construcción de alternativas más significativas en las formas de trato

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CONSTRUCCIÓN DE ALTERNATIVAS MÁS SIGNIFICATIVAS EN LAS FORMAS
DE TRATO HACIA EL NIÑO Y LA NIÑA EN UN GRUPO DE PADRES Y
ACUDIENTES DE LA ASOCIACIÓN EN EL TOLIMA FLORECE EL AMOR.
OLGA SUSANA GACHA BOCANEGRA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE MEDICINA
ESPECIALIZACIÓN EN PREVENCIÓN DEL MALTRATO INFANTIL
IBAGUÉ
2005
CONSTRUCCIÓN DE ALTERNATIVAS MÁS SIGNIFICATIVAS EN LAS FORMAS
DE TRATO HACIA EL NIÑO Y LA NIÑA EN UN GRUPO DE PADRES Y
ACUDIENTES DE LA ASOCIACIÓN EN EL TOLIMA FLORECE EL AMOR.
OLGA SUSANA GACHA BOCANEGRA
Trabajo de Grado presentado como requisito para optar por el Título de
Especialista en Prevención en Maltrato Infantil.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE MEDICINA
ESPECIALIZACIÓN EN PREVENCIÓN DEL MALTRATO INFANTIL
IBAGUÉ
2005
Notas de Aceptación
____________________________
____________________________
____________________________
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Firma del Presidente del Jurado
____________________________
Firma del Jurado
Firma del Jurado
Ibagué, Mayo de 2005
AGRADECIMIENTOS
A la Doctora Julia Cristina Rengifo por su incondicional apoyo y colaboración, a la
Universidad Pontificia Javeriana por haberme permitido alcanzar esta meta.
A la Asociación “En el Tolima Florece el Amor”, por brindarme su apoyo para
llevar a cabo este proyecto de investigación – intervención, a sus directivas y en
especial a la Señora Ester Martínez y a Marta, quienes me facilitaron los medios
y me ayudaron en todo lo que necesite para hacer posible este proyecto.
DEDICATORIA
A
Dios
Nuestro
Padre
Celestial
por
brindarme la posibilidad de realizar mis metas,
por darme la oportunidad, los medios para surgir
y las personas que me rodean.
A mi esposo quien me motivo para
comenzar
y consolidar este logro en mi vida
profesional.
A mis padres por el ánimo permanente
para culminar y hacer posible este gran deseo y
a mi hermano por su valiosa ayuda.
ABSTRAC
El proyecto de investigación e intervención, plantea desde la
problemática del maltrato infantil, que se presenta en la ciudad de
Ibagué en una alta proporción, la construcción de alternativas que
permitan mejorar las relaciones entre adulto – niño hacia otras formas
de trato más significativas en
un grupo de padres y acudientes que
asisten a la Asociación en el Tolima Florece el Amor. Se propone a
través de la investigación cualitativa herramientas metodologías, como
la entrevista y el taller, crear un espacio de construcción colectiva que
permita potencializar en ellos mismos sus recursos con el fin de
plantear
alternativas que contribuyan a mejorar el trato dentro del
ambiente familiar. Los hallazgos se establecen en cuatro categorías de
análisis como son: Entrega, Reconocimiento, Infringir y Controlar”,
donde en cada una se destaca las evidencias que permiten identificar
los aspectos a movilizar en la intervención. Se replantean creencias y
comportamientos sobre la importancia del afecto y la aplicación de
correctivos como el castigo físico y otros actos disfuncionales,
cuestionados desde sus vivencias personales y las experiencias
actuales en sus ambientes familiares. Se concluye que este grupo de
padres y acudientes, identifican desde la reflexión y la experiencia
emocional ideas y actuaciones que conllevan a transformar su realidad
hacia otras formas mas significativas de trato, adquiriendo en el
autocontrol y la comunicación elementos para evitar actos violentos al
momento de corregir las faltas en sus hijos,
cuestionando
la
aplicación de castigos físicos y psicológicos por otros, basados en el
manejo adecuado de la autoridad, la comunicación y la negociación.
CONTENIDO
Pág
INTRODUCCIÓN
9
1. OBJETIVOS
20
1.1 OBJETIVO GENERAL
20
1.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS
20
2. REFERENTE TEORICO
22
2.1
MALTRATO INFANTIL
22
2.1.1 Definición del Maltrato Infantil
22
2.1.2 Topología del Maltrato Infantil
22
2.1.3 Causas del Maltrato Infantil
24
2.1.4 Factores de Riesgo
29
2.1.5 Formas de maltrato más reconocidas en la familia.
30
2.2
33
ESTILOS DE CRIANZA Y SISTEMA DE
CREENCIAS DE LOS PADRES.
2.2.1 La Norma, la Falta y el Castigo
37
2.3
45
LA DINÁMICA DEL VINCULO
2.3.1. La Importancia del Vinculo
47
2.4
48
LA TERCERA ZONA
3. SENTIDO DE LA INVESTIGACIÓN
55
4. DISEÑO METODOLÓGICO
58
4.1 POBLACIÓN
64
4.2 PROCEDIMIENTO
66
5. HALLAZGOS
68
6. INTERVENCIÓN
98
6.1 Taller No 1: Conózcase y mejore las relaciones
con sus hijos.
100
6.2 Taller No 2: Cómo mejorar las relaciones
Con sus hijos: La comunicación
entre padre e hijos.
111
6:3 Taller No 3: la importancia del afecto.
121
6.4 Taller No 4: El manejo de la Autoridad
126
6.5 Taller No 5: La Negociación con sus hijos
131
7. CONCLUSIONES Y CONTINUIDADES
137
7.1 Fase Hallazgos
137
7.2 Fase Intervención
141
7.3 Fase Nuevas preguntas
145
7.4 Fase Dificultades
147
7.5 Fase Continuidades
148
7.6 Fase Asociación e Investigadora
150
8. BIBLIOGRAFIA
152
ANEXOS
155
INTRODUCCIÓN
En nuestro medio sociocultural se presenta una gran complejidad en torno de las
relaciones y vínculos entre los seres humanos. Sería imposible pensar una
sociedad
donde el contacto y la comunicación entre quienes la conforma
estuvieran al margen de las subjetividades que median el encuentro y la relación
con un otro.
Entender este cuestionamiento nos plantea una perspectiva de análisis sobre las
formas de trato entre adultos e infantes, adquiriendo
elementos que definen su
complejidad y su expresión dentro de los entornos sociales. Abordar dentro de
las relaciones y vínculos, sus propias manifestaciones y expresiones en la
realidad, despierta inquietudes e intereses que motiva a un conocimiento más
cercano sobre las formas de trato entre adultos y niños.
Por lo tanto, profundizar en este tipo de relaciones exige determinar un espacio
social como es la institución familiar y es precisamente donde este proyecto de
investigación e intervención se realiza, guiado por un interés particular de conocer
y analizar las creencias y los comportamientos que de algún modo consolidan la
vida social y personal de sus protagonistas a través de sus relaciones. De este
modo, se pretende con un grupo de padres y acudientes, (conformado por el
9
padre, la madre y/o acudientes, que son
personas adultas que están
permanentemente brindado los cuidados necesarios al niño o a la niña), construir
o replantear conjuntamente alternativas que posibiliten otras formas de trato más
significativas con los niños y niñas que están bajo su cuidado, con el propósito de
prevenir eventos y acciones que reflejen algún tipo de maltrato infantil.
Actualmente, en nuestra comunidad el maltrato ha tenido un impacto
considerable, pues en las medios de comunicación, en las instituciones y los
centros de atención se percibe un incremento significativo en los índices de
violencia familiar reflejando algún tipo de maltrato infantil, es por esto que resulta
pertinente para nuestro medio social crear acercamientos a estas realidades con
el fin descubrir, explorar la dinámica y los procesos que se gestan al interior de la
institución familiar. Acercarnos con una mirada comprensiva para entender las
dinámicas que envuelve la relación entre adultos e infantes, nos lleva a tener en
cuenta sus propias características que la definen como de igual modo, las
problemáticas que la rodean.
No es extraño referirnos a situaciones donde el maltrato, la indiferencia, los estilos
y prácticas de crianza posibilitan comportamientos disfuncionales que de alguna
manera se justifican en el poder y en las representaciones mentales que el adulto
tiene frente al concepto de niño o niña. Se hace manifiesto actuaciones donde el
castigo se legitima en la costumbre y en la ilusión de ofrecer y formar al infante en
10
los lineamientos básicos de una adecuada educación. Se regula entonces, un tipo
de relación asimétrica y se deja de evidenciar la mutualidad en la relación.
Desde esta perspectiva, se hace visible a nuestro alrededor la problemática del
maltrato infantil, pues las mismas condiciones de pobreza hasta al abandono
consciente y el trato disfuncional
de los padres, repercute en un creciente
aumento de esta problemática social. Las estadísticas así lo afirman: De acuerdo
al periódico El Nuevo Día, con fecha Agosto 20 de 2004 y que circula en la cuidad
de Ibagué, señala que el maltrato Infantil crece sin control en el departamento del
Tolima, ya que un total de 994 denuncias sobre maltrato infantil ha recibido el
ICFB del Tolima durante el primer semestre del 2004. La cifra que presenta un
incremento en 114 casos con relación al 2003, deja en evidencia la preocupante
realidad de los menores en el departamento, la cual se ha visto agudizada por
factores como el desempleo, el desplazamiento, las condiciones de pobreza y
miseria en las que se encuentra sumida buena parte de la población.
Así mismo expone que el maltrato físico, el abandono parcial, el peligro físico, el
maltrato psicológico, el abuso sexual, la explotación laboral y la mendicidad, son
en su orden, los principales males que aquejan a la niñez tolimense.
Por consiguiente, lo anterior nos lleva a plantear interrogantes que de algún nos
permita profundizar y ampliar aspectos relevantes de esta investigación:
11
Que resultados han arrojado las investigaciones de este tipo, para entender y
comprender la nueva estructura que ha tomado la institución de la familia y su
influencia en los vínculos entre padres e hijos?
En qué medida afecta a los niños y niñas el trato de sus padres o acudientes?
Qué aspectos
relevantes dentro de la dinámica familiar han determinado un
posible maltrato?
Qué tipos de maltrato se manifiesta en los infantes por parte de sus padres o
acudientes?
Qué aspectos de la realidad familiar confieren la posibilidad de ser transformados
para encaminar la pertinente prevención?
Entrar a considerar estos interrogantes, trae consigo precisar los intereses de
transformación, como es el caso de los padres o acudientes que a partir de un
espacio de construcción tuvieron la oportunidad de expresar, cuestionar sus
creencias y comportamientos en situaciones especiales con el niño y desde ahí,
posibilitar a través de la tercera zona una conciliación entre el deseo y la realidad
al momento de aplicar correctivos y manifestar expresiones de amor a sus hijos.
De este modo, se genera una construcción colectiva que a partir de sus propias
vivencias en sus historias de vidas, de la reflexión y discusión de sus experiencias
12
actuales en la crianza de sus hijos, se
plantean alternativas de cambio que
ayudan a movilizar creencias y comportamientos sobre el trato y relaciones entre
adultos e infantes.
De otro lado, teniendo en cuenta la complejidad que entorno a las relaciones se
dan y de acuerdo a lo que pretende la investigación e intervención, se requiere de
un apropiado enfoque metodológico que permita
una aproximación valida y
confiable para describir y comprender esta complejidad; en consecuencia, el
proyecto
se inscribe dentro del enfoque cualitativo ya que a través de sus
lineamientos epistemológicos permite construir conocimiento con un carácter
científico acercándonos a la realidad de los diversos eventos sociales.
Por consiguiente, la investigación cualitativa ofrece mecanismos adecuados para
actuar en
los espacios sociales, y más concretamente en el entorno familiar,
donde se manifiestan un sin numero de comportamientos que evidencia
el
maltrato infantil en cualquiera de sus formas. La intervención parte desde una
perspectiva humana, de su complejidad y de sus posibles alternativas para
prevenir eficazmente las acciones que dentro de las relaciones y prácticas
sociales caracterizan y dan sentido a sus vínculos y formas de trato. De esta
manera, se pretende acceder a cambios que permitan dar significado y resignificar
las actuaciones que entre adultos e infantes.
13
Esto quiere decir, que reconocer
la sensibilidad propia de los seres humanos,
adquiere importancia para afianzar acercamientos con el fin consolidar cambios a
partir de acciones reales y concretas, lo que fortalece el sentido propio que
demanda cabalmente la intervención, exigiendo en gran medida, una actitud de
acoplamiento para entender y comprender la realidad que da sentido a lo que
acontece en su vida cotidiana y en especial a las relaciones y vínculos entre
adultos e infantes.
Esto resulta interesante puesto que al entrar en contacto con las personas
involucradas en cualquiera de las situaciones de su interés, se amplia el
conocimiento con un criterio humano, el cual sensibiliza la percepción hacia
formas de interpretación más apropiadas que ayuden a generar un proceso de
reflexión entre los actores que beneficien las posibles transformaciones de sus
experiencias sociales.
De acuerdo a lo anterior, se definió una población de padres y acudientes que
están vinculados a la Asociación en el Tolima Florece el Amor, pues allí ofrecen a
sus hijos el servicio de Ludoteca y otras actividades lúdicas que benefician la
atención a los niños y niñas como
el aprovechamiento del tiempo libre. Esta
Asociación, comenzó hace trece años
formando un grupo de atención para
adultos mayores, lo cual les permitió conocer más de cerca las necesidades de la
comunidad.
14
En 1996 adoptaron el Taller “En Colombia Florece el Amor” Principios de
convivencia, el cual buscó involucrar a la comunidad hacia la construcción de la
Paz, ofreciéndole una propuesta que conduzca
a lograrla. En el proceso,
encontraron que hablar de paz a personas con necesidades básicas insatisfechas
era insuficiente; lo que les exigió extender este trabajo a las familias de la
comunidad con el fin de elevar su nivel de vida. Es así, como adquirió una sede,
constituida legalmente como ONG naciendo formalmente la Asociación para la
convivencia “En el Tolima Florece el Amor” que agrupa los siguientes programas:
Talleres de Formación en Convivencia, Madres gestantes, Bebeteca, Ludoteca,
Biblioteca, Grupo Juvenil, Escuela de Padres, Agricultura Orgánica, Adulto Mayor,
Artes y Oficios, Participación Comunitaria y Comedor Infantil.
La Asociación tiene como visión, recuperar, promover y desarrollar el verdadero
sentido del AMOR, para aportar a la reconstrucción del tejido social en nuestra
región. Formar seres felices para quienes la convivencia armónica sea la base de
su existencia con el fin de que mejoren su calidad de vida.
Así mismo su misión plantea, difundir y poner en práctica los principios y valores
de convivencia del ser humano, consigo mismo, con el otro y con su entorno.
Principios como el respeto, la tolerancia, la aceptación, la verdad, deberes y
derechos, la compresión, la libertad y el amor, mediante sensibilización y
motivación de las personas, facilitar la interiorización y la práctica en las
comunidades a las que pertenecen.
15
Unir esfuerzos con los diferentes estamentos y personas con el fin de dar vida a
proyectos que ayuden a la comunidad a resolver sus necesidades básicas.
Los objetivos que orienta la dinámica organizacional de la Asociación se
constituyen en:
Trabajar con una población específica de manera que se pueda hacer
seguimiento, profundizar y evaluar.
Mostrar resultados que permitan a otras comunidades implementar
programas similares.
Sensibilizar a la comunidad hacia el bienestar propio y hacia el bien común.
Despertar la solidaridad y participación solidaria en todos los niveles.
Obtener y canalizar recursos que permitan llevar a cabo programas de
desarrollo integral con la comunidad.
Crear espacios para la utilización sana y productiva del tiempo libre.
Formar líderes multiplicadores de los diferentes programas de servicio a la
comunidad.
Apoyar la salud mental, emocional y física.
Prevenir conductas nocivas como la adicción y sustancias psicoactivas, la
maternidad precoz y aquellas que atentan contra la integridad propia y
ajena.
16
Es gracias a la Asociación, que se logro realizar el contacto con este grupo de
adultos y con sus hijos, posibilitando a través de este espacio social el desarrollo
del presente
proyecto de investigación e intervención de acuerdo
de las
herramientas metodológicas como son la entrevista y los talleres.
Entre los resultados mas relevantes a mencionar se destaca el análisis de
categorías que especifica y da cuenta de cierta forma de la descripción y
significado de las relaciones y encuentros entre adultos e infantes dentro de su
ambiente familiar. Se infiere desde el análisis evidencias que caracterizan y dan
sentido a las formas de trato que hacen referencia a las expresiones de afecto y
estilos de crianza que determinan el manejo de la autoridad y aplicación de
correctivos. Se establece categorías como “Entrega”, “Reconocer, “Infringir” y
“Controlar” que representan y definen sus expresiones, vivencias, actuaciones y
creencias alrededor del encuentro y la convivencia familiar, pues los datos que
arrojó la entrevista se precisan a partir de la recurrencias en las respuestas, que
de cierta manera hacen elocuente la categorización de la información obtenida.
Los talleres por su parte, configura la intervención misma del proyecto. Se hace
relevante observar el proceso de transformación con base en las reflexiones y
aprendizajes que llevó al grupo de padres y acudientes a construir conjuntamente
alternativas de cambio con el firme propósito de mejorar y hacer más enriquecedor
sus encuentros y formas de trato con sus hijos. Esto llevó a potencializar sus
propios recursos atribuyendo un sentido y una valoración a sus propias acciones
17
hacia el menor, mediado por la mutualidad, el sentido de justicia y el manejo
adecuado de la autoridad. Atribuir para resignificar el trato posibilitó replantear
desde sus mismas historias de vida hasta los imaginarios que orientan los estilos
de crianza, creencias y comportamientos que sugieren desde las voces de los
participantes “otras formas de educar y criar a nuestros hijos”, entendiéndose
como las opciones más significativas y menos disfuncionales que deterioran la
calidad de vida y equilibrio emocional de cualquiera de sus protagonistas.
En la medida, que estos padres y acudientes, tuvieron la oportunidad desde la
experiencia emocional atribuir un valor y sentido a lo que ellos vivenciaron y a lo
que actualmente ellos experimentan con sus hijos al momento de corregir una falta
o expresar afecto, ejemplifica los resultados de la investigación e intervención.
Movilizar en ese sentido ideas que atiende al reconocimiento de sus hijos, a la
comunicación efectiva donde se tome en cuenta sus puntos de vista, se le permita
negociar, concede un valor especial para su identidad y autonomía, que en cierto
modo, afecta favorablemente sus relaciones y sus vivencias dentro de sus
ambientes familiares.
Entre las conclusiones que aporta el proyecto se señala, la posibilidad que tiene el
grupo seleccionado para reestructurar y llegar al consenso sobre las alternativas
que enriquecen y fortalecen sus relaciones con sus hijos, las formas de un trato
más apropiado que desde el autocontrol, la comunicación consolidan estrategias
para reaccionar y actuar de modo diferente antes las faltas de sus hijos.
18
Reconsiderar la importancia del afecto en cualquiera de sus expresiones,
consolidan la perspectiva para orientar los logros y las transformaciones de sus
resultados, ya que este grupo de padres y acudientes al elegir por aquellas
prácticas de trato diferentes a las tradicionales, como suele ser el castigo
manifiesto a través de golpes y gritos, refleja
una posición más abierta y
condescendiente al reconocimiento, a la individualidad y a la autonomía de sus
hijos.
19
1. OBJETIVOS
1.1 OBJETIVO GENERAL
Conocer y describir las relaciones y vínculos entre padres y niños (as) que se
dan
dentro del ambiente familiar para desde ahí construir conjuntamente
alternativas que posibiliten otras formas de trato más significativas en la relación
adulto – niño (a) y que contribuya a la prevención del maltrato infantil.
1.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Explorar e identificar el espacio familiar para habilitar y replantear acciones que
conlleven a cuestionar las creencias y representaciones frente al trato y vinculo
con el niño o la niña.
Identificar los tipos de maltrato infantil que presentan los niños y niñas que asisten
a la Asociación y en especial los que provienen de sus padres y acudientes.
Establecer canales de comunicación que permita comprender la subjetividad de
las personas
que
de algún modo participa dentro del proceso de ésta
investigación.
20
Establecer espacios para el encuentro que promuevan la reflexión y el análisis de
los participantes con el ánimo de recuperar y movilizar pensamientos en procura
de una transformación de los vínculos y formas de trato.
Presentar los linimientos teóricos más relevantes sobre los temas principales del
proyecto que permitan contextualizar los resultados a fin de interpretar y analizar
los hallazgos que arrojó ésta investigación e intervención.
21
2 REFERENTE TEÓRICO
2.1 MALTRATO INFANTIL:
2.1.1 Definición de Maltrato Infantil:
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) , basadas en las normas y
metas de la Convención de los Derechos del Niño(1989) y la Cumbre Mundial
sobre la Infancia, de 1990, define como maltrato “ Toda conducta de un adulto con
repercusiones desfavorables en el desarrollo físico, psicológico o sexual de una
persona menor”. Según esta definición se trata de un problema polifacético y
multicausal, cuyo tratamiento debe basarse en un enfoque interdisciplinario y la
investigación científica de sus componentes físicos, sicológicos y culturales.
Considera, además, que el maltrato radica en lo fundamental en el núcleo familiar.
(Acosta, 1998).
2.1.2 Tipología del Maltrato Infantil:
De acuerdo a Falcón Caro (2002), establece la siguiente tipología del maltrato
infantil:
22
A) Maltrato Físico: Acción no accidental de algún adulto que provoca daños
físicos o enfermedad en el niño o niña, o que lo pone en grave riesgo de
padecerlo como consecuencia de alguna negligencia intencionada.
B) Maltrato Emocional: Ignorar las necesidades psicológicas sobre todo en lo
relativo a las relaciones interpersonales y autoestima.
C) Abandono Personal: Situación en la que las necesidades físicas básicas
de un menor y su seguridad no son atendidas por quienes tiene la
responsabilidad de cuidarlo.
D) Abuso Sexual: Utilización que un adulto hace de un menor para satisfacer
sus deseos sexuales.
E) Mendicidad Típica: El menor es utilizado habitualmente o esporádicamente
para mendigar, o bien el mismo ejerce la mendicidad por iniciativa propia.
F) Corrupción de Menores: Conductas de los adultos que promueven en el
menor, pautas de conducta antisocial o desviada, particularmente en las
áreas de la agresividad, la apropiación indebida, la sexualidad y el tráfico o
consumo de drogas.
23
G) Explotación Laboral: Para la obtención de un beneficio económico se
asigna al niño con carácter obligatorio la realización de trabajos (sean o no
domésticos) que exceden los limites de lo habitual, que deberían ser
realizadas por adultos, e interfieren de manera clara en las actividades y
necesidades escolares del niño.
2.1.3 Causas del Maltrato Infantil
Según Vargas (1999), expone que el trato que se da a los niños sólo obedece a la
transmisión de una generación a otra de ciertas prácticas de crianza y pautas de
relación entre los adultos y los niños, que son aceptadas culturalmente. No
obstante, todos los trabajos de investigación que se han llevado a cabo en los
últimos años confirman que ninguna de las razones mencionadas, por sí mismas,
son suficientes para provocar situaciones de maltrato. Estos resultados han
llevado a que en la actualidad el trato inadecuado a los niños se considere como
un fenómeno multicausal, porque su ocurrencia se debe a una serie de factores
que confluyen en un momento y un contexto determinado. Se ha encontrado que
estos factores pueden ser de dos tipos: de riesgo y de protección. Los factores de
riesgo son todas aquellas circunstancias, eventos o características individuales,
familiares, sociales o culturales que, a través de la práctica o la investigación, se
ha logrado relacionar con la presencia del trato inadecuado y cuyo manejo permite
reducir la probabilidad de que aparezca.
24
En lo relacionado con esta investigación, se expone algunas causas relevantes.
Sin que con ello se generalice, nos permita entender aun más la problemática del
maltrato al interior del ambiente familiar, teniendo la deficiente comunicación
interpersonal como uno de los motivos que suelen afectar las relaciones entre
adultos y niños.
Herrera (2003), afirma que entre las dificultades que se encuentra en la familia y
no únicamente al nivel de los estratos sociales bajos, sino también en los estratos
más favorecidos económicamente, es la falta de comunicación o la inadecuada
comunicación interpersonal. Encontramos que, en el seno de algunas familias,
tanto entre padres como padres e hijos y estos últimos, entre sí, la forma de decir
las cosas, es una forma de herir a las personas; no saben hacer peticiones, y
solicitudes. La relación se da a un punto de exigencia, órdenes y para imponer las
mismas, recurren al uso de palabras y expresiones inadecuadas.
Además agrega este autor que frente a un acto, puede presentarse una tendencia
hacia una respuesta inadecuada, expresada por actitudes hostiles de acciones
primarias. Las personas no saben, por lo general, expresar sus sentimientos, y sí
los expresan, no lo hacen de manera ordenada, controlada. El autor señala que
por ejemplo en algunas familias de los estratos sociales bajos, las que tienen un
desarrollo socioeconómico mínimo, los sujetos se hablan muy poco entre sí, hay
poco lugar al diálogo, transmite sus necesidades
principalmente de manera
emocional y mediante la ejecución de actos. Es decir, que sus canales principales
25
de comunicación son el emocional y el conductual y muy pocas veces, emplean el
canal cognitivo. El uso de estos canales, limita la comunicación familiar porque
son ineficaces para transmitir todos los elementos de las relaciones familiares.
Todo esto apunta a interacciones familiares conflictivas, expresadas en todas las
formas de maltrato intrafamiliar conocidas. Aunque es de anotar, que en la
realidad donde se desarrolló esta investigación,
se presentan con cierta
frecuencia estas limitaciones en la comunicación, pero se advierte que no se han
realizado estudios que respalden estas apreciaciones. Se hace evidente estas
problemáticas tal como lo expresa el autor, permitiéndonos una aproximación
hacia la comprensión de dichos fenómenos.
De otro lado, Osorio (1998) sostiene que dentro de la etiología se pude establecer
tres factores como son los individuales, familiares y sociales que se pueden
entrelazarse y darse en forma simultánea. Entre los factores individuales se
destaca la frustración de los padres, pues casi siempre deriva en castigo hacia los
hijos, ya que estos descargan sus tendencias negativas. Siguiendo el pensamiento
de Mooring según Osorio; se puede afirmar que en muchos casos el sujeto
agresor padeció una infancia difícil en la que conoció la humillación, el desprecio,
la critica destructiva y el maltrato físico, lo cual hizo que llegara a la edad adulta
sin autoestima ni confianza. Esto les provocó una vida precaria que luego
proyectaron hacia los demás, entre ellos a sus hijos. El agresor es un sujeto
inadaptado que se cree incomprendido y que suele ser impulsivo e incapaz de
organizar el hogar, situaciones que lo conducen a reaccionar violentamente en
26
contra de sus hijos, en especial en momentos de crisis, en circunstancias en que
se sienten amenazados, por leve e imaginaria que sea la amenaza y que dirigen
su frustración hacia los hijos.
Además, estudios de carácter retrospectivos y prospectivos han documentado la
historia del maltrato infantil desde una perspectiva de violencia intergeneracional,
visto como un comportamiento que se transmite de una generación a la siguiente
con unas características bastantes coincidentes. De este modo,
en la
investigación que realizó Gelles citado por Castro (1995), a través de una serie de
encuestas encontró que la simple observación de la violencia durante la niñez era
un factor importante en el comportamiento abusivo, es decir las personas que
informaron haber sido testigos de intercambio de violencia entre sus padres o
agresión a sus hermanos mostraron índice de violencia mayor hacia sus propios
hijos, que las personas que indicaron no haber visto a sus padres implicados en
actos de agresión.
Al respecto, Burgess y Youngblade (1987), citados por Castro (1995), proponen
que los patrones de interacción coercitiva que se dan entre los miembros de una
familia abusiva son transmitidos a través de las generaciones en un continuo en el
cual se perpetúa el comportamiento parental abusivo. Estas contingencias de
refuerzo y castigo en las relaciones interpersonales han sido asociadas con
experiencias de aprendizaje observacional que se pueden dar, por ejemplo, en
forma de violencia entre los esposos o vinculando la autoridad con el
27
comportamiento agresivo. Así mismo, han sido vistas como los mecanismos
causales responsables para el desarrollo y mantenimiento de patrones
de
interacciones abusivas entre padres e hijos. Por ejemplo, se ha observado que
con una exposición consistente a patrones familiares agresivos un niño tiene
pocas oportunidades de imitar un comportamiento socialmente aceptable y recibir
refuerzo
diferencial
por
comportamientos
prosociales.
Confirmando
este
planteamiento se encuentra la afirmación de Céspedes (1995) en el sentido de
que la violencia en el medio familiar tiende a ser una condición aprendida y
transmitida intergeneracionalmente.
Entre los factores familiares, según Osorio (1998), se pueden presentar
circunstancias que generan malos tratos a los niños cuando éstos no han sido
deseados, cuando provienen de uniones extramatrimoniales o cuando proviene de
uniones anteriores. Generalmente, en las familias en que hay niños maltratados la
vida
es
desordenada,
desavenencia
conyugal,
existe
inestabilidad
penuria
y
económica,
desorganización
hogareña,
enfermedades,
conductas
antisociales, ausencia de cuidados, mala administración del dinero, desempleo y
desintegración familiar.
Podemos considerar que el cuadro que acabamos de describir es el lugar en que
con mayor frecuencia se desarrolla los malos tratos a los niños; pero esto no
representa una regla sin excepción, en algunos hogares bien integrados, con una
sólida base económica y otras características positivas, pueden darse, y se dan,
28
casos de malos tratos a los niños, pero es más frecuente la incidencia en familias
como las mencionadas anteriormente.
Por último, los factores sociales que de acuerdo por Mooring, citado por Osorio el
maltrato a los menores ocurren en todos los grupos socioeconómicos y en todas
las clases sociales, inclusive en familias de profesionales, pero que por diversos
razones este hecho presenta mayor incidencia en los niveles inferiores, sin dejar
de reconocer que en los estratos superiores están en mejor posibilidad de ocultar
y disimular estos hechos.
2.1.4 Factores de Riesgo.
El maltrato físico y psicológico, como tipos de violencia difícilmente separables,
forman parte de la descripción del problema y su ocurrencia se plantea vinculada
a los factores de riesgo. De acuerdo a López 2002, estos factores de riesgos que
a menudo se homologan a causas están:
1. La historia de los padres en la que se manifiesta la deprivación psicoafectiva o
el maltrato en la infancia.
2. Las crisis en las relaciones familiares, derivadas de coyunturas particulares o de
permanentes situaciones de carencia socioeconómica.
29
3. El aislamiento de las familias de los sistemas de apoyo
4. El abuso del alcohol y drogadicción.
5. Las familias en las cuales los castigos son incuestionados como práctica
educativa.
6. Los padres adolescentes y en ocasiones las madres solteras.
7. Las enfermedades o el deterioro de la salud física o mental de algunos de los
cuidadores.
2.1.5 Formas de Maltrato más reconocidas en la familia:
De acuerdo a Vargas (1999), la familia es la “institución social” donde se establece
los principales intercambio y vínculos efectivos entre individuos de diferentes
generaciones. Es un grupo de personas relacionados por vinculo de sangre,
matrimonio o adopción que constituye la principal fuente de apoyo social y el
espacio (efectivo no geográfico) en el que aprendemos las normas, valores,
actitudes, costumbres y comportamientos de la sociedad en la que hemos nacido.
30
Ninguna otra institución es capaz., probablemente, de preveer a cada uno de sus
miembros esa sensación de bienestar, compañía, orgullo, seguridad y afecto que
experimenta los individuos que viven en una familia.
Se ha asumido, tradicionalmente, que la meta de la familia es la reproducción, el
cuidado y la educación de sus miembros. Teniendo en cuenta esta meta se ha
establecido una gran variedad de normas, leyes y roles que permiten definir lo que
es aceptado, apropiado y necesario en nuestra sociedad para alcanzarla.
En este sentido, se ha observado que en las familias que no tienen claridad sobre
las reglas de relación y el papel de cada cual en el grupo, se desarrolla la violencia
como la única forma de comunicación y pareciera que en esa alternativa de
interacción es preferible a no tener ninguna. Esto hace que inclusive los niños
piensen que son merecedores de los castigos que les propinan los adultos.
En este sentido se ha observado, que el riesgo de trato inadecuado es mayor en
aquellas famitas que:
• Son monoparentales (madres o madres solos).
• La separación o divorcio de la pareja ha ocurrido recientemente.
• La madre o el padre convive con una persona que no es le padre o la
madre biológico (a) de sus hijos.
31
• Presentan un excesivo numero de hijos( cuatro o más)
• Escaso espaciamiento entre ellos y la presencia de varios niños pequeños
en el hogar.
• Existen problemas serios en la relación de pareja.
• Recurren con frecuencia a la violencia verbal y/o física para enfrentar los
conflictos.
• No han podido enfrentar adecuadamente las situaciones que se presentan
en las distintas etapas del ciclo vital de la familia.
Por su parte, López en su libro Por qué se maltrato al más intimo?, constata que la
violencia en sus diversas manifestaciones: física, psíquica, a través de actos,
actitudes, palabras, silencios, golpes abandono, indiferencia, en general como
desconocimiento de los deseos y derechos del otro, encuentran en el hogar un
lugar privilegiado. Es además, particularmente importante insistir que es el
maltrato infantil el tipo de violencia que más se presenta en estratos sociales
diferentes.
Su repetición se encuentra asociada en un alto número de casos a la violencia que
se descarga en la madre. El gesto o la palabra del niño o del joven, como
intención de impedir la agresión a la madre, se constituye en muchos casos en el
motivo del daño al hijo.
32
Un buen porcentaje de los casos de maltrato infantil investigados no se
encontraron razones aparentes para el maltrato. Esto se da sin que medie una
falta, un reproche, una advertencia, obedeciendo al impulso de lastimar al otro.
Por los relatos se sabe que el maltratador induce respuestas agresivas por parte
de los hijos y de la esposa, mediante insultos, humillaciones, ruptura de objetos,
para desencadenar la golpiza u otras formas extremas de agresión. El agresor
actúa aquí como provocador, produciendo un juego de respuestas y de
contrarespuestas en donde la pasividad no llega a ser, necesariamente un
mecanismo pacificador. Jimeno, Roldán, citado por López 2002.
2.2. ESTILOS DE CRIANZA Y SISTEMAS DE CREENCIAS DE LOS PADRES:
Los investigadores de orientación comportamental han sugerido que el niño
maltratado puede ser el resultado de una disfunción cognoscitiva y conductual de
los padres. En el área de la disfunción cognoscitiva es importante tener en cuenta
las expectativas que los padres generan frente al comportamiento de sus hijos.
Cuando el niño fracasa, sus padres se sienten frustrados y se observa una
agresividad en contra del niño e incluso un abandono frente a sus necesidades.
En segunda instancia, el déficit cognoscitivo que puede caracterizar a estos
padres radica en su incapacidad para generar estrategias de solución frente a los
problemas de crianza de los niños. El resultado de este patrón que termina en
frustración conduce a los padres a actos agresivos.
33
Polansky, Borgman en Castro (1995), han descrito el síndrome de la “apatía”, el
cual consiste en una falta de motivación por parte de los padres para proporcionar
aspectos del ambiente que son esenciales en el desarrollo del niño. En este
sentido, Oldershaw, Walters y Hall en 1989, realizaron una exploración detallada
del comportamiento de las madres de acuerdo con una clasificación de
abusadoras y no abusadoras, en términos de la calidad afectiva y comportamental
de sus interacciones sociales, incluyendo las pautas disciplinarias frente al
comportamiento del niño. Encontraron tres categorías importantes que se
relacionaban con el estilo de crianza a saber: “distante”, intrusa” y “hostil”. Las
madres distantes se caracterizaban por tener una tasa de interacción muy baja en
las actividades del niño y una aparente falta de interés por lo que el niño hacía.
Su efecto era muy plano cuando interactuaba con el niño y tenía muy baja tasa de
respuestas tanto positivas como negativas. De manera contraria, las madres
intrusas estaban permanentemente instruyendo a los niños sobre la manera de
comportarse y expresaba excesiva desaprobación a lo largo de la interacción,
manifestaban también intercambios positivos con aprobación y afecto. Las madres
hostiles, por su parte, dirigían ataques en contra del niño, lo ignoraban, le negaban
afecto y aprobación y exhibían niveles elevados de comportamientos de
humillación y afecto estrictamente negativo. Estos resultados son coherentes con
los encontrados por Egeland y Sroufe (1981) quienes estudiaron muestras y
grupos de características muy similares.
34
El abuso
físico ocurre en situaciones disciplinarias en las cuales las
intervenciones requieren una asertividad poderosa frente a los niveles de peligro,
la relación entre maltrato y prácticas disciplinarias nociva es obvia (Reid, 1986
citado por Castro, 1995).
Algunos padres por ejemplo,
usan tácticas de retiro de amor y aprobación o
amenazas de abandono que pueden tener consecuencias muy negativas para el
niño; otros emplean las normas disciplinarias de manera inadecuada, utilizando
técnicas que implica humillación y ataca la autoestima del niño. Los padres que
imparten disciplina en esta forma inapropiada a sus hijos, o que no son efectivos
frente a los métodos de socialización, permiten que sus hijos desarrollen patrones
que no pueden adaptarse a los criterios dictados por la sociedad. Aquellos que se
basan en autoritarismo y son demasiados estrictos pueden llevar al niño a ser
abiertamente controlador y a no disfrutar la vida dentro de los límites de
conformidad frente a las demandas del otro (Macooby y Martin, 1983 en Castro
1995).
Rohner, Kevin y Cournoyer en Castro (1995) presentaron una revisión sobre el
efecto del castigo corporal sobre el comportamiento posterior del niño. Es cierto
que el castigo físico suprime el comportamiento indeseable de manera temporal y
también que produce efectos colaterales de carácter adverso. Por ejemplo, ha
estado asociado a un incremento de la agresividad en el hogar y en la escuela así
como a una variedad de desórdenes conductuales y psicológicos, incluyendo la
35
ansiedad, la depresión, el aislamiento, la impulsividad, la delincuencia y el abuso
de sustancias psicoactivas.
Estos resultados, según los investigadores, deben tomarse con mucha precaución,
ya que para algunas culturas el castigo físico ha llegado a formar parte de un estilo
de crianza aceptado por los miembros de la comunidad. Esto quiere decir que el
castigo físico, puede llegar a ser percibido por el niño como una forma de
disciplina con poca o ninguna connotación de rechazo. En países como la India se
ha encontrado que el castigo físico guarda relación con una paternidad
responsable buena y apropiada, llegando incluso a ser aceptada como un estilo de
cuidado.
De otro lado, la exposición a modelos
inadecuados promueve conductas
antisociales las cuales han sido ampliamente soportado por Grusec y Lytton
(1988), quienes demostraron que los padres que presentan comportamientos
inadecuados o que permiten a sus hijos observar modelos de estas conductas
están promoviendo las condiciones para la adquisición de un comportamiento
desadaptativo. Datos descriptivos han demostrado que 47 de 50 casos
investigados sobre diferentes casos de abuso infantil involucran la exposición a
modelos desadaptativos tales como la conducta antisocial, pornografía, violación
familiar y actos de extrema humillación. La competencia social de estos niños se
ve claramente afectada cuando las condiciones anteriormente expuestas están
presentes en el ambiente familiar.
36
La falta de cariño y aceptación también se tiene en cuenta al referirnos a los
estilos de crianza. Estos conceptos han sido reconocidos como importantes en el
desarrollo del apego en niños y últimamente se ha analizado todo un rango de
comportamientos sociales que incluyen relaciones satisfactorias con compañeros
y que dependen de la presencia o ausencia de dichas conductas en edad
temprana. Los apegos de inseguridad parecen ser predictivos de baja autoestima
y habilidades sociales inadecuadas. La falta de aceptación y de cariño por parte
de los padres ha sido identificada como variable etiológica importante que influye
en la agresión y en la desadaptación social de los niños. (Paterson y Moran, 1988,
en Castro 1995).
2.2.1. La Norma, La Falta y El Castigo
De acuerdo a López (2002) los conceptos de falta y castigo no son homogéneos
en la sociedad. Ellos, en su dinámica concreta, pasan por las particularidades
culturales que les imprimen la pertenecía de la pareja castigador- castigado a una
clase, a un estrato social determinado, y en su variabilidad corresponde a las
prácticas sociales dominantes, que en cada grupo social cifra una valoración
social de la trasgresión y su reparación. Así como, en las investigaciones
realizadas sobre violencia familiar y en la clínica del maltrato se encuentran que en
esos estratos sociales bajos y medios, la acción castigada privilegia el maltrato
físico, mientras que en grupos de los mismos sectores medios y extractos altos se
37
aplica con mayor frecuencia la sanción que pasa por la supresión de derechos, de
gustos de placeres, como constreñimiento que obliga al niño al sometimiento.
La corrección de sustituir a la expiación como espectáculo de la carne desgarrada
y el terror debe dar paso a la persuasión de la palabra. La atenuación de la
severidad, el respeto por la humanidad de los niños, la supresión de la crueldad
como referencias ético jurídicas, buscan imponerse en la sociedad. Sin embargo,
lo que se encuentra es que la suspensión de los derechos, como forma de castigo,
estatuida socialmente para suprimir. El golpe sobre los niños no funciona sin
cierto suplemento punitivo que concierne al cuerpo: el encerramiento y correlativo
aislamiento, la restricción alimenticia, la condena al silencio como imposibilidad de
defensa y separación de los otros, las miradas hostiles y amenazantes, las
comparaciones ofensivas, la falta de atención en las necesidades biológicas y a
las demandas sociales afectivas, como normas correctivas recaen en el cuerpo,
afectándolo en su autorrepresentación y, con ello, en sus formas de relación con
las semejantes.
Así mismo, Lopéz (2002) agrega que el castigo supone la responsabilidad de la
agente castigador frente al Otro de la cultura, y se sostiene en una concepción de
hombre o de mujer para una sociedad dada. Desde esa perspectiva el castigo es
violencia simbólica. La lógica de su ejercicio en la familia es la de inscribir al niño
en las coordenadas de un discurso que como saber atempere las pulsiones y
propicie en el niño un encuentro fecundo con la ley. Por ello ejercer el castigo
38
supone operar la represión, como condición de la vida comunitaria. Aquello que
procede de los padres se vuelve imperioso, pues el desamparo originario lo
inscribe en la vertiente de una demanda de reconocimiento sin el cual su
existencia estaría amenazada.
El castigo en la familia se asocia a la responsabilidad parental y al sentimiento
amoroso, que en su conjunción impiden los desbordamientos violentos de parte de
quien castiga, y propicia en el hijo la pacificación que resulta de sus sometimiento
a la ley, y que de distintas formas el niño reclama para perderse en la confusión y
en el caos de sus empujes ingobernables. El castigo hace obstáculo a la repetición
de actos, que sin los límites impuestos precipitarían al niño, y más tarde al adulto,
a la consecución de un goce inútil que, en su despliegue, arrasaría a otros y al
propio sujeto.
Si el castigo en su ejercicio simbólico se aparta de la crueldad, del sadismo, de la
venganza, y se soporta en ideales comunitarios inscritos en las coordenadas
simbólicas de una cultura que valora y protege al niño, tendrá un efecto protector
para el sujeto porque le permite hacer lazo social.
La falta de castigo al agresor, como comportamiento altamente generalizado, se
sustenta en:
39
1. La naturaleza de la agresión, se deriva de la atribución que socialmente se
reconoce a los padres para castigar, y que éstos esgrimen como derecho y
obligación moral. La acción violenta goza en algunos casos de aceptación
por parte de la victima, inscrita ideológicamente a través de su socialización
en las atribuciones aludidas.
2. La culpabilización del agredido sostenida en la presunción de una
deliberada provocación del mismo, también sostiene la impunidad. La
victima carga con la agresión y con la culpa, mientras él agresor instalado
en este tipo de explicación se libera de la responsabilidad social y subjetiva
que le corresponde.
3. La privacidad del espacio familiar es otros de los factores que refuerzan la
impunidad. La llamada inviolabilidad de la intimidad exige resolver los
conflictos familiares entre sus miembros. Además, la onda resistencia de
los individuos a hablar públicamente de las hostilidades que se producen y
se reproducen dentro de la familia conduce al silencio de quienes conocen
y de quines sufren los hechos, agudizando la sanción de abandono, de
impotencia, que hacen más severo el cuadro del maltrato.
4. Finalmente, el incumplimiento de las funciones por parte de
algunos
funcionarios de las instituciones policivas, hospitalarias, de Bienestar social,
de Medicina
Legal, para conocer y atender con rigor legal y con
40
sensibilidad
social
las
circunstancias,
las
características
y
las
consecuencias emocionales de los episodios maltratantes, mantiene la
impunidad como valor social.
De otro lado, Nelson (1998), expresa que algunos niños piensan cuando los están
castigando que son malos o de que no valen nada. Otros pueden decidir no
repetir la conducta que produjo el castigo, pero en ese caso lo hacen por temor o
intimidación y no porque hayan desarrollado principios sobre el bien o el mal.
Otros maquinan como hacer para “ganarle” al adulto más adelante o como evitar
que los “pillen” en el futuro. Muchos piensan en la venganza. Los niños castigados
tienden a hacer algo para desquitarse. Después del castigo quedan con una
sensación de injusticia. En vez de concentrar su pensamiento en el
comportamiento que provocó el castigo se concentran en la furia que sienten hacia
el adulto y que les impuso el castigo o la vergüenza de si mismos.
Algunos adultos cometen el error de pensar que los niños continúan
comportándole mal porque el castigo no fue lo suficientemente severo como para
darles una lección. Así, como castigan de nuevo, y más severamente, y los niños
encuentran formas cada vez más astutas para vengarse. De esta manera se
perpetúa un ciclo de venganza. Muchos padres no se dan cuentan de la gravedad
que ha avanzado el ciclo de venganza hasta que su hijo o hija llega a la
adolescencia y se revela completamente yéndose de la casa, entrando en el
mundo de las drogas, quedando embarazada o haciendo alguna otra cosa dañina
41
o peligrosa. La ironía de todo esto, al vengarse, el niño se hace tanto o más daño
que el que les ocasiona a sus padres.
Además afirma que el castigo no funciona, pues cualquier persona que haya
tenido experiencia con niños sabe que el castigo detiene el mal comportamiento,
al menos por un rato, por este motivo los adultos pueden pensar que ganan
batallas de disciplina. Sin embargo, pierden inevitablemente la guerra de la
disciplina (que comienza cuando los adultos utilizan castigos), pues lo único que
logran es incitar a los niños a desquitarse, a actuar furtivamente a conformarse por
miedo.
Una vez mas debemos tomar conciencia de lo que es lo que “funciona” y calcular
los efectos que genera a largo plazo. Mientras los adultos piensan que “ganarles”
a los niños es importante, no lograrán más que hacer de ellos unos perdedores.
Para acabar con la guerra de la disciplina es imperativo dejar atrás la lucha de
poder y crear un entorno donde los efectos a largo plazo para niños y adultos
sean el respeto mutuo. La confianza, la responsabilidad, la autodisciplina, la
recursividad y la cooperación en la resolución de conflictos. Es importante ver los
errores como oportunidades de aprehender y resolver problemas.
Vargas (1999), al respecto sostiene que el castigo físico no le permite al niño
cómo comportarse, pues una golpiza le muestra al niño que sus padres están
enojados, pero no le dicen porqué. Aún cuando traten de explicarle las razones
42
mientras lo golpean. Siempre que recurren al castigo físico están tratando de
“enseñar” al niño, por medio del dolor y la humillación, que lo que hizo es
incorrecto.
Los estudios al respecto señala que: golpear a los niños siempre es peligroso
físicamente, porque son muchos más vulnerables que los adultos que los golpean.
Las palmaditas, que a veces sólo pretende asustarlo, pueden producir
rompimiento de vasos sanguíneos, las sacudidas (el zarandeo) pueden producir
contusiones y daño cerebral, los empujones pueden producir fracturas. Las
palmaditas que los padres utilizan con sus hijos pequeños son tan poco efectivas
que se tiende a incrementar su intensidad a medida que crecen y los adultos se
sienten impotentes para manejarlos.
Así mismo, son emocionalmente
perjudiciales, sobre todo cuando están
asociadas a frases como “por que te quiero te castigo”, “más tarde me lo
agradecerás”, en la medida que los niños crecen asociando el amor con el dolor,
el enojo con la sumisión.
Además, actualmente se reconoce que el castigo físico es una violación a los
Derechos
Fundamentales de los niños, una práctica peligrosa que puede
ocasionar heridas “accidentales” muy graves. Una semilla de violencia, en la
medida que promueve el desarrollo de actitudes y comportamientos violentos en la
infancia y en la edad adulta. Una manera de mostrarle al niño que el mundo es
43
algo negativo, desagradable y punitivo. Un recurso de corrección incorrecto que
puede originar lesiones físicas importantes como resultado de su intensidad y
consecuencias psicológicas negativas, si se utiliza de manera reiterada y continua
como “método educativo”.
Por su parte López (2002)
agrega que los investigadores encontraron quienes
califican la violencia recibida como un acto procedente del desamor y quienes la
valoran como una acción amorosa, orientada a su corrección, reconociendo, sin
embargo, en este último caso, que las formas y los instrumentos no fueron los más
adecuados. Rowell Huesmann, citado por López, asegura que esta diferencia se
da “si en la relación con los padres median atributos de afecto, de ternura, éstos
le permiten distinguir al niño entre el uso de la agresividad en sí misma y el uso de
la agresión como medio ligado a un fin correctivo y disuasivo. En estos casos el
niño no se identifica con el comportamiento agresivo sino con el fin correctivo
( Huesmann, p. 110 -114).
Aquí Huesmann alude a la función simbólica de los discursos que culturalmente
dan un sentido al maltrato. Cuando el discurso de los padres para castigar se
apoya en valores como la corrección del niño, ello puede, de alguna manera,
pacificar la relación, toda vez que existe entre padres e hijos un saber social
compartido que precisa razones para el castigo, las que a su vez se legitiman en
el amor que daña “por su propio bien”.
44
2.3 LA DINÁMICA DEL VINCULO
De acuerdo a Alba P. (2000) afirma que las personas nos relacionamos por medio
de actos que se sustentan subjetivamente en lo que valoramos, lo que pensamos
y lo que sentimos. A partir de las acciones que realizamos y de las interacciones
que creamos, tomamos en cuenta al otro, y así como ese otro nos puede
comprender desde nuestros actos, nosotros lo podemos comprender a partir de
sus actos.
La interacción es el terreno en el que se juegan las relaciones interpersonales, lo
mismo que los vínculos. Todo lo que terminamos creyendo de los demás, y ellos
de nosotros, parte de las interacciones. El complemento de esta comprensión es
aquello que mediante la experiencia ha alimentado nuestra forma de pensar, sentir
y valorar.
La realidad de las relaciones que vivimos es la resultante de la interacción,
mediatizada por el filtro de nuestra subjetividad (pensar, sentir y valorar). El campo
de las relaciones, de acuerdo con este marco, es el que se define en la sola
interacción pero que no alcanza a tocar de manera significativa las demás
instancias del ser. Se trata de lo que puede ocurrir en una transacción, en una
conversación intrascendente para la vida emocional, en una relación que no nos
afecta mayormente.
45
El vínculo en cambio, involucra todas las instancias del ser, de forma tal que el
equilibrio entre ellas se modifica permanentemente a partir de esas relaciones
significativas que entablamos.
Así mismo sostiene Alba (2000) que en la medida que nuestra lectura de las
interacciones siempre tiene un alto componente de subjetividad, las situaciones
de intercambio, ya se trate de vínculos positivos o de vínculos dañinos, siempre
implican un compromiso importante de la propia estructura del sujeto. Es esta la
razón para que pretendamos trabajar Buen trato desde la perspectiva vincular.
Mientras las personas puedan estructurar de manera equilibrada su ser a partir de
relaciones bien tratantes, estarán en mejores condiciones de promover ellas
mismas el Buen trato como expresión natural de su propia vida, de su propia
manera de interactuar.
El hacer, el crear experiencias, entonces, es la base del trabajo cotidiano de
nuestras relaciones. En tanto que alimentamos las instancias de nuestro ser con
experiencias que podemos asimilar de manera abierta, libre, dándole espacio a la
lectura desprevenida, estaremos en condiciones de crear vínculos más sanos.
Cuando otorguemos prioridad a nuestros juicios (prejuicios), mediante la
jerarquización del sentir, pensar y valorar por encima de la experiencia misma,
corremos el riesgo de crear vínculos que nos afecten (por distorsión de la
46
experiencia) y que afecten a las personas con las que los establezcamos (por
acción incongruente).
2.3.1 La importancia del Vínculo
Vargas (1998), sostiene que le vínculo afectivo que se establece en la infancia
constituye la base sobre la cual se desarrolla la capacidad para establecer
vínculos afectivos en etapas posteriores de la vida.
El vínculo afectivo del bebé con su propia familia es la culminación de un proceso
que se inicia en el mismo momento del nacimiento, y que los teóricos han
denominado apego.
El apego se da cuando la madre y el hijo separados en el momento del nacimiento
por la ruptura del cordón umbilical, establecen lazos entre sí mediante un sistema
de comunicación que involucra aquellas conductas que determinan la base de la
relación entre la madre y el hijo durante el primer año de vida. Esta conducta de
apego promueve el acercamiento entre el adulto y el recién nacido, y la
adquisición (por parte del bebé) de un esquema o concepto de lo familiar que le
hace posible el contraste con lo extraño o desconocido.
Cuando el adulto reacciona ante el recién nacido, ambos entran en una recíproca
interacción personal, por medio de la cual la persona que detenta la principal
47
atención en los primeros meses de vida se convierte en el “objeto de amor”. A este
proceso a través del cual el niño busca activamente atraer la atención de quien lo
cuida, se le denomina vinculación.
La vinculación es importante porque el niño, para sobrevivir y desarrollarse
armónicamente, necesita experimentar una relación íntima, cálida y continua con
la persona que lo cuida, en la que ambos encuentren satisfacción y alegría. Por
desgracia, aunque en la mayoría de los casos la vinculación ocurre cuando
interactúan un adulto y el recién nacido, la calidad de la misma varía en función
del tipo de atención o respuesta que la persona que cuida al niño tenga hacia sus
intentos de contacto, lo cual puede generar más o menos dificultades en la
relación. La calidad del vínculo que se establece le permite saber al niño cuánto
reconoce y comprende la persona responsable de su cuidado, lo que siente y
necesita, y si es capaz de responder apropiadamente (Vargas 1999).
2.4 LA TERCERA ZONA
En el articulo, sobre Algunas ideas para pensar en trabajo comunitario, Creencias
sobre la crianza, una posibilidad de recuperar la ilusión, de Nubia Torres en el
Modulo de La realidad (es) social, especialización en Prevención del Maltrato
Infantil, Escudero y Rapacci, expresa que la tercera Zona según Winnicott,
tradicionalmente los fenómenos humanos se ha definido refiriéndose a la relación
que tienen los individuos consigo mismos (mundo interno), o a sus pautas de
48
relación externa, manteniendo una división entre la realidad interna y la externa. Al
autor
no le satisfacen completamente estas postulaciones: considera que no
explican la totalidad de las experiencias humanas. Para él no se trata sólo de lo
que hacemos, sino de dónde estamos; por ejemplo, cuando asistimos a una
función de teatro y disfrutamos de la representación, de la tragedia, de la comedia,
del romance o de la sátira. Así, la tercera zona, es el producto de la experiencia
de la persona en el ambiente que predomina en el terreno donde somos más o
menos libres, en la que acontece; no es la satisfacción de una necesidad ni la
adaptación a las normas y exigencias sociales, sino el encuentro del sí mismo con
los objetos.
La experiencia transicional o de tercera zona se desarrolla construyendo el lugar
de la creación, de los sueños y de la ilusión y se basa en que es posible actuar
sobre el mundo. Es un espacio psíquico, una zona que une al sujeto con su
entorno, pero, a su vez, lo separa de éste, sin constituir una contradicción, aunque
sí lo lleva al origen de una contradicción.
La tercera zona o zona intermedia, de acuerdo a Winnicott citado en Bitácora, en
Especialización del Maltrato Infantil, es el producto de la experiencia de la persona
en el ambiente que predomina, el terreno en el cual es más o menos libre, lo que
acontece no es la satisfacción de una necesidad ni de la adaptación a las normas
sociales exigidas, sino el encuentro de sí mismo con el ambiente. La construcción
de la zona intermedia implica una paradoja, puesto que supone romper las
49
categorías duales y excluyentes y habituales de nuestra forma de entender la vida
(verdad/ mentira, víctima/ victimario, norma/ deseo, interno/ externo,..) y destruir el
pensamiento como sentido único y lineal de las cosas.
Además, este autor agrega que la contribución consiste en “pedir que la paradoja
sea aceptada, tolerada y respetada, y que no se la resuelva. Es posible resolverla
mediante la fuga hacia el pensamiento intelectual dividido, pero el precio será la
pérdida del valor de la paradoja misma”
Es importante aclarar lo que en este contexto se entiende por paradoja: supone un
trabajo de ligazón intrapsíquico, un trabajo de creación y, por tanto, de
desplazamiento, en el que las realidades interna y externa no queden en una
oposición irreducible. La zona intermedia es, entonces, un espacio utópico donde
se tolera la paradoja entre lo interno y lo externo, un lugar de descanso, de no
enjuiciamiento, de juego, de descubrimiento de nuevos usos de los objetos, en el
que es posible recuperar la ilusión y la creatividad.
Para proponer el área de ilusión, Winnicott plantea que lo real primariamente
emanó de la realidad interna y que la fantasía es más primaria que la realidad
compartida. La ilusión de omnipotencia es, de algún modo, retenida dentro de la
persona y es lo que le permite enfrentar la realidad y manejarla. En este sentido,
se pregunta cómo construir un puente entre la fantasía y la realidad sin caer en el
abismo de la desilusión o de la locura. Es importante aclarar que en la jornada
50
hacia la independencia es vital que la experiencia de omnipotencia no continúe,
sino que se transforme en la capacidad de la creatividad.
La creatividad, para Winnicott no es un producto o una creación aclamada o
exitosa, sino una coloración de toda la actitud hacia la realidad externa. Implica en
el individuo una acción espontánea que involucra la percepción creativa y que lo
capacita para realizar un intercambio significativo con el mundo; es un proceso de
dos vías en el que enriquecimiento de sí mismo alterna con el descubrimiento en
el mundo de la cosas vistas.
De otro lado, resulta pertinente presentar a continuación algunas investigaciones
que apoyen y señalen una perspectiva sobre los avances que en este campo de
interés se han trabajado y que de alguna manera articula los propósitos de este
proyecto dentro de una línea de investigación.
En primera instancia, se encuentra una tesis de pre- grado titulada “Correlación
existente entre el trato dado por los padres a los hijos y las actividades hacia sí
mismos, el Colegio y la familia en una escuela de Bogotá”, de Albarracín, Blanca y
Moreno ,Lilibel (1993) donde se determinó el tipo de correlación existente entre el
maltrato dado por los padres a los hijos (maltrato psicológico) y las actitudes
positivas o negativas que el niño asume hacia la familia, el colegio y hacia sí
mismo, mostraron el tema desde varios puntos de vista que dan indicios de sus
magnitud.
51
Amaya de Villamizar Berthin (1995) en su tesis “ Autoestima en los niños con
Maltrato Psicológico en el Contexto familiar”, expone en primera instancia una
descripción histórica en la que se evidencia que el maltrato infantil como practica
educativa existe desde la antigüedad en todo el mundo; en la segunda parte se
revisa la autoestima, y en la tercera se hace referencia al maltrato psicológico en
el comportamiento del niños, para conocer hasta donde éste afecta la autoestima.
De otra parte, Matallana, Alexandra (1994) en su tesis “Aproximación Sistémica en
torno de la estructura familiar de los niños victimas de Maltrato Infantil”, presenta
una aproximación conceptual al funcionamiento y la dinámica de la estructura
familiar de los niños, victimas del maltrato infantil severo. Realiza un estudio
descriptivo que permite ampliar el conocimiento de la estructura familiar y hace
una comparación de la familia unida y la familia con niños victimas del maltrato,
para mostrar sus igualdades y diferencias; el estudio se realizó en dos fases, una,
el análisis porcentual y la otra, el análisis interpretativo, hallando elementos
clínicos que sirven de guía para la prevención y atención de ésta problemática.
En la investigación Análisis del Mecanismo de Repetición del Maltrato Intrafamiliar
en el vinculo filial, de Carmona Mónica y Londoño Carolina (1999), considera el
maltrato intrafamiliar como una modalidad de violencia vincular que se transmite
generacionalmente y cuya repetición se presenta cuando el sujeto enfrentado a
una carga traumática muy grande, se ve incapacitado para la reelaboración
52
psíquica de dicha transmisión. Allí escogieron tres familias y utilizaron entrevistas
semi-estructuradas dentro del diseño de casos, el análisis se realizó a través de
categorías teóricas previamente planteadas encontrando que entre los factores
que inciden en la repetición del maltrato puede mencionarse en el nivel de
endogamia presente en la estructura inconsciente de cada familia.
La investigación sobre el maltrato Infantil en Colombia 1985 – 1996, Estado de
Arte, se registran 278 proyectos de investigación – intervención y 1.046
referencias bibliográficas relacionadas al problema del maltrato infantil. El objetivo
se estableció a partir de estos proyectos y referencias bibliográficas en buscar
conocer el estado de la investigación del problema, promover avances sobre la
misma y propiciar una revisión de las modalidades de intervención desarrolladas,
para crear nuevas y más efectivas formas de control y tratamiento del problema.
(Mejía de Camargo, 1997, citada por López 2002).
Las sombras arbitrarias. Violencia y Autoridad en Colombia elaborado desde la
perspectiva de la antropología y psiquiatría por los profesores de la universidad
Nacional de Colombia, Myriam Jimeno e Israel Roldán (1.996), donde vinculan la
agresión de la que son objeto niños y jóvenes en la familia a los contextos
culturales en los que el problema fue investigado. El material de análisis
comprendió: Los relatos consignados en las historias de vida, en las entrevistas
semi- estructuradas y en las tablas estadísticas de personas entre 15 y 45 años de
edad,
pertenecientes
a
las
clases
53
de
menores
ingresos,
procedentes
aproximadamente de once barrios que acudieron a la consulta externa del centro
de salud No 16, adjunto al Hospital San Juan de Dios, en la cuidad de Bogotá,
entre el 12 de enero y el 16 de febrero del 1.994. El estudio plantea como
propósitos examinar factores culturales e individuales, asociados o contextuales
que influye en los comportamientos violentos de sectores urbanos de Bogotá y
conocer la normatividad y el ejercicio del control en el grupo familiar y su relación
con el entorno institucional y social. Para ello se indagó por las experiencias y las
formas de la representación de la agresión y la violencia en los hogares
estudiados.
54
3. SENTIDO DE LA INVESTIGACIÓN
La importancia de la presente investigación se fundamenta
manifestación de comportamientos maltratantes, que
en la persistente
igualmente afecta a los
niños y niños de la Asociación en el Tolima Florece el Amor. Se evidencia a
través del reporte de casos el deterioro en las relaciones y vínculos sociales como
el marcado numero de eventos de maltrato por parte de los padres o acudientes
que tienen a cargo la responsabilidad del menor. Esto se manifiesta desde las
carencias sociales hasta las acciones que señalan un maltrato bien sea de
abandono o formas de aplicar correctivos por parte de las personas que están a su
cargo. Por lo tanto, entrar a explorar y hacer una lectura sobre la realidad que
envuelve a este grupo de infantes precisa acciones para contrarrestar sus
manifestaciones, lo que se convierte en una problemática para nuestra misma
comunidad
que día a día es testigo de los casos de maltrato que circulan a
nuestra cotidianidad.
Resulta interesante tener en cuenta que en el departamento del Tolima durante el
primer semestre del 2004 el maltrato físico paso de 33% a un 34.5% según el
periódico el Nuevo Día de Agosto del 2004. Así mismo, el maltrato psicológico de
un 4% a un 21.6%, el abuso sexual se incremento de un 3.5% al 4.1 % de las
denuncias y del 10.5% al 12.6% el abandono parcial.
55
Es importante analizar como lo afirma la Doctora Eugenia Victoria Rojas,
coordinadora de asistencia técnica del ICBF en el Tolima, “las situaciones en las
cuales los padres amarran a los niños, los dejan sin comer, los encierran con
animales a los cuales les tiene miedo, los echan constantemente de las casas y
calientan cucharas para quemarles los brazos, son cada día más comunes porque
los adultos consideran que es una forma eficaz de educarlos”. Según estas cifras
el problema tiende a agudizarse aceleradamente en la región, más si se tiene en
cuenta que un 60 % departamental vive en la pobreza y un 30 % en la miseria,
haciendo que la violencia ejercida contra los menores de edad se incremente
consideradamente.
Varios estudios, de acuerdo a lo publicado en este diario, han logrado definir que
en el Tolima, las mamás son las que más maltratan a sus hijos. Las causas de tal
conducta van desde el ser víctima del abuso por parte de su esposo, hasta el
estrés, pasando por el desempleo o por el contrario, el exceso de trabajo, la falta
de educación y el asumir la responsabilidad conjunta de ser padre o madre a la
vez. Pero a diferencia de lo que podría pensarse, precisó Eugenia Victoria Rojas,
“La violencia no es solamente ejercida por madres de los estratos uno y dos, sino
que es un problema generalizado y silencioso que afecta también a los
profesionales de estratos altos que llegan cansadas a sus hogares y de mal genio
por la ardua jornada de trabajo y se desesperan cuando sus hijos les pide
colaboración con las tareas o comienzan a llorar, a tal punto que gritan, golpean y
castigan cruelmente a los menores, como cualquier otra mujer menos preparada”.
56
Lo anterior, nos señala el horizonte para guiar este proyecto de investigación,
pues resignificar experiencias y vivencias cotidianas dentro del ambiente familiar
nos abre la posibilidad para transformar las relaciones y comportamientos hacia un
trato más enriquecedor en cuanto a contacto, expresión de afecto, respecto y
reconocimiento por el otro. Las actuaciones mediadas por ideas que adquieren
otros planteamientos al momento de brindar los cuidados y educar al menor,
potencializan mecanismos para valorar las expresiones de amor y movilizar
practicas frente a la aplicación de correctivos.
Por lo tanto, la presencia de situaciones maltratantes, delimita el campo de acción
de la investigación, lo cual desde un enfoque cualitativo pretende acercarse a
estos eventos que involucra a los actores sociales, que de una u otra manera se
relacionan y tiene un permanente contacto con el grupo de infantes que asiste a
la Asociación. Entonces determinar para quien es un problema, nos lleva e pensar
en primera instancia en el niño o niña y en aquellas personas que están al cuidado
de estos menores. Así mismo, también para la Asociación y la Comunidad misma,
lo que exige el compromiso de los diferentes actores para encaminar acciones
conjuntas que cuestionen su propia realidad hacia otras practicas y formas de
interacción
las
cuales
permitan
replantear
su
naturaleza
relacional,
la
comunicación, sus procesos para el encuentro, sus vínculos afectivos, sus valores
y experiencias sociales bajo condiciones diferentes y más favorables.
57
4. DISEÑO METODOLOGICO
El supuesto metodológico se inscribe en el campo de la investigación e
Intervención que a partir del enfoque cualitativo brinda la posibilidad de elaborar
un trabajo conjunto con los participantes o grupo de padres y acudientes, lo que
significa que dentro del proyecto cuenta con una alta participación del grupo, ya
que son ellos mismos los que conducen sus esfuerzos hacia transformaciones
bajo un componente reflexivo que converge en
la creación compartida de la
realidad, ya que entrar a describir y transformar
su realidad familiar y social-
cultural
nos lleva a establecer desde esta instancia el análisis que pone en
movimiento sus propios intereses personales e interpersonales, permitiendo un
espacio donde las intersubjetividades
refleje los aspectos relevantes en las
formas de interactuar entre adultos – niño(a).
Bajo esta perspectiva metodológica los lineamientos teóricos se retoman a partir
de los módulos alusivos al área de investigación e intervención que fundamenta
esta especialización sobre la prevención del maltrato infantil. Es pertinente
subrayar los elementos de análisis para producir desde la realidad un
conocimiento que de cuenta de los eventos que suelen ser maltratantes y de sus
diversas interpretaciones, la descripción y el análisis de las formas de expresar
afecto como de aquellas que podían reflejar un cierto maltrato, teniendo en cuenta
58
las creencias, las representaciones, los significados, los prejuicios entre otros, los
cuales, se hacen evidentes en los hallazgos que arrojo éste proyecto.
Es por ello, que la validación de los datos que se descubre bajo dicho enfoque
accede a la construcción de espacios sociales, a la recuperación de la
intersubjetividad, al reconocimiento
del dialogo para hacer consciente
a los
padres y acudientes de sus acciones humanas, que desde su propia realidad
adquiere significado.
En consecuencia a través de la metodología cualitativa nos referimos a lo que
expresan las personas, al comportamiento y las actitudes que se convierten en
una gran fuente para aproximarnos a los eventos que señalan un posible maltrato.
De este modo, se abrió la posibilidad de replantear las relaciones entre adultos y
menores, resignificando las vivencias sociales bajo otra perspectiva de encuentro
y formas de trato más significativas.
Entender y manejar la información que arrojo la investigación e intervención,
genera ciertas acciones que ponen en juego un acercamiento a la realidad, lo que
exigió que el proyecto se articulara con la acción misma, porque es a través de
las actuaciones sobre lo cotidiano lo que permite avanzar en el conocimiento y en
el avance de reestructurar a través de alternativas creencias y comportamientos
más saludables maximizando sus recursos y reaprendiendo
pensamiento reflexivo su formas de actuar e interactuar.
59
a través de un
Para ello, las formas de trabajo
con estrategias basada en la discusión y el
consenso que realizó el grupo seleccionado de padres y acudientes facilitó la
validación de las conclusiones a través de un componente reflexivo que da cuenta
del sentido, la lógica y la dinámica de su propia cotidianidad, lo que configura sus
prácticas de convivencia. Visualizar estos posibles cambios y modificaciones nos
llevó a intervenir en los elementos de análisis que caracteriza al grupo de trabajo,
pues producir conocimiento se refiere al hecho mismo de dar interpretaciones a
aquello que converge en la producción simbólica , es aquí precisamente donde
se fundamento los avances y logros de la intervención..
Por consiguiente, las herramientas metodológicas que apoyan el proceso de este
proyecto ofrece elementos epistemológicos que privilegia la subjetividad como
elemento básico en la construcción de la vida humana, se enfatiza
en los
vínculos para acceder al conocimiento, dando validez a los acontecimientos que
desde la realidad social dan sentido y significado a las vidas de las personas, a
sus costumbres, a sus experiencias y a sus formas de organización a través de la
participación social mediadas por las relaciones y su producción cultural.
Hacernos participes de ésta compleja realidad requiere de herramientas como la
entrevista y el taller, las cuales nos permite retomar los elementos de análisis
más representativos para entender desde su propia dinámica sus eventos y
formas de expresión que reflejen sus creencias, deseos, pensamientos, vínculos,
conocimientos, discursos y prácticas. Además están en concordancia con lo
60
planteado en el problema y demás interrogantes, pues al aproximarnos al
dinámica interior que caracteriza la estructura familiar y en especial, la influencia
de los padres y acudientes,
nos permite
reconocer su realidad desde sus
vínculos y vivencias para explorar e interpretar lo concerniente a las situaciones de
maltrato infantil.
A continuación, se presenta
una descripción general de cada una de las
herramientas seleccionadas para ésta investigación:
La entrevista es un instrumento que se emplea para obtener información acerca
de las personas y de su medio social, económico y familiar. Se pude decir que la
entrevista es una conversación entre dos o más personas, dirigida por el
entrevistador, con preguntas y respuestas, que puede tener diversos grados de
formalidad.
La entrevista nos permite recoger informaciones (datos, opiniones, ideas, críticas)
sobre temas y situaciones específicos. Ofrece además, la posibilidad de
profundizar en algunos aspectos relevantes que son las de conocer dentro del
grupo de padres y acudientes, las relaciones y tratos en su ambiente familiar y
que podrían evocar en posibles eventos maltratantes. De este modo, se obtiene
información sobre sus pensamientos y actuaciones frente a las expresiones de
afecto, el significado de lo que es una falta y la manera de actuar cuando su hijo
las comete.
61
El desarrollo de la entrevista se enfocó en estas tres preguntas, donde cada uno
de los padres y acudientes expresó sus ideas y las diversas formas de actuar
frente al niño o niña. El numero de entrevistados fue de 20 personas y algunas de
ellas se realizaron en sus hogares. La selección del grupo
entrevistado, se
estableció por acuerdo con las directivas que laboran en la Asociación, pues son
ellas las que más conocen los niños que pueden se victimas de algún tipo de
maltrato.
En cuanto al taller, se define como una jornada de trabajo grupal donde predomina
la activa participación de las personas en torno de temas específicos y con
propósitos definidos. Es un espacio para la participación, la reflexión, la
elaboración
de producciones bajo elementos que estimulan la creatividad, los
procesos de aprendizaje, la interacción y la comunicación, teniendo como base las
vivencias, experiencias y conocimientos de los participantes.
De igual modo, se disponen de elementos lúdicos que dinamizan las actividades,
las cuales bajo un componente pedagógico propicia el diálogo de saberes que
cada persona posee como sujeto de cultura. Así mismo se reconoce a cada
persona como agente transformador, pues
cada quien es un portador de
alternativas para orientar cambios a nivel individual y grupal, partiendo de sus
propios recursos.
62
Llevar a cabo la jornada de talleres resultó importante ya que dispuso un espacio
de trabajo donde el grupo de padres y acudientes, tuvieron la oportunidad de
socializar y replantear diferentes aspectos sobre su vida personal, pues referirnos
a las historias de vida facilitó cuestionar algunas experiencias relacionadas con las
expresiones de afecto y prácticas de castigo. Lograr artificializar sus vivencias y
experiencias personales sirvió de base para encaminar desde lo emocional
representaciones que guían el trato actual con sus hijos. Se abrió la posibilidad de
movilizar ideas frente a las prácticas de castigo y se replanteó mecanismos,
generando alternativas que desde sus potencialidades y recursos posibilitan
mejores relaciones entre adultos e infantes.
El grupo de padres y acudientes participó en cinco talleres, donde se propuso
actividades lúdicas, trabajos de reflexión en pequeños grupos y elaboración de un
producto sobre el interés temático que orientó cada uno de los talleres, como
fueron: Conózcase
y mejore las relaciones con sus hijos, Cómo mejorar las
relaciones con su hijo: La comunicación entre padres e hijos, La importancia del
Afecto, El Manejo de la Autoridad y
La Negociación
con sus hijos. Estas
temáticas respondieron al interés particular del grupo, pues tendiendo en cuenta
sus necesidades y expectativas sobre las jornadas de los diversos talleres se
estableció los lineamientos para motivar la presencia del grupo a lo largo del
proyecto.
63
4.1
POBLACIÓN
El grupo que se seleccionó fueron aquellas personas adultas a quienes se les
llamó padres y acudientes, bien sean los padres, las madres o cualquier persona
adulta, abuelas, tías, hermanas, etc.,
que están bajo su cuidado permanente
algunos de los niños y niñas que acuden a la Asociación. Este grupo se escogió
tomando en cuenta aquellos niños y niñas que muestran una condición vulnerable
o indicios de un posible maltrato infantil por parte de sus padres. El trabajo con
estas personas
se desarrolló a partir del interés que determina la investigación
ya que con este grupo de personas, el niño o niña se relaciona continuamente,
estableciendo un tipo de relación y vinculo afectivo.
Determinar el interés del grupo, partió del propio reconocimiento de las personas
que lo integran, sobre su vida personal y colectiva, rescatando en ellos mismos, la
motivación para cuestionar e identificar sus problemáticas con relación al maltrato.
Esto abrió
la posibilidad de despertar su preocupación e inquietudes para
encontrar perspectivas de cambio, lo que fortaleció su elección intencional frente
a lo que genera la investigación misma.
El grupo de padres y acudientes se conformo por 20 personas quienes
participaron en la entrevista, mientras que el número de participantes en los
64
diferentes talleres osciló entre un máximo de 20 y un mínimo de 12 personas
entre madres y acudientes representadas en las tías y abuelas encargadas.
Con el propósito de elaborar un perfil sobre las características generales del grupo
de padres y acudientes que están vinculados a la Asociación en el Tolima florece
el amor, se llevó a cabo una entrevista a 20 personas donde se obtuvo la siguiente
información:
El grupo de padres y acudientes lo forman en su mayoría las madres, tan
solo tres personas son abuelas, un solo padre, una hermana y una tía están
a cargo permanente del menor.
Solamente 7 de los acudientes trabajan informalmente (modistería, oficios
domésticos, construcción) por medio tiempo y eventualmente, los demás
(13) no están vinculados a una actividad laboral remunerada.
El total del grupo está a cargo del cuidado y bienestar general del niño (a),
están al tanto de satisfacer sus necesidades básicas biológicas y afectivas.
Únicamente 6 de los encuestados están a cargo del sostenimiento
económico directo con sus hijos.
El nivel académico
de los seleccionados se distribuye: 6 personas
terminaron su bachillerato completo y 6 no culmino. Cursaron sus estudios
de primaria 4 personas mientras que 2 de los encuestados no la terminó.
Tan solo 2 manifestaron que no saben leer y escribir.
65
El rango de edad donde se centra la mayoría de los entrevistados están
entre los 41 a 50 años con un total de 7 personas, seguido por 6 adultos
entre los 31 y 40 años. En menor cantidad están: 3 personas mayores de
65 años, 2 personas entre los 20 a 30 años y 2 entre los 51 y años 60 años.
4.2 PROCEDIMIENTO
El desarrollo del proyecto se inició con acercamientos a la Asociación en el Tolima
Florece el Amor, donde se establecieron acuerdos con la directora para elaborar
un trabajo de investigación e intervención con el grupo seleccionado.
El procedimiento partió de la necesidad de establecer un acercamiento directo
que permitiera acompañar y observar las actividades cotidianas de la Asociación
para conocer su realidad social y aspectos de su cultura, esto con el ánimo de
identificar elementos de reflejen sus actuaciones, formas de interactuar, etc.
Posteriormente, se procedió a efectuar contacto con el grupo
de padres
seleccionados para realizar la entrevista y motivarlos a participar en los futuros
talleres. Para ello se realizaron visitas a los hogares, mientras que otros padres y
acudientes prefirieron llevar a cabo la entrevista en las instalaciones de la
Asociación.
Una vez entrevistada la población escogida, se trabajo en los diferentes talleres en
el salón principal de la Asociación. Se dispuso este espacio para que los padres y
66
acudientes trabajaran cómodamente evitando
interferencia con las actividades
que en ese momento realizaban los niños y niñas en los salones ubicados
alrededor de dicho salón. La participación de los asistentes a los talleres fue en
general buena, manifestaron
sentirse bien a lo largo de cada una de estas
jornadas de trabajo.
Por último, se elabora el análisis de los hallazgos y se presenta dentro de las
continuidades del proyecto avanzar conjuntamente con la Asociación una cartilla o
manual donde se recopile el material trabajado en los diferentes talleres, esto con
el fin de mantener un trabajo continuo, apoyado por el mismo grupo de padres y
acudientes que participaron en estas jornadas de trabajo, se busca entonces que
se conviertan en multiplicadores de la experiencia, donde la Asociación con el
apoyo de la publicación del proyecto lidere estas actividades o promuevan trabajos
similares con la comunidad que la rodea.
67
5. HALLAZGOS
Referirnos a los hallazgos que arrojo la investigación e intervención, nos señala
un panorama de resultados que de una u otra forma consolidan la importancia y
trascendencia de éste proyecto. El manejo de la información desde un
procedimiento descriptivo permitió fijar los lineamientos hacia la identificación y
análisis de datos que desde la realidad social adquirió pleno
sentido, lo cual
demanda la rigurosidad de un procedimiento que desde el enfoque cualitativo
responde tanto a la descripción analítica como a la reconstrucción interpretativa
de esta información.
Los hallazgos que se establecen desde la descripción analítica reflejan de cierto
modo los significados que en las relaciones adultos - niños toman sentido en esa
realidad compartida dentro del ambiente familiar, lo que posibilitó la construcción
colectiva
para modificar las formas de trato hacia otras más enriquecedoras
fortaleciendo sus relaciones y vínculos afectivos.
Es por ello, que los datos que arrojó la investigación con base en la herramienta
metodológica como es la Entrevista, se presentan a través de categorías donde
se consigna las evidencias bien sea por su recurrencia e importancia. Por lo
tanto, la categorización se establecen en cuatro conceptos básicos como son:
Entrega, Reconocer, Infringir y Controlar. En cada una de ellas, se hace elocuente
68
la interpretación con miras a movilizar creencias para modificar la realidad hacia
nuevas maneras que conceden otros significados en las relaciones y trato entre
padres e hijos.
De este modo, se dispone de los aportes de la investigación como material de
insumo para la transformación, lo que posteriormente en la intervención a través
de los talleres se contó con un espacio para generar proceso de reflexión y
aprendizajes, que trajo consigo la renovación de creencias y comportamientos
formalizados en la construcción colectiva de alternativas para resignificar el trato y
la aplicación de correctivos que en cierta medida, condicionan sus relaciones
repercutiendo en la armonía del ambiente familiar y social.
A continuación se presentan las categorías de análisis que se obtuvo en la
investigación y los resultados que a partir de la intervención se establecieron:
1. Entrega.
Voces de los participantes:
- Lo abrazo, lo beso, le digo que lo quiero, también le doy regalos o detalles para
hacerlo feliz. Comparto con l, le digo que es importante para mi, que lo amo, que
es mi vida.
69
- Con caricias, lo complazco hasta donde puedo, le doy bocado de lo que yo estoy
comiendo, en general lo trato bien, no utilizó malas palabras cuando lo corrijo. Me
preocupo para que el estén bien, no le pase nada y salga a delante, y sean
persona de bien. Me gustaría contar con los recursos para que el estudiara fuera
un profesional, vamos a ver como lo puedo ayudar, porque el me ha dicho que
quiere estudiar y ser piloto. El es muy juicioso y así me toque trabajar duro yo lo
voy a sacar adelante.
- De todas las formas: en el cuidado personal hasta las expresiones de afecto
como son las caricias, besos, abrazos. Estoy pendiente que nada malo le pase, de
educarlo, que estudie, así me toque trabajar duro, lo importante es que el pueda
estudiar que no se quede atrás … como me pasó a mi que me toco trabajar desde
pequeña sin poder estudiar porque éramos pobres.
- Con besos, abrazos le digo que lo quiero. Lo cuido para que este bien, me
preocupo por darle lo que necesita ….que este bien. Que no se sienta solo sino
que tiene a una familia que lo quiere. Yo a todos mis hijos le digo eso, que
cuenten con todos nosotros para salir adelante, porque solo la familia es quien se
interesa por uno.
- Los cuido, lo protejo para que nada malo les pase, lo cuido para que estén bien
los trato bien, no les pegó sino que trato de dialogar más con ellos. Yo antes lo
70
trataba con groserías les decía cosas feas, ahora veo que eso estuvo mal, por eso
hablemos con ellos y cuando los reprendo no les digo groserías porque no les
gusta que uno los trate de esta forma.
Como se observa, estas respuestas son una muestra de los datos que resultan
recurrentes a lo largo de la información obtenida a través de la entrevista que se
realizó a la población seleccionada para éste proyecto.
Se hace elocuente a través de estas respuestas como
el adulto en su papel de
padre o acudiente, establecen ciertas representaciones mentales las cuales
reflejan condiciones específicas sobre el concepto de infante. La necesidad que
demanda los pequeños frente al cuidado y protección crea en cierto modo la
responsabilidad e importancia de brindar no solo el cuidado básico sino que
también la expresión de afecto y entrega hacia quien lo requiere. Desde esta
perspectiva se refleja un claro sentido de responsabilidad frente a la condición
indefensa del menor, pues como lo afirma Linares1, el cuidado consiste en una
preocupación activa por la vida y crecimiento del ser amado y la responsabilidad
permite responder a sus necesidades físicas en el amor materno- filial.
1
LINARES, Juan Luis. Del Abuso y otros desmanes. El maltrato familiar entre la terapia y el
control. Barcelona: Paidós, 2002. p24
71
Así mismo, se visualiza dentro de la relación adulto – niño, la posibilidad de
entrega de si mismo que como adulto en su papel de cuidador dirige y transfiere
hacia el niño. Los padres y acudientes infiere su responsabilidad a partir de “un
darse de si mismo” en forma total e incondicional para fortalecer lazos afectivos en
su relación.
Las exigencias que demanda el niño de ser cuidado y reconocido es asumida
como la necesidad básica de dar hacia el menor todo de él; entonces se puede
decir, que estos padres y acudientes establecen y manifiestan sentimientos de
amor y protección que repercuten en
el fortalecimiento del vínculo afectivo,
hasta el punto de conceder mayor atención a las necesidades y demandas de sus
hijos que las de ellos mismos.
De acuerdo a esto, Linares
sostiene
que
“implicarse en el otro exige cierta renuncia a sí mismo y de cierta forma lo lleva a
posponer sus necesidades propias” 2.
Es importante señalar que
este vinculo entre madre e hijo se ha establecido
desde el momento de la concepción e incluso como lo afirma Winnicott3 desde
mucho antes, ya que la madre en su mente ha construido la imagen de su hijo, de
esta manera la relación que se establece entre ellos, funciona como un sistema
interactivo o relacional complejo, que busca mantener una tendencia al equilibrio.
2
Ibíd, p.25
3
WINNICOTT. D., El niño y el mundo Externo, citado por TORRES, Nubia Desarrollo infantil
modulo de Especialización en prevención del maltrato infantil. p. 34
72
Esto nos sugiere, que el desarrollo de capacidades interactivas dadas a través del
reconocimiento y la entrega que la madre proporciona incondicionalmente a su hijo
justifica acciones que expresan un contenido amoroso, de acogida y de
preocupación permanente por el cuidado y bienestar de su hijo. Por lo tanto,
dentro de su naturaleza relacional se infiere la importancia de expresar y dar
afecto para favorecer la identidad y el reconocimiento del niño (a), lo que permite
crear un clima apropiado que brinda al menor las mejores condiciones para su
desarrollo personal y equilibrio emocional.
Asimismo, se establece la reciprocidad mutua
como resultado de
esa
dependencia entre madre e hijo, adquirido desde el momento de su concepción.
El vinculo y la dependencia fortalece y justifica la necesidad de darse para
alimentar la existencia entre cada uno de estos seres. Esto se evidencia en las
argumentaciones que dieron los padres o acudientes, al referirse que están
dispuestos a ayudar a sus hijos para que salgan adelante, que están pendientes
de ellos para que no les pase nada y de cuidarlos al máximo. Winnicott, expresa
que esa dependencia que un primer momento es absoluta, es considerada como
un concepto clave
potencial innato
en las primeras etapas de la vida. Según dicho autor:“el
de un niño sólo puede devenir un niño si se asocia con los
cuidados maternos” 4.
4
Ibíd, p.35
73
Aunque, los niños y niñas que están a cargo de este grupo de
padres no
requieren los cuidados maternos como los que demanda un recién nacido debido
al grado de independencia frente a su propio cuidado, no deja de lado la
necesidad de proveer el afecto pues consideran que es vital para la calidad de sus
desarrollo psicológico. Como se observa, el grupo señalan la importancia de la
atención y del afecto, manifestándolo
a través de
las diversas formas de
expresión que indican las respuestas recurrentes.
Haciendo una mirada sobre
concepto
de infante
que
posee el padre o
acudiente, vemos que es articulado por un imaginario que induce al sentimiento
de protección, de unión bajo el concepto del amor, expresado en comportamientos
que simbolizan y dan sentido a las formas de trato. Que según los padres y
acudientes, es un ser que demanda cuidado y afecto dadas las condiciones de
desventaja y dependencia hacia ellos. Por consiguiente, dar cuenta los resultados
a través de esta categoría se configura en
expresiones
de amor, cuidado y
protección, pues todo esto se consolida en las actividades que realiza hacia el
menor como parte de esa entrega bajo su función amorosa. Es de resaltar que el
grupo de padres y acudientes entrevistados, reflejo un nivel apropiado sobre estos
aspectos y conceden un significado especial a la necesidad de compartir con sus
hijos, de brindar la protección puesto que esto beneficia el equilibrio emocional y
el fortalecimiento del vínculo familiar
74
2 . Reconocer
Voces de los participantes:
- Juego con ellos, los besos y abrazo, hablo con ellos y les doy consejos. Además
me parece importante premiarlos cuando lo merecen y se esfuerzan por hacer
bien las cosas. Por ejemplo cuando le va bien en el colegio lo felicitamos y le
decimos que siga estudiando, todos en la casa lo felicitamos.
- Lo consiento con abrazos y besos, le digo que lo quiero, lo halago y lo animo
para que haga bien sus cosas, cuando saca buenas notas en las previas le
reconozco, le digo que si puede, que siga estudiando para que sea el día de
mañana una persona de bien y de pronto un profesional.
- Con caricias, besos, le digo que lo amo y lo respeto, no lo regaño en forma
grasera. Cuando lo veo que está de mal genio le respeto su estado de ánimo, no
le digo nada, cuando le pasa le pregunto que le pasa.
- Los trato bien, sin golpearlos, los castigo quitándole lo que más le gusta o lo que
ellos quieren, no los maltrato pegándoles. Ni tampoco les digo groserías cuando
les llamo la atención. Lo respeto y los premio cuando hacen las cosas bien.
75
- Con caricias, abrazos, lo bendigo y le doy consejos para estudie, le compro lo
que me pide desde que yo pueda hacerlo. Porque tenia la costumbre de
pedirme cosas que muchas veces no tengo la plata para dárselo, yo le explico
que es por falta de plata y no porque ellos no se las merecen.
Esta categoría refleja evidencias a partir de una serie de respuestas que fueron
frecuentes entre el grupo de padres y acudientes. Se observa, la posición del
adulto para aceptar y reconocer su existencia como un ser integral y diferente
a él. Se infiere un reconocimiento de ese otro, que aunque necesite de sus
cuidados y protección, también se identifica como “otro” quien también siente,
que se le debe respetar en sus propias condiciones.
Se puede decir que las respuestas reflejan por parte del adulto un
reconocimiento a la individualidad del niño, es decir, se asume al niño como un
otro con sus derechos y requerimientos. El adulto en su condición de cuidador
percibe la propia identidad del menor, sus necesidades y su forma de ser.
Se presenta una aceptación en la diferencia, se percibe al niño como un ser
pensante y que siente, debilitando la idea de propiedad frente a éste. Se da
paso a un respeto de sus sentimientos y expresiones, pues como lo sostiene
Linares , “mediante el respeto se puede percibir al otro en su individualidad
única, sin explotación ni instrumentación” 5 .
5
LINARES, Op. Cit, p25
76
Son elocuentes los padres y acudientes cuando expresan la importancia o el
significado que representa sus hijos, en consecuencia, fortalecen el vinculo
bajo el valor del respeto y buen trato. Como se evidencia en sus repuestas, los
cuidados responden en forma consecuente y positiva frente a los logros de sus
hijos, los incentivan para alcanzar futuras metas que beneficien su autonomía
y desarrollo general. Al respecto Nelsen6, sostiene que la disciplina con amor
está basada en el respeto mutuo y la cooperación. La fusión de firmeza,
dignidad y respeto es la base desde la cual la disciplina enseña con amor
habilidades útiles para la vida y el control interno.
Resulta conveniente tener en cuenta la influencia de las relaciones
interpersonales en el transcurso del desarrollo infantil, pues las relaciones
tempranas funcionan como un medio que fomenta el crecimiento y la
estabilidad del infante.
En consecuencia, cuando los entrevistados señalan que reconocen los logros
de sus hijos, respetan sus estados de animo y halagan sus cualidades, el
adulto identifica y reconoce al niño como un otro, permitiéndole adquirir sus
propia identidad, pues como lo expone Rojas, Torres y Uribe7, la identidad se
define como
6
el sentido continuo de uno mismo como distinto de los
NELSEN, Jane. Disciplina con Amor. Bogotá: Planeta, 1998, p.37
7
ROJAS, TORRES Y URIBE, El sentido y la Construcción de lo subjetivo. Especialización
Prevención del maltrato infantil. Universidad Javeriana.
77
demás, lo que representa el nivel más alto de organización de todos los
procesos de internalización, es decir, de la forma como uno mismo hace suyos
atributos o funciones de los objetos.
Esto significa que cuando el adulto acepta a su hijo en todas sus expresiones
consolida su identidad y en la medida que éste tenga una imagen más
coherente y sólida de si mismo, puede tener una imagen más sólida de las
otras personas que lo rodean. De ahí que resulte importante, transformar el
castigo físico y los gritos que son comunes en los padres y acudientes
entrevistados y se ofrezca la posibilidad de reconocer los intereses y las
opiniones de los niños, la cual induzca a la autonomía y responsabilidad de sus
actos, pues como lo expresa Nelsen8, en sus escritos, hoy en día la
cooperación basada en el respeto mutuo y la responsabilidad compartida es
más eficaz que el control autoritario. Que el niño no adquiere responsabilidad
cuando los padres son demasiados estrictos y controladores, tampoco cuando
son excesivamente permisivos.
Los niños aprenden a tener responsabilidad cuando se les da la oportunidad de
aprender en un ambiente de amabilidad, firmeza, dignidad y respeto. De este
modo
resulta
pertinente
señalar
como
conclusión,
la
importancia
y
trascendencia de cómo los adultos reconocen la individualidad de sus hijos, ya
que en esa proporción favorece sus relaciones interpersonales. Además como
8
Nelsen, Op. cit., p 38
78
agrega Nelsen9 desde este punto de vista, los niños toman decisiones efectivas
y tienen conceptos sanos de sí mismos cuando aprenden a contribuir como
miembros de la familia y la sociedad.
3. Infringir
Voces de los participantes:
-
Es algo que le he dicho que no haga, y siempre lo termina haciendo. No
me hace caso, es necia y termina haciendo lo que ella quiere.
-
La mentira es una falta, porque mentir no esta bien. También cuando le
quita las cosas a los demás. Yo le he dicho que no haga eso, porque
la castigo, ella es muy mentirosa y le gusta pasársela en la calle con sus
amigas, cuando bien sabe que a mi no me gusta que haga eso.
-
Es cuando ella no le hace caso a la mamá, es desobediente, hace lo que
ella quiere. La mamá le manda hacer un oficio y no la obedece, se pone
en cambio a jugar en la calle con los otros niños, eso si le gusta.
9
Ibíd. p46
79
-
Es algo que hizo y no debía hacer. Por ejemplo, salirse sin permiso a
jugar en la calle, porque no hace las tareas o las hace cuando ya es
tarde. Eso es una falta, no obedecer cuando se le manda o se le dice
que no lo haga.
-
Es cuando me hace algún daño, me dan quejas, daña las paredes
rayándolas, pelea con otros niños en la calle. El sabe que a mi me gusta
que haga esto en la calle, ni que me den quejas.
Estas respuestas reflejan de algún modo la manera como el grupo de padres
y acudientes determinan el significado de lo que es para ellos una falta. Se
indica acciones que evidencia una posición contraria y desaprobatoria frente a
la norma y buen comportamiento. Es decir, la categoría adquiere un sentido
sobre el valor de la norma y su consecuente ruptura, se visualiza la enorme
importancia que
cobra para ellos el significado de transgredir lo que media y
rige el comportamiento humano. Se instaura el concepto de sanción que para
el adulto de algún modo legitima sus actos de castigo en cualquiera de sus
formas de expresión. Además como lo expresa López10, el castigo se inscribe
en los modos particulares que históricamente establece una cultura para
sancionar a quien quebranta los principios de un orden social legitimado, y
quien
en
sus
actos
amenaza
con
10
desestabilizar
o
romper
LÓPEZ Yolanda. Porque se maltrata al más intimo?, Bogota: Universidad Nacional de
Colombia, 2002, p.101
80
la
normatividad que sostiene a un grupo o comunidad.
Por su parte, Linares11
sostiene al respecto que además del cuidado y la
protección, los padres deben instruir al niño inculcando el respeto y la
consideración de la convivencia social, de sus normas y de sus tabúes.
La protección y la normatividad garantizan la viabilidad social del individuo y se
constituye por tanto, la punta de lanza del amor filial. Su interferencia, es
generadora de diversas modalidades de maltrato, físico y psicológico.
Dentro de la relación cuidador y niño(a), la imposición y el cumplimiento a la
norma sirve como indicador para orientar los patrones de compartimiento de los
niños. Es así como estos padres y acudientes administra el poder frente al
menor amparado en el anhelado cumplimiento normativo que
regula la
adaptación y el ajuste al medio social.
De acuerdo a esto, Garbino citado por López considera que “el castigo es,
intrínsicamente, una etiqueta social. De esta manera, no es suficiente que un
patrón de conducta sea nocivo o perjudicial, sino que debe, además violar
11
LINARES. Op. cit, p 27
81
alguna norma de lo que considera apropiado de acuerdo con los valores de la
comunidad”12.
De este modo y respaldado por la asimetría que caracteriza la relación entre
padres e hijos, opera en este grupo de padres seleccionados, la necesidad de
adquirir un dominio pleno sobre la autoridad. La dependencia y su consecuente
manejo que de ella se deriva establecen los lineamientos normativos para
adjudicar los correctivos necesarios que encaminen el proceso formativo del
menor, lo que al respecto, Jimeno y Roldán13, consideran que la noción de
corregir y de enderezar, en el sentido de involucrar patrones de conducta o de
evitar la repetición de conductas que las violen o de comportamientos que
remotamente puedan transgredirlos, son centrales y reiterativos para padres e
hijos. El control que se pretende ejercer tiene su base moral en la prevención
de lo indeseable, su dinámica situacional sugiere el reconocimiento de la
autoridad, de manera que de antemano garantice lo que la gran mayoría de
personas llaman respeto.
Definir los conceptos que dan cuenta del término de lo que para el adulto es
una falta, refleja ciertas condiciones propias del niño, es decir, las actuaciones
que tiene el niño frente a los hechos o elementos del ambiente pueden ser
12
GARBINO, citado por LÓPEZ Yolanda. Por qué se maltrata al más intimo? Una perspectiva
psicoanalítica del maltrato infantil. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2002, p. 102
13
JIIMENO M. Y ROLDAN, I. Las sombras arbitrarias. Violencia y Autoridad en Colombia,
citado por LÓPE , Yolanda. Por qué se maltrata al más intimo? Una perspectiva
psicoanalítica del maltrato infantil. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2002, p. 106
82
valorados por los adultos bajo una connotación negativa, la manipulación y la
exploración que realiza el menor para conocer su alrededor, como el interés
para saber el funcionamiento de los objetos que lo rodean , lo lleva a realizar
actividades que para el adulto se convierte en travesuras haciendo un claro
señalamiento de poseer un comportamiento destructor y dañino, pues mientras
para el niño puede resultar una experiencia de exploración sobre su medio para
el adulto, en cambio, se asume como una forma de infringir la norma que
indica un apropiado cuidado
y conservación de los objetos de su alrededor, lo que el adulto confiere y
señala como una falta. En consecuencia López14, sostiene que el castigo
supone una ofensa como desencadenante de su aplicación. Y continúa
exponiendo que de acuerdo a las investigaciones sobre violencia familiar, no se
puede establecer un patrón universal que permita hacer corresponder
determinadas faltas con determinados tipos de reacciones y sanciones. Se
podría registrar una serie de comportamientos que, por entrar en contradicción
abierta con valores y normas que sostienen la interioridad familiar y social,
actúan como causa de un castigo que se desliza fácilmente hacia formas
maltratantes.
Así mismo, la imposición entra a mediar en la relación adulto - niño, pues el
cumplimiento de reglas que guían sus actuaciones dentro de su entorno y sus
14
LÓPEZ Y. Op. cit., p 105
83
relaciones interpersonales se configuran dentro de unos parámetros que son
provistas
por
el
adulto
como
formas que buscan regular el buen
comportamiento en el plano social, la convivencia y las modales que se
manifiestan, dan sentido para que el padre o la madre confiera los correctivos
que de ella se derivan.
Por ejemplo, el empleo de malas palabras designan una conducta inapropiada
que exige el llamado de atención de sus padres en pro de una adecuada y
efectiva educación, se hace evidente la falta reconocida por el adulto la cual
requiere ser corregida, empleando para ello diversos maneras que van desde
las más asertivas hasta las coercitivas y un tanto maltratantes.
Nelsen15,
señala sobre esto que hay padres a quienes no les gusta el control excesivo ni
la permisividad absoluta y, como no saben qué más hacer, oscilan
confusamente entre las dos opciones. Intentan el método de la severidad o el
control excesivo hasta que comienzan a odiarse a sí mismo por ser tan tiranos.
Luego cambian a la permisividad hasta que comienzan a odiar lo mimados y
malcriados que se vuelven lo niños: entonces regresan al control excesivo.
Esta situación se reflejó en muchos padres, pues expresaban que en ocasiones
no sabían como proceder para corregir y sancionar a sus hijos, algunos
afirmaron que el darles juete no les era funcional, porque estaban a
15
NELSEN . Op. cit., p35
84
acostumbrados, no les hace ningún efecto, otros expresaban su inconformidad
con el castigo físico argumentado la preferencia de medidas como la
suspensión de lo que a ellos más les gusta, que en su mayoría era prohibirles
ver televisión.
En consecuencia,
se evidencia la utilización del castigo físico entre le grupo
de padres y acudientes entrevistados y tal como lo expone Osorio, “en algunas
ocasiones encontramos ciertos argumentos que tratan de justificar el maltrato
en los menores: se les castiga por su propio bien, por que muestran un
comportamiento inadecuado como el llanto”16. Estos padres y acudientes
justifican el castigo manifiesto en el golpe, con la firme idea de que el castigo
impuesto es corrección porque como lo sostiene López17, se aplica siempre en
el límite de una tolerancia que se ha mantenido en determinado tiempo; por
tanto sus reacciones, según los agresores, son las que tendría cualquier otra
persona que viva los mismos desafíos.
El grito, el insulto y la amenaza de abandonarlos o el acudir al padre para ser
reprendidos y sancionados, se hacen visibles en las respuestas que estos
padres declaran frente al manejo de correctivos. Se detecta que muchas
madres remiten al padre el control y manejo de la autoridad, reconocen y
atorgan el dominio de éste sobre sus hijos el cual ellas lo ven perdido o
16
OSORIO C., El niño maltratado, Mexico: Trillas, 1998, p26
17
LÓPEZ , Op. cit., p107
85
deteriorado. Esto se articula con lo que López18 expresa sobre el castigo
civilizador en nombre del buen padre, donde el padre de la realidad es el que
desempeña de una particular manera las funciones que la cultura le asigna,
sostenido en el reconocimiento que los otros, la madre, los hijos, le otorgan al
lugar que ocupa en la familia.
El padre es el que está ahí, trabajando, legislando, actuando… porque es
siempre el padre de la atribución, al que el niño reconoce o desconoce virtudes,
defecto, potencias, que justifica la naturaleza de las exigencias y el daño
infligido por la trasgresión. Además agrega, que el padre es un soberano, el
que manda y el que privando al niño de la madre, que hace suya, en una
ilusoria omnipotencia, obliga al sometimiento.
Como vemos, se argumenta el ejercicio de la función paterna en la figura
representada de ley, que muchas madres acogen y ponen a su servicio para
adquirir el respaldo
y la obediencia de sus hijos. La incapacidad para
comprender y educar al niño es un factor que interviene igualmente en la
etiología del maltrato a los niños. Osorio, expresa que “muchas madres no
están preparadas ni emocional ni prácticamente para el cuidado del niño; por
ejemplo, si éste llora, se le alimenta, si continúa llorando se le cambia y se le
18
Ibíd , p 87
86
prosigue el llanto se le golpea, de tal suerte que los cuidados y el amor
maternal se transforma en aversión o en abandono”19.
Como podemos observar muchas madres, padres y acudientes se impacientan
al no alcanzar un resultado deseado por parte de su hijo, lo en cierta medida se
convierte en la causa para actuar en forma maltratante. Por lo tanto, resulta
relevante señalar estos indicios que reflejan el manejo y la aplicación de
correctivos materializados en golpes físicos y demás acciones violentas, donde
muchas veces el adulto asume una posición intransigente para minimizar todo
aquello que pueda llevar a la trasgresión e infracción de las normas.
4. Controlar:
Voces de los participantes:
-
Lo castigo quitándole lo que más les gusto o lo que quiere, por ejemplo,
salidas y cuando es grave la falta le pego con un cucharón de palo,
porque ya se la he perdonado muchas veces o le he advertido.
19
OSORIO. Op. cit., p26
87
-
Reconozco que soy dura en el sentido y en la forma de castigar, pues le
pego con correa aunque lo hago de vez en cuando. También lo regaño
en ocasiones fuertemente por no hace caso y si es necesario le pego.
-
Trato primero de llamarles a atención, sin gritarlos, sin pegarles,
dialogando con el y a veces los privo de los que ellos quieren. A veces
resulta, estar por su lado, otras veces se vuelven necios y toca halarles
las orejas, regañarlos para que obedezcan y los amenazo con pegarles.
-
Depende de la gravedad de la falta, si ni es tan grave hablo con ellos o
los regaño, pero hay veces que ellos por más que les dicen no hacen
caso y muchas veces toca pegarles, cuando los hago con un rejo, Esto
lo hago pocas veces, tiene que ser algo extremo, tengo tiempo que no lo
hago.
-
Reacciono dependiendo del estado de animo en que me encuentre, a
veces está uno de buen humor, y uno así toma las cosos con más
calma, tan solo lo regaño. Pero cuando estoy de mal humor es más fácil
que termine pegándoles. Aunque la mayoría de las veces hablo más con
ellos, rara vez les pego.
88
-
Los amenazo con abandonarlos, les digo que Dios los va a castigar por
comportarse mal, les hablo para que cambien y les digo que si no
cambian lo dejo solos.
-
Lo regaño y le pido a mi esposo que me ayude para que lo controle ya
que a él mi hijo le hace más caso. A mi a ratos no me obedece mientras
a él si le tienen miedo de que los castigue, cuando les pega le da duro.
Como se observa, las respuestas atiende al mecanismo que el adulto adopta
para asumir el dominio sobre el menor, se manifiesta la necesidad del adulto
de tener un poder personal ante ese ser quien está bajo su responsabilidad, lo
que nos lleva a pensar que el cuidado y la educación la establece a través de
parámetros que determine una supervisión y de alguna forma un contundente
control ante las manifestaciones y actuaciones de quien debe criar y educar. Es
importante señalar, según Linares20, la interferencia del amor por el dominio
puede traducirse en una negación del reconocimiento, esa presencia
inquietante o la ignoro o la convierto en un instrumento manejo a mi
conveniencia.
Desde esta mirada, se puede decir que la percepción del infante que tiene el
adulto recae en un concepto que refleja la debilidad e ignorancia del niño dada
20
LINARES. Op. cit., p25
89
sus propias condiciones. Estos adultos entrevistados demarcan una posición
de vigilancia para el cumplimiento de las normas que muchas veces impone, el
sometimiento pasa hacer el instrumento de control para evitar que el niño
termine en una situación diferente a la deseada.
La obediencia fija una postura acorde a manejo de las normas, en
consecuencia, podemos decir que la relación también
se constituye en el
cumplimiento de las normas y en su debida sanción, que en algunos casos este
grupo de adultos entrevistados, legitiman las sanciones bajo la consigna por
una adecuada crianza, sin tener en cuanta que muchas veces se atropelle y se
maltrate;
y como lo sostiene Nelsen21, muchos adultos se rehúsan a
abandonar su insistencia en la severidad excesiva, porque creen, erradamente,
que la única opción es la permisividad absoluta, que no es saludable para los
niños
ni los adultos. Los niños criados con estos sistemas permisivos
aprenden a utilizar toda su inteligencia en manipular y en molestar a los adultos
para que les cumplan todos sus deseos. Gastan más tiempo en evadir la
responsabilidad que desarrollando su independencia y sus capacidades.
Esto nos demuestra que los castigos se vuelven necesarios e imprescindibles
para la crianza de los niños dentro de nuestro espacio socio-cultural. La buena
educación infiere el dominio por parte del adulto para subyugar la condición del
21
NELSEN . Op. cit., p33
90
infante mediada por imaginarios que orientan las formas de trato entre adultos
y niños desde una idea de propiedad y dominio. Kempe22 al respecto
argumenta que
los padres
consideran que el castigo físico constituye un
método apropiado para tratar a sus hijos. Pueden sentirse desalentados
cuando los azotes no proporcionan ningún resultado, pero no ven
auténticamente otra alternativa
y quedan deprimidos, tanto por su propio
comportamiento, como en las respuestas obtenidas. Al no ver otra solución,
continúan dentro del mismo círculo vicioso: castigo, deterioro de la relación con
el niño, frustración, y de nuevo, castigo.
Igualmente, Osorio manifiesta
que “existe
múltiples ideas, nacidas de la
costumbre, que opera como normas de conducta que originan frecuentes
malos tratos a los niños, ideas como la de los padres, los hermanos mayores,
los tíos, los abuelos o cualquier otro pariente adulto, puede hacer
a los
menores objeto de malos trato con el pretexto de educarlos o amparándolos en
una falsa e inexplicable autoridad”.23
El uso tolerado e incluso recomendado, de la fuerza como instrumento
educativo de los niños es fuente de malos tratos que pueden, incluso, llegar a
ser socialmente aceptados como formas adecuadas de educación y formación
22
KEMPE R. Y KEMP. C. Niños maltratados, Madrid: Morata, 1985, p39
23
OSORIO. Op. Cit, p72
91
de los niños, esto se refleja a través de las respuestas que dieron el grupo
entrevistado.
Además, esto se visualiza en la utilización de métodos autoritarios, los cuales
pone en común el control excesivo bajo un sistema de premios y castigos. Al
respecto Osorio sugiere “que es necesario cambiar la actitud individual y social
que admite o aprueba la utilización de la fuerza física como medio de
educación de los niños, lo que podría evitar malos tratos”.24
Por su parte, Castro sostiene que “en algunas culturas el castigo físico ha
llegado a formar parte de un estilo de crianza aceptado por los miembros de la
comunidad”
25
. Esto quiere decir que el castigo físico puede llegar a ser
percibido por el adulto como por el niño como una forma de disciplina.
Los mecanismos empleados por el grupo de padres y acudientes, señalan en
algunos casos indicios de maltrato en cualquiera de sus manifestaciones, pues
muchos de los castigos se dan en forma física y psicológica. La necesidad que
tiene éstos adultos para poseer el control sobre el menor repercute en eventos
que dañan y afectan negativamente la integridad del niño, pues como lo indica
Herrera en sus escritos sobre violencia intrafamiliar argumenta
24
que
Ibid, p 72
25
CASTRO Cristina., Maltrato infantil. En : Suma Psicológica. Bogotá. Vol. 2, No2 (septiembre
1995); p. 184
92
“históricamente los niños han recibido una gran dosis de maltrato, porque,
según la cultura social dominante el niño no sólo estaba subordinado a sus
padres, sino a otros adultos"26.
Además dentro del entorno familiar es común que el contacto entre padres e
hijos se reducen a órdenes, castigos y amenazas. Esto se hace elocuente en
éstos padres y acudientes cuando argumentan que los castigos tienden hacer
físico, y psicológicas, ya que como lo expresó una madre amenaza a sus hijos
con abandonarlo como especie de correctivo, esto recalca el hallazgo de
acciones
maltratantes, del uso de la manipulación a través del chantaje
afectivo que de cierta forma garantiza a los padres el control sobre sus hijos.
Probablemente, éstos madres recurren a las experiencias pasadas donde ellas
mismas vivenciaron estos practicas maltratantes, pues la historia de maltrato
vivida constituye un referente para explicar estas acciones que adquieren un
componente violento.
Sobre esto, López27 expone que la violencia vivida por los progenitores en la
infancia se constituye en un modelo que se tiene de a repetir en la relación con
los hijos, como evocación del propio maltrato, ya sea porque explícitamente se
le reconoce la eficacia que tiene la supresión de conductas consideradas
26
HERRERA J., Violencia intrafamiliar, Bogotá: Leyer, 2003, p 39
27
LÓPEZ . Op. cit., p44
93
inaceptables o porque en situaciones en las que se aparece la comisión de una
falta, el padre, la madre, sin pensarlo, aplican en el castigo los mismos excesos
vividos.
Las reacciones que los padres tienen frente a las faltas de sus hijos y que en
ocasiones terminan convirtiéndose en actos violentos reflejan en cierta forma
la perdida de control y dominio personal. Muchos de los padres y acudientes
señalan en sus repuestas, que pierden la paciencia cuando sus hijos no les
obedecen.
Siente que están perdiendo el control sobre ellos, que se les están saliendo de
las manos. Esto se evidencia en la medida que como lo expresa Nelson28, es
normal que muchas emociones nos enceguezcan hasta el punto de hacernos
perder el sentido común.
Reaccionamos sin pensar cuando en realidad deberíamos actuar pensando. La
exaltación de los ánimos, nos conduce como lo afirma López29 a una falta de
regulación y control de los actos, palabras y actitudes. Es esta una situación
proclive a desencadenar, a quienes respalda el poder en la familia, reacciones
28
NELSEN, Op. cit., p 59
29
LÓPEZ . Op. cit., p 43
94
excesivas que lastiman con distinta intensidad a los más débiles y
desprotegidos en el hogar.
De otro lado,
dentro del grupo de padres y acudientes, muchos de ellos
expresan
la problemática frente al cumplimiento de las normas, que la mayoría veces
debe el adulto estar presente o al tanto para que el niño (a) las cumpla. Por
ejemplo: cumplir con las tareas que diariamente les asigna sus profesores., en
este caso el adulto debe vigilar que las realice, porque de los contrario el niño
(a) no responde apropiadamente, también en las labores caseras que son
asignadas a los menores, según algunas madres muchas veces deben
repetidamente impartir la orden para que el niño la cumpla.
Al respecto Herrera afirma que “tal situación tiende a que el cumplimiento de
las reglas dependa de la presencia del adulto y da pocas posibilidades de una
verdadera asimilación de las mismas”30.
Por su parte, Gallo31, argumenta que cuando el castigo y los azotes tienden a
constituirse en el emblema que identifica a la figura investida de autoridad, no
30
HERRERA , Op. cit., p 98
31
GALLO Héctor. Usos y abusos del maltrato. Una perspectiva psicoanalítica.
Universidsad de Antioquia: 1999, p 215-216.
95
se realiza la corrección articulada a un consentimiento subjetivo de la norma
sino del terror. Este escenario implanta el cultivo recíproco de la pasión del odio
y el consiguiente ardor vengativo del sometido. Cada uno esperará la
oportunidad de tener al otro a su alcance para humillarlo o desafiarlo,
valiéndose del carácter disciplinario de la norma, porque se torna más
importante ultrajar que corregir.
Igualmente, la imposición de la orden del adulto y su consecuente cumplimiento
configuran el sometimiento y la falta de autonomía de los niños. Esto toma
sentido cuando los padres manifiesta que deben ejercer un control sobre ellos
para que cumplan con las responsabilidades que se suponen ya han adquirido,
la desobediencia lleva a impartir las sanciones correspondientes sin acudir a
otras instancias donde se permita la participación de sus hijos en la regulación
y cumplimiento de los deberes asignados.
En consecuencia se habla de una negociación, que permita dar salida a otras
prácticas donde el trato y las relaciones sean más productivas y mejores para
ambas partes.
De este modo, como lo expresa Nelsen, en sus escritos, refiriéndose a la
Disciplina con amor: “juntos escogeremos las reglas que nos beneficien
96
mutuamente. También escogeremos justos las soluciones más provechosas
para todos los que estamos involucrados en el problema”32 Como vemos, la
investigadora sustenta en estas ideas la necesidad de reconocer que los niños
son seres sociales, lo que significa que toman decisiones sobre sí mismos y
sobre cómo comportasen, con base en la imagen que tienen de si mismos en
relación con los demás y en lo que creen que sienten los demás hacia ellos.
Sobre este mismo planteamiento, la negociación a cambio del excesivo control
que el grupo de padres está adecuando, se acentúa en la comprensión que
beneficia la cooperación y la aceptación de compromisos por parte de los
niños. Esto es importante subrayar ya que estos aportes sobre la negociación,
al igual que la comunicación, el manejo de la autoridad harán parte de los
elementos de análisis para transformar dentro de la intervención del presente
proyecto.
32
NELSEN, Op. cit., p. 28
97
6. INTERVENCIÓN
La propuesta que guió la intervención de este proyecto, se basó en
la
participación activa del grupo de los padres y acudientes que en su mayoría fueron
entrevistados. Para ello se propuso un trabajo
colectivo que permitiera la
transformación de creencias y prácticas que se dan alrededor de las relaciones
entre adultos e infantes. Para tal fin, se propició bajo la metodología de taller un
espacio donde el grupo de participantes tuvieran la posibilidad de expresar y
vivenciar su realidad favoreciendo la discusión y reflexión sobre las formas de
trato que como cuidadores establecen con sus hijos.
El trabajo de investigación e intervención con la población seleccionada se
desarrolló a lo largo de cinco talleres, los cuales
identificar y describir
centraron la atención en
experiencias y vivencias personales para desde ahí
cuestionar y replantear una serie de temas que permitiera generar un espacio de
aprendizaje con el propósito de
encontrar desde sus propios recursos y
potencialidades otras alternativas en las relaciones y practicas en los estilos de
crianza.
Por tal motivo y teniendo en cuenta los intereses de la población al manifestarlo
en la entrevista y a lo largo del trabajo colectivo, se asignó un nombre cada taller
98
con el propósito de despertar el interés de los participantes y determinar los
elementos a transformar
según las categorías que arrojó la entrevista y los
aspectos que de algún modo puedan movilizar, resignificar sentimientos,
pensamientos y comportamientos que median el trato para interactuar con sus
hijos.
Dentro de los aspectos más relevantes que dan cuanta de la evolución de los
diferentes talleres, se puede decir que en todos ellos se realizaron con previo
contacto con el grupo de padres y acudientes, pues días antes se les visitó en
sus hogares y a otros se les llamó telefónicamente para motivarlos a participar en
cada uno de estos encuentros. También se aprovecho para
indagar por sus
intereses frente a las temáticas que sirvieron de base en la parte conceptual de
cada taller.
Así mismo, el lugar donde se llevó a cabo cada uno de estos talleres fue en el
salón principal de la Asociación, allí se dispuso una ambiente cómodo sin mayores
interferencias por parte de los niños y niñas que asisten a la ludoteca. Las sillas y
las mesas se ubicaron de tal forma que permitiera interactuar los asistentes a
través de pequeños grupos y en cada encuentro se realizó una actividad para
romper el hielo y alcanzar un nivel de empatía favorable.
A continuación, presento los resultados que a lo largo de los diferentes talleres se
establecieron.
99
6.1 Taller No 1:“Conózcase y mejore las relaciones con sus hijos”
Básicamente este primer taller se estructuró en dos ejes temáticos. En el primero
de ellos, se trabajó en las historias de vida de cada uno de los asistentes, se puso
en consideración aspectos relevantes sobre la relación con sus padres,
expresiones de afecto y la aplicación del castigo que recibieron de sus
progenitores.
La información que se dio alrededor de esta temática, sirvió de base para designar
los elementos de análisis con el fin de inferir un conocimiento sobre los estilos de
crianza que ellos vivenciaron en su infancia. Indagar y ahondar
sobre las
relaciones que vivenciaron con sus padres les permitió al grupo de participantes
recrear experiencias ligadas a las expresiones de afecto que recibieron de ellos,
pues cada persona en este encuentro evoco situaciones pasadas que lo llevó
revivir sentimientos de amor y bienestar. Hubo expresiones de llanto al recordar
ciertas vivencias con sus padres, cuando compartían con ellos paseos,
cumpleaños, etc.
Con el propósito de respaldar este trabajo que el grupo elaboró, se presenta a
continuación un ejemplo de los escritos que realizaron algunas madres sobre sus
historias de vida.
100
Permitir que los padres y acudientes recordaran parte de su pasado abrió la
posibilidad de replantaer desde la experiencia emocional significados que los llevó
a cuestionar ideas y conceptos sobre la importancia del afecto y del amor hacia
sus hijos. La oportunidad para que cada participante expresara sus sentimientos
al recordar sus padres en algunas situaciones específicas, generó un clima
propicio para el acercamiento entre los asistentes, la identificación de lo vivido
reflejo alegría y les permitió relacionarlo con lo que actualmente conviven con sus
hijos, esto ayudo afianzar sentimientos e ideas para fortalecer el vinculo afectivo
dentro de su ambiente familiar.
Se destacó
la entrega que algunos padres y en espacial
las madres, les
ofrecieron a ellos como hijos, (pues con las madres manifestaron más confianza y
acercamiento), el sentimiento fue de agrado al reconocer su labor de cuidado,
hasta el punto de justificar sus formas de castigo en su afán de sacarlos adelante
como parte de la responsabilidad asumida. En estas ideas, se refleja como los
participantes de algún modo conceden la razón al castigo, el cual se legitima
como un medio para educar apropiadamente a los hijos. Se reconoce el amor y el
sacrificio que recibieron de sus cuidadores. Esto resulta muy importante por que a
partir de este hecho, el grupo de participantes dieron significado al rol que
cumplen ellos actualmente con sus hijos y que más adelante se trabajará.
De otra parte, describir los castigos a los que ellos fueron sometidos en su infancia
sirvió como referente para cuestionar
su efectividad, pues los participantes
101
analizaron la funcionalidad para respaldar una educada educación y crianza. Esto
llevó al grupo a resignificar su administración, pues muchos de los asistentes
expresaron sentimientos de desagrado y desaprobación, indicando que muchos
de estos tipos de castigo llegaron a ser severos hasta el término de convertirse en
victimas del maltrato. En esta parte, se hizo visible sentimientos de dolor
acompañados de expresiones que reflejaban gran tristeza. Esto refleja que en
cierta medida los asistentes establecen nuevos significados a éstas prácticas que
ellos vivenciaron. Se pone en juego la movilización de ideas, donde el castigo
como medio de corrección, genera efectos negativos y de rechazo, lo que
favorece la duda sobre su efectividad. Atribuir otra representación sobre la
funcionalidad a partir de sus emociones permitió reconocer y cuestionar sí
realmente prácticas como éstas fueron las más adecuadas para alcanzar la mejor
educación.
Además los participantes argumentaron que en esa época el castigo se configura
en estrecha relación con la anhelada educación de los hijos; la imposición a
través del miedo para adquirir dominio y obediencia de sus hijos se adquiría con
un trato autoritario y la aplicación de castigos severos. Los participantes reiteraron
creencias que de algún modo justificaban aquellas formas de trato, expresaron la
ignorancia de sus padres para administrar otras sanciones menos dañinas, ya que
repetían de cierto modo las experiencias de las que fueron también victimas.
102
A partir de la artificialización de lo vivido, evocando sus vivencias y atribuyendo
significados se reiteró la necesidad de cuestionar lo que ellos hacen con sus hijos,
pues en cierta medida se planteó, sí estas practicas de alguna forma las repetían
con sus hijos. Algunos de los presentes manifestó que “cada padre tiende a ser lo
que vivió en el pasado”, “muchos padres repite la historia de maltrato con sus
hijos, pero hay que tener en cuenta que los tiempos cambian y hoy los padres
deben manejar otras formas de castigo que no sean el juete, ya que si a ellos no
les gustaba y les producía dolor, por qué repetirlo con sus hijos”. Se evidencia por
parte del grupo la necesidad de hallar otras maneras que no sean maltratantes en
los estilos de crianza y aplicación de correctivos. Esto advierte como las asistentes
reconocen que en cierta medida tienden a repetir su historia, pero se hace un
llamado especial a la ignorancia de sus padres, lo que les permite a ellos mismos
reconocer y replantear otros pensamientos para saber administrar y aplicar los
correctivos a sus propios hijos. Esto en las voces de los padres y acudientes
quedó demostrado, que como padres hoy en día deben optar por otras formas de
castigo que no dañen al niño en su labor para educarlos, evitando sentimientos de
rechazo, dolor y hasta odio tal como muchos de las asistentes lo vivenciaron.
Construir otras maneras para corregirlos adecuadamente sin atentar contra su
integridad, permitió visualizar
la transformación de ideas a partir de la
argumentación hacia practicas más sanas para evitar
violentos que median la crianza de sus hijos.
103
actos maltratantes o
El grupo cuestionó otros aspectos frente a la crianza y en especial sobre
la
educación de los hijos, es decir en aquellos tiempos sus padres no tomaron en
cuenta otras formas de sanciones diferentes a las descritas o emplearon otros
correctivos
para guiar la educación y formación de los hijos. Por lo tanto,
descubrir lo que para ellos significa el castigo replanteó su funcionalidad, se puso
a disposición una serie de elementos que sirvió para analizar su uso y
consecuencias
haciendo referencia a su propia experiencia emocional, lo que
condujo al grupo a discutir sobre la opción de repetir también su historia de vida
con sus hijos y a replantear ideas de cambio para transformar las costumbres
ante el uso indiscriminado del castigo, teniendo como punto de referencia los
sentimientos que se manifestaron a lo largo de sus relatos personales sobre su
propia crianza. El rechazo y el dolor de lo que sufrieron en su niñez por causa del
golpe y la falta de afecto, los llevó a sensibilizasen frente a las respuestas de sus
hijos cuando ellos hacen esto mismo. Desean lo mejor para ellos, y no quieren ser
vistos como una madre castigadora o un padre maltratador, tal como varios de los
padres y acudientes lo expresaron.
Así mismo, retomar los eventos más significativos de sus historias de vida, les
permitió descubrir a través de sus relatos las representaciones mentales que de
cierta forma condicionan sus actuales relaciones con sus hijos. Lo que resulta de
gran importancia para el proyecto, pues a partir de estas reflexiones se propicia la
movilización de pensamientos frente al trato con sus hijos, que mas adelante se
retoman.
104
Los conceptos como el respeto, la obediencia y la confianza, fueron cuestionados
por el grupo, haciendo comparaciones entre las diferentes épocas y aunque para
algunos padres y acudientes, estos conceptos han perdido su real significado,
actualmente
siguen vigentes en las relaciones con sus hijos. Se puso en
consideración la necesidad de optar por otras formas de trato para recuperar lo
que hoy en día según ellos mismos se ha deteriorado, el respeto lo consideraron
un valor clave para afianzar sus vínculos afectivos. Mientras que la confianza la
señalaron como favorable en nuestros tiempos, hay más acercamiento entre los
padres e hijos para hablar de ciertos temas en comparación a lo que ellos vivieran
en su niñez, por ejemplo los temas sobre el sexo. Este aspecto fue positivo para el
grupo en general, pues
se identificó las ventajas que este concepto tiene,
argumentaron que es importante que sus hijos les tengan confianza para de esta
manera puedan darles una mejor orientación de sus comportamientos dadas la
crisis de valores de nuestros tiempos.
Se replantearon situaciones desde sus ambientes familiares que reflejaron una
realidad sobre sus propias vivencias y vínculos. Se hicieron visibles aspectos que
desde sus historias de vidas tiene influencia en su manera de pensar y actuar
frente al niño. Evocar situaciones positivas como negativas haciendo referencia a
los sentimientos que allí se vivenciaron facilitó replantear las situaciones que
actualmente viven con sus hijos. Algunos expresaron que no fueron golpeados y
que siente haber recibido una adecuada educación, lo que sugiere que el golpe o
105
el
juete no es necesario para corregir o sancionar a los niños. Otros por el
contrario, señalaron que fueron victimas del maltrato y del abandono.
Esto condujo a plantear la pregunta: Sí para criar apropiadamente a los hijos se
hacia necesario el juete o el golpe físico?. Los participantes
expresaron
respuestas de rechazo, determinando que la educación de los hijos se puede
llevar a cabo sin actos de maltrato o darles juete como única forma de corrección.
A partir de esta reflexión, ellos decidían si repetían o no la historia con sus hijos,
lo que se convirtió en un resultado y un gran avance hacia la transformación.,
movilizando creencias sobre el concepto de educar a un hijo a través del golpe.
Alguien lo expreso, “nunca recibí un golpe por parte de mi madre, hoy en día me
considero que soy una personas educada…”.
En ese momento se alcanzó un primer avance y se les animo para continuar en la
búsqueda de alternativas que los llevara a mejorar las relaciones con sus hijos. Es
precisamente desde ahí, que el proyecto
orientó los posibles cambios, se
proporcionando un espacio para el dialogo y la discusión lo cual les permitió
compartir, reflexionar a partir de su propia realidad y desde su propia historia de
vida otras formas de trato más enriquecedoras con sus hijos. Se aprecia como los
asistentes abordan los elementos de análisis que arrojó
las categorías que
ilustran la investigación del proyecto. Por ejemplo, se hace presente creencias que
señalan la entrega y el control sobre el niño para guiarlo en los principios rectores
de la educación. Cuando el grupo hizo referencia a su pasado y experiencias
106
alrededor de su crianza, se destacó el afecto y el amor dados en el vinculo filial, el
interés de sus padres para darle lo mejor a ellos como hijos, acudiendo a castigos
maltratantes en su afán de dar lo mejor de sí mismos. Se articula el amor
justificado en acciones que buscaban el control y la reparación de la falta,
acciones como el golpe con la firme idea de ofrecer la mejor educación. En
consecuencia, el grupo de asistentes atribuyeron
medida que reconocen
nuevos significados en la
y argumenta los efectos del castigo a partir de sus
experiencias pasadas y la necesidad de construir opciones y mecanismos
apropiados que
orienten los estilos de crianza sin tener que acudir acciones
violentas.
La segunda parte del taller se enfocó en las creencias y comportamientos que
como cuidadores tienen frente al trato con sus hijos. Se generó
un trabajo
colectivo que desde la reflexión permitiera recoger impresiones, formas de
pensamiento, experiencias dadas en sus ambientes familiares. Igualmente, se
articulo a la luz de algunos conceptos teóricos los aspectos más relevantes que
tienen una estrecha relación con el maltrato, retomando sus experiencias y
situaciones particulares que suelen ser problematizadas en los estilos de crianza y
más concretamente en las formas de trato entre adultos y niños (as).
En esta etapa, se prestó atención a la importancia de las expresiones de amor y la
influencia del castigo, el cual fue seriamente cuestionado ya que adquirió un
sentido frente a la validez de sus resultados. Se puso en discusión las
107
consecuencias del castigo físico y otras alternativas para contrarrestarlo, por
ejemplo se exploró sobre los sentimientos que genera cuando ellos castigan o
golpean a sus hijos: la mayoría de ellos expresaron que sentían dolor,
arrepentimiento, reproche de haberlo hecho y cargo de consciencia. Mientras que
sus hijos pueden sentir rencor, rabia, rechazo, miedo. Sentimientos que también
fueron relacionados con sus historias de vida y más exactamente con sus
experiencias de castigo.
Se realizaron preguntas. Por ejemplo, cómo ustedes que sintieron cuando sus
padres los golpeaban, creen que sus hijos siente esto mismo?. Las respuestas se
centraron en reconocer que el golpe crea malestar para ambas partes. Además,
tener en cuenta los sentimientos que experimentan cuando golpean a sus hijos,
es una manera que les ayuda a evitar el golpe, pues mantenerlos presentes al
momento de corregir a sus hijos, evitarían propiciar situaciones con conlleve a
producir dichos sentimientos. Es importante resaltar como el grupo de padres y
acudientes movilizan ideas desde una plena identificación de sentimientos, se crea
la posibilidad de cambio bajo representaciones que fortalecen las relaciones y
vínculos afectivos frente a sus hijos. Esto se evidencia al momento de expresar
rechazo hacia el dolor que les produce golpear a sus hijos, lo que cuestiona la
acción estricta del castigo, los efectos que este provoca a nivel emocional tanto
para el padre y el niño. De ahí que ellos mismos visualicen la necesidad de
implementar otras formas en el trato y específicamente, al
momento de
corregirlos. Se cuestiona lo relevante a la categoría “reconocer” en el pleno
sentido de aceptar los sentimientos que en la individualidad, el otro siente. Así
108
mismo, determinan alternativas como son evitar golpes y actos violentos, que en
últimas provocan sentimientos negativos deteriorando la relación; los padres y
acudientes
proponen acudir
más al dialogo que al golpe, lo que refleja la
posibilidad de cambio en las practicas de castigo.
Esta parte fue fundamental para identificar las prácticas que se dan alrededor de
las sanciones y que podrían terminar en eventos que posibilitan un maltrato, es
decir, el grupo de participantes por medio de un trabajo colectivo describió dentro
de su entorno familiar aquellas vivencias donde sus hijos están siendo victimas
de un posible maltrato. Para ello, se utilizó como instrumento
de análisis los
dibujos que previamente realizaron los niños y niñas sobre el trato que recibiera
de sus cuidadores, en lo relacionado con las expresiones de afecto como en las
situaciones de castigo. Fue elocuente ya que los dibujos mostraban acciones de
los adultos cuando les expresaban afecto, señalando el acercamiento físico a
través de besos y abrazos, entrega de regalos, compartiendo juegos. De igual
modo, representaron las formas de castigo, cuando eran goleados con correas y
rejos, señalando los sentimientos que esto les causa. Para apreciar esto, se
adjuntan en la siguiente página una muestra de dichas producciones
A esta altura del taller se evidenció ante los adultos
aquellos aspectos que
reflejaban sus hijos sobre el trato y practicas de encuentro dentro del ambiente
familiar. Para la mayoría de los asistentes resulto muy interesante conocer lo que
sus hijos expresaba, ya que sirvió de base para darse cuanta que el castigo físico,
109
por ejemplo, está vigente dentro de sus prácticas y formas de trato, reflejando que
de cierto modo esto, se mantiene y se repite entre las diferentes generaciones. Se
creó allí elementos que cuestionaron a los padres y acudientes, lo que es muy
probable que también afectara sus creencias frente al uso del castigo, en
consecuencia se adoptó un mecanismo que les permitió confrontar lo que se
había discutido en sus historias de vida.
Por consiguiente, dar significado a través de sus experiencias emocionales facilitó
que el grupo apreciara la importancia de las expresiones de afecto y cuestionara
seriamente la implicación del castigo. Igualmente, se habilito otras perspectivas
para replantear la administración de correctivos bajo otros significados. Elaborar
una reflexión colectiva permitió cuestionar a partir de sus propias experiencias y
con la ayuda de algunos conceptos teóricos la construcción de estas nuevas
formas de valorar el trato, lo que repercutió en una transformación hacia el logro
de otras alternativas que promuevan nuevas o por lo menos otras formas de trato
más significativas entre padres e infantes. Se advirtió lo referente al maltrato y se
aclaró ciertas acciones que los adultos utilizan para corregir que suelen ser
positivas frente a la educación de sus hijos.
Las conclusiones a las que se llegó el grupo, fueron las siguientes:
Los padres debemos respetar a nuestros hijos y dar buen ejemplo.
Deseo que mi hijo no me vea como una mamá regañona o castigadora.
110
Permitimos que en nuestra casa el grito se vuelva una forma de
comunicación, un hábito o una costumbre.
Pensamos que así ganamos respeto y autoridad, pues sino es gritándolos o
dándoles juete , no nos hacen caso.
Existe otras formas para corregir a nuestros hijos, la comunicación es una
de ellas. Por consiguiente, el grupo propuso para el próximo taller el tema
de la comunicación.
6.2 Taller No 2: "Como Mejorar las relaciones con su hijo; La Comunicación
entre padres e hijos”
El segundo taller se estructuró a partir de las conclusiones a las que llegó el grupo
de padres y acudientes sobre el primer taller. Trabajando sobre esta misma línea
en la búsqueda del mejoramiento de las relaciones con sus hijos y la influencia de
la comunicación.
Para comenzar el trabajo con los asistentes, se partió de una pregunta que diera
cuenta de lo que representa para ellos una falta, conocer el significado que esto
simboliza oriento en buena medida el desarrollo del taller. Además, permite
trabajar en las categorías como son Infringir y controlar que fueron presentadas
como parte del análisis de la entrevista.
111
Las respuestas describen acciones que el infante comete sin la aprobación del
adulto, como salir a la calle sin su permiso, mentir, obtener malas calificaciones,
no obedecer una orden, entre otras. Esto reflejo elementos que se manifiestan
dentro de su entorno familiar y que de alguna manera son apreciados por el adulto
dando una respuesta de desaprobación a través de variadas formas de reacción,
muchos de los participantes expresan que pierden la paciencia ante las faltas de
sus hijos, otros actúan en forma hostil, llegando sin querer a maltratar a su hijo
pero con una firme decisión de corregirlo. Se evidencia el significado que dan
frente al no cumplimiento de la norma, de las órdenes, lo que genera el hecho de
transgredir o infringir lo que estipula y el control por parte del adulto para cumplirla
en pro del bienestar del menor. De esta manera, se retoma los elementos que
arrojó las categorías que aportó la investigación, como son controlar e infringir.
En consecuencia, se hicieron evidentes las contradicciones en ellos mismos, pues
como el grupo lo señaló entienden que golpear al menor genera sentimientos de
malestar para ambas partes, a sí se haya infringido la norma. Es decir, los
participantes reconocen que existe una falta y que se debe corregir, pero a su
vez,
en la realidad se continúan golpeando, gritando y dándole un trato
inadecuado al niño al momento de sancionar. Esto refleja una contradicción que
muchos padres tiene entre lo que se dice y se hacen, se determina una clara
inconsistencia entre lo que ellos mismos entienden y la manera de responder al
momento de corregir
sus hijos. Por consiguiente, se determina algunas
contradicciones claves según su propia experiencia y realidad para explorar e
112
identificar alternativas que contrarreste su contradicción, trabajando bajo el
concepto de la zona intermedia. Entre las frases que sirvió para representar lo
anterior están:
Ya se que no debo golpear a mi hijo, pero aún así me irrito y termino
golpeándolo.
Ya se que no debo gritar a mi hijo, pero aún así lo grito para que me haga
caso.
Ya se que debo dialogar con mi hijo, pero aún así termino regañándolo y
gritándolo.
Ya se que no debo golpear a mi hijo, lo puedo maltratar, pero aún así lo
castigo dándole juete,
Ya se que debo respetar a mi hijo, pero aún así utilizo malas palabras.
De otro lado, teniendo en cuenta las situaciones planteadas que llevan a la
contradicción entre el deseo y la norma, el grupo de padres y acudientes a través
de un trabajo en grupo comenzó a señalar alternativas para conciliar creencias y
comportamientos a favor de la transformación. Para algunos resultó conveniente
reiterar acciones que de antemano han intentado llevar a cabo, pero que siente
que aún requiere trabajar más en ello. Otros en cambio, plantearon soluciones que
podrían mejorar las relaciones con sus hijos al momento de corregirlo cuando
cometen una falta. Para ello los asistentes por medio de sus grupos de trabajo
discutieron y optaron por soluciones más acordes a sus posibilidades y recursos.
113
La creatividad dispuso un ambiente renovador donde cada padre y acudiente tuvo
la oportunidad de hallar mecanismos más favorables para mediar el trato entre
ellos y sus hijos, de este modo la zona intermedia se habilitó dando como
resultado alternativas con un contenido que ofrece un
nuevo significado para
actuar ante las situaciones problemas. Se conquistó un espacio donde el
aprendizaje entro a guiar y orientar sus respuestas con una posición diferente a la
que usualmente refleja en su realidad cotidiana. Resulta clave apreciar el trabajo
de los participantes y el ánimo para conciliar otras formas de trato frente al menor
y en especial frente a las faltas que suelen cometer ellos. No pasa desapercibido
la motivación que manifiestan para continuar trabajando en éstos avances ya que
como el grupo mismo lo señala, se beneficia todo su ambiente familiar.
Los
argumentos que surgieron en el trabajo de la tercera zona, se destaca la
tranquilidad para expresar sus dificultades que tienen con sus hijos, es decir, no se
inhiben al hacerlo público, pues como ellos mismos lo expresaron, se sintieron en
confianza y comprendidos, posiblemente porque no se establecieron juicios o
valoraciones que los condenaran por sus fallas. Se creo un clima de entendimiento
mutuo, haciendo visible aspectos que a muchos de ellos los toca al momento de
actuar con sus hijos.
En conclusión, en las actividades que realizó el grupo se manifestó la plena
identidad del niño a través de su condición de infante, y tal como lo expresaron,
sus hijos son tan importantes para ellos que de igual modo, también establece
114
esa reciprocidad adquiriendo la mutualidad entre ambas partes, la relación se
articula en términos de correspondencia, consolidado el vinculo. Resultó valioso
que el grupo de padres y acudientes hicieran un reconocimiento de los
sentimientos de sus hijos frente al trato que los adultos les brindan, teniendo
presente sus sentimientos conforme a sus vivencias que les dejó el pasado. Esto
facilitó
que
los
adultos
comprendieran
y
apreciaran
en
términos
de
correspondencia un adecuado trato bajo otros estilos de crianza más favorables e
enriquecedores. De este modo, los asistentes visualizan un concepto diferente
para percibir al menor como un ser integral que siente y que posee derechos como
cualquier persona. Se establece un reconocimiento según lo articulados en la
respectiva categoría, se asume como un ser con sus propias necesidades,
cualidades y formas de sentir. De igual modo, se cuestiona sobre la imposición de
la norma y su consecuente sanción, se toma en cuenta el significado de infringir y
la consecuente actuación del adulto, flexibilizando la posición que como adulto
establece a través de su autoridad. El grupo reconoce la importancia de actuar
coherentemente con lo que se dice, hallando alternativas que involucren ideas y
comportamientos más asertivos ante la falta del niño y su inminente control. Por lo
tanto se plantearon las siguientes alternativas:
• Dialogar con el niño, porque: indagamos primero antes de actuar,
conocemos mejor lo que en realidad sucedió, podemos aconsejar antes de
golpear o gritar y los niños entienden lo que se les dice.
115
• No hay que gritarlos porque no son sordos, podemos hablar sin gritar.
• Autocontrol: Controlar la ira, respirando profundo y contando hasta 10 y
pensar que golpearlos nos duele y nos podemos arrepentir.
• Cuando estemos alteradas por la ira, tomar agua despacio antes de actuar
con el niño, mantenerla en la boca hasta calmarnos, así evitamos actuar sin
pensar.
• .Antes de actuar con ira para castigar al niño, dar una vuelta y distraernos
hasta calmarnos.
• Delegar el castigo a otra persona (mamá, esposo) para evitar que actúe con
ira frente al niño.
• Ponernos en el lugar del niño: Comprender que muchas cosas no les gusta
a los niños y los obligamos hacer. Que a las madres no nos gustaría que
nos obligaran hacer lo que nos gusta.
• Comprender que no nos gusta que nos grite, entonces tampoco gritar a
nuestros hijos.
116
• Evitar el juete, utilizar otras formas de castigo par evitar causar dolor en
ellas
y en el niño. Por ejemplo: quitándoles lo que más les gusta,
reparando la falta.
• No desquitarnos con ellos, los tratamos mal. Muchas veces ellos no tienen
la culpa de nuestros problemas, Nos desquitamos porque tenemos poder
sobre ellos, Nos desquitamos con el más débil como una forma de
descargar la ira. Debemos separar cada situación y no confundirlas.
• Colocar avisos en la casa de “no gritar”, como una forma de recordarlo
donde previamente lo hemos acordado con mis hijos.
De otra parte, el tema de la comunicación que se trabajó en la parte conceptual
del taller, permitió que los padres y acudientes discutieran sobre su importancia y
funcionalidad. Para ello,
se
propuso una actividad que sirvió de ejemplo,
indicando las diversas formas que favorecería una comunicación más efectiva
entre el adulto y el menor, lo que fortaleció las alternativas relacionadas con la
comunicación, modificando lo que ellos mismos reconocieron como las dificultades
y hábitos deficientes para acercarse al niño (a).
Teniendo como punto de referencia los conceptos básicos de una comunicación
eficaz, los asistentes participaron en algunos ejercicios donde se vivenciaba las
117
dificultades y las ventajas de una buena comunicación. Todo esto se relacionó
con las actividades anteriores que hacía alusión a la falta y formas de castigo. Por
ejemplo se enfatizó sobre el efecto que tiene el grito cuando ellos regañan o
gritan a su hijo al momento de corregirlo, pues según el grupo, se convierte en un
hábito o en una forma para comunicarse, expresaron que “sino gritamos a
nuestros hijos no nos hacen caso, nos acostumbramos a ello”, también el grupo
argumento que tanto ellos como sus hijos se siente mal que alguien los grite, que
a nadie le gusta que lo griten, evaluaron sus sentimientos cuando a ellos alguien
los grita, indicando que esto les genera rabia y rechazo, por lo tanto sus hijos
también sienten lo mismo.
Estas afirmaciones evidenciaron creencias que los padres y acudientes tuvieron
en cuenta para reflexionar y apreciar lo que esto implica en la relación con el
menor y los sentimientos que genera. Es decir, se dio la oportunidad para que
cada persona, identificara a partir de su experiencia emocional la posición de sus
hijos, de este modo, se posibilitó acciones que incidieron en la movilización de
ideas. Reconocer en ellos mismos y transferirlo a otro, en este causo su hijo,
permitió resignificar los actos que ellos dirigen hacia sus hijos. Identificar lo que a
mi no me gusta posibilitó comprender lo que su hijos siente cuando se trata de
igual manera.
También es importante señalar que el grupo llegó a la siguiente conclusión: La
comunicación va más allá de simplemente hablar, es disponer toda la atención
118
dirigiendo mis sentido, mi cuerpo hacia el otro, es saber escuchar con atención y
establecer una respuesta de la misma forma para conectarme con el interlocutor.
Que es importante atender a los gestos pues allí igualmente se
expresa un
mensaje. Por lo tanto, el grupo manifestó la necesidad de empezar a aplicar estos
conceptos para fortalecer el encuentro con sus hijos, modificando hábitos como
son la falta de atención cuando dialoga con el niño(a), pues muchas veces prestan
interés
a otras actividades cuando están conversando con sus hijos o
simplemente no le dan la suficiente importancia.
Teniendo en cuenta que es a través de la palabra que se profundiza en la
naturaleza relacional buscando el consenso donde prime el acoplamiento para
favorecer comportamientos asertivos que guíen los estilos de crianza y el cuidado
integral del menor y en particular la adecuada administración de correctivos, fue
importante dentro del grupo de padres manifestar la necesidad de recuperar la
comunicación, ya que desde ahí se fortalece el respeto y los buenos modales.
Es a través del dialogo que se le enseña y se educa al niño, dejando de lado la
utilización de castigos físicos, pues consideran que de este modo el niño deja de
cometer una falta más por miedo al golpe que por el significado de lo que no debe
hacer. Se puso en consideración la idea de ganar o imponer el respeto, ya que
como algunos padres y acudientes, el respeto lo impone a la fuerza, adquieren
una imagen agresiva, negativa, de madre regañona o por el contrario, su deseo es
ganar respeto gracias al amor y al buen trato. Estas reflexiones influyeron para
119
guiar
acciones hacia cambios reales. Se observó como el grupo, transformó
pensamientos a favor de un trato más significativo, sin acudir a actos violentos
para corregir a sus hijos, sin que ello represente la falta de disciplina o un riesgo
considerable a ser malcriados. Muchos expresaron que la educación se obtiene
sin necesidad de acciones maltratantes, reconociendo en las alternativas
propuestas anteriormente, una opción para no repetir la historia de sus vidas y
modificar el trato hacia sus hijos. Por lo tanto, la categoría infringir dada en sus
argumentos asume una postura diferente al momento de sancionar y corregir las
faltas que comenten los niños.
Al finalizar el taller, los participantes propusieron que a lo largo de la semana
aplicarían las alternativas que ellos mismos plantearon en el taller y solicitaron
continuar trabajando sobre esto, la idea es socializar sus avances y cambios con
el fin de reforzar las alternativas de cambio y
en consecuencia, continuar
profundizando sobre este tema de interés. Esto reflejo una alta motivación de los
cuidadores para seguir trabajando colectivamente a favor de un mejor ambiente
familiar mediado por formas de trato más enriquecedoras que fortalezcan el
vínculo entre adultos e infantes.
Como muestra del trabajo se adjunta en la siguiente página, un escrito relacionado
con las situaciones o faltas y los comportamientos que de algún modo generan
castigo. Así mismo, algunas ideas que se propusieron en las alternativas para la
transformación de dichas situaciones.
120
6. 3 Taller No 3: “La importancia del afecto”
En ésta tercera jornada de trabajo grupal, se comenzó retomando los aspectos
más relevantes de los talleres pasados, haciendo énfasis en aquellas conclusiones
que algún modo permite responder a los objetivos del proyecto. En primera
instancia, se realizó
un conversatorio donde las experiencias y vivencias que
hacen parte de las historias de vida de los padres y acudientes se recordaron,
evocando situaciones donde el afecto como el abandono o el maltrato se hicieron
presentes. Estos comportamientos y sentimientos se relacionaron con las formas
de trato que actualmente establecen con sus hijos.
De igual manera, se hizo alusión a la importancia de la comunicación entre padres
e hijos, y a las contradicciones que suelen darse alrededor de las relaciones entre
adultos e infantes. Contradicciones que fueron trabajadas por el grupo de padres
en el taller pasado, y que una vez más, fueron replanteadas por éste grupo (ya
que asistían nuevas personas a este taller), pues a esta altura del taller los
asistentes, expresaba en forma franca y abierta sus dificultades al educar y criar a
sus hijos. Afirmaban, que muchas veces reconocen que por ejemplo, el pegarles
puede hasta cierto punto maltratarlos, pero es mayor la falta de dominio personal y
la impaciencia que terminan haciendo lo mismo de siempre, golpeándolos y
gritándolos; sostiene que “son los mismos niños quienes les expresan a sus
padres que no los traten mal, que no les digan malas palabras”. Como se observa,
se refleja una realidad un tanto disfuncional y hasta cierto punto maltratante que
121
deteriora las relaciones y el ambiente familiar,
ellos mismos identifican estas
hechos y eventos, donde la norma y el deseo son contradictorios, Se destaca el
interés de los cuidadores por transformar estas situaciones y que a partir de la
resignificación
de
experiencias
y
sentimientos
esperan
movilizar
estas
actuaciones.
Por lo tanto, se tomaron en cuenta las alternativas que el mismo grupo construyo
para optar por otras formas de trato más significativas, aquí se trabajó una a una
para que el mismo grupo argumentara y opinara al respecto. Se afianzo ideas muy
elocuentes para llevar a cabo estas transformaciones. Entre lo más importante se
señala al igual que el grupo de padres y acudientes del taller pasado,
la
necesidad de buscar y aplicar otras formas de trato con sus hijos, que sean más
productivas frente a la autoridad y no les causen dolor e incomodidad para ambas
partes, pues persiste el castigo físico, el acudir al grito y al regaño constante para
que sus hijos les obedezcan, porque piensan que es la forma en que ellos les
obedecen bajo la idea de ofrecerles una mejor educación y crianza. Por ejemplo,
un participante expresaba que sus hijos no le obedecían por las buenas, esto
significa que cuando se les ordenaba de manera correcta no acatan la orden en
forma inmediata, mientras que cuando ya se les gritaba y se les ordenaba con
una actitud imponente es más fácil que el niño le obedeciera.
Ante este comentario, el grupo expreso diversas ideas; alguna madre opinó que
esto se vuelve una costumbre, un hábito, una forma de manejar la autoridad, otra
122
persona agregaba que muchas veces se actuaba de esta forma porque como
padres o madres les falta más paciencia con los niños, o descargan en el niño los
problemas aprovechándose de su dependencia y del poder del adulto. Se hace
evidente por una parte, la asimetría en las relaciones adulto – niño, la cual se
respalda por el poder y el dominio del adulto hacia el niño en su condición
indefensa, dependiente e inocente.
Por otra parte, se reitera el manejo de la autoridad mediada por acciones que
violentan e
intimidan y condicionan el dominio y control sobre el infante. Se
destaca la categoría de “control” y el sentido de la categoría “infringir”,
presentadas en el análisis de la entrevista de este proyecto de investigación. Los
sentimientos de dolor y muchas veces de culpa por aplicar sanciones maltatantes
también fueron expuestos por los participantes. En consecuencia, se motivo a los
padres y acudientes a trabajar en las alternativas propuestas por ellos mismos.
Aquí se hace referencia a la alternativa llamada autocontrol. A las formas de
establecer la comunicación y el dialogo con sus hijos, a implementar sanciones
que permitan corregir el comportamiento del niño sin llegar agredirlo e irrespetarlo
y a tener en cuenta que sus hijos son muy importantes en sus vidas, que los aman
y por lo tanto, no desean causales dolor o crear un sentimiento de rechazo
afectando su imagen como madre y modelo de vida.
123
Una vez finalizada la presentación de las alternativas, se acordó con el grupo de
participantes llevarlas a su realidad, aplicarlas en la cotidianidad de sus hogares
para practicar así lo que se trabajo en ésta parte del taller.
En la segunda parte del taller, se formaron tres grupos y a cada una de ellos se les
planteo una pregunta diferente. Por ejemplo: Por qué es importante expresar amor
a sus hijos?, Cómo le expresan amor y afecto a sus hijos?
Y Por qué es
importante compartir con sus hijos?.
Entre las respuestas que cada grupo expuso se reitera la importancia de brindar
afecto al niño (a), como parte esencial de la vida, pues se consolida la confianza,
al compartir con sus hijos se conocen aun más. Porque de cierto modo al
expresar amor se motiva a los hijos dándoles seguridad, los hacen felices cuando
se siente amados por sus padres. Para mayor comprensión, se presenta en la
siguiente página un ejemplo del escrito que un grupo de madres realizó frente a la
pregunta Cómo le expresa amor a sus hijos?.
Como se puede apreciar, se trabajó la categoría de reconocimiento y entrega,
donde los padres y acudientes, establecen ideas muy acordes al sentimiento de
amor por sus hijos y a la importancia de reconocerlos como un ser diferente a ellos
con sus necesidades y potencialidades, y que indudablemente en el papel de
cuidador según las voces de los participantes, es imprescindible comenzar a
replantear un trato más apropiado que ayude al hijo en su formación como
124
persona. Existe un común denominador en sus respuestas, desean lo mejor para
sus hijos y en gran parte depende de ellos como padres y acudientes, pues en la
medida que dentro del ambiente familiar las relaciones entre sus miembros sean
positivas, se alcanza un grado de mutualidad y reciprocidad favorable para el
fortalecimientos del vinculo afectivo.
Es de anotar, que partir de lo anterior este grupo de manifestó reiteradamente la
importancia de hallar soluciones o estrategias para educar o corregir a sus hijos
sin llegar al maltrato, se cuestiona e indagan por
el manejo adecuado de la
autoridad, buscando que las relaciones entre ellos no se deterioren. Se plantea el
manejo de la autoridad y la unión entre ellos, teniendo en cuenta la importancia del
afecto expresadas en actuaciones e ideas de amor, reconocimiento, entrega. En
la sustancial idea de darles lo mejor a sus hijos, reiterando la responsabilidad que
tienen con ellos, de ofrecerlo lo mejor de sí mismos para brindarles una adecuada
formación y crianza, es decir, hasta el término de darsen y entregarsen totalmente
a ellos para ofrecerles lo mejor.
Por último, con el grupo se trabajó los conceptos básicos de la autoestima en los
niños, estableciendo una estrecha relación con lo que ellos habían expresado en
las preguntas anteriores sobre la importancia del afecto y el reconocimiento.
Frente a estas reflexiones, se consolida las conclusiones del taller. Por ejemplo, se
destaca y se reconoce cabalmente que ellos como padres y acudientes tienen una
125
gran responsabilidad para orientar la crianza de sus hijos, que además de ello, se
concibe la idea que respaldan la importancia de las expresiones de afecto en sus
diferentes formas, la entrega de si mismos como padres exige resignificar el trato
hacia los niños y niñas hacia un manejo del poder y la autoridad más eficiente que
enriquezca y fortalezca sus relaciones y vínculos afectivos. Por lo tanto, el tema de
la autoridad se tendrá presente
para trabajarlo en los próximos talleres, de
acuerdo a los intereses de los participantes.
6. 4 Taller No 4: El Manejo de la Autoridad.
En primera instancia, llevar al grupo de asistentes a comunicar los resultados que
obtuvieron con la aplicación de las alternativas para mejorar las relaciones con sus
hijos al momento de corregirlos frente a una falta, nos permite reconocer adelantos
o dificultades para lograr transformar su realidad cotidiana.
Un ejemplo de ello y conforme a las voces de los participantes, se rastrea a partir
de sus propios testimonios; indicios que demuestran posibles cambios, pues como
lo expresó una madre, el poder adquirir un mayor dominio sobre si misma,
controlando sus reacciones violentas y disfuncionales con sus hijos al momento de
corregirlos, refleja la transformación hacia un trato más asertivo que evita en cierta
manera deteriorar la relación.
126
El poseer el control consciente sobre las expresiones ofensivas acompañadas por
el grito y el insulto, hacen según estas madres, que sus hijos reflejen un
comportamiento diferente gracias al buen ejemplo que ella misma da. No los tratan
con malas palabras cuando se encuentran de mal humor, de este modo sus hijos
observan y entienden que a pesar del mal humor no necesariamente se tienen que
decir groserías. De otro lado, otras reconocen, que de este modo adquieren más
autoridad moral para llamar la atención en estos aspectos, pues si utilizan las
malas palabras al regañar a sus hijos no pueden exigir que esto mismo no lo
hagan ellos. Se observa como el grupo argumenta elementos que dentro de las
categorías de análisis, hacen relación al apropiado manejo del control, que se
fundamenta en el ejemplo de sus propios actos, reconocen y determinan como
valioso el trato reciproco entre ellos. Pasa a una segunda instancia, la imposición
la supervisión ante la norma misma, para conceder un especial valor a otras
representaciones que permitan reconocer la mutualidad entre ambas partes. De
este modo, se resignifica el manejo de la autoridad y control hacia el niño.
Como se aprecia, esto reitera un cambio frente a la formas de trato que
habitualmente sostenían en sus entornos familiares. La aplicación de estas
alternativas en su realidad, potencializan sus propios recursos. Son ellas mismas,
las que confieren nuevos significados a estas formas de trato a partir de sus
propias problemáticas, replantean creencias que condicionan comportamientos
matizados por la tolerancia, el respeto y la consideración por el otro.
127
Se reportan una dificultad en alguna madre, la cual se manifiesta en el manejo de
la autoridad. Aún recurre al grito, cuando observa que sus hijos no le obedecen en
forma inmediata. Siente que muchas veces por “las buenas” no logra que ellos la
obedezcan. Al indagar un poco más, la madre trabaja la mayor parte del tiempo y
es su tía quien los cuida. Según la madre, la tía les permite hacer todo lo que
ellos desean, mientras que ella representa la autoridad como reemplazo del padre
que está ausente de sus vidas.
El grupo ante ésta situación expreso diversos conceptos, los cuales manifiesta la
eminente necesidad de cuestionar y analizar con más detalle su situación con el
fin de encontrar soluciones más apropiadas que estén en concordancia con el
buen trato y el reconocimiento por sus hijos. Se enfatizó lo que ellas mismas
estaban experimentando al aplicar las alternativas, y lo que esto significaba para
mejorar las relaciones con sus hijos y demás integrantes de la familia. Es decir, el
grupo concedió importancia al beneficio de adquirir otros comportamientos para
criar
a sus hijos y que de acuerdo al grupo, el afecto brinda opciones para
encontrar mecanismos para acercarnos con respeto y consideración
a las
necesidades de los niños, para entenderlos y lograr a través de la comunicación
un manejo de la autoridad diferente, que en las voces de los participantes “ es
saber llegar a los niños, no con el grito y el golpe, sino ganarnos el respeto y su
cariño con amor a cambio de infundir miedo”.
128
La segunda parte del taller, se basó en las argumentaciones y en las
representaciones que se dieron alrededor de los diferentes estilos de crianza. Es
de resaltar que las situaciones se centraron en las problemáticas que se dan en
las acciones para corregir a sus hijos. Se identifica una realidad que dentro de su
cotidianidad asume elementos significativos que representan y simbolizan el
encuentro y la convivencia de sus entornos sociales.
El déficit de control para actuar y reaccionar violentamente cuando el niño comete
una falta, demuestra la utilización de prácticas de castigo que suelen ser
maltratantes. Igualmente, la carencia de una adecuada autoridad como la
permisividad señala condiciones de abandono que de alguna forma se evidencia
en las vidas de los participantes. También la sobreprotección se hace presente
incidiendo negativamente en el desarrollo de la personalidad del niño. A manera
de ejemplo, se registra un escrito donde un grupo de madres trabajó sobre el estilo
autoritario de algunos padres y las posibles consecuencias que esto traen en el
trato con sus hijos.
Todos estos aspectos fueron presentados y argumentados haciendo énfasis en las
posibles causas e implicaciones que se establece en sus ambientes familiares. El
llegar a reconocer estas manifestaciones representa un avance para subrayar la
necesidad de modificar sus relaciones y estilos en que llevan a cabo la crianza de
sus hijos. Por consiguiente, estas argumentaciones se convirtieron en elementos
de juicio que ayudaron a la transformación de pensamientos y comportamientos
129
que median las prácticas y vivencias que se dan en el encuentro y trato entre
adultos e infantes.
Manifestar verbalmente, que estos estilos hacen parte de su realidad y que exige
asumir una posición diferente frente a esto, irradia la apertura al cambio. Se
contempla claramente una valoración al manejo de la autoridad, sin llegar a los
extremos, estimulando un ambiente democrático y participativo entre los miembros
de sus familias.
El significado de Control expuesta en el análisis de la categoría,
transforma
contenidos distorsionados donde el grito, el insulto, los golpes y las amenazas
infieren una manera de garantizar el dominio y el poder sobre el niño. Se abre
posibilidades de acudir a representaciones mentales que respalden actuaciones
más enriquecedoras y menos disfuncionales cuando se desea inculcar las normas
sociales como fruto de una apropiada disciplina y manejo de la autoridad.
Se plantea la negociación como una de ellas, donde las partes participan desde
una posición simétrica y en términos de mutualidad. Además, las alternativas que
privilegian el diálogo y el autocontrol para evitar tomar al menor como culpable de
los problemas, sometiéndolo al trato injusto por ser el más indefenso, son
aspectos que reiteran los propósitos de éste proyecto de investigación para
instaurar relaciones democráticas y participativas.
130
6.5 Taller No 5: “La Negociación con sus hijos”
Al iniciar el desarrollo de la jornada de trabajo, se dio un espacio para que los
niños participaran y fueran escuchados por sus madres. Es evidente que este
encuentro fue positivo porque de cierto modo se hace visible como ambas partes
interactúan, donde la intersujetividad permite el reconocimiento del otro como un
ser integral, importante, que posee derechos para expresarse y decidir.
Proponer a través de una actividad lúdica como es el dibujo, favoreció que los
niños expresaran sus opiniones frente a lo que les gusta y no les gusta hacer
cuando sus padres se los ordena. Identificar practicas cotidianas realizadas en
sus entornos familiares, sirvió de base para analizar la perspectiva del niño ante la
autoridad del adulto y en consecuencia, las reacciones que se generan a partir de
ella. Una muestra de ello, es cuando los niños y niñas expresaban abiertamente
su agrado para hacer lo que ellos quieren, reflejan gestos de alegría, disfrutan
compartir sus respuestas con los otros. Identificarse con ciertas cosas que los
demás niños
les agrada hacer,
suele ser interesante, porque comparten y
manifiesta la alegría que esto les produce. En cambio al referirnos a lo que no les
gusta, se reflejan otro tipo de expresión poco emotiva. Los acuerdos coincidieron
en ambas preguntas, al igual que en las acciones que hacen los adultos cuando
no obedecen. Prevalece en este grupo de niños, el regaño más que el golpe como
respuesta del adulto, haciéndose más ocasional que frecuente.
131
Como lo planteaba una madre, es necesario encontrar otras formas para corregir a
los niños, pues muchas veces el juete ya no funciona. La administración de
correctivos a través de esta forma es devaluada por los mismos padres, la
resistencia del niño ante estas prácticas refleja la nula efectividad ante al
intimidación y en acto violento del adulto para respaldar su autoridad mediada por
el poder y la imposición. En consecuencia, estas ideas reflejan un resultado en la
transformación de ideas, pues se pone en tela de juicio la efectividad del golpe,
para dirigir el control y el manejo ante la infracción de la falta. Se visualiza cambios
en las ideas sobre el castigo físico, tal como lo expusieron en relación a sus
historias de vidas. Ahora se percibe al grupo en una posición distante de hallar en
el golpear un mecanismo de control ante la infracción de la norma, se da paso a
un trato basado en la comunicación efectiva y en los acuerdos basados en la
negociación.
Con respecto a las madres que asistieron, señala en igual proporción las mismas
repuestas que sus hijos dieron. No se establece diferencias mayores entre las
respuestas entre
ambas partes, es decir, las repuestas de los niños a las
preguntas correspondientes coinciden con aquellas que los padres creen iban a
contestar sus hijos. En consecuencia, se establecieron
ideas centrales para
desde ahí propiciar la negociación.
Para iniciar y conciliar acuerdos entre la madre y su hijo, se acondicionan unas
formas de trabajo donde ambos tuvieron la oportunidad de participar y expresar
132
sus repuestas ante las preguntas planteadas. Recalcar en las madres previamente
al encuentro los conceptos y elementos funcionales para armonizar la
negociación, sirvió de preámbulo para llevar a cabo esta actividad. Por lo tanto, se
evidenció una comunicación activa, directa e integral que facilitó un ambiente
favorable para llegar a los acuerdos establecidos.
Entre los acuerdos que se establecieron se destacó el compromiso que asumen
los niños para cumplir con sus horarios de las tareas, como también llevar a cabo
las labores domésticas en los diversos oficios que se les asigna entre sus
responsabilidades, por ejemplo: cuando la madre y su hijo logran conciliar un
horario para que el niño cumpla con sus tareas pero que también le permita
realizar las actividades que a él le gusta, como es ver televisión o salir a jugar a la
calle, se reitera una posición diferente, dejando en claro la importancia de cumplir
con sus tareas y la aprobación en las actividades que él prefiere. De este modo,
ambas partes manifiestan la disposición de cumplir con el acuerdo bajo una
mirada diferente ajena a la imposición y la sumisión. Se recalcó en las madres la
importancia de la comunicación y el buen manejo de la autoridad al momento de
conciliar la negociación, pues como lo indicamos en los talleres pasados
buscamos que el niño adquiera autonomía y criterio para desempeñarse sin el
estricto control del adulto y más aún, sin la aplicación de castigos mediados por la
violencia.
133
Es importante subrayar, que cuando el niño asume el compromiso con su madre,
se advierte que éste tenga la posibilidad de participar en el señalamiento de la
norma, de tal modo, que ésta no sea impuesta por el adulto sino que en realidad,
el niño interiorice el compromiso como una forma de elección autónoma, donde se
ponga en escena la opinión del menor con el fin de aceptar la negociación
desprovista de la imposición. Qué él mismo se percate del por qué se hacen y se
deben hacer las cosas y la trascendencia que esto implica para su propio
bienestar y de los otros, fue importante para la negociación. Por ejemplo, realizar
ciertos oficios domésticos que con anterioridad fueron por ellos mismos descritos
como placenteros, reiterando la importancia de llevarlo a cabo a través de ideas
como es ayudar y colaborar a sus madres con la limpieza de la casa, para que
todos vivamos en un ambiente agradable y sano, respaldo la negociación. Así
mismo, cumplir con el horario para efectuar las tareas y alcanzar un buen
rendimiento académico, requiere asignar un tiempo para llevarlo a cabo, lo cual
sirve de base para crear los acuerdos correspondientes.
Otorgar significados a esta experiencia resignificó el encuentro bajo mecanismos
que reiteran acercamientos pocos arraigados en su realidad compartida. Construir
desde sus propias vivencias favoreció el acoplamiento y fortaleció el nivel de
empatía, que en las voces de los participantes “nos permitió escuchar y conocer
aún más a mi hijo”, “Comprender a partir de nosotros mismos, que hay cosas que
no nos gusta y que nos obliguen hacer suele ser incomodo e insatisfactorio”.
Como se observa,
el adulto confiere y valora en su hijo sus capacidades, le
134
concede y reconoce derechos que de cierta forma propicia la democracia en los
entornos familiares.
Se crea un entendimiento que repercute en la reciprocidad entre ambas partes
apreciando desde su perspectiva personal la intencionalidad del otro, a quien se
el ha sometido y muchas veces anulado en esa realidad. Por ejemplo, cuando el
adulto expresa su error
al
obligarlo hacer ciertas acciones, ignorando su
preferencia o rechazo ante esto, se visualiza a través de una imagen autoritaria
que atropella al niño, restándole
la posibilidad de que opine, que adquiera
seguridad en sí mismo, afianzando el miedo hacia el adulto que la confianza, lo
que podría deteriorar sus relaciones y su consecuente
convivencia familiar y
social.
De este manera, se hace elocuente los avances en el grupo de madres establecen
para mediar con sus hijos acciones matizadas con un alto grado de
reconocimiento y reciprocidad mutua, lo que dio lugar a un entendimiento basado
en el reconocimiento y en la resignificación de creencias sobre el manejo de la
autoridad dadas en el control y en el sentido de la infracción, que hacen parte del
contenido de las categorías de la investigación del presente proyecto.
Atribuir otras interpretaciones a la administración de correctivos y sanciones frente
a lo que ellos definen como
faltas, fue discutido, asignando significados que
atienden a la consideración hacia el otro y al respecto mismo, poner en juego la
135
negociación en el sentido mismo de entender y comprender la posición del otro,
abrió la posibilidad de fortalecer la comunicación y en consecuencia, el trato entre
adulto y niño. Los adultos al momento de escuchar la versión del niño y a partir de
ello, creando acuerdos o compromisos transformó lo pertinente a la imposición y
sometimiento de la norma, pues el niño al tener la oportunidad de construir y
determinar las normas para guiar su comportamiento, permitió visualizar
la
posibilidad de modificar las practicas donde el castigo figura como el elemento
constante para adoctrinar y acoplar la educación de los niños.
Por último, se presenta una muestra del trabajo que realizó una madre en
compañía de su hijo, el escrito registra algunas actividades que el niño le gusta y
no le gusta hacer , pues fue desde ahí que se llevó a cabo la negociación.
136
7. CONCLUSIONES Y CONTINUIDADES
7.1 Fase Hallazgos
Tomando como referente el ambiente familiar donde se manifiestan y se recrean
los vínculos y formas de trato, se hizo oportuno reconocer y comprender las
problemáticas y necesidades más sentidas de la población seleccionada. Esto se
articula con el propósito fundamental del proyecto, pues en esta medida el trabajo
grupal facilitó la reflexión y la transformación de creencias y actuaciones, las
cuales se convierten en avances y logros, adquiriendo una valoración especial en
la particularidad de cada caso y de la colectividad misma. Por consiguiente,
termina siendo valioso
para el proyecto presentar lo fundamental
de
sus
resultados, con el fin de apreciar la pertenencia y relevancia de esta investigación
e intervención. Así mismo, se orienta la apertura del proyecto con el fin de
garantizar la continuidad de sus resultados tanto de quienes participaron de esta
investigación, como de otras personas y ambientes similares.
Reconocer a partir de los hallazgos que arrojó el proyecto, las conclusiones que
formalizan y constituyen el desarrollo del mismo, se acude en primera instancia a
la investigación, donde se asignaron cuatro principales categorías de análisis
como son: “Entrega, Reconocimiento, Infringir y Controlar”. Es allí donde podemos
137
afirmar que se replanteó el significado que tiene los padres y acudientes sobre el
amor y vinculo afectivo que establecen con sus hijos y las creencias y actuaciones
frente a las faltas de sus hijos y las respuestas de ellos ante éstas.
En las primeras categorías como son “Entrega y Reconocimiento” se refleja lo
recurrente y lo relevante sobre las representaciones y contenido simbólico de sus
creencias y comportamientos. Se destaca para muchos de la población
intervenida, que esa entrega se media a través de acciones dirigidas a quien
consideran débil, indefenso, desprotegido y que requiere de su afecto, cuidado y
protección. Entonces se visualiza el sentido de responsabilidad que asume en sus
funciones paternas o maternas, hasta el punto de llegar a un olvido de sí mismo,
para pasar a cumplir o suplir las demandas y exigencias de sus hijos de manera
preferencial.
Igualmente, esta población, infiere su responsabilidad a partir de esa entrega
incondicional, afianzando sus vínculos afectivos. El concepto de amor median
comportamientos que simbolizan y dan significado a las relaciones con sus hijos,
esto se materializa
cuando dirige acciones hacia
ellos para compartir, para
reconocer su individualidad, para formarlos y educarlos bajo ideales que cultivan
la buena crianza.
Dentro de ese contenido amoroso que transfiere los adultos, en su papel de
cuidador y protector, aflora sentimientos de aceptación, acogida y de preocupación
138
que estabiliza la reciprocidad mutua, es decir, la mutualidad entra en juego para
ambas partes, se da un intercambio afectivo donde cada uno se alimenta
afectivamente del otro, fortaleciendo así sus relaciones. Además, el grupo
seleccionado concede el reconocimiento a la individualidad del niño o niña, lo
asume como un otro diferente, con sus fortalezas y debilidades. Lo que permitió
que tanto padres como acudientes valoraran la importancia del respeto y el buen
trato hacia sus hijos. De este modo, contribuyen a la identidad del menor en
beneficio de su desarrollo personal.
Como se puede apreciar, por una parte se identifican comportamientos que
reflejan en el adulto un alto grado de esa “entrega” hacia sus hijos, pero que en
ciertas ocasiones tienden a omitir la individualidad del niño dadas sus condiciones
de dependencia hacia él, y por otra, algunas veces, lo reconocen como sujeto
pensante aceptándolo en su plena identidad, como un ser diferente. La entrega y
el reconocimiento como ejes fundamentales en las expresiones de afecto,
sirviendo de base para considerar diversos aspectos que a veces consolida y otras
veces, ayudan a deteriorar las relaciones familiares, pues a partir de sus
elementos se cuestionó el sentido de responsabilidad que ellos conceptualizan a
favor de la individualidad y la identidad del menor, y no en la dependencia y
minusvalía por su condición de infante, tal como se manifestó en cierto sentido en
la categoría llamada entrega.
139
Dentro de las categorías “infringir y controlar”, se antepone la evidencia de los
elementos normativos y su consecuente trasgresión. Se identificó el significado de
la falta y a la luz de sus experiencias, se definió los comportamientos más
frecuentes que en estas familias se llevan a cabo tanto para remediar y controlar
el cumplimiento de la norma y consecuente sanción, como es el castigo físico y
otras practicas disfuncionales: el grito, el insulto, la amenaza, que son
implementadas en su cotidianidad para corregir y educar a sus hijos, lo que
termina siendo para el adulto lo más propicio y legitimo, sin percatarse que de
cierta manera se convierten en actos que pueden maltratar y afectar
negativamente sus relaciones. Por lo tanto, se crean condiciones propicias para
encaminar la transformación hacia otros tratos que fortalezcan las relaciones
entres adultos e infantes. Esto precisamente sirvió de base para ser transformado
en la intervención.
A partir de estos hechos, se detecta que el abuso del control, que como adulto
adquiere respaldado en la responsabilidad, atropella y anula al niño por su
condición dependiente. En consecuencia, se establece evidencias que reflejan el
dominio y la exageración
del
poder argumentado en el cumplimiento de las
normas y por ende, de la buena educación y crianza, lo que atenta contra el
respeto, el reconocimiento y la falta de consideración, llegando incluso a justificar
acciones violentas como es el
castigo físico, convirtiéndolo en un mecanismo
para adquirir el control sobre sus hijos.
140
El manejo de la autoridad en términos positivos no se refleja cabalmente, se acude
al uso de la fuerza y la imposición de las normas sin dar oportunidad al menor de
participar, opinar o negociar al respecto, ignorándolo en cierta forma. También se
pone de manifiesto, la repetición de lo que ellos en un pasado vivieron. El control y
las formas para sancionar están sesgadas por ideas que aún se mantienen en sus
memorias, ligadas a los estilos de crianza que ellos vivenciaron a lo largo de sus
historias de vida.
7.2 Fase intervención
Resulta interesante en la etapa de la intervención del proyecto y con base en los
hallazgos que arrojó la investigación, subrayar que a partir de las características y
condiciones de estos padres y acudientes, se llegó a identificar la necesidad de
transformar el trato y la aplicación de correctivos que contribuyen a deteriorar sus
relaciones con sus hijos. Tomar como referencia los aspectos a movilizar
relacionados con la entrega y el reconocimiento, generó movilizaciones en ideas
que representan la importancia
del afecto para desde ahí rescatar nuevos
significados que sirvan de base para mejorar el trato y a su vez fortalecer el
vínculo afectivo.
A partir de esto, los padres y acudientes identifican creencias donde el afecto y
sus diversas expresiones apoyan favorablemente la convivencia y los estilos de
crianza. Por consiguiente, los padres lo reconocieron y posibilitaron un trabajo de
141
construcción colectiva para elaborar alternativas de permitiera transformar estos
tratos y acciones violentas que pueden convertirse en actos maltratantes. Esto
entra en concordancia cuando ellos identifican el uso de estas practicas de castigo
que suelen ser disfuncionales para la relación y además, cuando desde sus
remembranzas de sus propias vivencias identifican sentimientos generados por
formas de castigo y otras acciones maltratantes a las que ellos fueron sometidos.
Aunque se logró movilizar ideas desde la experiencia emocional de cada persona,
aún queda el interrogante hasta qué punto estos padres, ante circunstancias
extremas donde el niño realice faltas “graves para el adulto”, los padres y
acudientes mantengan presente el efecto que esto les produjo, es decir, al
momento de entrar a corregir a sus hijos, la idea de rechazo frente a estos actos
de violencia realmente influya para contrarrestar o modificar sus reacciones
agresivas contra el niño. Tan solo, inferimos que el grupo a través de este trabajo
de reflexión rechazo tajantemente que sus hijos vivenciaran por parte de ellos,
actos maltratantes, así como posiblemente ellos si lo experimentaron de sus
pogenitores.
En realidad, facilitar el encuentro para ahondar a través de experiencias
emocionales sentimientos y creencias, evocando sus vivencias pasadas constituye
un logro para el proyecto, ya que se amplio la posibilidad para que estos adultos
otorgaran otros significados a sus ideas, pensamientos y practicas desde ellos
mismos.
142
La reflexión y la participación activa de los padres y acudientes a partir de sus
propias vidas y de la realidad que en la cotidianidad en sus ambientes familiares
confiere un nuevo sentido, trayendo como consecuencia la renuncia de tratos
disfuncionales por otros más apropiados y significativos en las relaciones entre
adultos e infantes.
La oportunidad que tuvo el grupo para expresar y hacer visible sus sentimientos
ofreció mecanismos
que de algún modo a través del consenso determinó
creencias para generar el cambio en lo que en la cotidianidad de sus ambientes se
ha manifestado. Se articulo el pasado y presente, logrado una artificialización de lo
vivido, donde cada uno puso en juego otras miradas que inciden en la
construcción de creencias que armonizan lo que se piensa y lo que se hace en la
realidad.
Igualmente, las contradicciones entre lo que se dice y se hace al momento de
corregir al niño (a), fue innegable dentro del grupo, lo que exigió un trabajo
colectivo que permitiera conciliar el deseo y la norma a través de la tercera Zona
que expone Winnicott. La construcción colectiva matizada por la creatividad se
representó en ideas que brinda otra mirada para abordar e enriquecer el trato con
sus hijos. De esta manera se acudió a las potencialidades y recursos de cada
persona, presentando un producto alcanzable y realizable por ellos mismos. Cada
143
uno participo en su construcción respaldado por creencias y actuaciones más
afines y menos contradictorias.
Por ejemplo, lo relacionado con el manejo del autocontrol y la comunicación se
convirtieren en lo referentes para generar cambios en sus ambientes familiares lo
que condicionó los medios para contrarrestar el abuso y deterioro de la relación
adulto - niño. Los padres y acudientes conciliaron creencias donde se evidenció la
movilización de pensamientos, pues en el autocontrol y la comunicación efectiva
encuentran alternativas
identificó y
para mejorar las relaciones con sus hijos. El grupo
concedió un valor especial
al acercamiento, a la confianza y
entendimiento a favor de propiciar un ambiente más favorable entre sus miembros
a través de la aplicación de ellas, lo que
se convierte en otro logro para el
proyecto.
Replantear las acciones que buscan modificar el manejo de la autoridad, señalo
ciertos criterios de reflexión y discusión. Se abordó los diversos estilos y sus
implicaciones, manteniendo vigente los valores que dan sentido a la relación y
estableciendo la estrecha conexión con las alternativas de cambio. De este modo,
la negociación entre adultos e infantes, la cual se trabajó en la intervención
justificó y puso a prueba la aplicación de lo avances adquiridos a la largo de esta
parte del proyecto. Se establece creencias más acordes con comportamientos
asertivos que terminan siendo resultado de los planteamientos discutidos y del
aprendizaje y la construcción colectiva de las jornadas de trabajo.
144
Así mismo, a lo largo de la investigación e intervención surgen nuevas categorías
que de cierta forma se desprende de las ya establecidas. Por ejemplo, se haría
referencia a los elementos que se ponen en juego en las relaciones
interpersonales, es así como, cabe preguntar sobre el sentido de la comprensión,
la reconciliación, la tolerancia entre otras, que se hacen notorias en el vinculo
entre los individuos y que adquieren significados que pueden favorecer o afectar
negativamente las relaciones entre adultos – niños.
7.3 Fase Nuevas Preguntas
Partiendo de lo que se ha expuesto hasta ahora, surgen nuevas preguntas en el
desarrollo de éste proyecto y que orientan el interés particular de profundizar los
propósitos de los contenidos trabajados. Despertar inquietudes sobre nuevos
elementos que den cuenta de las relaciones y vínculos entre adultos e niños,
plantean otros aspectos para el análisis de la información. Surgen entonces, la
pregunta sobre la manera de continuar la investigación
a partir de estos
resultados. Se podría decir sí alrededor de éstas alternativas, la familia como
institución, hasta qué punto podría contribuir colectivamente a la transformación
en el trato de manera similar como lo vivenciaron el grupo seleccionado?. Esto
exigiría encaminar la continuidad del proyecto hacia la participación de los demás
miembros que conforman la familia de los niños seleccionados (padre, madres,
hermanos, abuelas).
145
Del mismo modo, se cuestiona hasta dónde el proyecto dentro de sus avances
mantiene un proceso de continuo aprendizaje en sus protagonistas, cómo podrían
conservar estas personas los mecanismos para seguir reflexionando sobre sus
acciones para mejorar cada vez más
y a partir de ello, entrar a modificar lo
indique este cuestionamiento?. Se podría preguntar sí el haber facilitado en los
talleres un ambiente de aprendizaje permitiría transferirlo a los demás miembros
de sus familias, como es el caso de la relación de pareja y la vinculación
parental.?
De qué forma en la cotidianidad de los ambientes familiares se definen y se
consolidan acciones con un alto componente valorativo que permitan hacer frente
a la crisis o cambios de valores de nuestra actual sociedad?. Esto propone una
perspectiva hacia donde orientar la búsqueda de nuevos horizontes del proyecto,
es decir,
trascender más allá de las relaciones entre padres e hijos para
comenzar a irradiar verdaderos esquemas de pensamientos a nivel social, lo que
significa acudir a éstos ambientes y desde ahí fomentar valores que contribuyan a
la convivencia pacífica y democrática y su consecuente ciudadanía.
7.4 Fase Dificultades
En lo relacionado con las dificultades que a lo largo del proyecto se detectaron, se
puede decir que acceder a espacios sociales trae consigo limitaciones que en
cierta manera dificultan el desarrollo del proyecto. Cautivar y motivar el interés se
146
convierte en todo un reto, pues en nuestro ambiente no se evidencia con facilidad
la iniciativa y el interés para participar en actividades que demande tiempo a
pesar de no exigir un costo monetario. Los mecanismos para atraer la atención de
los sujetos participes de este proyecto exigió un permanente contacto par lograr
conquistar su interés y participación dentro del mismo. Se llevaron a cabo visitas
domiciliarias, charlas y llamadas telefónicas que permitió mantener la asistencia a
lo largo de la investigación e intervención. Aunque hay que reiterar que la apatía
fue una variable constante, los padres y acudientes pusieron resistencias para
participar de manera continua en actividades grupales, lo que dificultó algunas
veces contar
con los mismos participantes en cada una de las jornadas
propuestas. Fueron muy pocas las madres o acudientes que participaron en el
desarrollo de toda la intervención, se considera que aproximadamente fueron
cinco madres que estuvieron presentes. Las demás, asistieron en forma
intermitente afectando la continuidad del proceso.
Otras de las resistencias que se manifestó fue el distanciamiento para llevar a
cabo los tres últimos talleres en relación a la ejecución de los dos primeros, pues
estos últimos se realizaron al finalizar el año del 2004 y al retomar nuevamente el
contacto con la población, muchas familias se retiraron de la asociación, otros
cambiaron de domicilio. Todo esto afecto el contacto que se hacia a través de la
asociación, lo que requirió captar nuevas familias para que asistieran a los tres
últimos talleres.
147
7.5 Fase Continuidades
Hacer referencia a las continuidades que señala la investigación e intervención, se
deriva en los mismos logros del proyecto, los cuales se presentaran en el informe
que servirá de publicación para la misma Asociación y los padres de familia que
allí asisten. Se aporta un documento de consulta
y apoyo para quienes por
intereses afines requieran hacer una consulta. Además, se estructura como base
para respaldar la apertura hacia otros elementos de investigación e intervención
para atender problemáticas sociales, que en este caso daría una opción para
continuar una línea de investigación similar o complementaria.
Para la
publicación del proyecto, se realiza con la presentación formal a la
Asociación, de esta manera se explicaran sus contenidos y se dará la oportunidad
de aclarar dudas al respecto. Igualmente, se propone la elaboración de manuales
o cartillas que recopilen el material y el procedimiento que se utilizó en los
diferentes talleres, pues se constituye un documento de apoyo para orientar las
actividades que la Asociación podría realizar más adelantes con los padres de
familia.
De esta manera la Asociación tendía este material para liderar futuros eventos de
formación relacionadas con el área. Así como también la posibilidad de contar con
las madres que participaron
dentro del proyecto, designándolas
como
Multiplicadores de la experiencia, pues esto cobra importancia en la medida que
148
transfiere a otros espacios
o otras personas los beneficios que ellas mismas
adquirieron. Resulta interesante apreciar en las mismas madres y acudientes las
transformaciones que lograron como resultados del proyecto. Además, para otras
personas es motivante involucrarse en actividades similares que se ofrecen. Se
motivan para involucrarse favoreciendo el interés y la vinculación
de nuevas
personas, ya que en esta población como se observó es apática para asistir a
estos tipos de encuentros.
7. 6 Fase Asociación e Investigadora
Finalmente, mi participación como investigadora, aportó una experiencia que me
permitió acercarme, conocer y comprender las vidas que aquellas personas con
los que trabaje. Entrar en una comunicación directa con las protagonistas del
proyecto, creo ciertas condiciones donde la empatia y el respecto fortaleció el
encuentro y el entendimiento mutuo. Conocer otras formas de la naturaleza
relacional, involucra la aceptación y el reconocimiento de lo que ahí se manifiesta,
con una actitud de apoyo mediante la escucha más que la formulación de juicios,
lo cual facilitó un ambiente agradable
para desarrollar lo propuesto en este
proyecto.
La actividad y el interés en la investigación se fundamento en el beneficio que
pudiera adquirir la población seleccionada. Es allí que las acciones que se
encaminen para sacar adelante los propósitos de cualquier investigación, se
149
justifican en la importancia misma que le concede
sus protagonistas a la
investigación. En consecuencia, la sensación de bienestar al colaborar en parte a
mejorar sus vidas, resulta altamente regocijante y consolida el sentido y la razón
para continuar investigando.
Así mismo, la experiencia arroja aprendizajes no solo en mi formación profesional
sino personal, acudir a otras espacios diferentes al que no se acostumbra, amplia
las perspectivas para saber entender a los demás, conciliar acciones efectivas que
en verdad ayuden a la solución de sus problemáticas y necesidades de quienes lo
requieran.
150
8. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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KEMPE R. S., Y KEMP C.H. Niños maltratados. Madrid: Morata. 1995
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WINNICOTT D. W. El hogar nuestro punto de partida. Buenos Aires: Paidós.
1986
154
ANEXOS
155
ANEXO No 1
RESULTADOS DE LA ENTREVISTA
A continuación se presentan los resultados que se obtuvo en la entrevista, la cual
fue dirigida a un grupo de padres y acudientes que están a cargo de algunos
niños y niñas que asiste a la Asociación En el Tolima Florece el amor. Así mismo,
contempla
preguntas sobre los aspectos más relevantes de
las relaciones y
vínculos sociales que se manifiestan entre adulto y niño (a) y en caso particular
entre el padre o acudiente y el menor.
La entrevista se realizó con el propósito de entrar en contacto con los padres y
acudientes del grupo de niños y niñas seleccionados por la Asociación para
conocer las relaciones y vínculos afectivos que se establece y se manifiestan
dentro de su ambiente familia.
Para escoger el grupo de padres y acudientes se seleccionó de acuerdo a las
sugerencias de las directivas de la Asociación, se escogieron los niños y niñas que
pueden o presentan un alto riesgo de maltrato por parte de los adultos de acuerdo
156
a las observaciones y acercamientos directos con éstos niños y niñas que se
benefician de los servicios de la Asociación.
Entre los objetivos específicos se plantearon los siguientes:
• Describir dentro del ambiente familiar las expresiones de amor que se
manifiestan entre adultos y niños (as) con el fin de conocer sus vínculos y
las formas de trato.
• Conocer los significados frente a la falta que cometen los niños y niñas y la
respuesta del padre o acudiente ante el menor.
• Detectar formas de trato que pueden terminar en posibles eventos
maltratantes hacia el infante.
• Determinar las necesidades más sentidas de los padres y acudientes para
dirigir las temáticas de interés que ayuden a la prevención del maltrato
infantil.
• Establecer un perfil social del grupo de padres y acudientes para orientar la
estructura de los talleres propuestos.
157
La entrevista fue dirigida por la investigadora y la estructura de la entrevista se
desarrolló a través de cuatro preguntas:
1. Cómo le expresa amor a su hijo?
2. Qué es para usted una falta?
3. Qué hace usted cuando el niño (a) comete una falta?
En seguida se presenta las respuestas que dieron los entrevistados de acuerdo a
cada presunta:
1. Cómo le expresa amor a su hijo?
- Juego con ellos, los besos y abrazo, hablo con ellos y les doy consejos. Además
me parece importante premiarlos cuando lo merecen y se esfuerzan por hacer
bien las cosas. Por ejemplo cuando les va bien en el colegio lo felicitamos y le
decimos que siga estudiando, todos en la casa lo felicitamos.
- Lo abrazo, lo beso, le digo que lo quiero, también le doy regalos o detalles para
hacerlo feliz. Comparto con él, le digo que es importante para mi, que lo amo, que
es mi vida.
- Ya no le digo groserías
ni lo trato mal, porque anteriormente yo era muy
agresiva con él, le pegaba. Ahora veo que eso no está bien, los niños sufren, en la
Asociación me han hecho ver las consecuencias que esto trae. Aunque en
158
ocasiones cuando se porta mal a veces le pego pero no como antes. Trato de
hablar más con ellos. Ocasionalmente los acaricio.
- No me gusta consentirlos tanto, soy poco expresiva. Más bien hablo con él y
estoy al tanto del cuidado de él.
- Con caricias, lo complazco hasta donde puedo, le doy bocado de lo que yo estoy
comiendo, en general lo trato bien, no utilizó malas palabras cuando lo corrijo. Me
preocupo para que el estén bien, no le pase nada y salga a delante, y sean
persona de bien. Me gustaría contar con los recursos para que el estudiara fuera
un profesional, vamos a ver como lo puedo ayudar, porque el me ha dicho que
quiere estudiar y ser piloto. El es muy juicioso y así me toque trabajar duro yo lo
voy a sacar adelante.
- Le expreso amor con caricias, lo beso, lo complazco, le digo que lo amo… les
digo que muy importantes para mi… que son mi vida. Son las bendiciones que
Dios se ha dado.
- Lo cuido pero no lo consiento, por que se pone más necio. Estoy pendiente de
que nada le falte, que no le pase ningún percance, que este bien. La otra vez lo
mimaba mucho y se volvió rebelde no quiera hacer nada y lloraba por todo, en
cambio le digo que lo quiero pero no lo mimo como antes…. Hoy mimar a los
niños termina por haciéndoles un daño, después creen y quieren hacer todo lo que
ellos quieren y si no le les dan lo que piden se forma un problema, … es mejor
así… hacen más caso.
- Le doy premios, le reconozco sus buenas calificaciones o lo que hace bien, la
animo, le demuestro que me interesa lo que ella hace, estoy pendiente de ella.
159
- Hablo con él, le expreso verbalmente que lo quiero, le doy besos, caricias, juego
con él, estoy pendiente de lo que le pasa o hace.
- De todas las formas: en el cuidado personal hasta las expresiones de afecto
como son las caricias, besos, abrazos. Estoy pendiente que nada malo le pase, de
educarlo, que estudie así me toque trabajar duro, lo importante es que el pueda
estudiar que no se quede atrás como me pasó a mi que me tocó trabajar desde
pequeña sin poder estudiar porque éramos pobres.
- Con caricias, besos, le digo que lo amo y lo respeto, no lo regaño en forma
grasera. Cuando lo veo que está de mal genio le respeto su estado de ánimo, no
le digo nada, cuando le pasa le pregunto que le pasa.
- Con caricias, besos, dándole cosas que a ella le gusta, también la premio.
Cuando en la escuela la profesora me dice que se está portando bien, que está
haciendo sus tareas, la felicito y la animo para que siga así.
- Con caricias, abrazos, lo bendigo y le doy consejos para estudie, le compro lo
que me pide desde que yo pueda hacerlo. Porque tenia la costumbre de pedirme
cosas que muchas veces no tengo la plata para dárselo, yo le explico que es por
falta de plata y no porque ellos no se las merecen.
- La acaricio, con hechos por ejemplo, dejándolo ver T.V, complaciéndolo en lo
que le gusta, no tratándolo mal ni física ni psicológicamente, compartiendo
actividades con él.
- Los trato bien, sin golpearlos, los castigo quitándole lo que más le gusta o lo que
ellos quieren, no los maltrato pegándoles. Ni tampoco les digo groserías cuando
les llamo la atención. Lo respeto y los premio cuando hacen las cosas bien.
160
- Les digo que los amo, que son importantes para mi, los acaricio y consiento. Les
hablo con buenas palabras, los abrazo y comparto con ellos tiempo.
- Los cuido, lo protejo para que nada malo les pase, lo cuido para que estén bien
los trato bien, no les pegó sino que trato de dialogar más con ellos. Yo antes lo
trataba con groserías les decía cosas feas, ahora veo que eso estuvo mal, por eso
hablemos con ellos y cuando los reprendo no les digo groserías porque no les
gusta que uno los trate de esta forma.
- Lo abraso, lo trato con buenas palabras, lo corrijo y le reconozco lo que hace
bien, le doy regalos y le doy hasta donde puedo gusto en lo que él quiere.
- Con besos, abrazos le digo que lo quiero. Lo cuido para que este bien, me
preocupo por darle lo que necesita, que este bien. Que no se sienta solo sino que
tiene a una familia que lo quiere. Yo a todos mis hijos le digo eso, que cuenten con
todos nosotros para salir adelante, porque solo la familia es quien se interesa por
uno.
- Lo consiento con abrazos y besos, le digo que lo quiero, lo halago y lo animo
para que haga bien sus cosas, cuando saca buenas notas en las previas le
reconozco, le digo que si puede, que siga estudiando para que sea el día de
mañana una persona de bien y de pronto un profesional.
2. Qué es para usted una falta?
-
Cuando no hace caso, por ejemplo no hace tareas, es grosera conmigo, me
contesta mal, de mal modo.
161
-
Es algo que le he dicho que no haga, y siempre lo termina haciendo. No me
hace caso, es necia y termina haciendo lo que ellas quiere.
-
Es cuando se sale de la casa sin pedirme permiso, no hace caso y cuando
me responde mal, en forma altanera.
-
La mentira es una falta, porque mentir no esta bien. También cuando le
quita las cosas a los demás. Yo le he dicho que no haga eso porque la
castigo, ella es muy mentirosa y le gusta pasársela en la calle con sus
amigas, cuando bien sabe que a mi no me gusta que haga eso.
-
Es cuando ella no le hace caso a la mamá, es desobediente, hace lo que
ella quiere. La mamá le manda hacer un oficio y no la obedece, se pone en
cambio a jugar en la calle con los otros niños, eso si le gusta.
-
La mentira y cuando no me hace caso en lo que le mando, no obedece lo
que se le manda tengo que estar pendiente para que me obedezca.
Muchas veces por eso la regaño porque es muy desobediente, tengo que
estar encima de ella.
-
Es algo que hizo y no debía hacer. Por ejemplo, salirse sin permiso a jugar
en la calle, porque no hace las tareas o las hace cuando ya es tarde. Eso
es una falta, no obedecer cuando se le manda o se le dice que no haga.
-
Que no respete, conteste mal cuando se le manda hacer algo, que no
obedezca.
-
Algo que el niño hace mal, muchas veces ya se la ha dicho y vuelve lo
hace, son necios.
162
-
Hay grados, es un error que se puede remediar y hay necesidad de poner
altos.
-
Por ejemplo que sean bruscos, toscos con los demás, que no hagan caso.
-
Es un error que cometen ellos, por ejemplo, un descuido, cuando no hacen
las tareas por hacer otras cosas, se pone a ver T.V. y no cumple con las
tareas.
-
Es cuando no hace caso, no me entrega las previas, las esconde para que
yo no me entere, porque sabe que lo regaño ya le digo que tiene que
estudiar.
-
Es cuando le contesta mal a la mamá, cuando ella le llama a atención él la
mira mal y le contesta en forma altanera.
-
Es cuando le mando hacer alguna cosa y no me hace caso, se hace la
boba que no escuchó o empieza ya voy, ya voy y no lo hace.
-
Es repetir algo que ya se la ha corregido, porque ya sabe y se la ha dicho
que eso está mal.
-
No hacer caso, que sean bruscos con sus compañeros de la escuela, que
sean groseros, utilice malas palabras,
-
Es cuando me hace algún daño, me dan quejas, daña las paredes
rayándolas, pelea con otros niños en la calle. El sabe que a mi me gusta
que haga esto en la calle ni que me den quejas.
-
Que no haga las tareas, que oculte cosas, hacer travesuras, daños en la
casa, no cumpla con las tareas ni hagan los oficios.
-
Por ejemplo que sea grosero, que pelee con sus hermanos y amigos.
163
3. Qué hace usted cuando el niño (a) comete una falta?
-
Los regaño, los grito, a veces les pegó, con lo primero que encuentro, palo,
chancla.
-
Lo castigo quitándole lo que más les gusto o lo que quiere, por ejemplo,
salidas y cuando es grave la falta le pego con un cucharón de palo, porque
ya se la he perdonado muchas veces o le he advertido.
-
Reconozco que soy dura en el sentido y en la forma de castigar, pues le
pego con correa aunque lo hago de vez en cuando. También lo regaño en
ocasiones fuertemente por no hace caso y si es necesario le pego.
-
Le doy juete si es grave, ya cuando le he dicho y le he dicho y no hace
caso, es que a rato le colman la paciencia, se casa uno primero en
mandarles que ellos en hacer caso.
-
Trato primero de llamarles a atención, sin gritarlos, sin pegarles, dialogando
con él y a veces los privo de los que ellos quieren. A veces resulta, están
por su lado, otras veces se vuelven necios y toca halarles las orejas,
regañarlos para que obedezcan y los amenazo con pegarles.
-
Depende de la gravedad de la falta, si ni es tan grave hablo con ellos o los
regaño, pero hay veces que ellos por más que les dicen no hacen caso y
muchas veces toca pegarles, cuando los hago con un rejo, Esto lo hago
pocas veces, tiene que ser algo extremo, tengo tiempo que no lo hago.
164
-
Yo lo regaño poco, dejo que la mamá lo corrija, ella es quien lo castiga, a
veces le pega, casi siempre lo regaña.
-
Antes le pegaba con la correa, ahora hablo mas con ellos, también he
optado por quitarle la televisión. Más que todo lo regaño, trato de no
pegarles tan seguido.
-
Hablo con ellos porque yo antes les pegaba más. El papá los amenaza con
pegarles pero no les pegan, ellos es así que me hacen caso, cuando lo ven
bravo hay sí obedecen.
-
Trato no pegarle, buscó otras medidas para castigarlo y corregirlo, lo
castigo acostándolo temprano, quitándole al televisión.
-
Dialogo con él, indago la causa. Cuando es algo grave lo regaño y
amenazo con pegarle con la correa pero en realidad no les pego.
-
Lo castigo quitándole la televisión, no lo dejo salir a la calle a jugar. Tanto el
papá como yo lo regañamos.
-
Lo regaño y le pido a mi esposo que me ayude para que lo controle ya que
a él mi hijo le hace más caso. A mi a ratos no me obedece mientras a él si
le tienen miedo de que los castigue, cuando les pega le da duro.
-
Generalmente lo regaña, y en ocasiones lo castiga bañándolo con ropa,
esto no le gusta y así lo castigo, también no lo dejo salir a jugar a la calle.
La mamá a veces le pega con correa.
-
Reacciono dependiendo del estado de animo en que me encuentre, a veces
está uno de buen humor, y uno así toma las cosos con más calma, tan solo
lo regaño. Pero cuando estoy de mal humor es más fácil que termine
165
pegándoles. Aunque la mayoría de las veces hablo más con ellos, rara vez
les pego.
-
A veces lo regaño, otras veces hablo con ella y cuando se pone a llorar
para no pegarle prefiero salir y distraerla, así la pataleta le pasa más rápido.
-
Los amenazo con abandonarlos, les digo que Dios los va a castigar por
comportarse mal, les hablo para que cambien y les digo que si no cambian
lo dejo solos.
-
Trata de conservar la calma para no llegar a pegarle, cuando lo logro hablo
con él. A veces no se que hacer para que le obedezca pues antes le
pegaba y he visto se ha vuelto más agresivo.
-
La regaña y en ocasiones le doy palmadas, hablo con ella.
-
Lo regaño y lo grito, a veces le pego una palmada y lo amenazo con
pegarle con un rejo.
166
ANEXO No 2
RESULTADOS DE LOS TALLERES
Se presentan a continuación los resultados de los cinco talleres dirigidos al grupo
de padres y acudientes que participaron en la entrevista realizada previamente y
que a partir de ella se establecería el perfil y las necesidades e los intereses del
grupo.
Los talleres se realizaron en el salón principal de la Asociación, con una duración
aproximadamente de dos horas y media para cada uno de los talleres en horas
de la tarde, de acuerdo a la comodidad de la mayoría de los encuestados.
El objetivo de los talleres fue crear un espacio para la participación y el encuentro
donde los padres y acudientes puedan expresar sus creencias, pensamientos,
experiencias y vivencias sobre su propia historia de crianza y frente las relaciones
y vínculos que tienen con los niños y niñas que están bajo su cuidado. De igual
modo, favorecer la discusión y la reflexión a partir las representaciones que
median sus relaciones con el infante, permitiendo transformar creencias bajo el
concepto de la Zona intermedia.
167
Entre los objetivos específicos se propuso:
• Explorar sus vivencias e historia personal sobre la crianza que tuvieron en
su niñez. De este modo retomar a partir de sus propias experiencias,
sentimientos y creencias lo que actualmente incide en sus relaciones con el
menor.
• Describir las actuaciones alusivas al trato y a la crianza que como padres y
acudientes establecen con los infantes y que puede causar algún tipo de
maltrato.
• Transformar a partir de la zona intermedia creencias que permitan avanzar
hacia otras relaciones
y comportamientos que ayuden a mejorar el
ambiente familiar previniendo acciones maltratantes hacia el niño o niña.
Cada uno de los talleres fue dinamizado por la investigadora del presente
proyecto.
A continuación se presentan los datos y la información general que arrojo cada
uno de los talleres.
TALLER No 1:
“CONÓZCASE Y MEJORE LAS RELACIONES CON SUS HIJOS”.
168
El taller se realizó el día 10 de Noviembre del 2004 a las 2:00 de la tarde en el
salón principal de la Asociación y contó con la asistencia de 20 adultos. Un padre
y 19 personas entre madres y acudientes (tías, abuelas).
TEMÁTICA 1: Historias de Vida.
Dentro de las historias de vida, se distribuyen los datos en tres aspectos que
reflejan las formas de trato que caracterizaron sus vivencias y relaciones con los
adultos a lo largo de su infancia. Entre ellas están, la relación con los padres,
Formas de castigo y expresión de afecto.
Relación con las Padres:
. Había mayor Respeto y obediencia. (Una mirada era suficiente para entender su
desaprobación.).
. No tanta confianza como hoy, no se hablaba de ciertos temas (sexo).
. Nos trataban como adultos, nos hacían trabajar y nos exigían responder por los
oficios.
. Nos cuidaban y se preocupaban por nuestro bienestar general.
. Se preocupaban por darnos lo necesario (comida, vestuario, techo).
. Nos exigían más por la falta de comodidades y pobreza. Ej: Cocinar con leña,
compartir útiles escolares.
. Abandono de uno de los padres y criado por la abuela o tía.
. Daban buen ejemplo con sus modales (valores).
169
Formas de Castigo:
. Nos daban juete con rejo, correa, vara.
. Nos halaban las orejas.
. Nos regañaban y nos gritaban, utilizaban malas palabras.
. Nos amenazaban con abandonarnos.
. Nos quitaban lo que más nos gusta.
. Se encargaba más la madre que castigarlos físicamente que el padre.
. Los sentimientos que surgen: Rencor, Rabia, Resentimiento, Rechazo, tristeza.
Creencia: No era necesario tanto castigo tan fuerte, era su forma de criarnos, por
que así manejaban en ese entonces la autoridad.
Expresión de Afecto:
. No había caricias y mimos como actualmente
. No mostraban afecto con caricias aunque nos querían.
. Poca comprensión frente a lo que deseaban
. Mostraban una actitud dura y exigente.
. Nos expresaban amor con palabras, caricias y besos, más por parte de la madre
que del padre.
. Nos querían pero no nos consentían.
. Compartimos momentos especiales (paseos, Fechas).
. Estaban pendientes de nosotros, que no les faltará lo necesario.
. Se esforzaba por darnos lo mejor y sacarnos adelante.
170
. Sentimientos: Rechazo, tristeza.- Alegría, Bienestar emocional, sentimiento de
importancia y de ser amados.
TEMÁTICA 2: Creencias y Comportamientos sobre el trato con sus hijos.
Frente al cuidado:
. Los cuido para que no les pase nada, hay mucho peligro.
. Hay que darles amor, por que así le tenemos más paciencia, sabremos
sobrellevarlos.
. Darles afecto para que no sufran como vivimos en nuestra niñez.
. El amor hay que expresarlo con caricias, besos y reconocer sus logros.
. Hablando con ellos le enseñamos lo bueno y lo malo
. Los corregimos sin acudir a tanto golpe- juete.
. Los conocemos mejor.
. Se adquiere confianza, nos cuente lo que les sucede.
Frente al castigo:
. Hay que corregirlos, porque no hay que dejarlos hacer todo lo que ellos quieran
por que se mal crían
. Los niños mal criados sufren y son rechazados por las demás personas.
. Más grandes se salen de las manos y es más difícil controlarlos.
. Sin castigo se vuelven insoportables. Hay que castigarlos con amor para no
maltratarlos.
171
. En ocasiones es necesario darles juete (pegarles), cuando cometen una falta
grave o no hacen caso a pesar de advertírseles.
. Reconocen que de alguna manera el pegarles es una manera de tener el control
sobre ellos, de mantener la autoridad.
. Casi siempre les pega por que les colma la paciencia, son desobedientes.
. Se pueden castigar de otras formas que no sean el juete, por ejemplo: quitarles
lo que más les gusta. (no dejarlos salir a la calle o ver T.V), y hablar con ellos.
Frente a la comunicación:
. Hablando con ellos le enseñamos lo bueno y lo malo
. Los corregimos sin acudir a tanto golpe- juete.
. Los conocemos mejor.
. Se adquiere confianza, nos cuente lo que les sucede.
TALLER No 2:
“ CÓMO MEJORAR LAS RELACIONES CON SU HIJO : LA COMUNICACIÓN
ENTRE PADRES E HIJOS”
El desarrollo del taller se llevó a cabo el día 17 de Noviembre del 2004, a las 2:00
de la tarde en el salón principal de la Asociación y asistieron 15 personas entre
madres y acudientes (tías y abuelas).
172
Así mismo, teniendo en cuenta las conclusiones del taller No 1, se estableció
contradicciones frente a las ideas y los comportamientos que suele manifestar los
cuidadores ante las faltas de los niños (as). Además se trabajo bajo el concepto de
la zona intermedia para construir alternativas que promuevan la transformación de
ideas y comportamientos que medien un trato más significativo entre adultos y
niños (as).
Desarrollo del taller
Para comenzar se hizo referencia a lo que es una falta, entre las respuestas que
dieron los padres y acudientes están:
. Cuando le doy una orden y me lleva la contraria.
. Cuando le he dicho muchas veces hacer algo y no hace caso.
. Cuando sale a la calle, sin permiso
. Cuando le digo que debe hacer tareas y no las hace.
. Cuando la profesora me da quejas por mal comportamiento.
. Cuando obtiene bajas calificaciones.
. Cuando hace daños o travesuras en las casa.
Contradicciones entre el deseo y la norma:
173
Una vez el grupo mencionó las faltas más comunes que cometen sus hijos, se
trabajo a partir de estas situaciones planteadas haciendo referencia a la forma de
proceder que ellos establecen frente al niño o niña. En ellas se estableció una
serie de ideas que al formularlas manifestaba una clara contradicción entre los que
desea el adulto y su manera de actuar, es decir se presenta una contradicción
entre el deseo y el comportamiento al momento de corregir a sus hijos en las
situaciones señaladas como falta.
Por ejemplo:
Ya se que no debo golpear a mi hijo, pero aún así me irrito y termino
golpeándolo.
Ya se que no debo gritar a mi hijo, pero aún así lo grito para que me haga
caso.
Ya se que debo dialogar con mi hijo, pero aún así termino regañándolo y
gritándolo.
Ya se que no debo golpear a mi hijo, lo puedo maltratar, pero aún así lo
castigo dándole juete,
Ya se que debo respetar a mi hijo, pero aún así utiliza malas palabras.
Alternativas propuestas por el grupo:
Teniendo en cuenta las situaciones planteadas que llevan a la contradicción entre
el deseo y la norma, el grupo señaló alternativas que en algunos casos las han
usado para enfrentar situaciones conflictivas con sus hijos, es decir a través de la
174
tercera zona los participantes propusieron otras formas para tratar a sus hijos y
mejorar así sus relaciones y sus ambiente familiar. Entre las alternativas que
plantearon tenemos:
• Dialogar con el niño, porque: indagamos primero antes de actuar,
conocemos mejor lo que en realidad sucedió, podemos aconsejar antes de
golpear o gritar y los niños entienden lo que se les dice.
• No hay que gritarlos porque no son sordos, podemos hablar sin gritar.
• Autocontrol: Controlar la ira, respirando profundo y contando hasta 10 y
pensar que golpearlos nos duele y nos podemos arrepentir.
• Cuando estemos alteradas por la ira, tomar agua despacio antes de actuar
con el niño, mantenerla en la boca hasta calmarnos. Así evitamos actuar sin
pensar.
• Antes de actuar con ira para castigar al niño, dar una vuelta y distraernos
hasta calmarnos.
• Delegar el castigo a otra persona (mamá, esposo) para evitar que actúe con
ira frente al niño.
• Ponernos en el lugar del niño: Comprender que muchas cosas no les gusta
a los niños y los obligamos hacer. Que a las madres no nos gustaría que
nos obligaran hacer lo que nos gusta.
• Comprender que nos gusta que nos grite, entonces tampoco gritar a
nuestros hijos.
175
• Evitar el juete, utilizar otras formas de castigo par evitar causar dolor en
ellas
y en el niño. Por ejemplo: quitándoles lo que más les gusta,
reparando la falta.
• No desquitarnos con ellos, los tratamos mal. Muchas veces ellos no tienen
la culpa de nuestros problemas, Nos desquitamos porque tenemos poder
sobre ellos, Nos desquitamos con el más débil como una forma de
descargar la ira. Debemos separar cada situación y no confundirlas.
• Colocar avisos en la casa de “no gritar”, como una forma de recordarlo
donde previamente lo hemos acordado con mis hijos.
En cuanto al tema de la comunicación se propuso una actividad que sirvió de
ejemplo para indicar las diversas formas que favorecería una comunicación más
efectiva entre el adulto y el niño, lo que generó la construcción de una alternativa
para modificar lo que ellos mismos reconocieron como las dificultades y hábitos
deficientes para acercarse al niño (a).
Teniendo como punto de referencia los conceptos básicos de una comunicación
eficaz, los padres y acudientes participaron en algunos ejercicios donde se
vivenciaba las dificultades y las ventajas de una buena comunicación. Todo esto
se relacionó con las actividades anteriores que hacía alusión a la falta y formas de
castigo. Por ejemplo se enfatiza sobre la forma que regañamos y el grito que
176
utilizamos para
corregir al niño, se analizó la implicación que esto trae en la
relación con el menor y los sentimientos que genera.
El grupo llegó a la conclusión que la comunicación va más allá de simplemente
hablar, es disponer toda la atención dirigiendo mis sentido , mi cuerpo hacia el
otro, es saber escuchar con atención y establecer una respuesta de la misma
forma para conectarme
con
el interlocutor. Que es importante atender a los
gestos pues allí igualmente se expresa un mensaje.
Al finalizar el taller, los participantes propusieron que a lo largo de la semana
aplicarían las alternativas que ellos mismos plantearon en el taller y solicitaron
continuar trabajando sobre esto, la idea es socializar sus avances y cambios con
el fin de reforzar las alternativas de cambio y continuar trabajando sobre este tema
de interés.
TALLER NO 3
“LA IMPORTANCIA DEL AFECTO”
La jornada de trabajo se realizó el día 1 de Marzo del 2005, a las 2:00 de la tarde
en las instalaciones de la Asociación. Asistieron 12 personas entre madres y
acudientes (tías y abuelas).
177
Desarrollo del taller
El taller se inicio recordando los eventos y resultados de los talleres anteriores. Se
hizo alusión a lo que arrojo los padres y acudientes en los temas trabajados como
fueron las historias de vidas, las creencias y comportamientos que se manifiestan
el las relaciones con sus hijos, al manejo y administración del castigo que fueron
ejes fundamentales del desarrollo del primer taller. En seguida, se recodo los
contenidos del segundo taller, como fue el significado de la falta y las formas de
actuar de los cuidadores, enfatizando las contradicciones entre lo que se dice y se
hace. Aquí se reitero lo pertinente a la comunicación y a las alternativas que
planteó el grupo. Además, se dio la posibilidad para que este nuevo grupo también
participara en la construcción de éstas alternativas.
Posteriormente, se propuso una actividad grupal para indagar lo referente al tema
de la importancia del afecto con el fin de profundizar en las categorías de Entrega
y Reconocimiento, rastreando evidencias que den un sentido a lo que esto
representa para ellos. Se
dirigió
la actividad asignando a cada grupo una
pregunta diferente para recoger opiniones y argumentos sobre dicho tema. Entre
las preguntas que se expusieron están:
• Por qué es importante expresar amor a sus hijos?
• Cómo le expresan amor y afecto a sus hijos?
178
• Por qué es importante compartir con sus hijos?
Entre las respuestas tenemos:
• Por qué es importante expresar amor a sus hijos?:
-
Es importante expresar amor a nuestros hijos dialogando, motivándolos,
estimulándolos, aceptándolos como son.
-
Preocupándonos por los problemas que ellos tienen, sabiéndolos entender,
estar pendientes de ellos.
-
Las caricias es una forma de expresar amor porque los motiva les da más
seguridad.
• Cómo le expresa amor y afecto a sus hijos?
-
Podemos expresarlo con caricias, besos, dándoles consejos, felicitaciones y
amor. Para que sean felices e importantes.
-
Los cuido y nos preocupamos por ellos, que no les pase nada.
-
Les damos regalos cuando sacan buenas notas le reconocemos sus esfuerzo.
-
Consintiéndolos para que sientan que los queremos, que son importantes para
nosotras.
179
-
Cuando tiene un problema y les ayudamos a solucionarlo, que sientan que
nosotros los comprendemos, que pueden contar con uno.
• Por qué es importante compartir con sus hijos?
-
Es importante compartir porque aprendemos a conocernos, podemos darles
más confianza.
-
Les hace saber que no están solos, que hacen parte de un núcleo familiar.
-
Es importante compartir con nuestros hijos, educándolos, también ayudarlos
con las tareas, compartir cuando se enferman.
-
Es importante compartir con nuestros hijos para escuchar sus problemas y
poder darles un consejo.
-
Compartimos con ellos cuando nos interesamos por cosas que para ellos, son
muy importantes, juego, pasatiempos, conflictos en la televisión, etc.
Se presentaron los dibujos que los niños realizaron donde representaban lo que
en cierta medida ellas expresaron en las respuestas de la actividad anterior, se
observó interés por parte de los padres en indagar por los dibujos de sus hijos.
Fueron evidentes en estos dibujos como los niños definían
y expresaban las
expresiones de amor por parte de sus padres, señalaban cuando ellos compartían
sus juegos, cuando les obsequiaban regalos y reflejaban expresiones
besos, abrazos dirigidos con escritos que otorga un significado de amor.
180
como
Posteriormente, se expuso cinco habilidades básicas para favorecer en sus hijos
un buen nivel de autoestima, retomando los conceptos que se trabajado a lo largo
de los diferentes talleres, es decir, las situaciones y creencias sirvió de apoyo para
desarrollar más vivencialmente la temática propuesta. También se hizo alusión a
las remembranzas sobre el afecto en sus vidas y la forma como estas se
proyectan en las relaciones con sus hijos.
Por último el grupo presentaron las conclusiones que el taller les aportó. En ellas
se enfatizó la importancia del afecto para sus hijos y la labor de ellos para
ofrecerles un ambiente y una forma de crianza más enriquecedora conforme a los
conceptos trabajados.
TALLER No 4
“EL MANEJO DE LA AUTORIDAD”
El día 9 de Marzo del 2005, a las 2:00 de la tarde se realizó el taller contando con
la asistencia de 16 personas entre madres y acudientes (tías, abuelas).
Desarrollo del taller:
Para iniciar el taller se retomo los temas que en los talleres pasados se trabajaron
con los grupos que asistieron. Se prestó especial atención en las alternativas,
indagando con las madres la forma en que estas se aplicaron a lo largo de la
181
semana con sus hijos. Algunas manifestaron que las llevaron a cabo obteniendo
un buen resultado, describiendo al grupo las situaciones particulares en que se
aplicaron. Aquí se hicieron los ajustes y se valoraron aspectos sobre los
resultados, señalando creencias y comportamientos más significativos frente al
trato de sus hijos y en especial al momento de aplicar correctivos.
Posteriormente,
se formaron los grupos y cada uno de ellos trabajo un estilo de
autoridad basados en una información escrita, para que ellos inicialmente la
comentaran y entendieran esta información, se aclararon las dudas y en seguida
se les pidió que cada grupo realizara una pequeña representación sobre alguna
situación que sirviera de ejemplo para indicar el estilo de autoridad asignado.
Las representaciones se efectuaron con cierta dificulta, pues muchas de ellas
manifestaron que eran tímidas para participar de esta manera ya que no están
acostumbradas, pero pese a este inconveniente se logro mostrar lo pertinente del
mensaje. La mayoría prefirieron hablar a cambio de actuar.
Una vez termino la actividad, se realizó el comentario argumentando los aspectos
que de algún modo se presenta dentro de sus cotidianidad, se hizo énfasis en las
relaciones y formas de trato con sus hijos, se analizó las consecuencias que esto
puede traer y se replanteó las posibles acciones a seguir para encaminar cambios
positivos en los estilos de crianza que ellas determinan.
Entre los datos que se recogió tenemos:
182
• Padres Sobreprotectores:
-
Que a veces nosotras no permitimos que nuestros hijos nos colaboren con las
labores porque creemos que no lo hacen bien.
-
A veces exageramos tanto amor por los hijos, que quisiéramos tenerlos en una
cajita de cristal para que nadie ni nada los toque.
-
Que nosotros queremos controlar tanto a nuestros hijos que buscamos siempre
una excusa para no dejarlos salir.
• Padres Autoritarios:
-
Pretender obtener obediencia estricta a sus voluntad: Obligarlo que hagan lo
que uno como padre quiere, que se vista con la ropa que a uno le guste, así no
le guste a él.
-
No ser padres autoritarios para que los niños puedan tomar sus propias
decisiones, que sean seguros de si misma, que no dependa tanto de los
padres.
-
Para que los niños no le tengan temor a sus padres: tener una comunicación
con nuestros hijos. Para que ellos confíen en nosotros. No tengan que recurrir
a otras personas, para que los niños cuando grandes no sean así con sus
hijos.
-
Poco interés en las ideas de los niños: Cuando los niños nos piden ir a jugar y
nunca tenemos tiempo.
183
• Padres inconscientes o Liberales:
-
Padres que no se preocupan por los hijos.
-
Padres que no le buscan solución a los problemas con sus hijos.
-
Padres que deja de sus hijos haga lo que quiera.
-
Interviene cuando ya el problema no tiene solución (la hija está embarazada).
-
Padre que no coloca reglas en su hogar.
• Padres Democráticos y Participativos:
-
No impone sus criterios, solamente orienta a su hijo para que sea él quien
tome sus propia decisión y equivocado o no siempre estará para apoyarlo.
-
El padre democrático es aquel que le advierte a su hijo las consecuencias que
se han de tener cuando hacen lo contrario o lo prohibido en el colegio, casa,
calle, etc.
Por último el grupo señalo las siguientes conclusiones:
Cualquier estilo de la autoridad llevado en extremo no es conveniente, si somos
muy sobreprotectores o muy autoritarios hacemos daño a nuestros hijos.
Nosotros tenemos un poco de todos los estilos de autoridad, muchas veces
depende de las circunstancias y también del momento en que nos encontremos.
184
Que el estilo democrático es el más adecuado porque nuestros hijos se educan
mejor y se convierten en personas buenas y sanas.
Que lo importante es el amor para saberlos educar porque así nos tiene confianza
y los conocemos más. Para algunas madres, se crea y para otras madres, se
refuerza la alternativa para mejorar las relaciones con sus hijos, la cual se basa en
preguntar al niño lo sucedido antes de entrar a regañarlo y escuchar atentamente
su versión privilegiando el diálogo entre ambas partes. Así mismo, la alternativa de
evitar desquitarse con ellos, cuando en realidad el problema es diferente, y ellos
no tiene nada que ver, diferenciando las diversas situaciones, es otra forma de
evitar un posible maltrato.
TALLER No 5
“LA NEGOCIACIÓN CON SUS HIJOS”
Para llevar a cabo esta jornada de trabajo asistieron 13 madres y acudientes
(tías), el día 16 de Marzo del 2005 a las 2:00 de la tarde en el salón principal de la
Asociación.
Desarrollo del taller
185
Previamente a la reunión del taller, se trabajó con 7 niños entre las edades de 6 a
10 años. Dos niñas y los demás niños. Se dispuso la actividad animándolos a
dibujar lo que hacen en su casa, desde ahí se plantearon las preguntas alusivas
sobre lo que les gusta y no le gustan hacer cuando sus padres les ordena.
Entre las respuestas tenemos:
- Me gusta jugar, ver televisión, montar en bicicleta, me gusta ayudarle a mi mamá
a lavar la alberca.
- A mi no me gusta tender la cama, cuando no lo hago me regañan.
- No se gusta que me pongan hacer oficios, lavar la loza.
- No me gusta barrer, trapear.
En resumen: Los niños y niñas expresaron que todo lo relacionado con el juego y
ver televisión, son las actividades que más les gusta. Algunos expresaron
acciones como lavar la alberca como entre las cosas que les gustan que les
ordene sus padres, ya que les permiten
jugar con el agua. Ayudar a barrer
también se manifestó entre lo aceptable. Los demás concuerdan en que hacer los
oficios no les gusta que les ordenen hacer. Además agregan que no les gusta que
cuando estén viendo televisión los manden hacer mandados a la tienda.
Una vez obtenida esta información, se llevó a cabo el taller con las madres en
compañía de sus hijos. La mayoría asistió con sus hijos, con una participación de
11 madres.
186
Se trabajó sobre el tema de la negociación aclarando conceptos y disponiendo a
través del encuentro entre padres e hijos, una comunicación activa que facilitara
un compromiso y acuerdos con sus hijos. Se acondiciono un ambiente donde
ambas partes se comunicaran y establecieran una negociación conforme a lo
señalado. Cada familia participó exponiendo al grupo en general los resultados de
trabajo en común.
Entre los acuerdos se puede indicar los siguientes:
-
Se realizaron dos negociaciones de dos madres con sus hijos donde acordaron
un horario para jugar y hacer tareas. Se llegó acordar que durante el tiempo
que están en la casa, después de llegar del colegio les permite media hora
descansar y en seguida el niño hace sus tareas para posteriormente pueda ver
televisión.
-
Tres acuerdos que se establecieron se basó en el compromiso de ayudar a las
madres en los oficios, pero en este caso los niños eligieron las labores que
prefieren a cambio por aquellas que no son de su agrado. Se advirtió la forma
de llevarlo a cabo y el posible reconocimiento por parte del adulto.
-
Dos
familias negociaron la manera de que el niño y la niña asumiera su
responsabilidad con el orden de ropa. En este caso que las madres evitarían la
“cantaleta”, dejando que sus hijos se hagan cargo de ordenar su cuarto. El niño
asumirá la labor comprometiéndose a que los sábados
responsabilidad.
187
lleve a cabo su
Para finalizar el taller, el grupo de asistentes expreso que esta actividad fue muy
positiva para conocer más a sus hijos, porque muchas veces ellas cometen el
error de dar órdenes sin tener en cuenta lo que el niño quiere y le gusta. Las
conclusiones se establecieron conforme a los beneficios de la negociación: Es
importante escuchar a nuestros hijos, porque así los conocemos más. Obligamos
a los niños hacer cosas que no les gusta y no pensamos como nosotras nos
sentimos cuando hacemos lo que no nos gusta. Que de esta forma podemos
seguir intentándolo para educarlos mejor y no convertirnos en mamás regañonas y
no tener que pegarles, ya que muchas veces ni dándoles juete hacen caso.
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