Chrysler 300C 3.0 CRD El Chrysler 300 C recibe el V6 cdi de origen

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Chrysler 300C 3.0 CRD
El Chrysler 300 C recibe el V6 cdi de origen Mercedes que tan buen rendimiento y
resultado ofrece. Además presenta un precio de salida incomparable para competir en el
segmento de las berlinas más grandes y lujosas. Veamos si su candidatura está a la
altura de sus pretensiones.
Por dimensiones, estamos hablando de una berlina de cinco metros de longitud que le
obliga a pelearse con los más grandes del mercado –Audi A8, BMW Serie 7, Jaguar XJ,
Mercedes-Benz Clase S y Volkswagen Phaeton. Por precio, equipamiento, motor y
tecnología se ve obligado a descender un escalón. Igualmente, creemos que es una
de las mejores alternativas a las berlinas citadas anteriormente.
Dimensionado
Gracias a sus generosas dimensiones -4.999 mm de largo, 1.483 mm de alto, 1.881 mm
de ancho- y su larga batalla -3.048 mm- presenta un habitáculo muy espacioso. Una vez
dentro nos da la impresión de que todo está fabricado con talla XXL. Los asientos, el
volante el pomo del cambio, los asientos, el salpicadero… todo es enorme. Sobre todo
es un coche recomendable para personas de complexión fuerte o de generosa altura –no
queremos decir que no sea recomendable para otro tipo de complexiones-.
El puesto de conducción destaca por muchos motivos. En primer lugar presenta un buen
número de reglajes para conseguir la postura idónea. Los asientos delanteros y el
volante cuentan con ajuste eléctrico de serie en altura y profundidad -el lumbar es
mecánico-. Los pedales también son ajustables en profundidad –es opcional-, creemos
que es un función que debería estar más extendida por las cualidades que ofrece.
Amplio y capaz
Los asientos delanteros son grandes, confortables y con una sujeción correcta,
aunque la tapicería de cuero –de tacto agradable- es algo resbaladiza. En las plazas
traseras encontramos espacio y unos asientos igualmente cómodos, aunque no
tienen la sujeción de los delanteros. El ocupante de la plaza central cuenta con suficiente
anchura como para viajar algo más cómodo que en otras berlinas, aunque el túnel de la
transmisión es voluminoso, y le resta espacio a las piernas. Los ocupantes traseros
cuentan con dos salidas de aire en las que no se puede regular la velocidad y
temperatura de forma independiente.
El maletero cuenta con una gran capacidad -504 litros-. Está bien tapizado, es bastante
aprovechable y cuenta con ganchos y cintas para sujetar bolsas y pequeños objetos. La
rueda de repuesto es de emergencia y se sitúa por debajo de suelo del maletero. El
volumen se puede ampliar abatiendo los asientos traseros en dos partes.
Personalizable
La presentación de todos los mandos es clara y se pueden manejar correctamente. Todos
tienen un tacto correcto y agradable. Podemos contar con una función que personaliza
los reglajes de asiento, volante, pedales y emisoras de radio. Es un sistema útil si el
coche es utilizado por diferentes conductores con asiduidad.
El ordenador no facilita información sobre la velocidad media, pero si que nos indica la
presión de los neumáticos. El freno de mano es mecánico y se acciona mediante un
pedal situado a la izquierda del piso del conductor, justo donde se encuentran el
resto de los pedales. Se puede desactivar mediante un tirador situado en la zona
inferior del salpicadero, justo a la izquierda del conductor.
Los diferentes huecos que presenta el interior cuentan con una gran capacidad -salvo la
guantera-. Disponemos de uno en el apoyabrazos y en las bolsas de las puertas entre los
más destacables. A todos, -salvo en el portagafas- les faltan tapizados para evitar que
algunos objetos puedan rayarse por el roce.
La calidad de los materiales y sus correspondientes ajustes no son lujosos en ningún
caso. La zona superior del salpicadero y de los paneles de las puertas cuenta con unos
materiales de tacto blando, los de la inferior son duros. No encontramos ningún defecto
en el ajuste que saltara claramente a la vista. El aspecto está bien cuidado, si tenemos en
cuenta la calidad real de todos los materiales.
Motor suave y progresivo
Bajo el capot nos encontramos el 320 CDI de origen Mercedes. Es un V6 de 3.0 litros
con 218 cv de potencia máxima a 3.800 rpm. Entrega un par máximo de 51 Nm entre
1.600 rpm y 2.800 rpm. Es un motor con un carácter suave y muy progresivo, que se
amolda perfectamente a la utilidad de una berlina de estas características. Su consumo y
prestaciones son destacables si tenemos en cuenta su masa -1.928 Kg- y su voluminosa
carrocería. Es un coche muy silenciosos y el motor se deja notar levemente al
ralentí.
Tiene una velocidad máxima de 230 Km/h y una aceleración de 0-100 km/h de 7,6
segundos. Sus consumos son bastante ajustados. Circulando en autovía a un ritmo
comprendido entre 120 y 140 Km/h el consumo se situaba sobre los 9 litros. Si
aprovechamos toda su capacidad de aceleración circulando por carreteras muy viradas,
el consumo podía llegar hasta los 16 litros. En ciudad obtuvimos una media de 12 litros
en condiciones normales.
El Chrysler 300C 3.0 V6 CRD solo puede adquirirse con caja de cambios automática de
cinco velocidades de origen Mercedes-Benz. Es una caja ideal para los conductores que
deseen un cambio automático puro y duro. Los desarrollos son apropiados, pero
echamos de menos una velocidad extra para obtener un mejor escalonamiento.
Comportamiento
El 300 C no esconde en ningún momento sus intenciones, tanto, que sólo observándole
podemos hacernos una idea de que tipo de coche nos vamos a encontrar, no sorprenderá.
Su carácter es muy burgués y no pide correr demasiado en carretera, es un coche
bastante tranquilo –por motor y bastidor-. En primer lugar, monta unas suspensiones
blandas. El tren delantero tiende a cabecear con facilidad cuando atravesamos una
ondulación o similar. Probablemente, dicha reacción, está provocada en parte por
la monta de unos amortiguadores bastante blandos a la compresión y extensión.
Cuando nos adentramos en tramos muy virados, percibimos a la primera que estamos
dirigiendo una masa de 1.928 Kg. Si tenemos en cuenta sus características –
dimensiones, peso y motor- podemos afirmar que el 300 C se defiende con mucha
dignidad. Su entrada en curva es claramente subviradora, pero el tren delantero cuenta
con más agarre del inicialmente esperado. No es un coche exigente con el conductor y
es fácil de conducir, la electrónica nos lo pone todo aún más fácil.
Dirección y frenos
La dirección cuenta con un tacto agradable, pero echamos en falta algo más de
precisión. El volante tiene un buen tamaño y un tacto agradable. Los frenos están bien
dimensionados y diseñados para obtener la frenada deseada y para evitar
sobrecalentamiento en condiciones de uso intensivo.
La ciudad, el garaje de casa, las plazas de aparcamiento… todo, se nos va a quedar
pequeño para nuestro 300 C. Tenemos que ser conscientes de que no tenemos un
utilitario… tenemos una berlina de las grandes con la que se puede maniobrar bastante
bien si tenemos en cuenta sus dimensiones.
Equipamiento completo
Su precio final es imbatible -39.950 €- y su equipamiento de serie muy completo. De
serie no nos va a faltar airbag de conductor, pasajero y laterales –tanto en las plazas
delanteras y traseras-, asiento del conductor regulable eléctricamente, climatizador,
control de crucero, faros de xenón, sensor de lluvia y equipo de sonido con CD entre lo
más destacable. Opcionalmente por 3.000 € podemos incorporar un Pack que incluye
acabado en madera de nogal de California, asientos delanteros con calefacción, pedales
ajustables eléctricamente con función de memoria. Individualmente se puede añadir la
pintura metalizada -640 €-, el techo solar -1.280 €- y el navegador -2.815 €-.
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