".- de conformidad con lo previsto en el artículo 94 ejusdem, el

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DECISION DEL CONSEJO DE APELACIONES ANTE EL RECURSO DE
APELACION INTERPUESTO POR EL PROFESOR HECTOR OMAÑA SILVA.
CONSIDERADO EN EL CONSEJO UNIVERSITARIO No. 1341, ORDINARIA,
CELEBRADO EL DÍA TRES DE ABRIL DEL DOS MIL DOS
El día 14 de junio de 2001, el Consejo de Apelaciones de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado" recibió escrito contentivo de
dieciocho (18) folios útiles, presentado personalmente por el ciudadano
Héctor Omaña Silva, venezolano, mayor de edad y portador de la Cédula de
Identidad N° 3.052.282, con la asistencia legal de los abogados en
ejercicio Anibal J. Perales Aguilar y Francisco J. Perales Wills, inscritos
en el Instituto de Previsión Social del Abogado, bajo las matrículas N°
4.038 y 61.765, respectivamente, mediante el cual el ciudadano Héctor
Omaña Silva, interpone, ante este Consejo, Recurso de Apelación contra el
Acto Administrativo contentivo de la Decisión de Destitución del cargo de
Profesor Asociado, a dedicación exclusiva, tomada por el Consejo
Universitario de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", en
Sesión N° 1.257, Extraordinaria, celebrada el 21 de marzo de 2001. En la
cual ACORDO: Aplicar la sanción de destitución del cargo de profesor, a
dedicación exclusiva, al ciudadano Héctor Omaña Silva, prevista en el
Artículo 68 del Reglamento de la Universidad Centroccidental "Lisandro
Alvarado", por la comisión dé hechos calificados como faltas graves,
previstas en los numerales 1, 2 y 8 del Reglamento, y violatorios de la
Resolución N° 037-99 del Consejo Universitario y del Articulo 42 del
Reglamento del Personal Docente y de Investigación de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado". En su escrito el ciudadano Héctor
Omaña Silva expresa (sic):
".- de conformidad con lo previsto en el artículo 94 ejusdem, el Consejo
universitario de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado",
disponía... de 15 días para decidir el Recurso de Reconsideración, de
modo que este lapso se cumplió el día 31 de mayo de 2001, y como
quiera que no hubo decisión del cuerpo, de conformidad con lo
previsto en el Artículo 4 ° de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, se produjo silencio administrativo negativo, que me
habilita a acudir ante este órgano a solicitar como en efecto lo
hago, la revisión del acto sancionatorio arriba identificado".
El Recurrente presenta sus alegatos y fundamentos jurídicos y solicita la
anulación del Acto Recurrido.
En Reunión N° 100, Extraordinaria, del Consejo de Apelaciones de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado", de fecha 14 de junio de 2001, de
conformidad con el Artículo 33 del Reglamento del Consejo de Apelaciones
conoció del Recurso de Apelación interpuesto por el ciudadano Héctor Omaña
Silva y decidió admitirlo a sustanciación por no ser contrario a derecho, y ordenó
notificar al recurrente de la admisión a sustanciación del recurso por él
interpuesto, como efectivamente se hizo el 15 de junio de 2001, así como solicitar
a la Secretaría General de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", el
expediente administrativo instruido al profesor Héctor Omaña Silva El día 29 de
junio de 2001, el Consejo de Apelaciones recibió, de la Secretaria General de la
Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", una carpeta con los recaudos
conjuntos, no individualizados, ni foliados, de los procesos de averiguación
administrativa abiertos a los profesores Héctor Omaña Silva y Antonio Castro
Yllanes. En vista de esta situación, el Consejo de Apelaciones ACORDÓ proceder a
separar los recaudos con el propósito de formar dos expedientes
correspondientes a los Recursos de Apelación interpuestos individualmente por
los profesores Héctor Omaña Silva y Antonio Castro Yllanes. En fecha 02 de julio
de 2001, por aplicación del Artículo 38 del Reglamento del Consejo de Apelaciones
de la UCLA, se acordó abrir el lapso de pruebas. Ante la dificultad de realizar la
separación material de los recaudos contentivos de los antecedentes
administrativos recibidos de la Secretaría General de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado", para formar los expedientes de los
profesores Héctor Omaña Silva y Antonio Castro Yllanes, y visto que los recaudos
recibidos eran en su mayoría fotocopias simples, el Consejo de Apelaciones el día
26 de julio de 2001, acordó solicitar a la Secretaria General de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado" el envío de los expedientes, individualizados
y foliados, correspondientes a los procedimientos administrativos disciplinarios,
instruidos a los profesores Héctor Omaña Silva y Antonio Castro Yllanes.
En Reunión N° 106, Extraordinaria, realizada el 12 de septiembre de 2001, el
Consejo de Apelaciones, con la asistencia de la Doctora Elsy Gutiérrez de
González, convocada como asesora legal de este Consejo, y ante el hecho cierto
de no haber recibido de la Secretaría General de la Universidad Centroccidental
"Lisandro Alvarado", el expediente administrativo en original,
Decide la
Reposición de la Causa al estado de solicitarle al Licenciado José E. Bethelmy
Rector-Presidente del Consejo Universitario de la Universidad Centroccidental
"Lisandro Alvarado", el expediente administrativo original, individualizado y
foliado, de la averiguación administrativa disciplinaria ordenada por el Consejo
Universitario de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado" en contra del
Profesor Héctor Omaña Silva y que dio lugar al acto administrativo impugnado. El
expediente administrativo en original, instruido al Profesor Héctor Omaña Silva, se
recibió el 27 de noviembre de 2001, y el Consejo de Apelaciones, en la Reunión N°
112, Ordinaria, realizada el 29 de noviembre de 2001 acuerda, de conformidad con
el Artículo 38 del Reglamento del Consejo de Apelaciones de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado", abrir el lapso de pruebas, decisión que es
notificada, tanto al recurrente ciudadano Héctor Omaña Silva, en la fecha 29-112001, como al Licenciado José E. Bethelmy, Rector-Presidente del Consejo
Universitario de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", para que
estando en conocimiento del mismo, promovieran las pruebas a que hubiere lugar. En
el lapso probatorio no se promovió prueba alguna, por lo cual el Consejo de
Apelaciones deberá decidir con arreglo a los elementos que obran en autos. En la
Reunión N° 114, Ordin.aria, realizada el 16 de enero de 2002, el Consejo de
Apelaciones acuerda designar al Profesor Eybar Jesús Rojas Gómez, Presidente de
este Consejo, como Ponente del Recurso de Apelación interpuesto por el ciudadano
Héctor Omaña Silva, y siendo la oportunidad legal para decidir, este Consejo de
Apelaciones pasa a hacerlo previo los siguientes consideraciones.
I- DE LOS HECHOS
Pasa este Consejo de Apelaciones a revisar las actuaciones realizadas en la
Consultoría Jurídica siguiendo instrucciones del Consejo Universitario y que
constan en el expediente del procedimiento administrativo que dio lugar al Acto
Administrativo que impugna el Apelante.
En Asamblea General de los profesores apremiados de la Asociación de Profesores
de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", realizada el 8 de julio de
1999, se acordó (sic).—Punto 4:
"Solicitar a los representantes profesorales ante el Consejo
Universitario, la convocatoria a un Consejo Extraordinario, con la
finalidad de tomar las decisiones a que hubiere lugar con relación al caso
de los Profesores Héctor Omaña y Antonio Castro de conformidad con lo
aprobado en la Asamblea de Profesores".
El 21 de julio de 1999, en Oficio SG 849-99, la Secretaria General de la
Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", Profesora Justina Guerra de
Cordero, informa al Consultor Jurídico, Abogado Rosalio Montero, sobre la decisión
del Consejo Universitario de abrir una averiguación administrativa al ciudadano
Héctor Omaña S.
El 22 de octubre de 1999, el Consultor jurídico, en oficio CJ-N° 241 notificó al
ciudadano Héctor Omaña Silva la apertura del procedimiento de una averiguación
administrativa en su contra
En correspondencia de fecha 03 de noviembre de 1999 dirigida al Consultor
Jurídico, el profesor Héctor Omaña Silva acusó recibo de la notificación y afirmo
haber solicitado y obtenido copia de los recaudos referentes al proceso de
averiguación administrativa ordenada por el Consejo Universitario en su Contra.
En oficio CJ-N° 301, de fecha 6 de diciembre de 1999, el Consultor Jurídico -' de
la UCLA, respondió la solicitud realizada e13 de noviembre de 1999 por el
profesor Héctor Omaña Silva, en los siguientes términos:
Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado"
Consultoría Jurídica
Barquisimeto, 6 de diciembre de 1999
CJ-N° 301 Ciudadano
Profesor Héctor Omaña Silva. Presente.
En atención a solicitud que hiciera el profesor Antonio Castro Yllanes, en el
sentido de orientarle con precisión acerca de objeto, alcance y procedimiento de
la averiguación administrativa sobre hechos denunciados por los representantes
profesorales ante el Consejo Universitario con motivo de su participación como
Presidente de APLICO en la administración del patrimonio dei Fondo de
Jubilaciones y Pensiones del Personal Docente y de Investigación de la UCLA, así
como de la Asociación de Profesores y del Instituto de Previsión Social de los
Profesores, en mi carácter de Instructor de la averiguación ordenado por el
Consejo Universitario en Sesión N° 1115 Ordinaria del 21-7-99, cumplo con
responder su pedimento con las siguientes precisiones:
1.- La averiguación administrativa sobre hechos tiene por objeto determinar qué
fue exactamente lo que ocurrió y bajo que condiciones y características en el
manejo y disposición patrimonial de bienes que aún cuando pertenecen o están
bajo la posesión de un gremio docente, puede ser calificados como bienes del
servicio público por ser provenientes de aportes mixtos de miembros de una
asociación gremial y del estado venezolano, a través de la Universidad, dando
cumplimiento a la Ley de Universidades en cuanto a la previsión social de los
docentes universitarios que constituyen una responsabilidad compartida por el
Estado. Tal es el caso del Fondo de Jubilaciones y Pensiones y del IPSPUCO.
2.- La administración de los bienes del Fondo de Jubilaciones implica,
evidentemente, la defensa de las inversiones e intereses de ese ente en
cualquier otra persona jurídica civil o mercantil. Es perfectamente lícito
solicitar rendición de cuentas a quien en representación de la Universidad o del
Fondo o del IPSPUCO o de APUCO, debió defender esos intereses por encima de
cualquier consideración o conflicto de situaciones contradictorias del
comisionado o gestor (que debió desempeñarse con mayor diligencia que la que se
le exige a un administrador común o padre de familia), consigo mismo, como se
desprende del hecho de recibir para sí, sin autorización expresa, lo que
corresponde como dividendo al dueño de la inversión y no a su representante que
actúa bajo mandato de gestión reglamentaria dentro de funciones propias del
Presidente Del órgano representado con carácter ad-honorem.
3.- La averiguación administrativa dispuesta por el Consejo Universitario alcanza
hasta la determinación de todas las actuaciones en la administración de los
bienes de los entes paragremiales y por ello cubre, inclusive, la rendición de
cuentas con motivo de obras realizadas con el patrimonio gremial, como es el
caso de construcciones, reparaciones, etc, ' en la sede de los servicios
asistenciales y en la sede social.
4.- En la averiguación administrativa debe seguirse el procedimiento pautado por
la ley Orgánica de Procedimientos Administrativo, que se inicia con la
notificación a los interesados de la averiguación en curso, ofreciendo la
oportunidad para la revisión de los recaudos, expedientes y actuaciones
realizadas y que se vayan realizando. Ahora bien, corno en el presente caso el
Consejo Universitario consideró averiguar hechos muy concretos que fueron
ejecutados bajo la responsabilidad legal y reglamentaria de personas que
ocupaban una posición directiva (Presidente) y que por esa razón es que se les
atribuye a responsabilidad por esas actuaciones, corresponde que esas personas
asuman el deber de informar aclarar y explicar todo el conocimiento que tengan
sobre los hechos averiguados.
CONCLUSIONES:
"..Corresponde a los profesores Antonio Castro Yllanes y Héctor Omaña Silva
rendir informe de los aspectos señalados por la Comisión Sustanciadora
designada por el Consejo Universitario en comunicación del 20 de julio de 1999
suscrita por la Decana de Administración y Contaduría y el Representante de los
Profesores ante el Consejo Universitario y tratar en detalle todos los puntos
expuestos en esa comunicación, en el :entendido de que podrían desprenderse
indicios de responsabilidad administrativa personal que dieran lugar a un
procedimiento disciplinario.
A partir de la notificación del contenido de este oficio, comienza a correr el
lapso de quince (15) días hábiles para aportar todas las informaciones que
consideren pertinentes los profesores Antonio Castro Yllanes y Héctor Omaña
Silva. Atentamente,
Rosalio Montero G.
En correspondencia de Héctor Omaña Silva, de fecha 28-01-2000, al
",Consultor Jurídico Rosalio Montero. La cual contiene las respuestas de
Héctor
Omaña Silva a preguntas del Consultor Jurídico formuladas en
comunicación N° CJ-N° 11 de la Consultoría Jurídica de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado", de fecha 20-01-2000 y recibida el 2701-2000, señala que (sic):
"... En relación a la primera pregunta, la respuesta es N0. AcLaro: No he recibido
pago alguno correspondiente a distribución de parte de los dividendos de la
empresa. Los dividendos son de la exclusiva propiedad de los accionistas. En
relación a la segunda pregunta, aun cuando pudiera interpretarse que su respuesta
depende del carácter afirmativo de la respuesta a la primera pregunta, y en
consecuencia, al ser ésta negativa no tendría caso responderla, debo manifestarle
que sí he recibido, en dos oportunidades, pagos derivados de la participación
estatutaria establecida en el artículo 49 de los Estatutos de Universítas de
Seguros C.A. Allí se expresa en forma clara que una vez deducido de las utilidades
netas del ejercicio el aporte para el fondo se reserva, se destinará un 5% para
ser distribuido entre los miembros principales y suplentes de la Junta Directiva,
en caso de ser decretado el pago de dividendos en efectivo a los accionistas de la
empresa. Todo me hace pensar que en relación a la primera interrogante
formulada en su solicitud, pudiese haber una confusión entre el término
"dividendo" y el concepto de "utilidad". Indistintamente a este aspecto, le puedo
informar que: el primer pago lo recibí a finales del mes de noviembre del 1998,
por un monto aproximado de millones de bolívares, bajo el concepto de
participación estatutaria sobre las utilidades del ejercicio 1997; el segundo de
ellos lo recibí a comienzos del mes de diciembre de 1999, por un monto
aproximado de 6,7 malones de bolívares bajo el concepto de participación
estatutaria correspondiente al ejercicio 1998 por la asistencia a las dos primeras
reuniones de Junta Directiva en ese mismo año. En relación al tercer aspecto
referido en su solicitud bajo el encabezado : ,
" Y en caso de que Usted hubiese consignado. .. ", debo manifestarle que en ningún
caso he consignado o depositado las cantidades referidas en la respuesta
anterior, para ser reintegradas (subrayado mío) a favor del Fondo de Jubilaciones
y Pensiones de la UCLA. Razones para ello. Reintegrar significa devolver una cosa
a una persona (sea natural o jurídica), y el acto de devolución implica el
reconocimiento de que el bien poseído pertenece a otra persona. Sin embargo, en
este caso que nos ocupa esta situación no se da. Los Estatutos de Universitas de
Seguros C.A., establecen en forma clara e inequívoca la propiedad de la
participación estatutaria referida en el precitado articulo 49, sin contravención
alguna a las leyes o disposiciones reglamentarias que regulan la materia. Por ello es
incuestionable la legalidad y licitud del cobro por mi parte de las cantidades antes
mencionadas. Más aún, ningún accionista puede, en forma unilateral, prohibirla
recepción de la referida participación estatutaria por parte de los directores de
la empresa, pues la norma que lo permite fue establecida por los mismos
accionistas en Asamblea de Accionistas, única instancia que tiene la potestad
de decidir sobre la materia. "
Con oficio CJ-N°44 de fecha 31-01-2000 del Dr. Rosalio Montero, Consultor
Jurídico, para Lic. José Bethelmy, Rector de la Universidad Centroccidental
"Lisandro Alvarado", informándole de la comunicación recibida del profesor
Héctor Omaña Silva mediante la cual manifiesta que si recibió en dos
oportunidades pagos derivados de la participación estatutaria establecida en el
artículo 49 de los Estatutos de Universitas de Seguros C. A. Manifiesta también
que en ningún caso ha consignado ni depositado las cantidades recibidas a favor
del fondo de Jubilaciones y Pensiones del Personal Docente .y de Investigación de
la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado".
En oficio, N° SCU-158-2000, de la profesora Justina Guerra de Cordero para Dr.
Rosalio Montero, Consultor Jurídico de la Universidad Centroccidental "Lisandro
Alvarado" se le informa que el Consejo Universitario en su Sesión N° 1159,
Extraordinaria, realizada el 09-02-2000, acordó "calificar el hecho como grave
y abrir una averiguación disciplinaria a dichos profesores para que hagan uso del
derecho a la defensa".
El día 25-02-2000, la Consultoría Jurídica dicta el AUTO DE PROCEDER (al folio
17) en el cual se ordena la notificación al profesor Héctor Omaña del Auto de
Proceder, a los fines de que haga uso del derecho a la defensa y alegue sus
razones y fundamentos respecto al motivo del presente procedimiento.
Al folio 19 corre oficio s/n de fecha 20-03-2000, del Prof. Héctor Omaña Silva al
Dr. Rosalio Montero, Consultor Jurídico de la Universidad Centroccidental
"Lisandro Alvarado", del cual extraemos: que conoce del Auto de Proceder que le
fue notificado el 29-02-2000, que presenta sus puntos de vista en cuanto a la
calificación de hecho grave cometido por él y la consecuente apertura de una
averiguación disciplinaria en su contra, según lo acordó el Consejo Universitario en
Sesión Extraordinaria del 09-02-2000, y expresa:
"En el texto del referido Auto de Proceder se expresa que yo he recibido
cantidades de dinero provenientes de dividendos de la compañía anónima
UNIVERSITAS DE SEGUROS C.A.. Esto es totalmente FALSO. El dinero
recibido por mi persona en oportunidades conocidas corresponden a la
Participación Estatutaria legalmente establecida en el Articulo 49 de los
Estatutos de la precitada compañía de seguros. Esa porción de las utilidades
no forma parte de los dividendos. Por otro lado, también expresa el referido
Auto de Proceder que hubo de mi parte, desacato directo de la prohibición
establecida por el Consejo Universitario de la Universidad Centroccidental
"Lisandro Alvarado" mediante Resolución dictada el 5 de noviembre de 1999,
Por tal razón, es menester considerar el ámbito de aplicación de dicha
resolución. No hay lugar a dudas, según lo expresado en el Articulo 2 de la
misma, que esta aplica a quienes al momento de su redacción con
posterioridad a ese momento, ocupa cargos de directivos, empleados o
bien representantes de la Fundación Fondo de Pensiones y Jubilaciones del
Personal Docente y de Investigación de la Universidad Centroccidental
"
Lisandro Alvarado", en este último caso ante instituciones donde la
precitada Fundación tenga inversiones o participación. Pues bien, para la
fecha de redacción de la antes citada Resolución, yo no era ni directivo, ni
empleado ni tampoco representante de la citada Fundación ante ninguna
institución relacionada. Por tal motivo, considero ABSURDO que se me
impute el hecho de desacatar una resolución de cuyo ámbito de aplicación
estoy excluido de facto.
A los folios 44 al 63 corre oficio CJ-N° 3 del 02-02-2001 del Dr. Rosalio
Montero Consultor Jurídico al Lic. José Bethelmy Rector de la Universidad
Centroccidental
"Lisandro Alvarado" para informarle de la averiguación
administrativa seguida al profesor Héctor Omaña Silva y hacer
recomendación al Consejo Universitario.
Al folio 66 corre oficio CJ-19 de fecha 28-02-2001, según el cual el Dr.
Rosalio Montero notifica al profesor Héctor Omaña de la apertura de un
Auto para Mejor Proveer a los fines de que comparezca y declare en la
averiguación administrativa que se le sigue en relación al hecho de haber
percibido cantidades de dinero provenientes de la compañía Universitas de
Seguros C.A., y en atención a lo establecido en los Reglamentos de la
Universidad, en Resoluciones dictadas a tales efectos y en el Estatuto de la
Fundación Fondo de Jubilaciones y Pensiones del Personal Docente y de
Investigación de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado". La
comparecencia se le fijó pera el día siguiente a la notificación en horas de la
mañana. Finaliza la notifi cacion ratificándole que tiene permanente acceso a
los Autos del expediente de la averiguación administrativa. Al pié de página
se observa que el profesor Omaña se notificó el 02-03-01 a las 3:47 pm los
folios 67 al 71 corre Acta de Comparecencia del día lunes 05-03-2001 del
profesor Héctor Omaña Silva y solicita que se le suministren las preguntas
del cuestionario para analizarlas y responderlas para lo cual pide hacerlo el
día martes 13-03-2001 en horas de la mañana Recibe cuestionario, revisa el
Expediente Administrativo e indica documentos para que se le dé copia de la
averiguación administrativa de hechos que se le instruyó al profesor Antonio
Castro y en la cual aparecen documentos que le competen; así mismo, indica
que se le dé copias de algunos documentos de su expediente. Finaliza el Acta
certificando que se le entregan todos los recaudos que solicitó y que recibe a
satisfacción. El Acta es firmada por ambos.
A los folios 72 al 78 corre Acta del día 13-03-2001 donde consta la
comparecencia de Héctor Omaña a la Consultoría Jurídica y consigna en 7 folios
útiles las respuestas al cuestionario, documentos con opiniones jurídicas para que
sean considerados en el informe y pide se solicite copia a la Secretaria de la
opinión jurídica del Dr. Omar Porteles.
A los folios 79 al 89 corre informe presentado por la Consultoría Jurídica al Líc.
José Bethelmy, Rector-Presidente del Consejo Universitario con los resultados de
la actuación adicional obtenida del Auto para Mejor Proveer.
IA los folios 90 al 131 corre la notificación al profesor Héctor Omaña Silva del
Acto Administrativo y la Decisión tomada por el Consejo Universitario en Sesión
N° 1.257, Extraordinaria, de fecha 21-03-2001.
II. ALEGATOS DEL APELANTE,
En el escrito de Recurso de Apelación interpuesto por ante este Consejo de
Apelaciones por el profesor Héctor Omaña Silva, dividió los alegatos en contra el
Acto Administrativo de Destitución en: Vicios del Procedimiento y Vicios del Acto.
1. VICIOS DEL PROCEDIMIENTO
Pasamos a ver los alegatos, que a manera de ver del recurrente vician el
procedimiento. A.- Incongruencia entre lo que define el Auto de Proceder como
objeto del proceso disciplinario y el contenido de la decisión sancionatoria,
expresada en Acuerdo transcrito. Expresa. "... ante la ausencia de un acto de
cargos, que no se dictó en el presente procedimiento disciplinarla, debemos
entender que la referencia a la supuesta conducta ilícita, en el texto del auto de
proceder ....... omissís...... ... es la única que se me atribuye y a la determinación
y comprobación de los hechos que ella implicaba, así como a la concatenación de los
hechos en la normativa presuntamente violada, que también se menciona en el auto,
ha debido circunscribirse el proceso ya que esos eran los límites impuestos en
forma expresa a la causa disciplinaria.".
"Señala también que la decisión contenida en el Acuerdo, aborda situaciones que
están fuera de los límites que el Auto de Proceder impuso al proceso. Que en la
decisión se habla de su condición de profesor a dedicación exclusiva y la
obligación de transferir las cantidades al Fondo de Jubilaciones y Pensiones del
Personal Docente y de Investigaciones de la Universidad Centroccidental
“Lisandro Alvarado", o al patrimonio de la Universidad, que al exceder los limites
del proceso disciplinario impuesto por el auto de proceder, vicia el acuerdo por
comprometer el cabal ejercicio del derecho a la defensa.
Alega también el recurrente que: cree innecesario la apertura de una averiguación
sobre los hechos, dentro de la averiguación de carácter disciplinario, pero que
como no le es dañoso no se prevalecerá de esa situación.
Alega el recurrente que el acto viola el articulo 62 y el numeral 5 del artículo 18
de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, que obliga a resolver en el
acto decisorio, todas y cada una de las cuestiones que se hubieren planteado y las
cuales deben ser expresadas, en forma sucinta en el acto. Que consignó alegatos
y no hay pronunciamiento en el acto atacado. Que presentó informes y que no
fueron considerados.
Alega el recurrente que en el procedimiento se violó el artículo 59, al no
permitírsele el acceso al expediente.
Alega igualmente que se violaron los artículos 9 y el numeral 5 del artículo 18 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, porque carece en absoluto de
motivación fáctica, porque no contiene la expresión de los hechos debatidos, ni los
alegatos que él presentó.
Alega que el Auto para Mejor proveer fue dictado fuera del lapso que establece
el articulo 514 del Código de Procedimiento Civil, y que excede de la materia sobre
la que puede versar.
2. VICIOS DEL ACTO
Como alegatos sobre vicios del Acto expresa Que la Resolución N° 037-99 está
afectada de nulidad, porque la Universidad es incompetente para normar la
conducta de una fundación privada. Que la Resolución es inaplicable a él pues no
estaba en el supuesto fáctico de aplicación. Que la Resolución se aplica desde la
publicación, y que él recibió una copia simple el 17 de enero de 2000 y según su
criterio es a partir de esa fecha que comienza a surtir efectos para él. Que
recibió el ultimo pago el 9 de diciembre de 1999, por lo que ¡lo le es aplicable. Que
la Resolución no puede aplicarse retroactivamente.
Alega también el apelante, que el Acuerdo objeto del recurso, incurre en falso
supuesto jurídico y fáctico, al considerar que el pago recibido no lo fue de las
utilidades obtenidas, sino de los dividendos de Universitas de Seguros.
Alega que resulta ilegal la Resolución impugnada por equivocada interpretación en
la calificación de la falta que se le atribuye.
Finalmente presenta alegatos referidos a que se dice que violó los numerales 2 y 8
del artículo 68 del Reglamento General de la Universidad Centroccidental
"Lisandro Alvarado". Que se adiciona la palabra "económica" que no aparece en la
norma, que no se explica como puede atentar contra la integridad de la
universidad cuando lo que se cobra es licito por ser una participación en las
utilidades de una empresa privada en la cual la Universidad no tiene participación
alguna. Que el acuerdo no especifica que fue lo que se comprobó y de que manera
ello fue reiterado.
Solicita que el Consejo de Apelaciones declare con lugar el recurso y anule
totalmente el acto recurrido.
III. MOTIVACIONES PARA DECIDIR.
Este Consejo de Apelaciones, como punto previo, debe observar que en fecha 23
de julio de 2001 recibió de la Secretaria General de la UCLA, oficio de fecha
20-07-01, distinguido con el N° SG-912-01, con la notificación de la Decisión
tomada por el Consejo Universitario en el Recurso de Reconsideración
interpuesto por ante ese Consejo por el ciudadano Héctor Omaña Silva en contra
del Acto Administrativo de Destitución tomado por el Consejo Universitario en
Sesión Extraordinaria N° 1.257, de fecha 21-032001, y decidido por el Consejo
universitario, en Sesión 1.287, Extraordinaria, de fecha 2 5 de junio de 2001.
En fecha 14 de junio de 2001, el ciudadano Héctor Omaña Silva presenta ante el
Consejo de Apelaciones, escrito contentivo de Recurso de Apelación en 18 folios
útiles. El recurrente en apelación, ciudadano Héctor Omaña Silva señala que
ejerce el Recurso ante este Consejo una vez que el lapso del que disponía el
Consejo Universitario para responderle su Recurso de Reconsideración venció el
31-05-2001 y al no haber decisión de ese cuerpo, de conformidad con lo previsto
en el artículo 4° de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos se
produjo silencio administrativo negativo, que le habilita para recurrir ante este
Consejo de Apelaciones y solicitar la revisión del Acto sancionatorio ya
identificado. Vemos entonces que se ha apelado ante esta Consejo de
Apelaciones de un Acto Administrativo que el Recurrente ha entendido
ratificado por la vía del silencio administrativo negativo atribuido al Consejo
Universitario de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado". Analizadas
las actas y realizado el cómputo del lapso entre la fecha en que Héctor Omaña
Silva interpone el recurso de Reconsideración (09-05-2001) y la fecha de la
Decisión del Consejo (25-06-2001) había transcurrido más del tiempo previsto
por el artículo 94 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos y ya
cursaba por ante este Consejo de Apelaciones el Recurso de Apelación
interpuesto por Héctor Omaña contra el Acto Administrativo de fecha 21-032001. En virtud de lo antes expuesto, este Consejo de Apelaciones no se
pronunciará sobre las Actas recibidas contentivas del Recurso de
Reconsideración. Y pasa a revisar el Recurso de Apelación interpuesto por el
Profesor Héctor Omaña S. ante este consejo de Apelaciones en fecha 14-062001.
Así se Declara.
PRIMERO:
El Consejo de Apelaciones admitió el Recurso de Apelación interpuesto por
Héctor Omaña Silva, quien como lo expresó en su escrito, lo interpuso amparado
en la figura del Silencio Administrativo Negativo. En el punto previo se hizo el
computo y evidentemente el Recurso de Reconsideración fue decidido por el
Consejo Universitario fuera del lapso que tenía previsto por la Ley para
pronunciarse, al no hacerlo nace para el interesado el derecho de actuar en vía de
revisión, al operar de este modo el denominado silencio administrativo negativo. El
silencio administrativo negativo en el contencioso de nulidad debe verse con un
criterio amplio y considerarse como una expresión o manifestación legislativa de
un derecho o beneficio a favor de los administrados, que permite el acceso a la vía
contencioso-administrativa en ocasiones en que esta vía estaba vedada por no
haber decisión administrativa previa, pero esa circunstancia no exime a la
administración de pronunciarse expresamente como ocurrió en el caso de autos,
en que el Recurso de Reconsideración fue decidido fuera de lapso por el Consejo
Universitario. Es menester expresar que el transcurso del plazo del silencio no
significa resolución del expediente, sino simplemente la posibilidad de que el
particular en vez de esperar indefinidamente una resolución expresa del asunto,
plantee la cuestión ante la jurisdicción revisora, pues como antes se dijo el
silencio administrativo negativo debe traducirse en un beneficio para el
administrado, en una garantía, pues de lo contrario, lejos de favorecerle lo que
haría sería estimular la arbitrariedad y reforzar los privilegios de la
administración. En consecuencia de lo expuesto el Recurso de Apelación
interpuesto por Héctor Omaña Silva por ante este Consejo de Apelaciones fue
presentado en tiempo útil, es decir, haciendo uso del silencio administrativo y Así
se Declara.
SEGUNDO:
Como vicio del procedimiento el apelante alega que hay incongruencia entre lo que
define el Auto de Proceder como objeto del proceso disciplinario y el contenido
de la decisión sancionatoria expresada en el Acuerdo.
De las Actas tenemos que al folio 17 corre el Auto de Proceder de fecha 25022000 y que le fue notificado al profesor Héctor Omaña S, en fecha 29-02-2000
tal como consta al vuelto del folio 18. Considera el apelante que al no haber acto
de cargos en el presente procedimiento disciplinario, debe entender que la
referencia a la supuesta conducta ilícita, en el texto del auto de proceder, es la
única que se le atribuye y a la determinación y comprobación de los hechos
que ella implicaba así como a la concatenación de los hechos en la normativa
presuntamente violada, que también se menciona en el auto, a ello ha
debido circunscribirse el proceso ya que esos eran los límites impuestos en
forma expresa. a la causa disciplinaria. Continua señalando que la decisión
contenida en el Acuerdo objeto del recurso, aborda con criterio
sancionador situaciones que están fuera de los límites que el auto de
proceder puso al proceso. Lo cree así cuando en el Acuerdo se habla de su
condición e profesor a dedicación exclusiva y la incompatibilidad para el
ejercicio de cualquier otra actividad remunerada, dentro o fuera de la
universidad y que se agrega de manera contradictoria y ".... que ante tal
circunstancia he debido transferir esas cantidades al Fondo de Jubilaciones y
Pensiones del Personal Docente y de Investigación de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado", o al patrimonio de la Universidad y tal
aplicación y valoración jurídica de hechos no corresponde a la legalidad, excede
los límites que al proceso disciplinario impuso el auto de proceder, lo cual vicia el
acuerdo por comprometer el cabal ejercicio del derecho a la defensa".
Sostiene el recurrente que no hubo cargos en el procedimiento y que el
Acuerdo no se tomó dentro de los límites establecidos en el Auto de
Proceder. En la jurisprudencia del Máximo Tribunal de la República se ha
sostenido el criterio referido a la Informalidad del Proceso, y al respecto
ha dicho:
"Ni el procedimiento administrativo ni las formalidades de los actos
administrativos son fines en si mismos, sino canales a través de los cuales son
dictados los actos administrativos. Sólo si tales canales o formas fallan de manera
tal que alteren la voluntad de la Administración o creen algún tipo de indefensión
al administrado acarrearan
la nulidad del acto administrativo
correspondiente."
Este criterio es ratificado por la Sala Política Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia en Sentencia (1698) de fecha 06-07-2000.
Entonces asumiendo estos criterios, expresamos que, el hecho de que no
haya habido acto de cargos no tiene trascendencia invalidarte, por cuanto,
no se causó indefensión, pues tal formalidad no influyó en la decisión
definitiva, pues no privó al órgano decisorio de elementos de juicio
necesarios para una valoración de los hechos y de las normas jurídicas
aplicables al caso, como lo veremos más adelante.
En el caso que nos ocupa tenemos que mediante el Auto de Proceder se le
impuso al recurrente en forma clara, del inicio y el objeto del
procedimiento a iniciarse a partir de ese momento y se le señaló
expresamente su derecho a la defensa y el acceso al expediente. Es
también menester observar que la Resolución N° 037-99 encuadra la falta
cometida por Héctor Omaña y vinculada a esa Resolución está la condición de
Profesor a Dedicación Exclusiva, que trae consigo derechos pero también
deberes, como por ejemplo la prohibición para los Profesores de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado", con esa dedicación a recibir cantidades de
dinero extra -UCLA, y en el caso que nos ocupa Héctor Omaña S. recibió dineros
de Universitas de Seguro C.A., tal como lo admite, en comunicación de fecha 2003-2000, que corre al folio 19, en la que se lee así (sic): " ... En el texto del
referido Auto de Proceder se expresa que yo he recibido cantidades de dinero
proveniente de dividendos de la compañía UNIVERSITAS DE SEGUROS . Esto
es totalmente FALSO. El dinero recibido por mi persona en las oportunidades
conocidas .......... omissis...... " subrayado nuestro) y no cumplió con la obligación de
transferir los dineros al patrimonio de la Universidad o, en este caso al patrimonio
de la Fundación, pues el apelante representaba a la Fundación Fondo de
Jubilaciones y Pensiones del personal Docente y de Investigación de la
Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", como lo establece el articulo 42
del Reglamento del Personal Docente y de Investigación de la Universidad, y la
Resolución 037-99, respectivamente. Es evidente que debía devolver lo recibido y
se infiere que ese deber tendría que estar fundamentado en una norma legal de
estricto cumplimiento para el Personal Docente y de Investigación de la
Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", del cual él formaba parte, como
lo es el Reglamento antes mencionado. Lo primero a determinar en el
procedimiento a iniciar era el supuesto hecho de cobrar dineros y de no
transferirlos al patrimonio de la Universidad o al de la Fundación Fondo de
Jubilaciones y Pensiones del Personal Docente y de Investigación de la
Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", del cual era su Presidente y en
esa condición la representaba en Universitas de Seguros C:A., y luego, sí ese
hecho violentaba otra normativa legal de la Universidad. En el caso de autos
primero se determinó el cobro de dineros por parte de Héctor Omaña y luego la
obligación que le imponía la normativa universitaria como integrante de ella
Es de observar que el Auto de Proceder es explícito y claro, es decir que
retrataba el asunto al cual sería sometido para que se defendiera.
Es necesario expresar que la imposición de una sanción administrativa es la
consecuencia dañosa que impone la administración a los infractores del orden.
jurídico administrativo y es además un medio indirecto con que cuenta la
administración para mantener la observancia de las normas, restaurar el orden
jurídico violado y evitar que puedan prevalecer los actos contrarios a derecho, con
fundamento a lo expuesto anteriormente debemos concluir que no hay
incongruencia entre el Auto de Proceder y el Acuerdo, como lo llama el
recurrente. Así se Declara
TERCERO:
Alega también el recurrente que cree innecesario abrir una averiguación de
los hechos, dentro de una averiguación de carácter disciplinario. Considera
que el propio procedimiento disciplinario debe bastarse por si solo para que
se prueben los hechos y se le determine la calificación jurídica, sin trámite
previo. Para pasar posteriormente a indicar que por no causarle daños
procesales no se prevalece de la situación.
Este Consejo de Apelaciones, de la revisión de las actas que conforman el
procedimiento observa: al folio 17 corre inserto Auto de Proceder que es
el inicio del procedimiento administrativo que dio lugar al Acto
Administrativo de Destitución impugnado mediante el recurso de apelación,
interpuesto por ante este Consejo de Apelaciones, que corre a los folios 90
al 131 del expediente. Es evidente que la Universidad mostró interés y
cuidado en investigar hechos que le dieran los fundamentos para comenzar
el Procedimiento Administrativo de Averiguación Disciplinaria, que se
inició, como antes se dijo, con el Auto de Proceder dictado el 25 de
febrero del 2000 y notificado al profesor Héctor Omaña el día 29 de
febrero del 2000. De las actas tenemos que el profesor Héctor Omaña sí
conoció de ese proceso previo al que se refiere , tanto es así que del folio
6 al 11 corren insertas actuaciones de Héctor Omaña, con relación a esa
averiguación previa de los hechos, que como bien manifiesta no le es
dañosa, antes por el contrarío creemos que fe permitió prepararse para la
defensa posterior En consecuencia se desestima ese alegato. Así se
Declara.
CUARTO:
Alega el Apelante que el Acto no cumple con lo pautado en el artículo 62 y
en el numeral 5 del artículo 18 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, que obliga a resolver en el acto decisorio, todas y cada
una de las cuestiones que se hubiesen planteado y las cuales deben ser
expresadas e manera sucinta en el acto.
Este Consejo de Apelaciones pasa a revisar el Acto Administrativo
Sancionatorio de Destitución al Profesor Héctor Omaña S., que corre a los
folios 90 al 131 del expediente. Del análisis se observa: que contiene
relación de los hechos , alegatos y defensas y el correspondiente análisis.
Se observa también que se incorporaron como parte integrante del acto
todas las actuaciones que ocurrieron en el procedimiento, así expresamente se
determinó en el cuerpo del Acto.
Es menester revisar cada punto en relación a este alegato, y así pasamos a
hacerlo: dice el apelante que no se le revisaron ni analizaron sus defensas y
alegatos; al respecto se observa que a los folios 104 al 130 corre el análisis de las
defensas y alegatos formulados por Héctor Omaña y el criterio que al respecto se
toma y en forma acuciosa se analiza cada pregunta y las respuesta dadas por
Omaña en los momentos que fue llamado a comparecer para declarar sobre el
asunto investigado, o cuando lo hizo en cuestionarios que le fueron entregados,
por su solicitud, para responderlos y luego presentarlos, tal como vemos que corre
a los folios 67 al 78. En este último folio tenemos que al final de sus respuestas,
manifiesta a una pregunta del Consultor lo siguiente: (sic) " Sobre este aspecto,
prefiero esperar algunos días para decidir si redacto algunas apreciaciones que
complementen mis alegatos de defensa en este caso. " En relación a los
Informes vinculados a la materia de que se trataba el proceso, que dice haber
presentado para ser considerados en la definitiva, este Consejo de Apelaciones
observa que los mismos no fueron presentados como pruebas, para que así fuesen
tenidos era menester que lo hubiese invocado y cumplir con las normas aplicables
al medio probatorio. Así vemos que en el proceso administrativo conforme lo pauta
el artículo 102 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, se tiene la
potestad de aplicar el procedimiento que se juzgue más conveniente de acuerdo a
la naturaleza del caso, cuando no esté previsto legalmente un procedimiento a
seguir. En este orden de ideas y acorde con lo previsto en los artículos 81, 88, 102
y 127 de la citada Ley, las disposiciones del Código de Procedimiento Civil se
aplicarán en los procedimientos administrativos siempre y cuando la Ley Orgánica
no señale un procedimiento especial, así tenemos que en materia de pruebas el
articulo 127 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia nos lleva al
Código de Procedimiento Civil al no tener un procedimiento especial (Articulo 81)
consagrándose así el carácter supletorio de dicho texto normativo. Como antes se
dijo, de la presentación de Informes que el apelante pretende deban ser tomados
como pruebas y analizarlos con ese carácter, este Consejo de Apelaciones al
analizar las actas observa, que son documentos que aman de terceros y esos
documentos no constituyen prueba sino se ha cumplido con lo establecido en el
artículo 431 del Código de Procedimiento Civil, que establece:
"Los documentos privados emanados de terceros que no son parte en el juicio
ni causantes de las mismas, deberán ser ratificados por el tercero mediante la
prueba testimonial. "No corre a las actas evidencia alguna de que los firmantes
de los Informes hayan rendido testimonial para ratificar lo expresado en el
Dictamen y se les diere el valor probatorio, de conformidad con lo pautado en el
artículo 431 antes mencionado. En consecuencia de lo expuesto, no hubo omisión
en el análisis y valoración de pruebas y el Acto Administrativo se dictó con
fundamento en el mérito de las actas procesales. En consecuencia no puede
prosperar la denuncia de violación del artículo 62 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos y Así se Declara.
En cuanto a la violación del numeral 5 del artículo 18 ejusdem, podemos decir que
la motivación del acto es la expresión de los motivos que llevaron a la
administración a tomar la decisión allí expresada, siendo estos últimos los
fundamentos de hecho y de derecho del acto, de lo que podemos afirmar que la `:
, motivación es un elemento de forma, relativo a la legalidad externa del acto,
mientras que los motivos constituyen el elemento de fondo del acto, relativo a su
legalidad intrínseca o interna. La Corte Primera de lo Contencioso Administrativo,
en Sentencia del 24 de mayo del 2000, caso Ramón Díaz Álvarez vs. Municipio
Sucre del Estado Miranda, ha dicho que la motivación constituye un requisito de
forma del acto, previsto en el numeral 5 dei artículo 18 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos. Este requisito formal no debe confundirse con el
requisito de fondo referente a los motivos del acto, establecido en el artículo 9
de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, el cual consiste en las
razones que justifican el acto administrativo, es decir , los presupuestos de hecho
y de derecho en que se apoya la administración para dictar el acto. La Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo también ha dicho, en la misma sentencia,
al definir el derecho a la decisión motivada estableciendo que
"..... el objeto
principal de una decisión motivada, distinta a requisito de fondo establecido en el
articulo 9 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos ..., consiste en
permitir al administrado el ejercicio de su derecho a la defensa, en el sentido de
que pueda conocer los razonamientos que sirvieron de base a la Administración
para emitir el acto que le afecta, y cuente con el material necesario para dirigir su
impugnación contra el mismo, de esfimarlo procedente". De lo expuesto es
evidente entonces, que la finalidad de la exigencia de motivación es hacer del
onocimiento de la persona afectada las causas que originaron el acto, para `t,que
pueda ejercer cabalmente el derecho a la defensa, en caso de que el acto a
lo perjudique. Por tanto, si de autos se observa plena evidencia de que el
particular afectado por el acto conocía las razones que lo fundamentan y tuvo
oportunidad de atacarlo mediante los recursos que ofrece el ordenamiento
jurídico, no procede la nulidad conforme el vicio de inmotivación. La CorteSuprema
de Justicia en Sentencia de la Sala Político Administrativa de fecha 25-07-90,
dijo : " Todo acto administrativo debe ser motivado, es decir que en su
contenido debe expresar, aunque sea de manera sucinta, las razones de hecho y
de derecho en que se base, de modo que la persona afectada pueda saber los
motivos que le sirven de sustento al acto y de esta manera poder ejercer su
legítimo derecho a la defensa, la falta de motivación se traduce en indefensión
de la persona contra la cual se dirige". Lo expresado antes, nos lleva afirmar que
cuando no hay motivación o ésta es de tal modo insuficiente que impide o
imposibilita el ejercicio del derecho a la defensa del particular, nos encontramos
con un acto
to, cuya nulidad debe ser declarada En cambio si la motivación, aún
cuando sea escueta, evidencia
los motivos
que fundamentaron
el
acto administrativo y por tanto asegura la protección del aludido derecho, debe i
considerarse válida, independientemente de la veracidad de los hechos o de
la legitimidad dei derecho en que se basa
La motivación permite, en suma, conocer sobre la causa y el fin del acto
administrativo, pero también el Derecho con el que se pretende legitimar la
decisión y el procedimiento para su adopción. Podemos expresar que lo anterior se
asimila a lo que en doctrina nacional se ha llamado Teoría Integral de la Causa, que
agrupa todos los elementos de forma y fondo del acto administrativo, que,
sistematizados por el procedimiento, se enmarcan dentro de la normativa legal
aplicable al caso concreto y que le atribuye a tales hechos una consecuencia
jurídica acorde con el fin de la misma.
En el caso que nos ocupa observamos que la motivación del acto es
suficientemente amplia y clara que tiene anexos como parte integrante del acto,
lo que ha permitido al recurrente ejercer a plenitud su derecho a la defensa, al
Apelar en forma prolija del Acto Administrativo que considera dañoso para él. En
consecuencia de lo expuesto, es menester desestimar la denuncia de violación del
numeral 5 del artículo 18 de la Ley Orgánica de Procedimientos administrativos y
Así se Declara
QUINTO
Alega también el recurrente que se violó el artículo 59 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos al no permitírsele acceso al expediente
administrativo. Este Consejo de Apelaciones expresa que por imperativo legal y
constitucional, los administrados tienen derecho de acceso al expediente en
cualquier estado y grado del proceso, tal como se evidencia del artículo 59
ejusdem~ que pauta:
"Los interesados y sus representantes tienen el derecho a examinar en cualquier
estado o grado del procedimiento, leer y copiar documentocontenido en el
expediente. Se exceptúan los documentos calificados como confidenciales por
el superior jerárquico, los cuales serán archivados en cuerpos separados del
expediente. La calificación de confidencial deberá hacerse por acto. motivado. "
¡
La norma antes transcrita tiene por fundamento el
derecho
a
la
defensa nviolable no solo en los procesos que se debaten en sede jurisdiccional,
sino
`
en los procedimientos que se sustancias en el seno de la Administración. Se
configura entonces el derecho de los particulares de revisar el expediente
ádministraúvo, como la manifestación del derecho a la defensa en el contexto del
procedimiento administrativo. En efecto, sólo a través de la revisión de las a~ciones y alegatos de la Administración en el expediente, puede el particular
defenderse alegando y probando todo aquello que sea necesario para la mejor
defensa de su posición jurídica.
Sentado lo anterior pasamos a revisar y analizar las actas y de ellas se observa,
que el recurrente tuvo acceso al expediente administrativo, así vemos actuaciones
a los folios 19 y 28 , comunicaciones del profesor Héctor Omaña al Consultor
Jurídico, a los folios 67, 68 y 69 corre Acta de Comparecencia del día 05 de
marzo del 2001 y en la última página del Acta en la parte in fine leemos lo que a la
letra transcribimos:
"En este estado, en el cual el profesor Héctor Omaña Silva ha recibido el
cuestionario anterior, así como ha revisado el expediente administrativo y ha
indicado documentos para que se le den copias, de la averiguación administrativa
de hechos que se instruyó con motivo de las actuaciones del profesor Antonio
Castro y en la cual aparecen recaudos que le competen; así como ha indicado
documentos de su expediente de la averiguación para que se le suministren las
respectivas copias, el Consultor Jurídico deja constancia de esas actuaciones y en
esta misma oportunidad le entrega copias del Oficio de la Secretaría General de
la Universidad Centroccidental °Lisandro Alvarado", N° SG-629-01, de fecha 22
de febrero 2001, mediante el cual se prevé el cuestionario a realizar por el
Consultor Jurídico. Y también se le entregan copias de todos los recaudos
solicitados por el profesor Héctor Omaña Sílva, que recibe a satisfacción.
Termina el acto y después de su lectura, firman. "
Al pie están las firmas de: Héctor Omaña Silva y del Consultor Jurídico.
los folio 72 al 78 aparecen otras actuaciones del profesor Héctor Omaña Silva,
tales como la de su comparecencia el día martes 13 de marzo de 2001, para
presentar las respuestas al cuestionario que se le formuló. Y consignó dos
documentos con Dictámenes del profesor Héctor Bravo y otra comunicación con
Dictamen del Consultor Jurídico de la APUCO, abogadoAlejandro Rojas, enviado al
profesor Antonio Castro y pide se solicite copia de la opinión jurídica emitida por
el Dr. Omar Porteles.
De lo expuesto anteriormente, es menester concluir que es imposible aceptar el
alegato de que no tuvo acceso al expediente, por lo demás, en cuanto a que no
conoció los Informes del Consultor al Consejo Universitario, debemos decir que el
profesor Héctor Omaña Silva, estaba a derecho y podía revisar el expediente
tantas veces quisiera, tal como quedó demostrado. En
consecuencia de lo
expuesto, se desestima este alegato y Así se Declara.
= SEXTO:
Alega el recurrente que el Auto para Mejor Proveer, fue dictado fuera del lapso
establecido en el artículo 514 del Código de Procedimiento Civil y por tanto carece
de valor procesal al excederse del tiempo que prevé el artículo 60 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos. Al respecto, este Consejo de
Apelaciones observa que tanto la extinta Corte como el actual Tribunal Supremo
de Justicia, son contestes en la no aplicación del Decaimiento en estos procesos,
ya que en ellos se debe tratar de llegar a la verdad; por tanto este alegato basado
en que había terminado el lapso para realizarlo, no puede prosperar. El
procedimiento especial tiene autonomía frente al proceso general, así se infiere
del artículo 47 de la Ley antes citada El procedimiento administrativo no puede
estar sujeto normas rígidas, en él priva la informalidad cuando se trata de meras
formas, mas aún cuando se pretende inquirir sobre la verdad y darle al
administrado sujeto al procedimiento administrativo una mayor oportunidad para
el ejercicio de su defensa; observamos que el actual texto constitucional es
celoso en la protección de tal derecho al imponer en el articulo 257 el debido
proceso y de él dimana el ejercicio del derecho a la defensa De lo expuesto es
menester concluir que esta denuncia no puede prosperar y Así se Declara
SEPTIMO:
Entre los vicios del acto el recurrente invoca la Nulidad de la Resolución N°03799 dictada por el Consejo Universitario el 3 de noviembre de 1999. Presentando
varios alegatos, entre ellos: Dice que la Universidad carece de competencia para
dictar normas obligatorias a entidades privadas y para normar la conducta de
miembros de una fundación privada. Este Consejo de
Apelaciones observa: La Resolución N° 037-99 fue dictada por el Consejo
Universitario de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", en Sesión N°
1133, Extraordinaria, celebrada el día 03-11-99, en uso de sus atribuciones legales
y reglamentarias. En cuanto al alegato de que laUniversidad Centroccidental
"Lisandro Alvarado" carece de competencia para normar la conducta de miembros
de una Fundación Privada, como lo es a su modo de ver la Fundación Fondo de
Jubilaciones y Pensiones del Personal Docente y de Investigación la Universidad
Centroccidental "Lisandro
varado", debemos observar que la Universidad es parte interesada en la dación
del Fondo y éste se inició con aporte de la Universidad y fue creada los Miembros
del Personal Docente y de Investigación que en virtud de s derechos pasaran a la
condición de jubilados o de pensionados, según el caso, en modo alguno sus
integrantes son ajenos a la Universidad, por tanto mal puede alegarse
incompetencia de la Universidad, cuando trata de salvaguardar el patrimonio de la
Fundación creada por ella con el objeto de la creación, mantenimiento, ampliación,
manejo, inversión y aplicación de los recursos del Fondo de Jubilaciones y
Pensiones del Personal Docente y de Investigación de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado". Vemos entonces que no está dirigida a
personas extrañas a la Universidad, sino a sus Docentes, porque a pesar de no
estar activos, no pierden su condición de Profesor. De lo expuesto es evidente que
debe desestimarse esta denuncia y Así se Declara
Luego el apelante, pasa a oponer excepción de cumplimiento de dicha Resolución.
Ante este alegato el Consejo expresa que es una excepción que no es dable oponer
en sede administrativa, por lo que no la analiza y Así se Declara.
Dice también que la Resolución impugnada resulta ilegal porque es errada en la
calificación de la falta Es éste todo el alegato por lo que debe desestimarse por
falta de fundamentos y Así se Declara.
Alega también el apelante, la inaplicabilidad de la Resolución y señala que siendo un
acto administrativo de efectos generales debió cumplirse con el requisito de la
publicación, como lo establece el artículo 72 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos. Que recibió Oficio N° SG-021, en fecha 17 de enero de 2000, de
la Secretaria General y del texto se desprende el envió de la Gaceta
Universitaria, N° 55, Extraordinaria, de noviembre 1999, pero él alega que recibió
una copia simple, y que el acto rinde su eficacia frente a él desde el 17 de enero
de 2000. Este dicho acerca de '.haber recibido una copia simple es una
informalidad intrascendente para la justicia, porque la Resolución se Publicó y
adquirió vigencia desde su blicación.
Este Consejo observa: Efectivamente conforme a lo establecido en el artículo 72
de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, los actos administrativos
de efectos generales deben ser publicados. Requisito éste quese cumplió con la
publicación de la Resolución en la Gaceta Universitaria N°55, Extraordinaria,
en Noviembre de 1999. Ahora bien, cuando la Ley impone la publicidad, lo hace
para aquellos actos de efectos generales que van dirigidos a un colectivo, en
el caso que nos ocupa la Resolución está dirigida al Cuerpo Docente y de
investigación de la Universidad, y al publicarse es de obligatorio cumplimiento
para todos, el fin de la publicidad es el dar a conocer un acto de efectos
generales, que no puede informarse a cada una de .las personas a las cuales va
dirigido, de allí que de esa publicidad surge la obligación, para aquellos a los
cuales va dirigido y el Profesor Héctor Omaña Silva, era miembro de la
Comunidad Universitaria No olvidemos el axioma ".. La ignorancia de la Ley no
excusa de su cumplimiento". En fuerza de lo expuesto, el alegato debe
desestimarse y Así se Declara
OCTAVO:
Al alegar la aplicación retroactiva de la Resolución expresa: la violación del
articulo 11 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, según el
cual no se aplicarán nuevos criterios a situaciones acaecidas con anterioridad,
salvo que fuesen más favorables a los administrados. Dice en el escrito de
apelación, que la Resolución no le era aplicable pues había dejado de ser
Directivo de Universitas de Seguros C.A. para esa fecha y a la letra dice
(folio 14):
".. el último pago
que recibí por participación estatutaria en las utilidades de la empresa, fue el 9
de diciembre de 9999 y el mismo correspondía al lapso de enero a marzo de 98,
en consecuencia me encontraba fuera del supuesto fáctico de la Resolución. "
Este Consejo observa: La Resolución fue publicada en la Gaceta Universitaria
N ° 5 5, Extraordinaria, de noviembre 1999, por tanto obligatoria a partir de
esa fecha Manifiesta el profesor Héctor Omaña que el último pago lo recibió
el 9 de diciembre de 1999, es decir en plena vigencia de la Resolución. En
cuanto a que no le era aplicable por no ser Director de Universitas de
Seguros C.A. para el momento de la Resolución, debemos decir que
ciertamente no lo era, pero el dinero que recibió, le fue dado por haber sido
Director de Universitas en representación de la Fundación Fondo de
Jubilaciones y Pensiones del Personal Docente y de investigación de la
Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado" y según la Resolución, al
percibir el dinero le surgió la
obligación de
transferirlo a
la Fundación.
Es decir que la
situación está planteada porque percibió un dinero extra-UCLA con el deber
de transferirlo a la Fundación y no lo hizo. Debemos agregar que el profesor
Héctor Omaña S. era profesor a Dedicación Exclusiva y conforme al artículo
42 del Reglamento del Personal Docente y de Investigación de la Universidad,
tenia la obligaciónde transferir el dinero recibido al patrimonio de la
Universidad, es decir que a la obligación de transferir el dinero percibido a
la Fundación del Fondo, según la Resolución N°037-99, se agrega la
prohibición reglamentaria de recibir dinero extra-UCLA, dada su condición
de Profesor a Dedicación Exclusiva, tenía la obligación de transferirlo al
patrimonio de la Universidad. La Licencia gremial no le excluye de sus
obligaciones legales y reglamentarias que tenía como miembro del personal
docente y de investigación de la Universidad Centroccidental "Lisandro
Alvarado", ya que gozaba de todos los derechos y beneficios durante el
lapso de tiempo que ejerció funciones gremiales, con Licencia remunerada„
por lo que era obligante para él cumplir con todas las obligaciones legales y
reglamentarias a que se obligan los Miembros del Personal Docente y de
Investigación De lo expuesto debemos concluir que los alegatos formulados
en contra de la Resolución N° 037-99 deben desestimarse y Así se Declara.
NOVENO
El recurrente en apelación manifiesta en su escrito, que el acuerdo objeto
de impugnación incurre en falso supuesto jurídico y fáctico, al considerar
que el artículo 49 de los Estatutos de Universitas de Seguros C.A.
establece una participación a los Directivos en los dividendos producidos
por ella, cuando lo que establece en esa reglamentación interna es una
participación en las utilidades obtenidas y no en los dividendos, concepto
este último que corresponde con exclusividad a los accionistas, condición
de la que carecen los directivos de la empresa Que incurre en falso
supuesto de hecho, cuando se dice que el pago fue extraído de los
dividendos producidos por la empresa, cuando es notorio que se extrajo de
las utilidades.
Pasa este Consejo a analizar este alegato y al efecto observa: El
recurrente pretende hacer una distinción entre dividendo y utilidades,
para extraer de allí el falso supuesto alegado, al respecto es menester
recordar que las acciones de las Sociedades Anónimas, otorgan a sus
titulares, Derechos Patrimoniales y de Orden Social, dentro del primer
grupo de derechos se encuentran la obtención de beneficios en la cual, la
doctrina nacional coincide en este punto con la orientación de la doctrina
extranjera, en el sentido de que si bien el fin último _ de la sociedad es la
realización de un fin económico común, el cual se manifiesta en la
distribución de beneficios entre los socios, no hay norma que onsagre un
derecho de los accionistas a recibir beneficios periódicos.. Según el
tratadista Roberto Goldschmidt, se admite que el accionista tiene el
derecho de que las utilidades no sean empleadas para otros fines distintos
al lucro de los socios, considera que las ganancias están a la disposición de
la asamblea, la cual podrá resolver la creación de reservas extraordinarias
por simple mayoría. De lo expuesto queda claro que las utilidades que
produce la sociedad sólo podrán ser utilizadas en beneficio de los
accionistas y si bien el socio no tiene derecho a un reparto periódico de
utilidades, no es menos cierto, que la renta neta, esto es las utilidades
empresarias, exclusivamente pueden ser utilizadas en beneficio exclusivo
de los socios. Tal como lo estatuye Goldschmidt.
El vicio de falso supuesto se produce cuando la Administración autora del
acto fundamenta su decisión en hechos o acontecimientos que nunca
ocurrieron, o que de haber ocurrido lo fue de manera diferente a aquélla
que el órgano administrativo aprecia o dice apreciar.
Pero independientemente del Falso Supuesto o no, el hecho confesado por
el recurrente, en varias oportunidades, tales como en el escrito de
respuestas que corre al folio 74 y que presenta el profesor Omaña en seis
folios útiles a la Consultoría Jurídica, en el cual leemos lo siguiente:
Pregunta: Indique los montos recibidos de Uníversitas de Seguros S.A. y las
fechas en las cuales recibió los mismos. Respuesta. El primer cheque lo recibí a
finales de noviembre de 1998 por un monto aproximado de 21,7 millones de
bolívares y el segundo, a comienzos de diciembre de 1999 por un monto
aproximado de 6,7 millones de bolívares". Igual confesión la observamos a los
folios 19 y 48. En efecto, la confesión consiste en haber percibido
remuneraciones y esa percepción del dinero lo fue en contra de una
Disposición expresa contenida en la Resolución 037-99 y en norma legal
reglamentaria contenida en el Artículo 42 del Reglamento del Personal
Docente y de Investigación de la Universidad Centroccidental "Lisandro
Alvarado". Habiendo expresado el propio profesor Héctor Omaña S., que
había recibido cantidades de dinero, es evidente entonces que no hubo
falso supuesto y que en el Acto Administrativo impugnado no está presente
el falso supuesto alegado y Así se Declara.
DECIMO
Termina los alegatos con la referencia a la violación que se dice haber
cometido del artículo 68 numerales 2 y 8, del Reglamento General de la
Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado" y que se adiciona al
razonamiento la palabra económica, a la que no se refiere la norma
contenida en el numeral 2 del Artículo 68 del citado Reglamento, que no
entiende como se puede atentar contra la integridad de la Universidad,
cuando se cobra lícitamente una participación en las utilidades de una
empresa privada en la cual la Universidad no tiene participación alguna Este
Consejo de Apelaciones observa: en cuanto a la referencia de que se
adicionó la palabra"económica", tenemos que si de la norma se deriva ello, no hay
error, porque en Derecho la interpretación exegética fue superada hace tiempo,
es más, en la actualidad vamos hacia la adaptación en el tiempo de la norma.. En
cuanto a que cobró lícitamente de una empresa en la cual la Universidad no tiene
participación, debemos hacer notar que su obligación era, de acuerdo a la norma
de cumplimiento obligatorio, de transferir lo percibido como
_. remuneración al patrimonio de la Universidad, dada su condición de profesor
a Dedicación Exclusiva conforme a lo establecido en el artículo 42 del Reglamento
de Personal Docente y de Investigación de la Universidad. Obligación que también
tenía de acuerdo a la Resolución N° 037-99 de la Universidad, ya que como quedó
demostrado en los particulares anteriores, al recibir "remuneración" como la llama
el artículo 49 de los Estatutos de Universitas de Seguros C.A. tenía la obligación
de transferirla al patrimonio del Fondo.
En cuanto a la supuesta violación del numeral 8 del Artículo 68 del Reglamento
mencionado dice que no especifica el acuerdo qué fue lo que se comprobó y de que
manera ello se reiteró; tampoco se dice cuál fue el deber que incumplió; además,
se obvió que durante el lapso en que se supone incumplió los deberes de su cargo,
estaba exonerado en forma total y absoluta del cumplimiento de esos deberes
docentes por estar ejerciendo un cargo de representación gremial y que así lo
establece el Acta Convenio entre la universidad y la Asociación de Profesores.
Que a su favor tenía la existencia de una licencia remunerada que obligaba a un
tratamiento diferente de la situación en aplicación de los principios de la
normativa laboral.
Al respecto este Consejo observa: de las actas que conforman el procedimiento
tenemos que por parte del profesor Héctor Omaña Silva hay confesión de que
recibió el dinero y no lo transfirió ni al Fondo ni a la Universidad, tal como, al folio
48 se evidencia de la manifestación que a continuación transcribimos °... debo
manifestarle que en ningún caso he consignado o depositado las cantidades
referidas en la respuesta anterior, para ser reintegradas (subrayado mío) a
favor del Fondo de Jubilaciones y Pensiones UCLA. Razones para ello:
Reintegrar signiñca
. devolver una cosa a una persona (sea natural o jurídica), y el acto de
devolución implica el reconocimiento de que el bien poseído pertenece a otra
persona" y eso basta para comprobar el hecho de haber percibido remuneración
de Universitas de Seguros C.A. y no haberla transferido al patrimonio de la
Universidad o al de la Fundación Fondo de Jubilaciones y Pensiones de la
Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado".
El manifiesta también que no se dice el deber que tenía Es evidente que los
miembros del personal docente y de investigación de la Universidad, como elde
cualquier otra institución, deben conocer tanto los derechos como los deberes y
luce insólito que un profesor, más aún con actividades gremiales, no conozca la
normativa legal y reglamentaria a la cual estaba sometido; esas obligaciones no
pueden ser enervadas por un cargo gremial, menos aún cuando gozaba de licencia
gremial. En lo referido a la normativa laboral a la cual alude es menester decir que
ésta es subsidiaria y no directa.
En relación al alegato del Recurrente, en el sentido de que no se dice de qué
manera fue reiterado el deber incumplido. Se desprende de autos el
incumplimiento y lo reiterado por la conducta analizada en los particulares
anteriores, el recurrente desacató la normativa legal y reglamentaria contenida
en la Ley de Universidades, en el Reglamento General de la Universidad, en el
Reglamento de Personal Docente y de Investigación de la Universidad y en la
Resolución 037-99 dictada por el Consejo Universitario de la Universidad y
publicada en la Gaceta Universitaria N° 55, Extraordinaria, de noviembre 1999.
De lo expuesto anteriormente es menester concluir que los alegatos relacionados
con la violación del Artículo 68 numerales 2 y 8 del Reglamento General de la
Universidad, deben ser desestimados y Así se Declara.
En el Acto Administrativo impugnado se señala la violación del Artículo 42 del
Reglamento del Personal Docente y de Investigación de la Universidad
Centroccidental "Lisandro Alvarado" que a la letra dice:
"Las funciones de profesor a dedicación exclusiva son incompatibles con el
ejercicio de cualquiera otra actividad remunerada fuera o dentro de la
Universidad. En casos especiales, el Consejo Universitario podrá autorizar la
realización de funciones fuera de la Universidad como colaboración con otras
Instituciones. La remuneración que corresponda por el desempeño de dicha
funciones deberá ingresar al patrimonio de la Universidad
De las actas se evidenció que el profesor Héctor Omaña Silva percibió
remuneraciones extra Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", como él
mismo lo confesó aún cuando alegó que lo recibido fue de las utilidades, como lo
pauta el Artículo 49 del Estatuto de Universitas de Seguros C.A. Este Consejo de
Apelaciones al analizar el antes mencionado artículo observa que en la parte in
fine del literal (B) dice: "... puedan recibir la remuneración indicada. ....N
(subrayado nuestro). Es claro entonces que lo recibido fue una remuneración, por
lo que tenía la obligación como docente a dedicación exclusiva de ingresar esas
cantidades de dinero recibidas al patrimonio de la Universidad; al no hacerlo violó
flagrantemente el antes mencionado Artículo 42 y Asi se Declara.
Este Consejo de Apelaciones, tomando en consideración la alta responsabilidad
que le ha sido encomendada y en atención a la misión quetiene la Universidad en
la comunidad venezolana, considera necesario hacer algunas reflexiones de
orden pedagógico sobre el papel del docente y las exigencias que debe tener
un "Maestro". Los profesionales que en atención a su vocación docente
deciden ingresar a la Universidad, deben estar conscientes de que forman
parte de una comunidad de intereses espirituales cuya tarea es la búsqueda
de la verdad y el afianzamiento de los valores trascendentales del hombre,
como lo establece el Articulo 1 de la. Ley de Universidades. El Articulo 85
de la Ley de Universidades en el literal "a" exige para los miembros del
personal docente y de investigación: "Poseer condiciones morales y cívicas
que lo hagan apto para tal función". El ejercicio de la docencia universitaria
es un reto ético para el hombre que libre y voluntariamente ingresa para
formar parte de la comunidad universitaria_ En este sentido, el desempeño
ético del magisterio implica que los docentes asuman sus responsabilidades
como una altísima misión de educadores y formadores de juventudes, donde
además de actuar como facilitadores del proceso de enseñanza aprendizaje
deben constituirse en testimonio vivo y permanente de valores humanos,
ética profesional y comportamiento cívico y su conducta debe estar ajustada
a las leyes y reglamentos institucionales.
DECISIÓN En virtud de las consideraciones que anteceden, el Consejo de
Apelaciones de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", en
Reunión N° 119, Extraordinaria, de fecha 15 de marzo de 2002, en uso de las
atribuciones que le confiere el Articulo 8 del Reglamento del Consejo de
Apelaciones de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado" y el
Articulo 46 de la Ley de Universidades, Declara SIN LUGAR el Recurso de
Apelación interpuesto por el ciudadano HÉCTOR OMAÑA SILVA,
venezolano, mayor de edad, de este domicilio, casado, titular de la cédula de
identidad N° 3.052.282, contra el Acto Administrativo dictado por el
Consejo Universitario de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado"
en la Sesión N° 1257, Extraordinaria, realizada el 21 de marzo de 2001, que
le aplicó la medida de Destitución del cargo de profesor a dedicación
exclusiva de la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", el cual se
ratifica en todas sus partes. Procédase, de conformidad con el Artículo 45
del Reglamento del Consejo de Apelaciones de la Universidad a participar de
esta Decisión al Consejo Universitario de la Universidad y al Apelante antes
mencionado e identificado. Envíese elexpediente original a la Secretaria
General de la Universidad. y una Copia Certificada de este Fallo a los efectos
de su publicación en la Gaceta Universitaria Notifiquese a las partes de esta
Decisión. Publíquese y registrese. Cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Sesiones del Consejo de Apelaciones de
la Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado", en Barquisimeto a los
quince días del mes de marzo del año dos mil dos.
Años: 191 ° de la Independencia y 143 ° de la Federación.
Prof Eybar Jesús Rojas Gómez
Presidente - Ponente
o
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Vocal
Pérez
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