El termalismo engloba una serie de conceptos relacionados con los

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¿QUÉ ES EL TERMALISMO?
El termalismo engloba una serie de conceptos relacionados con los usos del agua
mineromedicinal o mineral natural –ya sea termal o no– de mar o lago salado, y todos los
elementos que la acompañan, es decir, el clima, los sedimentos de esas aguas, o derivados
como pueden ser los gases que de ellas se desprenden.
Se puede definir como el conjunto de medios médicos, técnicos, higiénicos, sociales y hosteleros al servicio
de la utilización terapéutica de las aguas termales.
En el mundo romano se empleaba el término termas, del latín “thermae” que significa
“baños públicos”, llamados así debido al importante carácter social, además de terapéutico,
higiénico y lúdico que tenían. Son los precursores de los actuales balnearios, a los que se
parecen en muchos aspectos, y, sobre todo, comparten su finalidad, principalmente en las
áreas terapéutica, higiénica y lúdica.
En la actualidad, el termalismo engloba no sólo los conceptos médicos, relacionados
con la aplicación terapéutica de las aguas mineromedicinales y de mar y su eficacia,
fundamentada en la investigación (medicina basada en la evidencia) y en la prevención, sino
también una filosofía o cultura del agua, una búsqueda de la salud y el bienestar de manera
natural.
La importancia actual del hidrotermalismo viene avalada por la Organización Mundial
de la Salud (OMS), que ha incluido el termalismo en la medicina tradicional. Este hecho ha
desarrollado el denominado Termalismo Social, ya que en muchos países las curas termales
se financian a través de los sistemas de salud. En España esta financiación se realiza a
través del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), permitiendo a un gran
número de personas pensionistas acceder a un tratamiento termal anual adaptado a su
estado de salud.
En torno a la práctica termal en los balnearios se articulan una serie de servicios de
hostelería, actividades sociales, deportivas, etc., que generan muchos puestos de trabajo y
suponen un importante motor económico en zonas, generalmente rurales, que a veces
están aisladas o desfavorecidas. En este gran grupo de establecimientos se encuentran
centros con instalaciones termales y hoteleras de todas las categorías, desde una a cinco
estrellas, lo que permite, no sólo desde el punto de vista terapéutico, sino también turístico,
disfrutar de una cura termal o talasoterápica al alcance de todo tipo de presupuestos.
Algunos conceptos básicos
La Hidroterapia consiste en la utilización, con fines terapéuticos, del agua potable, considerada
como agente físico de aplicación externa.
Etimológicamente la palabra hidroterapia quiere decir tratamiento por el agua.
La hidroterapia es una rama de la medicina física, disciplina que se ocupa del estudio de
las terapias basadas en la utilización de agentes físicos no ionizantes, entre los que se
encuentra el agua.
Cuando se emplean aguas que tienen una mineralización específica –aguas
mineromedicinales y aguas minerales naturales–, a los efectos físicos derivados de la
aplicación del agua como tal se suman los específicos derivados de los factores
mineralizantes. Del estudio de las aguas mineromedicinales se ocupa la Hidrología Médica,
que es una especialidad de los estudios de medicina, que además abarca la hidroterapia, la
talasoterapia, la helioterapia y la climatología médica.
La Hidrología Médica se define como el estudio de las aguas mineromedicinales, marinas y
potables ordinarias, y sus acciones sobre el organismo humano en estado de salud y enfermedad.
Las técnicas hidroterápicas se aplican en centros especializados, generalmente
hospitales, pero también en centros de rehabilitación y recuperación de traumatismos,
lesiones deportivas y enfermedades degenerativas o neurológicas de diferentes etiologías.
Por su parte, la Hidrología Médica, Crenoterapia de los franceses o Balneoterapia de los
alemanes, se prescribe y aplica en los balnearios, que son considerados establecimientos
sanitarios, para lo que deben disponer de un médico e instalaciones y personal adecuado
que les permita desarrollar su actividad de manera profesional.
La Hidrología Médica, como se ha indicado, también se ocupa de la aplicación
terapéutica del agua de mar, y, en este caso, se aplica en los centros de talasoterapia.
La Talasoterapia (del griego: thalassa = mar y therapeia = tratamiento) es la utilización
terapéutica de los elementos del medio marino.
Los recursos talasohídricos son el agua de mar, el clima marino, con todos sus factores,
las algas, la arena y los limos o lodos marinos. En esta definición también se incluye el
empleo del agua de lago salado.
También son muy importantes para la hidrología médica la helioterapia y la cura
climática, que pueden ir asociadas a las anteriores o constituir un tratamiento único.
La Helioterapia es la utilización del sol con fines terapéuticos. No puede aislarse de los
factores climáticos y tiene que cumplir tres requisitos: debe aplicarse de forma sistemática o
con una pauta establecida, de manera adecuada (“a cuerpo desnudo”) y perseguir una
acción terapéutica.
La Climatología Médica estudia los efectos terapéuticos del clima (Climatoterapia) y los posibles
trastornos o alteraciones de la salud (Meteoropatología).
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