Cámara de Apelaciones del Trabajo y Minas de 1a Nominación de

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Tribunal: Cámara de Apelaciones del Trabajo y Minas de 1a Nominación
de Santiago del Estero
Autos: García, Oscar A. c. Círculo de Suboficiales de las Fuerzas
Armadas y resp.
Fecha: 24/06/2005
Sumario:
Si el trabajador integraba la comisión directiva de un organismo
mutualista en carácter de tesorero, no corresponde hacer lugar a la
demanda laboral, pues no existía subordinación a autoridad alguna ni
contrato de trabajo, y teniendo en cuenta que la remuneración que
percibía no era un salario sino una compensación por la remuneración
que pudiera dejar de percibir en su actividad habitual.
Vocablos:
DEMANDA LABORAL – IHABERES IMPAGOS – TRABAJADOR – MIEMBRO
DE COMISION DIRECTIVA – RELACION DE SUBORDINACION - SALARIO
2ª Instancia. - Santiago del Estero, junio 24 de 2005.
¿Es procedente la demanda entablada?
La doctora Salvatierra dijo:
1. A fs. 2 comparecen los doctores L. E. F. y L. A. F. en su
carácter de apoderados de Oscar Atilio García e inician demanda
laboral en contra del Círculo de Suboficiales de la FFAA, por los
siguientes conceptos:
1. Sueldos impagos (1/9/98 al 31/8/00);
2. Vacaciones proporcionales 2000;
3. Sueldo Anual Complementario impago 2°/98, 1999, y1°/00 y 2°/00
prop.;
4. Certificación y cesación de servicios.
Expresan los letrados que su mandante comenzó a trabajar en relación
de dependencia con la demandada, el día 1/07/97, habiendo encuadrado
la patronal al accionante de acuerdo a sus necesidades, en la
categoría de Tesorero o Jefe de Tesorería (Personal Jerárquico de 3°
categoría por aplicación el CCT 124/90. Describen la jornada laboral
y que desde el comienzo la relación se desenvolvió con normalidad,
sabiendo el actor que a fin de mes contaría con un salario, el que
sumado a su haber jubilatorio, le permitiría afrontar sus
necesidades. Relatan, que en el mes de julio de 1997, la patronal
dejó de abonar los salarios que mensualmente percibía, lo que motivó
que el accionante iniciara reclamos hasta que finalmente por nota de
fecha 31/08/00, presentara su renuncia a partir del día 31/08/00.
Destacan que el accionante es una persona jubilada con el cargo de
Suboficial Mayor de las FFAA, por lo que pudo soportar tanto tiempo
sin percibir los salarios y viene ahora a reclamar los conceptos que
se le adeudan y el certificado correspondiente. La parte presenta
planilla de liquidación, funda su derecho, ofrece prueba y pide se
haga lugar a la demanda, con costas.
2. A fs. 23, comparece el doctor J. M. B. y toma participación en
autos por la demandada. A fs. 27, el letrado contesta demanda. En su
responde, explica que el actor integraba la Comisión Directiva de la
Filial Santiago del Estero, del Círculo de Suboficiales de la
Fuerzas Armadas, Asociación Mutual, Social, Deportiva y Cultural,
cargo de carácter eleccionario. Manifiesta que su mandante es una
asociación mutual, social, deportiva y cultural, inscripta en el
Registro Nacional de Mutualidades y que su actividad se encuentra
comprendida en la L. 20.321, que en su art. 24 establece la facultad
de la Asamblea Ordinaria de "aprobar y ratificar toda retribución a
los miembros de los Organos Directivos y de Fiscalización" y la res.
del INAM 152/90, reza en su art. 2° que "las retribuciones de los
miembros de los órganos directivos y junta fiscalizadora de las
asociaciones mutuales y otros gastos si correspondieren serán
resueltos en reunión de comisión directiva ad referéndum de la
primera asamblea general ordinaria". Que así mediante asamblea se
dispuso que esa retribución a los miembros directivos quedaría
suspendida, medida que fue pronunciada como consecuencia de haberse
cercenado uno de los principales recursos: las cuotas sociales. La
parte ofrece prueba y pide que sea rechazada la demanda, con costas.
3. A fs. 30 se tiene a la demandada por no contestada la vista que
prevé el art. 103, CPL. A fs. 32 tiene lugar la audiencia de
conciliación establecida en el art. 95 bis, sin que las partes hayan
arribado a un acuerdo. A fs. 33 se abre la causa a prueba y se
proveen las ofrecidas. Cumplida la etapa probatoria, producida la
audiencia de vista de la causa, conforme a constancia de fs. 165,
los autos quedan en estado de dictar sentencia.
4. El centro de la discusión en los presentes autos radica en la
naturaleza de la retribución percibida por el actor de la demandada.
En efecto, mientras García reclama el pago de salarios adeudados, la
accionada sostiene que éste era miembro de la Comisión Directiva de
la entidad y que como tal percibía una retribución fijada en tal
carácter. En este análisis cabe tener presente dos cuestiones: por
un lado que la entidad demandada reviste la categoría de una
Mutualidad, según res. 2 del 16/01/62 (fs. 92) y su estatuto
agregado a fs. 93/97 y por el otro, que García era retirado de la
Fuerzas Armadas, como el mismo lo admite en su demanda y dan cuenta
los recibos de la prestación por ese retiro agregados a fs. 8.
Respecto de la primera cuestión, es importante destacar que la
actividad de la accionada se encuentra regulada por la Ley 20.321,
que en su art. 2°, define a las asociaciones mutuales como aquellas
constituidas libremente sin fines de lucro por personas inspiradas
en la solidaridad, con el objeto de brindarse ayuda recíproca frente
a riesgos eventuales o de concurrir a su bienestar material y
espiritual, mediante una contribución periódica. Estas asociaciones
mutualista, son administradas por un órgano directivo y por un
órgano de fiscalización (art. 12, Ley 20.321) y en algunos casos
cuentan con delegaciones o filiales como ocurre con la demandada. Es
así que en la Filial Santiago del Estero, del acta agregada a fs.
155/163 y del Estatuto de la entidad obrante a fs. 93/104, surge que
el
órgano
directivo
está
compuesto
por
un
Presidente,
un
Vicepresidente, un Secretario, un Tesorero y dos Vocales, cuyo
mandato es de 4 años, pudiendo ser reelectos o sus mandatos
revocados por decisión de la 2/3 parte de los asociados. Ello nos
habla de las características de la posición que ocupaba García en la
organización -Tesorero- y la naturaleza de la relación que mantenía
ésta, y con ello, acercarnos a la naturaleza de la prestación que
éste recibía de la misma y que constituye el centro de la
controversia. Al integrar la Comisión Directiva de la entidad
mutualista demandada, en su carácter de Tesorero, el actor no está
subordinado a autoridad alguna, ya que forma parte de la autoridad
del órgano, de modo tal que la relación de subordinación que es
típica del contrato de trabajo no se configura en el presente caso.
No olvidemos que para exista contrato de trabajo, debe existir la
obligación de una persona de realizar actos, ejecutar obras o
prestar servicios a favor de otra y bajo la dependencia de ésta
(art. 21, LCT), conductas que no se corresponden con la situación
del actor, desde que la prestación de su servicio por éste, no es
una obligación contractual, sino la asunción
voluntaria de
responsabilidad con claros fundamentos solidarios, como los que
inspira el objeto de la propia institución, y al ser miembro de ésta
y titular del órgano de dirección y administración del mismo, no
puede constituirse en su propio empleador. Dicho de otra manera, los
integrantes de comisiones directivas de un organismo mutualista como
el presente, al igual que en otras organizaciones sin fines de
lucro, no son empleados de la misma, sino que forman parte de su
órgano de dirección y administración. Más aún si tenemos en cuenta
la responsabilidad solidaria impuesta a éstos por la ley (art. 15,
Ley 20.321), por el manejo e inversión de los fondos sociales y de
la gestión administrativa durante el término de su mandato, como así
también por las multas que se apliquen a la asociación por cualquier
infracción a la Ley 20.321 o a las resoluciones dictadas por el
Instituto de Acción Mutual, lo cual tampoco se compadece con el
principio de ajenidad al riesgo empresario, pilar del sinalagma
laboral. Por otro lado, no puedo omitir considerar, que según el
art. 24 inc. c) de la Ley 20.321, los cargos de miembros de Comisión
Directiva pueden ser rentados y su retribución es aprobada por la
Asamblea, mas ello no importa que tales conceptos respondan a la
naturaleza de un salario. En efecto, la retribución que perciben los
miembros de comisión directiva de una asociación mutual, como la
demandada, no constituye una contraprestación por sus tareas, no es
un salario, desde que para que éste exista, debe primero existir un
contrato de trabajo (art. 103, LCT), sino que dicha retribución es
una compensación por la remuneración que pudieren dejar de percibir
en su actividad habitual, o gastos de representación por su cargo
dentro de la comisión directiva de la entidad -en caso de tratarse
de miembros retirados como el actor- para el ejercicio de la misión
para la cual fuera electo, cuya percepción cesa, cuando finaliza su
mandato o éste fuera revocado por la Asamblea, y puede sufrir las
modificaciones y/o supresión, cuando así lo determine aquélla. Y si
bien, el actor presenta recibos de sueldos expedidos a favor de la
demandada, ello no importa que los mismos importen el pago de un
salario, ya que la forma no hace a la constitución de la naturaleza
del pago que por ellos se instrumenta, sino que responden a
exigencias contables y de los organismos de recaudación. En efecto,
en general esas prestaciones, como la percibida por García se
instrumentan de idéntica manera que los salarios, y ello se
justifica si tenemos en cuenta que el actor, se encuentra incluido
como sujeto comprendido en el Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones (art. 2° inc. b, ap. 1). No puede perderse de vista, que
García, percibe un beneficio de carácter previsional en su carácter
de personal retirado de las Fuerzas Armadas, y que como sujeto del
SIJP, se encuentra comprendido en lo dispuesto en el art. 5° de la
Ley 24.241, desde que percibe una compensación por su función,
debiendo efectuar aportes al mencionado sistema con destino al Fondo
Nacional de Empleo (art. 34 inc. 2, Ley 24.241). Por todo lo
expuesto, y no existiendo, a criterio de esta sentenciante, un
contrato de trabajo, entre el actor y la entidad mutual demandada y
consecuentemente no percibir salario por la función para la que
fuera electo, voto por el rechazo de la presente demanda en todas
sus partes.
5. Costas a la actora. Tal es mi voto.
El doctor Juárez Quiroga dijo:
Que por sus fundamentos adhiere su voto al de la vocal preopinante.
El doctor Pinto dijo:
Que por idénticos principios adhiere su voto al de los vocales
preopinantes.
En mérito al Acuerdo que antecede; se resuelve: 1. Rechazar la
demanda interpuesta por Oscar Atilio García en contra del Círculo de
Suboficiales de la FFAA, por los siguientes conceptos: Sueldos
impagos (1/9/98 al 31/8/00); Vacaciones proporcionales 2000; Sueldo
Anual Complementario impago 2°/98, 1999, y1°/00 y 2°/00 prop.;
Certificación y cesación de servicios, por los fundamentos vertidos
en los considerandos. 2. Costas a cargo de la actora. - Claudia
Salvatierra. - Luis R. Juárez Quiroga. - Guillermo A. Pinto.
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