Árboles caídos

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Árboles caídos
Escrito por Fernando Travieso
Martes, 17 de Noviembre de 2009 22:06 -
Los árboles, plantas leñosas y perennes están entre las especies vivientes más antiguas que
existen sobre la tierra. Gran parte de su nutrición procede del agua y sales minerales que son
absorbidas desde la raíz y suben por el tronco hacia las hojas donde ocurre un particular
metabolismo que, junto al CO2 absorbido por ellas, modifica la energía solar en energía
química y descompone la mezcla de agua y sales en Oxígeno, el cual es expulsado luego a la
atmósfera; el CO2 regresa al tronco donde se acumula y contribuye con su alimentación,
liberándose al momento de la quema.
Del total de CO2 acumulado en la atmósfera desde 1880, existe actualmente un 15% que
pudiera haber sido captado por los árboles de no ser por la deforestación ocurrida en el
planeta, lo que constituye más que lo producido desde entonces por todos los autos, camiones,
trenes, aviones y barcos del mundo juntos. Según la Organización de las Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación (FAO), al comienzo del siglo XX, el área del planeta cubierta por
bosques era de aproximadamente 5 millardos de hectáreas; desde entonces se han reducido a
4 millardos divididos en partes iguales entre bosques tropicales y templados. A partir de 1990,
los países pobres han perdido 13 millones de hectáreas de bosque por año, lo que significa
una reducción de un área equivalente a la superficie de Uruguay cada década. Al mismo
tiempo, los países industrializados han plantado 5,6 millones de hectáreas por año de nuevos
bosques, lo que hace que la pérdida neta, según la FAO, supere las 7 millones de hectáreas
por año.
El epicentro de la devastación es el crecimiento explosivo de la industria de la madera y el
papel, en el siglo XXI en China. Ese país ha entrado en una orgía de deforestación, con
frecuencia de manera ilegal, en países y regiones pobres del mundo, tales como el Congo,
Borneo, Indonesia, Myanmar, Nueva Guinea, Siberia y la Amazonía.
Después de perder el 93% de sus bosques húmedos en sus regiones atlánticas, Brasil ha visto
reducir la Amazonía en 20% desde 1970, año hasta el cual esta enorme selva del tamaño de
Europa se mantuvo prácticamente intacta. La gran novedad en este proceso ha sido la
participación de empresas chinas en el siglo XXI. En esta amplia zona selvática, tesoro
ambiental de la humanidad, la deforestación acelera el flujo de agua hacia los océanos y a su
vez reduce la absorción de agua tierra adentro; cuando las nubes procedentes del Atlántico
generan lluvias sobre las primeras selvas amazónicas que encuentran a su paso, una cuarta
parte se escurre y tres cuartas partes se evaporan para generar lluvias más adentro, con lo
cual la totalidad de la selva se mantiene sana. Cuando lo que encuentran es deforestación, las
tres cuartas partes se escurren disminuyendo cada vez más las lluvias en la Amazonía.
Mientras más seca está la selva, más proclive está a los incendios forestales, aumentando la
devastación; de proseguir la deforestación a sus ritmos actuales, el proceso podría hacerse
irreversible en los próximos años.
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Árboles caídos
Escrito por Fernando Travieso
Martes, 17 de Noviembre de 2009 22:06 -
En nuestro país, la selva al Sur del Orinoco está siendo devastada y tal vez lo más grave sea
que su protección parece estar actualmente fuera de nuestro alcance, mientras los colapsos
políticos, morales y económicos ocupan todo el espectro del quehacer nacional y se refuerzan
mutuamente en una espiral que desciende cada vez más rápidamente hacia el atraso, la
degradación ambiental y la violencia. Ojalá que el filtro ideológico que impide ver el problema,
distorsionando sus verdaderas causas, se disipe a tiempo de evitar que el desastre ecológico
se haga irreversible.
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