Nro:l.-"Plenario:Canosa Héctor A.c/a Grondona Emilio ... otro-Cobro ejec.,emb.prev." Expte. 40644

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Nro:l.-"Plenario:Canosa
Héctor
A.c/a
Grondona
Emilio
y
otro-Cobro ejec.,emb.prev."
Expte. 40644
Registro 53
En la ciudad de Azul, a
14
de Junio de dos mil,
reunidos en acuerdo extraordinario los señores Jueces de la
Excma. Cámara de Apelación Civil y Comercial doctores Hernán R. Ojea, Isabel C. Onetti de Dours, Guillermo L. Céspedes, Ana M. De Benedictis, Jorge M. Galdós y Leticia A.
Fortunato de Serradell, de conformidad a lo dispuesto por
el art.35 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, para resolver mediante Acuerdo Plenario dispuesto en la causa:
"Plenario: Canosa Héctor A. c/a Grondona Emilio y otro Cobro
ejecutivo,
embargo
preventivo"
y
conforme
con
la
desinsaculación de ley que oportunamente se practicó, resultó que dichos señores Jueces deben votar en el siguiente
orden: Doctores CESPEDES-OJEA-FORTUNATO DE SERRADELL-DE BENEDICTIS-ONETTI DE DOURS-GALDOS, ello con el objeto de resolver las siguientes:
-C U E S T I O N E Slra.) Ante una demanda ejecutiva iniciada como cambiaria directa y siendo que se trata de un "no pagaré" por falta de alguno de los requisitos dispositivos para
serlo y opuesto defensa haciéndolo notar, es factible ana-
lizar de oficio en el mismo juicio si, pese a ello, puede
el título tener habilidad remanente como simple quirógrafo
?.-V O T A C I O NA LA PRIMERA CUESTION, el señor Juez doctor
CESPEDES, dijo:
I) Que el conflicto de pareceres que motiva
la convocatoria a plenario del Tribunal, se produce en razón de haber resuelto la Sala I -por mayoría- que la falta
de un requisito formal que impedía caracterizar al documento ejecutado como pagaré no obstaba a examinar -en el mismo
juicio- la habilidad remanente del título que diera pié a
la ejecución, de conformidad a lo dispuesto por el art.52l
inc. 2do. CPCC, operando el instrumento como documento quirografario continente de un compromiso de dar dinero (causa
Nro.4OllO, "Tiseira", 4/3/99, carecía de lugar de emisión y
su remisión a causas dictadas cuando el Tribunal no se había dividido en Salas).Mientras la Sala II, ha decidido que impedida
la acción cambiaria por ausencia de algún requisito esencial -fecha de emisión en lo que se pretendió era un pagaré- la posibilidad del actor de hacer valer el instrumento,
ya como simple quirografario debe ser utilizando la vía y
forma que pudiera corresponder, ésto es mediante prepara-
ción de la vía ejecutiva, pero en otro proceso distinto
("Lombardi", 26/ll/96).II) Que la secuencia del trámite en análisis
presupone haberse abierto la ejecución, disponiéndose librar mandamiento de intimación de pago y citación de remate,sobre la base de un documento que ha sido calificado por
el ejecutante como "pagaré", el que no resulta ser tal por
carencia de alguno de los requisitos dispositivos - "El título al cual le falta alguno de los requisitos indicados en
el artículo precedente no es válido como pagaré...; art.102
Dto. Ley 5965/63- lo que es invocado al excepcionarse, pero, sin embargo y como remanente contiene los elementos para ser considerado como un título quirografario.Que a partir de allí se abren los dos criterios sustentados en los fallos del Tribunal, cabiendo señalar como posible ingrediente que el ejecutante al contestar
las excepciones advierta su error y lo rectifique propiciando sea tenida como ejecución simple o quirografaria.A mi modo de ver esta contingencia no es la
determinante de tomar una u otra senda, toda vez que como
ha sido admitido, en la contestación de las excepciones la
oportunidad se abre para que el actor además de ofrecer
prueba y acompañar documentación, pueda invocar nuevos hechos encaminados a desvirtuar los alegados en el escrito de
oposición de excepciones (Palacio, Derecho Procesal Civil,
T.VII-484). Pero ello no significa que pueda transformarse
la pretensión -de eso se trataría en el caso de no considerarse, como lo propondré de un supuesto de "iura curia novit"- pues en tal caso para garantizar el derecho de defensa se haría necesaria una "dúplica", no receptada procesalmente y menos, si se quiere, en un proceso ejecutivo.Volviendo entonces a las dos posiciones existentes cabe señalar por las citas y transcripciones que se
harán más adelante, que es la repetición de planteos similares resueltos por otros Tribunales del país.En definitiva se trata, a mi modo de ver, de
un problema de índole estrictamente procesal relacionado
directamente con: el principio de congruencia, el derecho
de defensa y la posibilidad jurisdiccional de suplir el derecho erróneamente invocado por las partes.Que pueda considerarse al "no pagaré" como un
título con el cual puede prepararse la ejecución, casi puede afirmarse no hay discusión. Es más no cabría haberla si
se atiende a que la casi totalidad de los supuestos que la
práctica
exhibe,
se
utilizan
formularios
preimpresos
de
"pagarés" donde deben completarse los claros dejados adrede. A partir de allí y aún omitidos algunos elementos conteniendo los requisitos previstos por el art.518 CPCC, se
podrá preparar la ejecución.-
Que
por
ello
y
estando
en
juego
aquellos
principios nada encuentro mejor para repasar el principio
de congruencia, que referirme a un reciente y fundado voto
de la estimada colega de la Sala II, Dra. Leticia Fortunato
de Serradell (8/6/99, "Gonzalez c/a Don Rolo", JA, entrega
Nro. 6l82,23/2/OO) que en lo pertinente dijo: "La congruencia ha sido definida por la "doctrina como la conformidad
que media entre la "sentencia y la pretensión o pretensiones que "constituyen el objeto del proceso, más la posición
u "oposiciones en cuanto contornean ese objeto (conf. "Azpelicueta Juan J.,Tessone Alberto,"La Alzada, "Poderes y
Deberes", pág.157) ...Ahora bien, siempre "dentro de los
lineamientos que enmarca el principio "antes referido, el
juez puede adjudicar al complejo de "los hechos relatados
por las partes un encuadre "distinto del que éstas propician, conforme a la fórmula "da mihi dactum dato tibi ius dadme los hechos, yo "pondré el derecho- venite ad factum,
curia novit ius "(conf.Sentís Melendo, "Revista de Derecho
Procesal",
"parte
2,
ps.2O8
y
ss.;
Sup.Corte
Bs.As.,Ac.15267, del "21/10/69). Es que, con ajuste a los
hechos denunciados y "probados, el juzgador queda en libertad de efectuar la "calificación jurídica pertinente con
prescindencia de "la rotulación legal efectuada por las
partes. Según la "jurisprudencia" corresponde al juez calificar la "relación sustancial de la litis y determinar la
norma "jurídica que la rige, aunque las partes no la invoquen "o lo hagan en forma errónea (Sup.Corte Bs.As.,A. y
S., "1967-I-729; DJBA,102-250)".III) Que entre los supuestos donde se ha considerado no afectado el principio de congruencia sino que
implica suplir el derecho mal invocado, considero es invocable para el caso lo resuelto por el Superior Tribunal de
la Pcia.de Bs.As., cuando tratándose de tercerías demandadas como de dominio, al no tener cabida como tales se las
analizaba
como
de
mejor
derecho
y
como
tal
procedentes
(Ac.477O9, "Gonzalez",3/8/93;JA,l993-IV-39l y sus citas).Que en el mismo sentido se ha pronunciado la
Suprema Corte de Tucumán, cuando con primer voto del Dr.
René Padilla sentó doctrina en el sentido que: "Por aplicación del principio "iura novit curia" la tercería de dominio deducida para lograr el levantamiento de un embargo con
fundamento en un derecho preferente invocado por el actor
puede ser tratada como tercería de mejor derecho, pues de
tal modo no se suple un error de hecho ni se modifican los
términos en que quedó trabada la litis,ni se coloca a las
partes en situación de indefensión, sino que, de conformidad con las facultades reconocidas al Juez,se corrige la
calificación jurídica de la acción" (C.S.Tucumán, Sala Civil y Penal,abril 23/92,"Rubio").-
Ese
importante
pronunciamiento
mereció
las
críticas favorables -me circunscribo al aspecto en cuestión, pues tocó otros interesantes temas- de Chiappini,
"Una terceria mal urdida y los jueces como el deux ex machina"; Morello,"El boleto de compraventa y una interpretación funcional de las tercerías", ambos a continuación del
fallo publicado en JA,l992-IV-l93; Mosset Iturraspe - Lorenzetti, "Revista de Derecho Comunitario", T.3-359.Que conforme lo ha resuelto la Cám. Nac.de
Apelaciones en lo Comercial en fallo plenario, bien que por
mayoría, la posibilidad de tratamiento del caso en el mismo
juicio es procedente. Sus términos fueron invocados en el
precedente
del
Tribunal
citado
al
comienzo
(Set.22/8l,
"Krshichanowsky", ED, t.95-64l o LL-1981, D-253); señalándose que el título carenciado como pagaré puede servir para
la apertura de la vía ejecutiva cuando es invocado como
instrumento privado continente de una promesa de dar dinero, o se hábil para fundar la sentencia ejecutiva cuando
luego de despachada la ejecución quien le imputa la omisión
no acompaña su argumento defensivo con una explicación sobre el motivo por el cual esa ausencia debiera obstar al
cobro de tal quirógrafo.Que en la misma posición, o sea tesis amplia,
se sitúa Matilde Zavala de Gonzalez en "Doctrina JudicialSolución de Casos", Nro.2, pág.268 y sig.- Expresa la Ma-
gistrada y autora de reconocido fuste, que "...no hay motivo para debatir sobre la no preparación "de la vía ejecutiva, cuando el demandado admite de "modo inequívoco, aunque
sea elípticamente, que el "documento privado ha sido suscripto, lo que tiene la "jerarquía del reconocimiento judicial"."Exigir dicho reconocimiento de manera "insoslayable y estrictamente previa a la promoción de "la demanda
ejecutiva, y pese a que él es practicado al "trabarse la
litis, importaría la consagración "ritualista de un trámite
que el contenido del proceso "revela como innecesario, lo
cual es equivalente a un "injustificable exceso ritual manifiesto (C. 8va., CC "Córdoba, sent. Nro.167, 29/6/87 y
Sent.Nro.97,8/10/90, "Semanario Jurídico,833,l8/4/9l).Agregando más adelante que "En tales "condiciones, descalificar la vía ejecutiva intentada y "exigir su
previa preparación, sin que aquel contra "quien se exhiben
los documentos aduzca algún motivo "razonable (fuera del
exclusivamente formal cambiario), "no deja de advertirse
como un exceso ritual "manifiesto, atenido a la letra de
las normas y no a su "verdadera finalidad"."Repugna a un sentido elemental de justicia
"(que es, ante todo, sentido común) que, por una "inadvertencia del receptor de los documentos, al no "consignar
"Córdoba" u otro lugar como el de "libramiento antes de
presentarlos al cobro, queden "ellos drásticamente privados
de toda fuerza ejecutiva, "a pesar de que tal omisión no
perjudica al demandado "(nada aduce en tal sentido), ya que
éste no niega en "momento alguno su firma, con lo cual, así
sea por una "vía elíptica, ella no puede sino reputarse como "reconocida"."No hay motivo razonable para remitir el "tema a la preparación de la vía ejecutiva, cuando éste "trámite aparece como estéril, al presentarse a juicio "el demandado y no negar de alguna manera su firma, con "lo cual
queda integrado el requisito del "reconocimiento del instrumento privado que exige la "ley procesal"."El principio de la buena fe y la "proscripción
de los actos abusivos (art.1071 Cód. "Civil) descartan los
ritualismos inútiles y "dispendiosos, que se conectan con
excesos en el "ejercicio del derecho de defensa en juicio"."Las
conclusiones
expuestas
cobran
especial
"fuerza cuando -insistimos- el elemento ausente, a pesar
"de estar exigido por la ley, no gravita en contra de "ningún interés específico de la persona a quien se "atribuyen
los documentos, y ésta no impugna su "autenticidad"."En
función
de
las
circunstancias
anotadas,
"queda perfeccionada la ejecutividad de los títulos "cuando
concurre un reconocimiento elíptico:efectiva "presentación
a juicio del demandado y articulación de "defensas puramente formales, sin negar las signaturas "que se le imputan"."A los efectos de decidir si un título "reviste o no fuerza ejecutiva, basta que se adecue a "alguno
de los supuestos indicados en la ley procesal. "Si el invocado por el actor en su demanda es "incorrecto, cabe iura
novit curia su ubicación en otro "que, aunque diferente,
permita concluir en que la vía "ejecutiva intentada es correcta".Destaca más adelante la autora que la tesitura
propuesta ha sido acogida por decisión mayoritaria del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba. Extraigo del voto
del Dr. Ferrer que se transcribe el siguiente párrafo que a
mi juicio contiene la sustancia de la posición que propongo
propiciar en el voto: "La demanda ejecutiva se funda en "el
título adjunto a la demanda. Su calificación como "pagaré"
es una categorización jurídica, no un hecho. Que "la acción
así acogida deje de ser "cambiaria",no "obsta a la conclusión apuntada; la acción ejecutiva, "al igual que la cambiaria, no es causal y se funda "exclusivamente en el título invocado. El distinto "sustento jurídico no implica cambio de la acción. No "hay defensa alguna que la errónea calificación del "título invocado como "pagaré" haya frustrado o "dificultado. En conclusión: aún descalificado como
"título cambiario el documento en base al cual ha sido
"despachada la ejecución, debe rechazarse la excepción "de
inhabilidad de título si el documento contiene la "obligación exigible y no condicionada de pagar una "suma de dinero líquida o liquidable, y el demandado no "negó la firma
que se le atribuye, ni opuso defensas que "descalifiquen la
ejecutividad del título como "instrumento privado".Es también ilustrativo el voto del Dr.Sesis en
el mismo sentido, que también transcribo:"La "deficiencia
formal
del
título
cambiario
no
podría
ser
"opuesta
por
quien la hubiera provocado. Aún cuando "falte al instrumento alguno de los requisitos para ser "reputado como pagaré,
siempre que contenga un "reconocimiento de suma líquida a
pagarse en fecha "determinada y vencida, resulta procedente
la vía "ejecutiva; y es hábil para fundar la sentencia
"ejecutiva cuando, luego de despachada la ejecución, "quien
le imputa la omisión de alguna mención no "acompaña su argumento defensivo con una explicación "sobre el motivo por
el cual esas ausencias debieran "obstar al cobro de tal documento. Si el librador de un "pagaré creó a sabiendas un
documento inhábil, y no "desconoció la firma, prevalece el
principio de que "quien fue el autor de la nulidad no puede
arguir el "vicio para no pagarlo. Por otra parte, resulta
por demás "innecesario el procedimiento de preparación de
la vía "ejecutiva, ya que si la firma no le pertenece al
"demandado, puede desconocerla en la oportunidad en que "se
lo cita de remate para oponer excepciones "legítimas. Para
nada cambia la situación el hecho de "que el actor haya
iniciado su pretensión como una "acción ejecutiva cambiaria, ya que el principio "iura "novit curia" permite a los
tribunales encuadrar "jurídicamente las cuestiones de hecho
invocadas por "las partes, siempre y cuando no se modifiquen la acción "en sus elementos esenciales".IV) Que, aplicando la doctrina referenciada a
la hipótesis en estudio y dejando de lado el derecho mal
invocado, no se ve alterada la pretensión de querer ser el
actor reconocido mediante sentencia judicial como acreedor
de aquél a quien atribuye la firma del documento que le
sirve de base.Sea la acción cambiaria o común, los hechos,
el documento y la pretensión son los mismos.También lo son las excepciones oponibles al
no existir reglamentación en la ley cambiaria a partir de
la derogación del art.676 del Cód.de Comercio, por lo que
"las excepciones cambiarias no son otras que, con exclusividad, enumera taxativamente la ley procesal" (voto de la
Dra.
Onetti
7/l2/88;
de
Dours,
en
Bonfanti-Garrone,
causa
Nro.
Títulos
3O244,
de
"Verellen",
crédi-to,
T.II,
pág.l22 y sig.,Nros.27l y 274).Debe también tenerse presente que si bien en
las circunstancias del caso en consideración debió prepa-
rarse la vía ejecutiva, al no desconocerse la firma al excepcionar,
queda
virtualmente
como
reconocida
(art.
543
inc.2do.CPCC y su doctrina).Por lo expuesto, doy respuesta afirmativa a
la primera cuestión propuesta.Así lo voto.
A LA MISMA CUESTION, el señor Juez doctor
OJEA, dijo:
I) a) Conforme es formulada la cuestión motivo de plenario ha quedado superado -por exclusión- de que
un pagaré al que le falte alguno de los requisitos dispositivos insuperables, pueda como tal ser considerado hábil en
los términos del inc.5to. del art. 521 del Cód. Proc. De
cualquier forma en cuanto a ello me remito a mis votos en
las causas Nros.23271 "Hijos de Miguel Castellar y Cía.c/a
Real" y 3O244 "Verellen c/a Francia" por razones de brevedad.b) A partir de allí el tema se centra en
cuanto a que: si ése título inválido como pagaré puede ser
no obstante considerado con efecto remanente, como simple
instrumento privado continente de una promesa de pago o
quirógrafo. Y entonces ahora subsumido en el supuesto del
inc.2do.del citado art.521 del Cód.Proc. por obra del juzgador dentro de un juicio ejecutivo, sea acogible la pre-
tensión en esas condiciones, a pesar de que el ejecutante
lo esgrimiera como título cambiario.II) a) Exponen Bergel y Paolantonio cuando
tratan en profundidad el tema (y a quienes sigo en cuanto
al punto),que la rigurosidad cambiaria en que las formas
asumen carácter constitutivo "ha movido a doctrina y jurisprudencia a buscar soluciones que posibiliten sostener la
validez de la obligación contenida en el documento, en las
hipótesis en que el título se viera alcanzado por la falta
de eficacia cambiaria referida en la ley...".A partir de allí esos autores se refieren a
la doctrina italiana que elaborara la solución con sustento
en la "conversión del negocio nulo".Y tras analizar las
normas del Código Civil Italiano que darían margen a admitirlo y la opinión de los autores de esa nacionalidad que
la apoya, se pronuncian por su parte en el sentido que: no
"podemos insertar en nuestro derecho estos debates y estas
construcciones".Para concluir aquellos en definitiva categóricamente que: "Ante tales ausencias normativas, entendemos que
no se verifica base sólida para sostener la conversión del
negocio cambiario nulo consistiendo el trasplante de instituciones jurídicas foráneas no admitidas en nuestro derecho
una aplicación -por cierto dudosa- del ya varias veces denunciado método de inversión...".-
Critican esos autores los criterios jurisprudenciales vernáculos que admiten la consideración del título en
esas condiciones, a partir de apoyarse en aquella doctrina
aún sin mencionarla; y además distinguiendo la cuestión
desde el derecho de fondo con el procesal, con lo cual
"...culminan por realizar una interpretación abrogativa de
la
ley..."
(Acciones
rias,T.I,pág.29O,"Los
y
vicios
de
excepciones
forma
y
sus
cambiaconsecuen-
cias").III) a) He tenido oportunidad de referirme en
los precedentes citados al análisis del caso desde la óptica del derecho formal, haciéndolo meramente por vía de hipótesis
(causa
Nro.23271
"Hijos
de
Miguel
Castellar
y
Cía"). Esto es entonces atendiendo a la supuesta habilidad
remanente del documento como base de un proceso ejecutivo
en su condición de documento privado en los términos del
art.521 inc.2 del Cód.Proc., llegando a concluir que igualmente cabría desestimar la ejecución.Como
primera
advertencia
valga
señalar
que:
"no ha sido receptada en nuestro Código Procesal una norma
similar a la introducida en el art.544 inc.4to.del Cód.
Proc. Nacional,por la ley 22434,que veda admitir defensas
de inhabilidad cuando no se ha negado la deuda; entonces y
máxime siendo la ley cambiaria de interpretación restrictiva, entiendo inaplicable dicho principio".-
"Es doctrina que:"Dada la naturaleza de la
acción cambiaria y que, fundándose la inhabilidad de título
opuesta en la falta de requisitos formales que hacen a su
calificación como papeles de comercio, no cabe la aplicación de normas procesales que rigen otra clase de obligaciones" (Cám. Nac.Com.,Sala A, "Hermida", 30/ll/79, Rep.ED,
14, pág.541, Nro.78)"."En
otro
orden
de
ideas,
también
entiendo
que: desechar la inhabilidad del título en que se basó el
proceso ejecutivo cambia, argumentándose su habilidad remanente como simple documento privado, cuando aquel motivo
fue precisamente el sustento de la defensa del ejecutado,
encontraría
una
valla
en
lo
prescripto
por
el
art.163
inc.6to.del Cód. Proc. Ha dicho la Corte Provincial que:
"una garantía del debido proceso consiste en el límite que
tiene la judicatura de no introducir alegaciones o cuestiones de hecho sorpresiva-mente, de manera que las partes no
hayan podido ejercer su plena y oportuna defensa, por ello
la conformidad entre la sentencia y la demanda en cuanto a
las personas, el objeto y la causa, es ineludible exigencia
de principios sustanciales del juicio relativos a la igualdad, bilateralidad y equilibrio procesal, toda vez que la
litis fija los límites de los poderes del juez. Es cuando
se supera este marco de operatividad que produce el quebrantamiento del principio de congruencia" (Ac.28513 "Fis-
calía de Estado", Reseña de Jurisprudencia, 198O, Colegio
de Abogados de la Pcia. de Bs. As.)" (de mi voto en la citada causa "Hijos de Miguel Castellar").En
tal
oportunidad
el
Dr.
Arias
quien
me
acompañara con su voto agregó: "se ha promovido una acción
ejecutiva cambiaria sobre la base del pagaré... al que la
demanda le asigna escuetamente carácter constitutivo, con
un sentido de autonomía ejecutiva (fs.ll vta.,punto III),
sin considerarse el actor obligado a examinar o justificar
el crédito por otro medio, es lógico concluir que en tales
términos ha quedado delimitado el objeto del presente juicio, y por tanto el hecho de que el excepcionante no haya
desconocido la autenticidad de la firma no gravita en la
solución del caso: no sólo porque esa cuestión no puede
constituir tema de debate, sino también porque, como se dice en el voto que me precede,"no cabe la aplicación de normas procesales que rigen otra clase de obligaciones". Por
ello, no puede hacerse jugar al pagaré de fs.8 como un documento privado en los términos del art.521 inc.2do. del
digesto de forma; además, si decimos que en el caso en examen queda excluida la acción directa cambiaria contra el
suscriptor del documento de fs.8, con fundamento en normas
de derecho sustancial (arts. 30 y 60 dto.ley 5965/63),no
podemos a continuación prestar esa misma acción con base en
el derecho adjetivo".-
b) En esa línea argumental también es dable
poner de manifiesto que: en la ejecución de títulos de crédito (art.521 inc.5to.CPCC) el titular está eximido de requerir y obtener el previo reconocimiento de firma; ello
precisamente debido a la naturaleza del documento cartular,
lo que sí es necesario para el caso de un simple quirógrafo
(art.1026 Cód.Civil).Y si forzando las cosas se pretendiera
tener por salvada la situación (art.523 inc.1ro.) mediante
las manifestaciones que efectuara el ejecutado en oportunidad de plantear la excepción, ello encontraría obstáculo
primeramente en lo dispuesto por el art. 524 del Cód.Proc.
cuando menta que:"...tal manifestación no podrá ser reemplazada por un escrito". Lo cual se compadece con el sentido que se quiso dar al acto, de corte personal estricto.Ello amén de que conforme a una sólida posición doctrinaria, la exigencia como condicionante para que
la excepción de inhabilidad de título pueda ser considerada
-de que se niegue la deuda- "...no resulta esencial cuando
el documento cambiario resulta formalmente inhábil -vgr.
cambial
carente
art.100/101
de
algunos
LC-
requisitos
(Bergel-
exigidos
por
el
Paolantonio,
ob.cit.,T.II,pág.294).c)
A esta altura concierne efectuar una re-
flexión: Si bien se advierte, la doctrina y jurisprudencia
van salvando escollos (con loable propósito) para que una
ejecución mediante un título defectuoso igual sea viable,
también cabe admitir que el camino sembrado de concesiones
tiene un límite, el cual se debe detener en el principio de
seguridad jurídica que se nutre en el derecho de defensa en
aproximación al debido proceso. Y con ello quiero retornar
a la exigencia del reconocimiento de firma.El documento privado a que se refiere el inc.
2do.del art.521 del Cód.Proc.,no es otro que el aludido por
el título V del Código Civil, en que la firma es condición
esencial para su existencia -art.1012 del Código Civil- y
recién una vez ésta reconocida o declarada como tal, tiene
fuerza probatoria. Destacando Rodríguez: "Y si reconocida
la firma quedó reconocido el contenido (doct.arts.1026 y
1028 Cód.Civil) (y aún presumida la causa de la obligación,
agrego por mi parte -Llambías,Código,T.II-A,pág.559-), justo es admitir que hasta que no se verifique tal reconocimiento no surge la certeza del suscriptor y no puede tener
el instrumento fuerza ejecutiva. "
"Para evitar que la acción ejecutiva pueda perjudicarse el
código ha previsto la preparación de la vía ejecutiva para
el reconocimiento del instrumento privado..." (Tratado de
las ejecuciones,T.2, pág.531).La opinión de este autor no es otra que la
actualización
de
la
del
maestro
Alsina
quien
señalaba:
"Mientras el documento privado no haya sido reconocido por
la parte o el Juez no lo haya dado por reconocido, carece
de fuerza probatoria y en consecuencia es inhábil para fundar la acción ejecutiva. Por ello la ley permite obtener el
reconocimiento de firma a los efectos de preparar la ejecución...lo que el legislador ha querido es que ese reconocimiento se practique ante el Juez de la ejecución y como diligencia preparatoria de la vía ejecutiva"
"Una vez autenticada la firma, el documento privado adquiere fuerza ejecutiva..." (Tratado,T.V, pág. 2O2).IV) a) Volviendo al supuesto que nos ocupa
valga destacar que; el ejecutante habría incumplido su deber doblemente: l) al presentar un título con pretensión de
pagaré -incompleto- cuando estaba habilitado para integrarlo (art.ll/ //2do.párr. D.L. 5965/65) y así hacerlo en forma. Mientras que al suscriptor por esa omisión no pudo imputársele un actuar ilegal o negligente (conf. Bergel Paolantonio, T.I, pág. 292, nota l49).2) No solicitando en todo caso la preparación de
la vía ejecutiva (art.523 Cód.Proc.).Entonces como tampoco el Juez observó el título en tales condiciones desestimando la ejecución, el proceso nació más que defectuoso.b)
Sabido
es
que
la
norma
legal
en
juego
-
art.523 Cód.Proc.- indica que frente a un documento que no
trae aparejado ejecución se cite al deudor para que efectúe
el reconocimiento de la firma que se le atribuye. Si no
compareciere o contestare con evasivas o fuere impreciso,
en ese caso, pero contando con el apercibimiento que se le
formulare previamente en la citación, se tendrá por reconocido el documento atribuido (art.524).Como
en
el
"sub-discussio"
directamente
el
deudor ha sido intimado de pago mediante un título que no
es ejecutivo "quemándose" el paso previo señalado, que debido a las exigencias que lo rodean tiende a salvaguardar
el derecho de defensa del deudor; considero que por ello no
se
le
podrá
tener
por/
//reconocido
tal
documento
(doct.art.874 Cód. Civil).Debiendo entonces rechazarse sin
más la acción pues ya no podrá volverse a la situación del
art.526;ello como efecto de la preclusión y en razón del
principio de seguridad jurídica.V) a) Conforme fuera formulada la cuestión
abarcatiba en la omisión de cualquiera sean los requisitos
sustanciales del documento, considero -para clarificar- podría caber tratamiento particular superlativo por sus connotaciones propias, el supuesto de falta de: indicación de
beneficiario (causas de esta Cámara, Sala única Nros.30244
"Verellen" y 31806 "García"), caso en que entiendo se acentúa la inhabilidad aún remanente del documento como simple
quirógrafo.-
Es que no cualquier escrito firmado, ni aún
cualquier reconocimiento de deuda es instrumento privado
con las características de título que trae aparejada ejecución. El nombre del beneficiario con esa pretensión es requisito esencial; frente a esa omisión se trataría de algo
así como una confesión de deuda inexigible por falta de
destinatario."Como el tema se identifica con la legitimación
procesal de la parte, para el caso la misma "...debe resultar, por un lado, de la coincidencia entre quien interpone
la
pretensión
y
quien
figura
en
el
título
como
acree-
dor..."."En este aspecto sólo corresponde atenerse a
las determinaciones del título..."."Y como ello importaría la ausencia de un requisito intrínseco de admisibilidad...autorizan al Juez a
denegar de oficio la ejecución" (Palacio, Tratado de Derecho Procesal,T.VII,págs.339 y 343).Es unánime la opinión autoral en el sentido
que la legitimación tiene que surgir del título mismo: "El
título debe bastarse a sí mismo y la legitimación debe surgir del mismo, su falta es un defecto de tal importancia
que imposibilita la ejecución" (Rodríguez, Tratado de las
ejecuciones, T.I, pág.490; Bustos Berrondo, Juicio Ejecuti-
vo, pág.58; Falcon, Proceso de Ejecución, pág.404; Donato,
Juicio Ejecutivo, pág.l00).Y en todo caso:"El título no puede completarse
a posteriori de la intervención del accionado con elemento
alguno" (Morello y otros, Código, T.VI-A,pág.300).Tales principios que no deben ser soslayados
para el "sub-judice", han sido acogidos aún por Tribunales
que admitieron la habilidad ejecutiva del/ //documento cartular cuando adoleciere de alguna deficiencia formal menor
(Cám.Apel. Civ.y Com. Trenque Lauquen, "Donatiello", JUBA,
B-2201725;Cám.Nac.Com.,
Sala
B,
LL,
1989-
D,pág.580,Nro.6380).En conclusión, con sustento en normativa de
forma y fondo, doy respuesta negativa a la primera cuestión
propuesta.Así lo voto.A LA MISMA CUESTION, la Señora Juez doctora
FORTUNATO DE SERRADELL, dijo:
I) La controversia que motiva la convocatoria de este plenario, tal como han quedado formuladas las
cuestiones se produce
a consecuencia de la distinta posi-
ción que adoptaran ambas Salas de esta Cámara al tener que
resolver la procedencia de la acción ejecutiva promovida
por el accionante que invoca ser portador legitimado de un
pagaré, contra su librador, que se opone a ella, alegando
la inhabilidad de dicho instrumento por carecer de alguno
de los requisitos indispensables para revestir dicha condición.La discusión se plantea si
demandado la excepción de inhabilidad de
opuesta por el
título con base
en tal situación, puede el sentenciante, en el mismo proceso, concederle al instrumento una validez remanente enmarcándolo dentro de algunos supuestos previstos por los art.
521 del Cód. de Proc. que lo autorice a reconvertir dicha
acción llevando adelante igualmente la ejecución, inicialmente deducida en base al citado título de crédito.Es uniforme la jurisprudencia que sostiene
la invalidez como pagaré del título al cual le faltare alguno de los requisitos enunciados en el art. 101 del decreto ley 5965/63 y en particular, el lugar y fecha de creación, o aquél al cual le falta el nombre del beneficiario
(art. 101 inc. 5º).- Frente a ello cabe preguntarse entonces, si ese instrumento, posee las condiciones requeridas
para ser considerado un documento hábil, bajo alguna de las
formas que prescribe el art. 521 del Cód. de Proc. y en especial si lo es al amparo de lo normado por el inc. 2º de
la mentada norma.Respetando la opinión de quienes abogan por
una solución restrictiva, entiendo que la respuesta a este
primer interrogante debe encontrarse partiendo de un aspec-
to que tiene que ver con el hecho de que el frustrado pagaré pueda ser considerado un instrumento privado capaz de
quedar enmarcado en los presupuestos que menta el art. 518
del Cód. de Proc., o sea que se trate de un título que
traiga aparejada ejecución, para lo cual debe contener una
"obligación exigible de dar cantidades líquidas de dinero o
fácilmente liquidables".Según lo prescripto por el art. 521 inc. 2º
del Cód. cit se considera título que trae aparejada ejecución "El instrumento privado, suscripto por el obligado,
reconocido judicialmente o cuya firma estuviese certificada
por escribano con intervención del obligado y registrada la
certificación en el protocolo o libros de requerimientos".Es doctrina de esta Sala que "constituyen
título hábil para promover la ejecución, previo reconocimiento de la firma por parte del deudor, todos aquellos
instrumentos privados en los cuales conste la existencia de
una adeuda líquida exigible y que no requieran de una interpretación incompatible con la limitación de conocimiento
que es propia del proceso ejecutivo, si las partes han pactado expresamente la vía y ésta no resulta desnaturalizada
(Conf. esta Sala causa nº 41.511, "Lenzi Olga Inés y otra
c/ Barbini, Ana María s/ Cobro Ejecutivo).En vista de ello la habilidad remanente del
título podrá ser considerada en tanto las deficiencias que
adolecía la cambial permitan verificar la existencia de un
título de tales características.II) Ahora bien, y en atención a la conclusión arribada, corresponde abordar ahora lo que considero
un aspecto puramente procesal o formal, desde que
se plan-
tea si ese instrumento tal como está, y opuesta la excepción de inhabilidad de título, se halla facultado el sentenciante a mandar llevar adelante la ejecución contra su
firmante en el mismo proceso donde se hubo considerado la
inhabilidad del pagaré, o debe serlo en otro distinto.Siendo éste el punto sobre el cual reside la
diferencia que ha provocado la convocatoria de este plenario, anticipo mi adhesión a algunos de los fundamentos que
conforman las motivaciones del voto del Dr. Ojea y sobre
todo con la conclusión final a la que arriba en esta primera cuestión.En efecto, considero que la conversión de la
acción no puede hacerse en el mismo proceso en tanto ello
conlleve a una valoración oficiosa de la validez remanente
de dicho título, y a una desestimación implícita de la defensa esgrimida por el ejecutado.Y es este el punto dirimente que tuvo
cuenta
en
esta Sala en oportunidad de votar la causa nro.
38.543, caratulada: "Lombardi, Naldo Delfos c/ Melendez,
Andrés y otra s/ Ejecutivo", toda vez que en ella, (además
de haberse desconocido la deuda), no hubo invocación de la
parte actora que permitiera efectuar una valoración diferente de lo que conformó el aspecto inicial de la pretensión.Reseñando brevemente lo ocurrido en la misma, debo señalar que el Sr. Lombardi demandó la ejecución
de un pagaré por la suma de U$S 624,oo, al cual el demandado opuso excepción de
incompetencia e inhabilidad de títu-
lo, fundada esta última en que le faltaba la fecha de creación del mismo, (a lo que sumó su negativa a la existencia
de la deuda que se ejecutaba en su contra).- Dicha excepción no fue contestada por el actor, tal como da cuenta el
encabezamiento del pronunciamiento dictado por el Sr. Juez
de grado, quien además de rechazar la excepción de incompetencia declara la validez del pagaré por entender que no
existía la omisión denunciada por el excepcionante, resultado que impugnado vía apelación por el interesado da lugar
a la intervención del Tribunal y al dictado de la resolución motivo de la controversia en cuestión.Fue en ese contexto donde luego de admitirse
la excepción de inhabilidad opuesta por el ejecutado, compartiendo la posición minoritaria que adoptara
el Dr. Mu-
guillo se hizo alusión a la posibilidad de que "...dicho
instrumento -válido como simple quirógrafo- pueda el actor
hacerlo valer por la vía o la forma que puediere correspon-
der, esto sería la preparación de la vía ejecutiva, pero en
otro proceso distinto" (ver causa "Lombardi Naldo Delfos
c/Melendez Andrés y otra s/ Ejecutivo" cit).Para una mayor claridad
habré de abundar en
las razones que fundamentan la imposibilidad de la mentada
reconducción oficiosa.a) El primero de esos fundamentos radica en
que partiendo del hecho de que no es lo mismo promover la
ejecución respecto de un pagaré que hacerlo respecto de un
instrumento privado porque existen diferencias en cuanto a
la habilitación de la vía ejecutiva, es lógico suponer que
por imperio de lo normado en el art. 330 del Cód. de Proc.,
es carga del ejecutante cumplimentar en forma los recaudos
establecidos por dicho precepto.- De ahí que la posibilidad
de reconducir lo que fuera demandado como ejecución de un
pagaré no puede hacerse en el mismo proceso sin una alegación expresa y oportuna de que el mismo sea equiparado a un
instrumento privado.-
b)
De
no
existir una introducción oportuna de la cuestión, entiendo
que se quebranta el principio de congruencia que sienta el
art. 163 inc. 6º del Cód. de Proc., por cuanto la actividad
oficiosa del iudicante al otorgarle una calidad distinta
que la invocada en la demanda, excede la facultad que fija
el mismo artículo.-
Conforme la posición que hubo adoptado la
jurisprudencia del Alto Tribunal Provincial, receptada por
esta Sala en varias causas
(nro. 36.762 "Fisco c/ Chamorro
s/ Cobro de Australes del 26/3/96; 36817, Cancina c/ Cancina s/ Rendición de Cuentas", entre otras). "la sentencia
debe
recaer
sobre
pretensiones
oportunamente
deducidas
(S.C.B.A., Ac. 22.164 del 8/3/77), y defensas temporáneamente articuladas" (S.C.B.A. Ac. 34.562, Panozzo, Andrés c/
Rosso s/ Daños y Perjuicios del 18/6/85, pub. Ac. y Sent.
1988-II-127).- "Que es una consecuencia del principio de
congruencia-
e
interesa
también
a
la
defensa en
juicio
(art. 18 C.N)-, que los puntos expuestos por las partes en
sus escritos de demanda y contestación fijan el campo de
actuación, tanto de la sentencia de primera instancia (art.
163 inc. 6º del C.P.C.C.), como del Tribunal de Alzada
(art. 272, 1ra. parte ).La misma jurisprudencia y en especial de la
Casación Bonaerense, al abordar el tema de la facultad que
concede el art. 163 inc. 6º antes citado,
ha dicho que "No
se aplica el principio iura novit curia cuando no hay hechos que calificar" (S.C.B.A. Ac, 32.667 del 10/9/85, "Maranzana, Néstor c/ La Central de Vicente López S.A.C. s/
Cobro de Pesos", Ac. y Sent. 1985-II-560; Ac. 36.020 del
17/6/86 Ac. y Sent. 1986-II-89); "Que el principio de la
regla iura novit curia no puede comprender lo que en el ca-
so ofrezca fuera de su trazado estrictamente jurídico, so
riesgo de llegar por vía de un proceder "ex oficio" al quebrantamiento mismo de la bilateralidad, por lo que se excluye la posibilidad de introducir oficiosamente acciones
no ejercidas sin petición de parte interesada, ni audiencia
de la contraria, pues ello avasalla el art. 18 de la Constitución Nacional.." (S.C.B.A.
Ac. 32.508 del 3/7-84, pub.
J.A. tomo 1985-II, pág. 574; Ac. 43.417 del 134/8/91, pub.
Ac. y Sent.año 1991-II-755; Ac. 45.853 del 24/3/92, Ac. y
Sent. año 1992-I-448).Esta doctrina ha sido reafirmada en fallos
más recientes al señalar que si bien en virtud del referido
principio se reconoce la facultad que tienen los jueces de
determinar la norma jurídica que rige la litis aunque las
partes no la invoquen o lo hagan en forma errónea o insuficiente, "...tal facultad tiene como único límite el de no
alterar la relación procesal.- Es decir, no les permite
elaborar conclusiones que impliquen modificar las pretensiones que sirvieron de base para la articulación de la situación procesal o tergiversen la naturaleza de la acción
incoada".- (S.C.B.A. Ac. 60.716 del 2/9/97, in re " Alet,
Jacinto Domingo c/ Felice, José María y otro s/ Daños y
Perjuicios"; Ac. 61.653 del 2/ 6/98, in re " C.O.M.A.C.O.
S.R.L. c/ R.I.V.A. S.A. y otro s/ Cobro de pesos").-
Si como lo sostiene el Dr. Ferrer, que adopta la tesis mayoritaria del Tribunal Superior de Córdoba y
que recoge de lo manifestado por Matilde Zavala de González, la calificación como pagaré
que le da el demandante
constituye "una categorización jurídica, no un hecho",
to-
mando en cuenta la doctrina de la Corte Bonaerense antes
expuesta,
por no ser un hecho, no existe la posibilidad de
su calificación (S.C.B.A. Ac. 32.667 cit.).- La categorización jurídica hace a la naturaleza misma del instrumento de
crédito, lo que obsta a su modificación en forma oficiosa,
cuando a través de ella se llega a otorgarle una naturaleza
distinta de la invocada, con el agravante que por esa vía
no se da la debida respuesta a la defensa que esgrime el
ejecutado.Si la acción es instada en base a un pagaré
y el demandado opone la excepción cambiaria sustancial que
regla el art. 102 del decreto ley 5965/63, discutiendo la
legitimidad del derecho del accionante que se sustenta exclusivamente en la existencia de un título ineficaz, coincidiendo con lo apuntado por el Dr. Morandi en el voto minoritario que vertiera en el fallo plenario de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Comercial ("Krshichanowsky,
Miguel C. c/ Weliki, Daniel", pub. L.L. 1981-D-253), considero que la demanda tiene "la virtualidad de fijar sus propios límites", constituyendo lo alegado por las partes "la
relación procesal, sin que sea dable apartarse en la sentencia del objeto de esta última" (conf. Morello-Passi Lanza- Sosa- Berizonce, "Códigos Procesales en lo Civil y Comercial de la Provincia de Bs.As., t. IV-220).Por otra parte
y valiéndonos de la misma
interpretación que se hubo efectuado en dicho plenario,
considero que lo que delimita el objeto del juicio, frente
al requerimiento que formula el demandante sobre la base de
un instrumento para hacer valer el derecho cartular que
emana del mismo, es la defensa que en ese caso se torna necesaria para determinar la validez formal del título, que
obliga, según señala el mismo Morandi a "...una decisión
expresa y positiva en subsunción de los hechos a la norma
de derecho material ( art. 163 inc. 6º del Cód. de Proc.).De otro modo se olvida que es tarea de los jueces
valorar
y calificar, todos las motivaciones que conforman el soporte fáctico del tema sometido a decisión
y dentro de esa
valoración se halla precisamente lo que sirve de fundamento
a la oposición de la excepción, la que a la postre resulta
acertada en tanto a través de ella se expone la existencia
de los hechos determinantes de la inhabilidad del título
que se reconoce.Sin negar que deba admitirse
su habilidad
remanente, lo cierto es que la inhabilidad de título no
queda convalidada por la circunstancia de que no se haya
negado la firma, ya que si es inhábil, la conclusión y sus
efectos no son modificados por aquella circunstancia.De ello se sigue que la calificación oficiosa, importa una modificación de lo alegado y un cambio de
la acción inicialmente promovida, la que debemos convenir
se halla instaurada en orden a los atributos que gozan los
títulos cambiarios (letra de cambio, pagaré, cheque), y en
virtud de la cual el ejecutado hubo ejercitado su derecho
de defensa.-
Dicho cambio
se evidencia aún más cuando a
través de ello se deja de lado el
procedimiento instituido
en favor de quienes son requeridos ejecutivamente al cumplimiento de una obligación instrumentada en forma privada
(art. 523 inc. 1º), trámite del cual el titular de la acción está relevado de cumplimentar en razón de la naturaleza del instrumento cuyo cobro persigue.Al excesivo rigor formal que se imputa al
apego a la posición que sostengo se contrapone a mi entender, lo que importa a su vez un denodado esfuerzo en salvaguardar el crédito que ostenta el ejecutante, que fuera
erróneamente denunciado y del cual este último, tal como lo
expondré seguidamente, tampoco resulta ajeno a la existencia de su inhabilidad.c) Analizando los fundamentos que inspiran
la posición contraria a la que vengo exponiendo, se advierte que entre ellos se enuncia aquél que tiene que ver con
la tesis según la cual serían aplicables al campo de los
instrumentos cambiarios, el principio que veda invocar dichos vicios de los actos jurídicos a quien los hubiera causado; esto es, se niega legitimación para excepcionarse al
sujeto defendido en base al aforismo "nemo admittitur aut
auditur propiam turpitudinem allegans".Además de considerar que quien figura como
ejecutado tiene- bajo el amparo de su ejercicio de derecho
de defensa en juicio (art. 18 Const. Nac.)- la posibilidad
de oponerse válidamente a la acción ejecutiva, mientras lo
que alegue se encuentre dentro de los mecanismos procesales
que la ley ha instituido a tal fin (en este caso excepciones) ( arts. 542 del Cód. de Proc.) y máxime cuando le
asiste razón para hacerlo, entiendo que tampoco puede hacerse valer en su contra aquella tesis, cuando la invalidez
del título cambiario como tal, a los fines de la ejecución,
no está dada necesariamente por haber sido el librador de
un pagaré incompleto o en blanco.Es que como lo expuse anteriormente, de esa
invalidez o de esa inhabilidad no resulta ajena la conducta
del ejecutante, si tenemos presente que nuestra legislación
cambiaria legitima la emisión del título cambiario en blanco o incompleto (art. 11 5965/63).- El ordenamiento cambiario regula esta clase de
títulos
en el art. 11, expidién-
dose sobre la validez de su emisión a condición de que
cuando se los presente para ejercer los derechos en contra
de cualquier obligado esté completo en los términos del
art. 2 del dec. ley 5965/63.Aún cuando han sido muchas
las posiciones
que ha exhibido la doctrina respecto de cual es el fundamento jurídico en virtud del cual el portador tiene el derecho de llenar la letra de cambio o el pagaré, lo cierto
es que en la jurisprudencia ha predominado la teoría de que
tal derecho se asienta en el mandato tácito (Conf. Williams,
Jorge
N.
"Letra
de
Cambio
pág.463 y 464).-
y
Pagaré",
tomo
I,
Y en este
sentido, también cabe aclarar que la problemática presenta
un distingo en lo que hace a la
estructura final del docu-
mento firmado en blanco o incompleto, ya que si se hace una
reclamación en cuanto a la forma de completar un título
cambiario cabe la aplicación del art. 11 del dec. ley antes
mencionado; pero si se lo hace en función de un documento
que no es cambiario (caso instrumento privado), se está ante una situación regida exclusivamente por las normas del
derecho común (arts. 1016 y sigts. del Código Civil)(Conf.
Scuti, Ignacio A. "Títulos de crédito, pág. 76), y en su
caso
sobre la base de las normas del derecho procesal, pe-
ro no del derecho cambiario.Pero en definitiva, y en lo que aquí interesa es la conclusión de que el pagaré en blanco o incom-
pleto no constituye un título inválido por voluntad del librador, sino que en base a lo antes expuesto y tomando en
cuenta las palabras de Morandi " El título en blanco, apto
para integrarse, hace presumir el ejercicio de ese derecho
por el beneficiario o tercer poseedor legitimado que lo
presentará al cobro, sin que la falta de integración con
los efectos de invalidez propios pueda encontrar otro responsable que aquél que voluntaria o involuntariamente incurrió en la omisión".-Por tanto y en atención a lo expuesto
doy respuesta negativa a la primera cuestión planteada.-
Así lo voto.A LA MISMA CUESTION,
la Señora Juez doctora
DE BENEDICTIS, dijo:
Me adhiero en su totalidad al voto de la vocal que me precede Dra. Leticia A. Fortunato de Serradell,
agregando sólo lo que expresaré a continuación.
Quien ha sido demandado con sustento en un
"no pagaré" por deficiencias formales e interpuesto en consecuencia,
la
correspondiente
defensa
de
"inhabilidad"
(arts.101, 102 dec/ley 5963/65; 542 inc.4 C.P.C. y C.), se
vería
afectado,
en
su
derecho
de
defensa
frente
a
una
readaptación oficiosa del proceso.
El principio "iura novit curia", no implica
que
el
juzgador
pueda
introducir
de
oficio
acciones
no
ejercidas, sin petición de parte interesada ni audiencia de
la contraria, pues en tal caso se conculcaría el art.18 de
la Constitución Nacional (Suprema Corte de Justicia de Bs.
As., 1-XI-83; "Molina, Antonio c/ Calabrese, María s/ Usucapión"; Ac.31.991, coc. Ac.31.326 y Ac.22.044).
Por otra parte, cabe consignar que quien desaprovechó la posibilidad de completar los espacios en blanco deteriorando la existencia de la cartular como tal, ha
sido desidioso, y al respecto recuerdo que "la garantía
constitucional de defensa en juicio no cubre comportamientos negligentes" ( S.C. Ac.34661; del 3-VI-86, "Boffaro,
oscar Eduardo c/ Videgaray, Héctor").
Así lo voto.
A LA MISMA CUESTION la Señora Juez doctora
ONETTI DE DOURS, dijo:
Adhiero al voto emitido en primer término,
entendiendo que la valoración de la cuestión sometida a
plenario halla la respuesta correcta en lo destacado por el
distinguido colega Dr. Céspedes.Sin desconocer los antecedentes que han sido
expuestos por los señores Jueces que siguen en la votación
entiendo, por lo que agregaré, que el enfoque dado hasta
ahora, por esta Cámara siendo Sala única y en la actualidad
Sala I, cuando no se ha negado la firma del pagaré, ni desconocida la deuda deber ser mantenido; recordando:
a)-Que
en
distintas
oportunidades
en
esas
circunstancias, a partir de la causa 23271 Hijos de Miguel
Castellar y Cía. c/ Raúl Armando Julio-Cobro Ejecutivo, e
integrando el Tribunal, por excusación de los jueces naturales, sostuve en posición que quedó en minoría que tal actitud procesal supone un reconocimiento expreso de la obligación
reclamada (arts.495,496,499, 503,505 inc.1, 507,509
y 616 del C.Civil, 354 inc.1º, 484,547 del CPCC.), que determina la habilidad ejecutiva aún cuando, como en el caso,
adolezca de alguna deficiencia formal menor.Tal
criterio,
impuesto
por
las
circunstancias
particulares que lo rodean y sin dejar de advertir que la
situación se refiere a obligados directos se ve a su vez
respaldado por los argumentos que expuse a continuación:
a)-en primer lugar debe tenerse en cuenta que quien creó "a
sabiendas
un
instrumento
inhábil
(sin
lugar
de
emi-
sión)...quien creo un documento nulo, o sea: quien fue el
autor de la nulidad, no puede argüir el vicio para no pagarlo(art.
1049
del
C.C.)"
(Cám.Nac.Sala
"Krshchanowsky Miguel c/Waliki Daniel
D,
autos:
citado en el plena-
rio que se menciona después; b)-que la reforma del Código
Procesal de la Nación impuesta por ley 22434, receptando
los lineamientos de la doctrina y jurisprudencia más actualizada ha consagrado en su art.544 inc.4º el principio que
veda admitir defensas de inhabilidad en homenaje al solo
formulismo ritual, prescribiendo que no serán admisibles
cuando "no se ha negado la existencia de la deuda (Colombo,
Código...T.
IV,
pág.129,
Nº
ll,
ap.
l;
CNCiv.,Sala
E.,
ED.T. 60- 637; 55, 525; Sala C. 40-563; 40-509; 44-233; 48155; 70-396; 79-423; l7-553; 57; 44l; Sala B, E.D.t.68-301;
Sala A., E.D.T.60,635_C.lra.C.C.Mercedes, L.L.t.1976-C.192;
c) que las Cámaras Nacionales en pleno (registro nº 30756,
publicado en la revista de Jurisprudencia Argentina del 21
de Octubre de 1981, páginas 10 y sigts.) en sentido coincidente y con amplitud de fundamentos cuya transcripción omito por considerarla innecesaria, determinó que "el pagaré
carente de indicación del lugar de emisión...es hábil para
fundar la sentencia ejecutiva cuando luego de despachada la
ejecución, quien le imputa la omisión de esa mención no
acompaña su argumento defensivo con una explicación sobre
el motivo por el cual esa ausencia debiera obstar al cobro
de tal quirógrafo".- d) Al no estar reglamentadas en la ley
de fondo las excepciones oponibles en la acción cambiaría,
rige sobre el particular las disposiciones de los Códigos
Procesales, por lo que no se altera la defensa en juicio
del ejecutado si se le aplican exigencias interpretativas
sobre los presupuestos que debe reunir la excepción de inhabilidad
de
título
Sent.1982-169).-
reguladas
por
los
segundos.-(Ac.y
Criterio este que fue mantenido por el Tribunal en las causas resueltas con posterioridad haciendo mayoría con el Dr.Céspedes, quien adhirió a esta interpretación en la causa 30244 "Verellen Pablo Pedro c/a.Francia
José Carlos-Cobro ejecutivo.En esta ocasión destacó el colega que la exigencia de la negativa de la existencia de la deuda, admitida por vía de interpretación jurisprudencial y recogida por
la reforma al Código Procesal de la Nación, no significa
otra cosa que vedar admitir defensas en solo homenaje a un
formulismo ritual ya que de otra manera, como fuera señalado en la Exposición de motivos que acompañara a la referida
reforma",la cuestión sería abstracta.Entonces sobre las situaciones fácticas
destacadas -negativa de la deuda; no desconocimiento de la
firma- se llega desde antaño por mayoría a acoger la acción
la acción ejecutiva aceptando que el título tiene habilidad
recurrente
como
simple
quirógrafo.-Llevando
la
ejecución
adelante en el mismo proceso.b)-El
criterio
por la orientación
seguido
se
encuentra
sustentado
coincidente que sobre el tema se ha
perfilado en doctrina y jurisprudencia.Entre las que señalo se encuentran las consideraciones realizadas por la Excma.Cámara 2da.,Sala 1ra. de
La Plata al señalar que frente al carácter de librador y no
desconocer
la
firma
ni
la
obligación...,
queda
purgada
cualquier eventual deficiencia formal que torna impropio
cuestionar su habilidad (Arts.57 y 104 Decreto-Ley 5965/63;
Fassi, Código, T.II, pág.508 Nº 2956).- En efecto, el impedimento procesal de inhabilidad de título frente a una deuda no reconocida
recer
un
perfila su inviabilidad so pena de favo-
huero
161,163,inc.6º,542
ritualismo.
inc.4º,
546,
549
(Arts.34
y
inc.5º
concordantes
del
CPCC.; Palacio L, "Derecho Procesal Civil",T.VII-pág.426)....
La
ausencia
de
beneficiario
constituye
una
falencia que desnaturaliza la pretensa categorización jurídica de pagaré otorgado al documento (arts.1º inc.6º Decreto Ley 5965/63), no obstante lo cual
deviene ineluctable
que se está en presencia de un instrumento privado que refleja una obligación de dar una suma de dinero cierta y
exigible, esto es que se ha cumplimentado la necesaria requisitoria a que se satisfaga la deuda incumplida...Es que la intimación de pago posibilita un
reconocimiento del instrumento o de la deuda que exterioriza aunque se invoque su eventual inhabilidad como pagaré
conformando la fuerza ejecutiva que "ab initio" pudo no exhibir dicho documento (art.521 inc. 2º cit.), pues al momento de emitirse la sentencia de trance y remate es el estadio final y dirimente en que el Juzgante de grado verifi-
ca la viabilidad ejecutiva o no del título que hace al soporte del reclamo compulsorio, sin que las evaluaciones jurisdiccionales deban vertebrarse en etapas históricas ya
transitadas
(arts.34
sino
inc.5º,
en
la
realidad
l61,l65
litigiosa
inc.6º,521
sobreviniente
inc.2º,
541,549
y
concds. CPCC.).Desconocer los prealudidos acontecimientos y
sus efectos jurídicos, ante una obligación no negada,
implicaría consagrar un rigorismo formal inconciliable con
un adecuado servicio de justicia atendiendo a la verdad objetiva de los hechos relevantes de la causa (C.S.N.,fallos
238, 550, 254, 311, 266, 280, 228, 285, S.C.B.A.,Ac.33060
del 12.11.83:Ac.33672 en DJBA. 130, 321, causa Coop.de Crédito...c/Rizzo-13.6.89).En el mismo sentido se ha expedido como se
citara en las causas a que hago referencia la Cámara Comercial de la Capital Federal.En otros antecedentes quedó establecido que:
El esclarecimiento de si, pese a una falencia cambiaria,
queda o no perjudicada la ejecutividad de los documentos,
no puede prescindir de la valoración sustancial (y no sólo
ya formal, atinentes a los requisitos cambiarios) de que
incidencia concreta tiene el elemento preterido en los intereses del demandado, acorde con las circunstancias del
caso. Pues el interés es la medida de toda acción en justi-
cia y, correlativamente, el agravio es el fundamento y límite de todo recurso.En el caso, cuando el demandado no ha negado
en ningún momento la firma que se le atribuye a los documentos, ni interpuesto excepción de falsedad con tal motivo, sino que tampoco aduce algún gravamen concreto en vinculación con el elemento preterido; por ejemplo en cuanto a
la competencia, a la capacidad del suscriptor, etc..En tales condiciones descalificar la vía ejecutiva intentada y exigir su previa preparación, sin que
aquel contra quien se exhiben los documentos aduzca algún
motivo razonable(fuera del exclusivamente
formal cambiario), no deja de advertirse como un exceso ritual manifiesto, atenido a la letra de las normas y no a su
verdadera finalidad.-(Matilde Zavala de Gonzalez-Doctrina
en solución de casos, pág.268).Concretamente
los
fundamentos
del
voto
en
primer término y lo expuesto en el presente dan respuesta
favorable a la cuestión. Entendiendo si no ha negado la
deuda ni desconocido la firma que es factible analizar de
oficio, el título en el mismo juicio en que se inicia una
demanda cambiaria directa, cuando se trate de un pagaré al
que le falta algunos de los requisitos dispositivo para hacerlo; por tener habilidad remanente como simple quirógrafo.-
Así lo voto.A LA MISMA CUESTION en Señor Juez doctor GALDOS, dijo:
Adhiero al voto de la Dra. Fortunato de Serradell, el que expone con claridad la opinión de la Sala
II, que integramos.
En consecuencia, a la primera cuestión, dado
el tratamiento exhaustivo -de todas las posturas-, efectuado en los votos de los distinguidos colegas precedentes, me
pronuncio por la negativa.
Solo agregaré -casi "obiter dicta"- y dado mi
orden en la votación,
que sin desconocer el argumento de
autoridad de quienes participan de la tesis contraria, que
en mi opinión resulta lógica, jurídica y axiológicamente
inapropiado que quien se excepcionó con apoyo en la expresa
normativa que rige la cuestión (arts.101, 102, 103 y concs.
dec./ley 5965/63; arts.542, 545, 546, 547 y concs. C.P.C.),
resulte, a la postre, vencedor cambiario pero procesalmente
perdidoso en el pleito, por "exceso" de activismo judicial,
en desmedro de los derechos de defensa en juicio, de igualdad, legalidad y de propiedad (arts.15, 16, 17, 18 y concs.
Const. Nac.; arts.10, 11, 15 y concs. Const. Pcia. Bs.
As.).
Entiendo que no es equiparable la situación en
examen con la doctrina legal de la Casación Bonaerense, y
compartida por numerosos Superiores Tribunales, a la que se
aludió desde la postura contraria de rotular como tercería
de mejor derecho (art.725 C.C.; art.97 1er. párrafo C.P.C.)
desestimando
la
tercería
de
dominio
invocada
(art.97
C.P.C.), porque allí sin modificar ni los hechos, ni las
alegaciones de las partes, lo que se trata es de emplazar
la "quaestio facti" en la preceptiva del art.1185 bis del
Código
Civil
sin
pronunciarse
"ultra
petita"
(conf.Ac.33251, 24/6/86, "Penas, Ricardo en "Auzmenda, Rubén P. c/ Urban, Raúl", L.L., 1986-E-425; A. y S., 1986-II123 y J.A., 1987-I-226; ver Voto Dr.Negri, punto 3). Anotando elogiosamente ese "leading case" señaló, el hoy integrante del Alto Tribunal Dr. de Lázzari, que "si bien es
cierto que -iura curia novit- sobre el juez recae el deber
de reconducir el verdadero sentido de las peticiones, esa
iniciativa judicial es legítima en la medida en que quede
resguardada nítidamente la defensa en juicio. Y es de suponer que emplazada la demanda exclusivamente como tercería
de dominio, la réplica a la misma y la actividad probatoria
respectiva han tenido lugar tomando ese estricto marco de
referencia y no otro, lo que habría lesionado la mencionada
garantía constitucional" (de Lázzari, Eduardo Néstor, "Conflicto entre el adquirente por boleto de un inmueble y el
acreedor embargante del vendedor. Tercería de mejor derecho", en J.A., 1987-I, p.228).
Es que, en definitiva, con el mismo material
fáctico se enmarca jurídicamente la cuestión en la tutela
del
art.1185
bis
del
Código
Civil
(arts.34
inc.4,
163
inc.5, 164 C.P.C.), aplicable por analogía a la ejecución
individual (art.16 Cód. Civ.), por lo que "el amparo derivado de esa norma resulta oponible al acreedor embargante
en tanto queden acreditados los extremos de la norma y el
crédito
del
comprador
sea
anterior
al
del
embargante"
(conf., entre muchos otros, S.C.B.A., Ac.50.166, 26.10.93,
"Fhur, Alfonso. Tercería en autos: Caamaño, Fernando c/ Garralde, Gregorio. Rescisión de contrato y daños y perjuicios", D.J.J., Tº 145, p.286; E.D., Tº 159, p.247, con nota
de Julio C. Rivera, "Conflicto entre acreedor embargante y
poseedor con boleto de compraventa"; Ac. 40.500, 7/7/89,
"Giacaglia,
Jorge
Alberto.
Tercería
de
mejor
derecho",
D.J.J., Tº 137, p.77; Ac.51.414, 21/3/95, "Giannini, Eugenio y otra. Tercería de dominio en autos: López, Rubén c/
García, Omar. Cobro ejecutivo"; Ac.53634, 13/6/95, "Rodil
López, Jaime c/ Canellas de Nicastri, Alicia y otro. Tercería de dominio"; Ac.44882, 9.2.93, "Club Personal Banco Río
Negro y Neuquén Bahía Blanca. Tercería de dominio en: Gaucci, Roberto c/ Graetz, Rodolfo s/ Cobro ejecutivo", L.L.,
1994-C-209, con nota de Juan L. Miquel, "El boleto de compraventa y el art.1185 bis del Código Civil", y E.D., Tº
153, p.635, con nota de Jorge H. Alterini, "La tutela del
adquirente por boleto de compraventa fuera del ámbito específico del artículo 1185 bis del Código Civil", en J.A.,
1994-IV-181, con nota de Augusto M. Morello, "El boleto de
compraventa inmobiliaria: su fuerza sociológica y la necesidad cualificada de tutelarlo"; Ac.47709, 3-8-93, "Gonzlez
Escandon, Irenio del Carmen, tercería de dominio en Banco
Oddone S.A. c/ Graetz, Rodolfo y otra", J.A., 1993-IV-391;
Suprema Corte de Justicia de Mendoza, en pleno, 30/5/96,
"Coviram Ltda." en J.A. 1997-I,p.83, con nota de Rouillón,
Adolfo A. N., "Reflexiones sobre ciertos límites al reconocimiento, en la quiebra, del derecho a escriturar inmuebles
adquiridos
por
boleto";
Trib.
cit.,
en
pleno,
6/12/91,
"Minni, Miguel A. y otro en: Gómez, H. c/ Grzona, Juan C.",
ambos con votos de la Dra.Kemelmajer de Carlucci, J.A.,
1992-I-p.461 y sus citas y remisiones; esta Cámara, siendo
Tribunal único -hoy Sala I-, causa nº 28426, 30/6/87, "Esquenazzi, Joaquín Alfredo s/ Tercería c/a. Sosa, Ismael
Aníbal y otro - Tercería de dominio"; Trib. cit., causa nº
37125, 10/10/96, "Stular, José Luis y otra s/ Tercería de
Dominio en autos: Enrique Rigoberto c/ Stular Alberto y
otro s/ Cumplimiento de Contrato", E.D., Tº 175, p.1053; en
el mismo sentido: C.Civil y Com. Salta, en pleno, 14/8/96,
"Molina Aguado, Antonio y otra c/ Circunvalación S.A. y
otro", L.L., 1996-D-p.615; C.Nac. Civ. y Com. Federal, sala
3¦, 10/5/90, "Herrera, Agustín J. J.", en J.A., 1990-IV,
p.376 -por mayoría-).
En esos casos, lo que "se corrige es la calificación jurídica de la acción, ... porque es justamente
facultad de aplicar el derecho que corresponde al juez"
(voto del recordado Dr.René A. Padilla "in re", Corte Suprema de Tucumán, sala en lo Civil y Penal, 23/4/92, "Rubio, Nélida V. c/ Filippini, Hugo y otros", con notas aprobatorias de Julio Chiappini,
"Una tercería mal urdida y
los jueces como el 'Deus ex machina'" y Augusto Mario Morello, "El boleto de compraventa y una interpretación funcional de las tercerías", J.A., 1992-IV-p.192). Es que como lo afirma el maestro Morello al comentar el fallo- "la
"finalidad" clara del accionante no fue otra que la de obtener el levantamiento del embargo, fundándose en un derecho preferente que invocaba a su favor. Esa posición cierta
(no sorpresiva) anidó en la comprensión del contrincante
que tuvo, al respecto, cabal y razonable posibilidad de defensa. No cabe extremar la inoperancia en el juego específico del iura curia novit cuando no se está en presencia de
una alteración abusiva, o modificatoria, del torso institucional de lo que recorta el objeto, causa y petición deducidas .... Aplicar el encaje jurídico correcto (el que corresponde) a las circunstancias comprobadas de la causa -no
a otras distintas- sin injertar nuevas o diferentes preten-
siones, no es descolocar a la parte sino corregir la debida
actuación del derecho".
En conclusión, en el desplazamiento de la invocación de la tercería de dominio por la de mejor derecho,
tanto
en
la
ejecución
individual
o
en
la
colectiva
(art.1185 bis Cód. civ.; art.150 L.C. 19551 -hoy art.146
ley 24522), el juez califica el derecho aplicable -en el
marco de los principio "iuria novit curia"-, respetando la
congruencia decisoria toda vez que, en suma, rotula, emplaza o encuadra los hechos suministrados por las partes y
respecto de los que medió contradicción y bilateralidad,
supuesto que no es aplicable al caso en examen.
Por otro lado entiendo que no estamos ante
una deficiencia formal menor, que pueda ser suplida de oficio so pena de incurrir en exceso rigor formal. Ello así
porque las deficiencias provienen de la ley como habilitantes de una excepción (art.101 incs.4, 5 y concs. dec./ley
5965/63) y, luego, porque ella es atribuible, al pretender
ejecutar el título cambiario, a quien lo invoca, tal como
lo destacan los votos de los jueces a los que presto adhesión.
No participo de la tesis de que la intimación
de pago "per se" posibilita un reconocimiento del instrumento o de la deuda, que libere a su presentante de las
consecuencias de tales déficits, lo que permita su análisis
oficioso por el Juez, si no ha negado la deuda ni desconocido el título. Es que quien se encuentra amparado por la
procedencia
de
una
excepción
de
inhabilidad
de
título
(art.542 inc.4 C.P.C.) no tiene -no puede imponérsele- un
"plus" en su actividad procesal, que purge, sanee o convalide y menos oficiosamente, la inhabilidad que exhibe el
título, endilgable al ejecutante.
Partiendo, entonces, de la base de que el que
invoca el pagaré es quien debe completarlo (arg. art.11
dec./ley 5965/63), el exceso rigor formal no tiene cabida
para prohijar conductas negligentes del ejecutante.
Ocurriré a la doctrina del exceso ritual manifiesto, sólo en lo pertinente para evitar alongar este
pronunciamiento.
Tiene dicho la Casación Bonaerense que "la
doctrina del exceso ritual manifiesto no constituye una
doctrina abierta que permita sustituir a los principios de
orden procesal, que tienen también su razón de ser al fijar
pautas de orden y seguridad recíprocas. Sólo cabe acudir a
la misma en situaciones precisas, debiendo evitarse incurrir en el exceso del exceso ritual manifiesto, abriendo
paso
así
a
la
anarquía
procesal"
(S.C.B.A.,
Ac.44127,
18/3/91, "Banco de Galicia y Buenos Aires S.A. c/ Tordo,
Roberto Raúl y otra. Cobro hipotecario", D.J.J., Tº 140,
p.76, A. y S., 1990-II-898, E.D., 141, p.123, L.L., 1991-A-
253; íd. S.C.B.A., Ac.55.853, 7/11/95, "Tapia Garzón, Edmundo c/ Otaño Vilanova, Juan. Cobro de honorarios", A. y
S., 1995-IV-147; S.C.B.A., Ac.45323, 6/8/91, "C., A. H. c/
L., A. O.. Divorcio. Tenencia", A. y S., 1991-II-690).
Incluso se añadió que "mediante la invocación
del "exceso ritual manifiesto" no puede pretenderse alterar
el principio de bilateralidad, los márgenes objetivos con
sujeción
a
los
cuales
debe
pronunciarse
el
juez..."
(S.C.B.A., L. 37376, 18/8/87, "Acuña, Gumersindo y otros c/
Vainer S.A.. Salarios", A. y S., 1987-III-p.334).
Es que -reitero, en palabras de la Casación
Bonaerense- "la doctrina del exceso ritual manifiesto no
constituye
una
doctrina
abierta"
(S.C.B.A.,
Ac.56.306,
12/9/95, "Correa, Vicente A. y otra c/ Correa, Marta I. y
otro. Nulidad de acto jurídico", A. y S., 1995-III-545;
Ac.42863, 22/5/90, "Víctor, Miguel A. c/ Maldonado, Carlos", L.L., Tº 1990-D-393; Ac.44306, 10/9/91, "Sesan, Lorenzo c/ Pera, Carlos y otros. Desalojo", A. y
S., 1991-
III-211; Ac.46.285, 2/7/91, "Bettros, Daniel Oscar y otro
c/ Provincia de Buenos Aires. Daños y perjuicios", A. y S.,
1991-II-385), porque -también según la Corte local- "sólo
cabe acudir a la doctrina del exceso ritual manifiesto en
situaciones precisas, debiendo evitarse incurrir en el "exceso del exceso ritual manifiesto" abriendo así paso a la
anarquía procesal" (S.C.B.A., Ac.46.285, cit. supra "Bet-
tros..." del 2/7/91; Ac.44127, "Banco de Galicia" cit. supra; Ac.39.134, "Cajal, Héctor Daniel c/ Liga Marplantense
de Fútbol. Juicio sumarísimo", -refiriéndose a la legitimación-, A. y S., 1989-III-311).
Se ha agregado que:
1) "la rotulación de un acto jurisdiccional
como inficionado de exceso ritual requiere una cautela y
prudencia singular, un fino sentido jurídico capaz de detectar el empleo sensato y el insensato de las normas de
procedimiento" (S. C. de Mendoza, Sala 1,30/6/93, "Sindicato
de
Estaciones
de
Servicos
c/
Rizzo
Sileoni",
voto
Dra.Kemelmajer de Carlucci, L.L., 1994-A, 308, con nota de
Jorge W. Peyrano, "El exceso ritual manifiesto y el principio de protección", D.J., 1994-2-171, E.D., 154-568);
2) "No es posible establecer un límite preciso entre el exceso ritual y el respeto por las formas procesales; entre rito (concepto razonable) y ritualismo (concepto irrazonable); entre uso y abuso de una disposición
procesal" (S.C.Mendoza, sala 1¦, 30/6/93, "Sileoni, Norberto A. "Sindicato de Estaciones de Servicio c/ Rizzo Sileoni
p/ ejec. Sentencia s/ Inc.", voto Dra.Kemelmajer de Carlucci, con nota de Osvaldo Alfredo Gozaíni, "Límites del exceso ritual manifiesto", E.D., Tº 154, p.568);
3) "El exceso de rigor ritual debe ser manifiesto, esto es, debe presentarse con evidencia que las
formas procesales se convirtieron en una mera beatería, que
se ha abusado de ellas no adecuándolas a su propia finalidad" (S. C. de Mendoza, Sala 1, 28/12/93, "Banco de Previsión Social S.A.c/ Giunta de Storelli, Benita", D.J., 19942-497);
4) "La aplicación de la doctrina del exceso
de rigor ritual encuentra en la negligencia de la parte un
importante valladar en los juicios civiles, limitaciones
que no cuentan en la misma medida en los juicios penales"
(S.C.Mendoza, sala 1¦, 3/4/91, también con primer voto de
la mencionada jueza, "Amorós, Angela c/ García Morales,
Martín R. y otros", D.J., 1991-2-925; L.L., 1991-D-275;
J.A., 1991-III-378).
La traslación de estos parámetros interpretativos
conllevan a reputar inaplicable, en el caso, la doctrina
del exceso ritual toda vez que el supuesto se encuentra enmarcado en una norma expresa (arts.101, incs.1, 2, 5, 6, 7,
102, 103 y ccs. dec./ley 5965/63 y 542 inc.4 C.P.C.C.) y
fue el ejecutante -con su conducta negligente al omitir
completar el pagaré antes de llevarlo al proceso (doct.
art.11 dec./ley 5963/65) la que dio causa a la excepción
que prospera.
Así lo voto.
Por ello y como consecuencia de la votación
que antecede el Tribunal por mayoría resuelve fijar la si-
guiente doctrina: "Ante una demanda ejecutiva iniciada como
cambiaria directa en virtud de
un "no pagaré" por falta de
alguno de los requisitos dispositivos para serlo y opuesto
defensa haciéndolo notar, no es factible de analizar de
oficio, si pese a ello puede el título tener habilidad remanente como simple quirógrafo".-
Fdo.: Dr.Hernán Rodolfo Ojea. Juez. Cám.Civ.y Com. Sala I –
Dra.Isabel Onetti de Dours. Juez. Cám.Civ.y Com.Sala I –
Dr.Guillermo Lázaro Céspedes. Juez. Cám.Civ.y Com. Sala I –
Dra.Ana María De Benedictis. Presidente. Cám.civ.y Com. Sala II - Dr.Jorge Mario Galdós. Juez. Cám.Civ.y Com. Sala
II- Dra.Leticia A.Fortunato de Serradell. Juez. Cám.civ. y
Com. Sala II. Ante mí: Dra.María Cristina Beaucamp Secretaria Sala I
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