From the SelectedWorks of Rafael Angel Gómez Betancur June 17, 2011 ¿Puede la Iglesia negar el Ius Connubii(derecho a casarse)? Rafael Angel Gomez Betancur Available at: http://works.bepress.com/derecho_canonico/8/ ¿PUEDE LA IGLESIA NEGAR EL: “IUS CONNUBII” (DERECHO A CONTRAER MATRIMONIO) A TRAVÉS DEL VETO JUDICIAL? Fuentes sobre el tema. I-) García, López Ramón, Decisiones Matrimoniales Eclesiásticas,Eunsa, Pamplona, 1979, pagss. 261-277 II-)Coram.Burke, sentencia rotal,de Julio 9 de 1998. 1-)Etimología del vocablo veto. Es de procedencia latina: “Veto, vetas, vetare, vetui, vetitum”, cuyo significado es el de prohibir, y por tal se entiende las cláusulas que se insertan en la sentencia que declara la nulidad matrimonial, en las cuales se prohibe a una de las partes, o a ambas acceder a un nuevo matrimonio, inconsulto el tribunal. 2-)Aquí hacemos referencia a los llamados: “Vetita Iudicialia” o “Ab homine”, distintos de los vetos: “A Iure”, que pueden imponer, o el Romano Pontífice, o los Organismos de la Curia romana o los mismos ordinarios de lugar. 3-)En la imposición de cualquier veto, ya sea apostólico o no apostólico, personal o real, simple o con cláusula irritante, absoluto o relativo, se debe tener en cuenta que con él se está restringiendo y coartando el: “Ius Connubii”, derecho ínsito a toda persona, pues, como lo advierte Santo Tomás, la tendencia al matrimonio es una inclinación que se encuentra en la misma naturaleza humana. III-)Pío XII, Alocución a la Rota Romana, Octubre 3 de 1941: “Y en primer lugar, si se considera el derecho al matrimonio, ya Nuestros gloriosos Predecesores León XIII y Pío XI enseñaron que “ninguna ley puede privar al hombre de su derecho natural y primitivo al matrimonio”. Derecho en verdad que, pues fue dado al hombre inmediatamente por el Autor de la naturaleza, supremo Legislador no puede ser negado a nadie como no se pruebe o que él lo haya renunciado libremente o que es incapaz de contraer matrimonio por defecto de mente o de cuerpo. Mas, para que en determinados casos particulares se pueda impedir el matrimonio que va a contraerse o sea declarado nulo el ya contraído, es necesario que semejante incapacidad antecedente y perpetua conste, no solamente con duda o probabilidad, sino con certeza moral; y en tal condición de certeza, ni el matrimonio se puede permitir, ni puede llamarse válido el ya celebrado”. IV-)Benedicto XVI, Alocución a la Rota Romana, Enero 23 del 2011: “El derecho a casarse, o ius connubii, debe ser visto en esta perspectiva. Es decir, no se trata de una pretensión subjetiva que deba ser satisfecha por los pastores mediante un mero reconocimiento independientemente del formal, contenido efectivo de la unión. El derecho a contraer matrimonio presupone que se VII-)Regula Iuris In sextum.N.15: “Odia restringi et favores convenit ampliari”. VIII-)Canon 18: “Las leyes que establecen alguna pena, coartan el libre ejercicio de los derechos, o contienen alguna excepción a la ley,se deben interpretar estrictamente” pueda y se pretenda celebrarlo de verdad, y por tanto en la verdad de su esencia así como la enseña la Iglesia. Nadie puede exaltar el derecho a una ceremonia nupcial. El ius connubii, de hecho, se refiere al derecho de celebrar un auténtico matrimonio. No se negaría por tanto, el ius connubii allí donde fuese evidente que no se dan las premisas para su ejercicio, es decir, si faltase gravemente la capacidad requerida para casarse, o bien la voluntad se plantease un objetivo que está en contraste con la realidad natural del matrimonio”. V-)Cormac, Burke, Relevancia jurídica de las pericias psiquiátricas. Su Aplicación en un ejemplo concreto: La homosexualidad: “Sólo por graves motivos, sólidamente comprobados puede ser alguien privado del: “Ius nubendi”. VI-)Canon 1058: “Pueden contraer matrimonio todos aquellos a quienes el derecho no se lo prohíbe”. 4-)De allí que el propio legislador canónico en forma perentoria haya consagrado en el canon 18 que todo aquello que restrinja o coarte el libre ejercicio de los derechos se debe interpretar en forma estricta, pues estamos frente a unos derechosfacultades que en circunstancias especiales son cercenados, frente a los cuales, es preciso dar aplicación, no solo a la norma del código, sino al principio de derecho contenido en la: “Regula Iuris”: In sextum. No.15: “Lo odioso se debe restringir, y las cosas favorables conviene ampliarlas”, puesto que no cabe la menor duda que restringir el derecho a casarse es un derecho cierto y claro que tiene todo ser humano, y que quien lo coarta, lo limita o lo cercena, así sea con fundamento en una norma, está frente a una órbita eminentemente odiosa. 5-)Lo anterior quiere decir que la figura del “veto’’ tiene una finalidad muy clara y definida, que ha sido perfilada por la propia jurispruden cia rotal, como es la de evitar que se lesione o se dañe a otra persona: “Vetitum ad alias nuptias transeundi non raro addi solet, cum timeatur ne matrimonium futurum adhuc exponatur periculo aut nullitatis aut dispensationis, cum periculo Sacramenti quaedan tenus excipiendi, quin praetermittantur gravíssima damna alteri comparti probabiliter inferendi”. “La prohibición de pasar a otras nupcias no raramente suele añadirse, cuando se teme que el matrimonio futuro aun se exponga en peligro o de nulidad o de dispensa con peligro de despreciar hasta cierto punto el sacramento, sin que se pasen por alto el inferir probablemente a la otra parte gravísimos daños.(Tr.Lat.*) 6-)Es de anotar que la imposición del “veto” en las sentencias rotales data del año de 1917, cuando por vez primera se impuso el veto en una causa por impotencia y dispensa del: “Super rato”, en cuya sentencia se decía: “…vetito tamen domino Adulpho trnasitu ad alias nuptias, nisi prius consulta Sancta Sede”. IX-)Cf. Coram. Sincero,SRRD, Agosto 18 de 1917, vol 9, Dec, 24, p.233 X-)Cf. Ramón García López, Decisiones matrimoniales Eclesiásticas Eunsa, Pamplona 1979, pags. 261-277: “Del año de 1917 al año de 1967, la rota romana ha impuesto a través de las diversas sentencias, 537 vetos discriminados así: En 1917 impuso el primer veto, en 1918 el segundo, en 1924 impuso cuatro, en 1925, impuso uno, en 1926,tres, en 1927 impuso uno, en 1929 dos, en 1932 impuso tres, en 1933 cuatro, en 1936,uno,en 1936,dos, en 1937 uno, en 1938, tres, en 1939 cuatro, en 1940 dos, en 1941 diez, en 1942,seis, en 1943, 11,en 1944,siete, en 1945, ocho, en 1946,ocho, en 1947,15,en 1948,10,en 1949,seis, en 1950,quince, en 1951,trece, en 1952,doce, en 1953,diez y nueve, en 1954,treinta y tres, en 1955,veintitrés,en 1956,treinta y dos, en 1957,diez y siete, en 1958,veintiuna, en 1959, veintitrés, en 1960, doce, en 1961,catorce, en 1962, trece, en 1963,veintiuna, en 1964, treinta y cuatro, en 1965, cuarenta y dos, en 1966,cuarenta y una y en 1967, cuarenta”. 8-)De lo dicho anteriormente tenemos que concluir que el veto judicial: a-)Es sencillamente una prohibición que coarta el libre ejercicio del derecho a casarse y que se impone a través de una sentencia, un decreto, o un rescripto, sin fuerza irritante. b-) A uno o a ambos cónyuges a título personal. c-)Por medio de un acto judicial de un juez colegiad, que versa sobre un asunto contencioso como es el derecho a casarse. d-)El “vetitum” se suprime por el mismo juez colegiado, al cesar la causa que lo produjo, a petición de parte y oído el ministerio público, a través de un incidente. e-)Ante cuya negativa a concederlo, cabe apelación de dicho decreto. 9-)En esta materia que restringe o coarta el: “Ius conubii”, el juez debe ser fiel, no solo a ley, sino a los hechos que parecen inmersos en las actas, lo cual es corroborado por la misma: “Sacrae Disciplinae Leges” al decir de modo tajante y perentorio: “Demum, leges canonicae suapte natura vim observantiam exigunt”. Finalmente, las leyes canónicas por su misma naturaleza, exigen ser ob servadas”. La primera obligación para el juez, nos recuerda el Papa, es la de ser un simple servidor de la ley: “Voi siete i servitori della legge...” XI-)Lo anterior supone y: “ requiere de un conocimiento adecuado de la nueva ley. Este conocimiento supone un estudio asiduo, científico ,profundo, que no se limite a destacar las posibles variaciones respecto de la ley anterior o a fijar su sentido puramente literal o filológico, sino que llegue a tener en cuenta también la: “Mens legislatoris” y la: “Ratio legis” para daros una visión global que os permita penetrar en el espíritu de la nueva ley”. XII-)Juan Pablo II. Alocución a la Rota Romana. Enero 26 de 1984, n.3 XIII-)Ibidem. De iure condito et de jure condendo. Ibidem. “En derecho matrimonial sigue habiendo cánones de suma importancia formulados en forma genérica, los cuales necesitan ulterior desarrollo, grave defecto de discreción de juicio y el error doloso. (Como es el caso del dolo y el canon 1095”. XIV-) Es Publio Terencio, nacido en Cartago en el año 185.a.de J.C. quien le recuerda al juez la gran responsabilidad frente al conocimiento y dominio del texto y del espíritu de la Ley : « Homine imperito numquam quidquam iniustius », palabras, que aplicadas al juez, quieren decir, que : « Nada más injusto, que un juez ignorante». 10-)Levantamiento del veto. Si no existe derecho para imponer a una persona un veto de modo absoluto(irrevocablemente) para cotraer matrimonio, ello quiere decir que la imposición de un veto no puede hacerse de manera indefinida, pues ello equivaldría a colocar un nuevo impedimento para casarse. 11-)Es apenas elemental pensar que si existió una causa para imponer el veto, igualmente para levantarlo dicha causa debió haber cesado, o desaparecido, ello en virtud del principio de derecho : « Sublata causa, tollitur effectus» El derecho a pedir el levantamiento del veto que es un procediemiento administrativo, le corresponde a aquel a quien se le impuso, pues estamos frente a un derecho personal, asi no tenga en el momento el deseo o el interés de volver a casarse por la Iglesia, siendo competente para ello el Ordinario del lugar, donde se pretende celebrar el nuevo matrimonio, pues se parte de la base que allí ha fijado su domicilio la persona contrayente, o el Moderador del Tribunal que impuso el veto. 12-)Negativa al levantamiento del veto.Puede suceder que la petición del levantamiento del veto haya sido denegada, en cuyo caso, al peticionario le asiste el derecho de recurrir a la Congregación para la disciplina de los sacramentos,y si esta insiste en la denegación se puede recurrir al Tribunal de la Signatura Apostólica.