El docente asesor o tutor en Educación Abierta

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El docente asesor o tutor en Educación Abierta y a Distancia
Ofelia Eusse Zuluaga
Beatriz Eugenia Piña Garza
Presentación
La figura del docente, como asesor en la educación a distancia, representa un elemento
clave para la práctica educativa en dicha modalidad.
Las competencias requeridas por el asesor, su perfil y su papel, para la promoción de
aprendizajes significativos, a distancia, representan la base a partir de la cual, se elaboran
propuestas de formación, que cristalizan en cursos, talleres, diplomados, para ofrecer a los
docentes espacios de discusión, análisis y enriquecimiento de la práctica docente, con la
finalidad de elaborar alternativas didácticas, que respondan a los requerimientos de la
educación a distancia, en cuanto al papel del docente como asesor, es decir, aprender a
enseñar, para enseñar a aprender en forma autónoma.
En este trabajo, se presenta un análisis teórico de lo que es la docencia y la práctica
docente, para comprender mejor lo que es la asesoría y el papel que el docente como
asesor, desempeña en la educación a distancia.
Se desglosan algunas competencias profesionales, que aportan elementos para enriquecer
tanto la formación profesional del docente-asesor, como su papel en el proceso de
aprendizaje a distancia.
Finalmente, se mencionan algunas experiencias de formación que hemos desarrollado, con
los docentes de algunas instituciones que ya trabajan sus proyectos educativos a distancia.
Dichas experiencias han surgido desde los objetivos de la Coordinación de Universidad
Abierta y Educación a Distancia (CUAED), de la UNAM, referidos a la formación del docente
como asesor para la educación a distancia.
1. La Asesoría como práctica docente
1.1. Concepciones generales sobre educación, docencia, didáctica y asesoría
La educación es un proceso social, cuyo fin es la transmisión de cultura, saberes y valores,
con implicaciones políticas, económicas e individuales. Las sociedades organizan este
proceso en un sistema, que norma las políticas referentes a la calidad de la formación de
alumnos y maestros, en cada una de las etapas del desarrollo de los individuos; asimismo
prepara los cuadros profesionales, con base en las necesidades de dicha sociedad.
Según Ardoino J., “la educación es una práctica inherente a todo proceso civilizador, sus
finalidades pueden ser explícitas y se refieren a la vez a la perpetuación de una tradición
establecida y a la posibilidad de un futuro diferente. La educación plantea siempre un
conflicto entre la necesaria integración a una sociedad establecida y el desarrollo pleno del
yo”. (Ardoino, J. 1980. 14)
Una de las funciones esenciales de la educación es contribuir al desarrollo continuo de la
persona y las sociedades, es “una vía, ciertamente entre otras pero más que otras, al
servicio de un desarrollo humano más armonioso, más genuino, para hacer retroceder la
pobreza, la exclusión, las incomprensiones, las opresiones, las guerras, etc.”. (UNESCO
1996, 9).
La educación tiene “la misión de permitir a todos sin excepción hacer fructificar todos sus
talentos y todas sus capacidades de creación, lo que implica que cada uno pueda
responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto personal.” (UNESCO 1996, 13).
La docencia es una actividad profesional social y compleja que requiere para su ejercicio,
de la comprensión del fenómeno educativo, que puede ser abordado desde diversas
perspectivas teóricas, y que responden a formas de concebir la sociedad, el hombre, el
conocimiento y la realidad.
El solo dominio de una disciplina no aporta los elementos para el desempeño de la docencia
en forma profesional, es necesario hacer énfasis en los aspectos metodológicos y prácticos
de su enseñanza, así como en los sociales y psicológicos que van a determinar las
características de los alumnos con los cuales el docente promoverá el aprendizaje.
La docencia como práctica intelectual y profesional es práctica de una relación humana, en
este sentido es indispensable una formación personal que conduzca a un cuestionamiento
sobre sí mismo, sobre los deseos de poder y control que entran en juego en el desarrollo del
ejercicio profesional.
Una formación permanente que nos permita analizar la trascendencia de la entrega
educativa, mediar ansiedades, angustias, placeres y displaceres y sobre todo, que permita
comunicarnos con quienes comparten las mismas inquietudes y enfrentan los mismos
problemas, ya que fuimos asignados o elegimos desempeñar la tarea de ser docentes.
La práctica docente, por lo tanto debe ser objeto de nuestra reflexión dentro del gran
complejo educativo, para una reconceptualización de las funciones de las instituciones
formadoras. Preparar a los docentes como profesionales de la docencia, exige una
competencia específica que se adquiere mediante un proceso altamente especializado.
La práctica educativa en general, y la práctica docente en particular, son prácticas
sociales multireferenciadas que trasciende los límites áulicos.
La práctica educativa tiene como principal finalidad lograr el proceso de socialización del
conocimiento y la cultura, es decir, lograr el propósito de la educación formal, cuya tarea
corresponde a las instituciones educativas y cuya cristalización se logra en el ejercicio de la
práctica docente.
La práctica docente se entiende como la expresión concreta, cotidiana y multidimensional
(institucional, personal, interpersonal, social, pedagógica y ética) del quehacer del profesor
universitario. De tal manera, que un proceso de formación requiere de la identificación de
dichas prácticas.
El quehacer del profesor se establece a través de un conjunto de relaciones: con los
alumnos, el conocimiento, las instituciones, la realidad social, la política, la cultura,
ideologías y valores.
La complejidad de la tarea que realiza el docente, hace imposible construir con precisión un
perfil o definición única. Consideramos que lo fundamental es, comprender al docente como
un sujeto social, con potencialidad transformadora, lo cual nos permite, desde nuestro punto
de vista, ampliar el concepto tradicional de docente como transmisor y difusor de la
enseñanza, para insertarlo, en la lógica de un investigador y creador.
La práctica es la que conduce a la construcción de conocimientos. Hemos abandonado
nuestra manera particular de hacer las cosas para buscar afuera algo que la sustente. La
docencia del futuro debe centrarse en el estudio de la práctica y partir de ella para la
construcción de su cuerpo de conocimientos.
Nuestro reto está en lograr la discusión acerca de los saberes que tienen que ver con la
docencia como práctica profesional, desde el análisis de su práctica hasta sus repercusiones
en la proyección social.
La práctica docente esta constituida por aquellos elementos que conforman el proceso
enseñanza aprendizaje, derivados de un curriculum que tiene determinaciones:
- sociales
- institucionales
- personales y grupales.
La docencia obliga al asesor a reflexionar sobre su propio conocimiento, y su concepción
filosófica del mundo. Lo obliga a revisar según el campo disciplinario, cuáles son las teorías
que le dan sustento, cómo surgen en el desarrollo y acumulación del conocimiento desde la
perspectiva histórica.
Lo obligan a cuestionar las disciplinas que se encargan de investigar cómo aprende la
persona, cómo madura y se desarrolla; cómo el proceso de enseñar y aprender esta sujeto a
teorías que han evolucionado para identificar cuáles son significativas para su propia
práctica.
Las reflexiones anteriores sirven para fundamentar la práctica docente específica para
cualquier modalidad educativa, presencial, abierta o a distancia.
En la educación abierta y a distancia, la práctica docente implica el reto de flexibilidad, para
realizarla en tiempos y lugares diferentes, entre el que enseña y el que aprende; flexibilidad
para utilizar diferentes medios que faciliten la comunicación y el estudio independiente, la
construcción del conocimiento y el aprendizaje significativo.
La práctica docente del asesor, requiere de creatividad e imaginación, para atraer la
atención de los estudiantes, aún estando lejos; que los motive para que analicen, reflexionen
e incorporen sus conocimientos de manera significativa. El docente asesor tiene que saber
que no es indispensable, que su presencia se traducirá en la estructura didáctica, en los
materiales y en las estrategias de aprendizaje, enseñanza y evaluación.
La práctica docente implica la planeación y la puesta en marcha de la estructura didáctica de
su programa (objetivos, recursos, estrategias, materiales, contenidos, evaluación, etc.), a
través de medios de comunicación que permitan la interacción asesor - alumno, de manera
síncrona y asíncrona.
Una estrategia de práctica docente a distancia, propone la planeación, desarrollo y
evaluación de actividades de aprendizaje. La estrategia propone tópicos semanales que
susciten la reflexión y la discusión entre los participantes, en foros de discusión asíncronos
para que las ideas, problemas, conceptos, categorías, teorías, etc. puedan ser analizados a
través de un proceso de diálogo y construcción del conocimiento significativo para los
estudiantes. Para evitar la fragmentación del conocimiento, en la evaluación final se sugieren
actividades integradoras.
La asesoría es el espacio en el que se consolidan las comunidades de aprendizaje,
que el asesor o tutor conforma junto con sus estudiantes para que a través de la
interacción entre ellos, los materiales, contenidos y el proceso de evaluación, se
promueva el aprendizaje significativo, independientemente de la modalidad
presencial, abierta o a distancia. Lograr la comunidad de aprendizaje con el apoyo de
los medios, auspiciando la comunicación, la socialización y el sentido de pertenencia.
2. Calidad de la asesoría
Para poder hablar de la calidad de la asesoría en educación abierta y a distancia, es
necesario remitirnos a los programas que ofrece la institución. Un programa de calidad es
aquél que puede recoger, estimar, valorar y demostrar procesos, asignar recursos,
procedimientos dirigidos al cumplimiento de su misión de sus propósitos y de su proyecto
educativo.
La calidad de un programa se debe reflejar en la calidad de la asesoría, ésta depende de
una serie de potencialidades orientadas a propiciar los aprendizajes significativos, como es
el uso de recursos, la capacidad de sus docentes, su experiencia calificada, el uso de
medios de comunicación para fines educativos, el uso de la computadora, el acceso a bases
de datos especializados, acceso a las principales publicaciones electrónicas, métodos de
trabajo en línea, prácticas de laboratorio virtual, metodología de la investigación, acceso a
las bibliotecas digitales, etc.
La calidad de la asesoría se logra a través del desarrollo de una serie de potencialidades
orientadas al cumplimiento de una misión y esa capacidad se puede estimar, midiendo los
recursos humanos, físicos, de informática, los valores implícitos en ese proceso de
educación dentro de un programa universitario. Desde este punto de vista la calidad de un
programa universitario no se agota en los indicadores, en los instrumentos, en las
herramientas y en los procedimientos.
La calidad debe centrarse en las características de la misión de la universidad y en la
concepción que de ella se tiene y no en los indicadores; con base en la reflexión,
comprensiva e interpretativa sobre las características centrales de la calidad.
Para lograr un nivel de calidad de servicio en la asesoría, es necesario que exista un ajuste
entre la especificidad de las funciones del tutor asesor y las características del docente.
2.1. Tipos y formas de asesoría
La asesoría síncrona o sincrónica (que coincide en el tiempo):
• Presencial o cara a cara, en donde los individuos que interactúan son percibidos
“prácticamente” por todos nuestros sentidos, mediante el contacto personal entre el docente
y el estudiante o el grupo de estudiantes, en un lugar preestablecido.
Estas asesorías se utilizan con el fin de satisfacer las necesidades surgidas para la
interacción de los estudiantes con los materiales, para realizar trabajos prácticos o con
infraestructuras específicas, como laboratorios o estudios que contengan equipos
sofisticados.
•
A distancia, también de manera individual o grupal a través de algún medio de
comunicación como televisión, radio, Internet, (correo electrónico, talk, chat), teléfono,
audioconferencia y videoconferencia.
El tiempo, el espacio y el medio que se empleará, fue acordado previamente entre los
participantes para realizar ésta interacción.
La asesoría asíncrona o diacrónica (opuesto a lo síncrono, a lo largo del tiempo):
• A distancia, la interacción entre el asesor y los alumnos se da a través de un medio de
comunicación: televisión, radio, fax, Internet (correo electrónico, foros de discusión, listas de
distribución), World Wild Web (www), multimedios interactivos, que permitan realizar
actividades individuales o grupales de discusión entre pares.
El asesor manifiesta su presencia en los materiales, las actividades que sean detonantes de
la comprensión y la construcción de saberes significativos; pero los momentos en que el
asesor elabora los materiales y el estudiante interactúa con ellos, se realizan en tiempos
diferentes. El asesor debe estar disponible y dispuesto para interactuar con los alumnos a
través de los medios y estar consciente de su prescindibilidad.
De acuerdo con autores como Michael G. Moore y Greg Kearsley 1996, la tutoría o asesoría
especialmente en educación a distancia puede ser el único contacto entre el estudiante y la
institución. Los autores mencionan que el tutor puede ser el puente entre los estudiantes y
las propuestas de la institución, la interpretación de las políticas y el primer acercamiento
para solucionar problemas. En algunas instituciones el tutor no tiene una obligación
relacionada con el desarrollo de los cursos, estableciendo su trabajo en el aspecto de ser un
guía y un consultor o consejero. El contacto se puede establecer por teléfono, redes de
computadoras, por Internet o inclusive en encuentros cara a cara.
El estudiante espera del asesor o tutor:
-
una posición justa y objetiva
-
que su trabajo sea tratado con respeto
-
una explicación y justificación de los criterios aplicados para su calificación
-
indicaciones claras de cómo puede mejorar su trabajo
-
reconocimiento de los progresos y habilidades logrados
-
una crítica constructiva y consejos en general
-
el derecho a réplica si así lo decidiera el estudiante
-
una respuesta en tiempo, antes de la entrega de la siguiente tarea
3. El asesor o tutor en la Educación Abierta y a Distancia
¿Quién es ese profesional de la docencia que puede desarrollar una asesoría en educación
a distancia? ¿Es lo mismo un asesor que un tutor? ¿Cuáles son sus diferencias y que hace
uno y otro?
He aquí nuestro punto de vista al respecto. La palabra tutor implica protección, defensa o
salvaguarda según el diccionario. La palabra asesor es la persona que aconseja o sugiere.
El tutor es el docente que establece una relación académica y personal con el alumno. El
asesor es el docente que apoya al alumno en aspectos académicos y del aprendizaje, para
enseñarlo a aprender y a desarrollar sus propias competencias.
Para los fines de este material consideramos al docente en educación abierta y a distancia,
indistintamente como asesor o tutor.
Definimos al asesor o tutor, como el profesional académico que se apoya didáctica y
pedagógicamente, en aspectos teórico - metodológicos, para establecer la
comunicación y la promoción del aprendizaje significativo, a partir de las
características y necesidades de los alumnos y de la institución, para fomentar el
aprendizaje independiente, la construcción del conocimiento en forma crítica y
reflexiva.
3.1. Perfil y papel del asesor o tutor
¿Cuál es el perfil del asesor o tutor, para que pueda constituirse en el “nodo” por el cual
pasen todos los elementos de la modalidad abierta y a distancia, (currículo, profesión,
estudiante, materiales, medios, evaluación, investigación, organización y administración), y
logre recrear esos ambientes de aprendizaje presenciales y a distancia?
El asesor debe ser flexible, dispuesto al cambio, a modificar hábitos y costumbres de su
práctica docente, según sean los requerimientos de sus estudiantes, de acuerdo al medio
utilizado, con una oportuna y clara comunicación oral y escrita.
Este profesional dedicado a recrear esos ambientes en donde se construye el conocimiento,
dispuesto a su profesionalización permanente académica y disciplinaria, en los aspectos
didáctico pedagógicos, que cuente con conocimientos suficientes y recientes sobre las
tecnologías que requiere, para poder concretar una comunicación expedita, oportuna y
significativa, acorde al desarrollo de las tecnologías que sirven de sustento a la educación
abierta y a distancia.
Un docente que en cada curso esta en disposición de construir conocimientos y significados,
junto con sus alumnos. Consciente de que es el mediador entre el objeto de estudio, el
estudiante y la institución en la cual, ambos son parte sustancial. Un tutor responsable de
sus actividades como facilitador de los aprendizajes, propicia a través de las asesorías
presenciales y/o a distancia, habilidades de razonamiento, de estudio independiente, de
solución de problemas, de trabajo grupal, valores éticos y de responsabilidad consigo
mismo, con su entorno y con la sociedad.
Un asesor que proponga investigaciones concretas, teniendo en cuenta el desarrollo
epistemológico y los cambios en las relaciones sociales que sustentan y dan origen a esta
estrategia educativa. Un docente, que en la relación dialéctica entre evaluación de los
aprendizajes, evaluación de los elementos que componen la estrategia educativa abierta y a
distancia, y la investigación proponga modificaciones en beneficio del estudiante, del
currículo, del asesor, de la modalidad y de la institución.
Las siguientes son características del perfil del asesor o tutor, que repercuten en la calidad
de su práctica docente:
Capacidad intelectual
Honestidad profesional y personal
Deseo de ayudar a los demás (capacidad de escuchar, cuestionar
exhaustivamente para determinar las necesidades y problemas de los
alumnos, etc.)
Habilidad de comunicación verbal y no verbal
Creatividad
Madurez emocional
Habilidad para generar oportunidades
Satisfacción en el desempeño de su trabajo como docente
El papel fundamental del tutor, consiste en promover el aprendizaje significativo a
través del estudio independiente; su tarea central se resume en la idea de enseñar a
aprender.
3.2. Las Funciones del asesor o tutor
Los asesores no son expertos en todo, como a veces se imagina, son por definición los que
conocen bien el programa educativo por el que transita el estudiante. Ayudan al alumno a
reconocer sus expectativas dentro del marco de un programa y por encima de todo facilitan
el aprendizaje.
Se reconocen dos funciones orientadoras del asesor:
a)
Una que frecuentemente se le conoce como de tutor y que en el Reglamento
General de Posgrado de la UNAM, se le considera como el que orienta en la formación,
investigación, señala las lecturas y las demás actividades académicas y lo dirige en la
elaboración de su tesis. Otra institucional, que consiste en orientar e informar al estudiante,
sobre reglamentos y trámites; sirve muchas veces como intermediario de los mismos, esta
función en algunas instituciones recae en otra persona.
b)
Académicas, entre las cuales podemos mencionar las siguientes:
-
sugiere formas de enfrentar el aprendizaje
-
promueve la organización de círculos o grupos de estudio
-
proporciona al alumno una visión general del evento educativo
indica al estudiante, las actividades de aprendizaje que posibilitarán el logro del
objetivo de aprendizaje propuesto en el evento educativo
-
informa sobre los contenidos de aprendizaje propios del curso
-
indica los criterios sobre los cuales deberán presentarse los trabajos
proporciona conceptos y hechos vinculados a la experiencia del estudiante, es decir
significativos
-
fomenta el autodidactismo
-
elabora material didáctico
-
desarrolla estrategias docentes para el logro de competencias
-
vincula permanentemente al estudiante con la institución y con la realidad social
-
orienta sobre el uso de materiales didácticos de apoyo al estudio independiente
sugiere metodología adecuada a los aprendizajes, adapta el ritmo de su práctica
docente como asesor para responder a las necesidades e intereses de los alumnos, a sus
capacidades y limitaciones, a la complejidad de la materia y a su tiempo disponible.
refuerza los materiales de estudio cuestionándolos, supliendo sus
enriqueciéndolos
-
promueve la integración y el uso de los recursos disponibles
-
realimenta el proceso de aprendizaje, a través de la evaluación
deficiencias y
4. Competencias profesionales del asesor para educación abierta y a distancia.
Entendemos por competencia, la disposición y ordenación de los elementos necesarios para
el desempeño en un campo específico. En la educación abierta y a distancia, la competencia
del asesor no se refiere solamente a la transmisión de una información o al afianzamiento de
unas destrezas; está referida a la dinamización de potencialidades personales a partir de un
objetivo social específico, referido a una profesión. En este caso, referido al asesor.
La discusión sobre las competencias de un asesor para el presente y el futuro debe partir de
algunos cuestionamientos:
¿Qué tipo de profesional de la docencia se requiere formar?
¿Para qué tipo de sociedad?
¿Qué nivel de autonomía se requiere para el desempeño de las competencias
profesionales?
¿Está el docente interesado en su formación para desarrollar estas competencias?
¿Existe la voluntad política en las instituciones educativas, para la formación de sus
docentes?
¿Existe la necesidad de formar a los docentes?
Las respuestas a estos y otros interrogantes serán las que orienten una propuesta
pedagógica. Presentamos algunas competencias necesarias para que el asesor se
desempeñe con calidad y en forma profesional en la promoción de aprendizajes
significativos en su práctica educativa.
4.1. La competencia disciplinaria e interdisciplinaria
La docencia es una profesión que se relaciona con otras disciplinas que le dan sustento; ella
busca su identidad en la indagación de sentido y significado en las relaciones, más que en la
definición de un objeto propio de conocimiento.
La docencia se interrelaciona con disciplinas y saberes propios del sujeto y del
conocimiento: Sociología, Psicología, Filosofía, Historia, Epistemología, Pedagogía y
Didáctica, entre otras.
Con relación a la docencia como profesión de relaciones, los espacios de investigación no
deben ser definidos temáticamente, sino que deben surgir de la reflexión, producto de los
problemas que cotidianamente se presentan en la práctica profesional.
En la universidad, la práctica docente, debe dinamizar varios procesos.
− La producción del conocimiento en términos globales, lo que se logra mediante el aporte
de las otras disciplinas desde su lógica particular.
− La propia disciplina y su práctica particular.
− La formación de las personas.
− La lógica pedagógica.
− La inserción en una sociedad específica.
4.2.
La competencia didáctico pedagógica
La formación del docente asesor desde la perspectiva disciplinaria conduce a pensar en su
formación didáctico pedagógica. Puesto que el contenido no puede desligarse del método, ni
la teoría de la práctica, mediante la cual se construye el conocimiento, la disciplina y su
dominio no conceden la facultad para el desarrollo profesional para el ejercicio de la
docencia, de donde surge la necesidad de una formación pedagógica que lo ubique en el
contexto educativo en general y la formación didáctica que le proporcione los elementos
teórico metodológicos, para resolver la problemática cotidiana de su práctica profesional,
como docente.
Se conceptualiza a la didáctica como la disciplina propia del proceso enseñanza aprendizaje,
que estudia los problemas inherentes al mismo. Esta disciplina no se avoca solamente a los
problemas propios del aula, supera sus límites y toma en cuenta aspectos tales como la
relación currículo/sociedad, currículo/institución, docente/ alumno, contenido /método.
La pedagogía como ciencia (o ciencias) de la educación, tiene como objeto de estudio a la
educación en general.
La formación del docente asesor en los aspectos pedagógico didácticos, abre la posibilidad
de comprender mejor la práctica docente y su relación con todo lo que acontece en la
interacción con sus alumnos, y con el objeto de estudio para propiciar la construcción del
conocimiento.
La construcción del conocimiento es el resultado de la interrelación de los elementos que
constituyen la estructura didáctica de un programa de estudios y la interacción de los
alumnos y el asesor con base en esa estructura.
La herramienta fundamental en la cual se apoya el asesor para propiciar el aprendizaje
significativo en la educación abierta y a distancia, es el programa de estudios, que
representa la propuesta mínima de aprendizajes y es la guía indispensable para asesores y
alumnos.
En cualquier modalidad educativa, cara a cara, abierta y a distancia, el programa de estudios
esta organizado a partir de su estructura didáctica.
La estructura didáctica de un programa de estudios esta conformada por los siguientes
elementos:
Datos Generales: ubican la institución educativa, (universidad), la dependencia, el
ciclo escolar, nombre de la asignatura, semestre en el que se imparte, número de créditos,
su carácter obligatorio u optativo, ubicación contextual, (aula, laboratorio, página web,
sedes), intensidad horaria, fecha de elaboración y aprobación.
Presentación general del programa: ubica el objeto de estudio, su finalidad
relacionada con el perfil del profesional que se pretende formar, la relación con otras
asignaturas, su fundamentación teórica.
Objetivo General del curso, seminario o taller: referido al aprendizaje integral y sus
evidencias al finalizar el proceso educativo.
Contenidos propios de la disciplina: conocimientos referidos al objeto de estudio, a
partir de los cuales se organizan las unidades didácticas y facilitan el logro del objetivo
general.
Unidades didácticas: permiten la organización de los contenidos referidos a las
diferentes competencias que el profesional en formación va a desarrollar.
Presentación o introducción a cada una de las unidades, con una breve especificación
de su relación con las demás y de su contenido específico.
-
Objetivos de la unidad.
-
Mesografía: bibliografía, sitios web, audiocasetes, videocasetes.
-
Estrategia metodológica: constituye la forma en que se promoverán los aprendizajes.
Estrategias de enseñanza y aprendizaje: son los procedimientos del asesor y de los
alumnos, para lograr la interacción con el objeto de estudio, a través de los materiales y los
medios; propician la comunicación, el estudio independiente y el aprendizaje significativo.
Estrategias de evaluación, autoevaluación, acreditación y certificación:
contemplan los aspectos cualitativos y/o cuantitativos en todo el proceso de enseñanza
aprendizaje. Incorpora los diferentes niveles de la evaluación: diagnóstica, formativa y
sumativa. Enfatiza en las evidencias de aprendizaje.
La evaluación se desarrolla durante todo el proceso de enseñanza aprendizaje. La
autoevaluación es el resultado del estudio independiente. La calificación puede ser en
números o en letras y permite la acreditación o no del alumno. La certificación es el aval
institucional o la aprobación oficial del proceso anterior.
-
Mesografía: constituída por diferentes materiales y recursos
-
bibliografía
-
sitios web
-
audiocasetes
-
videocasetes
4.3.
La competencia social y ética
Si la docencia es una profesión de relaciones e interrelaciones, se hace fundamental el
desarrollo de competencias con relación a la persona. La persona es un ser integral en sus
dimensiones biológicas, psicológicas, lúdicas, culturales, políticas y religiosas.
La competencia social, que el asesor debe poseer, está referida a considerar los siguientes
aspectos:
− Privilegiar la condición de actuar, dirigir e innovar, propias de la persona humana.
− Recuperar la capacidad de decidir y actuar éticamente.
− Destacar la condición humana de ser, pensar y hacer, como elementos básicos de su
capacidad de asociarse.
− La persona es concebida como un ser holístico, único autónomo, lúdico y afectivo, con
derechos y deberes y que a partir de su capacidad creadora e innovadora y de la
permanente búsqueda de su felicidad, armoniza consigo mismo, con los otros y con su
entorno natural y social.
− Enaltecer la condición del individuo en tanto perteneciente a una cultura, con creencias y
costumbres particulares.
− Destacar el sentido profesional, la calidad humana, en la práctica de la docencia.
− Promover el compromiso, la actitud productiva, la crítica y la capacidad analítica.
− Entender a la sociedad como reguladora de procesos, en ese sentido inacabada o en
dinámica permanente de - estar siendo -.
− Entender la sociedad como el espacio de la convivencia, en el respeto de las diferencias
culturales, políticas, sociales y económicas.
− Promover valores de solidaridad, el encuentro cultural y las posibilidades de
transformación crítica.
− Comprometerse con la construcción de modelos investigativos acordes con la realidad
social.
− Actualizarse en continua relación con los procesos políticos, sociales, culturales y
económicos que definen la vida nacional.
4.4. La competencia investigativa.
La competencia investigativa que deben desarrollar los asesores, como reto, se centra en
tres aspectos: los problemas teóricos y conceptuales que se deben enfrentar en el futuro
inmediato; la base disciplinar y procedimental con que se debe contar y las actitudes y
valores propios de la investigación.
La competencia investigativa del asesor para la docencia, se logra cuando esté convencido
de que su propia práctica es susceptible de investigarse para enriquecerla y fomentar en sus
alumnos la formación como investigadores.
En materia de actitudes para la investigación, se deben fortalecer las siguientes:
− Actitud reflexiva, crítica, analítica.
− Desarrollo de una mentalidad cuestionadora, innovadora, curiosa e inquieta.
− Desarrollar espacios de acción comunicativa con otros, acercarse a los demás, construir
empatía.
− Disposición para socializar el conocimiento.
− Disposición para trabajar en equipo.
− Disposición para estar actualizado, actitud de consumidor de información y de
autoformación.
− Motivación, interés y liderazgo con relación a la investigación.
− Desarrollo de la perseverancia, la disciplina y la tenacidad.
− Disposición para la búsqueda del conocimiento y su rebatibilidad.
− Significativa capacidad de observación y análisis situacional.
− Capacidad de permanente expectativa y privilegio de la duda ante lo evidente.
− La búsqueda de significados.
− La tolerancia intelectual.
− Un gran reto se relaciona con el desarrollo de las operaciones formales del pensamiento
para la investigación.
− Se ha de crear la cultura de la investigación, dado que el deseo no es suficiente; se
requiere de apoyos y de políticas que se comprometan con la investigación.
4.5. Competencia tecnológica
La modernización de las universidades requiere de la introducción de las tecnologías; éstas
constituyen instrumentos de trabajo. No se puede entender la tecnología como el
componente sustancial; es un elemento más en el proceso de aprender y debe ser
incorporado con el objetivo de servirle al aprendizaje.
Un adecuado modelo pedagógico, pudiera por sí solo lograr el mejoramiento de la calidad
docente y hay experiencias que demuestran que la tecnología es superflua sin un método
pedagógico avanzado. Nada lograremos con la web, los videos, los multimedia, si contamos
con un sistema obsoleto de enseñar.
El ideal consiste en combinar la tecnología con un modelo que revolucione el sistema.
La tecnología brinda las oportunidades de capturar la atención de los estudiantes. Se debe
capturar a través de todos los sentidos, permitiendo que induzca actividades y tareas que lo
involucren en el aprendizaje, por medio de la solución de problemas concretos.
Hacer uso de otras herramientas educativas contribuye a despertar la inquietud de los
estudiantes, a fomentar nuevas habilidades y hacer que se vuelvan activos en el proceso de
aprender.
Las redes internacionales y las computadoras nos acercan más a otras fuentes de
información, a la virtualidad, a las bases de datos mundiales, a la relación con otras
universidades del mundo, a la interacción con los compañeros de estudio o con los
profesores.
La biblioteca digital, puede albergar información universal, con libros y revistas electrónicos,
con bancos de datos y modelos, con laboratorios de simulación y con traducciones
simultáneas para borrar las barreras del idioma.
Los videos, los multimedia y los softwares, facilitan que el asesor ensaye formas amenas de
enseñanza, a disposición permanente del estudiante y con mecanismos continuos de
actualización.
Lograr la competencia tecnológica, facilita la investigación conjunta, la cooperación entre
diferentes universidades y formula la inter y transdisciplinariedad que el momento actual
demanda.
Por otro lado, permite cambiar los paradigmas en el modelo pedagógico, pues el espacio y el
tiempo dejan de ser elementos coercitivos y se puede aprender sin un espacio físico definido
y sin un horario específico, dando paso a la flexibilidad que tanta falta nos hace, y a la
educación permanente que demandan los egresados y la sociedad en general, que es una
obligación ineludible de la universidad.
La competencia tecnológica que el asesor de educación abierta y a distancia debe poseer,
contempla la incorporación de la interactividad, entendida como la capacidad de dialogar a
través de los medios con el alumno. El nivel de fluidez y de complejidad del diálogo
determina el grado de la interactividad. La interactividad es la palabra clave de las nuevas
tecnologías.
El medio para la interactividad puede variar desde un material impreso, un texto, hasta los
multimedia. Lo más importante es el diálogo que se establece entre el medio y el
interlocutor.
En la interactividad existen muchos medios como son, libros, guías, videos, televisión, redes
de comunicación, computadora, correo electrónico, teléfono, fax, audio y videoconferencias
entre otros.
Se hace necesario considerar la importancia de la interactividad con miras al aprendizaje de
los alumnos. Será fundamental que los materiales elegidos por el asesor si son elaborados
por él mismo, posean los elementos requeridos para un aprendizaje significativo. El medio
por sí mismo nada puede lograr, depende de la calidad y características de los materiales,
con base en las necesidades de aprendizaje del alumno y de las estrategias docentes
seleccionadas por el asesor, para promover dichos aprendizajes.
“La eficacia pedagógica depende más de la estructura y calidad del mensaje instruccional
que de las características de un medio particular” (Taylor 1991: 27).
El asesor ya no podrá limitarse a un texto, ni a un sólo medio, ni al sólo dominio de su
disciplina, se hace necesaria su formación en lo disciplinario, en lo pedagógico didáctico y en
lo tecnológico, sin descuidar lo ético, moral y humanístico.
Otras competencias referentes a la formación del asesor para educación abierta y a
distancia son las siguientes:
Preparación para el uso didáctico de los medios comunicacionales y la
tecnología
Competencia para el diseño de materiales de apoyo para el aprendizaje de los
alumnos (antologías, manuales, memorias, guías, videos y otros).
Ser competentes en aspectos relacionados con la comunicación en todas sus
formas: cara a cara, a distancia, grupal, individual, oral, escrita y a través de los
medios tecnológicos.
La competencia en todo lo relativo a la evaluación del aprendizaje y sus
diferentes formas.
La competencia en teoría y diseño curricular, lo cual implica reconocer los
elementos de la estructura didáctica de su programa, a partir del proyecto
académico institucional, para establecer la vinculación entre planes y programas
de estudio.
A manera de conclusión, bajo una perspectiva crítica de la formación del asesor, éste puede
responder a las demandas surgidas de diferentes modelos educativos; la educación
presencial, la educación a distancia, la educación abierta y en línea, entre otras, que exigen
del docente una participación como asesor, como especialista en la elaboración de guías de
aprendizaje de textos y materiales de apoyo, como experto en el uso didáctico de los medios
tecnológicos y en la propuesta de alternativas de evaluación. (Eusse, O. 2002).
Una alternativa para la construcción del nuevo modelo, privilegiará una pedagogía que
priorice el objetivo de aprender, sobre el de enseñar y se basará en el aprendizaje interactivo
entre quienes aprenden, en el que se incorporarán las tecnologías de comunicación, para
enfrentar los retos de la educación ante los avances científicos, tecnológicos y humanísticos.
El asesor incorporará diferentes valores que le darán un sentido más rico a su práctica
profesional. Entendemos por valores al conjunto de creencias duraderas, pero no estáticas,
orientadas al bienestar común, que fundamenten un modo específico de vida o estado final
de existencia personal y socialmente preferible.
Los valores son responsabilidad de toda la sociedad, no sólo del asesor, exigen un
compromiso para formar futuras generaciones en un proceso educativo y transformador, que
propicie la toma de conciencia para lograr la convivencia armónica en una sociedad justa,
libre y solidaria, y en equilibrio con la naturaleza, que dignifique al ser humano y participe en
la construcción de la paz permanente.
La educación a distancia tiene que reasumir su papel innovador, tiene que revisarse
críticamente, que incorpore las nuevas aportaciones y logros en lo pedagógico, en lo
tecnológico y en lo social, con respuestas apropiadas a las demandas educativas.
La experiencia en aplicación de tecnologías y procesos más complejos y avanzados exige a
la educación a distancia que sea más abierta y flexible para el aprendizaje, más creativa en
el diseño y producción de los materiales y en el uso de los medios e instrumentos
tecnológicos.
Las perspectivas de la asesoría en la educación abierta y a distancia, están vinculadas con
el desarrollo de las tecnologías y de la investigación sobre esta modalidad.
La información trasciende al profesor, está en las bibliotecas, en los ordenadores, en las
revistas. Empieza una nueva tarea para el profesor; tenemos que pensar que la labor del
docente universitario es distinta hoy en día; estará más centrada en la asesoría, en la
orientación para el procesamiento de la información, en la capacidad de crear retos
intelectuales en los alumnos, en la capacidad de hacer preguntas interesantes y de poder
apoyar el proceso crítico e interactivo de los estudiantes en ese ámbito de información que
se encuentra disponible. Saber hacer preguntas a los alumnos conduce a pensar en
probables respuestas y soluciones y a la capacidad de construir y transformar sus propios
saberes.
EXPERIENCIAS CONCRETAS.
Experiencias de Formación Docente desarrolladas con base en las competencias, el perfíl y
el papel que el docente asesor puede desarrollar en educación abierta y a distancia, para
algunas dependencias de la UNAM,
Y otras a nivel nacional.
El objetivo de estos eventos educativos consistió, en el analisis de los aspectos teóricos y
metodológicos fundamentales de la práctica educativa,en la educación abierta y a distancia;
de los elementos que desde la didáctica y el apoyo de tecnologías de la información, la
comunicación y el conocimiento les facilitaría a los docentes, la incorporación de las
competencias profesionales idóneas, para transformar el programa de la asignatura en que
participan presencialmente para ser desarrolladas a distancia.
El propósito estuvo centrado en promover aprendizajes significativos y conformar
comunidades de aprendizaje.
Algunas experiencias que dieron buenos resultados fueron:
Diplomado:
“Formación de Docentes para las Disciplinas Financiero – Administrativas”, de 160 horas;
inició en enero y concluyó en octubre del 2001, con 30 participantes, de los cuales varios
han colaborado en el desarrollo del programa de la Licenciatura en Línea, de Contaduría,
proyecto conjunto del Centro de Alta Tecnología a Distancia de Tlaxcala (CATED), de la
CUAED y la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM.
Curso:
“Introducción a la práctica docente en la Educación superior abierta y a distancia” para el
West Hill Institute, con una duración de 40 horas, se atendió a 25 docentes de dicha
institución, julio del 2001.
El propósito como en los otros eventos, fue el de promover las competencias profesionales
del docente asesor y las metodologías de educación abierta y a distancia.
Curso - Taller:
“El aprendizaje autónomo y las comunidades de aprendizaje en educación abierta y a
distancia.” con tres temas centrales, con una duración de 40 horas.
Temas:
1.
Estructura didáctica en la educación abierta y a distancia.
2.
Estrategias y recursos didácticos.
3.
La asesoría en educación abierta y a distancia.
Se ofreció para el Centro de Enseñanza para Extranjeros, (CEPE - UNAM), en enero del
2002, participaron 20 docentes y las propuestas se plasmaron en un Diplomado sobre
Historia de México, para su sede en San Antonio Texas.
El Diplomado:
“Educación Abierta y a Distancia para el Nuevo Milenio,” consta de cuatro módulos y una
duración de 160 horas.
1. Retos de la Educación a Distancia.
2. Educación y Tecnología: vínculo hacia la transformación.
3. Metodología didáctica basada en los medios.
4. Taller de diseño instruccional.
Se desarrolló de enero a julio del 2002 en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
(UJAT), con algunas sesiones presenciales, también a través de videoconferencia interactiva
(VCI), foros de discución y correo electrónico, con una participación de 30 docentes en
ejercicio.
Los logros obtenidos se plasmaron en modificacione en la práctica docente de los
participantes, con la incorporación de la metodología abierta y a distancia, y la presentación
de varias propuesta, para desarrollar sus asignaturas a distancia.
Diplomado:
“El docente asesor en educación abierta y a distancia”, con una duración de 120 horas, de
septiembre a diciembre del 2002; se beneficiaron 25 participantes de la Universidad
Autónoma de Sinaloa. Se impartió al igual que el de la UJAT con algunas sesiones
presenciales y a través de VCI, foros de discusión y correo electrónico. Hubo propuestas
para desarrollar asignaturas en línea.
Diplomado:
“Formación del Docente en educación a distancia” que inicia en junio del 2005 y concluirá en
marzo del 2006, el número de participantes será de 45 docentes, de las Divisiones del
Sistema Universidad Abierta.
Bibliografía
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