> NOTA DE TAPA Riachuelo, el paradigma del descontrol “La problemática del Riachuelo- dice Quintana – es el más grande ejemplo del “descontrol”, es el paradigma de las cosas que en la Argentina parecen no tener solución”. a Cuenca Matanza-Riachuelo tiene 64 kilómetros de largo y abarca 2.240 kilómetros cuadrados. Pero el dato central es que en la zona viven cinco millones de habitantes que representan más del 10 por ciento de la población del país. El 55 por ciento carece de cloaca y el 35 por ciento no cuenta con agua potable corriente. En la zona hay trece “villas miserias Su negra y pestilente silueta se recorta a lo largo de la ciudad de Buenos Aires, de ocho partidos del Conurbano y de cinco más del L 40 // competencia resto de la provincia de Buenos Aires. Quintana acepta que limpiar un río muy contaminado no es fácil ni barato. Pero se puede, y el mejor ejemplo fue la limpieza del río Támesis. El caso del Matanza- Riachuelo también es un ejemplo, pero de control cero, a tal punto que puede ser considerado como zona ecológicamente liberada. Pero a diferencia con Gran Bretaña la falta de decisión política impide ir adelante. En la agenda de los cuatro últimos presidentes anteriores a la actual administración, estos son Menem, De la Rúa, Duhalde y Kirchner. El tema estuvo en la agenda pero sólo desde un punto de vista mediático. Ahora está reactivado gracias a un fallo del 8 de julio de la Corte Suprema de Justicia, que condenó al Estado nacional, a la provincia de Buenos Aires y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a realizar tareas de saneamiento, estableciendo para cada una de ellas un plazo perentorio de realización. La decisión judicial fue muy importante porque en la gestión presupuestaria del ejercicio 2007 los programas que administra la Autoridad de la Cuenca Matanza- Riachuelo registraron una subejecución del 66 por ciento. Esto significa que por cada peso autorizado sólo se gastaron 35 centavos. Durante el primer semestre de este año, de los 115 millones de pesos previstos, sólo se ejecutaron poco más de 12 millones, con lo cual la subejecución proyectada para fines del 2008 sería del 78 por ciento. En una reunión que se realizó en Nueva York – según informaron los diarios- la presidente de la Nación y la vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Pamela Fox, se gestionó un nuevo préstamo de 698 millones de dólares para sanear la cuenca Matanza- Riachuelo. Pero según un estudio de la Auditoria General de la Nación de 2006, de 60 préstamos internacionales auditados 33 de ellos fueron subejecutados. Esos programas pertenecían a distintos ministerios del gobierno nacional y sumaban 4.700 millones de dólares, de los cuales fueron ejecutados 2.244 millones, esto es el 51 por ciento. Por si fuera poco debieron pagarse “comisiones de compromiso” entre el 2 al 7 por ciento de los montos totales de los préstamos no utilizados. Estas comisiones son una multa que aplican el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo por- que ellos, a su vez, tienen el costo de recolectar esos fondos. “En el Riachuelo – afirma Quintana - se puede cometer cualquier acto de barbarie ecológica como arrojar basura, desechos cloacales, productos químicos de alta toxicidad, petróleo, aceite quemado y todo tipo de desperdicios industriales. No se trata sólo de una cuestión de degradar el paisaje, sino que la contaminación es tan grande que los especialistas afirman que sus consecuencias acarrean graves enfermedades y hasta la muerte de personas”. Los médicos estiman que el 30 por ciento de la mortalidad infantil de la zona es consecuencia de una larga lista de enfermedades que asolan a las personas y parece un informe sobre males tropicales de algún país africano muy atrasado: fiebre tifoidea y paratifoidea, cánceres, leptospirosis, hepatitis, miasis, peste bubónica, malformaciones congénitas, alergias, giardasis. Los contaminantes están a la orden del día: plomo, cianuro, arsénico, cadmio, cromo, DDT y compuestos químicos aromáticos derivados del petróleo. Culpables hay muchos, pero son tantos que la responsabilidad se diluye y termina escurriéndose como la arena entre los dedos de una mano abierta. Por lo pronto desde el nacimiento del Ricachuelo en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, hasta su desembocadura a la altura del barrio de la Boca, en la ciudad de Buenos Aires, hay catorce municipios involucrados. Sin embargo la responsabilidad carga sobre un total de 22 entes nacionales y provinciales, incluyendo a esos municipios. La dimensión de la agresión a personas y al medio ambiente es aterrador. Hay 100 basurales que acumulan 430.000 toneladas de basura, 67 barcos abandonados y 17 cascos hundidos. Se vuelcan al río 368.000 metros cúbicos de aguas servi- das y 88.000 metros cúbicos de desechos industriales por día. Y sólo el 5 por ciento recibe tratamiento sanitario previo. Se estima que la contaminación ha penetrado en algunas zonas hasta una profundidad de siete metros con cuatro millones de barros afectados a tal punto que muchos expertos advierten que puede ser muy peligroso su remoción. De 3.076 industrias, 65 contaminan el 80 por ciento de la Cuenca. Visto desde el aire, varias zonas del Riachuelo es un curso hídrico de petróleo, aceite y basura. Un capítulo aparte es un préstamo otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo por 250 millones de dólares para la limpieza del Riachuelo que fueron destinados a la Secretaría de Medio Ambiente, a cargo en ese entonces de la ingeniera María Julia Alsogaray. De ese total se gastaron seis millones de dólares en consultoría y un millón en obras de drenaje, hasta que el préstamo fue reconvertido para pagar los planes de jefes y jefas de hogar durante la presidencia de Eduardo Duhalde. Aún quedaría un remanente de 100 millones, por los cuales se paga la “comisión de compromiso” por el no uso de los fondos. Por este concepto, es decir por no usar el préstamo Argentina ya pagó 7 millones de dólares. Lo positivo es que un grupo de funcionarios de organismos de control nucleados en APOC han tomado la decisión de vigilar muy de cerca que sucede con el MatanzaRiachuelo. Ellas son de la Auditoria General de La Nación, Sindicatura General de la Nación, Defensoría del Pueblo de la Nación, Auditoria General de la Ciudad de Buenos Aires, Sindicatura General de la Ciudad de Buenos Aires, Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Tribunal De Cuentas de la Provincia de Buenos Aires y la Asociación del Personal de los Organismos de Control. competencia // 41