CARACTERÍSTICAS HIDROGEOLÓGICAS Y TIPOLOGÍA DE LOS ACUÍFEROS CARBONÁTICOS JURÁSICOS DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ CARRERAS COSTA, Alejandro(1) y GARCÍA GUERRERO, Antonio Jesús(2) (1) Euroestudios. Castelló 128.28006-Madrid. www.euroestudios.es (2) Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, Delegación Provincial de Cádiz. Junta de Andalucía. PALABRAS CLAVE: acuíferos kársticos, tipología, catálogo, provincia de Cádiz RESUMEN Los estudios hidrogeológicos realizados durante más de 20 años en rocas carbonáticas jurásicas de la provincia de Cádiz para la obtención de agua subterránea, principalmente para abastecimiento, han permitido determinar la estructura de estos materiales en relación con las arcillas yesíferas que los rodean. El funcionamiento hidrogeológico es el de los acuíferos kársticos sensu strictu pero con algunas diferencias debido a su estructura geológica. Pueden definirse tres tipos, dos de ellos son propios de los acuíferos sobre las arcillas triásicas: Kárstico sensu strictu y Kárstico con borde subsidente o hundido cuando, debido a la disolución de lentejones de sal bajo el acuífero, se forma un borde muy permeable y un tercer tipo, Kárstico con descarga a través de materiales semipermeables, que tiene lugar en acuíferos bajo coberteras detríticas terciarias. En este caso, la insuficiente capacidad de descarga de los materiales semipermeables da lugar a una regulación natural que puede confundirse con un funcionamiento propio de acuíferos kársticos de flujo difuso. Se catalogan y clasifican los acuíferos en materiales carbonáticos jurásicos de la provincia de Cádiz y se describen las características de algunos de ellos. 1. INTRODUCCIÓN En este trabajo se analiza el comportamiento hidrogeológico de los acuíferos carbonáticos de la provincia de Cádiz a raíz de la información recopilada a lo largo de los numerosos estudios realizados desde 1986 hasta la actualidad, para la mejora del abastecimiento de los pueblos de la Sierra. Estos estudios han sido realizados principalmente por la Diputación de Cádiz, la Delegación Provincial de Cádiz de la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía y diversos Ayuntamientos, con la colaboración de Euroestudios. 2. CARACTERÍSTICAS GEOLÓGICAS Los materiales calcáreos de edad jurásica de la provincia de Cádiz, forman parte de una serie de relieves alineados según la dirección NE-SW, entre San José del Valle al Sur y Alcalá del Valle al Norte. Pertenecen al dominio tecto-paleogeográfico subbético y tienen como característica común la presencia de un importante tramo basal dolomítico, seguido de un tramo intermedio de calizas microcristalinas y/o oolíticas del Liásico inferior, permeables por fisuración y karstificación, recubiertas por margo-calizas poco o nada permeables de edades comprendidas entre el Liásico medio y el Cretácico superior. Las unidades subbéticas reposan sobre un conjunto arcilloso-evaporítico (Tríásico de facies germano-andaluza) en donde además de las arcillas y yesos se intercalan lentejones de sales haloideas. Recubriendo los materiales mesozoicos subbéticos se encuentran materiales miocenos yesíferos que, en su mayor parte, son el resultado de una resedimentación del substrato triásico por lo que, a primera vista, se confunden fácilmente con éste y que denominaremos falso Triásico. Estos materiales terciarios presentan generalmente un tramo basal, estratificado en capas decimétricas, de yesos blancos recristalizados en alabastro, seguido por brechas de cantos poligénicos, en los que predominan los de yeso, de colorido variado, con estratos de orden métrico bien diferenciados. Al SE, los materiales subbéticos están recubiertos por materiales alóctonos de facies flysch, de edades comprendidas entre el Cretácico y el Mioceno inferior, que forman parte del denominado Complejo del Campo de Gibraltar. Los afloramientos de calizas y dolomías jurásicas de la provincia de Cádiz, tradicionalmente han sido interpretados como megabloques inmersos en las brechas terciarias que rellenan la depresión del Guadalquivir, flotando sobre el falso triásico, sin enraizamiento alguno. Sin embargo, a raíz de los numerosos estudios hidrogeológicos realizados en los últimos años para abastecimiento a las poblaciones serranas, el conocimiento de la estructura de los materiales jurásicos ha evolucionado considerablemente. Se constata que la serie jurásica presenta gran continuidad bajo la cobertera terciaria de falso Triásico, asomando al exterior ocasionalmente a favor de domos o pliegues anticlinales. Así, desde el punto de vista estructural, se identifican dos tipos de acuíferos, uno, el admitido hasta ahora, en el que las dolomías y calizas descansan sobre las facies arcilloso-yesíferas triásicas y otro, bastante frecuente, en donde la serie carbonática se hunde bajo las brechas terciarias del falso Triásico. 3. COMPORTAMIENTO HIDROGEOLÓGICO Los acuíferos jurásicos de la provincia de Cádiz presentan un comportamiento cercano al Kárstico sensu strictu (Bayó et al, 1986) caracterizado por su notable heterogeneidad, circulación por conductos y escaso poder de regulación natural pero que, en algunos casos, la estructura geológica modifica su comportamiento lo que permite establecer tres tipos singulares: Dos tipos son frecuentes en los acuíferos que reposan sobre las arcillas con evaporitas triásicas: Kárstico sensu strictu, cuando la red kárstica drena directamente al exterior, en general a través de manantiales puntuales. En estos acuíferos, la obtención de aguas subterráneas mediante pozos es difícil ya que es necesario “acertar” con algún conducto de la red kárstica. Kárstico con borde subsidente o hundido, cuando el substrato triásico contiene lentejones de sal cuya disolución provoca la subsidencia o hundimiento de las calizas con saltos, a veces superiores a los 100 m (Ubrique). Este hundimiento da lugar a que el sistema de fracturación se abra, aumentando la permeabilidad de forma muy importante, en una franja de anchura variable a lo largo del borde, creándose una red de discontinuidades muy transmisivas en las que cualquier pozo o sondeo es capaz de obtener agua con una productividad alta, con importantes volúmenes almacenados por debajo del nivel de descarga, lo que permite regular el acuífero con uno o pocos pozos de bombeo. Kárstico con drenaje a través de materiales semipermeables. Este tercer subtipo tiene lugar cuando los materiales carbonáticos asoman bajo los materiales detríticos terciarios. Su estructura en domo favorece la descarga a través de los materiales semipermeables (Cretácico margo-calizo o Terciario detrítico) que rodean al acuífero. Los acuíferos drenan a través de materiales fisurados semipermeables, con capacidad de descarga limitada, produciéndose descargas muy reguladas cuyos hidrogramas pueden confundirse con los de los acuíferos kársticos de flujo difuso. La diferencia estriba en que la organización interna del acuífero es propia de los acuíferos kársticos s.s. sin embargo, al estar la descarga regulada, la zona saturada experimenta ascensos importantes en las épocas de fuertes precipitaciones, drenando de forma temporal por manantiales situados en la zona de contacto de los materiales semipermeables con los kársticos. Estos manantiales temporales o troppleins, están ligados a la red de conductos kársticos y desaguan importantes caudales de forma súbita que cesan de forma igualmente rápida cuando la superficie piezométrica desciende por debajo de su umbral de descarga. En la tabla siguiente se catalogan los acuíferos jurásicos de la provincia de Cádiz: 4. CLASIFICACIÓN DE ACUÍFEROS 4.1 Acuíferos kársticos sensu strictu En este subtipo, con funcionamiento típico kárstico, se incluyen los acuíferos siguientes: Sierra Valleja, pequeño acuífero que descarga en el embalse de Guadalcacín, Lagarín, pequeño acuífero al Sur de la población de El Gastor y todos los acuíferos del Sistema de Sierra de Grazalema, excepto el de Albarracín cuyo comportamiento es propio de acuíferos con drenaje a través de materiales semipermeables. SUPERFICIE DE RECARGA 2 (km ) RECURSOS 3 (hm /año) 1 - POZO AMARGO 0,7 0,3 2 - PICACHO 7,5 0,5 LOS CASTILLEJOS, FTE. DELRAMO 3 - LA NAVA 0,4 0,2 LA NAVA 4 - ALGODONALES 3,5 1,2 FTE. DE ABAJO 5 - LIJAR 11,5 3,8 9 3 SISTEMA ACUÍFERO Sª DE LIJAR 6 - ALCALÁ DEL VALLE 7 - LAGARÍN 8 - LLANOS DE VILLAMARTÍNLOMA DEL ROSALEJO 9 - LABRADILLO Sª DE GRAZALEMA Sª DE LAS CABRAS 0,25 13,5+7,5 10+3,5 CONTINUA TEMPORAL EL TEJAR, CALERÓN POBLACIONES A LAS QUE ABASTECE BOMBEOS 3 (hm /año) POZO AMARGO (PUERTO SERRANO) 0,1 PUERTO SERRANO 0,5 0,2 ALGODONALES ALTA, ARROYOS, HIGUERA, HONDÓN, ALGODONALES, OLVERA, CABERA Y LIJAR FTE. SECA, LA LAÍNA CORIPE AYO. LOS MOLINOS FTE GRANDE, SECA ALCALÁ DEL VALLE, OLVERA 2 EL GASTOR 0,25 VILLAMARTÍN 6+4 GASTOR, LAGARÍN, LA HIGUERA 12 8 HIGUERÓN, SAPILLO, CALISTRAL DUENDE, GIRÓN 10 - ZAFALGAR 34 22 BOCALEONES 11 - ARROYOMOLINOS 5 3,2 ARROYOMOLINOS EL GASTOR, ZAHARA 12–NACIMIENTO, CALDERONA, LA TORRECILLA 2,5 0,8 NACIM-CALDERONALA TORRECILLA GRAZALEMA 13 - ALBARRACÍN 10 6,5 QUEJIGO, VIHUELO, 14 - BENAMAHOMA 10 6,5 BENAMAHOMA 15 - FRESNILLO 1 0,5 AGUAFRÍA 16 - HONDÓN 8,5 5,3 EL HONDÓN 17 - BENAFELIZ 8,6 6,6 BENAFELIZ UBRIQUE 18 - CORNICABRA 30 25 CORNICABRA UBRIQUE 19 - ALGARROBAL 40 33 20 - LA SILLA ARCOS 1,7 PRINCIPALES PUNTOS DE DESCARGA 10 6,5 EL ALGARROBAL PRADO DEL REY TEMP. VIHUELO EL BOSQUE 2 BENAMAHOMA EL GARCIAGO 3 UBRIQUE ESPARRAGOSILLA, LA FUENFRÍA 21 – EL CARMEN 1 0,4 22 - SIERRA VALLEJA 2 0,6 GUADALCACÍN 23 - SIERRA AZNAR 2,3 1 LICHE, SOL 24 - SIERRA DE LAS CABRAS 32 8 TEMPUL 25 - SIERRA DEL VALLE 1,7 0,3 LA TEJA VARIOS 2 0,5 EL CHORRITO ALQUILÓN 26 - GIGONZA 1,1 0,1 0,3 ARCOS DE LA FRONTERA INFIERNO (FTE. IMBRO) JEREZ, SAN JOSÉ DEL VALLE 0,1 4.2 Acuíferos kársticos con borde subsidente o hundido Este tipo de acuífero kárstico suele formar parte de acuíferos kársticos s.s. o con drenaje a través de materiales semipermeables ya que las condiciones de borde subsidente no se dan en todo el acuífero. Así, puede incluirse en este subtipo el borde suroccidental de la Sª de Grazalema, que afecta a los acuíferos de Hondón, Benafeliz, Cornicabra y Algarrobal, en donde se observa en el exterior grandes grietas abiertas que siguen los límites occidentales de éstos. El único acuífero investigado es el de Benafeliz. En este acuífero se detecta sal en un sondeo de investigación (sondeo Santa Lucía, de 250 m de profundidad. SGOP 1996), perforado en la base del mismo, y una gran fracturación y pérdida de lodos en los dos pozos perforados para abastecimiento a Ubrique (Pozos 1 y 2 del Llano del Rano, de 143 y 217 m de profundidad respectivamente. Consejería de Obras Públicas y Transportes de Cádiz, 1996-1999) con presencia de agua limpia, desde el primer minuto, en los bombeos de ensayo efectuados. También podría clasificarse en este subtipo la franja de alta permeabilidad detectada en el límite occidental del acuífero de la Sª de las Cabras, en donde se dan las condiciones para que tenga lugar este proceso. Así, en esta franja, los 5 pozos perforados a percusión, con profundidades entre 166 y 284 m, no proporcionaron apenas detritus de perforación, obteniéndose agua limpia a los pocos minutos de iniciados los bombeos de ensayo. Por último, la disolución de lentejones de sal triásica, detectados en sondeos de investigación realizados en el frente occidental del acuífero de la Sª del Valle, ha provocado el hundimiento del frente de dolomías, con grietas abiertas visibles en los frentes de la cantera existente. 4.3 Acuíferos kársticos con drenaje a través de materiales semipermeables En este tipo se incluyen la mayoría de los acuíferos jurásicos de la provincia de Cádiz tales como los de los sistemas de la Sª de las Cabras y Lijar, el acuífero de Albarracín y los acuíferos de Alcalá del Valle, Villamartín-Loma del Rosalejo y Picacho. En el sistema de Sª de las Cabras, los acuíferos de Sª del Valle y Gigonza drenan a través de materiales semipermeables cretácicos, con manantiales muy regulados, La Teja (2 l/s) y El Chorrito (5 l/s) respectivamente, experimentando, en épocas lluviosas, ascensos del nivel piezométrico apareciendo numerosos manantiales temporales en la zona de contacto con las calizas y dolomías, en Sª del Valle, y el manantial temporal de Alquilón, en Gigonza, que alcanzan, en aguas altas, caudales de decenas de litros por segundo. El acuífero de la Sª de las Cabras drena por el manantial de Tempul. Este manantial emerge de un pequeño afloramiento de calizas que a su vez está conectado con el acuífero principal a través de materiales semipermeables terciarios. El manantial está en parte captado para abastecimiento a Jerez desde hace más de 100 años, con caudales aforados desde el inicio de la captación. El análisis de la descarga parece indicar la existencia de un alto efecto memoria, un gran poder regulador y una elevada capacidad de filtro que son propios de los acuíferos kársticos de flujo difuso. Sin embargo los resultados obtenidos en los trabajos de investigación y explotación no confirman este tipo de comportamiento. Así la parte central del acuífero presenta un comportamiento típico de acuífero kárstico s.s. (sondeos y pozos perforados en el barranco de la Foz) con el borde occidental muy permeable, con alta transmisividad, (pozos de la Zorra y del Infierno) debido probablemente a la abertura de las fisuras por procesos de hundimiento como resultado de la disolución de la sal subyacente. La explotación de este acuífero tuvo lugar entre Agosto de 1995 y marzo de 1996, tras una intensa sequía, con bombeos entre 330 y 840 l/s. En su inicio, el gradiente piezométrico entre los pozos del borde occidental y el manantial, a unos 8 km de distancia, era muy bajo, del orden de un 0,7 por mil, secándose el manantial al día siguiente de iniciado el bombeo, con un descenso de 6 m en los pozos. El volumen bombeado fue de 11 hm3 (entre agosto de 1995 a marzo 1996) con un descenso medio en los pozos de 28 m. La recarga en este periodo fue de 13,8 hm3, con unas lluvias de 981 mm (entre noviembre de 1995 hasta finales de enero de 1996) lo que supone un coeficiente de infiltración del 41%. La recuperación del acuífero fue muy rápida, unos 32 días sin cesar el bombeo, alcanzando una altura de 23 m por encima de la cota del manantial de Tempul. Al llegar la superficie piezométrica a 18,4 m sobre el manantial, entra en funcionamiento el manantial temporal del Infierno o Fuente Imbro, con un caudal de descarga que llegó a superar el m3/s. Estos datos no reflejan los propios de un acuífero de flujo difuso (inercia ante la recarga y baja organización kárstica). Así, el acuífero funciona como un embalse en donde el manantial de Tempul representaría un desagüe de fondo, con un caudal de descarga limitado por la existencia de un filtro (Terciario semipermeable) que regula la salida del agua. En aguas altas, el acuífero drena además por un aliviadero situado a 18,4 m por encima del manantial con una capacidad que supera el m3/s. En la actualidad, la capacidad de bombeo de los 5 pozos del borde occidental (1000 l/s) permite regular el acuífero al 100%. Los acuíferos de Lijar y Algodonales drenan a través de materiales semipermeables del cretácico y terciario dando lugar a manantiales perennes con caudales muy regulados: conjunto de manantiales de Lijar, Fuente Alta, Fuente de Abajo y Fuente Cabera. En aguas altas los manantiales no son capaces de aliviar el agua ascendiendo el nivel piezométrico dando lugar a diversos manantiales temporales de gran caudal: La Higuera, El Hondón, Fte. Seca y La Laína. En el acuífero se han perforado pozos (Coripe y Olvera) con capacidades superiores a los 100 l/s, en donde el agua se encuentra ligada a conductos. Igual ocurre en otros acuíferos como los de Albarracín y Picacho que drenan a través del terciario detrítico, apareciendo manantiales temporales en aguas altas a mayor cota piezométrica. Los acuíferos de Benafeliz, Cornicabra y Algarrobal, aun cuando presentan manantiales temporales a mayor cota, destacando El Garciago, unos 100 m más alto que el manantial del Algarrobal, su funcionamiento es propio del tipo kárstico s.s., con bajo poder regulador natural y agotamiento muy rápido. En estos casos, el ascenso piezométrico se debe, no a la presencia de un recubrimiento semipermeable sino a la gran intensidad de las precipitaciones que experimenta esta zona, con lluvias diarias que pueden sobrepasar los 400 mm, unido a una tasa de infiltración muy elevada por la existencia de formas kársticas de absorción e importantes sumideros (sima de Villaluenga, sima del Republicano, etc.). Así, la red kárstica experimenta grandes crecidas que superan la capacidad de descarga de los manantiales produciéndose el ascenso piezométrico y los manantiales temporales. El acuífero de Alcalá del Valle drena a través de una galería, probablemente de origen árabe, con un caudal muy constante de unos 20 l/s, excavada en materiales detríticos terciarios próximos a las calizas. En aguas altas el nivel piezométrico asciende drenando por fuentes temporales en la zona de contacto: fuentes Grande y Seca. Las obras de captación (pozos de Alcalá y Olvera) presentan caudales próximos a los 100 l/s. El acuífero de Loma del Rosalejo, muy transmisivo, con pozos con caudales superiores a los 100 l/s, drena a través de las gravas de una antigua terraza del Guadalete (acuífero de los Llanos de Villamartín) que actúa como filtro del acuífero kárstico. 5. BIBLIOGRAFÍA Bayó, A., Castiella, J., Custodio, E., Niñerola, S. y Virgos, L. 1986. Ensayo sobre las diversas tipologías de acuíferos en rocas carbonatadas de España. Identificación, técnicas de estudio y formas de captación y explotación. Jornadas sobre el Karst en Euskadi. San Sebastián, 2:255-340. Carreras, A., Hidalgo, J., Octavio de Toledo, F. y Tamés, P. 1986. Tipología kárstica de los materiales carbonáticos del Territorio Histórico de Guipúzcoa. Jornadas sobre el Karst en Euskadi. San Sebastián, 1:1-18. Carreras, A. 1992. Resultados de explotación del Pozo del Almendral para abastecimiento a Puerto Serrano (Cádiz). 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