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Apertura y pobreza: ¿qué clase de apertura? Pierre Salama El autor analiza las repercu siones en la pobreza de dos clases de apertura: la comercial y la financiera. La primera se limita al libre intercambio y la segunda entraña el control de la política económica, la movilidad en el tipo de cambio y tasas de interés preferenciales. Los efectos de ambas en la pobreza son fundamentalmente distintos. La apertura en sí puede favorecer el crecimiento y contribuir a reducir la pobreza siempre y cuando se logre una inserción más fuerte en la economía mundial y se desarrolle el mercado interno. Ello requiere. ante todo, una redistribución de los ingresos que respete las leyes de igualdad. Pobreza y distribución del ingreso en América Latina, Colombia y Bogotá Moisés Cetré Con base en los principales indicadores de la distribución de la riqueza en el mundo, América Latina, Colombia y Bogotá, se analiza el aumento de la desigualdad en los primeros años del presente decenio en esta ciudad capita l a contracorriente de lo que en térmi nos generales sucede en el resto del país. VOL. 56, NÚM. 1, MÉXICO, ENERO DE 2006 El desempeño industrial como medida indirecta del poder de mercado Alfredo Fernández Torres El trabajo tiene como propósito validar empíricamente el modelo teórico de organización industrial que propone la existencia de una relación positiva entre la estructura de mercado y el comportamiento y el desempeño de la empresa, para lo cual se emplea como escenario de estudio el mercado mexicano en el periodo 1994-1996. Se aplican modelos matemáticos lineales que incluyen variables de concentración de mercado para medir su efecto en el desempeño de la industria, visto este último a partir del margen neto. La izquierda uruguaya y el futuro gobierno Osear Mario Mañán García Es la primera ocasión que la izquierda uruguaya gana las elecciones nacionales. El autor analiza el momento político, la crisis de Uruguay, los grandes ejes de la propuesta gubernamental y los desafíos a que se enfrenta el nuevo gobierno. Publicación mensua l del Banco Nacional de Comercio Exterior o "'o J-. ro o zz ~ COMERCIO EXTERIOR Desempeño comercial y ventajas comparativas reveladas entre la República Dominicana y Estados Unidos COMITE EDITORIAL Juan Pablo Arroyo Ortiz, Carlos Bazdresch Parada, Javier Beristain lturb1de. Sergio Fadl Kuri, Arturo Fernández Pérez. Dav1d !barra M uñoz, Alfredo Phill1ps Olmedo, Gustavo Romero Kolbeck. Francisco Suárez Davila, Homero Urias Bramblia Amelia U. Santos-Paulino La autora examina el comportamiento de las exportaciones de la República Dominicana hacia Estados Unidos en el periodo 1998-2002 en el marco teórico de las ve ntajas comparativas reveladas REVISTA COM ERCIO EXTERIOR de Balassa y en un entorno de liberalización comercial. Mediante índices de desempeño de las Coordinación ed itorial Sergio Hernandez Clark <shern [email protected] .mx> exportaciones entre esos dos países se evalúa si existe cambio estructu ral o modificaciones en Red acción e información Máximo Cerd1o, Alma Rosa Cruz Zamorano, Osear l eón Islas, AliCia l oyola Campos, Alfredo Salomón relación con el grado de especialización comercia l de los 21 capítu los del Sistema Armonizado. Edición Pilar Martinez Negrete Deffis Alej andra luna Guzmán APUNTES DE COYUNTURA La importancia de las estrategias regionales de innovación Diseño Roberto Escartin Arroyo, Maricarme Miranda, Mila Ojeda Con base en entrevistas a expertos y responsables de las principales instituciones promotoras de innovación tecno lógica se anali za el carácter regional de esas actividades en diversas Distribución Ang él ica Gonzalez ( amarillo Genaro Serrano González Mabel Alvarado Sánchez zonas de Europa. Servicios administrativos Rocío lópez Tuflño Desde el estante Comeroo Extenor es una publicaoon ab1erta al debate Admite, por tanto, una ampha gama de 1deas que no co1noden necesanamente con las del 8ancomext. La responsabilidad de los traba¡os f1rmados es de sus autores y no de la 1nstnuoon. excepto cuando se 1nd1que lo contra no. Puede reprodumse materiales menCIOnando la fuente. En hbros de distnbución comercial se requiere autonzaoón de los autores y de Comemo Exterior. El Banco Naoonal de Comemo Exterior, S.N.C., se reserva el derecho de drfundir por mediOS magnétiCOS o fotográfiCOS el contemdo de la ta. Impresa en Imprenta Ajusco, SA de C V., Jose Ma. Agrecla y Sanchez núm. 223, 06820 MéxiCo, D.F. Autorizacla como publiCaCión penódiCa por el Servicio Postal MexiCano (Sepomex) con el número de registro 09-0043. D1Stnbu1da por Sepomex, Netzahualcóyotl núm. 109, Centro, 06D80 MéxiCo. D.F CaracteristJcas: 218421108. Ceroflcaclos de hotud de titulo (num.1193) y de contenido (núm. 657) expedidos por la ComiSI6n Calrf1cadora de PubliCaCIOnes y Revtstas Ilustradas el2 de ¡ul10 de 1981 Número de Reserva de Titulo: 2002-111 210335100-102 Aparece el pnmer día de cacla mes. • Summaries of Articles Recuento gráfico América Latina : indicadores económicos, 1995-2004 ""liS· En nuestro próximo número: Suscripciones: 5449 9008 Desde el 1ntenor de la república 01 800 397 6782 Venta de espacios publicitarios Magdalena Cortés. 5449 9000 ext 9612 D1recoón de la ReviSta Comeroo Extenor. Penfenco Sur 4333, planta ba¡a onente, Jard1nes en la Montaña, 1421 O MexiCO, D f Tels · 5449 9000 exts. 9639 y 6552, fax: 5481 6214. Cooespondeno.J . A.P 21 258. 04021 MéxiCo, D f httpJ/revtstas bancomext giOb mx/rceispllndex.sp revcomer@bancomext .gob.mx drculación certificada por el Instituto Verificador de Medios. Registro 307/ 02 • Bienestar y desigualdad en México • Centroamérica y el CAFTA la·información Reforma económica, inversión y estancamiento en América Latina L a tasa promedio de crecimiento anual de la economía de América Latina durante el decenio de los noventa fue de 3.2%, superior a la obtenida en los años ochenta, que fue de 1%, pero inferior a la de 5.5% de 1945-1980. Sólo Chile, Argentina, Bolivia y Uruguay tuvieron en los años noventa un crecimiento económico superior en dicho periodo. 1 En términos per cápita, el crecimiento en la zona en los años noventa inferior fue al promedio del periodo 1950-1980 (véase el cuadro 1). Desde 1998la economía regional experimentó una recesión, aunque en la actualidad hay signos que permiten esperar un crecimiento más dinámico en los próximos años. Se debe apuntar, sin embargo, que las proyecciones de crecimiento económico del Fondo Monetario InternacionaF para el periodo 2003-2015 son de un promedio anual de 3.6%, tasa inferior al promedio anual de los años sesenta y setenta, e inferior también a la de 6% que, según varios estudios, se necesitaría para reducir la pobreza de manera significativa. De hecho, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) informa que el desempleo en la región empieza a disminuir sólo después de que la ras a de crecimiento supera un umbral de 4 por ciento. 3 * Funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo. Los puntos de vista son de carácter personal. El autor agradece los comentarios de Gabriel Siri y Carlos lmendia a una versión preliminar de este trabajo. COMERCIO EXTERIOR. VOL 56. NÚM . 1, ENERO DE 2006 l . Dato s tomad os de Comi sión Econ ómi ca para América Latina y el Ca ribe (CEPA L), Informe Económico de América La tina, va rios números . 2. Fondo Monet ario Intern ac ional, World Economic Outlook, 20 03 . 3 . CEPAL, Balance prelim ina r de las economías de América Latina y el Carib e 2000,2 000. CUADRO 1 AMÉR ICA LATINA: TASAS DE CREC IMIENTO PROMED IO ANUAL PER CÁPITA, 1950-1980, 1991 -1999 Y 1995-1999 (PORCENTAJES) 1950-1980 1991 -1999 1995-1999 2.652 3.009 2.330 1.526 1.420 1.644 0.8 66 1.154 0.545 América Latina Centroamérica América del Sur Fuente: Samuel Morley, "Por qué ha declinado el ritmo del crecim1ento económico de América Latina", Desarrollo Económico. vol. 42, núm . 166, julio-septiembre de 2002, pp. 163- 179. TASA DE INVERS IÓN S urge n inrerroganres sobre las ca usas dell enro crecimiento ec onómi co de la zona. Ca bría notar qu e el prom edi o simple de la rasa de inversión alcan zó en 2003 un va lor del orden de magnitud de las tasas de los años sete nta, aunq ue la rasa pond erada se mantenía todavía por debajo de los ni veles de ese decenio. As imi smo, só lo en pocos países la tasa de inve rsión privada de 200 3 fue sup erior a los va lores pico de los años se tenta, a la vez que en todos los países la rasa de inve rsión pública ha regist rado tendencias de continuo a la baja desde hace dos deceni os. Dado que dive rsos est udios han ca rac teri zado la rasa de inversión fís ica como un a de las var iables determinantes del crecimi ento de la región," el re lati vo estanca miento de aquélla explicaría el lento crecimiento eco nómico en los años recientes. La interroga nte que surge se relaciona co n la persiste ncia de las fu erzas reces ivas, no obsta nte los esfuerzos de es tab ili zación y refor ma eco nóm ica . El tema se aborda en los sigui entes aparrados. En un estudio de siete países de la región, Moguillansky encontró que las principales res tri ccion es del crec imiento de la inve rsió n privada eran la co ntracción de la demanda interna, la elevada razó n de deuda a exportaciones, la in es tabilidad de las rasas de interés y de inflac ión, y la co ntracción de la inve rsión públi ca . 6 Asimismo , Ramírez est imó un modelo de corre transve rsal co n datos de Arge ntin a, Bras il , C hile, Colombia, México, Perú y Venezuela y registró qu e la invers ión privada era afectada en forma nega tiva por la reducción de la inversión pública.7 Para los países ce ntroamericanos, Cáceres enco ntró que la inversión públi ca ejerce efectos multip li cadores signifi cat ivos en la inve rsión privada. 8 En un estudio relativo a Argen tina, Co lombia, Ecuador, México, Paraguay y Uruguay so bre la relación de largo pl azo entre la inversión públi ca y la pr ivada, la ofe rta monetaria, el ahorro nacional y el ahorro exte rno , el mismo autor enco ntró que en todos esos países la inve rsión pública ge nera un fuerte efecto mul ti pli cador en la inve rsión privada. As imismo , Cá rdenas, Escoba r y Gutiérrez ca lcul an co n dato s de 1950-1994 que un aum ento de 8% del acervo de cap ital público se asocia con uno de 1% del producto interno bruto (PIB) y qu e el capital público tiene un efec to significativo en el crecimiento del producto del secto r privado, co n elas ticid ades super iores a las del trabajo y capital privado. 9 Por su parte , Cas tañeda , Co tler y G uti érrez est imaron func iones de producción para el sector manufacturero mex icano y encontraron que el ca pital públi co ejerce efectos significativos en el crec imiento de la producción de todos los secto res de manufac turas. 10 ¿Por qué se ha reducido la inversión pública? A co n rinuación se prese ntan di ve rsas co nsideraciones sobre las ca usas que explican la reducción de la inversión . Importancia de la invers ión pública El hecho es que en la zona la inve rsión pública co mo porcentaje del produ cto ha decrecido desde los años noventa. Cabe se ñalar que, según varios es tudi os, una de las prin cipales va riables -acaso la principal-que determina la invers ión privada es la invers ión púb lica. De hecho, el efecto negativo de la co ntracción de ésta en la inve rsión privada ha sido cuantificado por Rama para el caso de Uruguay y por Ramírez en el de México.1 4. José de Gregario, " Econ om ic Growt h in Latín Amer ica ", Journal of Deve lopment Economics, vol. 39, 1992 . 5. Martín Rama , "¿Por qué se invierte' Una aplicación de la teoría Q al caso uruguayo ", Revista de Economía, vo l. 1, diciembre de 1986, y Miguel D. Ramírez, "Public and Prívate lnvestment in Mexico, 1959-90: An Empírica! Analysis", Southern Eco nomic Journal, vol. 61, julio de 1994. 6. Graciela Moguillansky, "El contexto macroeconómico y la inversión : América Latin a a partir de 1980", Revista de la CEPAL, núm. 58, abril de 1996. 7. M . Ramírez, "Stabi lization and the Rate of Capital Formation in Latín America, 1983-90: An Empíri ca! Assessment". Eastern Economiclournal, vo l. 21, otoño de 1995. 8. Luis René Cáceres, "Inversión y crecimiento en Cen troamérica", Comercio Exterior, vol . 47, núm . 6, México, junio de 1997, y " La relación de largo plazo entre el ahorro y la inversión en América Latina", El Trimestre Económico, vo l. 64, julio-septiemb re de 1997. 9. Mauricio Cárdenas, Andrés Esco bar y Cata lina Gutiérrez, "La contribu ción de la infraestructura a la ac tividad económica en Colombia, 1950 -1994", Ensayos sobre Política Económica, núm. 28, diciembre de 1995, pp. 139187. 10. Alejandro Castañeda, Pablo Cotler y Octavio Gutiérrez, "The lmpact of lnfrastructure in Mexico Manufacturing Growth", Economía Mexicana, vol. 9, núm. 2, segu ndo semes tre de 2000, p. 143. C U A D R O 2 Ineficacia de los programas del Fondo Monetario Internacional PAISES DE AMÉRICA LATINA: CONTRIBUCIÓN DE LA REDUCCIÓN DE LA INVERSIÓN PÚBLICA AL AJUSTE FISCAL ENTR E 1980-1984 Y 1995-1998 (PORCENTAJES) País Argentina Bolivia Brasil Chile Colombia Ecuador México Perú Inversión total 74.7 n.d . 158. 1 39.2 9.6 87.0 97 .0 132.0 Inversión en infraestructura 53.8 50.3 174.3 58.8 n.d. n.d 31.5 48 .6 Fuente: César Calderón, William Easterly y Luis Se rvén, "Latin America's lnfrastructure in the Era of Macroeconomtc Cnsrs", en Wi lliam Easterly y Lui s Servén (eds .), The Limits of Stabilization, Banco Mundial, 200 3, pp. 21 ·94. La práctica de red ucir la inversió n pública como medio para alcanzar las metas fiscales de los programas del FMI ya se había puesto en práctica en va rios paises de la región , según obse rvan Servén y So l im ano, lo que da más peso a la inferencia d e Calderón , Easterly y Servén: La ra cio nali zac ió n fis ca l in srrumentada m edianre recorres a l gasto público en in fraestructura repre se nta un a estrategia d e aju ste miop e y Costos de los programas de ajuste potencialmente co ntraproduc ente, pues redu ce la produ c- De particular importancia han sido los programas de aj uste suscritos por los países de la región co n el Fondo Monetario Internacio nal (FMI), ya que ante la presión de cump lir las metas fiscales han tenido que reducir la inversió n püblica. La evidencia en algunos países de la región indica que el recorre de la invers ión püblica , y de la destinada a infraes tructura, ha sido el medio para cump lir las meras fi scales, como se aprecia en el cuadro 2. Como resultado de la contracción de la inversión püblica, en la actualid ad la zona tiene una brecha en infraestructura con relación a la dotación de infraestructura de los países del este de Asia, la cual cre ció d e manera preocupante en el periodo 1980-1997: el boquete fue de 101 % en capacid ad de generación eléctrica, 64% en líneas de teléfono y 44% en carreteras. 11 Esta brecha de infraestructura ha tenido repercusiones negativas en el crecim iento económico; se calcula que ha reducido tres puntos porcentuales la tasa de crecimiento an ual en Argentina, Bolivia y Brasil, y de 1.5 a dos puntos en Chile , México y Perú. 12 Se debe agregar que Calderón, Easrerlyy Servén no encontraron pruebas de que la inversión privada en infraestructura haya compensado la reducción de la pública ; al contrario, señalan una relación de complementariedad entre ambas inversiones: a mayor inversión privada en infraestructura, mayor inversión püblica. 13 11 . Cé sa r Calderón y Luis Servén, " The Output Cost of Latín America ·s In· fra struct ure Gap", en Wi lliam Ea sterly y Luis Servén (e ds.), The Limits of Stabilization, Banco Mundial, 2003, pp. 95-1 18. 12. C. Calderón y L. Servén, op. cit. 13 . C. Cal derón , W Easterly y L. Servén, " Latín Ame rica 's lnfrastruct ure in the Era of Macroeco nomi c Crisis", en W Easte rly y L. Servén (eds .), op . cit., p. 68, seña lan que "son limit adas las evidencias que sustentan la percepción REFORMA EC ONÓMICA Y ESTANCAMIENTO EN AMÉRICA LATINA ción futura y, por tanto, la recaudación de impuestos y la ca pacid ad d e se rvicio d e la d eud a . Los indi cios su gieren que, en este tipo de austeridad fisca l, la brecha e n infraesrrucmra de América Latina re specto de l es te de As ia co n dificultad mejorará en el cono plazo. 14 Estas observaciones hacen eco de un trabajo reciente de Jonakin y Stephen s sobre las repercusiones de los programas de aj uste en los países centroamerica nos en el que se concluye : La creciente evidencia de la compensació n en eficiencia entre la li beralización de precios re lacio n ada co n las estrategias de ajuste y la infraes tructura subr ayó la neces id ad de un apoyo co ncurrente y eq uilibrado en ambas á reas. E l rel at ivo abandono de la inve rsión en capita l fí sico y humano resultó en pa nicular inoportuno en el caso d e Centroamér ica[ ... ]. En un marco d e ni ve les d e gasto público de inversión deteriorados o estancados[ ... ]la p e rs istenci a de la debilidad económica y la crisis se vislumbraban como algo cas i seg uro. 1; La problemática de la co ntracción d e la inversión püblica a raíz de los programas de ajuste tambi én ha sido señalada en un a eva lu ación de los programas de aj u ste es tructural impul sados por el FM I y el Banco Mundial en 20 países en común de que la privatización (en pa rticu lar, la en trada del sector privado en indu st rias de infraestructura) expl ica la tendencia a la baja en el gasto público en infra es tru ctura . Si bien ello parece se r cierto en algunos casos, hay cuando menos tantos casos (o in cluso más) en los que una má s elevada inversión privada en in frae struct ura se asocia con un mayor gasto público en infraestructura". 14. Lui s Servén y And rés Solim ano, Striving for Growth after Adjustm ent, Banco Mundial, 1992, y C. Ca lderón y L. Servén, op.cit., p. 68. 15. Jon Jonakin y Mark Stephens, "The lmpact of Adjus tment and Stabiliza tion Policies on lnfrastructure Spending in Central America", North American Jo urna/ of Econom ics and Finance, vol. 1O, núm . 1, 1999, p. 306. desar rollo. 16 La eva lu ación enco mró qu e aq uéllos habían efec tuado en todos los casos verdaderas operacio nes de exagerac ión, en virt ud de la co ntracc ión de la inversión en infr aes tru ctura, que exacerba ron los problemas que trataban de reso lver. 17 El es tudio recomendaba ll evar a ca bo el ajuste evitando el aumemo de la pobreza co n un enfoque g radual pa ra la redu cción de los desequilibrios fi sca les, y dando priorid ad a la promoció n de las exportac iones frente al reco rte de las importaciones, y coma ndo con una oferta amplia de recursos externos. También señalaba que pa ra que el ajuste fuese eficaz y eficiente se debería apoya r en progra m as de reform a agra ri a, el desarrollo de in stitucion es de crédito para los pobres y un sistema progresivo de impuestos. 18 Otras eva luaciones de los programas Otras evaluaciones han llegado a conclus io nes similares. En un es tudio de 118 programas del Fondo en el periodo 197 11997, Evrense l encontró qu e: 1 Los res ult ados d el anál isis compa rativo a ntes-después se ñalan qu e los program as de es tabili zac ión mejoran d e modo co nsiderable la cuenta co rri ente y las rese rvas durante el peri odo d e ap li cació n. Si bien estos prog ra m as al parece r a li vian la balanza d e pagos en el corro plazo, sus mejoras no se m a nti enen en el peri odo poster ior a l prog ra ma . Los resu ltados de a náli sis temporal entre un progra ma y otro su- gr uente co n la efic ac ia d e los programas de es tabili zació n y pu ede inte rpretarse como se i'ía l de ri esgo mora l. 19 En ot ro estudio , basado en un a muestra de 135 países que dura nte 1951-1990 reali zaro n program as de estabili zac ión del Fon do, Przeworski y Vreela n a nali za ron la in cidencia de éstos en el crecimiento eco nómico y co ncluyeron que: gieren qu e, en promedio, aq uellos en los qu e se aplican estos La participación en los progra mas di sminuye las tasas d e progra mas 1nicia n uno nu evo en un a sit uación macroeco- crecimiento de los pa íses durante el ti empo que permanecen nómi ca peo r que la anterior. Co nsid erando la natura leza en ell os. Una vez que los países co ncluyen o aba ndonan el revo lvente de l a poyo d el Fo ndo , es te res ult ado es in co n- programa, c rece n más ráp ido qu e si hubi ese n permanecido en él, aun que no más d e lo qu e hab rían crecido sin la parti- 16. Frances Stewa rt (ed), Adjustment and Poverty. Options and Choices, Routledge, Londres, 1995. 17. En el caso de los países africanos inclu idos en la eva luación, Basu y Stewart co nclu yen que " la s propias medidas de ajuste contribuyeron en sí a los mismos problemas que el banco había identificado como fundamentales . En primer lugar, las restricciones al gasto gubernamental se asociaron con un recorte en el gasto en inversión pública y, por tanto, se traduj eron en un deterioro de la infraest ru ctura. Segundo, la política monetaria restrictiva,la escasez de divisas, las expectativas abatidas y la deficiente infraestructu ra co ndujeron a una reducción en la inve rsión privada". Anuradh a Basu y F. Stewart, "Structural Adjustment Policies and the Poor in Africa: An Analysis of the 1980s", en F. Stewart. op. cit., p. 142 . 18. La recomendación de la eva luación destaca que alcanza r un aju ste con crecimiento "probab lemente entrañe mayores esfuerzos graduales para red ucir los desequi libri os fisca les que los del conju nto de políticas trad icionales; mayor esfu erzo en el cambio en la compos ició n del ga sto que en la reducción de gasto (disabsorption), y en el fomen to de la s exportaciones que en la red ucción de la s importaciones . Un adecua do finan ciamie nto ex tern o, ya sea en forma de nuevos flujos de ayuda, fluj os privados o menores pagos de deuda, a menudo puede resu ltar esencial para el ajuste expansiona río[ ... ! En casos de economías con estructuras sumamen te desigu alit ar ias pueden requeri se cambios estructu rales para que el crecimiento fa vorezca a los pobres; ello puede entrañar una reforma agraria. una tributación progresiva y reforma s crediticias que incluyan la creación de nuevas instituciones de crédito para los pobres" (ibid .. p. 211 ). cipac ión[ ... ] D e ac uerd o co n los result ad os obten idos, los países que no se incorpora n a progra mas del FMI crece n más rápido que los que sí participan, aun cua ndo a mb os g rupos enfrenten d éfi ci t intern os elevados o cri sis d e reservas de divisas. C on sid eran habe r d em ost rado q ue si el crec imiento es el obje ti vo primordial , en to nces los programas de l FMI está n mal di se ñados.20 También en el trabajo de Hmchinson y Noy que trata sobre los efec tos de los program as de estabi li zación del Fondo Monetario Internacio nal en los países de América Latin a en los dece nios de los ochem a y los noventa se co ncluyó que A méri ca Latina: 19. Ayse Y. Evrensel, " Effe ctiveness of IMF-supp orted Stab ilization Programs in Developing Countries", Journal of lnternational Mon ey and Finance, vol. 21, núm . 5, oc tubre de 20 02, p. 586 . 20. Ada m Przeworski y James Raymond Vreeland, " The Effect of IMF Programs on Economic Growth", Journalof Development Economics, vo l. 62, 2000, p. 403. COMERCIO EXTER IOR, ENERO DE 2006 probabilidades de fracaso y rec urren cia en los prog ra mas países de África ubicados en el sur del Sáhara, H adj imi chael y G hura enco ntraron que la inversió n pública es un factor determinante significativo de la inversió n pr ivada, por lo qu e recomendaron: [ ... ] En es ra s ci rc u nsrancias, ral vez no resulte so rprendenre m edid as orienradas a li mitar el défi c ir presupuesrar io sin que Amér ica Lat in a se halle arrapada en un círc ulo vicioso di sminuir la inversión púb li ca y prom ove r reformas es- en comparación con or ra s regiones , prese nra mayo res cosros de los programas del FM 1 (sobre ro do un a vez co ncluidos) , una nula m ejora en la cuenra corr ienre y mucho m ás airas d e repet idos programas del FM 1 con fraca sos frecuentes y rr ucrura les, qu e co mribuirían a in cremema r la in vers ión altos costo de rendimi ento asociados co n la esrab ili zac ión privada. Ca be seña lar, sin em b argo, si bi en es c ierw que [ ... ]El resulrado final es que el parrón de recurrencia en los las ini ciarivas para di sminuir el défic it a niveles sos ten ibles préstamos del FM I y fracasos repetidos de sus programas en est imul arían la inversión privada, hacerlo mediante recor- Am érica Latina tiene, a l parecer, escaso efecto benéfi co en res a l gasto público en in fraesrrucrura soc ial y eco nómi ca el crecimienro o en la balanza de pagos [ ... ] Los costos de resulraría enormememe dañino para ta les esfuerzos; los re- producción asociados co n los programas de es rabilización sultados de la est imación sei1alaron qu e los i nc rememos en impulsado s por el FMI en América Latina h an sido sign ifi ca- la inversión pública tien en un co n siderable efecto relativo tivos e incluso m ayores qu e en otras partes del mundo. 21 en el índi ce de la in versión privada. 23 Asimismo, Bird, Hussain y Joyce investigan las causas de que determinados países recurran al FM I de manera recurrente. 22 Los resultados indicaron que las naciones que lo hacían se caracterizaban por tener pocas reservas internacionales, grandes sa lidas de capital, marcados déficit en cuenta corriente, bajos términos de intercambio, elevado servicio de la deuda extern a y de razones de deuda a producto, bajos índices de gobernabilidad y de ingreso per cápita, y baj as tasas de inversión. Así, al contribuir a la reducción de la inversión pública, los program as del FMI estarían generando la dem anda de futuros programas, creá ndose así un círculo vicioso de ajuste sin fin. Recomendaciones de funcionarios del FMI de no reducir la inversión pública En un trabajo su bsec uente so bre lo s determinantes del crec imiento económico de un g rupo de país es del Áfr ica al sur del Sá hara, en el periodo 198 1-1 992, G hura y Hadjimichael encontraron que, entre otras va ri ables, la inversión pública era un significativo determinante del crecimiento eco nómi co y co ncluyen: "Los resultados también indican que, aun cuando reducir el déficit presupuestario es benéfico para el crecimiento económico, h ace rlo a costa de un a reducció n en la inversión pública resu lta contraprod ucente". 24 De particular relevancia son las críticas de Tanzi al enfoque tradicional de los programas del FMI. El autor indica, primero, que d ado el carácter aprox imado del modelo de ajuste del Fondo, no se puede esperar una relación precisa entra las vari ables objeto de seguimiento y los resu ltados esperados : la formulación usu al de un programa de estabili zación puede dar la impresión de que la relación entre los déficit fisc a- Algunos funcionarios del FMI han advertido sobre los peligros de recortar los programas de inve rsi ó n pública en el marco de los esfuerzos de ajuste. En un estudio sobre los factores determinantes del ahorro y la inversión privada en los les y los objeti vos del programa -en particular su relación con la ba lanza de pagos- está claramente definida y libre de ambigüedades. Puede dar la impresión de una re lac ión funcional unívoca, es decir, qu e determin ado déficit fi sca l ent raña determinado déficit en la cuenta corrieme de la balanza de pa gos. Desaforrunadamenre, nuestro co noc i- 21. Michael M. Hutchinson e llan Noy, "Macroeconomic Effects of IMF-Sponsored Programs in Latin America: Output Costs, Program Recid ivism and the Vicious Cycle of Failed Stabilizations", Journal of lnternational Money and Finance, vol. 22, núm. 7, diciembre de 2003. pp. 1011 y 1012. En la s ecuaciones estimadas por estos autores para explicar las tasas de crecimiento de los países de la muestra, el coefic iente de la tasa de inflación resultó significativo pero positivo, indicando que a mayor inflación correspondería mayor tasa de crecimiento. A la vez, el superávit del presupuesto nacional, así como el crecimiento del créd ito resultaron con coeficientes no sig nifica tivos . Las variables más significativas fueron el crecimiento de la economía internacional, co n coeficiente de sig no positivo, la sobrevaloración de la moneda y una variab le dummy para representa r lo s sudden stops, ambas con coeficientes de signos negativos. 22. Graham Bird, Mumtaz Hussain y Joseph P. Joyce, "Many Happy Returns? Recidivism and the IMF", Journal of lnternational Money and Finance, vol. 23, núm. 2, marzo de 2004, pp. 231-251. 10 REFORMA ECONQMICA Y ESTANCAMIENTO EN AMtRICA LATINA miento sobre re laciones económ icas imporranres , enrre ellas: 1) la relación ent re cambios en la oferta moneraria y cambios en los precios, y 2) aqué lla entre cambios en los precios , variaciones en los tipos de cambio nominales y sus efectos en la balanza de pagos , es demasiado lim irado para in spirar confianza en torno al nivel preci so de déficir fiscal 23 . Michael T. Hadjimichael y Dhaneshwar Ghura, Public Policies and Priva te Savings and lnvestment in Sub -SaharanAfrica: An Empirical lnvestigation, Documento de Trabajo núm . 95-19, Fondo Monetario Internacional, febrero de 199 5, p. 33. 24 . Dhaneshwar Ghura y Michael T. Hadjimichael, Growth in Sub-SaharanAfrica, Documento de Trabajo, núm. 95-136, Fond o Monetario Internacional, diciembre de 1995, p. 21. requerido para lograr un cambio dado en la cuenta corrieme de la balanza de pagos o en otros obj et ivos económicos. Lo cierro es que un défi cit fi sca l dado se puede asociar con wda una gama de res tilrados en la balanza de pagos. 25 T a nzi co ntinúa su crítica a l modelo tradi cion a l de ajuste del FM I se ñalando: En algunos casos, los 1ím ites establecidos pueden desv iar la atención de los obj eti vos bás icos de la polít ica económica : alcanzar los w pes demro de los ti empos del programa puede ll ega rse a ve r co mo un fin en sí mismo[ .. .] Un a depe ndencia exces iva de los wpes mac roeconómicos puede desv iar la atención de la ca lid ad, as í como la durabilid ad, de las medid as especí fi cas que el país apli ca para cum plir con sus cl áusul as de desempeño. 26 Y con relación al tema de los recortes de la inversión pú bli ca, T anz i seña la: Un a ca rac terística co mún de tales políticas ha sido el recorte desproporcionado en el gasw en materi ales, sumi nistros y mantenimienw co n respecw de otro tipo de gastos. Co mo resultado, las co ndiciones de ca min os, puemes, edificios púb licos, proyectos de irri gac ión, ae ropuertos y de más infraes truct ura del sector público se han deteri orado más de lo necesa rio. [... ]Hoy se registra un a crecieme preocupación em re algunos ex pertos en cuanto a que las actuales reducciones en los défic it fi sca les asociadas con los gastos reco rtados para manre nimiento de cam inos y demás infraestr uctura se traducirá n en años ve nideros en gastos mucho más elevados (y, por tanto, en mayores défi cit) , toda vez qu e la fa lta de ma ntenimi ento ex igirá un a reconstrucción costosa. De nu evo, éste es un ejemplo del desp lazamiento en el défi cit fisca l del preseme al futuro. 27 Un pla ntea miento simil ar ha sido fo rmul ado por Blejer y C heasty, también funcion arios del FMI , quienes han señalado la imp o rta ncia de las ex rern alidades pos itivas pa ra el sector privad o ge neradas po r la inversió n pública : La inversión pública relac ionada co n la in fraestructura y la prov isión de bienes públicos también pueden, sin dud a, complementarse con la inversión privada. Es ta cl ase de in ve rsión pública puede mejo rar las pos ibilidades de ca pital, aumentando la de manda de prod ucción pri vada al elevar la demand a de in sumas y se rvicios accesorios, e in crementando la disponibilid ad ge neral de rec ursos al expandir la producc ión y el ahorro ag regados .18 25. Vito Tanzi, "Fiscal Policy, Growth, and the Design of Stabilization Programs ", en Mario l. Blejery Ke-young Chu (eds .), Fiscal Policy, Stabilization, and Growth in Developing Countries, Fondo Monet ario Internacional, 1989, p. 21. 26. /bid 27. /bid, p. 26 . 28 . Mario l. Blejer y Adrienne Cheasty, " Fiscal Policy and the Mobi lization of Sav ings for Growt h", en Mario l. Bleje r y Ke-yo ung Chu, op. cit. , p. 47. Se debe se ñ a la r que evalu aciones ex post de progra m as del FM I, efec tu ada s po r el depa rtamento d e eva lu ación de ese orga ni smo, han identifi cado resultados preocupa n tes en cuanto a los benefici os de ta les programas, como en el caso de A rge ntin a.29 AJUSTE Y ESTANCAM IENTO OTRA VEZ D e es pecial relevancia es el es tudio de Eas terly sobre las repercusiones negativas de las reducciones de la inversión pública en infraes tructura sobre las tasas de crecimiento de un a mues tra de países en desa rrollo en el periodo 1970-2000 . C oncluye el autor : El gas to público en transpon e y co municaciones ti ene un efecro deter min ante en el crecim iento, al igual que ocurre co n el bal ance presupuestario del gobierno. El efec w del gasto en infraestructura es entre dos y tres veces mayo r que el efec to del balance presupu es tario en el crecimiento . Por consigu ieme, si es tos efecros se interpreta n como causa les, un a red ucció n en el défi cit presupuestario instrumenrada como res ul tado de recortes al gasto en infraestructura te ndría un efec to negativo en el crecimiemo, empeorando la pos ición fi sca l interremporal del gobi erno, en comparación co n un paquete fi sca l qu e no disminuye el gasto en in fraesrructura. De hecho, los reco rtes al gasto en in fraes tructura pueden llega r a provoca r la cri sis de deud a que supuestameme han de ev itar. 30 Es te autor también a na liza el orige n de la crisis de deud a ex tern a en los pa íses pobres alta m ente endeudados y co ncluye que aquéll a se explica en parte por la ca íd a de las tasas de crecimi ento en 1975 -199 4 a ra íz de la merma de la inversión en infraes tructura. El crecimiento más lento de los países pobres altame nte end eud ados en comparac ión co n otros de bajo in greso se expli ca por un menor gasto (casi dos puntos porcenru ales del PI B menos) en transporte y comunicaciones ; monedas nacionales más sobrevalu adas en los dece nios de los oc henta y novema; menor matrícula en educac ión prim ari a y secund ari a, y menor M2/PIB [ . .. ] los países pobres alta me me 29. En su edición de l viernes 30 de ju lio de 2004, The Washingto n Post, presenta el artículo "IMF Says lts Policies Cri pp led Arge ntina "que, entre ot ros aspectos, ind ica que "es cas i seg uro que la forma en que el FM I manejó la crisis en Argentina hace tres años profundizó una recesión que llevó a millones de argentinos a la pobreza y que detonó un caos político en todo el país, de ac uerd o co n un inf o rm e publi cado el d ía de aye r po r la unidad interna de aud itoría de l FMI". 30. Wi lliam R. Easterly, "G rowth lmplosio ns and Deb t Exp losions: Do Growth Slowdowns Cause Public Debt Crisis?", Contributions to Macroeconomics, vo l. 1, núm. 1, 200 1, p. 16 . COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 11 end eud ados podrían habe r ev ira do en gran medid a sus problemas de ca rga de la deuda ,-~ 1 E n las secc ion es a m eri o res se ha a na li za do la co ntracció n de la in ve rsió n y el creci mi enw eco nómi co sin wma r en cuema la eva lu ac ió n de o rros sec rores. Pero el hec ho es que los países d e la reg ió n, en m ayor o m enor grado , ha n emprendido pro gram as d e reforma qu e pued en es ra r asociados co n el surg imi en w de rendencia s a l esra nca mi em o , por lo qu e a co ntinu ac ión se exa min a n los nexos entre la reforma econ ómica, la inve rsión y el crec imi emo. APERTURA Y DESEMPLEO A f in de exa min a r el papel d e la apenura en la inversió n y el crecimienw económi co, se pane d el m o d elo d e co mpere ncia imp erfec ra d e Krugman y Obrsfeld 32 que se mues rra en la gráfica l . E n és ra se aprecia qu e a m edid a que aumenta el número d e empresas que producen en el m ercado imerno, el cosw prom edio por unid ad d isminuye, a lo largo d e la línea PP, ya que la mayor co mp erencia d eri va d a d el núm ero m ás elevado de co mpañías co nduce a la redu cció n d e precios. A la vez, al aum emar la ca midad de empresas a um em a el co sro promedio , ya que cad a un a d e és ras arendería una menor porción del m ercado , perd iendo as í las ga nancias d e las eco nomías de esca la. Esta relación se muestra por la línea CC. El número d e empresas de eq uilibrio es N l , a un precio promed io d e Cl. Supóngase ahora que el país en cuest ión reduce los aranceles, d e form a tal que el mercado local encara un precio P2 , igual al precio imernacio nal m ás la tarifa ara ncelaria, el cual es independieme de las condiciones de competencia en el mercado nacional. Am e es re precio, inferior al precio de equilibrio Pl, el número de empresas opera ndo en el mercado loca l disminuye a N2, co n el co nsiguiente cierre de N l -N2 empresas y la reducción de la fuerza laboral emplead a. D e allí la relación directa mente proporcional enrre apertura y desempleo. Se puede a rgum entar que co mo resu ltado d e la ape rtura, las empresas loc ales lograría n penetra r mercados ex tern os ante la urgencia d e exportar como respues ta a la presión de la competencia externa y, en consecuencia, la m ayo r dimensión d e su m ercado co nduciría a red ucir los cosros unita rios d e producción , lo que se represe m a por med io de la línea C'C'. Es ta situ ación d aría luga r a la e m rad a d e nuevas comp añías, d e m anera que el pa rque produ ct ivo naciona l es taría co nstituido por N3 empresas, in crem entándose así el emp leo. 31. /bid. p. 19. 32. Paul Krugman y Maurice Obstfeld, lnternational Economics, Harper and Collins, 1991 12 REFORMA ECONÚMICA Y ESTANCAMIENTO EN AMERICA LATINA Pero hay qu e ro m a r en cuenta qu e para part icipar co n éxiw en los mercados ex tern os, las empresas neces itaría n, por un periodo prud encia l, el apoyo d e prog rama s nac iona les d e incubac ión de nuevas id eas, así co mo de investigació n de mercados , la formaci ón de cuad ro s gerenciales y la ad opción d e téc ni cas d e ca lid ad. Esw es di fíc il de lograr en el co rro plazo. A la vez, las empresas nac ion a les podrían co nfro ntar o bstác ul os d e tipo no a ra nce la ri os impu es w s po r los países impo rtad o res . D e esa man era, co n difi c ultad se podría en el corw pl azo esperar un a respu es ta pos iti va del secw r ex portado r a m e la apert ura y, as í, el d esempleo se vo lvería pers istente. Esta po sibilidad la ha se ña lado St iglitz, quien ha apumado qu e al eli m in ar la protecc ión, " lo s rec ursos no pasa n d e usos de baj a productividad a usos d e a lta produ ctividad , sino de usos d e baja producrividad a un desempleo de cero product ivid ad. Ello aum enta la pobreza y di sminuye el PIB". 33 Ibarra ofrece un a d escripció n simila r: G R A F 1 1 CA MODELO DE COMPETENCIA IMPERFECTA DE KRUGMAN Y OBSTFELD . EFECTOS DE LA APERTURA EN EL COSTO PROMEDIO Y EL NÚMERO DE EMPRESAS Precio promedio p e" e"' p : e"' N4 N2 N3 Nl NS N6 Número de empresas Fuente : elaboración propia . 33. Joseph E. Stiglitz, "Giobalization and Growth in Emerging Markets and the New Economy", Journal of Policy Modeling, vo l. 25, pp. 505-524 . Stiglitz ex pone la falta de lógica de la liberación come rc ial unilateral así: " La teo ría clásica ha argumentado que los países se benefician de la eliminación de sus propias bar reras, aun si los socios come rciales no hacen lo propio. Este enfoque de desarme unilateral respecto de la liberalización del comercio ha sido ampliamente fomentado en los paises en desarrollo, pero al mismo tiempo se ha evi tado en los enfoques propios de los países que -como Estados Unidos- con mayor fuerza lo han impulsado. Estos países se han negado en general a eliminar o reducir sus barreras internas, a meno s Así se inicia la ex pli cac ión neoliberal del desarrollo. Se abandonan el key nesianismo es rari sra, en lo económico, y el nacionalismo en lo polírico. De un lado, se subraya n las fa llas gubernamema les, como causa de los principales desequilibri os es uucmrales de las economías y la incapacid ad del Esrado para susriruir a la sabiduría del mercado. De Q[ra pane, el regreso al desarrollo se finca en el ascenso de las exponaciones, dependieme de la liberalización de los mercados de producrosyca pirales. En la prácrica, sin embargo, el acrecenramienro del comercio exponador no es in sranráneo, ni es fácil co nven ido en moro r de las eco nomías en desa rrollo. En cambio, la abolición de fromeras suele ven ir acampanada de un a ava lancha de imporraciones, desuucriva de las empresas vernácul as y procl ive a la fo rmación de enclaves ex porradares pri vilegiados. Y la inversión ex u anj era en lu ga r de crear nuevas producciones y empleo, much as veces se limira a ex u anjer iza r a los mejores recursos y empresas nacionales [... )Sea como sea, la visión de los cenrros roma pree minencia. Los países larinoamerica nos liberali za n los mercados y desregulan, en la creencia de abrir las puercas a un desa rrollo rápido o de ga nar el benepláciro del primer mundo. Sin embargo, las esperanzas no concuerdan con las realidades; el rirmo de desa rrollo en más de dos décadas (1980-2000) se reduce a la mirad del que alcanzó en los 30 afias anreriores y se produce desempleo, marginación y desajusres monsrruosos en el mercado de uabajo. ~ 4 H abría que señalar qu e el desempleo resulta me de la apertura, así co mo la presión por so brevivir que las empresas nacionales enfre m an ante la producción del exte rior, pueden generar un clima de in seg urid ad enrre empresarios y trabajadores que podría lleva r a los primeros a no invert ir más y, a los segund os, a seg uir la ruta de la emigración indocumentada. Esto se volve ría más palpable si el sec tor fin anciero , al percibir la endeble situ ación de las empresas, y al expe rimenta r pérdid as por el cierre de em presas o resrructuraciones de créditos a las mi smas, redu ce la oferta de crédito al secto r privado co mo, en efe cto, ha sucedido en América Latina. 55 En es ta situ ación en que las empresas se enfreman a la reducción de ventas en el mercado imerno a raíz del desempleo, y aumentos en los costos fin ancieros por el alza del cos to del que obtengan de sus socios comerciales concesiones paralelas] ... ] La liberalización orientada a reducir los impedimentos globa les a bienes que constituyen la ventaja comparativa de los paises desarrollados ha dado como resultado el que Africa subsaha riana se convierta en la región más pobre del mundo, de hecho, en peores condiciones luego de la última serie de medidas de liberalización comercial" (pág. 511 ). 34. David lbarra, " Los vericuetos del orden internacional: la importación de reforma s", Economía UNAM, vo l. 1, ene ro-abril de 2004, pp . 7-18. 35. Adolfo Barajas y Roberto Ste in er, Credit Stagnation in Latín America, Documento de Trabajo, núm . 02-53, Fondo Monetario Internac ional, 1 de marzo de 2002 . crédito , la curva ce se desp laza hac ia c"c", dand o lu ga r a otra reducción de las empresas que participan en el mercado y al aum ento del desempl eo. Ento nces la aperrura puede provocar un pro ceso auto sostenido , o ex plosivo, de cierre de empresas, aum entos en el desempleo, emi gració n il ega l, pobreza, des igualdad y estancamiento, cuyo reverso sería un sector din ámico, también autosos renid o, de cr imen, viol encia y act ivid ades il ega les . APERTURA Y ESTANCAM IENTO E n la grá fi ca 1 se observa una relación d irecram ente proporcion al entre el prec io internaciona l más la tarifa, y el número de empresas, dado por la sección de la curva ce ames de inrersecta r la curva PP. O sea que a mayor protección correspo nde un mayo r núm ero de empresas operando en el mercado nacional. Esta relación se muestra en el cuadrante (1 ) de la grá fi ca 2, en donde N es el número de empresas y T es el precio internacional más la protección arancela ri a. Asimismo, se mues rra en el cuad rante (2) la relación directa entre el número de empresas y E, el volumen de empleo en el país, a la vez qu e el cuadrante (3) mues tra la relación directa entre empleo y demanda agregada, D. Así resulta en el cuadrante (4) una relación directa entre la dema nda agregada y el nivel de protección. Se puede obse rvar que a mayor protección co rresponde mayo r demanda agregada, en virtud de que ex iste un número mayo r de empresas que no han sido desplazadas por la competencia exte rn a. En el cuadrante (5) se muestra, co n base en el modelo de Mu rphy, Schleifer y Vishny,36 la relación emre demanda agregada e inve rsión privada, lp, mientras que el cuadrante (6) prese nta, co n base en un a relación de Harrod-Dom ar, la relación directa entre inversión privada y la tasa de crecimiento eco nómico, G. De esa manera, en el cuadra me (7) resulta una relación direcrameme proporcional ent re protección y crecimiemo económico. Se pu ede suponer que a medida que bajan los ara nceles, los co nsec uemes cierres de empresas y la redu cción de empleo ge nera n un clima de incertidumbre que aumem a en la medida que ava nza la ape rtura, de manera que cuan do la protección baja al punto z, la denu ncia agregada cae al punto x, y la inversión privada cae drásticameme, del punto wa w'. En co nsecuencia, la rasa de crecimiento eco nómico dismi nuye de gag'. És te es un caso en que un a reducción pequeña en la tarifa ha co nducido a camb ios bruscos en la inve rsión privada y el crecimiento eco nómico. 36. Kevin M. Murphy, Andrei Schleifery Robert Vishny, "lncome Distribution, Market Size and lndu stria li zation", Journal of Política/ Economy, vol. 103, núm . 3, agosto de 1989. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 13 Ante la persi sten cia d e la in ce rtidumbre, a l aumentar la dem a nda agregad a, as por ejemplo, no ocurriría un increm ento en la inversión , en vista del clima de aprehensión a raíz de la experiencia traumática de cierre de e m pres as, o por las a ltas tasas de interés en el sistema bancario. De allí que ante la apertura las economía s adquieran tendenci as al es tancamiento . En este punto Morley señala que la apertura comercial no dio lugar a una presión para exportar, n1 a un sector exportador más dinámico, ya que los ingresos de capital generados por la privatización de empresas estatales permitieron cerrar el déficit comercial sin problemas, lo que constituía, segt'tn Morley, el cierre de la brecha externa por medio de la exportación de activos. 37 Lo anterior quiere decir que si un país va a reducir sus aranceles, debe proceder en forma gradual, es decir, sólo en la medida que va desarrollando una reconversión industrial que permita a las empresas nacionales sobrevivir ante la competencia de países mucho más desarrollados, y cuando existan fuentes de ingresos fiscales que compensen por la reducción de ingresos arancelarios. G R A C 1 A 2 EFECTOS DE LA APERTURA ECONÓMICA EN EL NÚMERO DE EMPRESAS , EMPLEO, DEMANDA AGREGADA, INVERSIÓN PRIVADA Y EL CRECIMIENTO ECONÓMICO ( 1) Número (2) NUmero de empresas de empresas _? ______ _ ! - ---- PreCIO ¡ nternae~onal prote~ción Demanda Demanda agregada a~regada (5) . ' ' .' D ' X r- -- - - - - - - - - - -- -L- -- --- -- - ..• '' ' . .. •w .. .. Volu~en rancelaria 1 ' ' ' ' .. de empleo • ' ' Demanda agregad¡, (4) (3) - -------------- ' . -----~---------------- - ---- . --1----- - --- ' :w· Tasa de -- mas : 1 -- - --- -- ----T - ---- z: Inversión privada Niv~l de protección Empleo Tasa de : : crecimien to : económico : crecimientd (6) - - - - -ecOñOrñícO:- - - - G (7) G --- -- --- -- ---- - -~- - -- g go - - : - - w' - - -:- - . w - - - - - - - -- - - Inve rsión pnvada - - - - -']-'- Ni ve l de protección Fuente: elaboración propia . APERTURA Y DESTRUCCIÓN DEL CAPITAL SOCIAL E 1efecto devastador de la apertura sobre el capital social ha sido señalado por Stiglitz, quien indica que en América Latina el desempleo que ha resultado de la reducción de la 37. Samuel A. Morl ey, "¿Por qué ha decli nado el ritm o de l crec imi ento económico de América Latina'"· Desarrollo Eco nómico, vol. 42 , núm . 166, juli o -septie mbre de 2002, pp . 163- 179. 14 F REFORMA ECONÓMICA Y ESTANCAMIENTO EN AMÉRICA LATINA protección arancelaria ha conducido a brotes de violencia. 38 Este fenómeno se analiza en la gráfica 3, en donde en el primer cuadrante se muestra la relación proporciona l entre empleo, E, y protección, T, mientras que en el segundo cuadrante se presenta la relación inversa entre empleo y emigración ilegal, M. La emigración da lugar a un flujo de remesas , R, hacia 38. En palabras de Stiglitz. op. cit., p. 521 : "Se señaló con ante ri oridad có mo la liberali zació n co mercial acompaña da de tasas de interés elevadas puede ll evar a un desempleo cre ciente; a su vez, un mayor desempleo - so bre todo si es persistente- puede asoc iarse con una viole nci a acrecentada, como ha ocurrido en América Latina ". el país d e ori ge n de los emi G R A F 1 C A 3 grantes, como se mues u a en el EFECTOS DE LA APERTURA ECONÓM ICA EN EL CAP ITAL SOC IAL cuadrante (3). De esa m a nera, surge la relación del cuadrante (4) que muestra que a m ayo r Empleo (1) Empleo (2) protección co rre spond e un menor monto de remesas. E l cuadrante (5) prese nta una relació n proporcional entre emigración y violencia , V, lo que res ulta t a nto del d esempleo --- -- -- ---- _, _--~-- -- -- ~ --- - ------preva leciente, co mo también ' por la fragmentación familiar. Así, en el cuadra nte (6) res ulta Emigración il~gal Pote::=ción una relación que denota que a Remesas m ayo r protección corresponRemesas Remesas de menor ni ve l de violencia. A l po stul a rse en el cuadrante -- --- -- --- -'---' (7) que la violencia inhibe la inve rsión pri va da a raíz del clim a d e ine stabilidad qu e crea, como lo ha argumentado A lesin a y Perotti,-' 9 resulta ProtiCCión Emigración ileg !~versión wivada ' ' en el cuadrante (8) un a rela'' '' Vtolencia {6) m: (5) Violencia ción inversa enue la inversión Violencia privad a y remesas, que es un fenómeno que se observa en la ac tualidad e n var io s pa í' --- --- ---- _,_-------- -- - - - -- - --- - -- -- - -,- -------- -- -- --- ------ -,---' ' ' ses de la región . Esta últim a re lación también implica que las rem esas está n financiando los cuantiosos défi cit co merEmigración ilegal Protección Inve rsión privada cia les que han resultado de la Fuente: elaboración propia . reducción a ra nce lari a. O sea que la ape rtura se sos tiene en las reme sas qu e, a la vez, so n producto de la mi sma ape rtura . Esto sucede mi entra s la s co mpra . Si ocurriera un a redistribución del ingreso haempresas y la producción internas, así como el capital social cia menor desigualdad, la amp li ac ión del poder de comnacional , se debilitan y atrofi an. pra brindaría a las emp resas na cion a les oportunidades Se podría argumentar qu e a l manten er la protección de eco nomías de esca la y de especia li zac ión, d e manera el pa ís pi erd e las oportunidades de eco nomía s de escala que sería factible sustentar mayor producción en forma y de tec nologí as que se encu entra n en el come rcio intersostenida . Esto se mu es tra en la g ráfica 1 por el desplan ac io na l. Pero h ay que apuntar que en la reg ió n la marza mi ento de la curva ce hacia C'"C'", qu e denota el núcad a concentr ación del ingres o circ un sc rib e la ec onomía mero N5 d e empresas en operación. Estos beneficios se de m erc ado a un núm ero reducido d e ce ntro s de poder de alcanzarían sin so m eter a la pobl ación a las experienc ia s d es tructivas de de se mpleo, emigración ilegal y violenc ia qu e aca rrea la apert ura. De a llí que la g lobali zación debe 39. AlbertoAiesina y Roberto Perotti, " lncome Distribution, Politicallnstability emp eza r en casa. and lnvestment", European Economic Review, vo l. 40, núm. 6, junio de 1994. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 15 REFORMA FINANCIERA: VOLATILIDAD Y CRISIS n es rudi o recienre del FM I so bre la prese ncia de benefi cios d e ri v::~ do s de la globa li zaci ón fin ::~ nci e ra para los países en desa rrollo no enco ntró un a relación confi able entre integ ración fin anciera y crecimiento eco nómi co. El es rudi o afi rma: Poos in ves ti gac iones se ñalan un efecto pos iti vo de la integrac ión fin anciera en el crec imi ento. La mayo ría, en cambio, no encuentra efecto algun o o, en el mejo r de los casos, identifi ca un efec to mi xto. Por consiguiente, una lectura obj eti va del vasto ace rvo de trabajos de invest igación rea lizados a la fec ha sugiere que no hay ev id encias sólidas ni consistentes para sustentar el argum ento teórico de que la globali zación fin anciera por sí mi sma aporta un mayor índice de crecimi ento económi co [.. .] si bi en es cierro que la adopción de la globalización fin anciera puede dar como res ultado mayo res enrradas de capital, es poco probabl e que de suyo provoqu e un crecimienro más rápido [...] Asimi smo , el análisis sugiere que el acerca mienro a la globali zac ión fin anciera deberá emprenderse con ca utela, y so bre la base de instituciones sa nas y marcos macroeconómicos adecuados como precondiciones .40 Esto se puede relacionar con el estudio de Rodrik sobre los efectos de la liberación de la cuenta de capital, que aporta pruebas de que en la región la principal fuenre de in certidumbre de los sa larios es la incertidumbre en el crecimiento econ ómico, la cual a la vez se determin a por la vol atilidad de las entradas de capital. 41 En esta situación no se puede esperar que las enrrad as de capital fomenten la inversión privada y conrribuyan así a poner fin a las tendencias recesivas ya que, como lo ha apuntado Stiglitz, "no es posible crear nuevos trabajos y empresas con dinero que de un día para otro puede entrar y salir".0 2 Por otra parte, la evidencia empírica no favorece el precepto básico de la reform a finan ciera , que es la contribución de la tasa de interés real positiva a la movilización del ahorro nacional. Es tudios de Giovanni y de otros autores han indicado que no existe una relación de esta naturaleza. 43 Asi- U mi smo, un est udi o del FM I enco ntró qu e en países de bajos in gresos per cá pita es ta relac ión no ex iste.4 4 Al conrrari o, la alta tasa de interés, as í co mo la reform a fin anciera mi sma, se han identifi cado com o determin antes de cri sis ba nca ri as por Ka min sky y Reinh arr .41 Por su pa rte M orley atribuye a las altas tasas de interés res ultantes de la lib erali zación fi nanciera un papel en el aum ento de la pobreza en va rios países de la región.46 Tambi én se ha argum entado que la entrada de recursos ex ternos compl ementa el ahorro interno y así co nstituye un medio para aumentar la inversión . Es te argumento no toma en cuenta la vasta literatura que se inició en los años sesenta, y que indica que el ahorro externo desplaza al ahorro interno . De hecho , Sti glitz argumenta que las entradas de capital a Améri ca Latin a en los años noventa fin anciaron los aumentos de gas tos de consumo: La entrada de capitales no impul só un res urgimiento de la inversión rea l. Segú n cierros cá lculos, gran parte de ese capital se Ll[ili zó sólo para fin anciar un aum enro del con sum o [.. .] Por ejemplo, entre 1990 y 1996, mientras que la inversión aum entó en 166 400 mill ones de dólares, el ahorro sólo se incrementó en 132 400 millones de dólares. Si la tasa de ahorro se hubiera mantenido co nstante al nivel de 199 0 (co mo porcentaje del PI B), el ahorro hubiera aumentado casi en el mi smo monto que la inversión, lo que significa que América Latin a no hubi era tenido que pedir prés tamos en ese peri odo .47 Por otra parte, habría que señ alar con relación a la inversión extranj era qu e ha ingresado en la región en los años noventa , que és ta se ha dirigido a un pequeño grupo de países. D e hecho , el porcentaje de inversión ex tranj era destinada a las nacion es de bajo ingreso di sminuyó en este periodo. Tambi én hay pruebas de que la inversión ex tranj era ha desplazado a la inversión privada nacional. 48 44 . Masa o Ogaki, Jonat han D. Ostry y Carmen M. Rei nha rt, Saving Beha- vior in Low and Middle lncome Countries: A Comparison, Documento de Trabajo, núm . 95-51, Fondo Moneta rio In ternacio nal, enero de 40. Eswa r Prasad, Ke nnet h Ro golf, Shang -J in Wei y M. Ayha n Kose, Effects of Financia/ Globalization on Developing Countries: So me Empirical Evidence, Fondo Moneta rio Internacional, 17 de marzo de 2003 . 41 . Dani Rodrik, Why /s There So Much Economic lnsecurity in Latin America '· Documento de Trabajo, John F. Kennedy School of Government, octubre de 1999. 42. Joseph E. Stig li tz, op. cit. 43 . Alberto Giovan ini, "The lnterest Ra te Elastici ty of Saving in Develop ing Countries", Wo rld Development, vo l. 11, ju lio de 1983, y "Saving an d the Reall nterest Rate in LDC's ", Journal of Development Economics, vol. 18, núm . 2, agosto de 1985. 16 REFORMA ECONÓMICA Y ESTANCAMIENTO EN AME RICA LATINA 1995 . 45 . Graciela Kaminsky y Carmen Reinhart, " The Twin Crisis: The Cau se s of Bankin g and Balance of Payments Prob lems", American Economic Review, vol. 89, núm . 3, junio de 1999, pp . 473-500. 46. Sam uel A. Morley, Poverty and lnequality in Latin America, The Joh ns Hopkins University Press, 1995. 47. Joseph E. Stiglitz, "E l rumbo de las reformas. Hacia una nueva agenda para América Latina", Revista de la CEPAL, núm. 80, agosto de 2003, pp . 7-40 . 48 . Estos puntos se encuen tran en Piere -R ichard Agenor, "Benefitsand Costs of lnternational Financiallnteg ration : Theory and Facts ", The World Economy, pp. 1089-1 118. PERSISTE LA RELEVANCIA DE LA SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES ron demasiado reducidas; las políticas com erciales e industriales tuvieron muy poco que ve r con el es tallido de la crisis".50 U na de las principales razo nes pa ra impulsa r los prog ra m as de reform a eco nó mica radica ba en el a rgumento de que el m odelo de indu strializació n basado en la sustitució n d e importacio nes estaba agotado y que no consti tu ía un m eca nismo propulsor del crecimiento económico. D e allí que había q ue ca mbia rlo -y se ca mbió - po r uno d e ap ertura y liberació n comercial, con los res ultados ya a nal izados. Sin emb argo, es tudios recientes no h a n enco ntrado ev id encia d e q ue el m od elo de sustitució n d e impo rtaciones estuviese agorad o, o que no con stituya un a legítim a es trategia de d esarrollo. R odrik muestra que entre 1960 - 1973, el p eri od o cl ásico de la su stitució n d e imp o rtacion es en la regió n , la productividad to ral d e los fa cto res d e A m érica Latin a creció a un a tasa a nua l de 1. 8%, supe rior a la de 1.3% co rres po ndi ente a los países de As ia del es te. Ta l res ultado conduj o a R odrik h a conclui r: " D e hab er llegad o el mundo a su fin en a lgún m o m ento a m edi ados del d ece nio d e los se tenta, la !SI [industri ali zació n p o r m edio de su st itució n d e im portacion es] no h abría adquirido ta n m a la re putació n , y el milagro del es te as iá tico no oc upa ría el luga r cen tra l que hoy t iene e n el p ensa miento en to rno al d esa rrollo". 49 También se ha culpado a la sustitución de impo rtacio nes de ser la causa de la crisis de deuda externa de los años ochenta. A l exa mina r el caso de los países con problem as de deud a externa en esos años, Rod rik no encontró sustento pa ra tal acusación , ni pruebas de que las distorsiones de precios relativos expliq uen los problem as de endeuda miento externo: "En los países que experimentaron una crisis de deuda, ésta fue producto de p olíticas moneta rias y fiscales incompatibles con bala nces ex ternos sostenibles : en ellos la reducció n y la transferencia de gas to fu e- C U A ¿ECONOMiAS DIRIGIDAS? O tro a rg ume n to ex presa d o p a ra jus tifica r las reform as desca nsa en que el pa pel d el Estado en los países de la región era dem asiado importante, con reperc usio nes negativas en la ac tividad d el sector privad o. Ya se h a se ñ alado que, al contra rio , la inve rsión púb lica constituye un efic az soporte d e la ac tiv idad privad a . Pero t a mbié n h a bría que señ a la r que en el caso d e los países d esa rroll ados la pa rticipaci ó n del sec tor público en la ac tiv idad econ ómica aumentó d e continuo en el p eri odo 19 50-1 98 0 (c uadro 3 ) , sin que ello h aya disminuido la acció n d el sector p rivad o. El error de eliminar el p apel fund a m enta l del Es tado en la for mul ació n y la ejecució n d e la p olítica econ ómica ha sido expues to p o r Mm·ley en es tos té rminos: Las reformas del Conse nso de Was hingro n no deben ser emendid as como una guía para retirar al gobierno de rodas las ac tividades qu e tienen un efecro en los mercados . El gobi erno por neces id ad tiene que interve nir en las ac ti vidades en las que el mercado librado as u pro pia dinámica se desempeña de modo inapropi ado o francamente mal, as í como en aquellas cuya mera es un a tasa de crec im ie nro más elevada. La lección de la ex periencia reciente de América La ti na es que los mercados po r sí solos no ga ranti za n un crec imiento rápido y estable. Se hará necesaria u na ali anza pos itiva entre un go bierno refo rmado, el sector privado y los inve rsion istas exna nj eros para que las eco nomías de la región rero rn en a un a u ayecto ri a sa ti sfacror ia de crecimienro. 51 D R 3 O PARTICIPACIÓN DEL GASTO PÚBliCO EN EL PRODUCTO INTERNO BRUTO DE PAISES SElECCIONADOS, 1938-1985 (PORCENTAJES) Francia Alemania Japón Países Bajos Reino Unido Estados Unidos Ita lia 1938 1950 1965 1973 1982 1985 21.8 42.4 30.3 21 .7 28.8 18.5 29.2 27.6 30.4 19 .8 26.8 34.2 22.5 30.3 38.4 36.6 19 .0 38.7 36.1 27.4 34.3 38.5 41.5 22.4 45.8 40.6 36.6 37.8 51.1 49.4 33.7 61.6 48 .2 30.5 47.6 52.4 47 .2 32.7 60 .2 47.7 36.7 50.8 Fuente: Nouriel Roubini y Jeffrey Sachs, " Government Spending and Budget Deficits in the Industrial Countries", Econ omic Palie y, abril de 1989, pp. 100-132. 49 . Da ni Rodrik, "Giobalisation, Socia l Conflict and Economic Growth", The World Economy, vol. 21, núm . 2, marzo de 1998, p. 146 . 50. D. Rod rik, op. cit. 51. Samue l A . Morley, op. cit. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 17 el crecim iemo de la prod uctividad.[ ... ] (Puede alg ui en suger ir que se ace leren las re form as¡>~ LAS TAREAS HACIA EL FUTURO C En los países europeos la fuerte prese ncia del secto r público fue un medio efi caz pa ra la recon strucción de las eco nomías después de la segunda guerra mundial , el ap oyo a la recuperación de la inversión privad a y, en especial, el a fin camiento de un m arco social que promoviera la equidad y la forta leza de la cohesión soci al. En la regió n, en desa fío de la histori a, después de años difíciles de crisis de deuda y de conflictos bélicos en algunos países, en varios países se procedi ó a la liberali zación económica, y a la reducción del Es tado , cuando h abía mucho por hacer para atender las necesidades soci ales y apuntal a r a l sec to r privado, ge nerándose as í un vacío en el que lo que crece es la violenci a. C omo un punto fin al en el análi sis de las refo rm as, cabe citar el importante trabajo de C orrea, quien hace un a evalu ació n empírica de los efec tos de las reformas en los pa íses de la región y concluye : En una búsqueda sistemát ica y obj etiva de la especificación óptim a, deberíamos concluir que es tas reformas es tán reduciendo el crecimiento, la inve rsión y el crecimiento de la producti vid ad [... ]la única relación robu sta es la del índ ice de fl exibilización laboral (LAB) con los res iduos del modelo de Solow, pero la co rrelación es negati va, lo que indicaría que la fl ex ibili zación laboral está en rea lidad perjudica ndo 18 REFORMA ECONÓMICA Y ESTANCAMIENTO EN AMÉRICA LATINA on el fi n de em prend er esfuerzos basados en acciones e in stru mentos ya reconocidos po r su efi cac ia pa ra impulsa r el crec imi ento y el desa rro llo eco nó micos, el pun to de pa rtid a de bería consisti r en imp ulsar de m a nera p riorita ri a el desa rroll o social, en part icul ar la edu cación . La ev idencia hi stórica de los países hoy desar ro llados indi ca que su des pegue econó mi co fue preced ido de aum entos con sid era bl es en sus grados de educación .53 Asimismo, es ex tensa la literat ura sobre los efectos pos iti vos de la edu cación en el desa rro llo eco nómi co . Co n base en di ch a inform ació n se fo rmul a el m odelo presentado en la gráfi ca 4 . En ella se ind ica qu e la educación cond uce a un incremento del crecimiento económi co, lo que ha sido cua nt ifi ca do en la reg ió n de forma tal que un aumento de un grado en el pro medio de educación de la población co nduce a un aumen to de la tasa de crecimiento de 1.4% .54 Al a vez, se postul a que el aumento en la educación co ntribuye a redu cir la co nce ntrac ió n en la di stribució n del ingreso, co mo lo indican trabajos recientes que seña la n que el principa l facto r determin ante de la diferencia en los índices de desigualdad entre los países es la diferencia en los grados de educación." Además, el aumento de ésta contribuiría a reducir la po breza, ya qu e h ay pruebas de que en los pa íses de la zo na la prob abilid ad de que alg ui en se en cuentre en es tado de pobreza di sminuye a medid a que aumenta su grado de escol arid ad .56 A la vez, la pob reza dism inui ría también a raíz del efecto po sitivo del crecimiento eco nómico, dad a la evidencia de que un aumento de 1% del ingreso per cápita conduce a un a 52. Rafae l Co rrea, "Refor mas estructu rales y creci miento en Amé rica Latina: un análisis de se nsibi lidad", Revista de la CEPAL, núm . 76, ab ril de 2002, pp . 89 -107. 53. Richard Esterlín, "Why lsn't the Whole World Developed' ", The Journal of Economic History, vo l. 41, 1981. 54. Banco Inte ramericano de De sa rrollo, Informe de Progreso Económico y Social1997, Washington. 55. Véase, entre ot ros, Francoi s Bourguignon y Christian Morrison, " lncome Distribution, Deve lopment an d Fo reign Trade: A Cross-sectora l Ana lysis", European Economic Review, vo l. 34, núm . 5, septiembre de 1990; George Psacharopoulos et al, "Poverty and lnco me lnequa lity in Latm Ame rica", PRWP, núm. 1504, Banco Mundial, agosto de 1995. Un estudio reciente de América Latina que cuantifica el efec to de la educació n en reducir la concentración de la distribución del ing reso es el de Samuel A. Mo rl ey, " Efectos del crecimiento y las reformas econó micas del ingreso en América Latina" , Revista de la CEPAL , núm . 71, agosto de 2000, pp. 23-4 1. 56. Jere Behrman, lnvesting in Human Resources, Ban co Interame ricano de Desarrollo, 1993 . disminución de la pobreza de 1.1%. 57 También la pobreza disminuiría debido a la reducción de la desigualdad. 58 La des igualdad también di sminuiría g racias al aumento del crecimiento económ ico, ya que se ha encontrado que en la región la des igualdad va ría en forma inversa del a u mento del producto.59 En forma recípro ca, la tasa de crecimiento económi co aumentaría a raíz de la di sminución de la desig ualdad, en vis ta de la ev idenci a presentada por varios autores. 60 De acuerdo con lo presentado por Fajnzylber, Lederm an y Loayza, otros benefi cios de este es fuer zo de fom ento a la educación radica n en que el aumento del crecimiento económi co, así como las reducciones de la des iguald ad y de la pobreza, contribuirían a disminuir la violencia .61 La reducción de la violencia conduciría al aumento de la inversión privada , de acuerdo con los cálcu los de Alesina y Perotti. 62 La inversión también sería impulsada por la redu cción de la desiguald ad, según los resultados empíricos para la reg ión presentados por Cáceres 63 para los países de América Lat ina, y aumentaría también debido a la reducción de la pobreza, según el modelo de Murphy, Schlei fer y Vishny que postula que la inversión aumenta en forma proporcional a un umbral de demand a agregada. 64 El aumento de la inversión redundaría en un incremento de la tasa de crecimiento económico, atizando as í el círculo virtuoso. El punto que se debe resa lta r es que al aumentar el crecimiento económico aumentarían los ingresos fiscales lo que, contrario a los modelos d e reformas , garantiza la sostenibilidad de los crecientes esfuerzos para aumenta r la educación. El periodo de es tan ca miento, volatilidad y cri sis de la región después de las reformas no debe ser seguido de la aplicación de nuevas reformas de cuarta, quinta o ze ta ge neración. La experien.c ia reciente enseña que no es conveniente efectuar reformas sin tener una base de pruebas empírica sólida de que sus frutos van a ser positivos. Dada la evidencia em pírica en torno de sus efec tos negat ivos, y ante el descono cimiento de 57 . 58. 59 . 60. Véase, entre otros, S.A . Morley, op. cit. Psacharopoulos et al., op. cit. S.A . Morley, op. cit. Véase entre otros, A lberto Alesi na y Roberto Pero\ ti, The Political Economy of Growth: A Critica/ Surveyof the Recent Litera ture and So me New Results, Harvard University, 1992 . 61 . Pab lo Fajnzylb er, Daniel Lederman y Norman Loayza, "(r im e and Victimi zati on. An Econ o mic Perspect ive", Economia, vo l. 1, núm . 1, otoño de 2000, pp . 219-302 . Estos autores han estima do que un aumento de un punto porcentual del coeficiente de Gini conduci ría a aumentos de 3.7% en la tasa de homicidios y de 4.3 % en la ta sa de robos. 62. A . A lesina y R. Pero tti, op. cit. 63 . Lui s Ren é Cáce res, " Distribución del ingreso e integrac ión económica", El Trimestre Económico, vo l. 67, núm . 2, abril-junio de 2000, pp . 30 1-319 . 64 . K. Murphy, A . Sch leifer y R. Vis hny, op. cit. G A R F 1 CA 4 EFECTOS DE LA EDUCACIÓN EN EL DESARROLLO ECONÓM ICO ~ - Crecimien to eco nómico Violencia r-- ,...; Recaudación fiscal 1 rEducación r- Red ucción de la pobreza Reducción de la desig ualdad ~ "\.._ Inversión Fuente : elaboración propia . que otra ronda de reformas va a arrojar resultados positivos, lo procedente es reflexionar a profundidad sobre las medidas que se deb erían tomar para recomponer las mismas, efectuando cambios profundos a sus elementos m ás peligrosos y tomando en cuenta las particularidades de cada país , así como las experiencias de países que han tenido éx ito en sus esfuerzos de desarrollo, antes de caer en otra racha reformista. La ex perienci a de la primera, segunda y tercera generaciones de reform as obliga hacer referencia a un artículo publicado en The WalLStreet}ournaldel4 de agosto de 2004 que cita el comenta rio de un diputado de Rusia sobre las reformas que en su país se sometieron al Congreso recientemente , elimi lundo beneficios a la población más vulnerable a cambio de pagos en efectivo: "Los científicos experimentan primero en anima les; pero nuestro gobierno está experimentando con la gente, en todo el país. En el caso de la región ya hay suficientes prueba s que demuestren que los experimentos deben concluir, y que hay que reconocer que, como apunta Stiglitz: ' la sum a de los fracasos convierte a la reforma de las reform as en una imp er io sa necesidad ' ". 65 @ 65. Joseph E. St iglitz, op. cit. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 19 Apertura y pobreza : ¿qué clase de apertura ? L a po breza persiste en grados con siderables ta m o en la m ayo ría de lo s países del ll am ado tercer mundo como en los del primero . Las form as de medirl a son diferentes , lo que difi culta las comparaciones . En los primeros se utili za un indi cador ba sado en la posibilid ad de compra d e un a ca nas ta bási ca mínima que permita la supervivencia , y se añade a esa ca nas ta un conjunto de servicios necesa rios como vivienda y t ranspo rte. Es te indicador define un a línea de pobreza. C on excepción de Estados Unidos, en los países del primer mundo se utili za un indicador que toma en cuenta sólo la di stribució n del ingreso. La pobreza en es te cas o se con sidera relativa: po r debajo de 50 % del ingreso promedio es ser po bre. El conjunto de las medi ciones de la * 20 Pr ofe sor y d irecto r científico de la rev ist a Tiers Monde. COMERCIO EXTERIOR, VOL. 56. NÚM. 1, ENERO DE 2006 PI ERRE sALAMA * pobreza es arbitra rio pues con frecue ncia sólo se tom an en cuem a los in gresos monetarios y se descuidan los diversos mecanismos de solidaridad no merca nt iles. Por ejemplo, se ignora la subj etividad de los individuos que se pueden se ntir pobres po r muchas o tras razones como la d e no poder cumplir compromisos transmitidos en alguna medid a por códigos de valor heredados. En los ll amados países subdesa rroll ados des taca n dos fenóm enos, presentes ta mbién en el mundo desarrollado pero menos visibles: el crecimiento fo mem a des iguald ades cada vez mayores emre el capital y el trabajo y en es te último desde hace m ás de 20 años. Las leyes del mercado no conducen a un a di sminu ción de la pobreza cuando el crecimiento es m odes to y volátil com o en A méri ca Lat in a, y cuando es fuerte sus efectos potencialmente pos itivos se co ntra rres tan de ma nera pa rcial po r el gran a u mem o de las des iguald ades como en el caso de C hina. La evolución de la pobreza depende en último an álisis de tres factores: la tasa de crecimiento , el grado de las desigua ldades y la va riació n de és tas . E ntre más alto sea el nive l de las des iguald ades , habrá menos posibilidad de que el crecimiento disminuya la pobreza si di chas desigua ld ades perm anecen constantes (crecimiento neutro desde el punto d e vista de los efectos de la di stribución) , y a la inversa: si las des ig ualdades se acentúan es necesario lograr una mayo r tasa de crecimiento para di sminuir la pobreza, siempre que las desigualdades perm anezca n es tables. El hecho es que en América Latina el grado de las des igualdades La apertura puede permitir un aumento de la tasa de crecimiento, pero sólo si se acompaña de medidas que no tengan que ver con el libre comerczo es muy elevado y el crecimiento es modesto. La volatilidad de es te crecimiento se traduce en un incremento de las desigualdades muy pronunciado durante la crisis y que tiende a co ntinuar al inicio de la recuperación. Esto es lo que expli ca la persistencia de la pobreza en ta nto que las altas tasas de infl ación dejaron de producir pobres en m asa . 1 La pobreza se mantiene elevada en A mérica Latina, disminuye li gera mente en los periodo s de gra n crecimiento, aumenta de m a nera drás tica cua ndo se presenta un a cri sis eco nómica y se es tanca durante las fases inici ales de la recup eración . Las acciones g ubern a mentales acentú an es ta 1. La transi ción de un a economía con altas tasas de inflac ión hacia un a economía con baja s tasas al princi pio de losaños nove nta ha dad o como resultado una di smin ución de las des igualdades cuyo efec to es una redu cció n de la pobreza evo lu ción: mientra s se esperaría que dura nte las fases de recesión se protegiera so bre todo a los sectores m ás vulnerables, ocurre lo contrario . Asimi smo , la elast icid ad de los gas tos sociales con respecto al producto interno bruto (PIB ) per cápita tiende a aumentar en los periodos de crecimiento, pero en la s fa ses recesivas, por presiones del Fondo Moneta rio Internacion al (FMI), los gastos sociales disminuyen cuando deberían aumentar, ya que los pobres resienten co n mayo r intensidad la recesión que los dem ás estratos de la població n. Por cada 1% de disminución del PIB per cápita los pro gram as dirigidos a los pobres bajan 2%; la mitad de es te efecto se debe a la disminución del PIB y la otra al aumento del número de pobres. Se ca lculó el número de años que M éxico necesitaría para cerrar la brecha entre el nivel de in gresos obtenido por ellO% de los m ás pobres, luego por ellO% de los siguientes y así suces ivamente , basado en el sa lar io mínimo de 1977, a pa rtir de dos hipótesis .2 El crecimiento se considera neutro desde el punto de vista de la di stribución de los in gresos; la tasa de crecimiento es regular y llega a 3% anual. Con la ay uda de es tas hip ótes is, la población que se encuentra en el primer dec il (los más pobres) debería espera r 64 años para que sus ingresos llegara n al umbral de la pobreza, la del segundo decil sólo tendría que espera r 35 años, y la del siguiente decil nada más 21 a ños. Esto significa que es inútil esperar que el crecimi ento por sí mi smo sea una so lu ción ráp id a del problem a d e la pobreza. Algunos eco nomista s h a n rea li zado 2. N. Lu stig , " La desigualdad en México" , Eco nomía de Améri ca Latina : las dimension es sociales de la crisi s, Revis ta CET, núms. 18 y 19, Méx ico, 1989. 21 simul ac io nes inreresa nres para Brasil. ·1 El método consiste en suponer un in greso medi o co nsta nre del pa ís y apli ca r la curva de Lorenrz (mi smo perfil de la di stribución de los in gresos) de otro país menos des ig ua l. Si Bras il presenta ra la mi sm a di stribució n que C ol ombia , la pobreza se reduciría en ocho punros. Estudios reci entes, conocidos co mo del M ilenio, intentan acl a rar las condi ciones po r las que el nivel de pobreza de 199 0 debería di sminuir a la m itad de aquí a 2015 : sería necesario que el crecimiento fuera más elevado que el g rado de las des igualdades. Por el co ntrario, la di sminución de las des igua ldades permitiría alcanza r este objetivo co n una tasa de crecimiento m ás débil. Los prim eros res ultados justifica n el escepticismo con res pecto a las capacidades de las leyes del mercado: al proyec tar la evolució n (crecimiento y distribución ) de 199 0 a 2002 se obse rva que se necesitaría n 27 años en M éx ico, pero 102 a ños en N icaragu a y 24 0 años en Honduras para alcanza r ese obj etivo, a menos que se evite que el mercado "lleve a ca bo sus m alas acciones". 4 En Brasilia pobreza disminuirá 37.6% en 201 5, en lugar del 50 % esperado si ese pa ís continúa con la trayectoria de 1990 a 2002. Por el contrario , el caso de C hina podría provocar cierto optimi smo, al m enos a corto pl azo: la tasa de crecimiento ha sido muy elevada desde hace m ás de 25 años, la pobreza pasó de 50 a 10 por ci ento de 1980 a 1996 , en promedio , las desigualdades region ales eran notables, pero con posterioridad se estancaron a pesar del alto crecimiento . Las razones de la incapacidad de reducir aún m ás la pobreza son muy sencillas: el sociaLismo de mercado es excluye nte. El índi ce de Gini , indicador de la desigualdad, p asó de 2 8 a 45 por ciento entre 1981 y 200 l. En la historia del capitalismo es te avan ce de m ás de 50 % en las des igualdades en 20 años es un récord: es más alto que el que sufrió Argentina dura nte los años noventa. Mientras en otras partes el índice crece con m enor rapidez, enm asca rando desigualdades entre las clases (las cl ases medias se empobrecen en favor de las altas) , en este caso dio un salto, y esta explosión de las d esigualdades anuló a pa rtir de 1996los efe ctos benéficos del crecimiento sobre la pobreza.5 n primer luga r el aumento del comercio exterior h a sido en promedio mucho m ás elevado que el del PIB en los últimos 3 0 años. D e manera natural viene a la m ente la idea de un a relación causa l entre el crecimiento del PIB y el del comercio exterio r. Muchos economi stas con sidera n que la única m anera de aumenta r la tasa de crecimiento del PIB es permitir que el m ercado opere con lib ertad una do tación óptim a de los recursos de cada país gracias al libre comercio. Algunos economistas 7 consideran (adem ás) que la apertura de las eco nomías , co mo co nsec uen cia de la adop c ió n de un a política de libre comercio que reconoce las virtudes del m ercado , debería llevar a los países que cuentan co n una elevad a propo rció n de m a no de obra no ca lifi cad a y p oco capital a especializarse en la producción y la exportación de productos m anu fac turados mediante el uso intensivo de esa man o de obra. La apertura de un a econo mía no significa necesa riamente el reconocimi ento de las virtudes de las leyes del mercado . Co n frec uen cia es res ultado de una políti ca deliberada del 3. R. Paes de Barros et al., O impac to do crescimen to económico e de redw;óes no grau de desig uldade sobre a pobreza, Texto par Discussao, núm . 528, 1997, y R. Paes de Barros et al., Poverty, lnequality and Macroeconomic lns tability, Tex to par Discussao, núm. 750, 2000. 4 . J. Ros, El crecimien to económico en México y Cen troamérica. desempeño y perspectivas, CEPAL, Serie Estudios y Perspectivas, núm. 18, Santiago, Chile, 2004. 5. Sin emba rgo, la gran dismi nución del grado de pobreza a partir de 1976 en China, y más rec iente en la India, explica la disminución promedio de la desigual dad, que pasó de un o a nueve a fina les del sig lo XIX, de uno a 30 en 1960, y de uno a 60 a principios de los años noventa, en tanto que si se cruzan las desigualdades entre las naciones y las que persisten dentro de cada una de ellas, el aumento de las desigualdades disminuyó en los últimos 20 años. El alto crecimiento de Chi na acerca el ingreso medio de este país al de los países desa rrol lados, y a pesar de que las desigualdades se han ace ntuado, en la econom ía mund ial ha n dejado de aumentar rela tivamente, a pesar de que la globalización se ha incrementado. Véase N. Birdsall, Asymetric Globalization : Global Markets Require Good Global Politics, Working Paper, núm. 12, Center for Global Development, 2002. 6. JP. Cling et al., "La croissance ne suffit pas pour réduire la pauvreté", Revue Franr;aise d'économie, vo l. XVIII, núm. 3, Pa rís, 2004. 7. Banco Munidal, Globalización, Growth and Poverty· Building an Inclusive World Economy, 2004 . 22 APERTURA Y POBREZA La acelerac ió n del crecimi ento es un facto r que in cide de m anera positi va en el nive l de pobreza siemp re que las des iguald ades no aum enten demas iado. 6 En la 1iteratura eco nóm ica, la apertu ra se presenta co n frec uencia com o un facto r qu e ace lera el crec im ien to eco nó mi co. T ras la ex pres ió n apertura se esco nde el deseo, o los co mpro mi sos co nrra ídos co n el FMI o co n la Orga ni zació n Mundi a l del Co mercio (OMC), de q ue la apertura sea el efecto de un a políti ca de li bre co mercio. Pe ro la apertura puede ser tam bi én pro du cto de un a política eco nó mica que tiende a co nr rolarla, co n tipos de ca mbio m óv iles, tasas de inrerés preferencia les, subsidi os secto ri ales y un pro teccio ni smo selectivo y temp oral. D e ahí q ue los efectos sobre la pobreza sea n di fe rentes en cad a caso . El obj etivo de es te artículo es anali za r los efec tos de la globali zación com ercial en el crecimi ento y la po breza. DOS O TRES ACLARACIONES ANTES DE DECIR MÁS TONTERIAS ... E R E C U A D R O 1 LOS OBJETIVOS DEL MILEN IO EN BRAS IL L No han cons id erado los efectos red ist ribuitivos del programa de becas deberían ser más o menos alcanzab les. Sin embargo, caben dos familiares. Aunque modestas, in clu so en extremo si se compa ran con los obse rvac ion es respecto a la amplitud de la pobreza. La primera se gastos destinados al servicio de las deudas púb li cas interna y externa, la refiere a su reducción. Se explica como consecuencia del éxito del Plan redistribución que se logra con ese plan reduce la pobreza y en especia l a pobreza ha disminuido desde 1990 y los Objetivos del Milenio Real, de 1993 a 1995. La desaparición de las altas tasas inflacionarias la pobreza extrema. Se puede considerar que si el plan se extiende en produjo una redistribución de los ingresos a favor de los sectores verdad a más familias, y si las sumas destinadas a ese plan aumentan, más pobres y las desigualdades disminuyeron. Esta reducción de la s Brasi l alcanzará el objetivo. Hay que añadir que los demás objetivos se desigualdades es la que explica la disminución de la pobreza. A partir de deberán cump lir también: 94.7% de los niños de 7 a 14 años deberán esa fecha, las desigualdades no mostraron una tendencia a la baja, haber comp letado el cic lo esco lar básico, la des igualdad de género ya se por el co ntrario, y el bajo crecimiento exp li ca que se mantenga el habrá sup rimid o en la enseñanza básica, se deberá log rar la reducción alto ni ve l de pobreza. Por lo ante ri or, prolongar la tenden cia de de la s dos terceras parte s de la mortalidad infanti l; de igua l manera, 1990 a 2002 hasta 2015 es de alguna manera artificial, ya que esta es necesario que se reduzca a la mitad el número de personas que no reducción está lejos de haber sido regular en esos 12 años. La segunda tiene acceso al agua potab le; a pesar de los avances en curso, aún falta observac ión se refiere al método que siguen los expertos en estadística . el acceso al alcantarillado. Es tado: los subsidios a la exportac ió n, las políticas de tasa s de imerés selectivas, el proteccioni smo temporal y select ivo, un a política industr ial act iva, han ca rac terizado las fo rmas y las secuencias de la apert ura de los principales países as iát icos durante los últimos 40 a ños. Ta mbi én se sabe que la apert ura de las economías produce sob re tod o especializaciones por ra mas con base en la as ignación relativa de los factores de producción. Los países que com in úan especia l izados en productos prim a rios, agrícolas y minerales, estarán ma rgin ados del co mercio intern acion al a menos que industrialicen su agr icultura co n tec nologías de puma, tanto en los in sumas como en los bienes de cap ita l (los casos de C hil e y Argentina). La estr uctura de l co mercio internaciona l de los pa íses en desar rollo se ha tran sfor mado de m anera pro funda desde hace poco m ás de 20 años. E n 1980 , 25% de las exportaciones de esas eco nomías cons istía en productos m a nu fact urados ; en 1988 el porcemaje se elevó a 80%, y a pa rtir de entonces ha seguido creciendo .8 Estos pocos países ha n orientado sus exportacio nes hacia productos m anufacturados. Los dem ás, las naciones menos desa rroll adas, está n cad a vez m ás margin ados en el comerc io intern ac ion a l. Esta nu eva orientación no co rres po nde a un a es pecia lizació n de ac uerdo co n los cá non es de la teo ría pura del com ercio in ternacional. ') En segundo lu gar, como siempre, la rea lid ad es más compleja de lo que parece. Las eco nomías asiáticas emergemes, por ejemplo, pudieron benefic iarse de las ventajas vincu ladas co n las as ignaciones rel ativas de factores (sobre todo la mano de obra barata y poco protegida), pero por una parte son ventajas co n costos absolu tos del tipo enun ciado por Sm ith, 10 y por otra sólo se trata de obtener ve m ajas más efectivas . El costo de su ma no de obra les ha permitido obtener ventajas absolutas so bre un número muy res trin gido de productos, cuando había un espectro de técnicas que permitían utilizar combinaciones productivas poco intensivas en cap ita l con posibilidad de sustitui rl as por combin aciones intens ivas en ca pita l y que so n m ás renta bles. A partir de esta ventaja pudieron, gracias a una política industrial activa, fl exi bilizar su aparato prod uctivo o rientado a la manufactura de productos que requieren más capital y m a no de obra ca lificada , que son de mayo r rentabilidad. Tanto en el caso de Corea, Taiwan y Brasil co mo en el de C hin a, se observa la tendencia hacia un a mayor tecnificación, a pesar del bajo costo de su mano de obra. La verdadera ame naza para los países d esarro llados , a un plazo m ás o menos co rto, no es que se especiali cen en pro du ctos ricos en m a no de obra no calificada, sino que compita n con las empresas loca lizadas en esos países con bienes de a lta tecno logía, intensivos en cap ital, utiliza ndo una mano de obra ca lifi cad a mal remunerada.'' Su crecimiento está financiado po r un dob le proceso de ac umulación primitiva: el primero , en se ntido m arxista, que tiende a sobre- 8 . /bid, p. 45. 9. /bid., sección C. 1O. No confundirlas con las ventajas comparativas del tipo de Ricardo versión Hecker-Ohlin, como ocu rre con frecuencia . 11. "The Three Sca riest Words in us lndustry: Cut Your Price .. ",Business Week, 6 de diciembre de 2004 . COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 23 explo ra r la emi g rac ió n d el ca mp o a las ciud ad es al imp o ner un a gestión libre de Slt fuerza de trabajo; la seg und a, nueva y o rig in al, co nsiste en aprovecha r las ga nancias obtenid as por las e m presas q ue u t i1iza n mu cha m a no d e obra ma l re m un erad a pa ra invenir en secrores co n tec nología m ás co mpl eja, y utiliza ndo una ma no de o bra más ca lifi cad a, mejor re mu nerad a qu e la que no es ca lifi cad a, pero co n in gresos mucho meno res co mpa rados co n los vigentes en las eco nomías semi ind usrrial izad as. En te rce r lugar, la apenura co merc ia l impo ne nuevas reglas del juego a las eco nomías se miindusni ali za d as . Al no ser ca paces de benefi cia rse de las ve m ajas ligad as a la compe titivid ad fuera de cosros, sa lvo pocos países y en un número res ningido de p roducros, sufren la co mp etitivid ad vía precios, m ás imensa a m edid a que se abren co n m ayor rapid ez al ex terior. Las emp resas se enfrem a n a m e la opción d e ad aptarse o d esaparecer, a m enos que imem en un a terce ra vía, que podría ser la d e bu sca r ay uda -direc ta e indirecta- d el Estado y adopta r un a política malthusiana sobre los sa larios y el empleo cuando sea pos ible. C ua ndo la diferencia de los cos ros unirari os del n abajo (sa lario rea l con relación a la producti vidad) asociad a a un tipo d e ca mbio sobrevalu ado es muy impo n am e, la p robabilid ad d e d esapa ri ció n d e las emp resas es fac tible, pues ca recen de sufi ciem e re m abilidad .1 2 Es to se h a observado, en m ayor o menor m edid a, en la m ayo ría d e las eco nomías latino am eri ca nas d espués de que se ha n pues ro en prác ti ca políticas de ajuste liberales inspiradas por el Co nsenso d e W as hing ron . Se sustimye n las importaciones por segm entos d e la línea d e producc ión . Se trata de un pro ceso inve rso al que ca racte ri za ron los regímenes d e ac umul ac ión dura nte 30 o 40 a ños d espués d e la cri sis del tercer decenio d el siglo pasado : se presenta un a desustitución d e las importaciones , cono cida en general po r el términ o desverticalización. C ua ndo las importaciones se conce ntra n en bi enes d e capita l y producros intermed ios, el efec to es en general positivo en la valori zación del capi tal de las empresas que utili za n di chos bienes importad os: son m ás bararos e in co rpora n tec nologías tan recientes que los del m ercado d e a nículos d e produ cción loca l am en aza n con desaparece r. E l efec ro de la apertura es co mparable al d e la crisis apriori. Las empresas obsoletas d esaparecen y su producc ió n se sustituye por impo rtaciones co n el objero d e mejorar la va lo rización del capi ta l. Acl arad os es ros p untos se pu ede proceder a anali za r co n m ayo r pro fundidad las complejas relaciones emre la apenura y el crecim ien ro d es de el pun ro d e v ista d el co mercio. 12. A menos que se ponga en práctica una política especifica como subsidios o protección temporal. 24 APERTURA Y POBREZA GLOBALIZACIÓN COMERCIAL: ¿A MAYOR APERTURA MAYOR CRECIMIENTO? Un indicador que a menudo dice lo contrario de lo que busca medir H ay un indicador sencillo pero d iscurible que pe rmite medir a priori la evo lu ción del grado de aperm ra de las econom ías: se tra ta de la sum a de las im pon ac iones y las expo n aciones con respecro a l PI Bd ura m e el tiempo ty el riem po r + l. D e 1977 a 1997, po r ejemplo, C hina, Méx ico, A rge ntin a, Filipin as, Ma las ia, Ba nglades h, Ta il a ndia, la I ndi a y Bras il expe ri mem a ro n u n ava nce m ás rá pido de su numerado r q ue de su d enomin ad o r. Por eso esas economías se abrieron, al co ntra ri o d e Pa ki stá n, Keni a, Toga, H o nduras, Se nega l, N igeri a, Egipto y Za mbia, ro m a ndo los ejemplos que se ña la D. Dollar. 13 Estos auto res clas ifica n los países de acuerdo con esa rel ación (ca lculada para los period os 1975- 1979 y 19951997 en 78 países en d esa rroll o), jumo co n otro indicador (l a reducc ión d e los a ra nce les d e 1985 a 1987 y d e 1995 a 1997). Veinticuat ro pa íses (3 0%) aumenta ron su com ercio con rel ación al PI By reduj eron aún m ás los a ra nceles - por lo que se co nsid era n globalizadores- e imensifi ca ro n su crec imi enro, a un c ua nd o se m a ntuv iero n re la ti va m ente cerrados después de es ta fase de apenura (B rasil y A rgentina, po r ejemplo) . D e ese pun to a atribuir vinudes a la apertura no hay m ás que un paso. Es te indicad o r se presta a co nfusiones porque no mid e la evolución de la apertura. Birdstall y H a moudi, en sus críticas a los trabajos de D o ll ar y Kraay, se ñalan es ta ambig üed ad y d emu es tran que "el contenid o d e las expo rtaciones y las variaciones de los precios mundiales pesa n más en la hi sto ri a de la glo balización d e los globalizadores que su liberali zación". 14 Es te indi cado r relacion a un d enomin ad or compuesto por la abso rción y el sa ldo d el imerca mbio co n el ex teri or y un numerador que incluye la sum a d e las imp o n acio nes y las ex portaciones. Si se co nsideran dos países idémicos, bas ta con que uno de ellos ace pte un défi cit en sus imerca mbios con el ex terio r p ara que aparezca como m ás abierto que el otro, que rechaza ese défi cit. En el mism o o rden d e ideas, es sufi ciente que ex ista un a m ejo ría de los términ os del imerca m bi o pa ra qu e los países ex po rt ad o res d e m ater ias p rim as aparezca n co mo m ás abi erros y fo rm en par te del g rupo de los globalizadores d e Dall ar y Kraay; y a la inve rsa, bas ta que 13. D. Dollar, " Pove rty and lnequality since 1980", Policy Research, Working Pap er, núm. 3333, Banco Mundial, 2004. 14. N. Birdstall y A. Hamoudi, Commodity Dependance, Trade and Growth: When "Openness" ls Not Enough, Working Paper, núm. 7, Center for Global Development, 2002 R E C U A D R O 2 DEL CONSENSO DE WASHINGTON A LOS OBJETIVOS DEL M ILEN IO E 1 objetivo principal del Consenso de Washington (1990) fue en su origen detener el alza de los precios, muy intensa en América Lati na durante los años noventa. Se presen ta de manera similar a los 1O mandamientos y tiene un hilo conductor: la liberalización de los mercados. Los 1O mandamientos son los siguientes' 1) la disciplina fiscal; 2) la reorientación del gasto públi co con objeto de mejorar el gasto en infraestructura, salu d, educación, cent rada en las necesi dades bá sicas y en detrimento de una interve nción del Estado en el sector económico; 3) una reforma fisca l partiendo de la ampliación de la base tributari a y la baja de los impuestos; 4) la liberal ización de las tasas de interés y el aban dono de las tasas preferencia les para eliminar la represión financiera y mejora r la selección de las inversiones mediante un aumento de las tasas de interés; 5) un tipo de cambio compet itivo sin que se aclare si debe ser fijo o flexible; 6) la liberalización del come rcio exterior mediante la disminución drástica de los aranceles, el fin de las excepciones y la eliminación de los trámites administrativos; 7) la liberalización de las inversiones extranjeras directas, lo que significa eliminar procedimientos administrativos costosos y engorrosos, la autorización de la repatriación de las ganancias, los dividendos y otros derechos; 8) la privatización de las empresas públicas; 9) la elim inación de las regulaciones orientadas a leva ntar barreras de entrada y salida, favoreciendo así los monopolios y disminuyendo la movilidad, y 10) gara ntizar los derechos de propiedad. Es interesante observar que estos 1O mandamientos no mencionan de manera exp lícita la liberalización de la cuenta de cap ital de la balanza de pagos, ya que hacen una referencia explícita a la liberalización de la cuenta de mercancías (comercio exterior) y las inversiones extranjeras directas, sin referirse a los demás movimientos de capita l.' Pero esto sucede con todos los proyectos: una cosa es lo que se escribe y otra la que se practica. El éxito del Consenso de Was hington, es decir, la referenci a obligada a las políticas de ajuste estructural conven idas con el Fondo Monetario Internacional, se traducirá a su vez en una ampliación de las medidas de libera lización y una extensión geográfica al aplicar en Asia y Áfr ica las medidas tendientes a contener el aumento de los precios 1. Tal como fueron reformulados en 2000 por Wi lliamson . 2. Es interesante señalar que no hay un acuerdo entre los economistas del FMI y numerosos economistas ortodoxos sobre este punto. El FMI pregona una liberalización de la cuenta de capital y ciertos economistas como McKinnon perciben en ello un peligro. Una presentación del debate entre los economistas partidari os del big bangy los que se inclinan más por medidas gradualistas se encuent ra en P. Sa lama y J. Va lier, Pauvketés et inegalité dansle Tier Monde, La Découverte, París, 2004 . También hay desacuerdo en cuanto al tipo de ca mbio: el FMI apoya desde 1990 el mantenimiento de una política de cambio fija (el anu ncio de un tip o de cambio flexib le para sa lir de la inflación podría tener un efec to negativo sobre la credibi lidad de las med idasque se han tom ado, pero a la inve rsa, la eliminación de una posible reg lamentación de los flujos de cap ital cuando los tipos de cambio son fijos es, por decir lo menos, peligrosa, ya que el flujo de capita les es brutal en cualquie r sentido, como lo ha demostrado el ejemplo de Argentina), y la mayoría de los economistas ortodoxos se inclinan por un tipo de cambio flexible; sería necesario "que llegara" la crisis financiera de los últimos años de los noventa para la postu lación de este régime n. al amparo de la legi tim ación de la década perdida latinoamerica na de los años ochenta . El éxito (la desapa rición de la hiperinflación ), pero también el fracaso (a] la incapacidad de promover un crecimiento co nsecuente con poca vo latilidad; b] las dificultades para poner en funcionamiento, así como la expansión y las conexiones de los mercados financieros; e] la incapacidad para red ucir la pobreza absoluta de manera significativa; d] la inco mprensión del fuerte crec imiento chino y en general asiático) a partir de estos 1Omandamientos con ducirán a una nueva versión del Consenso de Wash ington centrado en la necesidad de encontrar instituciones adecuadas. A estos 1O mandamientos se añad irán otros tantos: 3 11) el adecuado gobierno de las em presas; 12) medidas co ntra la co rrup ción; 13) una liberalización ampliada del merca do de trabajo; 14) la adhesión a los principio s de la Organi zación Mundia l del Comercio; 15) la adhesión a los códigos y las normas que regu lan las fin anzas; 16) una apertura prudente de la cuenta de capita l; 17) la eliminación de regímenes de cambio intermediarios entre el tipo fijo y el flexible; 18) la autonomía de los bancos ce ntrales y la fijación de metas en materia de infl ación; 19) la forma ción de redes de protección social, y 20) metas claras para la redu cción de la pobreza absoluta. El enfoque elástico de las institu cio nes y el mantenimiento de las principales orientaciones que co ntienen los 1O primeros mandamientos constituyen los límites de esta nueva versión del Consenso de Washington. Los dos últimos mandamientos, que en la lóg ica del Con senso de Washington renovado son algo así co mo el pelo en la sopa, darán origen a un proyecto más ambicioso llamado del Milenio, que combina en primer lugar (y no en el último) la reducción drástica del nivel de pobreza (reducir a la mitad la pobreza absoluta de 1990 a 201 S; también mejorar la salud y disminuir en dos tercios la ta sa de mortalidad de los niños menores de cinco años, en tres cuartas partes la de las mujeres por el parto, comba tir el sida y las epidemias; fa cilitar la ed ucación , de manera que los niños de 7 a 14 años de uno y otro sexo puedan cont inuar sus estud ios) con: a] políticas macroeconómicas y gastos públicos eficaces; b] la asociación pública y pri va da; e] un equi librio de la ayuda con respecto a los países más pobres, tomando en cuenta criterios de buen gobierno; d] disminución del proteccion ismo de lacto de los países más ricos y mejor acceso a su mercado para los países pobres; e] garantizar un desarrollo sustentable (med io ambiente y también la reducción a la mitad del porcentaje de las personas sin acceso al agua potable). El conjunto de es tos objetivos reviste un carácter importante . Se toman en cuenta los indicadores sociales y ambientales. Pero con el fin de que no se queden en un catá logo de buena s intenciones, se debe precisar la vincu lación de las relaciones entre estos objetivos. De igual manera se ha de establ ece r una relación positiva entre la expansión del comerc io y el crecimiento, y en co nsecuencia la disminución de la pobreza. Por una part e la libera lización comerc ial produce demasiados perdedores a los que se debe ayudar, y por la otra, la liberalización debe derivarse de la estructuración de buenas instituciones, y no tomar decisiones al margen de la cali dad de éstas, como lo señala Maxwell. 3. D. Rodrik, Growth Strateg ies, mim eo. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 25 se presenre un derrumbe en los precios de las m ateri as pri m as y qu e esos países siga n un a po líti ca ri g uro sa con vistas a l equilibrio de sus cuenta s en el ex teri or pa ra que ya no form en pa rte de ese grup o, co mo lo demu es tra n Birdsta ll y H a m oudi y el info rme de la Co nferencia de las N acio nes U nid as pa ra el Co mercio y el D esa rrollo (UNCTAD) sobre los países menos desa rroll ados. 1' El hec ho de es tablece r un a relac ió n eco no métri ca de ca usa lid ad entre la apertura a l ex teri o r - só lo con base en la reducció n de aranceles y el aumento del indi cador de ap ertura- y el nivel de la tasa de crecimiento del PIB, sin tomar en cuenta, por un lad o, lo qu e sucede con res pec to a las medid as de co nt inge ncia, los permi sos de impo rtación, la pro tecció n de la calidad y, por otro - acaso m ás relevante-, las políti cas indu striales (subsidios, reducción de las tasas de interés preferencia les), puede d ar lu gar a un a vi sión sesgada de los procesos o a interpretacio nes simplistas, si no es que erróneas. 16 Algunos países se abren pero controlan la apertura con medidas proteccionistas indirectas, transitorias, acompañadas de políticas industri ales específicas que protegen la producción interna, que se destinará a la exportación (como lo muestran las experiencias asiáticas). Otros países se limitan a a pi ica r las medid as liberales que exigen las instituciones internacionales sin tom ar medidas que las acompañen, como se ha podido observar en América Latina y de manera caricaturesca en Argentina durante los años noventa. Como señala Kandur, la relación entre importaciones y exportaciones sobre el PIB no es un indicador de política económica, sino m ás bien una variable dependiente, y su aumento no depende necesa riamente de la reducción de los aranceles, sino del clima de negocios, de la efi cacia de las instituciones. 17 Rodrik señ ala en un viejo artículo que la medició n del grado de apertura por la relación entre exportaciones e i mportacion es sobre el PIB y la deducción de que su crecimiento es el principio de una aceleración del aum ento de ese PIB puede ser errónea. 18 C on el ej emplo de Taiwa n y Corea del Sur, Rodrik muestra un desfase entre la expansión del ere- 15. UNCTAD, Rapport 2004 sur les pays les moins ava ncés: comerse international et réduction de la pauverté, Gin ebra, 2004. 16. " No esta mos a favor del cierre del co mercio intern acional (. .. ]Pero pregonar que 'la globa li zación es buena para los po bres' (co mo lo hacen Doll ar y Kraay)- y asegurar que 'daña a los pobres' no ayuda a los paises que ya están razo nablemente 'abiertos' pe ro aún luchan co n lo que Easte rly llama 'la esc urridi za bú squ eda del creci miento', /bid., p. 6. 17. R. Kandur, Growt!J, lnequalityand Poverty: Some Hard Ques tions, mi meo. , 2004 <www.peop le.cornell.ed u/pages/sk 145> . "M uchos pa ises han pasado de una asociación entre la relación comercial y el crecimiento a una recomendación política de reducción de aranceles, pero éste es un abismo metodológicamente insa lvab le". 18. D. Ro drick, "Por qué hay tanta insegu ridad económica en América Lat ina", Revista de la CEPAL, núm . 73, Santiago, Chile, 1995 . 26 APERTURA Y POBRE ZA cimi ento y el aumento del PIB en lo s a ños cin cuenta, al inicio del proceso de industri a li zación a marchas forzadas. El ace lera miento de la ta sa de aumento del PI B precede a l de las ex po rtacion es. Po r el co ntra rio , las cur vas de inversión y del PI B se corres ponden, lo cual se debe a que el aum enro del índi ce del in g reso bruto ace lera el crecimiento. Un a náli sis m ás profundo permite observar que ex iste un paralelo entre la curva de las inve rsiones y la de las importacio nes, en especi al las de bienes de ca pital. La lecc ió n que se deriva de ello es clara: las importaciones de bi enes de capital permiten a la vez in corporar tecnologías recientes y mejorar de manera significativa la productividad laboral. Por otra parte las inversiones m asivas aceleran el crecimiento al impul sa r un intenso proceso de modernización. Las exportaciones pueden continuar, sobre todo porque se benefi cian de un a política industrial con secuente (proteccionismo temporal y selec tivo para las industrias nuevas hasta que és tas alcancen una competitividad que les permita exportar montos considerables, aun antes de busca r satisfacer el mercado interno, un a política de bajas tasas de interés y riesgo de que el gobierno haga cambios). Por tanto, las exportacion es no son las que aceleran el crecimiento . Así, se entiende que la elevación de esta relación, regresando a Kandur, es un producro (una variable dependiente) m ás que un indicador de política económica (apertura para lograr el crecimiento). La relación entre apertura y crecimiento es más compleja de lo que se suele pensar La apertura no se reduce a las leyes del m ercado sin intervención alguna . Wing Thye Woo analiza de manera crítica las bases teóricas de la relación positiva entre la liberali zación com ercial y el crecimiento que cimenta el C onsenso de Washington 19 (véase el recuadro 1) . Éste d escansa en tres pilares: a] el promedio de los derechos de aduana era menos el evado en Asia que en América Latin a; b]la d esviación estándar de esos derechos era superior en América Latina que en Asia, lo que signifi ca, de acuerdo con la corriente ortodoxa, que la intervención del Estado en el primer caso era de carácter intempestivo, que menos mercado no se traduce en menor 19. Una presen tac ión del co njun to de probl emas que han surgid o por las diferentes pru ebas econométricas se encuentra en A. Winters, N. McC ull oc h y A. Me Kay, "Tra de Li be rali zati on and Poverty: Th e Evidence So Far", Jo urna/ of Economic Literature, vol. XLI I, 2004; E. Lora et al., A Decade of Development T!J inking, Banco Interamericano de Desa rrol lo, Washington, 2004; Win g Thye Woo, "Seri ous lnadaquac ies of the w c: Misunde rsta nding the Poo r by th e Bri ghtnest", en A. Akkerm an y JJ . Te unissen (eds ), Dive rsity in Development, Reconsidering t!Je Washington Consensus, Fondad, La Haya, 2004. efi cacia y m ás ga nad o res y perded o res que en Asia; 20 c]la tasa de protección efectiva asiática era cas i igual que el subsidi o efect ivo a las exportacio nes, en ta n to qu e en América Latina b pro po rció n de la primera era muy superio r a la segunda, lo q ue significa ría q ue si se acerca ran las d os tasas se p rod uciría un efecto sim ilar a la ause ncia de tasas, ya q ue los d os efectos se anulan , lo que no sucedería en Am éri ca Latina. En Asia, las fuerzas d el m ercad o se recu pe raría n , lo q ue ex pli caría la intensidad de su crecimi ento, mi ent ras que en Am éri ca Lat ina la interve nció n del Es tado frenaría el crecimi en to favo reciendo el mercado in terno. W in g T hye W oo criti ca este último punto a pa rtir de la prese ntación de Bhagirath La! D as en 1985 y señala su error : la p roximidad de las tasas de protección a las imp o rtacio nes y los subsidios a la expo rtació n que se o bse rva n en las economías as iáticas no bas ta n para llega r a la co nclusión de la neutralización de los efec tos de esas dos tasas (véase el rec uad ro 2) y dedu cir que las econ o mías asiáticas prese ntan un elevado crecimiento gracias al libre comercio , al contra rio de lo q ue sucede en las naciones latinoa merica nas . No hay que olvidar al t ercero excluido La relación entre la tasa de crecim iento y la ape rtu ra al comercio intern acio nal es co m pleja. El crecimi en to m ás elevado puede ser producto de una mejora en el fun cio namiento de las institucio nes, 2 1 de una políti ca industri al activa y co herente que controle la apertura, del Estado y de la es tructura de la eco nomíaY La relació n entre el crecim iento y, y la variabl e x; se asemeja a la del tip o y= La; x;, y se puede exp resa r como y= [2: a; x) + [x4 l: b;x) +c(x 1x2xh) +e, en la cual las i de la primera ecuación van de 1 a 4 y en la segunda de 1 a 3. La pri mera indica 20. Resulta interesante seña lar que de acuerdo con este enfoque la re lación entre el Estado y el mercado se considera un juego empatado: más Estado significa menos mercado, y por tanto, menos eficacia. Se está lejos de los enfoq ues que consideran esta relac ión de manera orgánica: el fun ciona miento del mercado no es posible sin la intervención del Estado, que define la s reg las e interviene directamente para que exista y funcione el mercado. 21 Para algunos auto res, la ca lidad de las inst it uciones, desde una pe rspectiva hi stórica, explica el crec imiento y su volati li dad, má s que las buenas o ma las políticas macroeconómicas a partir de la segunda guerra mundial . Estas políticas so n más bien síntomas que causas del desempeño económico. La ca li dad de las instituciones se mide en este estud io po r una va riable proxy [sustituta[: la tasa de morta lidad de los co lonos en la época colonial. Véase D. Acemog lu, S Johnso n, J. Robinson y Y. Tha icharoen, lnstitutional Causes, Macroeconomics Symptoms.· Volatility, Crises and Growth, mi meo., Carnegie-Rochester Conference y MIT, 2002. 22 . Wing Thye Woo hace una compa ración interesante entre los paises del este y las economías asiáticas socia listas. Los prim eros experimentaron una primera fase difícil al adopta r las reglas del mercado desp ués del derrumbe del sistema soviético (h ipe rinflación, profunda dep resión económica, la influencia de las variables explicati vas, la segunda influye sobre el crecimiento só lo si x4 no es nulo, la terce ra no ejerce ni nguna influencia si una de lasvariableses nula. De forma más radical, se puede representa r só lo com o la segunda ecuación, es decir y = x4 L b; x;, en do nde la variable x4 se co nsideraba la rep resentació n de la calidad de las institucio nes: las m alas insti tuciones conducen a un crecimiento nulo, sea cual fuere el grado de apertura. La defini ción de las instituciones es elás tica, cada quien puede po ner lo que quiera: los aparatos del Estado, el co njunto de reglas, las cos tumbres y las prácticas , aunq ue no se defin an con precisión , miden el nivel de ignorancia, retom ando una expres ión deAbramovitz aplicada a las pruebas de fun cio nes de producción m acroeconómicas que so n saludables del tipo Cobb D ouglas . empob recimie nto, elevación exponencial de las desigualdades), y una segunda fase más positiva (fin de la inflación, recuperación del crec imiento, disminución de la pobreza) . La ssegundas experimentan desde hace varios decenios una fase de expansión muy pronunciada (crecimiento elevado y poco volát il, disminución drástica de la pob reza pe ro aumento sign ificat ivo de las desig ualdades) med iante la adopción del soc ialismo de mercado. Según Wing Thye Woo, el ritmo de esas reformas no es lo que explica la diferencia de las ta sas de crecimiento, sino principalmente el hecho de que las primeras eran economías industriales que se debían modificar, y las segu ndas eran, y aún lo son, economías campesi nas. En las segundas existe una rese rva de mano de obra, y la emigración del campo a la ciudad pe rmite que la mano de obra sea barata y que mejore su poder de compra relativo, al tiempo que se genera una industria manufacturera y de se rvicios modern a. Sin que Win g Thye Woo lo mencione, utili za un mode lo del tipo Lewis para explicar el crecimiento y la faci lidad de la transición, pero al hacerlo sub raya la importancia de las estructuras origina les para explicar la posibilidad de lograr un crecimiento elevado. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 27 R E C U A D R O 3 UN ERROR CONDUCE A CONClUSIONES ERRÓNEAS i P, es el precio de los productos importables, P, el precio de los bienes exportables, y tes la tasa de protección, s la tasa de subsidio a los bienes exportables, PW, el precio de las importaciones en el mercado internacional, y PW, el de las exportaciones en el mercado interno, se obtiene la siguien te ecuación: S P,fP, = PW, (1 +t) 1 PW, (1 +S) [2) lo que aparentemente Justifica el argumento según el cua l los dos efectos se neutra liza ría n. Las economías asiáticas, gracias a esta neutralización y también porque la desviación estándar de las tasas de protección es menos elevada que en América Latina, se pueden ca lificar como regímenes de libre comercio, en donde el crecimiento sería impulsado por las exportaciones por el papel que desempeña el mercado, hipotéticamente más eficiente que el Estado. Semejante resu ltado matemático es objeto de numerosos análisis sobre la industrialización asiática, lo que es sorprendente. Esta tes is es según Wing Th ye Woo una farsa no distingue los bienes que se someten a la competencia externa (comercializab/es) tanto en las importaciones como en la exportación, o protegidos por ella (no comercializables). Un aumento de la protección orienta la producción de los bienes importab les en detrimento de los exportab les, favoreciendo de este modo la producción para el mercado interno, pero ocasiona también una reducción de la producción de bienes no comercializables. Se deduce, por lo anterior, que las dos situaciones t = s > O y t = s =O no son equ ivalentes, y que es un exceso deducir de la primera situación un régimen de libre comercio. Si P1 representa los precios locales de los bienes comercializables, P" el precio loca l de los bienes no comercializables y PW, el precio internacional de los bienes comercializables, se puede señalar que P, =a P, + (1 -a) P, con 0<a<1 [3 ) PW1 = a PW, + (1-a) PW, [4) La ecuación [3) se puede representa r util izando la ecuación [ 1): P, =a PW, (1 +t) + (1-a) PW, (1 +s) [S) Si t = s > O, se puede representar esta última ecuación de esta manera: [6) Es el caso de una econom ía que experimenta un régimen de crecimiento como consecuencia de las exportaciones (RCE) Si se comparan la relación 28 APERTURA Y POBREZA comercio, se tiene P/P" bajo RCE = [(1+t)(PW/P")) > PW/PN = P/P" bajo "libre comercio" [?) [1) Si t aumenta o s dism inuye, la relación P, /P, se incrementa y los empresarios optarán por producir para el mercado interno en lugar del externo. Si t = s > O, la ecuación [ 11cambia a P,fP, = PW, 1 PW, de los precios de los bienes comercializables y los de los bienes no comercializables con la relación de los precios bajo el régim en de libre La conclus ión es senci lla: el RCE incrementa la producción de los bienes comercializables a expensas de los no comercializa bies. Por tanto el crecimiento no se origina por la cercanía de t y s, neutralizando sus efectos respectivos y provocando un comportamiento de la economía del tipo libre comercio, sino por la disminución de la producción de bienes protegidos no comercializables. Esto ocasiona que el crecimiento se pueda nutrir del incremento de la producción de los bienes comercializables en detrimento de los demás bienes y que la primera tenga mayor valor -g racias a una política de apoyo a este sector- que la segun da, más arcaica, representada en genera l por la agricu ltura tradicional, de subsistencia. Toda política industrial que tienda a la expansión de la primera, por med io de subsidios selectivos y temporales, puede favorecer el crecim iento. La conc lusión es exactamente la inversa de la que deducen los autores de la corriente de opinión mayoritaria. La asignación óptima producida por el juego del mercado no explica el gran impu lso al crec im iento, sino una comb inació n de la intervención de l Estado y las fue rzas del mercado. ' Como lo señala D. Rodrik (ed.), In Search of Prosperity, Princenton University Press, 2003, las re laciones entre las bases teó ri cas del aná li sis neoclásico y las recomendaciones de la política económica son endebles. Al referirse a las principales conclusiones de los trabajos teóricos recientes, Rodrik anota que la correspondencia entre las bases y las políticas debería tomar en cuenta los sigu ientes aspectos: 1) "la liberalización de los mercados debe ser completa, o sea que la reducción de las restr icciones a las importaciones debe considerar las posibilidades de sus titución y complementación de esos bienes; 2) el mercado no debe presentar ninguna imperfección en el nivel macroeconómico más que aquella que se relac iona con las restricciones, o sea que las interacciones 'del mejor después del primero' no deben ser negativas; 3) la economía debe ser pequeña con relación al mercado internaciona l, o sea que la libera lización no debe conducir a colocar la al lado negat1vo de la tarifa óptima; 4) la economía se debe acercar al pleno empleo, y en caso co ntra ri o las autoridades fiscales y monetarias deben ser capaces de administrar la demanda; 5) los efectos redistributivos de la liberal ización no deben ser considerados por la sociedad como indeseables, y en caso contrario se podría poner en práctica una política de compensació n, por med io de la fi scal ía, y 6) la libera lización debe ser políticamente sustentable y creíb le de manera que los agentes no teman su revocación ". La mayoría de los paises están lejos de cumplir con estas condiciones. A pesar de ello los trabajos econométricos, más elaborados, son cada vez más numerosos (A. Winters N., Mac Cu lloch y A. Me Kay, "Trade Libera lization and Poverty. The Evidence so Far'', Journal of Economic Literature, vol. XLII , 2004) e intentan justificar las políticas de liberalización preconizadas por las instituciones internacionales más importantes. Las bases teóricas de esas políticas supuestamente subyacen en la mayoría de esos trabajos, lo que está lejos de la realidad. La apertura puede permitir un aume nto de la tasa de crecimiento, pero só lo si se acompaña de medidas que no tengan que ver co n el Libre comercio. 23 Éstas co nst ituye n el tercero excluido, qu e no aparece d e buenas a primeras, pero sin el cual no se puede compre nder nad a. Si no se acompaña de estas m edidas, la ape rtura no produce los efectos d eseados. U na apertura d el tipo big bang, sin medid as de acompañamiento , puede res ulta r empobrecedora si co nduce a una especia li zación que privilegie produc tos cuya elastisicidad ingreso sea baja en esca la interna cional, inclu so si fueran leg itim ados por las rel at ivas as ig nacio nes d e los factor es. Como lo indica la UNCTAD, al lleva rlo a cabo de es ta manera, los partidarios d e este enfo que emp iezan la casa po r el techo: en vez de ana li zar pr imero los efectos d e la lib erali zación del co mercio exter ior en el crecimi ento , se ría mejor ana l izar prim ero los efectos d el comercio en el crecimiento, la distribución de los in gresos y la pobreza. 24 DE NUEVA CUENTA: LOS EFECTOS BENÉFICOS DE LA APERTURA ENTENDIDA COMO UNA VICTORIA DEL MERCADO SOBRE EL ESTADO S egú n los economistas que perte nece n a la co rriente de pensamiento dominante , la apert ura d ebería permitir co nso lidar un a eco nom ía más eficaz gracias a la as ignación de los facto res seg ún su escasez rel at iva. Esta corr iente ha evolucionado, y para numerosos economistas es conveniente cons iderar la ca lidad de las instituciones (pero ¿có mo medirla, a partir de qué cr iterios?) y tomar en cuenta la ética. 25 Sin emb argo, para muchos eco nomistas el hecho de no tomar en cuenta que la escasez relativa de los factore s obstaculiza el func ionam iento efici ente del m ercado es un a herejía. La adopción de un a política económica vo luntari sta tendiente a sust ituir las importaciones por la producción local favorece la bú squeda de renta (rent seeking), el exceso de burocracia, la co rrup ción, y co nduce a un a as ignación poco ópti ma d e los recursos. Sin embargo, hi stóricamente se ha obse rvado qu e los grandes periodos de indu st ri a lización en Amér ica Latina y tamb ién en Asia se ha n caracte ri zado por una interve nción consecuente del Estado, a ta l punto que en ocasiones se h a n ca lifi cado a esas eco nomí as co mo cap it a li smo de 23. Tampoco es po sible demostrar con bases econométricas . de manera contundente, que las restr icciones a la apertura fa vorecieron el crecimiento a parti r de la seg unda guerra mundial, con trario a lo que se pudo observar durante el sig lo XIX y la prime ra mitad del siglo xx. P. Bairoch, Economic and World History: Myths and Paradoxs, Clarendon Press, 1993. 24. UNCTAD, op. cit. 2 5. Véase, por ejemp lo, el informe del Banco Mundial de 2005 dedicado a estos aspecto s. Estado: el Estado invers ion ista en lu gar de una burguesía indu stri a l desalentada, e n vías de co n fo rm arse. 26 Se han olvidado ya los periodos m emo rab les de la indu stri ali zació n a ma rc h ::~s forz::~da s qu e experimentaro n alg un as eco nom ías sud amer ica nas durante m ás de 40 años, se han d eform ado las interpretacio nes de la s exper ienc ias d e las eco nom ías asiáticas, ll amad as em ergentes, durante va ri os d eceni os, se han retenido só lo los años difíciles de los ochenra (la década perdida latinoamericana) como si éstos, co n independencia de los efecws depresivos e infl ac ionarios del se rv icio de la d eud a externa fuera n representativos de lo justo d e la tesis libera l del mercado amigable. Hay que reconocer que la tesi s del crecimienw a rrastrado por la ex portación y el papel fundamenta l que se atribuye al lib re juego d e las fuerzas del mercado tienen, a primera vista, el at ractivo d e la ev idencia. Cómo oponerse a una reducción de la intervención del Estado, cuando a partir de un a lec tura sup erfi cia l d e la situ ac ión d e c ri sis se ob se rva que és ta es inefi caz, que los precios se disparan y co n ellos la pobreza, que el crecimiento es nega tivo y mu y volátil , como en el caso de l decenio de los ochenta en A m ér ica Latina. El peso del Estado se asem eja al de su buro crac ia, el cli entelismo y la co rrup ción , al tiempo que el Es tado pierde su efi cacia d eb ido a su incapacidad d e remontar la c risis d e la d eud a externa, que lo co nsume, d estr uye sus aparaws d e Estado, y al hacerlo aumenta su déficit d e raciona lid ad . Pero entre parecer y ser hay grandes diferenci as, y a pesar de que con frec uencia se intenta reconstruir el Estado y sus aparatos, la co rrienre lib eral lucha de manera enca rni zad a por derrotar al fantasma del Estado, generando u n conflicto que t iende a romper el cí rcu lo perverso de la hip eri nA ació n, d e la volati lidad de un crecimiento d éb il o nega ti vo, de la expa nsió n d e la pobreza, pero al precio de un a elevada v ulnerabi lid ad exte rn a, de un a tendencia al esta ncam iento económico y de la incapacidad d e reducir la pobreza. 1) La peligrosidad d e esta tesis justifica detenerse en ell a y a na lizar ot ros argu mentos que se han presentado para justificar su pertinencia . El a nálisis se rea li za a partir de la combinación de dos tesis que se complementan y de una prueba eco no métrica obtenid a a pa rtir d el a ná lisis d e un a encuesta (un a mu es tra d e países durante un la rgo periodo). La primera es la de H ecker-O hlin sob re los cosws comparativos. La asignación d e los facwres está dada, sólo se pueden in ter26. Incluso se ha podido observar que una de la sespecificidades de esta intervención del Estado era que producía la clase social que había conside rado represe ntar. Una exposición del conjunto de estas discusiones, asi co mo una propuesta teórica para comprender la importancia de esta inter vención, se encuentra en G. Mathias y P. Salama, L' Etat surdéveloppé, des métropoles an Tiers Monde, La Découverte, París, 1983. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 29 ca mbi a r las merca ncías, y los facto res de produ cc ión so n supu es tameme in móvi les em re los países, pero del todo móvil es (por lo mi smo sin costo de tra nsacc ión) dentro de cada país. Los fac ro res de producc ión, para cada producro , so n en apariencia idénti cos en ca da país, co nt in uos y deri va bles . El razo namiento co nsiste en co mpa rar dos equ ili brios, un o autárquico, el ot ro en lib re interca mb io. Es ta res is expli ca la especiali zación entre ramas seg ún las as ignaciones rel ati vas de los fac tores, y mues rra por ejemplo que un país co n poco R E C U ca pital y mu cha mano de obra debería optar por productos que pri vileg ian el uso imensivo de trabajo. En efecro, ga naría en bie nes tar al prac ti ca r el libre interca mbi o más que la auta rquía. La seg unda tes is a nali za los efec tos red istri bu itivos de la nueva es pec iali zación log rada de ac uerd o co n las as ignaciones relati vas. Los países con po co ca pital y mano de obra ca li fi cada, pero co n mucha mano de ob ra no ca li fica da, se es pecializa rán de acuerdo con un a co mbin ac ión productiva uti liza nd o la mano de obra no califi cada y poco A D R O 4 ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE LAS INSTITUCIONES s necesa rio descon fi ar de las palabras, en especia l si son útiles. ya se exp lica en to nces por esta falta de respeto. Como lo rec uerda Rod rik2 que podrían ser demasiado úti les y encub rir la incapacidad pa ra con sentido de humor, medir a las instituciones para ana lizar sus efectos E entender un proceso, un fenómeno, o presentar con ropaje más vistoso "pone de relieve un montón de preguntas sin respuesta": capta r las y at rac ti vo las políticas eco nóm icas que uno no se atreve a nomb rar percepc iones de los invers ion istas a pa rti r de las reg las del derecho, por su verdadero nombre. Las definiciones demasiado elásticas ocultan como el respeto a los derechos de propiedad 3 no permite entende r po r grandes amb igüedades, a pesar de que es correcto que sean demasiado qué razón China ex perimenta una expansión sin precedente de su PIB, am plias. Como lo mencio na P. Peti t: así como de in ve rsio nes directas, cuando esos derec hos es tán nega dos. " Lo que entendemos por in stitución es muy amplio: va desde las costu mbres Po r últi mo Rod rik , co noc ido po r sus cont ribu ciones so bre el pape l de y las convencio nes a los órd enes const it ucionales fund amentales, pasa ndo las in stitu ciones, cita un estu d io de Hauss man et al. q ue mu es tra que la po r las leyes y los reg lamentos[ ... ] El co ncep to de in sti tución nos rem ite a ace leración del crec im iento obse rvado en nove nta casos (u na ace lerac ión todo lo que regula la co ndu cta de los age ntes, ta nto si se trata de lim itar de 2% qu e ll eva ya siete años) desde 195 0 no es produ cto en general sus márgenes de acción como por el contra rio, ampl iar su campo (pa ra de reformas importantes como la apert ura y la liberalización económica . faci li ta r la coord inación y la cooperación). Además, no todas las reg las se Al utilizar demasiado a las instituciones, juzgándolas buenas o malas de apl ican de ma nera es tricta, y los age ntes puede n dispone r de un margen acuerdo con criterios que son impuestos defacto, al abusa r de ello, se llega de interpretación [ .. ] Los agentes pueden o no considerar como legít imos a la conclusión que se plantea en la hipótesis, y el razonam iento científico se los sistemas de presión que pesan sobre sus decisiones. Las opciones transforma en tautológico : Argentina experimentó una crisis porque tenía políticas, las culturas y las ideolog ías co ndicio nan el fun cionami ento de malas insti tuciones, y lo mismo los países del este después de la ca ída del las in stitu cio nes. Al cabo del t iemp o, todos esos f acto res provocan qu e muro de Berlín , el " descubri mien to" de que el ca pitalismo co rea no, que el teji do inst itu cional sea más denso. En ca da periodo, un proceso de funciona de acuerdo con relaciones de "com pad razgo" (capitalismo de in sti t ucio nali zació n que se ace rca de algú n modo a las di f erentes fo rmas compadres) se deterioró al pun to de provoca r la cri sis de los años noventa est ru ct urales, espec if ica rá las situ ac io nes, dif erenciará los t rat ami entos, (¿ pero se rá pos ibl e qu e la recuperación ace lerada y sustentab le se deba creará nuevas oportunidades".' Esta definición es rig urosa, pe ro presen ta a que el compa drazgo haya desaparecido con tanta rapidez?). un inconveniente, la de ser demasiado amplia, tan to que deja un Estas observaciones tienen la fina lidad de sub raya r el abuso de esa espac io a la ambigüe dad cuando evoca a las in st ituciones para exp li ca r pa lab ra que se ha puesto de moda y que se utili za co n frec uencia para un proceso, un a crisis, un crecimiento. Ya no queda claro a qué se presenta r viejas recetas con ropajes nuevos. No t ienen la fina lidad de ref iere: a los órdenes const ituciona les fundamentales , pe ro también al nega r que las inst ituciones desempeñan un papel importante, siempre que sist ema fi nancie ro, al ed ucativo, etcé tera. o a los usm y costu mb res, cada vez qu e se uti lice el té rmino se defi na co n claridad su alcance. y en este caso, ¿qu é pape l desem peñan en la de fini ción de las reg las7 (no esta ría de más que los eco nomistas tuvie ran algún conocimie nto de antropo log ía). Se sabe, po r ejemp lo, que pa ra algunos auto res que pe rte necen a la co rrie nte mayoritaria de op ini ón, las in stitu ciones so n ma las si las normas de propiedad no se respetan, y la fa lta de crecimiento 1. P. Petit. La difficile emergence de nouveaux regimes de croissance á p 'ese de /' information et de la communication. mimeo .. Cepremat, París, 2005 . 30 APERTURA Y POBREZA 2 . D. Rodrik, Getting lnstitutions Right, Harvard Universi ty, 2004. 3. En el mforme de 2005 del Banco Mundial se encuentran re ferencias con respecto a los derechos de propiedad . La eficacia del gobierno (medida por la ca lidad del servicio público, la burocracia, la competencia de los funcionarios. su independencia , y finalmente la credibilidad de los compromisos que han asumido los gobiernos) seria tan elevada como el respeto a los derechos de propiedad, y a la mversa, tanto qu e en caso de una voice and accountability (voz y rendición de cuentas) débil o fuerte (medida por un conjunto de indicadores que se refieren a procesos políticos, al respeto de las libertades, a la posibilidad de los ciudadanos de participar en la elección de sus gobernantes). capital, sin que con ello la especia li zació n sea absoluta . El razonami ento inverso se refi ere a los países que tienen un g ran ca pital y mano de obra ca li ficada. La movilidad de la m ano de obra dentro de cad a país, un supuesto para que esa es pec ia lización tenga lu ga r, aumentará relat iva mente la dem and a de trabajo no calificado co n respecto a la ca lificad a en los primeros países citados , y a la inversa en los segundos. La diferencia de sa larios se deberá reducir en los pa íses en desar roll o y ace ntu arse en los desarroll ados. En este punto interv iene el análi sis econométrico. Se obse rva que dura nte un la rgo peri odo de entre 20 y 25 a ños lo s pa íses -asiáticos en ge nera l- qu e presentan la m enor tasa de desigualdad son los que han expe rimentado un crecimiento rápido , a la inversa de aquellos cuyas desigualdades so n importantes . La co nclusió n es indiscutible desde el punto de vista ético : las desigualdades son insoporta bles, resulta legítimo que disminuyan. Esta reducción se puede obtener si se respeta n las leyes del mercado , es decir, si se favo rece el libre intercam bio y se rechaza cualquier política volunta rista que intente la industrialización sin respeta r las as ignaciones rel ati vas. Por el co ntrario , si se prese nta un a intervenció n del Estado que sust ituya al mercado , se producen las des ig ualdades. Esta intervención, por tanto , es condenable. La co nclusión , desde el punto de vista eco nómico, es indi scutible: la apertura permite reducir las desigualdades de los países en desa rrollo, estos países podrán formar parte del club de los países con un crecimiento sólido. Pero esto es un so fi sm a. Suponiendo que las desig uald ades se pued an reducir gracias a la aper tura, lo que se cuest iona no es que so n menos importantes y qu e ese hecho implique ipso Jacto un m ayor crec imiento, a meno s qu e se demues tre económica mente la rel ación , lo que no es m ás que una suposició n: la libera lización es más efi caz en la medida que produce un mayo r crecimi ento . A l a leja rse del aná li sis de la encues ta, en la que Birmania se encuentra ce rca de Estados Unidos, y en la que el periodo co nsiderado no tiene nad a qu e ver con los periodos qu e han vivido cada uno de los países, segú n su régimen de ac umulación dominante. No se puede entender por qué en Brasil se exper imenta ron las m ayo res tasas de crecimiento en los años sese nta y aumentaron las desiguald ades, que fueron posibles por la llegada de dictaduras militares. No se puede co mprender por qué en las economías latinoa meri canas y asiát icas sometidas a un a rápid a apertura en los años noventa, las des igualdades sa lari ales también crecieron. Po r último, no se puede entender la exp los ió n de las desigualdades en C hina, que m antiene su tasa de crecimiento muy elevada, y que se part icipa cada vez más en el mercado mundi al. 2) Se puede n hacer dos obj eciones. Los países pobres en ca pital utiliza n, de Jacto, cua ndo pueden, técnicas intensivas en capita l ya que sus empresas no podrían en caso co ntrario defend erse de la co mpetencia intern acional, pues su propi a competitiv idad es in sufi ciente a menos que se encuentren muy protegid as po r los a ranceles, restricciones y o tros permisos disuasivos de importación. Desde los años sese nta, la Co mi sió n Eco nómica para Amér ica La t ina y el Ca rib e (CEPAL) demostró que en la región las econom ías supuestamente pobres en capital (relat iva m ente en mano de ob ra) , lo des perdi ciaba n m ás que los países desarroll ados, ya qu e sus capacidades de producción improductivas era n m ás importa ntes, lo que es una paradoj a pa ra los pa rtidarios de la es pecia li zación intern acion a l según las as ignaciones relat ivas de factores . El comercio internacion al obedece cada vez más a un a lógica de especiali zación intrasectorial. La nueva teoría del comercio intern acio nal, impulsada por Kaldor via Krugman, equ ilibra los hechos y la teoría co mo no lo habían logrado los pa rtida ri os de un a división internacional según las as ignaciones relat ivas de factores . A l incorporar los rendimi entos de esca la crec ientes y la diferenciación de los productos, se demostró teó rica mente que el interca mbio se rea li zaba de ac uerdo con un a es pecialización intrasec toria l, lo que por lo m enos es bien recibido. Au nque elemental , la observació n de las especiali zaciones muest ra en efecto que éstas se lleva n a cabo sobre todo dentro de los secto res, y que las que siguen reali zá ndose entre ellas se desca rtan cada vez más, reservadas a los países menos desarrollados que no logra n des pega r. La relació n de las ex po rtaciones de los países en COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 31 desarrollo sufrió severos trasrornos esros últimas decenios. Exportan más de 80% de producros manufacturados. 27 Es cierro que el cosro de la mano de obra es baja en genera l, en comparación con la de los países desarrollados 28 y es ro puede ser una ventaja relat iva: permitir que las exportaciones de esos países compitan con las producciones nacionales de los países desarrollados. Pero hay que hacer d os observaciones . La p rimera se relaciona con el razonamiento en sí: asegurar que el cosro más bararo de la mano de obra pueda ser una ventaja no es razonar en tér minos de cosros comparativos (Ricardo, y la teoría pura del comercio internaciona l), sino en términos de costos absoluros comparativos (A. Sm ith , y en general la nueva teoría del comercio internacional), lo que está lejos de ser lo mismo , ya que la comparación se realiza producro por producto entre dos países, y no en términos rel ativos dentro de un país con el cosro relativo dentro de otro país. La segunda observación se refiere a l proceso de producción de un producto: no es ni continuo como lo imaginan los teóricos de la teoría pura del comercio internacional, ni semejante en los dos países. Es discontinuo, separado en segmentos. Existen limitaciones sobre las posibilidades de optar por las distintas técnicas. Sólo se puede utilizar una técnica obsoleta en un número restrin gido de producros, con el pretexro de que utili za mucha mano de obra y poco capital. En efecro sólo es posible la comparación de los costos unitarios de la mano de obra entre los países subdesarrollados que utiliza n una combin ación productiva intensiva en mano de obra no calificada y que requieren poco capital, con los países desarrollados que utili zan una combinación productiva más que para algunos producros, desde el punto de vista de la productividad. Por esta razón algunos países as iáticos (Corea del Sur, Taiwan y C hina) que han utilizado esta ventaja absoluta comparativa han intentado e intentan (China y la Indi a) am pli ar la gama de sus producros, gracias a una política industria l vo luntarista, así como utilizar tecnología de punta, y para ello han emprendido grandes esfuerzos para la capacitación y la invest igación. La tesis de los costos comparativos 29 parece evidente, pero en economía hay que tener cuidado con lo que parece evidente. 30 Las empresas bu sca n va lori zar sus capita les, y en 27. En 1980, 25% de las exportaciones de los pa ises en desarrollo cons istía en productos manufacturados, y en 1998 se llegó a 80% (Banco Mundial, op. cit, p. 32) 28. El costo por hora de trabajo en 1995 era de 31.88 dólares en Aleman ia, 19.34 dólare s en Fran cia y 0.25 de dólar en China y la lndia ./bid., p. 45. 29. Hay que señalar que se trata de una ambigüedad del lenguaje: ya sea en el marco de la teoría de las ventajas absolutas o de la s ventajas compara· tivas, siempre existe la compa ra ción, pero en un caso se trata de costos comparativos y en el otro de costos absolutos comparat ivos . 30. Sin querer entrar en detal les, esta tesis no puede explicar por qué las em· presas razonarían en términos de cos tos comparativos . Para que pudieran 32 APERTURA Y POBREZA consecuencia minimi za r los cosros unita rio s de trabajo (salario y productividad) , así como benefi ciarse de los apoyos d irecros del Estado, de un tipo de ca mbio subva lu ado, si exportan o trabajan para el mercado interno, sobreva lu ado si importan. En otras palabras , no son los costos comparat ivos los que importan, sino los cosros absoluros. A l apartarse de David Ricardo (aná li sis dinámico), y de Hecker-Ohlin (aná li sis está ti co), se vue lve a Adam Smith. Al h acerlo, se descubren de nuevo los terceros exclu idos, aquellos sin los cua les es difícil entender los fenómeno s económicos, si no es que no imposible. Las inst itu ciones son pane de esos terceros excluidos, o un presente ausente. Pero como lo seña la Rodrik en sus numero sos a rtículos, no só lo se trata de los cáno nes de la ortodoxia: respero de los derechos de propiedad o tran sparencia. El crecim iento sostenido de C hin a, y de la India es prueba viviente de es ro ..I J La liberalización de la economía no siempre est imul a el crecimie nro ni favorece la expansión de la productividad: puede arru in ar a un gran número de personas, destruir los mercados sin permitir que surjan otros en caso de que las empresas no sea n capaces de responder a los embates externos sin un apoyo adecuado del Estado, puede ser el origen de un a mayor vulnerabilidad en caso de que la in serción descanse en especia li zaciones poco dinámicas suj etas a una demanda internaciona l voláti l, puede producir especializaciones ll amadas empobrecedoras. 32 La relación que parece . . . imponerse entre mayor apertura y mayor crec1m 1ento no es tan evide nte como lo quisieran hacer ver las instituciones internacionales. La apertura puede favorecer el crecim ienro, y al hacerlo contribuir a reducir la pobreza, pero para que sea eficaz y mantenga la cohesión socia l, es decir, la consolide, se debe llevar a cabo de ac uerdo con las modalidades que tienen poco que ver con el libre comercio. Más all á de las confusiones que provocan la as imilación de la apertura al libre comercio, del simplismo que co nsiste en oponer a l Estado y al mercado si n comprender sus relaciones orgánicas, la propuesta de una inserción más sólida en la econom ía mundial no es in compat ible con el desarrollo del mercado interno , sino posible gracias a una redistribución de los in gresos que respete las simples reglas de equ id ad, con la condición de que la apenura se razone. @ hacerlo, se ria necesaria la existencia de un tasador de subastas o en su defecto un dictador, para decirlo en té rm inos que utili za O. Lan ge. 31 . Retomando los trabajos de Qian, Rodrik señala que estas pueden se r "instituci ones de transición", que ponen en práctica po líticas pragmáticas de transi ció n como las de precios dobles, forma s intermedias de propi edad, etcétera. Véase D. Rodrik ; In Search of Prosperity, Princeto n University Press, 2003. 32 . A. Winters, op. cit. Pobreza y distribución del ingreso en América Latina , Colombia y Bogotá MO i sÉs CETRÉ* U n amp lio consenso se ñal a que el mayor desa fío para América Latina en el inicio del prese nte milenio radica en la pobreza y la d es igualdad económica entre es tratos socia les. Grandes segmentos de la pobl ación se encuentran en fran ca pobreza o indigencia, con grave déficit en la atención de las necesidades básicas que definen el nivel de vida. Las cifras (oficia les) de este docum ento dan cuenta de la dim ensión cua ntitativa del fenómeno de la pobreza y la desig ualdad en América Latina, Colombia y Bogotá. Bien se sabe que muchos hoga res no cuentan con los ingresos monetarios mínimos pa ra disponer de la canasta de productos que les aseguren su reproducción en condiciones dignas. Más aün, en muchos hogares la proporción de los in gresos que se des tin an al pago de los servicios públicos domiciliarios es cada vez mayor. * Doctor en economía, Universid ad Nac ional Autónoma de Méx ico <ícast íllo 33@ hotmai l.co m>. COMERCIO EXTERIOR, VOL. 56, NUM. 1, ENERO DE 2006 33 El objetivo de es te trabajo es presentar una eva luación general de la distribución del ingreso en América Latina , Colombia y Bogotá. El documento consta de cinco secciones. La primera es esta introducción; la segunda, un panorama general de la inten sidad de la pobreza y la desigualdad ; en el tercer apartado se presentan alg un as precisiones metodo lógicas que ay udan a entender mejor las categorías utili zad as; las cifras comparadas de América Latina se muest ran en el cuarto apartado, y las de Colombia en el quinto. La hipótesis central de este ejercicio es que si bien en los indicadores de pobreza Bogotá experimenta una mej or situación que el país , no ocurre lo mismo en m ateria de d es igualdad; a partir de 1999, la desig ualdad en la distribuci ó n del ingreso en Bogotá es m ayo r que la regi strad a en la nación . Esta hipótesis es útil porque esa marcada desigua ldad obliga a revisar las políticas aplicadas hasta el momento para fijar las tarifas de los servicios públicos domicili arios , y en especial las políticas para otorgar subsidio s, en el sentido de aca tar la voluntad constituciona l que reconoce la obligato riedad de subsidiar a los usuarios de menores ingresos. pobreza en Amé rica Latin a afectaba a 35 .3% de los hoga res, m iemras la indi gencia o pobreza extrema se cifraba en 13.9 o/o . 1 La proporción de individuos pobres reveló u na tendencia un poco distinta a la de los hogares : en 1999,43.8% de la población de la región se encont raba en situ ació n de pobreza, tres décimas de punto más que en 1997; por su parte, la indigencia de la población pasó de 19.0 a 18.5 por ciento en el mismo periodo. Al inicio del dece nio de los novenra (1992), de acue rdo co n el PNUD, 20% de la población del mundo se aprop iaba de 82.7% de la tota lidad del in greso, 20 % siguiente adquiría 11.7%, y el resta nte 60 % recibía sólo 5.6% del in greso de todo el pl aneta . Los primeros quinriles, los de los m ás pobres, correspondía n a población de los países su bdesa rroll ados . En el tercer quimil se enco ntraba, aunque de m a nera muy m argin al (2/33), una población que vivía en pa íses desarrollados. El cuarro quimil, que percibía 11.7% del ingreso producido , era basta nte heterogéneo porque se formaba por un a población cuyos 33/88 habitaba n en los países subdesarroll ados y los 50/88 restantes en los países desarrollados. El último quimil, que se hacía co n m ás de 80% de los in gresos, se componía casi de manera integra l por población de los países desa rrollados, ya que sólo 2/57 de la misma vivía en los países subdesarrollados. Para 2000 el Grupo de los Países No Alineados recordaba n en La H abana las condiciones del mundo en el terreno de la iniquidad: el 20 o/o más rico del planet a consume 86% de los bi enes; 8 00 mill ones de seres hum anos ca recen de ro da as istencia sa nitaria y 849 millones sufren desnutrición ; cas i la mitad de los 500 millones de habitantes de América Latina está n sumidos en el foso de la pobreza, y el caudal de las tres perso nas m ás ri cas del mundo supera el producto interno bruto de 48 nacio nes pobres con 600 millones de hab itantes. E n 2002 se reconocía en forma categórica que Colombia tenía una de las peores distribuciones del ing reso de América Latina. Mientras que el 20o/o m ás pobre apenas percibía 2.4% del in greso total, el20o/o m ás rico obtenía casi dos terceras partes de és te (62.7%), es decir, 26 veces m ás. Lo peor de todo es que la situ ación lejos de m ejorar viene empeo rando, pues 10 años antes esta diferencia era de sólo 13 veces. Si se at iende otro grupo de pobl ación , el aumento de la co ncentración tam bién resulta evidente: en 19 91 la brecha de in gresos entre ellO% de la población más rica y el lO% de la más pobre suma ba 52 veces; en 1999 esa brecha se cifró en 80 veces. 2 MARCO GEN ERAL S egún cifras del Progra m a de las Naciones Unidas pa ra el D esa rrollo (PN UD), a fin ales del decenio de los noventa, la 34 POBREZA Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN AMÉRICA LATINA 1. Program a de las Naciones Unidas para el Desa rrollo (PNUD). Informe sobre el Desarrollo Humano, 1990-2000 <www. undp.org/report s>. 2. M. Cabrera, "Desigualdad ycrecim iento ", Vangua rdia Liberal, Bucaramanga, Colombia, 2002, p. 11 . ASPECTOS METODOLÓG ICOS U no d e lo s m étodos pa ra determin a r las condi cion es d e la pobreza absoluta es el d e la línea de p obreza. Es t a medida fij a cierta ca midad de in gres o por debajo de la c ual un a p erso na se co nsidera po bre. El in greso que determin a la línea d e pobr ez a h ac e refe re n cia a otro s con ce pt os , como la nutri ció n o la salud. La lín ea d e po breza ex trem a o absoluta fij a el in g res o mínimo neces ario para obtener un a ca nas ta aliment a ri a que cubra lo s requerimi ento s de nutrición bá sicos d e una p erson a . La di st a ncia entre el nive l de in greso d e un a persona y la lín ea d e p obreza se cono ce co mo brecha de p ob reza . Es te co ncepto se pu ede ente nder co mo el in greso adi cion al que requiere un po bre p a ra d eja r de se rlo . 3 Existen ot ros indicadores de pobreza .4 Mientras que los indi cadores de línea de pobreza y de indigencia se asocia n con el ing res o de las famili as, otro s com o los indicado res de neces idades bás icas in sati sfechas, el índi ce de calidad de vid a y el índice de desa rroll o hum a no dependen de va riables como el acceso a la educación , los servicio s públicos, la vivienda, etcétera. La di stribu ción del ingreso es un a va riable qu e se mueve co n le ntitud , ti ende a emp eor a r de m odo leve en los periodos de cri sis y res ulta afec tad a por el des empleo qu e perjudi ca en m ayo r m edid a a lo s grup os m ás po bres. Se sab e que el estudio d e la di stribu ció n del in greso se puede enfoca r des d e do s perspect ivas . Por un a pa rte, seg ún la proporción d el in g res o d e la qu e se apro pi a n lo s dueño s entre los que pa rti cip a n e n la produ cc ió n , o e nfoqu e d e la di stribu ción fun cion al del in g res o . La otra p erspec tiva mues tra los montos del in greso qu e le corres ponde a pa rtes pro porcion ales d e lo s rece ptore s, sea n fa mili as, ho ga res o indiv iduos, o enfoqu e de la di stribu c ió n pe rso n al del in g reso. E l indi ca dor d e d es ig uald ad m ás cono cido es el coefi ciente de G ini. Mientr as este porce maj e se ace rca m ás a 1, m ás se eleva n las d es ig ua ld ad es de lo s ingresos, y a la in ve rsa . Se pu ed e calcul a r a pa rtir d e lo s individuo s o de los hoga res .> 3. M. Orozco, "Otras políticas para el alivio de la pobreza extrema", El Trimestre Económico, núm. 78, México, 1994, p. 115. 4. A. Sen, "Poverty: An Ordinal Approach to Measurement", Econometrica, vol. 44, núm. 2, 1976, pp. 219·231; N. Takayama, " Poverty In come lnequality, and the ir Measures: Profesor Sen's Axioma tic Approach Reconsidered", Econometrica, vol . 47, núm. 3, 1979, pp . 747-759, y A. Atkinson, La economía de la desigualdad, Ed. Crítica, España, 198 1. 5. P. Salama y J. Va lier, Pobreza y desigualdad en el Tercer Mundo, Universidad Nacional de Colombia, Colombia, 1997 . Pese a que en los años noventa muchos países lograron expandir su economía y aumentar de manera significativa el gasto social, por una constante y justificada preocupación por la distribución, la realidad es que en general América Latina no ha conseguido en los últimos años modificar de manera importante la distribución del ingreso LATINOAMÉR ICA: COMPARATIVO MUND IAL Y POR PAÍSES S eg ún el Ba nco Mundial, des de que se di spone de daros so bre los nivel es de vida, Am éri ca Latin a y el Ca ribe se encuentra n entre las regiones del mundo que presentan la mayo r des ig uald ad . Con excepción d e la pa rte de Áfri ca ubicada al sur del Saba ra, es to es vá lido respec to de casi rodo s los indicadores, desde los ingresos o gastos en con sumo h as ta la mayoría de lo s res ult ados de sa lud y educación .6 Aunque la décima pa rte m ás rica de la població n de la región percib e 48 % del ingreso total, la décima pa rte m ás pobre sólo recib e 1.6 %. En ca mbio, en lo s p aíses desarrollado s, la déc ima pa rte superior recib e 29.1 % d el ingres o total , en comparación con el 2 .5% d e la déc ima parte inferior. Los coefici entes de Gini indi ca n algo similar: aunque en Am érica Latin a prom ediaron 0.5 22 en los años noventa , dura nte el mismo periodo el promedio de la OCDE, Europa orient al y Asia fu e mucho m ás bajo : 0 .342, 0 .328 y 0.412 , de man era res pe ctiva. 6. Banco Mundial, Desigualdad en América Latina y el Caribe: ¿ruptura con la historia?, 2003. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 35 Un es rudi o rea li za do en 20 01 po r un a orga ni zación no gubern amental chilena reg isrró daros simil ares a los ex puesros po r el Banco M un dial. En general, en los países europeos, Japó n y C orea, la pani cipa ción del qui nri l más po bre es más J ira qu e en Colombi a (flu crú J enrre 7 y 11 por cienro del in greso rora!) la part icipac ión del qu intilm ás ri co es menor: flu crú a entre 35 y 46 por cien ro (véase el cuadro 1). A fi nales del decenio de los nove nrJ, el ordenJ mienro de los países en fun ción del coefi cienre de Gini, calcul ado a parrir de la distri bución del in greso per cápira de los individuos, confirma que la mayor co ncenrración se presenró en Brasil, con va lor de 0.64. Bolivia, Nica ragua, Guarema la, Colombia, Paraguay, Chile, Panamá y Honduras son rambién países dealra desigualdad, con coefi cientes de Gini enrre 0.55 y 0.60. Más moderada7 fue la concentración del in greso en Argentina, México, Ecuador, El Salvador, la República Dominica na y Venezuela, donde el coefi ciente de Gini fue igual o superi or a 0.50. Uruguay y Cosra Rica volvieron a aparecer como los países con menor desigualdad, con índices por debajo de 0.48 .8 Esra rendencia supone que los segmenros más ricos de la población acumulan proporciones del ingreso muy airas en relación con los más pobres. En Guaremala, por ejemplo, la relación enrre los deciles superior e inferior de la población fue de 58 .6 en 2000. En Panamá, esa relación di sminuyó de 71.6 en 1991 a 53.5 en 2000. Incluso la relación más baja de 10/ 1 de la región en 2000 C U A D R DISTRIBUCION DEL INGRESO EN PAISES SELECCIONADOS, POR QUINTILES, 111 +IV Alemania España Estados Uni dos Francia Ita lia Japón Corea del Sur India China Rusia Chi le Brasi l Colombia Costa Rica México Perú Uruguay 8.2 7.5 5.2 7.2 8.7 10.6 7.5 8.1 5.9 4.4 3.7 2.5 3.0 4.0 3.6 4.4 5.4 13.2 12.6 10.5 12.6 14 .0 14.2 12.9 11. 6 10.2 8.6 8.2 5.5 6.6 8.8 7.2 9.1 10 o 40 .2 39.6 38.0 40 .0 4 1.0 39.6 40 .3 34.3 37.3 33.4 30.6 28.3 29.5 35.4 31 .0 35.4 36.3 - 15.8 en Uruguay- ra mb ién supera la mayoría de las cifras de Europ a (l a co mparac ión más ce rca na es una relación de 12.2 en Iralia). En rigor, los países latinoamerica nos, Colombi a incluida, muesrran un parrón disrriburivo basranre pa recido, y muy desigual denrro de las economías . Así, pese a qu e en los años nove nra muchos países lograro n expandir su eco nomía y aumenra r de manera signi fica riva el gas ro soc ia1, por u na co nsra nre y jusrifi cada preocupación por la di su ibución, la rea li dad es que en general Améri ca Larin a no ha conseguido en los úlri mos años mod ific ar en fo rma i mporra nre la distribución del in greso. Más aú n, los daros acru ali zados (cá lculos) y las opinion es de ex perros revelan signos poco alenradores. ¿Qué espera Colombia en materia de pobreza y distribución del ingreso? Los daros del cuadro 2 muesrran cómo Colombia presenra indicadores de pobreza peores que los de Boga rá. Para 2000 el indicador de necesidades básicas insatisfechas mosrraba cómo en Bogará había 10% menos pobres que en el res ro del país: 12.4 en Boga rá y 23 en roda la nación. Co n relación al índice de cal idad de vida, se observa que las condiciones de vida son mejores en Bogará que en el país. Para 2002, según ci fras de la Subdirección de Desarrollo Social de Colombia, se calculaba que mi en rras 53% de roda la población de Colombiaseenconrrabaabajo dela O 1 línea de pobreza, el porcentaje de 2000 (PORCENTAJES) Bogará en esa situación era rres pun ros porcenruales menor, es decir 50 por cien ro. V 20 / 20 Por a rra parre, se cuenra con 38 .5 4.7 evidencia empírica conru nden5.4 40.3 8. 9 46.4 re de qu e Colombi a posee un a 5.6 40 .2 di stri bución del in greso muy 4.2 36 .3 3.4 35.7 desigual. 9 Varios es rudios han 5.2 39.3 explorado los efecros de algu46. 1 5.7 46 .6 53 .7 57.5 63 .8 60 .9 51.8 58 .2 51.2 48.3 7.9 12.2 15 .5 25.5 20.3 13.0 16.2 11.6 8.9 9. J.Leibovich y J. Núñez, "The Microeconomics of lncome Distribution Dynamics in Rural Colombia (1978- 1995)", Documento Cede, núm. 12, Santa Fe de Bogotá, 1999; M. Cabrera, op. cit. ; J. Ocampo, F. SánchezyE. Tovar, "Mercado laboral y distribución del ingreso en Colom bia en los años noventa", Revista de la CEPAL, núm. 72, 2000; Fuente: "Distribuoón del ingreso: mitos y desa fíos··. Temas Públicos. núm . 539. 27 de JUlio de 200 1 <http//www.lyd .com>. Banco de la Repúb lica, Reportes del Emisor, núm. 32, Colo mbia, 2002; Banco Interamericano de Desarrollo (BID), La reducción de la pobreza y el BID: eva7. Un índ ice de Gini que oscile entre 0.48 y 0.55 se conside ra moderado. luación de la estra tegia y los esfuerzos del banco, RE-288, Washington, 2003; 8. Citado en Banco de la República de Colombia, Reporte del Emisor, 2001 . Banco Mundial, Desigualdad .. , op. cit. 36 POBREZA Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN AMERICA LATINA C U A D R O 2 BOGOTÁ Y COLOMBIA : INDICADORES DE POBREZA DE , 1996-2003 1996 1997 1998 1999 2000 2002 2003 12 .20 86.20 0.84 37.80 7.70 13.00 86.80 0.83 32.40 6.80 12.50 88.70 0.83 36.60 11.30 12.40 86.60 0.81 46.30 11 .30 12.40 86.90 0.81 49.60 15.00 12.30 87.00 0.80 50.00 17.00 1200 87.00 0.80 50.00 17 .00 26.00 25.90 73.30 0.77 50.30 18.10 26.00 73.30 0.76 51.50 17 .70 24.90 75.20 0.76 56.80 19.70 23.00 75.70 0.76 59.80 23.00 22.00 0.73 0.74 57.00 23.00 21.00 0.74 0.74 57.10 23.00 Bogotá Necesidades básicas insatisfechas Índice de calidad de vida Índice de desarrollo humano Linea de pobreza Linea de indigencia Nacional Necesidades básicas insatisfechas Índice de calidad de vida Índice de desarrollo humano Linea de pobreza Linea de indigencia 0.76 52.80 18 .70 Fuente : elaboración propia con base en datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y la Encuesta Nacional de Hogares, junio de 2003. nas va ri ab les macro económi cas so bre la di stribució n del in greso. Bern a!, Cá rdenas y Sá n chez N úñ ez enco ntra ro n que un aum ento relativo de sectores transab les tendía a reducir el coeficiente de G ini , en ta nto que un a m ayo r inA ación, una m ayo r rasa de desempleo y un a deva luación real tienden a aum entarl o. 10 Aunqu e los res ultados de Ocampo, Pérez, Tovar y Lasso no co rrobora n a lgunos de es tos res ultados (en particula r, los efectos di stributivos favorables de una m enor inA ació n), llega n a co nclu siones simil ares en el primero de estos res ultado s. 11 En términos específico s, es te es tudi o muestra que la apertura come rcial tu vo un efecto di stributivo adverso, por la vía de m ayo res diferenciales de in greso según la ca lifi cació n de la mano de obra; el aum ento del gas to públi co en el decenio de los novem a obse rvó un efecto simil ar. El primero de estos res ultados co in cide, adem ás, co n los obtenidos por Birchenall, quien , mediante un a m eto do logía de funcion es de probabilid ad , encuentra que la apert ura come rcial generó un ca mbio tec nológico q ue hi zo c rece r la dem a nda de m ano de obra ca lifi cada en las siete ciudades principal es . 12 Por su parte , Sánchez y N úfí.ez encuemran que, a largo plazo, los incre mentos en la rasa de desempleo , el tamafí.o del hoga r y la deva lu ación rea l aum entan el número de ho gares pobres, 1O. R. Bernal, M. Cárdenas, F. Sánchez y J. Núñez, La distribución del ingreso en Colombia. tendencias recientes y retos de fa política pública, Tercer Mundo Editores, Santa Fe de Bogotá, 1998. 11. JA Ocampo, M .J. Pérez, C. E. Tova r y F. J. Lasso, Macroeconomía, ajuste estructural y equidad en Colombia: 7978-7996, Depa rtamento Nacional de Planeación , Colo mbia , ma rzo de 1998. 12. J. Birchenall, "lncome Distribution, Human Capital and Economic Growth in Colombia", Archivos de Macroeconomía, núm. 70, Departamento Nacional de Planeación, Colomb ia, 1998 . mientras que el mejoramiento en educac ión , produ ctividad y términos de intercambio surte efectos favorab les en la incidencia de pobreza en las ciudades principales. A la críti ca situació n de pobreza se sum a la crec iente desigua ld ad qu e ti ene a Co lombi a co mo el seg und o país en América Latina, después de Brasil , co n m ayo r iniquid ad. Es to se ex presa en el aumento del coe fici ente d e G ini y la ampli ación drás ti ca de la brecha de in gresos e ntre ellO % más rico y ell 0% m ás pobre. Para 2000 esa diferencia era de 77.6 veces en el país , mientras en Bogotá lo era en 56 veces . Estas cifras so n un poco di stintas a las del Banco Mundia l, según el cual la brech a pa ra el país es de 80 veces, lo que de toda s form as reAeja un patró n de ac umulación concent rador y excluye nte. Bogotá: pobreza, distribución del ingreso y serv icios públicos domiciliarios Para algunos a nalistas es difícil entender que se opin e co n vehemencia sobre la pobreza en Bogo tá en un periodo reciente, cuando tan sólo se cuenta co n información ofic ial so bre los indi cado res de pobreza hasta el año 200 2 . Las cifras de 2001 emp ezaban a mostrar un deteri o ro de aquello s indicadores d e pobreza m edida por lo s in gresos (lín ea de pobreza y línea de indi ge ncia) , m as no aqu éll os asociados co n la di sponibilidad de se rvicios públicos, edu cación , salud y vivienda (neces idades bás icas insat isfechas, índice de calidad de vida e índice de desarro llo humano) . Co n respecto a los primeros , el porce ntaje de pobl ación bajo la línea de pobreza e indi gencia creció a partir de 1998 y hasta 2000 y declinó de manera leve en 200 l . En es te último año , la línea de pobreza era de 2 16 COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 37 Si se o bse rva la di stribu ción del in g reso de Bogo tá por pesos (92 dólares) , lo que significa que una familia comp ues ta por padre, mad re y dos hij os se co nsideraba pobre si percibía quin riles de ingreso, el 20 % má s pobre pasó de rec ibir 3.4% del in g reso rotal promedio en los años oc henta a 3.7% (s u in gresos inferiores a 864 pesos (363 dólares) . 1•1 La experiencia ha demostrado que los indicadores de líneas de punto m ás alto ) en 1997 y 2 .3% en 2000 . El quintil 2, a su pobreza e indigencia se mueven con el ciclo económico, mejoran vez, a lcanzó la pa rti cip ació n m ás baja en 2000 , a lrededor de 7% del in g reso tora l en el periodo 1985- 19 97, y 5. 8% en con el crecimiento y empeoran en las reces iones. El deterioro 2000. El quintil 4 también vio disminuido sus ingresos como en Bogotá se produjo justo en el periodo 1998-2000 , cuando propo rció n del rotal en el último dece nio a l pasa r de 20.9 % la econo mía entró en recesión y aumentó mucho el desempleo . Para el periodo 20 01-2003, en que la economía empezó a redel tota l en 1985 a 18.3% en 2000 . cuperarse y la rasa de desempleo se redujo de 20 a 17 por cienEl a nálisis por es tratos socioeconómicos confirm a la hipótesis del deterioro de la distribución del in greso en el distrito to, estos indicadores mejoraro n en términos relativos. Como lo reconocen los analistas de la Secretaría de Hacienda, éste es cap ital. E n 1996 el estrato 2 percibía 12.9% del in greso rotal; el es trato 3 percibía 4 0. 2%, y 24 .3% el estrato 4. El 2.5% el arg umento central para registrar los daros que aparecen más de la población del estrato 1 percibía 1. 2% del ingreso total adelante sobre los cálculos y proyecciones. De forma contraria a lo ocurrido con los indicadores de en Bogotá, y 1.6 % de la población, clasificada como estrato pobreza e indigencia hasta 2000, los indicadores de pobre6, recibía 6.9% del ingreso toral (calculado como sum a de za basados en la disponibilid ad de servi cios básico s (educain greso laboral m ás ingreso no labo ra l) . ción, salud, se rvicios públicos) y en la calid ad de viviend a En 200 1 el estrato 2 permanecía estab le con 10.9% del mejoraron (es el caso del índice de desarrollo humano ) en el in g reso, el estrato 3 veía di sminuida su parti cipación a decenio de los noventa, lo que constituye un logro enorme 33.8% del in greso total y el es trato 4 tenía la mi sma proporque significa mantener o aumentar tasas de cobertura porción d e ingreso con una mayor proporción d e poblade estos servi cios a una población que crece en alrededor de ción. Para los estratos 1 y 6 estas proporciones de in greso aum entaron a 1.4 y 12.8 por cien ro , de m a nera respectiva 160 000 habitantes por año. 14 (véase el cuadro 4) . 15 El combate a la pobreza en Bogotá y las políticas de inclusión social condujeron a indicadores de pobreza mucho mejores que los de roda la nación y C U A D R O 3 aun mejores que los del resto de las entidades BOGOTÁ : DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO POR QUINTILES, 1985-2003 departamentales. En 2000 el índice de necesidades básicas insatisfechas del país fue de 23% y el de Bogotá de 12.4% ; el índice de calidad 20% 20% más rico más pobre de vida del país fue de 75.7% y el de la capital V 1 11 111 IV de 86.9%; el índice de desarrollo humano, de 51.4 1985 3.0 6.7 11.4 20.9 manera respectiva, de 0.76 y 0.81 , y la línea de 51.5 3.6 22.2 1986 7.6 12.5 52.0 3.4 1987 7.2 22.0 12 .2 pobreza, en el mismo orden, de 59.8 y49.6. Cabe 21 .3 50.7 3.5 1988 7.2 11 .8 advertir que los indicadores de Colombia inclu11.4 49.0 3.4 1989 7.0 20.3 yen a Bogotá, de manera que al excluir la capital 12 .1 2 1.5 513 3.6 1990 7.4 49 .8 10.9 6.4 1991 3.0 19.9 las diferencias se acentúan . De igual form a, si se 51.4 7.1 11.8 1992 213 3.4 comparan estos cuatro indicadores entre Bogo6.5 19 .1 45.3 10.9 1993 3.1 1994 tá y los departamentos en el mismo año, Bogotá 1995 muestra de modo claro una mejor situación que 1996 7.5 19 .1 11.7 58 .1 1997 3.7 el resto de entidades territoriales. y F. Sánchez, " Estimaciones trimestrales de de pobreza y sus rela ciones co n el desempeño 13 . J. Núñez la linea macroeco nó mico co lomb iano (1977-1997)", Archivos 1998 1999 2000 2003 2.6 2.3 2.3 6.1 5.8 5.8 10.4 10.1 10.1 18.8 18.3 18.3 62.2 63.5 63.5 de Macroeconomía, núm . 11 O, Depa rtamento Nacional Fuente: elaboración propia con datos para 2003 del Departamento Administra ti vo de Bienestar Social. de Planeación, Colomb ia, 1999, y J. Ocampo, F. Sánchez y E. Tovar, op. cit., p . 72. 14. Secretaría de Hacienda Distrital, La pobreza en Bogotá y/os resultados de las políticas distritales para combatirlas. e Impacto de la inversión 15. El registro de las cifras oficia les llega hasta 2001; se ca lcul a que, en el peor de los casos, los datos de 200 1 se prese ntarán en 2003. Véase Cuadernos social distrital y de los subsidios en las tarifas de los servicios públicos sobre la distribución del ingreso en Bogotá, mi meo , 2003. de la Ciudad, núm. 2, 2003,14 páginas . 38 POBREZA Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN AMÉRICA LATINA C U A D R 4 O BOGOTÁ : DISTR IBUCIÓN DE LA POBLACIÓN Y DEL INGRESO POR ESTRATO 1996, 2001 Y 2003 (PORCENTAJES) 1996 Población 2003 2001 Ingreso Población Ingreso Población Ingreso 2.50 1.20 3.20 1.40 3.20 1.40 2 25.00 12 .90 22 .50 10 .90 22.50 10.90 3 50.70 40 .20 47.70 33.80 47.70 33.80 4 14.70 24.30 17 .00 24.70 17.00 17 .00 5.40 14.40 6.50 16.30 6.50 16.30 1.60 6.90 3.00 12 .80 3.00 12 .80 6 Fuente: elaboración propia con informa ción del Departamento Adminis trati vo Nacional de Estadistica (DANE). Encuesta de Hogares 1996 y Encuesta Continua de Hogares 2001. El coefi ciente de G ini muesrra que entre 199 1 y 1999 la distribución del ingreso en Bogo tá observó un a cl ara tendencia al deterioro, que se d etu vo en 2 000 y declinó d e m a nera li ge ra en 2001. A partir de 1999, la co nce ntració n d el ingreso en la ciud ad fu e m ayo r que la nac io na l y, co mo se reg ist ra m ás adela nte, es ta tendencia se m ant iene h as ta 2 00 3 (véase el cuadro 5). Una reducción de 3% en el coe fi ciente d e G ini se explica por la gra n capacid ad de absorción de recursos de los sec tores m ás pobres , es d ecir, d ado que las neces id ad es de los pobres son cuantiosas, la inve rsión social apenas reduce el coeficiente en 3.3%, producto de los rezagos socia les. U n deterioro de la distribución del in greso surte un efecto directo en la ca nas ta bás ica en cad a uno de los es tratos . En este se ntid o se ría pertinente preg unta rse: d esde la perspect iva d el in greso m oneta rio,¿ cóm o se refl ejó la concentració n del in greso por es tratos? E n lo que se refi ere a las loca lid ades, Bogotá presenta niveles de co ncenrración del ingreso muy va riados. Sa ntafé y Usaquén aparecen como las localidades con m ayo r desigua ldad : 0.59 y 0.57, de manera respectiva. Esas dos localidades presentan coeficientes superiores que los de la capital (véase el cuadro 6) . Usme, San C ristóbal, Bosa, C iud ad Bolíva r y Tunjueli to registran los índices más bajos; sin em ba rgo, se co noce que esas loca lidades son ta mbién las más pobres. Lo a nterior destaca porque en esas zonas en pa rt icular el ingreso está menos concentrado por trata rse de localidad es con muy bajo ingreso medio. 5 CUADRO BOGOTÁ : COEF ICIENTE DE GINI, 1988-2003 1988 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2003' Bogotá Nacional ' 0.435 0.453 0.432 0.484 0.416 0.510 0 .508 0 .519 0.559 0.564 0 .564 0.56 1 0.562 0.550 0 .5 50 0 .560 0.560 0 .560 0.550 0.540 0 .560 0 .563 0.560 0 .560 0 .545 0.545 l . El coef1ciente de Gini nacional incluye Bogota . Fuente: elaboración propia con mformación del Departamento Administrativo Nac1onal de Estadistica, DNP-UDS -DIOGS; para el distrito : Subdirección de Desarrollo Social del DPAD. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 39 Otro hec ho qu e va le la pena destaca r es que si bi en el coefi ciente de G ini ex pli ca la con ce ntr ac ión de l in gres o (por loca li dad es ), no ofr ece orro s pa rá me tro s qu e posibi li ten o tr o tipo d e in fe rencia s. D e rodas ma neras , el coefi ciente de Bogotá (0.56), com o cifra tora l, es fi el refl ejo de la altísim a des iguald ad qu e pri va en la ciud ad . Si se cr uza es te indicad or co n las cifras de pobreza (49.50 % ) e indi ge ncia (1 5%) en Bogo tá, aparece un cuadro preocupante sin lu ga r a dud a. Con rel ación a la distribución del ingreso por es tratos, en 2001 el in greso prom edio por person a para el estrato 1 fu e C U A ORO de 141 58 6 pesos , y de 154 786 pesos para el esrraro 2 . A los es o·aros 5 y 61es correspondieron ingresos promedio respectivos de 81O403 y l 339 339 pesos . La relación entre el in greso promedio por perso na qu e percibi ó el es rraro más ri co es 9.5 veces el qu e recib ió el más pobre (véase el cuadro 7). El 29 de di ciembre de 2000 se aprobó la Ley 632 , que amp lió has ta 200 5 el pl azo para des montar los subsidios. Com o co ndición para ese desmonte, la ley es tablece qu e no se podrá rea liza r en un a proporción anu al inferior a la quima parte del desmonte rotal necesa rio. Es to es importante porque el des monte se rea liza rá de man era gradual a lo largo de los cinco anos, y no todo en un an o. @ 6 BOGOTÁ: COEFICIENTE DE GINI POR LOCALIDAD, 2003 Coeficiente de Gini 0.56 0.57 0.54 0.59 0.43 0.35 0.44 0.43 0.43 0.50 0.46 0.58 0.53 0.48 0.51 0.43 0.40 0.56 0.44 0.40 Bogo tá total Usaquén Chapinero Santa fé San Cristóba l Usme Tunj uel ito Basa Kenned y Fonti bón En gat iva Suba Barri os Uni dos Teusaqui llo Los Márti res Antonio Nariño Puen te Aranda La Ca ndelaria Ra fae l Uribe Ci udad Bolivar Fuente : Encues ta de calidad de vida 2003, Bogotá. C U A O R 7 O BOGOTÁ: PERSONAS POR ESTRATO E INGRESOS MENSUALES, 2001 (PESOS) Número de personas por estrato 4 6 To tal 21 o 763 1 476713 3 130 560 1 11 6 823 423 050 199 844 6 557 753 Nota: en 200 1 el tipo de cambio era de 1 900 pesos por dólar. Fuente: Secretaría de Hacienda del Distrito. Serie Equi dad y Bienestar, núm. 2, p.l4. 40 POBREZA Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN AMÉRICA LATINA Ingreso total 29 84 1 109 372 228 57448 1 482 709 752 597 226 518 974 175 265 342 840 946 47 1 267 670 868 703 2 097 654 778 579 Ingreso promedio por person a 141 154 226 464 8 10 1 339 586 786 717 688 404 339 379 874 ALFREDO FERNJ\NDEZ TORRES* E 1presente trabajo constituye un modelo teórico de orga- nización industrial basado en el concepto del poder de mercado aplicado en México en el periodo 1994-1996. El poder de mercado constituye el principio básico del conocido paradigma es tructura-conducta-desempeño (SCP). El poder de mercado se puede medir indirec tamente con el grado de concentración de la industria, que representa la porción dominada por las empresas líderes del ramo. Los índices de concentración ( CR , , H) son la expres ión cuantitati va del grado de ésta asociados directamente a la estructura de mercado. De ahí que en los modelos que se desarrollan se consideren los índices de concentración como variables de tipo estructura l. La relación entre el poder de mercado y el desempeño se puede representar de modo esquemático así : Poder de mercado - Estructura de mercado - Desempeño El alcance de este trabajo se limita a la validación empírica de un modelo teórico de organización industrial en el marco de una economía Je mercado emergente 1 como la mexicana, en medio de un proceso de globa lización mundial y de apertura comercial generali zada. MARCO CONCEPTUAL E l modelo básico de la teoría de la organización industrial propone la existencia de una relación muy estrecha entre la estructura de mercado, el comportamiento de la empresa y algunas variables de desempeño de ésta. Con frecuencia, los análisis evaden las dificultades que implica la medición del comportamiento de la empresa y proceden a relacionar directamente la estructura del mercado con el desempeño de la empresa. 2 Ésta ha sido la característica principal de la mayoría de los estudios realizados en los países industrializados que intentan comprobar las hipótesis derivadas de las diversas teorías del oligopolio. Una de las premisas demostradas es que a medida que aumenta la participación de una empresa en el mercado, ésta se encuentra en mejor posición de coludirse con otras y alcanzar mayores utilidades. Dicho en otras palabras: los monopolios y los oligopolios pueden fijar sus precios y cantidades en un nivel que les garantice una utilidad superior. Por otra parte, algunos autores parecen coincidir en que las dimensiones teóricas más importantes de la estructura de mercado son el grado de concentración de los productores, el grado de diferenciación de los productos, las condiciones de entrada para nuevos competidores y el grado de concentra- 1. El término se refiere a un país en desarrollo. * Departamento de Evaluación Económica del In st ituto Cubano de Derivados de la Caña de Azúcar (ICIDCA), La Habana, Cuba <a lfredo. torres@icidca .edu.cu >. 2. Keith Cowling y M. Waterson, "Price-cost Margins and Market Structure", Economica, núm. 43, 1976, pp . 267-274, y J. Connor, The Market Powerof Multinationals: A Quantitative Analysis of United States'Multinational Corporations in Brazil and Mexico, Praeger Specia l Stud ies, Nueva York, 1977. COMERCIO EXTERIOR. VOL. 56. NÚM . l. ENERO DE 2006 41 ción de los compradores. Mientras que esta última se ha pasado por alto debido a la dificultad de comprobarla de modo empíri co es, paradójicamente, la más fácil de medir. 3 En lo que respecta al grado de conce ntración de productos cabe decir que en la mayoría de los casos se ha esta blecido un efecto positivo de la concentración en los beneficios de la empresa. 4 En 1951, Bain publicó lo s primeros trabajos empírico s acerca de las relaciones estru ctura-condu cta-desempeño del mercado; 5 elaboró el marco teórico en que los elementos de la estructura de mercado fijan la conducta de las empresas. La estructura y la co nducta, a su vez, interactúan juntas para determinar el funcionamiento del mercado. La hipótesis que Bain trató de demostrar de manera empírica fue que el margen de utilidades promedio de las empresas en mercados oligopólicos de alta concentración tenderá a ser significativamente mayor que el de aquéllas en mercados menos concentrados, lo cual se demuestra mediante la teoría convencional de precios. Entre los resultados más importantes de Bain se encuentra la relación positiva entre la concentración del mercado y la tasa de retorno de utilidades con respecto a las ventas, así como la existencia de un nivel crítico de concentración, en su caso de 70%, en el que hay una diferenci a significativa entre la tasa de retorno de utilidades para valores mayores y menores que esa cifra. 6 La discusión de estos as pectos sigue siendo de crucial importancia pa ra las economías más avanzadas del mundo; algunas dimensiones de la organización industrial relacionadas con la estructura industrial y la dependencia tecnológica se han adoptado en las economías menos desarrolladas para explicar ciertos rasgos de la industriali zación basada en la sustitución de importaciones. En el caso de México, es bueno señalar la transformación radical que ha sufrido su modelo económico desde mediados del decenio de los ochenta; es decir, su ingreso al GATT en 1986, la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el fortalecimiento de la protección de la propiedad intelectual industrial y la desregulación de las tran sacciones tecnológicas, lo cual implicó el abandono de un proceso de desa rrollo conducido por el Estado a cambio de un modelo más sustentado en el mercado. Como resultado de estas reformas, en el periodo 1990-1995 México 3. También es fácil definirla . 4. LeonardW. Weiss, " The Concentration-profits Relationship and Antitrust", en J.J. Goldschmid, H.M. Mann y J.F. Weston, Industrial Concentration: The New Learning, Little Brown, Boston, 1974. 5. Tambi én se conoce como hipótesis estructura-conducta-desempeño . Joe S. Bain, "Relation of Profit Rate to lndu stry Concentration American Manufacturing, 1936-1940", Quarterly JournalofEconomics, vol. 65, núm. 3, 195 1. 6.1bid 42 DESEM PE ÑO IN DUSTRIAL COMO MED IDA DEL PODER DE MERCADO fue el principal país receptor de inversión exrra nj era directa (IED) de América Larina y el segun do en 1996-2000 (después de Brasil) / periodo en qu e 83.5% de las expo rrac iones tuvo como des tino el mercado norteamericano. 8 OBJETIVOS E n este trabajo se esrudia el efecto de un factor muy importante en la estructura de mercado: el índice de concentración en el desemp eño de la indu st ri a medido con suurilid ad neta y aj ustando algunos modelos matemáticos lineales. 9 El interés por identificar las características es rrucrurales del mercado con la concentración proviene de que és ra ral vez sea el aspecto más releva nte de la es tructura de mercado. 10 HIPÓTESIS E n la segunda mitad del siglo XX los investigadores en organización industrial buscaba n un paradigm a teórico sólido para sus trabajos . Quienes (asociados a los análisis empíricos) de forma consciente rechazaban la reo ría de precios contemporánea como base de su investigación, se dedicaron a la búsqueda de modelos econométricos que explicasen las supuestas relaciones de causalidad. Surge así la hipótesis de Bain, que plantea que los rendimientos tienden a incrementarse con la concentración. 11 En un periodo m ás reciente, a principios de los setenta, surgió la idea de que el incremento de los rendimientos, producto del aumento en la concentración, se debe en primer término a la mayor eficiencia que se logra en industrias más concentradas. 12 En la acrualidad, la mayoría de los investigadores considera que el incremento de los m árgenes de ganancias de las grandes empresas es una consecuencia directa de sus poderes de mercado . 13 De ahí que el trabajo se incline por defender 7. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), La inversión extranjera en América Latina y el Caribe . Informe 2001, Santiago, Chile, 2001 . 8. APEC, Economic Outlook, octubre de 2001 . 9. Va lor porcentual co n respecto a la s ve nt as. 10. Stephen Martín, Advanced Industrial Economics, Cambridge University Press, Cambridge, 1992 . 11 . Joe S. Bain, op. cit. 12. Harold Demsetz, " Industrial Structure, Market Rivalry, and Public Policy", JournalofLawandEconomics,vol. 16,núm. 1, 1973, pp . 1-9,yE .J. Dockner, "A Dynamic Theory of Conjectural Variation s", Journal of Industrial Economics, vo l. 40, núm . 4, 1992, pp . 377-395 . 13. K. Aiging er, "Der Einfluss der neuen lndustrieókonomie auf die ln dustriepo litik", WIFO Monatsberichte, núm . 7, 1996, pp. 475-49 1, y del mismo autor, The Use of Game Th eoretical Models for th e Structure Conduct, Performance Research , Vi ena , 1997. el papel d ete rminante del poder d e mercado en el dese mpeño y la co nducta d e las emp resas y po r co nsigui ente de la industria en su co njunto. Se trata d e d emostrar la presencia d e un a reg ul aridad económica del mund o desa rrollado en la eco nomía de un pa ís emergente co mo México, con la parti cularidad d e que esta regularidad ocurre en el m a rco de la globali zación y la integración eco nómi cas. E n teoría, se puede plantear el sig ui ente d esarrollo: Si el beneficio d e un a empresa i de un a industria determin ad a viene d ado por la expresión: donde: p (Q) represe nta la curva de d em anda inve rsa del m ercado Q= f,q;representa la producc ión tota l d e la industri a. ¡ .. ¡ E ntonces, la co ndi ción d e prim er orden para la m ax imi zació n del benefi cio de la empresa i es: dond e: H f.,s . z representa el índice d e conce ntració n ¡. 1 ' de H erfindahl. 14 Si se trata la elast icidad co nj et ura l de la empresa i, ex . = q¡ dQ _¡ = ex igual a un a co nstante, se obtiene: ' Q _, dq.' = en el caso del índice de Lern er promedio de la industria. Por otro lado , si se supon e que la indu str ia es tá domin ad a por un grupo d egempresas, co n el res to de n- g empresas tomado ras de precio , 15 en las que el índice d e Lerner es igual a ce ro , el gr upo dominante sele cciona los va lores de q¡, para i = 1, 2, ... , con obj eto d e m ax imi za r la siguiente función d e benefi cio : f1 e = dQ donde: QJepresenta la producción co mbinada de todas la empresas excepto la d e la empresa i; es d ecir, Q = q; + Q;. A¡ = dQ_¡ = A. dq¡ como un a constante, entonces se pued e obtener el índice de Lerner especí fico d e la empresa i. L¡ p- e ' s¡(l +A¡) p E Qp A + Q¡, )~- :L,c¡ (q ¡) i=l p + q ¡ p' (1 + - - ' ) = e' dq¡ Si la empresa i trata la derivad a conjetural p (~ = - - = -'------'- donde: s = ~ representa la porción del mercado dominada por ' Q la empresa i p representa la elas ti cidad precio de la d emanda EQ" = -( p'Q) por la indu str ia. Así, el poder de m ercado d e la empresa (su índice de Lerner) depende de la porción de mercado dominada por és ta y de sus expectat iva s sobre la co ndu cta de las empresas ri va les. Si se toma un promedio ponderado de los índices de poder de mercado específico de las empresas, usa ndo las porciones de mercado co mo pesos, se obtiene un índice de Lerner promedio de la industria. dond e: _~ represe nta el producto ge nerado por el grupo Q e - ¿ q¡ . i =l dom111 ante y QF = Q- Q; representa el producto generado por el resto del grupo . Si el grupo dom inante m antiene una derivad a conjetural A- = ()QF le () Q , que expresa la respuesta del resto del grupo a los e camb ios en el produ cto d el gr upo d o min a nte, con sta nte, ento nces la condición de primer o rden en la maximizac ión del benefi cio co n respecto a q¡ es: p (Q) + Q;p'(Q)(l +A FG) = <(q) Si se supone que el costo marginal es el mi smo para todos los miembros del gr up o domin a nte e igual a ce '· enton ces el índice de Lerner para el grupo dominante es: - p- C e Le - P Luego, el índice de poder de mercado promedio de la in- s 2 (1 +A. ) dustria es : L=s a L a +Cl -sa)(O)= G FG EQp Si se co nsid era que el g rup o dominante manti ene una elasti cid ad conjetural consta nte ex - --'=----'Q e dQ F Fe- Q ()Q F e con respec to a la res pu esta d el resro d el grupo a cambios i= l ¡. ¡ E Qp [1] 14. Más adelante se trata con mayor detalle . 15. Seleccionan un nivel de producción en el que su costo marginal es igual al precio . COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 43 en el ni ve l de p roducco del grup o domin a nre, se pu ede exp resa r el índice de Lern er promedi o d e la indu st ri a d e la siguienre forma: L = (1 - a re )s e 2 + a re s e cQ¡, [3) ~ dond e: se; = 2, s; represe nta el índi ce d e co nce nrración i= 1 (CRc) del grupo d e g empresas domin a mes. 16 En am bos casos, el d esa rrollo teó rico mues tra có mo el índi ce de co nce nrración de H erfind ah l y el índice de concentración (C Rc) es tán relacion ados es rru cr uralm enre co n el índice de Lerner de poder de mercado a nivel de industria . Tam bién es posible plamear que en el ámbico indu strial: Beneficios o utilidades= (p -c') .Q Ye m as= pQ E ntonces: utilidades (p - c') Q = p-e' Rendimiento = - - - ventas pQ p = L (índice de poder de m ercado) Por canco , el rendimiento representa en sí una medida in- directa del poder de mercado. 17 As í, desde el punto d e vista teórico es fac tible es tablecer una relación entre el rendimienco y los índices de concentración industrial. En es tudios a nteriores sobre la in dustria m anufact urera 18 se obtuvieron algunos modelos m atem áticos linea les al relacion arse los índices d e concentración con respec to a dos tipos de variables de d esempeño: PCM, que representa el margen ex istente entre el precio y el costo , y ITIR que representa el cociente de las utilidad es netas co n respecco a las ve ntas. D e m ane ra que es posible establecer que ex iste una rel ación es tructura l entre el d esemp eño industria l (expresado en el rendimi ento) y los índices d e concentración, lo qu e constitu ye en sí la hipótes is bás ica del trabajo. La ex isten cia de di cha relación se co rrobora aplica ndo a lgun os modelos matem áticos linea les. 16. Más adelant e se t rat a con mayor detalle. 17. Esta medi da cobra interés al no poder obtenerse de forma directa los valores de cost o margi nal. 18. R.A .. Connollyy M. Hirschey, "R&D, Market Stru ctu re and Profits: A Valuebased Approach", Review of Economics and Statistics, nú m. 6, 1984, pp . 678 - 681; Richard C. Sc hm alense, " lnter-indu st ry Studi es of St ru ct ure and Perf or mance", Handbook of Industrial Organization, vo l. 11, núm. 16, North-Holland. A msterdam, 1988, pp. 951-1 009, y del mismo auto r, " Industrial Economics: An Ove rview", Economic Journal, núm. 98, 1989, pp. 643-68 1. 44 DESEMPEÑO INDUSTRIAL COMO MEDIDA DEL POD ER DE MERCADO VARIABLES EMPLEADAS EN El MODELO: ÍNDICES DE CONCENTRACIÓN Y RAZÓN DE UTILIDADES NETAS E n la ca rac teri zac ión cuami ra ri va d e la estr uc tura de mercad o se suelen uri !iza r los índ ices de co ncenrración. Es cos pa rá metros miden el ni vel de particip ación co mbin ad a en un determin ado m erca d o. Sus va lores refl ejan el tipo de es tru ctura asociada al propio mercado: los muy pequeños (ce rca nos a cero) está n relacionados co n m ercados d el codo co mpetitivos, mientras que muy altos (cercanos a un o) es tán vin c ul ad os a la prese ncia de es tructuras mo nopó licas. El índi ce d e co nce ntrac ión represe m a un número qu e se puede calcu lar, al menos aproxim ad a mente, a partir de cierra información disponible. 19 De los índices que se co noce n los más utili zado s so n el índice de H erfindh a l y los índices de co ncentración (sobre todo C R4 y CR8 ) . El índice de H erfindhal es la sum a de los cuadrad os de las pa rti cipacion es d e cada un a de las empresas en el mercad o, es dec ir H = S 12 + S1 2 + ... Sn 2 Valores m ayores d e H indican un a mayor co ncentración en el mercado, por lo que H se in cre menta en la med id a que disminuye el número de empresas participantes ya u mem a la varianza des (nivel de participación de cada empresa). D e manera que el índice d e Herfindhal combina ramo la información del número de empresas presentes como la distribución d e tam años d e las mismas . El índice de concentración no es más que la participación co mbinad a en el mercado de las m mayo res empresas d e la indu stria, es decir C R m =S 1+ S + .. . S 2 m En el trabajo se emplea n como vari ables es tructura les de m ercado la participación combin ad a en és te de las cuatro m ayores empresas de l seccor a nali zada m ediante CR4 y la suma de los cuadrados de las participaciones de cad a una de las empresas en el mercado m edi ante H . El d esempeño se eva lú a por medio de la razón de utilid ades netas co n respecto a las ventas, procedimiento al que se rec urre en la m ayo ría d e los es tudios empíricos so bre el tema . Por lo que M NETO representa la va ri able d e desem peño emp leada. 19. Ste phen M artín, Industrial Economics, M cM ill an, 1994. METODOLOGÍA E n el trabajo, se desa rrolla un modelo matemático linea l del tipo MN ETO = a 0 + a, . (CR4 ,H) , 20 se mejante a las ec uaciones teó ricas 2 y 3, co n el obj etivo de comprobar la pos ible re lación entre la es tru ctura y el dese mp eño en un co njunto form ado por diversos tipos de industrias en el mercado mex ica no durante 1994- 1996 , para lo cual se emplea la in fo rm ación que aparece en un suplemento especial anual de la rev ista Expansión sobre el desemp eño de las 500 mayo res empresas mexica nas. 21 resultados que se describen en el cuadro 1, del cual se desprend e lo sigui ente. a] El términ o ind ependi ente no es signifi cativo en ca da uno de los modelos obtenidos; b] el término de la pendi ente es positivo y significati vo en cada uno de los modelos 22 obtenid os; c]l a inexistencia de un a aurocorrelación se ri al en los residuales en cad a un o de los modelos 23 obtenidos , y C U A D R O 1 RESULTADOS DEL MODELO LINEAL D E D ESEMPEÑO . ÍNDICE DE CONCENTRACIÓN PARA LAS CUATRO EMPRESAS DOMINANTES (CR, ) RESULTADOS Parámetros ' MNETO = -2. 16 199 4 C on la aplicación de un modelo lineal de desempeño del tipo : MNETO(%) = a 0 +a, *CR4 (a dim .) y co nsiderando un an áli sis de co rte t ransve rsa l pa ra cada año en el periodo 1994 -1 996 (véa nse los anexos 1, 2 y 3) , se obtuvieron los A N + 7 .3 0 * CR, =-6 .56 + 17 .79 1995 MNETO 1996 M NE TO = -3 .66 * CR, + 15 .09 * CR, R' 0.3225 0.2258 0. 145 1 1. Se ut1lizó el programa estadístico Statgraphics Plus. E X O 1 MÉX ICO : DESEMPEÑO IND U STR IAL POR SECTORES , 1994 Alimentos Aseguradoras Autopartes Bebidas Cemento Comercio de autoserviCIO Comercio depa rtamental Comercio especia lizad o Con strucción Distribuidoras Editoriales Farmacéuticas Hote les Maquinari as y equipo eléctrico Maqu inarias y equipo no eléctrico Mineria Papel Petroquím ica Materiales no metalicos Producciones metalicas Qu ímica Servicios inm obil iarios Servicios profes iona les Siderurgia Te xtil Transporte Varios Índice de concentración de Herfindahl (H) 0.09 0.22 0. 15 0. 11 0.21 0. 17 0.20 0.63 0. 12 0. 11 0.25 0.2 1 0.22 0.3 1 0.30 0.23 0. 19 0.30 0. 15 0.22 0. 12 0.23 0.3 1 0. 15 0.36 0. 19 0. 19 Índice de concentración para las cuatro mayores empresas dominantes (CR, ) 0.52 0.86 0.60 0.60 0.73 0.74 0.79 1.00 0.59 0.63 0.80 0.84 0.79 0.76 0.91 0.84 0.72 0.83 0.7 1 0.76 0.59 0.84 0.92 0.67 0.84 0.83 0.78 Número de empresas (N) 41 10 20 47 12 13 7 5 28 44 7 11 9 13 5 12 15 13 12 16 33 7 19 11 12 Cociente de las utilidades netas con respecto a las ventas (MNETO %) 1.0 5.4 - 2.2 1.9 7.2 4.5 - 1.1 4.2 - 12.5 1.4 2.6 3.0 - 18.3 -0.5 3.7 -2.4 - 3.5 -0 .9 - 1.5 - 1.1 1.3 43 .7 -9 .5 - 15.9 - 23 .5 -9 .8 - 2.3 Fuente: Expansión, México, jul io-agosto de 1995, pp . 458-483. 22. Con un a confianza mí n ima de 90%, lograda en el modelo asociado a 20 . Se analiza por separado cada variab le. 2 1. Pági na de Expansión en in te rn e! <www.expansion .com.mx > . 1994 . 23 . Es un resu ltado lóg ico d ebi do al t ip o d e a ná lis is em pl ea d o . COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 45 d] va lores pequeños del coe fi ciente de determin ación (R 2), 14 lo que se co rres pond e co n los res ultados reportad os por la 1itera tura es pec ia 1izada. 2' D e forma cl ara se demu estra, mediante los indi cado res de concentración, la influencia en la es tructura de mercado, del nivel de desempeño de una industri a determin ada. Por tanto, la ex istencia de un a relac ión es tadística mente vá lida ent re M NETO y C R4 , que se tradu ce en un incremento de uno a dos puntos porcentuales en el margen neto de utilidades, debido al incremento de 10 puntos porcentuales en el grado de concentración de la producción, constituye una prueba fehaciente de la va lidez de la hipótesis fundamenta l del trabajo. Con la ap licac ión de un modelo linea l de desem peño del tipo: MNETO(%) = a 0 + a 1 *H (a dim .), y considerando un análisis de corte transversa l para 1994, 1995 y 1996 (véa nse los an exos 1, 2 y 3) se obt uvieron los siguientes resu ltados que se muestran en el cuadro 2. A N C U A D R O 2 RESULTADOS DEL MODELO LINEAL DE DESEMPEÑO . ÍNDICE DE CONCENTRACIÓN DE HERFINDAHL R' Parám etros ' 1994 1995 1996 MNETO MNETO MNETO 0.1529 0.123 1 0.1452 = 2 1.91+50.00*H = 60.30 + 34.82 * H = 5.26 + 10 .93 * H l . Se utilizó el programa estadistico Statgraphics Plus. a] La no ex iste ncia de una relac ión esta dísti ca mente signifi cativa entre M NETO y H con un nivel de confianza de 90%, en los años 1994 y 1995; b]l a ex istencia de un a relación es tadísticamente signifi cativa entre MNETO y H con un nivel de confi anza de 95% en 1996, siendo ambos parámetros dentro del modelo, tam bién significativos; e] valores E X 2 O MÉX ICO : DESEMPEÑO INDUSTRIAL POR SECTORES, 1995 Alimentos Aseguradoras Autopartes Bebidas Cemen to Comercio de autoservicio Comerc1o departamental Comercio especia lizado Comunicaciones eonstrucción Distribuidoras Editoriales Electrónica Farmacéuticas Hoteles Maqu1narias y equipo eléctrico Maquinarias y equipo no eléctrico Mineria Papel Petroquimica Materiales no metálicos Producciones metálicas Quimica Resinas Servicios inmobiliarios Servicios profesionales Siderurgia Textil Transporte Varios Índice de concentración de Herfindahl (H) 0.09 0.22 0.17 0.14 0.44 0. 16 0. 16 0.23 0 .63 0.12 0. 16 0.34 0.53 0. 14 0.10 0.22 0.45 0.27 o 18 0.25 0.21 0.24 0.13 0 . /0 0.28 0.62 0. 11 0.15 0.25 0.20 índice de concentración para las cuatro mayores empresas dominantes (CR, ) 0.54 0.86 Número de empresas (N) 38 ~69 9 20 38 8 13 9 10 0.67 0.90 0.70 0.72 0.72 0.99 0.54 28 28 ~74 0.92 0.98 0.67 0.55 0.80 0.94 0.92 0.69 0.80 0.81 0.76 0.63 0.91 0.93 0.98 0.58 0.64 0.98 0.81 11 18 14 12 14 17 9 16 27 5 20 12 8 12 Cociente de las utilidades netas con respecto a las ventas (MNETO % ) 2.2 15.4 4.8 6.8 19.0 5.3 - 10.0 - 12.6 -1.2 2.9 13 - 1.8 12.3 5.9 0.7 14 .0 - 0.7 14 .7 9.8 4.0 -9.9 4.5 4.1 1.2 10.8 0.2 5. 1 - 25.5 -4.5 6 .8 Fuente : Expansión, México, julio-agosto de 1995, pp . 482-505 . 24. Representa una medida de la ca lidad del ajuste . 73, núm. 1, 1983, pp . 82-97, y F. M. Fishe r, "On the Misuse of Profit Sa les 25. Véase E. J. Doc kner, "A Dynamic Theory on the Misuse of Accounting Rates o f Return to ln fer Monopoly Profi t s", American Economic Review, vo l. Ratios to lnfer Monopoly Power", Rand Journal of Economics, núm. 18, 46 DESEMPENO INDUSTRIAL COMO MEDIDA DEL PODER DE MERCADO 1987, pp. 384-396. pequeños del coefi ciente de determin ación (R 2 ), con respecto a los res ultados registrados por la literatura especia li zad a, 26 supuestam en te, debido a la heterogeneidad del espacio mues tra! utilizad o en el trabajo. CONCLUSIONES E 1trabajo expresa de fo rma m atem ática el efec to que tiene la es trucrura de mercado en el dese mp eño ind ustrial en el entorn o del m ercado mex icano con base en las conoci d as técnicas econométricas . En la primera etapa, que comprende el periodo 1994-1996, se obtienen los siguientes modelos matem áticos lineales: - 2.1 6 + 7.30*CR4 MNET0 1995 _1996 (%) = - 52.68 + 16.67*CR4 MN ET0 1996 (%) = 5.26 + 10.93*H M NET 0 1994 (%) = A N Además, estas ecuaciones demuestran la existencia de una correlación positiva y significativa, entre los indicadores de concentración representados por CR4 y H , y el desempeño industrial representado por M NETO . Precisamente a esta conclusión llego Bain hace más de 50 años, con la di fe rencia de que su análisis se rea lizó con una muestra de 42 industrias m anufact ureras que agrupaban 335 empresas, 27 mientras que la muestra del presente consta de 33 industrias manufac tureras o de servicios con 1 295 empresas. 28 D esde luego, el enfoque del trabajo es mucho más amplio, ya que valora en conjunto tanto los sectores de la esfera productiva como la de los servicios. D e ahí lo novedoso. Por otra parte, el m odelo en sí constituye una prueba de la va lidez de la hi pó tes is de ex istencia de pod er de mercado en un entorno eco nómi co em ergente y dependiente del capita l fin anciero internacional, debido a la correlación positiva y signifi cativa en tre la es trucru ra del m ercad o, representada por los indicad o res de concentración CR4 y H , y el desempeño industrial m ediante M NET O. @ E X 3 O MÉX ICO : DESEMPEÑO INDUSTR IAL POR SECTORES , 1996 Alimentos Artícu los de of icina Asegura doras Auto parte s Bebidas Cemento Come rcio de autose rvicio Comercio departamental Comercio especializado Comu nicaciones Constru cci ón Despacho y ase soría Distribu idoras Edito ria les Farm acéutica s Hoteles Madera Maqu inarias y eq uipo eléc trico Minería Papel Pet roquím ica Materiales no metálicos Produccione s metál icas Química Resinas Se rvicios profesionales Siderurgia Textil Transporte Varios Fuente: Índic e d e Índice de concentración para concentr ación d e las cuatro m a yores empre sas Número d e n etas con respecto a l as He rfindahl (H) domin a ntes (CR, ) e mpresas (N) ventas (M NETO %) 0. 10 0.23 0.31 0 .20 0.12 0. 66 0. 15 0 .2 1 0 .19 0.58 0 .14 0 .20 0. 17 0.23 0.21 0 .20 0.23 0. 17 0.33 0 . 14 0.27 0. 19 0.18 0. 14 0.68 0.72 0. 10 0. 18 0.24 0. 18 0 .57 0.85 0 .89 0 .73 0.62 0.99 0 .7 0 0.82 0 .72 0.96 0.63 0 .8 2 0.74 0.83 0.88 0 .79 0.90 0 .68 0.91 0 .65 0.8 5 0.79 0.70 0.66 0.97 0.98 0 .5 2 0.74 0.89 0.77 Coci e nte d e las utilidades 37 6 8 17 36 13 10 8 26 7 25 7 9 19 8 40 14 10 18 24 7 21 8 12 11 5.4 8.9 5.9 6.3 8 .0 23.3 6.3 - 5.6 4.6 8.4 2.7 11.4 1.1 2.8 10.9 - 5.6 -0.3 8.6 22.6 7.7 8.3 5.3 5.6 7.5 4.3 10.9 12.2 6.3 10. 7 2.6 Expansión. MéxiCo, JUlio-agosto de 1996. pp . 374 -397. 26 . Leo Sleuwaegen yW Dehan dschut te r, "The Cri ti ca ! Choice betwee n the Co ncen t rat ion Rati o and th e H-index in Assessing lndustry Perform ance", Jou rn al of Indus trial Eco nomics. vo l. 35, nú m. 2, 1986 . 27. Véase Joe S. Bain. op . cit. 28. Véa nse los anexos 1, 2 y 3. COMERCIO EXTERIOR. ENERO DE 2006 47 La izquierda uruguaya y el futuro gobierno A Raquel, por su vida y a su pesar Un par de días antes de que al norte de América se eligiera al presidente del planeta, al sur de América hubo elecciones y hubo plebiscito en un país igno rado, un país casi secreto, llamado Uruguay. En esas elecciones ganó la izquierda, por primera vez en la historia nacional; y en ese plebiscito, por primera vez en la historia mundial, el voto popular se opuso a la privatización del agua y confirmó que el agua es un derecho de todos. EDUARDO GALE ANO E 13 1 de oc tubre d e 2004 la izq ui erd a uru guaya se alzó con una victoria histórica : ganó las elecciones nacionales con 50.45% de los votos habilitados (5 1.1 8% de los emitidos), hecho que no ocurría desde 1954 cuando el Partido Colorado alcanzó 50.7% de los sufragios. 1 Con el lema Cambiemos, el Enc uentro Progresista-Frente Amplio-Nueva M ayoría (EP-FA-NM) llegó al gobierno en la primera vuelta y logró confi rmar una mutació n en el mapa político y su sistema de partidos que podría presentar cierta estabilid ad . El desafío que se le presenta al nuevo gobierno no es menor en un país que comienza a recuperarse luego de "media década robada"2 (1999-2003) y que en 2004 crecerá en el * Sociólogo y economista, doct o r ante en la Unidad de Est ud ios d el Desarrollo, Universidad Autónoma de Zacatecas, Zacat ecas, México <[email protected] x>. - 48 - ----------- - - COMERCIO EXTERIOR, VOl. 56, NUM. 1, ENERO DE 2006 -~ - 1. Corte Elec toral, "E lecciones 2004, noviembre de 2004" < http ://www. co rteel ecto ra l.gub.uy>, 7 de noviembre de 2004 . 2. La expresión "década robada" es de Gustavo Melazzi, "Med io siglo de la economía uruguaya. Diez come ntarios" , Hervidero, núm . 1, Montevideo, abril de 2003, pp . 4-12. El autor responde a la expresión de la Comisión Económi ca para América Latina y el Caribe (CEPAL) para ca lificar los oc henta como la década perdida y a la más reciente ca racterización de Ocampo orde n de 11 % (según cálcul os del Min isteri o de Economía), pero co n las tres soc iales alarm antes, un ende udami ento externo mayor al producto, el cuest ionam iento de la ges tión de los part id os tradi ciona les y un desc rédito noto ri o en la política. Todo ll eva a co ncluir qu e des pués de un a lu11a de miel, qui zás algo más larga co n el go bierno entrante, ve ndrá un a ava lancha de demand as muy poste rga das en va rios seg mentos de la soc iedad . No obstante, hay condi ciones eco nóm icas y de viab ilid ad po líti ca que podrían juga r en favor de los ca mbi os estr ucturales que U ru guay neces ita, entre otras: la mayo ría parl amenta ri a y el apoyo soc ial expi ícito ; expectativas económ icas internaciona les favorab les, y el hecho de qu e la afinidad de proyectos po líti cos en los gob iernos reg ion ales pudi era co nfluir en una coo pera ción co nstruct iva. Pero, a su vez, hay retos significat ivos, peligros que no se deben sub est imar y urge ncias imposrergab les que afrontar sin titub eos . En es te trabajo se propone un aná li sis de los camb ios más rec ientes de la po lít ica naciona l y su co rolario ; tamb ién se pl antea n los esce na rio s posibles que delin ea n lo s desa fío s para el nuevo periodo de go bierno . En el apa rrado siguiente se ap untan los rasgos sobresali entes de la izquierda uru guaya, qu e res ultan atíp icos en el marco latinoam erica no. Se abo rda, a su vez, la contundencia del triunfo electora l y la s razo nes del momento in stitucional y político del país que lo hi cieron posible. En el tercer aparrado se discute la crisis es truct ural y el fin de un modelo eco nómi co nefasto para el país . En el cuatro se ap un ta n los factores ce rca nos y las restri cciones más preocupantes que defi nen las perspectivas y los desafíos que se d ivisa n. El quinto aparrado aborda el progra ma de la izqui erd a y las in cógnitas so bre las dec ision es que no admiren demo ra. UNA IZQUIERDA SUI GÉNERIS PARA UN TRIUNFO ELECTORA L SIN PRECEDENTE L a coa lición de izqui erd a que recibirá el go bi erno en marzo de 200 5 cumplirá 34 años de vid a. Surgió de manera oficial el S de febrero de 19 71, en un entorno políti co difícil cuando la cri sis eco nómica cuest ionaba el pacto soc ial do del peri odo 1998-2002 como "media década perdida ". Cobra aún mayor relevancia por el carácter fraudulento en que se presenta: aj el fraude literal que el Banco de Montevideo (Grupo Peirano) perpetró contra sus ahorristas trasladando sin consentimiento capitales hacia su filial en las Islas Caimán (Trade Commerce Bank "desconocida para el Banco Central"); b] la incapacidad demostrada por el Banco Central para controlar las transacciones financieras. y e] el desmedido e infructuoso esfuerzo del Banco Central y la anuencia del entonces ministro de Economía, Alberto Bensión, para dilapidar las reservas en aras de soste ner un sistema financiero a todas luces inviable . mi na nte (q ue ex plica el esplendor pasado) y polarizaba a la sociedad; incluso había en el país grup os guerrill eros co mo exp res ión del desco ntento popular. Ta l vez el antecede nte más claro de la forma ción del Frente Amplio se relac iona con la co nfluencia de vo lun tad es en el Mov imiento por la Defensa de las Libertades y la Soberanía creado en 1968 a instan cia de la Central Obrera. La izquierda se nutriría de los viejos partidos Socialista y Com uni sta, el Partido Obrero Revo lucionario (trotskista), el Movimiento Sociali sta, el Frente Izquierd a de Liberación, los G rupos de Acción Unificadora, el Mov imi ento Revolucionario Oriental y con ex presiones progresistas escindid as de los part idos tradicion ales donde las más rep rese ntativas so n el Movimi ento por el Gobierno del Pu eblo (Pa rtido Co lorado), el Mov imi ento Blanco y Popular y el Mov imi ento H errerista (Pa rtido Nac ional). Estos últimos ya ven ían art icul ando intereses en la acción parl a ment ari a co n los partidos hi stó ri cos de la izquierda y había n co in cidido en el Movimiento en D efe nsa de las Lib ertade s y la So beranía . Según la D eclaración co nst itutiva del Frente Amplio de 197 1, es ta fu erza política se ca rac teri za ba a sí mi sma de la manera sigui ente. La unid ad po líti ca de las co rri entes progresistas que culmin a co n la fo rm ación del Frente Amplio -cerra ndo un ciclo en la histor ia del país y abri endo , si mult ánea mente, ot ro de espera nza y fe en el futuro- se ges tó en la lucha del pueblo co ntra la fi losofía fascista de la fuerza . Esa unión, por su esencia y origen, por tener al pueblo como protagonista, ha permitido agrupar de manera fraternal a co lorados y bl ancos, a demócrata-c ri stianos y mar xistas, a hombres y muj eres de ideologías, concepciones religiosas y filo sofías diferentes, a trabajadores, es tudiantes, docentes, sacerdotes y pastores, pequeños y medi anos producto res, industriales y comercian tes, civiles y mi litares, intelectuales y artistas, en una palabra , a todos los representantes del trabajo y de la cultura , a los legítimos voceros de la entraña misma de la nacionalidad. Porque es un mov imi ento profundo, co n raíz en las puras tradiciones del país, que recoge y venera las construcciones que vienen del fondo de la hi stori a y tiene, simultánea mente, obj etivos claros para alea n za r un porvenir ven tu roso, siente que su vertiente más honda lo enl aza co n la esclarecid a, inso born able y combatiente gesta del an igui smo. 3 Lo pecu li ar en el caso de la izquierda uruguaya es su capacidad para unir las diferenci as de los partidos y movimientos qu e la co nform aro n. A su vez, vivió épocas muy difícil es 3. Frente Amplio, Declaración Fundacional, febrero de 1971 <h ttp://www. fa.org.up, octubre de 2004. 49 fue prec la ra despu és d e las elecc iones d e 1994, de modo qu e bu sca ro n ce rrar los ca min os para q ue la izqui e rd a obtu viera la pres id enc ia. Las reglas del juego se cambiaro n a l inr rod ucir un a seg un da vue lta elec ro ra l q ue ex ig ía un go bi erno d e mayo rías pa rl ame nra ri as (5 0 % m ás un varo). E n aq uel enro nces, a lgún sector de la izq ui erda mod erada (l iderado po r el senado r D a nil o Asto ri ) vo tó la refo rm a co nstitu ciona l, qui zás co nsid era ndo qu e la po la ri zac ió n enrre prog resistas y co nservadores sería func iona l pa ra los intereses de la opos ición, o bi en, sedu cido po r el a rgumenro d e la pos ible efic iencia q ue oto rgaría n las m ayorías parl a menra ria s pa ra goberna r. " Los voceros d e los pa n id os rrad icionales qu e argu menraban en di cho se nrid o su voto de la refo rm a co nstituciona l han mu rado su lóg ica, pues a ho ra aseve ra n qu e un gobiern o con po tes tades iliC U A D R O 1 mi tad as atenra co nrra la dem ocracia. E n fin , URUGUAY: ELECCIONES NACIONALES lo a nrerior mu es rra có mo los inrereses i nm edi atos moldea n las co nciencias y, d el mi smo m o do, la fi losofía p olítica. Porcentaje Gobi ernos locales Fórmula presidencial de votaciones El go biern o sali enre s umi ó al país en un a 197 1 Líber Seregni-Juan José Crottogini 18.6 Ninguno cri sis si n preced en te y h a bu sca do exc usa rJuan José Crottogini-José D'Eiia 22 .1 Ninguno 1984 se en las co nd ic iones reg ionales, la cri sis arMontevideo (34%) 1989 Líber SPreg ni -Danilo Astori 230 gentin a, los fraudes banca ri os, el fl age lo d e Mont evideo (44%) Taba ré Vázq uez-Rodolfo Nin 31.4 1994 Montevideo, 2000 (52%) Tabaré Vázquez-Rodolfo Nin 40.0 1999 la a ftosa, es d ec ir, sin au toc rírica. 5 D e to do s Montevideo, 2005 (59 %) 2004 Tabaré Vázquez -Rodolfo Nin 50.4 modos , la crí tica d e las urn as fue impl acabl e. E l Pa rrido C olorad o obtu vo la votación Por la reforma constitucional de 1996 se separan las elecciones locales (i ntendencias) de sus homólogas nacionales y se agrega la exigencia de obtener 50% de los votos, dando lugar a una seg unda vuelta si en la m ás m agra de su hi sto ri a (10 %), por lo que primera ntnguno de los partidos obtuviera dicha mayoría. d eberá enca ra r un exa m en de co nciencia a Fuente: elaboración propia. fondo. Se apu nta muchas veces la a rroga ncia y los a rgumen tos de la impo tencia es bozados por el gobi ern o y lo s problem as del modelo eco nó mi co (s u fil oso fía y su p rax is). 6 Porro lo ha pl a nteaLo a nterior expli ca el enrrelaza mi ento de un a se ri e d e d o en los sig uientes términ os : "S i los probl e mas que v ienen causas que forralece n es te crecimiento. Pa ra cita r algun as: d e a fu era el model o no los p ued e atemp era r, en to nces el mantiene buena ca ptació n de los nuevos vo ta ntes (la verrienm ode lo es ma lo. Si es tá m a l aplica d o y por t anto el mo dete demográfi ca d el increm ento); capital iza los éxo dos d e los lo no prevé las fa ll as de impl emenrac ión, entonces el modelo parridos tradi cion ales producto del desco ntento (algo natuta mbién es m alo". 7 ral en razón de que no ha qued ado expues ta al d esgas te de la gestión g ubern am ental nacion al), y es la d epositar ia d e las esperanza s d e ca mbios sociales muy pos tergados. 4. El argumento de la gobernabilidad estuvo en el tapete en la segunda mitad La ges tión de los pa rtidos tradi cion ales y, en especial, la de los noventa; en el ámbito nacional, se vinculó con las dificultades de un sistema político dividido en tercios para llevar adelante algunas leyes, en cri sis económica y la responsabilid ad qu e la gente le asigna especial aquellas que se referían a la reforma del Estado. No obstan te, se al gobi erno de coa li ción (confo rm ad a po r los partidos Copuede afirmar que el movimiento social (organ izado), más que los partidos lorado y N acion al) termin aron po r se r la go ta que d erramó políticos, fue el que se opuso con mayor firmeza a los principales ribetes de dicha reforma, sobre todo a las privatizaciones generali zadas. el va so, es decir, lo que permitió a la izquierda obtener m ás 5. Alberto Bensión, La crisisdel2002. Mi gestión frente al cataclismo bancario, d e 50 % de la vo luntad popular. Ediciones Fin de Siglo, Montevideo, 2004. En 1999 el E ncuentro Progres ista-F rente Am plio era ya 6. Osear Mañán, "Y quién dice que no se puede: empecemos con el sistema financiero", Bitácora, año 1, núm. 42, noviembre de 200 1 la prin cipal fu erza política, y d e no m edi ar la refo rm a co ns7. Luis Porto, "Políticas de competitividad: un enfoque y cuat ro líneas priotituciona l llevad a a cab o tres a ños antes hubiese llegad o a l ritarias", en Danilo Astori et al., Uruguay 2005. Propuestas de política económica, Ediciones Banda Oriental, Montevideo, 2004, pp. 115- 146. gobiern o. En efec to , la visión de los partidos tradiciona les dura nre la dictadura y fue a rri cul an do camb ios fu nda m entales e n su fil oso fía políti ca y pos rul ados id eo lóg icos . Lo qu e pa ra mu chos resul ta un aggiornamento o acr uali zac ión de los pos rulados filosó fi cos del pensa m ienro dom in a nre, para otros es un a sínres is m ás fid edi gna d e lo qu e so n las m utaciones sociales en la soc ied ad uru guaya . E n este se nrido, la ac tu a li dad d e la izqui erd a la lleva a emparejarse co n sus ho mólogas la tinoa merica nas y a pe rd er sus espec ific id ad es. Lo que no deja dud as es su crec imiento co nsra nre en rod as la s elecc iones a parrir d e 197 1. Lu ego de un a la rga proscrip ción di craro ri a l, en 1989 ga nó el go bierno de la ciu dad de Monrev ideo (donde vive cerca de la mirad d e la pobl ac ión del pa ís) y ya no la vo lvió a perd er (s in deja r de crecer) . 50 LA IZQUIERDA URUGUAYA Y El FUTURO GOBIERNO Los números del periodo son adversos : en el sexenio 19992004 el crecimiento eco nómico fue negativo, y se ag ravó la sit uación que ya h abía come nzado en un ciclo a la baja desde fin ales de 1998. Se deterioraron la inve rsión y el crecimiento, y aum entaron la desiguald ad y la pobreza. Pero adem ás se suscitó un a crisis bancaria y financi era q ue terminó con el sueño de la plaza financiera regio nal, cuya gest ión , además, mu ltiplicó la razón deuda-producto a rangos muy difíciles pa ra el futuro del país . CRISIS ESTRUCTURAL Y FIN DE UN MODELO OBSCENO L os uru g uayos de menos de 50 a ños ja m ás participa ron en un periodo de crecimi ento eco nómico sos tenido; de aqu í el relat ivo conse nso en el ám bi to académico sobre la crisis est ru ctural que se com ienza a ges tar en la seg unda mitad de los cincuenta. Tres momentos podrían plantea rse sobre la base del an áli sis de las variables estructurales de la economía para entender el largo estancamiento práctico de Uruguay y las diversas soluciones transitorias (proyec tos políticos de clase) que se apli caron pa ra superar esa cri sis (véase el cuadro 2) . 8 El país se carac teriza por un patrón de ac umulació n primario exportador, pero hay modalidades diversas que le dan la impronta particul ar al capitalismo uru guayo y a la domi n ación de clase que lo sostiene. El primero (1955-19 74) se entiende como el largo ocaso de la fase de industriali zación por sustitución de importaciones, cuyo auge (1935-1955) llevó al país a se r consi derado la Suiza de América. 9 Esta eufori a, que en el ám bito popu lar se conoce co mo el Uruguay de las vacas gordas, 10 en real idad se debe al auge de esa industr ia de protección necesaria que generaba empleo y se basaba en una contrapartida de co nsumo domést ico que implicaba el sostenimiento de un rango salarial acorde (lo que Marx ll amó demanda solvente y Keynes, demanda efectiva) . Con el cues tiona miento del excede nte agrario propio de la caída de la dema nd a mundi al y la entrada en el mercado de nuevos co mpet idores para los bienes co merciali zab les uruguayos, 8. Osea r Mañá n, Una periodización de la economía uruguaya, 7955-2003, tesis de maestría, Divi sión de Estudios de Posg rado, Facultad de Economía, UNAM , México, 2004 . 9. En su trabajo clásico, Real de Azúa había identificado el papel del Estado y su gasto red ist ribu tivo co mo la forma de amortiguar los con flictos sociales propios de la dominación capital ista urugu aya, rasgo este que lo distinguió de otros países de América Latina . 1O. Melazzi arg um enta que en realidad el periodo así conocido tien e poco que ve r con el esp lendor de la ganadería extensiva; por el con trario , aseg ura que fueron los años de desarrollo industrial a la lu z de políticas de Estado los que alentaron el crec imiento de empleo y sa larios. Gustavo Melazzi, op. cit' p. 12. ese Es tado de bienestar (adelantado al modelo europeo de posguerra) quedó her ido de muerte y co menzó un a puja di stributiva cuyo mecanismo por excelencia fu e la infl ación . 11 El proceso de puj a distributiva term inó con un quiebre institucion al y con la res truc turación que llevó adelante el gobi erno defacto, mi sma que implicó una redi st ribu ción regres iva de los in gresos apoyada en la coacción extraeconómi ca y propi ció un nuevo equi li brio de cl ases . Var ios invest igadores señal an cierta co ntinuid ad del modelo económico desde 1974. 12 Algunos a partir del mi smo programa de liberalizació n fin anciera impul sado por la Ley de Reforma Ca mbiaria y Mon etar ia de 1959, 13 y otros prese ntan las uniformidades d esde 1968; 14 aquí se h ace hincapié en las rupturas que mues tran iniciat ivas y res ultados diversos. Se tipifi ca este periodo (19 74 -19 83) como un intento fr ustrado de art icular un patrón de ac umul ación secund ario exportador, que se identifica co mo ensayo neo/ibera! puro, rescatando sus carac terísticas pragmáticas. Éste se distin guió del neoliberali smo posterior en que, si bien proponía los mismos pos tulados discursivos que el Pla n Naciona l de Desarrollo 1974-19 77 (estabil ización , liberalizació n y apertura externa), tendría en los hechos apoyos sociales distintos y se asemejaba a lo que Valenzuela denominó degen eración neolibera/.15En es te último periodo, de 1983 a la actualidad, se otorgó prioridad a la apli cación de preceptos como el Co nsenso de Washin gton , que luego se popularizarían, 16 y tuvo como características la inserción region al, la desacumulación productiva y la hip ertrofia de los gastos improductivos, en par ticular lo que se dio en ll am a r modelo de plaza financiera (del cual ya se h abía observado un adela nto hacia fina les de los años se tenta). El modelo de plaza fin anciera fracasó porque es trujó la acumul ación productiva . Tras la crisis de deud a de 1982, el gobierno procedió a absorber las deudas del secto r privado y tomó la ges tión de los ba ncos in so lventes (co n balances negat ivos). Se h ablaba de la importancia de la confianza, del papel del E stado como gara nte del sistem a de pagos, 11. Instituto de Econo mía , El proceso económico del Uruguay: contribución al estudio de su evolución y perspectiva, Departamento de Pu blicaciones de la Universidad de la República, Montevideo, 197 1. 12 . Gustavo Arce, José Roe ca y HéctorTajam, La evolución de la economía uruguaya en la década del SO y algo más, Funda ció n de Cultura Universitaria (FCU), Montevideo, 1994. 13 . Gustavo Melazzi, op. cit., pp. 5-6. 14 Daniel Olesker, Crecimiento y exclusión: nacimiento, consolidación y crisis del modelo de acumulación capitalista en Uruguay(1968-2000), Ediciones Tril ce, Montevideo, 2001. 15 . José C. Va lenzuela, ¿Qué es un patrón de acumulación?, UNAM, México, 1990, pp . 149- 164. 16. Joh n Will iamson, "What Washin gton Means by Policy Reform", en John Williamson (comp.), Latin AmericanAdjustment: How Much Has Happened?, ln stitut e for lnternational Eco nomics, Washington, 1990, cap. 2. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 51 C U A D R 2 O URUGUAY: COMERCIO EXTERIOR, COMPONENTE IMPORTADO DE LA DEMANDA INTERNA Y GRADO DE APERTURA EXTERNA, 1999·2003 Producto interno bruto 1999 2000 200 1 2002 2003' Promedios del PBI 290 791 286 600 276 898 247 079 253414 periodo (%) Importaciones Exportaciones M 138 503 138 600 127 9 18 114 103 107 257 X 100 099 106 467 97 099 86 515 97 330 Saldo ext erno a producto Componente importado demanda final Exportaciones a producto Importaciones a producto S E ~X-M/PB I Cm~M/PB I +M x ~ XI P B I m ~ M/PB I -0.13 -0. 11 -0. 11 -0 .11 -0.04 - 10 .00 0.32 0.33 0.32 0.32 0.30 31 .80 0.34 0.37 0.35 0.35 0.38 35 .80 0.48 0.48 0.46 0.46 0.42 46.00 Grado de apertura externa GAE 0.82 0.86 0.8 1 0.81 0.8 1 8220 a. Ciilculos a octubre del Instituto de Economía. Fuente: elaboración con base en el Banco Central de Uruguay, precios constantes, 1983 . entre otras justificaciones. E n aquel entonces el debate fue intenso y algu nos legis lad ores, com o el senado r Co uriel , se preguntaban por qué el Estado capitali za ba bancos con mi ras a devolve rlos a gestores privados cua ndo era más barato co mpra rlos. E n fin , ésa era la filo sofía impuesta para los siste m as financi eros de las econo mías periféricas, y el axiom a recurrente señalaba q ue la actividad privad a es m ás eficiente que la pública. 17 D e igual m anera, el sistem a financiero m antuvo su ineficiencia, poco vinculado a la ac umulación interna y dedicado a los nuevos negocios de la mundialización : las triangulaciones comercia les, los dineros que llegaban a la plaza es pera ndo pasar in advert idos o evad ir controles o impuestos en sus pa íses de origen e incursionar en ac tividades especulativas de corto plazo, etcétera . Con las crisis de nueva generación, producto de la ausencia de regul ación políti ca del sistema financiero globa l (México, 1994; Brasil, 1997 y 1999 ; Asia, 1997, Rusia , 1998 , y Argentina, 2001) , estos negocios tambi én decayeron. El sistema financiero apuntaba a la región , y las condiciones m acroeconómicas que permitieron su auge relativo en los años noventa fueron de manera co nco mitante las que obstac ulizaron la reactivación productiva. Las tasas de in te rés rea les positivas y co mpetitivas (m ayo res en nivel que las intern acion ales m ás el riesgo país) alenta ron la entrada de capi ta les y reforzaron las rese rvas de divisas, pero hicieron que el crédito se enca reciera a tal grado que se volvió improcedente para la inversió n productiva. Los fluj os de capitales se vinculan de m anera directa co n el atraso cambia río al permitir el endeud amiento interno y la creciente dolari zación de la economía. Mientras el escenario mundi al y en 17. Ban co Mundial, La larga marcha. Resumen ejecutivo, Banco Mundial, Washingto n, 1997. 52 LA IZQUIERDA URUGUAYA Y El FUTURO GOBIERNO especia l el regional fuero n favorables , se crea ron condiciones fantásticas que luego golpea ron con dureza las eufo rias de los agentes económicos. 18 Con posterioridad, como apuntara Marx en el l BBrumario de Luis Bonaparte, la histo ria se repite y la segunda vez como farsa, y qui zá sea m ás irónico que el tercer acto haya resultado un a tragedia .19 También con la crisis bancaria de 2002 se dilapidaron las reservas para sa lvaguardar la confianza y de nuevo se abso rbió a los bancos con los mi smos objetivos. En otro orden, se potenció el grado de apert ura externa y los déficit comerciales aumentaro n a d os dígitos, aunque la entrada de capitales permitió ma nejarlos si n problem as has ta 20 02 (véase el cuadro 2). Después del aj uste m acroeconómico brasileño (enero de 1999), el comercio exterior se volcó de m anera masiva hacia A rgentina , que mantenía un atraso cambiaría aún mayor enmarcado en su Plan de Convertibilidad. 20 Este cambio de inserción profundizó la desindustria18. Roberto Lavagna, "Caso argentino . Leccion es macroeconómicas", en Ministeri o de Economía, Componen tes macroeconómicos, sectoriales y microeconómicos para una estra tegia nacional de desarrollo. Lineamientos para fortalecer las fuentes del crecimiento económico, Ministerio de Economía, mayo de 2003, pp . l·Vl. 19. Son ej emplos de crisis bancarias que cierran ciclos en la economía uruguaya (1963-1965; 1982- 1983 y 2002-2003) y en que, a su vez, se socializan la s pérdidas para que se privaticen lasgan ancias. El Estado asumió las deudasde los ban cos en quiebra, lo que resultó en un costo desmedido para la economía del país . En 1963- 1965 fu eron los bancos Transatlántico, Uruguayo, De Produ cción y Consumo, Minorista y Agrario, Rura l y Del Sur; en 1982- 1983, el Banco Pan de Azúcar, el Co mercial y la Caja Obrera, y en 2002 también el Come rcia l, el Mon tevideo, La Caja Obrera y el de Créd ito. Peor aú n, hay familias que refrendaron su ca pacidad pa ra quebrar sus empresas financieras y repit ieron su sue rte al beneficiarse con la s dádivas del Estado . 20. Dicho Plan impli có la sujeción del peso argen ti no al dólar mediante la Ley de Convertibilid ad (un peso por dólar) que funcionó desde 199 1 hasta 2002, y experimentó un momento de crecimiento económico de 199 1 a 1998 y, más tard e un atraso ca mbiarí o de grandes dimensiones que terminó en una crisis de pagos no resue lta del todo. La deuda se convirtió en un problema recurrente de la econom ía uruguaya : al igual que a principios de los ochenta, 20 años después cayó en la in solvencia. El crédito puente que el gobi erno es tadounidense otorgó a fin es de 2002 (por 2 500 millones de dóla res) y su apoyo a nte el Fondo Moneta rio Intern ac io na l (FMI) -es te último a lgo renuente a secundar la sa lid a que aplicó el go bierno - im pidieron que cayera en el incumplimiento total. Si bien la caden a de pagos de la C U A D R O 3 economía tuvo (y tiene) graves URUGUAY: DEUDA EXTERNA BRUTA COMO PORCENTAJE DEL PRODUCTO Y DE LAS EXPORTACIONES , 1999-2005 pro blemas, se aplicó un ca nj e de deud a con los acree do res privado s qu e, d ad as las pre2002 2001 2003 2004• 2005 ' 1999 2000 ten sion es d el go bi erno , pe rDeu da/expo rtaciones 179.2 308.7 1617 167.2 309.4 323.6 289.8 miti ó di fe rir de forma ex itosa 67.4 108.8 Deuda/PIS 31.5 95.0 84 .0 26 .8 30.4 los pagos. a. En 2004 y 2005 la razón deuda/exportaciones se construyó a partir de Gilculos del Fondo Monetario Internacional, Quinta lización insinuada desde fin es de los sese nta (co n excepción de los rubros no tradicionales que fu eron objeto de la protección explícita del periodo 1974 -19 82). El país siguió, en es te sentido, el modelo de in serció n internacional de América del Sur: productos de bajo contenido tecnológico y co n algu nos rasgos propios de la inserción ce ntroamericana en los servicios financieros y turísticos regiona les. 2 1 Revisión (excluidos los depósitos de no residentes). agosto de 2004 . Fuente: Banco Cent ral de Uruguay e Informe de Coyuntura, Instituto de Economía, Universidad de la República, Uruguay, septiembre de 2004. PERSPECTIVAS Y DESAFÍOS DEL GOBIERNO DE IZQUIERDA L Co n los cos tos de ca pita l en aum ento, la co mp etitivid ad pasó a depe nder del ancLa salarial, 22 que a pesar de la tímid a rec uperación con respec to a l nivel mínimo que se encontraba al fin al de la dictadura (198 4) vo lvió a caer desde 1999 y se agravó con la crisis de 2002. 23 Con respecto al periodo anterior, el empleo se estancó y la demanda de trabajo creció tanto por las causas obvias de las nuevas entradas al mercado labora l como por la caíd a de los ingresos que impulsó el multiempleo y la incorporación o vuelta al mercado labora l de trabajadores del núcleo fa miliar inactivos (amas de casa, estudia ntes o jubilados). El desempleo creció de form a muy dinámica hasta colocarse por encima de 19% en los años críticos (desde mediados de 2002 hasta mediados de 2003) . Si n embargo, apareció una válvula de escape a la crisis económica: la emigración internacional. Los cálculos m ás recientes señalan que la tasa de emigración hab ría superado el crecimiento de la población. H e aq uí un problema para pensa r en una nueva expansión económica sostenida en el futuro. 24 as perspect ivas del próximo gobierno se deben en tender a partir del manejo y la articul ación de las condiciones que a priori se presentan en su favo r con aquel las restricciones que se di visa n en el horizonte . Del m apa político interno surgen las principales herram ientas de la izquierda para llevar a buen puerto un gobierno progresista y generar ca mbios que aminoren la vu lnerab ilid ad económica y soc ial de Ur ug uay. En princip io, el nuevo gobierno surgió co n una legitimidad social tan a mpli a que aparte de dar viabilidad política a sus emprendimientos oto rga la logísti ca parlamentaria q ue los pondrá en movimi ento. Ta l vez no sea fáci l articu lar criterios para que el bloque m ayo ritario no se quiebre; no obstante, cuenta de antema no con mayorías que aseg uran gran parte de los actos de gobi erno. 25 Por otro lado , en lo que al parecer es la es trategia m ás clara del Encuentro ProgresistaFrente Amplio-Nueva M ayo ría , se intentará ampliar aún más los apoyos parlamenta rios para que el gobierno muestre una unidad naciona l en buena parte de las reformas. Tampoco 21. CEPAL, Globalización y desarrollo, CEPAL-Naciones Unidas, Santiago, Chi le, 2002, y Jorge Katz y Mario Cimo li, "Reformas estructural es, brec has tec- 25. Dada la legislación vigen te, el vo to en bloq ue oto rg a a la izquierda ma- nológica s y el pensamiento del Dr. Prebisch", semina rio internacional El Desarrollo en el Siglo XXI en conmemoración del centenario de Raúl Prebisch, Santiago, Chil e, CE PAL, 2001 . 22. Gustavo Melazz i, op. cit. 23. Gustavo Melazzi (op. cit.) muestra que a pesar de la popularización del modelo económico como ancla cambiaria, la base principal fueron los sa larios cuya depresión mantuvo contro lado el proceso infl acionario . 24 . Presentación radiofónica de Ade la Pellegrino y Vigoritto, investigadora de la Unidad Multidisciplinaria de la Facultad de Ciencias Soci ales, Uruguay, diciembre de 2003 . yorías parl amentaria s que podrían sacar todas las leyes que se proponga, aprobar ve ni as para ministros e integrantes de los organismos au tónomos y órganos de co ntraloría . Sólo en algun os casos se exige mayoría ca lificada (que no posee), pero la Constitución prevé que el gobiern o puede real izar los nombramientos lu ego de un tiempo prudente. No podrá reformar la Constitución, para lo cual se necesitan las tres quintas partes de los votos par lamenta ri os, mayoría que tampoco resu lta improbable si se atiende el nu evo mapa político . No obstan te, tal vez en varios tema s po lémicos (por ejempl o, la asociación del Estado co n empresas privadas, la desregu lac ión de se rvicios públicos) el bloque de gobierno se podría enfrentar a graves fisu ras . COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 53 cabe duda de que contará con un apoyo social ac tivo capaz de m a nifestarse en las calles y sostener con su entusiasmo dich as reformas, lo que obligaría a los parridos de oposición (ya disminuidos) a tender puenres de apoyo so pena de caer en una posición antipopular que los desa parezca . Los sindicaros y buena parte del empresariado nacional han mosrrado di sposición para fortalecer las inici ativas propues tas por el fururo gobierno, en particular para integrar un Consejo Nacional de Economía (organismo de carácter co nsultivo previsro por la Constitución, pero nunca creado) donde se formalizarían consensos para los grandes ejes de las políticas de Estado. Todo indica que los apoyos sociales, las mayorías parlamentarias , los secrores productivos, los intelectuales y los trabajadores en general respaldarían buena parte de lo que han sido las líneas programáticas adelantadas. Se entrevé una larga luna de miel enrre el nuevo gobierno y amplios sectores de la sociedad, donde no cabría esperar tensiones por lo menos en el primer año de gestión. Empero, también aparecen nuevos acrores, tal vez de dudosa legitimidad, que ya se organizan para constituir grupos de presión en un futuro no tan lejano. 26 En el orden externo, las expectativas son también alentadoras. En principio , la región tiene gobiernos progresistas, y aunque esa definición parezca en extremo laxa se pueden suponer puntos de vistas más cercanos y proclives a acuerdos regionales beneficiosos para rodos. Con seguridad, la política exterior tendrá un fuerte golpe de timón desde el inicio y se tenderán puenres hacia América Latina . El gobierno entrame deberá restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba (desde el primer minuto) y buscar la conformación de una visión estratégica sobre el M ercosur junro con Argenrina , Paraguay y Brasil (quizá Chile, Bolivia y Venezuela se perfilen como posibl es fronreras por incluir) . Dicho enromo podría traer benefi cios económicos y financiero s que el gobierno sa liente 26. A pocos días de las elecciones, una avalancha de asociaciones y nuevos actores hace oír sus reclamos . Al gun os jamás conocidos, como una asocia ción de productores sin tierra y, más ll amativo aú n, un congl omerado de empleados públicos endeudados que reivindican un trat ami ento especial de sus deu das. 54 LA IZQUIERDA URUGUAYA Y El FUTURO GOBIERNO ri cas del poder ejecuti vo (en espec ial el ministro de eco noenmarcado en un a política proes tadoun idense había difi cultado. Va lga n los siguientes ejemplos: el petróleo venezolano mía y pres iden te de la república), la economía habría perdido 150 000 empleos en los últimos cinco años. Incluso, en tiemse ofreció a precio s ventajosos (las transacc ion es se harían a pos de mayor dinami smo co mo el ac tu al, no habría un a precios internacionales con un a devo lu ción mediante un a 1ínea de créditos blandos que bajaría los cos tos rea les); Brasil creación neta de emp leo (la tasa oficial del INE di sminuyó puso a di sposición posibl es apoyos finan cieros y eve ntu ales en el trimes tre junio-sept iemb re de 2004 de 13.6 a 13.3 por ciento , y en el último a 12 .5%), a pesa r de los 90 000 nuevos asociaciones en la industri a energé tica, y el go bi erno arge ntino apuntaló de man era in C U A D R O 4 equívoca el pro ceso elec tora l uruguayo (fac ilitan do día s de URUGUAY: TASA DE CRECIM IENTO ANUAL EN LA FASE DE DESACELERAC IÓN , 1999-2004 (PORCENTAJES) as ueto a los co n nac ional es que se trasladaran a Uruguay co n Promedio Años 1999 2000 2001 2002 2003 2004' el fin de vota r). - 2.8 - 1.5 -3.1 - 11.0 -0.82 Tasa de crecimiento anual 2.5 11.0 Los mayores desafíos están a. Cálculos del Min1sterio de Econom ía. noviembre de 2004. en el desempeño económico, Fuente: Banco Central de Uruguay, datos ofic1ales. y si bi en se cuenta con razones que abona n la es peran za, hay fu ertes limitantes por rebasar. Se pretende lo gra r el C U A D R O 5 crecimiento eco nómt co co n URUGUAY: EMPLEO Y DESEMPLEO 1999-2004 base en el desa rrollo productivo, que se espera atenlie las condiciones de vulnerabilidad 1999 2000 2001 2002 2003 2004' 2005' social aum entando el empleo, Empleo 101 102 100 104 106 98 98 ataca ndo la pobreza y, en es peDesempleo 11.3 13.6 17.0 17.0 13.5 12 .5 15.3 cial, atendiendo a lo s grupos a. Prel 1minar: se promedió hasta el tercer tnmestre. En empleo (1983 = 100) se consideraron los ocupados respecto a la población de 14 o más años. En el desempleo se consideraron los desocupados respecto a la Población Económica Activa. Para 2005, cá lculos más comprometidos (muj eres del Instituto de Economía, septiembre de 2004. jefas de familia , niños, jóvenes Fuente : elaboración propia con base en el Instituto Nacional de Estadistica e información oficial. Hasta 1997 la encuesta cubría y ancianos) . localidades de 900 y más habitantes; a partir de 1998 cubre sólo las de 5 000 o más. Como se pu ede observar en el cuadro 4, la desaceleración se volvió más importante desde 1999, al punto de constituir la puestos con que alardea el gobi erno . 28 Esto implica que los otra mitad del decenio robado (1999-2003) para Uruguay. En empleos igualan el efecto de la emigración que redujo lapo20 01 se acentuó la crisis co n el surgimiento de un foco aftósico blación eco nómicamente activa, de manera que en rea lidad sólo 7 000 empleos podrían co nsiderarse nuevos. (tamb ién importado de Arge ntina) que hi zo perder al país lo s mercados co n la ca lificac ión libre de aftosa, co n el consabido Asimismo , contra la propaganda del gobierno saliente, hay efecto en la ca ída de las ex portaciones y los precios.27 indicios de po ca suste ntabilidad de estos indicadores. El FonEl empleo se recuperó , aunque la va ri able emigración indo Monetario Internacional señala lo siguiente en su qu inta revisión de l acuerdo stand by: tet·nacion al ha dese mpeñado un papel in es timabl e parad istender las pres ion es del mercado laboral. "La reciente recuperación del Uruguay de su larga recesión Notaro sostiene qu e seg ún datos del In stituto Nac ional ha sido más rápida de lo esperado, refl ejan do la aplicación de de Estadística (INE) , di screpantes con las ex presion es eufópolíticas prudentes y un favorable amb iente externo. Desde qu e se ro có fondo a fines de 200 2, el crecimiento se ha ace27. Esta caída brusca del comercio de exportación del principal producto. la lerado, el desempleo ha di sminuido y la inflación ha caído carne, se debe a lo que Foladori y Tomasino han llamado políticas de casino, a 10 % . Los indicadores financi eros so n mucho mejores y el propias de la fase actual de acción política en estos paises. Ante la inminencia tipo de cambio ha estado relativamente estable[ ... ] Sin emde focos de aftosa en las fronteras, no se tomó alguna medida precautoria. y lo mismo se podría extender a otros ámbitos de la política económica (por ejemplo, la cambiaría). Guillermo Foladori y Hum berta Tomasino. "La victoria de las virosis en la era de la globalización". Saúde e Ambiente, núms. 1 y 2, Joinvil le. 2001, pp. 14-19. 28. Jorge Nota ro. "Gobierno de Batlle deja déficit de 150 mil empleos". Caras y Caretas, año IV, núm. 170, noviembre de 2004. pp. 30-33. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 55 C U A ORO 6 UR UGUAY: DEUDA EXTERNA, 2003 · 2009 (PORCENTAJES Y MILLONES DE DÓLARES) 2003 2004b 200 5 2006 2007 2008 2009 Crecimiento del producto Servicio de la deuda Servicio deud a / producto 2.5 7.0 4.0 4.0 3.0 3.0 3.0 1 472 ' 1 34 1' 1 272 2 070 1 555 1 083 1.039 12.0 12 .0 11.4 16.5 13.2 10.3 9.5 a. Cálc ulo a partir del Informe de Coyuntura. Instituto de Economía, 2004 . b. Datos preliminares. Fuente: Fondo Monetario In ternacional, Quinta Revisión del Acuerdo Stand By con 2004 <http://www. bcu.gu b.uy>, 11 de noviembre de 2004. Uruguay, ba rgo , la economía permanece vulnerable por la a lta d euda pública, incluye ndo un signifi cat ivo co mponem e d e corro plazo , y el aún frágil sistema banca ri o. Miemras que los riesgos del progra m a han dismi nuido d esde la últim a revisión, perman ecen imporram es vulnerabilid ad es, y manten er políticas correctas es esencial para co m ener estos riesgos. [... ] Urugu ay es tá expues to al tipo de imerés y a los riesgos d el precio del petróleo . Aproximadamente la mitad d e la deuda pública es tá a tasas variables[ ... ] La carga de repago al Fondo se elevará brusca m eme en 2 006 y 20 0 7, cuand o las ob ligaciones d e pago está n proyec tad as en alrededor de 7.25 y 5.5 por ciento del PBI, respec tivam ente." 29 Como se desprende del cuadro 6, la deuda y su servicio resultan en el corto plazo preocupa m es, y con seguridad inabo rdables si se mantiene el perfil de ve ncimi entos ex pu estos. Se subraya lo que sos tiene el FMI: hay fuerte vulnerabilidad eco nómica en buena medida por las tasas va riables de la deud a pac tada y la política monetaria estadounidens e que se espera dupliqu e esa tasa de imerés en los próx imos años (de 2 a 4 por ciemo). No obstante, las autoridades d el Fondo está n disp ues tas a rev isar los acuerdos co n el gobierno electo. De todos modo s, aq uí h ay varios ca min os a seg uir : d esde un a simple reprogram ación d e los ve nci mi entos hasta un a renegociación m ás cuid adosa -con un a auditoría de por medio para analizar la ejec ución co rres pond iem e- d e los dineros y las respon sa bilidades. 29. Fondo Monetario Internacio nal. " Fi fth Review of Uruguay's Stand-by Arran· gement and Grants Wa ivers", Washi ngton, 2004 <http:///www.bcu.org. uy>, nov iembre de 2004. 56 LA IZQUIERDA URUGUAYA Y El FUTURO GOBIERNO Otro d e los pend iem es para u na react ivació n eco nó mica sustentable es atender la fra nj a de pequeños y medianos deudores en d ó la res d es bord ado s, luego de la bru sca deva lu ación de 2 00 2, cues rión qu e ;:~ honaría a la ca íd a d e los costos d e rein ve rsión . Por su parte, ganarle espacio s a l dólar puede res ul tar mu y conve ni em e en un a eco nomía tod avía dol ar izad a en exces o. 30 EL PROGRAMA DE LA IZQUIERDA E INCÓGNITAS DE SU GESTIÓN D el programa de la izqui erd a prese ntad o a la ciud ada nía surge n do s ejes en los q ue se han cargado las bate rías d esd e aquel aggiornamento ideológico d e los ai'i.os noventa. Por un lado, lo que encierra el lema país productivo; por el otro , el programa de eme rge nci a social. D e estos ejes se d esprend en las propuestas más conocidas ; qui zá la que más se ha trabajado es la vincul ada con la em ergencia social , presem ad a ya en las elecciones d e 1999 y donde los ca mbio s so n so bre todo cuantita ti vos. H ay más pobres, ya que a aq uellos qu e se ca racteri za n co mo estrucwrales se sum a n los pobres recien tes d e los últim os ci neo años. A tender la emergencia soci al sería en es te m arco el principio, y el prim er año (y d esd e el primer día del go biern o) se enfocaría a los 100 000 h abitantes en condicion es de pobreza extrem a o indigenci a y, tal vez , se ha ría ex tensivo a los dos quintil es m ás bajos d e la pobreza (2 00 000 más qu e es tán bajo la lín ea d e pobreza). 31 Estas personas son visibles y están en contacto con las orga ni zac ion es no g ub erna memales que trabajan en proyectos para disminuir la pobreza. El program a d ema nda ría algo más de 12 0 millones d e dólares y se pl a ntea a rti cularlo con co mrapa rrida s d e responsa bilid ad tendientes a imegra r a la soc ied ad a es tas perso nas y, en es pecia l, a mejorar sus califi cacio nes para qu e sea n susceptibles d e empl ea rse (o crear alg un a ac tivid ad productiva) en el co rto plazo Y La propuesta del país prod uctivo a puma a generar co ndicion es para aumentar la invers ión y con ello la recup eración 30. Tanto visiones ofi ciales como criticas coi nciden . Como ejemplos véase Ba nco Central del Uruguay, "Memorandum in Economic and Financia! Policies 2004", Banco Central de Uruguay, Montevideo, 2004 <ht tp://www.bcu.org .uy>, marzo de 2004; Danilo Astori, "Las reformas estructurales", en DaniloAstori et al., Uruguay 2005. Propuestas de política económica , Ediciones Banda Ori ental, Montevideo, 2004, pp. 9·40, y Fernan do Lorenzo y Diego Aboal , " Los equilib rios y las políticas macroeconómicas", en Dan ilo Asto ri et al., Uruguay 2005. Propuestas de política económica, Ediciones Banda Orienta l, Montevideo, 2004, pp. 41·63 . 31. Instituto Nacional de Estadística <http://wwwine.gob.uy>. 32. Encuentro Progresista -Frente Amplio-Nueva Mayoría (EP·FA·NM), Programa de Gobierno, Montevideo, 2004 <http://wwwfa.org.uy>, noviembre de 2004. q ue hoy se a ún a n d e fo rm a perve rsa. Po r un lad o, el moURUG UAY: INDICADORES DE MEDIANO PLAZO m ento d epres ivo d e la mo ned a es t ad o unid en se, a lo qu e se sum a la eufo ria eco nó mi 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 ca d el comerc io ex teri o r y la Producción y precios (variación porcentual) PIB real - 11 .0 2.5 3.0 7.0 4.0 4.0 3.0 en trada de d ó la res , ad em ás Demanda interna real -18. 1 1.6 3.5 8.0 4.8 4.9 3.5 d e la po líti ca mo ne ta ri a res Consumo -1.1 - 15 .7 2.3 8.3 3.4 3.3 2.4 Precios al consumidor (fin del periodo) 25.9 10.2 9.0 7.5 7.0 4.7 6.5 t rict iva vigente. 35 U n desa fío Precios de las exportaciones -7.9 9.0 7.0 0.0 0.0 0.0 0.0 imp os terga bl e será lib era r el Volumen de las exportaciones -3.3 7. 1 15.4 5.0 6.0 6.0 5.0 fun cio na mi en ro de la econoPrecios de las importaci ones -12.1 4.0 0.0 6.3 0.0 0.0 0.0 Volumen de las importaciones -26.4 2.5 18.8 6.0 8.0 8.0 6.0 mía d omés ti ca de la influenTérminos de intercambio 4.8 3.3 0.3 0.0 00 0.0 0.0 cia d esme did a que os tenta la Ahorro e inversión (porcentaje del PIB) m o ned a es tadounid en se en Inversión interna bruta 11.5 13. 1 12.5 14 .2 14 .8 13.3 15.4 tr a n sacc io ne s. No o b slas Ahorro naciona l bruto 13.1 13.7 12.8 14.4 14.3 13.8 14.3 Ahorro externo -0.7 - 1.6 -0.3 -0.5 -0.2 1.2 0.5 tat1te, deberá no sólo apoya rse e n in strum ento s d e fluj o Operaciones combinadas del sector publico (porcentaje del PIB) Ba lance general sin o t a mbi én a bord a r ca m -4.6 -3.2 -3. 1 -2.0 -1.9 -2 .1 - 1.9 Balance primario 0.0 2.7 3.4 3.7 3.5 3.8 3.8 bi os e n la p ro p o rcio n alid ad Deuda pública 93.8 108.2 102.7 89.6 81.7 96.9 84.7 de los d istin tos sec tores p a ra Nivel adecuado de las reservas internacionales brutas impul sa r mut ac ion es en los En meses p rec ios relativos qu e tras lade importaciones de bienes y se rvicios 3.8 9.3 9.9 9.7 7.9 8.6 7.2 de n la rent abilid ad a sec rores Como porcentaje de la deuda de corto plazo qu e hoy no la ti enen y sostenExcluidos los depósitos de no residentes 31.8 105.8 129.5 125.0 137.4 142.2 134.1 Inclu idos los depósitos de no residentes 16 .3 ga n así la propues t a del m o49.7 54.6 50.8 64.3 63.5 58.7 d elo p ro du cti vo . Fuente : Banco Central de Uruguay y cálculos del personal del Ftvll. Lo difícil se rá, co n seg uridad , el emp a lme d e la ac tu a l po líti ca y los ca mbio s que se pl a ntea n sin d a ñ ar la cre dibilid ad y la eu fo ri a actu a l del de la act ivid ad intern a y, de m a nera fundamental, el empleo. mom enro eco nó mi co, pero ta mbi én sin deja r de ro m a r meEn es te se ntido , es menes ter construir un a m ac roeco nomía did as que luego terminen po r corroe r una viabilidad política que permit a m a nejar las res tri ccio nes y, a la vez, ge nera r un basa d a en la legitimid ad social de hoy. N o se d ebe olvidar ambiente de confianza y rentabilid ad para la nueva inversión. que buen a parte de las expec ta ti vas , las que corres po nden Pa ra ello será n requisiros el apoyo crediti cio y la ca ída de los a l dese nvo lvimiento de las co ndi cio nes internas de la eco cosros del dinero. Por otra pa rte, la reform a fi sca l buscará un nomía, dependen del m anejo de a lg un as res triccion es que o bje tivo d isrributivo a la vez que el de reactivación del conim pone el servicio de la deuda, las in stiwcio nes multil atesu mo pa ra apunta r a un crecimi ento m ás incluyente.33 rales de crédito y los ac uerdos qu e pudi era n ce lebra rse. Lo s desafíos co nsisten en a rt icul ar los di stintos obj etivos A ro d as luces se excluyen de ma nera mutu a algunos de m acroeco nómicos que deben tener un a determinación solos supu es ros que el In sti t uto de Eco nomía de la Universicial, es decir, con struir nuevos equilib rios que trasciendan el d ad uru g uaya realiza p a ra el abo ra r sus proyecc ion es. E n m a nejo de las políticas ca mbi ari a y mo netari a, como ha sido parti cula r, suponer que hay ind epend encia entre m a ntener el entendimienro domin a nte en los últimos 20 años. 34 apoyos pa rlamenta rios y un a opinió n públi ca que respald a E n el co rro pla zo , el gobi e rn o tendrá qu e sup e ra r la al gobi erno con superáv it fi sca les prim a rio s elevados, co n tendencia a l atraso ca mbiari o producto de va rios fac tores C U A D R 33. Osear Mañán, "La disyuntiva de arti cu lar objeti vos: ent re la eficiencia y el bienestar económi co". Bitácora, año IV, núm. 176, septiem bre de 2004. 34. Osear Mañán, "Equilibrios prog resistas y macroeconomía del f u t uro", Bitácora. año IV, núm. 171, agosto de 2004. O 7 35. El gobierno que se despide utilizó la política cam biarí a como form a de frenar la infl ación , y la restricción monetaria pretende mostra r un ba lance más presentable al final de su gestión. El forta lecimiento del dólar en un marco de crecimiento permite bajar la razón deuda-producto, una de las credenciales me nos ale ntadora s que se heredan a la nueva administ ración. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 57 objetivos d e país productivo sin ca m bias sustan ciales en la URUGUAY: INDICADORES DEL SECTOR EXTERNO DE MEDIANO PLAZO es tructura del sistema financ iero y en los productos que ofrece a la acr i vidad in terna. 2006 2007 2008 2002 2003 2004 2005 También es arduo pensar en Balanza de pagos y otros indicadores externos (millones de dólares de Estados Unidos) -76 -195 191 76 42 62 31 Balanza en cuenta co rriente objetivos d e red is tribu ción 61 19 Balanza comercial 182 168 126 76 49 social del poder que aparecen 3 478 1 934 2 273 2 808 2 976 Exportaciones LAB 3 155 3 313 3 459 1 872 2 092 2 639 2 851 3 079 3 263 Importaciones LAB co mo necesa n os st se sostte ne 207 216 Servicios no fa ctoriales 135 162 211 210 218 que la restructura impositi1 034 975 1 147 1 093 727 778 920 Exportaciones LAB va (por ejemp lo, el impu es 827 877 Importaciones LAB 766 929 616 709 592 -512 332 422 -7 6 344 409 353 Servicios factoriales (netos) to a la renta d e la s pe rso na s 80 80 72 80 Transferencias (netas) 70 76 80 físicas) no alcance a lo s de 144 113 -5 Cuenta financiera 2 337 897 485 99 250 77 260 195 200 250 250 Inversión extranjera directa (neta) pósitos en lo s bancos y se in20 415 541 46 83 81 Inversión en cartera (neta ) 89 siste e n no g r ava r co n má s -158 184 306 336 Otras inversiones (netas) 2 828 1 179 243 -177 338 136 o o o o Errores y omisiones impu es to s a l secto r exte rno 1 311 114 -82 -82 Balance general 2 323 663 162 co mo lo h an an un ciado por 11 4 2 323 1 311 663 82 Activos de reserva (-au mentos) 162 las a utoridad es d e la pró x iPorcentaje del PIB ma ca rrera d e eco nomía . .1 7 -1.2 0.2 -0.5 0.5 Balance en cuenta corrie nte 1.6 0.7 0.3 Tampoco se a le nt aría la in0.8 -19.3 -1.0 0.0 0.7 4.0 8.0 Cuenta financiera 86.6 58.7 74.0 65.7 94.2 Deuda externa total 87.2 98.3 versión producti va si se sigue pe rmitiendo qu e las activ iPorcentuje de las exportaciones de bienes y servicios no factoriales Deuda externa tota l d ad es especulativas eva d an 214.7 258.6 289.8 236.7 397.6 360.9 308.7 Excluidos los depósitos de no residentes lo s impuestos co n la a nuenIncluidos los depósitos de los no cia del gobierno. 352.5 322.6 302.0 281 .2 434.0 371.2 residentes 485. 1 43.3 48.2 38.5 55.6 50.7 40.0 29.4 Servicio de la deuda Mantener un relativo con16.0 14 .3 17 .7 18.8 17.2 Intereses 25.7 19.3 se nso o una simpl e m ayo ría Fuente: Banco Central de Uruguay y cálculos del personal del FML operativa para reso lve r a lg unos tem as nacion a les qu e comi en za n a generar fracturas será un desafío constante del nuevo ejecutivo. Ya hay opiniones encontradas referenla misma políti ca ca mbiaria y mon etaria y con objetivos de tes a la relación de lo públi co co n lo privado, e n es pecial inflación es trictos, parecería un co ntrase ntido ..JG Justa mentema s d e reso lución pendiente co mo la enmienda co nste, la leg itimid ad social se eva porará en la medida qu e no titu cion a l que reintegra al Estado la propied ad excl usiva obtenga respuestas concretas del gobierno; por otro lado , la y el monopolio de gestión d e lo s servicios d e ag u as copolítica monetaria actual resulta muy restrictiva y h a llevado rrientes y saneamiento. ·38 Se ha vuelto un debate jurídico a un proceso d e apreciación ca mbiaria peligrosa, es d ec ir, si C U A D R aquí no hay modificaciones de es trategias es difícil pensar en la sostenibilidad de media no pl azo para el simple crecimiento exportador. Sin dud a, un d esafío importa nte y también un a in cógnita es la proba bl e res truct uración del sistema financiero, ya qu e en la actualidad no resulta funcional a esa ac umulación produ c tiva que se pretende. La s autoridades ele ctas y el futuro mini stro d e eco nomía no h a n soste nido ideas claras a l res p ecto, pero se a ntoja difícil pensar lo s 36. Instituto de Economía, "Tendencias y perspectivas de la economía uruguaya", Informe de Coyuntura, Instituto de Economía, Montevideo, noviembre de 2004, p . 8. 58 LA IZQUIERDA URUGUAYA Y El FUTURO GOBIERNO O 8 37. David de Ferranti, Gui llermo Perry, Francisco Ferre ira y Michael Walton, Desigualdad en América Latina y el Caribe:¿ Ruptura con la historia'· Banco Mundial, México, 2003 <http://bancomunida l.org >, marzo de 2004. 38. Se hace referencia al plebiscito que tuvo lugar junto con las elecciones de octubre de 2004 (al que se refiere Eduardo Galeano en el epígrafe). El país ha reali zado varios ejercicios de democracia directa con los que se opuso a las políticas de privatizaciones buscadas por gobiernos anteriores . En especial, las privatizaciones del discurso de reforma del Estado de principios de los noventa, luego el de asociación de la refinadora estatal de combustibles, también la frustrada priva tización del organismo de las comunicaciones (con una amenaza de plebiscito) y ahora una enmien da constitucional que revocaría las concesiones del servicio de agua corriente y sa n eamiento otorgadas y en funcionamiento en algunos departamentos del país. C U A D R O 2 URUGUAY: SU ECONOM IA EN 1955-1974, 1974- 1982 Y 1983-2003 1955-1974 1974-1982 1983-2003 Papel del Estado Activo (di stribuidor y protector) Activo-selectivo Despreocupado In serción Internacional y destino del comercio Mercados desarrollados (Europa y Estados Unidos) Mercados desarrollados y comienza la preocupación por la región Dependencia regional muy fuerte y de Argentina a partir de 1999 Tipos de bienes o servicios de la inserción Sectores primarios tradicionales (carne, la na, etcétera) Dinámica de los bienes no tradicionales (a rroz, textiles, plásticos, cebada, cítricos, etcétera) Apertura indiscriminada, sectores tradicionales o no y servicios financieros Patrón de acumulación Lenta agonía de la fase de sustitución de importaciones del patrón primario exportado r Intento frustrado de avanzar hacia el patrón secundario exportador bajo la égida del auto ri tarismo político Degeneración neo/ibera/, mayor concentración y exclusión bajo la égida del autorita rism o económico de mercado Patrimonio productivo Nacional, composición técnica dependiente de las importaciones de bienes de capita l y apoyo estata l Nacional, abandono de la protección a sectores industriales vincu lados al mercado interno y apoyo a los sectores exportadores no tradicionales Extranjerización en aumento a partir de los noventa. Mayor eficiencia integral de la economía (productividad tota l de los factores) Mercado interno Protegido y decadencia de la industria vinculada al sector interno Semi protegido (precios y no secto res) y picos de inversión pública en infraestructura Desprotegido y en achicamiento relativo constante; fuerte desindustrialización Heterogeneidad estructu ral Menos visible por el desempeño del Estado en bienestar social y estilo de crecimiento Creciente heterogeneidad entre el sector exportador y financiero y el resto de la economía La apertura indiscriminada, y el modelo de plaza financiera potencia la heterogeneidad Dependencia estructural y financiamiento de la inversión Vía términos de intercambio. El ahorro interno financia la inversión Aumento de la deuda externa (fondos mult il aterales) y ahorro de no residentes (1978-1980) e inversión pública Inversión extranjera directa, ahorro de no residentes y fon dos multilaterales de crédito Pacto social dominante Sectores expo rtadores e industria protegidos Exportadores tradicionales, no tradicionales y banca Sectores exportado res e importadores, sector financieros y servicios Distribución del ingreso y exclusión Amortiguada por el papel mediador del Estado en la puja distributiva Caída del salario real con base en mecanismos extraeconómicos y reforma fiscal regresiva (impuesto al va lor agregado) Aumento de la concentración, grado de monopolio e incremento de la productividad más impuestos regresivos (a los sueldos) Em igración internacional Emigración económica a finales de los sesenta Emigración política a mediados de los setenta Emigración económica de 1999 en adelante Fuente: elaboración con base en O. Mañán, Una periodización de /a economía uruguaya 1955-2003 , tesis de maestría, División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de Méx1co, México. 2004. la retroactivid a d d e la e nmi end a co nstitu ci onal y si el Estado debe o no manten er ac uerdo s o propon er asociacion es con empresas privada s. Sa lta n a l tapete la rec iente li cit ac ión de la onda de servic ios telefónicos celu lares de un a empresa m ex icana (América Móvil , del arc himillona rio Carlos Slim) y la utili zac ión d e la infraes tru c tura de la estata l ANCE L para lu ego a taca r ese merca do . Por último, las m a nifes t ac ion es d el ca nc ill e r Astori so bre su id ea de asociación del organismo pübli co Asociac ión Nacional de Combust ibl es, Alcohol y Pórrland con ca pital es privado s, cues tión que tambi én iría en contra de un pasa do pronunci a miento popul a r que lo vetó . Buena parte de la izqui erda sost iene que lo s pronunciami ento s de los plebis c ito s va lían só lo para los partidos en el gob ie rno , apuntando que era un probl ema de confia nza que se podría ahora reve rtir. No obstante , ya se escuchan voces encontradas en los gremios y la soc iedad civil res pecto a las in sinu acio nes de las autoridades electas. Éste se rá qui zás el hilo m ás delgado en la con st rucc ión de la viabilid ad del nu evo proyec to político. @ COMERCIO EXTERIOR. ENERO DE 2006 59 G R F Á 1 CA 1 URUGUAY: PORCENTAJE DE POBLACIÓN QUE VIVE EN CONDICIONES DE POBRE ZA, 1998-2002 (PORCENTAJES) G R Á F 1 CA 2 URUGUAY: POBREZA POR TRAMO DE EDAD (PORCENTAJES) 50 26 45 24 40 35 22 30 20 25 zo 18 15 16 10 14 o 12 1998 1999 2000 2001 Menos de 6 años 2002 Fuente: Dan iel Olesker, Informe sobre la evolución de la pobreza en Uruguay, 1998·2002, Instituto Cuesta Duarte-Piena rio lntersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores, Uruguay, 2003 . G R Á F 1 CA 3 De 6 a 12 De 13 a 17 De 18 a 64 De 65 a 12 Fuente: Daniel Olesker, Informe sobre la evolución de la pobreza en Uruguay, 1998-2002, Instituto Cuesta Duarte-Pienario lntersindical de Traba jadores-Convención Nacional de Trabajadores, Uruguay, 2003. Bibliografía complementaria URUGUAY: LA POBREZA POR TASA DE DESEMPLEO (PORCENTAJES) • No pobres • Pobres 28 23 18 13 8 1988 1999 2000 2001 2002 Fuente: Daniel Olesker, Informe sobre la evolución de la pobreza en Uruguay, 1998-2002, Instituto Cuesta Duarte-Pienario lntersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores, Uruguay, 2003. 60 LA IZQUIERDA URUGUAYA Y EL FUTURO GOBIERNO Ba nco Centra l del Uruguay, Informe Trimestral de Coyuntura, Ba nco Central de Uruguay, Montevideo, noviembre de 2003. Ferrer, Aldo, "Recuperación y crecimiento : tiempos e instrumentos de la política económica argentina", Comercio Exterior, vol. 54, núm. 5, México, mayo de 2004, pp. 410-417. Ga rcía, Pablo, "Estabil ización macroeconómica con meta inflacionaria: la experiencia ch ilena", Banco Centra l de Chile, ponencia presentada en el XI Curso de Reformas Económ icas y Gestión Pública Estratégica, Comisión Económica para América Latina y el Caribe-Instituto Latinoamericano y del Ca ribe de Planificación Económica y Social, Chile, 2002. Mañán, Osea r, " Expe ri encias devastadoras: moneda fue rte, acumu lación débi l y boom", Economía Informa, núm . 275, División de Estudios de Posg rado-Facu ltad de Economía, Un iversidad Nacional Autónoma de México, México, marzo de 1999. Mañán, Osear, "Prioridades de un gobierno de izquierda", Bitácora, año IV, núm. 169, ju lio de 2004. Marfán, Manuel, Una política económica con meta inflacionaria, presentación en el curso Reformas Económicas y Gestión Publica Estratégica, Comisión Económica para América Latina y el Caribe-Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social, noviembre-d iciembre de 2002. 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Para mayores informes comunícate a E:XPORTATE:L : 01800 EXPORTA (01800 397 6782) o entra a bancomext.com Bancomext evoluciona, se perfecciona y trabaja por y para México. BANCOIVEXT TE AYUDA L a República D om inicana ha registrado cambios sign ificativos en su política eco nóm ica, tanto en lo referente a políticas intern as co mo a su estrategia de integración internacional. U na de las manifestaciones más relevantes del proceso de apertura del comercio ex terior ha sido su p articipación en organismos de negociaciones comerciales intern acionales y la suscripción de tratados de libre comercio bi y multilaterales. Entre és tos se des tacan el Tratado de Libre Comercio con la Comunidad del Caribe (Caricom); el Acuerdo de Libre Comercio con Centroamérica, y el Tratado de Libre Comercio con Centroaméri ca y Estados Un idos (RD-CAFTA). El RO- CAFTA es el tratado con m ayores repercuciones en la economía dominica na. Dicho ac uerdo tendría beneficios como el aumento de las exportaciones, la diversificación de las importaciones y la atracción de inversión ex tranjera directa. Sin embargo, los benefi cios potenciales de la integración a mercados más amplios , como el de Estados Unidos, se maximi za rían siempre y cuando los procesos de negociación se g ui aran con criterios de competitividad. E n con sec uencia, el es tudio de las ventajas comparativas reveladas, teo ría que se sustenta en la capacidad de exportación en vista de - - -- * In stituto - -- - -- - - ·------- Mundi al de In vest iga ción para el Desarrollo Eco nómi co, Uni ve rsidad d e la s Naciones Unidas <a melia @w id er.unu.edu>. La autora agradece el apoyo de Apolinar Ve loz y el Banco Central de la Repúbli ca Dominicana en la elaboraci ó n d e este estudio. También agradece la ayuda de Ana B. Rodríguez, José Riva s Tavárez, Rubén Núñez, Ca rmen L. Sánchez, X iomara Santo s del Departamento In t ern ac iona l del Banco Central. José R. Sánchez Fung y José Cuesta r ea li za ron comentar ios so bre ve rsiones anterio res de la in vestiga ció n. Cualqu ier error en el docum ento es responsab il idad de la autora. - 62 - - ----- - - - COMERCIO EXTERIOR, VOL 56, NÚM. 1, ENERO DE 2006 los costos de oportunidad intrín secos, es viral para formular un a oferta naciona l de co mercialización de bienes con base en la capacidad productiva del país. La teoría cl ás ica de las ventajas comp arativas predice que las ga nancias del interca mbio comercial m aximi zan el bienesta r de las economías abiertas y la economía mundial. Sin embargo, no hay una teoría uni ficada sobre las fuentes de d ichas ventajas. Por ejemplo, la teo ría ricardiana las atribuye a las diferencias en cos tos y tecnológicas, mientras que la de H ecksch er-Ohlin-S a muel so n las exp lica mediante las diferencias en los precios de los factores. Por su parte, la teoría de la brecha tecnológica y el ciclo del producto es tudia la innovación tecnológica y el ca mbio tecnológico en el espíritu de las teorías endógenas de comercio y crecimiento eco nómico postulada por Romer; Lucas, y Grossma n y H elpman, entre otros. 1 Por último , algunas corrientes señalan el desa rrollo inst itucional co mo factor esenci al de las ventajas comp arativas. 2 1. P. Romer, " lncreasi ng Returns and Long Run Growth", Journal of Political Economy, vo l. 94, nú m. 5, oc tubre de 1986, pp . 1002-1037, y " New Goods, OId Theory, and the We lfare Costs o f Trad e Restrictions", Journal ofDevelopmentEconomics, vo l. 43, núm . 1, 1994 , pp . 5-38; R. Luca s, "On the Mechanics of Economic Development ", Journal of Monetary Economics, vol. 22, núm . 1, julio de 1988, pp. 3-42, y G. Grossman y E. Helpman. lnnovation and Growth in the Global Economy, MIT Press, Ca mbridge, 1991. 2 . O. Memedovic, On Theoryand MeasurementofComparativeAdvantage, Tinbergen lnstitute Research Series, núm. 65, Th esis Pub lishers, Amste rdam, 1994, y Bendery Li , The Changing Tradeand Revealed Comparative Advantages of Asian and Latin American Manufacture Exports, Discussion Paper, núm . 843, Econom ic Growth Center, Yale University, 2002, presentan un análisis más detallado sob re las teorías que exp lican las fuente s de las ve ntajas comparat ivas de los países. Una difi cultad del indica do r de la ve nraja compa rat iva reve lada es qu e és ta se d efin e en términos de relaciones de prec io s autárti cas que no so n observab les . Las es tadísti cas de co mercio só lo refl ejan las simaciones ex post, lo cual hace imposible incorporar de los efecto s del co mportami ento de los factores de producción y los problem as de distorsiones en las políticas del Estado (por ejemplo, barreras no arancelarias, subsidios, reg ulaciones ca mbi arias, etcé tera). Sin embargo, la tesi s de las etap as desa rrollad a por Balassa sup one un pro ceso de co nvergen cia en que las econo mías evolucio nan de un área de ventajas co mparativas a otra.3 El objet ivo principal de la prese nre inves ti gación es examin ar el co mportamiento es tructural de las ex portaciones de la República Domini ca na a Estados Un idos en el marco teó rico de las etapa s en las venrajas comparativas de Balassa . Este aná lisis permite, por ejemp lo, exa minar si las tendencias de las exportaciones (y sus posibles cambios observados) se pueden atr ibuir a los cambios en las ve nrajas co mparativas. Los resultados empíricos de la inves tigación se podrían u ti 1iza r para elaborar recomend acion es de est rategias y políticas en las modalidades de negociación en el marco del tratado de libre comercio con Estados Unidos . Un eleme nto i mportanre en el entorno de la investigación es qu e la es tru ctura de inrerca mbio co mercial internacional de la República Dominica na se ha manrenido práctica menre sin cam bios durante los últimos a ños , tanto en su composición co mo en la preponderancia de los principales soc ios come rciales . Esto es ev idente d esde la óptica de las exportacion es, conformadas primordialmente por bienes de tran sforma ción , o exportaciones de zonas francas (véase la gráfica), qu e representaron alrededor de 79% de las ventas exte rn as durante 1998-200 2, co n más de 80% de dirigidas al mercado de Es tados Un idos .4 Asimi smo, Estados Unidos aba stece alrededor de 66 % de las importaciones domini canas, sobre todo de bienes de consumo durad ero, alimentos, productos farmacéutico s, derivados del petró leo y orro s bienes de co nsumo. El resto de la investigación se organiza de la siguiente manera. Primero se analiza el co mercio bilateral entre Estados Unidos y la Rep ública Domini ca na y se co nsrruye n índi ces de dese mpeño de las ex portaciones. Lu ego se exa min an las ventajas comparativas reve lada s del seg undo país frente al primero, y por último se prese ntan las co nclu siones y las recomendaciones. COMERCIO BILATERAL ENTRE LA REPÚBLICA DOMINICANA Y ESTADOS UNIDOS n la literatura de c_o mercio intern acional hay va rio ~ indi cadores para analizar el desem peño de las exportaciones, tanto en términos de ca mbio est rucmral co mo en relac ión co n el grado de especiali zac ión comercia l del país. Los dos prin cipal es índices que reflejan la ex istencia de ca mbio s estr uct urales en las ex portac iones de un país (o reg ión) son el índi ce de Lawrence (IL) y el de ca mbio es tructural beneficioso (ICB) ,5 El primero tiene un va lor acotado entre cero y uno. Un va lor ce rca no o igual a uno indica la ex istencia de ca mbio es tru ct ural en la orienta ció n de las ex portacion es d e un país, en tamo que un o ce rca no o igual a ce ro reve la que la estr ucmra no se ha modifi cado . El índi ce de Law rence (IL) se defin e como : E 11 IL = (~):L i s ¡, -si.i-11 [1] donde, s... = jtx,, es decir, S es la proporción de las ex portaciones del secto r i en el tota¡"d e las ventas exte rn as del país en el periodo t .6 REPÚBLICA DOMIN ICANA : EXPORTAC IONES NACIONALES Y DE ZONAS FRANCAS , 1980-2004 (MILLONES DE DÓLARES) Principal reforma macroeconómica (liberaltzaCión comercial y reforma fiscal ) 6000 5 000 4 000 Zonas Francas Nuevo programa de reforma arancelana 3 000 y composición fiscal 2 000 1 - -- - - - Ñado;al;s - - 3. B. Bala ssa, "Trade Liberalization and Revealed Compa rative Adva ntage", TheManch es ter Schoolof Economic and Social Studies, núm. 33, 1965, pp . 99- 103; "Revealed Comparative Advantage Revisited : An Analysis of Relative Export Sharesof the Ind ustrial Countries, 1953-1971 ", The Manchester SchoolofEconomicandSociaiStudies, núm. 45, 1977, pp. 327-344, y " The Changing Pattern of Comparative Advantage in Manufactured Goods", Review of Economics and Statistics, vol. 61, núm. 2, 1979. 4. Banco Central de la República Dominicana. Balanza de Pagos de la Repúbl ica Domin icana 1995 -20 00, Boletín Anual, núm. 1, junio de 2000, y núm . 2, abril de 2002. 1980 1990 1995 2000 2004 Fuen1e: Amelia U. Santos-Paulino, Trade Liberalisation and Trade Performan ce in The Oominican Republic, lOS Wo rking Paper, núm . 209, lnstrtute of Development Studies, Un rve rsity of Sussex. Brighton, 2003. 5. Andres Sapir, " The Effect sof Europe's Interna! Market Program on Production and Trade: A Fir st Assessment", WeltwirtschaftlichesArchiv, vo l. 132, núm . 3, 1996, pp. 457-475 . 6./bid. 63 El índi ce de ca mbio es truc tura l beneficioso (ICB) evalúa si el ca mbi o se or ienra a los p ro ducros m ás di námi cos d em a ndad os po r el resro d el mundo o po r los soc ios co merciales. 7 Un va lo r pos iti vo del índice indi ca un a o ri entación co m erc ial que beneficia a la eco no m ía ex po rtad ora o qu e el ca m bio es truct ura l favo rece los secrores d in ámi cos. A m ayo r va lo r d el índi ce, más fru crífero es el ca mbi o de o ri enració n. E l! CB se exp resa de la sig ui ente m anera: " ICB= L [2] donde X y M . so n las ex po rracio nes e imp01·tac iones d el sec ror i en el period o t, respec tiva m enre. Otros d os indi cadores q ue se suele n usa r para medi r el d esempeño d e las exporrac io nes y q ue es tán relacion ad os co n la especia lización comercial so n el índice de Michaely (I M), 8 y el índice d e especia lizació n co mercial (IEC). 9 El! M también es un indi cador aco tado entre cero y uno en el que un coe fi cienre ce rca no o igual a un o indica un m ayor grado d e especiali zació n (o especialización co mpleta), y viceve rsa. En es pecífico : lt l( X -M IM= (-1)-f ~ --'-·'--'-·'2 ;= 1 LX;_, LM ;,, [3] El lEC constitu ye un ind icador m ás aca bado que el IM, ya que en el mismo el grado de especialización de cad a sector se pondera por su importancia relativa en el comercio total del país. Los va lores del índi ce también es tán enrre cero y uno: !M = 1 represen ta una especialización completa en el comercio. 10 E l lEC es un a medida ag regad a del grad o d e especialización com ercial, la cua l se genera m edi a nre la po nderación de todos los sec tores indiv idu ales y luego obteniendo la sumatori a d e todos los secto res. E ntonces, el lEC se defin e como : 7. Siegfried Bender, Suggestion for Two New Trade Performance lndices: Trade Specialization lndex and Beneficia/ Structural Change lndex, Wo rking Paper, Economic Growth Center, Yale University, 200 1. 8. M. Michaely, Concentration in lnternational Trade, Contributions to Economic Analysis, North-Holland Publishing Company, Ámsterdam , 1962 . 9. B. Amable, " lnternational Specialization and Growth", Structural Change and Economic Dynamics, núm . 11 , 2000, pp. 413-43 1. 10. Tant o ei iM como el lE C est án inversamente relacionados con el índi ce convencional de comercio intraindustrial de Grubei -Lloyd (G L). el cual se definecomo: GL ) 1_[1X.-M.I/ ]) ' j / (X ,+M,) M. Brulthart y R.C. Hine, lntra-industry Tradeand Adjustment: The European Experience, Centreof Research in European Development and lnternational Trade, University of Nottingham, Nottingh am, 1999. 64 VENTAJAS COMPARATIVAS ENTRE LA REPÚBLICA DOMINICANA Y ESTADOS UNIDOS Los coe fi cienres de los índices d e desempeño co mercia l del interca mbio to tal entre la Repúbli ca Do minica na y Estados U nidos se prese nra n en el cuadro l. Las es tim ac iones d e los va lo res del índ ice de Law rence indi ca n que el mi smo se m a ntuvo rel ati va m ente co nstanre dura nte el per iodo de aná lisis. Esto sugiere que no ha ex istido un ca mbio significativo en la estruct ura comercial de la Repúbli ca D ominicana. Los res ultados a rrojados po r el ICB so n más drás ti cos en cua nto al grado d e es ta ncamiento d e las expo rtac io nes to tales (nacio nales y zo nas francas). Los coeficienres ca lculad os sugieren qu e tanro la a ferra de expo rtaciones com o la d em anda de impo rtacio nes de la Repúbli ca D omini ca na se ha n m a nrenido práctica menre invar iables. Sin embargo, dos facto res pod ría n afec ta r los res ultados. Primero, el periodo de análisis es de cinco años (199 8-2 002), debido sobre ro do a la di sponibilidad de d aros con el nivel de desagregació n deseado, el cual no es suficienremenre amplio para que el país observe va ri aciones signi fica tivas en su estruct ura productiva . Segundo, hay que considerar que existe un rezago entre la pues ta en p ráctica de políticas com erciales o industri ales (por ejemplo , la libera lización comercial) y los efectos esperados d e las mi sm as . 11 Esto tampoco es de fácil observación en un interva lo d e cinco años . Los resultados de las es timaciones d e los índices de orientació n comercial para el co mercio to tal también se presenran en el cuadro l. Ta nro el !M como el lEC, los cua les so n variables binarias ( 0-1), mues tran un grado de especialización co mercial de las exportaciones to tales nacionales relativamente alto . Sin embargo, en esca la sectori al (bienes primarios o de m a nufac turas) no hay pruebas d e altos niveles de especializació n . As imism o, el !M mues tra un aumenro re lativo ta n to en esca la agregad a como sec tori al d es de 1998, lo cua l implica un a m ayor especia li zac ió n de las ex portaciones y un a disminución en el com ercio inrrain d usrri al. Di cha tendencia ta mbién se observa en el lEC (con excepció n d e 19 99, cuando el índice di sminuyó y, po r ende, se incrementó la di ve rsifi- 11. Amelia U. Santos-Paulina, Trade Liberalisation and Trade Performance in The Dominican Republic, IDS Working Paper, núm . 209, lnstitute of Development Studies (IDS), University of Sussex, Brighton, 2003, y Amelia U. Santos-Pau li na y A. P. Thirlwal l, " Th e lmpact of Trade Libe ral isation on Export Grow th, lmport Growth, the Ba lance of Trade and the Balance of Payments of Developing Countries ", EconomicJournal, vol. 114, núm. 143, febrero de 2004. C U A D R 1 O ÍNDICES DE DESEMPEÑO COMERCIAL ENTRE LA REPÚBLICA DOMINICANA Y ESTADOS UNIDOS, COMERCIO TOTAL, 1998-2002 1998 lndices de especialización comercial Índice de Lawrence (IL) Primario Manufacture ro Índi ce de ca mbio estructural beneficioso (ICB) Primario Manufacturero lndices de orientación comercial índice de Michaely (IM) Primario Manufacturero Índice de especialización come rcial (lEC) Primario Manufacturero Fuente: elaboración propia. 1999 2000 2001 2002 0.244 0.040 0.203 0.052 0.020 0.032 0.07 1 0 .0 28 0.043 0.047 0 .025 0.043 - 0.379 0.016 - 0.395 0.002 -0.007 0.008 0.048 0.0 14 0.034 0.004 - 0.008 0.012 0.691 0.290 0.40 1 0.708 0.367 0.341 0.760 0.363 0.397 0.762 0.364 0.398 0.735 0.351 0.384 0.7 43 0.329 0.414 0.653 0.382 270 0.713 0.365 0.349 0.727 0.374 0.353 0730 0.373 0.356 o cia l, d ado que una completa especiali zación de las exportacion es podría afectar las ventajas comparati vas . Esto sucedería si la est ructura de las exporta cion es no es tá orientada a los productos en los cuales el país posee ventajas co mparativas . Sin embargo, no es posible adelantar conclusiones sin antes ana li za r las ventajas compa rativas revelad as de la República Dominica na. VENTAJAS COMPARATIVAS REVELADAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA ANTE ESTADOS UNIDOS Teoría de las ventajas comparativas L a teo ría de las ve ntajas compa rati vas revelada s (VCR) se ba sa en las proporciones relativas de las ex portaciones. Trata de ex plicar el grado de sesgo ant iexportador que podría existir en un a economía debido a las distorsiones introducid as por las barreras arance la ria s y no ara ncela rias. El a rgumento básico de Balassa es q ue el costo de oportunidad difiere entre los países y que és tos se especiali zan tanto en la producción co mo en el comercio, dond e la naturaleza de la especia lización será tal que la es tructura de las exportaciones de cada país estará domin ada por el producto en el cua l sus ventajas co mparativas sea n mayo res. 12 Entonces, dicha ventaja comparativa es taría refl ejada no sólo en la cación de las exportaciones). Es imp ortante precisa r que el lEC muestra un a menor especia lización comercial del sector de m a nufac tura s que la observada en los bienes primarios a partir de 1999, a diferencia del !M que confirma una ampli ación de la ga ma de manufacturas exportada s. El cuadro 2 presenta los res ultados de los índices de desempeño co mercial del sector nacional. Los coeficientes de los índices de orientación comercial son co ngruentes co n los del comercio total, lo que confirma un es tanca miento de la estructura de comercial de C U A D R O la República Dominicana. Los ha ll azgos ÍNDICES DE DESEMPEÑO COMERCIAL ENTRE LA REPÚBLICA DOMINICANA Y ESTADOS refe rentes a los índ ices de or ientac ión coCOMERCIO DEL SECTOR NACIONAL, 1998-2002 mercial (el !M y el lEC) también son simila res a los presentados en el cuadro l. La 1999 1998 diferenci a m ás significativa entre el de sÍndice/sector 2000 2001 Índices de especialización comercial empeño comercia l del intercambi o total 0.206 0.107 0.212 Índice de Lawrence (IL) (c uadro 1) y el del sector nacional (c ua0.037 Primario 0.088 0.118 0.069 0.123 Manufacturero 0.088 dro 2) es que el lEC muestra un a especia- 0.035 - 0.402 Índice de cambio estructural beneficioso (ICB) -0. 178 li zación co mpleta de las exportaciones del 0.032 - 0.004 Primario -0.112 - 0.067 - 0.398 -0.066 Manufacturero sec tor nacional. Además, los coeficientes Índices de orientación comercial est imados del lEC confirma n una a lta es0.693 índice de Micha ely (1M) 0.805 0.860 0.757 pecialización de las exportaciones nacio0.314 0.253 Primario 0.222 0.287 0.378 0 .55 1 Manufacturero 0.637 0.470 nales de manufacturas. 1.000 1.000 Índ ice de especialización comercial (lEC) 1 000 1.000 Estos resultados indica n que la compo 0.155 0 .167 Primario 0 .180 0 .188 0 .8 12 0.845 0 .833 Manufacturero 0 .820 sición de la est ructura comercial de la República Dominicana no ha experimentado Fuente: elaboración propia. cambios importantes en el último dece nio. Esto puede tener implicaciones en las ganancias es peradas del intercambio com er12. B. Balassa. " Trade Liberalizatio n ... ", op. cit. 2 UNIDOS, 2002 0.205 0 .045 0.160 0.148 0.020 0. 128 0.800 0.33 1 0.468 1 000 0.197 0 .803 COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 65 es rru ctura de las exporraciones, sin o también en las relaciones ex porraciones/i m porraciones, suponi endo prefe rencias y aranceles uniform es en ca da indusrria de ca da país. Si n embargo, los supu es tos de uniformid ad de preferencias, as í como la incidencia de d istors iones tales co mo impu estos y aranceles no son rea li stas, dadas las diferencias en las es rrucruras productivas y los niveles de protección en las di fe rentes eco nomías . Esto cons tituye un a de las limitaciones bás icas del índice de VCR, a pesa r de que algunos autores sos tienen que los ca mbios en la política come rcial y un a ex pansión en los fluj os comerciales es tán reflejados indirec tamente en el índice de VCR. Orra limitación es la incapacidad de in corpora r los ca mbios en la dotación de fa cto res en el índi ce de VCR. Por ejemplo, a pesa r de que se pueden medir los cambios en las ventajas comparativas de un país, di cho índice no distingue los avances en la dotación de los factores, derivados de la api icación de políticas específicas, tales como la libera li zación co mercial. No obstante, la evidencia empíri ca demuest ra qu e las diferencias en los regímenes de política comercia l entre regiones y países, por ejemplo, el es te de Asia y América Latina, so n un elemento importante para explicar las diferencias en sus VCR, más que la diferencia en la dotación de factores. 13 En el siguiente aparrado se ana li za la relación co mercial entre la República Dominicana y Estados Unidos mediante el cálculo de las VC R bilatera les entre ambos países. Para ta l fin se calcu la el índice de VCR de Balassa. 14 Este autor compara las proporciones de las exporraciones de un secto r dado con las exportaciones de ese secto r en el mercado mundi al. 15 Las ventas exrernas de las indusrrias específicas de un país se examinan medi ante la co mparación de la proporción relativa del país en la exporración de un bien particular en un a región particul ar y con la medición de los ca mbios dinám icos en tal es proporciones. En concreto, para cualquier sector de exportación i, el índice de VCR de Balassa (VCR) se puede definir co mo: dond e X,; so n las ex portaciones del secto r i en el país j; Ix., es el rota l de las ex portac iones del paísj; Ix,,so n las ex portaciones de l resro del mundo (o Estados U1~ id os en este caso) del secto r i, y IIx,, so n el tota l de las exportacion es de Estados Unid os . ' ' Cá lculo del índice de ventaja s comparativas reveladas para el comercio de la República Dominicana con Estados Unidos El índice de VCR definido en la ecuac ión 5 se estim a para el caso del come rcio bilateral entre la República Dominica na y Estado s Uni do s usa ndo inform ac ión de expo rtaciones e imp ortac iones a dos dígitos, de acuerdo co n la clas ifi cación del sistema armonizado (SA) . Específicamente, se ana liza el índi ce de VCR para los 2 1 capítulos del aran cel o SA, tanto para las exportacion es y las importaciones wrales co mo las nacionales. Las fu entes so n el Departamenro Internac ional del Banco Cen tral de la República Dominicana para el comercio del secto r nacional , y para el co mercio total (es decir, el secto r nacio nal y las zonas francas) la Oficina de Aduanas de Estados Unidos. 16 Debido a problemas en la di sponibilidad de daros no es posible es rud iar las ventajas comparativas de las zonas francas de manera independiente. El Banco Central de la República Dominicana publica exclusiva mente las exportaciones y las imp ortacion es nacio nales clasificadas en el SA. En cuan ro a las zonas fran cas, se dan só lo por ramas de acrividad industrial y no por parridas arance larias. Además, la inform ación no discrimin a socios comerciales . Por su parte, el Centro Domini ca no de Promoción de las Exporraciones y la Inversión (CEI-RD) clasifica las es tadíst icas por socio comerci al pero só lo produce se ries para las ex portaciones. 17 Por último , la Dirección General de Aduanas presenta un a cobertura mínim a de las importaciones, eq uivalentes a cerca de 38% del va lor regi strado en la balanza de pagos. Por ell o, se supone que cualquier diferencia en los resultados entre el comercio toral y el nacional se podría atribuir al desempeño comercial de las zonas francas. [5] Archiv, vol. 127, núm. 2, 1991, pp . 265-280) produjo otro índice de VCR 13. Bender y Li, op. cit. 14. B. Balassa, "The Changing Pattern .. ", op. cit., y "Comparat ive Advantage in Manufactured Goods: A Reappraisal", ReviewofEconomicsandStatistics, vol. 68, núm. 2, mayo de 1986, pp. 315-319. 15. Thomas L. Vol lrath ("A Theoretica l Evaluation of Alternative Trade lntensity Measures of Reveale d Compa rative Adva ntage ", Weltwirtschaftliches 66 VENTAJAS COMPARATIVAS ENTRE LA REPÚBLICA DOMINICANA Y ESTADOS UNIDOS que se considera más apropiado cuando se analiza un grupo de países o regiones . Este índice pondera la importancia relativa de las exportaciones de un país en un sector dado y en el mundo, eliminando así cualquier problema de doble contabilidad . 16. <WWW.CUStoms.gov>. 17. El CEI - RD produce datos de exportaciones de zonas francas por partidas arancelarias. Sin embargo, la cobertu ra es menor que la del Banco Centra l debido a que no incluye el valor de la materia prima importada como parte del costo de las exportaciones. Es decir, mucho s exportadores, básicamente del área textil, sólo facturan el valor agregado nacional. lisis (1998-2000), las sig uientes secciones del arancel poseen ve ntajas comparativas reveladas altas: 4, productos de la industria alimentar ia, bebidas, líqu idos, tab aco y sucedáneos del tabaco ; 9, madera , ca rbón vegeta l y manufac turas de madera , corcho y su manufacturas, m anufacturas de espartería o cestería; 15, meta les com unes y m anufacturas de esos meta les; 17, material de transporte, y 18 , inst rumentos y aparatos ópticos, cinematográficos, música, etcétera. Por su parte, las siguientes secciones observa n VCR muy altas: 7, plásticos, cauchos y sus m anufact uras; 8, pieles, cueros, peletería y m anufacturas de esas materias; 10, materias Los resultados de los cálcu los del índice de VCR 11 para las 2 1 secciones del arancel del SA se presentan en los cuadros 3 y 4 . Además, los coeficientes est imados de VCR 11 se cla sifican en cuatro in terva los de acuerdo con los va lores obten idos . Dichos conjuntos so n: muy alto (VCR > 2), alto (1 :s; VCR :s; 2), bajo (0.5 < VCR < 1) , y muy bajo (0.5 < VCR), para los peri odos 1998-2000 y 2001-2002, respectivamente. 18 El cuadro 3 provee los resultados para el comercio total entre la RepLibl ica Dominicana y Es tados Unidos, es decir, el comercio de bienes incluido el sector nacional y las zonas francas. Según los res ultados , en el primer periodo de anáC U A D R 3 O INDICE DE VENTAJAS COMPARATIVAS REVELADAS (VCR) : COMERCIO TOTAL, POR SECCIONES DEL ARANCEL (SISTEMA ARMONIZADO), 1998-2002 1998 1998-2000 2001 -2 002 1999 2000 2001 2002 l . Animales vivos 0.002 0.002 0.007 0.006 0.014 0.004 0.008 2. Productos del reino animal 0.2 15 0. 431 0.42 1 0.484 0.468 0.333 0.476 0.000 0.002 1.964 1.925 3. Grasas y aceites animales o vegetales; productos de su desdoblamiento; grasas alimenticias elaboradas; ceras de origen animal o vegetal 4. Productos de las industrias alimentarias; bebidas, líquidos alcohólicos y vinagre; tabaco y sucedáneos del tabaco elaborados 1.401 1.942 5. Productos minera les o 000 0000 6. Productos de las industrias químicas o de las industrias conexas 1.91 1 0.001 1.709 1.944 0.000 0.013 0.008 0.009 0.018 0.043 0.011 0.030 7. Plástico y sus manufacturas; caucho y sus manufacturas 205 .794 394.476 255.374 293.767 346.887 267.186 322.317 8. Pieles, cueros, pelete ría y manufacturas de estas materias; artículos de talabartería o guarnicionería; artículos de viaje, bolsos de mano (ca rteras) y continentes si milares; manufacturas de trip a 441.29 1 883 .257 843.297 454 .000 409 .757 673.885 436.893 4.004 0.575 0.733 0.325 4.7 16 1.082 0.853 19.982 3.990 39.678 57.468 79.652 10.205 68 .678 9.278 21.790 10.229 13 .634 30.238 12 .001 19 .590 12 . Calzado, sombreros y demás tocados, paraguas, quitasoles, bastones, látigos, fustas, y sus partes; plumas preparadas y artículos de plumas; flores artif icia les; manufacturas de cabell o 144 .83 7 13.550 0.931 1.38 1 0.708 79.521 1.019 13. Manufacturas de piedra, yeso fraguable, cemento, amianto (asbesto), mica o materias análogas; productos cerámicos; vidrio y manufacturas de vidrio 1.526 5.845 19.799 3.396 9. Madera, ca rbón vege tal y manufacturas de madera; corcho y sus manufacturas; manufacturas de espartería o cestería 1O. Pasta de madera o de las demás materias fibrosas celulósicas; papel o cartón para reciclar (desperdicios y desechos); papel o cartón y sus aplicaciones 11 . Materias textiles y sus manufacturas 3 1.499 13.498 6.734 14 . Perlas finas (naturales) o cultivadas, piedras preciosas o sem ipreciosas, metales preciosos, chapados de metal precioso (p laqué) y manufacturas de estas materias; bisutería; monedas 3.893 3700 3.200 1.897 1.721 3.289 1.798 15. Metales comunes y manufacturas de estos metales 0.495 1.922 2.341 1.742 1.527 1.378 1.602 16. Máquinas y aparatos, material eléctrico y sus partes; aparatos de grabación o reproducción de sonido. aparatos de grabación o reprodu cción de imagen y sonido en televisión, y las partes y accesorios de estos aparatos 0.2 15 0.541 0.906 1.902 0.399 0.512 1.217 17 . Material de transporte 2.077 0.047 1.490 0.318 0.780 1.409 0.555 18. Instrumentos y aparatos de óptica, fotografía o cinematografía, de medida, control o precisión; instrumentos y aparatos medicoquirúrgicos; aparatos de relojería; instrumentos musicales; partes y accesorios de estos instrumentos o aparatos 0.252 2.136 1. 202 0.028 0.213 1.000 0.047 0.188 24 .76 1 14 .95 1 5.420 7.9 15 10.488 6.582 19. Armas. mun iciones, y sus partes y accesorios 20 . Mercan cías y productos diversos 21 Objetos de arte o colección y antigüedades Fu ente: elaboración propia . 18. Además, se estima ro n los coeficientes para los cap ítul os que conforman las 21 secciones del arance l. Por cuestiones de espac io est os resu ltad os no se inc luyen , pero est án disponibles para el lector inte re sa do. COMERCIO EXTERIOR. ENERO DE 2006 67 fibr osas ce lul ós icas , papel o ca n ó n pa ra rec icl a r, y pa ra sus aplicacio nes; 11 , m a teri as tex til es y sus m a nu fac turas; 12, ca lzad o, so mbreros, pa rag uas, basro nes , ma nu fac wra de cabello , e tcé tera; 13, m a nu fac tura d e p iedra, yeso, cem en ro , as bes ro, p rodu cros ce rá mi cos, vidri o y sus m a nu fac turas; 14, pe rl as fi nas, pi edras prec iosa s o se mi p reciosas, c hapados de metal precioso y m a nufac turas de es tas m ateri as, bi sm ería y m o nedas, y 20, m erca ncías y ma nu fact uras d ive rsas . Sin e mba rgo, a lg un as de es tas secc io nes ev ide nciaro n reduccio nes en los índi ces de VCRen el seg undo peri odo -2001 -2 002(es d ec ir, las secc io nes 8, 13, 14 y 20 ), o p érd ida abso luta d e ve ntajas co mpa rati vas (las seccio nes 9 y 12). Adem ás, la secció n 16 (principalmente productos electró ni cos y sus pa rtes), la cua l no p ose ía ve ntajas co m para ti vas en el p eri od o 1998-2 000, o bse rvó un ca mbio sig ni fica ti vo sit u á ndose en el interva lo d e VCR alto en el seg undo periodo . Es impo rta nte resa lta r que los índi ces d e VCR m ás reveladores (es d ecir, el interva lo mu y a lto) se o bse rva n d e ma nera con sistente durante los dos pe riodos de a nálisis e n las secciones que ag rupa n los capítul os d el secto r de m a nufac turas, entre los que des taca n los pl ás ti cos y ca uchos y sus m a nu fac turas; pieles, cueros, pele te rías y sus productos; papel, ca rtó n y d em ás m ateri as fibro sas; m ateriales tex tiles y sus m anufacturas; ca lzados, sombreros, parag uas, etcétera.; ma nu fac tu ras de piedra, yeso , cem ento, e tcé tera, y merca ncías y productos dive rsos (po r ejemplo, muebles, jug uetes) . No o bstante, los resultados de las es timaciones d el índi ce VCR p a ra el comercio del sec to r n acio n al mu es tra n difere ncias sig nifi ca ti vas a los ex pues tos e n el cuadro 3 co rresp o n dientes al comercio total. Esta disparidad la podría expli ca r la pa rticipación con siderable de las zo nas fra ncas en el com ercio de la R epúbli ca Domini ca na. Los índi ces de VCR presentados en el c uadro 4 mu es tra n qu e sólo d os seccion es del a ra ncel poseen ve ntajas co mpa rati vas revel ad as altas dura nte 1998 2000 (secc ion es 2, productos d el reino a nim a l, y 15, m eta les comunes y m a nu fac tura d e esos m etales) . Sólo las seccio nes 4 (producros de las indu stri as a limenta ri as, bebid as alco hólicas y vinag re, y tabaco y sus m a nufac turas) y 21 (o bjetos de a rte o colecció n y a nti g üed ades) p oseen un índi ce d e VCR muy alto. Adem ás, en el seg undo pe ri odo (2 00 1-200 2), en prom edio , la s seccion es 2, 4 y 21 obse rva ron un a reducció n m argin a l en los ni veles de ve ntajas co mp a rati vas mi entras que las secciones 13, 14 y 15 aumentaro n sus ve n tajas co mparativas, evolucio na ndo a inte rva los de ve ntaj as co mpara ti vas a ltas (secció n 13) y mu y altas (seccio nes 14 y 15) . 19 19. Durante 1998-2000, la secc ión 17 (m ateriales de transporte) se clasifica dentro del intervalo de VCR alto, lo cual se explica por el comportamiento de 68 VENTAJAS COMPARATIVAS ENTRE LA REPUBLICA DOMINICANA Y ESTADOS UNIDOS CONCLUS IONES L a libera lizac ión co me rcia l mund ia l q ue se h a propi ciad o d esp u és d e la Ro nd a d e U ru g u ay es ev id e n te e n la red ucción d e los a ra nce les y las ba rreras a ra nce la ri as. Sin embargo, las refo rma s se ha n p rese nta do so b re rodo e n los pa íses e n d es ar ro ll o , los c u a les h a n desmante lado sus ba rreras no a ran ce la ri as, mi e ntra s q ue las eco nomías ava nzada s ha n incre m entado sus n iveles de protecc ió n co n med id as no a ra ncela ri as a las imp o rtacio nes, e n pa rti c ul a r en secro res co m e rciales se nsibl es ta les co m o hi erro y ace ro; ve h íc ul os de moto r; te xt il es y vest idos, y ca lzado . Adem ás, las nacio nes en desarro llo, in cl uid a la República Dominica n a, ha n auspiciado refo rm as co merciales unil ate rales en el m arco de tra nsfo rm aciones estru ct ura les mac roeco nó mi cas . D ichos ca mbi os se h a n o rientado no sólo h ac ia la lib e ra li zació n de las imp o rtac io nes, sin o ta mbi én a un m ejo ra mi e n to d e los regíme n es de ex po rtac ió n y d e t ipo de ca mbi o . Es tas políti cas d ebería n re Aeja rse e n los índi ces de ve ntajas co mpa ra ti vas revelad as. Los res ul tados de las estim acio nes d e los índi ces de des e mp eño co m e rcia l mu est ra n un a va ri ació n significati va en la est ruc tura com ercial d e la República D ominica na dura nte el peri od o a na li zad o . Ad em ás, se t iene un g rado d e espec iali zac ió n co m ercial ele las exportacio nes to ra les y n ac io nales relat iva m ente alto. E l es wdi o co nfirm a ve ntajas co mpa rati vas reve lad as en el comerc io tora l, so bre tod o en cie rras industri as d e m a nu fact uras, e n p a rticul a r e n las que ex iste un a alt a p a rti cipació n d e las zo n as fr a ncas de exp o rtació n. Los res ultad os pa ra el sec to r n aciona l son me nos favo ra bles e n lo que res pec ta a la ca ntid ad d e sec to res que obse rva n ven tajas compa rativas revelad as e n el comercio bil a teral con Esta dos U nid os. E llo co n fi rma a l secto r m a nu fac ture ro co m o prin ci p al facto r del crec imien to d e las eco no mías, lo cua l h a sid o estudi ad o co n a m p litud teó rica y em píricamente. 20 Est udios em p íri cos m ás recientes co nfirm a n que las ve ntajas co mpara ti vas reve lad as de mu ch os p aíses en d esa rro llo las ex pli ca en g ra n m edid a el dese mpeño de las expo rtacio nes ta n ro d e text iles com o d e m a nu fact uras to tales. 21 las exportaciones de partes y componentes de vehículos, barcos, etcétera, y apa ra tos mecánicos, en las zonas francas. 20. N. Kaldor, Strategic Factors in Economic Development, lthaca, Nueva York, 1967, y W.W. Rostow, The Stages of Economic Growth. A Non-communist Manifesto, Cambridge University Press, Nueva York, 1960. 21 Bende r y Li, op. cit., y Moktarul Wadud, Anlntemational Comparison of Oynamic ComparativeAdvantagein Textiles and Clothing Trade: Estimares and lmplications, mi meo., School of Business and lnformation, Monash University, Australia, 2001. C A U D R 4 O INDICE DE VENTAJAS COMPARATIVAS REVELADAS (VCR,): COMERCIO DEL SECTOR NACIONAL, POR SECCIONES DEL ARANCEL (SISTEMA ARMONIZADO), 1998-2002 1998 1999 2000 2001 2002 1. Animales vivos 0.060 0.055 0.353 0.198 0.377 0. 158 0.281 2. Productos del remo animal 3. Grasas y aceites an1males o vegetales; productos de su desdoblamiento; grasas 2.116 1.618 1.444 1.723 1.351 1.699 1.5 16 0.217 0.034 0.020 0.021 0.015 0.069 0.018 alimentiCias elaboradas; ceras de or~gen animal o vegetal 1998-2 000 2001 -2002 4 . Productos de las mdustrias al1mentarias; bebidas. líquidos alcohólicos y vinagre; 27.623 10.244 10.669 13.977 12.722 14 .3 10 13.294 5. Productos minerales 0.055 0. 108 0.135 0.139 0.080 0.103 0.110 6. Productos de las industrias quim 1cas o de las industrias conexas 0.216 0.135 0.230 0.229 0.363 0.188 0.290 7. Plást1co y sus manufacturas; caucho y sus manufacturas 0.350 0.349 0.376 0.515 0.906 0.355 0.685 0.758 0.588 0.151 0.064 0.181 0.434 0.131 0.065 0.059 0.078 0. 130 0.146 0.067 0.137 0.196 0.128 0.08 1 0.1 18 0.177 0.122 0.147 0.084 0.073 0.093 0.146 0.124 0.084 0.137 0.237 0.401 0.254 0.440 0.199 0.290 0.339 0.925 0.672 1.088 1.580 1.941 0.870 1.732 2.845 0.52 1 0.679 8. 146 6.550 0.992 7.315 2.386 2.388 1.047 2.053 5.038 1.483 3.394 0.017 0.016 0.008 0.051 0.018 0.013 0.035 0.003 0.001 0.002 0.0 15 0.006 0.002 0.009 0.061 0.0 18 0.034 0.060 0.018 0.034 0.033 tabaco y sucedáneos del tabaco elaborados 8 . P1eles. cueros. peletería y manufacturas de estas mater~as; art ículos de talabartería o guarnicionería; artículos de viaje, bolsos de mano (carteras) y continentes simi lares; manufacturas de tripa 9. Madera, carbón vegetal y manufacturas de madera; corcho y sus manufacturas; manufacturas de esparte ría o cestería 10. Pasta de madera o de las demás matenas fibrosas celulós1cas; papel o cartón para remlar (desperdicios y desechos); papel o cartón y sus aplicac1ones 11. Materias textiles y sus manufacturas 12 . Calzado, sombreros y demás tocados, paraguas. qu1tasoles, bastones, látigos. fustas, y sus partes; plumas preparadas y artículos de plumas; flores artificiales; manufacturas de cabello 13. Manufacturas de piedra, yeso fraguable, cemento, amianto (asbesto), m1ca o materias análogas; productos ceram1cos; v1dr1o y manufacturas ele v1dr1o 14 . Perlas fmas (naturales) o cultivadas, piedras preCiosas o sem1preC1osas. metales preciosos. chapados de metal precioso (plaqué) y manufacturas de estas mater~as; bisutería; monedas 15 . Metales comunes y manufacturas de estos metales 16. Máquinas y aparatos, material eléctr~co y sus partes; aparatos de grabac1ón o reproducc1ón de sonido, aparatos de grabación o reproducción de 1magen y sonido en televis1ón, y las partes y accesor~os de estos aparatos 17. Materia l de transporte 18. Instrumentos y aparatos de óptiCa, fotografía o cinematografía, de med1da, control o preCISión; instrumentos y aparatos med1coqUifúrgicos; aparatos de relojería; instrumentos musicales; partes y accesorios de estos Instrumentos o aparatos 19. Armas. munic1ones, y sus partes y accesor~os 0.000 0.000 20. Mercancías y productos diversos 0.538 0.513 0.651 1.025 0.862 0.553 0.942 21. Objetos de arte o colección y antigüedades 0.614 5.387 39.792 2.527 1.717 2.351 2.324 Fu ente: elaboración propia. Las co ncl usiones empíri cas de la prese me inves ti gación ti enen impli caciones no só lo para la República Do mini cana sino tambi én para o u as economías en desa rrollo qu e posee n u na alta proporción de ex portacion es ge neradas por las zo na s francas . Los ca mbi os en las reglas del juego del comercio imern ac iona l, así como la creac ión de acuerdo s de comercio y mu lti latera les, prese man retos en el co n o plazo en términos de la neces idad de ac tuali za r las tec no logías y de aumentar las efi ciencias operat ivas, dado que en el largo plazo los benefic ios deri vados de esas medid as po drían se r inva luabl es para la sos tenibilid ad de es as industri as . Ad emá s, países co mo la Repúb li ca Dominica na se encuemra n ame el desafío de prom over un a mayo r di vers ifi cac ión de sus ex portac iones en vista de los requerimi entos de mayo r lib eralización (o desfase del sistema de in ce ntivos) de las zo nas fran cas de prod ucción y ex portación . Por último, esos resu ltados proveen instrumentos puntuales para tom ar decisiones en cuanto a la liberalización o protección de sec tores es pecí fi cos en el marco de las negociaciones bilatera les co n Estados Unidos, el acuerdo del Área de Libre Comercio de las Améri cas (A LCA) y de la apertura es perada en el secto r tex til, luego de la eliminación de las barreras co mo las estab lecidas por el Acuerdo Mul tifib ras, auspiciadas por la Orga nización Mund ial del Co mercio. @ COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 69 Apuntes de coyuntura r ' La importancia os estudios sobre la evolución de las dispa- L conside rable los precios relativos de cierto s ridades regionales económicas y sociales en bienes en cuya manufactura se especializan Argentina realizados coinciden en el decenio estas reg iones. As imismo, los cambios en las de los noventa que uno ele los ejes est ru ctura- co ndiciones de financiamiento modifica ron les del problema en las zonas más atrasadas y de manera radica l las estructuras de costos pobres del país reside en cie rta s ca racterísticas al grado de hacer inviab les ciertas formas de de la trayectoria del apartado productivo de funcionamiento y aprovisionamiento de las éstas durante los ochenta y los noventa. cade nas productivas. Las empresas tuvieron que afrontar procesos de restructuración sin Un rasgo típico ha sido la pérdida consta nte horizontes claros y bajo la impronta ele su pro- de competitividad de la estructura productiva pia historia, lo que cond ujo a trayectorias de regional frente al resto del país y otras nacio- deterioro progresivo. Por otra parte, cambios nes, lo que ha implicado desplazamiento en los patrones de consumo y en los mercados de empresas fu era del mercado, la pérdida de han planteado retos productivos que en interrelaciones produ ct ivas innovadoras, el muchos casos no pudieron atenderse con las creciente desempleo y la transferencia del capacidades instaladas. La li sta de factores se grueso de la ocupación hacia actividades de pod ría extender a otras dimensiones, al plano menor productividad relativa o con crecimien - meso e incluso a fa ctores y condic iones locales to muy lento. políticas y cultural es. de las estrategias regionales de innovación* De manera progresiva se ha debilitado la diná- Un elemento que destaca en estas regiones es mica empresaria l, tanto en términos absolutos el deficiente apoyo tecnológico loca l: su esca- -en cantidad de empresas de envergadura sa presencia y contribución a las empresas, el med iana y con capac idad de arrastre de un papel limitado como difusor de innovaciones amplio conjunto de compañías articu ladas-, y mejoras permanentes, la pasividad en los como en términos relativos (empresas de campos de capacitación y acompañamiento, menor complej idad, cuyas ventajas co mpeti- las restricciones instituciona les para asumi r tivas se han ido erosionan do al no establecer el co mpromiso en la construcción de ventajas estrategias de mejoramiento y modernización competitivas y la provisión de servicios y bie- permanentes). Asim ismo, en cas i todas estas nes públicos locales, etcéte ra . regiones hay casos empresariales exitosos entre los cuales hay muy poca relación. Incluso, • Resumen del trabajo de Daniel Samoilovich. Gabriel Nard acchione. Emmanuel M uller, Knut Kosch at zky, es dar a conocer experiencias de otros lugares do inversiones extranjeras pa ra aprovecha r los y mostrar la importancia del sistema científico recursos naturales . a la tecnologia y estrategias regionales basa- técnico en la creación y la recreación de ven tajas dinámicas co mpetitivas. Primero se ana lizan Gunter H. Walter y Andrea Zen ke r. Instituciones de apoyo El objetivo del documento que aquí se resume en los últimos años, también se han co ncreta- Varios factores han concu rrido para generar las experiencias de dos institutos tecno lógicos nú m. 23 . Ofi cina de la CEPAL, Buenos Aires, abril de este fenómeno . La dinám1ca macroeconómi- (IT) españoles (ubica dos en el País Vasco y la 2005 <www.cepal.org > 24 de agos to de 200 5. ca del último decenio ha afectado de modo región de Valencia), la Organización Holand esa das en la innovación. serie Estudi os y Perspectiva s, 71 para la Investigación Científica (Netherlands Institutos tecnológ icos españoles éste está condicionado a evita r que los insti- TN O), los centros regionales de innovación y de Por ser el modelo de organización que más se atendiendo sólo las demandas de las grandes corporaciones que son las únicas que pueden Organisation for Applied Scientific Research, tutos termin en convirtiéndose en empresas, transferencias de tecnologías (CRin) franceses y ajusta a la tarea de introducir la innovación la Fundación Steinbeis de Alemania . Los criterios tecnológica en las empresas españolas se financiarlos . Como la meta original es apoyar de selección fueron el grado de madurez y repre- seleccionó a los institutos tecnológicos . Sin a las pequeñas empresas, el apoyo parcial del sentatividad de un amplio espectro de activida- embargo, se debe tener en cuenta que éstos Esta do es inevitable. des de apoyo a la transferencia de tecnología y son una de tanta s instituciones que intervie- al desarrollo regional. Para cada caso se presenta nen en la ac tividad científica y tecnol ógica de Organización Holandesa el modelo de organización, el repertorio de acti- España . El objetivo de los institutos es reducir para la Investigación Científica vidades y el mecanismo de financiamiento . En la segunda parte se estudian las iniciativas las dificultades de las pequeñas empresas para invertir en investig ación y desarrollo . Su surgi - La Organización Holandesa para la lnves- miento y expansión se derivó de la necesidad ligación Científica (TNO) es una institución en materia de innovación regional en Europa: de las empresas, aunque el reconocimiento y independiente y autónoma con el objetivo las estrateg ias regionales de innovación y trans- el fomento de las autoridades políticas de las central de contribuir a la competitividad de las ferencia de tecno logía (RITIS), el plan regional comunidades autónomas ha sido fundamenta l. empresas y las organ izaciones públicas para el de tecnolog ía (RTP) y la estrategia regional de Se trata de asociaciones privadas sin fines de desarrollo económico y la calidad de vida de la innovación (RIS) para identificar sus factores lucro y su núcleo es la alianza entre sectores sociedad . Sus tareas son fomentar los vínculos de éxito. Se analizan de manera particular de la administración pública y algunas cámaras comerciales, el desarrollo de programas de las iniciativas aplicadas en regiones menos y empresas; en algunas la unive rsidad es un investigación en los procesos productivos y la favorecidas, los factores que afectan sus capa- asociado importante . capac itación continua de personal . Sus princi- El País Vasco y la región de Valencia operan distintas compañías para circular las innovacio- cidades innovadoras, así como las acciones que resultan de los programas de apoyo del tipo RIS . pales servic ios: uno, establecer relaciones con Además. se resumen las lecciones obtenidas de sobre sectores productivos diferentes. El pri- nes tecnológica s y de gestión entre industrias las experiencias del periodo de transición de las mero ya contaba con una estructura industri al y, dos, apoyar a las empresas en su búsqueda de economías de Europa centra l y oriental respecto consolidada, de mayor escala (mecánica, elec- programas de financiamiento y de apertura al apoyo en materia de tecnología . Irónica, aeroespacial, biotecnología, te leco- de mercados. En el mercado externo cuenta municaciones, tecnologías de la información) con una oficina en el Reino Unido y agencias En la última parte se detalla el concepto de y lo que busca es actua lizar sus empresas a en Estados Unidos, Francia, Alemania y Japón . transferencia activa de tecnología con base las nuevas condiciones del mercado. Valencia Asimismo, tiene vínculos con países del medio en la experiencia del proyecto de apoyo a (cuyas industrias principales son calzado, y este europeos y algunos del lejano oriente, la transferencia de tecnología en países de cerámica, plástico, óptica, metalmecánica, además de Japón . Europa ce ntral y oriental del Instituto para textil, agroalimentaria, const ru cción, juguete) la Investigación de la Innovación (lnstitute es una reg ión que inten ta dinamizar un sector El org anismo ha ayu dado en la consti tu ción Systems and lnnovation Research, 151), de la industrial emergente (de menor escala) que de 14 institutos de investigación y desarrollo y Sociedad Fraunhofer, Alemania. viene de una economía agraria. tiene un meca nismo de creación de empresas. Cada uno de los institutos coopera con una Cuatro modelos europeos de instituciones de apoyo En su inicios el área geográfica de competen- universida d específica y con determinadas in- cia de las instituciones era regional, luego tu- dustrias o conglomerados, de tal forma que el vie ron un alcance nacional y después interna- modelo sectorial predomina sobre el territorial. cional, incluida la búsqueda de financiamiento De 5 000 empleados, 2 000 eran académicos P ara describir cada modelo se eligieron tres europeo. Sus actividades son el desarrollo de y 1 000 graduados en el sistema de educación parámetros identificados como esenciales nuevas tecnologías; la difusión y transferencia superior; 50 de los miembros del equipo admi- para comp render su funcionamiento : la forma de éstas, y la investigación básica . nistrati vo son profesores de tiempo parcial en En las dos regiones la principal fu ente de tienen es tancias en la institución . Al mismo de organización, el repertorio de actividades y la forma de financ iamiento. La información disponible no permitió compa rar resultados. ' universidades y todos lo años 150 graduados financiamiento de los institu tos son los tiempo, la organización coopera con el desa- gobierno regionales y nacionales . En Valencia rrollo de 30 centros de conocim iento . al principio el aporte público representaba 1. El proyecto Evaluaoón de la Difusión y Calidad de las Instituciones que Transfieren Tecnologla de la Ciencia a las Empresas procura precisamente fija r indicadores para dar seguimiento al progreso y evaluar el desempeño de estos institu tos. 72 APU NTES DE COYUNTURA 100%; luego de cinco años la participación del Su financiamiento proviene en 70 % de las Estado disminuyó a entre 30 y 50 por ciento. empresas, mediante consulto rías, y en 30% de Si bien buscan un mayor finan ciamien to de la administración pública, para lo cual se firmó las empresas (autofinanciamiento progresivo), un acuerdo co n el gobierno holandés . Centros de investigación e innovación tecnológica de Francia .. Los centros de investigación e innovació n tecnológica son asociaciones privadas sin fines de lucro cuya misión centra l es promover el desarrollo y la competiti vidad de las pequeñas y medianas empresas. Por un lado re sponden a las necesi dades de las empresas fomentando su vín culo con las unidades de investigación pública s y, por otro, promueven la incorporación de innovación in dustrial (tanto en productos como en procesos productivos) a partir de apoyo técnico con el que cuentan las unidades de investigación . Se dividen en dos grupos: alrededor de 80 unidades, con tres técnicos cada una, aconsejan a empresas y establecen relación con las unidades de investigación; otras 120 unidades, co n un promedio de 15 técnicos, prestan servicios tecnológicos asesorando a las empresas en los procesos de innovación (ensayos, desarrollo de prototipos). En promedio 25% del personal de co nocimiento a las empresas. Su principal tiene doctorado, 60% es técni co ca lificado y característica se relaciona con su organi- ejemplo un profesor, debe demostrar que el 15% personal admi nistrativo. La mayoría del zación, que consiste en una red de ce ntros centro podrá mantenerse financieramente en el corto plazo. El prin cipa l grupo objetivo de la Fundación Steinbeis, el peticionario, por personal trabaja en la universidad y a tiempo de transfe rencia tecnológica más o menos parcial en el centro de investigación e innova- autónomos. La mayoría de estos centros de los centros de transferencia son las pequeñas ción tecnológica. El consejo de administración transferencia están vinculados a instituciones y medianas empresas. En esto difiere de otros esta co nstituido por empresarios de la región si n fines de lucro, como institutos de investiga- agentes que brindan apoyo tecnológico en (ligados al sector con el que trabaja el centro). ció n, universidades y en especial a instituciones Alemania, por ejemplo los centros de inves- por representantes de organismos públicos de educación superior técnicas y politécnicos. tigación de las universidades o los institutos regionales y nacionales e investigadores de En la actualidad hay alrededor de 500 centros Franunhofer, donde las empresas grandes los cent ros de investigación o universidades distribuidos en Alemania y representaciones en e¡ercen una posición dominante como clientes adherente s. La especia lización sectorial define Francia, Israel, Japón , Austria, Rusia, estados de y contratistas. El factor clave para decidir si se el perfil de cada centro y si bien su acción la antigua Yugoslavia y Suiza y corresponsa les debe crear un centro de transferencia no es es regional, de acuerdo con la especia lidad de en más de 40 países. sólo su orientación tecnológica, sino su proba- las regiones, hay una coord inación nacional bilidad de que tenga éxito económ ico. pues su área de competencia geográfica alcan- El principio que rige la creación de un centro za numerosas regiones en toda Francia . de transferencia de tecnología Steinbeis es Breve comparación que debe haber una necesidad expresa por Todos los centros se financian con recursos pú- parte de las empresas y que esa necesidad blicos, parte del Ministerio de la Invest igación debe ser satisfecha en términos de transferen- privadas sin fines de lucro que integran a y parte de alguna entidad local. La principal cia de tecnología, pruebas, etcétera, por uno representantes de los principales actores clave, subvención, del citado ministerio, se lleva a o var ios agentes co n un conocimiento técnico lo que facilita la función primordia l de influir cabo mediante un cont rato que tiene una adecuado (por ejemplo, un profesor de una positivamente en las interacciones entre ellos . duración de siete años. unive rsidad técnica ). Lo importante no es la Esto permite también orientar sus actividades investigación básica sino dar consultoría espe- en función de las necesidades de sus desti- Fundación Steinbeis para la promoción cia li zada, capacitación y apoyos indi vidua les natarios y al mismo tiempo tener acceso a las económica a las empresas (control de cal idad, monitoreo fuentes de conocimiento científico tecnológico técn ico, estimación de inversión, etcétera). y a los poderes públicos. privada cuyo objetivo es transferir tecnología Para establece r un centro de transferencia Todos los organismos tienen como vocación y hallazgos científicos desde los portadores de tecnología, y recibir recursos financieros de principal ayuda r a las pequeñas y medianas Se trata de organizaciones públicas o público- La Fundación Steinbeis es una empresa COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 73 empresas, pero difícilmente logran viabilidad a Cre ación de una concienci a jóvenes o recién se iniciadas, la introducción med iano plazo trabajando sólo con empresas e identidad region a les de una nueva tecnología dentro de sec tores Un objetivo estratégico de estos programas es cionalización de las actividades económicas. industriales específicos o fomentar la interna- de ese tamaño . En mate ria de financiamiento, los modelos el desarrollo de una conciencia local empresa- Por último, pero igual de importante, uno descritos representan una gran variedad en el rial e institucional sobre la importancia de la de los elementos estratégicos incluidos es el vo lu men de operaciones, desde los modestos innovación en la competitividad de las empre- apoyo al éxito de comercia lización obtenido presupuestos de los cent ros de transfe rencia sas y de la región. Para estimu lar la co nciencia mediante el desarrollo de la innovación. de la Fundaci ón Steinbeis (100 000 dólares) en ese sentido en tre las empresas regionales, hasta los enormes presupuestos de los insti- la estrategia de innovación regi ona l de Ara- La s actividades de innovación tambi én se tutos holandeses (25 mil lones de dólares cada gón, por ejemplo incluyó discusiones públicas promueven mediante la recolecci ón y la distri- uno). Sin emba rgo, los cua tro modelos tienen sobre innovación y competitividad, informa - bución de información dentro y fuera de la re- una fórmu la mixta de financiamiento, que es ción sobre innovación y temas de tecnología, gión y por medio del apoyo a la comunicación predominantemente público en el inicio de las asesoría sobre programas de innovación, dentro del sistema regional. Esto incluye, por operaciones con una proporción creciente de ayuda para el manejo de aplicaciones y un un lado, la oferta de información por parte de recursos privados a medida que se conso lida listado de los servicios de apoyo a la innova- los actores y la organización de conferencias la institución. Dicho financiam iento público ción en la región. El programa Nord Pas RITTS y tall eres sobre información y, por el otro, el continuará siendo esencia l en el caso de de Calais creó los clubes de in novación para desarrol lo de un concepto de comerc ialización los organismos con una fuerte actividad de gerentes de cargos altos e intermedios y los regional que sirva a los agentes tanto en el investigación básica. Difícilmente el finan- campus de innovación para los promotores de plano interno como en el externo. ciamiento privado puede llega r a representar proyectos. Una de las actividades denominadas más de 50% del presupuesto tota l, a menos competencias de innovación en el marco de la Iniciativas regionales en áreas que el organ ismo preste servicios reg ulares a Overijssel RITTS fue la emisión de una campaña menos favorecidas empresas medianas o grandes (en desmedro de innovación por la te levisión local ; otro de la atención de las peq ueñas y micro) o que ejemplo, el programa RTP en el País de Ga les, Según Landabaso, Oughton y Margan las se encuentre en el en torno de un tejido de pe- en el Reino Unido, describió a la Competencia RIS queñas y med ianas empresas muy competit ivo, del Desafío de la Innovación Galesa como el aprend izaje co lectivo que tiene lugar en las lo que const ituye más bien la excepción que proyecto insignia de su plan de acción. se pueden entender como una forma de reg iones menos favorecidas de Europa (con apoyo del Fondo Europeo de Desarrol lo Regio- la reg la. Apoyo a los actores na l)3 Estas estrategias se ocupan de crear una y a su s interacciones dinámica socioeconómica y, en ese sentido, En esta área las estrateg ias se concentran creación de vínculos y redes de cooperación Actividades de innovac ión regiona l en Europa os objetivos de los programas RIS y RITIS incluyen la coordinación interi nstitucional y la en los proveedores de servicios de apoyo a entre los elementos y los actores del sistema la innovación y en el sector de la demanda; regional de innovación. En otras palabras, y L también, en parte, en el área administrativa y según los mencionados autores, una definición loca les para desa rroll ar políticas que tomen política. El objetivo pri ncipal es crear y mejorar corta de RIS sería: "un instrumento pa ra tra- son "mejora r la capacidad de los actores en cuenta las necesidades rea les del sec tor los intercamb ios entre los agentes del sistema ducir conocimiento en prod ucto interno bruto em presaria l y las forta lezas y capacidades del de innovación . Muchas de estas estrategias regional". sistema de innovación regional y brinda r un incluyen programas para establecer vínculos marco en el cual tanto la Unión Europea, los de cooperación entre los sectores industriales Las reg iones menos favorec idas se enfrentan a estados miembro y las reg iones puedan opti- y la investigación, o entre las instituciones distintas desventajas y factores que limitan de mizar sus decisiones en materia de políticas industriales y las educa tivas. Otros elementos modo considerab le sus capacidades innova- teniendo en cuen ta futuras inversiones en estratégicos son la difusión de las capacidades doras y por ello la posibilidad de progreso. investigación, tecnología y desarrollo, innova- tecno lógicas existentes en la región median- Las iniciati vas RIS constituyen un intento de ción e iniciativas de transferencia de tecnolo- te, por ejemplo, la creación de programas apoyar a dichas regiones para que se ayuden específicos de promoción u organizando el a sí mismas. Su objetivo principa l es fijar gía a ni ve l reg ional" 2 acceso a ese conoc imiento desde fuera de la región. Asimismo, iniciativas que va le la pena 2. European Commission Regional Policy, "A Guide to Cluster Strateg1es in Less Favoured Regions. European Union-Regional lnnovation Strategies", en Stuart A. Rosenfeld. Regional Technofogy Strategies, Carrboro, Ca rolina del Norte, 1997 . 74 APUNTES DE COYUNTURA mencionar son la creación de una ba se de financiamiento para proyectos de innovac ión o med idas especiales para ciertos grupos industr iales, ta les como la promoción de empresas 3. M. Landabaso, C. Oughton y K. Margan, " lnnovation Network and Regional Polícy in Eurape " , en K. Koschatzky, M. Kulicke y A. Zenker, lnnovations Networks. Concepts and Chaflenges in the European Perspective, Physica-Verlag, Heidelberg, 2000 . los fun damentos de un sistema regiona l de las universidades, los laboratorios públicos, los innovación efi ciente mejorando las capacida - consulto res especializados, etcétera; in te- des de innovación, así como explotando las gración y coo rdinación de las actividades de posi bilidades de nuevas áreas de desarrol lo. investigación y desarrollo y agencias y servicios La filosofía globa l se puede sintetizar en los de innovación, comprendida la difusión de sus siguientes pu ntos: están ori entadas a las propias actividades en la base med iante gu ías, las regiones reza gadas: fomen tar la movi li- pequeñas y med ianas empresas; dan pri oridad inventa ri os, negocios one stop, etcétera; zación de los recu rsos endógenos y atraer a las asociaciones público-pri vadas loca les; se nuevos instrumentos para el fi nanciamiento nuevos recursos; sostener co mo prin cipi os guían por principios orientados a la demanda de las actividades de innovación incluidos fundamen tales la ori entación al merca do y la y de arriba hacia abajo para formular acciones servicios de intermediarios entre innovadores fl exibilidad, y co nceder un fi nanciam iento de de apoyo, y están destinadas a los sectores bajo costo pa ra actividades de investigación y tradicionales (y no necesa ri amente a los y el sector bancar1o; mejora de los estudios de mercado para prever las necesidades de tec - servicios in tensivos en co nocimiento sino a las nología de las pequeñas y medianas empresas activida des de servicios que resu lten más im- y las necesidades futuras de calificaciones de Capaldo, Corti y Greco proponen un modelo porta ntes en las regiones me nos favorecidas, avanzada; identificación de los proyectos de que describe la infraestru ctura inta ngible de por eje mplo, el turismo). Las iniciativas más innovación en empresas pequeñas y medianas las regio nes rezaga das: proveedoras de servi- com unes, en ord en de pri orid ad, refleja n hasta en especia l por medio de esfuerzos con juntos cios de innovación, uni ve rsidades , ce ntros de cierto punto el espír itu subyacente en ellas: de beca rios, universita rios y labo ratorios de investigación, infraestru ctura de coo rd inación creación y forta lecim iento de las redes de investigación y desa rro llo de las unive rsidades entre estas instituciones, etcétera• En este RIS Creación de instituciones de apoyo A la luz de las experi encias los sigui entes elementos deberían de guia r la creación de instituc iones de apoyo a la tecno log ía en desa rrollo. negocios sectoriales, co nglomerados y foros y otras empresas, y promoción y extensión de enfoque, la infraestructura pa ra actividades em presa ria les sobre temas de innovación; nue- las auditorías de tecnolog ía en pequefias y de innovación brinda ci nco funciones orien- vos can ales de VInculación entre empresas y medianas empresas y capac itación de gestión tadas a la inn ovac ión de empresas ubicadas ce ntros aca démicos, incluidos los tec nológicos, en innovación para empresarios. en el te rr ito ri o: transferencia de tecn ología; 4 . G. Capaldo, E. Corti y O. Greco, A Coordinated Network of Different Actors to Offer tnnovation Services to Develop Local SMEs lnsides Areas with De/ay of Development, documento presentado en la Conferencia de la European Regional Science Association, 26-29 de agosto de 1997. COMERCIO EXTERIOR, ENERO DE 2006 75 La pérdida constante de competitividad de la estructura productiva regionalfrente al resto del país y otras que tienen identidad local (por ley pública o transferencia que parece promisono en el caso privada); están ubicadas en una región deter- de las regiones rezagadas: la transferencia minada y tienen potencial efecto tecnológico activa de tecnología. La idea básica de ésta es en el territorio, es decir, influyen en las capaci- permitir que la entidad de apoyo tecn ológico dades innovadoras de las empresas, y aquellas introduzca elementos de apoyo a la acti vidad cuyas actividades brindan información para de investigación y desarrollo adicionales o las actividades de investigación e innovación alternativos. Esto puede ser crucial para las de las empresas por medio del manejo de empresas ubicadas en regiones rezagadas una base de conoc im iento, la mejora de las dado que mucha veces éstas carecen de interacciones de sus em pre sas y ofreciendo su actividad de investigacion y desarrollo. Más conocimiento y experiencia . aún, dichas empresas se ca racterizan por sus escasos recursos y oportu nidades para invertir naciones ha implicado En muchos casos, las regiones rezagadas no en actividades rela ciona das con la orientación cue ntan con tales actores (en otras pa labra s, de los procesos que deben seguirse en las en dichas regiones la infraestructura intangi- relaciones entre las instituciones de apoyo a el desplazamiento de ble empresarial es muy delgada). Por ende, la la tecnología y de las entidades (básicamen - misión central de las instituciones de apoyo te empresas privada s) a las que se debe dar empresas fuera del a la tecnología se puede entender como un apoyo. La trans ferencia de tecnología activa intento por compensar (por lo menos en consta de las sig uientes etapas: for mulación mercado, la pérdida parte) la falta de em presas grandes; empresas y especificación del problema, enfoques para pequeñas de alta tecnolog ía, y empresas de solucionarlo, obtención de la informa ción de interrelaciones servicios intensivas en conocimiento en regio- detal lada , búsqueda de tecnología, prepara- nes rezagadas. Según Bureth y Héraud hay tres ción de la información sobre el funcionamien- productivas innovadoras, tipos de funciones cognitivas: ' el creciente desempleo y la transferencia de la ocupación hacia actividades de menor productividad to de mercado, desarrol lo de la adaptación y construcción de prototipos. Una ca ra cteríst ica • la admin istración de la base del conoc imiento importante de este conce pto es que el trabajo se refiere a un tipo de transformación delco- no se hace en forma secuencial en cada etapa. noci miento; con este concepto las instituciones Es necesario vo lver a pasa r por fases del tienen que asegurar (solas o en cooperación proceso una y otra vez (e n forma iterativa), con otros actores) su acceso al conoci miento según la comp lejidad del problem a de que se crudo y fomentar la difusión del conocimiento trate. En definitiva, esta retroalimentación sobre cómo usar el mismo. iterativa entre los distintos pasos del proceso de transferencia es lo que asegura el éxito de l • el mejoramiento de los intercambios de concepto de tran sferencia para resolve r conocimiento entre socios, lo cual permite que los problemas con ayu da del conocimiento una región aumente su capacidad innovadora preexistente. y alca nce un grado de estabilidad de vínculos con ca rá cter de sistema regional, y Conclusión • el conocimiento de cómo administrar el creación de empresas; servicios de educación conocim iento; las intervenciones en esta área y capacitación; asesorami ento sob re diversas son cruciales puesto que el aprendizaje institu- funciones de las empresas y, sensib ilización P cional es un proceso comp lejo, en especia l en importancia del plano regional de los sistemas y promoción para transformar la demanda las re giones más rezaga das . latente de servicios de innovación en demanda explícita. ara concluir conviene subrayar el objetivo del trabajo: destacar la existencia y la de innovación; el desarrollo de una conc iencia local empresarial e institucional sobre la Con base en la experiencia de los países importancia de la innovación en la competitivi- de Europa ce ntral y orienta l hay un tipo de dad tanto de las mismas empresas como en la Este concepto de in fraestru ctura intangible región. Asimismo, cabe resaltar precisamente que rodea a las empresas de una región se las diferencias de las entidades encargadas de debe tener en cue nta cuando se considera la creación de InStituciones que apunten a articu lar el sistema regional; tales entidades 5. A. Bureth y J.A. Héraud, " lnstitutions of Techno- apoyar los esfuerzos de mnovac1ón locales. Las logicallnfrastructure (ITI) and the Generation and Diffusion of Knowledge", en K. Koschatzky, M instituciones se pueden def1n1r como agencias Kulicke y A. Zenker, op. 76 APUNTES DE COYUNTURA cit. son producto de la necesidad de competir en esca la global pero definidas por las características y necesidades de cada región. @ Desde el estante E n los medios masivos de comunicación se Rodríguez Barono señala los diversos efectos ha difundido con profusión el espectacu- indirectos del crecimiento de la economía lar crec imi ento de la economía chin a en los china en la mexicana: incremento de los pre- últimos arios y los formidab les retos que el lo cios de los ene rg éticos y las materias primas, entraña para otros países en desarrollo e in- desviación y ajuste de flujos de comercio e cluso algunos industrializados. Por desgracia, inversión, y creación de opo rtuni dades de la información especializada es escasa. Por triangulación económica. El autor apunta que ello resulta de gran utilidad el número que las ventajas competitivas que resulta ron del dedica Economía Informa a este tema con la TLCAN se están erosionando, justo cuando la coordinac ión de Enrique Dussel Peters. competenc ia de otros países es más inten sa. En particular se deben atender los rezagos I:CO NU iVII A IN FORM ,\ - l'hilU)' ¡\fh irn; , h•• l ,un~r<' l .!th'm Abre el número con aportaciones de funcio- importantes en la infraestructura de transpor- - .....,...,.. narios de los gobiernos mexicano y ch in o en te, las reglas para el manejo de ca rga y los -• •,,,, las que se ofrece un recuento de las relaciones sist emas aduaneros. .. nmllmlcd r• l ~l•lrncunflr c l l\ ' ,~ • tr,¡_, , •h''"'''·· ···t~•-h•··· entre México y la nación asiática, así como el marco jurídico que las rige en la actual id ad y La dotación de recursos agríco las en Chi na es las diversas negociaciones en marcha. muy limitada: con 7% de la ti erra cul tivab le se alimenta a la quinta parte de la población El comercio entre ambos países ha aumenta- mundial; además, pierde un millón de hectáreas do de manera significativa desde el decenio al año debido a las tendencias de desertifica- pasado. De 1998 a 2004 creció 776%, con ción y cambio del sue lo para usos no agrícolas. un cuantioso déficit para México. China es ya No obstante, durante los últimos 50 años el eje el tercer expo rtador e importador del mundo; de la política agrícola de China ha sido la auto- y el segundo proveedor de México. Sin su fi ciencia alimentaria. Yolanda Trápaga Delfín embargo, su capacidad de compra só lo está exp lora en su trabajo las diversas políticas siendo explotada por sus vec in os asiáticos y instrumentadas para alcanzar ese objetivo. Economía Informa núm . 335 julio-agosto de 2005 Facultad de Economía Universidad Nacional Autónoma de México algunos países occidenta les. En 2003, por primera vez desde que se emp ren- las cifras que se consideren, sea en términos Entre las medidas que las autoridades respec- dieron las reformas económicas chinas un cuar- globales o en su detalle por productos. tivas han convenido para fortalecer la relación to de siglo antes, la pobreza creció de nueva comercial entre ambas naciones, figuran las cuenta. Asimismo, según el Banco Mundial, el En la sección "Pesquisas", Hugo Contreras siguientes. incremento de la desigualdad en China es "con Sosa describe los acontecimientos alrededor mucho la mayor de todos los países para los de la pequeña devaluación del yuan de juli o de 7) Elaborar una lista de productos con opor- que se ti enen datos comparab les disponibles". 2005, así como las previs ion es de importantes \unidades de exportación a China. En el lo tiene un papel crucia l la profundización analistas sobre lo que sobrevend rá conforme 2) Establecer un grupo de trabajo para promover de las diferencias de ingresos y opo rtunidades se aju ste la moneda china. el comercio y las in vers iones. entre el ámbito rural y el urbano. 3) Negociar un acuerdo para la promoción y la protección recíproca de las inversiones. En resumen, a lo largo de la revista se examinan Dussel Peters pone en la mesa el problema aspectos diversos de la economía china y su re- de las discrepancias entre las estadísticas co- lación con el mundo y con México en particula r, En su artículo "La relación de China con merciales de México y de China. El panorama que contribuirán a comp render y aprovechar el Estados Unidos y su efecto en México " , del comercio cambia de forma radical según desempeño del gigante asiático. @ COMERCIO EXTERIOR, VOL. 56, NÚM. 1, ENERO DE 2006 77 VO L. 56, NO. 1, JAN UARY 2006 Summaries of Articles 6 Economic Reform, lnvestment , and Stagnation in Latín America Luis René Cáceres Based on the evolution of public investment and its impact, this article studies Latin American economic performance in the recent openness yea rs, and it is campa red to the outcomes during the import substitution period. The author concludes the latter is still relevant. 33 48 Poverty and lncom e Distribution in Latín America, Colombia and Bogotá Moisés Cetré Uruguayan Left and the Future Administration Osear Mario Mañán Garcia Based on income distribution indexes worldwide, in Lat ín America, in Colombia, and in Bogotá, Cetré analyzes inequality increase during the early years of the present decade in this capital city, crosscurrent of what is going on in general terms in the rest of the country. This is the first time Uruguayan left wins national elections. The author studies the political time, Uruguayan crisis, majar hubs of governmental proposals, and the challenges faced by the new administration. 62 20 Openness and Poverty: What Kind of Openness? Pierre Salama The author stud ies the impact on poverty of two kinds of openness: trade and financia!. The first one is limited to free exchange, while the second implies economic policy control, exchange rate mobility, and prime rates. The effects of both on poverty are fundamentally different. Openness itself may favor growth and con tribute to reducing poverty provided that a stronger insertion in world economy is achieved, and the domestic market is developed. This require s, above all, redistribution of income. 78 41 Industrial Performance as lndirect Measure of M arket Power Alfredo Fernández Torres The purpose of this article is to valida te in an empirica l way the theoretical model of ind ustrial organization suggesting the existence of a positive relation between market st ru cture and company's behavior and performance. With this aim, the author uses as study scenario the Mexican market during the period 1994-1996. He applies lineal mathematic models that include market concentration va riables in arder to measure their effect on industria l performance, the former considered from the net margin . Trade Performance and Revealed Comparative Advantages between Dominican Republic and United States Amelia U. Santos-Paulina The author analyzes the behavior of Dominican Republic exports to the United States in the period 1998-2002 within the theoretical framework of Balassa revealed comparative adva ntages and a free trade environment. By means of performance indexes of exports between these two countries, she evaluates whether it has been a structura l change or modifications related to trade specialization degree of the 21 chapters of the Harmonized System . banc Evoluciona y se perfecciona Y esto lo puedes comprobar al entrar a bancomext.com y ver su evolución. 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América Latina: indicadores económicos, 1995-2004 Producto interno bruto: crecimiento anua l promedio, 1995-2004 (porcentajes) o 1 2 3 4 Inversión extranjera directa neta:' promedio anua l, 1995-2004 (millones de dólares) 18 000 5 f=::::lilillliiilill-r---· República Dominicana Chile 16 000 14 000 -.,.--- Costa Rica 12 000 10 000 - ; : - · I= ==::J1===::1- Nicaragua Panamá Cuba -· - 8 000 6 000 -.,.-- 2 000 1= =::::1-..,.-1===:::1-...,-- Perú Guatemala 0~~--_L~~~--2-i_~-L--L-L-_L_L_ Argentina Precios al consumidor: variación anual, 1995-2004 (porcentajes) ----...,.·---...,.~= ..,.·- 35 30 25 20 15 10 4 o Argentina Chile Venezuela Venezuela Argentina Ecuador Haití Chile México Ecuador República Dominicana República Domin icana Uruguay Panamá Honduras - 8 000 - 7 000 - 6 000 - 5 000 - 4 000 - 3 000 - 2 000 - 1 000 o Colombia 1. Corresponde al ingreso neto de capitales menos el saldo de la balanza de renta (pagos netos de utilidades e intereses). Las cifras negativas indican transferencias de recursos al exterior. •• ••• • • •• • •• •• • •• • • • ·•-•--·----·-----••• • • • • . Pe rú Venezuela Deuda externa bruta total: crecimiento anual promedio, 1995-2004 6 Colombia México Promedio regional Promedio regional 9 Chile Transferencia neta de recursos: ' promedio anual, 1995-2004 (millones de dólares) o ~:::;= 8 Brasil 1. Corresponde a la lEO en la economla declarante menos la lEO de residentes de esa economla en el exterior. Promedio regional --11- Colombia El Guatemala Panamá República Uruguay Salvador Dominicana Número de veces en que el ingreso de hogares del decil 10 (más rico) supera al del decil 1 (m ás pobre), 2000' Promedio reg ional 130 110 90 70 50 1 30 10 Bolivia Paraguay Ecuador --- Guatemala Panamá Colombia Nicaragua 1 Brasil a. Para Ecuador y Nicaragua el dato corresponde a 1998; para Bolivia, Colombia y Paraguay a 1999; el de Gua temala y Panamá a 2000, y el de Brasil a 2001 . Fuente: Banco Mundial, Desigualdad en América Latina y el Caribe: ¿Ruptura con la historia?, Banco Mundial, 2003, p. 40 1. Elaboración: Osear León Islas. con in formación de Servicio cidutal Estadísticas. núms. 72, 73, 75 y 76, enero-marzo de 2005, Venezuela <http://www.uta l. org> . 80 COMERCIO EXTERIOR. VOL 56, NÚM . 1, ENERO DE 2006