LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER

Anuncio
28
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
Jesucristo,
quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios;
y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.”
Todo está sujeto a Cristo, porque Él está en el Trono de
Dios sentado; y por consiguiente es el Rey de reyes y Señor de
señores, al cual le ha sido dado todo poder en el Cielo y en la
Tierra.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les
bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes
el nuevo nacimiento; y nos continuaremos viendo por toda
la eternidad en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro
Salvador.
Continúen pasando todos una tarde feliz, llena de la
bendiciones de Cristo y recuerden: bien pueden ser bautizados
en estos momentos.
Dejo al ministro aquí correspondiente, reverendo
Cuahutemoc Álvarez Velazco, y en cada nación dejo al
ministro correspondiente para que haga en la misma forma y
les indique a ustedes como hacer para ser bautizados en agua
en el Nombre del Señor Jesucristo en estos momentos.
Que Dios les bendiga y les guarde y continúen pasando
una tarde feliz llena de las bendiciones de Cristo nuestro
Salvador; y recuerden, nos veremos eternamente en el Reino
de Cristo.
“LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO
PARA SER TRANSFORMADO Y RAPTADO.”
LA IMPORTANCIA
DE ESTAR PREPARADO
PARA
SER TRANSFORMADO
Y RAPTADO
Martes, 25 de agosto, 2009
Puente de Ixtla, Morelos, México
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta de
este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquier
error en este escrito es estrictamente error de audición,
transcripción e impresión; y no debe interpretarse como errores
del Mensaje.
El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificado
con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para propósitos
personales de estudio, hasta que sea publicado formalmente.
27
versos 15 al 16).
Y me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en el Nombre
del Señor Jesucristo lo más pronto posible, porque yo he
creído y lo he recibido como mi único y suficiente Salvador.
¿Cuándo me pueden bautizar? Es la pregunta de ustedes, por
cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón bien
pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con Espíritu
Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
El agua no quita los pecados, es la Sangre de Cristo la que
nos limpia de todo pecado; pero el bautismo en agua es un
mandamiento del Señor Jesucristo.
Cuando Juan el Bautista predicaba y bautizaba la gente en
el Jordán, llegó Cristo. Y cuando Juan lo ve no quería
bautizarlo y Cristo dice: “Nos conviene cumplir toda justicia;”
y entonces lo bautizó. Y si era conveniente, convenía cumplir
toda justicia siendo bautizado en agua, cuánto más nosotros
para cumplir toda justicia nos conviene ser bautizados en agua
en el Nombre del Señor Jesucristo.
En el bautismo en agua la persona se identifica con Cristo
en Su muerte, sepultura y resurrección; cuando la persona
recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; y cuando el
ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente
está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas
bautismales, está resucitando a una nueva vida, a la Vida
eterna con Cristo en Su Reino eterno.
Por lo tanto, nos conviene cumplir toda justicia.
Recuerden, en el bautismo en agua nos identificamos con
Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Pedro dijo en su
Primera Carta, (el capítulo 3 de su Primera Carta), dice San
Pedro, versos 21 al 22.
“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no
quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración
de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de
26
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
Con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, y
nuestros ojos cerrados, los que han venido a los Pies de Cristo
en estos momentos, repitan conmigo esta oración.
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu
Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Tu primera
Venida, creo que Tú eres el Mesías, creo en Tu muerte en la
Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por
nuestros pecados. Reconozco que no hay otro Nombre bajo
el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos;
reconozco que soy pecador y necesito un Salvador. Doy
testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi único
y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y me
limpies con Tu Sangre de todo pecado, y me bautices con
Espíritu Santo y fuego, luego que yo sea bautizado en agua
en Tu Nombre, y produzcas en mí el nuevo nacimiento,
quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamente contigo
en Tu Reino.
Sálvame, Señor. Acepto Tu Sacrificio en la Cruz del
Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros
pecados. Sálvame, Señor, Te lo ruego en Tu Nombre eterno
y glorioso. Señor Jesucristo. Amén.
Y con nuestras manos levantadas al Cielo, todos decimos:
¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado!
¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado!
¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado!
Amén.
Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros
pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado
porque ustedes le han recibido como vuestro único y
suficiente Salvador. Ustedes me dirán: Cristo dijo:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el
que no creyere, será condenado.” (San Marcos, capítulo 16,
LA IMPORTANCIA
DE ESTAR PREPARADO
PARA SER TRANSFORMADO Y RAPTADO
Rev. William Soto Santiago. Ph.D.
Martes, 25 de agosto, 2009
Puente de Ixtla, Morelos, México
uy buenas tardes, amables amigos y hermanos presentes,
y los que están a través del satélite Amazonas o de
internet en diferentes naciones; y también un especial saludo
para el doctor Miguel Bermúdez Marín, y también para la
doctora Kélita Machado de Cunha y su esposo, doctor
Salomón Cunha; y para todos los ministros presentes y los que
están también en otras naciones.
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean
sobre todos ustedes y sobre mí también.
Para esta ocasión leemos un pasaje muy importante de la
Biblia que nos habla del Reino de Dios siendo comparado, o
Reino de los Cielos siendo comparado con diez vírgenes,
cinco prudentes y cinco insensatas. Y leemos el pasaje, y
luego veremos este cuadro que Cristo aquí profetiza en esta
parábola; capítulo 25, versos 1 al 13 de San Mateo, y dice de
la siguiente manera:
“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez
vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al
esposo.
Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron
consigo aceite;
mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas,
juntamente con sus lámparas.
M
4
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.
Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el
esposo; salid a recibirle!
Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y
arreglaron sus lámparas.
Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de
vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no
nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que
venden, y comprad para vosotras mismas.
Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las
que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se
cerró la puerta.
Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo:
¡Señor, señor, ábrenos!
Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os
conozco.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el
Hijo del Hombre ha de venir.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos
permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: “LA IMPORTANCIA
DE ESTAR
PREPARADO
PARA SER
TRANSFORMADO Y RAPTADO (o sea, arrebatado al
Cielo para ir a la Cena de las Bodas del Cordero con Cristo).”
En esta parábola tan sencilla, Cristo muestra aquí lo que
vendría a ser el Cristianismo en términos generales, o sea,
todos los que creerían en Cristo y como una parte del
Cristianismo tendría aceite en sus lámparas y otra parte del
Cristianismo no tendría aceite en sus lámparas. Las lámparas
representa al individuo y el aceite representa al Espíritu Santo,
y las vírgenes representan a los cristianos, a los creyentes en
Cristo que formarían el Cristianismo.
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
25
tiene una vida temporera que se le va a terminar en algún
momento y no sabe cuando se le va a terminar. Por lo tanto, es
importante que aseguremos nuestro futuro eterno con Cristo
en Su Reino eterno, para que nos dé la Vida eterna y tengamos
la esperanza de vivir eternamente con Cristo en Su Reino, no
hay otra forma para vivir eternamente con Cristo en Su Reino.
Por lo tanto, tenemos que ser realistas: Yo necesito a
Cristo. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también, para que
Él nos dé la Vida eterna. Tenemos que asegurar nuestro futuro
eterno, así como también algunas veces decimos: “Yo quiero
asegurar mi futuro y el futuro de mi familia.” La forma para
asegurar el futuro de cada uno de nosotros y de nuestra familia
para toda la eternidad es por medio de Cristo nuestro
Salvador.
Así que, la decisión más grande que el ser humano hace y
que le coloca en la Vida eterna es recibir a Cristo como su
único y suficiente Salvador. Para lo cual todos ustedes que no
lo han recibido todavía tiene la oportunidad de recibirlo; los
que están aquí presentes y los que están en otras ciudades y en
otras naciones, también lo pueden recibir en estos momentos.
Y también los niños de diez años en adelante pueden
recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador.
Recuerden que Cristo dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no
se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos.”
Por lo tanto, los niños también tienen derecho a recibir a
Cristo como su único y suficiente Salvador; todos los niños de
diez años en adelante pueden venir a los Pies de Cristo, los
que están presente y los que están en otras naciones también.
Ya vamos a orar por las personas que han venido a los Pies
de Cristo, todos los que están en otras naciones puestos en pie
y los que están aquí presentes también y vamos ya a orar por
las personas que han venido a los Pies de Cristo nuestro
Salvador para dar testimonio público de su fe en Cristo.
24
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
endurezcas tu corazón. Tú eres una oveja del Señor, y Él dijo:
“Mis ovejas oyen mi Voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo
les doy Vida eterna.” [San Juan 10: 27].
Recuerda que tu nombre está escrito en el Cielo en el Libro
de la Vida; y por consiguiente, estarías escuchando la Voz de
Cristo, el Evangelio de Cristo; y estarías creyendo en Cristo y
recibiéndolo como tu único y suficiente Salvador, y Él estaría,
¿qué? Dándote Vida eterna. Se predica el Evangelio, lo
recibimos como Salvador, ¿para qué? Para que Él nos dé la
Vida eterna, no hay otra persona que nos pueda dar Vida
eterna, solamente hay UNO y Su Nombre es Señor Jesucristo,
ese es nuestro Salvador, el único Salvador.
Él es el único que perdona nuestros pecados y con Su
Sangre nos limpia de todo pecado, Él con Su muerte en la
Cruz del Calvario realizó el Sacrificio de Expiación por
nuestros pecados, y no hay otro sacrificio que Dios acepte por
nuestros pecados, ese es el único y está para todos los seres
humanos, es el sacrificio de Expiación por los pecados de
todos los seres humanos para ser reconciliados con Dios.
No hay otra forma de ser reconciliados con Dios, no hay
otra forma de llegar a Dios, no hay otra forma de orar a Dios
y que Dios escuche nuestras oraciones. El mismo Cristo dijo
en San Juan, capítulo 14, verso 6.
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí.”
Y si no hay otra forma de llegar a Dios y ser reconciliados
con Dios, entonces no podemos buscar otros caminos.
Tenemos que tomar el camino de Dios que es Cristo, el cual
dijo: “Yo soy el camino.” Y no hay otra verdad. Él dijo: “Yo
soy la verdad.” Y no hay otra vida, Él dijo: “Yo soy la vida, la
Vida eterna.”
Por lo tanto, el que tiene al Hijo, a Jesucristo tiene la Vida
eterna y el que no tiene a Cristo, pues no tiene la Vida eterna,
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
5
Ahora, nos dice aquí que las insensatas no tomaron
consigo aceite en sus vasijas; lo cual significa que eran
creyentes en Cristo profesantes, pero no llegaron hasta recibir
al Espíritu Santo, creyeron que solamente era decir que creían
en Cristo, y ya eso era todo. Pero Cristo dijo a Nicodemo en
San Juan, capítulo 3, versos 1 en adelante, lo que era
importante para el ser humano. San Juan, capítulo 3, versos 1
en adelante:
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba
Nicodemo, un principal entre los judíos.
Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí (o sea,
Maestro), sabemos que has venido de Dios como maestro;
porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no
está Dios con él.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que
el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”
Así como para ver este reino terrenal tuvimos que nacer y
por eso estamos viviendo en esta Tierra y viendo lo que es
este reino terrenal y trabajando en esta Tierra, porque el que
no trabaja entonces tiene problemas. Ahora, nos dice que es
necesario nacer de nuevo.
Y ahora, miren cómo pensó Nicodemo que era el nuevo
nacimiento, del cual Cristo le habla; porque él no conocía otra
forma de nacer. Dice:
“Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo
viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de
su madre, y nacer? (y así pensaría cualquier persona que no
entienda de qué nacimiento le habla Cristo, y cómo se nace en
el Reino de los Cielos)
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que
no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino
de Dios.”
Y ahora, le dice cómo es que se nace de nuevo para entrar
6
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
al Reino de Dios, al cual todo ser humano desea entrar; porque
ahí es donde único hay Vida eterna, la Vida de ese Reino es
eterna.
Y ahora, se requiere nacer del Agua y del Espíritu, ¿qué
significa esto? Nacer del Evangelio de Cristo, la Palabra, y
nacer del Espíritu Santo. Por eso Cristo en San Marcos,
capítulo 16, versos 15 al 16, dijo a Sus discípulos:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado.”
Miren la bendición tan grande que se pierden los que no
creen en Cristo, pierde la salvación y Vida eterna en el Reino
de Cristo; se conformaron con la vida temporera de este reino
terrenal, y no comprendieron, no se dieron cuenta que hay una
Vida eterna, la cual se obtiene en el Reino de Dios por medio
de escuchar el Evangelio de Cristo, creer en Cristo, recibirlo
como Salvador, ser bautizado en agua en Su Nombre y
entonces Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y
produce en la persona el nuevo nacimiento.
Y Nicodemo era una de estas personas que quería vivir
eternamente, quería entrar al Reino de Dios, como cada uno de
nosotros, pues estamos conscientes de que tenemos vida, que
estamos vivos, pero también estamos conscientes que la vida
que tenemos es temporera. Pero también entendemos que hay
una Vida eterna y que hay un Reino divino donde la Vida es
eterna, para lo cual la persona necesita escuchar la predicación
del Evangelio de Cristo, que es el que contiene la explicación,
el mensaje sobre todas estas cosas. Y necesita comprender el
ser humano que hay un Sacrificio de Expiación por nuestros
pecados realizado en la Cruz del Calvario por el Señor
Jesucristo, el cual tomó nuestros pecados y se entregó a la
muerte por todos nosotros y en lugar de nosotros que éramos
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
23
de las Bodas del Cordero; y los que reciben a Cristo como
único y suficiente Salvador, están recibiendo la invitación
para ir a la Cena de las Bodas del Cordero adonde Cristo ha
prometido llevar a todos los creyentes en Él en cuerpos
eternos, cuerpos glorificados.
Por lo tanto, ya yo escuché la predicación del Evangelio de
Cristo, nació la fe de Cristo en mi alma y lo he recibido como
mi único y suficiente Salvador y Él me dio la vestidura de
boda que es el Espíritu Santo y me dará la vestidura física de
boda que será el cuerpo eterno, el cuerpo nuevo, el cuerpo
glorificado. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también.
Si hay alguna persona que todavía no está preparada para
ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero (y primero
para ser transformada), puede recibirlo como su único y
suficiente Salvador para que así haya aceptado y reciba y
tenga la invitación a la Cena de las Bodas del Cordero, y tenga
la vestidura de boda que es el bautismo del Espíritu Santo,
cuando la persona recibe el cuerpo angelical, y luego el cuerpo
físico, glorificado y así tenga la doble vestidura de boda, tenga
la Plenitud de Dios.
Por lo tanto, puede venir a los pies de Cristo y estaremos
orando por usted en esta ocasión para que Cristo le reciba en
Su Reino. Los que están en otras naciones también pueden
venir a los Pies de Cristo para que Cristo les reciba en Su
Reino.
Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo los que
están aquí presentes y los que están también en otras naciones.
Recuerden que Cristo mucho pueblo en esta ciudad y los
está llamando. Mucho pueblo tiene en Puente Ixtla, Morelos,
República mexicana y en todas las ciudades y en todas las
comunidades de la República Mexicana, y los está llamando
en este tiempo final.
Si oyes hoy su Voz, que es el Evangelio de Cristo no
22
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.
Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos
de mí todos vosotros, hacedores de maldad.
Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a
Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino
de Dios, y vosotros estéis excluidos.”
Vean, queremos que cuando esta profecía sea una realidad
estar del lado favorable, estar del lado de Cristo, con Cristo en
Su Reino, como las vírgenes prudentes que cuando llegaron
las vírgenes insensatas tocando la puerta, ya las vírgenes
prudentes estaban dentro, tenían aceite, entraron con Él a las
Bodas y se cerró la puerta; obtuvieron la redención del cuerpo,
o sea, la transformación de sus cuerpos las que estaban vivas
o los que estaban vivos y las que habían muerto, los que
habían muerto creyentes en Cristo resucitaron en cuerpos
glorificados y luego estaban listo para ir con Cristo a la Cena
de las Bodas del Cordero.
Son bienaventurados los que son invitados, llamados a esa
gran Cena, a esa gran Fiesta que será llevada a cabo en el
Cielo, que será la fiesta más importante, más grande que se
haya llevado a cabo en el Cielo. Dice, capítulo 19, versos 7 en
adelante, del libro del Apocalipsis:
“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han
llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio
y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de
los santos.
Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son
llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas
son palabras verdaderas de Dios.”
¿Cómo somos llamados a la Cena de las Bodas del
Cordero? Cuando escuchamos la predicación del Evangelio de
Cristo, estamos escuchando la invitación para estar en la Cena
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
7
los que teníamos que morir por nuestros pecados. Cristo no
tenía pecados. Por eso Él dice:
“Nadie me la quita (la vida), sino que yo de mí mismo la
pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para
volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
[San Juan 10:18]. O sea, Él cuando vino a la Tierra tenía una
comisión divina: tomar nuestro pecados, hacerse mortal y
morir, y luego resucitar, tomar de nuevo la vida: resucitó a la
Vida eterna y por eso nunca más morirá nuestro amado Señor
Jesucristo, porque nunca más tendrá que efectuar el Sacrificio
de Expiación por nuestros pecados; ya fue realizado, y ahora
toda persona que escucha la predicación del Evangelio de
Cristo, escucha acerca de este Sacrificio de Cristo; y por
consiguiente todo ser humano tiene un Sacrificio de Expiación
por sus pecados delante de Dios.
Y es el único Sacrificio de Expiación que Dios acepta para
el ser humano. No hay otro Sacrificio para los pecados del ser
humano. Que la persona sea buena, está supuesta a ser buena;
que la persona haga buenas obras, está supuesta a hacer
buenas obras, sea creyente o no sea creyente en Cristo;
solamente el ser humano puede obtener la salvación y Vida
eterna por medio de Jesucristo nuestro Salvador, no es por
obra, para que nadie se vaya a gloriar. Es por Gracia,
gratuitamente, que es ofrecida por Dios al ser humano, a
través de Cristo nuestro Salvador, para que el rico y el pobre
tenga oportunidad de obtener la Vida eterna; porque si fuera
por obras, los ricos serían los que podrían obtener la Vida
eterna, y los pobres se quedarían sin la Vida eterna.
Por lo tanto, para todos fue hecho el Sacrificio en la Cruz
del Calvario por nuestro amado Señor Jesucristo.
Y ahora, la labor que tenía que ser hecha, no la podíamos
hacer nosotros; porque todo ser humano que nace en esta
tierra, nace por medio de Adán, por la descendencia de Adán,
8
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
y por consiguiente ya es una persona que no puede realizar un
Sacrificio de Expiación por las demás personas. Tiene que ser
una persona sin pecado, y el único fue Jesucristo nuestro
Salvador, el único que podía dar, entrar Su vida en Expiación
por nuestros pecados como estaba profetizado en Isaías 53,
versos 10 al 15. Él fue el Cordero de Dios que vino para quitar
el pecado del mundo, para que todo aquel que en Él cree no se
pierda, más tenga Vida eterna.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito (a Jesucristo), para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Esta es la demostración más grande del amor de Dios hacia
el ser humano: “Porque de tal manera amó Dios al mundo.”
Ahora, ¿ama Dios o ama usted a la gente como Dios amó
a la humanidad? ¿Y estaría usted dispuesta o dispuesto a dar
el único hijo que usted tenga para que se salven las personas?
¿Verdad que es difícil? Cuánto más lo fue para Dios; pero
vean lo entregó en Sacrificio de Expiación por nosotros en la
Cruz del Calvario. Esa es la demostración más grande del
amor de Dios hacia mí. ¿Y hacia quién más? Hacia cada uno
de ustedes también. De tal manera que en San Juan, nos dice...
les cité el capítulo 3, verso 16, y también dice Cristo en San
Juan, capítulo 3, versos 13 al 15.
“Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el
Hijo del Hombre, que está en el cielo.
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es
necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna.”
Moisés levantó una serpiente de bronce en una vara, para
que todas las personas que eran mordidos por las serpientes
venenosas, y por lo cual estaban sentenciadas a muerte,
pudieran mirar a esa serpiente antes de morir y evitar morir, o
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
21
La predicación del Evangelio del Reino que predicaba Juan
el Bautista y Jesús, la cual se detuvo cuando Cristo entró a
Jerusalén y fue rechazado como Rey, y luego fue más adelante
crucificado, ahí se detuvo la predicación del Evangelio del
Reino, en donde Cristo predicaba y enseñaba acerca del Reino
de Dios que iba a ser establecido en la Tierra.
Luego, el Día de Pentecostés se comenzó a predicar el
Evangelio de la Gracia, el Evangelio de Cristo por San Pedro
que tenía las llaves del Reino de los Cielos (conforme a la
promesa de Cristo en San Mateo, capítulo 16, versos 11 en
adelante), a quién, al cual Cristo le dio las llaves del Reino de
los Cielos y abrió la puerta el Día Pentecostés y la puerta es
Cristo. Cristo dijo: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare,
será salvo.” (San Juan, capítulo 10, verso 9).
Y ahora, esa puerta de la Dispensación de la Gracia, esa
puerta del Reino de los Cielos va a ser cerrada algún día;
cuando sea cerrada ya las personas no tienen la oportunidad de
recibir a Cristo como único y suficiente Salvador; y tienen que
atenerse a pasar por el tiempo de la gran tribulación. En esta
ocasión en que Cristo predicaba el Evangelio por las ciudades
y aldeas, vean lo que dice San Lucas, capítulo 13, versos 22
en adelante:
“Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y
encaminándose a Jerusalén.
Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y
él les dijo:
Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo
que muchos procurarán entrar, y no podrán.
empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor,
ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.
Entonces (¿qué sucederá?)...”
Dice:
“Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos
20
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
Dice Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8; y el Salmo 90,
verso 4. De ese día es que Cristo hablaba siempre cuando les
hablaba del Día Postrero, del día de Su Venida. No es un día
de veinticuatro horas, es un día mil años; y el comienzo de ese
día milenial, digamos, en los primeros cien años deben
cumplirse estas promesas para la Venida del Señor, la
resurrección de los muertos en Cristo, la transformación de
nosotros los que vivimos, el arrebatamiento de la Iglesia para
ir a la Cena de las Bodas del Cordero, la gran fiesta de la Cena
de las Bodas del Cordero en el Cielo por tres años y medio, el
llamado para el pueblo hebreo, en donde serán llamados
ciento cuarenta y cuatro mil que son escogidos del pueblo
hebreo que aunque pasarán por el tiempo de la gran
tribulación y morirán en ese tiempo, al final de la gran
tribulación resucitarán cuando Cristo con Su Iglesia
glorificada, en cuerpos glorificados vengan del Cielo de la
Cena de las Bodas del Cordero, para establecer el Reino del
Mesías aquí en la Tierra, lo cual será la venida del Reino de
Dios o restauración del Reino de Dios en la Tierra o
restauración del Reino de David.
Así que, podemos ver el tiempo en que estamos y cómo ser
preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la
Cena de las Bodas del Cordero: escuchando la Voz de Cristo,
la gran Voz de Trompeta que es el Evangelio del Reino del
cual nos habla Cristo en San Mateo 24, verso 14, cuando nos
dice de la siguiente manera; y vamos a leerlo para que
tengamos el cuadro claro de lo que está prometido para este
tiempo final. Capítulo 24, versos 13 al 14 de San Mateo, dice
Cristo:
“Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Y será predicado este evangelio del reino en todo el
mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces
vendrá el fin.”
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
9
sea, ser salvos. Era la única forma de salvación, la única forma
de evitar la muerte cuando una serpiente venenosa picaba a
alguna persona del pueblo hebreo.
Y ahora, Cristo fue Crucificado, fue levantado así como
Moisés levantó la serpiente en el desierto, para que todo aquel
que en él mirara, o que mirara esa serpiente de bronce, no
muriera sino que viviera. Así toda persona que mira a Cristo
y cree en Su Sacrificio en la Cruz del Calvario, está mirando
a Cristo crucificado por sus pecados, por lo pecados del ser
humano y está creyendo en Cristo, y lo está recibiendo como
su único y suficiente Salvador, como el Sacrificio de
Expiación por nuestros pecados.
Y esa mirada a Cristo, así como la mirada de una persona
que ya estaba mordida por una serpiente venenosa, una mirada
a esa serpiente de bronce en aquella vara levantada, era una
mirada de fe que le producía la salvación; porque aquella
serpiente de bronce en aquella vara, representaba a Cristo en
la Cruz del Calvario muriendo por nuestros pecados, para que
toda persona que mirara a Cristo con una mirada de fe
recibiera la salvación y Vida eterna, obtuviera el perdón de
sus pecados y fuera libre del veneno del pecado; porque la
Sangre de Cristo nos limpia de todo pecado, es eliminado el
pecado; y por consiguiente es eliminada la muerte, y entonces
la persona vivirá eternamente con Cristo en Su Reino.
Ahora, el Reino de Dios o Reino de Cristo está en la esfera
espiritual, y algún día va a estar en la esfera física y Su Trono
será el Trono de David allá en la Tierra de Israel, en Jerusalén.
Y todos los que lo habrán recibido como su único y suficiente
Salvador, si murieron físicamente van a ser resucitados en
cuerpos eternos y glorificados y jóvenes para toda la eternidad
como el cuerpo glorificado de Cristo, y los que estemos vivos
en ese tiempo, cuando veamos a los muertos en Cristo
resucitados, seremos transformados.
10
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
Y entonces los ancianos creyentes en Cristo que estén
viviendo en este tiempo final y vean a los muertos en Cristo
resucitados, serán transformados y entonces serán jóvenes,
serán inmortales, estarán glorificados, tendrán el cuerpo
glorificado como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro
Salvador; y los de mediana edad también serán transformados
y vendrán a ser jóvenes, y los jóvenes serán jóvenes también
en el nuevo cuerpo, cuerpo glorificado, y los niños vendrán a
ser jóvenes en cuerpos glorificados; porque no habrá niños
sino que todos serán jóvenes en el Reino de Cristo. Esto es
para con la Iglesia del Señor Jesucristo: todos serán o seremos
iguales a Cristo nuestro Salvador, con cuerpos jóvenes,
eternos y glorificados.
Recuerden que cuando Cristo resucitó no lo conocían. Los
mismos discípulos del Señor Jesucristo, no lo reconocieron,
¿sería que se les había olvidado cómo era Cristo? No, es que
resucitó glorificado y por consiguiente resucitó joven; y
cuando Él murió tenía unos treinta y tres años y ahora resucita
joven y la edad que aparenta el cuerpo glorificado es de
dieciocho a veintiún años de edad.
Por lo tanto, ellos no pensaban que ese joven que estaba
con ellos y les enseñaba las Escrituras, luego que resucitó
Cristo, ellos no pensaban que ese joven era el Señor
Jesucristo, y aun más, cuando ellos lo vieron por última vez
estaba Su rostro desfigurado de los golpes que había recibido
y todo Su cuerpo estaba todo maltratado, sangrando.
Pero ahora lo ven resucitado, lleno de fuerza, y la última
vez que lo habían visto estaba sin fuerzas y en la Cruz estaba
diciendo: “Padre, Padre, ¿por qué me has desamparado?” Y
ahora lo ven, ven un joven lleno de fuerza y lleno de ánimo
que les dice: “Paz a vosotros.” No pudieron comprender ese
misterio de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo,
misterio que también no han podido comprender algunas
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
19
Abba, que significa: Padre. Clamamos a Dios en nuestras
oraciones: “Padre nuestro que estás en los Cielos,” o sea,
Abba que significa: “Padre.” Así estaba profetizado que los
que entrarían al nuevo Pacto dirían: “Padre mío o Padre
nuestro.”
Y ahora, San Pablo en Gálatas, capítulo 4, verso 1 al 7:
“Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también
heredero de Dios por medio de Cristo (somos herederos de
Dios por medio de Cristo).”
Y ahora, en Efesios, capítulo 4, verso 30, San Pablo dice:
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención.”
El Espíritu Santo con el cual hemos sido sellados, porque
Dios ha enviado Su Espíritu, el Espíritu de Cristo a nosotros
y ha producido el nuevo nacimiento y hemos sido sellados
para el día de la redención; eso significa que hemos sido
sellados para el día de la redención del cuerpo, que será la
transformación de nosotros los que vivimos, para tener el
cuerpo eterno; y para los que han muertos físicamente la
resurrección en cuerpos eternos y glorificados, lo cual será a
la final Trompeta o Trompeta de Dios o gran Voz de
Trompeta que será el mensaje final.
En ese tiempo del mensaje final de Dios para Su Iglesia, el
pueblo hebreo y para toda la humanidad, será que Cristo
resucitará a los muertos creyentes en Él y a los que están vivos
los transformará; porque ese será el Día Postrero. El Día
Postrero delante de Dios que es el séptimo milenio, así como
el séptimo día de la semana es llamado el día del Señor por los
judíos y también por los que guardan el sábado en medio del
Cristianismo.
Por lo tanto, vean cuál es Día Postrero, cuál es el día del
Señor: el séptimo milenio de Adán hacia acá. “Porque un día
delante del Señor es como mil años y mil años como un día.”
18
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
eternos, porque esas son las personas que están representadas
en las cinco vírgenes, las vírgenes que tomaron sus lámparas
y tomaron aceite en sus lámparas; y también los que están
vivos creyentes en Cristo nacidos de nuevo, o sea, que han
recibido el Espíritu de Cristo, tienen aceite en sus lámparas,
tienen el Espíritu Santo en su vida, en su alma, en su corazón,
en su cuerpo, acá en lo profundo de su corazón, de su alma;
son esas las vírgenes prudentes, para ellas es la Venida del
Señor y la transformación y rapto o arrebatamiento al Cielo
para ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Por lo tanto, es importante recibir a Cristo como nuestro
único y suficiente Salvador, ser bautizados en agua en Su
Nombre y tener el Espíritu de Cristo en nuestra alma para
estar preparados para nuestra transformación y rapto o
arrebatamiento al Cielo para ir con Cristo a la Cena de las
Bodas del Cordero. Y todos queremos esa bendición. Por lo
tanto, todos tenemos que estar en el Cuerpo Místico de Cristo,
teniendo en nuestras almas el Espíritu de Cristo.
Vean, en Gálatas, capítulo 4, dice el apóstol Pablo, verso
1 en adelante:
“Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño,
en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo;
sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo
señalado por el padre.
Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en
esclavitud bajo los rudimentos del mundo.
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió
a su Hijo (o sea, a Jesús), nacido de mujer y nacido bajo la
ley,
para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de
que recibiésemos la adopción de hijos.
Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones
el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!”
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
11
personas, lo cual sucederá con los creyentes en Cristo que han
muerto. Si usted tiene un familiar que era un creyente en
Cristo nacido de nuevo y murió y era un anciano o anciana,
cuando resucite no crea que va a venir una ancianita o un
ancianito a decirle: “Yo soy tu papá o tu mamá, o tu abuelita
o tu abuelito.” Aparecerá un jovencito o una jovencita de
dieciocho a veintiún años de edad en apariencia y les podrá
decir: “Yo soy tu abuela o tu abuelo, o tu papá o tu mamá.” Y
usted dirá: “No puede ser, porque mi papá o mi mamá, o mi
abuelo o mi abuela cuando murieron eran unos ancianitos.”
Es que en la resurrección que Cristo va a llevar a cabo con
los creyentes en Él que han muerto físicamente, será una
resurrección en un nuevo cuerpo, inmortal, eterno, glorificado
como el cuerpo glorificado de Cristo, que está tan joven como
cuando subió al Cielo. Él no se ha puesto viejo, porque el
cuerpo eterno, inmortal, glorificado, no se pone viejo por más
miles o millones de años que transcurran.
Por lo tanto, todos los creyentes en Cristo cuando ya
tengan su cuerpo eterno, glorificado, podrán verse en el espejo
y dirán: “Este es el cuerpo que yo deseaba tener.” Y podrán
pasar mil años y se mirarán de nuevo en el espejo y dirán:
“Todavía está tan joven como cuando lo recibí.” Podrá pasar
un millón de año y mirarse en el espejo de nuevo y decir:
“Está tan joven como cuando lo recibí, no se ha puesto viejo
mi cuerpo que Cristo me dio.” ¿Y eso por qué? Porque es un
cuerpo eterno, inmortal, tiene Vida eterna, está glorificado.
La persona ha sido adoptada, ha recibido la adopción que
es la redención del cuerpo, que es el cuerpo eterno, glorificado
que Cristo ha prometido para los creyentes en Él; Cristo
mismo fue el que prometió la resurrección de todos los
creyentes en Él. Dice Cristo en San Juan, capítulo 6, versos 39
al 40, para ir más directo a la Escritura que queremos señalar,
dice:
12
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
“Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de
todo lo que me diere (¿y qué es todo lo que le da el Padre? Las
ovejas del Padre)... de todo lo que me diere, no pierda yo
nada, sino que lo resucite en el día postrero.
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo
aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le
resucitaré en el día postrero.”
Vean la enseñanza de Cristo para los creyentes en Él es
que Él los resucitará en el Día Postrero aquellos creyentes que
mueran físicamente. También en este mismo capítulo 6 del
verso 53 en adelante, dice:
“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis
la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis
vida (o sea, no tenéis Vida eterna, es la Vida a la cual Él se
refiere).
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna
(¿ven que se refiere a la Vida eterna?); y yo le resucitaré en el
día postrero.”
Es una doctrina de Cristo, la resurrección para todos los
creyentes en Cristo en y para el Día Postrero, para los muertos
en Cristo. Sigue diciendo:
“Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es
verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece,
y yo en él.
Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre,
asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros
padres comieron el maná, y murieron; el que come de este
pan, vivirá eternamente.”
Recuerden que Cristo dijo: “Yo soy el pan que descendió
del Cielo. Yo soy el pan de Vida, el pan de la Vida eterna.”
Recuerden que en la última cena de San Mateo, capítulo 26,
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
17
restauración de las tribus del Norte, las tribus perdidas que
son diez, no puede ser restaurado el Reino de Dios al pueblo
hebreo; y por consiguiente el pueblo hebreo no puede obtener
su restauración y la paz imperecedera que tanto anhela y que
no han tenido desde que fue Israel establecido como un nación
libre, soberana, un Estado libre y soberano en el 1948.
Pero va a venir la paz para el pueblo hebreo, para los
judíos y eso será en el Reino del Mesías que está prometido en
Isaías, capítulo 9, versos 6 al 7; porque el Mesías es el
Príncipe de paz y es el único que puede darle la paz al pueblo
hebreo, a todo el Medio Oriente y a toda la humanidad; por
eso el Mesías Príncipe es el deseado de todas las naciones.
Todas las naciones quisieran tener al Mesías como el
presidente de su país y las naciones que están bajo la
monarquía, quisieran tener al Mesías como su rey. Pero todas
lo van a tener cuando se siente en el Trono de David; porque
Él va a reinar sobre el pueblo hebreo y sobre todas las
naciones, será un imperio, un reino mundial.
Por lo tanto, es deseo y esperanza de todas las naciones y
todos los seres humanos se convertirá en una realidad en el
Reino del Mesías; habrá verdad, justicia social, paz, y por
consiguiente felicidad para la familia humana.
Ahora, esa paz y felicidad usted la puede tener acá en el
corazón y luego cuando estemos en el Reino milenial de
Cristo será para todas las naciones. No habrá guerras, las
armas de guerras serán convertidas en herramientas de trabajo,
las espadas y demás armas de guerras serán convertidas en
arados y hoces para el trabajo. Por lo tanto, todos deseamos
ese glorioso Reino del Mesías.
Ahora, todos también deseamos ir con Cristo a la Cena de
las Bodas del Cordero, y esto es para los creyentes en Cristo
que han muerto físicamente en edades pasadas y algunos en
nuestro tiempo, los cuales serán resucitados en cuerpos
16
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
Y ahora, podemos ver que el pueblo hebreo siempre ha
estado esperando la restauración del Reino de David, y en
Ezequiel, capítulo 24, versos 21 en adelante; y también en
Ezequiel, capítulo 37 versos 15 al 29. Dios les habla al pueblo
hebreo de esa restauración del Reino de Dios, les habla de la
restauración de la casa de Jacob o reino del Norte, compuesto
por diez tribus, las cuales son llamadas “las tribus perdidas de
la casa de Israel;” y de las cuales Cristo habló cuando dijo:
“Yo no he venido sino a las ovejas perdidas de la casa de
Israel.” No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la
casa de Israel.
Y también, cuando envía a Sus discípulos le dice que
vayan a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Así es como
Dios por medio de Cristo restauraría la casa de Israel o reino
del Norte, colocándolos dentro de un nuevo Pacto que está
prometido en Jeremías, capítulo 31, versos 31 al 36, donde
Dios dice: “He aquí vienen días en los cuales haré nuevo
Pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.” O sea, con
el reino del Norte, que es la casa de Israel y con la casa de
Judá, que es el reino del Sur, compuesto por la tribu de Judá
y la tribu de Benjamín.
Esa promesa es la promesa para la restauración del Reino
de Dios. Por lo tanto, tienen que ser reunidas esas ovejas en el
nuevo Pacto, tiene que ser reunidos esos miembros del reino
del Norte de las diez tribus perdidas de la casa de Israel, para
que puedan ser unificadas con las otras dos tribus y
restaurarse el Reino de David, el cual fue dividido en dos
reinos, en el tiempo del nieto de David, el rey Roboam hijo
del rey Salomón.
Y las diez tribus del Norte le fueron dadas a Jeroboam un
descendiente de la tribu de Efraín. Pero, van a ser unificadas
las diez tribus con las dos tribus del reino del Sur para ser
restaurado el Reino de David, sin el recogimiento y
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
13
versos 26 en adelante, Cristo luego que hubo comido con Sus
discípulos, dice, o mientras comían, dice en el capítulo 26 al
29.
“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo
partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es
mi cuerpo (o sea, que en el pan Cristo está tipificando Su
cuerpo).
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio,
diciendo: Bebed de ella todos;
porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos
es derramada para remisión de los pecados.”
Y ahora en el vino está tipificada la Sangre de Cristo que
fue derramada en la Cruz del Calvario para remisión de los
pecados de muchas personas, para remisión de muchos seres
humanos; es derramada por muchos, o sea, por todos aquellos
que lo recibirían como su único y suficiente Salvador.
Y ahora, no se requiere sacrificios de animalitos en el
templo que estaba en Jerusalén, ni el templo ya está; fue
destruido por el general romano Tito Vespasiano en el año
setenta de la era Cristiana o era común.
Y ahora, solamente Dios acepta un Sacrificio de Expiación
por los pecados del ser humano, y es el Sacrificio de Cristo en
la Cruz del Calvario. Usted no se puede presentar ante Dios
con otro sacrificio, con un sacrificio de un animalito; ya Dios
no acepta esos sacrificios, porque esos sacrificios tipificaban
el Sacrificio que el Mesías, Cristo, haría en Su primera Venida
en Jerusalén, en la Cruz del Calvario; y ya fue realizado ese
Sacrificio y por lo tanto, todo ser humano tiene el privilegio
y tiene la bendición de tener un Sacrificio de Expiación por
sus pecados para obtener el perdón de sus pecados delante de
Dios. Vean en Apocalipsis, capítulo 1, versos 5 al 6, dice:
“Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los
muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos
14
REV . WILLIAM SOTO SANTIAGO , PH .D.
amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea
gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.”
Y ahora, ¿qué hizo Cristo? Nos lavó de nuestros pecados
con Su Sangre y nos ha hecho para nuestro Dios reyes y
sacerdotes; y por lo tanto reinaremos sobre la Tierra con
Cristo nuestro Salvador. Por esa causa, encontramos en el
libro del Apocalipsis, en el capítulo 5, más información sobre
ese Sacrificio que Cristo hizo en la Cruz del Calvario y Su
Sangre allí derramada, lo que hizo por todos nosotros.
Capítulo 5, versos 9 en delante, dice:
“Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de
tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado,
y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y
lengua y pueblo y nación;
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y
reinaremos sobre la tierra.”
Y ahora, nos ha hecho para nuestro Dios, Reyes y
Sacerdotes; por lo tanto, estamos como miembros del orden
sacerdotal del Templo celestial; y por consiguiente cuando
Cristo establezca Su Reino aquí en la Tierra, estaremos con Él
aquí en la Tierra como Reyes, Sacerdotes y Jueces, o sea,
estaremos con Cristo el Rey de reyes, estaremos con Él como
Reyes; pues Cristo es el Rey que se sentará en el Trono de
David, que heredará el Trono de David, lo cual le dijo el
Ángel Gabriel a la virgen María, en San Lucas, capítulo 1,
versos 30 al 36, cuando le dijo a ella: “¡Salve, muy
favorecida! El Señor es contigo, bendita tú entre todas las
mujeres.”
Pues sería la primera mujer que tendría un niño, un hijo,
sin la intervención de un hombre, sería por obra y gracia del
Espíritu Santo que concebiría y daría a luz un niño, y ese sería
el Mesías, el heredero al Trono de David, el cual se sentaría
LA IMPORTANCIA DE ESTAR PREPARADO PARA SER . . .
15
sobre el Trono de David y reinaría sobre la casa de Israel, la
casa de Jacob para siempre y Su Reino no tendrá fin. Eso es
lo que le dice el Ángel Gabriel a la virgen María, en el
capítulo 1, versos 30 al 36 de San Lucas.
Y ahora, veamos también el capítulo 20, versos 4 al 6 del
libro del Apocalipsis, lo que nos dice:
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron
facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por
causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los
que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no
recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron
y reinaron con Cristo mil años.”
El Reino del Mesías en la Tierra gobernando desde
Jerusalén donde estará Su Trono, gobernando sobre todo el
pueblo hebreo, sobre todo el Medio Oriente y sobre todas las
naciones, vean, ese Reino será de mil años, lo cual al ser
cumplidos los mil años mostrará que el ser humano ha sido
restaurado a la Vida eterna y que Israel también ha sido
restaurado al Reino de Dios; porque Dios le habrá restaurado
el reino a Israel, del cual preguntaron los discípulos a Cristo,
en el libro de los Hechos, capítulo 1, versos 1 al 9, antes de
Jesús subir al Cielo. Le preguntan Sus discípulos: “Señor,
¿restaurarás Tú el Reino a Israel en este tiempo?” Esa es la
pregunta que todos tenían cuando veían a Jesús predicando
porque Él les predicaba el Evangelio del Reino; y por
consiguiente les hablaba del Reino de Dios.
Y ellos estaban esperando la restauración del Reino de
Dios, que es la restauración del Reino de David; porque el
reino de David es el Reino de Dios terrenal o Reino de Dios
en la Tierra, y el Trono de Dios terrenal es el Trono de David.
Eso está en Primera de Crónicas, capítulo 28, versos 4 en
adelante, y Primera de Crónicas, capítulo 29, versos 21 en
adelante.
Descargar