Distribución y Estequiometría C:N en sedimentos superficiales Cienc. Tecnol. Mar, 25 (1): 89-108, 2002 89 C Y N, SU DISTRIBUCIÓN Y ESTEQUIOMETRÍA, EN SEDIMENTOS SUPERFICIALES DE LA REGIÓN SUR DE LA ZONA DE FIORDOS Y CANALES AUSTRALES DE CHILE, 52o - 56o S (CRUCERO CIMAR-FIORDO 3) C AND N, THEIR DISTRIBUTION AND STOICHIOMETRY, IN SURFACE SEDIMENTS OF THE CHILEAN FJORDS: SOUTHERN ZONE, 52o - 56o S (CIMAR-FIORDO 3 CRUISE) NELSON SILVA S. (¹) PILAR ORTÍZ (1, 2) (¹) Escuela de Ciencias del Mar, (²) Universidad Católica de Valparaíso. Casilla 1020, Valparaíso. email: [email protected] Dirección actual: Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada. Casilla 324, Valparaíso Recepción: 11 de mayo de 2000 – Versión corregida aceptada: 22 de enero de 2001 RESUMEN En la porción austral de la zona de los canales y fiordos chilenos, entre el estrecho de Magallanes (52o 19’ S) y el cabo de Hornos (55o 58’ S), se tomaron muestras de sedimentos super ficiales con el fin de medir la concentración y variabilidad horizontal de los principales elementos químicos asociados a su materia orgánica (carbono orgánico e inorgánico y nitrógeno Kjeldahl) y determinar las relaciones estequiométricas entre carbono y nitrógeno. La distribución del contenido de carbono inorgánico del sedimento del área, permitió “a priori” dividir el área en tres zonas con diferentes concentraciones. Dos zonas agrupan a las estaciones con contenido de carbono inorgánico preferentemente alto (4 - 11%), las cuales se ubicaron en el extremo occidental del estrecho de Magallanes (zona noroccidental) y en la porción oriental del canal Beagle y en bahía Nassau (zona sur oriental). La tercera zona agrupa a las estaciones donde las concentraciones de carbono inorgánico son preferentemente bajas (0 - 2%), las cuales se ubicaron en el resto del área de estudio (zona central). En cuanto a la distribución de carbono orgánico y nitrógeno Kjeldahl, si bien la zonación del área de estudio en base a estas variables es estadísticamente aceptable, no fue tan clara como en el caso del carbono inorgánico, o como ocurrió en las zonas norte (41 o 30’ S - 46o 30’ S) (Silva et al., 1998) y central (46o 50’ S - 52o 30’ S) (Silva et al., 2001) de los canales y fiordos chilenos, donde la segregación se realizó en base a la distribución de las concentraciones de los componentes orgánicos. Las altas concentraciones de carbono inorgánico registradas se explicaron por la presencia de una gran cantidad de restos de conchas de organismos marinos. Según datos previos obtenidos por expediciones italianas en el área (Brambati et al., 1991), estos restos corresponden mayoritariamente a Lamellibranchia, Gastropoda, Brachiopoda y Foraminífera. La distribución de las principales fracciones de la granulometría (gravas, arenas y limo-arcilla) no explicó la segregación observada por el C-inorgánico. Sólo se observó una tendencia a aumentar el contenido de C-orgánico en la medida que aumentó la participación de las fracciones más finas en el sedimento. Para la zona de alto contenido de carbono inorgánico, el valor obtenido para la razón C:N del sedimento fue de 5,59, lo cual es menor que la razón C:N = 6,63 de Redfield, mientras que para las estaciones de bajo contenido de carbono inorgánico la razón C:N del sedimento fue de 8,13, lo cual es mayor que la razón de Redfield. El primer caso, la desviación fue interpretada como el resultado de las características químicas propias de un tipo de sedimento marino más rico en nitrógeno, relacionado a organismos con conchas. En el segundo caso, la desviación fue interpretada como el resultado de la presencia de sedimento de origen marino con cierto grado de descomposición diagenética de su materia orgánica y/o por aportes al sedimento de material edáfico y/o terrígeno, arrastrado hacia el sedimento por los ríos o escurrimiento costero. Palabras claves: Sedimentos, carbono, nitrógeno, estuarios, fiordos, Chile. 90 Revista Ciencia y Tecnología del Mar, Vol. 25 (1) - 2002 ABSTRACT In Chile’s southernmost channels and fjords zone, between the Magellan Strait (52o 19’ S) and Cape Horn (55o 58’ S), bottom surfaces sediment samples were taken. The concentration and spatial variability of major chemical elements associated with their organic matter content (organic and inorganic carbon and nitrogen) was studied, and the stoichiometric relationship between carbon and nitrogen was estimated. The distribution of the inorganic carbon content of the sediment of the area, enabled “a priori” division of the area in three zones with different concentrations. Two zones, gathered the stations with high inorganic carbon content (4 - 11%), located in towards the occidental extreme of the Magellan Strait (northwest zone) and in the eastern portion of the Beagle channel and Nassau Bay (southeastern zone). The third zone groups the stations where concentrations of inorganic carbon were low (0 – 2%), which were located in the rest of the area of study (central zone). The organic matter distribution, organic carbon and Kjeldahl nitrogen zonation were statistically acceptable, as it occurred in the northern (41o 30’ S - 46o 30’ S) (Silva et al., 1998) and central zones (46o 50’ S - 52o 30’ S) (Silva et al., 2001) of the Chilean channels and fjords, where the segregation was done based on the distribution concentrations of the organic components. High concentrations of inorganic carbon recorded are explained by the presence of a large quantity of shell remains from marine organisms. According to previous data obtained by Italian expeditions in the area (Brambati et al., 1991), these remains correspond principally to Lamellibranchs, Gastropods, Brachiopods and Forams. The main grain size sediment distribution (granules, sands and silt-clay), does not explain the observed segregation shown by the C-inorganic concentration distribution. Only a tendency to an increase in the C-organic concentration, associated to the increase of the lower size grain fraction in the sediment, was observed. In the high inorganic carbon zone, the figure obtained for the C:N ratio of the sediment was 5,59 which is lower than the Redfield’s C:N = 6,63 ratio, while for the stations with low inorganic carbon, the C:N ratio of the sediment was 8,13. In the former case, deviation was interpreted as the result of the presence of a nitrogen rich sediment, associated to organisms with shells. The latter deviation was interpreted as a result of the presence of sediments of marine origin with a certain degree of diagenetic decomposition of its organic matter and /or by edaphic material and/or terrigenous contributions to the sediment, brought in by rivers or coastal runoff. Key words: Sediments; carbon; nitrogen; estuaries; fjords; Chile. INTRODUCCIÓN Chile tiene un extenso sistema estuarino en su extremo austral, el que se extiende entre Puer to Montt (42o 30’ S) y cabo de Hornos (55o 58’ S), con unas 780 millas náuticas de largo, cubier to por una miríada de islas entrelazadas por innumerables canales. Durante la última glaciación, la zona sur de Chile estuvo cubierta por glaciales, los que ejercieron una acción erosiva, socavando una serie de canales y fiordos. Posterior a esta glaciación y durante el período interglacial más cálido, los hielos fueron derritiéndose paulatinamente, por lo que el nivel del mar subió llenando las cuencas dejadas por los glaciares y por el hundimiento tectónico del valle longitudinal al sur de Puerto Montt (Borgel, 1970-1971). Al recibir estos canales y fiordos, el aporte de agua de ríos y de deshielos de los glaciares aledaños, que aún permanecen, se generó la vasta zona estuarina indicada anteriormente. Producto de los mecanismos geológicos de formación de esta zona, los fondos de estos canales y fiordos son irregulares y suelen presentar morrenas y/o umbrales que actúan como barreras para la circulación de las aguas de las zonas profundas, produciendo cuencas con una alta sedimentación (Pickard y Stanton, 1980). De acuerdo con la capacidad de renovación de las aguas y Distribución y Estequiometría C:N en sedimentos superficiales con la cantidad de materia orgánica que puedan recibir estas cuencas, pueden generarse zonas con condiciones de suboxia o anoxia en las cercanías del fondo. En el caso de los canales chilenos, en ninguno de ellos se han observado condiciones de anoxia, siendo 1,5 ml/l el valor más bajo observado en toda el área (Silva et al., 1995; 1997 y datos no publicados). La extensa zona de fiordos y canales de la región austral de Chile puede ser dividida en tres grandes áreas separadas por características geográficas mayores (Pickard, 1971). La primera, o zona nor te, comprende el área ubicada entre Puer to Montt y península de Taitao (41o 30’ S – 46o 50’ S), la segunda, o zona central, comprende desde golfo de Penas hasta el estrecho de Magallanes (46o 50’ S - 52o 30’ S) y la tercera, o zona sur, desde el estrecho de Magallanes hasta cabo de Hornos (52o 30’ S - 55o 58’ S). Esta zona constituye un ecosistema muy amplio, caracterizado por condiciones oceanográficas extremas, donde confluye la influencia de aguas oceánicas de la corriente de la Deriva de los Vientos del Oeste, que penetran hacia la zona interior de canales y fiordos, además de la influencia de aguas frías y de baja salinidad, producto de la alta pluviosidad de la zona, del aporte fluvial y del constante deshielo de glaciares que existen en las cercanías de algunos fiordos (Silva y Neshyba, 1979-80; Silva et al., 1995; 1997). Dada las particulares características geográficas y oceanográficas de estas zonas de canales (bahías protegidas, aguas poco contaminadas, etc.), éstas están siendo utilizadas en forma creciente para el desarrollo de cultivos de especies marinas. De hecho, a la fecha se han instalado alrededor de 74 centros de cultivo entre la XI y XII regiones (SERNAPESCA, 1996), lo cual implica un importante uso localizado de sus aguas. Sin embargo, el conocimiento de las características, tanto físicas como químicas y biológicas, de la columna de agua y de los sedimentos es escaso, por lo que su uso en estas condiciones tiene implícito un riesgo ambiental impor tante. En la zona de los canales chilenos, el esfuerzo científico tendiente a conocer las condiciones oceanográficas ha sido escaso para lo extenso del área. En el caso de la información acerca de componentes químicos del sedimento marino en la zona de fiordos y canales australes de Chile, ésta es más escasa aún, disponiéndose para la zona norte de los canales australes los resultados del crucero Cimar-Fiordo 1 (Silva et al., 1998) y para la zona central, los resultados de los cruceros Campos de Hielo Sur (Ahumada et al., 1996) 91 y Cimar-Fiordo 2 (Silva et al., 2001). Para la zona sur, sólo existe información para el estrecho de Magallanes (Brambati et al., 1991). La necesidad de disponer de información referente a los sedimentos, se debe a que los sistemas estuarinos son zonas con altas tasas de sedimentación de materia orgánica particulada (0,1 - 10 cm/año) (Farías, 1997), la cual proviene principalmente de los ríos y de la alta producción de materia orgánica en la columna de agua. Debido a lo anterior y a pesar de la descomposición heterótrofa en la columna de agua, en las zonas costeras, gran parte de la materia orgánica producida fotosintéticamente en la superficie logra llegar al fondo, depositándose en el sedimento (Knauer et al., 1979). Es así como en áreas poco profundas y de alta producción, como sería el caso de los canales australes chilenos, una cantidad importante de la producción primaria superficial suele llegar al fondo. Experimentos con trampas de sedimento han mostrado que alrededor del 30 al 40% de la producción anual de la columna de agua puede alcanzar el piso marino (Davies, 1975). Es importante considerar que los sedimentos marinos, además de representar un hábitat para una gran variedad de organismos, presentan concentraciones de materia orgánica particulada de alrededor de cuatro órdenes de magnitud superior a la del agua suprayacente (Klump y Martens, 1983), por lo que constituyen una importante fuente de elementos químicos al medio acuático (Wolff, 1980). Una fracción de la materia orgánica depositada en los sedimentos superficiales lo hace en forma de compuestos orgánicos complejos lábiles y metabolizables (Lee y Cronin, 1982), por lo que la transformación bentónica y los procesos de remineralización asociados con la materia que sedimenta, revisten gran importancia al aporte de nutrientes necesarios para los procesos de producción primaria (Rowe et al., 1975). Por esta razón, la magnitud en la cual los sedimentos reciclan o retienen elementos nutrientes puede ejercer un control importante de la producción biológica de la columna de agua, ya que éstos pueden aportar entre un 30 a un 80% de los nutrientes requeridos por el fitoplancton para su crecimiento (Nixon, 1981). De aquí que si estos se llegan acumular en forma desmesurada, pueden contribuir de manera importante a generar procesos de eutroficación de zonas localizadas. El presente trabajo tiene como objetivo general realizar una evaluación de la matriz química de los sedimentos de la zona entre el estrecho de Magallanes y el cabo de Hornos. En esta opor- 92 Revista Ciencia y Tecnología del Mar, Vol. 25 (1) - 2002 tunidad se pretende conocer la distribución horizontal de la concentración de carbono (orgánico e inorgánico) y nitrógeno, asociándolos a los procesos oceanográficos preponderantes del área. Por otra parte, también se pretende establecer la estequiometría de la relación C:N del sedimento superficial de la zona en estudio, con el fin de poder estimar, en una primera aproximación, su procedencia. El equipo LECO CR-12 fue calibrado con dos estándares de suelo cer tificados según el National Institute of Standards and Technology (NIST). Las mediciones para C-total y C-orgánico se realizaron en duplicado o triplicado (dependiendo de la variabilidad de la matriz sedimentaria) y los resultados se expresaron como porcentaje (C%) o en µg-at C/g sedimento seco de carbono orgánico e inorgánico. MATERIALES Y MÉTODOS Entre el 6 y 18 de octubre de 1997, se realizó el muestreo de 57 estaciones oceanográficas ubicadas entre el estrecho de Magallanes (52 o 19’ S) y el cabo de Hornos (55 o 58’ S) (Fig. 1), a bordo del buque de investigación científica AGOR “Vidal Gormaz”, de la Armada de Chile. De esas estaciones, en 36 de ellas se tomaron muestras de sedimentos super ficiales con un Box Corer. De las muestras del Box Corer, se tomaron sub muestras de los primeros 2 a 3 centímetros del sedimento, las que fueron colocadas en bolsas de polietileno y mantenidas en un congelador a –20 o C hasta su análisis. Una vez en el laboratorio, cada muestra fue descongelada, secada y molida hasta polvo muy fino en un mor tero de ágata. Para la granulometría, la muestra se guardó sellada en bolsas de polietileno y en frío (4 o C). La información de la granulometría de las muestras de sedimentos, en base a la clasificación de Udden-Wenthwor th, fue determinada mediante tamizado en húmedo, si eran mayoritariamente limos-arcillas, o en seco si eran mayoritariamente arenas. Los resultados se agruparon en tres fracciones principales: gravas, arenas y limos-arcillas. Las fracciones correspondientes a carbono total (C-total) y carbono orgánico (Corgánico), fueron determinadas mediante la técnica de combustión en corriente de oxígeno puro, usando un equipo analizador elemental para carbón LECO CR-12. Para hacer la determinación de C-orgánico, fue necesario un pre-tratamiento por acidificación de las muestras de sedimento con HCl 1:1, de modo de eliminar los carbonatos como CO2. Posteriormente, a la muestra tratada con ácido se le eliminó el exceso de ácido por evaporación y el C-orgánico remanente se midió en el LECO CR-12. El C-inorgánico se estimó como la diferencia en el contenido de C-total y C-orgánico. El nitrógeno fue deter minado usando la técnica de micr o-Kjeldahl modificada por Branstreet (Walton, 1970). Para calibrar las mediciones de nitrógeno, se utilizaron dos estándares de suelo cer tificado de acuerdo con las nor mas NIST. Las muestras se analizaron en duplicado y los resultados se expresaron como porcentaje (N%) o como µg-at N/g sedimento seco. A estos resultados se le denominó nitrógeno Kjeldhal para indicar que el nitrógeno medido es el or gánico más el amonio adsorbido en las par tículas de sedimento y el amonio retenido en el agua intersticial remanente que poseía la muestra y se le abreviará como N-Kjeldahl. Con la finalidad de identificar posibles zonas con características afines en la distribución super ficial de los sedimentos, se aplicó a los datos la metodología diseñada por Silva et al. (1997), ordenándose las estaciones en función de su cercanía y teniendo en consideración los diferentes procesos oceanográficos, hidrográficos y glaciológicos que afectan el área (circulación estuarina positiva, cuencas semi aisladas con baja circulación y erosión terrestre por la acción de glaciares activos, entre otros). Para la comparación de las diferentes pendientes generadas en esta metodología, se utilizó el test de Schef fé (Zar, 1984). Con el fin de analizar estadísticamente las diferencias geográficas asociadas a la presencia de mayores o menores concentraciones de las variables químicas entre zonas, la existencia de diversas áreas y dado el número desigual de muestras asignadas a cada zona, se decidió aplicar pruebas no paramétricas para validar la zonación encontrada: Test de Kolmogoronov-Smirnov para inferencias de ubicación basadas en dos muestras y el Análisis de Varianza de Kruskal Wallis (Gibbons, 1986). Con el fin de determinar las relaciones estequiométricas de C y N, se efectuó un análisis de regresión lineal simple entre los da- 93 Distribución y Estequiometría C:N en sedimentos superficiales 52° Primera Angostura Segunda Angostura 13 20° 80°W S Pta. Dungeness 20 O tw a y 12 15 16 26 no Cabo Deseado Se 53° 2 10 Isla Santa Inés 9 24 8 5 Pta. Arenas 6 Bahía Inútil 57 56 55 C. Whiteside 60° 20° 30° 30° 40° 40° 50° 50° Océano Atlántico 90°W 53°W Antártica Chilena 60° 60° 54 54° Isla Carlos III d ar bo Ca 55° w ro F 29 37 Canal Beagle 40 46 41 39 38 Isla 49Navarino 42 50 48 18 33 47 44 32 45 Bahía Nassau Cabo de Hornos CIMAR FIORDO 3 75°W 51 CordillerarDarwin Océano Pacífico 56° S Seno Almirantazgo 53 70° 65° Fig. 1: Posición de las estaciones oceanográficas para la obtención de muestras de sedimento superficial en el crucero Cimar-Fiordo 3. Fig. 1: Geographic positions of oceanographic stations for surface sediment sampling in Cimar-Fiordo 3 cruise. tos C-orgánico y N-kjeldahl expresados en µgat/g sedimento seco. Para la comparación de las diferentes pendientes obser vadas se utilizó el test de Schef fé (Zar, 1984). RESULTADOS Granulometría, contenido de carbono y nitrógeno Kjeldahl en sedimentos super ficiales La distribución granulométrica muestra, en general, que los sedimentos estuvieron compuestos mayoritariamente por arenas y por limo-arcilla. Sólo en cinco estaciones, las gravas superaron el 33% (Fig. 2a). La fracción de arena se presentó en dos sectores definidos, uno a lo largo del tramo occidental del estrecho de Magallanes (entre la boca occidental del estrecho y el cabo Froward) y el otro en el extremo sur de la zona (canales Beagle, Murray y Ponsonby, bahía Nassau). La fracción de limoarcilla, no tuvo una distribución tan definida como en el caso de las fracciones más gruesas. La fracción limo-arcilla fue preponderante en el seno Otway, bahía Inútil y algunas estaciones del seno Almirantazgo, canal Beagle, Brazo Nor te y Agostini. La concentración de C-orgánico fluctuó entre 0,09 y 2,18%, no obser vándose a simple vista un patrón de distribución horizontal definido (Fig. 2b). Las concentraciones de carbono orgánico en la zona fueron, en general, más bien bajas. Dentro de la distribución anterior, cabe destacar la presencia de concentraciones muy bajas (<0,8%) en el extremo sur-este de la zona. El contenido de C-inorgánico en los sedimentos de la zona, presentó una fluctuación entre 0,01 y 10,36%. Las mayores concentraciones de carbono inorgánico se presentaron en dos zonas geográficamente bien definidas (Fig. 3a). La primera de ellas en el extremo noroeste de la zona (extremo occidental del estrecho de Magallanes), con un máximo de 6,30%, mientras que la segunda, se ubicó en el extremo sureste de la zona (extremo orien- 94 Revista Ciencia y Tecnología del Mar, Vol. 25 (1) - 2002 52.0 Gravas 52.5 Arenas 53.0 Fangos 53.5 54.0 54.5 55.0 55.5 CIMAR FIORDO 3 Granulometría (%) 56.0 A 56.5 75 74 73 72 71 70 69 68 67 66 65 64 52.0 52.5 Segunda Angostura Cabo Deseado Primera Angostura 0.0 - 0.8 0.8 - 1.6 Pta. Dungeness 1.6 - 2.4 53.0 y wa Ot no e S 53.5 2.4 - 3.2 Océano Atlántico Pta. Arenas 3.2 - 4.0 il Inút Ba. Isla Santa Inés C. Whiteside 54.0 Isla Carlos III 54.5 Seno Almirantazgo Cabo Froward 55.0 Isla Navarino Bahía Nassau 55.5 Océano Pacífico CIMAR FIORDO 3 Carbono Orgánico (%) 56.0 56.5 Canal Beagle Cordille ra Darw in 75 74 73 72 71 Cabo de Hornos B 70 69 68 67 66 65 64 Fig. 2: Distribución de las fracciones granulométricas principales (A) y carbono orgánico (B) en los sedimentos superficiales de la zona del estrecho de Magallanes al cabo de Hornos. Fig. 2: Main grain size fractions (A) and organic carbon (B) distribution in surface sediments of the Magellan Strait to Cape Horn zone. 95 Distribución y Estequiometría C:N en sedimentos superficiales 52.0 Segunda Angostura 52.5 Cabo 0.0 - 0.4 Primera Angostura 0.4 - 0.8 Pta. Dungeness 0.8 - 1.6 Deseado 53.0 y wa Ot no Se 53.5 1.6 - 2.4 Océano Atlántico Pta. Arenas 2.4 - 3.2 il Inút Ba. Isla Santa Inés 3.2 - 4.0 4.0 - 7.0 C. Whiteside 7.0 - 10.0 54.0 Isla Carlos III 54.5 Seno Almirantazgo Cabo Froward Canal Beagle Cordille ra Darw in 55.0 Isla Navarino Bahía Nassau 55.5 Océano Pacífico 56.0 56.5 CIMAR FIORDO 3 Carbono Inorgánico (%) 75 74 73 72 71 Cabo de Hornos 70 69 A 68 67 66 65 64 52.0 Segunda Angostura 52.5 Cabo Primera Angostura 0.0 - 0.1 0.1 - 0.2 Pta. Dungeness Deseado 0.2 - 0.3 53.0 0.3 - 0.4 Océano Atlántico Pta. Arenas 0.4 - 0.5 53.5 Isla Santa Inés C. Whiteside 54.0 Isla Carlos III 54.5 Seno Almirantazgo Cabo Froward Canal Beagle 55.0 Isla Navarino 55.5 Océano Pacífico CIMAR FIORDO 3 Nitrógeno Kjeldahl (%) 56.0 56.5 75 74 73 72 71 Cabo de Hornos 70 69 68 B 67 66 65 64 Fig. 3: Distribución de carbono inorgánico (A) y nitrógeno Kjeldahl (B), en los sedimentos superficiales de la zona del estrecho de Magallanes al cabo de Hornos. Fig. 3: Inorganic carbon (A) and Kjeldahl nitrogen (B) distribution in sur face sediments of the Magellan Strait to Cape Horn zone. 96 Revista Ciencia y Tecnología del Mar, Vol. 25 (1) - 2002 tal del canal Beagle y bahía Nassau), con un máximo de 10,35%. de los canales y fiordos de la zona al nor te del estrecho de Magallanes (Silva et al., 1998 y 2001). Sin embargo, el contenido de C-inorgánico sí muestra “a priori”, una clara agrupación en tres sectores, un sector caracterizado por bajos valores y dos sectores caracterizados por altos valores (Fig. 3a). El sector de baja concentración, tuvo una cober tura geográfica mayor que los otros dos y se ubicó en la zona central del área de estudio, abarcando par te central y este del estrecho de Magallanes, seno Otway, bahía Inútil, seno Almirantazgo, canal Agostini, porción este del canal Beagle, bahía Ponsonby, canal Murray y canal Brazo Nor te. En cuanto a los sectores de mayor concentración, se ubicaron en la porción oeste del estrecho de Magallanes y en la porción sur-este del canal Beagle y en la bahía Nassau. (Fig. 3a). Las concentraciones de N-kjeldahl fluctuaron entre 0,001 y 0,28%, no presentando a simple vista un patrón de distribución horizontal definido (Fig. 3b). Las concentraciones de N-kjeldahl en la zona fueron, en general, más bien bajas (<0,3%) y del mismo modo que en el C-orgánico, en el extremo sur-este de la zona (extremo oriental del canal Beagle y bahía Nassau), se observaron concentraciones muy bajas (<0,1%). El análisis de regresión lineal para determinar la proporción C-orgánico v/s N-kjeldahl de los sedimentos superficiales de todas las estaciones de Cimar-Fiordo 3, dio como resultado una pendiente con un valor de 8,18 (R2 = 0,94) (Fig. 4). Esto implica una relación C:N de 8,18. C-orgánico (µg-átC/g) 2500 Y = 8.17777 * X + -37.6031 R^2 = 0.939672 2000 49 1500 24 8 1000 12 500 0 26 50 6 41 38 53 10 56 54 29 51 5 45 39 9 44 42 47 33 2 18 32 15 0 20 40 46 55 16 13 57 37 100 200 300 400 N-kjeldahl (µg-átN/g) Fig. 4: Regresión lineal entre las variables N-kjeldahl y C-orgánico para todas las muestras de sedimento de Cimar-Fiordo 3. Fig. 4: Linear regression between N-kjeldahl and C-organic, including all Cimar-Fiordo 3 sediment samples. Segregación horizontal en la distribución de los sedimentos La obser vación de la distribución horizontal de la concentración de componentes orgánicos de los sedimentos (C-orgánico y Nkjeldahl) en el área de estudio (Figs. 2b, 3b), no permitió identificar “a priori” zonas geográficas con diferencias en la concentración de estos compuestos y proponer un patrón de segregación horizontal, como ocurrió en el caso Del análisis anterior, es posible entonces suponer que, de acuerdo con la tendencia a agruparse que presentan las mayores y menores concentraciones del C-inorgánico, el área se podría segregar en tres zonas. Para efectuar la agrupación de estaciones para cada zona, se utilizó el mismo procedimiento aplicado por Silva et al., (1998 y 2001). De este modo, se agruparon primero las estaciones ubicadas en el extremo oeste del estrecho Magallanes (zona noroccidental), luego las estaciones ubicadas en la zona central (zona central), para finalmente agrupar 97 Distribución y Estequiometría C:N en sedimentos superficiales Tabla I. Agrupación de las estaciones de acuerdo con su ubicación geográfica y características oceanográficas asociadas. El número entre paréntesis indica el número de orden correlativo asignado. Table I. Stations grouping according to their geographical location and associated oceanographic features. The assigned rank order in parenthesis. Zona noroccidental Zona central 09 (1) 10 (2) 12 (3) 13 (4) 15 (5) 20 (11) 24 (12) 26 (13) 29 (14) 02 (6) 05 (7) 06 (8) 08 (9) 16 (10) 54 (23) 55 (24) 56 (25) 57 (26) 37 (15) 38 (16) 39 (17) 46 (27) 47 (28) Zona sur oriental 40 (18) 49 (19) 50 (20) 51 (21) 53 (22) 44 (34) 45 ( 35) las estaciones del extremo sur (zona sur oriental) (Tabla I). Las estaciones de la zona nororiental como las de la sur oriental presentaron una mayor influencia oceánica del Pacífico, que las de la zona central, que tuvieron mayor efecto continental y glaciar (Fig. 1). 18 32 33 41 42 (29) (30) (31) (32) (33) rentes procesos oceanográficos que afectarían su producción. Al aplicar esta misma técnica a las variables orgánicas, las pendientes de los tramos correspondientes a las mismas estaciones resultan ser significativamente diferentes entre sí (Test de Scheffè: C-orgánico F2,29=6,39 [p<0,05]; Nkjeldahl F2,29=10,05 [p<0,05]). Al comparar las tres pendientes para el C-inorgánico, éstas resultaron ser significativamente diferentes entre sí (Test de Schef fè: F2,29 = 163.7 [p<0.05]). De acuerdo con Silva et al. (1998), estos cambios de las pendientes pueden ser interpretados como el resultado de la existencia de zonas, donde el C-inorgánico de cada muestra contribuye al total con una cantidad proporcionalmente distinta, producto de la presencia de zonas con dife- Proporción acumulada Posteriormente, se procedió a efectuar el cálculo de la contribución individual de cada muestra respecto a la sumatoria total de ellas, para C-orgánico, C-inorgánico, y N-kjeldahl. Sólo la suma acumulada de las contribuciones individuales del C-inorgánico Lo anterior confirma la separación “a priori” que versus el número de orden, mostró claramente la muestra la distribución del C-inorgánico (Fig. 3a), existencia de tres tramos, donde la pendiente tuvo por lo que en esta región de estudio habrían tres sentido diferente (Fig. 5). Un tramo constituido por las estaciones N-kjeldahl C. orgánico C. inorgánico 1.0 de la zona noroccidental, un segundo constituido por las estaciones de la zona central y un terce0.8 ro constituido por las estaciones de la zona oriental. Estos cam0.6 bios de pendientes no fueron tan evidentes para C-orgánico y N0.4 kjeldahl. 0.2 0.0 A) 0 10 20 30 40 Nº de orden Fig. 5: Fig. 5: B) 0 10 20 30 40 Nº de orden C) 0 10 20 30 40 Nº de orden Proporción acumulada v/s número de orden en los sedimentos superficiales de la zona del estrecho de Magallanes al cabo de Hornos: A) C-inorgánico. B) C-orgánico. C) N-kjeldahl. Cumulative proportion in sediments v/s rank order in Magellan Strait to cape Horn zone: A) Inorganic carbon. B) Organic carbon. C) Kjeldahl nitrogen. 98 Revista Ciencia y Tecnología del Mar, Vol. 25 (1) - 2002 zonas que pueden ser segregadas en función de la presencia de sedimento rico en material calcáreo. En el caso de C-orgánico y N-kjeldahl, donde la separación visual no fue tan definida como en el caso anterior, el análisis estadístico permitió establecer que dicha zonación también puede ser aplicable para estas variables. Sin embargo, en este último caso, no es clara la relación causa efecto con la información que se dispone. nificativa en las respectivas medianas. Esto es producto de la similitud de los estadísticos de tendencia central y de la alta variabilidad de la información analizada, situación que no ocurre de igual forma con la variable inorgánica. Las diferencias y similitudes obser vadas entre las zonas se deberían principalmente a los distintos procesos, tanto físicos como biogeoquímicos, que regulan la cantidad y calidad del material que es producido en la columna de agua, en el bentos o que entra a los canales a través de los ríos o por la acción de los glaciares y ventisqueros adyacentes. Una vez establecida la agrupación de estaciones, se calcularon los diferentes estadísticos básicos de ellas (mediana, media, desviación estándar, máximo y mínimo), para todas las variables involucradas en el estudio. (Tabla II). DISCUSIÓN La comparación estadística de las medianas del C-inorgánico del sedimento de las tres zonas, mediante el Test de Kolmogoronov-Smirnov (p<0,01), indicó que no hay diferencias significativas entre la zona occidental versus la oriental, pero sí las hay entre la zona occidental y oriental versus la zona central, lo que es acorde con la segregación propuesta. Este test también indicó que no hay diferencias significativas entre el contenido de los componentes orgánicos entre las tres zonas segregadas previamente en base al C-inorgánico. Factores que influyen en la segregación horizontal En los ambientes costeros, la alta productividad biológica en aguas super ficiales, las descargas fluviales y la erosión del borde continental, representan las principales fuentes de par tículas al sedimento (Wassmann, 1985; Eisma, 1986). En aguas costeras, alrededor de un 25 a 50% de su productividad primaria super ficial logra depositarse en el fondo, después de sedimentar a través de la columna de agua (Nixon, 1981; Jor gensen, 1982; Bernal et al., 1989; Ahumada, 1991; Farías et al., 1994). De aquí que la situación más común sea que bajo zonas de alta producción primaria, los sedimentos también suelan presentar altas concentraciones de compuestos orgánicos. Lo anterior implica que, si bien desde el punto de vista de la contribución del C-inorgánico, es posible aceptar una segregación horizontal. La contribución de los componentes orgánicos al sedimento no es lo suficientemente intensa y constante para producir una diferenciación sig- Tabla II. Datos estadísticos de cada una de las variables químicas analizadas en el sedimento. Table II. Descriptive statistics for each chemical sediment variable. Variable C-orgánico C-inorgánico N-kjeldahl Zona occidental Mediana Media D. Estándar Máximo Mínimo 0,29 5,02 0,06 0,40 4,12 0,07 0,43 2,16 0,08 1,15 6,30 0,22 0,09 1,62 0,01 Variable C-orgánico C-inorgánico N-kjeldahl 5 5 5 Zona central Mediana Media D. Estándar Máximo Mínimo 0,90 0,15 0,13 0,90 0,22 0,13 0,59 0,16 0,08 2,18 0,55 0,28 0,12 0,01 0,01 Variable C-orgánico C-inorgánico N-kjeldahl Observaciones Observaciones 23 23 23 Zona oriental Mediana Media D. Estándar Máximo Mínimo 0,24 6,01 0,06 0,29 5,98 0,06 0,15 3,17 0,03 0,63 10,36 0,12 0,20 0,78 0,04 Observaciones 7 7 7 Distribución y Estequiometría C:N en sedimentos superficiales Debido a la escasez de información oceanográfica disponible para la zona de estudio, no es posible estimar el aporte promedio anual de materia orgánica particulada a los sedimentos por par te de la producción planctónica, ríos o escurrimiento costero. Sin embargo, sobre la base de la información climatológica, mor fológica, hidrográfica y oceanográfica disponible es posible inferir, a grandes rasgos, los principales procesos que están influyendo en la presencia de las zonas de alta y baja concentración observadas en las variables químicas de los sedimentos de la región. Respecto a la climatología, Balduzzi (1991) dividió la zona del estrecho de Magallanes en dos áreas, una occidental y otra oriental. El área occidental es dominada por remanentes de la cordillera de los Andes con altitudes que en algunos casos exceden los 2.000 metros, siendo la topografía muy variable, debido a la presencia de numerosos canales y fiordos. Esta área se caracteriza por un clima severo en términos de lluvia y temperatura, con fuertes vientos del oeste durante el verano, los que transportan gran cantidad de humedad desde el Pacífico, para luego descargarla en la cordillera de los Andes. El rango de precipitación promedio anual en esta área fluctúa entre 2.000 y 5.000 mm (Ministerio de Obras Públicas - Dirección General de Aguas, 1987). Podría pensarse que la influencia de estas características climáticas afectaría la calidad del sedimento. Sin embargo, Brambati et al. (1991) señalan que a pesar de la intensa precipitación parece que no hay mucha depositación de material terrígeno en las cuencas, probablemente debido al relativamente bajo desarrollo de la red hidrográfica y las bajas temperaturas, las cuales transforman el agua meteórica en hielo, por lo cual éstas no serían un factor relevante en cuanto al aporte y distribución de componentes orgánicos en la zona. En el ár ea oriental, las condiciones climáticas son muy diferentes de las de la zona occidental, en par ticular con respecto a las lluvias, las cuales en esta región están distribuidas de acuerdo con un gradiente este-oeste, variando desde aproximadamente los 250 a 700 mm por año (Ministerio de Obras Públicas - Dirección General de Aguas, 1987). Los vientos, que son frecuentes, tienen una dirección prevaleciente hacia el este, siendo secos e intensos, alcanzando a veces velocidades máximas sobre los 140 Km/h. Bajo estas condiciones, el viento actúa como considerable agente erosionador y depositador, removiendo material detrítico, transpor tándolo y depositándolo 99 en la zonas más bajas y en el mar (Balduzzi, 1991). En relación a la morfología de los canales y fiordos, la zona presenta una serie de cuencas profundas (i.e. 500 – 1.100 m), separadas ya sea por canales o bien por umbrales someros (i.e. 50 – 100 m) (Panella et al., 1991), que hacen que dichas cuencas actúen como trampas de sedimento, donde el material más fino tiende a acumularse en el fondo. Respecto a los aspectos hidrológicos, las mareas son la característica hidrológica más impor tante de la zona (Medeiros & Kjer fve, 1988, fide Panella et al., 1991). Según estos autores, la cuenca oriental del estrecho de Magallanes presenta un régimen de mareas semidiurno con una gran amplitud, la que en promedio alcanza a 7,1 m, pudiendo llegar hasta los 9 m en sicigia. Las cuencas centrales y occidentales presentan mareas de tipo mixtas y semidiurnas con un amplitud mucho menor, la que en promedio alcanza a 1,1 m con un máximo de 1,2 m en sicigia. Esta gran amplitud de las mareas y la compleja mor fología de los canales, generan corrientes de marea muy fuer tes, especialmente en la zona oriental del estrecho, donde pueden alcanzar velocidades entre 3 a 4,5 m/s en la Primera y Segunda Angosturas respectivamente. Las intensas corrientes de marea en el sector oriental pr ovocan la erosión y resuspensión de los sedimentos inorgánicos más finos, los cuales son subsecuentemente transpor tados a la cuenca central, donde, producto de una abrupta disminución de la corriente de marea debido al mayor ancho de la cuenca, se sedimentan, depositándose en su zona profunda. Debido a lo anterior, en las zonas someras, como la cuenca oriental del estrecho de Magallanes, alrededor del umbral de la isla Carlos III, o en el umbral del Pacífico, se presentan, en general, sólo gravas careciendo de sedimentos finos, los que se presentan preferentemente en zonas profundas (Brambati et al., 1991), situación que también puede ser apreciada en general en la distribución de las fracciones preponderantes de la granulometría del sedimento de la zona de estudio (Fig. 2a). El análisis de la distribución de gravas, arenas o limos-arcillas v/s el C-inogánico o el Corgánico, no muestra un patrón de distribución que explique la segregación antes indicada (Fig. 6). La única tendencia general que 100 100 100 80 80 Arenas (%) Gravas (%) Revista Ciencia y Tecnología del Mar, Vol. 25 (1) - 2002 60 40 20 0 60 40 20 0 0 2500 5000 7500 10000 0 C– inorgánico (µg-at C/g) 100 100 80 80 60 60 Gravas (%) Limos y Arcillas (%) C–inorgánico (µg-at C/g) 40 20 40 20 0 0 0 0 2500 5000 7500 10000 500 1000 1500 2000 C– orgánico (µg-at C/g) C– inorgánico (µg-at C/g) 100 Limos y Arcillas (%) 100 80 Arenas (%) 2500 5000 7500 10000 60 40 20 0 80 60 40 20 0 0 500 1000 1500 2000 C– orgánico (µg-at C/g) 0 500 1000 1500 2000 C– orgánico (µg-at C/g) Fig. 6: Dispersión de C-inorgánico y C-orgánico v/s las fracciones granulométricas principales, gravas, arenas y limosarcillas. Fig. 6: Dispersion of C-organic and C-organic v/s main grain size fractions, granules, sands and silt-clay. Distribución y Estequiometría C:N en sedimentos superficiales se aprecia en los gráficos de dispersión, es un aumento de las concentraciones de C-orgánico asociadas a un aumento de la par ticipación de las fracciones más finas en la composición del sedimento (Fig. 6). Desde el punto de vista oceanográfico, la zona de estudio corresponde básicamente a un sistema estuarino y se puede agrupar en dos áreas: Un área sur occidental, que incluye el borde desmembrado y montañoso del área de estudio, la cual se conecta al Pacífico por una serie de canales y otra área central - nororiental, que incluye la zona interior y su conexión al Atlántico a través del estrecho de Magallanes (Panella et al., 1991). El área sur occidental se caracteriza por salinidades super ficiales relativamente bajas (27 - 31 psu, fide Panella et al., 1991), debido a la alta pluviosidad de la zona, a la presencia de ríos con caudales medianos (i.e. San Juan 18,9 m3/s; fide Ministerio de Obras Públicas, Dirección General de Aguas, 1987) y al aporte de agua dulce de los glaciares y ventisqueros, asociados a remanentes de la última glaciación, dentro de los cuales se destacan los asociados a la cordillera de Dar win. Datos no publicados de salinidad del crucero Cimar-Fiordo 3, muestran en los senos Almirantazgo y Agostini salinidades super ficiales menores a 10 psu, producto del apor te de agua dulce provenientes de los glaciares adyacentes de la cordillera de Dar win. Por otra par te, producto de la gran cantidad de canales conectados al océano Pacífico, esta zona sur occidental recibe una activa influencia oceánica, desde donde ingresan aguas oceánicas más saladas hacia el interior de ésta (Panella et al., 1991). El área interior y nororiental incluye terrenos más bajos, propios de la llanura patagónica (Brambati y Colantoni, 1991), por lo que la influencia de glaciares, ventisqueros, lluvias y ríos (i.e. Óscar 2,0 m3/s; Oro 3,0 m3/s; Side 2,3 m3/s; fide Ministerio de Obras Públicas, Dirección General de Aguas, 1987), es más reducida que la zona occidental, lo que se traduce en salinidades comparativamente más altas (31 - 32,5 psu, fide Panella et al., 1991). El aporte de agua oceánica desde el Pacífico es a través de la zona sur occidental y desde el Atlántico a través de la boca oriental del estrecho de Magallanes. La presencia de agua superficial dulce y fría provenientes de los glaciares o ventisqueros hacia las cabezas de los fiordos, junto con el material fino en suspensión (“silt”) generado por és- 101 tos, afecta la producción fitoplanctónica del área creando condiciones adversas para el crecimiento del plancton. Silva et al. (2001) observaron que para la zona central de los canales chilenos (Golfo de Penas al estrecho Magallanes), la zona occidental de éstos, con mayor efecto oceánico, presentaba mayor cantidad de compuestos orgánicos en el sedimento que la zona oriental, con mayor efecto de glaciares y ventisqueros. Estos autores atribuyeron esta distribución a condiciones oceánicas menos extremas del borde occidental, con menores rangos de temperatura y salinidad, menor estabilidad en la columna de agua, menor aporte de “silt” y mayor contenido de nutrientes desde el océano, lo cual favorecería la producción primaria respecto de la zona oriental donde se encuentra el efecto de los glaciares de campo de Hielos Norte y Sur. La información de biomasa fitoplantónica para la zona de este estudio proviene principalmente de Panella et al. (1991), quienes indican que en el sector oriental y central del estrecho es donde existe comparativamente una mayor cantidad de clorofila “a” respecto a la cuenca occidental. Esta diferenciación la explican tentativamente en función de una mayor homogeneidad vertical de la columna de agua de las cuencas central y oriental, lo que favorece el desarrollo del plancton. En el caso de la cuenca occidental, la formación en el sector oeste de una estructura de dos capas estables, consistente en una capa superficial de aguas más frías y diluidas con agua dulce de origen continental y una capa subsuperficial de aguas más cálidas y más salinas de origen oceánico (subantártico). Probablemente los bajos niveles de nutrientes de las aguas continentales y de deshielos que fluyen en la capa super ficial, junto con una marcada estratificación, ayudan al desarrollo de condiciones oligotróficas de la capa super ficial, lo que favorece una modesta producción planctónica, en esta región del estrecho. Con relación a este punto, Cabrini & Umani (1991), Umani & Monti (1991) y Uribe, 1991 señalan en términos de biomasa fitoplantónica, que la subcuenca oriental se caracteriza por altos valores de biomasa en todas las profundidades estudiadas, especies bentónicas y altos porcentajes de tintínidos, en tanto que la subcuenca central, se caracteriza por valores más bajos en nanoplancton respecto que el primero y por una preponderante población de diatomeas, pero un número inferior y baja diversidad. Aun cuando la biomasa sea mayor en superficie, en las profundidades intermedias y profundas los valores de abundancia son bajos. Por último, la cuenca occidental se caracteriza por una biomasa pobre y 102 Revista Ciencia y Tecnología del Mar, Vol. 25 (1) - 2002 una homogénea composición de poblaciones de fitoplancton, es decir, presenta baja concentración y baja diversidad en la columna de agua. En cuanto a la explicación de las altas concentraciones del C-inorgánico de las muestras de la zona noroccidental (estrecho de Magallanes) y sur oriental (canal Beagle y bahía Nassau), se explica en base al alto contenido de conchas que tenían las muestras. En varias muestras, estas concentraciones superaron a las de carbono orgánico y el 48% de ellas fueron superiores al 5% de C-inorgánico, llegando incluso a concentraciones del orden del 10%. Brambati et al. (1991) también encontraron valores de C-inorgánico altos en los sedimentos de la zona noroccidental del estrecho de Magallanes, con una concentración máxima del orden de 5%. Estos mayores valores de C-inorgánico fueron explicados por dichos autores por la presencia de calcita contenida en fragmentos de conchas de Lamellibranchia, Gastropoda, Brachiopoda y Foraminífera. Es posible que esta situación también sea similar en la zona del canal Beagle y bahía Nassau. Estos autores también señalan que la presencia de este compuesto, varía de cuenca a cuenca tendiendo a incrementar progresivamente y marcadamente en aquellas muestras tomadas en la sección del Pacífico, en donde en ellas se encuentra un alto contenido de carbonatos y en particular de Mg-calcita, los cuales serían de origen biogénico. Silva et al. (2001) observaron una situación similar para los canales Ladrillero, Picton, Trinidad, Concepción y Smith, en canales oceánicos al norte del estrecho de Magallanes, donde el Cinorgánico de varias muestras superaron al C-orgánico llegando incluso a concentraciones superiores a 6%. Estos autores explicaron esta situación sobre la base de la gran cantidad de material calcáreo presente en los sedimentos en estos canales con conexión directa al océano. En el caso de la zona norte (Cimar-Fiordo 1), Silva et al. (1998) no encontraron valores de Cinorgánico altos, ya que, en general, fueron bajos (media 0,32%, máximo 1,19%) y sin un patrón definido de distribución en el área. Dichas concentraciones son mucho menores que las encontradas en la zona occidental de esta zona central de los canales chilenos. Relación estequiométrica C:N del sedimento El fitoplancton es el productor primario más abundante en el océano y por lo tanto es la fuen- te generadora de materia orgánica dominante en el medio marino, por lo que su composición química será determinante en la proporcionalidad en que se encuentren el carbono y nitrógeno, tanto de la columna de agua como del sedimento. Redfield et al. (1963) determinaron una proporción C:N promedio igual a 6,63 para el fitoplancton marino, siendo ésta diferente a la de las plantas superiores terrestres, las cuales presentan valores mucho mayores (98 de acuerdo con Deevy, 1973; 126 de acuerdo con Delwiche & Likens, 1977). Por lo tanto, el conocimiento de la razón C:N en los sedimentos puede ser usado, en una primera instancia, para inferir el origen y la del estado de degradación de la materia orgánica, aun cuando la interpretación de sus variaciones pueda ser a menudo complicada. Basado en lo anterior, se puede asumir que si la razón C:N en los sedimentos es igual o cercana a 6,63, ésta provendría mayoritariamente del plancton marino residente. Muestras de sedimento super ficial con razones C:N mayores a 6,63 podrían explicarse, por la presencia de cantidades variables de material terrígeno o edáfico más pobre en nitrógeno orgánico (Naiman & Sedell, 1979; Deevy, 1973; Delwiche & Likens, 1977). Sin embargo, es impor tante tener también en cuenta que es conocido que en la medida que el sedimento marino envejece se presenta un aumento de la relación C:N, la que puede superar a 10, producto de que un mayor tiempo de permanencia aumenta la mineralización, provocando una disminución del nitrógeno orgánico (Price, 1976; Jorgensen, 1996a). Lo anterior se debe a que al descomponerse la materia orgánica, el nitrógeno orgánico del sedimento se transforma en especies que se difunden hacia el agua suprayacente o que no son medidas por el método Kjeldahl, lo que provoca el aumento en dicha relación. Tal es el caso de los sedimentos de bahía Concepción, donde Farías et al. (1996) obtuvieron relaciones C:N entre 11 y 12 para los sedimentos super ficiales anóxicos de esa bahía. La desviación respecto a Redfield del valor de la relación C:N (8,18 v/s 6,63), observada en los sedimentos de la zona de estudio (Fig. 4), puede ser explicada, ya sea por el aporte de material edáfico y/o terrígeno arrastrado por los ríos o escurrimiento costero, que se sumaría al sedimento de origen marino, el cual sería preponderante. También podría ser explicado por la presencia de sedimento de origen marino que ha sufrido algún grado de descomposición de la materia orgánica. Distribución y Estequiometría C:N en sedimentos superficiales Los dos procesos indicados anteriormente implican un aumento de la relación C:N. Sin embargo, con la información obtenida en Cimar-Fiordo 3, no es posible afirmar si sólo ocurre uno de ellos o si los dos ocurren en conjunto. La dificultad de definir taxativamente cual es predominante se debe a que, por una par te, la presencia de material edáfico junto con material marino es algo de esperar en el sedimento de la zona de los canales, ya que en ella la mayoría de las islas que la componen están cubier tas por tupidos bosques nativos, los cuales liberan material orgánico rico en carbono, el que eventualmente puede llegar hasta el lecho de los canales y fiordos. Por otra par te, la muestra de sedimentos que se tomó para los análisis químicos tenía unos tres centímetros de espesor, por lo que ella podría involucrar material marino antiguo, con algún grado de descomposición de su materia orgánica. Sin embargo, al no disponerse de datación para estas muestras, sólo es posible obtener una apreciación subjetiva de la edad de ellas en base a datos obtenidos en otros fiordos chilenos de más al nor te. Salamanca (1996) fechó testigos de sedimentos del seno Aysén y del estero Cupquelán, obteniendo para los primeros 4 cm, 7 y 14 años de edad, respectivamente. Un análisis más exhaustivo de la dispersión de los datos de C-orgánico y N-kjeldahl y su asociación con la segregación horizontal de ellos, en conjunto con el análisis de distribución de las concentraciones de C-inorgánico de muestras de sedimentos de la zona central de los canales australes chilenos (Crucero Cimar-Fiordo 2), permitieron a Silva et al. (2001) obtener información adicional sobre factores que afectaban a la estequiometría de la razón C:N. Estos autores dividieron dicha zona en dos, una oriental (asociada a los fiordos y los campos de hielo nor te y sur), con bajos contenidos de Corgánico y N- kjeldahl y otra occidental (asociada a canales cercanos al borde oceánico), con altos valores de C-orgánico y N- kjeldahl. Observaron también, que algunas estaciones de la zona occidental mostraban concentraciones de C-inorgánico muy altas (i.e. 4,9 a 6,8%), las cuales en ocasiones superaban al C-orgánico producto de un gran contenido de conchas calcáreas. Silva et al. (2001) encontraron que el análisis conjunto del sedimento de todas las estaciones muestreadas en la zona, presentaba una razón C:N de 6,26 con un R 2 de 0,94, lo que era muy cercano al valor teórico de 103 Redfield. Sin embargo, al efectuar un análisis por separado de las estaciones en base a la segregación occidente-oriente y a su contenido de C-inorgánico, las estaciones con alto C-inorgánico (i.e. >4,5%), presentaron una estequiometría C:N distinta de las estaciones con bajo C-inorgánico (i.e. <4,5%). Ellos determinaron que las estaciones asociadas a bajos contenidos de C-inorgánico presentaban una razón C:N de 7,37 (R 2 = 0,98), mientras que las estaciones con altos contenidos de C-inorgánico presentaron una razón C:N de 5,4 (R 2 = 0,99), razones que resultaron ser estadísticamente diferentes. Lo anterior fue interpretado como producto de distintas características químicas de los generadores del sedimento, lo que afectaba a las proporciones C:N asociadas. El grupo de estaciones de bajo contenido de C-inorgánico presentó un sedimento con una relación C:N más alta que Redfield, producto de material marino (planctónico) con aportes de material terrígeno y/o edáfico, aunque también podría haber material marino antiguo con algún grado de mineralización. La situación en la zona del presente estudio, es, en parte, similar a la de Cimar-Fiordo 2, con una zona occidental donde se presentan estaciones con concentraciones de C-inorgánico muy alto (i.e. 5 a 10%), superando largamente a las concentraciones de C-orgánico y otra zona centraloriental, donde las concentraciones de las variables inorgánicas son mucho más bajas (Tabla II) (Fig. 3a). Si se realiza el mismo procedimiento de Silva et al. (2001), es decir, si se efectúa un nuevo análisis de regresión para la relación C:N sólo de las estaciones con bajo C-inorgánico y otro separado sólo para las estaciones con alto C-inorgánico (Tabla II), se puede obser var que las muestras de ambos cruceros presentan un compor tamiento similar. Las estaciones con bajo contenido de C-inorgánico presentaron una razón C:N de 8,15 (R 2 = 0,95) (Fig. 7a), mientras que las estaciones con altos contenidos de C-inorgánico presentaron una razón C:N de 5,99 (R 2 = 0,97) (Fig. 7b). Al comparar estadísticamente las pendientes, ellas resultaron ser diferentes (Test de Schef fè : F 2,31 = 6,13 [p<0,05]), lo que implica que estos sedimentos tienen distinta razón C:N. Si se trata los datos C-orgánico y N-kjeldahl de la zona de alto contenido de C-inorgánico por separado, ellos dan como resultado propor- 104 Revista Ciencia y Tecnología del Mar, Vol. 25 (1) - 2002 2000 49 1500 1000 500 0 2500 Y = 8.1538 * X + 3.98062 R^2 = 0.951315 C-orgánico (µg-átC/g) C-orgánico (µg-átC/g) 2500 24 55 46 57 20 16 8 26 40 50 37 6 53 29 51 56 54 5 39 A) bajo 38 47 2 0 100 CI 2000 1500 300 13 1000 500 0 200 Y = 5.99742 * X + -8.23792 R^2 = 0.9683 400 32 12 41 9 18 42 45 44 10 15 33 0 100 C-orgánico (µg-átC/g) C-orgánico (µg-átC/g) 2500 Y = 5.74174 * X + -14.0302 R^2 = 0.870329 2000 1500 1000 500 0 41 32 18 4244 45 33 0 C) alto CI 100 200 300 200 300 400 N-kjeldahl (µg-átN/g) N-kjeldahl (µg-átN/g) 2500 B) alto CI 400 N-kjeldahl (µátN/g) Y = 5.96778 * X + 17.3495 R^2 = 0.994435 2000 1500 13 1000 500 0 12 10 9 15 0 D) alto CI 100 200 300 400 N-kjeldahl (µátN/g) Fig. 7a: Regresión lineal entre las variables C-orgánico y N-kjeldahl para las estaciones de la zona central, con bajo Cinorgánico. Fig. 7a: Linear regression for C-organic against d N-kjeldahl for the central zone stations, with low C-inorganic. Fig. 7b: Regresión lineal entre las variables C-orgánico y N-kjeldahl, para todas las estaciones de la zona noroccidental y sur oriental, con alto C-inorgánico. Fig. 7b: Linear regression of C-organic against N-kjeldahl, for all the nor th-western and south- eastern zone stations, with high C-inorganic. Fig. 7c: Regresión lineal entre las variables C-orgánico y N-kjeldahl, sólo para las estaciones de la zona noroccidental, de alto contenido de C-inorgánico. Fig. 7c: Linear regression of C-organic against N-kjeldahl, only for the north-western zone stations, with high C-inorganic. Fig. 7d: Regresión lineal entre las variables C-orgánico y N-kjeldahl, sólo para las estaciones de la zona sur oriental occidental, con alto contenido de C-inorgánico. Fig. 7d: Linear regression of C-organic against N-kjeldahl, only for the south-eastern zone stations, with high C-inorganic. ciones C:N similares para la zona noroccidental (C:N = 5,74; R2 = 0,87) y sur oriental (C:N = 5,96; R2 = 0,99) (Figs. 7c y 7d). De acuerdo con los resultados del Test de Scheffè (F2,8 (OBS) = 1,36 [p>0,05]), estos sedimentos tienen una razón C:N estadísticamente igual. Al igual que para el caso de Cimar-Fiordo 2, esto puede ser interpretado como el resultado de la presencia de sedimentos con un contenido de C-orgánico y N-kjeldahl en distintas proporciones, producto de las fuentes del sedimento, de las características químicas propias del tipo de Distribución y Estequiometría C:N en sedimentos superficiales organismos involucrados en su generación y por lo tanto de su contribución de compuestos químicos al sedimento. De aquí que se puede inferir que el grupo de estaciones de bajo contenido de C-inorgánico con una relación C:N más alta que Redfield, sería producto de la presencia de material marino (planctónico) con apor tes de material terrígeno y/o edáfico, aunque también podría haber material marino antiguo con algún grado de mineralización. Mientras que el sedimento de alto contenido de C-inorgánico, tiene una relación C:N un poco más baja que Redfield. Lo anterior podría ser producto de la presencia de sedimento marino con un mayor apor te de restos de organismos más ricos en nitrógeno. Es impor tante hacer notar que estas muestras corresponden a zonas con sedimentos ricos en conchas calcáreas, los que según Brambati et al. (1991) corresponden principalmente a Lamelibranquios, Gastrópodos, Brachiopodos y Foraminíferos. Es posible pensar que esta situación es una característica distintiva del sedimento de los canales con mayor influencia del océano (canales “oceánicos”), propios del borde exterior de la zona insular austral, al menos desde el golfo de Penas al sur. Esta suposición se basa en que en el Cimar-Fiordo 2, las estaciones con sedimentos con relación C:N más baja que Redfield se presentaron en los canales Ladrilleros, Picton, Trinidad, Concepción y Smith, que corresponden a canales “oceánicos”. De igual manera, en Cimar-Fiordo 3, las estaciones con bajas razones C:N se presentaron en el extremo occidental del estrecho de Magallanes, en bahía Nassau y extremo oriental del canal Beagle. La aparente falta de continuidad de esta franja exterior de baja relación C:N, entre el estrecho y bahía Nassau, no se debería a un comportamiento diferente de los canales “oceánicos” de esa zona, sino más bien a que no se dispuso de muestras de sedimentos de ella. Esta hipótesis de una franja occidental externa con sedimentos de baja relación C:N, que se extiende entre el golfo de Penas y el cabo de Hornos, deberá ser probada en otra oportunidad. Es necesario aumentar la información sobre C y N de los sedimentos de los canales “oceánicos” entre la isla Desolación y la península Hardy en la isla Hoste. CONSIDERACIONES FINALES 1.- En base a la distribución horizontal de la concentración de carbono inorgánico de los sedimentos super ficiales de la zona de 105 fiordos y canales, comprendida entre el estrecho de Magallanes y cabo de Hornos (52o 19’ S - 55 o 58’ S), se puede dividir principalmente en tres áreas, dos con alto contenido de carbono inorgánico ubicadas en los extremos noroccidental y sur oriental y otra con baja concentración de carbono inorgánico ubicada en la zona central y nororiental del área de estudio. Estas zonas están directamente relacionadas con la mayor o menor cantidad de material calcáreo biogénico de la muestra y que de acuerdo con Brambati et al. (1991) corresponden principalmente a Lamelibranquios, Gastrópodos, Brachiopodos y Foraminíferos. 2.- La segregación del área de estudio indicada por el carbono inorgánico, también puede ser aplicable a la distribución de los compuestos orgánicos (carbono orgánico y nitrógeno Kjeldahl). Sin embargo, esta segregación en las variables orgánicas no es tan definida como ocurre en el caso del carbono inorgánico, pero es estadísticamente válida, aunque la relación causa efecto no sea clara con la información que se dispone. 3.- La distribución de las principales fracciones de la granulometría (gravas, arenas y limo-arcilla) no explica la segregación observada por el C-inorgánico. Sólo se observó una tendencia a aumentar el contenido de C-orgánico, en la medida que aumenta la participación de las fracciones más finas en el sedimento. 4.- La razón C:N para los sedimentos superficiales de la zona, para muestras con bajo contenido de C-inorgánico, fue de 8,15, lo cual es un tanto más alta que el valor promedio clásico de Redfield (6,63). Esto permite inferir que el origen del material orgánico del sedimento superficial es principalmente planctónico marino, con aportes de material edáfico y terrígeno de un mayor contenido de carbón. También es posible suponer que las muestras hayan estado afectadas por descomposición anaeróbica del sedimento, lo cual produciría una disminución de nitrógeno orgánico de ellas. Ambos procesos producirían, por sí solos o en conjunto, el aumento observado en la relación C:N. 5.- La razón C:N para los sedimentos super ficiales de la zona, para muestras con alto contenido de C-inorgánico, fue de 5,99, lo cual es un poco más baja que el valor promedio clásico de Redfield (6,63). Esto permite inferir que el origen del material orgánico del sedimento super ficial también es 106 Revista Ciencia y Tecnología del Mar, Vol. 25 (1) - 2002 principalmente marino. Sin embargo, el alto contenido de conchas calcáreas presentes en el sedimento super ficial, implica un aporte de material orgánico con características químicas par ticulares, lo que da como resultado este menor valor de la razón C:N. AGRADECIMIENTOS Los autores desean agradecer: Al Ministerio de Hacienda, Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) y Comité Oceanográfico Nacional (CONA), por el financiamiento parcial del presente estudio. Al proyecto FONDEF 2-41 (CERIO), por el aporte de instrumental utilizado en los análisis químicos. Al comandante del AGOR “Vidal Gormáz”, CF. Sr. Rodolfo Storaker, sus oficiales y tripulación. Al señor Claudio Pérez R. por su esmerado trabajo a bordo en la toma de las muestras. Al químico, señorita María Angélica Varas S. por su dedicada cooperación en los análisis de las muestras de sedimento y al Profesor José Iván Sepúlveda por su apoyo en los análisis estadísticos. A un revisor anónimo, cuyas sugerencias fueron un gran aporte en la preparación final de este trabajo. • Brambati A., G. Fontolan & U. Simeoni. 1991. Recent sediments and sedimentological processes in the Strait of Magellan. Bollettino di Oceanologia Teorica ed Applicata 9 (2-3): 217-259. • Byers S., E. Mills & P. Stewar t. 1978. A comparison of methods of determining organic carbon in marine sediments, with suggestions for a standar d method. Hydrobiologia 58(1): 43-47. • Cabrini, M. & F. Umani S. 1991. Phytoplankton populations in the Strait of Magellan. Bollettino di Oceanologia Teorica ed Applicata 9 (2-3): 137-150. • Davies J. M. 1975. Energy flow through the benthos in a Scottish sea loch. Marine Biology 31: 353-362. • Deevy, E. S. 1973. Sulfur, nitrogen and carbon in the biosphere. In Carbon and the Biosphere (eds. G.M. Woodwell and E.V. Peacan) USAEC, Washington, D.C. pp 182-190. REFERENCIAS • Delwiche, C. C. & G. E Likens, 1977. Biological response to fossil fuel combustion products. In. Global Chemical Cycles and their alterations by man (Ed. W. Stumm) Dahlem Kohferenzen, Berlin. Pp 73-88. • Ahumada, R. 1991. Balance asimétrico del carbono orgánico particulado (COP) en la bahía de Concepción, Chile. Rev. Biol. Mar., Valparaíso, 26(2): 233-251. • Eisma D. 1986. Flocculation and deflocculation of suspended matter in estuaries. Netherlands Journal of Sea Research 20(2/ 3): 183-199. • Ahumada R., A Rudolph & N. Silva. 1996. Contenido de carbono total, carbono orgánico, carbono inorgánico, nitrógeno orgánico y fósforo total, en los sedimentos de los fiordos de Campos de Hielo Sur. Ciencia y Tecnología del Mar, CONA, 19: 123-132. • Farías, L., M. Salamanca & L. Chuecas. 1994. Variaciones estacionales del flujo de partículas y contenido de materia orgánica a la inter fase agua-sedimento en bahía Concepción, Chile Central. Cienc. Tec. Mar, CONA, 17: 15-31. • Balduzzi, A. 1991. Features of plant landscape in the Magellanic region. Bollettino di Oceanologia Teorica ed Applicata 9 (2-3): 99-106. • Farías, L., L. Chuecas & A. Durán. 1996. Reactividad y remineralización de carbono orgánico total y nitrógeno total en sedimentos anóxicos de bahía Concepción. Gayana Oceanol., 42(2): 117-127. • Bernal, P., R. Ahumada, H. González, S. Pantoja & A. Troncoso. 1989. Carbon flux in a pelagic trophic model of Concepción bay, Chile. Rev. Biol. Pesq., 18: 5-14. • Borgel, R. 1970-1971. Geomor fología de las regiones australes de Chile. Revista Geográfica de Chile “Terra Australis”, 20: 135-140. • Farías, L. 1997. Destino del nitrógeno orgánico en sedimentos de una bahía eutroficada: reciclaje v/s acumulación. Tesis para optar al grado de Doctor en Oceanografía. Escuela de Graduados. Universidad de Concepción. Chile. 163 pp. • Gibbons, J. D. 1976. Nonparametric methods for quantitative analysis. (International series Distribución y Estequiometría C:N en sedimentos superficiales 107 in decision processes; 23). Holt, Rinehart and Winston, Nueva York, 463 pp. (Eds), Fjord Oceanography. Plenum Press, Nueva York, pp. 1-51. • Jorgensen, B.B. 1982. Mineralization of organic matter in sea bed: The role of sulfate reduction. Nature, 296: 643-645. • Price, B. 1976. Chemical diagenesis in sediment. In: J. Riley and R. Chester (Eds). Chemical Oceanography Vol.6. Academic Press, London, pp. 01-58. • Klump J. V. & C. S. Martens. 1983. Benthic nitrogen regeneration. En: Nitrogen in the marine environment. C. Carpenter & DG. Capone (eds.), Academic Press, Nueva York, pp. 411-457. • Redfield, A., B. Ketchum & F. Richards. 1963. The influence of organisms on the composition of water. In: M. N. Hill (Ed). The Sea v.2. WileyInterscience, pp. 26-77. • Knauer G., J. Martin & K. Bruland. 1979. Fluxes of particulate carbon, nitrogen and phosphorus in the upper water column of the northeast Pacific. Deep-Sea Research 26A: 97-108. • Rowe G. T., C. H. Clifford & K. L. Smith. 1975. Benthic nutrient regeneration and its coupling to primar y productivity in coastal waters. Nature 255: 215-217. • Lee C. & C. Cronin. 1982. The vertical flux of par ticulate organic nitrogen in the sea: decomposition of amino acids in the Peru upwelling area and the equatorial Atlantic. Journal of Marine Research 40: 227-251. • Salamanca, M. 1996. Geocronología de sedimentos marinos de la zona de fiordos de la XI región. Taller de presentación, resultados del crucero Cimar-Fiordo 1. Resúmenes ampliados: 64-68. • Medeiros C. & B. Kjer fve 1988. Tidal characteristics of the Strait of Magellan. Continet. Shelf Res., 8, 947-960. • SERNAPESCA. 1996. Anuario estadístico de pesca 1995. Servicio Nacional de Pesca, Valparaíso 224 pp. • Ministerio de Obras Públicas, Dirección General de Aguas, 1987. Balance hídrico de Chile. Litografía Marinetti S.A. 24 pp. 36 láminas. • Silva N., H. Sievers & R. Prado. 1995. Características oceanográficas y una proposición de circulación, para algunos canales australes de Chile entre 41o 20’ S, 46o 40’ S. Revista de Biología Marina, Valparaíso 30(2): 207-254. • Naiman, R. J. & J.R. Sedell, 1979. Benthic organic matter as a function of stream order in Oregon. Arch. Hidrobiol., 87: 404-422. • Nixon, S. W. 1981. Remineralization and nutrient cycling in coastal marine ecosystems. En: Nelson B. & L. B. Cronin (eds.). Nutrient environments in estuaries. Humana Press, Nueva York, pp: 111-138. • Panella, S., A. Michellato, R. Perdicaro, G. Magazzù, F. Decembri, & P. Scarazzato. 1991. A preliminar y contribution to understanding the hydrological characteristics of the Strait of Mag ellan. Bollettino di Oceanologia Teorica ed Applicata 9 (2-3): 107-126. • Pickard G. L. 1971. Some physical oceanographic features of inlets of Chile. Journal of Fisheries Research Board of Canada 28(8): 1077-1106. • Pickard G. L. & B. R. Stanton. 1980. Pacific Fjords -a review of their water characteristics. En: H. J. Freeland, D. M. Farmer & C. D. Levings • Silva N., C. Calvete & H. Sievers. 1997. Características oceanográficas físicas y químicas de canales australes chilenos entre Puerto Montt y laguna San Rafael (Crucero Cimar-Fiordo 1). Ciencia y Tecnología del Mar, CONA, 20: 23-106. • Silva N., J. Maturana, J. I. Sepúlveda & R. Ahumada, 1998. Materia orgánica, C y N, su distribución y estequiometría, en sedimentos super ficiales de la región norte de los fiordos y canales australes de Chile (Crucero CimarFiordo 1). Ciencia y Tecnología del Mar, 21: 49-74. • Silva, N. & S. Neshyba. 1979-1980. Masas de agua y circulación geostrófica frente a la costa de Chile Austral. Ser. Cient. Inst. Antárt. Chileno, 25/26: 5-32. • Silva N., V. de Vidts & J. I. Sepúlveda, 2001. Materia orgánica, C y N, su distribución y estequiometría, en sedimentos super ficiales de la región central de la zona de fiordos y 108 Revista Ciencia y Tecnología del Mar, Vol. 25 (1) - 2002 canales australes de Chile (Crucero Cimar-Fiordo 2). Ciencia y Tecnología del Mar, CONA, 24: 23-40. • Wassmann P. 1985. Sedimentation of particulate material in two shallow, land locked fjords in western Norway. Sarsia 70: 317-331. • Umani S., F. & M. Monti. 1991. Microzooplankton populations in the Strait of Magellan. Bollettino di Oceanologia Teorica ed Applicata 9 (2-3): 151-162. • Wolf f, W. J. 1980. Biotic aspects of the chemistr y of estuaries. Chemistr y and Biogeochemistr y of Estuaries. Edited by E. Olausson and I. Cato. John Wiley & Sons Ltd. New York. pp: 263 –295. • Uribe, J. C. 1991. Net phytoplankton distribution in the Strait of Magellan. Bollettino di Oceanologia Teorica ed Applicata 9 (2-3): 145-150 • Zar, J. H. 1984. Biostatistical Analysis. Prentice Hall., Englewoods Clif fs, New Jersey, 2ª Ed., 718 pp.