10 puntos esenciales de las organizaciones de la sociedad civil para una política de cambio climático en México 10 puntos esenciales de las organizaciones de la sociedad civil para una política de cambio climático en México Ciudad de México 30 de noviembre de 2009 En México, el cambio climático, sus causas y efectos deben ser atendidos como un problema de seguridad nacional. Por las condiciones de desigualdad, pobreza y los problemas ambientales existentes; más del 50% de su población se encuentra amenazada por los efectos del calentamiento global. Aunado a esto, estudios señalan que la pérdida económica de un cambio ambiental podría rebasar los 6 puntos del PIB en el país. Con una contribución del 1.7% de la emisión de gases que generan el calentamiento de la tierra, México debe enfrentar la responsabilidad nacional, regional y global por los impactos asociados al fenómeno. Por ello, el cambio climático requiere de la inmediata atención y acción de todas y todos los actores gubernamentales, civiles y sociales en el país para frenar las causas que lo originan y reducir las vulnerabilidades de sus impactos. Frente a tal reto, se requieren de medidas urgentes e integrales en el ámbito internacional, nacional, estatal, municipal, local y ciudadano. La próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se llevará a cabo del 7 al 18 de diciembre que se llevará a cabo en Copenhague, Dinamarca, es una inmejorable oportunidad para que el Gobierno Federal busque reforzar en las negociaciones internacionales su compromiso y esfuerzo en la materia. Se espera que promueva y apoye la creación de un pacto global, ambicioso, justo, equitativo y jurídicamente vinculante, con compromisos y voluntades explícitas de los países desarrollados y de las economías emergentes; así como mecanismos financieros para la construcción de capacidades, la adaptación y la transferencia de tecnología para lograr reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que alcancen su punto de inflexión a más tardar en el año 2015. Es imperante que este acuerdo internacional y los compromisos de México en este marco, sean congruentes con la política climática nacional, carente de herramientas para afrontar los retos en la materia. 1 10 puntos esenciales de las organizaciones de la sociedad civil para una política de cambio climático en México Por lo tanto, a pocos días del inicio de la 15ª Conferencia de las Partes, las organizaciones de la sociedad civil firmantes del presente documento aplaudimos la iniciativa que hoy ha emprendido la Secretaría de Relaciones Exteriores de promover la inclusión de la participación de la sociedad civil en la construcción de la política nacional e internacional de cambio climático. En este sentido, y con miras a fortalecer el régimen del cambio climático en México, presentamos 10 puntos esenciales, indispensables y mínimos que ésta política debe contener: En materia de política nacional, México debe... 1. Destinar de forma equitativa al menos 1% de su PIB anual dentro del Presupuesto de egresos aprobado por el Congreso, para la mitigación y la adaptación del cambio climático. 2. Reducir y retirar paulatinamente aquellos subsidios que propicien el aumento de las emisiones (combustibles fósiles). 3. Generar los incentivos y los instrumentos de política pública adecuados y eficaces para la reducción de emisiones en los principales sectores contaminantes como es el transporte, la generación de energía y la pérdida de bosques y selvas. 4. Crear un Plan Nacional de Adaptación al cambio climático. 5. Modificar la actual política forestal con el fin de acabar con la deforestación antes de 2020, tomando en cuenta los derechos de todos los actores involucrados, especialmente de los dueños originarios de los recursos forestales y no privilegiar a la reforestación sobre el manejo forestal comunitario. En materia de política internacional, México debe... 6. Adecuar la propuesta Financiera del Fondo Verde. Éste debe caracterizarse por ser equitativo (emisiones históricas, actuales y per cápita, capacidad de reducción), suficiente (al menos 140 mil millones de dólares por año), adicional (diferenciado de la Asistencia Oficial para el Desarrollo), coherente (con otros acuerdos multi y bilaterales), democrático (representación de todas las partes incluyendo a las más vulnerables), sustentable (no sólo reducir emisiones sino también que no profundicen las afectaciones ambientales y sociales) e incluyente (mitigación, adaptación, transferencia de tecnología y creación de capacidades). 7. Impulsar la adopción de un mecanismo de reducción de emisiones por deforestación y degradación de los suelos (REDD) financiado mediante un fondo especial y no un mecanismo de mercado, evitando que sus reducciones efectivas sean usadas como compensaciones, y que incluya los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de las comunidades indígenas. 8. Promover la reforma del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), que incentive la planificación de largo plazo para un desarrollo bajo en carbono a nivel sectorial y que impulse el desarrollo sustentable, evitando utilizar tecnologías con altos costos económicos, ambientales y sociales, entre ellos, el secuestro geológico de carbono y la energía nuclear. Además, el MDL debe propiciar la transferencia de tecnología y la creación de capacidades. 9. Velar por la equidad y la justicia climática en el marco de las negociaciones, exigiendo compromisos ambiciosos a los países desarrollados (40% de reducción para el 2020 y 80% para el 2050 con base en 1990) defendiendo los intereses de los países más vulnerables. 10. Motivar la creación de planes de crecimiento compatibles con el clima para los países en vías de desarrollo con mayor potencial de industrialización. Contacto: Sandra Guzmán [email protected] Cecilia Simon [email protected] María José Cárdenas [email protected] Ana Romero [email protected] Jorge Villarreal [email protected] Raúl Benet [email protected] 2