«Antes un nativo podía dar clases de inglés sin tener formación

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Lunes 05.01.15
EL DIARIO VASCO
IDIOMAS AL DÍA
«Antes un nativo podía dar
clases de inglés sin tener
formación; ahora ya no»
El centro London School
of Languages es el único
en Euskadi avalado
por Cambridge para
impartir este certificado
de enseñanza
:: DANI SORIAZU
SAN SEBASTIÁN. Casi cualquier
ciudad o pueblo, por muy pequeño
que sea, cuenta con una academia
de inglés. Y no es menos habitual
que en esos mismos centros de enseñanza las clases ya no sólo las impartan profesores nativos venidos
de países anglosajones. Al contrario, cada vez más personas locales,
que han mamado el lenguaje de Shakespeare desde pequeñas, se ponen
al frente de un aula para dirigir a
nuevos alumnos en el aprendizaje
de este idioma.
Este cambio puede responder a
varias causas. Pero sobre todo a una
realidad incontestable: que cada vez
más personas, sobre todo jóvenes,
dominan el inglés y encuentran en
la enseñanza de esta lengua un nicho de mercado donde desarrollarse profesionalmente. Porque ya no
es sólo un negocio para extranjeros
y la demanda no hace más que crecer en los últimos años.
Para dedicarse a ello, muchos optan por formarse en carreras como
Magisterio o Filología Inglesa. No
obstante, existen pocos títulos reconocidos a nivel internacional que
acrediten que una persona está capacitada para ser profesora de inglés. Uno de ellos es el denominado Celta (Certificate in English Language Teaching Adults), uno de los
certificados más prestigiosos en formación de profesores, reconocido
por la Universidad de Cambridge.
En el Estado sólo hay 14 centros que
lo imparten y en Euskadi sólo uno:
la London School of Languages, que
tiene cuatro academias en el territorio.
«Antes un nativo podía dar clases de inglés aunque no tuviera formación como profesor. Ahora, en
cambio, las academias son más exigentes y sí piden titulaciones más
tia. En total fueron diez personas
venidas no sólo del territorio, sino
también de otros puntos del Estado e incluso el extranjero.
La demanda por este tipo de estudios no conoce fronteras, lo que
hizo que este primer curso tuviera
alumnos procedentes de países
como Estados Unidos, Inglaterra,
Australia, Alemania y Francia.
«Es una forma de promocionar
la ciudad. Al tener este curso en Donostia, gente de todo el mundo te
localiza. Nuestro mercado es global. Por así decirlo, dejas de competir a nivel local con otras academias
para hacerlo de forma internacional», explica Casis.
De esta manera, la capital guipuzcoana puede suponer un reclamo para aquellas personas que se
plantean sacarse este curso y todavía no tienen definido un destino
concreto. La propia página web de
la Universidad de Cambridge anuncia cuáles son los destinos y centros
del mundo donde se imparte esta
titulación.
Curso intenso
Iñigo Casis, profesor y tutor del certificado Celta. :: LUSA
específicas». El que habla es Iñigo
Casis, profesor de esta academia y
tutor de Celta. Asegura que este título es el más solicitado en todo el
mundo para poder acceder a muchas de las oportunidades de enseñanza del inglés.
300 centros en el mundo
De hecho, es su prestigio lo que hace
que sólo 300 centros en todo el
mundo lo impartan. La Universidad de Cambridge –la misma institución que avala títulos como el
First, Advanced o Proficency– impone condiciones muy exigentes
para que una academia pueda ser
declarada como centro autorizado
«Cambridge exige
muchos requisitos para
impartir el Celta. Es un
gran reconocimiento»
para impartir el Celta.
«Para nosotros ha sido un proceso largo y complicado», explica Iñigo Casis para el caso de London
School of Languages. «Cambridge
te pide muchos requisitos. Sobre
todo para demostrar que eres capaz
y que tienes los medios. Además, al
finalizar cada curso viene un asesor de esta institución para ver a los
alumnos, analizar cómo hacemos
las clases prácticas y las teóricas,
etc... En definitiva, comprobar que
cumplimos con los estándares que
ellos fijan», añade. Sin duda, explica este profesor, un aspecto que ha
ayudado a que esta academia haya
alcanzado «este reconocimiento»
ha sido el de tener como tutor a Steve Haysham, que ha sido asesor
para toda Sudamérica de la titulación Celta.
Donostia como reclamo
El pasado mes de julio pasó la primera promoción de alumnos que
consiguieron el Celta en el centro
que esta academia tiene en Donos-
Se trata de un curso de cuatro semanas de duración. En total 120 horas de formación que preparan al
que lo hace para poder ser profesor
en cualquier parte del planeta. «Les
damos un fondo teórico muy potente, para que aprendan cómo preparar e impartir una clase, pero sobre todo lo hacemos muy ligado a
sesiones prácticas en la que los
alumnos, prácticamente desde el
primer día, dan clases reales, con
presencia de un tutor», apunta este
profesor, que además asegura que
quien piense que son pocas horas
está muy equivocado.
«Es muy intenso, además hay que
invertir tiempo de preparación de
las clases fuera de las aulas. Recomendamos a los alumnos a que durante ese mes no se dediquen a nada
más que al Celta», asegura.
El curso está diseñado para personas con poca experiencia docente, aunque a veces han contado entre los alumnos del mismo con profesores que tienen muchos años de
experiencia a sus espaldas pero ninguna formación en la enseñanza del
inglés. Para acceder a él se exige un
nivel de dominio del idioma del C1C2, según el Marco Común de Referencia Europeo. «Es un curso exigente por lo que nos aseguramos de
que los candidatos estén a la altura
y que puedan seguir el ritmo de las
clases».
Iñigo Casis anima a todos aquellos que tengan interés por la enseñanza a conocer este método.
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Las escuelas de
idiomas solo tienen
plazas para menos
de la mitad de
peticiones de inglés
:: M. F. VALLEJO
SAN SEBASTIÁN. Las escuelas
de idiomas de Euskadi siguen batiendo récords de matriculaciones. Los efectos de la crisis económica, el desempleo y la mayor exigencia de idiomas en las empresas se alían desde hace varios años
para llenar las aulas de estos centros de enseñanza que dependen
del Gobierno Vasco. Las escuelas
de Vitoria, Bilbao, San Sebastián,
Barakaldo, Getxo, Eibar, Irún, Ordizia, Tolosa, Basauri, Bermeo, Durango, Santurtzi y Zalla recibieron 72.782 peticiones a principio
de curso –el número de personas
es menor, roza los 60.000, ya que
muchos solicitantes se apuntan a
más de un idioma–. Se formalizaron apenas la mitad, 30.276 matrículas, por falta de plazas.
Este curso se han recibido
36.608 peticiones para estudiar
inglés y se han formalizado 14.582
matrículas. Más de la mitad de los
aspirantes, 22.000, se quedaron
sin plaza. El precio del año académico en las escuelas oficiales, cerca de 70 euros por cinco horas de
clase a a la semana, no tiene rival.
Una academia particular cuesta
entre 60 y más de 100 euros por
tres horas de clase semanales.
El segundo idioma con más
gancho es el francés, que por segundo año adelanta al euskera
en las preferencias de los estudiantes de la comunidad: 13.273
frente a los 12.554 de lengua vasca. Esta situación se produce después de lustros en los que el
euskera ocupaba el segundo puesto –la explicación puede ser que
cada vez hay más jóvenes euskaldunes gracias al sistema educativo–. También en estos casos la
mitad se han quedado fuera. Este
curso estudian francés 5.599
alumnos y euskera, 6.551. El alemán ha sido el idioma que más
ha incrementado su demanda en
los últimos cuatro años y este año
solo se ha podido dar cabida a uno
de cada tres solicitantes: 2.300
plazas para 7.200 peticiones. Hay
otros tres idiomas ofertados: italiano (450 alumnos), portugués
(162) y ruso (105), en los que también quedan alumnos sin entrar.
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