28 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.” Todo está sujeto a Cristo, porque Él está en el Trono de Dios sentado; y por consiguiente es el Rey de reyes y Señor de señores, al cual le ha sido dado todo poder en el Cielo y en la Tierra. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro Salvador. Continúen pasando todos una tarde feliz, llena de la bendiciones de Cristo y recuerden: bien pueden ser bautizados en estos momentos. Dejo al ministro aquí correspondiente, reverendo Cuahutemoc Álvarez Velazco, y en cada nación dejo al ministro correspondiente para que haga en la misma forma y les indique a ustedes como hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo en estos momentos. Que Dios les bendiga y les guarde y continúen pasando una tarde feliz llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador; y recuerden, nos veremos eternamente en el Reino de Cristo. “LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER TRANSFORMADO Y RAPTADO.” LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER TRANSFORMADO Y RAPTADO Martes, 25 de agosto, 2009 Puente de Ixtla, Morelos, México Rev. William Soto Santiago, Ph.D. LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . NOTA AL LECTOR Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquier error en este escrito es estrictamente error de audición, transcripción e impresión; y no debe interpretarse como errores del Mensaje. El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificado con las grabaciones del audio o del video. Este folleto debe ser usado solamente para propósitos personales de estudio, hasta que sea publicado formalmente. 27 versos 15 al 16). Y me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo lo más pronto posible, porque yo he creído y lo he recibido como mi único y suficiente Salvador. ¿Cuándo me pueden bautizar? Es la pregunta de ustedes, por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. El agua no quita los pecados, es la Sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado; pero el bautismo en agua es un mandamiento del Señor Jesucristo. Cuando Juan el Bautista predicaba y bautizaba la gente en el Jordán, llegó Cristo. Y cuando Juan lo ve no quería bautizarlo y Cristo dice: “Nos conviene cumplir toda justicia;” y entonces lo bautizó. Y si era conveniente, convenía cumplir toda justicia siendo bautizado en agua, cuánto más nosotros para cumplir toda justicia nos conviene ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. En el bautismo en agua la persona se identifica con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección; cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; y cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida, a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Por lo tanto, nos conviene cumplir toda justicia. Recuerden, en el bautismo en agua nos identificamos con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Pedro dijo en su Primera Carta, (el capítulo 3 de su Primera Carta), dice San Pedro, versos 21 al 22. “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de 26 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. Con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, y nuestros ojos cerrados, los que han venido a los Pies de Cristo en estos momentos, repitan conmigo esta oración. Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Tu primera Venida, creo que Tú eres el Mesías, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados. Reconozco que no hay otro Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos; reconozco que soy pecador y necesito un Salvador. Doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y me limpies con Tu Sangre de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y fuego, luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y produzcas en mí el nuevo nacimiento, quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamente contigo en Tu Reino. Sálvame, Señor. Acepto Tu Sacrificio en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados. Sálvame, Señor, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso. Señor Jesucristo. Amén. Y con nuestras manos levantadas al Cielo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén. Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado porque ustedes le han recibido como vuestro único y suficiente Salvador. Ustedes me dirán: Cristo dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (San Marcos, capítulo 16, LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER TRANSFORMADO Y RAPTADO Rev. William Soto Santiago. Ph.D. Martes, 25 de agosto, 2009 Puente de Ixtla, Morelos, México uy buenas tardes, amables amigos y hermanos presentes, y los que están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes naciones; y también un especial saludo para el doctor Miguel Bermúdez Marín, y también para la doctora Kélita Machado de Cunha y su esposo, doctor Salomón Cunha; y para todos los ministros presentes y los que están también en otras naciones. Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también. Para esta ocasión leemos un pasaje muy importante de la Biblia que nos habla del Reino de Dios siendo comparado, o Reino de los Cielos siendo comparado con diez vírgenes, cinco prudentes y cinco insensatas. Y leemos el pasaje, y luego veremos este cuadro que Cristo aquí profetiza en esta parábola; capítulo 25, versos 1 al 13 de San Mateo, y dice de la siguiente manera: “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. M 4 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.” Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema para esta ocasión es: “LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER TRANSFORMADO Y RAPTADO (o sea, arrebatado al Cielo para ir a la Cena de las Bodas del Cordero con Cristo).” En esta parábola tan sencilla, Cristo muestra aquí lo que vendría a ser el Cristianismo en términos generales, o sea, todos los que creerían en Cristo y como una parte del Cristianismo tendría aceite en sus lámparas y otra parte del Cristianismo no tendría aceite en sus lámparas. Las lámparas representa al individuo y el aceite representa al Espíritu Santo, y las vírgenes representan a los cristianos, a los creyentes en Cristo que formarían el Cristianismo. LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 25 tiene una vida temporera que se le va a terminar en algún momento y no sabe cuando se le va a terminar. Por lo tanto, es importante que aseguremos nuestro futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno, para que nos dé la Vida eterna y tengamos la esperanza de vivir eternamente con Cristo en Su Reino, no hay otra forma para vivir eternamente con Cristo en Su Reino. Por lo tanto, tenemos que ser realistas: Yo necesito a Cristo. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también, para que Él nos dé la Vida eterna. Tenemos que asegurar nuestro futuro eterno, así como también algunas veces decimos: “Yo quiero asegurar mi futuro y el futuro de mi familia.” La forma para asegurar el futuro de cada uno de nosotros y de nuestra familia para toda la eternidad es por medio de Cristo nuestro Salvador. Así que, la decisión más grande que el ser humano hace y que le coloca en la Vida eterna es recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador. Para lo cual todos ustedes que no lo han recibido todavía tiene la oportunidad de recibirlo; los que están aquí presentes y los que están en otras ciudades y en otras naciones, también lo pueden recibir en estos momentos. Y también los niños de diez años en adelante pueden recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador. Recuerden que Cristo dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos.” Por lo tanto, los niños también tienen derecho a recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador; todos los niños de diez años en adelante pueden venir a los Pies de Cristo, los que están presente y los que están en otras naciones también. Ya vamos a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo, todos los que están en otras naciones puestos en pie y los que están aquí presentes también y vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo nuestro Salvador para dar testimonio público de su fe en Cristo. 24 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. endurezcas tu corazón. Tú eres una oveja del Señor, y Él dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy Vida eterna.” [San Juan 10: 27]. Recuerda que tu nombre está escrito en el Cielo en el Libro de la Vida; y por consiguiente, estarías escuchando la Voz de Cristo, el Evangelio de Cristo; y estarías creyendo en Cristo y recibiéndolo como tu único y suficiente Salvador, y Él estaría, ¿qué? Dándote Vida eterna. Se predica el Evangelio, lo recibimos como Salvador, ¿para qué? Para que Él nos dé la Vida eterna, no hay otra persona que nos pueda dar Vida eterna, solamente hay UNO y Su Nombre es Señor Jesucristo, ese es nuestro Salvador, el único Salvador. Él es el único que perdona nuestros pecados y con Su Sangre nos limpia de todo pecado, Él con Su muerte en la Cruz del Calvario realizó el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados, y no hay otro sacrificio que Dios acepte por nuestros pecados, ese es el único y está para todos los seres humanos, es el sacrificio de Expiación por los pecados de todos los seres humanos para ser reconciliados con Dios. No hay otra forma de ser reconciliados con Dios, no hay otra forma de llegar a Dios, no hay otra forma de orar a Dios y que Dios escuche nuestras oraciones. El mismo Cristo dijo en San Juan, capítulo 14, verso 6. “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Y si no hay otra forma de llegar a Dios y ser reconciliados con Dios, entonces no podemos buscar otros caminos. Tenemos que tomar el camino de Dios que es Cristo, el cual dijo: “Yo soy el camino.” Y no hay otra verdad. Él dijo: “Yo soy la verdad.” Y no hay otra vida, Él dijo: “Yo soy la vida, la Vida eterna.” Por lo tanto, el que tiene al Hijo, a Jesucristo tiene la Vida eterna y el que no tiene a Cristo, pues no tiene la Vida eterna, LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 5 Ahora, nos dice aquí que las insensatas no tomaron consigo aceite en sus vasijas; lo cual significa que eran creyentes en Cristo profesantes, pero no llegaron hasta recibir al Espíritu Santo, creyeron que solamente era decir que creían en Cristo, y ya eso era todo. Pero Cristo dijo a Nicodemo en San Juan, capítulo 3, versos 1 en adelante, lo que era importante para el ser humano. San Juan, capítulo 3, versos 1 en adelante: “Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí (o sea, Maestro), sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Así como para ver este reino terrenal tuvimos que nacer y por eso estamos viviendo en esta Tierra y viendo lo que es este reino terrenal y trabajando en esta Tierra, porque el que no trabaja entonces tiene problemas. Ahora, nos dice que es necesario nacer de nuevo. Y ahora, miren cómo pensó Nicodemo que era el nuevo nacimiento, del cual Cristo le habla; porque él no conocía otra forma de nacer. Dice: “Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? (y así pensaría cualquier persona que no entienda de qué nacimiento le habla Cristo, y cómo se nace en el Reino de los Cielos) Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” Y ahora, le dice cómo es que se nace de nuevo para entrar 6 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. al Reino de Dios, al cual todo ser humano desea entrar; porque ahí es donde único hay Vida eterna, la Vida de ese Reino es eterna. Y ahora, se requiere nacer del Agua y del Espíritu, ¿qué significa esto? Nacer del Evangelio de Cristo, la Palabra, y nacer del Espíritu Santo. Por eso Cristo en San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16, dijo a Sus discípulos: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Miren la bendición tan grande que se pierden los que no creen en Cristo, pierde la salvación y Vida eterna en el Reino de Cristo; se conformaron con la vida temporera de este reino terrenal, y no comprendieron, no se dieron cuenta que hay una Vida eterna, la cual se obtiene en el Reino de Dios por medio de escuchar el Evangelio de Cristo, creer en Cristo, recibirlo como Salvador, ser bautizado en agua en Su Nombre y entonces Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produce en la persona el nuevo nacimiento. Y Nicodemo era una de estas personas que quería vivir eternamente, quería entrar al Reino de Dios, como cada uno de nosotros, pues estamos conscientes de que tenemos vida, que estamos vivos, pero también estamos conscientes que la vida que tenemos es temporera. Pero también entendemos que hay una Vida eterna y que hay un Reino divino donde la Vida es eterna, para lo cual la persona necesita escuchar la predicación del Evangelio de Cristo, que es el que contiene la explicación, el mensaje sobre todas estas cosas. Y necesita comprender el ser humano que hay un Sacrificio de Expiación por nuestros pecados realizado en la Cruz del Calvario por el Señor Jesucristo, el cual tomó nuestros pecados y se entregó a la muerte por todos nosotros y en lugar de nosotros que éramos LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 23 de las Bodas del Cordero; y los que reciben a Cristo como único y suficiente Salvador, están recibiendo la invitación para ir a la Cena de las Bodas del Cordero adonde Cristo ha prometido llevar a todos los creyentes en Él en cuerpos eternos, cuerpos glorificados. Por lo tanto, ya yo escuché la predicación del Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en mi alma y lo he recibido como mi único y suficiente Salvador y Él me dio la vestidura de boda que es el Espíritu Santo y me dará la vestidura física de boda que será el cuerpo eterno, el cuerpo nuevo, el cuerpo glorificado. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también. Si hay alguna persona que todavía no está preparada para ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero (y primero para ser transformada), puede recibirlo como su único y suficiente Salvador para que así haya aceptado y reciba y tenga la invitación a la Cena de las Bodas del Cordero, y tenga la vestidura de boda que es el bautismo del Espíritu Santo, cuando la persona recibe el cuerpo angelical, y luego el cuerpo físico, glorificado y así tenga la doble vestidura de boda, tenga la Plenitud de Dios. Por lo tanto, puede venir a los pies de Cristo y estaremos orando por usted en esta ocasión para que Cristo le reciba en Su Reino. Los que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de Cristo para que Cristo les reciba en Su Reino. Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo los que están aquí presentes y los que están también en otras naciones. Recuerden que Cristo mucho pueblo en esta ciudad y los está llamando. Mucho pueblo tiene en Puente Ixtla, Morelos, República mexicana y en todas las ciudades y en todas las comunidades de la República Mexicana, y los está llamando en este tiempo final. Si oyes hoy su Voz, que es el Evangelio de Cristo no 22 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.” Vean, queremos que cuando esta profecía sea una realidad estar del lado favorable, estar del lado de Cristo, con Cristo en Su Reino, como las vírgenes prudentes que cuando llegaron las vírgenes insensatas tocando la puerta, ya las vírgenes prudentes estaban dentro, tenían aceite, entraron con Él a las Bodas y se cerró la puerta; obtuvieron la redención del cuerpo, o sea, la transformación de sus cuerpos las que estaban vivas o los que estaban vivos y las que habían muerto, los que habían muerto creyentes en Cristo resucitaron en cuerpos glorificados y luego estaban listo para ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Son bienaventurados los que son invitados, llamados a esa gran Cena, a esa gran Fiesta que será llevada a cabo en el Cielo, que será la fiesta más importante, más grande que se haya llevado a cabo en el Cielo. Dice, capítulo 19, versos 7 en adelante, del libro del Apocalipsis: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.” ¿Cómo somos llamados a la Cena de las Bodas del Cordero? Cuando escuchamos la predicación del Evangelio de Cristo, estamos escuchando la invitación para estar en la Cena LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 7 los que teníamos que morir por nuestros pecados. Cristo no tenía pecados. Por eso Él dice: “Nadie me la quita (la vida), sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.” [San Juan 10:18]. O sea, Él cuando vino a la Tierra tenía una comisión divina: tomar nuestro pecados, hacerse mortal y morir, y luego resucitar, tomar de nuevo la vida: resucitó a la Vida eterna y por eso nunca más morirá nuestro amado Señor Jesucristo, porque nunca más tendrá que efectuar el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados; ya fue realizado, y ahora toda persona que escucha la predicación del Evangelio de Cristo, escucha acerca de este Sacrificio de Cristo; y por consiguiente todo ser humano tiene un Sacrificio de Expiación por sus pecados delante de Dios. Y es el único Sacrificio de Expiación que Dios acepta para el ser humano. No hay otro Sacrificio para los pecados del ser humano. Que la persona sea buena, está supuesta a ser buena; que la persona haga buenas obras, está supuesta a hacer buenas obras, sea creyente o no sea creyente en Cristo; solamente el ser humano puede obtener la salvación y Vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Salvador, no es por obra, para que nadie se vaya a gloriar. Es por Gracia, gratuitamente, que es ofrecida por Dios al ser humano, a través de Cristo nuestro Salvador, para que el rico y el pobre tenga oportunidad de obtener la Vida eterna; porque si fuera por obras, los ricos serían los que podrían obtener la Vida eterna, y los pobres se quedarían sin la Vida eterna. Por lo tanto, para todos fue hecho el Sacrificio en la Cruz del Calvario por nuestro amado Señor Jesucristo. Y ahora, la labor que tenía que ser hecha, no la podíamos hacer nosotros; porque todo ser humano que nace en esta tierra, nace por medio de Adán, por la descendencia de Adán, 8 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. y por consiguiente ya es una persona que no puede realizar un Sacrificio de Expiación por las demás personas. Tiene que ser una persona sin pecado, y el único fue Jesucristo nuestro Salvador, el único que podía dar, entrar Su vida en Expiación por nuestros pecados como estaba profetizado en Isaías 53, versos 10 al 15. Él fue el Cordero de Dios que vino para quitar el pecado del mundo, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, más tenga Vida eterna. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito (a Jesucristo), para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Esta es la demostración más grande del amor de Dios hacia el ser humano: “Porque de tal manera amó Dios al mundo.” Ahora, ¿ama Dios o ama usted a la gente como Dios amó a la humanidad? ¿Y estaría usted dispuesta o dispuesto a dar el único hijo que usted tenga para que se salven las personas? ¿Verdad que es difícil? Cuánto más lo fue para Dios; pero vean lo entregó en Sacrificio de Expiación por nosotros en la Cruz del Calvario. Esa es la demostración más grande del amor de Dios hacia mí. ¿Y hacia quién más? Hacia cada uno de ustedes también. De tal manera que en San Juan, nos dice... les cité el capítulo 3, verso 16, y también dice Cristo en San Juan, capítulo 3, versos 13 al 15. “Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Moisés levantó una serpiente de bronce en una vara, para que todas las personas que eran mordidos por las serpientes venenosas, y por lo cual estaban sentenciadas a muerte, pudieran mirar a esa serpiente antes de morir y evitar morir, o LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 21 La predicación del Evangelio del Reino que predicaba Juan el Bautista y Jesús, la cual se detuvo cuando Cristo entró a Jerusalén y fue rechazado como Rey, y luego fue más adelante crucificado, ahí se detuvo la predicación del Evangelio del Reino, en donde Cristo predicaba y enseñaba acerca del Reino de Dios que iba a ser establecido en la Tierra. Luego, el Día de Pentecostés se comenzó a predicar el Evangelio de la Gracia, el Evangelio de Cristo por San Pedro que tenía las llaves del Reino de los Cielos (conforme a la promesa de Cristo en San Mateo, capítulo 16, versos 11 en adelante), a quién, al cual Cristo le dio las llaves del Reino de los Cielos y abrió la puerta el Día Pentecostés y la puerta es Cristo. Cristo dijo: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo.” (San Juan, capítulo 10, verso 9). Y ahora, esa puerta de la Dispensación de la Gracia, esa puerta del Reino de los Cielos va a ser cerrada algún día; cuando sea cerrada ya las personas no tienen la oportunidad de recibir a Cristo como único y suficiente Salvador; y tienen que atenerse a pasar por el tiempo de la gran tribulación. En esta ocasión en que Cristo predicaba el Evangelio por las ciudades y aldeas, vean lo que dice San Lucas, capítulo 13, versos 22 en adelante: “Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén. Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Entonces (¿qué sucederá?)...” Dice: “Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos 20 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. Dice Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8; y el Salmo 90, verso 4. De ese día es que Cristo hablaba siempre cuando les hablaba del Día Postrero, del día de Su Venida. No es un día de veinticuatro horas, es un día mil años; y el comienzo de ese día milenial, digamos, en los primeros cien años deben cumplirse estas promesas para la Venida del Señor, la resurrección de los muertos en Cristo, la transformación de nosotros los que vivimos, el arrebatamiento de la Iglesia para ir a la Cena de las Bodas del Cordero, la gran fiesta de la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo por tres años y medio, el llamado para el pueblo hebreo, en donde serán llamados ciento cuarenta y cuatro mil que son escogidos del pueblo hebreo que aunque pasarán por el tiempo de la gran tribulación y morirán en ese tiempo, al final de la gran tribulación resucitarán cuando Cristo con Su Iglesia glorificada, en cuerpos glorificados vengan del Cielo de la Cena de las Bodas del Cordero, para establecer el Reino del Mesías aquí en la Tierra, lo cual será la venida del Reino de Dios o restauración del Reino de Dios en la Tierra o restauración del Reino de David. Así que, podemos ver el tiempo en que estamos y cómo ser preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero: escuchando la Voz de Cristo, la gran Voz de Trompeta que es el Evangelio del Reino del cual nos habla Cristo en San Mateo 24, verso 14, cuando nos dice de la siguiente manera; y vamos a leerlo para que tengamos el cuadro claro de lo que está prometido para este tiempo final. Capítulo 24, versos 13 al 14 de San Mateo, dice Cristo: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 9 sea, ser salvos. Era la única forma de salvación, la única forma de evitar la muerte cuando una serpiente venenosa picaba a alguna persona del pueblo hebreo. Y ahora, Cristo fue Crucificado, fue levantado así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, para que todo aquel que en él mirara, o que mirara esa serpiente de bronce, no muriera sino que viviera. Así toda persona que mira a Cristo y cree en Su Sacrificio en la Cruz del Calvario, está mirando a Cristo crucificado por sus pecados, por lo pecados del ser humano y está creyendo en Cristo, y lo está recibiendo como su único y suficiente Salvador, como el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados. Y esa mirada a Cristo, así como la mirada de una persona que ya estaba mordida por una serpiente venenosa, una mirada a esa serpiente de bronce en aquella vara levantada, era una mirada de fe que le producía la salvación; porque aquella serpiente de bronce en aquella vara, representaba a Cristo en la Cruz del Calvario muriendo por nuestros pecados, para que toda persona que mirara a Cristo con una mirada de fe recibiera la salvación y Vida eterna, obtuviera el perdón de sus pecados y fuera libre del veneno del pecado; porque la Sangre de Cristo nos limpia de todo pecado, es eliminado el pecado; y por consiguiente es eliminada la muerte, y entonces la persona vivirá eternamente con Cristo en Su Reino. Ahora, el Reino de Dios o Reino de Cristo está en la esfera espiritual, y algún día va a estar en la esfera física y Su Trono será el Trono de David allá en la Tierra de Israel, en Jerusalén. Y todos los que lo habrán recibido como su único y suficiente Salvador, si murieron físicamente van a ser resucitados en cuerpos eternos y glorificados y jóvenes para toda la eternidad como el cuerpo glorificado de Cristo, y los que estemos vivos en ese tiempo, cuando veamos a los muertos en Cristo resucitados, seremos transformados. 10 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. Y entonces los ancianos creyentes en Cristo que estén viviendo en este tiempo final y vean a los muertos en Cristo resucitados, serán transformados y entonces serán jóvenes, serán inmortales, estarán glorificados, tendrán el cuerpo glorificado como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador; y los de mediana edad también serán transformados y vendrán a ser jóvenes, y los jóvenes serán jóvenes también en el nuevo cuerpo, cuerpo glorificado, y los niños vendrán a ser jóvenes en cuerpos glorificados; porque no habrá niños sino que todos serán jóvenes en el Reino de Cristo. Esto es para con la Iglesia del Señor Jesucristo: todos serán o seremos iguales a Cristo nuestro Salvador, con cuerpos jóvenes, eternos y glorificados. Recuerden que cuando Cristo resucitó no lo conocían. Los mismos discípulos del Señor Jesucristo, no lo reconocieron, ¿sería que se les había olvidado cómo era Cristo? No, es que resucitó glorificado y por consiguiente resucitó joven; y cuando Él murió tenía unos treinta y tres años y ahora resucita joven y la edad que aparenta el cuerpo glorificado es de dieciocho a veintiún años de edad. Por lo tanto, ellos no pensaban que ese joven que estaba con ellos y les enseñaba las Escrituras, luego que resucitó Cristo, ellos no pensaban que ese joven era el Señor Jesucristo, y aun más, cuando ellos lo vieron por última vez estaba Su rostro desfigurado de los golpes que había recibido y todo Su cuerpo estaba todo maltratado, sangrando. Pero ahora lo ven resucitado, lleno de fuerza, y la última vez que lo habían visto estaba sin fuerzas y en la Cruz estaba diciendo: “Padre, Padre, ¿por qué me has desamparado?” Y ahora lo ven, ven un joven lleno de fuerza y lleno de ánimo que les dice: “Paz a vosotros.” No pudieron comprender ese misterio de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, misterio que también no han podido comprender algunas LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 19 Abba, que significa: Padre. Clamamos a Dios en nuestras oraciones: “Padre nuestro que estás en los Cielos,” o sea, Abba que significa: “Padre.” Así estaba profetizado que los que entrarían al nuevo Pacto dirían: “Padre mío o Padre nuestro.” Y ahora, San Pablo en Gálatas, capítulo 4, verso 1 al 7: “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo (somos herederos de Dios por medio de Cristo).” Y ahora, en Efesios, capítulo 4, verso 30, San Pablo dice: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” El Espíritu Santo con el cual hemos sido sellados, porque Dios ha enviado Su Espíritu, el Espíritu de Cristo a nosotros y ha producido el nuevo nacimiento y hemos sido sellados para el día de la redención; eso significa que hemos sido sellados para el día de la redención del cuerpo, que será la transformación de nosotros los que vivimos, para tener el cuerpo eterno; y para los que han muertos físicamente la resurrección en cuerpos eternos y glorificados, lo cual será a la final Trompeta o Trompeta de Dios o gran Voz de Trompeta que será el mensaje final. En ese tiempo del mensaje final de Dios para Su Iglesia, el pueblo hebreo y para toda la humanidad, será que Cristo resucitará a los muertos creyentes en Él y a los que están vivos los transformará; porque ese será el Día Postrero. El Día Postrero delante de Dios que es el séptimo milenio, así como el séptimo día de la semana es llamado el día del Señor por los judíos y también por los que guardan el sábado en medio del Cristianismo. Por lo tanto, vean cuál es Día Postrero, cuál es el día del Señor: el séptimo milenio de Adán hacia acá. “Porque un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día.” 18 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. eternos, porque esas son las personas que están representadas en las cinco vírgenes, las vírgenes que tomaron sus lámparas y tomaron aceite en sus lámparas; y también los que están vivos creyentes en Cristo nacidos de nuevo, o sea, que han recibido el Espíritu de Cristo, tienen aceite en sus lámparas, tienen el Espíritu Santo en su vida, en su alma, en su corazón, en su cuerpo, acá en lo profundo de su corazón, de su alma; son esas las vírgenes prudentes, para ellas es la Venida del Señor y la transformación y rapto o arrebatamiento al Cielo para ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Por lo tanto, es importante recibir a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador, ser bautizados en agua en Su Nombre y tener el Espíritu de Cristo en nuestra alma para estar preparados para nuestra transformación y rapto o arrebatamiento al Cielo para ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Y todos queremos esa bendición. Por lo tanto, todos tenemos que estar en el Cuerpo Místico de Cristo, teniendo en nuestras almas el Espíritu de Cristo. Vean, en Gálatas, capítulo 4, dice el apóstol Pablo, verso 1 en adelante: “Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo (o sea, a Jesús), nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 11 personas, lo cual sucederá con los creyentes en Cristo que han muerto. Si usted tiene un familiar que era un creyente en Cristo nacido de nuevo y murió y era un anciano o anciana, cuando resucite no crea que va a venir una ancianita o un ancianito a decirle: “Yo soy tu papá o tu mamá, o tu abuelita o tu abuelito.” Aparecerá un jovencito o una jovencita de dieciocho a veintiún años de edad en apariencia y les podrá decir: “Yo soy tu abuela o tu abuelo, o tu papá o tu mamá.” Y usted dirá: “No puede ser, porque mi papá o mi mamá, o mi abuelo o mi abuela cuando murieron eran unos ancianitos.” Es que en la resurrección que Cristo va a llevar a cabo con los creyentes en Él que han muerto físicamente, será una resurrección en un nuevo cuerpo, inmortal, eterno, glorificado como el cuerpo glorificado de Cristo, que está tan joven como cuando subió al Cielo. Él no se ha puesto viejo, porque el cuerpo eterno, inmortal, glorificado, no se pone viejo por más miles o millones de años que transcurran. Por lo tanto, todos los creyentes en Cristo cuando ya tengan su cuerpo eterno, glorificado, podrán verse en el espejo y dirán: “Este es el cuerpo que yo deseaba tener.” Y podrán pasar mil años y se mirarán de nuevo en el espejo y dirán: “Todavía está tan joven como cuando lo recibí.” Podrá pasar un millón de año y mirarse en el espejo de nuevo y decir: “Está tan joven como cuando lo recibí, no se ha puesto viejo mi cuerpo que Cristo me dio.” ¿Y eso por qué? Porque es un cuerpo eterno, inmortal, tiene Vida eterna, está glorificado. La persona ha sido adoptada, ha recibido la adopción que es la redención del cuerpo, que es el cuerpo eterno, glorificado que Cristo ha prometido para los creyentes en Él; Cristo mismo fue el que prometió la resurrección de todos los creyentes en Él. Dice Cristo en San Juan, capítulo 6, versos 39 al 40, para ir más directo a la Escritura que queremos señalar, dice: 12 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere (¿y qué es todo lo que le da el Padre? Las ovejas del Padre)... de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.” Vean la enseñanza de Cristo para los creyentes en Él es que Él los resucitará en el Día Postrero aquellos creyentes que mueran físicamente. También en este mismo capítulo 6 del verso 53 en adelante, dice: “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida (o sea, no tenéis Vida eterna, es la Vida a la cual Él se refiere). El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna (¿ven que se refiere a la Vida eterna?); y yo le resucitaré en el día postrero.” Es una doctrina de Cristo, la resurrección para todos los creyentes en Cristo en y para el Día Postrero, para los muertos en Cristo. Sigue diciendo: “Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.” Recuerden que Cristo dijo: “Yo soy el pan que descendió del Cielo. Yo soy el pan de Vida, el pan de la Vida eterna.” Recuerden que en la última cena de San Mateo, capítulo 26, LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 17 restauración de las tribus del Norte, las tribus perdidas que son diez, no puede ser restaurado el Reino de Dios al pueblo hebreo; y por consiguiente el pueblo hebreo no puede obtener su restauración y la paz imperecedera que tanto anhela y que no han tenido desde que fue Israel establecido como un nación libre, soberana, un Estado libre y soberano en el 1948. Pero va a venir la paz para el pueblo hebreo, para los judíos y eso será en el Reino del Mesías que está prometido en Isaías, capítulo 9, versos 6 al 7; porque el Mesías es el Príncipe de paz y es el único que puede darle la paz al pueblo hebreo, a todo el Medio Oriente y a toda la humanidad; por eso el Mesías Príncipe es el deseado de todas las naciones. Todas las naciones quisieran tener al Mesías como el presidente de su país y las naciones que están bajo la monarquía, quisieran tener al Mesías como su rey. Pero todas lo van a tener cuando se siente en el Trono de David; porque Él va a reinar sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones, será un imperio, un reino mundial. Por lo tanto, es deseo y esperanza de todas las naciones y todos los seres humanos se convertirá en una realidad en el Reino del Mesías; habrá verdad, justicia social, paz, y por consiguiente felicidad para la familia humana. Ahora, esa paz y felicidad usted la puede tener acá en el corazón y luego cuando estemos en el Reino milenial de Cristo será para todas las naciones. No habrá guerras, las armas de guerras serán convertidas en herramientas de trabajo, las espadas y demás armas de guerras serán convertidas en arados y hoces para el trabajo. Por lo tanto, todos deseamos ese glorioso Reino del Mesías. Ahora, todos también deseamos ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, y esto es para los creyentes en Cristo que han muerto físicamente en edades pasadas y algunos en nuestro tiempo, los cuales serán resucitados en cuerpos 16 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. Y ahora, podemos ver que el pueblo hebreo siempre ha estado esperando la restauración del Reino de David, y en Ezequiel, capítulo 24, versos 21 en adelante; y también en Ezequiel, capítulo 37 versos 15 al 29. Dios les habla al pueblo hebreo de esa restauración del Reino de Dios, les habla de la restauración de la casa de Jacob o reino del Norte, compuesto por diez tribus, las cuales son llamadas “las tribus perdidas de la casa de Israel;” y de las cuales Cristo habló cuando dijo: “Yo no he venido sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y también, cuando envía a Sus discípulos le dice que vayan a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Así es como Dios por medio de Cristo restauraría la casa de Israel o reino del Norte, colocándolos dentro de un nuevo Pacto que está prometido en Jeremías, capítulo 31, versos 31 al 36, donde Dios dice: “He aquí vienen días en los cuales haré nuevo Pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.” O sea, con el reino del Norte, que es la casa de Israel y con la casa de Judá, que es el reino del Sur, compuesto por la tribu de Judá y la tribu de Benjamín. Esa promesa es la promesa para la restauración del Reino de Dios. Por lo tanto, tienen que ser reunidas esas ovejas en el nuevo Pacto, tiene que ser reunidos esos miembros del reino del Norte de las diez tribus perdidas de la casa de Israel, para que puedan ser unificadas con las otras dos tribus y restaurarse el Reino de David, el cual fue dividido en dos reinos, en el tiempo del nieto de David, el rey Roboam hijo del rey Salomón. Y las diez tribus del Norte le fueron dadas a Jeroboam un descendiente de la tribu de Efraín. Pero, van a ser unificadas las diez tribus con las dos tribus del reino del Sur para ser restaurado el Reino de David, sin el recogimiento y LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 13 versos 26 en adelante, Cristo luego que hubo comido con Sus discípulos, dice, o mientras comían, dice en el capítulo 26 al 29. “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo (o sea, que en el pan Cristo está tipificando Su cuerpo). Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” Y ahora en el vino está tipificada la Sangre de Cristo que fue derramada en la Cruz del Calvario para remisión de los pecados de muchas personas, para remisión de muchos seres humanos; es derramada por muchos, o sea, por todos aquellos que lo recibirían como su único y suficiente Salvador. Y ahora, no se requiere sacrificios de animalitos en el templo que estaba en Jerusalén, ni el templo ya está; fue destruido por el general romano Tito Vespasiano en el año setenta de la era Cristiana o era común. Y ahora, solamente Dios acepta un Sacrificio de Expiación por los pecados del ser humano, y es el Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario. Usted no se puede presentar ante Dios con otro sacrificio, con un sacrificio de un animalito; ya Dios no acepta esos sacrificios, porque esos sacrificios tipificaban el Sacrificio que el Mesías, Cristo, haría en Su primera Venida en Jerusalén, en la Cruz del Calvario; y ya fue realizado ese Sacrificio y por lo tanto, todo ser humano tiene el privilegio y tiene la bendición de tener un Sacrificio de Expiación por sus pecados para obtener el perdón de sus pecados delante de Dios. Vean en Apocalipsis, capítulo 1, versos 5 al 6, dice: “Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos 14 REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D. amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.” Y ahora, ¿qué hizo Cristo? Nos lavó de nuestros pecados con Su Sangre y nos ha hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes; y por lo tanto reinaremos sobre la Tierra con Cristo nuestro Salvador. Por esa causa, encontramos en el libro del Apocalipsis, en el capítulo 5, más información sobre ese Sacrificio que Cristo hizo en la Cruz del Calvario y Su Sangre allí derramada, lo que hizo por todos nosotros. Capítulo 5, versos 9 en delante, dice: “Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.” Y ahora, nos ha hecho para nuestro Dios, Reyes y Sacerdotes; por lo tanto, estamos como miembros del orden sacerdotal del Templo celestial; y por consiguiente cuando Cristo establezca Su Reino aquí en la Tierra, estaremos con Él aquí en la Tierra como Reyes, Sacerdotes y Jueces, o sea, estaremos con Cristo el Rey de reyes, estaremos con Él como Reyes; pues Cristo es el Rey que se sentará en el Trono de David, que heredará el Trono de David, lo cual le dijo el Ángel Gabriel a la virgen María, en San Lucas, capítulo 1, versos 30 al 36, cuando le dijo a ella: “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo, bendita tú entre todas las mujeres.” Pues sería la primera mujer que tendría un niño, un hijo, sin la intervención de un hombre, sería por obra y gracia del Espíritu Santo que concebiría y daría a luz un niño, y ese sería el Mesías, el heredero al Trono de David, el cual se sentaría LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . . 15 sobre el Trono de David y reinaría sobre la casa de Israel, la casa de Jacob para siempre y Su Reino no tendrá fin. Eso es lo que le dice el Ángel Gabriel a la virgen María, en el capítulo 1, versos 30 al 36 de San Lucas. Y ahora, veamos también el capítulo 20, versos 4 al 6 del libro del Apocalipsis, lo que nos dice: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.” El Reino del Mesías en la Tierra gobernando desde Jerusalén donde estará Su Trono, gobernando sobre todo el pueblo hebreo, sobre todo el Medio Oriente y sobre todas las naciones, vean, ese Reino será de mil años, lo cual al ser cumplidos los mil años mostrará que el ser humano ha sido restaurado a la Vida eterna y que Israel también ha sido restaurado al Reino de Dios; porque Dios le habrá restaurado el reino a Israel, del cual preguntaron los discípulos a Cristo, en el libro de los Hechos, capítulo 1, versos 1 al 9, antes de Jesús subir al Cielo. Le preguntan Sus discípulos: “Señor, ¿restaurarás Tú el Reino a Israel en este tiempo?” Esa es la pregunta que todos tenían cuando veían a Jesús predicando porque Él les predicaba el Evangelio del Reino; y por consiguiente les hablaba del Reino de Dios. Y ellos estaban esperando la restauración del Reino de Dios, que es la restauración del Reino de David; porque el reino de David es el Reino de Dios terrenal o Reino de Dios en la Tierra, y el Trono de Dios terrenal es el Trono de David. Eso está en Primera de Crónicas, capítulo 28, versos 4 en adelante, y Primera de Crónicas, capítulo 29, versos 21 en adelante.