las siete partidas (siglo xiii)

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PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO PATRIMONIO HISTÓRICO ESPAÑOL DEL
JUEGO Y DEL DEPORTE: LAS SIETE PARTIDAS
DE ALFONSO X EL SABIO
Ilustración nº 1.
José Oleaga Ballester
Javier Olmeda Casado
Marcos Porqueras Mateos
Año 2011
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO Índice
1. Introducción
2. Desarrollo del trabajo
Redacción
Finalidad
Partidas (las siete)
El juego en las siete partidas
Axedrez
Guirguiesca y craps
Pelota
Torneos y justas
Caza
Tauromaquia
3. Conclusiones
4. Referencias bibliográficas
Índice bibliográfico
Índice de ilustraciones
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO 1. Introducción
Las Siete Partidas (o simplemente Partidas) es un cuerpo normativo
redactado en Castilla, durante el reinado de Alfonso X (1252-1284),
con el objetivo de conseguir una cierta uniformidad jurídica del Reino.
Su nombre original era Libro de las Leyes, y hacia el siglo XIV recibió
su actual denominación, por las secciones en que se encuentra
dividida.
Con la redacción del código de las Siete Partidas, Alfonso X el Sabio
instauró en Castilla una ley común que, uniendo las tradiciones
jurídicas del reino con los derechos canónico y romano, intentó
imponerse
sobre
los
fueros
y
derechos
locales.
A principios del siglo XIII, las ciudades y tierras de Castilla se regían
por distintos tipos de fueros, leyes consuetudinarias (derivadas de la
costumbre)
y
derechos
señoriales.
Los
cambios
económicos,
especialmente el auge de la artesanía urbana y el desarrollo del
comercio, animaron al rey Alfonso X (1221-1284) a impulsar el
proceso de integración jurídica del reino, en contra de los privilegios
tradicionales
de
la
nobleza
rural
y
los
patriciados
urbanos.
Alfonso X ordenó la redacción de tres compilaciones jurídicas: el
Fuero Real, el Espéculo y el Libro de las Leyes, conocido como las
Siete Partidas por estar dividido en siete capítulos. De los tres, el
ordenamiento de las Partidas es el que habría de desempeñar un
papel fundamental en la formación de un derecho general. El código
puede considerarse como un gigantesco intento de síntesis de los
derechos consuetudinario, canónico y romano.
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO En su elaboración, que se llevó a cabo entre los años 1256 y 1265, el
rey contó con la colaboración de un grupo de jurisconsultos cuyo
nombre se desconoce.
En el texto se regulan los derechos y deberes de nobles y vasallos en
relación con la corona; la transacciones comerciales y los requisitos
formales para su validez; las obligaciones de defensa y protección de
los nobles para con sus vasallos, y el derecho de aquéllos a obtener
de éstos tributos y prestaciones de servicios; y el ordenamiento de la
iglesia. Además, se incluía una exposición detallada de los derechos
penal y civil. Durante mucho tiempo, las Siete Partidas no se
afirmaron como ley común, y la corona continuó otorgando fueros a
las ciudades. No obstante, el código fue utilizado por eruditos y
universitarios como texto de consulta. El Ordenamiento de Alcalá de
1348 se basó fundamentalmente en las Siete Partidas para la
creación de un derecho general aplicable a todo el reino. En todos los
casos que fuesen previstos por el ordenamiento citado, serían de
aplicación las Siete Partidas.
La edición más antigua que se conserva del código se publicó en
Sevilla en 1491. Las Siete Partidas constituyeron un paso importante
en el desplazamiento del poder de la nobleza a favor de rey, al cual
se le reconocía la facultad de legislar e interpretar la ley por sí solo,
sin necesidad del con sentimiento de las Cortes (parlamento
castellano en el que estaban representados la nobleza, la iglesia y las
ciudades).
Las Siete Partidas son un libro de leyes; por tanto, fue destinado a los
legisladores y a cuantos lo consultaron como obra de Derecho que es,
y en este sentido fue glosada y anotada. La importancia de la
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO Partidas se manifiesta en varios aspectos: se tiene este libro por el
código más completo de la ley civil de la Edad Media en Europa, y
también se considera como una de las fuentes más prestigiosas del
Derecho en la historia de España, convertido en un elemento
integrador de la cultura española.
El criterio que se ha utilizado para reunir la antología fue escoger los
fragmentos en que mejor se testimonia la vida de la época: usos y
costumbres de las gentes, ceremonias, faustos, galas, rituales, signos
propios de los grupos sociales en relación con la Iglesia y el gobierno,
la guerra y la paz, el cautiverio, la convivencia de los cristianos con
los moros y judíos, etc.
La época histórica que corresponde a la redacción y correcciones
sucesivas del texto de las Partidas se sitúa entre la subida al trono de
Alfonso X en Sevilla (1252) como rey de castilla y León, y la muerte
de Pedro I en Montiel con la entronización de Enrique II (1369) y el
comienzo de la dinastía de los Trastámara.
Comienzan las Siete Partidas dividiendo las leyes del derecho en dos
clases: las que se refieren a la religión y las que lo hacen a la vida
civil del hombre en el mundo. Van por delante las leyes de la religión,
y las seis restantes legislan la vida civil. Antes de entrar en el cuerpo
de la legislación, se establece una teoría general de la ley, común al
resto del libro.
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO 2. Desarrollo del trabajo
Redacción
De acuerdo a uno de los códices más antiguos de las Partidas, éstas
se redactaron entre el 26 de junio de 1256 y el 28 de agosto de 1265
por una comisión
compuesta
los
por
principales
juristas
castellanos de la
época,
bajo
la
dirección personal
de Alfonso X.
Ilustración nº 2.
También se han señalado como posibles periodos de redacción: 1254
a 1261; 1256 a 1263 y 1251 a 1265. En todo caso, la mayoría de los
autores estima que no se habría terminado sino hasta 1265.
Según la teoría tradicional, compartida por Francisco Martínez Marina
y Antonio Solalinde, las Siete Partidas fueron redactadas por una
comisión de juristas (o por la cancillería real), y la intervención del
rey Alfonso X se habría limitado a indicar la finalidad del texto y las
materias a tratar, además de encargarse de revisar y enmendar
personalmente el trabajo de la comisión. Habrían integrado esta
comisión: el Maestro Jacobo, el de las leyes; Juan Alfonso, un notario
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO leonés; el Maestro Roldán; y Fernando Martínez de Zamora (uno de
los primeros juristas castellanos).
En el siglo XVIII, incluso se llegó a postular, por Andrés Marcos
Burriel (Padre Burriel), que era una obra exclusiva del rey. Esta
posición está hoy prácticamente descartada.
Sin embargo, debido a la existencia de otros textos atribuidos
habitualmente a Alfonso X (el Setenario, el Fuero Real y el Espéculo),
que habrían sido elaborados dentro del mismo periodo (1254 a 1256)
y que presentan importantes coincidencias entre sí y con las Partidas,
más la imprecisión de las denominaciones utilizadas para éstas en la
época, ha surgido un importante debate científico en torno a las
obras alfonsinas, sin resultados concluyentes por el momento, con el
objetivo de determinar el alcance, relación y finalidad de cada una de
ellas.
Este interés se inició, principalmente, con el cuestionamiento hacia la
autoría de las Siete Partidas en el artículo «El Libro de las Leyes de
Alfonso el Sabio. Del Espéculo a las Partidas» (1951-1952) de Alfonso
García-Gallo, seguido por otros trabajos posteriores.
García-Gallo postuló que las Partidas no eran obra de Alfonso X o que
no se terminaron durante su reinado, pues habrían sido redactadas
en el siglo XIV, mucho después de la muerte del rey sabio en 1284, y
que serían una reelaboración del Espéculo. Fundamentó su posición
en que las primeras referencias fidedignas de las Partidas, o sea,
otros textos que hacían mención a la existencia de ellas, procedían de
comienzos del siglo XIV y en que el conocimiento, en la Península
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO Ibérica, de los materiales o fuentes de las Partidas, habría sido de
fecha posterior a la de redacción atribuida por el códice.
De todas maneras, se sigue considerando a Alfonso X como autor de
las Siete Partidas, al menos de la versión original, cualquiera haya
sido su participación en su elaboración, como se hace con las grandes
obras de este género, que se atribuyen al monarca o gobernante que
las dictó, aunque se sepa que no intervino en su redacción (como el
caso, del Código de Hammurabi y Hammurabi y del Corpus Iuris
Civilis y Justiniano).
Finalidad
En cuanto a su finalidad, se ha sostenido que las Partidas se
otorgaron como texto legislativo y no como obra doctrinal, a pesar de
su contenido, a veces, más
filosófica que legal, lo que se
confirmaría por lo expresado
en su prólogo (que indica que
se dictaron sólo para que por
ellas se juzgara).
Ilustración nº 3
García-Gallo sostuvo que, resistida la aplicación de las Siete Partidas
especialmente por la nobleza castellana, se relegó su aplicación, tras
las Cortes de Zamora de 1274, a los pleitos del rey, es decir, a los
casos reservados al exclusivo conocimiento de la corte real, mientras
que los demás serían resueltos conforme al derecho foral (los pleitos
foreros). Por ello, en la práctica habría quedado como una obra
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO doctrinal hasta la "promulgación tardía" de 1348, realizada por
Alfonso XI. Además, esta oposición a su texto explicaría las
diferencias entre las distintas versiones de la primera partida.
De todas maneras, si fue redactada con la finalidad de ser un código
legal, se ha discutido cuál habría sido realmente su objetivo. Crucial
importancia tiene el llamado fecho del imperio, es decir, el intento de
Alfonso X de obtener la corona del Sacro Imperio RomanoGermánico, pues el propósito de Alfonso X, en relación a las Siete
Partidas, habría sido redactar un texto aplicable a todo el imperio, es
decir, un derecho de validez universal, un denominador jurídico
común de la empresa imperial.
En esa línea argumental, Aquilino Iglesias indicó en 1996 que las
Partidas no poseen referencias a la organización territorial castellana.
Otros, entre los cuales se encuentra García-Gallo, argumentaron que,
en las Siete Partidas, si bien la figura del emperador aparece por
sobre los reyes, también, la figura de los reyes en algunos puntos
aparece por sobre el emperador, y que se redactaron en castellano,
en vez de ser redactadas en latín.
Lo cierto es que las Partidas (incluido el prólogo) no hace referencia
alguna al intento de lograr la corona imperial. Además, hay autores,
como Juan Escudero (discípulo de García-Gallo), que han encontrado
referencias en su texto a la organización territorial propia de Castilla,
como las villas.
Por ello, se estima habitualmente que con la redacción de las Partidas
Alfonso X buscaba unificar jurídicamente el reino, no por la vía local
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO como su padre Fernando III (a través de la concesión de un mismo
fuero a varias localidades) sino por medio de una norma general
aplicable a todo el territorio.
Las Partidas abarcan todo el saber jurídico de la época dentro de una
visión unitaria, por ello se le ha considerado una summa de derecho.
Trata,
entre
otras
materias,
de
derecho
constitucional,
civil,
mercantil, penal y procesal, tanto civil como penal.
Están redactadas en castellano, de un pulcro
estilo literario, e inspiradas en una visión
teologal del mundo. Posee un prólogo, que
señala el objeto de la obra, y siete partes o
libros llamados partidas, las cuales comienzan
con una letra del nombre del rey sabio,
componiendo un acróstico (A-L-F-O-N-S-O).
Cada partida se divide en títulos (182 en
total), y éstos en leyes (2.683 en total).
Ilustración nº 4
Sus disposiciones acostumbran ir acompañadas de citas a autores y
obras, alegorías y ejemplos y, especialmente, de una exposición
razonada de sus orígenes y fundamentos (etimológicos, religiosos,
filosóficos e históricos), por lo que no son meramente prescriptivas.
Las contradicciones existentes entre algunas disposiciones serían
producto del esquema de trabajo utilizado en su elaboración, donde
cada partida habría sido redactada por una persona distinta.
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO Partida Primera
La primera partida comprende 24 títulos y 516 leyes. Comienza
tratando de las fuentes del derecho (en el título I), una simbólica
portada de la obra. Trata de la ley y la define apuntando a su
contenido (1,1,4), lo que produce efectos respecto a su obediencia
(leyes justas e injustas); se refiere a la forma de elaboración de
buenas leyes, relacionando la potestad de gobierno con la autoridad
del saber (1,1,9) y clasifica las leyes en canónicas y seculares
(1,1,3).
Menciona las condiciones que debe reunir un buen legislador: tener a
Dios presente, amar la justicia, tener conocimientos de derecho y
estar dispuesto a enmendar o mudar las leyes cuando fuese
necesario (1,1,11). Finalmente establece los requisitos validez y la
fuerza que posee la costumbre, es decir, según la ley, fuera de la ley
y contra la ley (1,2,5)
Luego se dedica por completo al derecho canónico, o sea, a materias
eclesiásticas. Se refiere a los dogmas y sacramentos, la organización
de la Iglesia, prerrogativas y obligaciones de los clérigos y al derecho
de asilo en las iglesias.
Existen importantes diferencias entre las versiones de esta partida.
Ellas serían producto de una reelaboración, que se habría hecho con
el objeto de limitar las facultades reales, ante el rechazo expresado
por los nobles al texto original de la primera partida, que reafirmaba
el poder del monarca frente a éstos. Esta situación también explicaría
la llamada "promulgación tardía".
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO Partida Segunda
La segunda partida posee 31 títulos y 359 leyes. Se refiere al poder
temporal, es decir, los emperadores, reyes y otros grandes señores
(derecho público). Realiza una distinción entre poder espiritual y
temporal, reconociendo una dualidad en la estructura del poder y una
relación de armonía entre ambos mundos.
Establece importantes disposiciones de derecho político (2,1,5),
refiriéndose al rey, al origen y fin del poder, y a la relación de mando
y obediencia, fundada en la fe y la razón. Trata de los derechos y
deberes del rey para con Dios, el pueblo y la tierra y los derechos y
deberes del pueblo para con Dios, el rey y la tierra. Además trata de
la familia y sucesión real, señalando las formas de adquirir el trono,
es decir, regula la sucesión en la Corona de Castilla (2,15,2). Dicha
normativa resulta de relevancia, pues fue la tradicional en Castilla
hasta la promulgación de la Ley Sálica por disposición del rey Felipe
V; en tiempos de Fernando VII volvió a entrar en vigor la sucesión
establecida en las partidas y actualmente se encuentra recogida en la
Constitución española de 1978.
Finalmente, la partida segunda se cierra refiriéndose a la universidad
(2,31,1), una de las instituciones bajomedievales más importantes.
Partida Tercera
La tercera partida posee 32 títulos y 543 leyes. Trata de la justicia y
la administración de justicia. Se refiere al procedimiento civil y al
imperio judicial, siendo su tema principal el proceso: las personas que
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO intervienen en el juicio y el procedimiento conforme al cual se
tramita.
Sucesivamente se refiere al demandante y demandado; los jueces
(3,4,3) y abogados (3,4,6); los plazos y medios de prueba, entre los
cuales se incluye a la escritura pública (3,18,1) y, por ello, se refiere
a los escribanos (3,19,1); las sentencias; y los recursos o alzadas
contra éstas.
Termina tratando del dominio (3,28,1), reconociendo la existencia de
ciertos bienes comunales; de la posesión (3,30,1); la prescripción; la
usucapión; y de las servidumbres.
Partida Cuarta
La cuarta partida posee 27 títulos y 256 leyes. Está destinada al
derecho de familia y, además, a otros vínculos permanentes entre las
personas, distintos del matrimonio y del parentesco.
Trata de los esponsales (4,1,2); el matrimonio (4,2,1), sujeto al
derecho canónico (capacidad, forma y validez); el divorcio (no como
disolución del vínculo matrimonial, sino como separación de "lecho y
techo"); la filiación legítima y la filiación ilegítima (4,14,1); la patria
potestad; la esclavitud (4,23,8), reconociéndola como "la más vil
cosa de este mundo" después del pecado; el estado de las personas
(libre y esclavo; hidalgo y persona común; clérigo y laico; hijos
legítimos e ilegítimos; cristianos y moros o judíos; varón y mujer); el
vasallaje y los feudos; y los vínculos de amistad.
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO Partida Quinta
La quinta partida posee 15 títulos y 374 leyes. Se refiere a los actos y
contratos que puede el ser humano realizar o celebrar en el curso de
su vida (derecho privado).
Trata del contrato de mutuo, prohibiendo el cobro de intereses o
"usura"; de comodato; de depósito; de donación; de compraventa,
con la distinción entre título y modo de adquirir (proveniente del
derecho romano); de permuta; de locación o arrendamiento; de
compañía o sociedad; de estipulación o promesa; y de la fianza y los
peños (hipotecas y prendas).
Se refiere, también, al pago y a la cesión de bienes. Asimismo,
incluye importantes normas de derecho mercantil, referidas a los
comerciantes y contratos mercantiles.
Partida Sexta
La sexta partida posee 19 títulos y 272 leyes. Se ocupa del derecho
sucesorio (sucesión por causa de muerte) y de las guardas.
Asimismo, contempla normas sobre el estatuto jurídico del huérfano.
Se refiere a la sucesión testada y al testamento (6,1,1); a la legítima
y, brevemente, a la sucesión intestada (6,13,1). Regula las tutelas y
curatelas (guardas) y la figura de la restitutio in integrum.
Partida Séptima
La séptima y última partida posee 34 títulos y 363 leyes. Se dedica al
derecho penal y procesal penal, es decir, a los delitos y al
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO procedimiento
penal
(de
carácter
inquisitivo).
Además
incluye
referencias al estatuto jurídico de los musulmanes y judíos.
Admite el tormento ante la insuficiencia de otras pruebas del delito,
estableciendo los requisitos de procedencia o exclusión (7,1,26 y
7,30,1).
Gran parte está dedicada a tratar diversos delitos (que denomina
yerros), entre ellos: la traición contra el rey (falta de fidelidad); la
falsedad y los homicidios, distinguiendo tres situaciones: homicidio
delito (doloso), accidental y en defensa propia; los delitos contra la
honra; los robos, hurtos y daños, distinguiendo claramente el robo
del hurto; los engaños y estafas; el adulterio, el incesto, la violación,
la sodomía, la alcahuetería y la hechicería; la herejía, el suicidio y la
blasfemia.
Distingue el hecho cometido por un inimputable (entre otros, el loco y
el menor de diez años) del realizado por una persona que posee
imputabilidad. Además, reconoce la figura de la tentativa y del delito
consumado
complicidad.
(7,31,2)
y
Asimismo,
prevé
ciertas
contempla
formas
de
circunstancias
instigación
y
eximentes,
atenuantes y agravantes (7,31,8) y se ocupa de la prisión,
estableciendo normas para el alcaide (7,29,8).
Establece que la finalidad de la pena (7,31,1) es la retribución
(castigo por lo hecho) y la prevención general (medio de intimidación
general, para que el hecho no se repita). Contempla siete especies de
penas (7,31,4), consagrado el carácter público de la actividad
represiva (las cuatro primeras para los yerros mayores y las otras
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO para los yerros menores): pena de muerte o pérdida de un miembro;
trabajo perpetuo; destierro perpetuo con confiscación de bienes;
prisión perpetua; destierro perpetuo sin confiscación de bienes;
infamia o pérdida de algún oficio; y azotes o heridas públicas, o
exposición desnudo y untado en miel para sufrir las molestias de las
moscas.
Las Partidas, imitando al Digesto y a las Decretales, terminan con un
título sobre reglas de derecho.
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO El juego en Las Siete Partidas
Una vez leído la normativa y las leyes del libro de las siete partidas
hemos observado algunas referencias al juego y la recreación de la
época. Hemos comprobado que el ocio y el juego en la época tenía
una gran importancia, ya que incluso en un libro de leyes, destinado
a legisladores para aplicar sus normas hace referencia al ocio y varios
tipos de juegos regulando su uso en diferentes ámbitos y estamentos
de la época.
Ilustración nº 5
En este fragmento que hemos seleccionado del libro podemos ver
como se hace referencia al juego, más concretamente al juego en el
ámbito de la iglesia y los clérigos en el siglo XIII. En el se especifica
que la practica de determinados juegos de la época como la pelota o
los dados queda prohibida al estamento eclesiástico para evitar la
desatención a su labores. No solo esta prohibida su participación, si
no que tampoco puedan asistir ni ver estos juegos, ni atender a los
jugadores. Dentro de la norma se especifica el tiempo de sanción que
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO deberá cumplir el clérigo que vulnere esta norma, y que es de tres
meses de suspensión de sus labores.
En este fragmento también se especifica que queda prohibida la caza
de aves o animales. Si lo hiciese quedaría relegado de sus funciones
durante tres meses.
En otro fragmento del libro, perteneciente a la partida II también
regula la práctica del juego en otros estamentos de la época, incluido
el propio rey. En dicha norma se mencionan “alegrías [...] que fueron
falladas para tomar home conorte en los cuidados et en los pesares
quando los hobiese”. Entre ellas, junto a la música, la historia, los
romances y otros libros, se cuenta el “jugar axedrez o tablas, o otros
juegos semejantes destos”, actividades todas que convenía practicar
con moderación, sobre todo en el caso de los reyes. También
podemos destacar “la significativa ausencia de los dados” en estas
“alegrías”. Un poco más adelante la misma ley es más explícita a la
hora de condenar las apuestas, cuya conexión con los dados ha sido
siempre notoria: “Mas de los otros juegos que desuso mostramos non
deben ellos usar sinon para perder cuidados et recibir dellos alegría,
et non por cobdicia de ganar por ellos”.
Por tanto queda restringida la práctica del juego en el caso del propio
rey. En estas leyes también se relaciona en alguna ocasión la práctica
del juego con las apuestas y la codicia. Alfonso X El Sabio destaca en
esta obra que el juego debe ser recreativo, con el fin de la alegría, y
no competitivo y practicado por codicia.
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO Juegos:
Axedrez
El ajedrez llega a Europa de la mano de los musulmanes a través de
al-Ándalus y las cruzadas. El juego se hace muy popular, sobre todo
en el Imperio y en España. Con el avance de la Reconquista el
ajedrez no cae en el olvido, sino que es practicado por los nobles y
clérigos cristianos.
Durante la Edad Media se escriben al menos cuatro obras sobre el
ajedrez, por parte de los judíos. El más destacable es el «Poema de
ajedrez» atribuido al célebre rabino sefardita Abraham ibn Ezrah
(1092-1167). El ajedrez se
considera juego de nobles y
se
llega
práctica
a
al
recomienda
prohibir
su
pueblo.
Se
comenzar
su
enseñanza a los seis años.
Ilustración nº 6
La Iglesia llega a prohibir el ajedrez, porque se solía apostar dinero.
En 1212 el concilio de París condena el juego. Medida impulsada por
los obispos Guy y Eudes de Sully. Esta sentencia es confirmada en
Polonia por el rey Casimiro II y en Francia por san Luis (1226-1270).
Lo que no quita para que el Museo del Louvre conserve un juego
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO perteneciente a san Luis. Sin embargo estas prohibiciones caen en
saco roto.
La extraordinaria obra de traducción, recopilación y legislación de
Alfonso X el Sabio que hizo durante su reinado (1251-1284) incluyó
la composición de un libro de ajedrez: Juegos diversos de axedrez,
dados, y tablas con sus explicaciones, ordenados por mandado del
rey don Alonso el Sabio y es el libro más antiguo sobre el ajedrez que
nos ha llegado, compuesto en 1283. Consta de 98 folios de
pergamino con 150 espléndidas miniaturas. Está dividido en siete
partes, la primera de las cuales es la que está dedicada al ajedrez:
«libro de ajedrez». En ella se describe las reglas y se incluyen 103
problemas, de los cuales 89 aparecen en otros tratados de origen
árabe. Se conserva en la biblioteca de El Escorial.
Fue en España, y en tiempos de Alfonso X el Sabio cuando los
trebejos[2] o piezas del ajedrez tomaron ese aspecto medieval que
tiene hoy, con el rey y la reina (llamada entonces alferza o capitán),
los caballeros, las torres y los obispos, que en español siguen siendo
alfiles. La forma de jugar antes de 1475 era más parecido a como
jugaban los persas en el siglo V que al ajedrez actual.
Guirguiesca y craps
Guirguiesca y craps son juegos que se juegan con dos dados. A los
jugadores que participan en el juego del craps les llamamos Caster,
que lanza los dados, y Setter, que apuesta en contra. Los nombres
los tomamos de la tradición en la literatura de este juego. A los que
participan en guirguiesca los llamamos G1, que lanza los dados, y G2.
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO Ambos juegos tienen en común que clasifican las puntuaciones, que
resultan al lanzar los dos dados, en las menos probables recogidas en
el conjunto Azar, {2, 3, 11, 12}, y las más probables recogidas en el
conjunto Suerte, {4, 5, 6, 7, 8, 9, 10}.
Pelota
La expresión “ferir la pellota” remite a diversos ejercicios deportivos
competitivos muy presentes en la vida cotidiana de todos los grupos
sociales:
los
consistentes
objeto
juegos
en
golpear
un
redondo
usando
las
manos, los pies o con ayuda
de
algún
especialistas
objeto.
relacionan
Los
su
introducción en la Península
Ibérica
con
el
proceso
de
romanización y la transmisión
de la “esferística” griega y la
“pila” romana.
Ilustración nº 7
Pero son los siglos medievales los que hacen que esta práctica lúdica
y
deportiva
se
generalice
en
todos
grupos
sociales,
dejando
abundantes huellas documentales e iconográficas. Mehl (2003) cree
que su auge en el Occidente europeo tiene mucho que ver con la
existencia, a partir del siglo XIII, de unas sociedades mejor
dispuestas a apreciar entretenimientos que combinan determinadas
aptitudes físicas con ciertas capacidades mentales y con la posibilidad
de satisfacer demandas muy precisas (un control en la fabricación de
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO pelotas, raquetas o palos, la existencia de terrenos de juego de
dimensiones regulares y con una arquitectura específica de muros
verticales, espacios pavimentados, claustros, barreras y hoyos que
permiten sumar tantos, o la necesidad de reglas escritas ya en los
albores de la Modernidad). A juicio de este autor, la combinación de
habilidad física, destreza mental y suerte contribuyó, además, al
desarrollo de una fuerte expectación y muchas apuestas monetarias
en torno a los juegos de pelota.
Golpear la pelota al aire o a ras de tierra con ayuda de palos y otros
elementos da lugar a modalidades
deportivas
como
la
“chueca”,
emparentada con el actual hockey y
que contaba en Medina del Campo con
terrenos de juego específicos; o como
la
ilustrada
Alfonso
X,
en
la
donde
Cantiga
un
42
de
jugador
se
dispone a golpear con un bate la
pelota que otro jugador sostiene.
Ilustración nº 8
En sus distintas formas, la pelota fue
practicada por jóvenes de toda condición, por la oligarquía municipal
y por la nobleza caballeresca.
También ha quedado documentada la afición del clero, a pesar de la
legislación canónica y civil que vetaba su presencia y participación. Y
el relato de viajes de Antonio de Lalaing trasmite la idea de que los
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO juegos de pelota y bola constituyen uno de los ejercicios físicos y
entretenimientos más habituales de la alta nobleza.
Torneos y justas
Torneo es el nombre popular dado a las competiciones de caballería o
peleas por diversión de la Edad media y Renacimiento (Siglos XII al
XVI).
Eran los heraldos y reyes de armas los encargados de dar publicidad
al torneo. El día del evento había una gran expectación en el lugar
elegido.
Se
preparaban
todos
para
acudir
al
sitio
señalado
deplegando según sus clases y posición gran lujo en vestimentas,
trajes, caballos, paramentos, arneses, adornos, armas, etc.
Dada la señal de comienzo al son de instrumentos marcales que
alegraban
los
ánimos
de
los
allí
concertados
(fanfarrias)
se
presentaban los caballeros en la liza con numeroso séquito. Eran muy
divertidos y la gente se entretenía viéndolo.
Las leyes del torneo eran las siguientes:
- No herir de punta al contrario.
- No pelear fuera de filas.
- No pelear varios caballeros contra uno solo.
- En no herir al caballo del rival.
- Descargar sólo los golpes al rostro y pecho del rival.
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO - No herir al caballero que se alzara la visera.
Las damas elegían un juez de paz
para recordar la clemencia cuando
por
alguna
falta
de
cortesía
o
violación de las leyes de caballería
un combatiente se veía rodeado de
varios contrarios.
Ilustración nº 9
Se seguían con gran expectación los
movimientos de los caballeros con
gran ánimo y júbilo por parte del
público
asistente
al
evento.
El
público aplaudía las suertes y lances en que más se distinguían la
pericia y valor de los combatientes.
El vencido y las armas quedaban a disposición del vencedor. Los
vencedores eran saludados con frenéticas aclamaciones y con
prolongados
aplausos
al
compás
de
marchas
marciales.
Los
triunfadores eran conducidos a recibir de mano de los jueces o de las
damas el justo premio de su victoria. Los premios ofrecidos se ponían
a los pies de las señoras de sus pensamientos.
Para terminar se realizaba un banquete en la que los caballeros
participantes en el evento eran colmados de atenciones.
Las armas utilizadas eran bastones, cañas, lanzas sin hierro y con la
punta roma o espadas sin corte conocidas con el nombre de armas
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO corteses o graciosas por que se evitaba herir de gravedad o matar al
contrario.
En excepcionales ocasiones, en algunos combates se utilizaban todo
tipo de armas (armas de todo trance o de muerte).
En la Edad Media se denominó justa al combate singular que se hacía
entre dos contendientes, a caballo y con lanza, para justificar el
derecho de alguno. De ahí viene el nombre de justa que luego se
extendió a los juegos o ejercicios de caballería. En ella los caballeros
acreditaban su destreza en el manejo de las armas.
Aunque
se
sinónimos
torneo,
confundan
las
las
palabras
armas
como
justa
empleadas
y
en
estas contiendas eran diferentes.
En las justas se empleaban armas
verdaderas ofensivas y defensivas,
resultando a veces los combatientes
gravemente
heridos
e
incluso
muertos. En los torneos casi siempre
se utilizaban armas simuladas.
Ilustración nº 10
Resultado de esta mezcla de costumbres, ocurrió que con el
transcurrir del tiempo a las primitivas justas o juicio de Dios
evolucionaron hasta convertirse en combates, ejercicios de armas
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO que muchas veces eran alardes de vigor y valentía para festejar a
una dama.
Se generalizó de tal manera esta costumbre en la Edad Media que en
casi todas las poblaciones de alguna importancia había un paraje por
lo común extramuros de la ciudad (véase muralla) llamado la tela,
destinado
para
estos
combates.
En
casos
extraordinarios
se
designaban sitios en campo raso, publicitando los combates a cuantos
caballeros o campeones quisiesen acudir a medir sus armas con el
mantenedor del palenque, es decir, al retador de la justa.
El motivo fundamental de las justas era el espíritu caballeresco de la
época cuyo lema era Dios, mi rey y mi dama. Aunque a veces se
daban excesos de este espíritu caballeresco. También con el paso del
tiempo las justas como los torneos eran una costumbre regularizada
según las necesidades guerreras.
Las ideas de la época convenía promover en unos pueblos cuyo
principal ejercicio era el de las armas, estos combates que aunque
sangrientos tenían mucha importancia para el buen éxito en los
campos de batalla (digamos que se ejercitaban en las armas que
después se utilizaban en las batallas, lo que hoy se entiende por
entrenar).
En las justas no se empleaba más armas que la lanza de madera y la
adarga o escudo, amen de la loriga, cota y armadura, la cual
representaba la condición social del dueño.
La regla común era que se debía romper tres lanzas con cada
campeón o aventurero que llegase a la palestra. Si uno de los
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO combatientes sacaba de la silla a su contrario, se daba por rota la
lanza, aunque no se rompiese.
Caza
La caza fue una de las distracciones favoritas de los soberanos, de
sus cortes y de la aristocracia. Era diversión y ejercicio principal.
Abundaba la caza mayor, que se realizaba a caballo, con lanza y con
perros, criados y escuderos. Los jabalíes se cazaban con lanza desde
el caballo. El origen de la caza mayor se remonta a los tiempos
remotos, pero el de la cetrería sería medieval en lo que se refiere, al
Mediterráneo y a las regiones de Europa.
La evolución natural de la caza sería: desde la montería o caza de
fieras a la caza de aves o cetrería. Lo común era que se les preparase
un andamiaje desde donde podían contemplar el desarrollo de la
cacería. Con el tiempo, la legislación ampliando los derechos señoriles
les dio en exclusiva el derecho de cazar en los montes y de perseguir
a las fieras, caza cortesana, a caballo, con lanza y perros. Jabalíes,
ciervos y osos, cetrería con halcones, águilas. Zonas de caza
exclusiva: solo los nobles cazaban, acompañados de monteros,
ballesteros y halconeros. Como la cetrería era muy minoritaria,
debido al alto coste de mantenimiento de halcones peregrinos,
alcotanes, esmerejones, azores y gavilanes, la montería con “grandes
lebreles” sobre osos, jabalíes, venados y lobos alcanzó un puesto
dominante durante el Medievo. Especial relevancia tenía la caza del
oso en el reino de Asturias, pues éste se rastreaba con perros y
ojeadores hasta que le acorralaban los lebreles y era abatido a
ballestazos.
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO Respecto a las armas de caza, en el siglo IX a los naturales de la isla
de Mallorca se les atribuye la invención de las ballestas.
En 1180 el Rey Sancho VI de Navarra mandó redactar el “Código de
Monterías”. En el año 1255 el rey Alfonso X el Sabio, promulga “el
fuero real” en cuyos apartados 16 y 17 se ordena “no se tomen los
animales salvajes mientras el cazador vaya tras ellos”. Escribió una
obra titulada “Código de las Siete Partidas” en la que cabe destacar
“la caza es el arte o sabiduría de guerrear y de vencer”. Tanto en el
Código como en el Fuero de Soria, la fauna de caza, en terrenos de
propiedad privada, pertenecía al dueño de la finca.
Tauromaquia
La tradición de correr a los toros (esta es la forma que desde el siglo
XIII encontramos en los documentos para referirse a estas matanzas)
se ejecutaba para festejar bodas, coronaciones, bautizos, victorias en
batallas, homenajes fúnebres, canonización de santos etc.
Cualquier ocasión daba lugar a correr toros. Este entretenimiento,
solía ser practicado a caballo por la nobleza e imitado a pie por el
pueblo llano. En sitios como en la Plaza Mayor de Valladolid y a partir
de 1619 en la de Madrid o en el parque de Buen Retiro, se solían
practicar torneos medievales donde caballeros se enfrentaban entre
sí, y más tarde, se soltaban toros que si embestían eran atacados y
muertos con lanzas o eran perseguidos por una cuadrilla de jinetes
que les clavaban lanzas (juegos de toros y cañas).
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO En estos torneos, cuya finalidad era embrutecer al pueblo, se
valoraba el toreo a caballo, que por definición era como lo realizaban
los aristocráticos. La acción auxiliar que podían hacer los plebeyos
para llamar la atención al toro, no merecía ninguna mención por
parte de los cronistas oficiales. Cabe tener en cuenta, que en todos
estos espectáculos medievales, se mataban toros, pero también se
perdían muchas vidas humanas.
Ilustración nº 11
3. Conclusiones:
Del trabajo se desprende que esta obra es uno de los legados más
importantes de Castilla a la historia del derecho, al ser el cuerpo
jurídico de más amplia y larga vigencia en Iberoamérica (hasta el
siglo XIX). Incluso se le ha calificado de "enciclopedia humanista",
pues trata temas filosóficos, morales y teológicos (de vertiente grecolatina), aunque el propio texto confirma el carácter legislativo de la
obra, al señalar en el prólogo que se dictó en vista de la confusión y
abundancia normativa y solamente para que por ellas se juzgara.
Con la redacción del código de las Siete Partidas, Alfonso X el Sabio
instauró en Castilla una ley común que, uniendo las tradiciones
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO jurídicas del reino con los derechos canónico y romano, intentó
imponerse sobre los fueros y derechos locales. A principios del siglo
XIII, las ciudades y tierras de Castilla se regían por distintos tipos de
fueros,
leyes
consuetudinarias
(derivadas
de
la
costumbre)
y
derechos señoriales. Los cambios económicos, especialmente el auge
de la artesanía urbana y el desarrollo del comercio, animaron al rey
Alfonso X (1221-1284) a impulsar el proceso de integración jurídica
del reino, en contra de los privilegios tradicionales de la nobleza rural
y los patriciados urbanos. Alfonso X ordenó la redacción de tres
compilaciones jurídicas: el Fuero Real, el Espéculo y el Libro de las
Leyes, conocido como las Siete Partidas por estar dividido en siete
capítulos. De los tres, el ordenamiento de las Partidas es el que
habría de desempeñar un papel fundamental en la formación de un
derecho general. El código puede considerarse como un gigantesco
intento de síntesis de los derechos consuetudinario, canónico y
romano.
Con respecto a los juegos, este libro revela diversas prácticas que se
practicaban en la época y nos permite indagar en el pasado de los
juegos para poder comprender su evolución y sus cambios hasta la
actualidad.
También ha dejado un buen legado de las leyes en la Edad Media,
que aunque al leerlas, pueden parecer algo arcaicas, se debe apreciar
el momento de su redacción con el auge del cristianismo y las
diferencias sociales, como por ejemplo, que la condición de Señor
aportaba grandes ventajas en relación al pueblo. Todo esto se plasma
en cada Partida de este libro y resulta muy interesante su lectura y
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO comprobar los grandes avances que se han transformado nuestro
país, tanto en materia jurídica como social.
4. Bibliografía:
Índice bibliográfico
- Alfonso X "El Sabio" Las siete partidas. Editorial Castalia, S.A.
- Castro, J. (2007). Alfonso X el Sabio. Libro de los juegos: acedrex,
dados e tablas. Ordenamiento de las tafurerías. Madrid.
- Solalinde, A. (1915). Revista de filología española II. Pp. 283-288.
-
Mellado, Francisco de Paula (1851). Enciclopedia moderna:
Diccionario universal de literatura, ciencias, arte e industria. Madrid.
- http://www.animanaturalis.org/840
Índice de ilustraciones
Nº 1: Portada. Las Siete Partidas (1555), glosado por Gregorio López.
Nº 2: Pág. 6. Pintura de Alfonso X el Sabio y las Partidas.
Nº 3: Pág. 8. Alfonso X y su corte.
Nº 4: Pág. 10. Códigos Españoles Concordados y Anotados (1982).
Nº 5: Pág. 16. Fragmento del libro VII. Ley LVII.
Nº 6: Pág. 18. Tablero de ajedrez.
Nº 7: Pág. 20. Juego de pelota medieval.
Nº 8: Pág. 21. Cantiga 42 “Las Cantigas de Alfonso X”.
MUSEO DEL JUEGO Jose Oleaga, Javier Olmeda, Marcos Porqueras PHEJD: LAS SIETE PARTIDAS DE ALFONSO X EL SABIO Nº 9: Pág. 22. Reparto de premios en un torneo medieval.
Nº 10: Pág. 24.Justa del siglo XIII; Codex Manesse, miniatura.
Nº 11: Pág. 27. Corrida Medieval. Cantigas de Santa María, nº CXLIV.
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