oracion_navidad - Hijas de la Caridad

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AMBIENTACIÓN:
Durante el tiempo de Adviento, la imagen bíblica del “Tronco de Jesé” que reverdece,
cobra especial significado. Nuestra espera confiada en la venida del Señor es también
“reverdecer”, permitir que florezca la esperanza, dejar paso al frescor de la Vida que se acerca.
Eso es Navidad. Eso es Dios. De un árbol muerto y truncado nacerá la Esperanza,
¿quién si no Dios podrá hacer brotar nueva vida?
Ahondemos nuestras raíces en este renuevo que brota, en este Misterio profundo de
la Encarnación de Dios, en este derroche de amor y misericordia.
CANTO: Que los cielos lluevan al Justo
1
NACERÁ UN RENUEVO DEL TRONCO DE JESÉ…
Sí, un viejo tronco florecerá y la tierra reseca empezará a dar frutos. Hasta las fieras
salvajes serán pacíficas, comerán hierbas y jugarán con niños. Así anunciaba el Profeta, en el
Antiguo Testamento, los días de la venida del Señor. Todo esto parecería sueño o utopía, algo
irrealizable, pero empezó a cumplirse en Jesucristo. Él vino a la tierra como renuevo, retoño,
lleno de vida y esperanza. Pero el camino ni fue ni sigue siendo fácil. La lucha entre lo viejo y lo
nuevo, entre la luz y las tinieblas, entre la mediocridad y la audacia, entre la instalación y la
disponibilidad, entre la seguridad y el desafío… sigue siendo difícil. Vemos a nuestro mundo, a
nuestra Iglesia, a nuestra Compañía con sus retos y dificultades, y parece un mundo agotado y
envejecido, una Iglesia estructurada, una Compañía acostumbrada... Pero si nos fijamos bien y
miramos este mismo mundo y estas mismas Iglesia y Compañía con misericordia, vemos que
los frutos y las flores se siguen multiplicando y que de los viejos troncos siguen brotando
renuevos; que el Espíritu de Dios sigue rejuveneciendo nuestra tierra y nuestros corazones.
Hay que reverdecer, hay que brotar, y para ello debemos ahondar en nuestras raíces,
sólo desde ellas se podrá renovar la vida.
Debemos preparar un mundo nuevo. Con el Niño que nace, nace la vida nueva, la
esperanza nueva, el reino nuevo… y para participar de él son necesarias NUEVAS ACTITUDES:
(A cada actitud se enciende una de las velas de la corona de Adviento, siendo la quinta
actitud la vela Central que representa a Jesús)
PRIMERA ACTITUD: Convencernos de que PODEMOS MEJORAR y de que todo puede
MEJORAR. Creer que otro mundo diferente y mejor es posible y que de los troncos
viejos puede brotar una vida nueva. Es el cultivo de la esperanza.
SEGUNDA ACTITUD: Convencernos de que DEBEMOS MEJORAR. Para lograrlo tenemos
que superar el conformismo, la rutina, los pretextos. Hemos de aprender a no echar la
culpa a los demás, ni a nosotros mismos; y tampoco vale el decir que todos lo hacen
así. Necesitamos sanar de urgencia y aprender a aceptar nuestra pobreza y miseria.
TERCERA ACTITUD: Convencernos de que HEMOS DE EMPEZAR YA. No dejes la
decisión para mañana. Hoy es tu día de gracia. Hoy te visita el Señor y toca a tu puerta.
CUARTA ACTITUD: Convenzámonos de que la conversión NO debe ser sólo
INDIVIDUAL. Hemos de convertirnos en comunidad y con la comunidad. La Iglesia tiene
que convertirse y dar una imagen más
evangélica y algo para lo que tenemos que
luchar es por el cambio de tantas estructuras
que siguen siendo inútiles.
QUINTA ACTITUD. Reconocer que SOLOS no
podemos renacer. Necesitamos de la ayuda de
lo alto, del Espíritu y de la oración.

¿Qué señales de renovación ves en la
Compañía,
en tu Comunidad y en ti misma?
2
(Una
Hermana
introduce al Niño y lo
pone en el pesebre.
Mientras se canta un Villancico.)
Canto: Allá en Belén de Judá.
Evangelio según San Lucas (Lc 2, 1-20)
Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento,
y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no
tenían sitio en la posada.
Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno
durante la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los
envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá
de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
… Los pastores se decían unos a otros: "Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido
y que el Señor nos ha anunciado". Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al
recién nacido acostado en el pesebre.
Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los
escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Breve silencio…
Hoy, igual que ayer, Dios sigue llamando a que formemos parte
de su misterio, por ello esta Navidad se requieren:
Personas-Pastores que, a pesar de que no cuenten o estén mal vistos a
los ojos de “las personas de bien”, tengan las agallas necesarias, superando el
conformismo, las dudas o el riesgo al fracaso, de ponerse en camino, pase lo que pase.
Personas- Estrellas que iluminen, que estén siempre presentes en las
encrucijadas de los caminos, dispuestos a dar claridad y consuelo.
3
Personas- Ángeles que comuniquen las buenas noticias de cada día,
olvidando aquellas palabras que hieren al otro y las conversaciones superficiales que
no llevan a nada.
Personas- Bueyes o Mulas que den calor, que estén siempre en el
lugar exacto, arropando, alentando, dando amor…
Personas – Pañales Personas que limpien, que sanen, que hagan su
trabajo callado y poco visto y que después se retiren.
Personas- Pesebres que estén siempre dispuestos a ofrecer lo mucho o
lo poco que tengan. Que sus corazones estén de par en par, abiertos a cualquiera que
necesite entre ellos.
Personas- Magos que se dejen contagiar por la magia de Dios y estén
siempre dispuestos a abrir sus cofres, y ofrecer lo más valioso que poseen: amor a
raudales.
Personas- Bebés que durante esta navidad se conviertan en niños,
indefensos y necesitados, transparentes y limpios, para que sientan en sus propias
carnes como el Dios-Niño que viene al mundo va a requerir, y mucho, de nuestra
ayuda.
 ¿Y tú, a qué te sientes llamada?
Compartimos…
Canto: Navidad es esperanza.
Adoración al Niño.
Oración final (recitada al unísono)
Cuando alguien acuna en su corazón
bellos sentimientos para todos, alimenta sanas
intenciones
y engendra buenas acciones, entonces…
HACE POSIBLE LA NAVIDAD
4
Cuando alguien confía e infunde confianza
y cree que merece la pena entregarse,
arriesgarse a amar, a servir, entonces….
HACE POSIBLE LA NAVIDAD
Cuando alguien vive en estado permanente
de buena esperanza en un mundo desesperanzado,
apuesta por un futuro mejor para todos
haciendo que la caridad sea creativa hasta el infinito, entonces…
HACE POSIBLE LA NAVIDAD
Cuando alguien está disponible para que el Espíritu actúe en su vida
y decididamente se ofrece a implicarse,
llevado por la entrega de un amor sin medidas, entonces…
HACE POSIBLE LA NAVIDAD.
Ayúdanos, Señor, a hacer posible esta navidad.
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