Buques duros y buques blandos.

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Buques duros y buques blandos.
* Buque duro o “rígido” es aquél que tiene un par de estabilidad excesivo; entonces
dará unos bandazos muy bruscos, pasando de una banda a otra en muy pocos segundos;
la vida a bordo se hace muy dificultosa; el personal no habituado a la mar tiene fácil
propensión al mareo y la carga se puede mover con todos los inconvenientes que trae
consigo.
Es preciso disminuir el valor del par de estabilidad y como su valor es: D GM sen θ
se disminuye, haciendo menor cualquiera de sus factores. En cuanto al desplazamiento,
no se podrá hacer menor, a excepción que fueran cargados los tanques de lastre;
tampoco sen θ se puede hacer menor, porque θ está a merced del viento y mar;
solamente se podrá hacer menor GM. Veamos ahora cómo se consigue:
La figura indica que GM se hace menor si subimos G,
al ser el punto M fijo ( porque su altura KM depende
del desplazamiento)
Así, pues, se disminuye la estabilidad en los buques
duros, haciendo subir el c.de g.G; para ello es preciso
cargar los pesos más densos, más altos que G, es decir,
en los entrepuentes, cubierta, o consumir combustible y
agua de alimentación del doble fondo, por estar más
bajas que G hacen subir a éste.
* Buque blando o “tumbón” es aquel que al dar un bandazo vuelve con dificultad a su
posición de adrizado; tarda muchos segundos en ir de una banda a la otra, el buque está
falto de estabilidad y también se dice que se duerme en las bandas.
Para mejorar su estabilidad es preciso hacer mayor el par correspondiente:
D GM sen θ
Análogamente al caso anterior, podremos hacer mayor GM, si el barco navega en lastre,
inundando los tanques del doble fondo, hacemos el par de estabilidad mayor, por hacer
mayor D, y también mayor GM al bajar G.
* Forma de conseguir la estabilidad apropiada en estos casos
Acabamos de exponer el fundamento de cómo hay que operar con G para dar al barco el
valor del par más apropiado o altura metacéntrica más conveniente. Diremos pues:
Cuando un buque se encuentra en cualquiera de las dos condiciones extremas de su
comportamiento en la mar, es decir, cuando es demasiado “ blando” o demasiado “ duro”,
se hace necesario tomar las medidas oportunas actuando sobre:
1.- La carga
2.- El lastre liquido
3.- Los consumos
Estos son, en definitiva, los únicos medios de que se dispone a bordo para modificar la
altura metacéntrica y conseguir aquella que se considera más conveniente, de acuerdo a las
circunstancias del momento.
Evidentemente, se ve que si existe el propósito de modificar la altura metacéntrica, será
mejor prever esta circunstancia antes de estibar la carga en las bodegas, puesto que así se
distribuye de acuerdo con el fin propuesto. Si esta necesidad se presenta durante la
navegación, entonces solo se puede actuar sobre el lastre líquido y los consumos.
La modificación de la altura metacéntrica para conseguir un barco más o menos estable no
puede hacerse a capricho. La estabilidad de un buque, tanto la inicial como a grandes
ángulos, debe cumplir con ciertos requisitos mínimos, de acuerdo con lo legislado, a fin de
que el barco no dé la vuelta y velar por la seguridad de los tripulantes.
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