LOS ASPECTOS POLITICOS EN LAS NEGOCIACIONES ENTRE

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LOS ASPECTOS POLÍTICOS EN LAS
NEGOCIACIONES ENTRE COMUNIDAD
ANDINA Y EL MERCOSUR.
LA EXPERIENCIA VENEZOLANA
Autora: Gabriela Patricia Carrasco Contreras (1)
C.I.: 11.560.218
Caracas, Octubre de 2004
1
“En nuestro problema político, hay una angustiosa
doble faz, un adverso y un reverso que no es sino el
necesario ajuste y equilibrio entre la cuestión interior de
amoblar la casa, ordenarla, hacerla más adecuada a las
exigencias de hoy y la cuestión exterior que no puede
ser ajena a ningún pueblo sobretodo cuando es
potencialmente rico pero políticamente débil” (Mariano
Picón Salas, 1941). (2)
2
Los aspectos políticos en las Negociaciones entre Comunidad
Andina y el MERCOSUR.
La Experiencia venezolana
RESUMEN EJECUTIVO
El presente Trabajo Especial de Grado ofrece al lector un panorama de la
negociación CAN – MERCOSUR en sus aspectos políticos, en vista del reciente
culminado proceso de negociaciones entre ambos bloques para la creación de una zona
de libre comercio (ZLC).
El trabajo se dividió en cuatro capítulos, comenzando por la introducción en la
que se da un panorama macro de lo que representó el Acuerdo CAN-MERCOSUR en
las relaciones internacionales. En el Capítulo I se plantean los Antecedentes detallando
desde las breves reseñas de cada uno de los esquemas regionales, hasta la Estrategia
de negociación llevada a cabo por Brasil y Argentina a los largo del proceso.
En el Capítulo II se señala el Proceso de Negociaciones, es decir, la situación
internacional, los problemas que se evidenciaron en ambos bloques subregionales a raíz
de dichas negociaciones, así como, el logro consolidado de las negociaciones, como lo
es el Acuerdo de Complementación Económica No. 59.
En el Capítulo III se realiza una evaluación de la experiencia venezolana, al igual
que, un análisis comparativo de las políticas exteriores en materia de negociaciones en
los últimos tres períodos presidenciales.
Finalmente, en el Capítulo IV se esbozan las Conclusiones y Recomendaciones
de este Trabajo Especial de Grado.
3
DEDICATORIA
A Dios y a mi religión, por afianzar la fe en cada una de mis actuaciones.
A mis queridos Padres, con todo mi amor,
quienes mi educación y formación profesional ha sido una prioridad.
A querido abuelo Luis David Contreras Jaimes
por inculcarme el amor hacia el Derecho.
4
AGRADECIMIENTOS
Agradezco y expreso mi profundo aprecio a todos aquellos que contribuyeron a hacer
posible este Trabajo Especial de Grado:
5
•
A quienes a través de sus obras y con el ejemplo de sus vidas me
trasmitieron la sabiduría jurídica. He tratado de aprender de su legado;
•
A mis amigos, colegas, y compañeros que, con su voluntad de compartir y su
sinergia, potenciaron en buena medida mi pensamiento;
•
A la Universidad Central de Venezuela, auspiciadora a través del Centro de
Estudios de Postgrado, de la Especialización de Derecho y Política
Internacionales, por ayudar a la formación de los futuros profesionales y
negociadores;
•
A todos los involucrados en el tema, por su abnegado apoyo;
•
A Eduardo Porcarelli, Luis Alberto Russián, José Luis Rivas, y Rhaiza
Medina, por su paciencia, discernimiento y guía;
•
Sobre todo a mi familia cuyo cariñoso apoyo ha sido un estímulo indiscutible.
En parte fue ella quien me enseñó qué es lo importante y por qué debe
dársele prioridad.
INDICE
RESUMEN EJECUTIVO............................................................................................3
DEDICATORIA..........................................................................................................4
AGRADECIMIENTOS ...............................................................................................5
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................9
Capítulo I Antecedentes ..........................................................................................11
6
1.1.
Breve reseña de la CAN ..............................................................................11
1.2.
Breve Reseña del MERCOSUR...................................................................15
1.3.
Estructura organizativa de ambos esquemas...............................................17
1.3.1. CAN .....................................................................................................17
1.3.2. MERCOSUR ........................................................................................19
1.4.
Origen de las Negociaciones CAN-MERCOSUR .........................................21
1.5.
Características de las Negociaciones CAN-MERCOSUR ............................22
1.6.
Acuerdos preliminares y Mandato Presidencial............................................24
1.7.
Evolución de las Negociaciones CAN – MERCOSUR..................................25
1.8.
Etapas en las Negociaciones CAN-MERCOSUR.........................................25
1.8.1. Etapa de mayor impulso.......................................................................25
1.8.2. Etapa de mayor estancamiento............................................................25
1.9.
Tratamientos y ventajas entre los bloques ...................................................27
1.10.
Establecimiento de las Negociaciones .........................................................28
1.11.
Principales divergencias ..............................................................................33
1.12. Obstáculos enfrentados en el Proceso de Negociación CAN-MERCOSUR .35
1.12.1. Peso de la situación al interior de la CAN.............................................36
1.12.1.1. Situación de Perú año 1997: Retiro y Reincorporación.....................36
1.12.2. Peso de la situación al interior del MERCOSUR ..................................37
1.12.2.1. Situación de Brasil año 1999 ............................................................37
1.12.2.2. Estrategia de negociación de Brasil y Argentina...............................39
Capítulo II Proceso de Negociaciones.....................................................................40
2.1.
Situación Internacional.................................................................................40
2.1.1. Nuevas orientaciones que en política económica prevalecían para ese
momento......................................................................................................41
2.2.
Breve recuento de la labor de los técnicos de los bloques subregionales ....42
2.3.
Problemas de ambos bloques que se evidenciaron a raíz de las negociaciones
CAN-MERCOSUR .......................................................................................43
2.4.
Acuerdo Marco para la Creación de la Zona de Libre Comercio (ZLC) entre
MERCOSUR y la Comunidad Andina ..........................................................44
2.5.
Acuerdo de Complementación Económica suscrito entre los Gobiernos de la
República Argentina, de la República Federativa de Brasil, de la República de
Paraguay y de la República Oriental del Uruguay – Estados Partes del
MERCOSUR y los Gobiernos de la República de Colombia, de la República de
Ecuador y de la República Bolivariana de Venezuela – Países Miembros de la
Comunidad Andina ......................................................................................46
Capítulo III Experiencia de Venezuela………………………………………55
7
3.1.
Acuerdos Bilaterales (Políticos y Comerciales) Previos y Geopolítica de las
Relaciones de Venezuela con Brasil ............................................................55
3.1.1. Campo Limítrofe...................................................................................55
3.1.2. Campo Económico- comercial..............................................................56
3.1.3. Campo Energético ...............................................................................56
3.2.
Problemática Estructural de la formulación de la Política Exterior en Venezuela,
en materia de negociaciones .......................................................................56
3.3.
Percepción de la Relación Venezuela – Brasil – Venezuela-MERCOSUR...57
3.4.
Análisis comparativo de las políticas exteriores en materia de negociaciones
comerciales aplicadas al caso CAN-MERCOSUR, desde la perspectiva
venezolana ..................................................................................................60
3.5.
Posición de Venezuela frente a las negociaciones
CAN-MERCOSUR .......................................................................................66
3.5.1. Cambios de direcciones de la posición venezolana en las negociaciones
CAN-MERCOSUR ............................................................................................67
3.5.2. Obstáculos en las negociaciones CAN-MERCOSUR ...........................68
3.5.3. El posible ingreso de Venezuela en el MERCOSUR ............................69
3.5.4. Conveniencia de formar parte del MERCOSUR ...................................69
Capítulo IV Conclusiones y Recomendaciones .......................................................76
ANEXOS A - Texto Acuerdo Marco .........................................................................86
ANEXOS B - Cuadros .............................................................................................92
BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................97
GLOSARIO DE TÉRMINOS ..................................................................................110
8
INTRODUCCIÓN
El objetivo de este Trabajo Especial de Grado consiste en determinar y evaluar,
haciendo especial énfasis en el caso de Venezuela, la influencia que han tenido los
aspectos políticos en el desarrollo de las negociaciones CAN-MERCOSUR en el período
comprendido entre 1995-2004, y en la posibilidad de que las mismas concluyeran para
Venezuela, como medio de cumplir con un objetivo de política exterior.
El estudio pretende de esta forma contribuir a un debate complejo y significativo
vinculado con la definición y contornos de la cuestión política en dichas negociaciones,
bajo la significación que tienen los aspectos en tanto respuestas específicas y
diferenciadas frente a las modificaciones planteadas a lo largo de la negociación recién
concluida.
En su acepción tradicional se entiende que las negociaciones de un proceso de
integración se conforman por dos niveles: el que atañe a las políticas correctoras de
desequilibrios que se originan como consecuencia de la implementación del acuerdo
fundacional y el que se refiere a la participación de los actores sean estos principales y/o
secundarios, en la medida que los mismos son los destinatarios de los cambios que
propugna el proceso de integración. De esta confluencia entre la participación y las
políticas se podría definir distintos grados de aproximación en un proceso de
negociaciones. Esta acepción tradicional posibilitaba diferenciar en la escala de un
proceso de integración a una zona de libre comercio de una unión aduanera y un
mercado común no solamente en cuanto a los objetivos propiamente dichos, sino
también en cuanto a la inclusión del tema netamente político en el proceso.
La Integración de las naciones es un hecho político. No hay teoría económica o
ciencia natural o social que pueda explicar por sí sola este tipo de relación entre los
países. Es por este motivo que las razones para la integración son diversas, responden
a necesidades y se expresan en voluntades recogidas de manera fiel por la historia. Las
motivaciones que han justificado la decisión de integrarse se fundamentan en exigencias
históricas particulares como las de supervivencia y afirmación de la identidad cultural, la
9
interdependencia entre estados para alcanzar los equilibrios políticos y económicos
entre sí y frente a otros o para promover su desarrollo nacional mediante un proyecto
compartido que abra nuevas y mayores opciones y oportunidades.
A partir de 1994, al reforzarse las dinámicas internacionales apuntadas desde
finales de los ochenta y noventa, sobre todo debido al éxito de las negociaciones
multilaterales de la Ronda Uruguay del GATT y la creación de la Organización Mundial
de Comercio (OMC), y en consonancia, por un lado, con el progreso del proceso de
integración europea y el desarrollo de la política exterior y, por otro, el avance de los
procesos de integración, la situación y el status de las relaciones internacionales inician
un cambio muy significativo, produciéndose una importante revalorización en América
Latina en sus relaciones exteriores.
En consecuencia, dicha aceleración y replanteamiento que a partir de ese
momento conocen las relaciones internacionales, la sucesión encadenada de decisiones
comunitarias, en relación a MERCOSUR y la Comunidad Andina de Naciones, las
nuevas orientaciones para la cooperación al desarrollo y, sobre todo, la firma con
América Latina de los acuerdos de cuarta generación, sólo dos años después de los de
tercera generación, serán la prueba más evidente de este hecho.
Es por ello que el Acuerdo recientemente concluido por ambos bloques
representa un acuerdo de cuarta generación. Estos acuerdos tienen como novedad y
característica general más importante el pretender el fortalecimiento de las relaciones
entre las partes en base a los principios de reciprocidad y de intereses comunes,
estableciendo un nuevo modelo de relación, que se podría calificar como de “Asociación”
política y económica, en el caso del Acuerdo CAN-MERCOSUR sería de carácter
interregional. Su objetivo último, a través de la profundización del diálogo político y de
las relaciones económicas, es el establecimiento a medio plazo de zonas de libre
comercio, incluyendo una mayor cooperación política, científico-técnica y cultural.
Adicionalmente, este tipo de acuerdos se fundamentan en la llamada “cláusula
democrática” y se despliegan en tres líneas o apartados básicos, que son diálogo
político y económico regular, la liberalización progresiva y recíproca de los intercambios
y la cooperación económica avanzada.
De acuerdo a lo anterior, el Acuerdo firmado y suscrito entre la CAN y el
MERCOSUR, podría ubicarse en calidad de un acuerdo de cuarta generación, debido no
sólo en el tiempo en que se materializó, sino bajo las condiciones en las que fue
negociado. Sin embargo, de aquí en adelante, será preciso evaluar si las reglas que
estuvieron en juego sobre las cuales quedó consolidada la zona de libre comercio
permitirá crecer desde todos sus frentes ambos bloques subregionales.
10
Capítulo I Antecedentes
1.1.
Breve reseña de la CAN
La dimensión política del proceso de integración andino estuvo presente desde
sus orígenes, como refleja la Declaración de Bogotá que en 1996 significó el punto de
partida del establecimiento del proceso de integración andino(3). En 1968 los entonces
presidentes de Chile y Colombia, Eduardo Frei Montalva y Carlos Lleras Restrepo,
respectivamente, convocaron a sus pares de Ecuador, Perú y Venezuela para iniciar un
proceso de integración mucho más profundo del que en ese momento se llevaba a cabo
en la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC).
Concurrieron a la cita de Bogotá, además de los convocantes, el presidente Raúl
Leoni de Venezuela y los representantes presidenciales de Fernando Belaunde Terry y
de José M. Velasco Ibarra, quien ejercía la presidencia del Ecuador por quinta vez.
Fueron ellos Fernando Schwalb, ex canciller peruano y Galo Plaza, ex presidente
ecuatoriano.
Con la Declaración de Bogotá(4) se inician las negociaciones, que culminarían con la
suscripción por los delegados plenipotenciarios de Bolivia(5), Colombia(6), Chile(7),
Ecuador(8) y Perú(9) del Acuerdo de Cartagena(10) el 26 de mayo de 1969. Entonces
firmó Bolivia(11) pero no así Venezuela(12).
Desde el momento de la instalación de la Comisión del Acuerdo de Cartagena, el
gobierno de Venezuela expresó su voluntad de formar parte de él. La Comisión del
Acuerdo de Cartagena, argumentando que Venezuela había sido signataria de la
Declaración de Bogotá, que formaba parte como miembro de pleno derecho de la
Corporación Andina de Fomento(13), que era de gran interés que pudiese participar
11
plenamente en el proceso de integración subregional y que resultaba aconsejable
otorgarle un tratamiento especial y diferenciado, estableció que este país podía
participar en sus reuniones ordinarias en calidad de invitado especial durante 1970. Más
tarde puso en marcha un mecanismo para que Venezuela pudiese participar en las
reuniones relacionadas con el proceso de integración subregional. Luego se creó un
grupo de trabajo integrado por representantes de los Países Miembros y de Venezuela,
para determinar la forma de incorporar a este país en el Acuerdo de Cartagena.
Finalmente, la Comisión del Acuerdo de Cartagena expresó su deseo de iniciar
negociaciones encaminadas a establecer las condiciones de la incorporación de
Venezuela al Acuerdo de Cartagena(14).
Venezuela ingresa oficialmente al Grupo Andino en febrero de 1973(15) y se
estipuló que dentro de los ciento veinte días siguientes a la fecha en que Venezuela
depositase en la Secretaría de la Comisión el instrumento de adhesión al Acuerdo de
Cartagena, procedería a eliminar totalmente de gravámenes y restricciones la
importación de una serie de productos originarios del Grupo Andino, hasta llegar a la
liberalización total el 31 de diciembre de 1980(16).
El 11 de septiembre de 1973 cayó el gobierno democrático del presidente
Salvador Allende y fue sustituido por un régimen militar que modificó radicalmente la
posición de Chile en el área económica, y en especial en su relaciones con el Grupo
Andino. Muy pronto comenzó un largo proceso de negociaciones que culminó con el
Protocolo Adicional al Acuerdo de Cartagena, firmado el 5 de octubre de 1976. En él se
creó una comisión especial formada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela,
por una parte, y Chile, por otra, con el objeto de que en un plazo de veinticuatro días se
acordase un régimen especial y por plazo definido durante el cual la nación se sujetaría
a los derechos y obligaciones derivados de su condición de País Miembro del Acuerdo
de Cartagena. Se convino que, si no se alcanzaba ningún arreglo, Chile se retiraría del
Acuerdo renunciando a todos sus derechos y obligaciones a partir del 30 de octubre de
1976(17). La salida de Chile del Grupo Andino significó un duro retroceso(18).
En la misma fecha en que Chile(19) se retiro del Grupo Andino, Bolivia,
Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela aprobaron el Protocolo de Lima, que modificó los
plazos establecidos en el protocolo firmado con Venezuela y que introdujo nuevas
flexibilidades al cronograma propuesto inicialmente, producto de la coyuntura que
atravesaban los Países Miembros y del reciente retiro de Chile(20).
Desde la fecha y hasta nuestros días, la Comunidad Andina es el bloque de
integración económico y social conformado por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y
Venezuela que tiene por objetivos promover el desarrollo equilibrado y armónico de los
12
Países Miembros en condiciones de equidad, mediante la integración y la cooperación
económica y social.
Ese Proceso de integración subregional ha sido el resultado de un momento
histórico-económico en el que convergen la necesidad de una reacción colectiva para
enfrentar el subdesarrollo y la experiencia exitosa de la integración europea.
Fue ésta una clara muestra de decisión política. Los países andinos vivían de
espaldas unos de otros, con un comercio de menos de cien millones de dólares y una
relación muy pobre en otras áreas. Se lanzaron a este proyecto convencidos de una
suerte de mandato histórico de unirse e inspirados, en la economía, por el planteamiento
cepalino de sustitución de importaciones, como vía de industrializarse y para lo cual se
requería ampliar los estrechos mercados nacionales.
Los primeros años fueron bastante promisorios, pues el comercio creció tanto
que en 1976 representaba el 4% del intercambio de los países andinos con el mundo, y
a inicios de esa década había sido sólo el 2%. Se establecieron una serie de normas
para orientar el desarrollo de la subregión. La más notoria de ellas fue la controvertida
Decisión 24(21), que regulaba la inversión extranjera, restringiéndola para ciertos
sectores, obligándola a asociarse con capital nacional para aprovechar el mercado
andino y limitando la transferencia de divisas al exterior. Fue esta Decisión la que en el
año'76 esgrimiría Chile, como argumento, para su salida. Para entonces, había
ingresado Venezuela (1973).
En 1979, al conmemorarse el décimo aniversario de la suscripción del Acuerdo,
los Presidentes andinos a través del Mandato de Cartagena dieron un poderoso impulso
a la dimensión política del proceso de integración al reconocer que éste ha de ser el
instrumento principal “para constituir una fuerza moral, política y económica cada vez
más influyente en el ámbito mundial” por lo que la integración “es una empresa que
configura esencialmente un hecho y un objetivo político”. A ese fin, los Presidentes
encomendaron a los Ministros de Relaciones Exteriores adoptar una política externa de
largo alcance y constituirse en la instancia política orientadora del proceso de integración
subregión(22).
El año 1979 marcó el inicio de una importante acción política conjunta, que se vio
reflejada en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) en relación con el
derrocamiento de la dictadura somocista de Nicaragua, haciendo prevalecer los
principios de no intervención y libre determinación; así como en la condena a los golpes
de estado en la región y la consolidación de los procesos de transición a la democracia
13
en tres de los Países Miembros. En noviembre del mismo año los Cancilleres
suscribieron, en Lima, el Instrumento Constitutivo del Consejo de Ministros Exteriores del
Grupo Andino, como mecanismo aún no jurídicamente institucionalizado, con la
responsabilidad principal de formular la política exterior conjunta.
Los años 80's fueron una década perdida también para la integración; el
comercio entre los países andinos decreció en ese período. Pero en 1989 se inicia una
nueva etapa con la adopción, en la Cumbre de Galápagos, del “Diseño Estratégico para
la Orientación del Grupo Andino” que va a permitir pasar en apenas siete años de 900
millones de dólares a casi 6,000 al comercio entre los países andinos. Los años 90's
fueron difíciles en términos de las relaciones del Perú con la integración andina.
En los últimos años, nuevos retos se le han planteado a la Comunidad Andina.
Quizás el más importante de ellos ha sido el de afrontar una cantidad de negociaciones
no solo de tipo comercial sino político con otros países o grupos de países. Juntos
fueron los andinos a su negociación en el marco del ALCA. Juntos también obtuvieron
que Estados Unidos les otorgara el Sistema de Preferencias ATPA-DEA, que ha tenido
un impacto significativo en las exportaciones andinas. Juntos han concluido negociando
el Acuerdo de Libre Comercio con MERCOSUR y acaban de firmar en diciembre último
un Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con la Unión Europea que podría ser el
primer paso para una negociación de Zona de Libre Comercio CAN-UE.
Pero la integración andina no sólo tiene una agenda económica y comercial,
también la tiene política y sobre todo social. Estos nuevos retos llevaron a Allan Wagner
Tizón(23) a plantear, cuando asumió la Secretaría General, en enero de 2004, la
necesidad de contar con un nuevo Diseño Estratégico que permita asumir con eficacia
las dos mayores y más urgentes tareas que tienen los países. De un lado la inserción
competitiva en la economía internacional, y de otro la agenda interna del desarrollo de
los pueblos, y eso marcara esta nueva etapa.
No ha sido éste un proceso fácil. Ha tenido marchas y contramarchas y, como se
dice de los jueces, ha contado con "amigos tibios y enemigos calientes"; pero 35 años
después tenemos un mercado liberado para el comercio de los bienes, normas para la
circulación de personas (ya los turistas circulan sólo con su DNI por la integración, salvo
Venezuela que lo permitirá en el 2005), aspiran a liberalizar el comercio de servicios en
el 2005, al igual que los capitales y en cuanto al libre ejercicio laboral ya se han
adoptado las normas pertinentes. Es decir, la Comunidad Andina esta en vías de un
mercado común aunque no perfecto pero sí perfectible. Junto a ello la Comunidad
Andina posee una institucionalidad muy desarrollada, que no tiene ningún otro proceso
de integración entre países en desarrollo.
14
La integración sigue siendo un proyecto atractivo y válido, no excluyente, lo
prueban los acuerdos recientes y la negociación conjunta con Estados Unidos para un
acuerdo de libre comercio(24).
Desde el punto de vista organizacional, el Artículo 48 del Acuerdo de
Cartagena(25) define a la Comunidad Andina como una organización subregional con
personalidad jurídica internacional compuesta por un lado por los cinco Estados
Soberanos y por el otro, por los órganos e instituciones que conforman el denominado
"Sistema Andino de Integración".
La modificación introducida refleja más allá de la sustitución de la antigua
denominación de "Grupo Andino" por "Comunidad Andina"(26), la vocación de dotar al
proceso de un contenido más amplio y trascendente que involucre al ciudadano andino
mismo y que dé idea de una interrelación entre las aspiraciones de los Países Miembros
y la institucionalidad comunitaria creada con el objeto de canalizar adecuadamente tales
aspiraciones.
En este sentido, luego de una experiencia histórica acumulada de ya 35 años de
acción integradora, la Comunidad Andina considera que el incremento de la
competitividad de los países miembros se sustenta en la constitución de un espacio
económico ampliado y en la decisión política, unida a la capacidad técnica, para asumir
posiciones comunes en una economía internacional caracterizada por la conformación
de bloques y el avance sostenido hacia la globalización.
Ambas aspiraciones dependen en mucho de una estructura jurídica e institucional
consolidada que trascendiendo la voluntad individual de sus elementos conformantes,
constituya una efectiva garantía de seguridad jurídica y estabilidad en el manejo de las
políticas que son objeto de la acción integradora(27).
1.2.
Breve Reseña del MERCOSUR
En 1985 los Presidentes de Brasil y Argentina, José Sarney y Raúl Alfonsín,
respectivamente suscribieron la Declaración de Foz de Iguazú(28) mediante la cual se
creó una Comisión Mixta de Alto Nivel con el objeto de acelerar la integración binacional
entre los dos países y así superar la desconfianza recíproca y la rivalidad que
caracterizaba a la relación política bilateral de la Argentina y Brasil. Se inicia así un
proceso de acercamiento entre las dos repúblicas de mayor tamaño de América del Sur.
15
El hecho es significativo porque en épocas anteriores su propia gravitación en el
subcontinente había dado lugar a la formación de áreas de influencia y a tensiones entre
sus gobiernos. El establecimiento en ambos países de gobiernos democráticos elegidos
constitucionalmente –durante la primera mitad de la década de los ochenta- estimuló
una actitud de mayor cooperación.
Estos Mandatarios firmaron en julio de 1986 el “Acta para la Integración
Argentino–Brasileña” mediante la cual se estableció un Programa de Integración y
Cooperación Económica entre Argentina y Brasil (PICAB) de carácter gradual, flexible y
equilibrado entre los dos países y en consecuencia, se aprobaron, para su primera
etapa, doce protocolos. Se otorgó especial importancia al sector de bienes de capital y
también se hizo énfasis en el trigo, los alimentos, el sector siderúrgico y el automotriz.
En 1988 se firmó en Buenos Aires el Tratado de Integración Cooperación y
Desarrollo, con el objetivo de consolidar el proceso de integración y cooperación
económica bilateral y de conformar un “espacio económico común”. Para ello, se acordó
la conformación de una Zona de Libre Comercio en un plazo de diez (10) años y, en una
segunda etapa, el establecimiento de un Mercado Común a través de la armonización de
políticas aduaneras, comerciales y sectoriales.
En este contexto, los entonces Presidentes Carlos Menem y Fernando Collor de
Mello suscribieron en julio de 1990 el “Acta de Buenos Aires”, en la que se aceleraron
los plazos a fin de poner en marcha el Mercado Común el 1º de enero de 1995. Por otra
parte, Paraguay y Uruguay expresaron su interés de incorporarse al proyecto en marcha
entre la Argentina y Brasil. En marzo de 1991, los entonces Presidentes Carlos Menem,
Fernando Collor de Melo, Andrés Rodríguez y Luis Alberto Lacalle Herrera firmaron en
Asunción, el “Tratado para la constitución de una Mercado Común”, conocido como
“Tratado de Asunción” (29). Después de haber sido ratificado por todos los miembros, el
Tratado fue homologado ante la ALADI bajo la forma del Acuerdo de Complementación
Económica (ACE) N° 18, en enero de 1992.
En 1994, mediante la suscripción del Protocolo de Ouro Preto(30) se introdujeron
algunas reformas institucionales dándole personalidad jurídica internacional al Mercosur.
En la cumbre de Ouro Preto se puso fin al período de transición y se adoptaron los
instrumentos fundamentales de política comercial común que rigen la Zona de Libre
Comercio y la Unión Aduanera(31) que caracterizan hoy al Mercosur. A partir de 1995, el
Mercosur se constituyó como Unión Aduanera. Este hecho marcó cambios
fundamentales para las economías de los cuatro países, que se traducen en una
tendencia natural al disciplinamiento conjunto de las políticas económicas nacionales,
16
asegurando conductas previsibles y no perjudiciales para los socios, cuyo primer estadio
ha sido la negociación y fijación del Arancel Externo Común.
Desde entonces, los Estados Partes iniciaron una nueva etapa -de consolidación
y profundización- en la que la Zona de Libre Comercio y la Unión Aduanera constituyen
pasos intermedios para alcanzar un mercado común generador de un mayor crecimiento
de sus economías, aprovechando el efecto multiplicador de la especialización, las
economías de escala y el mayor poder negociador del bloque.
1.3.
Estructura organizativa de ambos esquemas
1.3.1. CAN
El año 1996, fue el año de la reforma institucional. En efecto, en marzo de 1996
los Países Andinos suscribieron el Protocolo de Trujillo(32) que modificó el Acuerdo de
Cartagena, creando un sistema organizacional compuesto por diversos órganos
encargados de la dirección, control y administración general de la integración
subregional y del desempeño de labores específicas en el campo financiero y de gestión
social. Este sistema fue denominado "Sistema Andino de Integración".
Actualmente la institucionalidad andina está conformada por los órganos e instituciones
siguientes:
17
-
El Consejo Presidencial Andino: Es el máximo órgano del Sistema Andino de
Integración, define la política de integración subregional, orienta e impulsa
acciones de interés común, evalúa el desarrollo y los resultados del proceso
de integración y examina su proyección externa. Emite directrices. Su
presidente tendrá la representación del Consejo y de la Comunidad Andina;
-
El Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores(33): Tiene la
atribución de formular la política exterior de los Países Miembros en asuntos
de interés subregional, orientar y coordinar la acción externa de los diversos
órganos del Sistema Andino de Integración, formular, ejecutar y evaluar, en
coordinación con la Comisión, la política general del proceso de integración,
suscribir convenios y acuerdos internacionales, coordinar la posición conjunta
en foros internacionales y representar a la Comunidad Andina. Emite
Declaraciones y Decisiones, elige y remueve al Secretario General. Evalúa la
gestión del Secretario General;
-
La Comisión de la Comunidad Andina: Formula, ejecuta y evalúa la política
de integración, adopta medidas para lograr los objetivos del Acuerdo de
Cartagena, adopta medidas para cumplir directrices presidenciales, se puede
reunir sectorialmente, decide sobre las normas indispensables para la
ejecución del Acuerdo de Cartagena, permite la coordinación de los planes de
desarrollo y armonización de las políticas económicas de los países andinos y
vela por el cumplimiento de las obligaciones derivadas del Acuerdo. Emite
Decisiones. Es un órgano subordinado al Consejo de Ministros de Relaciones
Exteriores y al Consejo Presidencial Andino;
-
La Secretaría General de la Comunidad Andina: Es un órgano ejecutivo de la
Comunidad Andina que sustituye a la Junta del Acuerdo de Cartagena, vela
por la aplicación del Acuerdo y por el cumplimiento de las normas que
conforman el ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina y formula
propuestas de Decisión para que sean consideradas por el Consejo Andino
de Ministros de Relaciones Exteriores y la Comisión de la Comunidad Andina.
Está dirigida por un Secretario General elegido por consenso por el Consejo
Andino de Ministros de Relaciones Exteriores para un período de cinco años,
quien será una personalidad de alta representatividad y reconocido prestigio
nacional en alguno de los Países Miembros;
- El Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina;
- El Parlamento Andino(34);
- El Consejo Consultivo Empresarial;
- El Consejo Consultivo Laboral(35);
- La Corporación Andina de Fomento;
- El Fondo Latinoamericano de Reservas(36);
- El Convenio Simón Rodríguez(37), los Convenios Sociales que se adscriban al
Sistema Andino de Integración y los demás que se creen en el marco del mismo;
- La Universidad Andina Simón Bolívar;
- Los Consejos Consultivos que establezca la Comisión; y,
- Los demás órganos e instituciones que se creen en el marco de la integración
subregional andina.
El Tribunal(38) se incorporó al Sistema en 1979 como resultado de la creciente
complejidad del ordenamiento jurídico andino. El Parlamento, por otro lado fue el
resultado de la convicción de que la vocación democrática era esencial para la
proyección futura del proceso. Como el accionar de los representantes del sector
empresarial y laboral no fue el esperado, más tarde éstos se dividieron en dos consejos
consultivos separados, para evitar que se repitiesen a nivel comunitario, las
confrontaciones nacionales entre ambos sectores.
18
La integración andina no ha sido un proyecto de fácil trámite. Las crisis de
credibilidad han sido recurrentes a lo largo de su historia, pero como el mundo
globalizado no permite, ni hace viables las autarquías a partir de 1989 los Presidentes
decidieron tomar en sus manos la conducción del proceso de integración, actuando los
cancilleres como una instancia preparatoria de sus reuniones.
En 1996 se vio la necesidad de integrar el funcionamiento de los distintos
órganos decisorios, ejecutivos, jurisdiccionales, deliberantes, consultivos y
especializados en un conjunto coherente y coordinado. De allí que ahora se hable del
Sistema Andino de Integración. En la visión del legislador andino las instituciones y
órganos andinos antes que estar vinculados por una razón de subordinación, lo están
por razones de complementación funcional, bajo la dirección política de un solo órgano:
el Consejo Presidencial Andino.
Se puede apreciar, en efecto, que la estructura institucional de la Comunidad
Andina, se basa en una suerte de división entre los poderes legislativos, ejecutivos y
judiciales, todos con funciones supranacionales y ejercitando una suerte de contrapeso,
control y balance entre los intereses nacionales y los comunitarios.
Resulta importante señalar que dentro del esquema institucional descrito, el
Acuerdo de Cartagena dispone que sea la Secretaría General el órgano ejecutivo de la
Comunidad Andina y en tal carácter actúa únicamente en función de los intereses de la
subregión, intereses que van más allá de la simple suma de los intereses nacionales.
1.3.2. ME RCOS UR
La estructura institucional del MERCOSUR es relativamente simple y se previó
que iría creciendo en la medida en que lo requieran los resultados del proceso de
integración. El órgano principal es el Consejo del Mercado Común (CMC), es la máxima
instancia del MERCOSUR, de nivel presidencial, donde las decisiones son adoptadas
mediante el consenso con la presencia de todos los signatarios del Tratado de Asunción,
en reuniones llevadas a cabo cada seis meses, pudiendo reunirse de manera
extraordinaria cuando se requiera. El Consejo del Mercado Común debe reunirse con la
presencia de los Presidentes de los países miembros, lo que implica un alto nivel de
apoyo y compromiso político en las decisiones que se adopten, por lo cual juega un
papel importante en la conducción política del proceso de integración. Está integrado por
los respectivos Ministros de Relaciones Exteriores -que tendrán a cargo la coordinación
del mismo- y los de Economía, de cada uno de los Estados Parte del MERCOSUR; el
Grupo Mercado Común (GMC), es el órgano ejecutivo del MERCOSUR, y la instancia
que pone en práctica todas las decisiones tomadas en el seno del Consejo del Mercado
Común (CMC), además de recoger las recomendaciones de los Grupos de Trabajo
19
Sectoriales y los resultados de las reuniones especializadas. Los miembros del Grupo
Mercado Común son altos funcionarios de los Ministerios de Relaciones Exteriores,
Economía, Comercio y de los Bancos Centrales de cada país miembro, siendo el
primero, coordinador nacional de MERCOSUR. Las decisiones que se adoptan en el
seno del GMC deben ser sobre la base del consenso. Tiene su sede permanente en la
ciudad de Montevideo. La Comisión de Comercio del MERCOSUR (CCM), es una
instancia relativamente nueva, que comenzó su funcionamiento a partir del Protocolo de
Ouro Preto, y que tiene por misión administrar las relaciones comerciales entre los
países miembros a través de estudios de seguimiento y la supervisión en la aplicación
efectiva de medidas de política comercial aprobadas por el Consejo del Mercado Común
del MERCOSUR, tanto para el mercado interno como para el intercambio con terceros
países. Este órgano es directamente dependiente del Grupo Mercado Común (GMC) y
está conformado por diez comités técnicos aproximadamente especializados de tipo
sectorial, los cuales procuran alcanzar soluciones vía recomendación.
Dentro del organigrama del MERCOSUR, existen dos entes colegiados consultivos: la
Comisión Parlamentaria Conjunta (CPC), órgano representativo de los parlamentos de
los países del MERCOSUR y el Foro Consultivo Económico y Social (FCES), órgano de
representación de los Sectores económicos y Sociales. Además, cuenta con una
Secretaría Administrativa (SAM) que comenzó a operar en enero de 1997 como
organismo internacional para proporcionar apoyo técnico y operativo a todas las
instituciones anteriormente mencionadas. Su Director es elegido por el Consejo del
Mercado Común (CMC) para un período de dos años, con sede en Montevideo,
Uruguay.
En sus inicios, el Tratado de Asunción previó un período de transición entre
marzo de 1991 y diciembre de 1994, con establecimiento de un cronograma taxativo de
reducción de los niveles arancelarios para el comercio entre los países miembros.
Durante este período operaron once subgrupos de trabajo para el estudio de asuntos
especializados. Tras la Reunión de Ouro Preto en 1994, se produjo una reestructuración
de los grupos técnicos especializados: comunicaciones, minería, reglamentos técnicos,
asuntos financieros, transporte e infraestructura, medio ambiente, industria, agricultura,
energía, asuntos laborales, empleo y seguridad social. En junio de 1999 se crearon dos
grupos de trabajo adicionales: el Comité de Coordinación Macroeconómica y el Comité
de Coordinación Comercial.
Adicionalmente, con el desarrollo institucional del MERCOSUR se han ido
creando otras instancias de carácter económico, político o social, tales como: la
Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (1991); el Foro Económico y Social
(1994); la Comisión Sectorial para Empresarios; las Comisiones Parlamentarias; entre
otras.
20
Para la solución de controversias existe desde 1992 el Protocolo de Brasilia, pero
no ha sido puesto en plena vigencia. En la práctica, la Comisión de Comercio ha
buscado soluciones negociadas para los problemas que se han presentado.
Tomando en cuenta el cuadro anterior, se observa que la brecha diferencial
entre las estructuras organizativas de la CAN y el MERCOSUR surge del diseño
funcional de esos esquemas de integración, según el cual en la CAN la toma de
decisiones reposa en los presidentes y cancilleres de los Países Miembros, quienes por
sus altas responsabilidades se ven impedidos de atender adecuadamente el tema,
mientras que en el MERCOSUR nombra funcionarios que se dedican exclusivamente a
esa materia. También señala que la función legislativa en la CAN es laxa y en cambio la
de MERCOSUR actúa directamente en la “armonización de las legislaciones
nacionales”.
1.4.
Origen de las Negociaciones CAN-MERCOSUR
Las negociaciones entre la Comunidad Andina y el MERCOSUR se remontan al
mes de febrero de 1995, cuando las dos partes celebraron su primera reunión en la sede
de la Secretaría General de la ALADI, en Montevideo. Para entonces, Bolivia que
participó activamente en ese primer encuentro entre los dos bloques, aún no había
iniciado las negociaciones de un Acuerdo de Libre Comercio en forma individual.
Un mes después, tuvo lugar una segunda reunión en la capital uruguaya, en la
que se constató que las posiciones estaban bastante alejadas en cuanto al alcance que
se quería dar al Acuerdo.
El Grupo Andino presentó una propuesta de Acuerdo de Tercera Generación(39),
muy ambiciosa que incorporaba los "nuevos temas" resultantes de la Ronda Uruguay.
Para ese momento, el MERCOSUR aún no tenía un formato claro de negociación,
aunque sostenía con firmeza que su objetivo era negociar un Acuerdo circunscrito al
comercio de bienes con disciplinas comerciales básicas relativas a ese comercio.
Después de las dos reuniones se generó en el Grupo Andino una dinámica
individual, pues cada país se reunió de ésta forma con el MERCOSUR, algunos para
hablar de renegociación del Patrimonio Histórico, otros como el caso de Bolivia para
negociar un Acuerdo de Libre Comercio, que finalmente suscribió en diciembre de 1996.
21
Luego de avances y retrocesos de ambas partes, respecto a si primero se
negociaba el Patrimonio Histórico y después el resto del Universo Arancelario o si la
negociación cubriría de inicio la liberación de todos los productos, un año y medio
después de la última reunión celebrada en marzo de 1995 en Montevideo, volvieron a
encontrarse ambos grupos los días 17 y 18 de octubre de 1996, ocasión en la que hubo
un nuevo intercambio de propuestas. Luego de varios encuentros técnicos, en la
Reunión Ministerial celebrada el 13 de diciembre de 1997 en Montevideo, la Comunidad
Andina y el MERCOSUR, tomando en cuenta las diferencias existentes en las
posiciones, resolvieron prorrogar las negociaciones por 6 meses y por ende la vigencia
de los Acuerdos de Alcance Parcial y acordaron celebrar una nueva reunión técnica en
marzo de 1998 en Lima.
Como muestra de la amplia voluntad política que las anima, ambas partes
suscribieron el 16 de abril del presente 1998, un Acuerdo Marco para la creación de una
Zona de Libre Comercio entre la Comunidad Andina y MERCOSUR que establece las
bases sobre las cuales se conformaría la zona de libre comercio más grande de
Latinoamérica, en dos etapas; la primera con un Acuerdo de preferencias arancelarias
que entraría en vigor el 1 de octubre de 1998 y tendría vigencia hasta el 31 de diciembre
de 1999, y la segunda con la suscripción de un Acuerdo de Libre Comercio que entraría
en vigor el 1º de enero del año 2000.
De esta forma, las negociaciones se fueron desarrollando en el marco de una
compleja dinámica que abarca desde la normativa que regiría la liberalización del
comercio entre ambos bloques hasta la definición de las listas de productos que
formarían parte de los distintos ritmos de desgravación, todo esto sobre la base de un
amplio entramado de acuerdos de preferencias arancelarias, que vincularían a ambos
grupos de países, cuya compatibilización en un solo acuerdo demandaría un amplio
grado de coordinación al interior de cada parte(40).
1.5.
Características de las Negociaciones CAN-MERCOSUR
Con la firma del Acuerdo Marco, el 16 de abril de 1998, se volvería al esquema
de negociación del Patrimonio Histórico, como una salida frente a la imposibilidad de
establecer directamente una Zona de Libre Comercio a fines de 1997. Este hecho
significó un avance muy importante en el proceso de convergencia entre ambos bloques.
En efecto, una de las directrices del Acta de Sucre(41) señalaba en diciembre de
1997 el plazo en el cual debía suscribirse un acuerdo de libre comercio entre la
Comunidad Andina y el Mercosur. Las diferencias en los plazos de desgravación
arancelaria, las diferentes listas de sectores sensibles, el tratamiento del sector
agropecuario, la negociación del Patrimonio Histórico, las normas de origen, entre otros,
fueron temas en torno de los cuales hicieron diferencias importantes en lo que respecta
22
a las negociaciones técnicas. Las diferencias de criterio en varias materias pueden
constatarse en el cuadro 2 (ver anexo).
Se propició entonces una negociación política de alto nivel, que tampoco pudo
superar las diferencias presentadas. Todo ello hizo imposible cumplir la meta de un
acuerdo para diciembre de 1997.
Cabe resaltar, que para la fecha, estas negociaciones ya no se estaban dando
como al comienzo, en términos de cuatro + uno (MERCOSUR como bloque y cada uno
de nuestros países aisladamente) sino una negociación bloque a bloque (con un
tratamiento especial a Bolivia debido a su calidad de país asociado del MERCOSUR).
Sin embargo, existían asimetrías a distintos niveles en los avances hacia la
consolidación de una zona de libre comercio en la región. La confluencia hacia la
integración hemisférica no era tan sencilla; por un lado, teníamos las diferencias de
tamaño y/o grado de desarrollo entre los países como grupos y al interior de los mismos,
aunque es cierto que la situación era distinta al interior de la Comunidad Andina, donde
los países son de similar desarrollo relativo y no existía una potencia claramente
hegemónica; y por el otro, teníamos los factores políticos e institucionales.
La prioridad de consolidar la unidad de ambos bloques era indiscutible, pues se
entiende que ello daría mayor fluidez a las relaciones externas de la Comunidad Andina,
tanto en el espacio americano como en los bloques extraregionales. Esto además
agregaría más ventajas dinámicas para ofrecer un mercado subregional ampliado que
dinamizaría las exportaciones de mayor valor agregado que tenían los países socios, de
lo cual Perú no constituía una excepción.
Por lo tanto, es crucial resaltar la importancia que tuvo la amplitud en los plazos y
secuencias de la liberalización (arancelarias y fundamentalmente las no-arancelarias);
fue relevante el mantenimiento de los tratados preferenciales respecto de países y a
grupos de países, así como la coordinación de políticas entre países y grupos de países
(Por ejemplo, Argentina frente a Brasil); con el fin de proteger la vulnerabilidad de las
economías latinoamericanas frente a los shocks externos. La interdependencia aumentó
de manera diferencial. De allí las propuestas de coordinación que se hicieron entre el
MERCOSUR y la Comunidad Andina, que incluyeron, en el caso CAN, la discusión
radicó en aplicar mecanismos Antidumping y cláusulas de salvaguardias regionales.
Son varios los temas que estuvieron en debate: la vieja discusión de los costos y
beneficios de la integración, y la compatibilidad de los acuerdos de integración
subregionales con la integración hemisférica, entre otros.
Difícilmente el MERCOSUR y la Comunidad Andina renunciarían a los beneficios
que sus bloques de integración les ofrecen, para concretar una integración hemisférica
que implique el desmantelamiento de las políticas que los hicieron posible. En ese
contexto, adquirió mayor relevancia la negociación de una zona de libre comercio entre
la Comunidad Andina y el MERCOSUR. Esto constituiría la primera experiencia de
23
articulación de dos uniones aduaneras, que marcharía de acuerdo al cronograma de
negociación establecido, superando el entrampamiento al que se llegó a fines de
1997(42).
1.6.
Acuerdos preliminares y Mandato Presidencial
Las relaciones comerciales de los países andinos con los del MERCOSUR se
rigieron por Acuerdos de Alcance Parcial suscritos en el marco de la ALADI. Es así como
Bolivia suscribió un Acuerdo de Libre Comercio (ACE No. 36) con Mercosur; y, que en
agosto de 1999 Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, suscribieron un Acuerdo de
Complementación Económica (ACE No. 39) con Brasil por el cual se establecieron
preferencias arancelarias fijas hasta agosto del 2001, y que en junio de 2000 lo hicieron
con Argentina (ACE No. 48).
Los Acuerdos con Argentina y Brasil, configuraron un avance sustancial en el
relacionamiento con el bloque del sur, puesto que el ámbito total de productos
negociados, incluidos los acordados con ocasión de la Segunda Reunión de la Comisión
Administradora del ACE No. 39, sumarían un total de 3059 subpartidas Naladisa, que
cubrirían más del 95% de las exportaciones totales de los países andinos a los
señalados países. Las exportaciones andinas a Argentina, de productos en los cuales se
recibirían preferencias, alcanzaron en 1998 a 294 millones de dólares lo que
representarían el 97% del total exportado a ese país ese año. En el caso de Brasil, las
exportaciones andinas, en ese mismo año, fueron de 1187 millones de dólares y
representarían el 96% del total exportado a ese país.
En lo que respecta a Paraguay y Uruguay se mantuvieron vigentes los acuerdos
bilaterales del Patrimonio Histórico con cada país andino, esto luego de los contactos
sostenidos por el Presidente de los Representantes Alternos ante la Comisión con
representantes de ambos países en Barbados, en septiembre de 2000, con ocasión de
la Reunión del Comité de Negociaciones Comerciales del ALCA, se enviaron
comunicaciones a dichos países, señalando el interés de Colombia, Ecuador, Perú y
Venezuela de prorrogar los acuerdos del Patrimonio Histórico vigentes para la época,
hasta el 31 de agosto de 2001. Paraguay respondió a la comunicación, manifestando su
aceptación de prorrogar los acuerdos vigentes hasta el 31 de diciembre de 2001 y su
interés en negociar en el más breve plazo, un acuerdo de preferencias arancelarias fijas
con los cuatro países andinos(43).
En cuanto a los aspectos normativos que rigieron los acuerdos antes señalados,
cabe indicar que las disciplinas comerciales se basaban principalmente en las
Resoluciones del Comité de Representantes de la ALADI en materia de Origen y
Salvaguardias, así como disposiciones básicas en materia arancelaria, toda vez que se
trataba de acuerdos de preferencias arancelarias fijas.
24
1.7.
Evolución de las Negociaciones CAN – MERCOSUR
En el Tratado de Montevideo de 1980 encontramos los antecedentes primitivos a
estas negociaciones. Este Tratado promovía la concertación de acuerdos abiertos a la
participación de los países miembros de la ALADI(44), con el fin de establecer un
espacio económico ampliado.
Hasta 1994, los Acuerdos vigentes CAN – MERCOSUR, referidos al tema de
complementación económica, suscritos en el marco de la ALADI, eran generalmente
bilaterales y de alcance parcial. El ámbito de aplicación de estos acuerdos era muy
limitado: se basaban principalmente en una reducción arancelaria negociada producto
por producto(45), no contenían normativas en materia de barreras no arancelarias ni
normas de origen y salvaguardias. En general, carecían de normas específicas que
reglamentasen sus intercambios recíprocos y no preveían mecanismos de solución de
controversias generados por la interpretación de los mismos.
1.8.
Etapas en las Negociaciones CAN-MERCOSUR
1.8.1. Etapa de mayor impulso
En 1994 arrancan los primeros intentos. Se discute la construcción de una Zona
de Libre Comercio de Nueva Generación, esquema en el que no sólo se tratan temas
tradicionales, como el intercambio de bienes, sino que además se incorporaron asuntos
innovadores: compras gubernamentales, servicios, inversiones, medio ambiente y
aspectos laborales.
Demasiada ambición, que suponía negociar temas complejos para los que en
ese momento no existían políticas comunitarias. Para muestra un botón: fue este año
cuando la CAN adoptó una decisión sobre el tema de los servicios. Una Zona de Libre
Comercio implica la eliminación de aranceles intrarregionales en un plazo determinado,
pero con el mantenimiento de las políticas comerciales independientes.
1.8.2.
Etapa de mayor e stanca miento
Ante el fracaso del esquema anterior, entre 1995 y 1996 se optó por el camino de
la renegociación del Patrimonio Histórico. Con esta definición se agrupaban los acuerdos
parciales de preferencias negociados en el marco de la ALADI.
Bajo un esquema de preferencias se intercambiaron beneficios en los porcentajes
arancelarios de una lista reducida de productos. No suponíancero arancel. Venezuela
ha negociado acuerdos individuales de alcance parcial con todos los países del
MERCOSUR, igual sucedió con los demás socios de la CAN.
25
Estos fueron Tratados sobre excedentes y faltantes: se vende lo que se produce
en demasía y se compra lo que hace falta. No significaban una mayor liberalización del
comercio; por eso se pensó que cada nación andina debería renegociar esos acuerdos
por separado frente al MERCOSUR, que sí actuaba como una unión aduanera.
1.8.3. Problemas sustanciales existentes
El nivel de relacionamiento económico y comercial diferenciado en la CAN y el
MERCOSUR, pudo haber sido un factor determinante en la dificultad de coordinar
esfuerzos comunes entre ambos. Los países de la CAN tienen debido a factores
históricos, económicos y de ubicación geográfica una mayor cercanía y vinculación con
los EE.UU; mientras los países del MERCOSUR por razones similares han privilegiado
sus vínculos con Europa.
Los intereses de Venezuela en materia petrolera de mantener y lograr mejores
precios para su principal producto de exportación, pudieron haber influenciado
negativamente en aquellos países que no son productores del mismo. De hecho, la
visión de democracia y participación ciudadana de la administración del Presidente
Chávez, puede crear importantes diferencias.
En este sentido, el Presidente
Chávez, tuvo que coordinar esfuerzos con algunos Presidentes que en sus países
provienen del “establishment” que él combatió y desplazó en su país. Puede
mencionarse el caso de las relaciones entre el Presidente Pastrana(46) y Chávez, las
cuales han estado enmarcadas en períodos de conflictos y acercamiento continuo,
especialmente en lo relacionado al tema de la Guerrilla y Para-militares en Colombia.
Un factor a considerar en esta área en América del Sur, ha sido -en líneas
generales- la falta de continuidad en el trato de los asuntos internacionales que ha
caracterizado a la región, debido a que generalmente la política exterior no ha
respondido a políticas de Estado, sino a políticas e intereses de gobiernos de turno,
aunque en el caso de Brasil en este sentido quizás pudiera constituir cierta excepción.
La política exterior para la CAN es el instrumento a través del cual el bloque
busca una mayor presencia en el escenario internacional, tal como se está planteando
en el presente con la propuesta de Allan Wargner en torno a la construcción del espacio
sudamenricano, fortalecer la identidad del bloque y propiciar y coordinar su articulación y
convergencia con el resto de los procesos de integración de América Latina y el Caribe.
Las primeras actividades conjuntas en esta área se iniciaron a partir de 1979 cuando los
países andinos dieron un importante apoyo e impulso al proceso de democratización de
los países centroamericanos.
26
Igualmente, se estableció que las negociaciones internacionales en las cuales
participa la CAN, estarán enmarcadas en el regionalismo abierto(47) y situarse dentro
del marco de prioridades establecidas en materia de política exterior común del bloque
subregional, lo cual se ha evidenciado en la participación de la CAN en el proceso del
ALCA donde ha actuado en forma conjunta “vocería única” y en las negociaciones con el
MERCOSUR. Por su parte, los países del MERCOSUR, no poseen una política exterior
común institucionalizada y debidamente sistematizada como la Comunidad Andina.
Desde un punto de vista crítico, se podría decir que en el escenario de la
integración de América del Sur podrían profundizarse las diferencias sociales existentes
al interior de cada país, debido a que podría presentarse -al igual en un futuro con el
ALCA- una reubicación de la producción industrial en aquellos países que ofrecen
mejores oportunidades competitivas y de inversión, en lo cual el Brasil tiene una posición
privilegiada debido a su política de captación de capitales extranjeros.
Los distintos criterios constitucionales existentes en la región, colocan en
condición de mayor vulnerabilidad a aquellos países (Argentina y Venezuela) que
adoptaron un criterio jurídico dualista, es decir, los acuerdos internacionales tienen
jerarquía constitucional pasando a formar parte del ordenamiento jurídico de cada uno.
Si bien este aspecto no es fundamental para la formación de un área de libre comercio,
las dificultades que se han presentado tanto en la CAN como en el MERCOSUR con
respecto a la aplicación de las normas comunitarias, evidencian la necesidad de una
coordinación efectiva, aún cuando ya esto se ha solucionado en gran medida.
El Acuerdo entre la CAN y el MERCOSUR, traerá mayores oportunidades en el
escenario internacional y a las puertas de un posible acuerdo hemisférico, demandará
una coordinación fuerte entre todos los países de América del Sur, debido a que también
participarán del bloque Guyana, Surinam y Trinidad y Tobago, con importantes
diferencias culturales con el resto de la subregión.
La construcción de un espacio económico sudamericano a través de un acuerdo
de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR, podría ser muy promisorio en el ámbito
político y económico, si se fortaleciera la posición de la sub-región en negociaciones
importantes tales como deuda externa, pobreza, acceso a mercados y fortalecimiento de
la democracia. Pero, sus beneficios sólo podrían favorecer a todos los países de
América del Sur, en la medida que prevalezcan los intereses comunes y no se
reproduzcan en el plano político las enormes asimetrías existentes en el plano
económico.
1.9.
Tratamientos y ventajas entre los bloques
Era evidente las diferencias en desarrollo que existían entre los dos bloques
negociadores, por lo que la CAN exigió tratamientos y ventajas al MERCOSUR, por su
parte el MERCOSUR, no estaba dispuesto a otorgar demasiadas ventajas, sólo
27
demandó medidas de protección para su producción agrícola, sector en el cual el
MERCOSUR posee obvias ventajas comparativas. Bajo este contexto, la CAN acusó al
MERCOSUR de ser poco flexible, exigir normas de origen demasiado elevadas y de
pretender consolidar linealmente las preferencias arancelarias existentes.
1.10. Establecimiento de las Negociaciones
En la ciudad de Quito, en noviembre de 1994, se acordó definir un marco
conceptual y los criterios que conformarían la posición andina para la negociación de los
mencionados acuerdos. Por su parte, la propuesta de negociación del MERCOSUR fue
hecha vía resolución 45/94, donde se definieron los criterios a aplicarse en las
negociaciones con otros países o grupos de la ALADI.
Las primeras conversaciones se inician en febrero de 1995, cuando ambas
partes celebraban su primera reunión en la sede de la Secretaría General de la ALADI,
en Montevideo. La agenda de discusión se centró en la formación de una zona de libre
comercio (ZLC) de nueva generación, la cual incorporaba los nuevos temas resultantes
de la Ronda Uruguay. Además del intercambio de bienes, se incluían negociaciones
sobre los siguientes temas: las compras del gobierno, servicios, inversiones, medio
ambiente y el tema laboral. Este ambicioso proyecto requería de la negociación de
temas complejos para los que, en muchos casos, no existían políticas específicas al
interior de cada acuerdo. Esta situación llevó a la imposibilidad de seguir una
negociación con ese esquema.
Un mes después, en marzo de 1995, tuvo lugar una segunda reunión en la
capital uruguaya, en la que se constató que las posiciones continuaban bastante
alejadas.
Después de las dos reuniones se generó en la Comunidad Andina una dinámica
individual, pues cada país entabló relaciones bilaterales y en el caso boliviano, se llegó a
la asociación con el MERCOSUR.
En el período 1995–1996, se adoptó otro esquema: la (re)negociación del
Patrimonio Histórico (acuerdos parciales de preferencias negociados en el marco de la
ALADI), que implicaba la negociación de los beneficios en los porcentajes arancelarios
de una lista reducida de productos. Se planteó que cada miembro de la Comunidad
Andina debería (re)negociar esos acuerdos por separado; es así que en octubre de 1996
se comenzarían a intercambiar nuevas propuestas.
Durante las reuniones con el MERCOSUR de febrero y marzo de 1995 se
presentaron las siguientes propuestas:
1) La negociación se regiría por los principios de trato nacional, trato de la nación más
favorecida, no discriminación, transparencia y reconocimiento de asimetrías.
28
2) El programa desgravación arancelaria cubriría el universo de productos, las formas de
liberalización y las listas de excepciones. La forma de negociación consistía en que el
MERCOSUR actuaba como bloque y cada país andino negociaba individualmente. Se
proponía que en caso de que algunas de las partes redujeran su arancel hacia terceros
países durante el proceso de liberalización, el arancel de partida se reduciría
proporcionalmente. Así también, el Grupo Andino podría seguir aplicando el sistema de
franjas de precios.
3) En relación al tema del Patrimonio Histórico y específicamente a los acuerdos de
alcance parcial, se aceptaría la multilateralización de las preferencias en un esquema
cuatro + uno. Las máximas preferencias se aplicarían en función de bandas. Se dejó
abierta la posibilidad para el MERCOSUR o alguno de los países andinos pudiese
establecer algunas excepciones a este tratamiento. Se tomaron en cuenta las asimetrías
existentes como producto de los diversos grados de desarrollo relativo de las partes. El
universo arancelario que no se encontrara cubierto por los acuerdos parciales se
liberarían en un máximo de diez años.
En noviembre de 1996 se establece una propuesta de Acuerdo Marco para el
establecimiento de la Zona de Libre Comercio entre la Comunidad Andina y
MERCOSUR en un plazo diez años.
Asimismo, se establecieron listas de excepciones por parte de ambos miembros,
así como un programa de reducción y eliminación de las barreras no arancelarias (BNA)
que se encontraban vigentes en los países del MERCOSUR, sin embargo, no se
pudieron establecer nuevas restricciones o aumentar las ya existentes. Los temas de
negociación incluían:
a) Normas de origen: Estas normas de origen deberían propiciar el comercio de
las partes, deberán ser claras y transparentes y buscar la adopción de
criterios armonizados.
b) Salvaguardias: Se establecerán cláusulas de salvaguardias que deberán
estar en concordancia con lo establecido por la OMC y los propios acuerdos.
Pero además de lo estipulado por la OMC se contemplaba el establecimiento
de salvaguardias cuando se presentasen medidas de devaluación monetaria
y políticas de liberalización. El plazo de establecimiento de esas medidas no
sería mayor a un año, el cual podría ser prorrogado.
c) Valoración: Se busca uniformizar las posiciones que existen al interior del
MERCOSUR y de los procesos andinos. Los temas a tratar serían: Tipo de
cambio, establecimiento de garantías, establecimiento de precios de
referencia mínimos, los cuales serían transitorios.
d) Dumping y subvenciones: Se aplicarán las reglamentaciones en
concordancia con lo establecido por la OMC.
e) Compras del gobierno: Se establecerán tomando en cuenta los principios de
trato nacional.
f) Normas técnicas, medidas sanitarias y ambientales: Se busca establecer la
reglamentación adecuada para no obstaculizar el comercio entre las partes.
29
g) Inversiones: Se busca establecer disposiciones generales que promuevan
inversiones y las protejan.
h) Propiedad intelectual, variedades vegetales y derechos de autor: Se buscará
establecer una armonización en esta materia tomando como base lo tratado
en los acuerdos.
i) Servicios: Se buscará negociar todo el sistema de servicios, iniciándose las
negociaciones con los sectores de transporte, telecomunicaciones y turismo.
j) Solución de controversias: Se establecerán en concordancia con lo
establecido en la OMC.
En 1997, a iniciativa del MERCOSUR, nuevamente se cambió el esquema de
negociación y se enfocó al establecimiento de una zona de libre comercio. Pero, a
diferencia de la primera fase, sólo se incluiría el tema de la reducción arancelaria.
En esta oportunidad la Comunidad Andina decidió negociar en bloque. En
octubre del mismo año(48), ambas partes acordaron como objetivo el establecimiento de
un área de libre comercio, para lo cual debieron eliminar los gravámenes y las
restricciones que afecten el comercio entre ellas. Los temas de negociación incluidos en
esa oportunidad fueron los siguientes:
a) Programa de Liberalización Comercial: La Zona de Libre Comercio se
establecería en un plazo de 10 años, para lo cual se desarrolló un Programa de
Liberalización Comercial, el cual consistió en la desgravación arancelaria y
demás gravámenes de forma progresiva y automática (MERCOSUR).
El acuerdo incorporó las preferencias arancelarias negociadas con anterioridad
entre ambas partes del acuerdo o de la Preferencia Arancelaria Regional (PAR)
en el marco de la ALADI.
A partir de la entrada en vigor del acuerdo, las preferencias negociadas
anteriormente dejan de tener efecto.
El programa de desgravación arancelaria propuesto por la Comunidad Andina
señala que a partir del 1 de enero de 1998 se establecería un comercio recíproco
de los productos incluidos en el Anexo(49).
En cuanto a los productos incluidos en los demás anexos se acordó condiciones
específicas. Los Países Miembros de la CAN seguirían aplicando el sistema de
estabilización de precios para productos agropecuarios, en el comercio entre ambas
partes, con el compromiso de no aumentar el número de subpartidas sujetas al sistema.
Respecto a la presencia de zonas francas, sectores sensibles con políticas
nacionales o regionales de desarrollo, se acordó analizar dichas políticas para definir
específicamente las condiciones en las que se desarrollaría el comercio.
30
En relación al tema de franjas de precios, este bloque acordó no aplicar estos
mecanismos. Aplicó el arancel vigente “para la época” para terceros países de productos
provenientes de zonas francas o áreas aduaneras especiales.
En cuanto al tema de mercancías usadas se acordó que no se beneficiarían del
Programa de Liberalización Comercial.
No se podrán establecer gravámenes que incidan en las exportaciones o
importaciones después de la fecha de suscripción del acuerdo.
Se buscó establecer las medidas necesarias para eliminar las notas
complementarias, así como aplicar los principios de trato nacional en materia de
tributación y reglamentaciones internas.
b) Prácticas de Dumping y Subvenciones(50): Estas prácticas se regirían de
acuerdo a lo establecido por la OMC. Se busco establecer medidas(51) frente a
la realización de importaciones desde terceros mercados, hecha por una de las
partes, en condiciones de Dumping que afecten sus exportaciones.
Se estableció el compromiso de informar cualquier modificación o cambio en las
leyes y reglamentos en esta materia en un plazo no mayor a 15 días.
c) Prácticas restrictivas de la Libre Competencia: Se buscó establecer medidas
necesarias para elaborar un marco adecuado que identifique y sancione estas
prácticas. El plazo propuesto por la Comunidad Andina es antes del 31 de
diciembre de 1999; por su parte el MERCOSUR no señaló una fecha.
d) Subvenciones a la exportación: El acuerdo de desgravación no incluyó a los
productos que gocen de estas subvenciones para la CAN y el MERCOSUR.
Estos acuerdos se encuentran de conformidad con lo establecido por la OMC
en el acuerdo de agricultura.
e) Medidas de Salvaguardias: Se encuentran establecidas conforme al acuerdo
sobre Salvaguardias del GATT de 1994 y a las medidas previstas en los demás
acuerdos en el marco de la OMC.
Se aplicarían con el fin de prevenir o reparar el daño grave a la rama de
producción doméstica y facilitarían el reajuste del sector productivo que se viera
afectado.
La aplicación de estas medidas sería de carácter excepcional. Al respecto
el MERCOSUR manifestó que a menos que exista un acuerdo entre las partes,
las medidas de salvaguardia no podrían utilizarse una vez establecida el área de
libre comercio.
En el caso de la propuesta del MERCOSUR, la preferencia aplicable al
momento de la adopción de la salvaguardia se mantendría para un cupo de
importaciones, que sería el promedio de las importaciones hechas en los tres
últimos años anteriores al período en el que se determinó que hubo daño grave.
31
Al terminar el período de aplicación de la medida se aplicaría el margen
de preferencia establecido en el programa de liberalización comercial.
Los aranceles que se aplicasen no serán en ningún caso mayores a los
vigentes en la OMC.
La duración de la medida sería dos años (incluye el plazo en que hubieran
estado vigentes medidas provisionales). La CAN planeó además (a diferencia del
MERCOSUR) establecer una reducción del 25% de la medida después del
primer semestre del segundo año, pudiéndose prorrogar por un año más (la CAN
manifiesta que debería establecerse una reducción arancelaria de 50% al inicio
de la prórroga).
En circunstancias críticas en las que cualquier demora perjudique más al
sector, las partes contratantes adoptarían medidas de salvaguardias
provisionales, las cuales no excederían los 180 días y adoptarían la forma de
disminución o suspensión de las preferencias. Las diferencias entre las partes
respecto de la justificación de la aplicación o prórroga de una medida de
salvaguardia serían analizadas y resueltas en el ámbito de la Comisión
Administradora.
La CAN (a diferencia del MERCOSUR) señaló que si entran en
diferencias con lo establecido en la OMC se pudieran aplicar a productos del
ámbito agropecuario incluidos en el Anexo I del Acuerdo sobre Agricultura de la
OMC en casos especiales. Las medidas a aplicarse serían: suspensión del
incremento de preferencias, disminución o eliminación del margen de
preferencias.
f) Valoración Aduanera: Se regirían de acuerdo a las normas establecidas por la
OMC.
g) Servicios: Se buscó promover la liberalización, expansión diversificación
progresiva del comercio de servicios en su territorio, en un plazo a ser
determinado y en concordancia con la OMC.
h) Propiedad Intelectual: Establece las medidas necesarias para que los
derechos de propiedad no representasen un obstáculo al comercio y que se
encontrasen en concordancia con lo establecido por la OMC.
i) Cooperación Científica y tecnológica: Estimuló el desarrollo de los proyectos de
cooperación para la investigación científica y tecnológica a través del intercambio
de conocimiento, producto de investigaciones científicas conjuntas, información,
equipos, seminarios, entre otros.
j) Administración del acuerdo: La administración, evaluación y seguimiento del
acuerdo estaría a cargo de una Comisión Administradora, integrada por
miembros de ambos grupos. Esta comisión se constituirían dentro de los 90 días
de firmado el acuerdo. Las reuniones serían anuales. Las decisiones serían
tomadas por consenso.
32
k) Disposiciones varias: Se referirían a la posibilidad de integración de terceros
países que además tengan relaciones con cualquiera de los bloques, lo que se
podrá dar con posterioridad a la entrada en vigor del acuerdo.
1.11. Principales divergencias
Como sabemos, las negociaciones fueron complejas debido a las diferencias en
las concepciones de integración, las asimetrías entre bloques y los sectores sensibles al
interior de cada uno de ellos.
Los problemas que se presentaron a fines de 1997 estuvieron relacionados al
tema de los sectores sensibles, al plazo para la liberalización de aranceles de una
amplia gama de productos y al tema de normas de origen.
Dos sectores sensibles fueron el de agricultura y al automotriz. En el caso del sector
agrícola, la Comunidad Andina buscaba mantener el mecanismo de franjas de precios y
plazos largos de hasta 18 años para proteger la producción de algunos bienes; mientras
que el MERCOSUR quería una liberalización rápida y no establecer precios de aduana.
Para algunos productos agrícolas, el MERCOSUR propiciaba un plazo no mayor a 15
años.
En el sector automotriz, el MERCOSUR mantuvo políticas públicas que protegían
a esta industria, tales como la regulación de acceso al mercado de las exportaciones e
importaciones; estas normas favorecieron la producción nacional y la exportación, pero
impidieron la importación. La Comunidad Andina no pudo ajustarse a ello, países como
el Perú no tenían virtualmente producción en el sector, lo que generó una desviación del
comercio.
El MERCOSUR deseaba una apertura más inmediata, sin el establecimiento de
salvaguardias especiales y sin franjas de precios, a diferencia de la Comunidad Andina.
La propuesta de los andinos estableció veinte años para culminar la liberalización y la
del MERCOSUR quince.
Respecto a las normas de origen, el MERCOSUR buscó establecer múltiples
requerimientos desde comienzos de la negociación(52).
Otro aspecto que se incluyó en la discusión fue lo referido al establecimiento de
un mecanismo de solución de controversias. El MERCOSUR solicitó que este tema se
tratase con posterioridad a la etapa negociadora, mientras que para la Comunidad
Andina era muy importante definirlo en ese momento. La Comunidad Andina ya contaba
con un mecanismo de este tipo, sin embargo, al interior del MERCOSUR seguía siendo
un tema de discusión entre sus miembros.
El primer encuentro de ministros, en diciembre de 1997, fue un fracaso(53).
33
La posición asumida por el MERCOSUR generó divergencias con respecto a la
propuesta andina: no aceptó el establecimiento de mecanismos de solución de
controversias en sectores sensibles, en materia de normas de origen; exigía niveles muy
altos de contenido regional que no necesariamente se podría lograr en las empresas
andinas, asimismo, pidió la eliminación de los regímenes aduaneros. A fines de 1997, se
abrió un compás de espera para analizar las alternativas de negociación que podrían
alcanzarse.
Bolivia, que desde abril de 1997 es parte de un acuerdo asimétrico de
liberalización con los cuatro socios del MERCOSUR, participó como observador activo
en las negociaciones con el objetivo de lograr una convergencia en el acuerdo global.
Definitivamente, las principales dificultades para avanzar en la agenda
establecida para la conformación de la zona de libre comercio entre el MERCOSUR y la
Comunidad Andina, radicó en lo complicado de la propia negociación resultante
básicamente de dos elementos:
•
El primero de ellos se refirió a que las partes son dos uniones aduaneras
imperfectas, en vías de consolidación, pero que habían desarrollado importantes
y crecientes flujos de comercio al interior de sus mercados que pretendían ser
preservados.
•
El segundo tenía que ver con las modalidades con las que serían
multilateralizadas las concesiones que se otorgarían bilateralmente entre los
países de una y otra unión aduanera, como paso previo a la conformación de una
zona de libre comercio.
En todo caso, la diferencia de peso que cada uno de los bloques le asignó al
Patrimonio Histórico estaba relacionada directamente con la magnitud del comercio
“preferencial” así como su capacidad exportadora. Los Países de la Comunidad Andina
no poseían las estructuras productivas ni las escalas suficientes que le permitiesen
generar flujos de comercio significativos hacia el MERCOSUR en nuevos productos
adicionales a los ya negociados. Por lo tanto, más que pretender penetrar con nuevos
productos, estaban interesados en consolidar aquellos en los que ya habían obtenido un
acceso preferencial. Por el contrario, un importante porcentaje de las exportaciones de
los países del MERCOSUR hacia la CAN estaban concentradas en productos que no
tienen preferencias.
Más específicamente, en 2000 más el 90% de las exportaciones conjuntas de
Argentina y Brasil a los Países Miembros de la Comunidad Andina, exceptuando a
Bolivia, no gozaban de preferencias arancelarias, y sólo el 1% ingresó a ese mercado
libre de aranceles. En contraste, en el caso de importaciones desde la CAN, en el 2000
19% se efectuó bajo márgenes de preferencias situados en niveles entre 86% y 100%,
mientras que el 71,5% no gozó de preferencias.
34
Teniendo en cuenta estos hechos no resultó sorprendente que los países
andinos se conformasen con la mera prórroga de los acuerdos bilaterales, y que los
países del MERCOSUR pretendiesen negociar productos nuevos y productos del
Patrimonio Histórico que generaban comercio.
Por otro lado, las negociaciones conjuntas a nivel del MERCOSUR fueron muy
complejas por la existencia de importaciones divergentes de intereses que respondieron
a una distinta visualización de los socios de su inserción en la región y en especial en lo
que atañe a su patrón exportador. Brasil pretendió profundizar el proceso de
regionalización de sus exportaciones, en especial de productos industriales en los que
poseía una importante capacidad competitiva, y América Latina es un mercado
particularmente apto para todos sus productos. En este sentido, es interesante resaltar
que las exportaciones de Brasil a los países de la ALADI estaban constituidas en un
86% por productos manufacturados, de los cuales el 20% se dirigían a la Comunidad
Andina. Al mismo tiempo, Brasil deseó negociar el sector petrolero a fin de tener un
abastecimiento más seguro del producto venezolano, con precios atractivos como
consecuencia de los beneficios que este sector recibía por parte del Estado. En el caso
de Argentina, la defensa y acceso a mercados externos de su producción primaria y
agroindustrial resultó prioritaria debido a la alta participación de estos sectores en su
pauta exportadora. No obstante ello, los países andinos constituyeron un importante
mercado de destino para la producción manufacturera argentina, adsorbiendo en 1998
más del 31% de las ventas argentinas extrazona de tales productos. Los principales
sectores sensibles fueron: agropecuario, siderurgia y petróleo.
1.12. Obstáculos enfrentados en el Proceso de Negociación CANMERCOSUR
Los principales obstáculos enfrentados en dicho proceso, se pueden concentrar
en cuatro grandes grupos, según lo indicado por Toro Guerrero(54) .
Las primeras se refieren a las dificultades derivadas de la propia negociación,
dado que existe una actuación diferente entre el MERCOSUR que actúa en bloque y la
CAN que en ocasiones tiene impedimentos para asumir una estrategia grupal.
Las segundas están relacionadas con los problemas derivados de la constitución
de un área de libre comercio, puesto que los países de mayor desarrollo económico
están preocupados por la entrada a sus mercados de productos no originarios de los
países miembros del esquema previsto que puedan perjudicar a sus industrias(55).
Los obstáculos del tercer grupo son de tipo estructural, tales como el diverso
nivel de desarrollo industrial de ambos bloques, la distinta cohesión de la CAN y el
MERCOSUR, la conformación en el MERCOSUR de una Unión Aduanera imperfecta,
objetivo que, si bien venía contemplando también en el caso de la CAN, en el
MERCOSUR aparece aún más difuso, y a las dificultades de acceso en ambos bloques
evidenciados en las barreras no arancelarias por razones coyunturales, las cuales
35
pueden llegar a desviar las negociaciones y las preferencias concedidas; finalmente, en
cuarto lugar, los problemas ligados al Patrimonio Histórico que para la CAN es punto de
honor mientras que en el MERCOSUR el tema fue tomado en cuenta pero, también
estaba interesado en incorporar nuevos productos.
Las anteriores consideraciones en torno a los conflictos en las negociaciones de
la CAN y el MERCOSUR confirman que el camino hacia la integración de un espacio
sudamericano esta minado de múltiples dificultades que deberían superarse a fin de
lograr los objetivos propuestos, principalmente con miras a jugar un rol significativo en el
actual escenario mundial caracterizado por la convivencia de la religionalización y la
mundialización de la economía.
1.12.1. Peso de la situac ión a l inter ior de la C AN
1.12.1.1. Situación de Perú
Reincorporación
año
1997:
Retiro
y
Desde principios de 1992 hasta la adopción del Protocolo de Sucre en Quito,
Ecuador, en agosto de 1997, el Grupo Andino se vio afectado por una situación
incongruente: por un lado, el proceso de intercambio comercial intrasubregional siguió su
curso ascendente, pero por otro lado, las negociaciones en la Comisión del Acuerdo de
Cartagena no pudieron resolver ni técnica ni jurídicamente la incorporación de Perú a la
Zona de Libre Comercio ni la formulación del Arancel Externo Común, instrumento
esencial para la creación de la Unión Aduanera, y tampoco se lograron acuerdos en
torno a los criterios para la armonización de las políticas macroeconómicas, lo que trajo
consigo un retroceso significativo en la consolidación de la Zona de Libre Comercio(56).
Luego de la firma del Acta de Barahona, en diciembre de 1991 el desarrollo de
las negociaciones permitió identificar una serie de limitaciones de los Países Miembros
para instrumentar técnicamente las decisiones políticas tomadas por los Presidentes.
Estas dificultades tuvieron un punto de inflexión en agosto de 1992, cuando se resolvió
la suspensión temporal de Perú(57), y su momento culminante en abril de 1997, cuando
Perú anunció su retiro del Grupo Andino(58).
En la firma del Acta de Barahona, hubo tres elementos que condicionaron la
Posición de Perú en el Grupo Andino: (i) la participación en la Zona de Libre Comercio,
(ii) la discusión del Arancel Externo Común y (iii) la suspensión de las relaciones entre
Venezuela y Perú a raíz de los acontecimientos del 5 de abril de 1992 en Perú, en los
cuales se disolvieron el Parlamento y la Corte Suprema de Justicia.
El debate al interior del gobierno peruano dio como resultado que las tendencias
que propiciaban un retiro definitivo del Grupo Andino no pudieran materializarse
plenamente. Por esta razón, el 25 de agosto de 1992 la Comisión del Acuerdo de
Cartagena adoptó la Decisión 321(59), en la cual se estableció que Perú suspendería
sus obligaciones con respecto al Programa de Liberación y el Arancel Externo Común
hasta el 31 de diciembre de 1993 y que, durante ese periodo, no participaría en la
adopción de decisiones relativas a la armonización de políticas macroeconómicas, a la
36
definición del AEC, al perfeccionamiento de la Zona de libre Comercio Andina y a las
negociaciones comerciales que los restantes países adelantasen con terceros; en
consecuencia, la decisiones que se adoptaran en tales materias no serían de aplicación
para Perú. Perú mantendría una condición equivalente a la de observador en las
reuniones de la Comisión que se llevasen a cabo para tratar materias relacionadas con
los temas indicados, pero conservaría su estatus de participante activo en las demás
materias.
Se señalaba que, no obstante, lo dispuesto en los artículos precedentes, Perú
podría celebrar acuerdos comerciales con cualquiera de los Países Miembros en el
marco del ordenamiento jurídico en el Grupo Andino.
Los demás Países Miembros podrían suspender las obligaciones del Programa
de Liberación con respecto a Perú dentro de los sesenta días siguientes de entrar en
vigencia de la mencionada Decisión.
Posteriormente, la suspensión se extendería hasta el 30 de abril de 1994
mediante la Decisión 347 y Modificación de la Decisión 321(60). Esto significó un volver
atrás para el avance del Grupo Andino, ya que cercenaba la constitución de la Zona de
Libre Comercio y se incorporaba un elemento de parálisis al debate del AEC. Así, el
Pacto Andino entraba a un periodo de incertidumbre que solo superaría parcialmente
cinco años más tarde, cuando se adoptó el Protocolo de Sucre(61), y con la posterior
aprobación de la Decisión 414 en la cual se reguló la participación de Perú en la Zona de
Libre Comercio.
En abril de 1994, la Comisión del Acuerdo de Cartagena adoptó la Decisión
353(62) Participación de Perú en el Grupo Andino, en la cual se estableció que Perú
reasumiría su plena participación en lo relativo a la adopción de decisiones sobre
armonización de políticas macroeconómicas y sobre negociaciones comerciales
conjuntas con terceros países, pero que podría mantener niveles arancelarios del 15% y
25% y que conservaría una condición equivalente a la de observador en las reuniones
de la Comisión que se llevasen a cabo para tratar materias relacionadas con el AEC.
Perú incorporaría inmediatamente a la Zona de Libre Comercio la subpartidas NANDINA
que, en la propuesta de la Junta sobre el AEC que dio origen a la Decisión 335, se
encontraban con niveles arancelarios de 0%, 5%, y el 31 de diciembre de 1994, aquellas
que se encontraban con nivel arancelario del 10%. Esta Decisión no fue ejecutada y más
tarde la Decisión 387 tuvo un importante retroceso en esta materia(63).
1.12.2. Peso de la situac ión a l interior de l MERCOSUR
1.12.2.1. Situación de Brasil año 1999
A comienzos de 1999 y en pleno curso de la negociación bloque a bloque, el
formato de las negociaciones sufrió una drástica transformación cuando el 26 de marzo
de 1999, Brasil específicamente dio respuesta a la propuesta presentada por la CAN,
37
indicando en líneas generales que dicha propuesta no satisfacía los intereses mínimos
de MERCOSUR, razón por la cual presentó un nuevo planteamiento de negociar sólo
Brasil con la CAN o cada país andino individualmente, y que para ello prorrogaría los
Acuerdos Bilaterales por un período de tres meses.
Asimismo, manifestó que si en el transcurso de esos tres meses la negociación
no se culminaba, los referidos acuerdos quedaban sin efecto pues no se prorrogarían
nuevamente(64). El 28 de marzo de 1999, de manera oficial, Brasil anunció que decidió
continuar la negociación de forma unilateral con los cuatros países andinos en lo
referente a la profundización de las preferencias arancelarias, evidenciado no solamente
la existencia de intereses múltiples y contradictorios al interior del MERCOSUR sino una
etapa fundamental en la consecución del área sudamericana.
Posteriormente, se recibió otra comunicación en la que Argentina y Uruguay
presentaban el mismo planeamiento, con la diferencia de que estarían dispuestos a
prorrogar los acuerdos hasta el 31 de diciembre de 1999.
Ante estos planteamientos, el 12 de abril de 1999, la Comisión de la Comunidad
Andina notifica mediante una respuesta conjunta a los Cancilleres de los países
miembros del MERCOSUR que ha decidido aceptar la propuesta brasileña de negociar
un Acuerdo de Preferencias Arancelarias con Brasil por un lado y con Argentina,
Uruguay y Paraguay por el otro.
Luego de cuatro reuniones técnicas de negociación entre el 21 de abril y el 25 de
julio de 1999, la Comunidad Andina y el Brasil concluyeron las negociaciones sobre los
márgenes de preferencia, alcanzándose acuerdos sobre más de 3000 subpartidas
arancelarias(65).
Al concluirse las negociaciones del Acuerdo de Preferencias Arancelarias, el
paso siguiente fue su suscripción y protocolización en el marco de la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI), esquema integracionista que nació por el
Tratado de Montevideo de 1980 y que sustituyó a la ALALC(66). La ALADI se encuentra
conformada por los mismos países que dieron origen al primer esquema de integración,
latinoamericana, teniendo como meta la organización y construcción del Mercado
Común Latinoamericano.
Por consiguiente, la ALADI pasó a ser el marco legal donde se fundamenta todos
los acuerdos preferenciales llevados a cabo por sus miembros, por lo que allí deben
inscribirse. El Acuerdo CAN-Brasil fue registrado en la ALADI como Acuerdo de
Complementación Económica (ACE) N° 39.
Los resultados del ACE N° 39 fueron favorables para los países andinos pues se
consiguió incrementar sustancialmente las preferencias arancelarias con que contaban
anteriormente y se mantuvo un adecuado grado de asimetría a su favor, lo que ocasionó
un incremento de las exportaciones andinas y del intercambio comercial entre Brasil y la
Comunidad Andina en general(67). En este contexto, en la I Reunión Administradora del
38
ACE N° 39 celebrada en Lima el 13 y 14 de julio de 2000, se acordó profundizarlo,
mejorando las condiciones de acceso a los mercados involucrados y la afiliación de
nuevos productos al universo ya negociado(68). Este acuerdo ha sido profundizado
mediante tres Protocolos Adicionales a través del incremento de algunas preferencias y
la inclusión de nuevas(69).
1.12.2.2. Estrategia
Argentina
de
negociación
de
Brasil
y
Bajo todo contexto, a lo largo del tiempo se ha podido percibir la concepción
diferente que poseen Brasil y Argentina en relación a la estrategia de negociación
propiamente dicha. Así, para Brasil existía la necesidad de aumentar sus exportaciones
industriales y, por tanto, de abrir los mercados andinos a sus productos. En cambio, para
Argentina, y también Uruguay, el objetivo principal siempre fue el acceso a mercados
externos para sus productos primarios y agroindustriales, los cuales constituyeron
materias sensibles para los países de la Comunidad Andina. Es decir, la negociación 4 +
4 se dificultó por la materia agrícola(70).
No obstante, a pesar de lo tratado en materia comercial se debe resaltar que la
articulación que han llevado a cabo Brasil y Argentina en materia de política exterior
(P.E.) es realmente diferente, no solo entre ellos sino en contraste abierto con los de la
Comunidad Andina. En este sentido, puede apreciarse la tendencia continuada de la
P.E. en su diseño y aplicación, sino que se hace de las oportunidades que se le
presentan en el devenir del contexto internacional, tal fue el caso de la crisis argentina,
hecho que le valiera el adoptar la dirección protagónica del MERCOSUR, dejando a ésta
a su sombra; también se puede mencionar el caso de la adopción del ideal sobre el
intento bolivariano de integración, bandera que ha hecho suya para fomentar la unión
entre los bloques de la Comunidad Andina y el MERCOSUR.
Por su parte Argentina, buscaba en la década del noventa, como fin de su P.E.,
la eliminación de los puntos contenciosos de su agenda de P.E. no solo al interior del
MERCOSUR y la Comunidad Andina, sino inclusive con los Estados Unidos, para así
conseguir el pleno apoyo, en el camino de su reconstrucción económica.
39
Capítulo II Proceso de Negociaciones
2.1.
Situación Internacional
Los acuerdos de integración inducen, a través de los distintos protagonistas,
cambios en la geografía política y económica de los países involucrados. Se espera que
la intención de cambiar de fronteras rígidas, que se perciben como fronteras cerradas,
por fronteras flexibles y abiertas, se traduzca en un proceso dinámico no sólo por los
acuerdos de intercambio comercial, sino por toda una serie de cambios en la
infraestructura y en los flujos, los cuales expresan la integración, el acercamiento de los
pueblos, la modernización de los aparatos productivos, la especialización y la
complementariedad económica(71).
El énfasis y estímulo, en las dos últimas décadas, de los procesos de integración
hace esperar nuevos cambios económicos, políticos y regionales en América Latina. La
integración de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Venezuela en la Comunidad Andina
de Naciones (CAN), de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay en el Mercado Común del
Sur (MERCOSUR) –al cual se incorporaron Chile, Bolivia, Perú, México y Venezuela
como países asociados- y el interés de los países de la CAN por establecer otros
acuerdos económicos, hacen pensar en una integración del subcontinente
latinoamericano y aún más allá, hacia un espacio sudamericano de integración.
La integración significa, teóricamente, que estos países llegarían a acuerdos
fundamentales, a compartir valores y orientaciones básicas de su desarrollo político y
económico, aunque no significa total coincidencia en sus modalidades políticas y
económicas, sean internas o externas, macroeconómicas o sectoriales. Su
sustentabilidad descansa en que, siendo países independendientes, pueden compartir
algunos valores primordiales referidos a la democracia, la estabilidad macroeconómica y
las sociedades abiertas(72).
Sin embargo, la particularidad de cada sociedad, en lo referente a la forma de
interpretar sus propios problemas, expectativas, aspiraciones, relaciones de poder y
40
desarrollo, marcará, sin duda, su forma de inserción al proceso de integración. Y, a la
vez, estas particularidades del proceso estarán influidas e influirán en la diferenciación
geográfica o regional de cada país participante, no sólo por las características
geográficas de cada territorio sino por las cualidades históricas en la ocupación de los
mismos. De esto se deriva la importancia de visualizar los posibles impactos geográficos
y políticos al concretarse un tratado de integración y, a partir de allí, considerar las
posibles transformaciones geoeconómicas de Venezuela, expresadas en cambios
regionales, al incorporarse al MERCOSUR. Tal como ocurrió en julio del corriente.
2.1.1. Nueva s orientac ione s que en
preva lecían para e se momento
política
económica
Entre el período de 1995–2004, en el cual se enmarca este Trabajo Especial de
Grado, se puede observar algunos cambios en la política económica, inclusive desde la
fundación de ambos bloques regionales. Si se hace un ejercicio retrospectivo, se puede
encontrarnos un proceso lleno de contradicciones permanentes y complejas que se han
venido manifestando en lo económico, jurídico, social y político de cada país, así como,
en el proceso que ha vivido cada bloque regional en su constitución.
En la agenda política de los países el tema de la política económica ha ocupado
un lugar importante, no obstante, los cambios se han sentido específicamente en
América Latina, donde se han incrementado los esquemas de integración económica, en
particular los esquemas de zona de libre comercio. En la década de los ochenta las
nuevas orientaciones en política económica empiezan a sentirse debido a la apertura
comercial que permitió cumplir con los compromisos adquiridos, sin embargo, empezó
ha evidenciarse ciertas debilidades en el ámbito regional en diversos esquemas.
Es así, como en los años 90’ se creó la Asociación Latinoamericana de Libre
Comercio (ALALC), tras su vertiginoso deterioro, se creó la Asociación Latinoamericana
de Integración (ALADI), luego el Grupo Andino –hoy Comunidad Andina de Naciones
(CAN)-, y después, se creó el Mercado Común del Sur (MERCOSUR). Al realizar un
rápido recorrido se podrá apreciar la diversidad e intensidad de las contradicciones que
han caracterizado no sólo el proceso de negociación CAN-MERCOSUR, sino en
general, cualquier negociación o vale decir mejor, la participación de Venezuela en los
distintos escenarios.
A lo largo de la historia, se indica que el sistema económico internacional
contemporáneo se encuentra caracterizado no sólo por la política económica sino por la
integración económica, que hoy en día, en este siglo, sigue formando parte de la agenda
política y económica de los gobiernos. Los esquemas de integración económica se han
intensificado significativamente y los países continúan suscribiendo acuerdos para
proyectar una agenda más dinámica en su funcionamiento. En consecuencia, los países
y los gobiernos han invertido una importante cantidad de recursos humanos y
materiales, desde distintas perspectivas y con distinto grado de intensidad, bien como un
componente relevante de sus estrategias de desarrollo económico, bien buscando
41
incrementar y consolidar su poder político o buscando una inserción más eficiente en la
economía mundial.
Esto, sin duda, ha fortalecido la integración económica, y afianzó la creación de
los dos esquemas más importantes de integración económica en el área sudamericana,
como son la Comunidad Andina (CAN) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR),
asentando sus zonas de libre comercio, conformando sus uniones aduaneras y
consolidando un mercado común, recientemente concluido, pero aún en una etapa de
evolución y ordenamiento administrativo.
Bajo este contexto, los aspectos políticos reflejados en la propia negociación
CAN-MERCOSUR, con especial atención a la actuación de Venezuela, nos hace
reflexionar acerca de la profunda crisis, llamada por algunos conocedores de la materia
como “sistémica(73), que vivenció el equipo oficial negociador venezolano para dichas
negociaciones, que no escaparon de las evoluciones e involuciones del proceso, así
como, de los períodos de auge y optimismo, escepticismo, desconfianza e
incumplimientos de las contradicciones que puede representar un proceso de
negociación comercial, económico y político de un país que no sólo se encuentra en una
permanente transformación, sino que vive una realidad política particular.
2.2.
Breve recuento de la labor de los técnicos de los bloques
subregionales
Las negociaciones entre la Comunidad Andina y el MERCOSUR responden al
propósito de fortalecer la integración sudamericana y consolidar un espacio económico
ampliado sudamericano mediante la suscripción de un acuerdo de libre comercio entre
ambos bloques. En tal sentido, los mandatarios andinos otorgaron prioridad a las
negociaciones y emitieron en reiteradas ocasiones su compromiso y voluntad de
culminar dichas negociaciones a la brevedad posible.
En un principio, los países andinos a través de la labor de sus técnicos,
mostraron cohesión y consistencia en sus planteamientos y posición conjunta, actuando
mediante vocería única, lo que fortaleció al bloque andino pese a las dificultades que el
curso de las negociaciones se fueron presentando en las altas complejidades del
proceso de negociación(74).
En el período entre 1997 y finales de 1998, se desarrollaron intensas
negociaciones con miras a suscribir el acuerdo de libre comercio, hoy una realidad. Sin
embargo, no fueron pocos los obstáculos que se encontraron en el camino, pues
hubieron diferencias de fondo en cuanto a determinados temas como el tratamiento a los
productos del Patrimonio Histórico, del ámbito agrícola y el Sistema Andino de Franjas
de Precios, el porcentaje de Contenido Regional dentro el Régimen de Origen, la
determinación de los plazos máximos de desgravación y los puntos iniciales de
desgravación, así como diferencias sustanciales en cuanto al carácter que debía tener el
mecanismo de solución de controversias.
42
Pese a esos problemas, ambas partes hicieron amplias y continuas
manifestaciones de voluntad política y disposición para continuar el ritmo de negociación
y concluirla cuanto antes.
No era la primera vez que los técnicos hablaban acerca de la terminación de la
negociación en eventos, en viajes de negociaciones, en abundantes comidas regionales,
haciendo votos de mejor integración, en uniones y alianzas estratégicas, sus tareas
parecían interminables. Esto se convirtió en una etapa dramática para la historia de
ambos bloques, ya que la labor de los técnicos se vio finiquitada y estaba, incluso,
estancada en espera de la voluntad política que cristalizase el acuerdo decisivo del
proceso, que finalmente concluyó en el 2004.
2.3.
Problemas de ambos bloques que se evidenciaron a raíz de las
negociaciones CAN-MERCOSUR
En el contexto de las dificultades que limitaron los avances de la CAN se
encuentran contenidas fases de expansión y de estancamiento, con la peculiaridad que
el conjunto social de sus países miembros se hicieron evidentes, en las últimas, desde
su creación e incluso aún con treinta y cinco años de existencia.
Los años setenta son la expansión y construcción del esquema andino y se
corresponden con una fase floreciente del comercio, pero los contrasentidos no dejaron
de estar ausentes y, en 1976, se retira Chile, uno de sus miembros promotores de la
integración andina. El retiro de Chile y luego la fase recesiva por la que atravesó toda la
región en la década de los ochenta, en parte, como consecuencias de la crisis
energética y la crisis de la deuda externa, conllevaron a un serio lapso de paralización
para el proyecto de integración subregional andino.
Los 80’ fue la llamada “la década pérdida de la integración”(75), quizás debido a
la situación que pasaban cada uno de los Países Miembros, y que en la práctica, se
observó una acentuada discordancia entre los compromisos asumidos y su aplicabilidad.
De esta manera se recurrió a la fórmula más simple, la que representaba menor costo
político interno para cada país: la reforma del Acuerdo de Cartagena mediante el
instrumento de los Protocolos Modificatorios, que postergaban los compromisos, y a las
Declaraciones y a los discursos políticos que auspiciaron mejores tiempos.
En cuanto a las complicaciones del MERCOSUR manifestadas en ocasión de la
negociación con la CAN, se observó, que las mismas estaban basadas más en las
discrecionalidades políticas que en la racionalidad económica. El ejemplo más palpable
de está situación se mostró con respecto a las debilidades del arancel externo común,
debido a que cada uno de los países permanecían bajo sus visiones rígidas de
soberanía nacional modificando unilateralmente las tarifas en incumplimiento con los
compromisos de su norma comunitaria. En este sentido, el gobierno brasileño realizó
individualmente importantes modificaciones en su arancel y luego movilizó su fortaleza
43
política al interior del MERCOSUR para lograr una aprobación comunitaria de sus actos
individuales.
Uno de los conflictos más atenuados al interior del MERCOSUR, fue la notable
oposición en las políticas macroeconómicas y en el déficit fiscal inclemente en la región,
así como, la fuerte situación económica que vivió Brasil y Argentina, y que definió o
redefinió de manera determinante, la orientación general de la política comercial y el
acceso al mercado de ese bloque. En consecuencia, y especialmente, la crisis financiera
de Brasil, obligó al MERCOSUR ha experimentar con rigor las contradicciones del
mundo financiero globalizado, como la ausencia coordinada de políticas
macroeconómicas internas, así como, sus verdaderas debilidades institucionales para
enfrentar dificultades internas de emergencia.
Al igual que en el foro de la CAN, el MERCOSUR produjo múltiples
compromisos, declaraciones y discursos políticos con el objetivo de avanzar, aunque
sea en papel, en la conformación de un mercado común paralelamente al
perfeccionamiento de su unión aduanera.
2.4.
Acuerdo Marco para la Creación de la Zona de Libre Comercio (ZLC)
entre MERCOSUR y la Comunidad Andina
Durante 1996 y 1997 la CAN y el MERCOSUR celebraron distintas reuniones con
miras a firmar un Acuerdo, concluyendo en 1998 con la firma del Acuerdo Marco para la
Creación de una Zona de Libre Comercio entre la CAN y el MERCOSUR, donde se
establecieron las bases sobre las cuales se constituiría el acuerdo final.
Las negociaciones entre ambos bloques para el logro de un Acuerdo de
Preferencias Arancelarias, buscaron en un primer lugar la armonización e incremento de
las preferencias que en acuerdos anteriores los países de ambos bloques de forma
bilateral se habían concedido.
En 1998 se firmó el Acuerdo Marco para la Creación de la Zona de Libre
Comercio entre la CAN y el MERCOSUR. En palabras de Canciller Celso Lafer “A
formação de uma área de livre comércio entre os países do Mercosul e a Comunidade
Andina significa, na practica, a criação de uma zona de livre comércio na América do
Sul, uma vez que Chile e Bolivia já contam com acordos de livre comércio com o
Mercosul. Guiana e Suriname, por sua vez, que também estão fora dos outros grupos
regionais já assinaram com o Mercosul memorandos de entendimento de cooperação,
que representam um primeiro passo de aproximação”(76).
Posterior a la firma del Acuerdo Marco en 1998, se dio inicio a las negociaciones
para las Preferencias Arancelarias. Las de negociaciones de preferencias arancelarias
no fueron productivas y llevaron a extender la fecha para finalizarlas a Marzo de 1999
así como a prorrogar la vigencia de los acuerdos bilaterales.
44
Para Marzo de 1999, durante la octava reunión de negociaciones y ante la
imposibilidad de conciliar posiciones y lograr un acuerdo, Brasil decidió negociar y firmar
un Acuerdo de Alcance Parcial y Complementación Económica con la CAN en 1999,
tratando en forma individual y fuera del MERCOSUR. Hecho que fue imitado por la
Argentina en junio del 2000, llegando a un Acuerdo de similares características con los
países andinos.
En Septiembre del 2000 por invitación del Presidente Fernando Henrique
Cardoso, se realizó en la ciudad de Brasilia la Primera Cumbre de Presidentes de
América del Sur, con la participación de los Jefes de Estado y de Gobierno de Chile,
Guyana, Surinam y Trinidad y Tobago, con el propósito de impulsar las negociaciones
no sólo para la construcción de un espacio económico sudamericano, sino también en
temas de infraestructura, democracia y narcotráfico.
La Declaración de Brasilia (Septiembre 01 de 2000), establece que la
construcción de un espacio económico sudamericano a través de un acuerdo de libre
comercio entre la CAN y el MERCOSUR deberá realizarse antes de Enero del 2002.
Esto en forma simultánea al perfeccionamiento y profundización de ambos bloques, a las
negociaciones del ALCA y de la OMC. Lo más destacado de esta declaración es el
reconocimiento de las dificultades que envuelve el contexto globalizador en el que se
plantea la integración de la subregión.
•
Posteriormente, se firma en Buenos Aires el 16 de Abril de 1998 entre la CAN y
el MERCOSUR el Acuerdo Marco para la creación de una Zona de Libre
Comercio, en donde se estableció que para el 1 de enero del año 2000 se debía
iniciar la zona de libre comercio entre ambos bloques.
Las negociaciones tuvieron un nuevo impulso con la firma del Acuerdo Marco.
Entre julio de 1998 y marzo de 1999 se realizaron ocho (08) Reuniones de Negociación
entre la CAN y el MERCOSUR, con el objetivo de alcanzar un Acuerdo de Preferencias
Arancelarias, aunque ya el plazo establecido en el Acuerdo Marco había vencido.
El Acuerdo Marco entre la CAN y el MERCOSUR, estableció como principio de
una futura asociación entre ambos bloques, los objetivos previstos en el Tratado de
Montevideo de 1.980, a través del cual se creó la ALADI:
El Acuerdo Marco entre la CAN y el MERCOSUR, buscaba contribuir a la
expansión del comercio mundial, ofreciendo a los agentes económicos y a los mercados,
reglas claras en el desarrollo del intercambio de bienes y servicios, con el objetivo de
lograr un desarrollo común y de una adecuada infraestructura física. Esto se refleja
detalladamente en sus objetivos. En el Acuerdo Marco, se hacía una espcial distinción
en materia de solución de controversias.
Con relación a este tema, su discusión pudo haberse constituido en un obstáculo
importante para el logro de un Acuerdo debido a las diferencias existentes en esta área.
45
Esto llevó a que dicho aspecto fuese adscrito a las normas y procedimientos de la OMC,
foro en el cual participan como miembros todos los países de América del Sur.
En relación a los ACE celebrados con Argentina y Brasil con la CAN estos
mantuvieron en su estructura una fuerte similitud con el Acuerdo Marco, es decir, se
reconoció al Tratado de Montevideo de 1980 como pilar del proceso de integración para
América del Sur, así como el objetivo posterior de lograr un Acuerdo que incluya a todos
los países de la región.
Ambos Tratados reconocieron la importancia de los acuerdos preexistentes en
las negociaciones de nuevos acuerdos de libre comercio. Así como también se basaron
en el otorgamiento de márgenes de preferencias fijos otorgados recíprocamente,
utilizando la nomenclatura arancelaria de la ALADI de 1993, quedan fuera del acuerdo,
los bienes usados y reconstruidos dentro de las Preferencias que en forma mutua se
otorgan las partes.
La vigencia de ambos Acuerdos es diferente, el acuerdo celebrado entre la
Argentina y la CAN tuvo una vigencia de un año prorrogable a un segundo desde su
aprobación, mientras el Acuerdo entre Brasil y la CAN tendría una duración de dos años.
En ambos casos se estableció que en el momento cuando se logre un Acuerdo entre la
CAN y el MERCOSUR, ambos acuerdos dejarían de estar en vigencia.
Se puede decir que la incorporación de normativas existentes en Acuerdos
Multilaterales al proceso de integración de América del Sur (normativas de ALADI y la
OMC) evidenció la necesidad del pronto logro de un Acuerdo Subregional por una parte
y por otra puede servir de garantía a estos nuevos esfuerzos de lograr una integración
económica en la subregión.
2.5.
Acuerdo de Complementación Económica suscrito entre los
Gobiernos de la República Argentina, de la República Federativa de
Brasil, de la República de Paraguay y de la República Oriental del
Uruguay – Estados Partes del MERCOSUR y los Gobiernos de la
República de Colombia, de la República de Ecuador y de la
República Bolivariana de Venezuela – Países Miembros de la
Comunidad Andina
Acuerdo de Libre Comercio Colombia, Ecuador, Venezuela - MERCOSUR
(ACE-59)
Resumen(77)
I. ASPECTOS GENERALES
Colombia, Ecuador y Venezuela suscribieron el 16 de diciembre de 2003 con el
MERCOSUR, un Acuerdo de Libre Comercio, luego de un largo proceso de negociación
46
iniciado en 1995, que fue encarado mediante dos etapas, la primera de renegociación
del denominado Patrimonio Histórico, donde los países andinos negociaron acuerdos de
preferencias fijas con Argentina y Brasil y la segunda iniciada el año 2001 en la que se
dio un salto cualitativo hasta concretar el Acuerdo de Libre Comercio.
Sumado a los Acuerdos de Libre Comercio suscritos previamente por Bolivia
(ACE No. 36) y por Perú (ACE No. 58) con el MERCOSUR, el Acuerdo completa el
vínculo comercial entre la COMUNIDAD ANDINA y el MERCOSUR que genera
actualmente un intercambio comercial de alrededor de 6.000 millones de dólares
anuales que se estima podría multiplicarse en los próximos años. De esta manera la
COMUNIDAD ANDINA y el MERCOSUR conforman el primer acuerdo de libre comercio
entre bloques de países en el mundo.
El Acuerdo denominado en el marco de la ALADI, Acuerdo de Complementación
Económica No. 59 entrará en vigor el 1 de julio de 2004 tras haber concluido durante la
el pasado 2 de abril las negociaciones sobre las concesiones arancelarias y los
Requisitos Específicos de Origen.
El ACE No. 59 es un acuerdo para la liberación del comercio de bienes cuyo
objetivo es establecer un marco jurídico e institucional de cooperación e integración
económica y física que contribuya a la creación de un espacio económico ampliado que
tienda a facilitar la libre circulación de bienes y servicios y al plena utilización de los
factores productivos, en condiciones, asimismo tiene como objetivo formar un área de
libre comercio mediante la expansión y la diversificación del intercambio comercial y la
eliminación de las restricciones arancelarias y de las no- arancelarias que afecten al
comercio recíproco, cuenta por tanto con disciplinas que norman y promueven el
incremento del intercambio comercial entre las Partes Signatarias a través de un efectivo
acceso a sus mercados, mediante la eliminación de los aranceles aduaneros y las
restricciones al comercio. Asimismo, prevé en el futuro, la ampliación del comercio de
bienes a los servicios e incorpora elementos referidos a la integración física e
infraestructura como medio de promover y consolidar la integración de los mercados así
como la cooperación en las áreas científica y tecnológica tendientes a propiciar un
mayor grado de complementación e integración productiva.
Constituye por tanto un instrumento que coadyuvará a alcanzar el desarrollo
armónico en la región, tomando en consideración las asimetrías derivadas de los
diferentes niveles de desarrollo económico de las Partes Signatarias, a la vez que
impulsará las inversiones entre los agentes económicos y promoverá un mayor grado de
coordinación y consultas en negociaciones comerciales que se efectúen con terceros
países y agrupaciones de países extra regionales.
II. CONTENIDO DEL ACE No. 59
El ACE No. 59 contiene, entre otras, las siguientes disciplinas:
- Programa de Liberación Comercial
47
- Régimen de Origen
- Trato Nacional
- Medidas Antidumping y Compensatorias
- Prácticas Restrictivas de la Libre Competencia
- Aplicación y Utilización de subvenciones
- Salvaguardias
- Solución de Controversias
- Normas, Reglamentos Técnicos y Evaluación de la conformidad
- Medidas Sanitarias y Fitosanitarias
- Medias Especiales
- Propiedad Intelectual
a) Programa de Liberación Comercial
Se establece la eliminación de los aranceles aduaneros de las Partes Signatarias
mediante un proceso gradual y automático en un plazo máximo de 15 años. Se
acordaron los siguientes cronogramas y plazos de desgravación:
Desgravación Inmediata, Cronograma General (4, 5, 6, 8 10 y 12 años).
Cronograma para el Patrimonio Histórico (8 y 10 años).
Cronogramas para productos sensibles (12 y 15 años).
En virtud del tratamiento asimétrico a los países de menor desarrollo, algunos
cronogramas cuentan con períodos de gracia para productos sensibles otorgados a
Ecuador y Paraguay durante tales períodos el proceso de desgravación no se inicia.
Los productos del Patrimonio Histórico no sensible cuentan con período de
desgravación de 10 años mientras que los sensibles para los países andinos se
desgravan en un plazo de 15 años.
El ámbito de productos objeto del Programa de Liberación Comercial
corresponde al universo arancelario en Naladisa 96 es decir 6524 subpartidas.
Los productos del ámbito del Sistema Andino de Franjas de Precios, se
desgravarán solo en su componente fijo y no así en el componente variable.
El Acuerdo incorpora las preferencias previamente negociadas por las Partes
Signatarias en el marco de la ALADI tal como se presentan en el Programa de
Liberación.
En materia de restricciones no arancelarias se acordó que las Partes no podrán
mantener ni introducir nuevas restricciones al comercio. Por otra parte no se podrán
adoptar gravámenes y cargas de efecto equivalente distintos de los derechos aduaneros
pudiendo mantenerse solo aquellos que constan en un anexo al Acuerdo.
48
b) Régimen de Origen
El Acuerdo cuenta con un Régimen General de Origen y con Requisitos Específicos.
El Régimen General
Establece los criterios generales de calificación del origen de las mercancías tales
como:
•
•
Mercancías enteramente obtenidas en los territorios de las Partes Signatarias.
Mercancías producidas con materiales no originarios de las Partes Signatarias.
•
Mercancías producidas enteramente a partir de materiales originarios de las
Partes Signatarias.
En el caso de las mercancías producidas con materiales no originarios de las
Partes Signatarias, éstas deben resultar de un proceso de transformación que les
confiera una nueva individualidad, es decir que se clasifiquen en una partida arancelaria
diferente de aquellas en las se clasifican cada uno de los materiales no originarios. De
no ser así, el valor CIF de los materiales no originarios no deberá exceder en el caso de
Argentina y Brasil el 40%, para Colombia, Venezuela y Uruguay el 50% por un período
de 7 años y a partir del octavo el 45%.
En el caso de Ecuador y Paraguay el porcentaje de partida será del 60%, a partir
del sexto año será del 55% y a partir del décimo año del 50%.
Cabe señalar que las Partes analizarán la posibilidad de que estos alcancen el
40% en algún momento durante la vigencia del Acuerdo.
El Régimen establece también la acumulación del origen entre las Partes
Signatarias incluidos Bolivia y Perú lo que permite potenciar las posibilidades de
producción entre los países andinos y del MERCOSUR.
Se incluyen asimismo, disposiciones que garanticen la seguridad en la
certificación y control del origen de las mercancías mediante mecanismos de consulta,
verificación y sanción si fuera el caso.
Requisitos Específicos
Dadas las condiciones de la producción de determinados productos, se
establecen Requisitos Específicos de Origen (REOs) que buscan una mayor utilización
de materiales de las Partes Signatarias, los mismos que prevalecen sobre los criterios
generales salvo que se trate de mercancías que sean enteramente obtenidas en el
territorio de las Partes Signatarias o enteramente obtenidas a partir de materiales
originarios de las Partes Signatarias.
49
En este sentido se acordaron REOs en determinados productos agrícolas (ejm.
Lácteos, oleaginosas) y en productos de sectores tales como el automotor, textil,
agroquímico y siderúrgico.
La fijación de tales REOs tiene como objetivo promover la complementación
productiva mediante el empleo de materiales e insumos de la región en sectores donde
es posible hacerlo o existe un potencial productivo conjunto.
c) Trato Nacional
Las Partes acordaron regirse por lo dispuesto en el Artículo III del GATT de 1994
y el Artículo 46 del Tratado de Montevideo de 1980.
d) Medidas Antidumping y Compensatorias
En esta materia las Partes se regirán por sus respectivas legislaciones, las que
deberán ser consistentes con las normas de la OMC.
e) Prácticas Restrictivas de la Libre Competencia
Se acordó promover las acciones para disponer de un marco para identificar y
sancionar eventuales prácticas restrictivas de la libre competencia.
f) Aplicación y Utilización de subvenciones
Se condena toda práctica desleal de comercio y se establece el compromiso de
eliminar las medidas que puedan causar distorsiones al comercio bilateral de
conformidad con lo dispuesto en la OMC.
Se acordó ir más allá de lo establecido por la OMC en el sentido de no aplicar
subvenciones a las exportaciones al comercio recíproco agrícola.
En cuanto a las ayudas internas, se acordaron criterios para que las mismas no
tengan efectos distorsionantes del comercio recíproco.
Los productos que no cumplan con lo anteriormente señalado no se beneficiarán
del Programa de Liberación Comercial y en caso de que una Parte se considere
afectada por alguna medida podrá solicitar la realización de consultas a la Parte
signataria exportadora.
g) Salvaguardias y Medidas Especiales
Con el propósito de evitar que las importaciones y las condiciones en las que se
realizan amenacen causar o causen daño a la producción nacional, se establecen
medidas de salvaguardia que podrán ser aplicadas por las Partes Signatarias con
carácter excepcional para productos que se benefician del Programa de Liberación
50
Comercial. En tal sentido podrán hacerlo individualmente como país o de manera
conjunta como grupo de países.
El período durante el cual se podrán aplicar medidas de salvaguardia es aquel
que dure el proceso de desgravación y un período adicional de 4 años después de
concluido dicho proceso de desgravación. Al cabo de dicho plazo adicional las Partes
evaluarán su continuidad o no.
Las medidas a adoptarse son de carácter arancelario y podrán consistir en la
suspensión del incremento del margen de preferencia establecido en el Acuerdo o la
disminución parcial o total del margen de preferencia vigente. En ambos caos se
mantendrá la preferencia vigente para un cupo a efectos de no interrumpir las corrientes
comerciales.
Las medidas tendrán una duración máxima de 2 años y podrán ser prorrogadas
por una sola vez por un plazo adicional de 1 año.
Se establece asimismo, un régimen de medidas provisionales que podrán ser
aplicables cuando cualquier demora entrañe un perjuicio difícilmente reparable.
Medidas Especiales
Colombia, Ecuador y Venezuela podrán aplicar a las importaciones provenientes de
Argentina y Brasil Medidas Especiales para un ámbito reducido de productos de origen
agrícola.
Paraguay y Uruguay no son partícipes de este mecanismo y no serán objeto de
la aplicación del mecanismo por parte de Ecuador ni podrán aplicarlo a sus
importaciones desde ese país, quedando, por tanto los productos del ámbito definido por
Ecuador, congelados en sus preferencias actuales y sin la aplicación del Programa de
Liberación del Acuerdo.
La vigencia del mecanismo es por el plazo que dure el período de transición hasta la
eliminación total de los aranceles más un período adicional de 4 años al igual que la
salvaguardia general. Luego de dicho lapso de tiempo se evaluará el mecanismo para
decidir su continuidad.
Este mecanismo se aplica bajo el principio de presunción de daño o amenaza de
daño y está sujeto a la verificación a posteriori de la existencia de dicho daño o amenaza
de daño. No será aplicable simultáneamente a las medidas de salvaguardia y los
productos del ámbito del Sistema Andino de Franjas de Precios podrán ser objeto del
mismo cuando dejen de pertenecer a dicho mecanismo de precios.
Las causales de activación de las Medidas Especiales son dos, la Activación por
Volumen, cuando las importaciones superan un 20% de las importaciones promedio y la
Activación por Precio, cuando el precio promedio de las importaciones sean inferiores al
precio de activación en al menos un 15%.
51
En el caso de la Activación por Precio, el porcentaje será incrementado por
Colombia y Venezuela hasta llegar a un 20% en un plazo de 5 años.
Las medidas consisten al igual que en la salvaguardia, en medidas de carácter
arancelario como la suspensión del incremento del margen de preferencia o la
disminución o suspensión del mismo. Su vigencia es por un plazo de 2 años prorrogable
por 1 año adicional.
h) Solución de Controversias
El Acuerdo contiene un Régimen de Solución de Controversias Transitorio y otro
definitivo.
Régimen Transitorio
Cuya vigencia será desde la entrada en vigor de Acuerdo hasta la ratificación del
Régimen definitivo que será incorporado al Acuerdo mediante un Protocolo Adicional.
El mecanismo
establecidos:
consisten
tres
instancias
con
plazos
y
procedimientos
•
Consultas recíprocas y negociaciones directas.
•
Intervención de la Comisión Administradora, que emitirá recomendaciones que
serán adoptadas por consenso.
•
Grupo de Expertos, cuando las recomendaciones de la Comisión Administradora
no son acatadas o no son cumplidas cualquiera de las Partes Signatarias
involucradas podrá solicitar la conformación de un grupo de expertos, cuyas
recomendaciones, salvo consenso en contrario, serán adoptadas total o
parcialmente por la Comisión Administradora. En caso de no cumplir las medidas
dispuestas, el país afectado podrá solicitar nuevamente que el grupo de expertos
se reúna para que defina medidas referidas a la suspensión o retiro de
concesiones equivalentes al daño causado.
Régimen Definitivo
El Régimen Definitivo, entrará en vigencia una vez que todas las Partes
Signatarias la hayan ratificado mediante su legislación interna.
Este Régimen consta de tres instancias:
52
•
Negociaciones directas
•
Intervención de la Comisión Administradora
•
Procedimiento Arbitral, a través de la composición de un Tribunal Arbitral
compuesto por 3 árbitros, que emitirá su laudo el cual será inapelable, obligatorio
para las Partes y tendrá respecto de ella fuerza de cosa juzgada.
i) Eliminación de obstáculos al comercio
Normas, Reglamentos Técnicos y Evaluación de la conformidad
El Acuerdo incorpora un Anexo cuyo objetivo es evitar que las Normas,
Reglamentos Técnicos y Evaluación de la conformidad que las Partes Signatarias
adopten, se constituyan en obstáculos técnicos innecesarios al comercio recíproco.
En este sentido las Partes Signatarias reafirman sus derechos y obligaciones
ante el Acuerdo sobre Obstáculos Técnico al Comercio de la OMC, el Acuerdo Marco
para la Promoción del Comercio mediante la superación de Obstáculos Técnicos al
Comercio de la ALADI.
El mecanismo propicia la celebración de Acuerdos de Reconocimiento entre los
organismos competentes en áreas de metrología, normalización, reglamentación técnica
y evaluación de la conformidad.
Se establece un marco de cooperación y asistencia técnica entre las Partes
Signatarias así como promover su prestación a través de organizaciones internacionales
o regionales competentes en aspectos inherentes a este capítulo.
Define asimismo un mecanismo de transparencia mediante el cual las Partes se
notificarán los nuevos reglamentos técnicos, procedimientos de evaluación de la
conformidad y cualquier otra medida obligatoria que se pretenda adoptar.
Medidas Sanitarias y Fitosanitarias
Las Partes acordaron regirse por lo establecido en el Acuerdo sobre la Aplicación
de medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC y por lo establecido en el Acuerdo.
Se establece que las medidas sanitarias y fitosanitarias no se aplicarán de
manera que constituyan una restricción encubierta al comercio.
El Acuerdo promueve la celebración de acuerdos de reconocimiento de
equivalencia de sus medidas sanitarias y fitosanitarias y promueve la confianza mutua
entre las respectivas autoridades competentes.
Se incorporan cláusulas relativas al reconocimiento de zonas o áreas libres o de
escasa prevalencia así como mecanismos de control, inspección y aprobación.
Al igual que en el caso de las normas técnicas se incluye disposiciones sobre
transparencia y contra notificaciones mediante las cuales las Partes Signatarias se
53
comprometen a notificar los proyectos de sus medidas sanitarias y fitosanitarias que
pretendan adoptar. Asimismo, se incluyen disposiciones sobre Cooperación Técnica.
j) Propiedad Intelectual
Las Partes acordaron regirse por el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos
de propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio de la OMC y por los derechos y
obligaciones que constan en el Convenio sobre la Diversidad Biológica de 1992.
Por otra parte procurarán desarrollar normas y disciplinas para la protección de
los conocimientos tradicionales.
III. ASPECTOS COMPLEMENTARIOS
El Acuerdo contiene además de las disciplinas antes descritas, otras referidas a
Valoración Aduanera, Promoción e Intercambio de Información Comercial, Servicios,
Inversiones y Doble Tributación, Transporte, Infraestructura, Cooperación Científica y
Tecnológica, Cooperación y Zonas Francas así como cláusulas referidas a la
Administración y Evaluación del Acuerdo, Convergencia, Adhesión, Vigencia, Denuncia,
Enmiendas, Disposiciones Finales en las que se precisa la no aplicación por parte de
Brasil del Adicional al Flete para la Renovación de la Marina Mercante y por parte de
Argentina de la Tasa de Estadística.
Finalmente existen cuatro Disposiciones Transitorias referidas a la conformación
de la lista de árbitros para el mecanismo de Solución de Controversias definitivo, la
elaboración por parte de la Comisión Administradora de las Reglas de Procedimiento de
los Tribunales Arbitrales y del Reglamento del Régimen definitivo de Solución de
Controversias, al plazo de ratificación de dicho régimen definitivo y a las labores que
realizará la Comisión Administradora respecto de los productos farmacéuticos para
garantizar la transparencia en cuanto a las disposiciones legales de las Partes
Signatarias.
54
Capítulo III Experiencia de Venezuela
3.1.
Acuerdos Bilaterales (Políticos y Comerciales) Previos y Geopolítica
de las Relaciones de Venezuela con Brasil
3.1.1.
Campo Limítrofe
En un conjunto de las relaciones limítrofes de Venezuela, destacan de
manera positiva las sostenidas con el Brasil por su menor grado de controversia. Por ello
se puede decir que es un caso único en nuestras relaciones diplomáticas con países
vecinos. Hoy estas relaciones han superado el distanciamiento y la falta de interés
recíproco vigente en el pasado, para ofrecer grandes posibilidades y alternativas
tendientes a ampliar un movimiento integrador a escala continental, presentándose al
mismo tiempo como una eventual salida para superar la grave crisis de perspectivas que
vive nuestro país.
Se trata de dos naciones que vivieron a espaldas, separadas por el
enorme espacio de la selva amazónica, siguiendo procesos formativos desiguales y
dándole respuestas a imperativos diferentes. Sin embargo, la sociedad brasileña avanzó
con mayor dinamismo en su extenso territorio, reproduciendo su matriz inicial de
mestizaje y extendiéndose desde las áreas aledañas a la costa Atlántica hasta alcanzar
los apartados confines de la selva amazónica, y así tomar contacto con los países
vecinos, entre ellos Venezuela. Al encontrarse la sociedad brasileña y la venezolana,
empiezan a descubrirse similitudes en sus procesos de formación, las propias de los
“pueblos nuevos”, con un desarrollo desigual, en comparación con los “pueblos
testimonio”, determinados en su actuación presente por la tradición de lata culturas
prehispánicas(78) o por los “pueblos trasplantados” caracterizados por la imposición de
la cultura de sus olas migratorias(79).
Las relaciones venezolano-brasileñas, se pueden referenciar a lo largo de su
historia en tres hitos: el primero, alrededor del Tratado de 1859; el segundo, en torno a la
formulación, a principios de siglo, de un deslindamiento geopolítico satisfactorio, y en el
tercero, la búsqueda de la complementariedad neoeconómica en el siglo XX hacia el
55
surgimiento de una singular coyuntura propicia para redefinir el curso histórico de los dos
países(80).
3.1.2.
Campo Económico- comerc ia l
En esta área, se destaca la década de los ochenta, en la cual se inicia con un
acercamiento calificado por muchos estudiosos del tema, como de “gigantesca
expansión comercial”. El acercamiento surge básicamente en un intento de reagruparse
subregionalmente, como respuesta a la agresión comercial de los países
industrializados. Pero sobre todo por la coincidencia ante el acoso de la enorme deuda
externa. Otros factores inciden, entre ellos la democratización en Brasil.
3.1.3.
Campo Energético
En esta materia Venezuela tiene importancia estratégica para Brasil por cuanto
puede ofrecer seguridad de abastecimiento de petróleo. El complejo económico
venezolano tiende a desempeñar un papel primordial como suplidor de bienes y
servicios para el enorme triángulo que conforman las ciudades brasileñas de Boa Vista,
Manaos y Belem do Para. Además, nuestro país ha estado siempre en capacidad de
suministrarle energía eléctrica desde la repesa del Guri hasta la ciudad de Boa Vista y
Manaos, extendiéndola al resto del territorio fronterizo. Esto funciona desde
aproximadamente, 1997, cuando se firmaron Convenios de Interconexión eléctrica entre
los dos país, la prensa que cubrió el evento en ese momento lo catalogó como “La
Interconexión eléctrica ilumina relación entre Venezuela y Brasil”(81).
3.2.
Problemática Estructural de la formulación de la Política Exterior en
Venezuela, en materia de negociaciones
El aproximarse al estudio de las políticas públicas nacionales y en especial de la
política exterior, supone la contemplación de múltiples variables sobre las cuales lograr
el análisis y posterior diagnóstico de las mismas; entre los factores a considerar se
encuentra la continuidad en la observación de los problemas domésticos, así como de la
dinámica en el escenario internacional y sus diferentes actores.
Al identificar los temas fundamentales de la política exterior y en particular de los
que se observan con preocupación, se pueden resumir para la política exterior de
Venezuela en los siguientes: reorientación económica internacional; las relaciones
bilaterales; el petrolero; la cooperación internacional; la integración regional; y seguridad
internacional y la regional.
Como se puede evidenciar el hecho de poseer una nueva Carta Magna
redirecciona los objetivos de las políticas y de todo el cuerpo normativo nacional; como
es lógico las prioridades de la política exterior (P.E.) hicieron lo propio con el nuevo
régimen político. Es precisamente con este hecho coyuntural que se culmina con la
continuidad en la instrumentalización y diseño de la P.E., dado que el actual Presidente
56
de la República, Hugo Chávez, desde 1999 ha realizado cambios en el paradigma de lo
que representaba la P.E. para Venezuela.
Los instrumentos de política exterior utilizados por Venezuela en sus relaciones
hemisféricas son de tipo diplomáticos y económicos, en materia comercial regional.
Aspecto que se mantiene aun hoy, y que se hace patente en el hecho de que el
Gobierno Nacional ha tenido una instrumentalización primeramente presidencialista y
ministerial, para luego dar paso a uno netamente presidencialista, con lo que se afina
que es una política de carácter mixto.
En este sentido, se puede llegar a decir que la P.E. venezolana se ha tornado
con visos de mayor complejidad, producto de su interés de lograr un rol de mayor
protagonismo regional e internacional. Es por lo anterior que
”en el proceso de
configuración de esa política se ha establecido una serie de fines y objetivos precisos,
así como un conjunto de mecanismos que traducen estas aspiraciones en acciones
concretas de política exterior”(82).
Dentro de estas apreciaciones técnicas, es posible señalar que a pesar de
mantenerse las relaciones diplomáticas, comerciales, culturales, políticas, y
tradicionales, los vínculos han tratado de llegar a nuevos frentes, dentro de lo que se ha
dado por llamar fachadas por el Ejecutivo; estos nuevos focos de atención atienden más
a los lineamientos ideológicos y políticos, que a los económicos comerciales e incluso de
identificación cultural. Tal es el caso de los países de la ex URSS, Cuba, y los del Medio
Oriente, como Irak, Irán, Libia y Siria.
3.3.
Percepción de la Relación Venezuela – Brasil – VenezuelaMERCOSUR
La finalidad de la integración de América del Sur, es fundamentalmente un
proyecto de tipo político, que reposa en aranceles económico comerciales que deben ser
reformados y fortalecidos.
La política exterior económica y comercial de Venezuela hacia estos dos grandes
socios (Brasil y MERCOSUR) se considera dinámica; lógicamente esta área se lleva de
manera intensiva debido a que, se reflejará en el desarrollo y crecimiento de la nación
los beneficios aportados producto de los acuerdos alcanzados en ésta materia, así como
que concentrará los esfuerzos y deseos de políticos nacionales de fortalecer lazos de
este tipo con Brasil y MERCOSUR; esfuerzos sustentados en la labor diplomática. La
cual, responde al relanzamiento de una política de Estado promotora de inversiones y
exportaciones que adelanta en su función continuada, la Cancillería venezolana.
La política exterior de Hugo Chávez se puede caracterizar como activa a nivel
político; es “activa” dado el protagonismo que se ha manifestado en la aplicación de
acciones encaminadas hacia el afianzamiento del Interés Nacional en la dimensión
exterior de la actuación del Estado, es decir, la identificación y promoción de los
Intereses Nacionales de la República Bolivariana de Venezuela, caracterizados por la
57
necesidad de procurar nuevos consensos liderizados por el Jefe de Estado, y por ende
de procurar la internacionalización de su proyecto político. En términos de concretar la
caracterización de la política exterior de Venezuela hacia estos dos frentes, se puede
analizar que en líneas generales esta, ha sido una Política de cordialidad, de
cooperación y de protagonismo político.
El nexo con Brasil, durante muchos años fue relegado de la esfera de atención
de Venezuela, ante la existencia de prioridades diferentes en los objetivos de nuestra
política exterior, sin embargo, hoy se vive un promisorio momento y los esfuerzos
venezolanos se han orientado hacia un plan de amplia cooperación.
Vale la pena acotar que en lo que a política exterior se refiere, Brasil es
reconocido por conservar una línea de continuidad, incluso, esta condición es tomada en
consideración por relevantes políticos como es el caso del ex- Secretario de Estado de
EE.UU Henry Kissinger, quien describe al servicio diplomático brasileño como “o mais
eficiente da América Latina, bem treinado, poliglota, defendendo o interesse nacional do
Brasil com um misto de charme, persistência e sofisticada avaliação da realidade
internacional”(83).
En este mismo orden de ideas, Venezuela y Brasil han instrumentado una firme
política de ampliación del comercio y de integración infraestructural, misma que se ha
convertido en un proceso de adecuación de vías terrestres, así como de posibilidades
para la interconexión de las redes de transmisión de energía eléctrica y una posible
interconexión fluvial entre los ríos Orinoco y Amazonas. También es relevante señalar
que la naturaleza productiva complementaria de la economía de ambos países, ha
permitido el abastecimiento de energía por parte de Venezuela al Norte de Brasil y,
viceversa, el flujo de servicios de Brasil hacia el sur de Venezuela, todo lo cual
representa un desafío para el aparato productivo de ambas zonas limítrofes con miras a
su crecimiento.
Asimismo se han trabajado “iniciativas de complementación energética entre las
empresas estatales petroleras PDVSA y PETROBRAS en áreas tales como el desarrollo
de crudos pesados, explotación de gas y exploración en aguas profundas (...) lo que ha
traído como consecuencia un incremento sustantivo en las exportaciones de petróleo a
Brasil en los últimos años, lo cual augura además la identificación de otras posibles
áreas de cooperación en materia de nuevas energías”(84).
Finalmente, aparte de intensificar estas relaciones en el plano bilateral, la
coincidencia entre Venezuela y Brasil ha servido también para darle un fuerte impulso a
la consolidación institucional del Tratado de Cooperación Amazónica, para lo cual
Venezuela ha apoyado el establecimiento de la nueva Secretaría Permanente del
organismo en Brasilia; así como el mantenimiento en vigencia de los esfuerzos y planes
a cerca de la integración de los bloques de la CAN y el MERCOSUR. Aspecto este
último que ha llevado a Venezuela a convertirse incluso, en miembro asociado de éste
esquema de integración regional y el lograr la celebración del Acuerdo Marco de
Creación para la Creación de la Zona de Libre Comercio (ZLC) entre MERCOSUR y la
Comunidad Andina de Naciones.
58
Por su parte, si definimos el MERCOSUR desde la perspectiva valorativa de sus
cuatro miembros, se diría que, instituye el instrumento para la adecuación industrial y
productiva de Argentina a la nueva realidad económica internacional, buscando una
mejor inserción externa. El MERCOSUR, es parte de la política económica y comercial
de Brasil con el objetivo de mejorar su imagen internacional y presentarse como
referente económico y político de la región; la necesidad de los industriales del
Uruguay(85) en ampliar el comercio con sus socios regionales y la condicionalidad
externa del Paraguay(86) de mantenerse dentro de un sistema democrático.
En lo que a Brasil concierne, el MERCOSUR, le ha posibilitado, el alcanzar una
sustentación para su estrategia de conseguir el reconocimiento como potencia media
mundial, en concordancia con el liderazgo que ejercería puertas adentro del bloque, y
por medio de éste en los países sureños; la finalidad de dicho proceso se evidencia en el
hecho de que Brasil pretendía luchar con EE.UU por la hegemonía en el ámbito
subregional sudamericano.
Aun cuando el tema de la relación con los EE.UU, no es un aspecto focal en la
investigación, su relevancia estriba en su participación en la contienda por el poder o
hegemonía en la región, la cual es complementada por Brasil; es importante no sólo en
el área de política exterior, “sino en aspectos ligados a la necesidad de formulación de
un proyecto nacional”(87). En esta enunciación, la integración regional bien sea con el
MERCOSUR, o con el resto de América del Sur, su objetivo de consolidar su presencia
en este mercado consolidándose como el referente económico y político de la región, se
ve amenazado o puede verse diluido por el ALCA (cuyas negociaciones para el
momento se encuentran estancadas).
Dado el peso específico de Brasil dentro del esquema de integración sureño, es
importante hacer una revisión de lo que para él representa a nivel político el
MERCOSUR:
59
•
La significación de la consolidación de un Instrumento trascendental en la
redefinición de la inserción internacional.
•
La ampliación de su poder de negociación con frentes de particular importancia
como los EE.UU y la Unión Europea (UE).
•
La definición como una prioridad absoluta que no dejara de existir por la
participación en un acuerdo de mayores dimensiones geográficas.
•
El planteamiento de un modelo de integración como un medio de convergencia
regional.
•
El instrumento más viable para el acercamiento con otros bloques regionales.
•
El otorgamiento de ventajas de tipo económico y ayuda a fortalecer e incrementar
su influencia en la política a nivel mundial.
•
El otorgamiento la posibilidad de posicionarse como portavoz de América Latina
ante la UE y precursor de la integración económica de la región.
La UE, es el principal socio comercial del Brasil y del bloque(88). Debe
destacarse que a diferencia de las relaciones comerciales del bloque con EE.UU, el
diálogo con la UE no se limita a aspectos comerciales. La diferencia radica
principalmente en que el Acuerdo Marco de Cooperación con la UE y el MERCOSUR de
1995, incluye una instancia de diálogo político, pero básicamente es un acuerdo de
librecambio.
Con relación a la agenda brasileña, sus desafíos después de haber firmado el
Acuerdo Marco, se pueden concretar en los siguientes lineamientos:
•
Ampliar su acceso a mercados en el ámbito de la Organización Mundial del
Comercio, MERCOSUR y el ALCA.(89)
•
Consolidar aun más el MERCOSUR y el acuerdo de libre comercio del bloque
con la Comunidad Andina.
•
Formar una asociación interregional con la UE(90).
•
Plantear una nueva perspectiva futura ronda global de la OMC.
Bajo este contexto, la percepción de ambas relaciones nos hace concluir que, la
decisión unilateral de Brasil de negociar fuera del MERCOSUR con la CAN, significó
reeditar la acción que le ha criticado a EE.UU de querer negociar en forma unilateral con
cada país y no desde los bloques existentes; sin embargo este no es el único país con el
cual se presenta esta tendencia, pues como se registró anteriormente, Venezuela hizo lo
propio ante el MERCOSUR.
Esta estrategia de Brasil y Venezuela es válida, pues pareciera que en ambos
países existe un interés muy particular y estratégico de consolidar su presencia en
materia económica y política en América del Sur.
3.4.
Análisis comparativo de las políticas exteriores en materia de
negociaciones comerciales aplicadas al caso CAN-MERCOSUR,
desde la perspectiva venezolana
En materia de política exterior, al analizar los aspectos políticos de cualquier
negociación, es necesario tomar en cuenta en primer lugar, la relación existente entre el
orden constitucional y la política exterior propiamente dicha. En segundo lugar, lo que se
ha estipulado en materia de política exterior en las Constituciones o por lo menos en la
más reciente, en este caso en la venezolana, y tercer lugar, resaltar los resultados
60
aplicados en las negociaciones CAN-MERCOSUR. De hecho, los estudios sobre los
proyectos nacionales de los países, sobre estilos políticos, sobre los marcos
institucionales, sobre las ventajas y desventajas del formalismo y sobre la relación entre
el ordenamiento jurídico y la cultura política, han ido ganando nueva relevancia para el
análisis político. Igualmente, en lo que respecta a la organización misma de la vida
social, es evidente el reconocimiento de la contribución de los estudios constitucionales
en la búsqueda y el establecimiento de reglas de juego y acuerdos formales.
En el caso que nos ocupa, cuando reflexionamos sobre el actual orden
constitucional venezolano en su dimensión internacional, mediante un suscito análisis
comparativo de las Constituciones de 1961 y 1999 en materia de principios orientadores,
procedimientos y temas relacionados con la política exterior, observaremos los propósitos
fundamentales de algunos aspectos que han caracterizado a esas Constituciones; tales
como: (i) la defensa y promoción de la democracia representativa, (ii) la promoción de la
democracia a la democratización de la sociedad internacional, (iii) viejos y nuevos
procedimientos y; (iv) integración y relaciones económicas internacionales. Además, lo
que ambas Constituciones contienen en el área internacional.
En relación con la defensa y promoción de la democracia representativa,
especialmente hacia la región latinoamericana, este principio fue fundamental en el
Preámbulo de la Constitución venezolana de 1961. Como bien lo ha reconocido la
mayoría de los estudiosos y analistas de nuestra política exterior, ese principio fue uno
de los principales lineamientos de la política exterior del Estado venezolano durante la
denominada etapa de la democracia representativa, entre 1958 y 1998. Ciertamente,
durante esas cuatro décadas Venezuela se distinguió en el hemisferio occidental por
mantener una actuación internacional dirigida a defender, consolidar y expandir un
sistema de pluralismo y libertades, y lograr el ideal de una América Latina democrática e
integrada, como lo dejó establecido Rómulo Betancourt en 1969.
Bajo este contexto, en la actualidad, nos encontramos con lo que se ha llamado
la promoción de la democracia a la democratización de la sociedad internacional,
establecida de manera distinta en lo que corresponde a política exterior.
De acuerdo, con el Preámbulo de la Constitución Bolivariana de 1999 el fin
supremo del Estado es “refundar la República para establecer una sociedad
democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural”, mientras que el
artículo 2 de ejusdem establece que “Venezuela se constituye en un Estado democrático
y social de derecho y de justicia, que propugna como valores superiores de su
ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la
solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de
los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”. Sin embargo, en la nueva
Constitución no se menciona, ni en el Preámbulo ni en el apartado “De las Relaciones
Internacionales”, la promoción de la democracia como un lineamiento o fin de la política
exterior venezolana, aun cuando en el Preámbulo se establece la democratización de la
sociedad internacional, a pesar de que en el artículo 152 se especifica que la República
61
mantendrá la práctica democrática en todos
internacionales. Este artículo reza textualmente:
los organismos
e instituciones
“Las relaciones internacionales de la República responden a los fines del
Estado en función del ejercicio de la soberanía y de los intereses del
pueblo; ellas se rigen por los principios de independencia, igualdad entre
los Estados, libre determinación y no intervención en sus asuntos
internos, solución pacífica de los conflictos internacionales, cooperación,
respeto de los derechos humanos y solidaridad entre los pueblos en la
lucha por su emancipación y el bienestar de la humanidad. La República
mantendrá la más firme y decidida defensa de estos principios y de la
práctica democrática en todos los organismos e instituciones
internacionales”.
Por su parte, el artículo 153 establece que la República promoverá y favorecerá
la integración latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una
comunidad de naciones, defendiendo los intereses económicos, sociales, culturales,
políticos y ambientales de la región. Pero para nada se menciona el objetivo de defensa
y promoción de la democracia representativa que contemplaba la Constitución Nacional
de 1961 que, siguiendo el principio jurídico establecido en la Carta de la Organización de
Estados Americanos (OEA), se expresaba en estos términos: “Sustentar el orden
democrático como único e irrenunciable medio de asegurar los derechos y la dignidad de
los ciudadanos, y favorecer pacíficamente su extensión a todos los pueblos de la
tierra...”.
La no mención del objetivo de la defensa y la promoción de la democracia
representativa en la Constitución de 1999 puede explicarse por la concepción de la
democracia que guía esa Carta fundamental, así como por la visión de mundo idealista y
de izquierda –que desafía a la concepción ideológica liberal- que en ella subyace. No por
casualidad el fin supremo de la refundación de la República que se plantea sugiere de
entrada que esa Constitución busca llevar a cabo un cambio político radical de las
instituciones y del sistema político y, a la vez, establecer una sociedad democrática
“participativa” y “protagónica”, en la que la democracia sea más que un sistema político,
una forma de vida que no sólo configure las instituciones políticas sino también las
sociales(91).
Tampoco es casual que en la Constitución de 1999 se destaque la eliminación, en
relación con la tradición constitucional precedente, del calificativo “representativo” del
gobierno, a pesar de que ello “es más por el prurito de insistir en el concepto de
democracia ‘participativa’ que por desconocer el concepto de representatividad, ya que
éste se consagra expresamente en el artículo 6, aunque en lugar de gobierno
representativo se utilice el concepto de gobierno ‘electivo’, lo que en definitiva es lo
mismo”(92).
Asimismo fue eliminado del texto constitucional, el objetivo de la defensa y la
promoción de la democracia representativa, también desapareció del discurso
62
gubernamental nacional e internacional de la administración del presidente Hugo
Chávez, siendo reemplazado –de manera poco clara y contradictoria– por una tendencia
a la promoción de una democracia participativa y revolucionaria en el ámbito
latinoamericano y en el escenario mundial, haciendo énfasis en los principios de la no
intervención y la autodeterminación de los pueblos. De allí que durante la XXIX
Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, realizada en la
Ciudad de Guatemala en el mes de junio de 1999, el canciller venezolano, para esa
época, José Vicente Rangel, presentara un proyecto de declaración sobre “Democracia
Participativa” que contrastó con la iniciativa norteamericana de fortalecer la tesis de la
democracia representativa y de crear un grupo de países miembros de la OEA a fin de
prestar asistencia institucional a países con problemas políticos. Con esta propuesta, el
actual gobierno venezolano replanteó la concepción democrática sobre la cual el Estado
venezolano diseñó y desarrolló su política de promoción y defensa de la democracia en
el continente americano y en el mundo por 40 años.
En cuanto a reglas y procedimientos para la formación de la política exterior
venezolana, podemos observar que la Constitución de 1999 no plantea cambios
fundamentales en relación con la Constitución de 1961(93). Una muestra de ello lo
constituye el procedimiento para la aprobación de los tratados internacionales que, tanto
en la Carta Magna de 1961 (artículo 128) como en la de 1999 (artículo 154), se prevé
sean aprobados por el Poder Legislativo (Congreso Nacional o Asamblea Nacional)
antes de su ratificación por el Presidente de la República, a excepción de aquellos
mediante los cuales: a) se trate de ejecutar o perfeccionar obligaciones preexistentes de
la República; b) aplicar principios expresamente reconocidos por ella; c) ejecutar actos
ordinarios en las relaciones internacionales; o d) ejercer facultades que la ley atribuya
expresamente al Ejecutivo nacional.
Es más, se podría alegar como argumento en favor de la democratización que el
texto de 1999 abre a la consulta popular la aprobación de ciertos compromisos
internacionales. En efecto, el artículo 73 de la Constitución de 1999 establece en su
segundo párrafo:
“(…) Los tratados, convenios o acuerdos internacionales que pudieren
comprometer la soberanía nacional o transferir competencias a órganos
supranacionales, podrán ser sometidos a referendo por iniciativa del
Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; por el
voto de las dos terceras partes de los integrantes de la Asamblea o por el
quince por ciento de los electores y electoras inscritos en el registro civil y
electoral”.
Sin embargo, debilita en general el papel del Legislativo –ahora Asamblea
Nacional unicameral– como contrapeso al Ejecutivo. En ese sentido favorece una mayor
concentración del proceso de formación de decisiones en el Presidente. Esto estuvo
presente durante la vigencia de la Constitución de 1961, pero en un marco de referencia
que ofrecía posibilidades de mayor contrapeso y control desde un Congreso bicameral y
no sujeto a la posibilidad de disolución desde la Presidencia.
63
De allí que el artículo 226 numeral 21 y artículo 240 aboguen por “la remoción del
Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva en tres oportunidades dentro de un
mismo período constitucional”, como consecuencia de la aprobación de mociones de
censura, lo que faculta al Presidente o Presidenta de la República para disolver la
Asamblea Nacional. El decreto de disolución conlleva la convocatoria de elecciones para
una nueva legislatura dentro de los sesenta días siguientes a su disolución. La
Asamblea no podrá ser disuelta en el último año de su período constitucional.
En lo que respecta a la Integración y relaciones económicas internacionales, el
estudio de la dimensión económica de la política exterior en las Constituciones de 1961
y 1999 se concentra en tres aspectos básicamente: las concepciones contenidas en los
principios generales en los que se sustentan las relaciones económicas internacionales y
las previsiones sobre el régimen económico con sus orientaciones para la política
exterior; las disposiciones específicas en materia comercial y de integración, financiera,
petrolera y en el ámbito de la propiedad intelectual junto a algunas referencias o
aspectos procedimentales que ya tienen tratamiento especial en el análisis del tema de
la democracia; y, finalmente, la aproximación a las tensiones entre las normas
constitucionales, así como entre ellas y su práctica efectiva.
En conclusión, aunque son pocos los artículos de las constituciones venezolanas
que se refieren de manera expresa a las relaciones internacionales y a la política
exterior(94), esas referencias tienen –en el conjunto del ordenamiento constitucional–
especial trascendencia en un ámbito en el que se procura hacer al Estado una unidad
efectiva de decisión y de influencia frente a otros Estados(95).
En las catorce Constituciones venezolanas del siglo XX se observa una relativa
continuidad en lo que respecta a orientaciones generales que favorecen el arreglo
pacífico de controversias y la observancia de principios generales del derecho
internacional; igualmente, se encuentra en las Constituciones un patrón similar de
ordenación de competencias en materia internacional en las que el peso del Poder
Ejecutivo –y específicamente el Presidente– va acompañado de atribuciones legislativas
en el proceso de aprobación de los tratados internacionales. Lo que, sin embargo, ha
establecido la diferencia entre unas y otras ha sido la sustentación doctrinaria e
ideológica de los gobiernos, y eso se manifestó claramente en las Constituciones de
1947 y 1961 a través de los elementos de un programa democrático(96) que, en el
ámbito de la política exterior significó un más explícito compromiso con principios del
derecho internacional, con la defensa de los derechos humanos, con la cooperación y la
integración económica y con la adopción de medios pacíficos para la solución de
controversias internacionales.
En este contexto, comparar el texto constitucional de 1999 con el de 1961, en lo
que concierne a la política exterior, supone revisar tanto sus aspectos orgánicos como los
dogmáticos. Por otra parte, esa comparación ha debido considerar la nueva riqueza y
complejidad de las relaciones internacionales –que sin duda desbordan lo propiamente
interestatal- como la renovada importancia del estudio de lo constitucional, no sólo en
64
tanto expone principios ordenadores de competencias, sino también en cuanto revela las
orientaciones doctrinarias e ideológicas que influyen en la proyección internacional del
Estado.
El análisis de los dos aspectos constitucionales más relevantes en materia de
política exterior en lo que respecta al tema de negociaciones –democracia y relaciones
económicas internacionales- ha puesto en evidencia la importancia que tanto la
Constitución de 1961 como la de 1999 confieren a las relaciones internacionales.
El estudio del conjunto de los principios que orientan a la política exterior nos
lleva a concluir que la Constitución de 1999 está más explícita y predominantemente
cargada de consideraciones doctrinarias. Éstas se traducen en una propuesta que
contiene elementos marcadamente radicales y revolucionarios, tal y como se nota en el
énfasis en la promoción de la democracia participativa y protagónica, en un régimen
socioeconómico ostensiblemente estatista, y en una concepción de la seguridad
sustentada en una visión de la soberanía que privilegia al componente de no
intervención sobre el de responsabilidad internacional.
Esta sucinta aproximación comparativa a las dos constituciones deja, en todo
caso, abierto el debate sobre cada uno de los dos aspectos tratados. El más importante
conjunto de reflexiones pendientes se refiere, indudablemente, a las continuidades y
rupturas en el sustrato ideológico del tratamiento de lo internacional, en general, y de la
política exterior venezolana, en particular(97).
Luego, de esta breve reseña de lo concebido en la Constitución de 1999 acerca
del área internacional, se realizará un análisis de comparativo, en base a cuadros
individuales de los tres últimos períodos presidenciales, es decir, el segundo gobierno de
Carlos Andrés Pérez, el segundo gobierno de Rafael Eduardo Caldera; y el actual
gobierno de Hugo Rafael Chávez en materia de política exterior, tomando en
consideración las apreciaciones de Elsa Cardozo(98) y María Teresa Romero(99), como
se puede apreciar en los cuadros 3, 4, y 5 (ver anexos).
En lo que a Política Exterior en la CAN y el MERCOSUR se refiere, podemos
aclarar que en un Área de Libre Comercio, la política exterior no es un elemento que
deba imperiosamente ser coordinado, sin embargo, en una unión aduanera sí resulta es
relevante. Pese a lo anterior, en el escenario de la asociación entre la CAN y el
MERCOSUR será un factor a coordinar si ambos bloques desean fortalecerse en el
escenario internacional.
La dificultad estaría por su parte, en la asignación de prioridades en esta área,
debido a que sí bien existen problemas comunes en la región, a saber: deuda externa,
pobreza, educación, comercio, cultivo y tráfico de drogas; la importancia de cada uno de
estos varía y es considerada de diferente manera por cada país en función de sus
realidades.
65
3.5.
Posición de Venezuela frente a las negociaciones CAN-MERCOSUR
Como se viene señalando para Venezuela el tema de la integración constituye
uno de los principales factores que consolidan los objetivos de la política exterior, en
este sentido, la integración regional no sólo es fundamental en las manifestaciones de
los actores políticos que instrumentan dicha política sino que, la participación
venezolana en distintos escenarios donde se ha tratado el tema, se ha encaminado en
aras de la constitución de un solo bloque regional que consolidara la unión
latinoamericana.
En este mismo orden de ideas, la unidad con el MERCOSUR resultó ser, de
orden prioritario en esta materia, pues la intención se encaminaba a lograr la integración
del bloque con el esquema de la Comunidad Andina de Naciones. En consecuencia, la
primera visita que realizara el actual Presidente Hugo Chávez, como Jefe de Estado
electo, fue a Brasil, país de especial relevancia para Venezuela dada las aspiraciones
nacionales ya mencionadas, de ingresar al MERCOSUR así como de la significación
estratégica del país vecino(100).
En atención a esas ideas sobre cómo promover la integración latinoamericana,
son de particular relevancia las propuestas presentadas ante la Comunidad Andina de
Naciones (CAN). Los discursos del Presidente en las reuniones del Consejo Presidencial
Andino en Cartagena (mayo, 1999), Lima (junio, 2000) y Carabobo (junio, 2001)
presentan una buena síntesis de los rasgos del proyecto de integración del régimen de
Chávez.
En Cartagena, durante la celebración de los treinta años del nacimiento del
Grupo Andino, el Presidente planteaba una integración que fuese más allá de la CAN
para "conformar un gran bloque de fuerza para enfrentar ese mundo multipolar del siglo
veintiuno (...) Tenemos que hacerlo pluripolar y aquí por todas las condiciones
geográficas, humanas, históricas y potenciales, nosotros estamos llamados a conformar
uno de los polos de fuerza de poder." (Chávez 1999).
Luego, en la cumbre de Lima, el Presidente definió a la integración como unión
política, económica, militar, científica y cultural sustentada en el bolivarianismo como
"sistema ideológico" (Chávez 2000), volviendo desde allí a la idea de la Confederación
de Repúblicas para negociar en condiciones de igualdad con los demás centros de
poder mundial. Lo económico, lo comercial, pasa a segundo plano: "la integración y la
vida de nuestros pueblos es (sic) algo demasiado serio para dejárselo sólo a las
comisiones técnicas o a los economistas" (Chávez, 2000).
Luego, en su discurso en Carabobo, Chávez (2001) vuelve a plantear que "Yo a
(sic) nombre de Venezuela, vengo proponiendo desde hace ya dos años, desde que nos
vimos en Cartagena de Indias en la Cumbre de 1999, la necesidad de revisar en
profundidad el mecanismo de integración, en este caso la Comunidad Andina de
Naciones. (...) Creo que debemos inyectarle mayor voluntad política a la integración y
entonces estaríamos buscando de nuevo el camino aquel de Panamá, cuando Bolívar
convocaba era a eso, Bolívar no convocaba a una Zona de Libre Comercio, no era esa
66
la convocatoria inicial, seguramente hubiese venido a consecuencia de la integración
política".
Las acciones del presente gobierno venezolano han reflejado lo planteado en el
discurso. Por una parte, se han orientado a criticar y a desafiar la institucionalidad
integracionista tradicional y el proyecto hemisférico; y por la otra, a construir alianzas
para promover su propio proyecto político.
Según la propuesta chavista, la unión política puede y debe lograrse antes que y
con independencia de la integración de las economías. Esta concepción cambia
completamente el terreno de la discusión y la acción, convirtiendo a la integración en un
proyecto destinado a confrontar el orden mundial, sus ideas dominantes y sus
estructuras de poder. En realidad, desde la óptica de la concepción y la práctica de la
integración latinoamericana, no es posible separar su dimensión económica de su
dimensión política. La integración las incluye a ambas. La verdadera oposición entre la
propuesta revolucionaria-bolivariana-militarista y el proyecto democrático prevaleciente
hasta 1998 en Venezuela, está planteada entre una alianza política para confrontar el
orden de la globalización y la unipolaridad, por una parte, y un régimen económico
sociopolítico para articularse al orden mundial desde un espacio democrático de
integración, regional y hemisférica.
3.5.1. Cambios
de
direcciones
de
la
posic ión
venezo la na en las negoc iac ione s CAN-ME RCOS UR
En la administración del Presidente Hugo Chávez, se percibió un cambio drástico
en la dirección de la negociación CAN-MERCOSUR, debida principalmente al impulso
político y personal que éste le diera al proceso. Dado que parte importante de la política
exterior que él ha desarrollado en los primeros dos años de su primer período de
gestión, se concretan en labores de promoción y acercamiento al MERCOSUR; está
tendencia se observa producto de la necesidad de Venezuela de ampliar sus mercados
y de disminuir la influencia que el intercambio comercial con EE.UU tiene sobre su
economía, así como con la línea de constantes desafíos(101) de su gobierno al nuevo
orden internacional.
El Presidente Chávez siempre ha destacado que “el MERCOSUR es nuestra
prioridad de integración y haremos todo cuanto podamos para concretar nuestra relación
con este bloque”(102), viéndola como una prioridad para la consecusión de sus objetivos
dentro del ámbito sudamericano. En este sentido, Brasil se hace del apoyo del principal
proveedor de petróleo de EE.UU y poseedor de las más grandes reservas de petróleo
pesado del mundo.
Cabe señalar que esta insistente pauta de conducta e interés del mandatario
venezolano hacia el MERCOSUR ha despertado preocupación en el seno de la CAN
(especialmente por parte de Colombia, el segundo socio comercial de Venezuela). Es
por tanto importante considerar que lo que Chávez plantea es que un acercamiento de
su país al MERCOSUR facilitaría la integración entre ambos bloques.
67
3.5.2. Obstácu lo s en la s neg oc iacione s CAN-ME RCOS UR
El acercamiento de Venezuela hacia el MERCOSUR, no es una política
planteada por la administración del Presidente Chávez, esta tiene su inicio formal en
1.994 en el gobierno del ex-Presidente Rafael Caldera (1994 -1998), cuando Venezuela
es invitada por Brasil a negociar un acuerdo de libre comercio con el MERCOSUR. La
aproximación continuó durante los años 1997 y 1998 cuando el entonces Canciller
Venezolano Miguel Angel Burelli Rivas firmó en Buenos Aires con su par Guido Di Tella
un protocolo, a través del cual se le otorgaba a la nación andina el mismo status de
relación que tienen Bolivia y Chile. En 1998 estas negociaciones se paralizaron, debido
a la crisis económica y política que envolvía al gobierno del Presidente Caldera y al
clima de tensión en el cual se encontraba inmerso el proceso electoral, por el que llegó
al poder el Teniente Coronel Hugo Chávez.
El Acuerdo de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR, significa un primer y
definitivo paso hacia la construcción de un espacio económico sudamericano, siendo un
proceso que se desarrolla en un contexto político de democracia, en el marco de una
visión económica muy similar en todos los países del continente, con un objetivo común,
el de poder insertarse de una manera más competitiva en el escenario económico
mundial.
Es importante señalar que, la política exterior del Brasil se ha convertido en los
lineamientos de dirección del MERCOSUR luego de que este asumiera el rol
protagónico del bloque a partir de la crisis argentina, por lo que la construcción de un
espacio económico sudamericano forma parte de la política de integración de Brasil, en
donde existen tres círculos concéntricos, y su análisis es fundamental:
1. Consolidación y profundización del MERCOSUR, en el corto plazo.
2. Construcción de un espacio económico sudamericano, profundizando la
cooperación existente en América del Sur y en el propio bloque.
3. Aproximación a América del Norte, en negociaciones entre bloques.
En estos escenarios el MERCOSUR, juega un papel importante debido a que es
la plataforma desde donde el Brasil puede consolidar su presencia en América del Sur y
posteriormente negociar con EE.UU, viéndose fortalecido por el apoyo regional. Para su
élite dirigente es importante políticamente mantener al bloque como lo ha dicho el propio
Ministro Lafer “con paciencia”(103).
La construcción de un espacio económico sudamericano a través de un acuerdo
de libre comercio entre la CAN y el MERCOSUR como se ha mencionado, conlleva para
el Brasil la posibilidad de incrementar sus exportaciones de productos manufacturados,
debido a que son estos los que comercializa mayoritariamente con América del Sur,
obteniendo con esto mejores beneficios económicos debido al valor agregado de los
68
mismos. En consecuencia, esto no significa únicamente la consolidación y aumento de
presencia de sus productos en América del Sur, sino que está en juego también, la
posibilidad de acceder en condiciones favorables a insumos importantes(104) para
mantener su política de desarrollo industrial, abasteciéndose directamente de sus
vecinos de América del Sur.
3.5.3. El p osib le in greso de Venezue la e n el MERCOS UR
En cuanto a acciones específicas, en materia internacional, el Presidente
Chávez, en abierto desafío a la CAN, anunció en abril de 2001, en Brasilia, su intención
de postular a Venezuela para una asociación con el MERCOSUR, y estuvo buscando
intensivamente los apoyos necesarios, aun cuando como Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela ostentaba en ese momento, la presidencia rotativa de la CAN
y desde allí, se estaban desarrollando negociaciones bloque a bloque, convenidas entre
los presidentes suramericanos en la propia Brasilia en septiembre de 2000.
Es así como, finalmente, en julio de este año, en primera fase de integración
americana, MERCOSUR ofrece a Venezuela figura de observador, para luego el 08 de
julio, en Puerto Iguazú, Argentina, aceptar su ingreso como Estado asociado(105). En
este sentido, es preciso aclarar, según palabras expresadas por el Canciller argentino
Rafael Bielsa, en declaraciones ofrecidas en una rueda de prensa, en la XXVI Cumbre
de Jefes de Estado de MERCOSUR, “(...) el estatuto del MERCOSUR prevé la
posibilidad de que un país que quiera formar parte del bloque se incorpore bajo este
status, que precisa menos requisitos que la figura de país asociado al bloque (...)”.
“Inmediatamente, esta figura de observador –que no es una figura Ah Hoc- puede ser
ofrecida como camino no convencional para empezar a transitar el camino que va a
terminar efectivamente con la integración(106)” En consecuencia, dicha asociación
entraría en vigencia cuando el acuerdo se protocolice en la Asociación Latinoamericana
de Integración (ALADI).
3.5.4.
Con ven ienc ia de for mar parte del ME RCOS UR
Venezuela como país andino se planteó en el año 2003, -en vista de las
intenciones del Presidente Hugo Chávez, de negociar de manera individual-posibles
escenarios de negociación con Mercosur, de esta manera se colocó en primer lugar, en
calidad de Miembro Pleno, analizando dos alternativas:
1) Dado que MERCOSUR es una Unión Aduanera en perfeccionamiento, no es factible
la incorporación como nuevo miembro de un país que sea parte de otra Unión Aduanera.
2) Por esta vía Venezuela tendría que retirarse de la Comunidad Andina de Naciones
denunciando el Acuerdo de Cartagena.
Y, en segundo lugar, en calidad de Asociado, evaluando tres alternativas:
69
1) Se produce la asociación al suscribir con MERCOSUR un acuerdo de Zona de Libre
Comercio.
2) Chile y Bolivia se han asociado a MERCOSUR al suscribir cada uno de ellos un
acuerdo de libre comercio.
3) Venezuela hacia una asociación mediante la negociación en bloque que se dividió en
dos etapas: primero la revisión del Patrimonio Histórico que debería haber culminado en
marzo del 2003 e inmediatamente la negociación de un acuerdo de Zona de Libre
Comercio que formalizó la asociación, tal como se negoció en julio de este año. Esto
tuvo una gran significación política para la política exterior, no solamente en Venezuela,
sino en cada uno de los países de los bloques subregionales, siendo el empuje de la
personalidad de Hugo Chávez lo que llevaría a la firma y culminación de las
negociaciones CAN-MERCOSUR, esto sin duda, se convirtió en una nueva manera de
hacer política exterior.
Adicionalmente, Venezuela estudió los impactos de la negociación tanto en
bloque (CAN) o individual para la Asociación con el MERCOSUR, en el mismo no sólo
se refleja el aspecto político sino algunos otros aspectos de importancia para nuestros
intereses. En este sentido y tomando en consideración las valoraciones de la Dirección
General Sectorial de Comercio Exterior del Ministerio de la Producción y el Comercio, en
ponencia de uso interno, señalan lo siguiente(107):
70
Cuadro 6
Impactos de la Negociación
Aspectos
Negociación en Bloque (CAN)
Negociación Individual
Contribuye a consolidar el papel que Venezuela ha
Debilita el proceso de
jugado en el desarrollo y consolidación de la
consolidación de la CAN.
integración andina lo que nos ha permitido liderizar
desde 1997 la reactivación de la CAN que ha
Replantea una crisis de
consistido fundamentalmente en:
credibilidad ya superada
en 1997.
La reincorporación de Perú
Jugaríamos
Visión
un
papel
Estratégica de
El lanzamiento del mercado común con el inicio de
marginal en el proceso de
la Integración.
las negociaciones en materia de servicios
toma de decisiones de
MERCOSUR ya que no
La reestructuración Institucional que condujo a la
seríamos miembros
creación de la Secretaría General, la revisión del
pleno
Tratado del Tribunal Andino de Justicia, la
asociados.
derecho
de
sino
consolidación de la CAF, el FLAR y la revisión de
los Convenios Sociales y la reforma de los
Consejos Laboral y Empresarial.
Permite fortalecer y dinamizar la actual estrategia de
Desajusta la estrategia
inserción internacional conjunta con los andinos
que
Inserción en el
particularmente en el marco del ALCA, Unión Europea
ejecuta.
contexto
(SGP Andino), EEUU, Canadá, Centroamérica y el
internacional
Caribe. y que nos ha permitido entrar en el SGP
actualmente
se
Andino de Europa y la inclusión probable en el ATPA
de EEUU.
Unión
Aduanera
Andina(108)
Contribuye a consolidarla. De hecho MERCOSUR
Se deteriora
negocia en bloque para consolidar su Unión Aduanera
Aduanera Andina ya que
que está en formación.
Venezuela
estaría
perforando los niveles del
Arancel Externo Común
Andino(109).
71
la Unión
Permite fortalecer el mercado andino que constituye el
Debilitaría sensiblemente
primer mercado para las exportaciones no petroleras
el
venezolanas que gozan de mayor valor agregado y
básicamente
generan una mayor tasa de empleo. Es un mercado en
credibilidad que se ha
donde participa la pequeña y mediana industria.
ganado
Impacto sobre
el
mercado
andino,
la
con
la
incorporación de Perú.
Mercado
Se podrían incrementar la
Andino
aplicación de derechos
correctivos
y
otras
restricciones a
nuestras
exportaciones
en
los
países andinos.
Impacto sobre
el
Mercado
Andino
(Continuación)
En el total de las exportaciones no petroleras
venezolanas Colombia ha ocupado en los últimos seis
años el 1er lugar.
Constituye
un
gran
mercado,
pero
MERCOSUR
nuestros
produce
principales
No representa una competencia desplazante para las
productos de exportación
exportaciones venezolanas. Cada país andino tiene
y tiende a
exportaciones específicas.
con
protegerlos
medidas
para-
arancelarias.
Poder
negociación
de
Otorga un mayor poder de negociación frente al
Nos presenta más débiles
MERCOSUR tanto en los temas Normativos como en
para la defensa de los
la liberación comercial.
temas
sectores
(agrícola,
normativos
sensibles
automotriz,
siderurgia, textil, etc.).
72
y
Compartimos básicamente las mismas sensibilidades
A
en el sector productivo:
andinas se deben sumar
las
las
individuales
de
Sector manufacturero: particular sensibilidad de sector
Venezuela
que
se
automotor
incrementan
dadas
las
con
el
(existe
convenio
andino
en
el
cual
Venezuela registra las mayores exportaciones).
asimetrías
Sector agrícola es de gran sensibilidad para todos los
países de la CAN, en bloque se refuerza la capacidad
de acción frente a MERCOSUR que aspira una
liberación rápida. Entre los sectores más sensibles se
destacan: oleaginosas, cereales, azúcar y productos
Tratamiento de
sensibilidades
cárnicos.
MERCOSUR,
ejemplo
como
en
el
sector
manufacturero,
siderurgia
la
y
algunos
productos petroquímicos,
textiles, de cerámica y
papel.
las
sensibilidades
La negociación agrícola
es un gran reto toda vez
que
ha
recibido
tratamiento especial en
las
Negociaciones
Comerciales:
Exceptuado
de
la
PAR y del G-3
Medidas
especiales
en la OMC
Plazos más lentos con
Chile (hasta el 2012)
Otorga mayor fuerza para la defensa de las franjas de
Venezuela sólo dispone
precio en el sector agrícola. Todos los países andinos,
de las franjas de precio
Tratamiento de
excepto
como mecanismo básico
las franjas de
estabilización de precios aceptado en la OMC.
Bolivia
utilizamos
este
instrumento
de
precios
de
apoyo
al
sector
agrícola y MERCOSUR lo
rechaza (lo califica como
medida proteccionista).
Permite disfrutar del origen acumulativo: cualquier
Perdemos
el
origen
insumo andino incorporado en un producto de
acumulativo con la CAN:
exportación es considerado originario.
cualquier insumo andino
Origen
incorporado
acumulativo
producto venezolano de
exportación
en
un
es
considerado de terceros
países.
73
Otorga mayor poder de negociación en
Individualmente nos encontramos
temas
más débiles para enfrentar la
básicos
que
MERCOSUR
rechaza:
rígida posición de MERCOSUR en
aspectos
Una instancia vinculante en el
negociación
mecanismo
mecanismo
de
solución
de
controversias;
como
mecanismo
como
el
solución
de
los
de
la
requisitos
origen,
el
tratamiento de las asimetrías y el
de
desmonte
de
los
mecanismos
para-arancelarios.
Materias
Lograr
tales
de
específicos
protección.
normativas
de
controversias,
Evitar los requisitos específicos de
origen
básicos
algunos
puntuales
para
beneficios
enfrentar
las
asimetrías.
Poder
desmantelar
progresivamente los mecanismos
para-arancelarios, particularmente
de Brasil.
Utilizar las posibilidades que nos
ofrece
la
OMC
en
valoración
aduanera.
El actual proceso en curso lleva más de
Se
tres
negociación
años
de
negociación
tanto
individual como colectiva.
iniciaría un nuevo proceso de
revisión
lo
de
que
la
conllevaría
la
metodología,
procedimientos y nuevos tiempos de la
Con la suscripción del Acuerdo Marco
Tiempos
de
Negociación
la
negociación
está prevista la negociación en dos
etapas: la revisión del patrimonio que
Adicionalmente se tendría que revisar
culminaría en Marzo del presente año e
todo el
inmediatamente se inicia la negociación
actualmente en funcionamiento con el
de Zona de Libre Comercio.
sector productivo
esquema de coordinación
Fuente: Ministerio de la Producción y del Comercio de Venezuela, RAMÍREZ, Tatiana, Funcionaria Especialista de
dicha Dirección.
En este sentido, podría decirse que el Acuerdo concebido entre los países de la
Comunidad Andina y el MERCOSUR abre importantes oportunidades para el aparato
productivo en general, en la medida en que se haya logrado negociar un tratamiento
especial para el sector agrícola, se acordaran plazos de desgravación asimétricos para
todo el universo arancelario, se mantuvieran mecanismos de defensa de la producción
nacional y se sentara un precedente para las distintas negociaciones futuras del país.
74
Con la firma del Acuerdo se logra consolidar la integración Suramericana. De
acuerdo con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, en el 2002 el
mercado suramericano representó 344 millones de habitantes, un Producto Interno Bruto
cercano a 0.9 billones de dólares (PIB per cápita de US$ 2.445, mas altos que el
colombiano US$ 1.739) y unas exportaciones aproximadas de 160.000 millones de
dólares (2.5% del total mundial) e importaciones por 120.000 millones (1.8% del total
mundial).
Las cifras de comercio exterior para el 2002 muestran que MERCOSUR es el
bloque comercial más importante en Suramérica, representando el 64% de las
exportaciones y el 58% de las importaciones de la región. Por su parte la comunidad
andina representa el 24% de las exportaciones y 26% de las importaciones
suramericanas.
Así las cosas, el MERCOSUR ofrece a la Comunidad Andina un mercado
potencial de 216 millones de habitantes, con un Producto Interno Bruto cercano a los 0.6
billones de dólares, lo cual le permite una demanda por productos importados cercana a
los US$ 60.000 millones y unas exportaciones de US$ 106.000 millones(110).
75
Capítulo IV Conclusiones y Recomendaciones
Con la finalidad de obtener una mejor explicación y comprensión de las más
resaltantes diferencias y semejanzas existentes entre la CAN y el MERCOSUR, quienes
constituyen los dos principales actores en la posible construcción de un espacio
económico sudamericano, se agruparan en dos áreas: Político - Institucionales y
Económico - Comerciales.
•
Político – Institucionales:
Haciendo una revisión desde la perspectiva político - institucional, se observa la
existencia de importantes semejanzas y diferencias entre ambos procesos de
integración.
Diferencias:
1. El mayor grado de institucionalización de la CAN frente a la estructura más
flexible del MERCOSUR es una diferencia que destaca por sí misma. La
estructura de la CAN, al contrario de la del MERCOSUR, aborda áreas que van
más allá del intercambio comercial. El MERCOSUR, otorga prioridad a la
integración vía libre circulación de bienes, dejándose para etapas posteriores la
profundización de la estructura institucional y de los mecanismos de
armonización y coordinación de políticas de legislación.
2. En la CAN está institucionalizada la coordinación de una Política Exterior Común,
a cargo de los Ministros de Relaciones Exteriores de los Países Miembros; en el
MERCOSUR se coordinan acciones en esta área en foros y negociaciones
específicas a través del CMC.
Semejanzas:
Desde el punto de vista político, todos los países de la región se encuentran
inmersos en crisis en el ámbito político y económico.
76
En el MERCOSUR, si bien el máximo organismo está a cargo de los Cancilleres
y Ministros de Economía, la participación de los Presidentes de cada uno de los países
es fundamental como queda evidenciado en la llamada Diplomacia Presidencialista. En
la CAN, el máximo órgano está a cargo directamente de los Presidentes de cada uno de
los países del bloque.
En esta área, es importante resaltar la profunda inestabilidad institucional
existente en Colombia, debido a la guerrilla y movimientos para-militares, lo que
paulatinamente está dejando de ser considerado como un conflicto nacional por los
efectos que el mismo tiene en países limítrofes, especialmente en Ecuador, Panamá y
Venezuela.
La falta de credibilidad en las instituciones democráticas y en especial en la clase
política, ha hecho que en los últimos años los países de la región hayan y estén
experimentando alternativas electorales que no provienen de la “clase” política
tradicional. Ello ha generado en los principales socios comerciales de la región (EE.UU.,
UE, Japón) enormes expectativas e incertidumbres.
Desde el punto de vista institucional, puede decirse que ambos procesos tienen
en mayor y menor grado el modelo de estructura institucional de la UE como paradigma,
en este aspecto resalta la similitud de la CAN con la estructura europea.
Dentro de su estructura, coincide en su propósito la Comisión Parlamentaria del
MERCOSUR con el Parlamento Andino, en su objetivo de armonizar las distintas
legislaciones, aunque se diferencia en la conformación de sus miembros.
•
Económico - Comerciales:
Diferencias:
Desde esta perspectiva de análisis y como se ha expuesto anteriormente, la
principal diferencia entre la CAN y el MERCOSUR -que influyó en su desarrollo- está
dada por el distinto contexto internacional en que ambos procesos se formaron.
En un principio se ha mencionado, que el mayor dinamismo en el intercambio
comercial del MERCOSUR, estuvo determinado con el contexto económico - político de
apertura y reformas neoliberales de inicios de los años noventa, así como con el nuevo
paradigma de las Relaciones Internacionales determinado por la Economía Internacional
y la Globalización. Así mismo, se observa como en la CAN, la revitalización del proceso
coincide igualmente con este período de reforma estructural y apertura económica.
Desde el punto de vista de la estructura del MERCOSUR posee un AEC(111)
uniforme, que es aplicado por todos los países partes; mientras en la CAN se esta a
punto de lograr tal objetivo.
77
Los principales mercados de exportación de ambos grupos son diferentes debido
a que el principal socio comercial de la CAN es indudablemente los EE.UU.; lo cual se
podrá reflejar en las negociaciones e intereses en el ALCA, mientras que para el
MERCOSUR la UE constituye su principal socio comercial.
Se observa, que la distribución del Comercio Exterior del MERCOSUR es más
diversificada, debido a que no se concentra en un sólo mercado, por el contrario esta
mejor distribuida dándole una especial participación al comercio intrabloque. La CAN,
tiene una concentración en sus exportaciones de casi el 50% con los EE.UU., que se
diferencia notoriamente del intercambio con la UE y los otros mercados.
En este sentido, los países de la CAN se benefician del ATPA(112) (Andean
Trade Preference Agreement o Ley de Preferencias Arancelarias Andinas), a través del
cual productos de estos países tienen libre ingreso al mercado de EE.UU.
Igualmente, la CAN disfruta del SGP de la UE(113)que permite a un productor
determinado en alguno de los países del bloque, poder acceder al mercado europeo
libre del pago de arancel para la mayoría de los productos industriales y agrícolas hasta
el año 2004.
Cabe destacar, que estas preferencias otorgadas por la UE están dirigidas al
combate de cultivos de insumos para la producción de drogas que esta en línea con lo
establecido en 1993 en el Acuerdo Marco de Cooperación entre la UE y la CAN, cuyo
objetivo es incrementar el diálogo político, el desarrollo de relaciones comerciales y la
lucha contra las drogas desde una visión de “responsabilidad compartida”.
La estructura de las exportaciones de la CAN y el MERCOSUR es también
diferente. La CAN en su mayoría exporta productos básicos (minerales) destacándose
especialmente el petróleo, derivados de petróleo, gas natural en estado gaseoso,
cátodos y secciones de cátodos, minerales de zinc, plomo refinado, alambre de cobre
refinado, frijoles de soja, café, oro, banano, seguidos por la hulla bituminosa, y la harina
de pescado.
En cuanto a las importaciones, los principales productos que compra la
Comunidad Andina al MERCOSUR son: Aceite de soja, tortas y demás residuos sólidos
de la extracción del aceite de soya, demás vehículos con motor de émbolo, demás maíz
duro, aparatos emisores con aparato receptor incorporado, medicamentos excepto
analgésicos, frijoles, gasóleo, aceites crudos de petroleo, y productos intermedios de
hierro o acero sin alear(114)
Mientras que en la estructura de exportaciones del MERCOSUR, si bien los
productos básicos (alimenticios mayormente) son el principal en las ventas externas con
un 38,8%, la venta de productos manufacturados es de un 37%, seguidos por productos
manufacturados basados en recursos naturales 8%, metales y minerales 6,8% y
productos crudos de origen agrícola un 4,5%(115).
78
La UE es el principal socio comercial del MERCOSUR, con el que mantiene
actualmente importantes negociaciones relacionadas con la creación entre ambos
bloques de una Asociación Interregional, así como también en lo relacionado al comercio
agrícola donde los países sudamericanos enfrentan fuertes barreras por parte del bloque
europeo.
En lo que respecta al comercio intrabloque, se muestra como el nivel de comercio
en el MERCOSUR es más dinámico que el intercambio intrabloque de la CAN.
En materia de reservas internacionales, los países del MERCOSUR duplican
ampliamente a las reservas de la CAN, teniendo un monto de 64 mil millones de dólares
contra 32 mil millones de la CAN. Desde el punto de vista de las inversiones, el
MERCOSUR supera a la CAN como receptor de capitales extranjeros, así como en la
implementación de Proyectos de Inversión Intrabloque ejecutados por empresas
nacionales y binacionales.
En líneas generales, la balanza comercial del MERCOSUR en los últimos años
se presenta con un elevado déficit desde 1995 a 1999, mientras la balanza comercial de
la CAN presenta un constante superávit interrumpido sólo en los años de 1995 y 1998.
Por su parte la balanza comercial de la Comunidad Andina con el MERCOSUR
se muestra deficitaria en toda la serie 1994 – 2003; se registró en los años 2002 y 2003
los mayores déficit de todo el período, mismos que alcanzaron 3.009 y 2.856 millones de
dólares, respectivamente.
Semejanzas:
Si bien en la estructura de exportaciones del MERCOSUR los productos
manufacturados e industriales representan el 37% de las ventas, la exportación de
productos básicos sigue siendo la principal fuente de ingresos. La CAN igualmente es
un fuerte exportador de productos básicos.
En el comercio intrabloque, en ambos procesos el porcentaje de comercialización
de productos manufacturados, bienes y servicios, es elevado a diferencia de sus ventas
extrabloque. Es decir, existe un intercambio comercial intrabloque con mayor valor
agregado que el existente con el resto de sus respectivos mercados.
En ambos bloques por separado, y en el contexto de América del Sur, no existe
una economía lo suficientemente fuerte como para llevar el peso de la integración
económica, como lo hizo Alemania en el proceso de integración europeo.
Las asimetrías existentes en las economías al interior de cada bloque, hacen que
para los países con economías más pequeñas (Bolivia, Ecuador, Paraguay y Uruguay),
la importancia comercial de cada bloque sea mayor, que para las economías más
grandes (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela).
79
El comportamiento de las exportaciones para ambos bloques ha sido positivo en
los últimos años, pues para ambos bloques las ventas al exterior se incrementaron. Las
exportaciones del MERCOSUR pasaron de 50 mil millones de US$ en 1992 a 73 mil
millones de US$ en 1999. Sin embargo, las exportaciones andinas hacia el MERCOSUR
han experimentado un descenso de 7,9% ene le año 2003 respecto al año anterior,
pasando de 1.352 millones de dólares en el año 2002 a 1.245 millones de dólares en el
año 2003.
Las exportaciones desde la Comunidad Andina hacia el MERCOSUR presentan
un comportamiento variable en el período de 1994 – 2003, registrando una tasa
acumulada promedio anual de 0,3%.
Las importaciones de la CAN provenientes del MERCOSUR en el año 2003,
registraron un valor 4.101 millones de dólares, lo que representa una disminución del 6%
con respecto al año anterior. El comportamiento de las importaciones tiene una
tendencia creciente en el período 1994–2003, reflejando una tasa acumulada promedio
anual de 6,2%.
Como se observa, entre la CAN y el MERCOSUR existen diferencias importantes
a considerar en la conformación de una Zona de Libre Comercio entre ambos bloques, el
perfil de sus exportaciones, la accesibilidad a los principales mercados internacionales, y
sobre todo las profundas asimetrías existentes entre las economías de Argentina, Brasil,
Colombia y Venezuela con el resto de los países de la región.
La inexistencia de una economía locomotora como la de Alemania en la UE, y la
de EE.UU. en el NAFTA, hace que las perspectivas de construcción de un espacio
económico sudamericano a través de un acuerdo de libre comercio entre la CAN y el
MERCOSUR, se limiten a la conquista de nuevos mercados por parte de los países más
competitivos, y de una posible al igual que en el ALCA- reubicación de las principales
empresas multinacionales. Estas en un escenario de libre comercio, podrían concentrar
su producción en los países más competitivos. Por lo tanto, Brasil en el contexto de
América del Sur se verá aún más favorecido debido a sus políticas de captación de
inversiones y competitividad.
En este punto surge la interrogante de por qué no consideramos al Brasil como la
posible economía locomotora de América del Sur pese a los datos competitivos y el
tamaño de su economía. Se sostiene esta afirmación, debido a que eventualmente ésta
podría constituirse en la economía que lidere a la región.
Por eso se considera que en el contexto de América del Sur, hubiese sido
pertinente que la Argentina y Brasil a través de políticas conjuntas encabezaran los
esfuerzos de integración económica subregional.
En términos de la propia negociación, la visión de la creación una Zona Libre
Comercio entre la Comunidad Andina y el MERCOSUR, concreta, la tendencia a
cambios positivos para viabilizar, la culminación de la negociación en base a la
80
aplicación estratégica de una metodología de mayor transparencia y donde el espíritu
dominante fue con miras a resolver de forma realista las dificultades de los socios.
Con relación a lo anterior, un punto de coincidencia radica en ver a la integración
de América del Sur, como un proceso que trasciende a la negociación meramente
comercial, para llevarla a adquirir un carácter multifuncional, pues debe contener la
agenda de negociación temas de índole póntica, de desarrollo humano, de cooperación
financiera, de gobernabilidad democrática y de promoción competitiva. La ratificación de
que este proceso de negociación se llevo a cabo otorgando preeminencia al factor
político sobre el económico, por lo que la década de los noventa constituyó un período
de crecimiento y consolidación del proceso, jugando los jefes de Estado un papel crucial
para darle pujanza a la integración andina. Además, las reuniones presidenciales no sólo
permitieron impulsar el proceso de integración económica, sino que también ampliaron la
integración en los aspectos culturales, sociales y políticos, los cuales habían quedado
relativamente rezagados hasta ese momento(116).
Es precisamente por el ritmo lento y las complicaciones que se sucitaron en el
desarrollo de la negociación, que se puede plantear una serie de interrogantes, dirigidas
hacia la reflexión a cerca de los distintos niveles de responsabilidad y decisión asumidos
en torno al tema: ¿cuáles han sido las dificultades políticas a lo largo de la negociación?,
¿Acaso fueron de tipo técnico?, ¿falta de compromiso político?, ¿Acaso lo ateniente a
sectores sensibles?, ¿o fueron los desacuerdos de lo negociado?, ¿Acaso las marcadas
diferencias entre los bloques?, ¿o, fue distracción de los actores hacia otros
intereses?....
El empuje que demostraron los países de ambos bloques para llevar a buen
término la negociación de unión de estos, se debió al ánimo resultante de la crisis, crisis
que los obligó a renovar su entusiasmo por dicha negociación y en consecuencia,
transformó la percepción no sólo del MERCOSUR sino de la evolución del proceso de
negociación. En este sentido, lo que marco la diferencia fue la participación activa
presidencial aunado a labor de negociación técnica. Es así como uno de los principales
actores a través de su vocero, como fue el ex Presidente Fernando Enrique Cardozo,
pronunció: “Siempre hablamos de aranceles, de coordinación macroeconómica y hoy
hablamos de sociedades que se unen, de culturas, de voluntad política y de un espíritu
de solidaridad que va más allá de los mercados, y es la integración de la gente”(117).
Esta idea de inyectar una mayor dosis política a la negociación se convirtió en la idea
fundamental de la llamada Carta de Buenos Aires.
Es posible considerar que a partir de la perspectiva estratégica, de agrupar
grandes ejes de integración y desarrollo regional, deberán identificarse requerimientos
físicos, normativos e institucionales para lograr el desarrollo de la infraestructura básica
al nivel sudamericano, en la década; así como que, se deduce que los principales
problemas macroeconómicos de la Comunidad Andina de Naciones, es la estabilización
con las últimas medidas acordadas.
81
Existe un tercer grupo de actores que han interactuado en el proceso, este se
conforma por un componente social de empresarios y la sociedad civil, que han
establecido con su apoyo la liberalización comercial de acuerdo a las reglas de la OMC y
a los procesos de integración regional, a través de la profundización de los acuerdos
vigentes y del intercambio de experiencias entre los sectores públicos y privados; así
como el fortalecimiento y reconocimiento de la sociedad civil como parte de la
negociación, ha permitido el desarrollo de posiciones contrarias al regionalismo abierto y
a la globalización. Al igual que, en este caso la intervención del Estado se ha
reivindicado para regular los efectos negociativos de éstos procesos, con el fin de
reglamentar los efectos negativos en los sectores sociales más desfavorecidos.
En conclusión con el aspecto antes señalado, se podría resumir que la finalidad
de incorporar estos nuevos actores a la negociación, radica en que esta inclusión debe
ser tomada en cuenta para la generación de planes de desarrollo integral, armonizados
con las Políticas de Estado, y por ende, del bloque de integración.
Por esta razón se podría llegar a la derivación, de que las posiciones más
favorables en el acuerdo entre la Comunidad Andina y el MERCOSUR, siempre fueron
la de los gobiernos de Brasil y Venezuela, y las más opuestas y a la vez las más
favorables a un ALCA, la de los de Argentina y Colombia. De todas formas los intereses
que se manejaban detrás de las preferencias nacionales, fueron también distintos: en
Colombia el interés por el ALCA se basaba en mantener y profundizar las relaciones
comerciales que existen con EE.UU.; en Argentina en desarrollar ese tipo de relaciones
frente a la insuficiencia y las limitaciones que representaba el MERCOSUR. Ambos
gobiernos constituyeron además organismos especiales con participación empresarial
para negociar el ALCA, pero no hicieron lo mismo para las negociaciones entre el
MERCOSUR y la CAN. En Venezuela el interés por acercarse al MERCOSUR por la vía
de Brasil pareció poner más énfasis en lo político que en lo económico, lo cual no ocurrió
con la posición brasileña.
A éste respecto los gobiernos de los países, apoyaron los objetivos políticos del
proceso de negociación, pero este se vio obstaculizado –en algunas fases- por sus
aspectos técnicos, donde las posiciones empresariales tuvieron peso.
En lo que a la cara práctica se refiere, el haber establecido un acuerdo para la
unificación de los bloques de integración subregional, confiere al área el incremento de
su expansión de la capacidad exportadora y de los niveles de producción. Así como que,
el resultado numérico de habitantes y por tanto de consumidores, es de 385 millones
aproximadamente, entre la Comunidad Andina y el MERCOSUR, lo que incide efectiva y
contundentemente en los flujos comerciales.
La última consideración contrasta con las cifras de la UE, que posee 417 millones
de habitantes aproximadamente; con lo que un posible acuerdo entre ambos, generaría
condiciones favorables en la negociación para el esquema CAN-MERCOSUR, pues le
otorga un mayor peso específico, sumado a sus características de producción y
explotación (industria extractiva minera y agrícola), misma que comparte con la UE
82
sobre todo luego de la expansión de 2004, y que se favorecería dada la relación
tradicional de intercambio, contacto político, técnico y humanitario, que ambos
esquemas sudamericanos tienen con el viejo continente.
Ahora bien, en perspectiva, se puede hacer referencia a uno de los países que
conforma el MERCOSUR y que posee especial importancia no solo en éste modelo de
integración subregional, sino entre todos los países de la región e icluso el de mayor
relevancia fuera del hemisferio, este es Brasil; quien propulsa una de las políticas
exteriores de mayor coherencia y continuidad, además de ésto, uno de sus objetivos en
dicha materia es diversificar sus frentes de relación político comercial y de integración.
En relación a lo anterior, la concepción de concretar esta diversificación de
frentes, expresa la intención clara y reiterada de alejarse de los Estados Unidos de
América en su relación comercial. Los medios para la consecusión de este objetivo, se
resumen en la negociación y formación de uniones comerciales y de integración, con
miras a lograr no solamente la unificación del esquema CAN–MERCOSUR, sino
consolidar uno con la Unión Europea, con el bloque sudafricano y con los países del
Pacífico Sur.
Con esto, Brasil, aumentaría su balanza comercial y por tanto impulsaría una
bonaza económica, al igual que ampliaría su capacidad de pasar de ser una potencia
media mundial a una potencia emergente, pues su peso específico en la escena
internacional se incrementaría de manera considerable, así como sus potencialidades
geo estratégicas y geo ploíticas; con lo que se hace patente, la inclinación hegemónica
del país amazónico, dado que generaría un obvio y contundente contrapeso a los EEUU,
creando un total contrapeso en en espacio sudamericano de integración,
transformandose en esta forma en un par de vital importancia en unas eventuales
negociaciones del ALCA; pudiendo aceverar que sería visto como el EE.UU. de América
del Sur.
Definitivamente, el ALCA ha servido de propulsor para el acercamiento entre la
CAN y el MERCOSUR y además resultó útil para promover ajustes y cambios
importantes en el proceso andino; al igual que otros interlocutores ejercen en la
actualidad “presión”, sobre el proceso andino, siendo el mejor ejemplo, el caso de la UE.
En lo que a Venezuela atañe, el Presidente Chávez se propuso lograr una
renovada visión y estilo, cuyo propósito esencial es abrir nuevos espacios para
Venezuela en el mundo en función también de nuevos valores políticos, sociales y
éticos; siendo además reflejo de aquellos que animan su gestión en el ámbito interno.
Por tanto, se puede decir que la Política Exterior venezolana busca promover la
consolidación de un mundo multipolar, fortalecer y diversificar sus vínculos
internacionales. El alto nivel protagónico del Presidente en su participación directa en el
incentivo de la concreción de la implementación de la Política Exterior, ha ido en
detrimento de las facultades de los Ministerios para la instrumentalización de la Política
Exterior, basicamente en el caso de la Cancillería y el Ministerio se la Producción y del
83
Comercio. Ejemplo de esto, ha sido el desarrollo equivocado de la política exterior en
materia comercial, la figura de las Macro Rueda de Negocios, que funcionaron como
instumento de promoción y de concresión del acuerdo CAN-MERCOSUR.
Esto se puede interpretar como una estrategia del Presidente Hugo Chávez, para
cumplir con sus objetivos políticos y personales a nivel regional, así como para
aprovechar el respaldo que le manifestara el Presidente Lula, basado en la proximidad
de los objetivos políticos, económicos y tácticos.
Pese a lo ya expresado, se evidencia la carencia de un verdadera política exterior
de Estado, en los lineamientos del presente gobierno revolucionario, es decir, vista como
una política pública que se desarrolla en una sociedad democrática y nace de un
proceso político lo cual ha supuesto debates, diálogos, alternativas, múltiples canales,
conflictos, desacuerdos, incoherencia y discontinuidad(118).
Con la reflexión siguiente se evidencia la realidad de la actualidad venezolana, y
se presta al ejercicio racional de análisis en torno al tema:
“... en vez de verse discontinuidad, se ve adaptación a un entorno nacional e
internacional cambiante; en vez de incoherencia, se percibe pluralismo
intergubernamental; en vez de participación, se observa debate nacional democrático,
en vez de falta de prioridades, consecuencia con diversas identidades nacionales; en
vez, en suma, de lamentar la falta de una política de Estado, se intenta establecer el
Estado de la política”.(119)
En cuanto a las recomendaciones, se puede argumentar que el apoyo que debe
prestar un país a un esquema de negociación no debe ser retórico, ni ambiguo sino,
debe ser preciso y claro, para no perder el liderazgo frente a las otras partes de la
Negociación.
Bajo este contexto, se puede proyectar la experiencia de ésta negociación hacia
lo que podría ser, un espacio sudamericano de integración consolidado, que debería ser
un objetivo estratégico a mediano plazo de los países que integran este acuerdo CANMERCOSUR. No obstante, este objetivo demandará mucha más voluntad política que la
que demando la negociación CAN-MERCOSUR, por el alcance y la magnitud, de la
significación del proyecto para América del Sur.
84
¿No es el mejor y más sereno símbolo de la vida
intelectual de un país ese dialogo, es cuestionario a a
veces angustiado, a veces caviloso, con que cada
generación quiere aprender e interroga a las que la
precedieron? (Mariano Picón Salas, 1947)(120).
85
ANEXOS A
Texto del Acuerdo marco para la creación de la Zona de Libre Comercio
entre el MERCOSUR y la Comunidad Andina
16 de abril de 1998
86
Los Gobiernos de la República Argentina, de la República Federativa del Brasil,
de la República del Paraguay y de la República Oriental del Uruguay, Estados Partes del
Mercado Común del Sur -MERCOSUR- y los Gobiernos de la República de Bolivia, de la
República de Colombia, de la República del Ecuador, de la República del Perú y de la
República de Venezuela, Países Miembros del Acuerdo de Cartagena, en adelante
denominados "las Partes Signatarias" del presente Acuerdo Marco, cuyas "Partes
Contratantes" son el MERCOSUR y la Comunidad Andina,
CONSIDERANDO:
Que es necesario fortalecer y profundizar el proceso de integración de América
Latina, a fin de alcanzar los objetivos previstos en el Tratado de Montevideo 1980,
mediante la concertación de acuerdos abiertos a la participación de los demás Países
Miembros de la Asociación Latinoamericana de Integración -ALADI-, que permitan la
conformación de un espacio económico ampliado;
Que la integración económica regional es uno de los instrumentos esenciales
para que los países de América Latina avancen en su desarrollo económico y social,
asegurando una mejor calidad de vida para sus pueblos;
Que la conformación de áreas de libre comercio en América Latina constituye un
elemento relevante para aproximar los esquemas de integración existentes, además de
ser una etapa fundamental para el proceso de integración y el establecimiento de un
área de libre comercio hemisférica -ALCA-;
Que los Países Andinos han conformado la Comunidad Andina como una
instancia para la consecución de los objetivos de la integración regional;
Que los Estados Partes del MERCOSUR, a través de la suscripción del Tratado
de Asunción de 1991, han dado un paso significativo hacia la consecución de los
objetivos de la integración latinoamericana;
Que el Acuerdo de Marrakech, por el que se crea la Organización Mundial del
Comercio, constituye el marco de derechos y obligaciones en el que se desarrollarán los
compromisos del presente Acuerdo;
Que la vigencia de las instituciones democráticas constituye un elemento
esencial para el desarrollo del proceso de integración regional;
Que las Partes Contratantes promueven la libre competencia y rechazan el
ejercicio de prácticas restrictivas a ella;
Que para contribuir a la expansión del comercio mundial y al eficiente
funcionamiento de los mercados, es fundamental ofrecer a los agentes económicos
reglas claras para el desarrollo del intercambio de bienes y servicios, así como de las
inversiones recíprocas entre el MERCOSUR y la Comunidad Andina;
87
Que el proceso de integración debe abarcar aspectos relativos al desarrollo y a la
plena utilización de la infraestructura física;
Convienen en celebrar el presente Acuerdo Marco:
TITULO I
OBJETIVOS
Artículo 1
El presente Acuerdo tiene por objetivos:
a) Crear un área de libre comercio entre las Partes Contratantes, mediante la expansión
y diversificación del intercambio comercial y la eliminación de los gravámenes y las
restricciones que afecten el comercio recíproco;
b) Establecer el marco jurídico e institucional de cooperación e integración económica y
física, que contribuya a la creación de un espacio económico ampliado que tienda a
facilitar la libre circulación de bienes y servicios y la plena utilización de los factores
productivos, en condiciones de competencia y de equidad, en correspondencia con el
esfuerzo que realicen las Partes Contratantes;
c) Promover el desarrollo y la utilización de la infraestructura física, con especial énfasis
en el establecimiento de corredores de integración, que permita la disminución de costos
y la generación de ventajas competitivas en el comercio regional y con terceros países
fuera de la región;
d) Establecer un marco normativo para promover e impulsar las inversiones recíprocas
entre los agentes económicos de las Partes Contratantes;
e) Promover la complementación y cooperación económica, energética, científica y
tecnológica; y,
f) Procurar la coordinación de posiciones entre ambas Partes Contratantes en el proceso
de integración hemisférica y en los foros multilaterales.
88
TITULO II
LIBERACION COMERCIAL
Artículo 2
El MERCOSUR y la Comunidad Andina negociarán la creciente liberalización de
su comercio recíproco, de acuerdo con las siguientes bases:
a) Hasta el 30 de septiembre de 1998 el MERCOSUR y la Comunidad Andina
negociarán un Acuerdo de preferencias arancelarias sobre la base del patrimonio
histórico y que podrá incluir productos nuevos. Dicho Acuerdo reemplazará a los
Acuerdos de Alcance Parcial hoy existentes entre los países del MERCOSUR y de la
Comunidad Andina.
b) El referido Acuerdo de preferencias arancelarias entrará en vigencia el 1 de octubre
de 1998, establecerá márgenes de preferencia fijos e incorporará las disciplinas
comerciales vigentes en el marco de la ALADI.
c) Entre el 1 de octubre de 1998 y el 31 de diciembre de 1999, el MERCOSUR y la
Comunidad Andina negociarán un Acuerdo de Libre Comercio que abarcará los
productos contemplados en el Acuerdo mencionado en el literal b) y los demás
productos del universo arancelario. Este Acuerdo de Libre Comercio entrará en vigencia
el 1 de enero del año 2000.
Artículo 3
Para Bolivia regirá el Acuerdo de Complementación Económica Nº 36. Sin
perjuicio de ello, participará en las negociaciones entre la Comunidad Andina y el
MERCOSUR, con la finalidad de compatibilizar dicho Acuerdo, en lo que corresponda,
con los Acuerdos que las Partes suscriban, mediante negociaciones a efectuarse en el
marco de tales tratativas.
89
TITULO III
COOPERACION ECONOMICA Y COMERCIAL
Artículo 4
Para apoyar las acciones tendientes a incrementar los intercambios comerciales
de bienes y servicios, las Partes Contratantes estimularán, entre otras iniciativas, las
siguientes:
a) La promoción de reuniones empresariales y otras actividades complementarias que
amplíen las relaciones de comercio e inversión entre los sectores privados de ambas
Partes Contratantes;
b) El fomento y apoyo a las actividades de promoción comercial, tales como: seminarios,
misiones comerciales, simposios, ferias y exposiciones comerciales e industriales;
c) El desarrollo de actividades de facilitación del comercio;
d) El intercambio de información, en los siguientes temas:
•
Políticas comerciales vigentes;
•
Marco institucional vigente para la ejecución de las políticas comerciales;
•
Sistemas de transporte y canales de comercialización nacionales, regionales e
internacionales;
•
Ofertas y demandas regionales y mundiales de sus productos de exportación; y,
v) Cualquier otro tema que las Partes Contratantes consideren oportuno.
e) La promoción de la complementación y de la integración industrial, con la finalidad de
lograr el máximo aprovechamiento de los recursos disponibles e incrementar el comercio
de las Partes Contratantes;
f) El examen de la posibilidad de suscribir entre las Partes Signatarias nuevos Acuerdos
de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, así como de Acuerdos para evitar
la doble tributación; y,
g) El desarrollo de acciones conjuntas orientadas a la ejecución de proyectos de
cooperación para la investigación científica y tecnológica mediante el intercambio de
conocimientos y de resultados de investigaciones y experiencias, informaciones sobre
tecnologías, patentes y licencias, intercambio de bienes, materiales, equipamiento y
90
servicios necesarios para la realización de proyectos específicos, la investigación
conjunta y la organización de seminarios, simposios y conferencias.
TITULO IV
COMISION NEGOCIADORA
Artículo 5
Para el logro de los objetivos del presente Acuerdo, las Partes Contratantes
convienen en establecer una Comisión Negociadora, integrada por los Representantes
Alternos ante la Comisión de la Comunidad Andina y del Grupo Ad Hoc del Grupo
Mercado Común del MERCOSUR.
TITULO V
DISPOSICIONES VARIAS
Artículo 6
El presente Acuerdo entrará en vigor en la fecha de su firma.
Artículo 7
Las Partes Signatarias acuerdan mantener vigentes los Acuerdos de Alcance
Parcial suscritos en el marco de la ALADI, hasta el 30 de septiembre de 1998. Los
Acuerdos de Alcance Regional subsistirán en tanto no entre en vigencia el Acuerdo de
Libre Comercio entre la Comunidad Andina y el MERCOSUR.
Artículo 8
La Secretaría General de la Asociación Latinoamericana de Integración -ALADIserá depositaria del presente Acuerdo, del cual entregará copias debidamente
autenticadas a las Partes Signatarias.
EN FE DE LO CUAL, los respectivos Plenipotenciarios suscriben el presente
Acuerdo en la ciudad de Buenos Aires, a los dieciséis días del mes de abril de mil
novecientos noventa y ocho, en un original en los idiomas español y portugués, siendo
ambos textos igualmente válidos.
91
ANEXOS B
Cuadros
92
CUADRO 1
Comparación entre la Estructura Organizativa del MERCOSUR y la Comunidad Andina
MERCOSUR
Consejo del
Mercado Común
(CMC)
Comunidad Andina
Órgano
superior
conducción política
y
toma
decisiones
Órgano
Común (GMC)
Órgano
Consejo
Presidencial
Andino (CPA)
Máximo órgano del
SAI. Emite directrices
andino
compuesto
por
Presidentes de países miembros,
es menos ágil. Siempre es más
difícil agenda de un Presidente, que
de otro funcionario
ejecutivo.
Vela
Grupo del Mercado
de
BRECHA DIFERENCIAL
por
el
cumplimiento
de
Consejo Andino
los objetivos de la
de Ministros de
integración.
Relaciones
Compuesto por 4
Exteriores
funcionarios
(CAMRE)
representando
El sureño tiene funcionarios
a
Órgano de dirección
dedicación exclusiva, mientras que
política, integrado por
los andinos ha de atender múltiples
los
asuntos.
Miembros
de
En
CAN
comparte
dirección política con el Consejo
RR.EE
Presidencial
a
cada gobierno
Comisión de
Comercio del
Mercado (CCM)
Asiste
al
Vela
por
el
cumplimiento
de
acuerdos
de
comercio
intra-
Órgano
GMC.
Comparte capacidad
legislativa
Comisión
Comisión
CAMRE.
de
el
Atiende
comercio
e
inversiones
a
Hace
normas
emanadas por
En caso sureño vela por aplicación
de políticas pautadas por CMC y
GMC; en el andino formula políticas
en
materia
de
comercio
e
inversiones. En el primero de los
bloques,
papel
más
ejecutivo,
mientras en el segundo caso, su
función es más legislativa
la
entrada en vigor de
las
con
políticas en materia
MERCOSUR
Coadyuva
normativo.
el
Parlamentaria
CMC, GMC, y la
Conjunta
CCM, así como a
para
sugerencias
la
generación
Parlamento
normativa
Andino
proceso.
del
Promueve
armonización
la armonización de
de
La
versión
sureña
participa
directamente en la armonización; la
andina
se
limita
a
plantear
sugerencias
legislaciones
legislaciones
nacionales
Órgano formal de
la
Foro Consultivo
Económico-Social
(FCES)
estructura
organizativa
representa
sociales
Consultivo
que
Empresarial
los
Andino
sectores
económicos
93
a
Consejo
(Institución y no
y
un Órgano de la
CAN)
Emite
motus
opinión
o
El sureño es un órgano formal de la
cuando se (o solicita
institucionalidad. El andino es un
el CAMRE o la SG,
ente consultivo de las Instituciones
en materias de su
de apoyo
interés
propio
por
Órgano de apoyo
Hace veces del GMC
operativo,
sureño; ya que es el
responsable de la
prestación
Secretaría
de
Administrativa del
servicios
MERCOSUR (SAM)
demás órganos del
a
los
MERCOSUR.
La
encabeza
un
Secretaría
General
labor
ejecutivo:
formula
propuestas
de
decisión
al
CAMRE, administra el
proceso
de
Subsumido por el
resolver
controversias
desarrollan
CMC y GMC
la
entre
esos dos órganos.
Política
versus
órgano
ejecutivo. En el caso andino hace
las veces del GMC sureño
de
Los
interpretar normas
y
Apoyo operativo
integración
Director General
La
órgano
andinos
tienen
un
órgano
exclusivamente encargado de lo
Tribunal de
jurisdiccional;
Justicia de la
Órgano Jurisdiccional
Comunidad
los
sureños
comparten esas responsabilidades
en dos órganos superiores, y restan
Andina
importancia a controversias por la
del
figura del consenso
consenso
Fuente: GIACALONE, R. (2001). CAN-MERCOSUR a la sombra del ALCA. P. 72. Mérida: Editorial venezolana.
CUADRO 2
Diferencias de CAN y MERCOSUR en relación al Acuerdo Marco
CAN
Materia
Negociación tarifaria
Calendario para la liberalización
Tratamiento diferenciado
Reglas de origen
Reglas de base de carácter parcial
MERCOSUR
Versión detallada del programa de
desgravación tarifaria (carácter global)
Entre 15 y 18 años
Entre 12 y 15 años
Tratamiento diferenciado para los
No aceptó tratamiento diferenciado
países de menor desarrollo relativo
Contenido regional entre 40 % y 50
Único: con 60 % de insumos
% o regional del 60 % y uno
originarios nacionales
especial del 50 %, para Ecuador
Establecimiento de excepciones
Áreas sensibles
Defendió una consideración limitada
Contrario al establecimiento de
al establecimiento de excepciones
excepciones
Continuar con el tratamiento
Contrario al tratamiento especial,
especial de áreas sensibles
aunque en el caso de productos
(agrícola y automotor). En relación a
agrícolas estaban dispuestos a
los productos agrícolas no
otorgar concesiones provisorias
incorporados en preferencias
comerciales.
Mecanismo arbitral o régimen de
solución de controversias
Admisión temporaria de mercancías
Régimen de controversias desde el
Régimen de controversias a partir del
inicio del acuerdo
cuarto año
Solicitó que fuese definitiva
Sólo por cinco años
Fuente: GIACALONE, R. (1999). CAN-MERCOSUR a la sombra del ALCA – Elaborado con datos tomados de Grande y
Shutt y Hillcoat: 45.
94
Cuadro 3
Análisis Carlos Andrés Pérez II (1989-1993)
Temas de Política Exterior
Carlos Andrés Pérez II (1989-1993)
1.
Integración y cooperación subregional
La P.E. contribuyó a dar un nuevo impulso a la integración
2.
Implementación de una diplomacia comercial en
económica regional; se renovó el compromiso con la
lo bilateral y lo multilateral
defensa
3.
Mecanismos de alianzas estratégicas generales
concertación regional y se trabajo en la creación de medios
4.
Promoción de la Democracia
institucionales
5.
Temas económicos vinculados a la apertura
Colombia.
comercial y a la integración subregional
En conclusión una política activa de promoción de la
Reactivación de la Política Exterior en términos
democracia no debe confundirse con el protagonismo
de la coherencia del diseño y de la
sobredimensionado, pues el recurso de la democracia fue
implementación en términos burocráticos
utilizado para fortalecer la imagen de Venezuela y su poder
6.
y
promoción
para
democrática;
atender
la
se
agenda
impulsó
común
de influencia en América Latina.
Fuente: elaboración propia.
Cuadro 4
Análisis Rafael Eduardo Caldera II (1994 -1999)
Temas de Política Exterior
Rafael Eduardo Caldera II (1994-1999)
En su segundo período constitucional, intento recuperar
el
1.
equilibrio
con
viejos
criterios,
se
plantearon
Éticos: lucha contra la corrupción, oposición a
transacciones que a la postre resultarían imposibles de
bloqueos o embargos, enfrentamientos a los
cumplir (como la Carta de Intención con el Pueblo de
regimenes no democráticos, lucha por los
Venezuela, en lo relativo con el Fondo Monetario
Derechos Políticos, por la paz y la libertad, en
Internacional)
el ámbito internacional.
contraproducentes (como el acento geopolítico regional
o
de
consecuencias
finalmente
en las relaciones con Brasil, debilitando las relaciones
2.
Jurídicos: reafirmar el Derecho Internacional
con Colombia con los efectos que ello contribuiría a
como norma de conducta entre los Estados y
generar sobre la seguridad fronteriza y el conjunto de la
revalidar los principios de no intervención y
Comunidad Andina).
autodeterminación de los pueblos.
Básicamente, la Política Exterior sostuvo referencias
valorativas esencialmente democráticas.
Fue desplazado el objetivo venezolano de defensa y
3.
Sociales: Reconocimiento de los Derechos
promoción de la democracia(121)
Humanos y de la democracia sustentada en
anticorrupción.
un compromiso de solidaridad y justicia social.
No gozaba de una buena imagen internacional.
Resaltó
los
asuntos
bilaterales
por
el
de la
comerciales
y
fronterizos, especialmente moviéndose hacia nuevos
esquemas como el MERCOSUR y el CARICOM,
relegando a la Comunidad Andina.
Enfatizó a cerca del principio tradicional de no
intervención.
Fuente: elaboración propia.
95
la
con
Cuadro 5
Análisis Hugo Rafael Chávez (1999- ....)
Temas de Política Exterior(122)
Hugo Rafael Chávez (1999- ....)
A partir de 1999(123), Venezuela rompe con la
concepción de la política exterior con un proyecto
internacional democrático, es una etapa de trastorno y
abandono de la carga valorativa precedente. Además,
constituye una política exterior de retórica ambivalente
sustentada en el proyecto de revolución democrática, de
corte presidencialista y ministerial en sus primeros
momentos para luego dar paso al protagonismo
presidencial.
Desaparece el compromiso con la defensa y la
1.
EL
relanzamiento
de
la
diplomacia
promoción de la democracia y surge la concepción de la
comercial, económica y financiera
solidaridad entre los pueblos en la lucha por su
2.
La revitalización de la política de bloques
emancipación, así impulsa las coaliciones y alianzas
regionales
antiliberales
3.
Una política más audaz frente a actitudes
redireccionamiento hacia nuevos frentes especialmente
hegemónicas
con países de la EX-URSS y China.
Y la transformación de la estructura interna
Se mantiene la ambigüedad en materia de seguridad
de la Cancillería
regional y nacional(124).
4.
y
antinorteamericanas
y
el
La visión antiamericana la hace patente en que Chávez
ve en la asociación regional un correctivo al tutelaje de
Washington hacia los países sudamericanos. Con miras
a cristalizar el concepto de mundo multipolar sustentado
además en el fortalecimiento de la OPEP.
El gobierno bolivariano busco hacer de su política
exterior una política independiente y auténtica, en primer
factor se consolida con la promoción de la integración y
cooperación de los países de la región (con la utilización
de la llamada “Diplomacia comercial, económica y
financiera), y el segundo con la cancelación de la deuda
pública externa.
Fuente: Elaboración propia.
96
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A
Acuerdo comercial: Convenio, tratado o
cualquier otro acto vinculante por el cual
dos o más naciones se comprometen a
acatar condiciones especificas en su
intercambio comercial, lo cual incluye de
ordinario, concesiones mutuamente
benéficas.
Acuerdo multilateral: Compromiso
celebrado entre más de dos países,
aunque en la práctica su uso se
restringe a los acuerdos establecidos
entre las partes contratantes del GATT y
a los que hoy son miembros de la OMC.
Acuerdo de alcance parcial: Se refiere
a los acuerdos comerciales que no
abarcan la totalidad del universo
arancelario.
Acuerdo de Preferencias Fijas:
acuerdo por el cual dos partes
establecen un nivel determinado de
preferencias arancelarias que se
otorgan
mutuamente
para
la
importación.
Acuerdo general: Se refiere al acuerdo
general sobre aranceles aduaneros y
comercio, también conocido como
GATT, tanto en la versión del año 1947
como en la resultante el la ronda
Uruguay de negociaciones comerciales
multilaterales, también conocida como
GATT/94.
Acuerdo Marco: es un convenio jurídico
internacional entre dos o más Estados
en el que se establecen objetivos y
principios de carácter general, así como
110
Acceso a mercado: Capacidad de los
proveedores nacionales de bienes y
servicios para penetrar el mercado
correspondiente de otro país. El grado
de acceso del mercado externo depende
de la presencia y magnitud de las
barreras comerciales.
Actividad Económica: Objeto social
principal de toda persona natural o
jurídica.
Acumulado: Sumatoria de cifras de
Importaciones o Exportaciones o
Balanza Comercial según criterios
preestablecidos. Ejemplo: Importaciones
por
subpartida
arancelaria,
exportaciones por administración de
aduana y país de destino y balanza
comercial por capítulos y país.
Arancel: Es un impuesto o derecho de
aduana, que se cobra sobre una
mercancía cuando ésta se importa o
exporta.
Arancel aduanero: el arancel aduanero
está definido en los Tratados de Libre
comercio vigentes, y se refiere al
arancel que deben pagar los bienes en
la aduana de la parte importadora. Los
TLC definen este término en el capítulo
sobre acceso a los mercados de la
siguiente manera: arancel aduanero
incluye cualquier impuesto o arancel a la
importación y cualquier cargo de
cualquier tipo aplicado con relación a la
importación de bienes, incluida cualquier
forma de sobretasa o cargo adicional a
las importaciones, excepto: a. cualquier
cargo equivalente a un impuesto interno
establecido de conformidad con el
Artículo III:2 del GATT 1994, o cualquier
disposición equivalente de un acuerdo
sucesor del cual ambas Partes sean
parte, respecto a bienes similares,
competidores directos o sustitutos de la
Parte, o respecto a bienes a partir de los
cuales se haya manufacturado o
producido total o parcialmente el bien
importado;
b.
cualquier
derecho
antidumping o compensatorio que se
aplique de acuerdo con la legislación
interna de la Parte y no sea aplicada de
manera
incompatible
con
las
disposiciones del Capítulo M (Derechos
111
antidumping y compensatorios); c.
cualquier derecho u otro cargo
relacionado
con
la
importación,
proporcional al costo de los servicios
prestados;
y
d. cualquier prima ofrecida o recaudada
sobre bienes importados, derivada de
todo sistema de licitación, respecto a la
administración
de
restricciones
cuantitativas a la importación, de
aranceles cuota o niveles de preferencia
arancelaria.
Arancel ad valorem: Arancel que se
aplica en función al valor o como
porcentaje del valor de los bienes
autorizados en la aduana.
Arancel
específico:
Derecho
o
impuesto de aduana que se calcula a
razón de una suma monetaria
determinada por la cantidad del bien que
ingresa a un país, es decir, tantos
dólares por libra, etc., sin tomar en
cuenta el valor del artículo importado.
Arancel General: Se dice del arancel
que se aplica a las importaciones
provenientes desde países que no
gozan de tratamiento preferencial, es
decir, que no son socios comerciales de
la economía que establece dicho
impuesto aduanero.
Arancelización:
Consiste
en
el
reemplazo
de
las
barreras
no
arancelarias y para-arancelarias que se
le aplicaban a productos agropecuarios
por un arancel equivalente (ad-valorem
o específico) que ofrezcan un nivel de
protección similar al que ofrecían las
barreras no arancelarias.
Área de libre comercio: Se refiere a un
grupo de países entre los que se
eliminaron las barreras arancelarias y de
otra índole, no existiendo obstáculos
para el intercambio comercial para los
productos originarios de dichos países.
Apertura unilateral: Corresponde a la
política de liberalización económica que
un
país
emprende
de
manera
independiente reduciendo sus aranceles
a las importaciones que realiza desde el
resto del mundo.
Asimetría: Concepto utilizado en el
TLCN y acuerdos posteriores para
canalizar y compromiso de mayores
concesiones por parte de los países de
mayor desarrollo económico
con
respecto a los de menor desarrollo.
B
Barrera Comercial: Son aquellos
obstáculos impuestos a nivel nacional
que limitan el libre intercambio a fin de
proteger la economía tales como: tarifas,
cuotas, depósitos por importación, etc.
Balanza comercial: Cuenta de la
balanza de pagos de un país que
incluye solo el intercambio de bienes y
servicios.
112
Barreras no arancelarias: Medidas
distintas al arancel de importación
corriente, destinada a restringir o evitar
el ingreso al mercado nacional de
productos importados y que aplicadas
indebidamente se convierten en factores
de distorsión
al libre
comercio
internacional.
Barreras
arancelarias:
Son
impedimentos
formales
a
las
importaciones,
la
aplicación
de
aranceles a un producto de un país
dado con el fin de proteger a los
productores nacionales del mismo bien
o para desestimular la importación.
Bienes de Capital: Bienes de
producción, llamados también medios
de producción. La maquinaria y el
equipo que se emplea en la producción
conforman los bienes de capital.
Bienes No Transables: Bienes que no
son exportables ni están sujetos a la
competencia de bienes importados; sus
precios se los determina, mayormente,
por la oferta y la demanda en el
mercado interno.
Bloques comerciales: Conjunto de
países unidos con intención de competir
comercialmente con otro bloque.
C
Cantidad: Se refiere al número total de
unidades comerciales de la mercancía
contenida en la declaración de
importación
o
documento
de
exportación.
Cláusula
de
la
Nación
más
Favorecida: Cláusula insertada en los
acuerdos o tratados de comercio, en la
cual se estipula que todos los
beneficios, ventajas o franquicias de
cualquier genero
(en materia de
aranceles, transportes, tasas, etc.) que
conceda en el futuro a cualquier tercer
país uno de los contratantes, se harán
automáticamente extensivo a los otro
contratantes.
Cláusulas de Salvaguardia: Tienen por
finalidad posibilitar a los países la
adopción con carácter transitorio de
medidas
de
diversa
naturaleza
tendientes
a
contra
restar
consecuencias
indeseables para su
economía
(ejemplo,
exceso
de
importaciones en un país provenientes
de otros que pudieren ocasionar u
ocasiones daños a distintos sectores de
su economía, viéndose ese país en la
necesidad de reducir o suprimir dichas
importaciones.
Compensaciones o subsidios a la
Exportación: (Drawback, Reintegros y
Reembolsos). Auxilio directo que da el
Estado a determinadas industrias
singulares, consideradas en inferioridad
de condiciones para ir a los mercados
extranjeros, por razón de las pesadas
cargas tributarias que han de soportar,
por alguna deficiencia en el costo de
producción o cualquier otra causa que
produzca análogos efectos a la situación
de la industria en su capacidad para
exportar.
Convenio: Acuerdo internacional de
comercio exterior que Colombia ha
suscrito con otros países o con las
diferentes
zonas
geoeconómicas
existentes.
113
Competitividad: Proceso integral, de
carácter estructural, sistémico, y de
naturaleza muy dinámica, que se
manifiesta en la capacidad que tiene el
aparato productivo de un país para
captar, mantener e incrementar su
participación en mercados nacionales,
regionales e internacionales.
Contracción de la economía: Paso de
la economía hacia un nivel menor del
ingreso y el empleo.
Crecimiento económico: Aumento, a
través del tiempo, del valor de las
variables macroeconómicas básicas de
una sociedad, como el ahorro, la
inversión, el ingreso y el empleo.
Déficit
comercial:
En
general
representan un exceso de la demanda.
En la balanza de pagos, situación en la
que el valor de las importaciones es
mayor que el de las exportaciones de
bienes y servicios de un país.
D
Depreciación: Uso efectivo de recursos
productivos durante el proceso de
producción, se le denomina consumo de
capital. En materia de política monetaria,
la depreciación se refiere a reducir el
valor de la moneda nacional con
respecto al dólar a fin de incentivar las
exportaciones.
Desarrollo
económico:
Proceso
mediante y durante el cual mejora la
calidad de vida de la sociedad
económicamente, es decir que el país o
nación está percibiendo mayores
ingresos, realiza inversiones.
base del Acuerdo de Complementación
Económica Nro. 35, y Bolivia sobre la
base del Acuerdo de Complementación
Económica Nro. 36.
G
Desempleo: Existencia de capacidad
productiva ociosa en una economía.
Incapacidad económica para utilizar la
fuerza de trabajo existente en un país.
Desmantelamiento: En el marco de las
negociaciones
comerciales
multilaterales de la Ronda Uruguay, el
término desmantelamiento se refirió a la
eliminación, de las medidas de
restricción al comercio y los subsidios a
la producción y la exportación.
Desviación
del
Comercio:
Readecuación de los flujos del
comercio, al entrar en vigencia un
Acuerdo de liberación Comercial.
Divisa: Moneda extranjera referida a la
unidad monetaria del país que se trata.
E
Exportación: Desde un punto de vista
comercial se entiende por tal la salida de
una mercancía de un territorio aduanero,
ya sea en forma temporal o definitiva.
Estado Asociado: estatus otorgados a
los países que hayan suscripto
Acuerdos de Libre Comercio con el
MERCOSUR. Hasta el momento los
Estados Asociados son: Chile, sobre la
114
Gravámenes Arancelarios: Son los
derechos contemplados en el Arancel de
Aduanas.
GATT: General Agreement on Tariffs
and
Trade:
Este
organismo
intergubernamental, al que ha sucedido
la Organización Mundial del Comercio
(OMC)
y
que
organizaba
las
negociaciones para la liberalización del
comercio mundial, velaba por el sistema
comercial multilateral y, en particular,
por el principio de no discriminación, que
rige las relaciones comerciales de las
Partes
Contratantes,
principio
comúnmente denominado "cláusula de
la nación más favorecida" (NMF).
Grupo Andino: Agrupación regional
formada por Bolivia, Colombia, Ecuador,
Perú y Venezuela.
Globalización: Proceso dentro del cual
la universalización de la información y la
reducción significativa de sus costos y el
del transporte permiten que las
decisiones empresariales trasciendan
las fronteras, desarrollándose las
mismas en función de ofertas y
demandas comerciales provenientes de
la mayoría de los países del globo
terrestre. Como parte del proceso se
produce también una reducción de las
trabas al comercio internacional y con la
consiguiente liberalización.
I
Importación: Se refiere a la entrada de
mercancías de procedencia extranjera
en un territorio aduanero.
Integración Económica: Proceso de
reducción de barreras económicas e
implementación de acuerdos entre
varios países a fin de ampliar sus
mercados y aumentar su grado de
interrelación. De acuerdo con el nivel de
interrelación, un proceso de integración
pasa por varias etapas: zona de libre
comercio, unión aduanera, mercado
común, unión económica, y unión
monetaria.
M
Mercancía: Todo bien clasificable en el
arancel de aduanas susceptible de ser
transportado y sujeto a un régimen
aduanero.
Mercado: En el lenguaje común se
entiende por mercado un lugar –que
puede ser una plaza o un edificio- donde
se vende y se compra determinado
bienes y se contrata algunos servicios,
con intervención o no de intermediarios,
por tanto el mercado es un elemento
necesario
de
toda
organización
económica fundada en la división del
trabajo y sobre el cambio. De ese
concepto de mercado concentrado en
un área (o edificio) determinada, se
pasa a la idea de “ámbito geográfico”
que comprende las áreas de producción,
de recolección, de distribución y de
consumo del producto en sentido
económico, que puede tener una
amplitud local o regional, nacional e
internacional .Existen también otros
mercados, como el financiero o mercado
de capitales, el mercado de trabajo, el
mercado monetario, entre otros, que
115
presentan características y finalidades
algo distintas del mercado de productos.
Mercado Común: Denominase así la
eliminación de las barreras al comercio
entre un grupo de países, para que los
productos de cada uno de ellos tenga
libre acceso al interior de los demás
como si fuera su propio territorio, sin
mas costo adicional que el transporte.
Para los efectos del comercio entre
estos países y también con el resto del
mundo, todos los que formen el grupo
constituyen un solo territorio o mercado,
con una tarifa aduanera externa
uniforme respecto de los demás.
MERCOSUR: Mercado común de
América del Sur. Agrupación regional
formada por Argentina; Brasil, Paraguay
y Uruguay. El día 26 de marzo de 1991,
en la ciudad de Asunción del Paraguay
se firma el “Tratado de Asunción” para
lo Constitución de un Mercado Común
entre estos países.
N
Negociaciones comerciales
multilaterales: Corresponden al
proceso de apertura que buscan tres o
más partes.
Mercado Común: es una forma de
integración económica de dos o más
países que, además de constituirse en
un solo territorio aduanero, armonizan
sus
políticas
macroeconómicas,
resultando en un mercado sin barreras
en el que circulan libremente bienes,
personas y capitales.
Norma MERCOSUR: se denomina a
todas las Decisiones del CMC,
Resoluciones del GMC y Directivas de la
CCM.
O
Organización Mundial de Comercio
(OMC): Es una instancia multilateral que
reúne a más de 130 países que se
establece en la Reunión Ministerial de
Marrakech (acuerdo sobre la OMC) en
1994. Con el establecimiento de este
Acuerdo se establece un marco común
para los acuerdos de comercio que
venían negociándose desde la época de
la Segunda Guerra Mundial, en
particular el Acuerdo sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio (GATT). La OMC
regula el comercio de bienes y servicios
de sus miembros, además de la
propiedad intelectual, a diferencia del
GATT que únicamente se aplicaba al
comercio de bienes. La OMC es
reconocida como un marco jurídico más
fuerte y claro que incluye mecanismos
de solución de controversias más eficaz
y fiable, reduce aranceles en un 40% y
los acuerdos más amplios de apertura
de mercados y establece un marco
multilateral de disciplinas para el
comercio de servicios y para la
protección de los derechos de propiedad
intelectual relacionados con el comercio,
así como el reforzamiento de los
sectores textiles y agropecuarios.
P
País
miembro:
Antiguamente
denominado Parte Contratante, se
refiere a un país que forma parte de la
Organización Mundial del Comercio
(OMC).
Presidencia Pro Tempore: período
semestral por el cual uno de los Estados
Parte del MERCOSUR, en orden
116
alfabético, coordina el desarrollo de las
negociaciones y trabajos.
Tratado
de
Asunción:
acuerdo
suscripto
por
Argentina,
Brasil,
Paraguay y Uruguay el 26 de marzo de
1991 por el cual se fija las bases para la
constitución del MERCADO COMUN
DEL SUR (MERCOSUR). El mismo
entró en vigencia el 29 de noviembre de
1992. El Artículo 2 establece: La libre
circulación de bienes, servicios y
factores productivos entre los países, a
través, entre otros, de la eliminación de
los derechos aduaneros y restricciones
no arancelarias a la circulación de
mercaderías y de cualquier otra medida
equivalente; El establecimiento de un
arancel externo común y la adopción de
una política comercial común con
relación
a
terceros
Estados
o
agrupaciones
de
Estados
y
la
coordinación de posiciones en foros
económico-comerciales regionales e
internacionales; La coordinación de
políticas macroeconómicas y sectoriales
entre los Estados Partes: de comercio
exterior, agrícola, industrial, fiscal,
monetaria, cambiaria y de capitales, de
servicios, aduanera, de transportes y
comunicaciones y otras que se
acuerden, a fin de asegurar condiciones
adecuadas de competencia entre los
Estados Partes; El compromiso de los
Estados Partes de armonizar sus
legislaciones en las áreas pertinentes,
para lograr el fortalecimiento del proceso
de integración.
Protocolo de Ouro Preto: acuerdo
suscrito el 17 diciembre de 1994 en la
Ouro Preto (Minas Gerais-Brasil) por el
cual se establece la Estructura Orgánica
del MERCOSUR, las Fuentes Jurídicas
del MERCOSUR, Sistema de Toma de
Decisiones, Aplicación Interna de las
Normas Emanadas de los Órganos del
MERCOSUR y Personalidad Jurídica
Internacional.
Protocolo de Brasilia: acuerdo por el
cual se establece el Mecanismo de
Solución de Controversias suscripto el
17 de diciembre de 1991 para las
controversias que surgieran entre los
cuatro Estados Partes sobre la
interpretación,
aplicación
o
incumplimiento de las disposiciones
contenidas en el Tratado de Asunción,
de los acuerdos celebrados en el marco
del mismo, así como de las decisiones
del Consejo del Mercado Común y de
las resoluciones del Grupo Mercado
Común, serán sometidas a los
procedimientos de solución establecidos
en el presente Protocolo" (artículo 1).
Procotolo de Olivos: acuerdo por el
cual se establece un nuevo Mecanismo
de Solución de Controversias, suscripto
el 18 de febrero de 2002 en la Quinta
Presidencial de Olivos1, y que
reemplazará al Protocolo de Brasilia
cuando sea ratificado por los cuatro
Estados Partes del MERCOSUR.
Período: Unidad de tiempo (año,
semestre, trimestre, mes) utilizado para
presentar
la
información
de
importaciones, exportaciones y balanza
comercial.
Peso Bruto: Es la unidad de medida de
la mercancía expresada en Kilogramos,
incluyendo el embalaje.
117
Peso Neto: Es la unidad de medida de
la mercancía expresada en Kilogramos,
sin incluir el embalaje.
Productos Básicos: (Commodities) son
aquellos productos agrícolas, ganaderos
o de la minería que no tienen o no han
sufrido
mayores
tratamientos
industriales.
R
Restricciones
o
Prohibiciones
Aduaneras: A las franquicias aduaneras
se les suele oponer numerosos
procedimientos de restricciones del
comercio de importación y exportación;
estas prohibiciones
pueden ser
generales, limitadas, permanentes o
temporales, se explican por diversas
finalidades: fiscales, protección industrial
o comercial, protección de la salud
pública, defensa de la propiedad
intelectual o artística, etc.
Reciprocidad: Intercambio mutuo de
concesiones comerciales.
Retorsión: Hay retorsión cuando un
Estado aplica a otro Estado la misma
restricción o prohibición que éste, en
uso de un derecho, ha aplicado en
detrimento de los intereses de aquél.
Ronda Uruguay: La última de las
grandes negociaciones celebrada bajo
los auspicios del GATT con el fin de
liberalizar el comercio mundial de bienes
y de servicios. Se inició en Punta del
Este (Uruguay) en 1986 y se concluyó
en Marraquech en 1995. Fue mucho
más ambiciosa que sus antecesoras
(Ronde Dillon, Ronda Kennedy, Ronda
Tokio), puesto que superó con creces el
objetivo tradicional y primordial del
desmantelamiento arancelario y procuró,
por otra parte, una mayor integración de
los países en desarrollo en el sistema
comercial multilateral. Dio nacimiento a
la OMC.
S
Sistema
Armonizado:
Sistema
armonizado
de
designación
y
clasificación de las mercancías. Nueva
nomenclatura
universal
de
las
mercancías adoptada por el Consejo de
Cooperación Aduanera y aplicada por la
mayoría de los países del mundo.
Sistema Generalizado de Preferencias
(SGP): Acuerdo internacional negociado
bajo los auspicios de la UNCTAD, en
virtud del cual los países desarrollados
conceden preferencias arancelarias
temporales y no recíprocas a las
importaciones de los países en
desarrollo.
Subsidio o Subvención: Beneficio
económico que un gobierno otorga a los
productores de ciertos bienes o servicios
o a los consumidores, a menudo para
fortalecer la posición competitiva de
esas empresas o la capacidad
adquisitiva de los consumidores. El
subsidio puede ser directo (Una
donación o transferencia en efectivo) o
indirecto (Créditos a la exportación, con
intereses bajos y garantizados por una
agencia del gobierno).
Sistema
de
Mercado:
Modelo
económico que descansa en los precios
118
como mecanismo de asignación de
recursos.
Subpartida
Arancelaria:
Es
la
prolongación razonable y lógica de la
Nomenclatura Arancelaria del Sistema
Armonizado utilizada en Colombia, su
código numérico consta de 10 dígitos.
T
Trato Nacional: Esta disposición se
deriva del GATT y lo que quiere decir,
básicamente, es que los bienes y
servicios extranjeros deben recibir igual
trato que los similares nacionales.
Transparencia: Término utilizado para
denominar el conjunto de nuevas
disciplinas comerciales de la OMC así
como los nuevos Tratados de libre
Comercio, bilaterales y multilaterales y
que tienen relación con la obligación de
los Países Miembros de anunciar con
debida antelación, la medida de política
comercial o de restricción al comercio
que van a aplicar así como de notificar,
sobre todo en el caso de la OMC, toda
medida de política nacional que incida
en el comercio internacional.
U
Unión Aduanera: Grupo de naciones
que han eliminado los aranceles- y a
veces también otras barreras que les
impide comerciar entre sí- y que aplica
un arancel externo común a los bienes
importados de los países ajenos a la
agrupación.
Valor CIF: Término de comercialización
internacional que indica el precio de la
mercancía incluyendo el costo, seguro y
fletes.
V
Valor
FOB:
Término
de
comercialización
internacional
que
indica el precio de la mercancía a bordo
de la nave o aeronave (Free on Board).
Esto no incluye fletes, seguros y otros
gastos de manipulación después de
embarcada la mercancía.
Ventajas Comparativas: Concepto de
importancia capital en la teoría del
Comercio Internacional, según el cual un
país o región e debe especializar en la
producción y exportación de aquellos
bienes y servicios que sea capaz de
producir con más eficiencia relativa que
otros bienes y servicios, y debe importar
los bienes y servicios en los cuales
tenga una desventaja comparativa.
119
Ventaja
Competitiva:
Concepto
moderno de las ventajas comparativas
que, además de las ventajas naturales
de que dispone un país para participar
en el comercio internacional, incorpora
una serie de elementos que definen la
posibilidad
real
de
inserción
internacional. Entre otros la organización
y nivel de los servicios de apoyo al
comercio, las capacidades gerenciales,
la organización pública y privada para el
desarrollo del comercio.
Z
Zona Económica: Es la agrupación
geográfica por Departamentos. De
acuerdo con lo anterior el país se divide
en las siguientes Zonas: Amazonía,
Andina, Caribe, Llanos Orientales y
Pacífica.
Zona Neoeconómica: Hace referencia
a la creación mediante convenios y
acuerdos, de grupos de países y
bloques económicos regionales.
INDICE DE ABREVIATURAS Y SIGLAS
Abreviatura
120
Término
AEC
Arancel Externo Común
ALADI
Asociación Latinoamericana de Integración
ALALC
Asociación Latinoamericana de Libre Comercio
ALCA
Área de Libre Comercio de las Américas
ALCSA
Área de Libre Comercio de Sudamérica
APEC
Cooperación Económica del Asia Pacífico
ASEAN
Asociación de Países del Sureste Asiático
ATPA
Andean Trade Preference Agreement (Ley de Preferencias Arancelarias
Andinas)
BANCOEX
Banco de Comercio Exterior de Venezuela
BNA
Barreras No Arancelarias
CAF
Corporación Andina de Comercio
CAMRE
Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores
CAN
Comunidad Andina de Naciones (Ex Pacto Andino)
CMC
Consejo Mercado Común
CNI
Confederación Nacional de Industrias del Brasil
CPC
Comisión Parlamentaria Andina
EE.UU.
Estados Unidos de América
FMI
Fondo Monetario Internacional
GMC
Grupo Mercado Común
G3
Grupo de los Tres (Colombia, México y Venezuela).
MCCA
Mercado Común Centroamericano
MERCOSUR
Mercado Común del Sur
MRE
Ministerio de Relaciones Exteriores
NANDINA
Nomenclatura común del comercio de bienes en CAN
OMC
Organización Mundial del Comercio
OSD
Órgano de Solución de Controversias
OPEP
Organización de Países Exportadores de Petróleo
PBI
Productos Bruto Interno
PEC
Política Exterior Común
PETROBRAS
Petróleos de Brasil
PDVSA
Petróleos de Venezuela
RR.II
Relaciones Internacionales
RR.EE
Relaciones Exteriores
SAI
Sistema Andino de Integración
SELA
Sistema Económico Latinoamericano
SGP
Sistema Generalizado de Preferencias
UE
Unión Europea
URSS
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
NOTAS
1
Abogado de la Universidad Santa María. Especialista en Derecho y Política
Internacionales y Funcionaria – Abogado IV de la Comisión Antidumping y sobre
Subsidios venezolana.
2
Picón, M. (1998).Notas sobre el problema de nuestra cultura. En Suma de Venezuela
(Biblioteca Mariano Picón Salas, tomo II). Caracas: Monteávila Editores. Pp. 115-116.
3
Secretaría General de la Comunidad Andina. (2001). El Futuro de la integración política
andina: reflexiones de la Secretaría General. Documentos de la Secretaría General.
Anexo 2: El acervo político de la integración andina. Perú: CAN.
4
Firmada el 16 de agosto de 1966 por Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, y
más tarde suscrita por Bolivia.
5
Suscribe el Acuerdo de Cartagena a través del Decreto Ley 08995 del 6 de noviembre
de 1969, ratificando dicho acuerdo.
6
En el caso colombiano, el entonces Presidente de la República pretendió dar
aprobación al Pacto Andino mediante un decreto de carácter legislativo (Nº 1245 de
1969), el cual fue demandado en acción pública de inconstitucionalidad ante la Corte
Suprema de Justicia de ese país, a quien entonces le correspondía la función de ser
guardiana de la Constitución Política de Colombia, y en consecuencia, conocer de las
demandas de inconstitucionalidad instauradas contra normas jurídicas internas de ese
país. Sostuvo el demandante que el Pacto Andino era un convenio internacional
independiente y no un simple acuerdo complementario en desarrollo del Tratado de
Montevideo, como el Gobierno había supuesto al no someter su aprobación al Congreso
(artículo 120-20 de la Constitución –La Constitución Política de Colombia, que provenía
de 1886, fue sustituida en 1991-). La Corte Suprema de Colombia con ponencia del
Magistrado José Gabriel de la Vega, dio la razón al demandante, aunque finalmente
declaró inhibida, de acuerdo con la jurisprudencia entonces imperante según la cual “La
Corte es juez de la constitucionalidad de los actos de derecho público interno que
121
enumera el artículo 214 de la Carta Política, y no de actos internacionales, para cuyo
juzgamiento, aunque contenga elementos jurídicos de índole interna, carece de
jurisdicción.” En ese oportunidad dijo la Corte Suprema de Colombia: “(vi) El Pacto
Andino y el derecho comunitario.-Ni se diga que existe un derecho de las comunidades
internacionales, conforme al cual ciertas estipulaciones de tipo económico consagradas
en pactos multilaterales, por elásticas, dan vida, así como así, a organizaciones
diferentes y les confieren poderes superiores a los que son ajenos de ordinario a los
Estados, aisladamente considerados, en el manejo de sus asuntos exteriores. No; ese
derecho no existe, ni por semejas. Algunas asociaciones económicas, cuya comprensión
abarca varios países y constituye ámbito regional, tan conocidas en los días que corren
gozan de naturaleza por sí mismos, sin que siempre sea menester la intervención de los
países miembros para imprimir eficacia a tales vínculos. Pero ello solo curre cuando se
han celebrados pactos, muy expresos, muy precisos, atributivos de competencias
determinadas a una respectiva fuente. Los cuerpos supranacionales derivan de
instrumentos voluntarios suscritos por los Estados que lo integran. No es dable trasladar
capacidades de una institución a otra, a talanquera y gusto de los intérpretes. (…) si ante
los demás Estados partes del Acuerdo de Cartagena la ratificación de Colombia es
válida e invulnerable, el Acuerdo no rige en el derecho interno de Colombia, pues el acto
aprobatorio fue irregularmente expedido.” Tomado de: URIBE R., Fernando. El Derecho
de la integración en el Grupo Andino. Publicación del Tribunal de Justicia del Acuerdo de
Cartagena, 1990, páginas 57 y siguientes. Posteriormente, en cumplimiento de lo
dispuesto por la Corte Suprema de Justicia, en la sentencia antes comentada, el
Gobierno colombiano sancionó la Ley 8ª de 1973, por la cual el Congreso de la
República ratificó el Acuerdo de Cartagena. Tomado de: TANGARIFE, M. (2001). La
Supranacionalidad en el Constitucionalismo Latinoamericano: El caso de los Países
Miembros de la Comunidad Andina. Lima: Publicación de la Secretaría General de la
Comunidad Andina, páginas 121 a la 123.
7
Chile: Ratificó el Acuerdo de Cartagena a través del Decreto 428 de 30 de julio de
1969. Tomado de: INSTITUTO PARA LA INTEGRACIÓN DE AMÉRICA LATINA
(INTAL). Historia documental del Acuerdo de Cartagena. Junta del Acuerdo de
Cartagena, 1974. Op. Cit., página 187. Posteriormente, se retiró del Acuerdo de
Cartagena el 30 de octubre de 1976. Tomado de: TANGARIFE, M. (2001). La
Supranacionalidad en el Constitucionalismo Latinoamericano: El caso de los Países
Miembros de la Comunidad Andina. Lima: Publicación de la Secretaría General de la
Comunidad Andina, página 122.
8
Ecuador: Profiere el Decreto Ejecutivo 1932 del 24 de octubre de 1969, previo trámite
ante el Congreso Nacional. Tomado de: TANGARIFE, M. (2001). La Supranacionalidad
en el Constitucionalismo Latinoamericano: El caso de los Países Miembros de la
Comunidad Andina. Lima: Publicación de la Secretaría General de la Comunidad
Andina, página 123.
9
Perú: Expidió el Decreto Ley 17851 del 14 de octubre de 1969 para ratificar el Acuerdo
de Cartagena. Tomado de: TANGARIFE, M. (2001). La Supranacionalidad en el
Constitucionalismo Latinoamericano: El caso de los Países Miembros de la Comunidad
122
Andina. Lima: Publicación de la Secretaría General de la Comunidad Andina, página
123.
10
Decisión 1 Designación del Acuerdo de Integración Subregional con el Nombre de
Acuerdo de Cartagena.
11
Bolivia: La Constitución boliviana de 1967 -reformada en 1994- no hace una mención
expresa al fenómeno de la integración, pero sí hace referencia a las facultades que tiene
el Presidente de la República de negociar y suscribir tratados internacionales y al trámite
que corresponde adelantar al Congreso de la República. Asimismo, existe en la Carta
Política de Bolivia una prohibición de delegar atribuciones encomendadas a los poderes
públicos, que pueden alcanzar a organismos internacionales como la Comunidad
Andina. En las normas de la Constitución de Bolivia, no existe norma constitucional que
formule criterios en virtud de los cuales dicho Estado puede formar parte del proceso de
integración andino. Esta situación no ha generado hasta la fecha dificultades, sin
embargo, deja en evidencia la necesidad de armonizar el texto constitucional con los
propósitos que Bolivia pretende alcanzar a través de la integración andina. Tomado de:
TANGARIFE, M. (2001). La Supranacionalidad en el Constitucionalismo
Latinoamericano: El caso de los Países Miembros de la Comunidad Andina. Lima:
Publicación de la Secretaría General de la Comunidad Andina, página 123.
12
Venezuela: Posteriormente, se incorporó Venezuela mediante la Ley aprobatoria del
Acuerdo Integración Subregional o Acuerdo de Cartagena, publicada en la Gaceta
Oficial de la República 1620 Extraordinario del 1º de noviembre de 1973. Cabe destacar
que los demás Países Miembros también procedieron a la ratificación del Instrumento
Adicional al Acuerdo de Cartagena para la adhesión de Venezuela bajo el denominado
“Consenso de Lima del 13 de febrero de 1973”, que dio lugar a la Decisión 70 que
contiene las condiciones para la adhesión de Venezuela al Acuerdo”. Tomado de:
TANGARIFE, M. (2001). La Supranacionalidad en el Constitucionalismo
Latinoamericano: El caso de los Países Miembros de la Comunidad Andina. Lima:
Publicación de la Secretaría General de la Comunidad Andina.
13
La Corporación Andina de Fomento (CAF) fue constituida antes de la firma del
Acuerdo de Cartagena, el 7 de febrero de 1968, e inició sus operaciones el 8 de junio de
1970. Participaron Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile, Perú y Venezuela. Chile se retiró
de la misma en 1976.
14
Decisión 11 Participación de Observadores en las Reuniones de la Comisión,
adoptada del 9 al 13 de marzo de 1970. Lima, Perú; Decisión 13 Participación de
Venezuela en las Reuniones Relacionadas con el Proceso de Integración Subregional,
adoptada del 13 al 17 de julio de 1970, Lima, Perú; Decisión 21 Participación de
Venezuela en las Reuniones Relacionadas con el Proceso de Integración Subregional,
adoptada del 14 al 31 de diciembre de 1970, Lima, Perú; Decisión 35 Creación de un
Grupo de Trabajo Integrado por Representantes de los Países Miembros y de
Venezuela, adoptada del 8 al 10 de marzo de 1971, Lima, Perú y Decisión 42
123
Incorporación de Venezuela al Acuerdo de Cartagena, adoptada del 8 al 16 de
noviembre de 1971, Lima, Perú.
15
MALDONADO L., Héctor. El ingreso de Venezuela. Publicación de la Secretaría
General de la Comunidad Andina 2001, páginas 48 y 49.
16
Instrumento Adicional al Acuerdo de Cartagena para la Adhesión de Venezuela.
Decisión 70 Condiciones para la Adhesión de Venezuela al Acuerdo (crf. nota nº 49 {D
42} y el Consenso de Lima, adoptados el 13 de febrero de 1973, Lima, Perú.
17
MALDONADO, H. (1999). La evolución legislativa. Publicación de la Secretaría
General de la Comunidad Andina. Lima: CAN, páginas de la 33 a la 142.
18
Protocolo Adicional al Acuerdo de Cartagena 5 de octubre de 1976, Lima, Perú y
Decisión 102 (cfr. Notas nº 40 {D 57} y 53 {D 91}Cese para Chile de los Derechos y
Obligaciones Derivados del Acuerdo de Cartagena, adoptada el 4 de agosto y 30 de
octubre de 1976, Lima, Perú.
19
MALDONADO, H. (2001). El retiro de Chile y el Protocolo de Lima. Publicación de la
Secretaría General de la Comunidad Andina. Lima: Comunidad Andina. Pp. de la 52 a la
54.
20
Protocolo de Lima Adicional al Acuerdo de Cartagena, adoptado el 30 de octubre de
1976, Lima, Perú. Decisión 100 Recomendación de Suscripción del Protocolo de Lima
Adicional al Acuerdo de Cartagena, adoptada del 28 de febrero al 3 de marzo, el 30 de
marzo y del 6 al 9 de abril de 1976, Lima, Perú.
21
Régimen Común de Tratamiento a los Capitales Extranjeros y sobre Marcas,
Patentes, Licencias y Regalías, adoptada del 14 al 31 de diciembre de 1970, Lima, Perú.
22
Ídem Nota 1. Inicios.
23
Actual Secretario General de la Comunidad Andina. Decisión 568, adopatada el 14 de
noviembre de 2003. en santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
24
GARCÍA, J. (2004).Integración Andina: 35 Años Después. Revista Caretas. Lima.
25
Los antecedentes del proceso de integración andina se encuentran plasmados en el
documento denominado Declaración de Bogotá suscrito en 1966 y en la Declaración de
los Presidentes de América suscrita en abril de 1967.
26
27
En 1995.
ROSELL, M. (1999). Marco Institucional y Seguridad Jurídica de la Comunidad
Andina. Lima, Perú.
124
28
Suscrita en noviembre de 1985. Se consolida la Integración Argentina-Brasil.
29
Tratado de Asunción, suscrito el 26 de marzo de 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay
y Uruguay, que establece el MERCOSUR, tuvo por objetivo la constitución una Unión
Aduanera a partir del 1º de enero de 1995. Los cuatro países del Mercosur contienen
cláusulas constitucionales de cara a la integración permitiendo la delegación de
atribuciones. Al realizar el análisis debemos dividir las cuatro constituciones en dos
grupos: el primero formado por las cartas de Argentina y Paraguay, cuyos textos sin
duda alguna no ofrecen ninguna dificultad para llegar a la conclusión de que permiten
transferencia de competencias. El segundo grupo engloba a los dos países restantes
(Brasil y Uruguay) que tienen cláusulas que se prestan a varias interpretaciones:
- ARGENTINA: Establece en su constitución, artículo 75 incisos 22 y 24, en lo que
respecta al inciso 22, este regula la competencia que tiene el poder legislativo de
aprobar o desaprobar tratados internacionales; lo importante es que esta norma
constitucional expresamente atribuye primacía a los tratados sobre las leyes internas. En
cuanto al inciso 24, el cual regula las atribuciones del Congreso de la Nación y
expresamente fija que es facultad del parlamento aprobar tratados de integración que
deleguen competencias legislativas y jurisdiccionales a órganos supraestatales. La
disposición condiciona tal aprobación a que los instrumentos respeten el orden
democrático, además de ser firmados en condiciones de reciprocidad e igualdad de
derechos. Como se ve, el texto habilita, en forma clara, la transferencia de competencias
legislativas y ejecutivas hacia un eventual órgano que pueda tener capacidad para crear
derecho. El inciso también confiere, expresamente, la facultad de delegar atribuciones
jurisdiccionales y en forma explícita prescribe que el derecho derivado de los tratados de
integración tienen primacía sobre las leyes.
- PARAGUAY: La constitución de 1992 de Paraguay, constituye uno de los textos más
claros en materia de integración que posee el grupo de constitución de los Estados Parte
del Mercosur. La misma contiene un capítulo expreso que regula las relaciones del
derecho interno con respecto al derecho internacional.
- BRASIL: Esta constitución dispone una cláusula de habilitación en materia de
integración que está regulada en el artículo 4, párrafo único. Bajo este artículo, el
mandato es impulsar la integración, colocando en la cabeza a los tres poderes del
estado, es un principio fundamental, por lo tanto si el país firma un tratado que busca la
integración económica para llegar un mercado común, y siendo como sabemos que la
conformación de un mercado común no se logra sin transferencia de competencias, por
fuerza de este principio constitucional la carta magna brasileña estaría habilitando la
delegación de atribuciones hacia órganos comunitarios.
- URUGUAY: Esta constitución tiene su cláusula de habilitación en el artículo 6º, párrafo
primero y segundo. Tomado de: PEROTI, Alejandro. La Supranacionalidad en el
Constitucionalismo Latinoamericano: Caso Mercosur. Publicación de la Secretaría
General de la Comunidad Andina, páginas de la 136 a la 140. Lima, Perú. Julio de 2001.
30
Protocolo de Ouro Preto, suscrito el 17 de diciembre de 1994, establece el cuadro
institucional que rige la marcha del proceso a partir 1º de enero de 1995 y confiere
personalidad jurídica internacional al MERCOSUR, dotándolo de representación externa
y capacidad para negociar y obligarse ante terceros países o grupos de países.
125
31
Fase superior a la que representan las zonas de libre comercio porque van más allá
de la eliminación de aranceles entre sus socios y porque implican el logro de políticas
comerciales comunes.
32
Aprobado en el VIII Consejo Presidencial Andino.
33
Fue instituido el 12 de noviembre de 1979.
34
Se constituyó el 25 de octubre de 1979, en La Paz, Bolivia.
35
Decisión 176 Creación del Consejo Consultivo Laboral Andino, adoptadas de 24 al 28
de enero de 1983, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
36
En 1991.
37
Suscrito el 26 de octubre de 1973, en Caracas, Venezuela.
38
El Tribunal de Justicia del Acuerdo de Cartagena fue creado el 28 de mayo de 1979
en Cartagena, Colombia. Decisión 184 Estatuto del Tribunal de Justicia del Acuerdo de
Cartagena, adoptada el 19 de agosto de 1983, y el Reglamento Interno del Tribunal de
Justicia del Acuerdo de Cartagena, adoptado por el mismo el 9 de mayo de 1984. De
este modo se confirió autonomía al ordenamiento Jurídico del Acuerdo al señalar que
este tratado y el Acuerdo de Cartagena tendrían vigencia independiente del Tratado de
Montevideo, determinar los elementos que integran al ordenamiento jurídico andino y
consagrar el principio de aplicabilidad directa de las decisiones de la Comisión.
39
Los Acuerdos de Tercera Generación fueron aquellos que aparecieron en el escenario
internacional en la década de los 90’, tratando de responder al nuevo escenario
internacional y a los nuevos retos de la democracia, el desarrollo y la globalización. La
cooperación se ordena en base a dos ejes, que son la ayuda al desarrollo de los países
menos desarrollados y la cooperación económica y comercial con los países más
avanzados.
Estos acuerdos de cooperación, de nivel bilateral o subregional, se firman, en 1990, con
Argentina y Chile, en 1991, con Uruguay y México, en 1992, con Paraguay y Brasil, y
finalmente, en 1993, con Centroamérica y el grupo Andino, con particularidades según
países y regiones. Con ellos, la Unión Europea ha completado, en los casos de Chile y
Paraguay, o renovado, según los casos, su red de acuerdos de cooperación con todos
los países latinoamericanos, con la excepción de Cuba. Además de los citados hay otros
acuerdos bilaterales de carácter sectorial.
Sus características más importantes son las siguientes:
En primer lugar, la fundamentación democrática de la cooperación. Que se concreta en
la inclusión de una “cláusula democrática”, que expresa un compromiso común e
institucionalizado con la democracia, y supone que en caso de violación la Unión
Europea se reserva el derecho de suspender sus programas de cooperación. Esta
cláusula se introdujo por primera vez en el acuerdo marco de cooperación comercial y
económica suscrito entre la Unión Europea y Argentina, el 2 de abril de 1990, a petición
126
de la propia Argentina, y se ha repetido en todos los demás acuerdos de tercera
generación suscritos posteriormente con los distintos países y subregiones
latinoamericanas, con la única excepción del firmado en México, que no recoge dicha
cláusula.
Segundo, la incorporación de una “cláusula evolutiva”, según la cual ambas partes, de
común acuerdo, podrán ampliar y completar los niveles y campos de cooperación
establecidos en el acuerdo. Esta novedad es relativa, pues, como ya vimos, en el
acuerdo de primera generación, suscrito con México en 1975, se incluyó también una
“cláusula evolutiva”, si bien de sentido más limitado.
Tercero, el papel que se le otorga a la denominada cooperación avanzada, que
constituye la innovación más importante de los acuerdos de tercera generación. En este
sentido, se complementa la asistencia tradicional con una nueva cooperación que, al
tiempo que hace hincapié en los mecanismos asociativos sobre los asistenciales,
pretende contribuir a mejorar la eficacia de los sistemas productivos. De un lado, se
mantiene la ayuda al desarrollo tradicional apara las capas de población más
desfavorecida y para los países más pobres, haciéndose hincapié en el sector rural, los
aspectos humanos y estructurales del desarrollo, la cooperación regional, la ayuda a la
reconstrucción y la asistencia medioambiental (América Central y área andina). De otro,
abriendo nuevos caminos de cooperación, se impulsa la cooperación económica,
industrial y científico-técnica, concebida en términos de reciprocidad e incluso de
mercado, y el desarrollo de la regulación medioambiental, con los países o regiones de
renta media y con mayor potencial de crecimiento. Y en cuarto lugar, se diversifican los
ámbitos e instrumentos de la cooperación. CARRASCO, G. (2001). Descripción de los
Mecanismos para la aplicación de Medidas Compensatorias en la CAN y el MERCOSUR
para una aproximación concertada en las negociaciones comerciales de una zona de
libre comercio. Lima: trabajo monográfico no publicado.
40
RICO, V. (1998). Negociaciones Comunidad Andina-MERCOSUR: Antecedentes y Perspectivas. Lima.
Revisión de abril de 2004 de la WWW.: http://www.comunidadandina.org.
41
IX Cumbre Presidencial Andina.
42
FAIRLIE, A. (1999). Escenarios de Integración y Cooperación Económica. Serie
Cuestión Perú. Friedrich Ebert Stiftung. Perú, Lima. Pp. 29 y 30.
43
Documento elaborado por la Secretaría General de la Comunidad Andina (con fines
divulgativos para la inclusión de la Web de la CAN con las respectivas actualizaciones
según los avances). Acciones en materia de negociaciones comerciales de la
Comunidad Andina con terceros en los últimos meses. Perú, Lima. Octubre 2000.
44
Tratado de Montevideo 1980. Artículo 3 (d) (…) “Tratamientos diferenciales,
establecidos en la forma que en cada caso se determine, tanto en los mecanismos de
alcance regional como los de alcance parcial, sobre la base de tres categorías de
países, que se integrarán tomando en cuenta sus características económico –
estructurales. Dichos tratamientos serán aplicados en una determinada magnitud a los
127
países de desarrollo intermedio y de manera más favorable a los países de menor
desarrollo económico relativo; y” (…).
45
Es decir, sin un mecanismo automático de desgravación y sin alcanzar el universo
arancelario.
46
El Presidente Andrés Pastrana, proviene de una familia tradicional política y
económicamente en su país, siendo hijo y nieto de Ex-Presidentes.
47
Refiriéndose a un enfoque básicamente aperturista coincidente con las políticas de
ajuste estructural de corte neoliberal, dirigido a insertar los grupos de integración
regional en los mercados globales y a acelerar la globalización.
48
Tomado del Texto Cuadro comparativo de las Propuestas andinas y del MERCOSUR,
del acuerdo para el establecimiento de la Zona de libre Comercio Comunidad AndinaMercosur, de octubre de 1997.
49
No están en la lista de 100% de desgravación inicial ni en las listas de productos
sensibles.
50
En el Programa presentado por MERCOSUR se les llama medidas Antidumping y
medidas compensatorias.
51
Como solicitar una investigación contra el tercer país.
52
El porcentaje de contenido regional es de 60%, mientras que para la Comunidad
Andina es de 40%.
53
MORETA, C. (1998). (Secretario Permanente del SELA). Boletín sobre Integración de
América Latina y el Caribe. No. 11.
54
TORO, L. (2001). Potenciales efectos de un Área de Libre Comercio entre la CAN y el
MERCOSUR. En: Jaime Behar, Rita Giacaldone y Noemí Mellado (editores) Integración
Regional de América Latina. Procesos y Actores. Estocolmo: Instituto de Estudios
Latinoamericanos, Universidad de Estocolmo, Grupo de Investigación de Integración
Regional Regional, Universidad de los Andes.
55
En este punto, Toro (2001) al igual que Ojeda (2001), sostienen que constituye un
obstáculo al proceso de integración CAN-MERCOSUR la carencia de un tribunal de
solución de controversias en el MERCOSUR, colocando a sus países asociados en una
situación de minusvalía con respecto a los Miembros de la CAN que sí lo poseen.
MERCOSUR creó este tribunal en el 2002 y hay que esperar para observar cómo se
desenvuelve a fin de establecer si constituirá un apoyo al proceso de negociación.
56
MALDONADO, H. (1999). Suspensión temporal de Perú. Publicación de la Secretaría
General de la Comunidad Andina, Pp. de la 98 a la 102. Lima, CAN.
128
57
Decisión 321.
58
Perú lego de estar dos años fuera de la Zona de Libre Comercio, en abril de 1997
expresó su intención de retirarse definitivamente del grupo desconociendo sus
obligaciones arancelarias con la CAN, pero en junio de ese mismo año cambió de
opinión y solicitó su reincorporación al grupo, lo cual se concretó el 23 de julio de 1997
cuando en el Consejo Ampliado de Ministros de los países andinos se formalizó el
acuerdo para la reincorporación gradual de Perú.
59
Suspensión Temporal del Perú, adoptada el 25 de agosto de 1992, Lima, Perú.
60
Decisión 347 Modificación de la Decisión 321 (crf. Nota n° 169 {D 321}, adoptada el 17
de diciembre de 1993, Lima, Perú.
61
1996. Este Protocolo permitió al esquema superar lo meramente comercial y
económico para apuntar a la coordinación política necesaria dentro de cualquier
negociación que afrontara el intercambio. De esta manera, los presidentes andinos, al
firmar este Protocolo plasmaban los nuevos objetivos de la Comunidad Andina, entre los
cuales se destacaban: (i) liberalización del comercio intrarregional, (ii) creación del
Consejo Asesor de Ministros de Hacienda y Finanzas, (iii) conformación de un grupo de
alto nivel con suficiente capacidad de negociación para acordar con Perú los términos de
su retiro o permanencia definitiva en el Acuerdo de Cartagena, (iv) ratificación de la
validez del Protocolo de Trujillo y fijar un plazo de 60 días para aplicar las disposiciones
del Protocolo; y (v) designación del Embajador Sebastián Alegrett, de nacionalidad
venezolana, como Secretario General de la Comunidad Andina, entre otros.
62
Adoptada del 4 al 5 de abril de 1994, Caracas, Venezuela.
63
MALDONADO, H. (1999). Participación de Perú en el Grupo Andino. Publicación de la
Secretaría General de la Comunidad Andina, páginas 108 y 109. Lima: CAN.
64
RAMÍREZ, T. (2002). Estado Actual de las Negociaciones con MERCOSUR para la
conformación de una Zona de Libre Comercio. Dirección General de Comercio Exterior
del Ministerio de la Producción y el Comercio, página 11 y 12. Julio de 2002. Caracas,
Venezuela
65
SECRETARÍA GENERAL DE LA COMUNIDAD ANDINA. Comunicados de las
negociaciones CAN-BRASIL en: http://www.comunidadandina.org.
66
67
Asociación Latinoamericana de Libre Comercio.
De acuerdo a la opinión de Eduardo Porcarelli, Director General de Comercio Exterior
del Ministerio de la Producción y el Comercio para la fecha, “el acuerdo ha sido
beneficioso”, a menos de un año del mismo, se registró un incremento del comercio
entre el 35 y un 40%.
129
68
RONDÓN, V. y URBINA, X. (2003). Negociaciones entre la Comunidad Andina (CAN)
y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) para establecer una zona de libre comercio,
avances y obstáculos, página 34. 2003 - Mérida, Venezuela: Editorial venezolana.
69
SECRETARÍA GENERAL DE LA COMUNIDAD ANDINA. Balance de una Gestión
Agosto 1997 – 2002, página 44. Lima Perú, octubre de 2002.
70
Ídem nota 62, páginas 21 a la 64.
71
GILLÉN, I. (2003). El Contexto Regional Venezolano frente al MERCOSUR, en: CANMERCOSUR a la sombra del ALCA. Mérida, Venezuela: Editorial Venezolana, C.A.
72
PEÑA, F. (1996). Raíces y proyección del MERCOSUR, en: MERCOSUR, un atlas
cultural, social y económico. Instituto Herbert Levy-Manrique. Zago– Argentina:
Ediciones. Brasil.
73
ARELLANO, F. (1999). Venezuela y la Integración Económica en la Región: ¿Una
Crisis Sistémica? Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela: Facultad de
Ciencias Económicas y Sociales, Escuela de Estudios Internacionales.
74
SECRETARÍA GENERAL DE LA CAN. Balance de una Gestión Agosto 1997 - 2002.
Documentos Informativos. Lima, Perú. Octubre, 2002.
75
Íbidem, p.97.
76
Diario Correio Braziliense “Entrevista com o Chanceler Celso Lafer”. Revisión de abril,
16 de 2004.WWW. : http://www.correoweb.com.br.
77
(Allan Wagner Tizón -Secretario General de la Comunidad Andina-, Iván Larrazabal y
Víctor Salazar -Funcionarios encargados del tema en la Secretaría General de la
Comunidad Andina- conversación telefónica, en julio 2004).
78
Por ejemplo, los mesoamericanos y los andinos.
79
Por ejemplo, los angloamericanos y rioplatenses.
80
MENDIBLE, A. (1999). La Historia de sus relaciones desde sus inicios hasta el umbral
a del MERCOSUR. Universidad Central de Venezuela – Escuela de Comunicación
Social. Caracas
81
82
EL NACIONAL. Viernes, 11 de abril de 1997. p.2 A/2.
MONDOLFI, G. (2002): Paper presentado en la Representación de la Universidad de
Bologna. Buenos Aires: Embaven Brasil.
130
83
Diario O Estado do São Paulo, “Kissinger analisa as relações Brasil-EUA”, Revisión
del 06/05/01. WWW. http://www.estadao.com.br.
84
Idem, p.142.
85
Tomando en cuenta que fueron los empresarios uruguayos los que motivaron al
gobierno del país a considerar y posteriormente formar parte del MERCOSUR.
86
Los países de la región buscaban dar apoyo a la débil democracia paraguaya. En lo
interno del país a través de la Cláusula Democrática del MERCOSUR se impone este
sistema, so pena de separación del bloque.
87
GARCIA, M. (1999). “O Brasil e a ALCA: Regionalização e Projeto Nacional de
Desenvolvimento”, en GRIMARÃES, S. “ALCA e Mercosul: Riscos e Oportunidades para
o Brasil” . Brasilia : IPRI / FUNAG.
88
“Europa necesita al MERCOSUR como aliado estratégico” Cátedra MERCOSUR del
Instituto de Estudios Políticos de París por Alfredo Valladão. Revisión del 30/04/01 a
WWW. http://www.mercosur.com.
89
LAFER, C. (2001). Aula Ministrada no Instituto Río Branco pelo Ministro de Relações
Exteriores. Brasilia: MRE Brasil, Pág. 03.
90
LAFER, C. (2001). O Itamaraty deve buscar defender os interesses nacionais de forma
coerente e convincente junto a seus interlocutores. Clase Magistral en Itamaraty, Diario
Fohla de São Paulo 13/04/01.
91
Brewer-Carías, Allan R. 2000, página 41.
92
Brewer-Carías, Allan R. 2000, página 60.
93
Cardozo, 2001.
94
Brewer-Carías, Allan R. 1985.
95
García Pelayo, 2000, página 19.
96
Urbaneja, 1992.
97
ROMERO, Carlos, ROMERO, María y CARDOZO, Elsa. La Política Exterior en las
constituciones de 1961 y 1999: Una Visión comparada de sus principios, procedimientos
y temas. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, 2003, volumen. 9, nº 1
(enero.-abril), páginas de la 163 a la 183.
98
CARDOZO, E. (Des) ajustes y (Des) equilibrios
venezolana/1959-2004. En www.visionvenezolana.com.
131
de
la
política
exterior
99
Romero, M. (2002). Política Exterior venezolana (El proyecto democrático 1959-1999).
Pp. 166-167.
100
VER http://www.mre.gov.ve/temas/temas1.htm.
101
Más que desafíos a EE.UU, el principal socio comercial de Venezuela, esta posición
del gobierno de Chávez debe ser interpretada desde dos posturas, la primera es un
discurso que satisface a buena parte de los partidos de la coalición que lo llevaron a la
Presidencia; y la segunda, reivindica en cierta forma y desde su visión, el concepto de
soberanía y autonomía nacional, así como enfrenta el doble discurso de EE.UU, pues
este país condena a Cuba pero negocia con Vietnam y China. Por lo que no es prudente
catalogar a priori a la administración como de izquierda o comunista.
102
MERCOSUR. “Venezuela integrado al MERCOSUR: En calidad de observador”
Caracas Revisión del 08/04/01 a WWW.: http.//www.mercosur.org.
103
Do Prado, M. .A Costura Pela Busca de Parceiros. Diario Gazeta Mercantil. Revisión
del 19/04/01. WWW. http:// www.gazeta.combr
104
Específicamente productos básicos (petróleo, gas, energía eléctrica, productos
agrícolas templados de la Argentina entre otros).
105
Camel, A. (2004, 09 de julio). Venezuela aceptada en MERCOSUR .El Universal. pp.
20-A.
106
REPORTE. Julio 2004.
107
RAMÍREZ, Tatiana. Funcionaria Especialista de dicha Dirección.
108
Una Unión Aduanera significa que los países pertenecientes a la misma tiene un
Arancel Externo Común (AEC).
109
Bolivia tiene un tratamiento especial en el AEC andino y su incidencia comercial en el
resto de los países andinos es muy débil. Asimismo los costos de transporte desde
Bolivia equilibran cualquier perforación que exista.
110
Ministerio de Comercio Industria y Turismo de la República de Colombia. VER:
http://www.mincomercio.gov.co.
111
Este AEC se ha visto perforado debido al anuncio las medidas económicas del
Ministro de Economía Argentino (Abril 2001) Domingo Cavallo. El AEC en el
MERCOSUR se acordó en el Protocolo de Ouro Preto de 1.994. En el MERCOSUR
existen listas de excepciones de productos a los que no se aplica el AEC.
112
La Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPA, por sus siglas en inglés), fue
aprobada por el Congreso de EE.UU en el año de 1991. Para el año de 1993 Bolivia,
132
Colombia, Ecuador y Perú, fueron incorporados como países beneficiarios de este
esquema. Desde el año de 1991, Venezuela ha realizado esfuerzos importantes con la
finalidad de ser incorporado como país beneficiario del ATPA, pero aún no lo ha logrado
y sus productos sólo disfrutan de las preferencias otorgadas en el SGP de los EE.UU.
113
Al respecto consultar el Reglamento CE N° 2820/98 del 31/12/98.
114
Comunidad Andina. (2004). Documento estadístico: Intercambio Comercial entre la
Comunidad Andina y el Mercosur 1994 – 2003. CAN: Perú.
115
Centro de Economía Internacional (CEI) “MERCOSUR: New Trade and Investment
Opportunities” Ministry of Foreing Affairs, International Trade and Worship. International
Economic Relations Secretariat. Argentine Republic, June 1.999, Pág. 24.
116
NOTO, G. (2001). Integración: ahora o nunca. Revista Capítulos del SELA. No. 61:
Caracas.
117
Op. Cit. Pp. 186.
118
Romero, M. (2002). Política Exterior Venezolana (El proyecto democrático, 19591999). Caracas: CEC, S.A.
119
Guerón, C. (1991). La Política de Estado y el Estado de la política. Para un debate de
la política exterior. En Pol´tica Internacional ·#23, Caracas: Asociación Política
Internacional.
120
“Rumbo y problemática de nuestra historia. Op. cit. Pp. 72.
121
ROMERO, María. Caldera y su Política Exterior de Promoción de la Democracia.
Revista Electrónica Bilingüe No. 13. Marzo 1997. VER: Venezuela Analítica
(www.venezuelaanalítica.com o bien www.analítica.com).
122
Con la gestión de Rafael Caldera entre 1994 y 1999 se cierra el ciclo de la Política
Exterior Democrática y se da paso a la Política de supuesto corte revolucionario de la
administración del presidente Hugo Chávez, la cual está enmarcada en una nueva
constitución y en un nuevo contexto de creación de un nuevo modelo político, cuyas
orientaciones ideológicas y objetivos estratégicos nacionales e internacionales confieren,
sin duda, de los prevalecientes durante los 40 años de democracia participativa pactada.
Romero, M. (2002). Política Exterior venezolana (El proyecto democrático 1959-1999).
Pp. 166-167.
123
“Desde 1999 -cuando se instala un gobierno de marcado sesgo militarista y de
izquierda revolucionaria, y cuando los destinos del país empiezan a ser regidos por una
nueva Constitución Nacional- hasta el presente, se observa un cambio en la propuesta
internacional venezolana. Es más, se descubre en el pensamiento y acción del gobierno
del presidente Hugo Chávez Frías el esbozo y el embrión de un proyecto hemisférico
133
(más bien latinoamericano) de carácter revolucionario, distinto al prevaleciente durante
los gobiernos de la etapa democrática (1958-1998).”(El proyecto internacional de
Hugo Chávez y su propuesta para la democracia y la integración. VER:
http:// www.visionvenezolana.com).
124
Se encuentra en el texto de la Constitución de 1999 una concepción de la soberanía
que privilegia los aspectos clásicos o "westfalianos" de independencia y de no
intervención sobre los de interdependencia y de responsabilidad internacional. El
componente nacionalista de la propuesta internacional de Hugo Chávez se asienta en
esa idea de la soberanía, en la que la seguridad se concibe más colectivamente (de
defensa frente a una amenaza o enemigo) que cooperativamente (como esfuerzo
conjunto para anticipar, manejar y eventualmente resolver problemas comunes). La
integración política es asumida dentro de esos términos, en los que la supranacionalidad
(la aplicación directa y preferente de normas acordadas por las instituciones regionales
existentes), encuentra obvias resistencias. (El proyecto internacional de Hugo
Chávez y su propuesta para la democracia y la integración. VER: http://
www.visionvenezolana.com).
134
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