Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación

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Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados de la Nación
///nos Aires, 20 de abril de 2006.
Y VISTOS: Las excepciones deducidas por la
defensa particular del juez Dr. Rubén Caro.
Y CONSIDERANDO:
1°)
traslado
Que
de
previamente
la
acusación,
a
el
contestar
Dr.
Oscar
el
Luis
Vignale interpone las excepciones de cosa juzgada,
prescripción
cuestiones
e
incompetencia.
impiden
Solicita
que
el
se
Argumenta
progreso
disponga
de
que
la
la
las
acción.
documental,
informativa y testifical que ofrece.
2°) Que en cuanto a la excepción de cosa
juzgada,
invoca
la
violación
de
la
garantía
constitucional “no enumerada” de la prohibición de
la “múltiple persecución penal”. En lo esencial
sostiene
que
los
hechos
que
integran
el
objeto
procesal de las presentes actuaciones ya habrían
sido
investigados
anteriormente
por
diferentes
órganos.
Menciona
los
siguientes
n°4437-D-94
de
la
Nación;
n°
819/94
b)
Cámara
de
del
expedientes:
Diputados
Juzgado
a)
de
la
Federal
de
Zapala, “Chorny, Eugenia s/denuncia”, el que se
acumuló al expediente 1211; c) n° 606-P-95 de la
Cámara de Diputados de la Nación; d) n° 1211/96
“With, Guillermo Eduardo y otros; e) n° 1538/97
del Juzgado Federal de Zapala “Inaudi, Marcelo s/
denuncia”
Consejo
iniciado
de
la
el
10/7/97;
Magistratura,
f)
n°
75/99
“Pandolfi,
del
Oscar-
Inaudi Marcelo c/titular Juzg. de Zapala Dr. Rubén
A. Caro”, iniciado el 30/3/1998 ante la Cámara de
1
Diputados;
g)
Magistratura
n°
105/2000
“Remite
del
Consejo
presentación
de
la
‘Paparatto
Cecilia s/ juicio político contra el Dr. Rubén A.
Caro”, el que se habría acumulado a las presentes
actuaciones;
h)
Magistratura
“Canevaro,
Juzgado
n°
Federal
200/2001
de
del
Pedro
Consejo
José
Zapala
Dr.
c/
de
la
titular
Rubén
Caro”,
acumulado al expediente 75/99.
Destaca que en el enjuiciamiento n° 4437D-94 de la Cámara de Diputados “la Comisión de Juicio
Político produjo un dictamen desestimatorio con una sola
disidencia…Fue archivado sin llegar a tratamiento por el
Pleno …Justamente es en este expediente en el que se ha
revisado
la
conducta
del
Doctor
Caro,
que
hoy
pretendidos cargos novedosos se intenta debatir”.
con
Añade
que “la desestimación no fue tratada en los sucesivos tres
períodos
parlamentarios,
por
tanto
caducó
no
solo
la
propuesta sino la posibilidad de un nuevo tratamiento por
los mismos hechos u otros remozados”.
3°) Que sobre la base de que “la presente
denuncia data del 30 de marzo de 1998, otra del 2000 y la
última
de
2001”,
prescripción,
plantea
reiterando
la
los
excepción
de
principales
argumentos del magistrado al efectuar su descargo
en la Comisión de Acusación.
Aduce que la acción se hallaría prescripta
por diferentes vías:
a) por la doctrina de la Corte Suprema,
basada en normas de tratados internacionales, al
declarar extinguida la acción en casos de procesos
de excesiva duración, sobre la base del denominado
“plazo
razonable
para
ser
2
juzgado”.
Menciona
Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados de la Nación
también
la
doctrina
de
la
insubsistencia
de
la
acción penal.
b)
por
la
sanción
prevista
en
la
ley
26.080 que modificó la ley 24.937 del Consejo de
la
Magistratura.
Que
la
ley
26.080
sería
de
aplicación al caso -no obstante que el art. 24 establece
que el plazo de tres años se aplicará a las denuncias
presentadas a partir de su entrada en vigencia-, por lo
establecido en el artículo 2 del Código Penal.
4°) Que asimismo plantea la excepción de
incompetencia. Según el defensor, “al tiempo que se
sucedían los hechos por los cuales se reclama la formación
de este Jurado de Enjuiciamiento, el Doctor Caro asistía al
Juzgado Federal de Zapala en calidad de Defensor Oficial
subrogando el cargo de Juez Federal, conforme la ley del
Ministerio
Público
vigente
a
esa
época”.
De
ello
surgirían dos consecuencias:
La primera se refiere a que el Jurado de
Enjuiciamiento
carecería
de
competencia
para
someter a proceso de remoción al juez Caro, pues “…
habida cuenta de su calidad de subrogante a la época de los
hechos revisados, corresponde a la Comisión de Disciplina
del
Consejo
Agrega
que
de
la
la
Magistratura
causa
evaluar
denominada
su
conducta”.
“Carrasco
I”
ha
sido iniciada el 23 de marzo de 1994, habiendo
actuado el defensor oficial Dr. Caro en su calidad
de “juez subrogante” hasta el 19 de mayo de 1994
en que prestó juramento y comenzó a suscribir las
resoluciones
en
su
función
de
juez
federal
(a
partir de fs.1133, cuerpo VI).
La segunda tiene sustento en la doctrina
de la división de poderes. Aduce que “la aprobación
3
de su pliego –se refiere al Senado de la Nación- incluyó
necesariamente la de su gestión en dicha causa, tornando
inviable la actual discusión, por aplicación de la doctrina
de este Honorable Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados
en
causa Número 2 Brusa, Víctor Hermes”.
5°) Que al contestar la vista conferida,
los acusadores representantes del Consejo de la
Magistratura
solicitan
que
se
rechacen
las
excepciones planteadas. En cuanto a la prohibición
de
la
múltiple
cuestiones
persecución,
presentadas
en
expresan
los
que
las
expedientes
que
tramitaron en la Cámara de Diputados, “…al no contar
con una decisión final, podían ser nuevamente argumentadas
en presentaciones posteriores”.
Rechazan
la
aplicación
al
caso
del
instituto de la prescripción, especialmente sobre
la base de que no se halla previsto en el Código
Procesal Penal, que es de aplicación supletoria en
los enjuiciamientos de magistrados. Que asimismo
rebaten la aplicación de la doctrina del “plazo
razonable”, dado que el juez no se halla sometido
a
un
proceso
penal
sino
de
responsabilidad
política.
Afirman
resolver
la
la
competencia
acusación
promovida
del
Jurado
contra
el
para
juez
Caro.
6°) Que no obstante que las excepciones de
cosa juzgada y prescripción se basan en el mismo
planteo efectuado por el juez Caro al presentar su
descargo en la Comisión de Acusación,
el que tuvo
suficiente respuesta en la Resolución n° 37/06 del
Consejo
de
la
Magistratura,
4
han
de
ser
Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados de la Nación
consideradas, por tratarse de cuestiones de orden
público. Asimismo ha de ser examinada la excepción
de incompetencia basada en la actuación del Dr.
Caro como juez subrogante.
Por lo demás, dichas excepciones han de
ser tratadas en la presente etapa procesal, pues
se basan esencialmente en cuestiones de derecho
que
pueden
ser
resueltas
con
los
elementos
obrantes en las actuaciones.
En cambio, ha de diferirse al fallo la
cuestión referente a si los hechos que integran el
objeto
procesal
del
presente
enjuiciamiento
han
sido conocidos y evaluados por el Senado de la
Nación
cargo
al
de
otorgar
juez
acuerdo
federal,
al
Dr.
pues
se
Caro
para
relaciona
el
con
circunstancias que indican la pertinencia de la
producción de prueba y discusión en el debate.
EXCEPCIÓN DE COSA JUZGADA
7°) Que la garantía de la cosa juzgada
tiende
a
lograr
la
plena
efectividad
de
la
prohibición de la doble persecución penal, cuyo
rango
constitucional
ha
sido
reconocido
por
la
Corte Suprema (Fallos: 272: 180; 292:202, entre
muchos).
La
garantía,
jerarquía
determina
constitucional
que
debe
ser
de
dicha
debidamente
resguardada, no sólo en los procesos penales, sino
también en los enjuiciamientos contra magistrados,
a los efectos de “asegurar el derecho de defensa del
acusado” (art. 25 de la ley 24.937).
5
Atento
a
que
el
magistrado
Caro
no
se
halla sometido a un proceso penal sino político,
el
agravio
únicamente
ha
de
ser
considerado
en
relación con anteriores juicios de responsabilidad
política.
Por
mencionados
ajustan
a
ende,
por
la
la
los
procesos
asistencia
materia
propia
penales
técnica
de
este
no
se
tipo
de
juicios.
La cosa juzgada es susceptible de tutela
inmediata porque la garantía no veda únicamente la
aplicación
de
una
nueva
sanción
por
un
hecho
anteriormente juzgado, sino también la exposición
al riesgo de que ello ocurra mediante un nuevo
sometimiento a juicio de quien ya lo ha sufrido
por el mismo hecho (doctrina de la Corte Suprema
en Fallos: 292: 221, entre otros).
En
la
magistrados
esfera
de
nacionales
los
enjuiciamientos
de
las
de
instancias
anteriores a las de la Corte Suprema, la garantía
de
la
órgano
cosa
juzgada
resultaría
constitucionalmente
vulnerada
facultado
para
si
el
ello
hubiera dictado pronunciamientos con autoridad de
cosa juzgada, ya sea desestimando la denuncia o
abriendo el “juicio” y dictando el fallo. Ello no
ha
ocurrido
en
ninguno
de
los
expedientes
invocados por la defensa.
En efecto, tanto en el expediente 4437-D94, como en el 606-P-95, hubo dictámenes de la
Comisión de Juicio Político, y se archivaron sin
ser tratados por la Cámara de Diputados. Por ello,
como señala el Consejo de la Magistratura en la
6
Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados de la Nación
acusación,
“…las cuestiones en ellos presentadas –es
decir expedientes de trámite parlamentario-, al no contar
con una decisión final, podían ser nuevamente argumentadas
en presentaciones posteriores”.
Por ende, también corresponde rechazar la
cuestión referente a la supuesta “caducidad” del
expediente 4437-D-94. Al respecto cabe remitirse a
la respuesta que el Consejo de la Magistratura dio
al similar planteo efectuado por el juez Caro al
presentar su descargo. En la Resolución n° 37/06,
el mencionado órgano expresó que “…el archivo de los
expedientes
de
juicio
político
opera
al
tercer
año
parlamentario. Es decir que, si un proyecto de resolución
solicitando
la
remoción
de
un
magistrado
no
tiene
tratamiento en el recinto dentro del plazo de tres años,
ese
expediente
es
remitido
al
archivo,
medida
administrativa tomada por la propia secretaría de comisión,
y sin decisión de quienes tienen el deber de evaluar la
responsabilidad
política
de
determinados
funcionarios
públicos. Esto acusa la falta de valoración de la conducta
endilgada,
y
por
lo
tanto
falta
el
pronunciamiento
definitivo asimilable a un juicio de valor e inhibe la
aplicación del principio de doble juzgamiento, ya que no
hubo un primer juzgamiento”.
Por su parte, el expediente 88-P-98, que
se
había
iniciado
Diputados,
se
en
1998
remitió
al
en
la
Consejo
Cámara
de
de
la
Magistratura el 15 de febrero de 1999, en virtud
de lo establecido en la cláusula decimocuarta de
la reforma constitucional de 1994, que dice: “Las
causas en trámite ante la Cámara de Diputados al momento de
instalarse
el
Consejo
de
la
Magistratura,
les
serán
remitidas a efectos del inc.5° del art. 114 …”. En lo
7
esencial,
corresponde
señalar
que
la
Cámara
de
Diputados no había resuelto la situación del Dr.
Caro.
En consecuencia, corresponde rechazar la
excepción
mencionada,
pues
no
ha
habido
pronunciamientos con autoridad de cosa juzgada en
ninguno de los juicios de responsabilidad política
tramitados contra el juez Dr. Caro.
EXCEPCIÓN DE PRESCRIPCIÓN
8°) Que en cuanto a la prescripción, ha de
examinarse si es posible declarar la conclusión
del proceso, ya sea
sobre la base de la doctrina
de la Corte Suprema del plazo razonable; o por la
aplicación del art. 7 de
La
precedentes,
Corte
la ley 26.080.
Suprema,
especialmente
desde
a
partir
antiguos
del
fallo
“Mattei” de 1978, ha establecido que “debe reputarse
incluido en la garantía de la defensa en juicio consagrada
por el art. 18 de la Constitución Nacional el derecho de
todo imputado a obtener –luego de un juicio tramitado en
legal forma- un pronunciamiento que, definiendo su posición
frente a la ley y a la sociedad, ponga término del modo más
rápido
posible,
innegable
a
la
restricción
situación
de
la
de
incertidumbre
libertad
que
y
de
comporta
el
enjuiciamiento penal”. Además ha puntualizado que “la
idea de justicia impone que el derecho de la sociedad a
defenderse
contra
el
delito
sea
conjugado
con
el
del
individuo sometido a proceso, en forma tal que ninguno de
ellos sea sacrificado en aras del otro” (Fallos: 272:
188).
8
Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados de la Nación
Posteriormente,
en
procesos
penales
de
excesiva duración, el Alto Tribunal consideró que
la vía de la prescripción podía ser la adecuada
para asegurar el derecho a un procedimiento penal
rápido (Fallos: 300: 1102; 306: 1688; 312: 2075,
entre otros). En “Mozzatti” (Fallos: 300:1102) la
Corte declaró la insubsistencia de todo lo actuado
y la prescripción de la acción, al tratarse de un
proceso penal que se había prolongado por 25 años.
Como
se
advierte,
las
mencionadas
doctrinas rigen esencialmente en la tramitación de
los procesos penales, pues en ellos el derecho de
la
sociedad
contrapone
a
defenderse
con
el
del
contra
el
individuo
delito
se
sometido
a
proceso, de modo que ninguno de ellos pueda ser
sacrificado en aras del otro.
Los
enjuiciamientos
de
responsabilidad
política, si bien son juicios que tramitan según
un procedimiento reglado, en los que se asegura la
defensa en juicio y el debido proceso, lo cierto
es que se rigen por principios diferentes, pues se
tutela fundamentalmente el interés público. Este
interés determina la necesidad de que se agoten
los medios para que la responsabilidad política de
los
magistrados
no
quede
sin
la
debida
investigación.
Ha de recordarse que en el orden nacional
el
constituyente
duración
del
de
1994
proceso
no
de
fijó
un
remoción
lapso
de
de
los
magistrados, sino un plazo de 180 días para dictar
el fallo definitivo, contados desde la decisión de
9
abrir el procedimiento de remoción, cumplido el
cual “corresponderá archivar las actuaciones y, en su
caso, reponer al juez suspendido” (art. 115).
Sin embargo, ha de tenerse en cuenta la
opinión
de
Humanos,
la
pues
Corte
su
Interamericana
jurisprudencia
de
debe
Derechos
servir
de
guía para la interpretación del Pacto de San José
de Costa Rica (Fallos: 318: 514, considerando 11).
La
caso
de
Corte
la
Interamericana,
destitución
de
al
resolver
magistrados
del
el
Perú
refiriéndose al plazo razonable, ha expresado que
“Las garantías del debido proceso propias de los procesos
judiciales se han expandido al ámbito de cualquier proceso
o procedimiento que afecte los derechos de una persona; al
ejercer
potestades
conforme
a
la
discrecionales
legalidad,
el
Estado
siguiendo
los
debe
actuar
criterios
de
racionalidad, razonabilidad y proporcionalidad, y siempre
se debe respetar el debido proceso. En especial, en los
procedimentos
sancionatorios
absolutamente
regladas
y
las
potestades
conforme
al
deben
debido
ser
proceso”
(Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso de los
magistrados del Tribunal Constitucional “Aguirre Roca, Rey
Ferry y Revoredo Marsano vs. Perú”, sentencia del 31 de
enero de 2001).
Ha
de
señalarse
que
según
la
Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, el concepto de
plazo razonable, previsto por los artículos 8 inc.
1°
de
dicha
Comisión
y
9
inc.
3°
del
Pacto
Interamericano de Derechos Civiles y Políticos, no
puede ser establecido en un número determinado de
meses, días o años, sino que se debe fijar en cada
caso
según
determinadas
10
circunstancias
(entre
Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados de la Nación
otras: la complejidad del asunto, la gravedad de
la infracción, las características de la conducta
del enjuiciado y la diligencia de las autoridades
judiciales).
A la luz de los principios que rigen el
enjuiciamiento
de
magistrados
nacionales,
cabe
concluir que el lapso de tramitación del presente
enjuiciamiento, iniciado en 1998 en la Cámara de
Diputados
por
la
denuncia
de
los
Dres.
Oscar
Pandolfi y Marcelo Inaudi, y remitido en 1999 al
Consejo de la Magistratura a raíz de la mencionada
cláusula
constitucional,
no
ha
conculcado
la
mencionada garantía.
Para así decidir se tiene principalmente
en
cuenta
el
mencionado
interés
público
y
el
razonable argumento del Consejo de la Magistratura
al formular la acusación, en cuanto a que si bien
el
juez
Caro
conocida
como
esperar
su
no
ha
Carrasco
resultado
expediente,
sido
porque
II,
para
se
imputado
la
en
“…resultaba
dilucidación
evaluaba
la
la
causa
importante
del
presente
construcción
del
encubrimiento del homicidio”.
En definitiva, puesto que el lapso de la
tramitación
del
presente
enjuiciamiento,
no
ha
conculcado hasta el presente la garantía del plazo
razonable
de
corresponde
duración
aplicar
de
el
los
criterio
procesos,
de
la
no
Corte
Suprema mencionado.
9°) Que en relación con la posibilidad de
declarar
la
conclusión
11
del
proceso
por
lo
establecido en el art. 7 de la ley 26.080, cabe
efectuar las siguientes aclaraciones:
a) El art.7 de la ley 26.080 que modifica
el
art.
7
de
Magistratura
la
24.937
dice:
“La
del
Consejo
de
la
decisión
de
abrir
un
procedimiento de remoción no podrá extenderse por un plazo
mayor de tres años contados a partir del momento en que se
presente
la
denuncia
contra
el
magistrado.
Cumplido
el
plazo indicado sin haberse tratado el expediente por la
comisión,
éste
pasara
al
plenario
para
su
inmediata
transitoria
tercera
consideración”.
b)
la
disposición
establece: “El plazo de tres años para el tratamiento de
los pedidos de sanciones disciplinarias y remociones de
magistrados,
se
aplicará
a
las
denuncias
presentadas
a
partir de la entrada en vigencia de esta ley”.
Sin que resulte pertinente hacer mérito de
la naturaleza de las consecuencias previstas por
el
art.
7
de
la
ley
26.080
(véase
el
debate
parlamentario pertinente), lo cierto es que no es
aplicable al enjuiciamiento sometido a estudio de
este
Jurado,
disposición
en
razón
transitoria
de
lo
establecido
tercera
en
transcripta,
la
sin
que rija al presente el principio de la aplicación
retroactiva de la ley más benigna.
En
relación
precedentemente
con
señalada,
la
cabe
conclusión
recordar
que
“la
primera fuente de la interpretación de la ley es su letra,
sin
que
sea
admisible
una
inteligencia
que
equivalga
a
prescindir del texto legal…pues la exégesis de la norma,
aun
con
el
fin
constitucionales,
de
adecuación
debe
a
practicarse
12
principios
sin
y
garantías
violación
de
su
Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados de la Nación
letra o de su espíritu” (doctrina de la Corte Suprema
en Fallos: 307: 928, entre otros).
Asimismo no puede dejar de valorarse la
intención
del
legislador.
En
este
aspecto
del
debate parlamentario surge que “todas las denuncias
que están presentadas en el Consejo, en la actualidad, y
hasta el momento en que se sancione la ley, no tendrían el
beneficio de ese instituto” (Cámara de Senadores de la
Nación,
sesión
del
21
de
septiembre
de
2005,
informe de la presidente de la Comisión de Asuntos
Constitucionales).
En definitiva, dado que ha de excluirse
como
criterio
aceptar
la
hermenéutico
inconsecuencia
la
e
posibilidad
imprevisión
de
del
legislador, el art. 7 de la ley 26.080 no es de
aplicación al caso.
Por lo demás, dicha exclusión no conculca
el principio de igualdad ante la ley, ya que el
art. 16 de la Constitución Nacional no impone una
uniformidad de tratamiento legislativo ni obsta a
que
el
legislador
contemple
en
forma
distinta
situaciones que considere diferentes, con tal de
que la discriminación no sea arbitraria ni importe
ilegítima
personas
persecución
o
grupos,
o
indebido
aunque
su
privilegio
fundamento
de
sea
opinable (Fallos: 243:98; 244:491 y 510; 246:350;
247:185,
293
y
414;
249:596;
285:155;
286:166;
290:245; 293:325; 306:533 y 1844; 307:493, 582,
906 y 1121, entre otros). Todo depende, pues, de
que
concurran
“objetivas
razones”
de
diferenciación (Fallos: 203:484) que no merezcan
13
tachas
de
irrazonabilidad
(Fallos:
313:
1638,
considerando décimo primero del voto del doctor
Belluscio).
Sin
perjuicio
de
lo
expresado
en
los
párrafos precedentes, corresponde señalar que ya
se ha dado en el proceso en examen la consecuencia
que la norma prevée, en razón de que se reunió el
plenario del Consejo de la Magistratura y decidió
acusar al juez Dr. Caro.
En definitiva, atento a que no resulta
procedente disponer la conclusión del proceso por
ninguno
de
los
argumentos
defensa,
la
excepción
de
planteados
prescripción
por
la
debe
ser
rechazada.
EXCEPCIÓN DE INCOMPETENCIA
10°) Que la actuación del Dr. Caro como
juez subrogante durante la tramitación de la causa
“Carrasco
I”,
no
incide
en
el
examen
de
su
conducta como magistrado, pues al poco tiempo fue
designado
juez federal y en tal carácter continuó
la tramitación del caso.
En
consecuencia,
constitucional
para
que
no
existe
este
órgano
óbice
juzgador
examine la conducta del magistrado a la luz del
objeto
procesal
descripto
en
la
acusación
del
Consejo de la Magistratura. Ello, de conformidad
con lo establecido en los artículos 53, 110, 114 y
115 de la Constitución Nacional.
Además,
supletoriamente
aún
el
en
Código
14
caso
Procesal
de
aplicarse
Penal
de
la
Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados de la Nación
Nación como pretende el recurrente, su petición no
puede prosperar habida cuenta de que durante un
lapso
prolongado
consintió
la
competencia
del
Consejo de la Magistratura (Comisión de Acusación)
y además de conformidad al artículo 376 segundo
párrafo y concordantes del código citado, la vía
intentada
no
resulta
idónea,
lo
que
obsta
a
cualquier objeción a la actuación de este Cuerpo.
11°) Que no obstante la forma en que se
resuelve
el
imponer
presente
costas
en
la
incidente,
especie
y
corresponde
no
apartarse
del
principio general de la derrota, distribuyendo las
costas en el orden causado, ya que se trata de una
cuestión
novedosa
y
existe
la
necesidad
de
armonizar la normativa vigente.
Por ello, el Jurado
RESUELVE:
I) RECHAZAR las excepciones deducidas por
el señor defensor particular del juez Dr. Rubén
Caro. Costas por su orden.
II) DIFERIR al fallo la cuestión referente
al
eventual
conocimiento
y
evaluación
por
el
Senado de la Nación, al otorgar acuerdo al Dr.
Rubén Caro para el cargo de juez federal, de los
hechos que integran el objeto procesal; y en su
caso,
si
ha
sido
conculcada
división de poderes.
Notifíquese.
15
la
garantía
de
la
FDO:
ELENA
BALADRÓN,
ZAVALIA,
HIGHTON
GUILLERMO
ENRIQUE
DE
NOLASCO,
ERNESTO
PEDRO
MANUEL
SAGUES,
BASLA,
CESAR
JOSÉ
A.
JUSTO
LUÍS
RIOJA,
MANUEL A. J. MOREIRA y EDUARDO A. ROCA. Ante mi:
SILVINA G. CATUCCI.
16
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