Condenan a cadena perpetua a ex líderes de los Jemeres Rojos en

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NOTA DE COYUNTURA
CENTRO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES GILBERTO BOSQUES
Senado de la República, 13 de agosto de 2014
CONDENAN A CADENA PERPETUA A EX LÍDERES DE LOS
JEMERES ROJOS EN CAMBOYA
FUENTE: La Vanguardia, “Camboya sentencia a cúpula de los Jemeres Rojos”, 8 de agosto de 2014,
disponible en: http://www.lavanguardia.com/internacional/20140807/54412837368/el-tribunal-de-camboyaimpone-cadena-perpetua-a-la-cupula-del-jemer-rojo.html
iNTR
1
Introducción
El pasado 7 de agosto, el Tribunal Internacional de Camboya, creado en 2006 para
investigar e impartir justicia en relación con los delitos de lesa humanidad perpetrados
durante la dictadura de los Jemeres Rojos, condenó a cadena perpetua a los dos únicos ex
líderes supervivientes de esta organización. Luego de varios años de audiencias y de una
profunda investigación para la recopilación de evidencias sobre su responsabilidad en el
denominado genocidio camboyano, los jueces sentenciaron a Nuon Chea, el número dos en
la cadena de mando de los Jemeres Rojos y mano derecha de Pol Pot, jefe máximo de la
guerrilla maoísta, y a Khieu Samphan, expresidente de la Kampuchea Democrática, la
denominación política que entre 1975 y 1979 adoptó el actual reino de Camboya.1 Se trata
de la primera sentencia de este tribunal y de la primera vez que condena oficialmente a los
responsables de la comisión de crímenes ominosos que incluyen la persecución política, la
desaparición forzada de personas, desplazamientos forzados y el genocidio. Según el juez
Nil Nonn, integrante de la Cámara del Juicio, “millones de personas fueron víctimas de un
ataque global y sistemático que seguía políticas y planes del partido”.2 El objetivo de esta
nota de coyuntura es, precisamente, analizar la relevancia de este fallo -un verdadero hito
en la historia de la postguerra camboyana- y las implicaciones que podría tener tanto para el
proceso de reconciliación política en ese país como para el futuro del Tribunal de
Camboya.
Los Jemeres Rojos y el genocidio camboyano
En Camboya, como en muchos otros países asiáticos, la Guerra Fría determinó gran parte
de los cambios políticos registrados desde la década de los años sesenta. El gobierno
monárquico del rey Norodom Sihanuk, el dirigente que consiguió la independencia del
dominio francés y que gobernó al país desde 1954, terminó siendo depuesto mediante el
golpe de estado que el mariscal Lon Nol lanzó en 1972 con respaldo de Estados Unidos. En
sustitución de una monarquía que, en opinión de algunos militares, había comprometido la
independencia del país permitiendo el acceso a territorio camboyano al Vietcong –las
fuerzas de liberación contra Estados Unidos durante la guerra de Vietnam- y que mostraba
en general simpatías hacia la República Popular China, Nol estableció una República prooccidental respaldada fuertemente por Washington.3 Su gobierno terminaría precisamente
en 1975 cuando las fuerzas de los Jemeres Rojos encabezados por el líder maoísta Saloth
Sar, mejor conocido como Pol Pot, tomaron el poder.
Los Jemeres Rojos (Khmer Rouge, por su nombre en francés dado en su momento por el
rey Sihanuk y en referencia a la etnia predominante en Camboya), constituidos décadas
atrás como una fuerte organización guerrillera de corte ultra-maoísta bajo la denominación
1
Thomas Fuller y Julia Wallace, “2 Khmer Rouge leaders are convicted in Cambodia”, The New York Times,
7
de
agosto
de
2014,
consultado
el
12
de
agosto
de
2014
en:
http://www.nytimes.com/2014/08/08/world/asia/decades-after-khmer-rouges-rule-2-senior-leaders-areconvicted-in-cambodia.html?_r=0
2
Radio France Internacional, Dos ex dirigentes jemeres rojos fueron condenados a cadena perpetua, 7 de
agosto de 2014, consultado el 12 de agosto de 2014 en: http://www.espanol.rfi.fr/asia-pacifico/20140807-dosexdirigentes-jemeres-rojos-fueron-condenados-cadena-perpetua
3
BBC News, “Top Khmer Rouge leaders guilty of crimes against humanity”, 7 de agosto de 2014, consultado
el 12 de agosto de 2014 en: http://www.bbc.com/news/world-asia-28670568
2
oficial del Partido Popular Revolucionario de Kampuchea (el nombre antiguo de
Camboya), se erigieron como la punta de lanza de la lucha antiimperialista en el país y
consiguieron un enorme apoyo popular para derrocar al gobierno de Nol. Las simpatías
populares, así como el respaldo militar de China hacia los Jemeres Rojos, se incrementó
especialmente a partir de 1973 cuando las zonas de influencia de la guerrilla comenzaron a
recibir, por parte de los bombarderos estadounidenses en apoyo del gobierno de Nol,
alrededor de 500 mil toneladas de bombas, es decir, tres veces más de las que habían sido
lanzadas contra Japón durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante su gobierno de poco menos de cinco años, intentaron establecer una sociedad
agraria, libre de clases que respondiera al ideal maoísta de nacionalismo radical,
anticolonialismo, autosuficiencia y autoritarismo militar.4 Su proyecto de reforma agrario
derivó en una profunda hambruna, su insistencia en la autosuficiencia, llevó a la expansión
de epidemias letales de enfermedades curables como malaria, y la búsqueda de un control
político férreo originó que la tortura y las ejecuciones extrajudiciales fueron métodos
sistemáticos.5
En una semana, 2.5 millones de habitantes de la capital Phnom Penh fueron forzados a
mudarse al campo, deshacerse de sus propiedades y dedicarse a trabajar incansablemente.
Las denominadas “purgas” bajo el ideal maoísta de combatir al “enemigo oculto” y
construir “una nueva sociedad” terminaron con la vida de entre 1.7 y 2 millones de
personas, prácticamente una cuarta parte de la población del país en aquel momento,
quienes de una u otra manera, fueron identificadas como opositoras al gobierno. 6 La
existencia de innumerables campos de exterminio y el hecho de que la mayoría de las
víctimas pertenecieron a la etnia jemer, llevaron al periodista francés Jean Lacouture a
calificar como “autogenocidio” al que perpetraron los Jemeres Rojos. Es cierto, sin
embargo, que una importante proporción de estas víctimas murieron de hambre, de sed o de
extenuación en los campos de arroz, conocidos ahora por la historiografía especializada
como los “campos de la muerte”.7 El “autogenocidio” camboyano es, en este sentido, un
evento prácticamente único en la historia contemporánea. 8
Bajo el control de los Jemeres Rojos se declaró el año cero en el calendario oficial y el
comienzo de una nueva era en la historia del país. Esto implicaba prohibir y deshacerse de
todo aquello que recordara el pasado. Bajo esta política oficial, Camboya perdió buena
parte de su patrimonio cultural, sus acervos bibliográficos, históricos, archivísticos,
fotográficos, artísticos y religiosos –la religión, conviene recordarlo, fue abolida lo mismo
4
E Becker, When the war was over: Cambodia and the Khmer Rouge Revolution, Nueva York, Perseas
Books, 1986, p. 22.
5
Paolo Diez, “Los crímenes más atroces de los jemeres rojos”, Diario ABC, 11 de agosto de 2014, consultado
el 12 de agosto de 2014 en: http://www.abc.es/internacional/20140808/abci-jemeres-rojos-crimenes201408081636.html
6
Ben Kiernan, The Pol Pot regime: race, power and genocide in Cambodia under the Khmer Rouge, 19751979, Yale, Yale University Press, p. 78.
7
Damien de Walque, “The Long-Term Legacy of the Khmer Rouge Period in Cambodia”, World Bank Policy
Research Papers 3446, noviembre de 2004, consultado el 12 de agosto de 2014 en:
https://openknowledge.worldbank.org/bitstream/handle/10986/14200/wps3446.pdf?sequence=1
8
Jean Lacouture, Cambodia: Corrections, The New York Review of Books, 26 de mayo de 1977, consultado
el 12 de agosto de 2014 en: http://www.nybooks.com/articles/archives/1977/may/26/cambodia-corrections/
3
que la propiedad privada-. Las pérdidas en términos del patrimonio cultural y artístico
fueron también invaluables.9
El gobierno de la autodenominada Kampuchea Democrática terminaría entre diciembre de
1978 y enero de 1979 con la invasión vietnamita y la conformación de un gobierno
encabezado por un disidente de los Jemeres Rojos, Heng Samrin, y líder de la nueva
República Popular de Kampuchea, un régimen socialista de partido único con importantes
simpatías con la Unión Soviética. El “gobierno en el exilio”, encabezado por Pol Pot y
guarecido en una zona montañosa de difícil acceso, siguió peleando con el gobierno de la
República Popular por mantener el reconocimiento internacional hasta que en los años
noventa, la ONU consiguió la suscripción de los acuerdos de paz de Paris (1991) y la
conformación de un Consejo Nacional Supremo formado por autoridades de la ONU y
delegados de las distintas facciones políticas del país que convocó a unas elecciones.10 En
1993 el partido monárquico triunfó en las urnas y Norodom Sihanouk, el rey depuesto en
los años setenta, recuperó su posición. El gobierno ratificó una nueva constitución
restableciendo la monarquía –el Reino de Camboya- y, más tarde, luego de negociar ciertos
cambios políticos con el líder golpista Hun Sen, como el establecimiento de un Parlamento
bicameral y la evolución hacia una monarquía constitucional de corte parlamentario,
concedió una amnistía a los principales líderes del Jemer Rojo.
El Tribunal Internacional y el juicio a los Jemeres Rojos
La presión internacional, especialmente por parte de organizaciones no gubernamentales de
derechos humanos, no se hizo esperar luego del anuncio de la amnistía algunos meses
después de la muerte de Pol Pot en 1998. El 17 de marzo de 2003, luego de un proceso
amplio de deliberación a nivel internacional y de negociaciones que se extendieron por
espacio de cinco años, las Naciones Unidas suscribieron un acuerdo con el gobierno de
Camboya para el establecimiento de un Tribunal Penal Internacional llamado oficialmente
Cámaras Extraordinarias de las Cortes de Cambodia (EEC) constituido como un Tribunal
mixto, es decir, con jueces camboyanos e internacionales. Esta doble condición de Tribunal
nacional e internacional sigue un modelo sui generis que, sin embargo, ha sido
excepcionalmente funcional para obtener una amplia legitimidad entre la opinión pública
camboyana.11 El acuerdo dispuso que el Tribunal contara con jurisdicción exclusiva para
determinar la responsabilidad penal sobre los crímenes cometidos por los Jemeres Rojos
entre 1975 y 1979 según fueron documentados por innumerables organizaciones
transnacionales y reportes provenientes de distintas agencias de la Organización de las
9
Adam Taylor, “Why the world should not forget Khmer Rouge and the killing fields of Cambodia”, The
Washington Post, 7 de agosto de 2014, consultado el 12 de agosto de 2014 en:
http://www.washingtonpost.com/blogs/worldviews/wp/2014/08/07/why-the-world-should-not-forget-khmerrouge-and-the-killing-fields-of-cambodia/
10
Miranda Leitsinger, “A timeline of the Khmer Rouge regime and its aftermath”, CNN, 7 de agosto de 2014,
consultado el 12 de agosto de 2014 en http://www.cnn.com/2014/08/06/world/asia/cambodia-khmer-rougetimeline/
11
Kathleen Claussen, “Up to the Bar?: designing the hybrid Khmer Rouge Tribunal in Cambodia”, Yale
Journal
of
International
Law,
invierno
de
2008,
consultado
en:
https://litigationessentials.lexisnexis.com/webcd/app?action=DocumentDisplay&crawlid=1&srctype=smi&srcid=3B15&doct
ype=cite&docid=33+Yale+J.+Int'l+L.+253&key=7faa7400994b9c65a7a6634e2208b3f7
4
Naciones Unidas.12 Cabe señalar que el establecimiento de este Tribunal Internacional era
indispensable para impartir justicia en este caso toda vez que el artículo 11 del Estatuto de
Roma, que dio origen a la Corte Penal Internacional, dispone que la Corte sólo tiene
competencia respecto de crímenes cometidos después de la entrada en vigor del mismo en
julio de 2002.
Desde su inauguración formal en 2006, el Tribunal ejerció un trabajo extraordinario de
recuperación de evidencias, celebración de audiencias, ponderación de testimonios y
evaluación de testigos en un contexto no siempre propicio para ello. En distintas ocasiones,
los jueces se quejaron de interferencia política por parte de grupos vinculados directa o
indirectamente con los inculpados13, así como de falta de respaldo operativo y financiero
suficiente como para operar con eficiencia.14 Un juez suizo, de hecho, renunció luego de
denunciar corrupción interna y señalar a simpatizantes de los jemeres quienes
presuntamente habrían alterado pruebas con ayuda de funcionarios del Tribunal. 15 Con
todo, el Tribunal con sede en Pnom Penh, libró ordenes de arresto contra distintos líderes
de los Jemeres Rojos, incluidos Kang Kech Leu, alias Duch, director del Centro de
Interrogación y Tortura “Tuol Sleng” –una vieja escuela donde se torturó y ejecutó a unas
14 mil personas- Leng Sary, ministro de Relaciones Exteriores del régimen y su esposa
Leng Thirith, ex ministra de Acción Social y hermana de la fallecida Khieu Ponnary,
primera esposa de Pol Pot. Nuon Chea y Khieu Samphan también fueron arrestados y
sujetos al proceso penal correspondiente. Antes de la sentencia a Chea y Samphan, el
Tribunal solo había sentenciado a Kech Leu a cadena perpetua pero su caso se encuentra
actualmente inmerso en un proceso de apelación.
En la sentencia dictada a los octogenarios Nuon Chea y Khieu Samphan se reconoció
también su responsabilidad en el exterminio de entre 100 y 500 mil musulmanes de la etnia
Cham y unos 20 mil vietnamitas. Dos masacres que, hasta el momento, habían sido
eclipsadas por la historia de exterminio de los Jemeres Rojos contra su propio pueblo.
Aunque se espera que los inculpados recurran a la apelación, la sentencia ha sido recibida,
en términos generales, con beneplácito por todos aquellos que piensan que al proceso de
reconciliación en Cambodia hacía falta un componente de mínima justicia. “Este juicio
reconocerá nuestro sufrimiento” relató a la agencia France Presse uno de los
supervivientes. No obstante existen voces como la del primer ministro de Camboya, Hun
12
Global Policy Forum, Special Tribunal for Cambodia, 12 de agosto de 2014, consultado en misma fecha
en:
https://www.globalpolicy.org/international-justice/international-criminal-tribunals-and-specialcourts/special-tribunal-for-cambodia.html
13
Robert Carmichael, “Khmer Rouge Tribunal Judge Resigns Citing Political Interference”, Radio
Netherlands, 11 de octubre del 2011, consultado el 12 de agosto de 2014 en:
https://www.globalpolicy.org/international-justice/international-criminal-tribunals-and-special-courts/specialtribunal-for-cambodia/50830-khmer-rouge-tribunal-judge-resigns-citing-politicalinterference.html?itemid=id#656
14
CBS News, “Groups Fear Khmer Rouge Tribunal May Halt Trials”, 5 de mayo de 2011, consultado el 12
de agosto de 2014 en: https://www.globalpolicy.org/international-justice/international-criminal-tribunals-andspecial-courts/special-tribunal-for-cambodia/50313-groups-fear-khmer-rouge-tribunal-may-halt-trails.html
15
Natalia Tobón Tobón, “Cadena perpetua en Camboya para dos jefes del genocidio”, El Pais, 7 de agosto de
2014 en: http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/07/actualidad/1407395023_497080.html
5
Sen, quien ha venido advirtiendo de los riesgos de esta sentencia para la estabilidad política
del país.16
Conclusiones
El juicio contra los responsables del genocidio camboyano está lejos de haber concluido.
Por un lado, la apelación de la sentencia del Tribunal se espera que tome algún tiempo en
desahogarse. Por el otro, el Tribunal ha informado que iniciará ahora procedimientos contra
casos de delitos perpetrados por oficiales de bajo rango. 17 En todo caso, las reacciones
generadas van desde considerar a la sentencia como una piedra de toque para la justicia, la
transparencia y la reconciliación camboyana –como la llamó el Secretario de Estado
estadounidense John Kerry- como una muestra de que los líderes políticos pueden y deben
ser responsabilizados de sus actos aún décadas después de realizados –el punto central de la
declaración oficial de la Unión Europea- o bien como una decisión insuficiente, tardía o
bien poco relevante para una generación de camboyanos jóvenes cuyas referencias a los
Jemeres Rojos son lejanas y poco vívidas.18
Una discusión relevante, sin duda alguna, es la que se refiere al futuro del Tribunal. De
acuerdo con algunas versiones periodísticas, el primer ministro Hun Sen se opone a que el
Tribunal continúe su actividad analizando dos casos adicionales contra cinco sospechosos
ex integrantes de los Jemeres Rojos y argumenta que de continuar su actividad podría dar
lugar a una guerra civil. En la opinión de algunos analistas, aunque el escenario de una
guerra civil parece completamente descartado, lo cierto es que el Tribunal, al continuar con
su actividad, podría afectar los intereses de un elite política y militar, con fuertes vínculos
con los Jemeres Rojos, que hoy tiene a algunos de sus integrantes en altos cargos de la
administración pública, el ejército y la seguridad nacional de ese país.19
Camboya, en este sentido, seguirá siendo un caso relevante en el debate general sobre la
reconciliación y la justicia. Si bien nadie puede negar la importancia de ambas para el
desarrollo del país, aún no es claro si el trabajo del Tribunal contribuirá a dejar de
considerarlos como objetivos mutuamente excluyentes.
16
Chelsea Sheasley, “Khmer Rouge conviction: 4 questions about Cambodia´s historic ruling”, The Christian
Science Monitor, 7 de agosto de 2014, consultado el 12 de agosto de 2014 en:
http://www.csmonitor.com/World/Asia-Pacific/2014/0807/Khmer-Rouge-conviction-4-questions-aboutCambodia-s-historic-ruling-video
17
Idem.
18
Prak Chan Thul, “UN-backed tribunal in Cambodia jails Khmer Rouge duo for life”, Reuters, 7 de agosto
de 2014, consultado el 12 de agosto de 2014 en: http://www.reuters.com/article/2014/08/07/us-cambodiarouge-idUSKBN0G707U20140807
19
Sok Ry Sum, “Justice evades Cambodia´s Khmer Rouge Trials”, Radio Free Asia, 12 de agosto de 2014,
consultado en misma fecha en: http://www.rfa.org/english/commentaries/brutal-08122014172843.html
6
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