinar, pero esta
posición ha caído en el descrédito.[1
Código de Hammurabi
Código de Hammurabi (Museo del Louvre, París)
El Código de Hammurabi, creado en un año 1692 a. C. (según la cronología breve), es
uno de los primeros conjuntos de leyes que se han encontrado y uno de los ejemplos
mejor conservados de este tipo de documento de la antigua Mesopotamia y en breves
términos se refiere a la conocida frase «ojo por ojo, diente por diente». Entre otras
recopilaciones de leyes se encuentran el Códice de Ur-Nammu, rey de Ur (ca.
2050 a. C.), el Códice de Eshnunna (ca. 1930 a. C.) y el Códice de Lipit-Ishtar de Isín
(ca. 1870 a. C.).
Este texto no responde a la acepción legalista del derecho (derecho continental), sino
más bien al derecho jurisprudencial (en inglés common law); recopila de manera
impersonal las decisiones de justicia del rey. A menudo se lo señala como primer
ejemplo del concepto jurídico de que algunas leyes son tan fundamentales que ni un rey
tiene la capacidad de cambiarlas. Las leyes, escritas en piedra, eran inmutables. Este
concepto pervive en la mayoría de los sistemas jurídicos modernos.
Estas leyes, al igual que sucede con casi todos los códigos en la Antigüedad, son
consideradas de origen divino, como representa la imagen tallada en lo alto de la estela
(véase más abajo). De hecho, anteriormente la administración de justicia recaía en los
sacerdotes, que a partir de Hammurabi pierden este poder. Por otra parte, conseguía
unificar criterios, evitando la excesiva subjetividad de cada juez.
500
Historia
Código de Hammurabi (detalle), Museo del Louvre
Al rey Hammurabi (1728 adc – 1686 adc según la cronología breve o 1792-1750 adc
según la cronología media) le pareció que el cuerpo de leyes de su territorio se tenía que
escribir para complacer a sus dioses. A diferencia de muchos reyes anteriores y
contemporáneos, no se consideraba emparentado con ninguna deidad, aunque él mismo
se llama «el favorito de las diosas».
El Código de Hammurabi fue tallado en un bloque de diorita de unos 2,50 m de altura
por 1,90 m de base y colocado en el templo de Sippar; igualmente se colocaron varios
otros ejemplares a lo largo y ancho del reino. El objeto de esta ley era homogeneizar
jurídicamente el reino de Hammurabi. De este modo, dando a todas las partes del reino
una cultura común, se podía controlar el todo con mayor facilidad.
Durante las diferentes invasiones de Babilonia, el código fue trasladado hacia el
1200 adc a la ciudad de Susa (en Elam), actualmente en el Jusistán (Irán). En esta
ciudad fue descubierto por la expedición que dirigió Jacques de Morgan, en diciembre
de 1901. Fue llevado a París, Francia, donde el padre Jean-Vincent Scheil tradujo el
código íntegro al francés. Posteriormente, el código se puso en exhibición en el Museo
del Louvre, en París, donde se encuentra hasta la fecha.
501
Aspecto
Parte superior de la gran estela.
El Código de Hammurabi se presenta como una gran estela de basalto de 2,25 metros de
alto. En lo alto hay un medio relieve que representa a Hammurabi de pie delante del
dios del Sol de Mesopotamia, Shamash, principal de la ciudad súmera de Larsa. Debajo
aparecen inscritos, en caracteres cuneiformes acadios, leyes que rigen la vida cotidiana.
Contenido
Las leyes del Código de Hammurabi, (numeradas del 1 al 282, aunque faltan los
números 13, 66–99 y 110–111) están escritas en babilonio antiguo y fijan diversas
reglas de la vida cotidiana. Norman particularmente:
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la jerarquización de la sociedad: existen tres grupos, los hombres libres o
"awilum", los "mushkenum" (quienes se especula podrían ser siervos o
subalternos) y los esclavos o "wardum".
los precios: los honorarios de los médicos varían según se atienda a un hombre
libre o a un esclavo.
los salarios: varían según la naturaleza de los trabajos realizados.
la responsabilidad profesional: un arquitecto que haya construido una casa que
se desplome sobre sus ocupantes y les haya causado la muerte es condenado a la
pena de muerte.
el funcionamiento judicial: la justicia la imparten los tribunales y se puede
apelar al rey; los fallos se deben plasmar por escrito.
las penas: aparece inscrita toda una escala de penas según los delitos y crímenes
cometidos. La base de esta escala es la Ley del Talión.
Se tratan también el robo, la actividad agrícola (o pecuaria), el daño a la propiedad, los
derechos de la mujer, los derechos en el matrimonio, los derechos de los menores, los
derechos de los esclavos, homicidio, muerte y lesiones. El castigo varía según el tipo de
delincuente y de víctima.
Las leyes no admiten excusas ni explicaciones en caso de errores o faltas; el Código se
ponía a la vista de todos, de modo que nadie pudiera alegar ignorancia de la ley como
pretexto. Cabe recordar, sin embargo, que eran pocos (escribas en su mayoría) los que
sabían leer y escribir en aquella época.
502
Comparación con la ley mosaica
Algunas partes de la Ley Mosaica son similares a ciertas leyes del Código de
Hammurabi, por lo que algunos estudiosos han afirmado que los hebreos derivaron su
derecho del babilonio. Otros especialistas difieren:
Ladrillo con inscripción de Sargón II
Khorsabad, Palacio Real de Sargón II
706 a.C.
Arcilla cocida, estampillada y vidriada.
Alto 12 cm
Inv. 15025.
La inscripción celebra la construcción de la ciudad y del palacio "Sargón, rey del
universo, ha construido esta cuidad: Dûr-Sharrûkin ["La fortaleza de Sargón"] es su
nombre; en su interior él ha hecho este Palacio sin igual"
503
Palacio de Khorsabad
Khorsabad o Dar Sarrukin fue la cuarta capital del reino de Asiria, a 15
kilómetros al noreste de Mosul, donde el rey Sargón II construyó el centro del
reino hacia 717 a.
2001/01/01
Khorsabad o Dar Sarrukin fue la cuarta capital del reino de Asiria, a 15 kilómetros al
noreste de Mosul, donde el rey Sargón II construyó el centro del reino hacia 717 a.c. La
ciudad tenia forma cuadrada y estaba rodeada por una muralla defendida por 150 torres
y que contaba con 8 entradas. El Palacio Real era uno de los monumentos más famosos
de la ciudad. En su interior, albergaba más de 200 dependencias y estaba totalmente
revestida de mármol y relieves en bronce. Fuera de la ciudad, monumentales toros
alados con cabeza humana protegían la entrada a la ciudad. Hoy en día, tanto los
relieves como los toros alados están expuestos en diversos museos por todo el mundo.
Además, un viaducto comunicaba el palacio con el templo de Nabu. Las obras de
construcción de la ciudad duraron nada más que 10 años. Sin embargo, al poco tiempo
de que Sargón II se trasladara a Khorsabad, éste murió y su hijo Sennacherib eligió
Nineveh como centro del reino, abandonado la ciudad de Khorsabad.
Dur Sharrukin
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Sargón II reunido con un dignatario
Dur Sharrukin (literalmente, "Fortaleza de Sargón") fue una ciudad amurallada
mandada construir en 713 a. C. por Sargón II, como capital de Asiria. Pasó a ser la
capital del reino en 717 a. C.
El lugar, 15 km. al noreste de Mosul y 20 km al norte de Nínive, es la actual villa de
Khorsabad, aún habitada por asirios.
La ciudad tenía unas dimensiones aproximadas de 1760 x 1635 metros (fue la capital
más pequeña de Asiria). La longitud de los muros era de 16280 unidades asirias, que
correspondía con el valor numérico del nombre de Sargón. Las tierras de alrededor se
cultivaron para olivos, en un intento de paliar el déficit de aceite de Asiria.
La ciudad fue colonizada en parte con prisioneros de guerra y deportados bajo control
de oficiales asirios que debían asegurarse que éstos eran suficientemente respetuosos
con los dioses y el rey.
A la muerte de Sargón II, su hijo, Senaquerib, trasladó la capital a Nínive, más al sur.
El primero en excavar la ciudad fue el cónsul francés en Mosul, Paul-Émile Botta, en
1843. Botta creía que Khorsabad era la localización de la bíblica Nínive.
Puerta de Istar
505
Puerta de Istar en el Museo de Pérgamo de Berlín.
Fotgrafía de la puerta, ruinas de Babilonia (1932).
La Puerta de Istar (o de Ishtar) era originalmente una de las 8 puertas monumentales
(14 metros de altura por 10 de ancho) de la muralla interior de Babilonia, a través de la
cual se accedía al templo de Bel, donde se celebraban las fiestas propias del año nuevo.
El nombre de Istar lo recibe de la diosa del mismo nombre a la cual estaba consagrada.
Fue construida en el año 575 a. C. por Nabucodonosor II en el lado norte de la ciudad.
Se compone de numerosos ladrillos de adobe, la mayoría pintados de color azul (lo que
la hacía contrastar fuertemente con todos los edificios de su alrededor), mientras que
otros son dorados o rojizos. Éstos últimos se disponen dibujando la silueta de dragones,
toros, leones y seres mitológicos. La parte inferior y el arco de la puerta están decoradas
por filas de grandes flores semejantes a margaritas. La Puerta de Istar contaba
506
originalmente con dos esfinges dentro del arco de la puerta, que se han perdido hoy en
día.
Los restos de la puerta original fueron descubiertos en Babilonia durante las campañas
arqueológicas alemanas de 1902 a 1914. La mayoría se trasladó a Alemania, donde se
reconstruyó la puerta en el Museo Pergamon de Berlín, en 1930, que sigue actualmente
en exposición. Algunos de los relieves originales de leones, dragones y toros se
encuentran actualmente en el Museo Arqueológico de Estambul, el Instituto de Artes de
Detroit, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Instituto Oriental de
Chicago, el Museo de la Escuela de Diseño de Rhode Island y el Museo de Bellas Artes
de Boston.
Durante la dictadura de Saddam Hussein en Iraq, se comenzaron a reconstruir grandes
zonas de la vieja Babilonia, entre ellas la Puerta de Istar, cuya réplica se levantó sobre el
antiguo emplazamiento de la original. El plan era convertirla en la puerta de acceso a un
nuevo museo arqueológico iraquí que nunca llegó a construirse. Actualmente, la réplica
se encuentra bajo la responsabilidad de la 155ª Brigada de Combate del Ejército de
Estados Unidos, cuyo campamento se encuentra dentro de las murallas de Babilonia
La arquitectura Persa
Pasargada
Pasargada1
Patrimonio de la Humanidad UNESCO
La tumba de Ciro II en Pasargada.
Pasargada o Pasargadas (en persa ‫ ) رد‬es el nombre de la primera capital del
Imperio persa aqueménida, situada al sur del actual Irán, en la provincia de Fars, sobre
una estribación oriental de los montes Zagros, y distante unos 100 km hacia el noreste
de la actual ciudad de Shiraz, y unos 87 km al noreste de la que fue posterior capital
aqueménida, Persépolis.
El sitio de Pasargada fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el
año 2004. Abarca una zona de protección de 160 ha y una zona de respeto de 7.127 ha.
507
Historia
Fue la primera capital de la dinastía aqueménida, llegando a ocupar unas 160 hectáreas
en superficie. Fue perdiendo importancia como capital con la fundación de Persépolis, si
bien su cáracter de primera capital la hizo un lugar digno de respeto, unido al hecho de
que en ella se ubicaba la sencilla tumba de Ciro II el Grande, el fundador del imperio
aqueménida, que ha perdurado hasta ahora.
La tumba de Ciro es uno de los dos modelos de tumbas que existieron en el arte persa
del periodo aqueménida. Se trata de una construcción en forma de edículo, con frontón
y cubierta a dos aguas, relacionado con el arte griego de Asia Menor. El otro modelo es
el de la tumba de Darío I en Naqsh-e Rostam, excavada en roca como los hipogeos
egipcios.
Junto a este mausoleo, destacan además la terraza fortificada de Tall-e Takht
y el conjunto arquitectónico palaciego formado por el pórtico de entrada, la sala de
audiencias, los aposentos reales y los jardines, que constituyen no sólo una muestra
excepcional de la primera fase del arte y la arquitectura aqueménida, sino también un
testimonio ejemplar de la civilización persa.
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Enclave arqueológico situado a 90 km. al NE de Shiraz (Irán), sobre la llanura de
Murgab, la ciudad de Pasargada fue fundada por Ciro el Grande (559-530 a.C.) después
de conquistar Media y Lidia, en el lugar donde, parece ser, había derrotado a los medos.
Se supone también que para su construcción empleó a trabajadores de los pueblos
conquistados, ante la falta de conocimiento de los persas sobre el trabajo monumental
en piedra. El resultado fue una ciudadela fortificada, un complejo ceremonial con un
altar-pira, una torre con forma de cubo doble y un jardín con palacios y pabellones, así
como una casa de entrada y la propia tumba de Ciro, uno de los pocos monumentos que
se pueden contemplar en la actualidad. Del resto de construcciones, apenas podemos
admirar la base de algunas columnas, la estructura del salón de entrada al palacio y la
planta de la sala de audiencias. Entre las ruinas, se hallan además algunos bajorrelieves.
Al tomar Darío el trono persa, usurpando el poder a los aqueménidas, decidió levantar
sus palacios en Persépolis, mientras que eligió a Susa como capital del Imperio. En
consecuencia, Pasargada cayó en un lento e inexorable declive.
La Apadana de Persépolis
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La Apadana de Persépolis es la Gran Sala de Audiencias levantada por Darío y su
hijo Jerjes seguramente entre los años 515 y 458 a.C.
Las ruinas actuales muestran el esplendor de esta construcción de planta cuadrada
que mide unos 76 metros de lado. Se conservan algunas paredes que alcanzan
unos 20 m. de altura. El interior de esta sala estaba formado por un verdadero
bosque de columnas, exactamente 36.
La Apadana de Darío I tenía cuatro torres cuya función seria la de salas de guardia.
Se supone que la Apadana podía contener a unas diez mil personas.
A esta gran sala de audiencias se accedía por medio de dos grandes escalinatas por
las que se accedía a los pórticos.
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La Apadana de Persépolis es la Gran Sala de Audiencias levantada por Darío y su
hijo Jerjes seguramente entre los años 515 y 458 a.C.
Las ruinas actuales muestran el esplendor de esta construcción de planta cuadrada
que mide unos 76 metros de lado. Se conservan algunas paredes que alcanzan
unos 20 m. de altura. El interior de esta sala estaba formado por un verdadero
bosque de columnas, exactamente 36.
Tumba de Ciro en Pasargada
Fecha:VI a.C.
Características:
La última morada de Ciro presenta, en su grandiosidad, la misma sencillez que
acompañó al fundador del imperio.
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Vaso de alabastro de Uruk
Vaso de Uruk
Fecha:3200 a.C.
Museo:Museo de Bagdad
Características:92 cm.
Material:Alabastro
Estilo:Mesopotamia
El vaso de Warka, hallado en el complejo religioso del Eanna de Uruk (nivel IIIa-II),
constituye una de las grandes obras del relieve sumerio. De estructura cilíndrica,
presenta en sus cuatro fajas decoradas y en relieve muy plano una procesión alusiva a
una de las ceremonias del año nuevo: la ofrenda de las primicias agrícola-ganaderas a la
diosa Inanna, que aparece en la faja superior rodeada de sus símbolos sagrados.
Arte Sumerio
El arte del periodo sumerio tiene especial brillo en la escultura.
La escultura sumeria tiene una serie de características que la hacen específica y que van a
transmitir:
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Realizan escultura de bulto y de relieve, ambas con las mismas características.
Utilizan como material la piedra caliza o el alabastro yesoso o alabastrín, que da una
mayor finura en la ejecución.
Los temas tratados son de la realidad cotidiana, lo que les da un interés histórico muy
grande. No va a haber la fantasía de Egipto porque la religión no es el centro temático.
Especialmente se tratan temas de la paz o de la guerra, y suelen llevar inscripciones
que las explica.
Las figuras no se estudian como una unidad, sino como un conjunto de partes, por lo
que no siempre hay proporción.
Suelen ser figuras rechonchas que muestran un gusto por las formas angulosas (en los
codos, hombros…)
La cabeza suele estar rapada o con trenzas, muchas veces no tienen cuello y la cara
suele tener grandes ojos y la nariz muy marcada y curva (por ello se les llama "figuras
de perfil de pájaro"). La boca sonríe ligeramente, se dice "expresión del gozo del
orante". Los hombres suelen llevar barba larga.
La postura de los brazos es siempre la misma: los brazos delante del pecho y una
mano, normalmente la izquierda, forma un puño, que coge la otra mano. Esto cambiará
en la época neosumeria.
Su indumentaria suele ser siempre igual: un kaunakes, algo similar a un manto, que en
el hombre va de cintura para abajo y que en la mujer cubre desde los hombros. Es una
piel de animal, normalmente oveja, que a veces llevan por la parte vista de la lana o a
veces con la parte de la piel. La primera aparece llena de curvaturas y es lo más
frecuente, mientras que en la segunda aparece lisa con unos flecos debajo.
En los relieves, las figuras forman frisos y a veces hay simetría. Hay una jerarquización
por tamaños y el fondo es liso, sin paisaje. Al igual que en Egipto, también tiene doble
punto de vista, de frente y de perfil.
Vaso de plata de Enmetena
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Fecha:2500 a.C.
Características:35 cm. altura
Este vaso ovoidal, de alto cuello y con soporte de cuatro patas de cobre (muy alterado
por el óxido), constituye la obra más perfecta de la orfebrería sumeria. Fabricado en
plata, presenta un friso con figuras finamente grabadas a buril, entre las que sobresalen
cuatro águilas representando a otros tantos Imdugud. Fue regalado por Enmetena (24042375) al dios Ningirsu.
Gudea
Nacionalidad: Lagash
Rey 2150 a.C.
La época de Gudea va a suponer el momento de máximo esplendor de Lagash como
bien pone de manifiesto la elevada calidad de la escultura conservada. Gudea dedicó
buena parte de su esfuerzo a la reconstrucción de templos, de cuya decoración formaban
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parte las estatuas halladas. Este programa constructivo se llevó a cabo con mano de obra
elamita y con materiales procedentes de las regiones circundantes, intentando crear un
santuario de máxima riqueza. La actividad constructiva que se desarrolla en esta época
nos indica una estabilidad económica y política destacable ya que las rutas comerciales
eran seguras y el Estado podía consumir productos extraños procedentes de la
importación como cedro, boj o piedras de sillería.
Estela de Naram-Sin
Autor: Autor Anónimo
Fecha:2250 a.C.
Características:105 x 200 cm.
Esta estela, levantada en Sippar para la glorificación de Naram-Sin (2254-2218),
constituye el apogeo del relieve acadio. En una sola escena se conmemora la victoria del
rey y de su ejército sobre los lullubitas, belicoso pueblo de los Zagros. La composición,
presidida por tres símbolos divinos (dos parcialmente estropeados), centra su interés en
la figura del rey, armado y adornado con la tiara de cuernos, el distintivo de los dioses.
Llevada a Susa como botín en el siglo XII a. C. le fue añadida una inscripción elamita,
visible a la altura de la montaña del relieve.
Naram-Sim
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Nacionalidad: Akkad
Rey 2300 a.C.
Tras el asesinato de Manishutusu, accedía al trono acadio su hijo Naram-Sim. En estos
primeros momentos de reinado tuvo que enfrentarse con una potente coalición formada
por más de veinte reyes, obteniendo Naram-Sim un contundente triunfo según nos
cuentan los relatos. Desde este momento el rey acadio impondrá una contundente
política de expansión territorial que le conducirá a realizar un amplio número de
campañas durante los treinta y siete años que duró su reinado. Siria fue conquistada, al
igual que la región de Alepo, la costa mediterránea cercana a Tiro, Susa o el Asia
Menor. Pero los lullubi ni los guti fueron pacificados y estos últimos invadieron desde
las montañas hasta el Golfo Pérsico, destruyendo todo lo que encontraban a su paso.
Naram-Sim mantuvo la integridad territorial de su imperio pero las devastadoras razias
de los guti agotaron los recursos del territorio. Estos hechos y su severidad empañan en
parte el nombre del más importante sucesor de Sargón en el Imperio Acadio que se
debilitaba a pasos agigantados. Sharkalisharri será su sucesor.
Estela de Ur-Namu
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Autor:
Fecha:III Milenio a.C.
Características:3 x 1,5 m.
Sus dos caras están cubiertas por relieves organizados en cinco frisos. En esta imagen
vemos el anverso, en el primer friso aparece el rey -bajo los símbolos astrales de Sin y
Shamash- presentado ante los dioses Sin y Ningal. En el segundo, Ur-Namu celebra una
doble ceremonia ante las mismas deidades entronizadas. En los otros tres, escenas del
proceso de construcción de algún templo religioso. En el reverso aparecen músicos,
sacrificios y adoraciones.
Estela de los buitres sumeria
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Autor:
Fecha:2600 a.C.
Características:180 x 130 cm.
Esta estela procedente de Girsu -hoy Telloh- (hoy sólo restan siete fragmentos) es una
de las obras capitales del Dinástico Arcaico III sumerio. Sus relieves, lamentablemente
mutilados, recogen la campaña de Eannatum de Lagash contra Ush, rey de Umma. En el
anverso (cara mitológica) aparece una diosa -muy mutilada- y el dios Ningirsu, asiendo
el pájaro Imdugud y la red repleta de enemigos. En el reverso (cara histórica) y
dispuestos en franjas aparece entre otras escenas el rey de Lagash al frente de sus tropas,
que derrotan al enemigo.
Esculturas de bulto redondo
Algunas de las mejores obras de la escultura sumeria de bulto redondo son:
Grupo Escultórico de Tell-Asmar
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Es un grupo muy antiguo, es de las primeras esculturas sumerias encontradas.
Este grupo está formado por doce esculturas de pequeño tamaño, dos femeninas y las demás
masculinas. Se encontraron en las ruinas de un templo, quizá se guardaron para esconderlos
de una invasión. Están realizados en alabastrín.
Las figuras son de distintos tamaños y todos están en la misma postura. Los más grandes son
dos figuras, una de mujer y otra de hombre, que se suponen que son el príncipe y una
sacerdotisa (por lo que lleva en las manos) o la espoa del príncipe. Tienen los ojos muy
abiertos en los que se incrustaban conchas o lapislázuli, pero en algunas figuras faltan. Llevan
el kaunakes con la piel vista. Los pies asoman por debajo y están prácticamente sin trabajar.
El Intendente de Ebih-il
Es algo más tardía y es muy representativa. Se trata de una figura sedente que está sobre una
especie de taburete. Es pequeña y rígida y está realizada en alabastro yesoso. No tiene pies.
Viste un kaunakes en el que se ven los vellones de lana, que dan algo de movilidad con sus
curvas y que marcan un contraste con los brazos, que son muy lisos. Presenta formas
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angulosas, especialmente en los codos. Lleva la cabeza rapada y barba. Los ojos son muy
grandes y expresivos, con lapislázuli incrustado y muy contorneados. Sobre los ojos tiene unas
cejas unidas y muy arqueadas, rellenas; esto será muy común y se desarrollará en el
neosumerio. La nariz es grande y la boca pequeña, esbozando una sonrisa. Tiene los hombros
anchos y las manos en la postura característica.
La cortesana o la cantante de Ur-Nansha
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Cumple las mismas características, pero está rota. Está realizada en alabastro yesoso. Está
semidesnuda y se recoge el kaunakes de manera que las piernas, que están cruzadas, quedan
al descubrierto. Tiene la sonrisa más acentuada y el pelo muy simétrico y simple que le cae por
detrás.
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La Gran Sacerdotisa
Es una figura femenina sentada sobre un trono que está trabajado. Lleva el kaunakes visto
desde el cuello. Lleva un tocado sobre la cabeza, que sobresale en altura, es liso y deja ver el
pelo, que está recogido. Los rasgos no están tan marcados como en la cantante.
La dama de Warca
Es muy importante. Posiblemente formaba parte de una escultura de tamaño casi natural, pero
la cabeza sólo mide unos 20 cm. Está realizada en alabastro. Nos da una textura muy fina en el
trazado del rostro. Tiene los ojos huecos y grandes, pero no tan exagerados como en las
anteriores.
Mantiene la forma de las cejas, que también están huecas. Tiene una expresión serena y
tranquila y guarda una mayor proporción. Seguramente llevaría una peluca o un tocado (debido
a la ranura) que no se ha conservado, pero que lo más probable es que fuera de oro, como el
de la reina Puabi o Shubar.
Relieves
Los relieves aparecen en placas conmemorativas, con las hazañas del rey, de carácter
religioso o de la vida cotidiana.
Suelen tener un tamaño pequeño. Normalmente se realizan en piedra caliza y son
bajorrelieves, en dos planos o ligeramente modelados. Las placas suelen ser ligeramente
cuadradas o rectangulares y lo más frecuente es que tuvieran un agujero que hace pensar que
se usaban en algunas ceremonias de carácter religioso, aunque éste no sea el tema, y así este
agujero sería para que se pudiera verter libaciones o la sangre de los sacrificios.
También es posible que fuera para edificios y así se colocarían en la pared. Esto explicaría que
sólo tengan la decoración en un lado.
Estela de Ur-Nina
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Cumple todas estas características. Hay una simetría compositiva y una jerarquización por
tamaños. Hay inscripciones que dicen quiénes son los personajes. Está representado el
momento de la coloración de la primera piedra de un templo. A la izquierda, arriba, aparece el
rey con un cestillo sobre la cabeza. Detrás de él está el copero, en un tamaño mucho más
pequeño, igual que aparece en la franja inferior. A la derecha, todavía en el registro superior,
aparecen sus hijos, un sacerdote y un dignatario, todos en actitud orante.
En el registro inferior el rey está sentado con una copa en la mano derecha celebrando la
construcción del templo. La mano izquierda la tiene sobre el pecho. Detrás aparece el copero y
delante tres hijos del rey y un hombre.
Estela la de los Buitres e Estela de Ennatum
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En esta estela están representados el rey Ennatum y el rey Nigirsu. Es un relieve más plano
que el anterior y realizado en piedra caliza también. Narra una hazaña del rey en relación con
la conquista y la guerra. Se ha perdido una gran parte. Era muy grande, casi un metro y medio,
ya que seguramente estaría al aire libre, y por ello están decorados los dos lados. Uno de ellos
está dividido en frisos: en el superior aparece el monarca dirigiendo a su ejército. En el
siguiente el rey está sobre un carro lanzando un dardo y llevando el carro, y detrás de él el
ejército. Los dos frisos siguientes muestran el campo de batalla lleno de cadáveres a punto de
enterrar y el rey haciendo orar a los dioses. Aparecen buitres devorando a los muertos, de ahí
el nombre de esta estela. En el otro lado aparece el rey Ningirsu q con una mano coge una red
donde están los enemigos y con la derecha una maza.
Relieve de Tell el Obeid
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Apareció fragmentado en Tell el Obeid y se ha colocado así como si fuera un dintel pero no se
sabe cómo estaba realmente. Las columnas son de madera y están recubiertas de mosaicos
de colores con formas geométricas. La parte de arriba está realizada en piedra. El relieve, que
es un altorrelieve, es muy interesante ya que muestra el gran realismo con el que realizaban
los animales, especialmente visible en los ciervos. El águila es leontocéfala, es decir, tiene
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cabeza de león, y tiene cobijados bajos sus alas a los dos ciervos (simetría). No se conoce su
simbolismo, parece que tenía una simbología religiosa aunque en un principio se pensó que
era heráldico.
El estandate de Ur
Tiene forma trapezoidal, está decorado por todos sus lados. Se Llama así porque lo llevaban
con un palo los guerreros encontrados en la tumba, pero otros arqueológicos dicen que era la
caja de un instrumento musical. Está realizado en madera recubierta con lapislázuli y nácar.
Las caras están divididas en frisos y una es una escena de guerra y la otra de paz. Se lee de
abajo a arriba y de izquierda a derecha. Los frisos están separados por una decoración de
motivos geométricos. Es muy interesante por ser un documento histórico: carros, vestimenta,
armas, etc.
En la cara de la guerra aparecen carros llevados por animales. Hay cuerpos desnudos y
tumbados, que son los prisioneros. Los vestidos son los guerreros, que están llevando al rey,
que está arriba, a los prisioneros. En la cara de la paz aparecen los súbditos que llevan
ofrendas que han saqueado a los enemigos al rey. También tiene un sentido procesional. El rey
está sentado con los cortesanos, tomando un banquete. Hay una ligera jerarquización. Todos
están sentados en la misma posición y con copas. Hay músicos arriba a la derecha.
El arpa de Ur
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También se encontró en la tumba. Madera mixta, oro y lapislázuli. Cabeza de toro recubierta de
una lámina de oro y ojos de lapislázuli. Decoración figurada en la parte delantera de la caja
también con incrustaciones y alrededor de la caja cenefa geométrica. Escenas de carácter
simbólico que se repiten en distintas piezas. Son tres frisos: arriba animales encaramados a un
árbol, el árbol de la vida, hombre toro con dos leopardos entre las piernas y dos animales
luchando, normalmente león y toro.
Macho Cabrío
Es pequeño. Se apoya en una base también de nácar, lapislázuli y láminas de oro y plata. No
se sabe seguro a quien pertenecía. Se apoya en el árbol de la vida. Posiblemente su
representación está relacionada con la idea de la fecundidad, o quizá es remate de instrumento
musical o una especie de objeto de carácter litúrgico o religioso. Por dentro betún. Importante
porque nos muestra cómo realizaban la orfebrería.
El Tocado de la Reina Puaba
Realizado con laminillas de oro para las hojas. Flores semejantes a flechas. También nos
muestra cómo era su orfebrería.
El Casco de Meskalamdug
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Es de oro. Aparece en la tumba. No tanto para luchar sino para colocarlo para enterrarle. Se
metía en la cabeza y por ello hay agujeros para orejas. Decorado fingiendo el pelo y semejante
al que se ve en la estela de los buitres. Cinta que se trenza y que queda recogida detrás.
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