95014333 - Superintendencia Financiera de Colombia

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CARTERA, CALIFICACIÓN DE CRÉDITOS OTORGADOS A EMPRESAS EN
CONCORDATO
Concepto Nº 95014333-3. Mayo 10 de 1995.
SÍNTESIS: Calificación y constitución de provisiones. Tratamiento a
los nuevos créditos gestionados y obtenidos durante el concordato.
[§ 0053] EXTRACTOS.-« (…) al tenor de lo previsto en el artículo 23 de la
Resolución 1980 de 1994 de esta Superintendencia, modificado por el 13 de la
Resolución 2195 del mismo año, “ ... todos los créditos a cargo de personas respecto de
las cuales se inicien procesos de concurso universal de acreedores se calificarán
inmediatamente en las categorías “D” o “E”, sujetándose para efectos de constitución
de provisiones, suspensión de causación de rendimientos, corrección monetaria y otros
conceptos a lo previsto para tales categorías”.
Tal previsión, en consecuencia, es clara en señalar la calificación que debe darse a las
obligaciones a cargo de sujetos pasivos de procesos de concurso universal de acreedores
(“tales como concordato, quiebra o liquidación forzosa administrativa”, según lo
enuncia el numeral 4° de la letra b) del artículo 3° de la Resolución 1980 de 1994 ya
citada) y, adicionalmente, se ocupa de establecer el régimen de provisiones de esta
clase de créditos, así:
“En todo caso, con independencia de las garantías, el capital de
tales obligaciones se provisionará en el ciento por ciento (100%) al
cumplirse un año desde la iniciación del respectivo proceso, o antes
cuando, existiendo providencia en firme de graduación y calificación
de créditos, se establezca la insuficiencia de los activos del deudor
para atender la totalidad de las obligaciones a su cargo.
Tratándose de créditos que sean iguales o superiores al uno por
ciento (1%) del patrimonio técnico de la entidad del trimestre
calendario inmediatamente anterior, podrán reducirse las provisiones
constituidas. si la Superintendencia Bancaria lo autoriza previa
demostración de que existen condiciones que la hagan aceptable.
Tratándose de créditos de cuantía inferior, bastará notificar la
reducción de provisiones a la Superintendencia Bancaria, quien
podrá ordenar constituirlas nuevamente.
PAR.-La reversión de provisiones, una vez aprobado el acuerdo
concursal, se sujetará a las mismas reglas”.
2. “Dada la misma situación anterior, ¿es verdad que los nuevos créditos que lleguen
a otorgar dichas entidades para reactivar el desarrollo operacional de la empresa
concordada serán calificados, desde el comienzo, de igual forma?”.
Sobre este particular, conviene destacar que las instrucciones contenidas en el
artículo 23 de la reglamentación que se comenta hacen referencia a los créditos
otorgados antes del concordato y no a los gestionados y obtenidos durante el trámite y la
vigencia del mismo.
De esta suerte, no resulta viable dar a los por ustedes denominados “nuevos
créditos”, el tratamiento de obligaciones concordatarias, visto que el artículo 23 de la
citada resolución excluye cualquier referencia a esta clase de operaciones, con lo cual se
honra el propósito básico de este tipo de convenios -que no es otro que la conservación
y recuperación de la empresa como unidad de explotación económica y fuente
generadora de empleo-, en armonía con lo dispuesto por el artículo 42 del Decreto 350
de 1989, del siguiente tenor:
“Los gastos de administración de la empresa, y los de conservación
de bienes del empresario vinculados a aquella, causados durante el
trámite del concordato y su vigencia, serán pagados de preferencia y
no estarán sujetos al sistema que en el concordato se establezca para
el pago de las demás acreencias. El mismo tratamiento se dará a los
créditos que, con autorización de la junta de acreedores, se obtengan
para el beneficio de la empresa durante el trámite y la vigencia del
concordato.
Se entienden gastos de administración los necesarios para el
funcionamiento normal de la empresa, tales como los laborales, los
fiscales, los de servicios públicos, los que se efectúen a proveedores y
distribuidores, y los causados por razón de contratos de tracto
sucesivo”.
Acerca del entendimiento del precepto transcrito ha conceptuado la Superintendencia
de Sociedades a través de diversos pronunciamientos, así:
“El legislador supone que la sociedad que sea admitida o convocada
al trámite de un concordato preventivo obligatorio, está en
condiciones de atender, al menos, los gastos de administración
ordinarios y los de conservación de los bienes del empresario, pues
de otro modo no podría CONSERVARSE y RECUPERARSE, como
unidad de explotación económica y fuente generadora de empleo, que
son, a la vez que fines, los presupuestos fundamentales del proceso
concordatario” (Ofi. 25636 de dic. 3/93, cfr. Régimen de los
concordatos preventivos, Supersociedades, Bogotá, enero/95, pág.
149; mayúscula del original).
Con anterioridad había señalado dicho organismo que con la expresión 'a partir de la
admisión de la solicitud de concordato... ', el artículo 12 del decreto citado divide en dos
partes perfectamente definidas el proceso concursal y sus efectos jurídicos. La primera
parte comprende todas las obligaciones causadas con anterioridad a la fecha de la
admisión de la solicitud del concordato. Dichas obligaciones constituyen los créditos
concordatarios. Estos créditos, por expresa disposición de la ley (art. 42 del D. 350/89)
se pagarán conforme el sistema que se establezca en el acuerdo concordatario.
“La segunda parte del proceso se cuenta a partir de la fecha de la
admisión de la solicitud del concordato y comprende todas las
obligaciones causadas con posterioridad a dicha fecha, vale decir, se
refiere estrictamente a las obligaciones causadas durante el trámite
del concordato y su vigencia. Estos créditos NO SON
CONCORDATARIOS y·... serán pagados de preferencia y no estarán
sujetos al sistema que en el concordato se establezca para el pago de
las demás acreencias' (art. 42, ibidem)...” (Auto OC-MD-0171 de
enero 28 de 1992. Cfr. op. cit., pág. 54; paréntesis y mayúsculas
originales).
Siendo ello así, es evidente que tratándose de "nuevos créditos", esto es, los
gestionados y obtenidos durante el trámite del concordato y su vigencia, para los fines
de que da cuenta el artículo 23 de la Resolución 1980 de 1994 de esta Superintendencia,
los mismos deben recibir el tratamiento de créditos ordinarios pues, por las razones
expuestas, tales obligaciones ostentan legalmente el carácter de no concordatarias».
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