El municipio decimonónico como base del federalismo del Estado

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El municipio decimonónico como base del federalismo ...
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El municipio decimonónico como
base del federalismo del Estado de
México. Visión general
María del Carmen Salinas Sandoval
74
2003
La colección Documentos de Investigación difunde los avances de trabajo realizados por investigadores de El Colegio
Mexiquense, A.C., con la idea de que los autores reciban comentarios antes de la publicación definitiva de sus textos. Se
agradecerá que los comentarios se hagan llegar directamente al (los) autor(es). Los editores han mantenido fielmente el
texto original del presente documento, por lo que tanto el contenido como el estilo y la redacción son responsabilidad
exclusiva del(de los) autor(es). D.R. © El Colegio Mexiquense, A.C., Ex hacienda Santa Cruz de los Patos, Zinacantepec,
México. Teléfonos: (722) 279-99-08, 218-01-00 y 218-00-56; fax: ext. 200; E-mail: [email protected] Correspondencia: Apartado
postal 48-D, Toluca 50120, México.
*E-mail: [email protected]
Carmen Salinas
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RESUMEN
La historia municipal decimonónica del Estado de México es una herramienta útil
para entender el rumbo del federalismo que ha vivido el estado. Este trabajo da
una amplia visión de esa historia municipal, con el número de municipios que tuvo
el estado durante el siglo XIX, las principales disposiciones legales que dictaron
los Congresos estatales, para diseñar un gobierno municipal dependiente de los
poderes estatales, y las fechas de erección de cada uno de los 124 municipios. Estos
datos ayudaran a explicar que las bases del municipio, como institución, se dieron
entre 1825 y 1876, para consolidarse durante el régimen de Porfirio Díaz. Fue
necesario crear límites territoriales precisos entre municipios, impedir su crecimiento,
crear un grupo privilegiado de funcionarios municipales, normar las obligaciones y
funciones de los ayuntamientos, restringir la participación ciudadana con el proceso electoral y nombrar una autoridad del poder Ejecutivo que controlara las actividades y decisiones de los ayuntamientos, siendo la intermediaria entre el Gobernador y el ayuntamiento.
3
Carmen Salinas
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EL MUNICIPIO DECIMONÓNICO COMO BASE DEL
FEDERALISMO DEL ESTADO DE MÉXICO. VISIÓN
GENERAL
Cuando revisamos el federalismo mexicano resulta imprescindible analizar la trayectoria del
municipio decimonónico, dado que en la formación de esta institución se dio el surgimiento de
los nuevos y diversos actores, aunado a la construcción legal de la administración y el gobierno local. Se integró una institución que tenía que
apoyar al ámbito estatal, para que éste tuviera
el respaldo social y político interno para relacionarse con el federal; integrando así una estructura política con la cual se pudiera gobernar al
joven país.
El federalismo en el siglo XIX fue un acto
fundador de la República, que constituyó el Estado y que promovió la unidad nacional; sin
embargo, no fue un acuerdo de comunidades
políticas llamadas estados, como el federalismo
norteamericano; ya que fue a partir de 1824, que
empezaron los estados a integrarse, después de
que el Congreso Constituyente decidió adoptar
el sistema federal de gobierno. Las características con que nació el federalismo mexicano lo
dejaron marcado en su futura trayectoria política. Cada estado de la República afrontó de manera específica la relación con la federación y
organizó su política interna, de acuerdo a su
posición geográfica, a la tendencia política de las
autoridades que encabezaban los poderes esta-
5
tales (centralistas o federalistas), a la aplicación
de las disposiciones liberales, que se habían dado
con la Constitución de Cádiz de 1812, y a la
cantidad y tipo de población, con importancia vital
del porcentaje de indígenas.
En el Estado de México, el arranque de su
vida política dentro del federalismo se vio afectado por la disminución de los privilegios sociales, económicos y políticos que tuvo la Provincia de México durante la época Colonial; por la
pérdida de importantes ciudadanos y de altas
contribuciones al ser designada la ciudad de
México como Distrito Federal; por la limitación
progresiva de ayuntamientos constitucionales
iniciada con la constitución española y continuada
por la legislación estatal, con tendencia al centralismo interno. Era la entidad federativa más
importante del país por su gran extensión territorial, su cantidad de población y su variada
economía basada en la minería y en la agricultura, aunque se encontraba muy afectada por los
once años de guerra independentista. Concentraba el 21% de los 6 204 000 habitantes de la
República, aproximadamente tenía 1 300 000
habitantes, siendo la mayoría de ellos (87.5%)
indígenas.1
Durante las primeras cinco décadas de vida
independiente del país, la antigua Provincia de
México se fue convirtiendo en una entidad federativa (1824-1876), que legisló para centralizar
1
Macune, El Estado de México y la Federación Mexicana, pp. 7-13. En 1824, el Estado de México comprendía lo que
hoy son el Distrito Federal, los estados de Morelos, Guerrero e
Hidalgo y el municipio de Calpulalpan en Tlaxcala.
Carmen Salinas
las principales decisiones políticas y económicas en el Legislativo y el Ejecutivo. Estableció
bases liberales de comportamiento público para
ir sustituyendo los antiguos hábitos corporativos.
A partir de la República restaurada y durante el
periodo que correspondió al régimen de Porfirio
Díaz, se caracterizó por consolidar un gobierno
federal centralizante en su política interior (18771910). Esto implicó una limitación en el ejercicio del poder municipal; ante lo cual, se buscaron alternativas en la etapa revolucionaria con
la controvertida disposición sobre el “municipio
libre”, reconocida por la Constitución federal de
1917.
Tanto en su etapa de construcción de la
entidad federativa, como en la de consolidación
de la centralización interna, encontramos a las
municipalidades y a los municipios,2 como una
de las instituciones principales que ayudaron a
forjar la unidad política y económica del estado.
Los ayuntamientos españoles y las repúblicas de
indios, fomentadas en la época colonial, se caracterizaban por actuar como células dinámicas
con posibilidad de decisión. A partir de que la
Constitución liberal de 1812, unió ayuntamientos con repúblicas para integrar ayuntamientos
constitucionales se fueron transformando para
limitar su poder local. Al retomar la organización
municipal las legislaturas del Estado de México
se fueron convirtiendo en entes políticas dependientes de los poderes superiores. En este trabajo me referiré a la trayectoria municipal de este
estado durante el siglo XIX, que dio la pauta al
tipo de federalismo interno que ha vivido y que
vive el Estado de México. El texto está dividido
en los dos apartados señalados de acuerdo a la
etapa del federalismo centralizante decimonónico
del Estado de México: construcción de las bases
territoriales, administrativas y de gobierno del
mosaico municipal y éxito de la centralización
municipal. La pregunta que lo rige es ¿A qué
2
Las municipalidades existieron en el Estado de México desde
que se erige la entidad federativa en 1824 hasta la Constitución
de 1917, y los municipios se erigieron en 1852, con una categoría político-administrativa menor que la de las municipalidades,
pero con autoridades municipales electas. Durante la República
Restaurada y el porfiriato coexistieron municipalidades y municipios.
6
obedeció la dependencia municipal creada durante el siglo XIX, a una necesidad de fortalecimiento de la entidad federativa o a una tendencia decidida a centralizar la base del sistema
federal mexicano?
1.
Construcción de las bases municipales (1824-1876)
Entre 1824 y 1876, hubo cuatro periodos en que
se llevó a la práctica el sistema federal en el país,
en busca de un proyecto viable para construir
la nación mexicana: la primera República federal (1824-1835), la segunda República federal
(1846-1852), la Reforma (1855-1863) y la República Restaurada (1867-1876). Estos periodos estuvieron divididos por una década de gobierno centralista, por unos años de dictadura
santanista y por casi un lustro de imperio francés; aunque estos gobiernos representaron opciones diferentes al federalismo, aportaron a la
estructura gubernativa del Estado de México elementos liberales significativos, que se irían incorporando el federalismo.
Durante la vigencia de las constituciones
federales en el país, de 1824 y 1857, la organización y administración del gobierno municipal estuvo a cargo de los poderes estatales de
cada entidad federativa. Una de las primeras tareas del primer Congreso Constituyente del Estado de México (1824-1826) fue legislar sobre
la organización municipal,3 ya que se propuso
establecer las leyes para gobernar eficazmente
un extenso territorio sembrado de múltiples unidades de poder, que se regían por algunas reglas consuetudinarias y por las disposiciones liberales de la Constitución de Cádiz. De esta
última, los diputados obtuvieron las primeras
experiencias republicanas y liberales de la organización municipal, alejándose de los privilegios señalados por la Colonia y fuera de la divi3
Se puede ver el cuadro 3 anexo, que contiene las principales disposiciones legales que rigieron los municipios y municipalidades del Estado de México, entre 1824 y 1910. Se mencionan las leyes y decretos que señalaban la cantidad de
ayuntamientos de acuerdo al tipo de gobierno que tuviera el
poder en el país y la tendencia similar de las diferentes legislaturas en acotar la fuerza municipal y disminuir su diversidad.
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sión entre Repúblicas de indios y ayuntamientos españoles. Así como también tuvieron las primeras disposiciones para restringir la existencia
de un ayuntamiento constitucional, limitándolo a
mil almas.
La primera ley municipal del estado se
erigió en 1825, fijando el número de ayuntamientos a uno por cada 4 000 habitantes, articulando
las actividades de los ayuntamientos a las decisiones de los prefectos y subprefectos,4 estableciendo el proceso electoral indirecto y precisando
requisitos de profesión y alfabetización para poder
ser parte del ayuntamiento. Los diputados estatales, con una marcada influencia de José María
Luis Mora, quien estaba al frente del Congreso,
empezaron a poner en práctica una política centralista al interior del estado y federalista al exterior. El estado se había caracterizado por no
compartir los principios federalistas y aún menos los de los estados radicales (Zacatecas,
Guadalajara, Oaxaca), en los momentos en que
se firmó el pacto federal de 1824. Al legislar sobre
su gobierno interno, los diputados pusieron en
práctica sus ideas de unidad política, como garante de un buen gobierno, expresadas con anterioridad.
La ley municipal estuvo vigente hasta la
República Restaurada, combinándose con las
Ordenanzas Municipales expedidas en el Departamento de México durante la República centralista (1840 y 1845), particularmente en lo referente a los ramos administrativos del
ayuntamiento. Estas Ordenanzas precisaron las
funciones y obligaciones del presidente municipal, síndicos y regidores; pusieron normas para
mejorar las finanzas públicas y estrecharon la relación entre ayuntamientos y prefectos. Las Ordenanzas fueron aceptadas e incorporadas por
4
El Estado de México estuvo dividido para su administración
territorial, entre 1824 y 1861, en distritos o prefecturas y éstas
en partidos, los primeros eran gobernados por un prefecto y las
prefecturas por un subprefecto. Los partidos a su vez estuvieron
divididas por municipalidades. A partir de la segunda Constitución estatal (1861) los partidos desaparecieron y se amplió el
número de distritos, quienes se subdividieron en municipalidades y municipios. Al frente del distrito estuvo el jefe político,
como autoridad intermedia entre el gobernador y los ayuntamientos.
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los federalistas al gobierno municipal para mejorar la administración, hasta su obsolescencia en
la época revolucionaria. Su práctica adecuada
se dio hasta el régimen de Porfirio Díaz, ya que
en la época que se expidieron, la dinámica social y política local no lo permitió; aunque en la
primera República centralista se sustituyeron la
mayoría de ayuntamientos por jueces de paz, la
vida municipal siguió activa.
Durante la guerra con el ejército norteamericano (1846-1848), la participación de las municipalidades dejó ver que aún tenían algunos
espacios de autogobierno, a pesar de los esfuerzos
de homogeneización que habían hecho los legisladores y gobernadores centralistas y
federalistas de las dos décadas anteriores. Muchos de los habitantes y autoridades municipales participaron en la guerra con víveres y dinero, y otros no lo hicieron; su decisión fue
independiente de las órdenes del gobernador. Sin
embargo, se manifestó que había un avance de
la influencia sobre el gobierno municipal de los
prefectos y subprefectos, como representantes
del Ejecutivo en los distritos y partidos. Estas
autoridades, habían sido autorizadas por el Congreso, desde 1824, para la vigilancia y organización de las municipalidades, con el fin de
impedir su “natural tendencia a la independencia”, siendo nombradas por el gobernador. Fueron incrementando su poder paulatinamente, lo
que permitió la articulación del mundo municipal con las disposiciones de los poderes estatales; alcanzando su mayor solvencia cuando se
convirtieron en jefes políticos, con la segunda
Constitución estatal (1861) y con su ley reglamentaria (1868).
El federalismo mexicano requería de entidades federativas con similares características
demográficas y económicas que les permitieran
mantener un equilibrio entre ellas, cuando, por
ejemplo, se requería la representación de los
mexicanos en el Congreso de la Unión o cuando se hacía la distribución arancelaria a cada
entidad federativa de acuerdo a su población. Por
su gran extensión territorial, su riqueza económica al tener a la ciudad de México como capital y su importante población, el Estado de México
Carmen Salinas
recibió duros cortes a su extensión territorial; los
más importantes fueron la pérdida de la ciudad
de México como su primera capital (1824) al
constituirse en Distrito Federal, la segregación de
los distritos del Sur para erigir el estado de Guerrero (1848) y veinte años más tarde, la segregación de los distritos que integraron los estados
de Morelos e Hidalgo. Con este proceso de
desmembración, el estado perdió 90 municipios
aproximadamente: 23 se fueron a Guerrero, 18
a Morelos y 49 a Hidalgo. Entre 1824 y 1871, el
Estado de México perdió 86 466 Kilómetros
cuadrados de los 107 619 Kilómetros cuadrados
que tenia originalmente.5
Por las desmembraciones territoriales que
tuvo el estado y la erección y supresión de algunos municipios, el número de éstos fue variando durante el siglo XIX: de 182 municipalidades
en 1826, quedaron 100, en 1870 (cuando terminaron las desmembraciones), y concluyeron el
porfiriato 116, entre municipalidades y municipios (ver gráfica 1). En las últimas tres décadas
del siglo, el Estado de México adquirió los límites territoriales y la división municipal cercanos a los actuales, con ello su base territorial
administrativa quedaba integrada. El 96 % de los
municipios vigentes (119 de 124 municipios) se
erigieron entre el siglo XVII y 1881, la mayoría
de ellos tienen sus raíces en las disposiciones
liberales de la Constitución gaditana de 1812 (ver
cuadros 1 y 2). La base territorial fue integrándose en diferentes momentos del siglo XIX, siendo mínimo los cambios durante los siglos XX y
XXI.
Desde 1825, las autoridades estatales actuaron la una tendencia de no aumentar las municipalidades, por lo tanto erigieron los menos
municipios posibles; con el fin de alcanzar una
mejor administración local (a diferencia de otros
estados que impulsaron la fragmentación municipal). Mantuvieron su tendencia a pesar de las
constantes solicitudes de muchos pueblos para
erigir su propio municipio, quienes argumentaban que deseaban continuar con su tradición de
tener sus propias autoridades, como en las re5
McGowan, “Las Desmembraciones”, pp. 75-133.
8
públicas de indios. Los años en que se abrió la
posibilidad de integrar nuevos municipios fueron entre 1868 y 1875; fue el momento en que
se segregaron los numerosos municipios que integraron Morelos e Hidalgo, durante la abertura
política existente durante la República Restaurada, para cerrarse nuevamente la oferta municipal en las tres décadas del porfiriato, cuyos
gobernadores optaron por cancelar algunos de
ellos.
Dentro de la estructura de gobierno federal republicano, tuvo singular importancia el proceso electoral de los integrantes de los ayuntamientos, que era anual; el cual se transformó de
indirecto a directo. Entre 1825 y 1875, por cada
500 habitantes, los ciudadanos que hubiera en
esa sección electoral elegían a un elector en una
primera junta electoral, y en una segunda junta
se reunían todos los electores del municipio para
elegir a los integrantes del ayuntamiento. A partir
de 1875 hubo cambios, los ciudadanos eligieron
directamente al ayuntamiento. Se buscaba que los
ciudadanos estuvieran más involucrados en la
elección de las autoridades del poder ejecutivo,
como resultado de las modificaciones motivadas
por la Constitución estatal de 1861, que respondía a la federal de 1857. La elección directa fue
una idea liberal que la habían manejado los legisladores imperiales de Maximiliano. Después
de esa época, el Congreso estatal había concedido el beneficio de elección directa para la
elección de gobernador del estado (1871), pero
no para elegir a los diputados al Congreso de la
Unión ni a los estatales, que siguieron eligiéndose de manera indirecta, para continuar cuidando
el proceso que elegía a las personas que llegaban a ser los representantes de la nación, quienes habían constituido en esas primeras cinco
décadas de vida independiente, el poder principal, tanto en la federación, como en el estado.
Parte de la explicación del motivo por el
cual se le otorgó a los ciudadanos el voto directo para elegir a los ayuntamientos, después de
conceder ese tipo de elección para el gobernador, consistía en que desde la primera Constitución estatal (1827), a los ayuntamientos se les
El municipio decimonónico como base del federalismo ...
consideraba como parte del poder ejecutivo. Al
otorgarle al gobernador la elección directa, también había que concedérsela a los ayuntamientos.
Una tarea vital de los diputados fue quitar
el carácter corporativo de los ayuntamientos, para
transformar a sus integrantes en funcionarios
públicos. Se dieron importantes avances durante la primera república federal y en la época
centralista, pero fue a partir de las leyes de
Reforma que se consolidó el proceso. En 1825,
se dictaron medidas que especificaban las características de alfabetización y ocupación “honesta”, como requisitos que deberían tener los integrantes de los ayuntamientos, que restringían
las oportunidades de ser autoridad municipal a
una grupo selecto de la población, cuyos intereses individuales quedaban fuera de los intereses
corporativos de los pueblos, y dejaban fuera a
los jornaleros y a los empleados domésticos. Con
la aplicación de la Ley federal de desamortización de los bienes de las corporaciones civiles
y eclesiásticos (1856), los ayuntamientos se quedaron sin el respaldo económico proporcionado
por los bienes raíces de su propiedad, completando así las condiciones para la actuación de un
funcionario, que administraba de manera moderna
los impuestos de los ciudadanos, que el Congreso
había dispuesto y no los de antiguo régimen. En
la desamortización de los bienes de los ayuntamientos no hubo oposición, como sucedió en la
desamortización de los terrenos comunales de los
pueblos. Éstos responsabilizaban a las autoridades municipales de la mala aplicación de la ley
de desamortización, mas no se defendían de
convertir la propiedad territorial comunal en lotes privados. La mala aplicación de esa ley fue
la queja más generalizada por parte de los habitantes, contra sus autoridades locales, acusándolas
de que no se identificaban con sus derechos de
propiedad, adjudicando los lotes a otros propietarios. Hubo tanto descontento popular, que los
diputados estatales hicieron dos modificaciones
a la ley de desamortización relacionadas con el
cobro de la contribución generada sobre el valor de los pequeños terrenos adjudicados; una
modificación fue en 1868 y la otra en 1875. La
9
aplicación de la ley se generalizó en la mayor
parte de los pueblos, al finalizar el siglo XIX,
quedando muy pocos con sus tierras comunales.
Durante esta etapa, ni los diputados de la
federación ni los de los estatales percibieron al
nivel municipal como el escalón inicial de la
pirámide del sistema federal. Estas ideas se
empezaron a manejar en las sesiones del Congreso Constituyente federal de 1856-1857 (por
los diputados Ignacio Ramírez, Castillo Velasco
e Isidoro Olvera), sin ninguna aceptación, y más
aún en 1876-1877, cuando Porfirio Díaz incorporó en sus planes políticos de la Noria y de
Tuxtepec, la promesa de libertad municipal,
como garante de beneficio económico y democracia electoral, si él llegaba al Ejecutivo federal. Para Olvera, Ramírez y Velasco, la organización municipal se había convertido sólo en una
plataforma electoral, que no beneficiaba a los
habitantes, no les permitía mejorar sus condiciones de vida, fomentar el desarrollo económico,
ni mejorar su nivel educativo.
Como respuesta a las promesas políticas de
Porfirio Díaz, diversos pueblos del estado manifestaron su interés en cambiar aspectos del
gobierno municipal que afectaban su vida. Sin
embargo, durante el porfiriato no hubo modificaciones a las disposiciones legales relacionadas
a los municipios, continuando su trayectoria en
cada estado. En el Estado de México sólo hubo
mayor atención a las mejoras en obras públicas
con la finalidad de proporcionarle bienestar a los
habitantes.
Los ideólogos más radicales de la época
(1876-1877) acogieron la propuesta de Porfirio
Díaz sobre libertad municipal, debido a que cuestionaban el tipo de federalismo, que hasta el
momento se había alcanzado, que se caracterizaba por ser un federalismo moderado cercano
a las ideas de los centralistas. Tanto los
federalistas radicales como los que se llamaban
“socialistas” estaban conscientes de la importancia
que tenían los municipios, en cualquier tipo de
gobierno. La tendencia política que se practicaba en los municipios era la que determinaba la
estructura general del sistema de gobierno del
Estado de México. Los impulsores del cambio
Carmen Salinas
municipal expresaban que había pasado el momento histórico en que se requirió circunscribir
el municipio a las normas legales de su respectiva entidad federativa; proponían que se tomara el municipio como una pequeña república,
donde la gente aprendiera a gobernar tomando
sus decisiones razonadas de acuerdo a su realidad. Sin embargo, el régimen de Porfirio Díaz
no retomó las inquietudes que había despertado su iniciativa de livertad municipal.
2.
Éxito de la política municipal restringida
Tanto la trayectoria formal del municipio como
las alternativas planeadas para modificarla estuvieron impregnadas de ideales liberales: igualdad legal entre cada unos de los individuos, respeto a la propiedad privada, libertad de
expresión, garantías en la impartición de justicia y creación de una sociedad de individuos no
de corporaciones. El municipio había llegado a
constituirse en una institución, a cargo de funcionarios locales responsables de un espacio
administrativo territorial preciso, que hacían que
el orden dictado por el Legislativo y el Ejecutivo estatales fuera acatado en el pueblo más alejado. Objetivo que se consolidó durante el
porfiriato, cuando las condiciones de “paz social”,
de organización administrativa y saneamiento
hacendario lo permitieron.
Las medidas legales en el Estado de México
referentes al ámbito municipal, entre 1877 y 1910,
fueron mínimas en comparación con las expedidas en la anterior etapa. Las bases legales ya
se habían dado, ahora quienes tomaron mayor
importancia en el ámbito municipal fueron los
gobernadores porfiristas (Juan N. Mirafuentes,
José Zubieta, Jesús Lalanne, José Vicente Villada
y Fernando González). Éstos se propusieron alcanzar una boyante administración municipal, con
el fin de fomentar la educación, de alcanzar el
saneamiento hacendario e incrementar las obras
públicas. De esta manera se daría el cambio social
esperado desde el nacimiento del México independiente. Con la optimización de esos ramos
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se promovería el progreso en todas las localidades,
por lo tanto, sus habitantes y ayuntamientos ya
no requerirían la libertad municipal. Las autoridades estatales propusieron como alternativa
seguir proporcionando a los municipios los medios materiales necesarios para su mejoramiento, sin permitir la participación ciudadana, que
podría resultar dañina por la “falta de preparación” de la mayoría de los habitantes.
A partir de 1889, la administración educativa fue más eficiente, creando juntas de instrucción en cada cabecera municipal. Se dedicó un
gran porcentaje del presupuesto estatal al ramo
educativo, los habitantes participaron en la construcción de escuelas, se retomaron programas y
técnicas pedagógicas modernas; sin embargo no
tuvo el éxito esperado, porque se interpusieron
los calendarios de los trabajos agrícolas, la pobreza en muchos pueblos, el abismo geográfico
entre localidades, la carencia de caminos, los
bajos salarios, el bajo nivel educativo de los profesores y las diferencias culturas entre las etnias
(al finalizar el siglo XIX, seguía existiendo entre el 70 y 80% de indígenas).6 Cuando se planeó el cambio educativo, se dejaron de lado las
especificaciones municipales, en cuanto a las condiciones económicas, el tipo de población, las
necesidades educativas de las localidades; lo que
provocó pocos efectos positivos para el gran
esfuerzo estatal por combatir el analfabetismo.
Sólo aumentó la alfabetización del 13 al 16 %.
Los diputados pusieron especial empeño
en los presupuestos municipales, tratando de
dictar las mismas medias para que todos los
municipios tuvieran los mismos rubros en egresos
e ingresos. Para evitar que hubiera municipios
con déficit hacendario, se autorizó al gobernador, en 1896, para suprimir los municipios que
no fueran lo suficientemente sólidos para satisfacer sus necesidades; por esta causa disminuyeron algunos de ellos.7 La hacienda municipal
fue el ramo que más tiempo llevó organizar a
las autoridades estatales, para ello tuvieron que
funcionar otros ramos como el orden público,
6
Bazant, En busca de la modernidad: procesos educativos en el Estado de México, 1873-1912, varias páginas.
7
Colección de decretos, 1896, Vol. 24, pp. 400 a 469,
480-481. Ver cuadro 3 anexo al final.
El municipio decimonónico como base del federalismo ...
ampliar los caminos y las vías de comunicación,
el control estadístico de la población y de sus ocupaciones, establecer el valor de las fincas, etc.
Los primeros frutos de la organización hacendaria
se dieron al incidir el siglo XX, por lo que las
autoridades estatales siguieron proponiendo mejoras.
La participación política de los ciudadanos
a través de las elecciones también fue acotada
por la legislación que regía el proceso electoral
y por los lazos de poder político y económico
que se fueron fortaleciendo y limitaron el juego
político. La legislación que promovía la elección
directa se cumplía, en términos generales, pero
la aplicación de ésta y la falta de reglamentar
algunos detalles, provocó que se fuera centralizando la elección en un pequeño grupo privilegiado de cada cabecera municipal; grupo que
reunía a personas con poder político (jueces,
integrantes del ayuntamiento, jefes políticos) y
con poder económico (hacendados, comerciantes, mineros). Varios hechos contribuyeron a crear
ese grupo privilegiado: la participación de jefes
políticos en el proceso electoral, la posibilidad
de que una persona podía ser elegida año tras
año para ocupar puestos diferentes en el ayuntamiento y los requerimientos legales para ser
autoridades, como su solvencia moral y económica y ser alfabeta. Esta última condición representó un impedimento real para elegir a diferentes
personas, porque había localidades con pocos o
carecían de individuos con la “mínima instrucción”. Aún en la municipalidad de Toluca, donde el número de alfabetos era mayor a otras
municipalidades (17%), los integrantes del ayuntamiento permanecieron por varios años en este
cuerpo, sólo cambiaban de puesto, de presidentes
pasaban a regidores o a síndicos. No se cuestionaba su elección porque los elegidos eran personas cuyo reconocimiento y presencia social y
económica eran públicos.8
Las prácticas republicanas en los municipios, iniciadas por Cádiz para impulsar a los
ciudadanos a participar en las elecciones de sus
8
Alanis Boyso, Autoridades municipales de Toluca,
1830-1985, pp. 152-256.
11
autoridades locales, fueron acotándose. La expresión ciudadana, para elegir sus representantes,
como para manifestar alguna petición o queja,
se hacía por las estrechas vías legales, a través
del jefe político o del juez conciliador. De esta
manera, se fue limitando la dinámica municipal
propia de la primera mitad del siglo XIX, donde los habitantes opinaban sobre las prácticas
administrativas y políticas de su ámbito jurisdiccional, y en muchas ocasiones llegaban a influir
en decisiones de prefectos, subprefectos y diputados.
Entre 1824 y 1876, el poder legislativo fue
el poder estatal que tuvo mayor influencia y
decisión en los municipios; pero a partir de 1877,
el poder ejecutivo, por medio del gobernador y
los jefes políticos, estuvo extendiendo sus redes
de control sobre ellos, decidiendo desde la cúpula estatal lo que era mejor para el avance de
cada municipio. Se ocupó de que marchara bien
la administración municipal tratando de restringir los actos políticos. Los gobernadores estuvieron pendientes de la mayoría de las actividades
del nivel municipal: de la existencia de escuelas, de la recolección de contribuciones, que
fueran más o menos homogéneas para todos los
municipios, que sus gastos fueran controlados,
que los ayuntamientos cumplieran con los fondos de gobierno reconocidos por la ley sin salirse de los lineamientos, que los ayuntamientos
recibieran y respetaran las disposiciones estatales, que los auxiliares de los pueblos funcionaran, que todas las manifestaciones de descontento
fueran controladas rápidamente, que se canalizaran los problemas de tierras y aguas a través
de los jefes políticos, que se terminara con la
desamortización de los terrenos comunales, que
funcionara el registro civil y que se diera el apoyo
necesario a las haciendas o centros productivos.
Desde el punto de vista del funcionamiento
administrativo territorial se había llegado a un
punto estable. Los objetivos de organización
municipal con una centralización desde los poderes estatales, propuestos por los diputados
locales del Congreso Constituyente de 1824-1827,
se vieron alcanzados en el porfiriato, en términos generales. Llegaban a expresarse algunos
Carmen Salinas
descontentos sociales o a comprobarse resultados poco favorables en las planeaciones estatales, como en educación o hacienda y como en
los problemas por tierras o de abusos de autoridad. Estas expresiones, sin embargo, no afectaban el curso político, ni se salían del control del
Ejecutivo.
A pesar de las continuas alternancias de
grupos políticos en el poder, de la inestabilidad
política del país por las luchas civiles, de la intervención francesa y el imperio de Maximiliano
y de la tensión por las relaciones internacionales con países como España y Estados Unidos,
se construyó la institución municipal del Estado
de México. En los albores del siglo XX, el gobierno municipal se caracterizó por: una división
político territorial cercana a la actual, una jerarquía de autoridades municipales acorde con la
cantidad de población (ayuntamientos con diferentes número de regidores y auxiliares en los
principales pueblos), disposiciones legales que
reglamentaron la actuación de todos los ayuntamientos (incluyendo el aspecto hacendario) independientemente de las particularidades del
municipio, la transformación de las autoridades
municipales a funcionarios, la vigilancia cercana y efectiva de los municipios por un agente
del poder ejecutivo (el jefe político) y la participación ciudadana logró limitarse por las normas del proceso electoral y por las presiones del
grupo gobernante articuladas con los intereses
de los terratenientes.
El nivel municipal que funcionó en el Estado de México durante el régimen de Porfirio
Díaz, fue el heredero de un proceso municipal,
iniciado con el liberalismo de la Constitución de
1812 y formalizado en 1825 con las disposiciones estatales. Hizo posible la gobernabilidad de
pueblos, que tenían diferencias en su administración y gobierno, bajo los mismos lineamientos
legales. Se dio así, el fortalecimiento de la entidad federativa, entre la primera República federal
y la Restaurada, donde cada ayuntamiento funcionaba de acuerdo a las líneas marcadas desde
los poderes estatales, constituyéndose el municipio en la base de la estructura gubernamental.
12
COMENTARIOS FINALES
La manera de dirigir y legislar sobre los municipios del Estado de México respondió principalmente a los requerimientos de su política interna. La política nacional sólo influyó en el estado
cuando estuvo vigente otro sistema de gobierno diferente al federalismo (República centralista,
la dictadura de Santa Anna y el Imperio de
Maximiliano); pero hubo disposiciones sugeridas
o decretadas en esos sistemas que fueron
retomadas por las autoridades del estado. Los
lazos de organización municipal fueron tejidos
por las autoridades estatales alcanzando éxito en
las últimas décadas del siglo XIX. Los
lineamientos municipales del Estado de México
fueron responsabilidad histórica de las diferentes legislaturas estatales, no vinieron de la federación, como sucedió con el tipo de relación que
mantuvieron las entidades federativas con los
poderes federales.
La historia municipal del siglo XIX nos
proporciona las herramientas, para conocer en
que medida el sistema federal mexicano permitió a las entidades federativas llevar a la práctica su autonomía en la organización, planeación
y ejecución de su gobierno interior. Desde este
punto de vista, el federalismo posibilitó al Estado de México organizar sus municipios entorno
de sus poderes de gobierno. Cuando hubo injerencia del Ejecutivo federal se dio a través del
gobernador, durante el porfiriato, cuando el control de la estructura del gobierno pasó del Legislativo al Ejecutivo.
A través de las etapas del sistema federal
decimonónico, los municipios mexiquenses se
convirtieron en células dependientes de los
poderes estatales. Su diversidad étnica, lingüística, cultural, económica y política se trató de
aglutinar en torno de las necesidades comunes
detectadas por el nivel estatal. Junto con los logros de la política estatal crecieron
inconformidades ocultas entre los habitantes. Al
no poderse atender las especificidades, la proclama de municipio libre se generalizó en el
Estado de México, como en otras entidades del
país, durante el proceso revolucionario. Se convir-
El municipio decimonónico como base del federalismo ...
tió en un problema que pasó a la esfera federal, donde se han atendido lentamente las demandas políticas y sociales de los municipios, a partir
de 1917 y de manera más intensiva de 1982 en
adelante, con las reformas al artículo 115 de la
Constitución federal. Los reclamos a la trayectoria municipal decimonónica, hicieron evidente
que el sistema de gobierno federal requería garantizar desde la federación las relaciones
municipales, como base de su estructura.
Con la forma de gobernar su vida municipal, de manera centralizada, durante el siglo XIX,
quedó marcado el federalismo del Estado de
México. No sólo se trataba de terminar con la
injerencia de los jefes políticos (medida con la
que se empezó a fomentar la libertad municipal
a partir de la Revolución mexicana), sino de crear
prácticas políticas que enseñaran a los ciudadanos a participar en la moderna vida política y a
las autoridades municipales a tomar decisiones
políticas y económicas responsables. Aprendizaje
que quedó trunco bajo la cobija de las autoridades estatales.
La fortaleza del federalismo del Estado de
México se arraigó en los poderes estatales, que
construyeron la entidad federativa armando el
rompecabezas municipal. Esa etapa del
federalismo decimonónico fue útil para el momento histórico que requería de un pacto federal convenido entre estados componentes y no
de una decisión tomada por un poder aglutinante
superior. La trayectoria municipal tuvo sus tiempos de romper con esta inercia para construir el
piso firme del federalismo (1857 y 1877), que
cambiaría con su tendencia centralizante. Pero,
los poderes estatales estuvieron conformes con
el rumbo que tenía la estructura política interna,
la consideraban la adecuada para alcanzar sus
objetivos de progreso y “modernización”, acordes con los principios que fomentaban los poderes federales. Era más fructífero mantener la
vida municipal como parte de los poderes estatales, que permitirles su participación activa en
la forma de gobierno, que podía modificar la
estabilidad alcanzada después de cinco décadas.
Como las relaciones del sistema federal han
estado en constante cambio, han requerido de la
13
historia municipal, para dinamizar ordenadamente
sus cimientos en todas las áreas que se fueron
apagado o que no se despertaron. En el siglo
XIX, la limitación municipal se vio como una
garantía de gobernabilidad, y en el siglo XX se
apreció la construcción del “municipio libre”
como la posibilidad de construir el tercer nivel
de la estructura federal.
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
200
1831
181
1835
186
1869
103
1870
100
1873
115
1878
123
1886
124
1893
122
Fuentes: Memorias del gobierno del Estado de México correspondientes a los años
1827,1831,1835,1870, 1871, 1873,1879, 1886 y 1893.
Miño, Estadísticas para la historia de la población, pp 83-492.
1826
182
GRÁFICA 1
AYUNTAMIENTOS DEL ESTADO DE MÉXICO. 1826-1910
1910
116
Años
Carmen Salinas
14
El municipio decimonónico como base del federalismo ...
CUADRO 1
FECHA DE ERECCIÓN DE LOS MUNICIPIOS DEL ESTADO DE MÉXICO (SIGLO XVII-1994)
NOMBRE DEL MUNICIPIO
FECHA DE ERECCIÓN
Acambay
1827
Acolman
1826 (ya existía)
Aculco
19 de febrero de 1825
Almoloya de Alquisieras
1820
Almoloya de Juárez
1820
Almoloya del Río
26 de marzo de 1847
Amanalco de Becerra
27 de enero de 1826
Amatepec
1826 (ya existía)
Amecameca
1826 (ya existía)
Apaxco
16 de octubre de 1870
Atenco
8 de octubre de 1820
Atizapan (Santa Cruz)
18 de octubre de 1870
Atizapan de Zaragoza
31 de agosto de 1874
Atlacomulco
4 de agosto de 1823
Atlautla de Victoria
9 de octubre de 1874
Axapusco
1 de noviembre de 1773, ratificado en 1812 y 1826
Ayapango
13 de mayo de 1868
Calimaya
4 de marzo de 1824
Capulhuac
29 de junio de 1827
Caoacalco de Berriozabal (San Francisco)
12 de febrero de 1862
15
Carmen Salinas
16
Continuación...
Chiconcuac
17 de octubre de 1868
Chimalhuacan
4 de octubre de 1840
Donato Guerra (Asunción Malacatepec)
1826 (ya existía)
Ecatepec de Morelos (San Cristóbal)
1826 (ya existía)
Ecatzingo
13 de mayo de 1868
El Oro
14 de mayo de 1851
Huehuetoca
1826 (ya existía)
Hueypoxtla
23 de diciembre de 1822
Huixquilucan
1826 (ya existía)
Isidro Fabela (antes Iturbide y Santiago
Tlazala)
13 de mayo de 1868
Ixtapaluca
5 de diciembre de 1820
Ixtapan de la Sal
27 de julio de 1822
Ixtapan del Oro
23 de febrero de 1870
Ixtlahuaca
6 de agosto de 1824 (era partido)
Jaltenco
24 de julio de 1863
Jilotepec
11 de marzo de 1824
Jilotzingo
1826 (ya existía)
Jiquipilco
27 de noviembre de 1822
Jocotitlán
13 de julio de 1823
Joquicingo
1826 (ya existía)
Juchitepec
4 de julio de 1820
La Paz (Los Reyes)
4 de octubre de 1875
Lerma
1613 reconocido en 1821
Luvianos
2 de octubre de 2001
Malinalco
6 de agosto de 1824 (era partido)
Melchor Ocampo
24 de octubre de 1864
Metepec
1821
Mexicalzingo
7 de octubre de 1869
Morelos (San Bartolomé)
8 de octubre de 1874
Naucalpan de Juárez
1826 (ya existía)
Nextlalpan
1820
Nezahualcoyotl
23 de abril de 1963
Nicolás Romero (Azcapuzaltongo)
1820
17
El municipio decimonónico como base del federalismo ...
Continuación...
Nopaltepec (Santa María de la
Asunción)
16 de octubre de 1871 (ya existía)
Ocoyoacac
1826 (ya existía)
Ocuilan de Arteaga
18 de octubre de 1870
Otumba
31 de agosto de 1821
Otzoloapan
1826 (ya existía)
Otzolotepec
19 de mayo de 1820
Ozumba
1826 (ya existía)
Papalotla
1826 (ya existía)
Polotitlán
25 de septiembre de 1875
Rayón
15 de octubre de 1874
San Antonio la Isla
14 de marzo de 1847
San Felipe del Progreso (San Felipe
del Obraje)
1826 (ya existía)
San José del Rincón
2 de octubre de 2001
San Martín de las Pirámides (San
Martín Obispo)
16 de octubre de 1873
San Mateo Atenco
12 de octubre de 1871
San Simón Guerrero
13 de octubre de 1881
Santo Tomás
14 de octubre de 1870
Soyaniquilpan de Juárez
9 de septiembre de 1872
Sultepec
14 de noviembre de 1811
Tecamac
1820
Tejupilco
8 de abril de 1825 (era partido)
Temamatla
2 de agosto de 1843
Temascalapa
1826 (ya existía)
Temascalcingo
1826 (ya existía)
Temascaltepec
6 de agosto de 1824 (era partido)
Temoaya
1820
Tenancingo
1812 y conformado el 8 de abril de 1825
Tenango del Aire
25 de junio de 1820
Tenango del Valle
6 de agosto de 1824 (era partido)
Teoloyucan
9 de febrero de 1825
Teotihuacan
1820
Tepetlaoxtoc
1820
Tepetlixpa
28 de agosto de 1869
Carmen Salinas
18
Continuación...
Tepotzotlán
27 de noviembre de 1814
Tequixquiac
29 de noviembre de 1820
Texcaltitlan
4 de noviembre de 1861
Texcalyacac
21 de septiembre de 1866
Texcoco
1820
Tezoyuca
23 de abril de 1869
Tianguistenco
9 de julio de 1820
Timilpan
11 de marzo de 1857
Tlalmanalco
2 de julio de 1820
Tlalnepantla de Baz
18 de julio de 1825 (era partido)
Tlatlaya
21 de septiembre de 1849
Toluca
13 de diciembre de 1812
Tonatico
18 de octubre de 1870
Tultepec
3 de mayo de 1821
Tultitlan
12 de junio de 1820
Valle de Bravo (San Francisco del Valle de
Temascaltepec)
1826 (ya existía)
Valle de Chalco Solidaridad
9 de noviembre de 1994
Villa de Allende (San José Malacatepec)
1826 (ya existía)
Villa del Carbón
1826 (ya existía)
Villa Guerrero (Tecualoyan)
1 de enero de 1826
Villa Victoria (Merced de las Llaves)
11 de junio de 1862 (confirmado en 1868)
Xalatlaco
10 de octubre de 1872
Xonacatlán (San Francisco)
18 de octubre de 1870
Zacazonapan
5 de abril de 1879
Zacualpan
6 de agosto de 1824 (era partido)
Zinacantepec
1820 (ratificado el 9 de febrero de 1825)
Zumpahuacan
14 de octubre de 1875
Zumpango
8 de diciembre de 1820
19
El municipio decimonónico como base del federalismo ...
CUADRO 2
AÑOS EN QUE FUERON EREGIDOS LOS MUNICIPIOS DEL ESTADO DE MÉXICO
AÑOS
AÑOS
NÚMERO DE
NÚMERO DE
MUNICIPIOS
MUNICIPIOS
ERIGIDOS
ERIGIDOS
Siglo XVII
1
1857
1
1773
1
1861
1
1811
1
1862
2
1812
2
1863
1
1814
1
1864
1
1820
20
1866
1
1821
4
1868
5
1822
4
1869
4
1823
2
1870
7
1824
10
1871
2
1825
4
1872
2
1826
24
1873
1
1827
1
1874
4
1840
1
1875
3
1843
1
1879
1
1847
2
1881
1
1849
1
1963
1
1851
1
1973
1
1853
1
1994
1
2001
2
TOTAL
124
Carmen Salinas
20
CUADRO 3
PRINCIPALES DISPOSICIONES LEGALES QUE REGIERON A LOS MUNICIPIOS DEL ESTADO DE MÉXICO (1824-1920)
1. PRIMERA REPÚBLICA FEDERAL. (1824-1835)
AÑO
1824
LEGISLACIÓN
Ley Orgánica Provisional
APORTACIÓN
Reconocimiento de organización municipal derivada de Cádiz.
Existencia de prefectos y subprefectos
1825
Decreto para la organización de los Disminuyeron ayuntamientos en tres cuartas partes
ayuntamientos
Se precisaron requisitos para ser autoridad
Número de integrantes de los ayuntamientos
Se precisan algunas funciones del ayuntamiento
Descripción del proceso electoral indirecto para ayuntamientos
1827
Constitución estatal
Retomó lo decretado en 1825 sobre ayuntamientos
Reconoce a los ayuntamientos como parte del poder ejecutivo
estatal
2) LEGISLACIÓN CENTRALISTAS (1836-1846)
1836
1837
1840
1843
1845
Leyes
Constitucionales
República Mexicana
de
la Disminución de ayuntamientos
En lugar de ayuntamientos hay jueces de paz
Existencia de censos para ser autoridad
Restricción en la participación ciudadana
Elección indirecta “controlada”
Reglaqmento provisional para el Funciones administrativas del ayuntamiento
gobierno interior de los departamentos
Control de prefectos y subprefectos
Elección indirecta
Ordenanzas
Municipales
del Se detallan ramos municipales
Departamento de México
Bases Orgánicas de la República Aumentan ayuntamientos como en época federalista
Mexicana
Separación de ayuntamiento y alcalde
Ordenanzas
municipales
departamento de México
Generalización de auxiliares
Disminución de los censos para autoridades y aumentan para
los ciudadanos
Elección indirecta
del Mayor vigilancia hacendaría
Se especifican más las funciones y obligaciones de los
ayuntamientos
Se promueven los funcionarios municipales
Existencia de jueces conciliadores
Vigencia hasta 1915-1917
El municipio decimonónico como base del federalismo ...
21
3) DE LA SEGUNDA REPÚBLICA FEDERAL AL IMPERIO DE MAXIMILIANO
1846
Reconocimiento de la Constitución
federal de 1824 y la estatal de 1827
Vigencia del decreto de organización de ayuntamientos de 1825
Vigencia de Ordenanzas Municipales de 1845
1852
1853
Decreto que señala cambios en la
división territorial
Decreto que reglamenta las funciones
y obligaciones de prefectos y
subprefectos
Decreto que institucionaliza la
dictadura de Santa Anna
1855
1856
Revolución de Ayutla
Ley de desamortización
1857
Constitución federal de 1857
1861
Constitución estatal
1864
1865
Decreto Imperial de Maximiliano
Estatuto Provisional del Imperio
Mexicano
Vigencia de los auxiliares en todos los pueblos que no tuvieran
ayuntamiento
Se erigen los municipios que tienen como autoridades electas
los “municipales” con funciones de ayuntamientos
Su principal función es cuidar del buen gobierno municipal
Regresa el reglamento centralista de 1837
Reducción dráctica de ayuntamientos y municipalidades
Existencia de jueces de paz o comisarios municipales
Regresan municipalidades existentes en 1846
Ataca los bienes de los ayuntamientos como corporaciones
Impulsa la creación de funcionarios en las municipalidades
Crea debilidad económica y política en los ayuntamientos
Diputados Constituyentes a favor de la independencia
municipal: Vallarta, Olvera e Ignacio Ramírez
Derechos del hombre como escudo de los habitantes en las
municipalidades
Legislación para individuos no para colectividades existentes
en las municipalidades.
Reconoce la estructura municipal gobernada por
ayuntamientos y municipios
Aparecen los jefes políticos
Recomienda a prefectos la autonomía de los ayuntamientos
Cada población con administración municipal
Existencia de ayuntamientos, alcaldes y comisarios
municipales
Alcalde nombrado por prefecto y ayuntamiento elegido
directamente (como se hizo en 1875)
Carmen Salinas
22
4) REPÚBLICA RESTAURADA
1868
1868
1870
1871
1875
1875
1.
Decreto que reglamenta funciones de Mayor identificación entre gobernador, jefe político y
jefes políticos
presidente municipal
Precisión en las funciones y obligaciones con respecto a las
municipalidades y municipios
Provocó cambios en la división político territorial
Decreto que impuso cambios a la Impone cambios a las contribuciones de los terrenos de común
aplicación
de
la
Ley
de repartimiento adjudicados
Desamortización
Creó descontento en los pueblos la contribución
Constitución estatal
Reitera subordinación a la Constitución federal de 1857
No reitera los derechos del hombre
No menciona ni a los municipios ni a los ayuntamientos
Ley electoral
Municipios eligen ayuntamiento en lugar de munícipes
Aumentaron los ayuntamientos por la causa anterior
Modificó el número de integrantes de los ayuntamientos
dispuesto por la ley de 1825
Se cambió el concepto de alcalde por el de presidente
municipal
Reforma de ley electoral
Se cambia la elección de ayuntamientos de indirecta pasó a ser
directa como en el caso del gobernador
Decreto que modificó el de 1868 sobre Se disminuyó la contribución de los terrenos de común
la ley de desamortización
repartimiento adjudicados
Disminuyeron los ingresos de la hacienda municipal
ÉXITO POLÍTICO ADMINISTRATIVO DEL GOBIERNO MUNICIPAL DURANTE EL
RÉGIMEN DE PORFIRIO DÍAZ
1876
Plan de Tuxtepec
1889
Reforma de ley electoral
1896-1900
Diversas leyes de ingresos y arbitrios
municipales
1896
Ley para suprimir municipios
1877-1910
Disposiciones dirigidas a la
administración municipal dadas por
los Gobernadores constitucionales:
Juan N. Mirafuentes
José Zubieta
Jesús Lalanne
José Vicente Villada
Ofreció independencia municipal
Provocó que diversos grupos políticos (socialistas y
federalistas radicales) lucharan por la independencia
municipal
Pueblos esperaban libertad ,municipal relacionada con la
resolución de problemas por tierras
Se convirtió en programa político de Porfirio Díaz pero no se
cumplió
Provocó que la elección se restringiera a un pequeño grupo de
la sociedad
Homogeneizar la hacienda municipal
Eficacia en la recaudación de impuestos
Buscó equilibrio en las finanzas
Autorizó al gobernador a suprimir los municipios que no
tuvieran solvencia económica
No otorgar libertad municipal
Progreso material con promoción de numerosas obras públicas
Fomento importante a la educación elemental
Intervención de jefes políticos para solucionar los conflictos y
para llevar a cabo las prácticas de fomento
El municipio decimonónico como base del federalismo ...
BIBLIOGRAFÍA
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1830-1985, Toluca, Gobierno del Estado
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2002 En busca de la modernidad: procesos
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1848-1897 Colección de los decretos expedidos por los Congresos Constituyente y Constitucionales y por el Ejecutivo del Estado Libre y Soberano de
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del Estado de México, Tribunal Superior
de Justicia, El Colegio Mexiquense, vol.
4, pp. 75-133.
Memoria que el Secretario del Ejecutivo del Estado
23
1835 Memoria que el Secretario del Ejecutivo del Estado Libre de México encargado de las secciones de gobierno y
guerra leyó al H. Congreso, en los días
26, 27 y 28 de abril de 1835, s.l., Impresa por orden del Congreso.
Memoria presentada a la H. Legislatura del Estado de México
1879 Memoria presentada a la H. Legislatura del Estado de México por el C. Gobernador Constitucional, general Juan
N. Mirafuentes, correspondiente al
segundo año de su administración,
Toluca, Imprenta del Instituto Literario.
Memoria de la administración pública del Estado de México
1893 Memoria de la administración pública del Estado de México presentada a
la XV Legislatura por el Gobernador
Constitucional, general José Vicente
Villada, Cuatrienio de 18889 a 1893,
Toluca, Imprenta, Litografía y Encuadernación de la Escuela de Artes y Oficios.
Miño, Grijalva y Marta Vera Bolaños
1998 Estadísticas para la historia de la población del Estado de México, 18261910, Zinacantepec, Estado de México, El
Colegio Mexiquense, A.C., Consejo Estatal de Población.
El Poder Ejecutivo ante la Legislación del Estado
1991 El Poder Ejecutivo ante la Legislación
del Estado. Memorias del gobierno:
1825, 1827, 1829, Toluca, Gobierno del
Estado de México.
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