Lectura 16 CORREGIDA De: mario villegas gonzález ([email protected]) Enviado:lunes, 24 de mayo de 2010 02:42:52 p.m. Para: LO ESPECÍFICO DEL PODER POLITICO Exposición 5 (En adelante todo número de exposición es el número de lista del alumno) Alumno: RICARDO BANDA CARRILLO Profesor: Mario Villegas González UAMI, corregido por el profesor el lunes, 24 de mayo de 2010 Carrera: ADMINISTRACION INDICE INTRODUCCION DESARROLLO CONCLUCIONES BIBLIOGRAFIA INTRODUCCION En general el poder político es una consecuencia lógica del ejercicio de las funciones por parte de las personas que ocupan un cargo representativo dentro de un sistema de gobierno en un país. El poder político se identifica en sistemas democráticos con el poder Ejecutivo y Legislativo de un país, mientras que el tercer poder del Estado, el poder judicial, está dentro de un esquema distinto ya que su legitimidad no está sostenida por el voto del pueblo como los otros dos poderes, sino por el fiel cumplimiento del ejercicio de sus funciones. El poder político es legítimo cuando es elegido conforme a las leyes del país (Constitución). En países democráticos tiene como sustento la legitimidad otorgada por el pueblo por medio del voto popular (Elecciones). El poder político es abusivo cuando se excede en el ejercicio de sus funciones, avanzado en materias que están dentro del ámbito de los otros poderes. (Intromisión de poderes). El poder político es ilegitimo cuando utiliza mecanismos no autorizados por la leyes y se adueña del poder gubernamental (Ejecutivolegislativo) sin tener la legitimidad del pueblo, otorgada por el voto popular. DESARROLLO Poder político como ejercicio solo de quien tiene soberanía designa, según Juan Bodino, un poder unificado, indivisible y supremo atribuido a un se impersonal, el Estado. Esta representación teórica del poder político nació en un doble movimiento que fue primeramente la construcción de un discurso teológicopolítico y en segundo lugar de trasposición de la Iglesia al Estado. Debemos decir que Bodino, el inventor de la idea de soberanía, respaldado en el lenguaje jurídico romano, designa un Estado jurídico en comparación con otros status e implica una visión comparativa del poder político. Juan Bodino es un clásico, si queremos hablar de considerar la indivisibilidad del poder político y la lógica de su extensión. Aludiendo a la soberanía hace del soberano un príncipe maquiavélico en tanto está “por encima de de las leyes civiles”. Especifica así la facultad que tiene el soberano de abrogar libremente y, por tanto, de crear las normas jurídicas. Entonces, volvemos a considerar a la soberanía como dominio también del derecho positivo, expresa el derecho moderno: la positivación del derecho. Hobbes dice “El Soberano de una República no está sujeto a las leyes civiles. En efecto, teniendo el orden para hacer y deshacer las leyes, puede, cuando lo quiere, emanciparse de este sometimiento suprimiendo las leyes que lo incomodan y haciendo otras nuevas”. Es decir, las teorías políticas ulteriores a Hobbes criticaron sin excepción la idea del monopolio del derecho positivo como base del Estado moderno. Sin embargo, en Montesquieu, tanto como en Rousseau, la soberanía como potestad publica forma el criterio del Estado cuya juridización traduce. La segunda gran aportación de la soberanía consiste en pensar la indivisibilidad del poder. Bodino consiguió unificar las competencias estatales subsumiéndolas bajo la categoría de la potestad que otorga la ley. Si la soberanía es indivisible es porque bajo el poder de dar y anular las leyes están comprendidos todos los demás derechos y atributos de la soberanía. Mediante un acto jurídico el Estado puede decidir la guerra o la paz, recaudar o exigir impuestos, etc. La sistematicidad de la soberanía-potestad pública puede ser el resultado de un principio fundamental material, es decir, de una actividad esencial del Estado que por si solo lo caracteriza. Esto es lo que hacen los absolutistas cuando construyen el Estado únicamente en torno a la función de conservación del orden público. Esta indivisibilidad de la potestad pública tiene como corolario su autonomía respecto a las formas de gobierno, formas de ejercicio del poder político. En Bodino, las tres formas del Estado (monarquía, aristocracia, democracia) y las diversas formas de gobierno se conjugan con la independencia de la soberanía y, por lo tanto, con la idea del Estado como formas de organización. También escribe Hobbes “el poder de la soberanía es idéntico, esté donde esté”. Esta lección desborda el campo del pensamiento absolutista y es retomada tanto por Montesquieu, Rousseau, Kant y Hegel, tanto como por los juristas fundadores del derecho internacional público. Apunta Max Weber, “El Estado expropia los poderes privados independientes” y deja paso a la formación de una sociedad civil, surgida con el desarrollo del capitalismo. La universalización del poder significa la generación del dominio estatal sobre todo el territorio nacional, pero sólo sobre dicho territorio. En el exterior las relaciones entre los Estados no se derivan de la lógica de la relación mando-obediencia, sino de una lógica de igualdad. El antiguo ius gentium, antiguo derecho universal humano de los romanos, tuvo que transformarse en derecho universal público, dominado por estas dos categorías consensuales: el tratado o la costumbre. Esta breve ojeada indica no obstante la profunda diferencia que separa la soberanía interna y la soberanía externa. Mientras que la primera se manifiesta por actos unilaterales que traducen una relación de subordinación entre el soberano y los súbditos, la segunda consiste positivamente en actos jurídicos bilaterales o militares que requieren el consentimiento de las personas afectadas por dichos actos y negativamente en una prohibición de toda intervención jurídica o factual en el territorio estatal. La soberanía interna y la soberanía internacional forman así un único sistema. En el ejercicio del poder público, según la teoría liberal que impera en las sociedades capitalistas, la separación de los poderes del Estado es una limitación para el poder soberano del poder ejecutivo. La revolución liberal consiste en primer lugar en admitir la posibilidad de un ejercicio dividido de la soberanía, como muestran las obras paradigmáticas de Locke y Montesquieu, dice Bodino: “Para establecer un gobierno moderado hace falta cambiar los poderes, templarlos, hacerlos actuar y regularlos; soltar lastre a uno, para ponerlo en condiciones de resistir a otro; en suma, hay que crear un sistema”. Así, el ejercicio del poder político debe obedecer pues al principio de la separación de poderes o, mejor aún, al principio de la división de poderes (autonomía de poderes.) Este principio, que nunca significó una fragmentación de la soberanía, formula una regla de no acumulación de funciones estatales e implica solamente un ejercicio conjunto de gobierno de las principales funciones estatales. La teoría liberal de la división de poderes entraña una jerarquización de las funciones estatales. En sus orígenes la potestad legislativa era considerada como suprema, para usar la expresión de Locke, al menos por dos razones: por una parte, la ley es protectora de las libertades, por su generalidad y su garantía judicial; por otra, en su afán de prevenir todo absolutismo, los liberales también dividen la potestad legislativa, como muestra de la teoría conexa del equilibrio de poderes según la cual la tripartición de los órganos legislativos (rey, cámara alta, cámara baja) está destinada a oponer los diferentes intereses sociales representados por estas autoridades políticas. La función legislativa tiene como alter ego en dignidad a la función judicial, la efectividad de los derechos de los individuos. El poder político se fortalece cuando diferentes territorios unen sus fuerzas a un Estado común, la unión de Estados lleva al federalismo. Ante éste la teoría liberal lo constituye en el mayor desafío lanzado a la teoría de la soberanía de un rey. En el origen de la idea federal figura la idea de un acuerdo, de un tratado, es decir de un libre entendimiento entre entidades políticas independientes, autónomas. La creencia inherente a la idea federal consiste en imaginar la posibilidad de inscribir el hombre, pero sobre todo al ciudadano, en la doble red de fidelidades y de lealtades, en respecto a su sociedad en sentido lato. Montesquieu, define la Republica federativa como forma de gobierno y como una convención, por la que varios Estados consienten en convertirse en ciudadanos de un Estado de mayor tamaño. Es una sociedad de sociedades, que forman una nueva, la cual puede ampliarse a nuevos asociados que se unan. El federalismo se basa en un pacto constitucional cuya finalidad es la reunión de entidades políticas que pretenden y al mismo tiempo intentan conservar su autonomía política anterior. Bien podemos distinguir la Federación del Imperio, aquella nace de un libre tratado sin la coerción. Rousseau es un importante teórico de la idea de que el pueblo es el verdadero poseedor de la soberanía, que también el pueblo ejerce. Rousseau no quiso describir la realidad existente, sino por el contrario construir una teoría del Estado legitimo como patrón de medida axiológica de los Estado existentes. Designa como democracia no la forma del Estado, sino la forma de gobierno. Su idea de democracia atribuye al poder político a un representante del pueblo, el gobierno, pero se opone al gobierno democrático porque la esencia misma de lo político es reacia a una democratización del ejecutivo. Rousseau dice que un Estado está regido por la soberanía del pueblo porque esta misma consiste esencialmente en obedecer la voluntad general que se expresa por la Ley, una norma salida de la voluntad de todos para aplicarse a todos. La Voluntad Generla, prohíbe la mera representación puesto que ordena que el pueblo, poseedor de la soberanía, la ejerza él mismo. Dicho de otro modo, dice: el poder político puedes transmitirse, pero no así la Voluntad General. En primer lugar porque la primera solamente mira por el interés común y la segunda incluye el interés privado, y no es sino una suma de voluntades particulares: a) el poder legislativo con la Voluntad General y b) el poder ejecutivo con la fuerza. Y concluye Rousseau que, en el poder legislativo el pueblo no puede ser representado; pero puede y debe serlo en el poder ejecutivo, que no es sino la fuerza para aplicar la ley. La representación ejecutiva es posible porque no alinea la soberanía de la Voluntad General. Así, el Contrato Social presenta una fuerte tensión entre el carácter ideal de la Voluntad General y el no menos necesario empirismo de la ley si se quiere que ésta gobierne el Estado. Rousseau recurre, como todo pensador idealista, a nociones mediadoras capaces de hacer comunicar el cielo de sus ideas con la tierra del Derecho. La primera noción mediadora entre la Voluntad General y la Voluntad empírica es la del legislador. Este hombre extraordinario, que supuestamente representa y expresa todas las aspiraciones éticas del pueblo y de los individuos, posee la notable facultad de saber instruir al pueblo, le confiere el espíritu social sin el cual el Estado no existiría. Esta descripción de Rousseau del mecanismo de fundación del poder político, de un Estado, por un legislador extraordinario, prefigura de manera bastante fulgurante el Poder Político constituyente francés de 1789-1799; recordemos a Robespierre; es decir, se pensaba que al regenerar al Estado se daba una refundación del cuerpo político. La segunda noción mediadora es la representación, cuya necesidad, para hacer funcionar las leyes ordinarias, fue reconocida por Rousseau en sus obras posteriores al Contrato Social. La legitimidad es una justificación por la cual ejerce el poder político, es decir, es la justificación por la cual ejerce el derecho de mandar. Todo soberano está obligado a invocar la legitimidad, a diferencia de los subordinados del soberano que pueden contentarse con invocar un simple principio de legitimidad. CONCLUSIONES Ante estos problemas apelamos a los Derechos Humanos y del Ciudadano, y a la más reciente Declaración Universal de Derecho Humanos. El corolario de esta defensa de los Derechos del Hombre es la posibilidad de que exista un control ante una posible soberanía absoluta del Estado limitada por esos Derechos. Entonces, esa soberanía puede ser relativa si bien se puede vivir bajo una tiranía. Pero también, el respeto de todos los derechos, nacionales e internacionales, incluidos los Derechos Humanos, puede traducirse sociológicamente en una vasta liberación del espacio para la auto organización de la sociedad civil. BIBLIOGRAFIA http://es.wikipedia.org/wiki/Poder_politico http://es.wikipedia.org/wiki/Soberania http://es.wikipedia.org/wiki/Jean_Bodin Lo especifico del poder político CUESTIONARIO ¿Define al poder político? Es una consecuencia lógica del ejercicio de las funciones por parte de las personas que ocupan un cargo representativo dentro de un sistema de gobierno en un país. ¿Cómo especifica Juan Bodino al soberano? Especifica así la facultad que tiene el soberano de abrogar libremente y, por tanto, de crear las normas jurídicas. Según Bodino ¿cuáles son las 3 formas de Estado? Monarquía, Aristocracia, Democracia Max Weber ¿como considera el Estado? El Estado expropia los poderes privados independientes y deja paso a la formación de una sociedad civil, surgida con el desarrollo del capitalismo. ¿Cómo define Montesquieu a la Republica federativa? Como forma de gobierno y como una convención, por la que varios Estados consienten en convertirse en ciudadanos de un Estado de mayor tamaño. ¿Cómo designa Rousseau a la democracia? Atribuye el poder político a un representante del pueblo, el gobierno, pero se opone al gobierno democrático porque la esencia misma de lo político es reacia a una democratización del ejecutivo. ¿Cómo concibe Rousseau este Estado regido por la soberanía del pueblo? Esta misma consiste esencialmente en obedecer la voluntad general que se expresa por la Ley, una norma salida de la voluntad de todos para aplicarse a todos. ¿En qué cosiste la Voluntad? Prohíbe la mera representación puesto que ordena que el pueblo, poseedor de la soberanía, la ejerza él mismo. ¿Cuál es la labor del legislador? Representar y expresar todas las aspiraciones éticas del pueblo y de los individuos, posee la notable facultad de saber instruir al pueblo ¿En qué consiste la legitimidad? En la justificación, derivada de la ley, por la cual se ejerce el derecho de mandar (se ejerce el poder político.)