LITURGIA MATRIMONIAL (no oficial, solo orientativa) Rito de entrada Monición Ambiental (si se cree oportuno esta monición puede trasladarse después de la entrada del cortejo, depende del sacerdote o los responsables) Mientras se realiza la entrada se entona el canto de entrada (Todos esperan de pie) Entrada de los novios, puede ser de distintas maneras. La más usual es: 1Entrada del novio con sus padres o padrino. 2Entrada del cortejo (Padrinos, porta anillos, porta arras, etc) 3La entrada de la novia con sus padres o madrina 4Entrada del celebrante ( el Sacerdote, también puede Esperarlos en el altar) U U U U U U U U U Saludo del presidente y reconciliación Canto del gloria desde el ambón Oración colecta ( luego se sientan todos) Monición a la primera lectura Salmo proclamado o cantado Monición a la segunda lectura Monición al evangelio Canto del aleluya. Evangelio ( puede ser cantado) Si en la asamblea hay personas que no son del camino es mejor no hacer eco de la palabra. En su lugar la pareja puede dar testimonio, del porque se casa por la Iglesia. Homilía del sacerdote. Rito del sacramento del matrimonio. Justo después de las respuestas de aceptación, se entona un canto de alabanza (gracias a Yahveh o salmo 150) Imposición del lazo, manto o rosario. En nuestro ambiente es muy común la imposición del lazo, que puede significar la consumación del rito del matrimonio. El lazo, significa la unidad que se ha realizado por el matrimonio, la indisolubilidad de la Alianza, la conyugalidad de la vida matrimonial Oración universal (pueden ser cantadas) Rito de paz . Consagración Padre nuestro. Bendición de los esposos. Fracción del pan Comunión · Los esposos y sus padrinos comulgarán bajo las dos especies. · Si los que participan son personas solo del camino, se comulga a la manera del camino. · Si hay gente que no es del camino, se comulgara con hostias y puede ser de dos maneras, todos sentados, o bien se hace fila detrás de los esposos. Oración después de la comunión Señor, tu que con un proyecto maravilloso consagraste la unión conyugal para refugiar en ella la unión de cristo con su iglesia. concédenos valorar el sacramento del matrimonio y formar una parroquia comunidad de comunidades, promotora de la fidelidad, la unidad y la apertura a la vida. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro señor que contigo vive y reina contigo en la unidad del espíritu santo y es dios por los siglos de los siglos. amen. Bendición final. Antes de bendecir a los presentes al final de la Misa, el sacerdote bendice a los novios, usando una de las siguientes formas: Señor eterno Padre mantenlos en amor de uno al otro, para que la paz de Cristo esté con ustedes y esté siempre en su hogar R. Amén Que (sus hijos los bendigan), sus amigos los consuelen y todos los hombres vivan en paz con ustedes. R. Amén. Que siempre sean testigos del amor de Dios en este mundo para que los afligidos y los necesitados encuentren en ustedes amigos generosos y sean recibidos en la alegría del cielo. R. Amén. Que Dios todopoderoso los bendiga, a todos ustedes en el nombre del Padre, del Hijo, + y del Espíritu Santo. R. Amén. Canto final y danza. ( puede ser Quién es esta que sube del desierto) NOTAS: · El arreglo del templo le corresponde a los hermanos de la comunidad. · Se decora con un poco más de flores para dar realce a sacramento que se está realizando. · Los novios se sientan detrás del altar, al final del espacio que queda entre las bancas en la entrada. · Las bancas junto a los novios quedan reservadas para el cortejo. · Los novios deben ponerse de acuerdo con el sacerdote días antes para prepararse para la celebración. · La liturgia la preparan los responsables de la comunidad junto con los novios, pero no tienen que hacer moniciones. · La comunidad de manera especial tiene que tener presente en sus oraciones y en la celebración de la palabra a los novios, para esta nueva vida. · Recordar que hay que ensayar bien los cantos, Ven del Líbano. Huye amado mío, Cuando dormía, Quien es esta, Gracias a Yahveh, etc RITO DEL MATRIMONIO Todos se ponen de pie. Sería conveniente que los esposos estuviesen colocados de tal modo que no diesen la espalda a la asamblea. Monición. El sacerdote se dirige a los esposos con estas palabras u otras semejantes: Habéis venido aquí, hermanos, para que Dios garantice con su sello vuestro amor, ante le pueblo de Dios aquí congregado y presidido por su ministro. Un día fuisteis consagrados en el Bautismo; hoy, con un nuevo sacramento, Cristo va a bendecir vuestro amor, y os enriquecerá y os dará fuerza, para que os guardéis siempre mutua fidelidad y os podáis cumplir siempre con vuestra misión de casados. Por tanto, ante esta asamblea, os pregunto sobre vuestra intención. Escrutinio. El sacerdote pregunta a los esposos: ... y..., ¿venís a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente? Sí venimos libremente. (u otra respuesta adecuada) ¿ Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente durante toda la vida? Sí estamos decididos. ¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia? Sí, estamos dispuestos. (Si son dos o más parejas las que celebran el matrimonio, el sacerdote pregunta por separado a cada una de ellas.) Si los esposos son de edad avanzada, o existiera otra razón, la tercera pregunta puede omitirse. Consentimiento El sacerdote invita a los esposos a expresar su consentimiento diciéndoles: Así, pues, ya que queréis contraer Santo Matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia. 1ª Fórmula: Los esposos unen su mano derecha y dicen: El esposo: Yo, ..., te quiero a ti..., como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida. La esposa: Yo, ..., te quiero a ti..., como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida. 2ª Fórmula: Los esposos unen su mano derecha y dicen: El esposo: ..., ¿quieres ser mi mujer? La esposa: Si, quiero. La esposa: ..., ¿quieres ser mi marido? El esposo: Si, quiero. El esposo: ..., yo te recibo como esposa y prometo amarte fielmente durante toda mi vida. La esposa: ..., yo te recibo como esposo y prometo amarte fielmente durante toda mi vida. 3ª Fórmula: Los esposos unen su mano derecha y responden a las preguntas del sacerdote: El sacerdote. ..., ¿quieres recibir a ..., como esposa, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida? El esposo: Si, quiero. El sacerdote: ..., ¿quieres recibir a ..., como esposo, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarle y respetarle todos los días de tu vida? La esposa: Si, quiero. El sacerdote prosigue diciendo: El Señor, que hizo nacer entre vosotros el amor, confirme este consentimiento mutuo, que habéis manifestado ante la Iglesia. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Aclamación de la asamblea. El sacerdote, a continuación, puede invitar a la asamblea con estas palabras u otras semejantes: Proclamemos la bondad de Dios para con estos hijos suyos. La asamblea responde: Bendito sea Dios que les ha unido. (¡Aleluya, aleluya¡) También un solista puede cantar o proclamar la aclamación, que después repite la asamblea. Bendición y entrega de los anillos El sacerdote dice: El señor bendiga estos anillos que vais a entregaros uno al otro en señal de amor y fidelidad. Amén. El esposo pone el anillo a la esposa diciendo: ..., recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a ti. Si son dos o más parejas, se imponen simultáneamente los anillos sin decir nada. Bendición y entrega de arras. /ad libitum) Si es costumbre entregar las arras (unas monedas), el sacerdote dice: Bendice, Señor estas arras, que pone ..., en manos de ..., y derrama sobre ellos la abundancia de tus bienes. El esposo toma las arras y las entrega a la esposa diciéndole: ...., recibe estas arras como prenda de la Bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir. ORACION SOBRE LAS OFRENDAS Señor, acepta nuestra ofrenda por esta pareja recién casada, N. y N. Por tu amor y providencia tú los has unido; ahora bendícelos todos los días de sus vidas matrimoniales. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Señor, acepta estas ofrendas que te ofrecemos en este día feliz. En tu amor paternal mira y protege a N. y N. que se han unido en matrimonio. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. o: Señor, escucha nuestras oraciones y acepta las ofrendas que te hacemos por N. y N. Hoy los has hecho uno solo en el sacramento del Matrimonio. Que el misterio del amor desinteresado de Cristo, que celebramos en esta Eucaristía, aumente su amor por ti y de uno al otro. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor LITURGIA DE LA EUCARISTÍA PREFACIO DEL MATRIMONIO 1 Padre, todopoderoso y eterno Dios, te alabamos siempre y en todo lugar para darte gracias. Por este sacramento tu gracia une al hombre y a la mujer en un lazo indisoluble de amor y paz. Tu has diseñado el amor casto de esposo y esposa para que aumente tanto en la familia humana como en tu propia familia nacida en el bautismo. Tú eres el padre amoroso del mundo de la naturaleza; Tú eres el padre amoroso de la nueva creación de la gracia. En el matrimonio Cristiano tú unes las dos órdenes de la creación; el don de la naturaleza de los hijos enriquece al mundo y tu gracia enriquece también a tu Iglesia. Por Cristo los coros de ángeles y todos los santos oran y bendicen tu gloria. Que nuestras voces se unan a las de ellos así como nosotros nos unimos en su himno interminable; Santo, santo, santo... PREFACIO DEL MATRIMONIO II Padre, todopoderoso y eterno Dios, te alabamos siempre y en todo lugar para darte gracias por Jesucristo nuestro Señor, Por quien tú hiciste un nuevo pacto con su gente Tu restableciste al hombre la gracia en el misterio salvador de la redención. Le diste una parte en la vida divina por esta unión con Cristo. Lo hiciste heredero de la gloria eterna de Cristo. Este caudal de amor en el nuevo pacto de gracia es simbolizado en el contrato matrimonial que sella el amor de esposo y esposa y refleja tu divino plan de amor. Y así, con los ángeles y todos los santos del cielo proclamamos tu gloria y nos unimos a su interminable himno de oración: Santo, santo, santo.... PREFACIO DEL MATRIMONIO III Padre, todopoderoso y eterno Dios, te alabamos siempre y en todo lugar para darte gracias. Tú creaste al hombre en amor para compartir tu divina vida. Vemos su destino elevado en el amor de esposo y esposa, que lleva el sello de su propio amor divino. El amor es de origen humano, el amor es el llamado constante, el amor es su satisfacción en el cielo. El amor de hombre y mujer se santifica en el sacramento del matrimonio, y se convierte en espejo de tu amor eterno. Por Cristo los coros de ángeles y de todos los santos oran y bendicen tu gloria. Que nuestras voces se unan a las de ellos como nos unimos en su himno interminable: Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso cielos y tierra están llenos de tu gloria. Hosana en las alturas Bendito es el que viene en nombre del Señor. Hosana en las alturas Cuando se emplea la Oración Eucarística I, se dice la forma especial de Padre, acepta esta ofrenda. Si se desea pueden omitirse las palabras entre corchetes y paréntesis. Padre, acepta estas ofrendas de toda la familia y de N. y N. por quienes oramos ahora. Tú que los has traído en el día de su boda; concédeles (el don y la alegría de los hijos y) una vida longeva y feliz juntos. [por Cristo nuestro Señor, Amén] Plegaria y bendición de los esposos Antes de la fracción del pan Invoquemos, hermanos, sobre estos esposos, la bendición de Dios, para que les proteja con su auxilio Dios Padre, autor del Universo, que creaste al hombre y a la mujer a tu imagen y semejanza, y has bendecido la unión matrimonial de... Señor, te rogamos por estos esposos que hoy se han unido en alianza de bodas. Descienda, Señor, sobre ellos tu abundante bendición, para que en el gozo de su mutua entrega, se vean rodeados de hijos, signo de su amor y riqueza de la Iglesia. Que en la alegría te alaben, Señor, y en la tristeza te busquen; en el trabajo encuentren el gozo de tu ayuda y en la necesidad sientan cercano tu consuelo; que participen en la oración de tu Iglesia, y den testimonio de Ti entre los hombres; y después de una feliz ancianidad, lleguen al reino de los Cielos con estos amigos (hijos, nietos) y familiares que hoy les acompañan.