UNIV DIAG 2002;2(2):25-9 25 LABORATORIOS BETERÁ Contribución al estudio de los nuevos retos de la bioética Dr. Julio Beltrán Hernández1 y Lic. María Elena Trujillo Rexach2 RESUMEN Se utilizó el método científico propio de las ciencias históricas que consistió en la revisión e interpretación de documentos. Los temas seleccionados fueron: concepto de la bioética, sus retos, peligros de los avances tecnológicos, concepción del final de la vida, clonación humana y animal, así como la toma de decisiones. Se analizó que la bioética requiere acción dialogística, por ser terreno de varios temas, tanto social como filosófico; la diversidad de cosmovisiones no es estrictamente científica ni filosófica, existen tradiciones culturales, mitológicas y religiosas no racionales, donde se necesitan las mayores reflexiones. En el poder de la mente y las manos del hombre es donde está el peligro, pues todo lo generado puede ir dirigido también a la destrucción de sí mismo y su entorno. La cultura de la civilización va erigida contra la muerte, pero acaba por negar la vida creando fuerzas destructoras, como la iatrogenia o los temores, que pueden afectar la calidad de vida. En la manipulación del genoma en los animales y el hombre encuentra la bioética su más apasionada controversia y siempre que se efectúe orientada al servicio del ser humano y la naturaleza, queda compensado el riesgo residual. Otra cosa es la clonación humana, porque supone una alteración no terapéutica de la naturaleza del hombre y en específico, su genoma goza de un respeto incondicional, pues constituye parte esencial del propio ser. Para la toma de decisiones en situaciones de conflicto durante la atención a pacientes se deben considerar: el estado médico con su evolución integral, psicofísica y social; preferencias de personas y pacientes involucrados; calidad de vida; circunstancias y creencias del medio que forma parte de la experiencia. Palabras clave: BIOÉTICA, ÉTICA, CALIDAD DE VIDA, GENOMA HUMANO .SALUD-TECNOLOGÍA, CLONACIÓN. Existe una literatura abundante sobre el tema que va desde la ética de la virtud del siglo de Pericles a la discusión actual de dirigentes mundiales y organizaciones internacionales, sobre nuevos descubrimientos de la ciencia y técnicas en manipulación genética de plantas y animales, así como el conocimiento del mapa genoma humano, y la posibilidad de su clonación. Todo esto permite reflexionar hasta dónde se puede llegar sin dañar la naturaleza en general y el hombre en particular, a la hora de estudiar, investigar o aplicar los resultados de la tecnología al individuo, respetando las palabras de Confusio “No hagas a otro lo que para ti no quieras”, que tiene su versión positiva en el evangelio que señala “ama al prójimo como a ti mismo”. Estas citas cobran un sentido más amplio cuando se explica al paciente, a qué será sometido y solicitar su consentimiento.1-3 La bioética en su concepción actual surge en los años 60 y 70 como movimiento interdisciplinario, pretende establecer una forma mínima de filosofía moral en el ámbito de la medicina. Se inicia en Seattle en 1980 con la decisión conflictiva sobre qué pacientes se someterán a tratamiento artificial de diálisis, como medio de sustituir la función del riñón cuando esta se ha perdido. Este movimiento bioético que incluye médicos, enfermeras, filósofos, teólogos, antropólogos, psiquiatras y juristas, entre otros, extendieron esas mismas decisiones conflictivas a otros avances tecnológicos que buscan prolongar la vida natural del ser humano, y al mismo tiempo generan profundas incertidumbres y vacíos al iniciar, suspender o continuar un determinado tratamiento.4-5 El objetivo de este artículo es contribuir a la reflexión ética y bioética en general. En particular, algunos temas pueden ser utilizados como herramientas en el trabajo diario de actividades que se desarrollan en las instituciones. 1 Especialista de II Grado en Hematología. Investigador Auxiliar 2 Licenciada en Información Científico Técnica. Especialista en Ciencias de la Información/Marketing. 26 MÉTODOS RETOS DE LA BIOÉTICA Para la confección de este trabajo se utilizó el método científico propio de las ciencias históricas, que consistió en la revisión e interpretación de documentos; sus fuentes principales fueron las bases de datos Medline y Doyma, el Portal de la Salud Cubana Infomed, Diario Electrónico de la Sanidad de España y la página Web de diferentes sociedades de bioética de la Comunidad Económica Europea e Instituto de Bioética español. Los temas seleccionados fueron: concepto de bioética, retos de la bioética, peligros de los avances tecnológicos, la concepción del final de la vida en la civilización, la clonación humana y animal, y los aspectos a tener en cuenta para la toma de decisiones. El primer reto bioético es articular el diálogo interdisciplinario y la diversidad o pluridad de cosmovisiones en el espacio y tiempo, alguien dijo hace ya algunos años “Nada es verdad y nada es mentira y todo es de acuerdo al color del cristal con que lo miras”, quizás como manera de expresar el carácter relativo de la verdad.6 Todo discurso, cualquiera que sea su naturaleza: fiolosófica, teológica o científica, parte de un determinado conjunto de creencias o preconcepciones acerca de la realidad, del mundo y del hombre; estas visiones o concepciones globales previas a la discusión, no son de naturaleza estrictamente científica ni filosófica, sino emergen de la tradición cultural, en ocasiones de un transfondo mitológico; de ahí la variedad de sus percepciones.7 Otro reto surge en la toma de decisiones sobre la vida y la muerte, en multiplicidad de intereses que forman parte de la discusión, tanto en el orden personal o grupal, como de índole religiosa, política, económica o social. La reflexión que surge al considerar decisiones no es patrimonio exclusivo de la ética, tiene dimensiones sociales, políticas, religiosas, jurídicas, legales y económicas. El debate no es neutral sino una tormenta de ideas donde inciden factores no racionales en la toma de decisiones.5 La colonización tecnológica del mundo de la vida transformó de manera radical los procesos de nacer, enfermar, sanar, morir, vivir y el morir intervenidos biotecnológicamente; se convierten en procesos elásticos porque se pueden ampliar y postergar casi de manera indefinida mediante distintos procedimientos, justo en eso radica el éxito y la fortaleza de la biomedicina, no tanto por lo que hace sino por lo que puede hacer y por hacer posible lo que antes no era.1 El gran reto de la bioética está precisamente en este punto, es su papel fundamental: no todo lo que técnicamente es posible, es lícito desde el punto de vista ético. Prolongar la vida de un ser humano más allá de los límites con una calidad de vida no aceptable, gracias a la biotecnología y la terapéutica, técnicamente es posible, pero éticamente puede vulnerar el derecho de la persona a morir con dignidad, como corresponde a su CONCEPTO DE BIOÉTICA La bioética es la búsqueda ética, aplicada al progreso biomédico. Trata de encontrar soluciones a los conflictos de valores en el universo de interacción biomédica y se ocupa del estudio de la conducta humana en la atención a la salud, en la medida en que esta conducta se examine a la luz de valores y principios morales. Las principales publicaciones de bioética hacen alusión a la autonomía, confidencialidad, consentimiento informado, beneficencia, maleficencia, equidad, uso racional de recursos y justicia. Estos elementos constituyen la gramática de la bioética y su fundamentación.1 Las intervenciones médicas en situaciones críticas y límites, la iniciación o no de procedimientos terapéuticos invasivos que mantienen artificialmente la vida, la suspensión de estos, aclaración entre matar y omitir o retirar tratamientos inútiles, desproporcionados o gravosos, y vivir con calidad o morir con dignidad, constituyen para la acción interdisciplinaria de la bioética aperturas dialogísticas, por encontrarse en terreno de varios discursos o temas, el médico, jurídico, social, político, económico, administrativo y filosófico. Este último es el llamado a aclarar los conceptos utilizados en el debate bioético y no tanto en la discusión cotidiana, para que aquellos sean más racionales y menos emotivos.6 27 condición, de lo contrario, se está haciendo una incorrecta interpretación del principio de beneficencia médica, por eso es necesario fijar límites al deseo de poder hacer, de poder intervenir, proporcionando el ejercicio real de la autonomía del paciente, la mesura y prudencia del ejercicio médico.7 Mientras mayor sea el desarrollo y la depuración que la civilización tecnológica haga de sus componentes esenciales, análisis, cuantificación, abstracción, computación, mecanización y automatización, más se reducirá el ser humano a un conjunto de números, códigos, fichas, curvas, registros estadísticos, desviaciones de la norma, análisis de sangre, orina, heces fecales, etc. El modelo biomédico centra la explicación del proceso salud enfermedad en principios físicos reduccionistas, de tal manera que fragmenta el organismo para su estudio intensivo e investigativo, pero también fragmenta la responsabilidad con las personas que sufren. Este modelo positivista permite que el hecho real y concreto de la vivencia de cada persona enferma, en su multidimensionalidad y plurirelacionabilidad, sea convertido en signo o símbolo registrable, medible y cuantificable, que resulta ser más importante que el hecho real.8 En la ética médica la vida no es bien absoluto, igual que la muerte no es mal absoluto;, sus principios se expresan en términos negativos: no hacer daño; no dañar al enfermo y positivos: restaurar la salud o aliviar el sufrimiento; por lo tanto, prolongar la vida a cualquier precio o costo, es algo extraño y ajeno a la ética médica. Las controversias se originan a partir del conflicto entre principios positivos de restaurar la salud, curar o aliviar el sufrir, con los negativos de por lo menos no hacer daño; no dañar al enfermo; este límite no es claro ni fácil de definir pues depende de diferentes factores como actitud ante la vida y la muerte; intereses personales, familiares o económicos. Estos conducen a tratamientos o procedimientos terapéuticos que prolongan artificial o temporalmente la vida, pero entre más agresivos e invasivos los tratamientos para las enfermedades, mayores son los sufrimientos para los seres humanos que la padecen.10 Existe una dificultad real para saber cuando un tratamiento específico no solamente fallará sino que generará más sufrimientos al paciente, es aquí donde la bioética tiene sus mayores reflexiones.11 PELIGRO DE LOS AVANCES TECNOLÓGICOS Formamos parte de una civilización que niega la terminación de la vida, tiene a la muerte como enemiga, que debe combatir, y el médico tiene la obligación de vencer. Esto es manifestación del conflicto, o sea, se niega algo que se conoce que ocurrirá irreversiblemente, pero produce miedo y se desea reprimir, evadir, ignorar, lo cual es válido como mecanismo de defensa, pero si reflexionamos se puede llegar a la conclusión de que una civilización que niega la terminación de la vida acaba por negar la vida misma. La cultura erigida contra la muerte se identifica posteriormente contra su enemigo la muerte; la cultura adversaria de la muerte crea fuerzas portadoras de muerte que generan destrucción, daño, sufrimientos, como es la iatrogenia.10 Cada creencia sobre la terminación de la vida representa una manera de cómo los seres humanos estructuran su imagen de la realidad y de sí mismos. La concepción simbólica de la muerte es la que configura la relación con la vida y el mundo. El poder de la mente y las manos del hombre actual, corren paralelamente a la inmensa responsabilidad de ser cuidadosos en el adecuado uso de la tecnología que de esto se deriva. Todo instrumento que el cerebro del hombre ha inventado, descubierto o desarrollado, lo ha dirigido también a la destrucción de sí mismo y de su entorno, de lo cual existen múltiples ejemplos. Entonces uno se pudiera preguntar ¿hay una evolución psicológica y emocional proporcional al desarrollo tecnológico alcanzado? ¿Podemos adaptarnos a este desarrollo sin causar daño al entorno?9 La tecnología, como cualquier otra invención humana, debe estar al servicio del hombre. En general los conflictos tecnológicos son consecuencia de una inversión de esas prioridades. Un principio ético importante en medicina es “ante todo no causar daño” LA CONCEPCIÓN DEL FINAL DE LA VIDA EN LA CIVILIZACIÓN 28 La actitud del individuo frente a fenómenos conocidos se basa en la experiencia, es condicionada por la cultura para determinar una respuesta específica frente a acontecimientos sobresalientes y amenazantes, como pueden ser el dolor, una enfermedad curable o no, miedo al sufrimiento y la muerte. Estos temores afectan la calidad de vida, la del cuidado médico e instituciones médicas en su relación con la persona enferma.10-12 LA CLONACIÓN HUMANA Y ANIMAL Si bien en la concepción de terminación de la vida tiene su discurso la bioética, en la creación por transplante nuclear a ovocitos, encuentra su más apasionada controversia. Aunque es indudable que la clonación en animales desarrolla perspectivas de investigación básica sobre procesos de diferenciación celular, y sobre los que intervienen en la fecundación, existen peligros como son la alteración de la biodiversidad del mundo animal; se podría imponer cierta tiranía de las especies clonadas en detrimento de la variabilidad genética y adaptación de algunas especies, y cabe cierta posibilidad de producir perturbaciones irreversibles en el planeta. Existe una versión positiva de esta práctica, como la posibilidad de perpetuar animales con características interesantes desde el punto de vista ganadero, o productores de sustancias farmacológicas beneficiosas desde el punto de vista farmacológico y sanitario, o portadores de órganos para transplante en un futuro próximo. Se deben entonces analizar las debilidades del procedimiento y cómo neutralizarlas; teniendo en cuenta las características psíquicas y emocionales del hombre actual. Cabe la pregunta ¿cómo conseguir que esta tecnología que igual que todas es creadora del poder y dominio, sirva al hombre y no se vuelva contra él? ¿hacer leyes? ¿prohibiciones? ¿insistir en los peligros hasta infundir miedo? Obtener una respuesta ética sobre la base de leyes, consecuencias o miedo es un arma de doble filo que además puede aparentar una cierta desconfianza frente a las ciencias, al evaluar éticamente una tecnología es necesario poner las consecuencias sobre el tapete de la discusión; aunque estas no deben tener la palabra definitiva. Si la orientación de la tecnología está al servicio del hombre y/o la naturaleza en forma directa o indirecta, se puede decir que queda compensado el riesgo residual en su aplicación.1,4-13 Algunos investigadores consideran que el uso y la manipulación del genoma de animales y vegetales, puede ser uno de los principales instrumentos para acabar con el hambre en el mundo y obtener excelentes fábricas vivas de numerosas sustancias químicas valiosísimas para el hombre. Problemas éticos representaría el uso de esas posibilidades en algunos países ricos para someter económicamente a otros menos favorecidos. Aparte, la tutela del medio ambiente representa un acto de responsabilidad para la humanidad, y el respeto del ecosistema y biodiversidad; representa el horizonte ético que debe guiar las acciones de intervención genética.13,14 Otra cosa es la clonación humana, porque supone una alteración no terapéutica para el sujeto dentro de su propio código genético, un atropello a la individualidad biológica, ¿qué derecho tiene el científico para generar individuos genéticamente iguales? Es conocido que en la naturaleza se generan gemelos, pero no es menos conocido que el hombre, no es la naturaleza, ni su autor y que hay hechos que ocurren en la naturaleza, cuya realización está vedada al hombre. Está claro que la naturaleza biológica el hombre la modifica constantemente aunque de forma lícita, pero la naturaleza biológica del hombre y en específico su genoma goza de un respeto incondicional, porque constituyen una parte esencial del propio ser personal. Por otra parte, la réplica corpórea es evidente que no significa una perfecta identidad de la persona clonada con su progenitor y esta, más que por su componente material, se identifican por el espiritual que es quien proporciona la exclusividad individual. Sus posibles aplicaciones terapéuticas como la reproducción asistida, reversión de la senectud, obtención de stem cells para terapia celular en enfermedades como las cardiovasculares, el cáncer, parkinson y lesiones medulares, entre otras, son todavía investigaciones de laboratorio. En síntesis, la clonación afecta al derecho individual de tener un genoma propio y no alterado por terceros.2,13-15 29 ASPECTOS A TENER EN CUENTA PARA LA TOMA DE DECISIONES Es importante que los Comités de bioética o estudiosos que analizan situaciones de conflictos que surgen durante el proceso de atención a los pacientes, garanticen que estos sean tratados con respeto y consideración de acuerdo con su condición y circunstancias reales; protegerlos de intervenciones, que causen más daño que beneficio y advertir de riesgos o complicaciones iatrogénicas que son mayores mientras mayor sea la especialización y tecnificación.16 La bioética y sus comités institucionales no son la ciencia o instancia encargadas de tomar decisiones médicas, ni imponer determinados tratamientos, ni prescribirlos; cualquier decisión es responsabilidad exclusiva del personal médico y paramédico que asiste directamente a la persona vulnerable en su situación concreta en espacio, tiempo y circunstancia. No es correcto pensar o entender que un comité de ética médica o persona perteneciente a este, tiene poder de ordenar un tratamiento o exigirle a alguien que lo haga porque sería un despropósito que sí es, la reflexión crítica racional discursiva, argumentativa y dialogística de las situaciones extremas.17-18 Para tomar decisiones, es esencial considerar 4 aspectos que son: 1. Situación médica o biológica real con su evolución integral psicofísica y social. 2. Preferencia de las personas o pacientes involucrados. 3. Calidad de vida. 4. El contexto, las circunstancias y creencias del medio que rodea o forma parte de la experiencia.10 SUMMARY A revision was made about the use of the modern technologies of selection of donors and pesquisaje, who have diminished the risk of acquiring a viral disease through the blood or its derivatives; nevertheless the probability that this happens is real and significant. The viral inactivación is a technological option that allows to obtain products with a high transfusional security. The first attempts of use of this technique were made during World War II, but it is not until the decade of the Eighties, with the appearance of the AIDS and its pandemic, that reached a development and world-wide diffusion. The heat treatment, the fotoinactivación and the solvente/detergente combination, are the methods of greater application in the viral inactivación of the plasma and its derivatives. Less fruitful they have been, until the moment, the efforts to apply this technique to the viral inactivación, in the red cells and plaquetas. In general, the known methods of inactivación, besides to cause a significant diminution of the viral load, cause damages to the diverse components of the blood and diminish their therapeutic activity. The increase of the costs of products treated and its technological complexity, little make the use probable of these methods in the countries about few resources. New methods are evaluated; however, the results show the necessity to continue working in the search of more effective, simple methods and of smaller cost. To obtain the substitution of the blood and its derivatives by synthetic route, seems to be the most important challenge to sciences in this field. Key words: BIOETHICS, ETHICS, QUALITY OF LIFE, GENOME HUMAN, TECHNOLOGY MEDICAL, CLONING MOLECULAR REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Royes A. Principios de ética biomédica. Calidad Asistencial 02;2001;16:144-7. 2. Simón PL, Júdez JG. Proyecto de bioética para clínicos del Instituto de Bioética para Clínicos de la fundación de Ciencias de la Salud. Medic Clin 2001;117:99-106. 3. Ellerby JH, Mc Kenzie J, Mckay S, Gariepy GJ, Kaufert JM. Bioethics for clinicians: 18.Aboriginal Cultures. CMAJ 2000;163(7):845-50. 4. Editorial. 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