Criterios y Objetivos Generales

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Revisión Plan General
Criterios y
Objetivos
Generales
www.madrid.es/revisionplangeneral
Dirección General de Revisión del Plan General
Edición de 19 de abril de 2012
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EL MODELO DE CIUDAD (LA VISIÓN POLÍTICA DEL FUTURO MADRID)
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LAS ESTRATEGIAS URBANAS PARA LA CONSECUCIÓN DEL MODELO DE CIUDAD
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ASPECTOS A REVISAR DEL PGOUM 1997
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PROCEDIMIENTO PARA LA REVISIÓN
EL MODELO DE CIUDAD (LAVISIÓN POLÍTICA DEL FUTURO MADRID)
El establecimiento de un modelo de futuro para la ciudad de Madrid es una competencia
netamente política que solo cabe ser abordada desde esa instancia de responsabilidad y
actuación. Su formulación resulta fundamental como un requisito previo para poder concretar
tanto las estrategias para su consecución como los contenidos técnicos de un elemento
instrumental como es el Plan General de Ordenación Urbana. Así mismo la consecución de un
desarrollo urbano integrado, objetivo irrenunciable de cualquier planeamiento que desarrolle
tanto las directrices de la Comisión Europea como de la Declaración de Toledo, precisa de
la integración de diferentes políticas para alcanzar los objetivos medioambientales, sociales y
económicos que se propugnen.
La concreción de dicho modelo en tanto que afecta a la globalidad de la acción política,
económica y social sobre la ciudad de Madrid, debe resultar externa al proceso específico de
revisión de planeamiento general. Circunstancia que en cualquier caso no implica, que ambos
procesos no puedan y no deban coincidir en el tiempo con el fin de que ambos se articulen
desde la garantía del máximo consenso ciudadano e institucional en torno a los mismos.
El actual equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha concretado su propuesta de
futuro para Madrid, tanto a través de la acción de gobierno de las dos últimas legislaturas
(2003/2007 y 2007/2001) como del Programa Electoral “La Ciudad que necesitamos – Un nuevo
Tiempo” con el que concurrió a las elecciones municipales de mayo de 2011. Este Modelo de
futuro para la Ciudad de Madrid se puede concretar en el objetivo básico de: “Convertir
Madrid en una ciudad competitiva de carácter global”, con el fin de colocar a Madrid
en la cumbre de las sociedades urbanas actuales y convertirla en la tercera metrópoli europea.
Potenciando el papel de Madrid como polo de servicios avanzados de carácter internacional
(como vínculo entre Europa, América del Sur y Norte de África), nacional (como capital de
España) y regional (como centro de una región metropolitana). Madrid deber ser una ciudad en
la que la integración y generación de innovación sea signo de identidad de su globalidad, pero
que al mismo tiempo potencie y defienda sus señas propias de identidad.
La consecución de este objetivo requiere la construcción de un modelo de ciudad que se
articula en torno a los siguientes objetivos de carácter global:
1. Madrid ciudad de oportunidades económicas
En la actual situación económica resulta prioritario mejorar las posibilidades de implantación
de nuevas actividades económicas, desarrollando al máximo las capacidades productivas de la
Ciudad. Resulta fundamental incorporar la inteligencia, la innovación y las nuevas tecnologías
como factor determinante de desarrollo económico mediante la aportación de valor añadido.
Madrid debe ser una ciudad capaz de atraer y generar talento, creatividad, innovación y, por lo
tanto, inversión.
2. Madrid ciudad sostenible
El modelo de Madrid, asumiendo el desarrollo sostenible como principio rector de la ordenación
urbanística, debe configurarse con sensibilidad y responsabilidad ambiental, consolidándose
como una ciudad compacta que propugne la renovación, la rehabilitación y el reciclaje de
la ciudad existente, que por otra parte consume mayor mano de obra y más cualificada que
los nuevos crecimientos. Incorporando la sostenibilidad como el elemento vertebrador de
una ciudad articulada en relación a la vivienda, empleo, comercio, servicios, movilidad, medio
ambiente e infraestructuras, y exponente de comportamiento energético responsable.
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Criterios y Objetivos Generales
3. Madrid ciudad cohesionada
Madrid debe ser garantía de una ciudad equilibrada en lo social; diversa y compleja, justa social
y territorialmente, y articulada espacialmente, sin fracturas entre sus partes, entendida como
conjunto “policéntrico”. Madrid debe ser una ciudad en la que la convivencia sea reflejo de
la “seguridad” de sus ciudadanos. Exponente de valores democráticos y en la que la acción
política sea un claro reflejo de la participación de la ciudadanía.
4. Madrid ciudad con calidad de vida
Madrid debe ser una ciudad que ofrezca una calidad de vida percibida como tal por el conjunto
de sus ciudadanos, usuarios y visitantes. Con un paisaje urbano de calidad y un sistema de
movilidad que integre al peatón como sujeto esencial del espacio público, garantizando la
accesibilidad universal. Que incorpore la cultura como elemento de construcción de ciudadanía,
integre la naturaleza en el espacio urbano y preste adecuadamente los servicios demandados
por sus usuarios.
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LAS ESTRATEGIAS URBANAS PARA LA CONSECUCIÓN DEL MODELO
DE CIUDAD
El conjunto de estrategias urbanas que se señalan a continuación se han agrupado en función de los
cuatro objetivos básicos señalados anteriormente. Sin embargo gran parte de las mismas tienen
un carácter transversal para conseguir una ciudad con mayores oportunidades económicas,
más sostenible, más cohesionada y con mayor calidad de vida, por lo que su asignación a una
línea estratégica global no es más que una agrupación formal en la que tampoco debe deducirse
un orden de prioridad propuesto.
Las estrategias a las que se hace referencia a continuación son de carácter básicamente
urbanístico, aunque afecten al conjunto de las políticas que inciden en la ciudad. Se refieren al
conjunto de competencias de los diferentes ámbitos de gobierno en los que actualmente se
articula el Ayuntamiento de Madrid, trascendiendo por lo tanto las competencias actualmente
asignadas al Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda así como al contenido específico del
planeamiento general en tanto que instrumento técnico y jurídico de ordenación territorial.
Estrategias para una ciudad de oportunidades económicas
• Madrid debe favorecer la competitividad e internacionalización de sus actividades
económicas, fomentando actividades de I+D+i e intensificando el papel de las tecnologías
en el entorno urbano, mediante el desarrollo de nuevos modelos de espacios de
producción y actividad.
• Madrid debe potenciar la interacción entre industria, logística, servicios urbanos,
actividades de innovación, investigación etc. y territorio, fomentando una nueva dimensión
económica basada en los campos de la creación científica, cultural y artística, que haga
hincapié en lo cualitativo. Los usos de actividades económicas, específicamente los de
tipo industrial, deben de ser preservados y potenciados, limitándose las recalificaciones
hacia usos residenciales surgidas desde finales de los 80.
• Madrid debe desarrollar nuevas centralidades en la periferia, potenciando una ciudad
policéntrica, favoreciendo la implantación de usos terciarios, comerciales y recreativos.
Resulta necesario invertir la tendencia a la deslocalización tanto pública como privada de
las actividades económicas radicadas en Madrid, reforzando las actividades económicas
de ámbito metropolitano, suprarregional e internacional; generando espacios que
estructuren el territorio ofreciéndose como espacios ideales para desplegar la innovación
y la creatividad en términos económicos.
• La actividad productiva debe considerarse como una actividad protagonista,
complementaria de la ciudad de servicios financieros, culturales y comerciales mediante
la cualificación de los suelos industriales, sustitución de usos industriales obsoletos por
nuevas tipologías de actividad económica y potenciando la implantación de actividades
industriales y tecnológicas en ámbitos urbanos no desarrollados.
• Madrid debe fomentar un claro modelo de movilidad multimodal de alta capacidad, como
punto esencial de la actividad económica. Potenciando los sistemas de comunicación
internacional, nacional y regional, así como la compatibilización de la movilidad rodada
privada con un moderno sistema de trasporte público y con un espacio público peatonal
de alta calidad.
• Madrid debe impulsar el desarrollo de las infraestructuras y servicios urbanos que
requiere el acceso a las nuevas tecnologías.
• Madrid debe potenciar el desarrollo del centro urbano como soporte de actividades
tradicionales y/o innovadoras, con mezcla de usos y concentración de actividad cualificada
comercial de centralidad.
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Criterios y Objetivos Generales
• Madrid debe potenciar al máximo los modelos de concertación y gestión públicoprivado en el desarrollo de la ciudad, mediante un equilibrio eficaz en la delimitación
de la iniciativa pública y privada en la configuración del modelo de ciudad y en los
compromisos de su ejecución.
• Madrid debe impulsar el desarrollo de una gestión pública más ágil y flexible, capaz de
minimizar trabas burocráticas con coordinación e integración de las políticas locales,
regionales y estatales.
• Madrid debe favorecer la aparición de nuevos “iconos urbanos” que incorporen nuevos
lenguajes y puedan convertirse en referentes urbanos y culturales contemporáneos que
refuercen la identidad de la ciudad.
Estrategias para una ciudad sostenible
• La intervención en la ciudad debe partir de la asunción de la recuperación de la
ciudad existente y la redefinición de la ciudad futura, asumiendo un urbanismo de
recualificación frente al urbanismo de expansión, mediante la incorporación de
criterios medioambientales en todas las políticas urbanas. Potenciando la ciudad densa
y coordinando su renovación con los nuevos desarrollos urbanísticos, poniendo en valor
el capital social, económico, histórico y el patrimonio edificado existente. Facilitando
la satisfacción de nuevas necesidades infraestructurales de la ciudad y propugnando el
uso eficiente del suelo, entendido como recurso no renovable, y limitando la posibilidad
de que la producción de nuevo suelo urbanizado se mantenga como una competencia
ventajista ante la renovación urbana.
• Se deben potenciar las actuaciones de renovación integral del conjunto de la ciudad
consolidada. Reequilibrando las densidades urbanas (demográficas, funcionales, sociales,
etc.) entre las áreas centrales y las periféricas e incorporando una gestión inteligente de
las preexistencias edificadas.
• El centro urbano debe ser intensamente revitalizado, posibilitando el mantenimiento
de su función predominantemente residencial y favoreciendo la vuelta de residentes
a la ciudad central, mediante la conjunción de una oferta residencial de calidad y unas
dotaciones de proximidad adecuadas.
• Madrid debe compaginar sostenibilidad y accesibilidad mediante el desarrollo de un
modelo de movilidad que potencie el transporte público y los medios “blandos” de
movilidad, tanto en la ciudad central como en los nuevos desarrollos. Traspasando parte
de los desplazamientos que hoy se realizan en transporte privado al resto de modos de
transporte, a través de la jerarquización y especialización de la red viaria. Fomentando
el equilibrio entre la movilidad rodada, peatonal y ciclista, y la apuesta por el transporte
público frente a la utilización del automóvil privado. Potenciando las infraestructuras de
accesibilidad y aparcamientos disuasorios fuera de la M-30, exigiendo además planes de
movilidad sostenible para actividades generadoras de un alto número de viajes.
• El conjunto de la ciudad debe incorporar a las dinámicas urbanas criterios de eficiencia
y consumo energético sostenible. Fomentando la generación de energía renovable en el
propio territorio, con criterios de responsabilidad frente al cambio climático, mejorando
la proporción de espacios verdes y la apuesta por infraestructuras de bajo mantenimiento.
• Madrid debe evitar fenómenos de saturación y sobretensión entre actividades
incompatibles con el equilibrio del conjunto urbano, defendiendo la integración de la más
amplia elección de actividades económicas (tradicionales e innovadoras) y comerciales
con los tejidos residenciales, y posibilitando la hibridación tipológica.
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Estrategias para una ciudad cohesionada
• El fomento de la participación ciudadana en la gestión cotidiana de la ciudad debe ser un
aspecto prioritario y determinante en la gobernanza de la ciudad de Madrid
• Se debe impulsar el desarrollo de dotaciones públicas y privadas adecuadas y accesibles a
las necesidades de la población. Integrando un marco flexible de gestión con una adecuada
respuesta al conjunto de necesidades de los habitantes de cada barrio e incentivando a
agentes privados y sociedad civil para la ejecución y gestión de nuevas dotaciones.
• Resulta necesario potenciar actuaciones de mayor calado, desde enfoques integrales,
tanto públicas como privadas en las zonas más desfavorecidas y vulnerables. Incorporando
estrategias de reactivación económica que partan de las potencialidades locales y con
regeneración de los tejidos urbanos deteriorados, tanto en áreas periféricas como
centrales, corrigiendo en estas últimas los procesos de gentrificación.
• Madrid tiene que desarrollar y fomentar el parque de viviendas en alquiler y de
protección (tanto públicas como privadas) en el conjunto del suelo urbano. Impulsando
la incorporación de vivienda protegida en suelo urbano y asimilando la vivienda pública
al régimen dotacional.
• Madrid debe garantizar el equilibrio en el tratamiento de los problemas de la ciudad
como conjunto centro-periferia, así como en cada uno de sus barrios. Reduciendo
la dependencia del conjunto de la ciudad de las zonas históricas centrales y generado
espacios y funciones de “Centralidad Urbana” en espacios periféricos.
• Es necesario reconsiderar los efectos de trasladar a la iniciativa privada,
descompensadamente, el impulso y ejecución de las actuaciones urbanísticas, impulsando
el papel de la intervención municipal en el desarrollo de políticas públicas específicas.
• Tanto la acción cultural, en sentido amplio, como la perspectiva de género deben
incorporarse como instrumentos básicos de construcción de cohesión social.
Estrategias para una ciudad con calidad de vida
• La protección del patrimonio debe adecuarse a las necesidades de su adaptación a nuevos
usos y valores espaciales, manteniendo su vitalidad y garantizando su utilización.
• Madrid debe potenciar las identidades locales frente a la homogeneidad global,
conformando barrios con identidades reconocibles, clarificando las subestructuras locales
y su relación con la estructura de escala general de la ciudad. Impulsando la cualificación
y renovación de la periferia, mejorando sus condiciones físicas y ambientales, reforzando
la identidad de los distritos a través de la creación de centralidades locales.
• Los usos culturales de centralidad deben ser potenciados en la almendra central.
• Las condiciones de habitabilidad del parque residencial existente deben mejorarse,
favoreciendo la generación de nuevas tipologías de vivienda, potenciando instalaciones
y servicios comunes compartidos en los edificios residenciales, y la renovación de las
infraestructuras básicas en la ciudad consolidada. Madrid debe impulsar la eliminación de
focos existentes de infravivienda, tanto en el área central como fuera de ella, esponjando
los tejidos de alta densidad de ocupación del casco histórico.
• Madrid debe potenciar el sistema de continuidad de los espacios libres y zonas verdes en el
conjunto de la ciudad, extendiendo sus valores individuales, minimizando las desigualdades
territoriales, y potenciando la “naturalización” de la ciudad y la reforestación de sus calles.
• El espacio público debe ser mejorado mediante un diseño urbano que busque la máxima
generalización y estabilidad formal en los elementos comunes de la urbanización, e
incorpore la percepción de la seguridad en el mismo.
• Resulta necesario propugnar una nueva ordenación urbana adaptando los ámbitos de
gestión de la ciudad a los ámbitos funcionales e identitarios de la ciudad.
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Criterios y Objetivos Generales
• Madrid debe seguir liberando espacio público para los ciudadanos, especializando el
uso del viario en función de los distintos modos de movilidad y de las intensidades de
circulación. Debe crear áreas de prioridad peatonal y restringir el aparcamiento de no
residentes en el centro urbano.
• La mejora de los espacios públicos requiere incidir de forma decidida en la calidad del
aire y la contaminación acústica, y favorecer su calidad estancial.
• Los equipamientos de proximidad deben ser desarrollados desde ópticas tanto de
requerimientos físicos como de calidad e innovación de servicio, resolviendo las carencias
específicas de cada distrito.
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ASPECTOS A REVISAR DEL PGOUM 1997
Respecto al modelo de Plan General
Desde el punto de vista exclusivamente legal, según lo establecido en la vigente Ley del Suelo
de la Comunidad de Madrid 9/2001, hay que tener en cuenta que los planes generales son los
instrumentos básicos para formular las políticas urbanísticas municipales de conformidad con
el planeamiento territorial, que abarcan términos municipales completos, y que tanto su objeto
como su contenido sustantivo y su documentación están establecidos por dicha ley. Es decir,
desde el punto de vista de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid 1997,
es imprescindible considerar que el plan general es un documento instrumental y fuertemente
condicionado por el alcance y contenidos establecidos legalmente.
Inevitablemente, por lo tanto, se habrá de abordar la revisión del Plan General desde una
perspectiva de adaptación tanto formal como material a la terminología y regulación contenida
tanto en la Ley 9/2001 de 17 de julio, del Suelo de la Comunidad de Madrid, como en el Real
Decreto Legislativo 2/2008, de 20 de junio por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley
del Suelo.
La revisión del actual Plan General debe abordarse desde la conveniencia de elaborar un Plan
General más flexible que el actual, con una regulación más general y menos pormenorizada
que la contenida en el P.G. 1997, reduciendo sus contenidos normativos exclusivamente a
los estrictamente requeridos por la legislación vigente. El Plan General debe conformarse, en
cuanto a sus contenidos, como un plan que ayude a clarificar al máximo el régimen competencial
propio en materia urbanística, tanto de la Comunidad de Madrid como del Ayuntamiento.
La revisión del Plan General debe pormenorizar al máximo qué determinaciones urbanísticas
deben quedar en competencia exclusiva municipal (favoreciendo su adaptación continua ante
situaciones y necesidades variables) y cuales deben tener vocación de una mayor permanencia
en el tiempo y depender su variación, en última instancia, de la aprobación de la Comunidad
de Madrid.
No obstante, un plan general de “mínimos”, no tiene por que renunciar necesariamente a
incorporar y definir una estrategia urbanística de carácter más global, que transcienda
ampliamente los aspectos jurídicos específicos de la planificación general. Convirtiendo
el proceso de revisión en el momento para “pensar” colectivamente la ciudad del futuro y
plasmar el mayor consenso político y ciudadano sobre el “Modelo de Ciudad” para Madrid de
cara a la primera mitad del siglo XXI. Diferenciando, en cualquier caso, la parte estrictamente
“normativa” del Plan de la parte más expositiva del “modelo”. Así, la elección del modelo
y contenido de plan es, al igual que el establecimiento del modelo de ciudad, una decisión
básicamente política.
En este sentido, resultará necesario formular un modelo de Plan que incorpore una propuesta
de herramienta para el seguimiento y evaluación (cuantitativa y cualitativa) continua de sus
objetivos, mediante la definición de un Sistema de Indicadores de Sostenibilidad que garanticen
tanto la integración de criterios de sostenibilidad en las propuestas del Plan, como la posibilidad
de evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos respecto al Modelo de Ciudad establecidos
por el propio Plan. Igualmente, se considera necesario que la revisión de Plan General incorpore
un sistema continuo de participación ciudadana, tanto para su elaboración como para su
posterior ejecución y seguimiento.
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Criterios y Objetivos Generales
En todo caso, la revisión del Plan General deberá plantearse necesariamente desde una nueva
propuesta de articulación, actual y futura, de Madrid con el conjunto del Área Metropolitana.
Articulación que integre los importantes cambios urbanísticos producidos desde el año 1997
así como los planteamientos a futuro de los municipios de su entorno y área de influencia.
Respecto al alcance del Plan General
La revisión del Plan General deberá incorporar con carácter prioritario una estrategia sobre
los suelos de actividad económica, considerando este tipo de actividad (particularmente en lo
referente a usos industriales avanzados) con carácter estratégico, de forma similar a los que
puedan tener los equipamientos, impulsando y flexibilizando al máximo la implantación de usos
con capacidad de generar actividad económica en el territorio.
En función del modelo señalado resultaría imprescindible revisar el contenido normativo del
nuevo Plan General, aligerándolo de cualquier aspecto normativo no estrictamente necesario
para cumplir con el objeto asignado por la legislación vigente al planeamiento general.
En relación al vigente Plan General, se considera imprescindible revisar la atención preferente,
definitoria del PGOUM 1997, relativa a la generación de nuevos desarrollos urbanísticos,
sustituyéndola por una atención preferente a la renovación de la ciudad consolidada. Por ello, la
revisión debe abordarse generando propuestas e instrumentos urbanísticos para la renovación
integral, tanto de la ciudad histórica como de los barrios periféricos de los años 50/60, haciendo
especial hincapié en la regeneración de áreas de vulnerabilidad.
Respecto al contenido documental del Plan General
En el proceso de la revisión del Plan General y en su posterior gestión la configuración técnica
del documento debe abordarse desde la necesidad de construir un soporte documental que
facilite y garantice su continua actualización. Resulta necesaria la incorporación de herramientas
y soportes informáticos, integrados en la plataforma tecnológica municipal, que permitan la
difusión y análisis de una información sobre la ciudad en continua actualización, permitiendo el
acceso electrónico de los ciudadanos al estado de tramitación de los procedimientos en los que
sean interesados, dando cumplimiento a lo establecido en la Ley estatal 11/2007. El Plan deberá
incorporar la base del parcelario del Ayuntamiento como cartografía del mismo y generar un
Sistema de Información Geográfica actualizado a las coordenadas de georeferenciación de la
Unión Europea.
Así mismo el documento del Plan General incorporará un Sistema de Indicadores ambientales
para posibilitar el diagnóstico continuado de la ciudad y el seguimiento, evaluación y corrección
de los objetivos del Plan.
Respecto a aspectos de la ordenación urbanística
Los criterios de segregación de usos en los diferentes ámbitos urbanos establecidos por el
Plan General vigente deben de ser revisados incorporando la posibilidad de combinación de
usos en un mismo edificio, parcela o ámbito, tanto en el centro urbano como en ámbitos
externos a la M-30. Específicamente, en la Almendra Central es necesario revisar la visión
defensiva generalizada del actual Plan General en relación al uso residencial materializada en la
restricción a la implantación de actividades terciarias.
Respecto a la ordenación actual del suelo urbano no consolidado y suelo urbanizable, con
edificación y/o urbanización pendientes de materializar, se debería abordar una posible revisión
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de sus parámetros urbanísticos (densidades, usos, estándares dotacionales y de urbanización,
régimen de viviendas, etc.), de su programación temporal y de sus condiciones de gestión
(delimitación, sistemas de actuación, cargas urbanísticas, etc.). En el suelo urbano consolidado
deben favorecerse ámbitos más compactos, con más mezcla de usos y con un mejor
aprovechamiento del suelo, así como ponderar los desajustes entre las edificabilidades y usos
previstos.
Las cesiones dotacionales en el suelo urbano no consolidado, pendiente de desarrollar, previstas
por el vigente Plan General deben ser revisadas y adaptadas a la legislación urbanística y a las
demandas de satisfacción de déficit acumulados, tanto en relación a posibles incrementos de
edificabilidades como a transformaciones de usos. En los suelos urbanizables, ordenados por
el Plan General vigente, es necesario revisar la flexibilidad extrema en la asignación del destino
concreto de los suelos de redes públicas para garantizar su adecuada integración en un sistema
articulado de redes públicas que satisfaga las demandas de los residentes.
Resulta igualmente necesario revisar los estándares de suelo disponible para las diferentes
infraestructuras y servicios urbanos en los diferentes ámbitos de ordenación, con el fin de
garantizar requerimientos de futuro.
Respecto a la ordenación actual del suelo urbano consolidado, la revisión del Plan General debería
estudiar la incorporación de planteamientos que permitan desarrollar procesos integrales de
renovación urbana para la mejora de las condiciones de habitabilidad de determinados ámbitos
residenciales, de forma específica tanto de los ámbitos de bloques abierto como del centro
urbano para la eliminación de infraviviendas, mediante la incorporación de determinaciones
adecuadas tanto de ordenación como de gestión.
Así mismo la revisión del Plan General utilizará el Proyecto Madrid Centro como “banco de
ideas” para establecer criterios estratégicos de ordenación, bajo una visión integrada de las
políticas urbanas.
La revisión del Plan General analizará la viabilidad de la propuesta, contenida en el Plan de Calidad
de Paisaje Urbano, de configurar un borde verde periurbano de la ciudad. Los instrumentos de
ordenación fomentarán la integración y articulación de equipamientos, espacios deportivos, etc.
en el conjunto de las redes dotacionales, con el fin de optimizar su efecto recualificador del
espacio urbano y garantizar el uso intensivo y eficiente de los mismos.
Respecto a aspectos de las normas urbanísticas
La revisión de las normas urbanísticas debe afrontarse desde un enfoque basado en
“prestaciones”, que propugne la consecución de objetivos evaluables y que permitan su
materialización mediante distintas soluciones formales. Corrigiéndose el modelo actual de
aplicación de parámetros uniformes generalizados para un ámbito determinado.
El vigente Plan General requiere una revisión y flexibilización del marco normativo general
de clasificación de usos (cualificados, asociados, autorizables, etc.) adecuando el régimen de
compatibilidad de usos propuestos a los nuevos escenarios y necesidades surgidas en los
últimos años, con el fin de mejorar la competitividad y sostenibilidad del conjunto urbano,
muy especialmente en lo que a las actividades económicas se refiere, e incidiendo en un nuevo
equilibrio de actividades en relación al centro y la periferia.
Las condiciones de uso y edificabilidad de las actividades económicas (tanto terciarias como
industriales) establecidas para el suelo urbano deben revisarse en profundidad con el fin de
potenciar su implantación en el término municipal.
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Criterios y Objetivos Generales
Resulta necesaria la reconsideración y revisión del sistema de clasificación y regulación de
usos compatibles de los servicios colectivos de titularidad pública, así como la revisión del
régimen urbanístico del equipamiento privado en relación a su similitud, en algunos aspectos,
a actividades de tipo terciario. Analizándose la incorporación de posibles nuevas categorías de
equipamientos destinados a la actividad económica, así como una consideración diferenciada de
las redes dotacionales en la ciudad consolidada y en la ciudad periférica.
La revisión de las normas urbanísticas debe asumir determinaciones normativas que fomenten
la incorporación al planeamiento de desarrollo y a la edificación de principios de eficiencia
energética y sostenibilidad.
En el ámbito del APE.00.01, Centro Histórico, resulta necesario revisar tanto los parámetros
de edificabilidad (aproximando edificabilidad de nueva planta a edificabilidad existente) como la
regulación y viabilidad de los patios azules.
Es necesario revisar tanto del régimen de obras en los edificios como los parámetros
y condiciones generales de la edificación y de sus relaciones con el entorno, facilitando la
realización de arquitecturas singulares novedosas, sostenibles y con nuevos criterios de
eficiencia energética.
La revisión del Plan General debe incorporar a las normativas e instrumentos del planeamiento
general y de desarrollo los objetivos y procesos que establece el Plan Director de Paisaje de la
ciudad de Madrid.
El alcance de los Planes de Control Urbanístico-Ambiental de Usos (PECUAU) debe revisarse
en profundidad. Clarificando su alcance e incorporando medidas, de evaluación continua, para
evitar fenómenos de saturación y sobretensión de actividades incompatibles con el equilibrio
del conjunto urbano, e incorporando planes de movilidad sostenible previos para la implantación
de actividades generadoras de un alto número de viajes.
La revisión del Plan debe abordarse desde la reducción de las tipologías de ámbitos de
ordenación diferenciada, simplificando al máximo los numerosos APIs, APEs, APRs, UZIs, UZPs,
UNPs, mediante su asimilación a una regulación por norma zonal.
Respecto a aspectos de gestión
La gestión urbanística debe plantearse desde la revisión del papel de la intervención municipal
en el impulso y ejecución de políticas públicas específicas en actuaciones urbanísticas. Con
incorporación de una programación a desarrollar en el tiempo, conforme a un orden de
prioridades establecidas en función de la voluntad política del municipio.
La revisión del Plan General debe reajustar los escenarios de obtención y mecanismos de
cesión de redes públicas dotacionales, específicamente en lo que afecta a los procedimientos
de gestión de suelo urbano consolidado, posibilitando escenarios de cesión materializada en
edificabilidad.
Igualmente se estudiará el desarrollo de nuevas herramientas que vinculen la responsabilidad
ambiental de la actividad económica y urbanística en general, con el territorio.
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Respecto a la protección del patrimonio
Las condiciones de protección del patrimonio del Plan General, así como el contenido de los
catálogos de protección, originados en planteamientos de un proteccionismo defensivo iniciado
en los años 80 (como reacción a agresiones y destrucciones sistemáticas del mismo), deben ser
revisadas. Esta revisión debe abordarse desde planteamientos de la necesidad de compatibilizar
al máximo la protección y la rehabilitación y/o revitalización del patrimonio y de la ciudad
histórica.
Deberá revisarse la extensión de los Catálogos de Protección, incorporando no obstante
elementos integrantes de patrimonio arquitectónico y cultural del siglo XX, piezas valiosas del
patrimonio industrial o de la ingeniería, así como también elementos singulares del paisaje y del
espacio público de la ciudad.
La revisión deberá abordar, con criterios de flexibilidad, el régimen de obras en edificios
catalogados, incorporando criterios de sostenibilidad, de viabilidad económica y de viabilidad
social. Fomentando la revitalización y el reciclaje del patrimonio histórico edificado, sobre todo
residencial, así como su adaptación a requerimientos funcionales y de habitabilidad actuales,
con especial atención a las determinaciones contenidas en la Ley de Supresión de Barreras
Arquitectónicas.
Las funciones y composición de la Comisión Local de Patrimonio Histórico (CLPH) y la
Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Natural (CPPHAN) deberán
articularse y revisarse para adaptarse a los nuevos criterios de protección del patrimonio.
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Criterios y Objetivos Generales
PROCEDIMIENTO PARA LA REVISIÓN
El proceso de revisión del PGOUM requiere necesariamente de un órgano administrativo
técnico específico, integrado en el Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda, y una estructura
organizativa política y de participación que integre espacios diversos, tanto de carácter municipal
como ciudadano. Esta estructura debe contar con un conjunto de espacios y órganos que
interaccionen sinérgicamente para lograr una “Revisión” óptima, con la que dar satisfacción
a la extensa y compleja red de intereses y puntos de vista que necesariamente aportarán y
propondrán los diversos actores políticos y sociales, tanto institucionales como de otra índole,
llamados a intervenir.
La creación de esta estructura político-técnico se ha formalizado al inicio de la presente
legislatura (junio – septiembre 2011), con el objetivo básico de poder finalizar el proceso de
revisión al final de legislatura (marzo 2015).
La revisión del Plan General deberá ser coordinada desde el principio con las Administraciones
Públicas afectadas e implicadas en la revisión (Estado Central, Comunidad de Madrid y Municipios
limítrofes). Así mismo, la Revisión debe ser consensuada con los diferentes grupos políticos y
con el conjunto de la sociedad a través de sus representaciones sociales (asociaciones vecinales,
representantes económicos y sociales, universidades, colegios profesionales, etc.).
La revisión del Plan General de Madrid debe abordarse, más allá de lo anteriormente señalado,
desde el fomento de la máxima participación ciudadana, mediante cauces que sobrepasen los
excesivamente formales establecidos en la legislación urbanística. Durante todo el proceso
de revisión, la “comunicación” debe ser un aspecto esencial en la gestión de dicho proceso.
Garantizando, desde el principio hasta el final del mismo, que sus decisiones fundamentales
puedan ser asumidas y generadas por la mayor parte de la sociedad, permitiendo y favoreciendo
una implicación de dicha sociedad con sus objetivos, instrumentos y actuaciones. Para esto es
fundamental la clarificación del “modelo de ciudad” que el Plan pretende impulsar y la manera
de comunicar el mismo a los ciudadanos y agentes sociales.
La forma de abordar los trabajos a desarrollar será a través de una organización interna
municipal creada al efecto, dependiente del Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda, en
estrecha coordinación con el conjunto de Áreas y Juntas Municipales de Distrito, que garantice
una sistemática de trabajo transversal. Esta organización será independiente de la organización
del Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda encargada de la gestión urbanística del día a día.
En una primera aproximación la estructura organizativa para la revisión del Plan General de
Madrid contará con tres niveles diferenciados, aunque íntimamente relacionados entre sí:
1.
Un nivel político: dirigido por el equipo de gobierno municipal al más alto nivel y
en el que en diferentes espacios se integrarán el gobierno municipal, los distintos
grupos políticos municipales y los representantes de la sociedad civil (Entidades
vecinales, entidades empresariales y sindicales, colegios profesionales, universidades,
expertos, etc.).
2.
Un nivel político / gestor: dirigido por el/la responsable del Área de Gobierno de
Urbanismo y Vivienda en el que se integraran representantes de las diferentes Área
de Gobierno, Juntas Municipales de Distrito, y el responsable o responsables de la
estructura técnica encargada de la revisión.
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3.
Un nivel técnico: dirigido por los responsables elegidos al efecto por el equipo de
Gobierno Municipal, e integrado por el equipo técnico para la Revisión del Plan
General que será el órgano técnico de ejecución de los trabajos necesarios y de la
realización formal y tramitación del Documento de Revisión, formado por técnicos
y personal municipal y/o contratado específicamente así como por los asesores
que se consideren necesarios.
En cuanto al proceso de revisión resulta necesario abordarlo desde la realización de una serie
de estudios y trabajos previos que posibiliten actualizar la necesaria información urbanística,
el establecimiento de un balance relativo al Plan General vigente, y un diagnóstico, territorial y
sectorial, tanto de dicho Plan General como de la situación actual de la ciudad de Madrid.
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