“Los padres de familia deben enviar desayunados a sus hijos”. Dra. Maura Huerta tan con desayunos calientes y fríos, que cumplen con un plan nutricional sano al incluir carbohidratos, proteínas, lácteos, entre otros productos que son necesarios para el desarrollo saludable de los pequeños. Desafortunadamente, no todas las escuelas cuentan con ese programa, “los padres de familia deben enviar desayunados a sus hijos a la escuela. En el recreo, los pequeños pueden consumir un aperitivo nutritivo como una fruta de temporada que proporciona fibra, proteína, vitaminas y minerales”. Una buena alimentación también requiere de cultura, pues según la doctora, algunos jóvenes llevan su fruta para desayunar pero son víctimas de burlas por parte de sus compañeros, “en este tema, todos jugamos un papel y nadie puede evadir su responsabilidad, el rendimiento escolar será mayor en un niño bien nutrido”. Un buen desayuno, vital para el rendimiento escolar: IMSS Los padres de familia deben considerar al desayuno de sus hijos como el alimento más importante del día, ya que es fundamental para su crecimiento y desarrollo, pues el ayuno o un almuerzo mal balanceado disminuye hasta en 50 por ciento el rendimiento escolar de los menores, indica Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). De acuerdo con la Encuesta Nacional de Cober- turas del IMSS (ENCOPREVENIMSS) 2006, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es muy elevada desde la infancia; 9.5 por ciento en los menores de 10 años y de 30.9 por ciento en los adolescentes de 10 a 19 años. El mismo estudio señala que el consumo de alimentos con riesgo potencial para la salud es muy elevado en el país e inicia desde edades muy tempranas; más del 50 por ciento de los menores de cinco años ingieren cotidianamente jugos de fruta industrializados y refrescos, con alto contenido de azúcar. Cipriano Rodríguez, director de la Clínica 16 del IMSS, explica que los niños que no consumen alimentos antes de las clases muestran bajo aprovechamiento, debido a que no pueden concentrarse; presentan sueño, apatía y son más distraídos o inquietos. Un desayuno balanceado ayuda a los pequeños a obtener mejor rendimiento físico y mental, por lo que el alimento previo a la escuela debe ser mayor en nutrientes y menor en grasas o azúcares. Un niño en edad escolar, es decir entre los 6 y 12 años, debe consumir entre mil 800 y dos mil calorías diarias; tan sólo el desayuno debe aportar entre 400 y 650. Algunos alimentos que se sugiere para la primera comida del día son: un vaso con leche, un licuado de frutas; un huevo, una taza de yogurt, medio sándwich de jamón de pavo o de atún, un tazón de cereal y fruta de temporada. En lo que respecta al almuerzo para el recreo, el doctor recomienda que consuman fruta, sándwich o torta de jamón o pavo, zanahoria, jícama o pepino en rebanadas, y como postre una porción pequeña de frutas secas y una palanqueta, almendras o nueces. La alimentación juega un papel significativo en su aprovechamiento y rendimiento académico, ya que provee nutrientes que sirven para mejorar su desarrollo psicomotriz y beneficia su estado físico, psíquico y nutricional. Es importante recordar que en la mañana el organismo ya ha pasado más de 8 horas en ayuno y no ingerir alimentos desencadena padecimientos como: gastritis, colitis, anemia, desnutrición y obesidad. En el caso de los niños el ries- go aumenta, ya que están en la etapa de desarrollo, y los padres deben de proveerlos de energía y vitalidad para el transcurso del día. Cipriano Rodríguez explica que los menores que desayunan en casa reducen hasta un 80 por ciento el consumo de productos de alto contenido de azúcares y grasas que se expenden en la calle o algunas escuelas y que resultan dañinos para su salud. En la etapa de la niñez se aprenden diversos hábitos y uno de ellos es el alimenticio. Ante ello, es necesario educarlos para comer saludablemente. Los padres de familia deben brindar a los escolares una cena ligera, a fin de que pasen una buena noche y al despertar tengan apetito; además de evitar el consumo en exceso de pan dulce, galletas embutidos, y altas dosis de azúcares, pues saciarán el hambre por un momento, sin embargo, al transcurrir media hora esta sensación regresa. El mayor beneficio de una buena alimentación será para los pequeños, al obtener calificaciones superiores y, sobre todo, un desarrollo integral en su vida futura, asegura el doctor. Necesario modificar los hábitos de consumo: PROFECO La alimentación es uno de los aspectos a los se destinan la mayor parte de los recursos, aunque no siempre el invertir una cantidad elevada al aspecto alimenticio de la familia es garantía de una buena alimentación, DOCTOR EN CASA | 10 | febrero 2009